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esclavo comprometido larry (hot)

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larry - esclavo comprometido larry (hot) - Página 5 Empty Re: esclavo comprometido larry (hot)

Mensaje por inmaaamlg Dom 13 Abr 2014, 4:55 pm

pues actualiza pronto please!!!!!!!!!
inmaaamlg
inmaaamlg


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larry - esclavo comprometido larry (hot) - Página 5 Empty Re: esclavo comprometido larry (hot)

Mensaje por loveanime_or Lun 14 Abr 2014, 7:19 pm

me comprometo a traermaraton este fin de semana
loveanime_or
loveanime_or


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larry - esclavo comprometido larry (hot) - Página 5 Empty Re: esclavo comprometido larry (hot)

Mensaje por loveanime_or Lun 21 Abr 2014, 1:52 pm

 
[size=37]Capítulo Ocho[/size]
Temblando, Louis se obligó a salir del baño y volver a la
habitación. Se dejó caer sobre el escritorio y se quedó mirando
fijamente sin ver los apuntes para el examen, leyendo la misma frase
una y otra vez sin encontrarle sentido. Al final las palabras se
emborronaron, veía doble debido a las lágrimas ardientes y calientes
que llenaban sus ojos.
Apagó la luz del escritorio, de tal forma que la única iluminación
en la habitación era la de la luna casi llena que pasaba a través de las
persianas abiertas sobre la ventana del cuarto. Si había esperado que
su vergüenza sería más fácil de soportar en la oscuridad, estaba
equivocado. Puso la cabeza sobre el escritorio, su mente dándole
vueltas a la repugnancia que sentía hacia sí mismo. ¿Qué me pasa?
¿Por qué soy así? ¿Por qué no puedo controlar estos deseos? ¡No
puedo creer que realmente haya intentado tocarlo! ¿Qué debe pensar
de mí ahora?
Alzó la frente una pulgada o dos sobre el escritorio de madera y
la bajó con fuerza, haciendo que el escritorio golpeara contra la pared
y provocándole un estallido de dolor detrás de los ojos. Lo repitió una
y otra vez, deseando poder machacar las preguntas en su cabeza tan
fácilmente como golpeaba el dolor dentro de él.
— ¿ Lou?— Hey, Lou, ¿qué coño estás haciendo? ¡Detente!—
De repente unas enormes manos lo apartaron bruscamente del
escritorio y lo arrastraron hasta la cama. No a su propia y estrecha
cama, sino a la de Harry, más grande.
— ¡Suéltame! ¡Déjame solo!— Por primera vez desde que
conocía a su compañero de habitación, LOuis luchó contra él. Le dio
patadas, le pegó y le golpeó, agitándose violentamente – enfadado
más allá de las palabras, lleno de una cólera que no era más que una
negra desesperación.
Harry recibió unos cuantos y firmes golpes, pero rechazó
defenderse. En lugar de eso, se extendió en la cama y sujetó los
brazos de Louis a un lado. También lo rodeó con las piernas,
esperando pacientemente hasta que la cólera remitiera y solo
quedaran las lágrimas. Se había puesto un holgado pantalón de
chándal como los de Louis, pero su pecho estaba desnudo y
Lou podía sentir el calor del gran cuerpo que estaba tras él,
irradiando a través de todo su cuerpo.
Lloró en silencio, lágrimas calientes se deslizaban por sus
mejillas y mojaban la almohada bajo su cabeza.
Estaba horriblemente incómodo por llorar frente a su
compañero de habitación, lleno de la innata vergüenza que su padre
le había inculcado desde una temprana edad por llorar por cualquier
cosa. Los hombres, los hombres de verdad, no lloraban. Aún
recordaba aquella lección, aprendida hacía mucho tiempo cuando
tenía seis años y había vuelto a casa con la nariz sangrando y las
rodillas arañadas por caerse de la bici. Su madre había salido de
compras con sus amigas y su padre por una vez había llegado más
temprano del trabajo, algo que probablemente solo había pasado un
puñado de veces durante la infancia de Louis.
Lo recordó vívidamente, dando traspiés en la puerta,
horrorizado por el brillante líquido rojo que salía de su cuerpo. Había
visto unos pocos días antes en casa de un amigo una especie de
drama médico que en realidad no había entendido, en donde uno de
los personajes había muerto, desangrado. Louis recordó que había
pensado, en su ingenuidad infantil, que eso era lo que le estaba
pasando a él en aquel momento, que estaba perdiendo toda la sangre
de su cuerpo, que se estaba desangrando, y pronto estaría muerto.
Había corrido llorando hasta su padre, que estaba viendo una
especie de programa liviano de deportes en la televisión con un
montón de documentos legales extendidos ante él. Louis Senior
alzó la vista cuando su hijo de seis años entró tambaleándose en el
cuarto, asustado y llorando, alargando sus manos manchadas de
sangre como un penitente en una parábola bíblica.
— ¡Papá! Papá, estoy sangrando. Me caí… me caí de la bici y
yo… yo…— pero Louis había sido incapaz de continuar – estaba
llorando demasiado fuerte.
Su padre le había echado una larga y dura mirada y dijo, —
¿Qué diablos te ocurre, Louis? Cálmate.
—Pero…— Louis bajó la mirada hacia su pequeño cuerpo de
seis años del que goteaba el precioso líquido como si fuera un coche
averiado. ¿No se estaba muriendo? Y si lo estaba, ¿por qué su padre
no estaba alterado? Comenzó a sorber ruidosamente otra vez, pero
su padre lo apuntó con un dedo, sus fríos ojos tan azules como los de
Louis se entrecerraron con repugnancia.
—Cállate ahora mismo, señorito, o te daré una razón para
llorar. Sube al baño a limpiarte y no quiero escuchar ni una palabra
más sobre esto. — Hizo una mueca. —Buen Dios, cualquiera pensaría
que eres una niñita quejándote de esa manera. ¡Mete algo
rápidamente en esa nariz y ponte una curita, maldita sea! Venga,
lárgate.
La sensación de repugnancia que había sentido su padre por su
debilidad había permanecido dentro de Louis durante el resto de
su infancia y su adolescencia. Era la razón de su odio y miedo de ser
vulnerable y débil frente a otra persona, especialmente de otro
hombre. Así que apenas podía creerlo cuando el fuerte apretón de
Harry se convirtió en un cálido abrazo y su amigo comenzó a susurrar
tranquilizadoramente en su oído.
—Todo está bien, Lou. Desahógate, tío. Estás bien, solo
desahógate.
Estaba tan estupefacto y confortado que el flujo de lágrimas se
detuvo y al final Louis permaneció tranquilo entre los brazos de su
amigo, respirando profundamente, sus mejillas todavía húmedas y su
corazón aún preocupado. Pero no tanto como antes.
Después de mucho tiempo, Harry murmuró en la parte de atrás
de su cuello, — ¿Pasó?
Louis hizo una profunda y temblorosa inspiración y luego dejó
salir el aire lentamente. —Sí—, dijo finalmente. Pero cuando se
retorció intentando soltarse del apretón de su amigo, Harry lo sujetó
con más firmeza.
—No vas a ir a ningún sitio todavía, Lou,— su voz retumbó
como un trueno. —No hasta que me digas qué ha pasado. Por qué
estabas tan alterado. Fue porque no quise que…
—No—, Louis lo interrumpió rápidamente, moviendo la
cabeza contra la almohada. Se echó hacia atrás contra Harry para
escapar de la zona húmeda que habían dejado sus lágrimas y su
amigo amablemente tiró de él para acercarlo más. —No, yo… creo
que no puedo hablar de eso.
—Por supuesto que puedes—. La profunda voz de Harry sonó
suave y razonable en la cercana oscuridad total. —Puedes contarme
cualquier cosa, lou, y te juro que nada saldrá de esta habitación.
Además necesitas hablar, lo sé.
Louis soltó una risa estrangulada que era más bien medio
sollozo. —Los hombres de verdad no hablan sobre sus sentimientos—
dijo, frotándose los ojos con la mano libre. —Mierda, probablemente
los hombres de verdad ni siquiera tienen sentimientos. Solo van al
trabajo, vuelven a casa, comen y ven SportsCenter y se acuestan.
Después se levantan y hacen lo mismo otra vez al día siguiente y si
tienen algún problema, se lo guardan para sí mismos.—
— ¿Quién te ha contado esa mierda?— Harry parecía indignado.
—Nadie. — Louis suspiró. —Creo que es lo que llaman —
aprendizaje por asociación— en mi clase de Introducción a la
Psicología.
—Entonces, ¿tu padre es así?
—Ajá. Y yo dentro de otros cinco o diez años, supongo.
—Chorradas.— La voz de Harry era apagada en la oscuridad. —
No tiene que ser así. Sabes, mi viejo es un imbécil en un montón de
cosas, pero al menos nunca espera que escondamos lo que sentimos.
En mi familia, si tienes un mal día, todo el mundo lo sabe.
Louis se rió otra vez. —En mi familia no. Es de mala
educación imponer tus problemas a los demás. Y de débiles.
—Tú no eres débil, Lou. — Harry lo estrechó ligeramente. —
Solo tienes un secreto. Y eso no es malo, todos tenemos secretos,
incluso yo.
— ¿Cuál es el tuyo?— Louis sintió el latido de su corazón
justo debajo de su tetilla. Si Harry decía lo que él esperaba que
dijera…
—Eh, tío.— Harry rió suavemente. —No te diré nada mientras tú
no me digas algo a mí. Pero supongo que no estás preparado para
hablar esta noche.
—En realidad no.— Louis sintió una mezcla de alivio y pesar
porque su amigo no iba a obligarlo a hablar.
—Muy bien. Ok
— Harry sonó tranquilo. —Date la vuelta entonces.— Movió el
cuerpo de Louis hasta que éste quedó acostado sobre su espalda,
con la cabeza sobre el musculoso bíceps de Harry. Era una posición
extraña para estar con otro chico, y hacía que Louis se sintiese
vulnerable al tener a su amigo inclinado sobre él en la oscuridad. Pero
no de una manera mala.
—Tengo que terminar de estudiar para el examen trimestral de
Psicología, — dijo, inseguro sobre lo que sentía al estar tan cerca de
su amigo. —Es mañana a las diez y se supone que va a ser una
verdadera criba, así que…
El suave beso de Harry y en su mejilla lo hizo callar. Alargó la
mano hasta tocar el lugar en su cara, como si comprobara si los
labios de su amigo lo habían marcado.
—¿Por qué has…?— Alzó la mirada, desconcertado, con el
corazón acelerado.
—Todavía tienes lágrimas en las mejillas. — Harry sonó
incómodo. —Cuando era un niño y me lastimaba y lloraba, mi madre
me lo hacía a mí, besaba mis lágrimas sin parar. Lo siento. Supongo
que no debería haberlo hecho.— En la habitación a oscuras,
iluminada solo por el resplandor de la casi luna llena a través de la
ventana, sus ojos eran dos pozos oscuros.
—No, yo…— lou movió la cabeza. —Me gustó,— susurró.
— ¿En serio?— La cabeza de Harry descendió otra vez y Louis
sintió otro suave beso en su mejilla, éste mucho más cerca de su
boca.
—En serio, — dijo en voz baja con el corazón retumbando en su
pecho.
—Lou, si te pregunto una cosa, ¿me dirás la verdad?— la voz
de Harry era suave pero apasionada.
—Yo… lo intentaré. — La oscuridad parecía haber agudizado sus
sentidos de alguna manera y su cabeza estaba llena del olor
almizclado, oscuro y animal que pertenecía exclusivamente a Harry.
Louis hizo una profunda inspiración, llenando sus pulmones con el intenso aroma y sintiéndose atraído por él de un modo que no
comprendía.
Harry se inclinó más cerca, su cálido aliento rozó la mejilla de
Louis cuando le plantó otro suave y lento beso. — ¿Me odiaste
después de que Nick te hiciera, ya sabes, chupar mi polla?—
murmuró en su oído.
Louis sintió que se ahogaba. Era la primera vez en dos
meses, desde aquel primer día en el que se había trasladado, que
hacían alguna mención a la última noche de la Semana Infernal. Se
preguntó qué debería contestar, pero, antes de que pudiera pensarlo,
su boca estaba contestando la verdad con independencia de su
cabeza.
—No, — murmuró, alzando una cautelosa mano para acariciar
los gruesos rizos negros de Harry. Quedó sorprendido y
prudentemente complacido cuando, en vez de apartarse, el enorme
Alpha se acercó a su mano, como un enorme gato disfrutando de una
caricia.
— ¿Ni siquiera al principio?— insistió Harry. —Quiero decir, vi la
mirada que me dirigiste justo antes de que te pusiera la venda en los
ojos.—
—Me gustó, — Louis se quedó horrorizado al oír lo que su
boca acababa de decir. — ¿Es eso lo que querías oír? ¿Qué disfruté
chupando tu polla? ¿Bebiendo tu semen?
—Quiero oír la verdad, — dijo Harry pacientemente, quitando el
brazo de debajo de la cabeza de Louis. —Cómo te sentiste cuando
lo hiciste. Qué pasó por tu cabeza. Porque, para ser sinceros, he
estado tratando de entender cómo me sentí yo mismo.
Andrew sacudió la cabeza y se sorprendió a sí mismo diciendo
la verdad otra vez. —Al principio estaba asustado, pero fuiste tan… no
sé, delicado. Y la forma en que acariciaste mi cara mientras
empujabas entre mis labios…
—Sabía que no podías verme. Quería dejarte saber de alguna
forma que no era solo… que significaba algo. Incluso aunque en
realidad no te conocía. — Harry lo besó otra vez, en esta ocasión en la
comisura de la boca. Louis sabía que si giraba la cabeza el beso
acabaría directamente en sus labios. Está mal, tan mal… No giró la
cabeza.
—Lo supe, — susurró, buscando las sombras de los ojos de su
amigo. Nunca se había sentido tan cercano a otra persona. Incluso el
hecho de que su polla estaba tan dura que levantaba la parte
delantera de su pantalón de chándal no le molestaba, porque podía
sentir una protuberancia similar en el de Harry presionando contra su
muslo.
—Siento que tuvieras que hacerlo. Lo que te llevé a hacer. No
quiero que pienses que soy ese tipo de chico – que atormentaría a
alguien solo para alejarlo.— La voz de Harry sonó llena de vergüenza.
—Yo no lo siento.— La boca de Louis continuaba diciendo
cosas que él no quería decir en voz alta. —Y no pienso eso de ti. —
Tragó saliva. —Lo haría otra vez.
— ¿Lo harías? No sé si sería una buena idea. Pero esto sí.—
Esta vez Harry lo besó de lleno en los labios, robándole el aliento con
la suave intensidad de su contacto.
Louis se sintió inundado por las sensaciones. Abrió la boca
con un jadeo y de repente la lengua de su amigo estuvo dentro de su
boca, explorándolo minuciosamente como si tuviese todo el derecho a
hacerlo. Harry sabía a pasta de dientes y un poco como a cerveza, y
su boca no solo era cálida, estaba caliente. Louis se entregó al
beso completamente, fundiéndose contra su amigo y ofreciéndose al
asalto de Harry. Finalmente, el enorme Alpha se retiró, respirando con fuerza. Bajó la vista hacia Louis con sus verdes ojos centelleando
en la oscuridad.
—Creo que he estado queriendo hacer esto desde el primer
momento en que bajé la vista y te vi tragar mi semen, — murmuró,
alzando la mano para acariciar el lleno labio inferior de Louis con su
pulgar. —Tomaste cada gota, Lou. No derramaste ni un poco. ¿A
qué sabía?
—Sabes como el mar,— le dijo Louis. —Salado, amargo,
caliente. Nunca he probado nada parecido. No es que haya probado el
semen de alguien antes, — se apresuró a añadir. —Es decir, excepto
el mío.
—¿Probaste tu propio semen?— La voz de Harry sonó curiosa en
la oscuridad.
Louis se encogió de hombros. —Por supuesto, ¿por qué no?
¿Tú no lo has hecho?
Harry sacudió la cabeza. —Supongo que nunca pensé en ello.
¿Crees que cada uno sabe diferente?
—No lo sé. El mío es más dulce, creo.— Louis se rio. —
Supongo que podrías hacer un test de sabor. Pero no sé cómo se lo
tomarían el resto de los hermanos.
—No demasiado bien. — La voz de Harry era seca. — Desde
luego, aún podríamos intentarlo nosotros dos. Quiero ver si el tuyo es
realmente muy diferente al mío. ¿Te importa? Louis sintió como si su corazón estuviese aporreando dentro
de su pecho. — ¿Te refieres a hacernos una paja y después probarlo?
¿Lamerlo de nuestras manos?— preguntó.
Harry se inclinó hacia delante y lo besó suavemente en la boca.
—Creo que podría ser mejor hacerlo directamente de la fuente. —
Inclinándose, tiró de la cinturilla del pantalón de Louis. —No
tenemos por qué corrernos uno en la boca del otro si no quieres, —
susurró con voz ronca. —Podemos probar cada uno el pre-semen del
otro, ¿si?
—Sí,— Louis dijo en voz baja, apenas capaz de creer que
aquello estuviera sucediendo. En el fondo de su mente, una vocecilla
gritaba que aquello estaba mal, que era terrible, enfermizo. Sin
embargo su polla estaba lo suficientemente dura como para follar a
través de madera sólida y el enorme y musculoso cuerpo de Harry se
sentía tan bien contra el suyo, tan correcto, que fue capaz de
ignorarla.
—Bien. — Inconsciente del conflicto interno de Louis, Harry
empujó sus pantalones hacia abajo hasta los tobillos y se quitó los
suyos también. La respiración de Louis se atascó en su garganta
cuando la enorme y cálida mano de su amigo de repente rodeó su
dolorida polla y sus pelotas.
—¡Dios!— jadeó cuando harry acarició hábilmente su sensible
saco y ciñó su palpitante verga.
—Solo unas pocas gotas,— oyó que Harry murmuraba. —Quiero
saborearte ahora, Lou. ¿Te importa?
—N… no.— Apenas pudo pronunciar la palabra, sin embargo no
tenía importancia. Harry ya se había inclinado sobre él, tomando la
hinchada cabeza de la polla de Louis en su boca y chupándola con
entusiasmo.
A Louis se la habían chupado dos veces en el instituto, una
vez fue una chica con la que había salido de forma regular durante
dos años, y la otra un compañera de su promoción. Ambas habían
sido realizadas por chicas sin experiencia que en realidad no querían
chupársela. Ninguna de aquellas mamadas se acercaba de ninguna
loveanime_or
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larry - esclavo comprometido larry (hot) - Página 5 Empty Re: esclavo comprometido larry (hot)

