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"La hija del fotógrafo" - Nick Jonas & Tu.
O W N :: Archivos :: Novelas Abandonadas
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Re: "La hija del fotógrafo" - Nick Jonas & Tu.
CLAROOOOO QUE MERECEN CAP.
AQUI LO TIENEN.
CAPITULO OCHO.
El viernes en la tarde decidí andar a caminar, me puse un abrigo y eché a andar. Las calles y los alrededores de mi nuevo hogar asemejaban a una película escrita por Nicholas Sparks, como me encantaba ese ambiente. El frio del invierno parecía apresurarse en llegar, yo no tenía prisa; pues no me agradaba el frio. Guardé mis manos un poco entumecidas dentro de los bolsillos de mi nuevo sweater. Miraba las hojas caer y la brisa helada despeinaba mi cabellera.
Sentí que algo pasó volando a mi lado, me giré un poco exaltada y sentí mi corazón latir rápidamente.
Un chico iba andando en bici a gran velocidad. Lo miré enfocando los ojos intentando observar de quien se trataba. Solo podía ver su espalda, por lo que fue irreconocible la identidad del chico. Luego otro pasó a una velocidad más lenta y paró a mi lado con una sonrisa de oreja a oreja.
-¡Hola!- me dijo sonriente, con sus ojos picaros y cálidos.
-¡Joe!- dije sonriéndole, había días que lo conocía y ya me caía excelentemente bien. Su personalidad era agradable, es genial como a pesar de la fama una persona sigue siendo ella misma.
-¿Qué hacías?- decía sin bajarse de la bici.
-Nada, estaba aburrida y quise caminar. ¿y tu?
-Lo mismo pero en bici.
Al terminar la frase, vi que el chico en bicicleta que me había asustado venía de regreso acercándose a nosotros. Bueno, o se acercaba o me atropellaría. Supuse que era la primera opción.
-Hola…- dijo sin bajarse de la bici.
-Hola, Nick.- dije reconociéndolo a pesar de los lentes deportivos que poseía.
Joe comenzó a hablarme de la universidad, de las actividades que realizaban, las clases, los profesores. Ya me estaba mareando con tanta información.
Nick se quitó los lentes y sentí su mirada atravesarme, lo miré incómoda y el no me quitó la mirada, a pesar de que había notado que me miraba. Joe no lo notó y seguía habla que habla.
-______(Td), esta noche haremos una fiesta en mi casa. Puedes ir si quieres, empieza a las 7.
Le sonreí espontáneamente, me había invitado a una reunión. Sentía que rápidamente me estaban aceptando en ese nuevo lugar.
-¡Claro!-dije contenta- y ¿como hay que ir vestido?
Joe se rió y Nick igualmente esbozó una sonrisa que iluminó su rostro de blanca porcelana. Sus pecas resaltaron y mi estómago dio un vuelco. ¿Qué me estaba pasando?
-Puedes ir como quieras.- dijo Nick.
Al escuchar su voz me sonrojé, me sentí un tanto estúpida y un tanto encantada con su tierna voz.
A Joe lo llamaron por teléfono y se alejó un poco de nosotros, Nick me miraba de esa extraña manera y yo intimidada me despedí.
Al irme apresurada no escuché que me llamaba.
-¡_____(Td)!- decía y yo no volteaba. Hasta que sentí escuchar mi nombre dos veces seguidas.
-¿Si?- dije mirando a Nick quien permanecía con un pie en el pedal y el otro en el cemento de la calle.
-¿Vas a ir?-
-¿A dónde?- dije nerviosa, y creo que él lo notó.
Se sonrió y me contestó.
-A la fiesta.-
Me sentí estúpida.
-Si, iré.- dije girándome y volviendo a caminar rumbo a mi casa.
AQUI LO TIENEN.
CAPITULO OCHO.
El viernes en la tarde decidí andar a caminar, me puse un abrigo y eché a andar. Las calles y los alrededores de mi nuevo hogar asemejaban a una película escrita por Nicholas Sparks, como me encantaba ese ambiente. El frio del invierno parecía apresurarse en llegar, yo no tenía prisa; pues no me agradaba el frio. Guardé mis manos un poco entumecidas dentro de los bolsillos de mi nuevo sweater. Miraba las hojas caer y la brisa helada despeinaba mi cabellera.
Sentí que algo pasó volando a mi lado, me giré un poco exaltada y sentí mi corazón latir rápidamente.
