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Memorias de una vida miserable |Terminada|
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
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Re: Memorias de una vida miserable |Terminada|
*Insertarme leyendo esto con toda la seriedad del mundo hasta que "esos dos sinnombre" salvajemente apareció* :xd: No sé por qué pero eso me ha dado risa.Emily Rawson escribió:Ay pobre Leo! En todos los sentidos
Sentirse mal con uno mismo es lo peor, y viendo lo que le pasaba ahora todo tiene sentido. Los ladrones/bandidos/asesinos/o los que pararon en la cárcel, se suponen que están ahí para arrepentirse, para recapacitar, pero el lugar en sí ya te pone peor, es decir, Leo lo estaba llevando bien hasta que no lo aguantó más. Y ahora el pobre en problemas por esos dos sinnombre! En fin, tienes que seguirla!
Besitos!
Sí, ese día no fue muy bueno, todo se le fue encima y no logró contenerse, y ahora está en problemas exactamente por esos dos que aún no sabe cómo se llaman. Ni siquiera sabe por qué está así y eso lo pone peor.
Próximo capítulo en tres/cuatro días! (Creo... No sé, como no publicaré a MQCDP como se supone me perdí) Y después, el siguiente para el 31 de febrero ;) *Nótese que si el 30 no existe, ese MENOS, pero es mi manera de decir que no tengo idea cuándo porque ni siquiera lo he empezado a escribir :pokerface:*
Spencer
Re: Memorias de una vida miserable |Terminada|
Capítulo #7.
Pared gris, rejas metálicas, cama blanca, lugar incómodo, uniforme naranja, zapatos blancos, piso sucio, total confusión. Me encontraba sentado a la orilla viendo hacia el suelo, sosteniendo mi cabeza con mis manos y mis codos sobre mis rodillas. La hora del desayuno no acababa, pero para mí ya había llegado a su fin. Me metieron a mi celda apenas me descubrieron, ni idea de qué habrán hecho con los otros dos. Más valía que ellos estuviesen igual porque fueron los que empezaron todo. Quizás no estarían con esa confusión y esas ganas de llorar que tenía, pero me complacía si estaban encerrados de igual manera.
Repasemos. ¿Qué has hecho? Ah, sí, romper tu regla número uno: no meterte en problemas. ¿Crees que saldrás ileso de esta? Imposible. Mínimo te dejarán en aislamiento por unos días y te dejarán como a un animal en el zoológico. No te dejarán salir ni para comer, te darán una bandeja con lo que necesitas por un hueco y listo. Olvídate del baño, olvídate del sol, olvídate de la brisa, olvídate de las visitas, que por cierto, ¿dónde están? Nadie ha venido a verte, se nota que ya no te quieren. Ni se han preocupado, ni una señal de ellos. Te han dejado solo, abandonado. Acéptalo, esta es tu nueva vida.
Tenía a mi mente como enemiga. Pasé de estar odiándolo todo e irritable a creer que todo iba en mi contra, incluso yo mismo. ¿Cómo pude meterme en algo así? ¿Cómo siquiera se me ocurrió golpear a esos tipos que de seguro eran capaces de matarme ahí mismo? Eso ya no era nada, me atraparon con los puños apretados, eso no sería nada bueno. “Pórtate bien. Quizás así te quedes por menos tiempo”, aún recuerdo perfectamente las palabras de Marc. Desobedecí esa orden, en menos de una semana ya estaba metido en un lío. No quería imaginar lo que me esperaba.
¿Por qué no lograba entenderme? Era demasiado frustrante no saber lo que había dentro de mi cabeza. Todo era un enredo, una maraña, y los pensamientos que más resaltaban eran los negativos. ¿Por qué? Eso era lo que menos necesitaba. Si ya me sentía mal por no haber terminado la hora del desayuno como es debido, peor estaría por culpa de esas ideas. Una me afectó en especial: ¿Qué pasó con las visitas? Llevaba cinco días y la última vez que vi a alguien conocido fue cuando me metieron en esa celda por primera vez y mi hermano intentaba calmarme.
