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Divergente. {Novela Colectiva}

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Mensaje por beige Lun 17 Mar 2014, 12:39 pm

May es la única que se da cuenta de la ausencia...  :lloro: 

JAJAJAJJAJAJ nah es broma pasaos por el muro. xx
beige
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Divergente. {Novela Colectiva} - Página 3 Empty Re: Divergente. {Novela Colectiva}

Mensaje por Wicked Lun 24 Mar 2014, 3:52 pm

LAMENTO LOS INCONVENIENTES Y LA TARDANZA, PERO LO MÁS POSIBLE ES QUE SUBA CAPITULO HOY EN LA NOCHE O MAÑANA EN LA TARDE, NO EN LA MAÑANA PORQUE TENGO CLASES Y TODO ESO PEOR DE HAÍ NO PASO...
Wicked
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Divergente. {Novela Colectiva} - Página 3 Empty Capitulo 5

Mensaje por Wicked Jue 27 Mar 2014, 2:26 pm



Capítulo 05
Elizabeth Grey  .


 


Leía una y otra vez los ejercicios, antes de comenzar a resolverlos.
Movía mi lápiz con rapidez, mientras escribía las ecuaciones y los resultados en  toda la longitud de la hoja. 
Ejercicios matemáticos, pan comido para un cerebro de erudición. Terminé de resolver todos ejercicios que tenía de tarea, y cerré de golpe el libro; me quité los lentes y me miré en el espejo de cuerpo entero que estaba frente a mí. Me veía horrible- más de lo normal- tenía grandes bolsas debajo de los ojos, mi piel tenía un asqueroso tono pálido- más pálido de lo normal-, y me veía realmente escuálida- más escuálida de lo normal-.
Mañana eran las pruebas de aptitud y estaba realmente nerviosa; sería el día más decisivo en vida, de hecho, sería el día que decidirá mi vida. Toda mi vida.
Escuché el grito de mamá en el piso de abajo llamándonos a mis hermanos y a mí para cenar; dejé de mirar mi rostro y me aseguré de estar presentable, mi madre enloquecería si hay un solo cabello mal en mí; luego de asegurarme de que todo estuviera en orden bajé las escalera y fui hasta la mesa de comedor, donde estaban mi madre, mis dos hermanos gemelos pequeños, y mi hermano mayor, listos para cenar; pero mi hermano tenía el ceño fruncido
—Hasta que al fin te dignas a bajar— bramó mi hermano. — No sé porque demoras tanto en bajar— me dedico una mueca de asco—, tampoco es que te arregles demasiado.
Miré a mi madre en busca de apoyo, para que le dijera que se callara, que no me insultara más, que me defendiera, tal como una madre debía cuidar de su hija; pero no, no hiso ni el más mínimo esfuerzo por ayudarme, en vez de eso se hizo oídos sordos, como si mi hermano nunca hubiera dicho nada; siempre era lo mismo, mis hermanos me insultaban y me molestaban, todo delante de ella, pero ella actuaba como si nada me pasara, ella nunca hacía nada por mí. Aparté mi vista de ella. Mi mirada se nubló por las lágrimas que comenzaron a acumularse bajo mis parpados; me mordí el labio para evitar que un sollozo saliera de ellos; me negaba a llorar delante de ellos; no podía dejar que Charles supiera que sus palabras me hacían sentir miserable; inhale profundamente y mantuve el aire dentro de mí unos segundos antes de soltarlo para calmarme, cerré los ojos y repetí la acción un par de veces más; cuando estaba segura que no iba a echarme a llorar allí mismo abrí los ojos, Charles me miraba con una sonrisa en sus labios.
— ¿Estás bien?- sus ojos brillaron con maldad-, te vez muy palida- me miró con el asco disimulado por una exagerada-falsa- preocupación— pareciera que vas a desmayarte en cualquier momento,­­— puso de lado su cabeza e hizo una falsa y exagerada mueca de condescendencia que fue reemplazada por una sonrisa malvada— o a echarte a llorar.
Me mordí el labio y aparté la vista para que no viera mis ojos brillar por las lágrimas; suspiré varias veces hasta conseguir que mi respiración se normalizara, cuando estuve segura que no haría ninguna de las dos cosas que dijo Charles lo miré, me preparé mentalmente durante unos segundos para encararlo; cuando me decidí a responderle algo se escuchó el ruido de un par de tacones bajando por las escaleras, instintivamente todos los presentes en la sala nos giramos hacia la procedencia del ruido.
Mi hermana Charlotte bajaba por las escaleras, con su hermoso y curviliento cuerpo enfundado en un ajustado vestido azul que le llegaba a la mitad del muslo. Tenía un cabello negro largo que le llenaba la espalda de hermosos tirabuzones oscuros, unos grandes ojos verdes ocultos bajo unas largas y espesas pestañas, con delicados pómulos altos y carnoso y rosados labios; ella era exactamente igual que Charles. Y todo lo contrario a mí. Ella era guapa, alta, y muy segura de sí misma; y yo era insegura, bajita, y con un rostro bastante simple. Charlotte no me trataba como me trata Charles. Ella me trata mucho peor.
Cuando por fin bajó todas las escaleras, no sabía si era mi imaginación pero me pareció verla bajar en cámara lenta, nos miró a Charles y a mí, nos dedicó una sonrisa y una mueca de repulsión respectivamente.
— ¿Por qué no han empezado a cenar? — Preguntó Charlotte con su bello rostro deformado por el ceño fruncido que demostraba confusión.
— Te estábamos esperando, linda — dijo mi madre con una gran sonrisa 
Típico, yo me retrasaba durante cinco segundos y Charles me hacía sentir como un gusano; y Charlotte se podría tardar cinco horas, pero a ella nunca le dirían nada. Ella era la hija y hermana perfecta, mientras que yo era algo muy parecido a un paracito.
—Muy bien, —dijo Charlotte con una sonrisa perfecta-como todo en ella— ya podemos empezar
— ¡Sí! — Gritó mi hermanito Tyler— me  muero de hambre— se froto el estómago con un movimiento circular
— ¡YO TAMBIÉN! — lo imitó su clon exacto, Taylor.
— ¿No vamos a esperar a papá? — dije en una pregunta casi inaudible 
Mi madre ignoró mi pregunta, el par de rubios de ojos azules que eran mis hermanitos siguieron quejándose de hambre, y mis hermanos me dedicaron una mueca de fastidio, estaba segura que ni siquiera habían escuchado mi pregunta, y lo que los molestaba era el simple hecho de que yo tenía que respirar el mismo aire que ellos 
Escuché la puerta de la calle abrir y cerrarse, y luego la voz de la única persona en este a mundo a la que le importo, gritó
— ¡BUENAS NOCHES, FAMILIA!— su vos era tan cálida que solo escucharla me recordó que no estaba completamente  sola en este nido de arpías.
Mi padre entro en la sala, vistiendo un impecable traje azul oscuro, casi negro.
Él era realmente atractivo, era bastante alto-1.90-, era de contextura delgada, aunque era bastante musculoso, definitivamente Charles había heredado lo atractivo de mi padre, su cabello era del mismo tono negro, ambos tenían una mandíbula cuadrada y fuerte, y ambos tenían los grandes ojos verdes.
Mientras mis hermanitos habían salido exactamente como mi madre, con cabello rubio y grandes ojos azules.
Yo, en cambio, era una mezcla de ambos, con el cabello rubio de mi madre, y los enormes ojos verdes de mi padre.
 