Un chico iba andando en bici a gran velocidad. Lo miré enfocando los ojos intentando observar de quien se trataba. Solo podía ver su espalda, por lo que fue irreconocible la identidad del chico. Luego otro pasó a una velocidad más lenta y paró a mi lado con una sonrisa de oreja a oreja.
-¡Hola!- me dijo sonriente, con sus ojos picaros y cálidos.
-¡Joe!- dije sonriéndole, había días que lo conocía y ya me caía excelentemente bien. Su personalidad era agradable, es genial como a pesar de la fama una persona sigue siendo ella misma.
-¿Qué hacías?- decía sin bajarse de la bici.
-Nada, estaba aburrida y quise caminar. ¿y tu?
-Lo mismo pero en bici.
Al terminar la frase, vi que el chico en bicicleta que me había asustado venía de regreso acercándose a nosotros. Bueno, o se acercaba o me atropellaría. Supuse que era la primera opción.
-Hola…- dijo sin bajarse de la bici.
-Hola, Nick.- dije reconociéndolo a pesar de los lentes deportivos que poseía.
Joe comenzó a hablarme de la universidad, de las actividades que realizaban, las clases, los profesores. Ya me estaba mareando con tanta información.
Nick se quitó los lentes y sentí su mirada atravesarme, lo miré incómoda y el no me quitó la mirada, a pesar de que había notado que me miraba. Joe no lo notó y seguía habla que habla.
-______(Td), esta noche haremos una fiesta en mi casa. Puedes ir si quieres, empieza a las 7.
Le sonreí espontáneamente, me había invitado a una reunión. Sentía que rápidamente me estaban aceptando en ese nuevo lugar.
-¡Claro!-dije contenta- y ¿como hay que ir vestido?
Joe se rió y Nick igualmente esbozó una sonrisa que iluminó su rostro de blanca porcelana. Sus pecas resaltaron y mi estómago dio un vuelco. ¿Qué me estaba pasando?
-Puedes ir como quieras.- dijo Nick.
Al escuchar su voz me sonrojé, me sentí un tanto estúpida y un tanto encantada con su tierna voz.
A Joe lo llamaron por teléfono y se alejó un poco de nosotros, Nick me miraba de esa extraña manera y yo intimidada me despedí.
Al irme apresurada no escuché que me llamaba.
-¡_____(Td)!- decía y yo no volteaba. Hasta que sentí escuchar mi nombre dos veces seguidas.
-¿Si?- dije mirando a Nick quien permanecía con un pie en el pedal y el otro en el cemento de la calle.
-¿Vas a ir?-
-¿A dónde?- dije nerviosa, y creo que él lo notó.
Se sonrió y me contestó.
-A la fiesta.-
Me sentí estúpida.
-Si, iré.- dije girándome y volviendo a caminar rumbo a mi casa.
MileyWithCandie
Re: "La hija del fotógrafo" - Nick Jonas & Tu.
jujuju una fiesta!!! xD
jaaj me encantan tus cps :*
escribes tan bien!
jaja siguela!
jaaj me encantan tus cps :*
escribes tan bien!
jaja siguela!
Rebecca Alvz
Re: "La hija del fotógrafo" - Nick Jonas & Tu.
Gracias *--* por personas como tu es que sigo escribiendo.
MileyWithCandie
Re: "La hija del fotógrafo" - Nick Jonas & Tu.
aww sisis que valla a la fiesta!me encanta:D
Jaeger.
----
Re: "La hija del fotógrafo" - Nick Jonas & Tu.
Genial el capp!
Me encantooo!
Amo tu noveee!
Siguelaaa!
Me encantooo!
Amo tu noveee!
Siguelaaa!
Yuliaa
Re: "La hija del fotógrafo" - Nick Jonas & Tu.
sigueeeeeeeeeeeeee
si la sigues Mandare a Nick a violarte heheheh
por faaa un cap largooo o Maraton si
'?
si la sigues Mandare a Nick a violarte heheheh
por faaa un cap largooo o Maraton si
'?
Ariadna Solange Jonas *-*
Re: "La hija del fotógrafo" - Nick Jonas & Tu.
CAPITULO NUEVE.
Llegué corriendo a mi casa, abrí la puerta principal y entré
volando como el viento a la cocina.
-¡Dorota! ¡Dorota!- exclamé buscando a mi nueva compañera.