Entiéndelo, te lo estoy diciendo tal cual como es, directo, sin rodeos. No te quieren. ¿Crees que en una familia así van a aceptar a un criminal como tú? Jamás en la vida. Tu hermano es detective, él mismo te trajo aquí. ¿Crees que un policía mantendría contacto con un familiar encarcelado? Y tu papá, tu papá ni siquiera te quiere del todo, nunca lo ha hecho. ¿Crees que ahora se dará la diferencia? Iluso. Su caso es peor, es abogado fiscal, de esos que trabajan para la policía. Es de los más conocidos, ¿crees que se arriesgaría a ensuciar su imagen pública yendo a ver a su hijo preso? Ahora menos te debe querer.
¿De verdad ya no me querían? Es decir, mi cabeza estaba siendo muy convincente, o yo muy manipulable. Me sentí cada vez peor. De verdad era raro que aunque sea Marc no se hubiese pasado por ahí en tantos días, más después de tanta insistencia en hacerme sentir mejor. De mi papá, eso no me extrañaba. Si ni siquiera lo había visto en meses, creo que desde antes de abandonar los estudios. Daba igual, a él no le interesaba mi vida. De seguro estaría maldiciéndome e insultándome, porque si mi estadía en la cárcel se hacía pública, su carrera podía darse casi por acabada, o al menos su nombre se mancharía.
Fui bombardeado una y otra vez por mis ideas. ¿Y si de verdad se hacía pública mi estadía ahí? Ese sería uno de mis mayores problemas, lo digo por eso de que mi familia es de las más conocidas de Florida, aunque para esos días el único que seguía en el plano era mi padre y más o menos mi tía. Marc y yo fuimos reconocibles hasta algo después de la muerte de mi madre, cuando desaparecimos de los medios. Quizás esa era una ventaja, ya no llamaba la atención, no como antes. Si esto llegaba a la prensa, sería una raya definitiva para mi pequeña familia y un tiro en la cabeza para mí.
Me estaba derrotando, no podía dejar de pensar en todos los males que se me aproximaban. En un intento por detenerme, me acosté y cerré los ojos, intentaría dormir. Sólo olvidé un detalle: los pensamientos son traicioneros a la hora de descansar.
Fracasaste. No intentes escapar de tu realidad, no hay manera de evadirla.
Si algo es verdaderamente horrible, es cuando aun con los ojos cerrados se puede sentir cómo se inundan de lágrimas, y que si llegas a abrirlos, éstas correrán. Ese era mi estado. Apreté los ojos antes de abrirlos para evitarlo, aunque sólo logré que mis pestañas se mojaran y para cuando me permití ver de nuevo, llorar fue inevitable. Me senté de nuevo a la orilla de la cama tal cual como estaba antes, sólo que en llanto. No podía parar, por más que lo intentara. No cesaría hasta no callar mi mente. No tenía idea de cómo hacerlo, pero no aguantaría mucho más así.
Todo era doloroso. Veía a mi alrededor, lo muy poco que tenía era deprimente, triste, para nada conveniente en esa situación. Seguía desconsolado, sin darme cuenta fui inclinándome hacia la derecha hasta terminar con medio cuerpo sobre la cama acostado de lado. Mis manos pasaron de estar cubriendo mi rostro a tomar mi cabeza a los lados. No paraba de llorar. Era como si estuviera por estallar y que liberar lágrimas era el único método para disminuir la presión. Iría muy despacio, porque no me sentía para nada mejor. Estaba igual o incluso peor que cuando empecé.
Giré para intentar quedar boca arriba en la cama. Mis piernas no colaboraron, pues se quedaron prácticamente en la misma posición, se negaron a moverse, causándome un dolor por estiramiento alrededor del estómago, por lo que volví a girarme, esta vez para regresar a la pose anterior, pero lo hice con tanta fuerza que terminé cayendo al suelo de rodillas, y como aún quedaba algo del impulso, quedé sentado de lado. Una de mis manos evitó que la caída fuera completa, la otra siguió su trabajo de limpiaparabrisas, o mejor dicho, su trabajo de secar mi cara.