—Buenas noches— murmuran todos los presentes en la mesa desganados, todos menos yo 
— ¡HOLA, PAPÁ! ­— grité con un tono un poco demasiado entusiasmado y  fui hacia él casi dando saltitos
—Hey, pequeña— me dijo revolviéndome el cabello, usualmente abrazaba a mi papá siempre que lo veía, pero nunca delante a mi familia; los únicos que se abrazaban al saludarse eran los Concordia, y mi madre explotaría si se entera que mi padre y yo nos comportamos un par de Cordialidad a sus espaldas.
— ¿ya podemos empezar a comer? — Preguntó Charlotte con una mueca de fastidio— me muero de hambre.
Y así, como cada vez que Charlotte dice algo, le hicimos caso y durante el resto de la noche, a excepción del ruido de los cubiertos chocando contra los platos, la cena trascurrió en silencio.
… 
Caminaba por los pasillos de la escuela con la mirada clavada en el piso, traía un Jersey tan grande, que podría haber sido de Charles o mi padre, unas gafas enormes azules y el cabello recogido en un moño cualquiera sobre mi cabeza, en el que tenía uno o dos lápices, era obvio que mi madre no me había visto esta mañana, de lo contraría nunca me habría dejado salir así.
Hoy eran las pruebas, y no entendía porque tantos nervios, mis hermanos ya las habían hecho y seguían aquí, claro que ellos eran el esquema de perfectos eruditos, eran hábiles, astutos,  siempre estaban pensando.
Yo pensaba tan rápido que al final me terminaba doliendo la cabeza; me encantaba leer, y saber más y más, mis ansias de conocimiento eran insaciables, pero había algo en mí que me decía que no tenía que saciarlas, que tenía que hacer cosas ilógicas y estúpidas, y eso me perturbaba.
Un montón de chicos de Concordia pasaron junto a  mí riendo, lo cual me regresó a la realidad.
A lo lejos escuché el pitido del tren, y me acerqué a la ventana revisando mi reloj; 7:25. Justo a tiempo.
Miré como varios hombres y mujeres vestidos de negro-solo negro- saltaban del tren en movimiento; algunos rodaban por el pasto, y otros caían de pie y se estabilizaban 
Vi como la brisa que provocaba el tren levantó la falda larga de una chica de Cordialidad pelirroja, como movía las ropas y los cabellos de todos los que estaban a su paso
Yo siempre había querido subir al tren. Yo había viajado en el autobús, en el auto de mis padres, e incluso en la lujosa limusina de mi tía; pero nunca en tren, porque el tren no espera a nadie, y solo los Intrepidez podían usarlo.
De nuevo, un ruido me sacó de mis pensamientos, el timbre sonó indicando el final de las clases.
Hace un par de años, cuando tenía 14, Charles solía llevaros en el auto de papá a casa, a Charlotte, y a  mí- a regañadientes-, pero ahora que se habían graduado yo debía tomar el autobús, o ir caminando cuando perdía el autobús; más o menos como me pasó ahora.
Resople y tosí cuando inhale el polvo que levando el viejo autobús.
Genial. Simplemente genial. Ahora tendría que ir caminando. Caminar no era un problema para mí, me gustaba caminar, me ayudaba a despejar la mente y a no pensar tanto, el verdadero problema es que para llegar a casa, bebía atravesar la ciudad, y con ella el territorio de los Sin Facción.
Los Sin Facción me asustaban, realmente me daban miedo; miraba con horror puro las condiciones en las que vivían; había una mujer, no mucho mayor que yo-tal vez tenía unos 18 años- tenía a un pequeño bebé de unos pocos meses apretujado contra su pecho, el bebé casi parecía una de esas muñecas que papá solía comprarme cuando era pequeña, recuerdo que Charles solía agarrarme o sentarse sobre mí y obligarme a ver como Charlotte les arrancaba la cabeza o los brazos, o simplemente las fundían en la llama de la estufa, cuando le contaba a mamá lo que hacían mis hermanos, ella no me creía a mí, y les creía a ellos cuando le decían que eran excusas mías para llamar su atención y meter a mis hermanos en problemas.
El brutal grito que soltó la chica al ver que me quedaba mirándolos a ella y a su extraño bebé  casi hace que me dé un ataque al corazón e hizo de mis libros cayeran al piso del susto
— Es mío…­­— siseó la chica, casi como una serpiente— es mi bebé— lo apretó con tanta fuerza contra su pecho, que me sorprendió que el bebé no llorara o se quejara del dolor. Tal vez sí era una muñeca— no te me acerques, ¡BRUJA! — me gritó tan fuerte que a pesar de la distancia de unos metros entre nosotras me causo un fuerte dolor en el tímpano
La chica dejó caer al extraño bebé-muñeca al piso mientras se abalanzaba sobre mí.
No tuve tiempo para reaccionar y esquivar a la chica-ahora-loca, que se abalanzaba sobre mí, cuando una mano me jaló fuera del alcance de mi “atacante
Un chico rubio me puso justo detrás de él, interponiéndose así entre ella y yo.
—Wooh— puso sus manos frente a él en ademán de hacerla retroceder y de poner un poco de espacio entre nosotros y ella— cálmate, Sarah— no sabía ni quién era este chico, ni por qué me estaba ayudando, pero realmente estaba agradecida con él. 
La chica “Sarah” no pareció haber escuchado al chico, porque dio paso a delante como si fuera a abalanzarse de nuevo sobre mí, sin importar al chico-rubio-sin-nombre, que me había rescatado de esta chica loca.
— ¿dónde está tu bebé, Sarah? — preguntó el chico ladeando la cabeza; me recordaba un poco a Charles cuando me hacía preguntas incomodas o capciosas, solo con el simple hecho de hacerme sentir mal— no lo dejastes ¿o sí? — dijo con un tono horrorizado, como si el hecho que Sarah hubiera tirado a esa tétrica muñeca que ella llamaba bebé. Al parecer para Sarah sí lo era, porque en seguida se olvidó del chico rubio y de mí, y soltó un horrendo chillido horrorizado y corrió a levantar a la tétrica muñeca y la estrujo contra su pecho fuerza y empezó a murmurar cosas inentendibles para mí, rápidamente desapareció entre las sombras de un callejón oscuro, junto con su espeluznante muñeca.
El chico-rubio-sin-nombre se giró a verme.
Él tenía unos cálidos ojos cafés, y me dedico una sonrisa perezosa
— Y dime rubia— se recostó en una pared que tenía detrás, cruzó su tobillo izquierdo sobre el derecho, de los bolsillos de sus desgastados pantalones negros sacó una caja de cigarrillos y lo encendió­— ¿cómo te llamas?
— E…Elizabeth— tartamudee, este chico a pesar de haberme salvado de la “psicópata de la muñeca” me causaba escalofríos
—Bien — me dedicó una sonrisa ladeada por la que se escapó algo de humo — dime, Elizabeth — un escalofrío  me recorrió la columna vertebrar por  la manera en la dijo mi nombre — ¿Qué edad tienes? — Me dirigió una mirada significativa — no pareces tener la edad para haber arruinado tu vida ya.
— dieciséis— tartamudee, este chico me ponía nerviosa
De repente dejó de fumar y tiró en cigarrillo al piso y lo pisó, me miró con sus grandes ojos y se acercó
— así que hoy haces las pruebas cierto — no fue una pregunta. Yo asentí. — Permíteme darte un consejo, Elizabeth — no esperó a que yo respondiera— no importa que te digan en las pruebas — sus ojos, aunque oscuros, brillaron— todo es pura mierda— de todo lo que pudo haberme dicho, eso fue lo último que esperé; aunque, no sé porque me sorprendió tanto, después de todo, fueron las pruebas y las elecciones lo que lo llevaron a vivir entre los Sin Facción
—pe… pe…Pero— puso su dedo índice en mis labios haciéndome callar
— Escúchame— me dedicó otra de sus miradas que me daban escalofríos— lo que sea que digan las pruebas no importa, debes elegir lo que es mejor para ti, donde estés a salvo, Elizabeth—me miró— no pienses tanto con esto, pequeña erudita — me pio unos suaves golpecitos en la cabeza —y utiliza más esto— me dio un toquecito en el pecho, a pesar de que haya tocado uno de mis pechos en el proceso, no sentí asco o miedo, me sentí… segura, como si eso fuera cierto— no pienses, simplemente sigue tu instinto, pequeña rubia, elige el lugar donde estarás más segura— me dio una de sus sonrisas fáciles y se dio la vuela y empezó a desaparecer entre las sombras
— ¡ESPERA! — grité 
Él se detuvo, pero no se volteo 
— ¿Si, rubiecita? — doblo su cabeza, pero no del todo, dándome una buena vista de su perfil en las sombras
— ¿cómo te llamas?
Él giró la cabeza del todo mirándome sobre su hombro, me dio una de sus sonrisas y dijo
—Alec, pequeña rubia, mi nombre es Alec
Y así Alec desapareció por completo entre las sombras dejándome allí de pie en ese sucio callejón del área Sin Facción, entre las sombras, aturdida por completo.
Estaba en la sala de espera, junto a un montón de chicos que estaban igual de nerviosos que yo.
Miré mis asquerosas manos, las manos en si estaban bien, pálidas y huesudas, pero bien, el problema eran mis uñas, todas roídas por los nervios.
La conversación, si es que eso se le llama conversación, que había tenido con Alec no salía de mi cabeza
“no pienses, simplemente sigue tu instinto, pequeña rubia, elige el lugar donde estarás más segura”
Sus palabras no abandonaban mi cabeza, ¿Qué habrá querido decir con que no pensara tanto? Es mi futuro, el obvio que voy a pensar en él ¿Dónde crea que esté a salvo? ¿A salvo de qué? ¿De terminar como él? 
Todas esas y más preguntas pasaron a segundo plano para mí cunado escuche un ‘Elizabeth Grey’. Me seque el sudor de las asquerosas manos en los muslos y me dirigí a la puerta numero 5 donde un chico de intrepidez me pidió que entrara,
La sala estaba llena de espejos por todas partes, me miré en los espejos, pálida y nerviosa, parecía un pálido bebé pájaro que se cayó del nido.
Una mujer se sinceridad me esperaba en una silla.
Ella traía unos pantalones ajustados blancos, y una camiseta negra, y tenía una sonrisa dulce, la mayoría de los sinceridad no tenían una sonrisa dulce, más bien era un poco… tétrica, sin embargo la de la mujer frente a mí no lo era
— Toma asiento, querida— me señalo la silla frente a ella— me llamo Liliam
Me dirigí cautelosamente a la silla y recosté en ella,
—No te preocupes, linda— me dedico una de sus dulces sonrisas que parecían de Concordia—no dolerá, lo prometo— me tendió el suero color azul en un vasito de vidria, en otras circunstancias habríamos durado horas mientras yo preguntaba por el suero, si no fuera porque mi tía me había dicho todo a cerca de él.
Tome el vasito y me lo tome de un solo trago y cerré los ojos.
 Cuando se abren, el instante ha pasado, pero estoy en otro lugar. Estoy en la cafetería de la escuela de nuevo, pero todas las mesas están vacías, y veo a través del cristal de las paredes que está nevando. Sobre la mesa delante de mí hay dos canastas. En una hay un pedazo de queso, y en la otra, un cuchillo de la longitud de mi antebrazo.
Detrás de mí, la voz de una mujer dice: ―Elige.
― ¿Por qué? ―pregunto.
―Elige ―repite ella.
Miro por encima de mi hombro, pero no hay nadie. Me dirijo de nuevo a las canastas. ― ¿Qué voy a hacer con ellos?
― ¡Elige! ―Grita.
Cuando me grita, mi miedo desaparece y la obstinación la sustituye. Frunzo el ceño y cruzo los brazos.
―Como quieras ―dice ella.
Las cestas de desaparecen. Escucho el chirrido de la puerta y me doy vuelta, justo frente a mí, hay un enorme perro con una nariz puntiaguda que está a pocos metros. Se agacha y se arrastra hacia mí, sus labios desplegando sus blancos dientes. Un gruñido gorjea de las profundidades de su garganta, y veo por qué el queso hubiese venido muy bien.
O el cuchillo. Pero es demasiado tarde.
“corre” escucho que me susurran, pero no debo correr, lo peor que puedo hacer si un perro me persigue es correr
“toma el cuchillo” me susurra otra voz, pero tampoco le hago, soy muy débil para poder contra un perro tan grande
“el queso” esa es mi propia voz diciéndome, ESO ES, el queso; pero cuando voy a tomar el pedazo de queso que está en las canastas es demasiado tarde, el perro se abalanza sobre mí, tal como lo había hecho Sarah, solo que esta vez nadie iba a salvarme, crucé las manos sobre mi rostro esperando el impacto.
Algo áspero y húmedo toca mi mejilla y es precisamente lo que estaba esperando. Los gruñidos del perro paran, y cuando levanto la cabeza para mirarlo de nuevo, está jadeando. Lamiéndome la cara. Frunzo el ceño y me siento en mis talones. El perro apoya las patas sobre mis rodillas y me lame la barbilla. Me estremezco, limpiando la baba de mi piel, y me río.
― ¿No eres una bestia tan feroz, eh?
Empiezo a acariciarlo lentamente, yo siempre he querido un perro, esa es otra de las razones por las que no soy una buena erudita, en Sabiduría no se permiten mascotas porque ellos dicen que son ilógicas, y es cierto, pero eso nunca me hizo cambiar de opinión.
Parpadeo, y cuando mis ojos se abren, una niña se encuentra del otro lado de la sala llevando un vestido blanco. Ella estira las dos manos y grita: ―¡Perrito!
Mientras ella corre hacia el perro a mi lado, abro la boca para advertirle, pero soy demasiado lenta. El perro se da vuelta. En vez de gruñir, ladra y gruñe y encaja, y sus músculos se tensan como alambre enrollado. A punto de saltar. No pienso, sólo salto; acabo de saltar, me pongo entre la niña y el perro; siento los rasguños y las mordidas en toda mi cara y caigo al suelo son el perro monstruoso sobre mí.
Cuando mi cabeza golpea el piso el perro desaparece junto con la niña, en vez de eso estoy sentada en el destartalado autobús que perdí hoy.
Sentado cerca de mí, está un hombre con un periódico.
No puedo ver su cara por encima del papel, pero puedo ver sus manos. Tienen cicatrices, como si se hubiese quemado, y ellas se aprietan alrededor del papel, como si él quisiera arrugarlo.
―¿Conoces a este hombre? ―me pregunta. Señala la imagen en la página principal del periódico. El titular dice: ¡Asesino Brutal Finalmente Aprehendido! Me quedo en la palabra “asesino”. Ha pasado mucho tiempo desde la última vez que leí esa palabra, pero incluso su forma me llena de pavor.
En la foto debajo del título está un hombre joven con una cara plana y una barba. Siento que lo conozco, aunque no recuerdo cómo. Y al mismo tiempo, siento que sería una mala idea decirle al hombre eso.
―¿Y bien? ―escucho la ira en su voz―. ¿Lo haces?
Una mala idea, no, una muy mala idea. Mi corazón late con fuerza y me aferro a la barra para parar los temblores de mis manos, por entregarme. Si le digo que conozco a ese hombre del artículo, algo horrible va a pasar conmigo. Pero puedo convencerlo de que no lo hago. Puedo limpiar mi garganta y encogerme de hombros, pero eso sería una mentira.
Me aclaro la garganta.
―¿Lo haces? ―repite.
Me encojo de hombros.
―¿Y bien?
Un escalofrío me atraviesa. Mi miedo es irracional, esto es sólo una prueba, no es real.
―No ―dije, mi voz casual―. No tengo idea de quién es.
Se pone de pie y, finalmente, veo su cara. Lleva gafas de sol oscuras y la boca doblada en una mueca. Su mejilla es ondulada con cicatrices, al igual que sus manos. Se inclina cerca de mi cara. Su aliento huele a cigarrillos. No es real, me recuerdo a mí misma. No es real.
―Estás mintiendo ―dice él―. ¡Estás mintiendo!
―No lo estoy.
―Puedo verlo en tus ojos.
Me pongo más derecha. ―No puede.
―Sí lo conoces ―dice en voz baja―, podrías salvarme. ¡Podrías salvarme!
Estrecho mis ojos. ―Bien ―le digo. Mi mandíbula rígida―. No lo hago.
Todo se dispersa a mí alrededor y estoy de nuevo en la sala de pruebas recostada sobre la extraña silla reclinable, con Liliam inclinada sobre mí con los ojos abiertos como platos
— ¿Qué pasa? — Me apoyé en mis manos para sentarme derecha— ¿hay algo mal? ¿Hubo algún error? — esto era lo que me temía, que algo saliera mal en mis pruebas, ahora tal vez diría que no mostré aptitudes para ninguna facción y terminaría hecha una Paria, igual que Alec.
—Escúchame bien, y quiero que me escuches muy bien, Elizabeth— miro hacia todas partes, como si temiera que hubiera alguien espiándonos — tus resultado son inconcluyentes.
¿Inconcluyentes? ¿Qué significaba eso? ¿Qué era lo que estaba mal conmigo?
— ¿Inconcluyentes? — Ladee la cabeza, casi como un pájaro— ¿eso qué quiere decir?
—Por lo general, cada etapa de la simulación elimina una o más de las Facciones, pero en tu caso, sólo dos han sido descartadas.
— ¿solo dos? — ¿eso se supone qué era bueno o malo? Por la manera en la que lo decía, supongo que es malo
— Significa que tienes aptitudes para varias facciones— me miró y vi lastima en sus ojos, estaba acostumbrad a que los demás me vieran con lastima e incluso con asco, pero no entendía porque Lilliam lo hacía— puedes ser una Abnegación, intrepidez, sabiduría. — Yo abrí los ojos como platos— el haber saltado para ayudar a la niña dice Abnegación e Intrepidez, y el no haber atacado siguiere Sabiduría— aún me costaba procesar toda la información— ellos… ellos lo llaman... — volvió a mirar a todos lados— divergente.
Divergente.
Divergente.
Divergente, la palabra flotaba en mi mente.
—Y escucha— se inclinó aún más hacia mí— no debes decirle a nadie más sobre esto; los divergentes no son aceptados porque dañan el sistema. No. Deben. Descubrirte. Por nada del mundo. Ahora debo cambiar los resultados para que nadie se entere.
Ella empezó a teclear cosas en la computadora, pero eso no tenía importancia para mí.
¿Divergencia? ¿Tres facciones? ¿Dañan el sistema? ¿No decirle a nadie?
Esas y más preguntas siguieron rodando en mí cabeza hasta que me dolió la cabeza.
Esa misma noche estaba en mi habitación, aun pensando en las cosas que me dijo Lilliam, en mi conversación con Alec, en la prueba, y en los resultados.
Y la palabra divergente no dejaba de rondar en mi mente.
¿Será peligroso? ¿Qué facción debo elegir?
Mis pensamientos fueron interrumpidos cuando mi padre entro por la puerta
—Hola, princesa— susurro mientras se sentaba a mi lado — ¿cómo te fue hoy, preciosa?
Se supone que no debía decirle a nadie, pero él era mi padre, era la única persona en este mundo que me cuida y que le importo se supone que podía confiar en él.
— bien. Ya sabes. Todo normal— le sonreí, el me devolvió la sonrisa y me abrazó, envolví mis brazos de vuelta a su alrededor sintiéndome la peor persona del mundo, pero ya había tomado una decisión 
Ya no era solo mi vida la que estaba en peligro por la divergencia, también la de Lilliam, y no quería que la de mi padre también estuviera en peligro, ni la de mi familia, por más malos que fueran conmigo, yo no podría hacerles eso.
Así que ya está hecho, nunca nadie sabrá que soy Divergente.