Mensaje por loveanime_or Lun 21 Abr 2014, 1:54 pm

manera a lo que estaba experimentando ahora.
La boca de Harry estaba caliente y húmeda y su lengua estaba
en todas partes, acariciando la hinchada verga de Louis, lamiendo
la zona justo bajo la cabeza y explorando con delicadeza la hendidura
de su polla, buscando las gotas del pre-semen que había dicho que
quería probar.
Louis no pudo evitarlo – se levantó, empujando dentro de la
caliente y dispuesta boca de su amigo, buscando más de un placer
que le entumecía la mente, que atravesaba a toda velocidad su
cuerpo, que le hacía arder los nervios. ¡Dios, qué bien se siente!
¿Esto era lo que Harry había sentido cuando Louis se la chupó a él?
Si era así, ¿cómo había sido capaz de evitar follar a Louis con su
enorme polla hasta perder el sentido?
—Tranquilo ahora. — Para su intensa desilusión, Harry se retiró,
manteniéndolo contra la cama fácilmente mientras él trataba de
empujar hacia arriba. Louis se dejó llevar por sus manos, su polla
palpitaba.
— ¿A qué sabe?— preguntó jadeando, tratando de calmar el
rápido latido de su corazón.
Harry asintió en la oscuridad. —Un poco dulce, como habías
dicho. Ahora tengo que compararlo con el mío.
— ¿Cómo?— Louis frunció el ceño. —No puedes chupar tu
propia polla. Y si puedes, eres el chico más afortunado que conozco.
—No tengo que chupar mi polla. — Harry alzó la mano y ahuecó
suavemente su mejilla. —Solo necesito que tú la chupes hasta que
consigas un trago de mi pre-semen y entonces podré probarlo de tu
boca. — Acarició la caliente mejilla de Louis y tiró de él para
acercarlo y mirar fijamente en sus ojos. — ¿Quieres chupar mi polla,
Lou? ¿Quieres saborear mi semen?
¡Dios! Louis cerró los ojos durante un momento, incapaz de
enfrentar su intensa mirada. —Ordéname que lo haga, — susurró,
inseguro de por qué lo quería de esa forma. Harry pareció
comprenderlo inmediatamente.
—Esclavo, — retumbó su voz, volviéndose más áspera. —Chupa
mi polla. Ponte de rodillas y tómala toda en tu boca. Bebe mi semen.
Louis no se lo hizo repetir dos veces. —Sí, Amo,— murmuró,
arrodillándose sobre la enorme y dura polla que permanecía erecta en
la oscuridad. Cogió la verga de Harry con una mano y ahuecó las
enormes y pesadas bolas en la otra, comprobando su textura como
había querido hacer en aquella primera noche. Harry soltó un grave
gemido desde su garganta, y ese fue todo el estímulo que necesitó.
Inclinándose hacia abajo, lamió suavemente la hendidura de la
amplia cabeza con forma de champiñón, probando por segunda vez el
familiar y delicioso sabor del pre-semen de Harry. Entonces, con una
profunda inspiración, se metió la verga en la boca, tanto como pudo.
Harry soltó un grito sordo y entonces enterró ambas manos en
el cabello de Louis y sus caderas bombearon con fuerza hacia
arriba, follando entre sus labios como hiciera aquella primera noche.
Se sentía tan bien, tan deliciosamente correcto esta vez sin nadie que
lo estuviera obligando, sin nadie que lo vigilara y lo condenara.
Louis se dejó ir completamente, succionando la gruesa verga hasta
la garganta y lamiéndola con su lengua. La última vez Harry había
eyaculado en el fondo de su garganta, sin darle apenas alguna
oportunidad de saborearlo antes de tragarlo. Pero esta vez Louis
quería que su amigo se corriera directamente en su boca, quería que
el amargo y salado sabor rodeara su lengua y quería sentir que la
verga entre sus labios se estremecía mientras Harry eyaculaba,
inundando la boca de Louis con su caliente semen.
Pero mucho antes de que consiguiese el trago que anhelaba,
Harry sacó su polla de su boca y lo arrastró hacia arriba para besarlo.
—Harry, por favor… quiero…— Louis forcejeó para volver a lo
que estaba haciendo, pero Harry lo hizo rodar de repente, sujetando
su cuerpo desnudo bajo el suyo más grande y fuerte.
—Mantén la calma, Lou, — gruñó suavemente y hubo una
corriente de poder subyacente en su voz que Louis nunca había
oído antes. —Te dije que no teníamos que corrernos en la boca del
otro. En este momento quiero besarte, quiero probar mi pre-semen
en tu boca. Ábrete para mí.
Sus gestos le dejaron claro que no estaba hablando solo de su
boca, porque mientras sus labios separaban los de Louis para un
beso profundo y exhaustivo, una enorme rodilla separaba los muslos
de Louis hasta que Harry pudo descansar cómodamente entre ellos.
Louis gimió cuando sintió que el enorme cuerpo lo cubría y la
gruesa polla de Harry terminaba por descansar al lado de la suya. Era
una posición increíblemente vulnerable para estar, tener el sólido y
musculoso cuerpo de Harry plantado firmemente sobre el suyo, con
sus propios muslos extendidos completamente acunando el peso de
su amigo entre ellos. Pero todo en lo que Louis podía pensar era en
lo bien que se sentía, en cómo la fricción de la polla de su amigo
contra la suya era casi insoportablemente erótica.
Justo cuando pensaba que se iba a correr debido al roce de la
polla de Harry contra la suya y al dulce y caliente beso en el que
estaban enzarzados, Harry se detuvo otra vez.
— ¿Qué?— consiguió jadear, incapaz de creer que se habían
detenido. —Dios, ¿qué pasa ahora?
—Quiero probar algo nuevo,— retumbó la voz de Harry. Se
incorporó sobre Louis y lo hizo rodar rápida y fácilmente hasta que
quedó sobre su estómago. —Quiero restregarme contra ti, Lou,—
explicó. —Restregarme contra tu culo. — Mientras hablaba, su gruesa
y pesada verga se acomodó con naturalidad en la hendidura entre las
nalgas de Louis. —Así, ¿ves?
 Louis sintió que se quedaba sin aliento al sentir la dura y
caliente verga frotarse contra él en ese lugar. Debería haber sabido
que Harry querría eso. Debería haber sabido que en eso era en donde
terminarían todos los besos, toques, roces y mamadas. Quiere
follarme. ¡Oh, Dios, lo sabía! Era lo que me temía desde el principio.
— ¿Lou?— la voz de Harry detrás de él lo sacó de sus
frenéticos pensamientos. — ¿Estás de acuerdo?
¡No, no estoy de acuerdo! No estoy de acuerdo con que quieras
follarme, meter toda tu gruesa polla en mi culo y correrte dentro de
mí. Y sin embargo, su polla estaba más dura de lo que nunca había
estado en toda su vida. Y ninguna palabra de recriminación y miedo
consiguió salir de su boca. En su lugar, Louis forcejeó hasta
ponerse de rodillas, tarea nada fácil al sostener todavía tanto peso de
su amigo sobre él. Pero de alguna manera consiguió hacerlo y cuando
Harry se arrodilló detrás, se puso a cuatro patas y separó sus piernas,
abriéndose al próximo asalto.
— ¿Cómo… cómo me deseas?— Preguntó con una voz tan
temblorosa que apenas pudo hacer la pregunta. —¿Cómo me quieres,
Amo?
De repente, unas manos grandes y cálidas acariciaron su
espalda. —Tranquilo, Lou, — murmuró Harry. —En este momento
quiero frotarme contra ti. Así. — Una vez más Louis sintió la larga y
dura verga restregándose contra la hendidura de su culo. Pero esta
vez se metía más profundamente. Gimió sin poder contenerse
mientras las grandes y cálidas manos de Harry lo abrían, separando
sus nalgas hasta que el virgen agujero de su cuerpo estuvo
completamente expuesto. —No tenemos que hacerlo así, — suspiró
Harry, y entonces Lou se tensó cuando sintió la directa y húmeda
prueba de la polla de su amigo presionando directamente contra su
culo. —No tengo que correrme dentro de ti para sentirme bien, —
siguió Harry, empujando suavemente hacia delante hasta que la
cabeza de su verga abrió ligeramente a Louis. El pre-semen que
derramó hizo que su polla se volviese resbaladiza, casi lo
suficientemente resbaladiza como para deslizarse dentro del cuerpo
de Louis si éste no hubiese estado tan tenso y apretado debido al
miedo que sentía por la gruesa verga preparada para invadirlo.
—Puedes meter la cabeza si quieres, — dijo con una voz tensa
por el miedo, separando más sus muslos e intentando prepararse
para tomarlo. Pero era seguro que el resto de la verga seguiría a la
cabeza una vez que estuviese dentro de él. —Si no crees que está
demasiado apretado.
— ¿Me estás pidiendo que te folle?— la profunda voz de Harry
estaba llena de una intensa avidez, una necesidad tan profunda que
Louis apenas comprendía.
—Te estoy diciendo que puedes hacerlo si quieres, — dijo, con
las manos convertidas en puños sobre las mantas y tensando su
cuerpo para la siguiente arremetida. —Yo no… no intentaré detenerte.
— Detrás de él sintió que Harry se retiraba.
—No creo que estés preparado para eso. — Su profunda voz
estaba llena de pesar. —No creo que ninguno de los dos lo esté,
Lou.— Empujó a Louis suavemente para que se tendiera sobre la
cama y lo hizo rodar sobre su espalda antes de acomodarse entre sus
muslos otra vez para colocarse cara a cara como habían estado al
principio. —No deberíamos haber llegado tan lejos,— continuó
suavemente. —Creo que ninguno de los dos está preparado para
afrontar las consecuencias si te follo esta noche.
Louis se preguntó vagamente de qué consecuencias estaba
hablando. Pero rápidamente su mente estuvo ocupada con la dulce y
apasionadamente adictiva sensación de la gruesa polla de Harry
restregándose contra la suya una vez más.
— ¡Dios!— gimió. —Esta vez no pares – por favor no pares.
—No lo haré.— Harry se inclinó para besarlo y Louis le dio la
bienvenida a la lengua de su amigo dentro de su ansiosa boca. —Esta
vez vamos a acabar, Lou. Pero vamos a tener que terminarlo del
