"Un Novio Diferente" - Joe y tu Terminada

siguela..............................

siguela..................



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ok ahora subo el cap :D

Capitulo 4


-No –dijo ____________ alzando la voz.

Aquello no estaba bien. Joe le había dicho a su madre que… y… no… no podía quedarse allí.

-____________.

-¡No puede quedarse! –susurró.

-Claro que puede, es mi madre.

-Lo se, no lo digo por eso.

-Lo se.

-Joe, tienes que decirle la verdad –determinó.

-No puedo.

-Si que puedes ¡dísela!

-No.

-Bien, se lo diré yo.

-No, __________ por favor.

-¿Y que piensas hacer?

-Te podrías quedar aquí esa semana.

-¿Estás loco? –exclamó- no se para que pregunto… si se que lo estás. No me voy a quedar.

-¿Tienes un plan mejor?

-Decirle la verdad.

-No.

-Pues no se… montaré una escena y romperé contigo, ni idea, algo se me ocurrirá. Pero no puedes seguir con esto.

-Ni que tuviera una enfermedad.

-Me estás pegando la locura. Tu locura es una enfermedad.

-Algo de locura es buena.

-Pero tú estás chalado.

Él enarcó una ceja y sonrió divertido. La cafetera sonó y sirvieron el café. ___________ se movió nerviosa por la cocina.

Salieron los dos, y llevaron el café al salón.
____________ miró a su supuesta suegra, sonriente y feliz.

Desde luego aquello era una locura, tenía que terminarse ya, ella no podía continuar con aquella falsa, ni siquiera debería de haber entrado en el juego.

Era gracioso; la abordan en la calle, le sale un novio postizo, una suegra, y un gran lío. Cualquiera no se lo creería. De hecho, ella empezaba a dudar de su cordura.

¿No estaría soñando?

-Ay –se quejó. Se había dado un pellizco.

-¿Estás bien? –preguntó Mercedes, mientras Joe la miraba.

-Si, si. No te preocupes.

-¿Te dijo Joe ya lo de mi estancia aquí?

-Si… -murmuró de mala gana.

-Espero que no te moleste… me puedo ir a un hotel.

-Oh, no, claro que no me molesta –contestó con energía- ¿Cómo se va a ir a un hotel? Esta es su casa…

Nunca mejor dicho.

-Realmente no me gusta quedarme sola en casa cuando Hector no está. Desde que atracaron en la casa de enfrente…

-Mamá, no molestas –intervino Joe- para algo tengo un cuarto para invitados. Otras veces te has quedado.

-Si hijo, pero no había una chica en tu casa. Ahora cuenta su opinión.

___________ suspiró.

-De verdad que no me molesta, Mercedes. Para nada.

-¡Que bien! Podremos ir de compras y todo…

____________ sonrió con tristeza.

-Verás –comenzó, escuchó a Joe suspirar. ¿Qué decirle?

-¿Qué pasa, hija? –preguntó. La mano de Joe se posó en su rodilla, ella lo miró, después miró la sonrisa del rostro de Mercedes- De verdad estoy encantada de que estés con mi hijo, no creo que encuentre nadie mejor.

Soltó la bomba. Bien, ¿y ahora que hacía? ¿Qué se suponía que debía hacer?

-Eh…

-¿Estás bien? –preguntó Mercedes

-Si, si… no pasa nada.

La mano de Joe le acarició la pierna.

-Uh, que tarde es –dijo Mercedes mirando el reloj- será mejor que me vaya yendo, sobre todo si quiero preparar la maleta para venirme.

-Te llevamos a casa, mamá –intervino Joe.

-No te preocupes, hijo, cojo un taxi.

-Nada de eso. Te acercamos.

-Como digas… si insistes. No me gusta ser una molestia –se quejó.

-No eres ninguna molestia –dijo ___________- no nos importa nada llevarte.

¿Por qué de repente parecía que no interpretaba ningún papel y que aquello era real? Joe cogió las llaves del coche, y salieron de la casa. Poco después, Joe detenía el coche, y su madre salió de él.