ábreme o chucky te visitará:


Última edición por Watson el Vie 27 Jun 2014, 11:50 am, editado 3 veces
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Divergente. {Novela Colectiva} - Página 3 Empty Re: Divergente. {Novela Colectiva}

Mensaje por TheGirlImpossible Sáb 29 Mar 2014, 12:55 pm

¡Holaaaaaaaaaaa!

Te pido yo mil disculpas, no sabia que habias subido cap! Lo leere y volvere para comentarlo!! ♥

besos!
TheGirlImpossible
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Mensaje por TheGirlImpossible Vie 04 Abr 2014, 10:02 am

Ame tu capitulo! *-* sdbsdfhbsdf fue demasiado largo y eso me encanto, te quedo perfecto! Me tome unos dias para leer de a poquito ya que no vengo mucho al foro mas que para cambiar foto de perfil xD jaja
Pero en fin, es horrible como la tratan y ella es hermosa ♥ no puedo escribir del enojo, odio a su familia, excepto a su papá claro! Me lo imagine como al papá de Tris (el actor) :') jaja
¿Y quien era ese chico? ¿sera su crush? no creo digo, ¿como van a encontrarse de nuevo? sdbhsdjbsdjbfd ya quiero que llegue el momento en que ella deba escoger una faccion, su familia se va a quedar de piedra! xD jaja lastima x el papá :/ pero en fin, excelente cap!! :D

Por cierto ¿ya vieron la peli? ¡Yo si! *-* y mi querida Shai no me decepciono para nada ♥ verán, soy fanática de ella desde The secret life of american teenager y estaba tan emocionada cuando le dieron el papel, la admiro mucho como actriz y la sigo desde años, al principio me sentí algo celosa de que mas personas la conocieran mundialmente porque la amo ♥ pero ya me voy acostumbrando xD
Pero el punto es que actuó muy bien, me encanto y la química que tiene con Theo es lo máximo*-* dsbasdhd lo que mas me gusto, ademas del beso xD fue cuando la madre de Tris muere, es que ella lo actuó tan bien que hasta llore un poco también :(
En fin, ame la peli :'D

Síganla pronto por favor, no dejes que se quede estancada!!
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Mensaje por beige Miér 16 Abr 2014, 8:46 am

RITA ME HA ENCANTADO TU CAPÍTULO EN SERIO.

Pobre Elisabeth, su familia es horrible... ella vale mucho más. Y su padre es un amor. Me encanta que su hermanito se llamase Tyler porque... ME ENCANTA ESE NOMBRE QUIERO PONÉRSELO A MI FUTURO HIJO EN SERIO JAJAJAJAAJAJJAJ Cuando he leído que Tyler era tu hermano ha sido como QUE HACE MI HIJO AHÍ pero se me pasó al momento JAJAJAAAJAJ Además los gemelos me recuerdan a los de mis libros favoritos (Beautiful Disaster y demás) y pues lloro y me ahogo en feels.

AAAAAAAAAAAAAAAAAH HE SALIDO DIME QUE LA CHICA PELIRROJA DE CORDIALIDAD ERA YO SOCORRO MORÍ CUANDO LEÍ ESO EN SERIO JDSLKBLASFBVKDSJF (como no sea yo me habré ilusionado para nada pero da igual) Y me ha parecido super bonito que Alec haya salvado a Elisabeth han sido super cuquis...  :ilusion: Aunque estoy confusa porque su pareja se llamará James no? mmmm misterioooo...

Me ha encantado el capítulo cielo, y no te preocupes por la tardanza... yo he tardado más. Ahora voy a explicarlo en el muro.

AQUÍ AÚN NO SE HA ESTRENADO LA PELI Y MORIRÉ LENTAMENTE HASTA EL 30 DE ABRIL QUE SE ESTRENA...  :misery: Me han dicho que está muy bien, me alegro que te haya gustado! Cuando yo vaya informaré de mi opinión JAJAJAJAJA

Un besito chicas. xx
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Mensaje por beige Sáb 03 Mayo 2014, 6:56 am


Capítulo 06
Noelle Popplewell

Be brave. .





Me encuentro de pie en el tren, que pasa a toda velocidad sobre la ciudad, agarrada al asidero. Asomo la cabeza y el viento azota mi pelo, haciendo que ondee libre. Cierro los ojos. La máquina traquetea, y siento más que escucho a alquien detrás de mi. Una mano se posa en la mía sobre el asidero, y el traqueteo del tren hace que mi cuerpo se incline hacia delante, a punto de caer... pero unas fuertes manos me sujetan por la cintura, impidiendo la caída. Me doy la vuelta, queriendo volver a la seguridad del interior del tren, pero el chico me lo impide... es el chico idiota que me miró el día de las Pruebas. Tengo medio cuerpo fuera del tren, y dependo de su agarre para no matarme... pero me siento a salvo. Le miro a los ojos pero él, sin embargo, se limita a sujetarme fuerte, firme, sonriéndome arrogante, como cuando nuestros ojos hicieron contacto aquel día...

Me despierto respirando aceleradamente; los rayos del sol entran a través de la ventana, traspasando las cortinas y dándome de lleno en los ojos. Los cierro con fuerza durante unos segundos y luego abro uno, sólo para esconder la cabeza entre las sábanas después, molesta. Me desperezo y camino hacia la cocina, de la cual sale un rico olor a café. Mi padre lee el periódico mientras se come la tostada y mi madre charla con él; ambos hablan en voz baja. Me acerco sin hacer ruido a la puerta entreabierta y escucho.

—... inconclusas. Lo sabía, Joseph. Retrasar un año su llegada a las Pruebas no iba a servir de nada. -Mi madre parece al borde de las lágrimas. Hablan de mí, pero no entiendo lo que dicen. Además, ¿cómo saben el resultado de mis pruebas? Nadie puede saberlo, es imposible...

—Tranquilízate, se quedará en Cordialidad. Es una chica simple, no tiene nada que destaque, nada que ofrecer; es vulgar, torpe y despistada. Es débil. No se las apañaría en ninguna otra facción, por muy rebelde que sea. -Mi padre se lleva la taza a los labios y se oye el sorbo de café al beber. Mis ojos se llenan de lágrimas, que se deslizan silenciosamente sobre mis mejillas. Soy simple. Soy vulgar. Soy débil.

—No la subestimes, Joseph. Sabes perfectamente de lo que es capaz... -Me pitan los oídos y corro sin ver hacia mi baño. Cierro la puerta y apoyo la espalda en ella, deslizándome hasta sentarme en el suelo.

