Supernatural {Resultados| N.C

ETERNAL ||N.C||



✯

Capítulo 002

 
 
 
 

-¡ZAYN! -grite molesta mientras bajaba las escaleras de aquella enorme casa-

-¡SOPHIA! -grito del mismo modo, saliendo de la cocina-

-¿¡Donde demonios pusiste mi encendedor?! -le dije, mientras cruzaba mis brazos y apoyaba todo el peso de mi cuerpo en mi pie izquierdo-

-¿Por que crees que yo lo tome? -dijo indiferente-

-Siempre lo tomas y lo escondes. O simplemente lo cambias de lugar -

-Bueno, tal vez es por que me guste fastidiarte... o, solo fue Brooke de nuevo-dijo alzando los hombros, y regresando a la cocina. Brooke... ahora, resulta que le hecha la culpa a una cachorrita. Genial Malik, gran manera de afrontar las cosas-

Bien. ¿Les cuento de mi?
Mi nombre completo es Sophia Carter Brown Démov. Sophie C. Brown para hacerlo mas simple.
Tengo 19 años de edad, y a pesar de lo joven que eso puede sonar, he vivido por muchas cosas, que ni tu mismo podrias haber visto en tus propias pesadillas.
Soy proveniente del Territorio de Fuego, a pesar de que en estos momentos me encuentre en La Nación De La Noche.

¿Como llegue aquí? Se han de preguntar.
Todo... fue gracias a una de tantas guerras.




Acababa de salir de mi casa, no sin antes dejar, el poco de comida que había en el refrigerador, preparada para mi hermanito.
El autobús ya había llegado hace pocos minutos al frente de mi casa, listo para llevarse a todos y todas los soldados que contribuiríamos en esta guerra.

"Una guerra mas..."

Una guerra de tantas mas. En este estado vivíamos a diario. No sabes cuando te llegara la carta, solicitando tu presencia para volver a pelear, y asi asistir a la nueva lucha que venia por delante.
Lo peor de todo, es que si querias tener al menos los pocos suministros para pasar un par de días sin hambre, tenias que ir, pelear por tu vida, y un poco de dignidad hacia tus tierras.

Siempre era el mismo proceso... nos recogían en aquel amarillo y apestoso camión, llegábamos a la base de entrenamiento, venia el Coronel Preston a dar su rutinal discurso, y nos montábamos en el transporte que nos dirigiría al campo de batalla.
Una vez allí, se daban los tres tamborazos y la lluvia de sangre, agua, aire, tierra y fuego es desatada por doquier. Dando muerte a los mas débiles, y una segunda oportunidad a los mas fuertes...


-¿Hola? -escuche una voz suave y masculina, sacarme de mis pensamientos- ¿Hay alguien ahí dentro? -una inquieta mano, se paseo por enfrente de mi rostro subiendo y bajando. Gire mi cabeza, para apreciar la silueta de Finn, mi mejor amigo-

-Hola! -dije esbozando una calida sonrisa, mientras me recorria en mi asiento, palmeando la silla para que se sentara- Perdon... -sacudi mi cabeza- tan solo pensaba-

-De saberse que estará dentro de esa loca cabecita tuya -sacudió mi cabello de un lado a otro, haciendo que la larga cola de caballo se aflojara un poco. Tomo asiento junto a mi, suspirando pesadamente-

-Que sucede? -pregunte, con cierto tono de preocupación. Sabia que cuando el reaccionaba asi, algo malo le pasaba-

-Solo... -bajo su cabeza- Hoy se cumplen cuatro años desde... -apretó sus pequeños ojos- que Jack murió -y eso bastó, para que una traviesa lagrima bajara por su mejilla- Ha sido difícil, mamá sigue igual. Volvió a encerrarse, y no ha querido comer nada-

-Oh, Finn... -susurre, acercándome hasta el para abrazarle. El escondio su rostro entre mi cuello, y comenzó a sollozar mientras mas y mas lagrimas salían de sus ojos- Shh... No pasa nada... -dije acariciándole su cabello. En ese momento, daba gracias a dios que el camión hiba casi vacio. Tan solo un tipo de unos 40 años hasta el frente, mas el conductor. Ya, que sabia que después los muy inútiles podían estar molestando a Finn si lo veian en este estado-