Y ahí quedé, en esa misma posición en el mismo lugar realizando la misma acción del que no pudo aguantar más. No me importó si alguien llegaba a considerarme cobarde, débil o lo que fuera si me veía. Lo único que pasaba por mi mundo era negativo, ¿y qué más hacer cuando no se soporta ni lo que uno mismo piensa? Tenía mis razones, tampoco estaba así por nada o por gusto o para llamar la atención. Estaba así por el cansancio de no entender mi forma de ser, mis sentimientos, lo que pasaba a mi alrededor. Quizás, quizás sólo debía adaptarme mejor al lugar y a las circunstancias.
Ignorando todo esto, la última imagen que di de mí seguía siendo la que tenía. Escuché unos pasos detrás de mí, eran cada vez más fuertes. Se estaban acercando a mi celda. Ni a eso le hice caso. Que me descubriera, que pensara de mí lo que se le diera la gana, no le daría importancia. Igual, ni me enteraría de quién era porque le estaba dando la espalda al pasillo. De repente, los pasos se detuvieron muy de cerca, como si se hubiese parado justo detrás, y es que bueno, ¿qué puedo pedir si así lo hizo? Sentí la necesidad de calmarme un poco porque lo más probable era que me hablaría y quería ser capaz de responder sin nudos en la garganta.
—Voy a pasar —Ah, vale. Era la voz del mismo uniformado azul que me llevó ahí minutos antes.
Así como un anuncio más que pidiendo permiso, justo después sacó unas llaves y abrió la puerta para pasar y luego cerrar rápidamente como para evitar mi escape. Claro, por supuesto que iba a levantarme y a correr para empeorar mi situación y pasar aun más tiempo encerrado. Y claro, por supuesto que estoy siendo sarcástico. No me moví, ni siquiera volteé a verlo. Sentí cómo tomó asiento a un costado de la cama. Con eso entendí que se quedaría ahí para rato, no era algo rápido. Rayos.
—Supongo que la pregunta “¿cómo te sientes?” no es necesaria ahora mismo. Lo que quieres y necesitas son explicaciones, ¿cierto?
Su voz tranquila me llamó la atención. De verdad parecía interesarse en hablar conmigo. Levanté la vista del suelo sólo para pasar a ver a la pared, aún no daría la cara. Asentí lentamente, sentía curiosidad de oír sus respuestas a mis preguntas.
—Jason y Joseph también están en sus celdas.
¿Jason y Joseph? No conocía a nadie llamado así. Sequé el poco de lágrimas que quedaban en mis ojos y en mi cara para finalmente dirigirle una mirada confundida.
— ¿No sabes?
—No sé el nombre de nadie aquí —Apenas alcancé a decir.
—Debes actualizarte algo más rápido. Jason es el fastidioso con barba y Joseph es el fastidioso afeitado. ¿Ahora te ubicas?
¡Así que esos eran sus nombres! Ya me llevaban una ventaja menos. Volví a mirar a la pared un poco antes de que hablara de nuevo.
—Te estarás preguntando qué va a pasar contigo por esto, ¿cierto? —Cada cosa la pronunciaba como una afirmación con necesidad de confirmación. Asentí nuevamente— Sólo esto, no te pasará más nada.
Se repitió lo anterior. Lo vi con una mirada en busca de explicaciones, sólo que algo más sorprendida esa vez.
—Verás, es un caso parecido a la razón por la que estás aquí. Lo que acaba de pasar lo hiciste bajo efectos de tu impredecibilidad, no porque así lo hayas querido, por lo que las consecuencias se disminuyen y bastante. Normalmente, te mandarían a las celdas de aislamiento por unos días, pero tú sólo perderás este receso. Saldrás nuevamente en la hora del almuerzo como si nada hubiese pasado. Lamentablemente, Jason y Joseph también lo harán porque sino no podría evitar aplicarte un castigo.
Bueno, eso era mejor que la primera opción. Ser impredecible me estaba causando muchos problemas y a la vez salvándome de la mayor parte de sus consecuencias. Y así que eso era todo, estaba en medio de un brote de enojo, tal y como lo estuve los días previos a entrar a prisión. Por eso era que no soportaba nada y todo me parecía irritable, por eso fue que no dudé en darles pelea a esos dos.