-Hasta mañana –se despidió, dando besos.

-Adiós mamá.

-Adiós Mercedes.

-Mañana os veo.

La madre de Joe se fue y dejó la puerta abierta.

-Venga __________.

-¿Qué?

-Vente hacía delante.

-Yo…

-Vamos.

No vaciló, salió del coche, y se sentó en el asiento del copiloto, se sentía extraña, aquello no era su mundo.

-Joe…

-No te preocupes, ___________, le diré algo a mi madre mañana… no pasa nada.

-De hecho… había pensado en ayudarte.

El coche dio un frenazo.

-¿Enserio? –preguntó entusiasmado.

-Solo por tu madre.

-Si, si…

De pronto la abrazó y le dio un sonoro beso en los labios.

-¿Otro gracias? –preguntó aturdida.

-Otro gracias –repitió. Condujo un rato en silencio- ____________…

-¿Mmm?

-Tendrás que trasladar tus cosas a mi casa.

Ella hizo una mueca.

-Lo sé.

-Mi madre llega mañana al medio día.

-Iré por la mañana.

-¿Y si te quedas esta noche ya? Podemos recoger tus cosas ahora…

-No se…

-Es lo mejor, así te vas adaptando.

-¡Dios mío! –se quejó- de verdad, esto me pasa por salir a buscar trabajo.

Él sonrió.

-¿Entonces?

____________ le dio su dirección, y al cabo de un rato detuvieron el coche frente al bloque de pisos. Una hora más tarde, ____________ metía una enorme maleta en el coche de Joe.

-No se porque te estoy ayudando.

-Porque eres una buena ciudadana.

-¡Una ejemplar! –lo corrigió.

-Una ejemplar.

Veinte minutos más tardes, entraban en la casa de Joe, y de pronto, todo se le quedó pequeño a __________.

¿En que se había metido?

-Mañana voy a buscar trabajo ¿Dónde vas? –preguntó al ver que Joe caminaba.

-A nuestro cuarto.

-¿Qué?

-Llevo tus cosas a nuestro cuarto –repitió.

Y entonces _____________, fue consciente de que aquel lío, era más grande de lo que pensaba.

Waaaaaaaaa!!
Van a vivir juntos, van a vivir juntos!! qe genial!!
Osea, ya se qe es solo por una semana pero aaaggg yo muero!! xdd
necesito mas! Te juero qe me encanta la noveee!!.,... es super genial!! *-*
De verdad no penso qe si vivia con él tendrian qe dormir juntos? Eso fue lo primero qe pense yo hahaha :¬w¬:
Ya, PLEASE SIGUELAAA!! o voy a morir, de verdad!! :]
SIGUELAAAAAA!!

Santo niño de atochaa esto si que
es Una soga a la campanilla D: Pero que lindo no
:twisted: jajajaja Sigueeelaaa :lol!:

Siguelaaaa Pleasee!! xdd

ayy geniall
jaja me encntaa
siguela porfas

waoo......
ahora la rayis y joe van a vivir juntos....... :roll:


SIGUELA..







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:lol!:

Capitulo 5

Incómoda ___________ volvió a girar sobre la cama y miró el reloj de la mesita; las dos de la mañana.

-Oh Dios –se quejó.

No conseguía conciliar el sueño. Pensaba en Joe… quien estaba en la habitación que en unas horas compartiría con él.

-¿Qué pasa? –había preguntado él hacía unas pocas horas.

-Que tengo que dormir contigo, eso pasa –se había quejado ella. Y él había hecho una mueca.

-Siento no tener dos camas en mi cuarto –se burló.

-Ja, ja, ja. Muy gracioso.

-Puedes dormir hoy en la de invitados…

-¡Gracias! –exclamó sarcástica.

-Pero deberías ir acostumbrándote a dormir conmigo.

-Prefiero acostumbrarme a partir de mañana. Hoy no.

