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"La hija del fotógrafo" - Nick Jonas & Tu.
O W N :: Archivos :: Novelas Abandonadas
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Re: "La hija del fotógrafo" - Nick Jonas & Tu.
AAAAAAAAAAAAH! Nueva lectora!!
Me llamo Stephany
Es increíble! Me encanta.
Por favor Síguela!
Me llamo Stephany
Es increíble! Me encanta.
Por favor Síguela!
AniKa
Re: "La hija del fotógrafo" - Nick Jonas & Tu.
OWWWW ME FUI X UN RATITO Y NO HAY CAPS U,U
YO KIERO CAPS!!!
SIGUELA!!!
YO KIERO CAPS!!!
SIGUELA!!!
Just Me! Melissa! :)
Re: "La hija del fotógrafo" - Nick Jonas & Tu.
BIENVENIDA STEPHANIE! BIENVENIDAS TODAS :) AQUI LO PROMETIDO.
CAP LARGOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO.
Cap Dos.
Ordene mis cosas bajé rápidamente a la sala y me topé con mi papá que esperaba subir.
-¡Hey! ¿A dónde vas tan apurada?- preguntó sonriéndome.
-A buscarte.- Sonreí.
-Ya iba a subir mi cielo. ¡No puedo creer que vivirás conmigo!- mi papá estaba increiblemente feliz con mi llegada. Esos años de distancias nos había afectado a ambos. Yo había crecido y el ya no era más aquel hombre que vivía junto a tres personas y que se conformaba con leer el periódico junto a la bañera. Ahora el se veía diferente. Y estoy segura que si mamá lo hubiese visto de la manera en que ahora yo lo estaba viendo habría vuelto a sus brazos.
Papá se sentó en los muebles de cuero blanco y me hizo un lado para que me sentara junto a el. Luego llamo a Dorota quien vino con dos vasos de jugo cítrico para que bebiéramos.
Comencé a recordarle lo mucho que me gustaba nadar y hace cuanto no lo hacía, la conversación vino porque me dijo que teníamos una alberca en la parte trasera, cuestión que me hizo sonreír de oreja a oreja.
Luego que ya habíamos entrado en confianza le pregunté.
-¿Pa’?
El asintió esperando la pregunta.
-¿Esos chicos que estaban allí parados…? –señale el lugar donde los había visto-
¿Quiénes eran y que hacían en nuestra casa?
Cuando dije ‘Nuestra casa’ papá sonrió divertido.
-Tres muchachos…-hizo memoria- ¡ah! Perdona hija es que con tanta gente que se la pasa aquí olvidé de quién me hablabas. Es un grupo con quienes estoy abriendo un trato para unas sesiones de fotografías. Unas para la banda, otras para publicidad de ellos mismos y no sé que otras sesiones querían. Son conocidos de Javier, mi socio. Así que él los trajo acá.
-¿Qué hace Javier?- pregunté como si conociera al tipo.
-No sé, ese loco hace de todo.-sonó como el viejo ‘papá’- Realmente recuerdo que son buenos amigos, Javier es el padrino de el hijo mayor de Paul; El papá de los muchachos. Así que tienen años de amistad.-me miró y sonrió curioso, justo como el acostumbra a hacer las preguntas incómodas.-¿Te gustó alguno? –Acerté.-
-¡No!-chillé- como crees… solo me daba curiosidad porque los ví mirando unos papeles.- me excusé.
Papá se rió y asintió con la cabeza mirándome.
-De todas maneras, si te gusta alguno… podríamos arreglar un encue…
-Olvídalo, papá.- me reí nerviosamente.
Por lo que podían observar papá no era de esos padres estrictos y amargados, celosos que no permitían que su hija mirara ni a un muchachito en la vereda. Al contrario mi papá siempre fue rejadado, sin rollos y muy agradable para contarle a el tus confesiones, al contrario de mamá.
A veces, cuando me pongo a recordar cómo eran casados me pregunto ¿Cómo duraron todo ese tiempo?, hoy en día me parece hasta extraño juntarlos así fuera solo para imaginar.
El día pasó volando, las horas parecían segundos junto a mi padre. Y el domingo se volvió lunes, cuando la Luna le dio paso al Sol para hacer de lo suyo.