Dorota que estaba sacando unas cosas del estante de abajo
asustada por mis gritos, levantó la cabeza y se dio un golpe con el tramo superior.
-¡Ay!- dijo frotándose su cabeza ahora adolorida.
-Necesito que me ayudes a escoger que ponerme.- dije
sonrojada.
Ella me sonrió.
-¿Para ir a la universidad?- preguntó curiosa.
-No, me invitaron a una fiesta esta noche.-
-¿Fiesta? ¿De quien?- preguntó muerta de la curiosidad.
-De los chicos que vinieron en estos días.- dije intentando
evitar decir su nombre.
-¿Los Jonas? Claro, y ¿tu papá que dijo de eso?- sonrió para
sí.
-¿Qué dijo de qué?- pregunté ahora yo confusa.
-De que te invitaron.
-No lo sabe, pero… ¿Habrá problema?-
¿Porqué lo habría? Me
cuestioné en mi interior.
Ella ladeó la cabeza y continuó con sus cosas, dijo que me
ayudaría por lo menos. O eso supongo.
Salí a la piscina buscando a mi papá, para aclarar las dudas
que ahora me hacía. Lo encontré conversando con una mujer de cabello rubio un
poco más arriba de los hombros. Un labial rojo en sus labios y vestida de
negro. Me acerqué a ellos dos, mirando más de cerca a esa hermosa mujer, de
piernas delgadas y bien formadas que se dejaban ver después de la rodilla que
escondía su falda ejecutiva. ¿Quién sería esa?
-¡Hola!- dije sonriente pero con timidez a la mujer que
miraba hacia mi dirección con lentes obscuros de sol.
-Hola…- dijo haciendo de sus labios rojos una curva.
-¡Hija! Ven aca, que te presento a la mujer más fabulosa del
mundo del modelaje.-
Papá lucía encantador, vestía elegante y se había afeitado
la cara. ¿Qué pasaba acá?
-Hola, un placer. Soy Meredith Hale. ¡y tu padre es un genio
con las cámaras!
Sonreí amablemente y le di mi mano. Ella por lo visto, era
modelo.
-Bueno, Charlie me debo ir. Es un placer trabajar contigo.-
dijo dándole la mano y abrazándolo después. Hasta a mi que estaba al lado de
papá me llegó su olor a perfume fuerte y costoso.
Meredith caminó junto a Salvatore y desaparecieron de mi
vista.
-Pa…- dije sentándome donde la modelo estaba sentada.
-Dime mi amor…- dijo sentándose de nuevo. –¿Quieres merendar
algo? Pidamos algo…- levantó la mano y Dorota vino enseguida con su peculiar
caminar.
-¿Señor?- preguntó.
-¿Nos traerías dos té helado y galletas de chocolate por
favor?-
Ella asintió y nos dejó solos nuevamente.
-Mi amor, esta noche iré a la inauguración de un teatro que
queda… -hizo un gesto haciendo memoria- a una hora y media de casa, si a una hora
y media. -¿quisieras venir conmigo?-
-Pá, me gustaría ir. Claro, pero tengo algo que hacer esta
noche.- dije intentando llegarle por debajito.
-¿Esta noche? ¿Qué tienes que hacer?- preguntó en el momento
que Dorota venía con dos bandejas de plata llenas de galleta y bebidas.
Dorota, curiosa fue dejando las cosas en la mesa lentamente
y no me quedó de otra que seguir hablando.
-Los chicos que vinieron la otra vez me dijeron que fuera esta noche a su casa, que harán una
reunión o algo así.
O algo así, era mi manera de decir… ‘fiesta’. Creo que la costumbre de que mi mamá no me
dejara salir a ningún lado era la causante de mi extraña manera de pedir
permiso.
Mi papá agrandó los ojos sonriente y asintió.
-Que bien, que bien. ¿A qué hora?- me preguntó.
-A las 8pm.
-Esta bien. Que Dorota te ayude con el que ponerte.
Dorota que permanecía allí escuchando sonrió alegre y
asintió.
Creo que todos se alegraban de que tan rápido me estuviera
acostumbrando a la nueva vida que poseía.
Le di un gran sorbo a el té helado y subí a mi habitación
con un par de galletas en la mano. Papá no me dijo nada. ¡win!
Llegué corriendo a mi casa, abrí la puerta principal y entré
volando como el viento a la cocina.