—Veo que ahora estás en un brote más. Te sientes algo mal y triste contigo mismo, ¿cierto? — ¿Cómo era posible que supiera a la perfección todo lo que sucedía?— Es normal. Casi cualquiera en tu condición sentiría culpa luego de algo así. No te sientas mal por afectarte tanto, es como se supone que debería pasar, así que está bien mientras no pase a mayores. Puedes desahogarte como lo desees mientras no dañes a nadie, principalmente a ti mismo. No estoy exagerando, sé cómo son los impredecibles, por eso me asignaron esta área porque es en donde los encierran. Créeme, la mayoría no termina bien porque la situación se va de nuestras manos, pero te has dado cuenta de que tienes algunos privilegios que varios quisieran tener y no por ser un Molander como podrían llegar a sospechar si se enteran.
— ¿Por qué me estás hablando ahora? ¿No deberías estar afuera vigilando o algo? —No me malinterpreten. No le estaba diciendo que se fuera, sólo quería saber por qué exactamente en ese momento. No me di cuenta del doble sentido que tuvieron esas preguntas hasta que respiró profundo al terminar de formularlas.
—Porque es mejor conversar antes de que la emoción de la que sea el brote te domine por completo. Y sí, pero a esta hora no hago mucha falta, soy un vigilante de pasillo y nadie pasa por acá a esta hora a menos que esté perdido y eso no suele suceder. Puedo explicarte algunas cosas si quieres, tenemos tiempo aún.
Fue ahí cuando finalmente dejé de darle la espalda y me acomodé –aún en el suelo- para verlo de frente como en una conversación normal. Entendió mi señal y siguió hablando.
Terminó explicándome varias cosas, entre ellas la razón por la que me asignaron un baño individual y no me metían con los demás: porque fácilmente podría entrar en pánico o en cualquier tipo de brote –por raro que suene-, ya que otra cosa de impredecibles es que casi todos comparten la cualidad de ser reservados o de incomodarse con facilidad, pudiendo en ese caso en particular volverse un riesgo para los demás o un blanco fácil y ponerse en peligro a sí mismos. Otro beneficio más –muchas gracias, en serio que agradecí mucho este- de ser un impredecible en la cárcel.
Volví a quedarme solo unos minutos antes de que la alarma de regreso a las celdas sonara. Ya me sentía algo mejor, de verdad necesitaba hablar un rato con alguien sin que me atacara. Nunca me imaginé que un vigilante fuera amigable. Siempre creí que eran severos y de carácter fuerte contra los presos sin excepción alguna, pero como él mismo lo dijo, lo transfirieron a vigilar el área B porque sabe tratar con la gente y allí suelen estar los que más ayuda requieren. Respondió gran parte de mis dudas, el problema es que hubo algo que me dejó pensando.
Sí, no soportaba esa parte de que casi cualquier cosa me dejaba pensando en esos días, pero en serio que la frase se grabó en mi mente. “Créeme, la mayoría no termina bien”, referida a una gran cantidad de impredecibles que han pasado por ese lugar. Sabía lo que quería decir, el mensaje está explícito ahí. El problema estaba en cómo terminaban, y no “cómo” de “mal”. “Cómo” de “qué les sucede”. Esa sería una nueva incógnita que me tendría intranquilo. Aunque para ese momento ser impredecible era casi un regalo, pronto conocería las desventajas que tendría que sufrir a causa de ello.
Spencer
Re: Memorias de una vida miserable |Terminada|
Holis!
Mi comentario se tardo en seguir -.- Disculpas
Pero aquí estoy...Y creo que será el último día que me leeras...Seguido, no lo sé, pero mañana empiezo las clases y...y... :'( NO QUIERO :(
En fin, vayamos al punto...Me alegro que el "uniformado" haya hablado con Leo, realmente él necesitaba a alguien para charlar, si no terminaría volviéndose loco el pobre x'c Sus pensamientos le estan jugando para mal...
Escucha...Desde que me contaste como te hiciste directioner no he superado esa historia xD Lo que me pregunto ahora ¿Cómo empezaste a creer en Larry?