todo. Hemos llegado demasiado lejos.
Louis no tenía respuesta para eso. No tenía respuesta para
las voces en lo más profundo de su mente que le decían que lo que
estaba haciendo estaba mal y era enfermizo, pecaminoso y
repugnante. Pero por una vez no le preocupaba. Se había entregado
completamente a la dulce y caliente fricción de la gruesa verga de
Harry que se restregaba contra la suya y cuando se corrieron,
mojando ambos vientres a la vez con una húmeda mezcla de semen
y sudor, fue el más dulce y satisfactorio orgasmo de su vida.
Yacieron en silencio durante un rato y después, sin pedir
permiso, Louis se inclinó y limpió el vientre de su amigo con la
lengua, gozando del sabor de sus esencias mezcladas. Terminó por
chupar la cabeza de la polla de Harry, lamiendo las últimas gotas de
semen mientras Harry murmuraba con aprobación y acariciaba su
cabello. Entonces, con suavidad, tiró de Louis hacia arriba para
besarlo una vez más.
—No podemos hacer esto otra vez, — murmuró cuando terminó
de explorar la boca de Louis. —No podemos continuar así. Ambos
lo sabemos.
—Ya lo sé.— Louis trató de que su voz no mostrara la
decepción que sentía, pero sabía que Harry tenía razón. Era más que
incorrecto, era peligroso. Si cualquiera de los otros hermanos hubiese
entrado y los hubiese cogido haciendo justo lo que estaban haciendo,
podrían haber sido expulsados de la fraternidad o por lo menos
duramente castigados. Reflexionó con amargura sobre el retorcido
sentido de la justicia que permitía el sexo oral entre los miembros de
la fraternidad durante una prueba de iniciación, pero prohibía una
sincera muestra de cariño cuando ninguno de ellos estaba siendo
forzado. Por lo visto, los Alpha Psi y las demás fraternidades como
ella no aprobaban el amor, solo la violación.
Espera un momento, ¿qué estoy pensando? Yo no le amo, solo
es mi compañero de habitación. Mi amigo. No puedo amar a otro
chico, eso está mal. Es enfermizo. Impropio de un hombre. Una vez
más sintió la hoja afilada de la vergüenza retorciéndose en su
estómago mientras se daba cuenta de lo que había hecho, y todavía
peor, de a lo que se había ofrecido. ¿En qué había estado pensando,
diciéndole a Harry que podía follarlo si quería? ¿Qué le había pasado
para ponerse a cuatro patas y ofrecerse, tan sumiso como cualquier
chica virgen en su primera vez?
Y aún así, el pensar en tener la gruesa verga de Harry dentro de
él, sentirlo correrse en lo profundo de su dispuesto y sumiso cuerpo
aún lo encendía, aún hacía que su polla quisiera endurecerse incluso
después del orgasmo que acababa de experimentar.
Sin otra palabra, Louis se levantó y fue al baño. Tomando un
paño mojado, limpió la evidencia de su indiscreción, de su
enfermedad, de su piel. No podía seguir por ahí. Harry tenía razón,
tenían que terminar con aquello ahora, antes de ir más lejos. Antes
de que se les fuera de las manos.
[size=37]Capítulo Nueve[/size]
Harry supo que habían ido demasiado lejos. Lo supo incluso sin
poder arrancar de su mente los recuerdos de su mejor amigo, de la
forma en que se sentía la piel de Lou bajo sus manos, la forma en
que había probado su pre-semen en la lengua de Harry. Pero sobre
todo, la manera en que lo había visto de rodillas a la luz de la luna,
ofreciéndose a dejar que Harry lo follara.
Lou había tenido miedo, no había ninguna duda sobre eso.
Harry había olido el miedo que se desprendía en oleadas. E incluso si
no hubiese sido capaz de oler lo asustado que estaba su amigo,
hubiera sentido el delgado cuerpo de Lou temblando contra el suyo,
tan tenso como una cuerda tirante. Y sin embargo, a pesar de su
evidente terror, se había ofrecido totalmente, se había ofrecido
separando sus piernas y abriéndose a la polla de Harry, aceptando la
gruesa verga de su compañero de habitación dentro de su cuerpo. Y
había algo en esa sumisión voluntaria que Harry no podía dejar de
considerar, que no podía olvidar.
Había jugado con la idea de llevar a Lou a su casa a conocer a
su familia. Era una idea estúpida, especialmente cuando el verlos y
olerlos juntos podría ponerlos sobre aviso sobre lo que en realidad
estaba pasando. O que había estado pasando hasta que le habían
puesto fin. Pero aún así, no podía evitarlo. Quería a Lou en su casa,
en su territorio. Lo quería cerca y formando parte de su familia, El
hecho de confiar en alguien lo suficiente como para llevarlo hasta su
territorio, era una cosa bastante difícil de evadir.
Louis le había llevado a su casa para conocer a sus propios
padres no hacía mucho, y éstos eran justo como los había descrito,
estirados, la flor y nata, y claramente no complacidos de que su único
hijo se relacionase con alguien tan tosco y corriente como Harry. Pero
a pesar del resultado, Lou había tenido el detalle de invitarlo. Harry
quería devolverle el favor.
Y con todo, él no quería llevar a Lou a casa en calidad de
amigo, como su compañero de habitación y nada más. Sentía el loco
impulso de presentar a Lou a su padre y a su hermana como la otra
mitad de su corazón – como su compañero. Estúpido, se llamó a sí
mismo. Es una locura y tú lo sabes. El viejo tendría un infarto, justo
después de arrancarte el corazón y dártelo a comer en una bandeja.
Pero a pesar de lo suicida que era la idea, Harry no podía quitársela
de la cabeza. Los were se emparejaban de por vida, lo cual era la
razón del porqué, cuando murió su madre, su padre nunca había
tomado otra esposa. Él y su hermana aún tenían que elegir a sus
compañeros, pero él tenía aproximadamente la edad adecuada para
sentir el impulso de emparejarse, el casi irresistible deseo de
encontrar y reclamar a su compañera de por vida.
Pero Lou es un chico, discutía consigo mismo. ¿Quién ha oído
hablar alguna vez de reclamar a otro chico como tu compañero? Harry
no, pero no parecía capaz de detenerse. Sentía una hambrienta
posesividad sobre su mejor amigo que no había sentido nunca por
nadie antes , un profundo deseo de protegerlo y reclamarlo. Hundir
su polla hasta el fondo en la dispuesta carne de Lou y correrse
dentro de él, haciéndolo suyo para toda la eternidad.
Pero con este deseo aún venían más complicaciones. No era
solo que Louis fuese un macho en vez de una hembra o el hecho de
que a Harry lo echarían fuera de la manada por atreverse a anunciar
que lo amaba. También estaba el hecho de que Lou ni siquiera era
un Were, y no tenía ni idea de que Harry lo era ni de que los Were
existían.
Harry vivía en el mundo humano con sus problemas humanos.
Había maneras de arreglarlo, pero ninguna que Harry estuviese
dispuesto a tener en cuenta en esos momentos. Sabía que para
reclamar a Louis de forma correcta, primero tendría que contarle
qué era en realidad y eso estaba totalmente prohibido por la ley de
la manada.
Era todo tan complicado y confuso que parecía más fácil dar
marcha atrás, tratar de mantener su relación en un nivel platónico.
Más fácil mantener la ficción de que era el enorme chico en el campus
que toda chica quería y Lou era solo su compañero de habitación y
amigo. Pero cada vez que Harry miraba a su amigo, todo lo que veía
era la suave y complaciente boca que lo había chupado tan
amorosamente, los cálidos brazos que estaban siempre abiertos para
él y el caliente y apretado cuerpo que sería suyo si lo pidiera, si solo
lo pidiera.
Por primera vez en su vida, Harry empezó a considerar
seriamente romper la primera regla de la manada, No contar a nadie


lo que somos.
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Mensaje por loveanime_or Lun 21 Abr 2014, 1:58 pm

tuve quie separalos porque era mucho  larry - esclavo comprometido larry (hot) - Página 5 2914770506
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Mensaje por inmaaamlg Lun 21 Abr 2014, 6:00 pm

por fiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiin    larry - esclavo comprometido larry (hot) - Página 5 961472736  larry - esclavo comprometido larry (hot) - Página 5 961472736  larry - esclavo comprometido larry (hot) - Página 5 961472736 diossssss el momento smut fue lo más :calor: y el pobre louis muertito de miedo pero su cuerpo le pedía más jajaj ay por favor no pensaba que harry se iba a lanzar aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaay me encantó!!!!! le quiere presentar como la mitad de su corazón ME MUERO 
espero que no nos vuelvas a abandonarr! no tardess :)
inmaaamlg
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Mensaje por loveanime_or Sáb 26 Abr 2014, 6:08 pm

inmaaamlg escribió:por fiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiin    larry - esclavo comprometido larry (hot) - Página 5 961472736  larry - esclavo comprometido larry (hot) - Página 5 961472736  larry - esclavo comprometido larry (hot) - Página 5 961472736 diossssss el momento smut fue lo más :calor: y el pobre louis muertito de miedo pero su cuerpo le pedía más jajaj ay por favor no pensaba que harry se iba a lanzar aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaay me encantó!!!!! le quiere presentar como la mitad de su corazón ME MUERO 
espero que no nos vuelvas a abandonarr! no tardess :)
si me demore un poquito y ya casi porque los cap que vienen ademas de ser semi hot tienen mucha relevancia el la historia un beso para la mejor lectora en años luz que solo por ti tradusco hoy
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Mensaje por loveanime_or Sáb 26 Abr 2014, 6:10 pm