Joe la había ignorado, y se había metido a duchar. Y ella había aprovechado para acomodar su ropa junto a la de Joe, como él le había dicho.

Era gracioso. Aquella situación era completamente absurda e irreal. Había cogido su pijama, que consistía en un minúsculo conjunto de pantaloncitos y camiseta, y se había encerrado en el cuarto de invitados. No lo había vuelto a ver. Y ahora se sentía de lo más extraña.

Joe suspiró y clavó la vista en el techo. Si alguien le hubiera dicho dos semanas atrás, que iba a coger a una desconocida de en medio de la calle para hacerla pasar por su novia, se hubiera reído.

Ahora no le hacía tanta gracia.

Sinceramente no sabía que tenía aquella chica y porque insistía tanto para que lo ayudase. Su cara de ángel lo había cautivado, su carácter divertido, en realidad toda ella. Por no hablar de lo dulces que eran sus labios y lo a gusto que se sentía junto a ella.

Desde luego cualquiera diría que tenía ante si a «La novia perfecta»

Una sonrisa apareció en su rostro, desde luego no había elegido nada mal. En cualquiera otra ocasión habría intentado coquetear con ella… pero todo era extraño.

Miró hacía el lado e imaginó el cuerpo de su «novia» a su lado… el solo imaginársela hacía que el corazón le palpitara justamente entre las piernas. Normalmente la perspectiva de alguien durmiendo junto a él, lo echaba para atrás. A él le gustaba tener una amiga ocasional, no una permanente. Ya había descubierto que las relaciones duraderas no eran para él. Y lo había intentado; dos veces.

Las dos habían sido un total fracaso.

No quería volver a intentarlo, estaba demasiado a gusto soltero.

Nada de compromisos…

Entonces ¿Por qué estaba deseando de abrazar el cuerpo de ___________ en mitad de la noche?

Recordó la cara de ella al decirle «nuestra habitación» parecía como si la hubieran abofeteado. Una mueca de disgusto se había alojado en su rostro, tenía que compartir su cama con una mujer a la que no le hacía mucha gracia dormir con él, algo irónico.

Ella misma había decidido aceptar.

Nadie la había obligado, aunque… si se hubiera negado, probablemente él habría insistido.

Retiró las mantas de su cuerpo y se puso las zapatillas. Quería un vaso de agua.

La luz de la cocina estaba encendida.

-Hola –susurró. Ella dio un salto.

-Dios, que susto.

-Lo siento.

-Quería un vaso de agua.

-¿No te apetece mejor una taza de chocolate caliente? –preguntó.

-Oh, si, gracias.

Joe clavó la vista en ella, a pesar de que la cocina estaba en penumbras pudo ver la «poca» ropa que llevaba… si es que llevaba, él no veía más que unos pantaloncitos tan chicos que apenas le tapaban el trasero, y una camiseta que le dejaba a descubierto el ombligo.

-Hace fresco –dijo ella.

-Yo tengo calor –replicó él- ¿Galletas? –preguntó dándole un paquete.

-Gracias –contestó al cogerlas.

Al cabo de un rato, Joe le entregó a _________ una taza de chocolate caliente, en silencio ambos permanecieron en la cocina, concentrados en beberse el contenido de sus tazas.

-Bueno –susurró ___________ poniéndose de pie- creo que será mejor que me vaya a dormir.

Depositó el vaso en el fregadero y comenzó a caminar, pero la mano de Joe que se cerró sobre su brazo la detuvo.

-____________.

Se miraron a los ojos.

-¿Si, Joe?

-Gracias…

-¿Qué, por qué?

-Por ayudarme, esto no lo haría cualquiera…

-No te preocupes, me lo tomo como una nueva experiencia, es bueno arriesgarse.

-Eso parece.

Desde luego, si no se hubiera arriesgado, no estaría ahí, en ese momento con ___________.

-Eh… tengo que irme, mañana madrugo…

Sus palabras fueron un susurro y Joe miró su boca mientras articulaba, el movimiento de sus labios lo hipnotizó.