Bueno, espero que puedas seguirla pronto! Cuidate! Besitos!
Mi comentario se tardo en seguir -.- Disculpas
Pero aquí estoy...Y creo que será el último día que me leeras...Seguido, no lo sé, pero mañana empiezo las clases y...y... :'( NO QUIERO :(
En fin, vayamos al punto...Me alegro que el "uniformado" haya hablado con Leo, realmente él necesitaba a alguien para charlar, si no terminaría volviéndose loco el pobre x'c Sus pensamientos le estan jugando para mal...
Escucha...Desde que me contaste como te hiciste directioner no he superado esa historia xD Lo que me pregunto ahora ¿Cómo empezaste a creer en Larry?
Bueno, espero que puedas seguirla pronto! Cuidate! Besitos!
Emily Rawson
Re: Memorias de una vida miserable |Terminada|
No, por qué!? Clases tenían que ser... Y yo aquí aún haciendo tareas por internetEmily Rawson escribió:Holis!
Mi comentario se tardo en seguir -.- Disculpas
Pero aquí estoy...Y creo que será el último día que me leeras...Seguido, no lo sé, pero mañana empiezo las clases y...y... :'( NO QUIERO :(
En fin, vayamos al punto...Me alegro que el "uniformado" haya hablado con Leo, realmente él necesitaba a alguien para charlar, si no terminaría volviéndose loco el pobre x'c Sus pensamientos le estan jugando para mal...
Escucha...Desde que me contaste como te hiciste directioner no he superado esa historia xD Lo que me pregunto ahora ¿Cómo empezaste a creer en Larry?
Bueno, espero que puedas seguirla pronto! Cuidate! Besitos!
Hey, qué casualidad que me meto a responderte y en recién comentados me aparece Stay With Me.
Ahora al tema, el "uniformado" es el siguiente sinnombre aquí
Larry... Digamos que yo para aprender a diferenciar a los chicos me puse a ver los videos divertidos de ellos (esos que duraban 7 minutos y eran que si recopilación de los momentos más divertidos de tal fecha a tal fecha) y me di cuenta de que Harry y Louis siempre estaban juntos y que en realidad lo más divertido era entre ellos dos, aunque hasta ahí. Luego, revisando el Twitter de Harry, vi sus fotos y encontré una que publicó en el cumpleaños 20 de Louis
LA ENCONTREEEEEEEEEE
Bien, eso fue lo PRIMERO que vi de One Direction en general
No es taaan divertida como la otra, más bien fue que siempre tuve mis sospechas de que lo que hacían y cómo actuaban estando juntos era algo más de lo que unos simples mejores amigos harían y se dirían pero nunca me lo había tomado en serio hasta que comenzaron a explicármelo y de inmediato capté y me convencí
Me extendí más de lo que creí... Pero bueno, es que tardé bastante en dejar de considerarlo como juego/tendencia a y empezar a creer como algo real, y como todo el resto de las personas que conozco a las que les gusta 1D/directioners no son LS pero tampoco carrots (o sea, normal...) y unos pocos son los que decían "es que los juegos que hacen son muy gays" "ES QUE LOUIS ES DEMASIADO GAY NO LO NOTAS!?"
Y que por cierto, entre Sara y yo justo ayer acabamos con una carrot (amiga de ella) y parece que empezará a creer en Larry por una página que consiguió ella y yo la traduje (TARDÉ MEDIA HORA, MEDIA HORA! Era full largo y como era en imágenes, no lo podía poner en un traductor y los dedos me quedaron doliendo pero bueno, soy la que sabe inglés en casi todo mi grupo). Lo bueno fue que FUNCIONÓ
PD: El siguiente cap ni idea cuándo, lo empecé anteayer pero quiero terminar el de MQCDP primero porque es más largo y luego viene el último flashback que escribí QUE ES FULL LARGO y quiero adelantarlo un poco, pero quizás, si me apuro con MQCDP, mañana lo continúo escribiendo y quizás esté el lunes o el martes...