[size=37]Capítulo Diez[/size]
Después de aquella noche en la cama de Harry, ambos tuvieron
cuidado de mantener las distancias entre ellos. Todavía luchaban y
reñían y una o dos veces Harry inmovilizó a Louis en la cama o en
el suelo y lo mantuvo sujeto, ambos riendo jadeantes. En esas
ocasiones, Louis podía sentir la dura protuberancia de la polla del
enorme Alpha frotándose contra su propia erección y sabía que
todavía había algo allí, que Harry aún quería lo que él había ofrecido.
Pero sin importar lo duros que estuvieran o lo desesperadamente que
lo quisieran, Harry siempre se cuidaba de mantener una pequeña
distancia emocional entre ellos. No hubo más besos ni más abrazos
en la cama y no importaba lo cerca que estuviesen físicamente,
siempre había alguna ropa entre ellos.
El nuevo arreglo frustraba y tranquilizaba a Louis a la vez. Se
sentía tranquilo porque podía controlar sus deseos antinaturales, ya
que quería algo que sabía estaba mal y no creía que debería tener. Al
mismo tiempo, no podía recordar haber querido tantísimo algo alguna
vez en toda su vida. En lo más profundo de su interior sabía que era
Harry quien los mantenía controlados porque si su amigo le diese
cualquier indicio de que quería reanudar el aspecto prohibido de su
relación, él no habría vacilado. Le ponía enfermo y le asustaba
reconocerlo ante sí mismo, y hacía todo lo posible para no pensar
sobre ello.
Incluso a pesar de su frustración y del hambre creciente por
saborear los labios de su amigo y sentir su sólido peso sujetándolo al
colchón una vez más, Louis encontró que la vida en la USC era
cómoda dentro de una rutina agradablemente previsible. Se
levantaba por la mañana, asistía a clase y pasaba su tiempo libre
estudiando y pasando el rato con Harry. Nick, por alguna
razón, los había dejado en paz por primera vez desde que había
ingresado en Alpha Psi, por lo que Louis estaba prudentemente
agradecido. Una o dos veces en el piso de abajo en la habitación
común con los otros hermanos Alpha había sentido una comezón en
la nuca y se había girado para encontrarse con Nick que lo
miraba de forma feroz y malévola. Pero todo el tiempo que lo miraba
fijamente, Louis no estaba preocupado. La silenciosa amenaza de
Harry parecía haber sido efectiva, lo cual era algo bueno ya que había
tenido suficientes novatadas para que le duraran para toda la vida.
Solo había una cosa que lo puso nervioso durante aquellos
largos y lentos meses en los que él y Harry no se tocaban más que
como amigos. Fue un incidente que ocurrió una noche tarde en que
Harry estaba fuera, supuestamente con otros Alpha de clase superior.
Después de que todo terminó, Louis lo recordaba conservando la
vívida impresión de encuentros a última hora de la noche y soñando
despierto que le hacían preguntarse si había pasado en realidad.
Era alrededor de las tres de la mañana y Louis, quien
normalmente dormía profundamente, despertó por un brillante rayo
de luz de luna que entraba a través de la ventana enfrente de su
cama. Se incorporó como atontado, colocando una mano frente a su
cara para protegerse los ojos. Al principio pensó que se había
quedado dormido sin oír el despertador y que ya era por la mañana y
eran horas de su primera clase. Pero después de un momento, se dio
cuenta de que había sido la luna llena, flotando fuera de la ventana y
derramando su luz dentro de la habitación como si fuera un reflector,
lo que lo había despertado.
Miró fijamente la cama de Harry solo para ver que estaba vacía.
Debía estar fuera todavía con los demás. Louis se puso boca arriba
sobre la cama, poniendo un brazo sobre los ojos. Pero antes de que
pudiera quedarse dormido de nuevo, oyó un ruido en el baño. Un
ruido como de sorber algo, como de una refriega, algo así como si un
animal diera golpes en un espacio reducido.
¿Qué demonios? Tratando de no pensar en todos los libros de
Stephen King que había leído, Louis salió trepando de la cama. La
puerta del baño, que estaba justo enfrente de los pies de la cama de
Harry, estaba entreabierta, pero no salía ninguna luz de la pequeña y
embaldosada habitación. Aunque definitivamente había alguien o algo
allí. Mientras estaba de pie cambiando su peso con inquietud de un
pie a otro en el frío suelo de madera, Louis oyó otra vez un ruido
de refriega. Será mejor que acabemos de una vez – no seamos una
nena, se mofó de sí mismo. Haciendo una profunda inspiración,
alargó la mano hacia la puerta y la abrió con extrema precaución, su
corazón latía con fuerza y sus ojos se abrieron como platos en la
oscuridad.
Dentro de la pequeña y oscura habitación, una enorme figura
estaba inclinada sobre el lavabo. Alzó la vista mientras Louis abría
la puerta y por un momento, tuvo una impresión de unos ojos
brillantes y hambrientos brillando dorados en la oscuridad y un largo
y cruel hocico. Aquella cosa gruñó bajo en su garganta y Louis
sintió que sus rodillas se convertían en gelatina. Retrocedió
lentamente alejándose de la enorme figura, sus dedos buscaban a
tientas el interruptor de la luz que estaba localizado en la pared
exterior. Al sentir el interruptor, su mente rechazaba calmarse. ¿Qué
demonios era aquel monstruo, aquella bestia que había invadido el
baño, y qué quería? Y más importante, ¿qué comía?
Su corazón golpeaba contra sus costillas y Louis estaba
convencido de que su tiempo se había acabado, que este extraño
animal de alguna forma se había metido dentro de su dormitorio e iba
a rasgarlo en sangrientos trozos y a tragárselos mientras aún se
movían. Pero cuando encendió los fluorescentes del techo, solo Harry
estaba allí, desnudo y pareciendo enfadado.
—Cristo, Lou, ¿te importa?— gruñó, pasando al lado de
Louis y empujándolo para coger una toalla que colgaba de un
gancho detrás de la puerta.
—Harry… ¡Dios mío! Pensé que eras… creí que había visto…—
Louis no podía evitar la nota de horror que asomaba en su voz, aún
ronca por el sueño.
— ¿Ver qué? ¿Qué viste?— exigió Harry.
—Creía… creía… nada. No vi nada. — Louis sacudió la cabeza
con rapidez. Entonces notó por primera vez el estado en que se
encontraba su compañero de habitación. El musculoso y desnudo
pecho de Harry y su cuello estaban salpicados con algo que solo podía
ser sangre, sangre fresca.
Dio un paso hacia delante, con una mano extendida, pero Harry
se retiró bruscamente, esquivando su mano.
—No me toques, — dijo con dureza. —No querrías nada de esto
sobre ti.
Louis lo ignoró. —Pero… ¿qué ha pasado?— Por primera vez,
la siniestra idea de que las manchas de color carmesí que cubrían la
piel de su amigo no eran totalmente de Harry penetró en su cerebro
medio despierto. Mirando más arriba, pudo ver sangre en los labios
de Harry también. ¿Qué demonios había estado haciendo?
— ¿Qué…?— preguntó otra vez, aunque no consiguió nada más.
— Nada que necesites saber.— Harry volvió a situarse delante
del espejo y comenzó a salpicarse agua en su cara y en su pecho.
Sus movimientos eran despreocupados, como si lavara sangre de su
cuerpo todos los días.
—Pero…— Louis sacudió la cabeza. —¿Hubo algún tipo de
accidente? ¿Le ocurrió algo a alguno de los otros hermanos? ¿Te has
peleado con alguien?
—¿Los otros hermanos?— Harry lo miró, su cara mostraba su
confusión. —¿Qué demonios tienen que ver ellos con esto?
—Saliste de juerga con ellos, ¿no?— Louis frunció el ceño. —
Quiero decir, si no saliste con ellos, ¿con quién has estado? ¿Y qué
habéis hecho?
—No he salido con nadie, — gruñó Harry, limpiando sus recién
lavados cara y cuello con la toalla. —Estaba, eh, cazando. Me gusta
salir en noches como ésta, cuando la luna, eh, brilla lo suficiente
como para ver con su luz.— Asintió para sí mismo, como si acabase
de decidir que esa era una buena historia y fuera a mantenerla. —Sí.
Muchos juegos se llevan a cabo en las noches de luna llena.
—¿Cazando?— Louis lo miró con el ceño fruncido, incrédulo.
—Así que. ¿atrapas animales con tus dientes o algo así? ¿Es la razón
de que estés todo lleno de sangre? ¿Esperas que me crea eso?
De repente Harry estaba delante de él, sus ojos brillaban con
una negra furia que Louis solo había visto fugazmente una o dos
veces antes. —Espero que mantengas tu nariz fuera de mis asuntos,
esclavo, — gruñó, su cálido aliento desprendía el sabor cobrizo de la
sangre. —A menos que quieras terminar como lo que he cazado esta
noche.
— ¡Dios, está bien!— Louis retrocedió, inseguro de si debería
sentirse cabreado o asustado. Nunca había visto así a Harry. Ni
siquiera cuando se había enfrentado a Nick. ¿Quizás estaba
borracho? Sin embargo Louis no había olido alcohol en su aliento –
solo… solo sangre. Dios. Su estómago se revolvió y él se dio la vuelta
para regresar a su cama, decidido a no dejar que su amigo supiera
cuánto le había dolido su amenaza. Una pesada mano en su hombro
lo detuvo.
—Mira, Lou… — Harry tiró de él y le hizo dar la vuelta hasta
que estuvieron cara a cara, entonces pasó una mano por sus gruesos
rizos castaños. —No quería decirte lo que te dije.— Su profunda voz
sonaba preocupada y había un genuino remordimiento en sus ojos. —
Es solo que… no puedo contarte nada sobre eso y no quiero que
sufras tratando de imaginártelo.
Louis cruzó los brazos sobre su pecho. —Estaba preocupado,
eso es todo. Y tienes que admitir que parece algo raro – volver con
sangre en la cara y en el pecho. Quiero decir, ¿qué demonios se
supone que tengo que pensar?
—Fue… — Harry sacudió la cabeza. —Tuve que acercarme a
este… este ciervo para matarlo. Y parte de su sangre me salpicó y,
bueno, eso fue lo que pasó.
Louis aún no estaba convencido de creer la explicación de su
compañero de habitación, pero tenía la impresión de que si quería
mantener la amistad de Harry necesitaba tragársela. Vagamente,
recordó lo que Harry había dicho, todos tenemos secretos, incluido
yo. ¿Esto era el secreto de Harry? ¿Pero de qué infiernos se trataba? Y
en realidad, ¿de dónde había salido la sangre que lo cubría? La mente
de Louis seguía queriendo resolver aquellas cuestiones con la
imagen de aquella cosa parecida a un lobo que había visto llenando el
cuarto de baño en el momento anterior a encender la luz y que
apareciese Harry. Pero aquello era una locura, ¿no? Una antigua
leyenda. Una película de terror de Hollywood. No existían cosas como
la bestia que había visto en el baño… la bestia que creía que había
visto.
—Vuelve a la cama. — Harry dijo suavemente, alzando la mano
para acariciar su mejilla. —Por la mañana todo esto parecerá un mal sueño. — Sus verdes ojos parecían preocupados, pero Louis sintió
que era una preocupación que no podía compartir. Contra su
voluntad, sintió la atracción del enorme y desnudo cuerpo de su
amigo, sintió la necesidad de tocar y ser tocado creciendo por el
simple calor de la mano de Harry sobre su piel. Pero esto era otra
cosa que no podían compartir. No otra vez.
Volvió a la cama y por la mañana, la idea de la boca y el pecho
de Harry manchados de sangre parecía un sueño. O una pesadilla.
Cualquiera de las dos que fuera, Louis trataba de no pensar sobre
ello. La vida en la facultad continuaba como siempre y en las
siguientes semanas no aparecieron cuerpos mutilados en el campus
ni nadie había desaparecido de repente. Así que cualquier cosa que
Harry hubiese hecho, si es que había hecho algo y Louis no lo había
soñado todo, debía ser legal. O así razonaba consigo mismo cuando
se permitía pensar sobre ello, lo cual no ocurría con frecuencia.
Incluso no quería pensar en la extraña bestia que había visto en
el baño justo antes de encender la luz. Los brillantes ojos dorados y
el enorme hocico lleno de blancos y afilados dientes tenía que ser un
sueño, las últimas trazas de sueño revoloteando en su cerebro antes
de encender la luz y demostrarle que no era real. En ese momento,
Louis las expulsó firmemente de su mente.
Después de todo, no tenía sentido pensar en lo que se había


imaginado – una pesadilla que era imposible que fuese verdad.
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Mensaje por loveanime_or Sáb 26 Abr 2014, 6:15 pm

asbes estoy triste porque no podre ir al concierto larry - esclavo comprometido larry (hot) - Página 5 3514117543  larry - esclavo comprometido larry (hot) - Página 5 1327349762
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Mensaje por loveanime_or Sáb 26 Abr 2014, 6:27 pm