Entre las sábanas de seda y las almohadas de pluma desperté. Mis ventanas estaban abiertas, alguien había entrado a la habitación. Miré a mi alrededor pero todo estaba exactamente igual, el dulce sentir de la mañana me hizo suspirar, luego una ráfaga de viento me pegó en el rostro y me desperté cayendo en cuenta que no era un sueño, esa si era mi habitación, si eran mis cosas las que estaban allí dentro del closet.
-Un momento.- dije para mí.
¿Dentro del closet? Alguien había arreglado mis maletas, pués yo solo desempaqué, no acomodé. Me levanté y abrí las puertas del closet un poco más de lo que ya estaban y miré dentro, mis tres ropitas se veían tan insignificante ante tanto closet…
-Tocaron la puerta-
-¿Srta. Hamilton?-
Nunca mi apellido había sonado tan glamuroso.
-¿Diga?
-Es Dorota, la mucama. Quería avisarle que el desayuno la espera en la mesa.
¿El desayuno me esperaba en la mesa? Debía estar bromeando.
Me coloqué mis viejas pantuflas de ‘Minnie mouse’ y bajé rápidamente saltándome una que otra escalera.
-¡Vaya! Parece que mi niña amaneció con mucha energía.- Decía papá metiéndose una gran fresa a la boca.
Le sonreí y le besé la mejilla.
-¡Buen día!- apresuré a sentarme
-¿Qué tal la noche?- preguntó bebiendo naranjada. –maña que compartíamos-
-Te viera mamá hablando con jugo en la garganta y te mata.-bromeé y el rió.-
-Suerte que no me vio.
-¿Todo esto es mío?.- pregunté tontamente. Como si alguien más viviera en la casa o viniera a desayunar.
Papá rió.
-Si.- dijo continuando su hazaña de comer y beber naranjada.
-¿Cómo te acostumbraste a esto después de años desayunando en la panadería de la esquina de tu apartamento?
-Te será muy fácil acostumbrarte. Por cierto, si no te molesta le pedí a Dorota que te llevara de compras esta tarde. Necesitas cosas nuevas.- miró mi vestimenta, como si nunca la hubiese recordado. Eso me hizo sentir mal.
-¿Las recuerdas?- pregunté mostrando mis pantuflas, las había comprado el de remate en una venta de garaje.
-¡Como olvidarlas! Me costaron 1 dólar con 50. Estaban viejísimas.
Reí encogiéndome de hombros, pensé que recordaría como amaba a minnie mouse y lo mucho que quería las pantuflas por el simple hecho de habérmelas regalado él.
-¿Desde cuándo interesa como me vista?
-Desde que trabajo en la alta sociedad y desde que ellos me dan de comer.- bromeó. De nuevo el viejo ‘papá’ a la vista.
Sonreí y comencé a comer. Recordé las veces que mamá me había dicho que debíamos comprar ropa nueva porque papá estaba cambiado, bueno; no papá. Su entorno y no era por él. Era un deber, ya estaba dentro de la alta sociedad y si quería que encajara correctamente. Su hija debía encajar también.
La hija de Charles Hamilton, heredera del imperio Hamilton. ¿Increíble no? Quien habría pensando que un hombre que tomaba fotografías en su garaje pasó a ser dueño de un ‘imperio’. De nuevo mamá tenía razón, había cambiado.
Me puse de pié y subí a ponerme algo para ir con la mucama a comprar la fulana ropa.
-¡Listo!- dije tomando mi bolso para irme.
Papá estaba abajo todavía en pijamas, unas caras pijamas de cuadros. Con un Ipad en su mano derecha leyendo las noticias.
-Antes leías el períodico en vez de una tableta- bromeé
-Vamos, no seas cruel conmigo.-hizo cara de perrito regañado.
-Lo seré cuanto pueda.-volví a bromear.
-¿Lista Srta. Hamilton?
Giré mi rostro y vi a Dorota.
-Lista.- sonreí y caminé junto a ella.
Cuando salí a la vereda mis ojos se volvieron dos inmensos arcos. Una limusina negra nos esperaba afuera, con la puerta abierta y un chofer a su lado.
-¿Ocurre algo Srta. Hamilton?- Preguntó Dorota.