Bueno, ahora iré a comentar en Stay With Me antes de que se me vaya la idea de lo que iba a decir... :bye:
Spencer
Re: Memorias de una vida miserable |Terminada|
Sí un viernes (en unas horas tengo que ir para la escuela -.-), además que hoy sólo voy a estar dos horas por corte en las calles o algo así. Osea...Es ir al re pp, pero voy a ir.Angelacpm escribió:No, por qué!? Clases tenían que ser... Y yo aquí aún haciendo tareas por internetEmily Rawson escribió:Holis!
Mi comentario se tardo en seguir -.- Disculpas
Pero aquí estoy...Y creo que será el último día que me leeras...Seguido, no lo sé, pero mañana empiezo las clases y...y... :'( NO QUIERO :(
En fin, vayamos al punto...Me alegro que el "uniformado" haya hablado con Leo, realmente él necesitaba a alguien para charlar, si no terminaría volviéndose loco el pobre x'c Sus pensamientos le estan jugando para mal...
Escucha...Desde que me contaste como te hiciste directioner no he superado esa historia xD Lo que me pregunto ahora ¿Cómo empezaste a creer en Larry?
Bueno, espero que puedas seguirla pronto! Cuidate! Besitos!que en realidad apenas empecé la segunda porque estoy de vaga...Y qué es eso, empiezas UN VIERNES!? Qué desperdicio, aquí si queda en jueves lo dejan para el lunes de una vez. Y ESTABAS DE VACACIONES? Cómo funcionan los años escolares allá? :scratch: Aquí son de septiembre/octubre (dependiendo de si eres de primaria/secundaria), vacaciones en diciembre hasta la segunda semana de enero, a junio/julio (bueno... primero de julio para secundaria y mediados de julio para primaria pero como es primero de julio le digo junio...) y vacaciones de julio a octubre...
Hey, qué casualidad que me meto a responderte y en recién comentados me aparece Stay With Me.
Ahora al tema, el "uniformado" es el siguiente sinnombre aquísí tiene pero aún no lo voy a revelar, y sí será de mucha ayuda para Leo, aunque sus pensamientos seguirán siendo su enemigo principal...
Larry... Digamos que yo para aprender a diferenciar a los chicos me puse a ver los videos divertidos de ellos (esos que duraban 7 minutos y eran que si recopilación de los momentos más divertidos de tal fecha a tal fecha) y me di cuenta de que Harry y Louis siempre estaban juntos y que en realidad lo más divertido era entre ellos dos, aunque hasta ahí. Luego, revisando el Twitter de Harry, vi sus fotos y encontré una que publicó en el cumpleaños 20 de Louisesto te lo conté creo(y esa foto la había visto antes, sólo que no recordaba que eran ellos dos los del dibujo), en la que salía él... Espera, mejor la buscosé que tardaré pero tengo ganas de ver la primera cosa Larry que vi
LA ENCONTREEEEEEEEEEdespués de casi diez minutos
Bien, eso fue lo PRIMERO que vi de One Direction en generaly de paso fue Larry♥y me pareció tan cómico que cuando al fin descubrí que Harry no era peluquero y Niall era más que un simple guitarrista y que el segundo nombre de Louis no era Culonquién sabe, en inglés ves unos nombres tan... sobretodo en famosossiempre asocié a Harry y a Louis como una pareja, aunque al inicio sí creía que era una broma. De todos modos, siempre dibujaba cosaslas pocas que dibujéen las que Louis rescataba a Harry/lo desconcentraba/volvía loco o Harry aparecía y Louis se tornaba así, sonrojado y con ojos de corazoneslamentablemente una amiga se quedó con ese dibujo, sino lo escanearía y también lo pondría aquí. Incluso, cuando supe de Eleanor me parecía que se veían lindos juntosmátenmepero una amiga que era Louis Girl la ODIABA y se me medio pegó la cosa, luego otra amiga y la principal Larry Shipperla única que conozco en realidad, ah bueno Sara jajajajajaa la que yo la hice directioner, me hablaba de larry, larry, larry, larry, larry y TODO larry hasta que terminé de convencerme y no verlo como un simple juego.