Pero es difícil, ¿saben? Es difícil ver a tu mejor amigo de toda la vida, derrumbarse ante tus propios ojos, por recordar que perdió a su hermano gemelo hace tan poco. Y que cuando logra demostrar lo que en verdad siente, todos le llaman de horrendos apodos.
La muerte de Jack nos afecto mucho a todos. Pero el mas dolido sin duda alguna era Finn, su madre no era la misma ya. Siempre que se acercaban estas fechas, se encerraba en su recamara, y no aceptaba ni una sola pisca de la poca comida por la que Finn tanto luchaba.
Junten ambas cosas y métanlas en su vida... nada sencillo.

 
El camión, comenzaba a llenarse a medida que transcurría el tiempo. Logre hacer que Finn se calmara un poco, y asi seguimos platicando como normalmente hacíamos, sin sacar mucho el tema de Jack, o de los gemelos alrededor del mundo.
 
Tan pronto como llegamos a la base, las mujeres pasamos a nuestros casilleros, mientras que los hombres a los suyos.
Nos pusimos el típico atuendo militar. Estilo camuflageado por completo, pero en ves de usar el color verde, como antes se hacia. Ahora -al ser del Territorio de Fuego- lo usamos color anaranjado oscuro, con pequeños rastros de rojo. Gorra, pantalones largos hasta los tobillos, camisa color banca manga corta, y botines color negro.

A veces, y creo ser la única en hacer esto, pero me pinto dos líneas negras en cada una de mis mejillas. Han de pensar que lo hago como típica estética de soldado, pero no es asi. Me las hago simbolizando las cuatro personas que mas quiero y he querido en la tierra; Mi madre, mi hermano de 13 años Jayson, Finn y Jack.
¿Mi padre? Bueno... realmente no se mucho de el. A mamá no le gusta hablar de ese tema, y aunque tengo la sospecha de que se encuentra muerto, no la molesto con esto.
 
 
 
 
Nos llamaron para presenciar el discurso y al acabarlo, subimos rápidamente a un transporte distinto.
Nos montamos en el ´Nodd´(Vehiculo de aproximadamente 20 metros de alto, y 20 de largo; con forma circular, que puede flotar unos cuantos metros sobre la tierra), y después de que toda la extensa fila de soldados ya estaba dentro, arranco el motor dando un ligero tirón.
 
Miraba pensativa por las ventanas, del mismo modo en que todos los demás.
Seguro y muchos aquí han de estar sufriendo, al pensar que no volverían a casa, no volverían a ver a sus familias y/o personas amadas.
Otros, probablemente van tranquilos, con la mente completamente en blanco.
Muchos aquí, solo venimos preocupados por una cosa, y es hacer el trabajo realmente bien, para poder llevar comida a casa.
 
 
Después de un largo viaje, finalmente el Nodd se detuvo y pudimos vajar "tranquilamente" del vehiculo.
 

 
 
-Bien Malik, si no me lo quieres dar a las buenas, tendrá que ser por las malas -murmure para mi misma y me adentre en la cocina. Zayn estaba tratado de prender su primitiva estufa,(Aun no entiendo como puede usar ese cacharro teniendo tantos lujos) asi que me acerque -¿Problemas con la flama? -pregunte divertida-
 
-Creo que es un poco obvio -dijo ironico mostrándome una cara no muy amable. De mi dedo índice, hice salir una luminosa flama de colores intensos, haciendo que en un pequeño radio de dos centímetros, todo estuviera caliente. Yo aprecie la llama, haciendo que brillara en mis ojos junto con los de Zayn. Rápidamente, me acerque a donde momentos antes Zayn había estado batallando con el breque, y meti mi delgado dedo entre las rendijitas negras para meter la llama. La estufa se encendio, envolviendo mi mano en llamas por completo- ¡SOPHIE! -grito algo alterado, y rápidamente jalo mi mano hacia afuera- Ire por agua -y en eso, tomo rumbo hacia el fregadero de porcelana blanca que estaba al oro lado de la cocina. Prendio el grifo, y mojo una toalla color cafe por completo, creo que con las intenciones de "curar" mi mano- Listo, aquí... -termino de escurrir, y miro mi extremidad sorprendido. Seguro y pensó que ya deberia estar chamuscada o algo parecido... pero estaba completamente intacta- ¡¿Pero que mierda?! -dice alterado ¿Acaso se había preocupado por mi? HA! Lo dudo-
 
