Pretty little liars. {audiciones a.

Capitulo 001. [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]

¡Mierda! Estoy perdida, horas y horas caminando dentro de este bosque para nada. Siento como si estuviera dando vueltas. Mi cabello era una masa enmarañada, mis ojos estaban rojos e hinchados, el rímel corría por mis mejillas mientras seguía llorando y por último mi ropa estaba rasgada por todos sitios de milagro me tapaba lo suficiente por si apareciera alguien. Moriría de una pulmonía pronto si no salía de aquí. No veía nada más allá de árboles, se había comenzado a levantar niebla, mis piel descalzos estaban helados debido a la masa de nieve debajo de ellos y a la gran lluvia que seguía cayendo. Con cada paso que daba mis piernas se hundían en la nieve, me dolían los pies de estar tanto tiempo caminando. No podía más, me deje caer en la nieve y apoye mi espalda en el tronco de un árbol. Encogí mis piernas y escondí mi cabeza entre mis rodillas intentando darme calor. Sentí una presencia y observada, mi piel se erizó pero cuando levante la cabeza para ver si había alguien allí no había nadie. Escuche pasos entre muchos ruidos del bosque, no lo dude ni un segundo y comencé a correr. Todos mis esfuerzos eran en vano porque cada vez sentía más cerca los pasos que ahora corrían detrás de mi. Sentí como me cogían del brazo y me giraban bruscamente, tenía miedo pero no lo mostraría. Intenté regular mi respiración y al cabo de unos minutos en silencio mi respiración volvió a ser la misma.
-Podrías soltarme- Pedí.
-Promete que no correrás, no te servirá de nada, ven conmigo y estaremos seguros.- Decidí hacerle caso y cuando me soltó el brazo comenzó a caminar. Después de minutos caminando por quien sabe donde lleguemos a una pequeña cabaña.
Entramos y la cabaña estaba decorada sutilmente, un pequeño sillón de piel por lo que se veía a simple vista, una mesita de cristal en medio de la sala y encima de esta un cenicero y una cerveza. Una pequeña chimenea y encima la tele. Se podía ver la cocina desde lo que parecía ser el salón ya que estaban unidos, también se podían ver dos puertas más.
-Siéntate- Ordenó, y eso hice.
El sillón era cómodo pero aun así no quitaba lo nerviosa que estaba por estar con un absoluto desconocido y en su casa. Él entro en una de las puertas y cuando volvió trajo con él una camisa y unos bóxer.
-Toma- Lo miré sin entender, señaló una puerta-Ese es el baño, cámbiate estarás más cómoda y no cojeras una pulmonía.
-Gracias- Susurre y me dirigí a la puerta que el había señalado. Me cambie y con un peine que había allí me arreglé el cabello.
Cuando salí, el extraño chico estaba viendo la tele y bebiendo una cerveza. Comencé a toser cuando prendió un cigarro, ya que no estaba acostumbrada.
-Lo siento- Apagó el cigarro en el cenicero y yo me acerque para sentarme en el sillón-Cuando haya pasado la tormenta podrás volver a casa.
-No quiero volver a casa-Susurre muy bajito pero sabía que el lo había oído.
Me acordé de porque me encontraba ahí, la culpa de todo la tenían ellos. No pensaba casarme con el hijo del socio de mi padre, solo piensa en si mismo y en que es lo mejor para su negocio sin tener en cuenta la opinión de los demás. Mi padre si que era un autentico monstro aunque lo quisiera no podía negar ese hecho. Era como una maquina sin sentimientos.
-Oh-
-Me llamó Bárbara Smith- Sonreí insegura mirando a la tele.
-Soy Zayn, Zayn Malik.- Y por primera vez me detení a observarlo. traía una camiseta ceñida a su cuerpo que marcaba sus músculos, unos pantalones caídos. Su cabello era negro, sus ojos marrones y profundos, su piel morena y por último sus labios delgados y rojizos. Realmente era un dios griego.