No es taaan divertida como la otra, más bien fue que siempre tuve mis sospechas de que lo que hacían y cómo actuaban estando juntos era algo más de lo que unos simples mejores amigos harían y se dirían pero nunca me lo había tomado en serio hasta que comenzaron a explicármelo y de inmediato capté y me convencíademás de que en ese momento las carrots no estaban tan locas y por suerte no me empujaron a su grupo, aunque SIEMPRE me pareció estúpido eso de "ow serán mis esposos y tendremos hijos............" POR DIOS NO!Así que como en resumen, siempre fui LS pero no del todo, al inicio era como LS de broma (no me molestaba si les decían gays o que si estaban juntos etc y yo bromeaba con eso) y después sí en serio.
Me extendí más de lo que creí... Pero bueno, es que tardé bastante en dejar de considerarlo como juego/tendencia a y empezar a creer como algo real, y como todo el resto de las personas que conozco a las que les gusta 1D/directioners no son LS pero tampoco carrots (o sea, normal...) y unos pocos son los que decían "es que los juegos que hacen son muy gays" "ES QUE LOUIS ES DEMASIADO GAY NO LO NOTAS!?"A lo que yo decía que sí porque en realidad Louis siempre me pareció así aunque ahora considero más princeso a Harryy por eso creo que fue que tardé tanto ;)
Y que por cierto, entre Sara y yo justo ayer acabamos con una carrot (amiga de ella) y parece que empezará a creer en Larry por una página que consiguió ella y yo la traduje (TARDÉ MEDIA HORA, MEDIA HORA! Era full largo y como era en imágenes, no lo podía poner en un traductor y los dedos me quedaron doliendo pero bueno, soy la que sabe inglés en casi todo mi grupo). Lo bueno fue que FUNCIONÓla chama era HIPERMEGARECONTRACARROT y decía que se garcharía a Louis o algo asíy ahora tenemos el orgullo LS de hacer a una muy carrot abrir los ojos :'Dtiene y no tiene que ver pero tenía que decirlo
PD: El siguiente cap ni idea cuándo, lo empecé anteayer pero quiero terminar el de MQCDP primero porque es más largo y luego viene el último flashback que escribí QUE ES FULL LARGO y quiero adelantarlo un poco, pero quizás, si me apuro con MQCDP, mañana lo continúo escribiendo y quizás esté el lunes o el martes...
Bueno, ahora iré a comentar en Stay With Me antes de que se me vaya la idea de lo que iba a decir... :bye:
Aquí, en Argentina, los horarios son prácticamente así:
Comienzo de clases (antes era en febrero) en marzo.
Fin del primer ciclo/Comienzo de vacaciones de invierno: Junio-Julio por ahí, luego de dos semanas regresamos a las clases
Fin del año escolar/Comienzo de vacaciones de verano: Diciembre, o en algunas escuelas, en noviembre
ES HORRIBLE TENERSE COMO ENEMIGO A UNO MISMO, y te lo digo porque sé de ese tema
Ok, vamos a dejar al "uniformado azul" sinunnombre, después averiguaré (bueno, realmente, dirás) como se llama
Ay sí, tipo videos "Funny moments" y eso
Sí, lo de la foto ahora que lo recuerdo me habías contado algo xD
10 minutos, bien, no te tardaste tanto para encontrarla. Yo soy de tardar como una hora
Ay no sé, yo moriría si aquí un nombre en español significa Culon...Es como si voy a Inglaterra y Emily significa poto (?) Ah sé que no, pero sería muy cómico xD Louis Culon Tomlinson, eso quedará en mi memoria, ue
LOGRASTE CON SARA DE HACER A UNA CARROT LARRY SHIPPER? Son mis ídolas, chicas Que genias, deo. Así que...valió la pena estar media hora traduciendo!
Que suerte que no tuviste tanto pasado carrot, por favor, te envidio. Yo salía corriendo a la calle en busca de una paloma (o en la escuela, en donde fuera que hubiera una paloma) y gritaba KEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEVIIIN, y iba corriendo hacia ella en busca de una foto con la paloma. Por Dios. Además recuerdo haber tenido arta a mi mamá con el "pocito" o "potato". Tenía que ocupar esas palabras, o vas happenin!?, en dónde fuera que hablara..."Ayer fui al baño...pocito" "¿Sabías que las potatos son amarillas y las carrots naranjas gggg?". Ay aún no creo que esa hubiera sido yo -.- Ahora todo se ha dado tan de vuelta. Esta todo básicamente al revés LOL.