[size=37]Capítulo Once[/size]
—Por qué hacen esto tan jodidamente complicado.— Harry le
lanzó una feroz mirada de frustración a su libro de anatomía,
haciendo gestos con una mano hacia sus apuntes. —Quiero decir,
escribo y escribo, tomo apuntes de cada jodida cosa que dice el
profesor y entonces vuelvo aquí y nada tiene sentido.
—Déjame ver. — Louis se inclinó sobre el ancho hombro de
su amigo y estudió tanto el libro de texto como los apuntes que de
letra de araña de Harry. Anatomía era una asignatura por la que
habría dado su brazo izquierdo, pero su padre la rechazó
terminantemente, probablemente pensando que podría inclinar a su
hijo hacia una carrera alejada de las leyes. Era tan fanático del
control que en realidad había insistido en ver las asignaturas que
estudiaría Louis antes de enviar el cheque para pagar el curso.
—Quiero decir, mira esto.— Harry señaló un complicado
diagrama en el libro que ilustraba el Ciclo de Krebs. —No nos dijeron
que iba a haber algo de química en esta clase. Pensé que solo se
trataba del cuerpo y de cómo funciona cuando me matriculé.—
Frunció el ceño. —Debería haber elegido geología en su lugar. En los
deportes todo el mundo tienen rocas en su equipo.
—Tú eres más inteligente que eso,— dijo Louis, cogiendo el
libro para estudiar el diagrama. —Y además, esto no es tan difícil una
vez que lo has examinado. Aquí…— pasó los siguientes veinte
minutos dándole una breve charla, analizando el problema hasta que
Harry pudo entenderlo.
Cuando dijo que su compañero de habitación era inteligente,
había querido decir exactamente eso. Harry era sorprendentemente
bueno en las asignaturas de inglés y literatura, y había escrito
algunos elocuentes ensayos sobre el simbolismo de la muerte en la
poesía de Emily Dickinson y E. E. Cummings que Louis admiraba
mucho, pero las matemáticas y las ciencias eran sus puntos débiles.
Al final, después de utilizar varias hojas de papel para dibujar
sus propios diagramas, Louis vio una luz de comprensión en los
verdosos ojos de su amigo.
— ¡Vaya!— Harry alzó la vista hacia él con admiración. —
Realmente lo dominas. No me pregunto por qué te llaman Baines(Alude al famoso autor de un libro de biología molecular) el
Cerebro por aquí.
—Tú eres el único que me llama así. Y además, no es para
tanto.— Louis sintió que se ruborizaba de placer con el elogio. Le
dio un puñetazo a su compañero de habitación en uno de sus
musculosos hombros y jadeó sorprendido cuando Harry lo rodeó en un
apretado abrazo que le sacó todo el aire de los pulmones.
—Claro que es para tanto. — El cálido aliento de Harry contra un
lado de su cuello hizo que se pusiera duro brusca y dolorosamente.
Alarmado, Louis trató de retirar sus caderas, pero Harry no lo dejó
apartarse. En lugar de eso, presionó más cerca hasta que Louis
pudo sentir que no era el único que estaba duro.
— ¿Harry?— preguntó, inseguro sobre qué esperar. ¿Esto era lo
que había estado anhelando, por lo que había estado esperando
durante todos esos meses? ¿O solo era una forma de darle las
gracias?
—No deberías subestimarte tanto, Lou,— murmuró en su oído.
—estoy perdido sin ti. Eres listo como el demonio, y siempre hueles
tan jodidamente bien. Y tienes unos ojos…
—¿Qué pasa con mis ojos?— Louis se echó hacia atrás para
mirar la cara de su compañero de habitación.
—Realmente no lo sabes, ¿verdad?— Harry sacudió la cabeza. —
Tienes a la mitad de las chicas de las hermandades del campus
mojando sus bragas por ti y tú ni siquiera lo habías notado.
— ¿Qué?— Louis frunció el ceño. —Tú eres el único que las
vuelve locas – Señor Alto, ruloso y Misterioso. Señor Músculos. —
Pasó una mano con admiración por el duro bíceps de su amigo, y
tuvo la satisfacción de ver a Harry temblar bajo su toque. Oh sí, allí
todavía había algo. La cuestión era si iban a hacer algo al respecto.
—Señor Músculos. Por favor. — harry sonrió abiertamente. —
Eso no es de lo que yo estaba hablando. Sabes, Lou, desearía que
pudieras verte de la misma forma en que yo te veo. Una piel suave,
unos enormes ojos…— Ahuecó una de las mejillas de Louis con una
de sus enormes manos. —La forma en que tiemblas cuando quieres
algo aunque tengas miedo.
Louis sabía que se refería al pasado encuentro cuando se
había ofrecido a dejar que Harry lo follara y su cara se calentó
inmediatamente. —Que te den por culo, — dijo, solo medio en broma
cuando se apartó bruscamente del abrazo de Harry.
— Quizás lo haga. — La voz del enorme Alpha era poco más
que un gruñido.
—Sí, bien.— Louis apartó la vista de la intensa mirada fija de
su amigo, tratando de quitarle importancia. —¿Por qué no me
muerdes, Toro?— Casi nunca llamaba a Harry por su apodo Alpha,
pero se imaginaba que tal cambio se consideraría juego limpio desde
el momento en que Harry lo había llamado por el suyo.
—Sí, te morderé. Justo después de que tú me lamas los
huevos, — le devolvió la pelota alegremente.
Louis se rió, sin saber si se sentía alegre o desilusionado
porque un potencial encuentro había sido evitado. Pero justo cuando
se giraba para volver a sus propios libros, oyó la familiar voz nasal
del presidente de la sección detrás de él.
—Ya le has oído, esclavo. Lame las pelotas de tu Amo. —
Louis giró lentamente, preguntándose cuánto tiempo había
estado Nick en la puerta observándoles. Pero no había ninguna
sospecha en su cara, solo un sádico regocijo por darle una orden que
obviamente pensaba que haría que el estómago de Louis se
revolviera.
—Nick. — La voz de Harry sonó apagada mientras se
dejaba caer en una silla y le dirigía una larga y penetrante mirada de
odio. — ¿Qué diablos estás haciendo aquí?
—Solo me aseguro de que tus órdenes son obedecidas, Toro,—
la cara de comadreja del presidente de la sección mostró una sonrisa
de satisfacción. Se giró hacia Louis. —Ya has oído a tu Amo. Ahora
agáchate y lame sus pelotas.
La cara de Harry se volvió siniestra y peligrosa. —Hijo de puta.
No puedes obligarlo a hacer eso.
—No voy a hacerlo. — Nick cruzó los brazos sobre su
flaco pecho y le ofreció a Harry una maliciosa sonrisa. —Sin embargo
tú sí, a menos que quieras encontrarte a ti mismo fuera de la
fraternidad por negarte a disciplinar a tu esclavo por juramento.
—Sí, bien. Y tú… —Harry empezó a decir, pero Louis lo
interrumpió.
—Lo haré, — dijo, sintiendo que el calor ardía en sus mejillas
por aquellas dos simples palabras.
—¿Qué? — Harry frunció el ceño hacia él, pero Louis solo
pudo sacudir la cabeza.
—He dicho que lo haré. — Dio un paso hacia delante hasta
colocarse entre los muslos separados de su amigo y bajó la voz. —
Mira, Harry, todo esto es una chorrada, pero ambos sabemos que él
puede crearte un verdadero problema. Estás cerca de graduarte. No
te arriesgues.
—No tienes que… — comenzó a decir Harry, pero Louis se
dejó caer sobre sus rodillas delante de él e inclinó la cabeza
sumisamente justo como sabía que Nick quería que hiciera.
—Por favor, Amo, — murmuró, manteniendo la mirada
enfocada en Harry y alejada de Nick, quien permanecía al otro
lado de la habitación observando con avidez. —Por favor, déjame
obedecer tus órdenes y lamer tus pelotas. — Apenas pudo conseguir
el aliento necesario para susurrar las últimas palabras porque su
corazón retumbaba muy fuerte en su pecho.
Había un sonido de aliento en su cabeza, la misma sensación de
mareo, hasta sentirse casi enfermo de deseo, que había nacido
dentro de él la primera vez que había sido forzado a ponerse de
rodillas delante del enorme Alpha. Quería hacerlo, que Dios lo
ayudara, aunque sabía que estaba mal no podía evitarlo. Anhelaba el
sabor salado de la cálida piel de Harry, quería inhalar su oscuro y
animal almizcle dentro de sus pulmones. Más que nada, quería
saborear otra vez el semen de su amigo, sentir la gruesa verga
llenaba su boca y el caliente chorro cuando Harry se corriera en su
garganta.
No dijo ninguna palabra más, pero todo lo que pensaba, lo que
quería, debió reflejarse en sus ojos porque Harry no protestó durante
mucho más tiempo. En lugar de eso, con un grave gemido, bajó la
cremallera de sus vaqueros y liberó su polla, larga y ya dura, y sus
pesadas pelotas.
—Lámeme, — dijo con voz pastosa, repantigándose en la silla y
separando sus musculosos muslos. —Haz que sea bueno, esclavo.
Aparentemente se refería a que representaran una verdadera
función para Nick, y Louis no vaciló. Inclinándose hacia
delante, lamió suavemente el pesado saco, saboreando el salado y
almizcleño gusto de la piel de su amigo cuando rodeó con su lengua
cada una de sus bolas por turnos. Entonces, cuidadosamente,
succionó una dentro de su boca, cosquilleando la sensible piel con la
punta de la lengua mientras la dura longitud de la polla de Harry
marcaba su mejilla.
—Muy bien, esclavo, — gruñó suavemente. —Pero ¿por qué no
le muestras a nuestro presidente lo bueno que puedes ser en
realidad? Lame mi polla.
—Sí, Amo. — Manteniendo la mirada sobre la cara de Harry,
Louis cogió la gruesa verga con una mano y puso un suave beso
con la boca abierta en la gruesa cabeza con forma de champiñón.
Lamió deliberadamente las perladas gotas de preseminales que se
formaron en su hendidura, saboreando su salado y amargo sabor y
después desde la base de la polla de su amigo comenzó a lamer hacia
arriba en largas y lentas pasadas de su lengua.
Harry respiraba con dificultad, con las manos apretadas en
puños colocadas a sus costados y Louis pudo sentir los ojos de
Nick perforando su espalda por la exhibición que estaba
desplegando. Pero en esos momentos le importaba una mierda lo que
el presidente hiciera o pensara. Estaba perdido en el erótico placer de
tocar a su amigo otra vez, de saborear finalmente la gruesa y
palpitante polla de Harry una vez más como había anhelado hacer
durante meses.
—Veo que lo tienes… bien entrenado.— La voz de Nick
sonó estrangulada mientras Louis continuaba con su lento y erótico
despliegue de obediencia.
—Sí.— La voz de Harry estaba cargada de placer pero aún
insolente cuando dirigió sus palabras a la cara de comadreja del
presidente. —Lo he estado entrenando durante meses. Le encanta
chupar una polla, Nick. Pero solo la mía. ¿No es verdad,
esclavo? — Miró hacia abajo a Louis con una perezosa sonrisa
tirando de las comisuras de su plena boca.
—Sí, Amo, — murmuró obedientemente, devolviéndole la
sonrisa. —Me encanta chupar tu polla más que nada en el mundo.
Excepto tragar tu semen.
Harry soltó un grave gemido desde el fondo de su garganta, el
humor en sus ojos fue remplazado por el hambre. — ¿Es eso lo que
quieres, esclavo? ¿Quieres beber mi semen? ¿Quieres que folle esa
dulce boca hasta que me corra por tu garganta?
Louis tragó saliva por su ardiente garganta mientras
recordaba aquella primera degradación, cuando había sido obligado a
chupar la polla del enorme Alpha. Su propia polla presionaba
dolorosamente contra la tela de sus vaqueros con el recuerdo y la
comprensión de lo mucho que había querido repetirlo. —Más que
ninguna otra cosa, Amo, — admitió. —Por favor, folla mi boca. Por
favor, déjame tragar tu semen.
—De acuerdo, entonces. — Harry lo miró fijamente, el deseo y la
necesidad centelleaban en su oscura mirada. —Chúpamela, esclavo.
Quiero verte tomar mi polla hasta el fondo de tu garganta y tragar
cada gota cuando me corra.
—Cada gota, Amo, — Louis prometió sosteniendo su mirada
durante un largo momento. Entonces bajó la cabeza y tomó tanto de
la gruesa verga en su boca como pudo.
— ¡Dios!— jadeando, Harry enterró ambas manos en su pelo y
lo guió, follando su boca suave pero profundamente cuando un río de
pre-semen comenzó a fluir desde la punta de su polla. Louis lo
bebió con avidez y chupó la gruesa verga, buscando más. Le
encantaba el sabor del semen de su amigo, le encantaba la sensación
de otro hombre, de Harry, utilizando su boca, de la palpitante polla de
Harry deslizándose entre sus labios.
Detrás de Louis, Nick, quien había sido casi
totalmente olvidado por ambos, se aclaró la garganta. —Yo… creo
que ya es suficiente—, tartamudeó indeciso con su aflautada y nasal
voz. —Has demostrado que eres un esclavo obediente. No creo que…
no creo que tengas que…
—No puedo detenerlo ahora.— La profunda voz de Harry sonaba
ronca de placer. —Tengo que dejarlo terminar una vez que empieza.
Tengo que dejarle beber mi semen, le prometí que podría hacerlo.
—Pero esto es… es repugnante—. Nick todavía sonaba
indeciso como si no supiese si sentir lujuria o repugnancia o una
mezcla de ambas.
— ¿Por qué?— exigió Harry. —solo está haciendo lo que tú le
obligaste a hacer la última noche de la Semana Infernal, Nick.
Te gustó mirar entonces, te encantó verlo forzado a chupar mi polla y
tragar mi semen. Así que, ¿por qué no quieres verlo ahora?
—Yo… aquello fue una prueba. Parte de su iniciación, —
protestó Nick. —Esto es… obsceno.
—Oh, así que está bien cuando solo es para divertirse. Para
asegurarse de que el tipo es lo bastante duro para ser un Alpha.
¿Pero no cuando disfruta haciéndolo? — Las palabras de Harry
sonaban airadas, pero su voz era perezosa y grave por el placer
mientras continuaba guiando su polla entre los labios de Louis. —
Dime una cosa, Nick, te gustaría si alguien te obligara a
chupar una polla? ¿Crees que estarías dispuesto a hacer cualquier
cosa?
—Estás… estás enfermo.— La voz de Nick era más
fuerte ahora, fortalecida con una reacción de lujuria. —Podría
informar sobre ti por esto. Podría hacer que os echaran a patadas a
los dos de la casa.
—¿Por qué, por seguir órdenes?— Harry se rió, un profundo
sonido que hizo vibrar todo su cuerpo. —Adelante, inténtalo imbécil.
Primero amenazas con echarnos si Lou no chupa mi polla y después
amenazas con lo mismo si lo hace. Decídete.
—Tú… me las pagarás.— La voz de Nick sonó cargada
de ira y entonces Louis oyó un portazo y pasos airados en las
escaleras. En el fondo de su mente sabía que no deberían haberle
contrariado, era casi tan inteligente como darle con un palo a un nido
de avispas para ver cómo salen. Pero por el momento, no conseguía
sentirse preocupado.
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larry - esclavo comprometido larry (hot) - Página 5 Empty Re: esclavo comprometido larry (hot)