Poco a poco se fue inclinando sobre ella, sus labios rozaron los de ___________, un suspiro escapó de su garganta, y él lo atrapó en un beso. Su lengua juguetona se adentró entre los suaves labios de la chica. Poco a poco el beso fue intensificándose, sus respiraciones se agitaron y resonaban contra las paredes.

-Esto no está bien… -murmuró ella, mientras él la presionaba contra la pared, y le mordisqueaba el cuello- creo que debemos parar –susurró.

-Párame tú, yo no se…

-Ah –gimió, cuando las duras manos de él se adentraron bajo su camiseta y abarcaron sus pechos- Joe…

-Detenme.

Dios. Estaba perdida.

Su espalda choco contra la pared, sus piernas ligeramente abiertas acogían a Joe, mientras su potente erección quemaba su vientre, con nerviosismo comenzó a arrancarle la ropa que desapareció con rapidez. En pocos segundos quedaron ellos dos; dos cuerpos desnudos que suplicaban atención.

El ambiente estaba caldeado.

Sus pieles ardían. __________ acarició la espalda desnuda de Joe mientras este se inclinaba y capturaba uno de sus erectos pezones entre los labios, un gemido ahogado escapó de su garganta. Se le escapaba el aliento, le costaba respirar, la mano de Joe acarició su vientre hacía abajo hasta alcanzar sus rizos, separó sus labios vaginales y la acarició, un gritito desesperado escapó de entre los labios de ___________.

Que alguien la salvara.

-___________ –murmuró mientras pellizcaba su trasero.

Él la alzó y la apoyó contra la fría pared de la cocina, hizo que le rodeada la cintura con las piernas, y la besó en momento que entró en ella.

Su grito de placer quedó ahogado, pasando a ser un suave gemido. Él la besó con fiereza, y ella le devolvió el beso con la misma agresividad, mientras le acariciaba la espalda de arriba hacía abajo.

La penetraba una y otra vez, cada vez con más fuerza, más profundamente. Los jadeos resonaban, él se inclinó y le besó el cuello, le mordisqueó el hombro. Alzó la cabeza, y la vio luchando por mantenerse, sus ojos cerrados, sus mejillas sonrosadas, sus labios entre abiertos.

-Oh, dios, dios Joe sigue… oh, oh… dios…

La besó, penetrándola con la lengua a la vez que la embestía. El cuerpo de __________ se sacudió en espasmos, su sexo se contrajo, él se tensó. La embistió una y otra vez, sus gritos, sus voces se mezclaron.

-Dios, Joe, Joe… –jadeó ella, y él se enterró en ella con fuerza, una vez más antes de que __________ alcanzara el clímax, gritando.

Él la besó y se concentró en su propia liberación, una, dos, tres veces la embistió profundamente, un gruñido agudo escapó de su garganta mientras el orgasmo lo arrasaba.

____________ descansaba sobre su hombro, y ambos se miraron a los ojos a la vez.

Confusión, incertidumbre.

Oh, no.

Ahora si todo se había complicado mucho más.

¿Qué se supone que debían hacer ahora?

Los labios de Joe, rozaron nuevamente los suyos…

:D

ohhhh.......... :affraid: :affraid: :affraid: ::affraid:

lo q paso entre la rayis i joe....... :roll:

:bounce: :bounce: :bounce: :bounce: :bounce: :bounce: :bounce: :bounce:

me enknta tu nove enserio...... :D

eres una increible escritora.... :lol!:





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aaaaaaaaaaaaaaa
oH por Diossss
como queee!!!
aaaaaaaaaaaaaaa
que problemaa
jajajajaja
me encantaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa
sigue

:affraid: Pero Dios Santoo qe cosas
ehhh hahaahahah ni un momentoo puedenn
Qedarse solos por que ya hacen sus cosaas hahaha
Sigueeee :sad:

quede en shock total! de la nada paso esto amo tu novelaa !
sigueeeela :(