-¡Dorota! ¡Dorota!- exclamé buscando a mi nueva compañera.
Dorota que estaba sacando unas cosas del estante de abajo
asustada por mis gritos, levantó la cabeza y se dio un golpe con el tramo superior.
-¡Ay!- dijo frotándose su cabeza ahora adolorida.
-Necesito que me ayudes a escoger que ponerme.- dije
sonrojada.
Ella me sonrió.
-¿Para ir a la universidad?- preguntó curiosa.
-No, me invitaron a una fiesta esta noche.-
-¿Fiesta? ¿De quien?- preguntó muerta de la curiosidad.
-De los chicos que vinieron en estos días.- dije intentando
evitar decir su nombre.
-¿Los Jonas? Claro, y ¿tu papá que dijo de eso?- sonrió para
sí.
-¿Qué dijo de qué?- pregunté ahora yo confusa.
-De que te invitaron.
-No lo sabe, pero… ¿Habrá problema?-
¿Porqué lo habría? Me
cuestioné en mi interior.
Ella ladeó la cabeza y continuó con sus cosas, dijo que me
ayudaría por lo menos. O eso supongo.
Salí a la piscina buscando a mi papá, para aclarar las dudas
que ahora me hacía. Lo encontré conversando con una mujer de cabello rubio un
poco más arriba de los hombros. Un labial rojo en sus labios y vestida de
negro. Me acerqué a ellos dos, mirando más de cerca a esa hermosa mujer, de
piernas delgadas y bien formadas que se dejaban ver después de la rodilla que
escondía su falda ejecutiva. ¿Quién sería esa?
-¡Hola!- dije sonriente pero con timidez a la mujer que
miraba hacia mi dirección con lentes obscuros de sol.
-Hola…- dijo haciendo de sus labios rojos una curva.
-¡Hija! Ven aca, que te presento a la mujer más fabulosa del
mundo del modelaje.-
Papá lucía encantador, vestía elegante y se había afeitado
la cara. ¿Qué pasaba acá?
-Hola, un placer. Soy Meredith Hale. ¡y tu padre es un genio
con las cámaras!
Sonreí amablemente y le di mi mano. Ella por lo visto, era
modelo.
-Bueno, Charlie me debo ir. Es un placer trabajar contigo.-
dijo dándole la mano y abrazándolo después. Hasta a mi que estaba al lado de
papá me llegó su olor a perfume fuerte y costoso.
Meredith caminó junto a Salvatore y desaparecieron de mi
vista.
-Pa…- dije sentándome donde la modelo estaba sentada.
-Dime mi amor…- dijo sentándose de nuevo. –¿Quieres merendar
algo? Pidamos algo…- levantó la mano y Dorota vino enseguida con su peculiar
caminar.
-¿Señor?- preguntó.
-¿Nos traerías dos té helado y galletas de chocolate por
favor?-
Ella asintió y nos dejó solos nuevamente.
-Mi amor, esta noche iré a la inauguración de un teatro que
queda… -hizo un gesto haciendo memoria- a una hora y media de casa, si a una hora
y media. -¿quisieras venir conmigo?-
-Pá, me gustaría ir. Claro, pero tengo algo que hacer esta
noche.- dije intentando llegarle por debajito.
-¿Esta noche? ¿Qué tienes que hacer?- preguntó en el momento
que Dorota venía con dos bandejas de plata llenas de galleta y bebidas.
Dorota, curiosa fue dejando las cosas en la mesa lentamente
y no me quedó de otra que seguir hablando.
-Los chicos que vinieron la otra vez me dijeron que fuera esta noche a su casa, que harán una
reunión o algo así.
O algo así, era mi manera de decir… ‘fiesta’. Creo que la costumbre de que mi mamá no me
dejara salir a ningún lado era la causante de mi extraña manera de pedir
permiso.
Mi papá agrandó los ojos sonriente y asintió.
-Que bien, que bien. ¿A qué hora?- me preguntó.
-A las 8pm.
-Esta bien. Que Dorota te ayude con el que ponerte.
Dorota que permanecía allí escuchando sonrió alegre y
asintió.
Creo que todos se alegraban de que tan rápido me estuviera
acostumbrando a la nueva vida que poseía.
Le di un gran sorbo a el té helado y subí a mi habitación
con un par de galletas en la mano. Papá no me dijo nada. ¡win!
MileyWithCandie
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