Mensaje por loveanime_or Sáb 26 Abr 2014, 6:30 pm

 No podía pensar en otra cosa que no fuera la
gruesa polla que llenaba su boca y las manos de Harry en su pelo
animándolo a tomar más, a chupar más fuerte.
—Qué bueno… Ah, Dios, Lou, esto es tan malditamente
bueno,— Harry gemía y entonces Louis probó el primer chorro
caliente de semen en su lengua y lamió con avidez la verga de su
amigo, queriendo más. Consiguió su deseo cuando Harry eyaculó en
su boca una y otra vez, liberando más y más de la esencia
deliciosamente amarga entre los labios de Louis cuando se corrió,
llenando su boca de semen.
Louis tragó una y otra vez, bebiendo con avidez hasta que ya
no quedó más. Chupó cuidadosamente la ancha cabeza con forma de
ciruela, encontrando las últimas gotas ocultas antes de liberar de
mala gana la polla de su amigo. Su propia polla todavía presionaba
dolorosamente contre los apretados límites de sus vaqueros, pero
tenía miedo de hacer algo al respecto. Miedo de levantar la mirada
hacia lo que fuera a ver en los ojos de su amigo.
—Oye.— La mano de Harry acarició su mejilla y entonces se
extendió para alzar su barbilla hasta que Louis se vio forzado a
encontrar su fija mirada. —Realmente te gusta esto, ¿verdad?— Su
profunda voz estaba llena de asombro y sorpresa. —Quiero decir, le
estaba contando a Nick toda esa mierda para tirar de su
cadena. Pero realmente te gusta chupármela y beber mi semen,
¿verdad? Lo hiciste.
Incapaz de pronunciar ni una palabra, Louis solo asintió.
Sentía una terrible vergüenza una vez más, la vergüenza de querer
algo que estaba mal, que era antinatural. ¿Qué diría su padre si
supiese que a su hijo le encantaba chupar una polla? ¿Qué pensaría si
supiese que Louis anhelaba el sabor del semen de su amigo, la
sensación del semen liberándose a chorros en su boca y por su
garganta abajo? Peor todavía, ¿qué pensaba Harry de él ahora? Antes,
en la cama, lo que habían hecho había sido algo más o menos mutuo.
Pero Louis había probado más allá de toda duda que disfrutaba
siendo dominado, siendo colocado en una posición degradante y
forzado a realizar actos sucios y degradantes.
—Oye, ¿qué pasa?— la voz de Harry sonaba preocupada y
Louis se dio cuenta que una única lágrima se había deslizado por
su mejilla.
—Nada, yo…— sacudió la cabeza, bajando la vista otra vez. —
Supongo que me siento… tengo miedo de que pienses que estoy… no
sé. Sucio.
— ¿Sucio?— Harry frunció el ceño. Entonces, como si
demostrase que Louis tenía razón en tener miedo, de repente soltó
su barbilla y se puso de pie, dejándolo de rodillas en el suelo. —
Espera aquí,— pasó por encima de sus hombros y desapareció dentro
del baño.
Oh Dios... Louis se hundió en el suelo de madera. Mientras
había estado chupando la polla de su amigo no había notado lo duro
que era, pero ahora sus rodillas lo estaban matando por haber estado
sobre ellas durante tanto tiempo. Pero sus rodillas no le dolían tanto
como su corazón.
Cree que estoy enfermo, que soy repugnante. Bueno, ¿por qué
no iba a pensarlo? Lo soy. Y aunque no lo fuera, sin duda esta
indiscreción era la última que cometerían juntos. Louis pensó en los
largos y áridos meses que habían seguido a su último encuentro y
sintió un vacío en su pecho. Dios, no sabía si podría volver a eso otra
vez, tocar a Harry sin tocarlo en realidad. Pretender que solo eran
amigos, solo compañeros de habitación y colegas cuando quería
besar cada centímetro de su piel, chupar su polla cada noche y sentir
esas grandes y cálidas manos en su cuerpo… sus pensamientos
daban vueltas en inútiles círculos hasta que después de unos largos y
horribles momentos oyó que Harry lo llamaba por su nombre.
— ¿ Lou? Entra aquí.— La profunda voz resonó en los azulejos
del baño y cuando levantó la vista, Louis se dio cuenta de que una
bocanada de vapor subía desde la puerta entreabierta. ¿Por qué
demonios Harry había entrado? ¿Quería que Louis le lavara la
espalda otra vez?
Lentamente se arrastró hasta levantarse y entró en el baño. El
espectáculo que se encontraron sus ojos hizo que instantáneamente
se pusiera duro otra vez, a pesar de su conflicto interno. No podía
evitar quedarse mirando fijamente el grande, desnudo y musculoso
cuerpo extendido en la bañera. Harry le devolvió la mirada, con una
expresión ilegible en sus ojos verde oscuros. El vapor se alzaba desde el
agua, pero no había burbujas que taparan la visión de su bronceada
piel. En su lugar, el líquido en la bañera tenía un débil brillo multicolor
que dejó saber a Andrew que su amigo había probado con alguno de
los nuevos aceites de baño que había recibido en su último paquete.
Un ligero aroma floral perfumaba el aire, apenas perceptible si no
aspirabas lo bastante fuerte.
—Ven aquí.— Harry extendió las piernas y le hizo un gesto a
Louis, que se acercó al borde de la bañera con los ojos sobre la
forma de la polla de su amigo bajo el agua. Obedientemente se dejó
caer al suelo, con una mano en el resbaladizo borde de la fría
porcelana de la bañera. Harry sacudió la cabeza con impaciencia. —
No, Lou, ahí no. Aquí – en el agua conmigo. Quítate la ropa y entra.
Louis se sorprendió al principio, pero tuvo que reconocer que
la bañera era lo bastante grande para dos personas, si se sentaban
muy cerca uno del otro. Lentamente, sintiéndose como si estuviese
en una especie de sueño, se quitó los vaqueros y la ropa interior,
seguidos por la camiseta de la USC. Dejando sus ropas en un montón
en el suelo, agarró el borde de la bañera y con cuidado se metió en el
humeante baño, acomodándose entre las largas piernas de Harry.
—Ahora, inclínate hacia atrás contra mi pecho,— Harry le ordenó
suavemente, tirando del hombro de Louis hasta que hizo lo que le
había dicho. —Bien. Ahora relájate.
Eso era más fácil de decir que de hacer. Louis no podía
dominar la miríada de sensaciones que lo inundaban lo bastante
como para obedecer realmente la informal orden. El calor del agua lo
rodeaba, el dulce aroma del aceite y debajo de él, el cálido almizcle
de la piel de su amigo. La sensación del sólido y musculoso pecho de
Harry acunando su cuerpo, y más abajo, la sensación de su
semierecta polla presionando contra la región lumbar de Louis.
—Relájate, — Harry murmuró otra vez. Entonces la enorme
esponja natural derramó agua humeante sobre su pecho, brazos y
hombros y Louis se dio cuenta con un sobresalto de lo que Harry
estaba haciendo , lavarlo.
—Harry… — comenzó, pero el bajo sonido de desaprobación que
le llegó desde atrás lo interrumpió.
—Cálmate, Lou. — La profunda voz de Harry sonaba tan tierna
como nunca la había oído antes. —Pensé que esto podría ser bueno
para ti, para ayudarte a relajarte.— Se inclinó hacia delante,
envolviendo con sus fuertes brazos el cuerpo de Louis, la humeante
esponja presionando fuerte contra su pecho. —No estás sucio,
Lou,— murmuró lenta, suave y consoladoramente en el oído de
Louis. —No lo estás. Eres hermoso. Jodidamente guapo. Me
encanta verte de rodillas chupando mi polla y bebiendo mi semen. Es
la visión más perfecta que he tenido nunca. Y quiero verlo muchas
veces más en el futuro. ¿Comprendes?
—¿Qué?— Louis de repente se giró para mirar en los ojos de
su amigo, el trance en el que había empezado a deslizarse roto por
sus palabras imposibles. —Pero la última vez que nosotros… dijiste
que no podíamos. Que no debíamos hacerlo más.
Harry sacudió la cabeza. —Estoy harto de esta mierda. Harto de
querer tocarte y no permitirme hacerlo. De querer tus manos y tu
boca sobre mí, de querer besarte cuando no puedo. — Se inclinó
hacia delante y tomó la boca de Louis en un largo y lento beso
como si quisiera demostrar su argumento antes de continuar.
—Yo lo veo de esta forma, la mayoría de la gente experimenta
cosas nuevas en la universidad. Con drogas, alcohol, todo tipo de
mierda. Así que, ¿por qué deberíamos ser nosotros diferentes? Por lo
menos no vamos a salir ahí fuera y a joderla de manera regular, así
que… ¿qué pasa si nos permitimos tener una relación más cercana?
¿Qué pasa si te dejo chupar mi polla o yo chupo la tuya? A mí me
gusta, a ti te gusta, no le hacemos daño a nadie. ¿Entonces cuál es
el problema?
El tono de su profunda voz era ligeramente defensivo, como si
hubiera estado discutiendo ese asunto consigo mismo durante mucho
tiempo, pero Louis estaba más que preparado para estar de
acuerdo.
—Tienes razón. — Con cuidado le devolvió el beso, gozando del
sabor dulcemente salado de la lujuriosa boca de su amigo. —Quiero
decir, tenemos que parar en algún momento, no puedes joder toda tu
vida. Pero mientras estamos aquí, ¿qué tiene eso de malo?
—Exactamente. Pero después de que nos graduemos, después
de que me gradúe esta primavera, quiero decir, terminaremos,
tenemos que hacerlo. Sin vuelta de hoja. ¿Entendido?— Sonó tan
severo y tan serio que de repente Louis se dio cuenta de que eso
era un punto totalmente innegociable. Harry le estaba dando un
ultimátum, uno que aceptó con impaciencia. Habría estado de
acuerdo con cualquier cosa, habría cedido a cualquier exigencia para
poder estar con el enorme Alpha.
—Claro. — Asintió con entusiasmo. —Lo que tú digas, Harry.
—De acuerdo entonces. — Harry suspiró. —Saldremos al mundo.
Conseguiremos trabajos, compañeras, esposas, quiero decir, niños y
toda esa mierda. Pero por el momento… — Besó a Louis otra vez,
dejando que su boca se deslizara hacia abajo para probar el pulso a
un lado de su cuello.
— ¡Dios!— Louis silbó agradecido cuando la cálida y húmeda
lengua acarició su piel. Un asunto de la universidad, se trataba solo
de un asunto de la universidad. El experimento no significaba
absolutamente nada, se dijo a sí mismo, utilizando la débil
justificación para hacer retroceder las voces de vergüenza y dolor que
querían hablar en voz alta en su cabeza. Y una vez que Harry se
graduara, dentro de tres meses a partir de ese momento, lo
terminarían para siempre. Pero, Dios, esperaba que fueran los tres
meses más largos de su vida…
Sus pensamientos fueron interrumpidos cuando una mano
grande y cálida apretó su polla todavía dura bajo el agua y empezó a
bombearla.
—¿Te gusta? — la profunda voz de Harry sonaba grave y
sensual, sugiriendo que ya sabía exactamente lo bien que se sentía.
—Puedo decirte lo duro que estabas mientras me la chupabas,—
murmuró, continuando con la lenta y prolongada caricia. —Podía ver
tu polla levantando tus vaqueros como si fuera el asta de una
bandera.
Louis dejó escapar una lenta y estrangulada carcajada. —Sí,
supongo… supongo que es una buena descripción, — jadeó.
—¿Te pusiste tan duro porque te gustó chupármela?— Harry
preguntó mientras lo acariciaba. — ¿Fue eso lo que hizo que tu polla
se pusiera dura?
Louis asintió antes de darse cuenta de que su amigo
esperaba una respuesta más detallada. —Sí—, dijo en voz baja con
la voz estrangulada por el placer. —Me encantó… me encanta
chupártela, Harry… lo amo. Me encanta chupar tu polla. Saborear tu
semen cuando te corres en mi garganta.
Harry dejó escapar un profundo sonido de aprobación. —Dime,
Lou, ¿en qué piensas mientras me la chupas?— murmuró mientras
sus largos dedos se arrastraban hacia abajo hasta rodear sus pelotas
durante un momento. —¿Piensas en qué más cosas podría hacerte
con mi polla?
—No… no sé.— Louis sintió un repentino ramalazo de
agradable terror acariciando su tembloroso cuerpo. Follarme, está
hablando de follarme.
Harry pareció sentir su miedo, porque bajó el ritmo en la
intensidad de sus caricias y dejó que su mano se desplazara hacia
abajo, extendiendo las piernas de Louis hasta que encontró la
apretada y vulnerable entrada a su cuerpo.
Louis sintió que el aliento se le quedaba atascado en la
garganta y entonces se relajó contra Harry, separando más sus
muslos, dándole a su amigo un mejor acceso y un permiso tácito.
—Estás tan apretado aquí, Lou,— Harry murmuró en su oído
mientras lo acariciaba suavemente con un dedo. —Dime, ¿has tenido
alguna vez algo dentro de ti antes? ¿llenando tu culo?
—Yo… no.— Andrew gimió suavemente mientras la punta del
dedo de su amigo comenzaba a moverse, penetrando su tensa
entrada una fracción de una pulgada. Tanto el calor del agua como el
resbaladizo aceite de baño ayudaron cuando trató de abrirse, de
entregarse totalmente.
—¿Has pensado alguna vez en cómo sería?— Harry insistió y
entonces su dedo presionó hacia dentro y hacia fuera, llenando el
apretado y virgen agujero de Louis. —¿Tener algo dentro de ti?—
continuó. —¿Así? — El dedo empujó dentro de él y Louis jadeó
cuando fue totalmente penetrado, sintiendo que la tensión de su
cuerpo cedía ante el grueso dedo de su amigo.
—Sí,— jadeó, recostando la cabeza contra el ancho hombro de
Harry y entregándose completamente al placer de ser follado por su
dedo. —Sí, pensé sobre eso. Sobre cómo se sentiría…— su voz se fue
apagando, incapaz de obligarse a terminar la frase.
—¿Tener mi polla dentro de tu culo?— Harry gruñó, metiendo su
dedo más adentro en el sumiso cuerpo de Louis. Al mismo tiempo,
su otra mano rodeó y comenzó a acariciar su hinchada verga. —
¿Sentir que te lleno y que me corro dentro de ti, que eyaculo
profundamente dentro de ti, te gustaría probarlo?
—¡Dios, sí!,— gimió Louis. Su cuerpo se sentía como un gran
circuito de terminaciones nerviosas, cada una de las cuales transmitía
más placer del que nunca había conocido o soñado que fuera posible.
Sentía cómo bombeaban sus caderas, presionando su dura verga
hacia arriba contra la mano de su amigo y empalándose más y más
profundamente cuando se movía hacia abajo. Dios, no podría
resistirlo durante mucho más tiempo, no podría resistir el placer, la
incertidumbre. En su zona lumbar podía sentir la enorme verga
nuevamente endurecida presionando contra él, frotando su
resbaladiza piel. ¿Iba a follarlo ahora, ahí en la bañera? ¿Quería Louis  que se empalara en su polla y le permitiera hundirse hasta el
fondo de su cuerpo? ¿Por eso había utilizado, en esa ocasión, aceite
de baño en vez de gel? ¿Para facilitar la penetración de la primera
vez?
—No quiero que te preocupes de eso ahora,— la profunda voz
de Harry en su oído puso fin a parte de su ansiedad. —Soy muy
grande y sé lo apretado que estás. Así que no voy a follar tu culo esta
noche, Lou. Quizás no lo haga nunca. No quiero lastimarte.
Louis no sabía si sentirse aliviado o decepcionado. Pero el
placer que se estaba formando en su interior cada vez era más difícil
de soportar. Sintió que su orgasmo se estaba formando en la base de
su espina dorsal, extendiéndose sobre él como una ola caliente
mientras Louis y continuaba bombeando su polla y penetrándolo a la
vez.
—Córrete para mí, Lou.— La profunda voz de Harry sonó cálida
y autoritaria. —Córrete para mí e imagina lo que sentirías al tener mi
polla enterrada hasta el fondo en tu culo. Lo que sentirías si te
follara, hasta llenarte con mi semen.
Louis soltó un grito bajo y entrecortado, obedeciendo la
orden de harry con indefenso placer. Su corazón martilleaba mientras
su pecho subía y bajaba en búsqueda de aliento, se sintió a sí mismo
apretarse alrededor del dedo de su amigo, sintió su polla
convulsionarse en su ancha y cálida mano cuando su semen salió a
chorros, bañando la muñeca de Harry con sus gotas perladas.
—Eso es, Lou. Muy bien.— Harry lo azuzó dulcemente hasta
que el último espasmo hubo pasado y entonces, mientras Louis
luchaba por contener la respiración, tiró de él para acercarlo más y
puso ambos brazos alrededor de su cuerpo una vez más. —Ahora
estás relajado,— murmuró en su oído, deteniéndose para
mordisquear suavemente un lado de su cuello. —Dentro de un
minuto, saldremos de la bañera e iremos a la cama. A mi cama,
porque vas a dormir conmigo de ahora en adelante.— Se rio. —Y
podrás chupar mi polla otra vez, si quieres.
—Siempre.— Louis se giró hacia él, apretándose contra el
ancho pecho de Harry, gozando de la seguridad y el amor que sentía
entre sus fuertes brazos. —Siempre querré chupar tu polla, beber tu
semen.
Harry soltó otra corta carcajada. —Puede que no haya quedado
mucho que beber después de la escena con Nick. Creo que me
has dejado seco.
Su mención de Nick le provocó a Harry un repentino
escalofrío. —Sabes, Harry, no estoy muy seguro de que debiéramos
haber hecho esto – hacer algo así en frente de él. Es, bueno, ya
sabes lo imbécil que es. Tengo miedo de que nos cree algún
problema más adelante.
Harry sonrió. —Deja que yo me preocupe por Nick, tú
solo preocúpate de chupar mi polla, ¿de acuerdo? Él se cree que es
alguien importante, pero no es nada del otro mundo.
—Espero que tengas razón.— En el fondo de su mente, Louis
no estaba tan seguro como su amigo de que todo iba a ir bien. Pero
se dejó seducir por el hambriento beso de Harry sobre sus labios y la
promesa de tres meses más de dicha antes de que el sueño de