-A veces se te olvida que soy de la tierra de fuego, Zayn -rei - Asi como tu eres fuerte con tus elementos, yo lo soy con los mios -acaricie mi mano izquierda (la cual "estaba chamuscada") y volvi mi mirada a Zayn- Por cierto, ¿seguro que no tomaste mi encendedor? -si, soy muy insintente respecto a este encendedor, pero significa mucho para mi-
 
-Ya te lo dije, yo no lo tengo -dijo firme, mirandome a los ojos. Por supuesto que estaba mintiendo -
 
-Bien... -me acerque unos cuantos pasos hacia el, y hable sensualmente- lo preguntare una vez mas, ¿No tomaste mi encendedor, Zayn? -Ya tenia el plan hecho, siempre caen con este plan, y esta vez no seria la excepción. Note su nerviosismo, ya que se mordio el labio mientras me acercaba-
 
-Eh... yo... -
 
-Eh, yo.. ¿Qué Zayn? ¿Te gusta lo que vez? -dije con una sonrisa coqueta, mientras rodeaba su cuello con mis brazos. El plan hiba a la perfección-
 
-Si... digo, no- Pobre idiota, ya estaba en mis garras-
 
-Asi que te gusta lo que vez... -acerque mis labios un poco, aunque el fue el que mas se inclino hacia mi. Ya era hora-
 
-Podria ser... -dijo seductoramente, uniendo nuestras frentes. Yo aproveche el cuanto estaba dstraido, y mientras pasaba una de mis manos por su pecho y espalda buscando mi encendedor. El seguro y pensaba otras cosas...-
 
-Entonces te dare un pequeño regalito... -toque su nariz-
 
-¿Si? -
 
-Si... -HA! Alfin, mis dedos tocaron el frio metal de mi encendedor antiguo y lo saque lentamente del bolsillo trasero de su pantalón. ¡Sabia que el lo tenia!- Esto... -tome rápidamente su brazo derecho y lo retorcí, para que quedara sobre su espalda, tome el izquierdo y lo hize de la misma manera. Inmovilisandolo por completo, y creo que el dolio un poco- Es por tomar lo que te he advertido que no toques -lo apoye bruscamente contra el fregadero, haciendo que su abdomen pegara duro contra el- Esto, -separe sus piernas bruscamente- por mentirme. Sabes que lo odio. Y, esto... -doble con mi pie su rodilla, haciendo que callera y un sonido sordo resonara en la cocina- Por creerme una estúpida- El se quedo tendido en el suelo, sobándose el donde se había golpeado. Algo bueno de estar enlistada en el ejercito es que aprendes tácticas y movimientos esenciales- 
 
 
 

 
-¡FINN! -le grite a mi amigo- ¡NO LO HAGAS!- le grite al castaño , estaba a punto de cometer el mayor error de su vida... y la mia-

-¡LO SIENTO! -me grito desde la otra pequeña muralla de tierra que había a mi derecha- ¡TENGO QUE HACERLO! ¡YA CASI LLEGAN, Y NO PERMITIRE QUE TE HAGAN NADA! -cerro los ojos, podía sentir su aura preocupada e indecisa-

-¡JUNTOS PODEMOS LOGRARLO! -el estrepitoso ruido de cañones, armas, y elemento no dejaba que se oyeran muy bien las cosas- ¡FINN, TE LO RUEGO! -podía sentir como las lagrimas brotaban de mis ojos, hace mucho que no lloraba-