"Torpe. Fea. Débil. Simple. Inútil." Todo tipo de insultos corren por mi mente como disparos. "No tiene nada que destaque." Toda mi vida me he rebelado contra la opresión que han ejercido sobre mí mis padres, imponiéndome normas estúpidas e irracionales, y ahora me entero de que me han manipulado hasta para hacer las Pruebas de Aptitud. Ahora entiendo por qué me sentía tan cansada por estas fechas el año pasado, tanto que me pasé casi dos días durmiendo... Apoyo la frente en las rodillas y suspiro, intentando tranquilizarme. Me paso un par de minutos mirando los cortes de mis antebrazos; algunos son casi invisibles, pero otros tienen un tono rosáceo, señal de que están en proceso de curarse. Aunque soy invisible y suelo pasar desapercibida, cuando me preguntan por ellos siempre digo que me he dañado sin querer al estar entre los manzanos o melocotoneros; pero es mentira: me los hago yo. Necesito liberar la rabia, la impotencia y la tristeza de alguna forma, y en Cordialidad eso se soluciona con el suero de la Paz. Pero estoy harta de recibirlo. Yo decido sobre mí, nadie más.

Me levanto rápidamente al escuchar la puerta de la cocina abrirse, sacándome de mis pensamientos; me meto en la ducha y me visto para la Ceremonia de la Elección. He elegido una falda alta y corta de vuelo roja, que me llega más arriba de la mitad del muslo y se ajusta a mi cintura, y un corsé de tirantas amarillo ajustado. Mientras me arreglo el pelo -dejando que caiga en ondas hasta más allá de la cintura- y me maquillo me mentalizo para lo que me espera en menos de una hora.


                                                                 oOo


La camioneta que nos lleva al Centro está abarrotada de chicos y chicas que, como yo, se dirigen a lo que supondrá la decisión más importante de sus vidas. Todos se ven nerviosos, pálidos y callados, vestidos con las ropas amarillas y rojas de nuestra facción. Me siento al lado de una chica alta y pelirroja que habla con un chico. Cruzo las piernas y apoyo las manos sobre la rodilla, mirando mi esmalte de uñas rojo. A medio camino la camioneta da una sacudida en una irregularidad del terreno, haciendo que la chica me golpee con el hombro.

—Lo siento mucho, ¿te he hecho daño? -Sus ojos miel me miran amables mientras pone su mano en mi hombro.

—Estoy bien, no te preocupes; no ha sido nada. -Le sonrío tras aclararme la garganta; parece un poco impresionada. Su amigo me mira suspicaz.

—¿Tu nombre es Noelle, verdad? -Asiento mientras noto cómo la incomodidad aflora dentro de mi. No sé por qué sabe mi nombre, pero nunca me ha gustado ser conocida; siempre procuro pasar desapercibida. -Mi nombre es Calíope, pero puedes llamarme Cali, y él es Andrew. -La chica me sonríe alegre y se señala a ella y al chico.

—Encantada. -Intercambiamos un par de palabras más durante el camino mientras el paisaje va cambiando, y los grandes edificios de la ciudad van apareciendo ante nuestros ojos.

Al llegar al Centro reducimos la escasa conversación hasta detenerla, y pronto cada uno se sume en sus pensamientos, o al menos yo. Entro en el ascensor y procuro no mirar a través del cristal debido a vértigo; siento cómo me late deprisa el corazón -retumbando sus latidos en mis oídos-, cómo se me hace un nudo en la garganta y cómo me tiemblan las manos. Las puertas se abren y me encuentro en una habitación enorme. La habitación, organizada en círculos concéntricos, está llena de personas formando grupos claramente diferenciados: gris -abnegados-, azul -eruditos-, negro -osados-, negro y blanco -veraces- y rojo y amarillo -cordiales-. En el anillo exterior nos sentamos los que vamos a pasar a ser iniciados, en el siguiente nuestras familias y demás habitantes, y en el último anillo hay cinco cuencos metálicos enormes, uno para cada facción: piedras grises para Abnegación, agua para Erudición, tierra para Cordialidad, cristal para Verdad y brasas encendidas para Osadía. Este año le toca dirigir la ceremonia a Abnegación; miro a los demás chicos y chicas sentándose en orden alfabético, y me vuelvo hacia mis padres. Mi madre me abraza, y veo lágrimas en sus ojos.

—Sigue siempre a tu corazón, a tus instintos. -Habla en voz baja, sólo para mi. Sabe que tengo elección, que puedo escapar y que voy a hacerlo. Le devuelvo el abrazo.

—Hasta ahora, hija. -Mi padre me acaricia el hombro, confiado, y se dirige junto a mi madre a sus asientos.

Suspiro y me muerdo el labio para sofocar el nudo de mi garganta mientras me dirijo a mi asiento. Es extraño; por fin soy libre, pero supongo que me da miedo lo desconocido. Me toca sentarme entre dos chicos de Osadía, que me sacan más de una cabeza cada uno; al bajar la mirada observo los tatuajes de sus antebrazos y las uñas pintadas de negro azabache del chico de mi izquierda. Mientras el abnegado da el discurso miro los cuencos; en cuanto Tori me dijo que tenía aptitudes para Osadía no lo pensé dos veces: por mucho que me sorprendiese, cada célula de mi ser abrazó la noticia. Pero todo esto me lleva a elegir entre dos, Osadía o Cordialidad; a elegir entre quedarme en la "seguridad" que tanto han cultivado mis padres para mí durante todos estos años, aun sin saber de qué me protegen... o elegir la aventura, el descontrol, lo salvaje. Lo prohibido. Estoy tan perdida en mis pensamientos que cuando la sala irrumpe en aplausos al concluir el discurso me encuentro desorientada.

Tras eso el abnegado empieza a llamarnos alfabéticamente, uno por uno, y los jóvenes realizan su elección. Como soy de las últimas me dedico a observar. Cuando Cali vierte su sangre en Osadía un escalofrío me recorre la columna; no la conozco, pero me sorprende su elección. Me veo a mi haciendo eso. Cuando dicen mi nombre soy de las pocas que quedan para elegir. Me levanto y el nerviosismo me va dejando con cada paso que doy; una fuerza que no parece mía se apodera de mí y me hace avanzar hacia los cuencos. Agarro el cuchillo y lo miro, mirando después la tierra y las brasas. Seguridad o aventura. Obediencia o rebeldía.

"Débil. Torpe. Simple." La voz de mi padre resuena en mi cabeza. Me acerco paso a paso a los cuencos y los latidos de mi corazón resuenan en mis oídos. La decisión está tomada, y me doy cuenta de que toda mi vida he tenido claro cuál era. Miro el fuego -hipnotizante, dominante- mientras me hago el corte en la palma y, con la determinación y la tranquilidad de saber que estoy haciendo lo correcto, dejo que mi sangre caiga en las brasas.

Soy Divergente. Soy osada. Soy rebelde.


                                                                     oOo


Cuando termina la Ceremonia los osados salimos primero. Aún no termino de asimilar mi situación; me siento un poco rara, pero libre. Sólo veo omóplatos y hombros -debido a mi escasa altura-, todos vestidos de negro, y que se mueven en armonía; en una desastrosa e incomprensible armonía que avanza mientras se oyen carcajadas y gritos. Y yo formo parte de ella. Cuando llegamos a las escaleras, todos empiezan a correr y a gritar. Oigo risas y pisadas a mi alrededor, y no puedo contenerme: me lanzo hacia delante y corro junto a los osados -esperando no tropezar y caerme debido a mi torpeza-, dejando escapar un grito de júbilo. Al llegar a la calle estoy sin aliento, pero no puedo parar de sonreír. Somos una marea negra -en su gran parte-, y nos dirigimos a las vías del tren.

—¿Vamos a saltar al tren? -Pregunta una voz emocionada y conocida a mi derecha. Cali se sitúa a mi lado y me mira. No hacen falta palabras; las dos nos miramos con complicidad.

El tren avanza hacia nosotros y vamos formando una fila; las puertas están abiertas, esperando nuestra llegada. Los iniciados nacidos en Osadía suben rápida y fácilmente a la máquina, por lo que los transferidos nos rezagamos para ver cómo lo hacen... aunque yo estoy acostumbrada a verlos diariamente. Cuando llega el tren Cali es la primera de las dos en subir. Yo corro hacia él y me agarro al asidero con las dos manos, echando el cuerpo hacia el interior; como soy bajita, delgada y no tan fuerte como los demás empiezo a desesperarme. Pero de pronto, unas manos grandes y fuertes me sujetan por la cintura y me ayudan a entrar completamente; el dueño de esas manos y yo perdemos el equilibrio gracias al traqueteo del tren y me encuentro atrapada entre el chico de mi sueño -el del día de las Pruebas- y la pared. Nuestros pechos suben y bajan al ritmo de nuestra respiración entrecortada, y es él el que rompe el silencio entre nosotros.

—No pierdes una oportunidad para enseñar tus bonitas piernas, ¿eh Poppy? -El chico sonríe burlón; se le forma un hoyuelo en la mejilla y arrugas a los lados de sus ojos. Me incomoda tenerlo tan cerca; cada centímetro de él está pegado a mí y mi frente queda a la altura de su barbilla.

—¿Cómo me has llamado? -Pongo las manos en su pecho, intentando alejarlo de mí; sin embargo el chico, que parece cómodo y divertido, apoya la mano al lado de mi cabeza, dándole la espalda a la puerta abierta del tren, y mete la otra en el bolsillo de su pantalón negro.

—Poppy. -Contesta con una sonrisa de lado, como si le encantase el apodo que me acaba de poner. No lo entiendo... ¿amapola? -Por cierto, de nada. -Se pasa la mano por el pelo y suelta una risita, mirándome. Le miro frunciendo el ceño, notando cómo me ruborizo; huele a menta, tabaco, tierra y colonia.

—Gracias. -Contesto. -Y no quiero que me miren las piernas, si tú eres un imbécil no es mi culpa. -Me alejo de él, dejándolo con la palabra en la boca, y me siento apoyada en la pared para no volver a perder el equilibrio.

Miro al chico, al que llaman Malik, y me fijo en su ropa negra y en la gran cantidad de tatuajes que decoran su piel morena: el brazo derecho está completo, y el izquiero desde el hombro al codo; en las manos tiene algunos más y por el cuello asoman otros tantos. Su pelo es moreno y está peinado hacia arriba, y tiene varios piercings en las orejas. La segunda vez que me pilla mirándole cambio de postura y miro hacia el exterior del tren. Durante la siguiente media hora me dedico a imaginar cómo será la sede de Osadía. Seguro que es muy diferente a nuestros campos soleados, a nuestra paz y a nuestro árbol gigante. Pero sobre todo, seguro que allí son totalmente opuestos a nosotros en la forma de comportarse. Cuando quiero darme cuenta los osados están saltando del tren; me asomo y tengo que sujetarme a la pared mientras un sudor frío empapa mis manos: las vías están a siete u ocho pisos de altura, y los osados saltan a tejados que se intercalan entre ellos y el vacío. El miedo me paraliza, pero actúo rápido: sin pensarlo me lanzo hacia delante, cayendo sobre mis pies y más tarde sobre mis rodillas y haciéndome algún que otro rasguño, pero ilesa. Viva.

Al ponerme de pie y alisarme la falda miro hacia delante, encontrándome con la mirada del chico del tren; me guiña un ojo y la señala con la cabeza, riendo burlón. Le miro entrecerrando los ojos, ruborizándome, y le enseño el dedo corazón. Un grito proveniente de detrás hace que me sobresalte: Cali cuelga del tejado, aferrándose al poco terreno que tiene para sostenerse. Inmediatamente acudo a ella para ayudarla junto a unos cuantos más, pero una voz nos detiene.

—Atrás. Tiene que ser ella la que se salve. Si de verdad quiere ser osada deberá superar situaciones muchísimo peores que esa. -Un chico de piel oscura, pelo largo y una gran variedad de piercings por toda la cara se abre paso entre nosotros y se pone delante de ella, con los brazos cruzados sobre el pecho.