-No… solo, pensé que iríamos en taxi o algo parecido, en bus. No sé.
Dorota sonrió y sus gordetes cachetes se inflaron.
-Usted se ve muy sencilla si me permite comentar.
-Dorota, puedes comentar lo que quieras y puedes también dejar de hablarme de ‘usted’
-Lo primero está bien, lo segundo no es correcto.
Subí al auto y Dorota me miraba con algún tipo de curiosidad, le pregunté de donde venía, donde solía vivir y me di cuenta que era una mujer muy sola. Era extranjera, eso explicaba su rustico acento ruso. Parecía una mujer my dulce y me divertía conversar con ella. Caminamos por las aceras llenas de tiendas reconocidas pero no me atrevía a entrar a ninguna porque tan solo de imaginarme lo costoso que serian esos arapos ya me daba dolor de cabeza.
Estaba mirando la vidriera cuando Dorota recibió una llamada de mi padre, donde le exigía que comprara ropa para mi sin importar lo costoso. Así que cumplimos el deber y en un abrir y cerrar de puertas ya tenía las manos llenas de bolsas.
Todo parecía un cuento de princesas, cenicienta en su castillo nuevo. Solo me hacía falta el príncipe, que no tardaría en llegar.
Cuando volví a casa fue mejor, papá me esperaba en la mesa para almorzar, detallo mis botas –aquellas que había comprado- y alagó mi gusto por la moda cuando le mostré lo que había comprado. aunque le di el crédito a Dorota quién me alentaba a elegir.
CAP LARGOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO.
Cap Dos.
Ordene mis cosas bajé rápidamente a la sala y me topé con mi papá que esperaba subir.
-¡Hey! ¿A dónde vas tan apurada?- preguntó sonriéndome.
-A buscarte.- Sonreí.
-Ya iba a subir mi cielo. ¡No puedo creer que vivirás conmigo!- mi papá estaba increiblemente feliz con mi llegada. Esos años de distancias nos había afectado a ambos. Yo había crecido y el ya no era más aquel hombre que vivía junto a tres personas y que se conformaba con leer el periódico junto a la bañera. Ahora el se veía diferente. Y estoy segura que si mamá lo hubiese visto de la manera en que ahora yo lo estaba viendo habría vuelto a sus brazos.
Papá se sentó en los muebles de cuero blanco y me hizo un lado para que me sentara junto a el. Luego llamo a Dorota quien vino con dos vasos de jugo cítrico para que bebiéramos.
Comencé a recordarle lo mucho que me gustaba nadar y hace cuanto no lo hacía, la conversación vino porque me dijo que teníamos una alberca en la parte trasera, cuestión que me hizo sonreír de oreja a oreja.
Luego que ya habíamos entrado en confianza le pregunté.
-¿Pa’?
El asintió esperando la pregunta.
-¿Esos chicos que estaban allí parados…? –señale el lugar donde los había visto-
¿Quiénes eran y que hacían en nuestra casa?
Cuando dije ‘Nuestra casa’ papá sonrió divertido.
-Tres muchachos…-hizo memoria- ¡ah! Perdona hija es que con tanta gente que se la pasa aquí olvidé de quién me hablabas. Es un grupo con quienes estoy abriendo un trato para unas sesiones de fotografías. Unas para la banda, otras para publicidad de ellos mismos y no sé que otras sesiones querían. Son conocidos de Javier, mi socio. Así que él los trajo acá.
-¿Qué hace Javier?- pregunté como si conociera al tipo.
-No sé, ese loco hace de todo.-sonó como el viejo ‘papá’- Realmente recuerdo que son buenos amigos, Javier es el padrino de el hijo mayor de Paul; El papá de los muchachos. Así que tienen años de amistad.-me miró y sonrió curioso, justo como el acostumbra a hacer las preguntas incómodas.-¿Te gustó alguno? –Acerté.-
-¡No!-chillé- como crees… solo me daba curiosidad porque los ví mirando unos papeles.- me excusé.
Papá se rió y asintió con la cabeza mirándome.
-De todas maneras, si te gusta alguno… podríamos arreglar un encue…
-Olvídalo, papá.- me reí nerviosamente.