ambos tuviese que terminar.
loveanime_or
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larry - esclavo comprometido larry (hot) - Página 5 Empty Re: esclavo comprometido larry (hot)

Mensaje por inmaaamlg Dom 27 Abr 2014, 5:30 pm

SOCORROOOOOOOOOOO JPERORQ EPOQRWER ASLLAFJALSD ESTO QUÉ ESSS OMG me da algooo!! pero por qué eso de 3 meses?¿ y después de graduarse nada? por qué le dices eso harry? me mata que el pobre louis piense que es antinatural y se sienta mal por querer a harry de verdad, tiene el cerebro atrofiado... ayyy no me digas que soy la mejor lectora en años luz y la razón por la que traduces! bueno me matas de amor jajaaj pues que sepas que aquí sigo eeeh no me vayas a abandonar :)
inmaaamlg
inmaaamlg


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larry - esclavo comprometido larry (hot) - Página 5 Empty Re: esclavo comprometido larry (hot)

Mensaje por loveanime_or Vie 02 Mayo 2014, 7:01 pm

[size=37]Capítulo doce[/size]
Estaba mal. Harry lo sabía, pero no podía evitarlo. Estaba
demasiado absorto en la nueva relación, demasiado absorto en
Lou. El deseo de aparearse estaba dentro de él, diciéndole que
tomase lo que era suyo, que reclamase a Louis. Luchaba contra él
tan fuerte como podía.
Tres meses, se decía a sí mismo. Tres meses y entonces
terminaremos. Yo seguiré mi camino y él el suyo. Nunca nos veremos
otra vez excepto como amigos. Me haré cargo de la manada y de
Construcciones Ginelli, justo como mi padre quiere que haga y
seguiré con mi vida. Encontraré alguna chica dispuesta y echaré
raíces, tendré una familia, haré lo que se supone que tengo que
hacer. Lo que todos esperan que haga.
Pero no importaba lo que se dijese a sí mismo, sabía que todo
era una mentira. No podría abandonar a Louis ahora más de lo que
podría dejar de respirar. Y sin embargo, iba a ser condenadamente
difícil.
Su viejo podría querer matarlos a ambos si descubría lo que
Harry y Lou habían estado haciendo. Y asumir la jefatura de la
manada mientras mantenía una relación con alguien del mismo sexo
estaba fuera de toda cuestión. En la manada no había tolerancia ni
clemencia, ni aceptación de nada que se saliera de las normas. O te
adaptabas o te echaban a patadas, te abandonaban y tenías
prohibida para siempre la compañía de otros Weres.
Por primera vez, Harry odiaba lo que era. Odiaba a su familia y
lo que eso significaba. Odiaba que su naturaleza de Were le impidiese
hacerle el amor a Louis y no poderle decir por qué. Pero más que
nada, odiaba no poderle decir a su amante la verdad sobre sí mismo,
acerca de lo que era, cuando quería tantísimo hacerlo que casi podía
saborear las palabras en los labios cada vez que estaban juntos.
No decirle a nadie lo que somos. Estas palabras habían sido
metidas por la fuerza en su cabeza desde que era un cachorro, pero
el miedo a romper el más antiguo e importante de los tabús entre su
especie no era lo que lo había refrenado en realidad en este asunto.
Era la mirada de horror que había visto en la cara de Louis cuando
había visto la bestia de Harry durante solo una fracción de segundo.
Justo recordar eso, la manera en que su amante lo había
mirado cuando estaba en su otra forma, era suficiente para hacer que
Harry mantuviese la boca cerrada. Sabía que Lou en realidad no
quería saber nada sobre eso, si hubiese querido saber, habría
preguntado y no aceptado la excusa de Harry de que había estado
cazando. En su lugar, la cuestión de lo que Harry había estado
haciendo la noche en que apareció en el baño cubierto de sangre
estaba enterrada como un cuerpo asesinado entre ellos.
Pero Harry sabía que llegaría el momento en que tendría que
desenterrar el cuerpo y obligar a su amante a mirar. No había otra
manera para ellos de estar juntos. Ninguna otra manera para él de
reclamar a Lou como suyo, como su compañero para siempre. Pero
mientras las semanas pasaban volando, seguía encontrando una
razón tras otra para aplazarlo. No decirle a nadie… No decirle a
nadie… Las palabras resonaban a través de su cabeza con un antiguo
sortilegio rítmico hasta que finalmente Harry se dio cuenta de que
primero tendría que tratar el asunto con su familia, y preocuparse
más tarde de cómo se tomaría Louis su revelación.
Solo esperaba que quedase bastante de él para decirle a
Louis lo que quería después de descubrirse ante su padre.
La mañana estaba lluviosa el día que pidió libre, y la luz que
atravesaba la ventana de la grande y tradicional cocina era del color
de la clara líquida de huevo. La noche anterior había estado tan
lluviosa, no buena para cazar, aunque su familia vivía en la otra
punta del país y no necesitaba preocuparse de miradas entrometidas.
La falta de una buena y satisfactoria caza afectaba seguro el humor
de su padre y Harry lo sabía, pero volvía a la universidad por la tarde
y necesitaba contarle lo que había ido a decirle antes de marchar. O
de ser expulsado.
—¿Papá? — se aclaró la garganta, esperando apartar la
atención del viejo de la página de deportes mientras se sentaban
juntos alrededor de la mesa para desayunar. Su madre había fallecido
pocos años antes y su sitio lo ocupaba su hermana Mayor, Gemma.
Vestía un viejo vestido con un estampado de flores y masticaba
tranquilamente un tazón de cereales, con su abundante y poco risado
cabello rubio enmarañado por acabar de levantarse de la cama, y
sus ojos de color castaño oscuro centrados en la sección de negocios.
Aunque su hermana se sentaba en la vieja silla de su madre, no
podía reemplazar la calmante influencia que ésta había tenido sobre
su padre. Ser el líder de la manada, El Lobo, como se le llamaba , le
ocupaba la mayor parte de su tiempo, energía y paciencia, así que sin
su madre alrededor para interferir en la huída, darle malas noticias
era siempre arriesgado. Harry se aclaró la garganta otra vez.
— ¿Qué?— la voz del hombre mayor sonó apagada mientras
alzaba fugazmente sus perspicaces ojos Verdaes, tan parecidos a los
de Harry, de los últimos resultados de fútbol. En los últimos años su
cabello se había vuelto más plateado cada vez, pero el apenas
reprimido gruñido contenido en esa única sílaba era suficiente para
recordarle a Harry quién estaba al mando. Sin embargo eso no
significa que sea el jefe para siempre, se dijo a sí mismo. Haciendo
una profunda inspiración e intentando parecer despreocupado, se
lanzó a por ello.
—Pensé que podría traer a alguien a casa para conocer a la
familia al acabar el semestre, — dijo, y tomó una gran cucharada de
sus propios cereales para ocultar su nerviosismo. —Mi… mi
compañero de habitación, Lou. — Había sido idea de su hermana
que quizás conocer a Louis en persona podría ablandar al anciano
un poco. Harry pensaba que era casi imposible que su padre se lo
tomara bien, pero si había auque fuera una mínima posibilidad,
estaba dispuesto a intentarlo.
—No. — La voz de su padre sonó definitiva. Harry sabía, a
través de su larga experiencia, que era inútil discutir con él cuando se
mostraba así, pero no pudo parar. Tragó saliva, los cereales le
supieron a arena.
— ¿Por qué no?— trató de mantener la voz serena, pero estaba
demasiado cabreado por la autocrática respuesta del viejo para
dominarse. — Gemma invita a amigos continuamente. ¿Por qué yo no
puedo?
Unos ojos verdes inflexibles se encontraron con los suyos una
vez más, y Harry tuvo que luchar para mantener la mirada fija de su
padre. Había algo que crecía en la habitación, una tormenta de poder
latente y autoridad que se acumulaba alrededor de la cabeza del
hombre mayor cuando fue desafiado. En el pasado, Harry había dado
marcha atrás cuando había sentido el aura de peligro de su padre.
Pero esta vez no lo hizo. Mantuvo su mirada, sintiendo crecer su
propio poder, oliendo la densa esencia de la ira al extenderse por la
habitación.
—La razón es porque tu hermana trae a casa amigas. Chicas,—
recalcó. —No suponen una amenaza, no como podría ser un macho
desconocido metiendo sus narices en nuestros asuntos. Trae a casa
una chica, una compañera y hablaremos. Es tiempo de que eches
raíces, de todas formas. La manada necesita un líder con estabilidad,
no un joven que no puede mantenerse dentro de sus pantalones el
tiempo suficiente para tomar una decisión sensata.
Harry intercambió una rápida mirada con su hermana. Sus finas
cejas negras estaban fruncidas sobre sus ojos castaños y sacudió la
cabeza ligeramente. Ambos sabían que no debían meterse con el
anciano cuando se ponía así, pero en esta ocasión Harry no quería
echarse atrás. Esta vez se trataba de algo demasiado importante.
— Lou no es ningún macho desconocido. Él es mi am…— La
lengua de Harry tropezó con la palabra que quería utilizar, pero no era
capaz de pronunciarla, todavía no. —Mi compañero de habitación,—
terminó rápidamente. —Mi mejor amigo. Quiero que venga a
hacernos una visita. No veo por qué eso tiene que ser un jodido
problema.
—Vigila tu lengua, Harol.— El anciano lo señaló rápidamente
con un dedo, la cólera ponía llamas anaranjadas en sus ojos Verdes obscurecidos.
—Puedes ser una gran estrella de fútbol en esa elegante escuela a la
que insististes en ir, pero no eres tan grande que yo no pueda
derribarte. No voy a tolerar ese tipo de lenguaje en mi mesa.
Harry reconocía una amenaza cuando la oía. Y más que eso,
reconocía que era una amenaza que el hombre mayor podría llevar a
cabo y que así lo haría. Por el rabillo del ojo, pudo ver que su
hermana sacudía la cabeza con sus grandes ojos marrones
alarmados. Gemma era tan dura como él, quizás más, a su manera.
Pero hasta ella sabía cuándo era el momento de echarse atrás y dejar
estar dormidos a los lobos.
—Bien,— dijo al fin, bajando la mirada y tomando otra
cucharada de cereales.
—De todas formas, ¿qué tiene de especial ese amigo tuyo?— la
voz del anciano estaba cargada de burla. —Nunca pediste permiso
para traer a otros chicos de la manada a casa, incluso cuando eras un
cachorro. Siempre has sido un solitario, ¿a qué se debe este súbito
cambio?—
— Lou es diferente.— Harry no estaba preparado para
comentar nada sobre eso, ni a su padre ni a sí mismo. —Me gusta.
Quiero que conozca a la familia, especialmente a Gemma.— Esto
último era verdad, al menos. Gemma era una de las dos personas que
más quería en el mundo, y hacía tiempo que Harry quería
presentársela a Lou, que era la otra. Como siempre, su padre se
formó una idea equivocada. — ¿Estás intentando que tu hermana
salga con un intruso?— su profunda voz sonaba incrédula. —Mira,
hijo, a ti te puede gustar un montón ese amigo tuyo, pero sabes tan
bien como yo que Gemma no puede emparejarse fuera de la manada.
Después de que me vaya, tú serás El Lobo y el que ella elija será tu
segundo, así que tendrá que escoger a alguien fuerte, alguien
resistente.
Harry frunció el ceño. —Gemma no necesita elegir a su
compañero pensando en que sea un buen segundo para mí – ella se
merece más que eso. De hecho, ella sería un mejor jefe para la
manada que yo. Ella es fuerte, ¿verdad, hermana?— le sonrió a
Gemma, quien miró esperanzadamente a su padre.
—¿El Lobo una mujer? No me hagas reír.— El anciano soltó una
corta y áspera risita. — ¿Qué demonios has estado haciendo con tu
vida allí en esa escuela – friendo tu cerebro?
—No, he estado consiguiendo un título empresarial para poder
dirigir la maldita compañía, justo como querías que hiciera.— Harry lo
miró airadamente, sabiendo que no era buena idea, pero incapaz de