-¡NO! ¡Y LO SABES BIEN, SOPHIA! -salio pocos segundos de la murallita, para disparar el rifle "Gasher" (dispara pequeñas balas de fuego motorisadas) y le atino a unos tres soldados de la Nación de la Noche. Y volvió a su lugar- ¡NUNCA DEJES DE SER FUERTE! ¡VUELVE CON JAYSON -dijo el nombre de mi hermanito menor- Y NO DEJES QUE NADA LE PASE! -repitió una vez mas lo anterior, al igual que yo- ¡PROMETEME QUE NUNCA DEJARAS DE CREER! -sabia a lo que se referia, pero me negaba a dejarlo ri. Yo negué con la cabeza, aun llorando- ¡PROMETELO! -grito aun mas fuerte, demandantemente-

-Lo... Lo prometo... -dije casi inaudible-

-¡NO TE ESCUCHE! -sabia que si, solo quería que yo me hiciera la idea a mi misma-

-¡LO PROMETO, FINN! ¡LO JURO... POR JACK! -jurar por Jack era algo realmente simbolico para mi, el fue muy especial en mi vida, al igual que para Finn... pero mas que nada para mi-

-¡TE QUIERO, ANGEL! ¡QUE EL FUEGO SIEMPRE TE ILUMINE, ENANA! -Me lanzo un pequeño cuadrado de metal, con los simbolos de una runa, la de la fuerza, inscritos en ella. Y eso me derrumbo. Solo  Jack y Finn me llamaban angel, era mi apodo especial, y por otra parte, dijo una frase que simbolizaba mucho a mi territorio, el Territorio de Fuego-

-¡NOS VEMOS EN LA SIGUIENTE VIDA, FINNY! -y eso bastó, para que mi mejor amigo, el chico con el cual comparti los mejores momentos de toda mi vida desde los 5 años, el chico que fue prácticamente mi hermano... desapareciera entre el humo y el sonido que envolvía el campo de batalla. Una fuerte luz ilumino todo, dejándome ver como dos soldados oscuros (asi les llamamos a los de la nación de la noche) atravesaban por completo el cuerpo de Finn, matándolo frente a mis propios ojos-

-¡NOOO! ¡FINN! -grite, y ese par de malditos me volteo a ver con una mirada sadica en el rostro-



-¡No entiendo porque un misero encendedor te importa tanto! -me dijo desde el suelo-

-tamen non est vestrum nosse tempora -le dije en latín, y vi su cara de confusión en el rostro-





Un grupo de 15 soldados oscuros se acercaban a mi, con el propósito de matarme. Yo estaba horrorizada, aun no era la hora de mi muerte. No. Lo había prometido, había prometido a Finn el volver a casa con Jayson, ser fuerte y mantenerme con vida.
Gracias a los Iluminati (No, no creo en ese dios al que los mortales creían. Mis deidades son los Iluminati... pronto podre contarles su historia) y pude encontrar un lugar rodeado de fuego, eso les impideria el paso.
Pero, al salir de allí, huyendo y buscando un refugio, uno de ellos me atrapo. Tomandome de mi larga cola de caballo, y jalándome hacia los demás.
Y justo en el momento en el que consideraba todo perdido... una figura alta con el uniforme de mis tierras apareció de la nada, desgarrando el cuello del soldado que me lastimaba. Termino de clavarle la cuchilla por toda su cabeza. poniendo su mano en su  frente, probablemente conjurando uno que otro hechizo. Y eso fue suficiente para acabar con el.

-Ven conmigo si quieres vivir -me susurro una voz ronca, y con un acento  algo raro para mi. La cara del individuo estaba cubierta casi por completo por una bandana color rojo sangre, lo único que no cubria eran sus ojos color ambar, rodeados por largas y hermosas pestañas. Algo me decía que estaba mal el aceptar, pero otra cosa aun mas fuerte, me decía que valia la pena el riesgo que esto implicara-

Lo que yo no sabia en ese entonces, era que aquel muchacho, era un soldado oscuro, proveniente de la Nación de la Noche, disfrazado de los de mi tierra solo para hacerse pasar por quien no era.
No sabia que no podría salir de su nación en mucho, mucho tiempo.
No sabia, que tendría que vivir con mi mayor enemigo por un LAAARGO rato.
No sabia, que al decidir tomar la mano de aquella voz, mi destino pordia cambiar drásticamente.