Por lo que podían observar papá no era de esos padres estrictos y amargados, celosos que no permitían que su hija mirara ni a un muchachito en la vereda. Al contrario mi papá siempre fue rejadado, sin rollos y muy agradable para contarle a el tus confesiones, al contrario de mamá.
A veces, cuando me pongo a recordar cómo eran casados me pregunto ¿Cómo duraron todo ese tiempo?, hoy en día me parece hasta extraño juntarlos así fuera solo para imaginar.
El día pasó volando, las horas parecían segundos junto a mi padre. Y el domingo se volvió lunes, cuando la Luna le dio paso al Sol para hacer de lo suyo.
Entre las sábanas de seda y las almohadas de pluma desperté. Mis ventanas estaban abiertas, alguien había entrado a la habitación. Miré a mi alrededor pero todo estaba exactamente igual, el dulce sentir de la mañana me hizo suspirar, luego una ráfaga de viento me pegó en el rostro y me desperté cayendo en cuenta que no era un sueño, esa si era mi habitación, si eran mis cosas las que estaban allí dentro del closet.
-Un momento.- dije para mí.
¿Dentro del closet? Alguien había arreglado mis maletas, pués yo solo desempaqué, no acomodé. Me levanté y abrí las puertas del closet un poco más de lo que ya estaban y miré dentro, mis tres ropitas se veían tan insignificante ante tanto closet…
-Tocaron la puerta-
-¿Srta. Hamilton?-
Nunca mi apellido había sonado tan glamuroso.
-¿Diga?
-Es Dorota, la mucama. Quería avisarle que el desayuno la espera en la mesa.
¿El desayuno me esperaba en la mesa? Debía estar bromeando.
Me coloqué mis viejas pantuflas de ‘Minnie mouse’ y bajé rápidamente saltándome una que otra escalera.
-¡Vaya! Parece que mi niña amaneció con mucha energía.- Decía papá metiéndose una gran fresa a la boca.
Le sonreí y le besé la mejilla.
-¡Buen día!- apresuré a sentarme
-¿Qué tal la noche?- preguntó bebiendo naranjada. –maña que compartíamos-
-Te viera mamá hablando con jugo en la garganta y te mata.-bromeé y el rió.-
-Suerte que no me vio.
-¿Todo esto es mío?.- pregunté tontamente. Como si alguien más viviera en la casa o viniera a desayunar.
Papá rió.
-Si.- dijo continuando su hazaña de comer y beber naranjada.
-¿Cómo te acostumbraste a esto después de años desayunando en la panadería de la esquina de tu apartamento?
-Te será muy fácil acostumbrarte. Por cierto, si no te molesta le pedí a Dorota que te llevara de compras esta tarde. Necesitas cosas nuevas.- miró mi vestimenta, como si nunca la hubiese recordado. Eso me hizo sentir mal.
-¿Las recuerdas?- pregunté mostrando mis pantuflas, las había comprado el de remate en una venta de garaje.
-¡Como olvidarlas! Me costaron 1 dólar con 50. Estaban viejísimas.
Reí encogiéndome de hombros, pensé que recordaría como amaba a minnie mouse y lo mucho que quería las pantuflas por el simple hecho de habérmelas regalado él.
-¿Desde cuándo interesa como me vista?
-Desde que trabajo en la alta sociedad y desde que ellos me dan de comer.- bromeó. De nuevo el viejo ‘papá’ a la vista.
Sonreí y comencé a comer. Recordé las veces que mamá me había dicho que debíamos comprar ropa nueva porque papá estaba cambiado, bueno; no papá. Su entorno y no era por él. Era un deber, ya estaba dentro de la alta sociedad y si quería que encajara correctamente. Su hija debía encajar también.
La hija de Charles Hamilton, heredera del imperio Hamilton. ¿Increíble no? Quien habría pensando que un hombre que tomaba fotografías en su garaje pasó a ser dueño de un ‘imperio’. De nuevo mamá tenía razón, había cambiado.
Me puse de pié y subí a ponerme algo para ir con la mucama a comprar la fulana ropa.
-¡Listo!- dije tomando mi bolso para irme.
Papá estaba abajo todavía en pijamas, unas caras pijamas de cuadros. Con un Ipad en su mano derecha leyendo las noticias.