A pesar de todo intento llegar a ella, pero Malik me separa de Cali pasando sus manos por mi cintura y, mientras forcejeo, me lleva hacia detrás con los demás, que han formado un semicírculo para contemplar la escena. Noto cómo algunas lágrimas se deslizan por mis mejillas, fruto de la rabia, la frustración y el miedo. ¿Cómo puede ser tan cruel? Las limpio rápido y el chico me suelta, pero no se despega de mi lado. Por fin, Cali consigue subir al tejado y se deja caer de rodillas. Cuando nos volvemos a reunir todos, el osado del pelo largo se pone al lado de otro de más edad junto al borde del edificio.

—¡Silencio! Soy Max y él es Eric, y somos líderes de Osadía. Varias plantas bajo nuestros pies está la entrada a vuestra nueva facción. Si tenéis el valor suficiente como para saltar, habéis elegido bien. Si no, no pintáis nada aquí. Los iniciados saltarán primero. -Termina el discurso mostrando una sonrisa desafiante.

Entre los iniciados se hace el silencio. No puedo ni acercarme al borde del edificio, ¿cómo pretenden que salte al vacío? Me zumban los oídos. Noto cómo se me vuelve a formar -por enésima vez hoy- un nudo en la garganta. Voy a fallar. Cuando levanto la cabeza hay una abnegada al borde del edificio; pasados unos minutos salta y se pierde de vista. Admiro su valentía, no es normal que una abnegada elija Osadía; pero caigo en la cuenta de que no cualquier cordial la elige tampoco, por lo que me adelanto para ser la siguiente. Miro hacia abajo y tengo que volver a equilibrarme porque el miedo me invade; las alturas nunca han sido lo mío.

Cierro los ojos y me tranquilizo; tengo que hacerlo, tengo que ser valiente. Tras suspirar, notando el fuerte latido de mi corazón, cojo impulso y salto; durante unos segundos me encuentro cayendo al vacío y lo veo todo oscuro... pero una red me recoge en el fondo. Suelto una carcajada mirando hacia arriba, donde todos parecen muy pequeños. La adrenalina corre por mis venas y me hace sentir despierta. Todos los osados que me esperan abajo gritan emocionados y levantan los puños en alto, y sé que es su forma de darme la bienvenida. Estoy en el interior de una gran caverna.

La tercera en caer en la red es Cali; tras ella, una sucesión de chicos y chicas van saltando. Los últimos son dos eruditas consecutivamente y tres chicos más. Cuando los iniciados nacidos en osadía saltan, junto con Max y Eric, todos nos reunimos frente a los líderes. Los trasladados vamos con un chico y los nacidos en Osadía con Max y Eric. El osado nos enseña un lugar llamado el Pozo, una caverna enorme donde los osados hacen su vida diaria y donde están todas las tiendas, actividades de ocio y zonas de comida; el techo es de cristal y no hay barreras para prevenir caídas. Lógico. Nos enseña nuestros dormitorios, diciéndonos las reglas que debemos cumplir durante la iniciación, nos lleva al Abismo, una zona poco iluminada que da a una gran cascada y, por último, al comedor.

Entro y una oleada de calor me golpea. Todos ahí dentro gritan, se ríen a carcajadas y hacen ruido; busco un asiento libre y me siento. Mientras como un trozo de pollo e intento pasar lo más desapercibida posible, un chico rubio se sienta en frente de mí junto con una chica que me sonríe amable y... Malik.

—¡Hola! Me llamo Marlene, y ellos son Uriah y Malik. -Les devuelvo la sonrisa, evitando mirar a este último. -Malik nos ha hablado de ti. -Marlene me mira elevando las cejas, conteniendo la risa, y yo miro al moreno frunciendo el ceño; él mira a Marlene como si quisiese tirarle un cuchillo a la cabeza. Cuando me mira -tras la carcajada de Uriah- me guiña un ojo por respuesta y vuelve a su plato. A los pocos minutos de conversación me encuentro riendo gracias al rubio y me relajo.

Estar con ellos no me hace sentir incómoda: han venido con buenas intenciones para no dejarme sola; lo que me inquieta es sentir todo el tiempo la mirada de Malik sobre mí, y el pensar qué les habrá contado de mí a Uriah y Marlene. No me conoce, no entiendo nada. Tras la cena me despido de ellos y me dirijo a los dormitorios; ellos no son transferidos y van a otro lugar a dormir, aunque nos evalúen en conjunto. Al llegar al dormitorio me cambio mi ropa cordial por la osada que nos han dado y me meto en la cama; me paso unos minutos en silencio, mirando el techo y con la mente en blanco. No puedo creerme que me haya despertado con los rayos del sol en Cordialidad y ahora esté tumbada en la oscuridad de una cama osada preparándome para dormir.

Ha sido el día más largo de mi vida, pero a su vez el más decisivo. Hoy he pasado de ser una rebelde retenida en los campos de Cordialidad a ser una iniciada en Osadía, que ha saltado de un tren arriesgando su vida en el primer día. Un escalofrío me recorre la espalda al pensar en la iniciación; los osados son fuertes, valientes, ruidosos, protectores, están listos para la acción en cualquier momento. ¿Podré llegar a ser así? No puedo evitar pensar en la posibilidad de no estar a la altura, de fallar algún momento, de no ser lo suficientemente buena. Una lágrima se desliza por mi mejilla hasta la almohada, pero la limpio rápidamente.

Tengo que ser valiente. Tengo que ser osada.




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Mensaje por Walters. Sáb 03 Mayo 2014, 10:43 am

Noe, querida, he estado esperando tu cap por tanto tiempo, ¿y esto es lo que me traes? ¿Este capítulo tan setsy que ha compensado la espera? Al menos para mí.
Espero haberte asustado(? skzkfsk lo siento, no quería empezar tan prematuramente con mi emoción
Lo amé, sinceramente lo amé. Lo adoré y mucho, así mucho en serio:3
Ps empecemos a comentar el cap(?
El sueño plz skmxmfs cuando una sueña con el tipo es bc ya está perdida, ya la perdimos, ¡la perdimos en el mundo del love! ah
Papá ese culiao:) lo odio:) no podía haber dicho eso:) jiji lo detesto:)
DDDD: WHY?! Noe no te cortes ps u-u sho te amo, no a los cortes de manzanos(?
Adoro la carrera de los osados hasta el tren ^^ es que es tan emocionante todo, y más saltar al tren.
EL TREN. MALIK. NOE. PARED. CERCA. MUY CERCA. DEMASIADO CERCA. CONCHAMIMAMI.
Calí D: Noe, no llores que me da pena u-u si igual ya está bien, no le iba a pasar nada después de todo... A no seeeeer... ¡NO! ¡NADA!
Oh, que kúl esa abnegada que saltó primero *-* debe ser una chica muy setsy y perfecta. Ahqué
El almuerzo ^-^ yo querer saber qué contar Malik a Uriah y Marlene -.-'
No me imagino cuan agotador fue ese día, si yo pasara por eso me dormiría en un dos por tres ahí mismo, me tiro en el suelo, me hago bolita y me duermo
Adoro la frasesita del final snsndks, bueno, ambas, bc son dos :D MAMI, SÉ CONTAR(?
Bueno, ese fue el comentario de Ángel de tu capítulo ^^
Y ya no puedo agregar más bc me tengo que ir D:
Tobesi<3
Walters.
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Mensaje por Wicked Dom 04 Mayo 2014, 7:27 am

OMG OMG OMG OMG¡¡¡

deja que primero organice bien mis ideas.... y mis emociones
.
.
.
.
MUY BIEN, ORGANIZADAS 


LO AME DESDE LA PRIMERA LETRA HASTA EL PUNTO FINAL

como se le ocurre al papa de noe decir eso. puto viejo chingon :fuckyou:  :fuckyou:  :fuckyou: 


y cuando salto yo como que 
NOE NOE NOE NOE 🍌  🍌  🍌 

Y ZAYN :bossassbitch:  :bossassbitch:  :bossassbitch:  :bossassbitch:  :bossassbitch: 


Y COMO LO MANDÓ AL A PORRA Divergente. {Novela Colectiva} - Página 3 1936904429  Divergente. {Novela Colectiva} - Página 3 1936904429 


Divergente. {Novela Colectiva} - Página 3 1936904429  Divergente. {Novela Colectiva} - Página 3 1936904429 

DIOS LO AME POR COMPLETO

MAYRA MARIA DEL PERPETUO SOCORRO (?
TE ORDENO QUE LAS SIGAS INMEDIATAMENTE (IMPERIO!!)
O TE MANDO UN AVADA KEDAVRA :jeff:  :jeff:  :jeff: 

PDT: ya  vi la pelicula. Y LA AME (THEO :coco:  :coco:  :coco:  :coco:
Wicked
Wicked


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Mensaje por TheGirlImpossible Jue 08 Mayo 2014, 2:16 am

¡Holaaa!

Ahora si puedo comentar, al fin T___T odio retrasarme, en verdad, pero estuve haciendo tareas, trabajos para entregar y estudie para el examen de ayer así que al fin tengo algo de respiro! :D jaja
Pero ya no aburro con mi cárcel, que todos tenemos una! So…

El capitulo!! OMG AMO tu capitulo *-* AMO como escribes sdfjfbnksdjfbnksdf tu narración es tan perfecta! ♥️ la ame! Y Lily es tan hermosa en ese gif*-*

Pero comienzo por el sueño, quien fuera Noe para soñar con Malik *___* y encima parece que el ama tocarle la cintura xD jaja ¡Yo quiero un sueño así!<33
Y el papá, wow, realmente lo odie, me dieron ganas de llorar con lo que dijo de ella, ¿Cómo puede ser tan cruel? ¡Es SU hija! T__T sentí impotencia y la mamá es tan buena<3 debe haber sido difícil dejar a su mamá a pesar del padre que tiene! :(

Aaaaaaaaaaaaaaaaaaaay muero, Calí y Andrew, la última vez que se reían mejores amigos T__T pero Cali conoció a Noe<3 ame la conversación, de verdad!!
Y como ella se preocupo por Cali cuando casi se cae, aww fue demasiado tierna! :’)

So… ¡La selección! Me encanto, haber como hago para narrarlo así de perfecto pero lo ame<3 ya quisiera ver la cara de su papá al verla elegir osadía, por malo! :P jaja
Y en el tren, con Zayn sdfbkdfbhsdbhf OMG ellos tienen una química*--* me encantan juntos! Y Marlene hablando de más xD jaja oh y Uriah, lo amo tanto ♥️
El punto es que ame el capitulo y ya no sé como poder describir todas mis emociones, son tantas!! Pero ¡YA ESTAMOS EN OSADÍA! Sadbskadbsdabksd todo va a seguir genial ahora*-*

En fin, ya me pondré a escribir mi parte, haber que sale y tratare de subirlo entre jueves y viernes! :) así que ya me voy a dormir, tengo sueño :(
Besos!!
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Mensaje por TheGirlImpossible Sáb 10 Mayo 2014, 4:06 am




Capítulo 07
La decision de Calí.


