Enemigos Extraños [Logan Lerman]

Summer estaba sentada en la cama, con las luces apagadas—de todos modos no las iba a poder prender ya que la conexión eléctrica se había ido—, y con sus brazos rodeando ambas piernas. Miraba por la ventana de forma triste y dejaba caer una que otra ocasional lágrima. No había podido dormir ni en lo más mínimo, y sabía que Logan tampoco porque escuchó ruidos hacia su habitación cuando fue al baño.
Miró su celular, para revisar el último mensaje que había recibido de William de nuevo.
“Te amo, Summer. Ojalá estés pasándola bien. Acá todo está increíble y no puedo esperar a que vengas a mirar todo”
Arrojó su celular al otro lado de la cama y enojada se levantó. Nada de esto hubiera pasado si ella no le decía a Logan lo que sentía cuando tenía 18. Si sabía que arruinaría su vida, jamás lo hubiera hecho. Caminó de un lado al otro en su habitación y luego salió de allí para bajar a tomar algo como forma de entretenerse a las 4 a.m.
Apenas abrió la puerta vio a Logan saliendo de su habitación al mismo tiempo. Tenía su cabello desordenado y una cara cansada, lo cual era lo máximo que podía ver debido a la ausencia de luz. Tragó saliva y tratando de pretender que la presencia de él no la afectaba en absoluto, siguió su camino.
Logan quitó la botella de agua de la heladera y un vaso. Summer, quien esperaba que el también sacara un vaso para ella, avanzó un poco irritada y también quito un vaso para ella. Logan ya estaba guardando la botella en la heladera para el momento en que ella se acercó con el vaso. Detuvo la puerta de la heladera de cerrarse, y miró a Logan con ojos fulminadores. Logan mantenía su cabeza baja, ignorándola y se retiró. Mientras caminaba para irse a la escalera, Summer guardó la botella y dijo:
— No es necesario que me hagas la ley del hielo.
Logan se dio la vuelta y le regaló una media sonrisa.
— Es parte de no hablar contigo.
Summer asintió resignada, y Logan borró esa sonrisa de su rostro. Tomó un sorbo de su vaso antes de mirarla una vez más e irse arriba.
Se sentó en la mesada y mantuvo su cabeza agachada, pero lo suficientemente arriba para tener contacto visual con la ventana de la cocina y poder visualizar el exterior. La tormenta era tan fuerte que volaban hojas y ramas por todos lados.
Sentía un vacío en su interior tan fuerte que era inexplicable. Ahora era más que evidente para ella que amaba a Logan con todas sus fuerzas y que en verdad, como decía Logan, se estaba por casar con el hombre equivocado. ¿Cómo podía ser que había dejado que esto llegara tan lejos?
— Summer—dijo una voz y ella volteó. Con sus ojos acuosos llegó a ver a Logan en la punta de la escalera—. No puedo dormir y no puedo fingir que puedo no hablarte por mucho más tiempo. Lo sé—dijo riéndose de sí mismo—. Fue mucho tiempo lo que soporte ¿no?—replicó sarcásticamente.
Ella dejó ir de sus ojos unas dos lágrimas y apretó sus labios mientras lo miraba. El se acercó lentamente y se sentó en la mesada que estaba en frente de la que estaba sentada Summer.