-Antes leías el períodico en vez de una tableta- bromeé
-Vamos, no seas cruel conmigo.-hizo cara de perrito regañado.
-Lo seré cuanto pueda.-volví a bromear.
-¿Lista Srta. Hamilton?
Giré mi rostro y vi a Dorota.
-Lista.- sonreí y caminé junto a ella.
Cuando salí a la vereda mis ojos se volvieron dos inmensos arcos. Una limusina negra nos esperaba afuera, con la puerta abierta y un chofer a su lado.
-¿Ocurre algo Srta. Hamilton?- Preguntó Dorota.
-No… solo, pensé que iríamos en taxi o algo parecido, en bus. No sé.
Dorota sonrió y sus gordetes cachetes se inflaron.
-Usted se ve muy sencilla si me permite comentar.
-Dorota, puedes comentar lo que quieras y puedes también dejar de hablarme de ‘usted’
-Lo primero está bien, lo segundo no es correcto.
Subí al auto y Dorota me miraba con algún tipo de curiosidad, le pregunté de donde venía, donde solía vivir y me di cuenta que era una mujer muy sola. Era extranjera, eso explicaba su rustico acento ruso. Parecía una mujer my dulce y me divertía conversar con ella. Caminamos por las aceras llenas de tiendas reconocidas pero no me atrevía a entrar a ninguna porque tan solo de imaginarme lo costoso que serian esos arapos ya me daba dolor de cabeza.
Estaba mirando la vidriera cuando Dorota recibió una llamada de mi padre, donde le exigía que comprara ropa para mi sin importar lo costoso. Así que cumplimos el deber y en un abrir y cerrar de puertas ya tenía las manos llenas de bolsas.
Todo parecía un cuento de princesas, cenicienta en su castillo nuevo. Solo me hacía falta el príncipe, que no tardaría en llegar.
Cuando volví a casa fue mejor, papá me esperaba en la mesa para almorzar, detallo mis botas –aquellas que había comprado- y alagó mi gusto por la moda cuando le mostré lo que había comprado. aunque le di el crédito a Dorota quién me alentaba a elegir.
MileyWithCandie
Re: "La hija del fotógrafo" - Nick Jonas & Tu.
OMJ Me Encantó... S I G U E L A H
Amo como escribes... ¡¡LO AMO!!
Me encanta.. OHH SEE!! (:
Amo como escribes... ¡¡LO AMO!!
Me encanta.. OHH SEE!! (:
ivashkova.
Re: "La hija del fotógrafo" - Nick Jonas & Tu.
Me encanto el capitulo te juro! Jiji siguela :$
camischuu
Re: "La hija del fotógrafo" - Nick Jonas & Tu.
MEEEEEEE ENCAAAAAANTAAAAAAA!
Si no huebieses puesto el siguiente capitulo, estuviese apunto de morir ahorita, espero que pongaaaaaaaaas mas prontoooo!!
Nueva lectoraa
xx
Si no huebieses puesto el siguiente capitulo, estuviese apunto de morir ahorita, espero que pongaaaaaaaaas mas prontoooo!!
Nueva lectoraa
xx
alebirdy
Re: "La hija del fotógrafo" - Nick Jonas & Tu.
GRACIIIAASSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSS *-* A TODAS
MileyWithCandie
Re: "La hija del fotógrafo" - Nick Jonas & Tu.
CUUUUUUUUUUUUUUUUANDO Subes?? :D
Me voy a Ahorcar... Enserio Esta espera es.... DESESPERANTE
¡Quiero Un Capítulo! Por favor...
Me voy a Ahorcar... Enserio Esta espera es.... DESESPERANTE
¡Quiero Un Capítulo! Por favor...
ivashkova.
Re: "La hija del fotógrafo" - Nick Jonas & Tu.
ME ENCANTO EL CAP!
TAN FRESCO EL PAPA!
JAJA,EL PRINCIPE? HUMMMM
JEJEJEJEJE
SIGUELA!!!!!
TAN FRESCO EL PAPA!
JAJA,EL PRINCIPE? HUMMMM
JEJEJEJEJE
SIGUELA!!!!!
Just Me! Melissa! :)
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