Pienso en Trenton en todo el camino a casa, en las palabras que me dijo, en aquel brillo de advertencia en sus ojos, en su preocupación por una persona de la cual apenas sabe su nombre y sin embargo, desde ese instante lo sabe todo; sabe al menos, que soy divergente.
Aun no caigo en lo peligroso que es que se sepa, aún tengo tantas preguntas en mente sin formular y estoy muriendo porque no obtengo respuestas, peor, porque sé que no las voy a tener a menos que vaya a buscarlas y Trenton es Osado. No, definitivamente esta vez, me tendré que quedar callada.
Cuando llegamos luego de las clases, voy inmediatamente a mi casa porque no deseo ver a Andrew, con su sonrisa risueña y la mirada emocionada por su examen de aptitud, seguro le fue bien y sabe quién es y a donde ira, a excepción de mí y no quiero tener que explicarle o peor, mentirle.
Abro la puerta que por lo general siempre está abierta y camino por el living, vigilando que nadie esté en casa, seguro papá todavía trabaja en la cosecha y mamá toma el té con alguna de sus amigas para calmar sus nervios respecto a mí, porque siempre la estoy poniendo nerviosa, aun cuando no quiero hacerlo.
Entro en mi cuarto y me quedo observado las paredes verde manzana con dibujos en color negro de árboles y aves en el verano, esto es muy mío y sin embargo, ahora, lo siento tan desconocido que me sorprende, ¿siempre he sido quien realmente quiero ser? ¿Soy feliz? Claro que soy feliz, mis padres me hacen feliz, son buenos y mis amigos también, nunca tuve problemas para desenvolverme en la comunidad, tengo ese espíritu social e introvertido que no me permite ser tímida o demasiado reservada y por sobre todas las cosas, siempre encuentro algo por lo cual sonreír. Pero ahora siento que todo a mi alrededor es cuestionable, la forma en que mis padres siempre se han esforzado porque sea independiente, porque aprenda a depender solo de mí en el mundo, porque sea una chica fuerte, ¿lo habrán hecho por alguna razón en especial? ¿Pueden mis padres saber lo que soy? Ni siquiera sé si contarles o no, no quiero asustarlos, que me tengan miedo, que crean que soy peligrosa y puedo dañarles. Estas personas, Cordialidad, son mi vida, ¿Cómo voy a despegarme de ellos? Ni siquiera me gusta abnegación.
Me acuesto en la cama, cubriendo mis ojos con un brazo, me siento tan confundida, tan asustada y solitaria en este momento, sé que si me voy me adaptare a donde sea que vaya, pero el problema no es el si me voy, el problema es a quienes dejare atrás.
Papá. Mamá. Andrew. ¿Me perdonaran cuando me vaya? ¿Cuándo escoja otra facción?
Ojala la respuesta sea un sí, necesito que sea un sí.



[…]


Despierto sintiéndome cansada y me duele mucho la cabeza, no me desperté a comer anoche y nadie lo hizo tampoco, me pareció extraño, pero supongo que mis padres solo querían dejarme descansar antes del gran día.
Me doy una ducha rápida y escojo ponerme un short rojo con una blusa amarilla y unas converses rojas, odiando completamente los colores. Sé que esto es parte de una crisis de identidad que estoy sufriendo, porque alguien me dijo que soy diferente y que si bien tengo aptitudes de cordialidad, también las tengo para otras dos facciones y ya no sé qué me gusta y que no. Ya no estoy segura de amar estos colores como lo hice antes o incluso el aire fresco del campo y la armonía que nos rodea, tal vez sea hora de probar algo diferente.
Entro en la cocina para observar a mis padres susurrándose seriamente, cuando notan mi presencia, ambos lo dejan y me sonríen.
—Despertaste temprano, cariño –mamá besa tiernamente mi frente.
—Tengo hambre.
—Claro, si anoche te perdiste la cena –dice papá y me ofrece el banco junto a él, mientras mamá deja frutas y panques para el desayuno–. ¿Cómo te sientes?
—Estoy bien –miento.
—Tienes que estarlo, sabemos que escogerás lo que diga tu corazón, mientras seas feliz con ello, con tus decisiones, también lo seremos nosotros.
Mamá sonríe y realmente dudo sobre sus palabras, soy su única hija, ¿Cómo es que van a estar bien sin mí? Sin embargo no le contradigo y me dedico a comer con tranquilidad, disfrutando lo que seguramente será nuestra última comida como una familia unida.
Como era de esperarse, ninguno pregunta sobre mis pruebas de ayer, es algo en lo que prometieron que no iban a entrometerse, era mi examen, mi decisión y ellos tienen que respetarla, pero no contarles, no incluirlos en la decisión me hace sentir tan egoísta, que duele.
Luego de desayunar, mamá y yo limpiamos la mesa y los trastos en armonía, en silencio y sintiéndonos cómoda la una con la otra, ella es tan buena y comprensiva conmigo, ¿Cómo no amarla? Es muy nerviosa y sobreprotectora, pero es mi madre y siempre hizo todo por darme espacio y dejarme valerme por mi misma; por mucho que quisiera correr a mi rescate cuando caía. La amo tal cual es y no sé cómo resistiré un día sin su sonrisa, sin su cariño, pero sé que estará pensando en mi a la distancia; solo espero no me odie, que pueda comprender.
Papá está en el jardín reglando las flores y los arboles del patio y decido salir para observarle mejor, mantener lo mejor de ambos en mi mente, ahora y siempre.
—Cualquiera que te viese, pensaría que tienes mucha preocupación en tu corazón –habla, sorprendiéndome con sus palabras.
—¿Qué?
—Tu rostro, luces pálida y estas arrugando la frente como cuando te preocupas, ¿todo está bien, hija?
—Todo perfecto –sonrió.
—Eres mi hija, por lo tanto, una buena mentirosa, si me permites decirlo –me guiña el ojo y suelto un suspiro–. Sé que algo te preocupa, Calí, pero no tiene por qué hacerlo.
—¿Cómo qué no? Ni siquiera sabes lo que es.
—¿Segura?
Papá deja de regar y corta el vial del agua para detenerla, entonces, me indica que me siente en el banco junto al pórtico y camino con pesadumbres hasta alcanzarlo, mientras él se sienta a mi lado.
—También tuve dieciséis, también tuve mi prueba de aptitud y si… También tuve preocupaciones –comienza mientras suelta un suspiro cansado–. ¿Qué sucedió exactamente ayer?
—¿Preguntas porque en tu prueba salió Cordialidad en vez de Osadía y te tuviste que ir?
—¿Qué me tuve que ir? –ríe–. No es obligación, no me fui porque me echaran, ¿y sabes? Yo nunca dije que me toco cordialidad.
—¡Pero…! –balbucee, papá no habla de sus años como osado, ni siquiera sé quiénes son mis abuelos paternos o si tengo tíos y primos. ¿Por qué lo hace ahora?
—Yo escogí cordialidad porque me pareció un lugar en donde podría estar a salvo y además de eso, porque me enamore de tu madre y quería estar cerca de ella.
¿Qué el que? Abrí los ojos con sorpresa, por el simple hecho de que mi padre escogiera una facción solo por una chica que le gustaba, si ya se, gracias a ello estoy viva pero… No lo sé, es algo que no imaginaria de mi padre, el hombre de osadía con sus tatuajes que se esmera en esconder y el brillo de curiosidad en sus ojos que tanto herede. Pero por otra parte, ¿Por qué el querría estar a salvo? ¿Alguien quiso dañarlo? tengo tantas preguntas para hacerle, pero a la vez ninguna sale de mi boca.
—Papá…
—Escucha Calí, no quiero que sientas el deber de escoger una facción por nosotros o porque tienes miedo o inseguridad, quiero que elijas lo que realmente quieres, lo que te haga feliz –toma mi mano y le da un suave apretón–. De tu seguridad nos encargaremos nosotros, estés donde estés, no te perderemos de vista, lo prometo.
—¿Me amarías aunque me fuera de aquí?
—Te amare donde sea que vayas –sonríe y besa mi frente, atrayéndome en un abrazo que no quiero romper, porque me siento tan conectada a él, tan reflejada en el cómo sé que no volverá a suceder de nuevo.

Te amo papá y si escojo bien la facción, sé que podre descubrir más de tu pasado, sé que algún día voy a llegar a comprender tus fantasmas, el pasado del que quisiste escapar y voy a entender el porqué de todo.

Mi familia y la de Andrew caminan unos pasos frente a nosotros, esperando por el camión que los lleva a la ceremonia, mientras nosotros esperamos el nuestro. No he hablado con mi mejor amigo desde ayer y no sé cómo comenzar a hacerlo ahora, me siento nerviosa, mas hiperactiva que de lo normal y me pongo a jugar con una pulsera en mi muñeca izquierda, que tiene un dije de dos alas de ángel color dorado oscuro, un regalo de mis padres, algo que quiero llevar conmigo en esta nueva etapa de mi vida.
Andrew deja de caminar un momento y me giro para mirarle.
—¿Sucede algo?
—¿Este es el adiós, verdad?
Sus palabras golpean duramente en mi pecho, haciendo que mi corazón duela, ¿Cómo es que quise postergarlo tanto tiempo? Podría haber pasado la noche con el viendo las estrellas en el descampado, en vez de encerrarme en mis dudas, porque claramente es el adiós y no quiero decirlo; no quiero tener que despedirme de él.
—¿Qué cosas dices? –una vez más soy mentirosa e intento sonreír, aunque mis ojos estén picando un poco.
—Vamos Calíope, se honesta por una vez en tu vida –luce enojado–. ¿Vas a irte, verdad?
—¿A qué te refieres con que me iré? ¿Tú no lo harás?
—No, pensé que si me quedaba, tú te quedarías conmigo. ¿No es eso lo que hacen los amigos, los mejores amigos?
Supongo que no pensé en ello, en que él tal vez pudiera ignorar sus resultados porque quería quedarse aquí, porque ama su vida aquí junto a sus padres, junto a mí. ¿Pero qué puedo hacer al respecto? Le prometí a papá que elegiría por mi cuenta, no por alguien más, pero ver a Andrew tan triste, tan estresado me parte el alma. No quiero verlo triste.
—Andrew, los amigos se apoyan sin importar que, ¿verdad? Quiero que elijas lo mejor para ti, no para mí.
—Así que si te vas –suelta un suspiro–. Está bien, lo entiendo.
—No… Andrew yo… Es complicado.
Él solo asiente abatido, caminando más allá de mí, para alcanzar a los demás chicos que se van reuniendo en el lugar y realmente quiero llorar, como no lo hice ayer, como no lo hice esta mañana, como pocas veces lo hice en mi vida.