evitar que su cara mostrara su creciente irritación. —Pero Gemma ha
estado aquí todo el tiempo, a tu lado, aprendiendo mano a mano a
dirigir la manada. No deberías descartarla, papá. Te lo dije, ella es
fuerte.
—¿Qué te pasa?— su viejo lo miró como si estuviera loco. —
¿Crees que puedes escapar de tus responsabilidades empeñándoselas
a tu hermana pequeña? Déjame que te diga en este momento,
Harol, que eso nunca va a pasar. Y también puedes olvidar la idea
de traer a ese amigo tuyo para que conozca a Gemma. No importa
cuánto te guste ese chico, no querrías a un no-Were apoyándote
durante un conflicto.
—¿Qué te hace pensar que lo quiero para Gemma?— Harry sabía
condenadamente bien que había abordado el asunto de forma
equivocada, pero las palabras salieron de todas formas.
— ¿Qué has dicho?— la voz del anciano sonó como un gruñido.
—Me has oído. — Harry se levantó de la mesa, empujando el
respaldo de su silla en un repentino movimiento de desafío. — ¿Crees
que quiero ser como tú? ¿Que quiero liderar la manada y dirigir
Construcciones Ginelli solo porque tú lo dices? ¿Qué pasa si quiero
hacer otra cosa con mi vida? ¿Qué pasa si quiero tomar otro camino?
¿Encontrar a alguien fuera de la manada, alguien con el que me
siento conectado incluso si él no se vuelve peludo durante la luna llena?
— ¿Él, has dicho? ¿Realmente has dicho él?— la cara de su
padre se volvió blanca, después de un profundo color rojo ladrillo con
la cólera. Se levantó lentamente a propósito y su voz descendió a un
registro tan grave que nadie salvo otro Were podría haberlo oído.
—Así es, papá, me has oído. Él. — Ya no podía volverse atrás.
Decidió lanzarse a por todas. — Lou es más que mi compañero de
habitación y mi mejor amigo, es mi amante, — le dijo a su padre. —Y
quiero reclamarlo como mi compañero.
— ¿Estás loco? ¡No puedes reclamar a otro macho como tu
compañero! ¿Qué demonios te pasa?— exigió su padre. — ¿Le has
hablado de nosotros? ¿Lo has hecho?
— ¡No!— Harry contestó gritando. —Pero…— Inspiró
profundamente. — Pero quiero hacerlo. Quiero contárselo todo.
Quiero pasar el resto de mi vida con él, papá.
—Pero… pero…— por un momento, su cólera se apagó y
simplemente se lo quedó mirando desconcertado. — ¿Cómo puedes
hacernos esto a mí y a tu familia? ¿Avergonzarnos así? ¿Quién va a
dirigir la manada si haces algo como eso? No hay manera de que te
acepten como El Lobo si tomas a otro macho como compañero.
—No te preocupes por la manada,— dijo Harry. —No voy a dejar
que sus expectativas dirijan mi vida. Deja que Gemma tome el liderato
– será buena. Mucho mejor de lo que yo sería.
—No. No.— El padre de Harry sacudió la cabeza. —Escúchame
ahora tú a mí, Harold, y escúchame bien. — Lo señaló con un dedo,
con la cara tensa por la cólera. —No sé qué has estado haciendo
desperdiciando el dinero y el tiempo que has pasado en la escuela, ni
quiero saberlo. Pero lo que importa es que vas a volver hasta que te
gradúes. Y si crees que puedes traer a alguien que no es de la
manada, ni Were ni hembra a esta familia como tu compañero,
espero que te lo pienses de nuevo.
—Ya lo he pensado, papá,— dijo suavemente. —Y esto es lo
que quiero.
—¡No importa lo que tú quieras! ¡Todavía soy el cabeza de esta
familia, y te digo que eso no va a pasar! Desobedéceme en esto, Harold, y te juro sobre la tumba de tu madre que terminaré
contigo. Y no solo eso, sino que también terminaré con él – tu
amiguito marica.
— ¡No le llames así!— gruñó, con la cólera sobreponiéndose a
su sentido común. Se movió rápidamente alrededor de la mesa,
enfrentándose a su padre, dando rienda suelta finalmente a años de
frustración reprimida.
—En mi propia casa yo digo lo que quiero cuando quiero. En
cualquier momento que quieras desafiar mi derecho a hacerlo,
cachorro, aquí me tienes. Eres grande y fuerte, pero no lo suficiente
para derribar a tu viejo todavía. — Su padre pareció volverse enorme
en la débilmente iluminada cocina – una nube tormentosa de
amenaza creciendo alrededor de él por la furia.
—¡Basta ya! ¡Basta ya, los dos!— de repente Gemma estaba
entre ellos, su cuerpo más pequeño temblando de furia y miedo. —
¿Qué pensaría mamá si los viera así?— exigió. — ¿Qué diría?
Harry sintió que parte de su cólera lo abandonaba y vio que algo
de la rabia acalorada también abandonaba los ojos de su viejo. Lo
que quedó fue una certeza fría y calmada que lo heló hasta los
huesos. No había forma de salir de aquello sin realizar una elección –
sin perder a alguien a quien amaba. Y sabía que no estaba dispuesto
a perder a Lou.
—Desearía que mamá estuviese aquí, — dijo. —Quizás ella
podría hacer, de alguna manera, que esto fuese más fácil. Pero no
está aquí, así que solo lo diré. Desde este momento, me declaro en
estado de Lobo Solitario, y renuncio a todos mis derechos al mando
de la manada y de Construcciones Ginelli.
—Tú… no puedes hacer eso.— La cara del anciano se volvió
blanca como la tiza y por un momento, Harry tuvo miedo de que
pudiera sufrir un ataque al corazón.
—Puedo y lo hago,— dijo con calma. —No importa lo que digas
o hagas, así es como soy. Y no puedo cambiarlo ni por ti ni por nadie.
Lo siento, papá.
Su padre pareció quedarse sin palabras. Sacudió la cabeza,
pareciendo de repente más viejo de lo que Harry lo había visto nunca.
Entonces se dio la vuelta y salió de la cocina sin mirar atrás.
—Tenías que presionar, ¿verdad? Tenías que sacarlo todo
afuera y ahora nunca podrás volver. Sabes que una declaración de
estado de Lobo Solitario es irreversible.— Gemma se le enfrentó
enfadada con los brazos cruzados sobre su estrecho pecho. Era casi
tan pequeña como Harry grande, pero la había visto hacer retroceder
a hombres más grandes que él con solo una mirada.
—Lo siento, hermanita. Yo… yo no sé qué me pasó – solo que…
no podía seguir mintiendo, supongo. Ni a mis amigos ni a mí
mismo.— Soltó un suspiro y se dejó caer en su silla, empujando hacia
un lado su tazón de cereales, todavía medio lleno de copos de trigo
ahora ya reblandecidos. Tenía el estómago revuelto con una mezcla
de ansiedad y júbilo. Lo había hecho, lo había hecho de verdad. Se
había declarado en estado de Lobo Solitario y ahora era libre. Libre
por primera vez en su vida.
— ¡Eh!— la cólera abandonó los profundos ojos castaños de
Gemma, quien se inclinó para retirarle el castaño cabello de harry de la
frente, casi como si estuviera comprobando si tenía fiebre. El
movimiento le recordó tanto a su madre que de repente Harry sintió
que su garganta se tensaba. Tragó saliva.
— ¿Sí?— levantó la mirada hacia su hermana pequeña, tan
fuerte aunque su padre no pudiera verlo. Mucho más interesada en la
política y procedimientos de la manada de lo que él estaba o llegaría
a estar nunca. Y mucho más comprensiva.
—Él significa mucho para ti, ¿eh? ¿Este novio tuyo?— preguntó.
—Él es… sí, significa mucho.
—Ya veo.— Gemma acarició su hombro tranquilizadoramente. —
Ojalá pudiera conocerlo, Harry. Debe ser alguien especial.
—Yo… hay algo en él. Él… huele correcto. Se siente correcto.
Incluso aunque no sea de la manada ni un Were. Incluso aunque
sea… un chico.— Harry alzó la vista, inseguro de lo que vería en los
ojos de su hermana Mayor. En las duras y en las maduras siempre
se habían mantenido unidos, contándose entre ellos cosas que no le
contarían a nadie más. Necesitaba que lo entendiera sin condenarlo.
Necesitaba que no lo rechazara.
—Entonces deberías estar con él.— Gemma mantuvo un tono de
voz bajo y confidencial, pero sus ojos eran cálidos.
—Quiero, pero…— Harry sacudió la cabeza. —Exactamente no le
he contado nada sobre nosotros todavía, sobre lo que somos.
Gemma arqueó una fina ceja. — ¿No lo has hecho? ¿Has pasado
por todo esto, declarar el estado de Lobo Solitario y cabrear a papá
hasta un punto sin retorno, y ni siquiera sabes cómo va a reaccionar
cuando te vuelvas peludo? ¿Por lo menos ha visto tu otra forma?
—Una vez. — Suspiró. —solo durante un segundo cuando volvía
de cazar hace unos meses. Estaba, eh, muy alucinado.
— ¡Oh, Harry!— Gemma lo rodeó con los brazos, presionando la
cabeza de Harry contra su pecho de la misma forma en que su madre
solía hacer. — ¿Estás seguro de estar haciendo lo correcto?—
preguntó suavemente. —Romper la primera regla es algo muy
importante, ya lo sabes, incluso cuando estás seguro de cómo va a
reaccionar el humano al que se lo dices. Pero parece como si no
estuvieras seguro del todo.
—No lo estoy.— Sintió que se le formaba un nudo en la
garganta, y tragó saliva para hacerlo bajar. —Pero ahora ya está
hecho, no hay vuelta atrás. Y… y una cosa que sí sé es que Lou me
ama. Él lo entenderá.
Felicia suspiró y retrocedió, cruzando los brazos sobre el pecho.
— ¿Así que vas a convertirlo?
Harry sintió que sus orejas se ponían calientes. —Sabes tan bien
como yo que la única forma de convertirlo es…— se interrumpió,
incapaz de terminar el pensamiento frente a su hermana pequeña.
Gamme se rio de su repentino pudor. — ¡Mira cómo te ruborizas!
Como si no hubieras jodido con la mitad del equipo de animadoras de
nuestro instituto.
— ¡Esto es diferente!— la miró con ferocidad. — Lou es
diferente.
—¿Así que ustedes dos nunca han…?— alzó una ceja hacia él
otra vez, luego sacudió la cabeza. —Sabes tan bien como yo que casi
no hay ninguna posibilidad de que lo conviertas a menos que lo hagas
en una noche de luna llena.
Harry frunció el ceño. —No quise correr el riesgo, ni siquiera
aunque fuera uno pequeño. No hasta que no le dijera lo que soy – le
mostrara qué podría llegar a ser si… si decidiera quedarse conmigo.
—Se quedará, — dijo Gemma con seguridad. Suavemente apartó
un mechón de cabello de los ojos de Harry. —Solo… trata de
acostumbrarlo suavemente, Harry. No hagas nada brusco ni pierdas el
control – recuerda la segunda regla. Trata de no asustarlo.
—¡Por supuesto que no! ¿Crees que soy estúpido?— preguntó,
después suspiró, la cólera abandonándolo. —Solo tenemos otra
semana hasta el final del semestre, una semana más para hacerle
saber lo que soy y que quiero que sigamos juntos en vez de terminar,
como dije que haríamos.— Sacudió la cabeza. —Solo espero poder
conseguirlo.
—Lo conseguirás.— La voz de Gemma sonó tranquilizadora y otra
vez acarició su frente. —De alguna manera encontrarás una forma,
gran hermano. Tengo fe en ti.
—Gracias, hermanita.— Cogió su mano y besó la palma
suavemente antes de levantarse de la mesa. Probablemente era la
última vez que sería bienvenido en su viejo hogar, y ahora tenía que
abandonarlo. Tenía que regresar al campus y pensar la manera de
decirle a Lou que lo quería en su vida para siempre.


[size=37]No se tu pero yo amo este capitulo [/size]
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larry - esclavo comprometido larry (hot) - Página 5 Empty Re: esclavo comprometido larry (hot)

Mensaje por Jaidon. Sáb 03 Mayo 2014, 5:20 am

¡Madre mía! se esta poniendo interesante :) síguela pronto cielo. xx
Jaidon.
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larry - esclavo comprometido larry (hot) - Página 5 Empty Re: esclavo comprometido larry (hot)

Mensaje por inmaaamlg Dom 04 Mayo 2014, 4:45 pm

diosssssssssssssssssssssssss me mueroo!! harry se enfrentó a su padre y se lo contó todo!! omg no me lo esperaba qué valiente harry bien por tiiii ayyy cómo me encanta esto
inmaaamlg
inmaaamlg


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