[…]


La camioneta en que viajamos está completamente llena de adolescentes de nuestra facción, la mayoría no habla y parece que tuvieran mucho miedo, he visto a una chica temblar mientras su mejor amiga le abraza y le consuela, me pregunto si como yo tendrá dudas o solo está asustada.
Andrew me sonríe levemente y a pesar de que seguimos platicando como si solo fuéramos a un día normal de escuela, sé que algo se siente diferente, sabemos que este es el final de nuestros días juntos, que algo se rompió para no volver a repararse.
La camioneta da una sacudida terrible y golpeo a una chica con el hombro sin quererlo, asustándome por la brusquedad, por haberle hecho daño, no quiero que este día vaya peor, seguir hiriendo a más personas en mi paso.
—Lo siento mucho, ¿te he hecho daño? –pregunto, poniendo una mano en su hombro.
—Estoy bien, no te preocupes; no ha sido nada –me sonríe tras aclararse la garganta y me impresiona el que de verdad no le pasara nada. Andrew por su parte, observa con algo de desconfianza.
—¿Tu nombre es Noelle, verdad? –pregunto y ella asiente, me parecía que se me hacía conocida, por lo general, me gusta aprenderme los nombres de las personas que viven en cordialidad, por mucho que no vaya a hablarles–. Mi nombre es Calíope, pero puedes llamarme Cali, y él es Andrew –sonrió y Andrew sacude levemente la mano.
—Encantada.
Platico un poco con ella, porque me parece simpática y a pesar de que pareciera algo tímida o al menos reservada respecto a ella misma, creo que si no estuviera yéndome de Cordialidad, podríamos haber sido buenas amigas; si ella me lo permitía, claro.
Nos adentramos en la enorme ciudad y entonces, la conversación cesa y me dedico a observar hacia afuera, intentando controlar las cosquillas en mi estómago por la anticipación.
Andrew golpea mi codo y me giro a verle.
—Espero no vayas a cambiarme por Noelle Poppewell –frunce el ceño receloso.
—¿Qué tiene de malo? Me callo bien.
—A ti te cae bien todo el mundo, Calí –suelta un bufido–. Además te vas a ir.
—Shhh, calla –cubro su boca con mi mano y el la quita.
—Solo no olvides quien será tu mejor amigo hasta la muerte, aunque seas una Sin Facción, es decir, yo.
—Vaya celoso has salido –entrecierro los ojos mientras miro a otro lado.
¿Cuál es su problema? Puedo tener otros amigos si quiero, de hecho los tengo y no serán mejores amigos como lo es él, pero si me voy, querré tener a una persona así de especial en mi otra facción, Andrew no puede prohibírmelo. El siempre estará presente en mí, conozca a las miles de personas que conozca.
Llegamos al edificio en donde se llevara a cabo la ceremonia de elección y me reúno con mis padres para subir el ascensor junto a otras personas más, regulo mi respiración en el transcurso, diciéndome una y otra vez que estoy haciendo lo correcto y que todo estará.
Cuando entramos en la enorme habitación, un mar de diferentes colores aparece ante mis ojos, cada uno representando a sus facciones. Camino junto a Andrew para tomar nuestros asientos correspondientes con los demás chicos y chicas y veo a Noe caminar con sus padres. Me siento en mi lugar mientras muevo incontroladamente mis pies, llevando el nerviosismo a cualquier otro lugar, ignorando las miradas inquietas que me están enviando los de erudición.
Observo los cuencos de metal del que hablaban mis padres el año anterior a mi elección, ellos decían que era para cada facción, que contenía algo que les representase y ahora las observo anonadada, sintiéndome atraída hacia un objeto en particular.
Un abnegado sube al escenario, preparado para dar el discurso que se da cada año, mi vista se nubla y mis oídos se tapan, vagando en pensamientos de último momento, sintiéndome enojada por ser divergente, porque por esta cosa, sea lo que sea, todo lo que planee se fue a la basura y tengo que empezar desde cero. Elegir algo diferente, tomar otro camino y quiero ser positiva, quiero sonreír, pero mis labios tiemblan y simplemente me quedo quieta. Por un segundo de mi vida.
Nos llaman alfabéticamente y miro a cada uno de estos chicos, estudio sus conductas, si tardan en decidir o saben lo que quieren y a donde es que se van. Mi vista se clava fijamente en la persona que va hacia el escenario porque la conozco, es Grace, la chica a la que convide una pastilla el día de ayer. ¡Me había caído tan bien! ¿Qué va a escoger? Me sorprende cuando elije, porque vierte su sangre en las brasas, porque Grace Briel es osadía.
Finalmente llegan a la letra efe y mis manos están sudando. No sé porque, pero miro a Noe, porque no podré ver que va a escoger y me siento curiosa al respecto y luego, capto a Andrew Faig mirándome y le sonrió, entonces es llamado y se levanta con completa seguridad, con mucha tranquilidad y paz interior. Le veo tomar el cuchillo, cortar su mano y luego él hace algo extraño, se gira y me busca con la mirada, sonriéndome de lado; un escalofrió me recorre y entonces él lo hace, vierte su sangre en el cuenco de erudición.
¿¡Qué!? Sé que mi rostro es la sorpresa total, porque incluso algunas lágrimas se asoman por mis ojos, es tanta la incredulidad que ni siquiera puedo explicarlo, ni siquiera me muevo o emito sonido alguno. Mi mejor amigo me mintió, escogió otra facción y no sé si fue porque está molesto conmigo o porque lo quiso desde siempre, solo sé que mi corazón esta lastimado y necesito calmar mis emociones, tengo que concentrarme en mí, en mi destino. Tengo que quitarlo de mi mente, dejarlo ir, olvidar que presencie esto, ser la Cali de siempre. Aunque solo sea un engaño.
Llaman mi nombre y fingiendo tranquilidad, le envió una sonrisa a mis padres, “no olviden que los amo” susurro y mi padre asiente, mientras mamá toma su mano. Doy pasos hasta llegar frente a los cuencos y tomo el cuchillo con indecisión, no porque no sepa a donde ir, sino más bien, porque no me gusta la idea de tener que cortarme, de tener que hacerme una herida para estas personas. Pongo la hoja sobre mi palma y trato de no pensarlo demasiado, presiono fuerte y siento el dolor arder pero lo ignoro, dejo el cuchillo en su lugar y camino hacia el cuenco que tiene las brasas de osadía, porque si debo irme de Cordialidad para mantener a salvo a mi familia, prefiero ir a un lugar de acuerdo con mi personalidad libre.
Escojo a los osados y las gotas de sangre se queman al caer, suelto un suspiro tembloroso y me giro hacia la audiencia, pero incapaz de ver a la cara a mi antigua facción, ya no soy esa Cali, mi camino es diferente, mi vida será otra. Es hora de buscar la felicidad por mi cuenta, aunque traiga consigo dolor y sufrimiento.



[…]


La ceremonia termina y sigo a los osados que son los primeros en salir hacia afuera del edificio, gritando, riendo y disfrutando y su felicidad es contagiosa, quiero sonreír también, quiero gritar y ser parte de esto; después de todo, por algo los escogí, ¿no? Dejo atrás mis penas, mis dolores, mis remordimientos y decido pensar en ello más tarde, por ahora mi mente está aquí, mientras comienzo a correr a la par de los iniciados transferidos y los que siempre supieron a donde ir.
Cuando nos acercamos a las vías del tren, mis ojos se abren con emoción, ¡siempre quise hacer esto! Me siento tan alegre, tan llena de vida, tan yo, que parece imposible que algo malo pudiese pasarme, sin embargo no dejo de estar alerta. Uno nunca sabe cuándo puedes ser traicionado por la gravedad.
Veo a Noe en la multitud y me emociona que escogiera osadía también, si hay alguien que es de mi antiguo hogar como yo, tal vez no sea tan pesado estar por aquí, podremos ser amigas.
—¿Vamos a saltar al tren? –pregunto y compartimos una mirada de complicidad y le sonrió.
Cuando el tren avanza hasta llegar a nosotros, me preparo, concentrada en el objetivo, esperando mi turno y observando cómo los nacidos en osadía suben como si nada dentro de los vagones, mi respiración es entrecortada y no tengo miedo a fallar, tengo piernas largas, eso no debería dificultarme el subir, solo tal vez mi altura pero… Tomo una bocanada de aire y corro hacia adelante, subo rápidamente y suelto la respiración con alivio. Me inclino hacia adelante para ver a Noe pero ella no lo está consiguiendo muy fácil, me preocupa que no pueda subir y observo a mí alrededor, por si alguien más está observando y puede ayudar; entonces, se sostiene del asidero y un chico le ayuda a entrar. Me siento como una fisgona en aquella escena y algo ruborizada, decido desviar la mirada, al menos ella está bien.
Camino hasta el otro extremo y me cruzo con una chica delga y cabello teñido de un color diferente al suyo, es bonita. Más adelante, una rubia sentada en el suelo a la que casi tengo el impulso de ir a hablar, pero no lo hago, necesito dejar de ser la sociable Cali por un segundo, estos iniciados también tienen cosas en las cuales pensar.
No encuentro a Grace así que me vuelvo hasta donde estaba Noe y me quedo allí parada, hasta que los chicos y chicas de negro empiezan a saltar del tren y sé que pronto nos va a tocar a nosotros, sin embargo, esto no es como dejarme caer desde un árbol, no se dé que podré sostenerme si no caigo bien. Veo a las chicas saltar y siento que debo hacerlo también, solo que mirar como algunos caen al vació es demasiado para mi estómago, no le temo a las alturas, si a morir. Suelto una respiración y me dejo caer hacia adelante, sintiendo como mi cuerpo pesa más y más y como no estoy cayendo hacia el tejado, estoy yéndome directamente hacia abajo y entonces sé que voy a estrellarme contra el suelo. Cierro los ojos con pánico y mis manos buscan con desesperación un agarre, hasta que lo encuentro, pero para ese entonces, mi grito ya se escapó de mis labios y sé que me han escuchado.
Intento subir pero estoy cansada y mis rodillas están raspadas al igual que mis brazos, siento tanta vergüenza de no haber podido caer como los demás, ¿pero quién puede avergonzarse cuando está a poco de morir o quebrarse un hueso? Intento no mirar abajo, intento no llorar, no quiero parecer débil o estos osados van a aplastarme. Veo a Noe caminar hacia mí pero un chico la detiene, cierro los ojos y trato de empujarme hasta arriba una vez más y fallo, entonces observo un rostro desconocido. Un tipo de osadía que me observa con seriedad.
—Atrás. Tiene que ser ella la que se salve. Si de verdad quiere ser osada deberá superar situaciones muchísimo peores que esa –él tiene piel oscura, cabello negro y su rostro definitivamente le quita la sonrisa a cualquiera. Se pone frente a mi cruzado de brazos y entiendo que no me va a ayudar, nadie me ayudara, estoy sola en esto.
Trago el nudo en mi garganta y obligo a mis lágrimas a no salir, me concentro en el cielo y no en los oscuros ojos del chico, contengo el aire y me comienzo a impulsar hacia arriba, con toda la fuerza que logro reunir, lastimando mis manos y haciéndome cortes, pero no suelto ni un quejido, no dejare que me gane la impotencia; soy fuerte, sé que lo soy.
Finalmente estoy arriba y me caigo de rodillas, respirando con dificultad, mientras el chico se va dejándome allí sola.
—¿Estás bien? –pegunta y levanto la vista para ver a Grace, tendiéndome una mano para ayudarme a ponerme de pie.
—Sí, bueno, no tanto –digo y mis piernas tiemblan cuando estoy de pie–. Gracias y es bueno verte de nuevo.
—Lo mismo digo –sonríe y nos acercamos a los demás.
Cuando nos volvemos a reunir todos, el osado que no me dio ayuda ante mi casi muerte segura, se coloca junto a otro de más edad en el borde del edificio. ¿Y ahora qué? Ya tuve suficiente con un borde de edificio haya atrás.
—¡Silencio! Soy Max y él es Eric y somos líderes de Osadía. Varias plantas bajo nuestros pies está la entrada a vuestra nueva facción. Si tenéis el valor suficiente como para saltar, habéis elegido bien. Si no, no pintáis nada aquí. Los iniciados saltarán primero –Termina el discurso mostrando una sonrisa desafiante.
¿Es enserio? Suelto un bufido y observo a los demás, ni siquiera los nacidos en osadía hacen algo al respecto, como saltar primero. Me quedo en silencio aunque sé que no puedo saltar de ultima, no después de mi espectáculo de hace unos segundos atrás, no le temo a saltar, lo que sucede es que no saber que hay abajo me pone nerviosa, ¿pero nos pondrían en riegos más de lo que ya lo hicieron? Tal vez deba confiar en ellos solo por esta vez. Como sea, una chica de abnegación de cabello rubio atado en un tomate detrás de su cabeza sube al borde y salta, en segundos simplemente desaparece y me siento asombrada por su valentía.
La siguiente es Noelle y me siento feliz, de que al menos alguien de mi facción demuestre valentía y seguridad ante este gran reto, la chica de cabello teñido que vi hoy, también da un paso adelante y se dispone a saltar hacia su destino. Me muevo entre los demás hasta llegar al frente, si nadie más va a saltar, entonces lo haré yo, sé que puedo hacerlo.
Doy un paso hacia adelante y el tipo, Eric me detiene con su pie, mirándome desafiante y su compañero sonríe. Inspiro lentamente, intentando ser positiva, ignorando sus miradas de burla y esquivo a Eric para subir hasta el borde, observando hacia abajo, hacia aquel agujero negro y enigmático; no temo a las alturas, sé que puedo hacerlo, sé que estaré bien, soy divergente y soy osada ahora.
Cierro mis ojos nuevamente y esta vez, si me dejo caer al vacío. Cuando los abro, estoy rebotando en una enorme red y sé que estoy viva por lo que sonrió enormemente y me giro para salir, encontrándome con otros osados, los cuales aplauden y sonrió.
Nunca antes estuve bajo tierra, nunca pase mucho tiempo sin los rayos del sol sobre mi cara, pero las cosas cambiaron, serán diferentes y tengo que adaptarme a ellas, me recuerdo que es lo que elegí por mí, como prometí a papá, necesito estar tranquila; solo es cuestión de tiempo.
Cuando todos ya han saltado y estamos reunidos nos enseñan el lugar, el Pozo, los dormitorios, nos dan reglas, nos muestran el abismo –que es espeluznantemente asombroso– y luego el comedor.
Creo que es el comedor más ruidoso que vi en mi vida, incluso en el colegio, el ruido que hacia osadía no era tanto como aquí, en donde hay personas de diferentes edades y todas gritan o se ríen fuertemente y hablan a pesar del bullicio y me río sola, porque creo que es divertido y una forma de manifestarse muy curiosa.
Me siento junto a otras personas y me sirvo algo de ensalada, no estoy acostumbrada a comer algo diferente así que es lo único que me sirvo y tomo algo de agua.
—Me contaron que casi mueres, ¿eras tú, cierto? –dice una voz a mi derecha, medio burlona y me giro indignada.
—¿Qué? ¿Cómo…? ¡Trenton!
—Shhh, no grites, te escucho y bienvenida por cierto, lástima que mala elección.
—¿Por qué mala?
—¿No recuerdas lo que te dije? –Pregunta ceñudo, sirviéndose un trozo enorme de carne–. No llames la atención, Calíope, ¿y qué haces? Un espectáculo haya afuera, esta facción nunca es de no llamar la atención.
—Soy Calí ahora –corrijo mientras bajo la voz como él, para que nadie más escuche–. Y lo sé, pero solo fue un error, no volverá a suceder.
—Créeme que sucederá mucho de ahora en más –ríe sin ánimos–. Tendrías que haber escogido tu facción o abnegación.
—Tú no me dices que escoger, apenas te conozco.
—Si –asiente levemente, mientras se pone de pie y toma su plato–, pero te salve la vida guardando tu secreto, no sería malo que tuvieras un poco de consideración, si te descubren yo también caigo. Cali.
Sus palabras me hacen sentir mal, es decir, no lo había pensado de ese modo pero tiene razón, si me descubren y saben quién estuvo cubriéndome, podrían dañarle a él también, pero no es justo, no sé todo lo que debo sobre mi divergencia y él tiene que contármelo. No me importa si tengo que perseguirle todo el tiempo, tengo derecho a saber más, estoy más en peligro no sabiendo que estando bien informada.
Trenton se sienta junto a un chico que le mira seriamente, tiene el cabello castaño oscuro peinado hacia arriba y cuando me observa fugazmente, veo el color de sus ojos. El chico parece ser el menos osado de los que me rodean, no veo rastro de tatuajes, viste de negro y con una campera de cuero, tal vez si los tenga pero están ocultos; aun así, luce tan fuera de tono, como si no encajase. Trenton le habla y el responde pero no le mira a la cara y se ve distante, ¿es un anti social o algo así? Ese tipo de personas son mi especialidad, me gusta que todos se sientan incluidos y partes de algo, tal vez pueda hablarle luego.
Después de la cena, algunos se van a los cuartos y decido ir también, porque todavía no me siento orientada y sino, quien sabe dónde acabe.
Me pongo una blusa negra holgada y unos short oscuros también, me siento algo triste de dejar atrás la ropa con colores que hoy creí horribles, pero que me recuerdan a mi antigua familia, a mi casa; los dejo bajo la almohada sin que me vean y luego, me acuesto en una de las literas.
¿Cómo estarán papá y mamá? ¿Y Andrew? ¿Sera feliz con su decisión? ¿Podré verlos algún día?
Con tantas cosas en mente, con algunas heridas en mi cuerpo que empiezan a doler y mi corazón bombeando fuerte, me recuesto de lado y cierro mis ojos.
Sé que tengo mucho en que pensar, pero necesito descansar si quiero estar lista para el mañana, si Trenton quiere que no llame la atención lo haré, seré cuidadosa, pero tampoco permitiré que me vean como un blanco fácil, una persona débil.
Tengo mucho que hacer aquí mientras tanto, como desenterrar el pasado oscuro de mi padre osado, sobrevivir a este nuevo mundo extraño y hacer amigos que sean para siempre.

No sé si vaya a lograr todo eso con éxito, así que mientras tanto, solo me concentrare en seguir viva, tener algunos amigos y mantener oculto mi pequeño gran secreto; mi divergencia.



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Mensaje por beige Mar 13 Mayo 2014, 8:26 am

Siento haber aparecido tan tarde, ¡pero leí el capítulo el mismo día que lo subiste May! Ahora lo comento porque... ME HA ENCANTADO SOCORRO DSJFHLKSDBFVFVBJ

Vayamos por partes.
Ángel me asustó con su comentario porque fue como NO LE HA GUSTADO LO SABÍA ESTÁ MAL ESCRIah no que estaba de broma JAJAJAJAAJAJAJ tus comentarios siempre me hacen mucha gracia en serio es que me parto de risa yo sola en mi habitación como una loca. Luego tenemos a Rita y su organización de ideas... JAJAJAJAJAJAAJ (Yo también he visto la película por fin y la he AMADO O SEA ME HA ENCANTADO ME PARECE BUENÍSIMA AUNQUE SE INVENTEN ALGUNAS COSAS PERO DJFKBVLSDJB ES MUY FAB). May eres adorable en tus comentarios en serio aaaawwww  :sad:  Me alegra muchísimo que os haya gustado, me encanta como va la novela (aunque un poco lenta pero me sigue encantando).

Ahora May... ME ENCANTA TU CAPÍTULO. Para empezar Trenton me sigue recordando a un personaje de mi libro favorito JSHDFLKJAS y me parece muy bueno porque la ayuda incluso en Osadía. He amado la relación de Cali con sus padres, están tan unidos y se quieren tanto que cuando los deja me dio mucha pena  :sad: :sad: 
Me parece muy interesante y misterioso el pasado del padre de Cali mmmmm estoy deseando descubrirlo. Andrew también me dio mucha pena al principio pero cuando eligió Erudición fue como OMG NO PUEDE HABER HECHO ESO NO ME LO ESPERABA PARA NADA  Divergente. {Novela Colectiva} - Página 3 917567405 cuandO HE SALIDO HA SIDO COMO DFJVSLKFDV SOY YO SOY YO!! AJAJAJAAJAJA (me emociono cuando salgo en vuestros capítulos porque sois geniales y me hace mucha ilusión) También me parece adorable el que Cali necesite a alguien de su facción para no sentirse sola, y me ha hecho gracia el que se sonrojase por la escenita entre Zayn y yo ( Divergente. {Novela Colectiva} - Página 3 1477071114 Divergente. {Novela Colectiva} - Página 3 1477071114 ) Y cuando ha estado a punto de caerse lo he vuelto a pasar mal pero menos mal que ha sido fuerte (qué mona es Grace ayudndo a Cali dcjksdbvnf) Cuando ha saltado ha sido como WOHOO TU PUEDES!! JAJAJAJJA

Me ha encantado el capítulo May, me encanta como escribes en serio. Todas sois geniales. Síguela pronto Ángel.  Divergente. {Novela Colectiva} - Página 3 1857533193
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Mensaje por TheGirlImpossible Miér 14 Mayo 2014, 9:13 pm

¡Noe! Muchas gracias por tu comentario sdajaksdnsa ♥ me alegra muchísimo que te gustara el cap, ya que ni pude volver a corregirlo despues xD estoy resfriada, ¿puedes creerlo? T___T que injusta es la vida conmigo, me vivo enfermando e.e
jaja es que Zayn y Noe derrochan mucha sensualidad entonces, fue demasiado intimo y Calí se sintió la tercera rueda(? jaja
Mas adelante voy a revelar algunas cosas sobre el papá de Calí en su antigua facción, wuajaja porque aunque ellos no vayan a salir, despues se vuelve importante el tema y ese Trenton, no tenia planeado introducirlo mas en la historia pero me vinieron ideas en mente asi que creo que lo utilizare de vez en cuando :D y mas porque a ti te agrado asi que Trenton se quedara(? jaja
Uy, Andrew eligiendo erudición, eso es algo que también planeo utilizar mas adelante! :D soy una calculadora respecto a todo(? xD
Gracias de nuevo y esperemos que Angel aparezca por aqui :D yo ya me voy, que me duelen mis oídos y no puedo escuchar música con los auriculares :'(
adios!!
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Mensaje por Wicked Jue 15 Mayo 2014, 1:26 pm

OMG OMG OMG, me ecanto me encanto me encanto
ya dije que me encanto(?
ok muy bien, serenidad, R
Wicked
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Divergente. {Novela Colectiva} - Página 3 Empty Re: Divergente. {Novela Colectiva}

Mensaje por Wicked Jue 15 Mayo 2014, 1:37 pm

OMG OMG OMG, me ecanto me encanto me encanto
ya dije que me encanto(?
ok muy bien, serenidad, Rita. ya eres una mujer madura (?

es que asdfghjksdfghj, comensaré por el principio x-x

1)LOS ADRES DE CALÍ SON UNA AMOR. nada que ver con los de Lizzy o con puto papá de Noe

2)Andrew, dios que tipo (enamorado de calí o no??) el es una man azucarado, relleno de azucar, con sabor  a azucar y con miel en sima (?, cuando eligio erudicion sho como que:

QUE MIERDA, MAY????!!!!

3)cuando eligió osadia y casi se cae, casi me da un infarto, lo cual es muy tonot dado que no se va acaer, pero aun así, y cuando Grace se acerco asdfghjsadfghzsdfgh

estubo raelmente geenial may, me encanto como escribes,

Angel, te espero con ansias, y con un cuchillo 

besos
Wicked
Wicked


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