¿Comenzaste con un "odio hacia Eleanor"? Wow. Yo nunca la odie y ni la odio, odio su trabajo, que es otra cosa, pero antes, cuando era carrot (we), la quería mucho. Porque "elounor" era la pareja preferida de mi amiga, entonces era también la mía (si veías entre Zerrie, Lanielle y bueno Elounor). Y ella, la barba, me caía de diez. Hasta que se hizo el flequillo ynoséporqueenesemomento me dejo de caer tan bien como antes. Después de eso empecé a idolatrar a Little Mix (hace falta aclarar que antes realmente odiaba a Perrie, que estupidez, sólo lo hacia por el hecho que salía con Zayn -.- Hasta que me puse a ver DNA y todo cambio...Pero esa ya es otra historia)
Bueno, gracias por contarme como fue todo tu "comienzo de LS" JAJAJA, eres genial Angela!
Estaré esperando el/los caps, entonces!
Besitos!
Emily Rawson
Re: Memorias de una vida miserable |Terminada|
Emily Rawson escribió:Sí un viernes (en unas horas tengo que ir para la escuela -.-), además que hoy sólo voy a estar dos horas por corte en las calles o algo así. Osea...Es ir al re pp, pero voy a ir.
Aquí, en Argentina, los horarios son prácticamente así:
Comienzo de clases (antes era en febrero) en marzo.
Fin del primer ciclo/Comienzo de vacaciones de invierno: Junio-Julio por ahí, luego de dos semanas regresamos a las clases
Fin del año escolar/Comienzo de vacaciones de verano: Diciembre, o en algunas escuelas, en noviembre
ES HORRIBLE TENERSE COMO ENEMIGO A UNO MISMO, y te lo digo porque sé de ese tema
Ok, vamos a dejar al "uniformado azul" sinunnombre, después averiguaré (bueno, realmente, dirás) como se llama
Ay sí, tipo videos "Funny moments" y eso
Sí, lo de la foto ahora que lo recuerdo me habías contado algo xD
10 minutos, bien, no te tardaste tanto para encontrarla. Yo soy de tardar como una hora
Ay no sé, yo moriría si aquí un nombre en español significa Culon...Es como si voy a Inglaterra y Emily significa poto (?) Ah sé que no, pero sería muy cómico xD Louis Culon Tomlinson, eso quedará en mi memoria, ue
LOGRASTE CON SARA DE HACER A UNA CARROT LARRY SHIPPER? Son mis ídolas, chicas Que genias, deo. Así que...valió la pena estar media hora traduciendo!
Que suerte que no tuviste tanto pasado carrot, por favor, te envidio. Yo salía corriendo a la calle en busca de una paloma (o en la escuela, en donde fuera que hubiera una paloma) y gritaba KEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEVIIIN, y iba corriendo hacia ella en busca de una foto con la paloma. Por Dios. Además recuerdo haber tenido arta a mi mamá con el "pocito" o "potato". Tenía que ocupar esas palabras, o vas happenin!?, en dónde fuera que hablara..."Ayer fui al baño...pocito" "¿Sabías que las potatos son amarillas y las carrots naranjas gggg?". Ay aún no creo que esa hubiera sido yo -.- Ahora todo se ha dado tan de vuelta. Esta todo básicamente al revés LOL.
¿Comenzaste con un "odio hacia Eleanor"? Wow. Yo nunca la odie y ni la odio, odio su trabajo, que es otra cosa, pero antes, cuando era carrot (we), la quería mucho. Porque "elounor" era la pareja preferida de mi amiga, entonces era también la mía (si veías entre Zerrie, Lanielle y bueno Elounor). Y ella, la barba, me caía de diez. Hasta que se hizo el flequillo ynoséporqueenesemomento me dejo de caer tan bien como antes. Después de eso empecé a idolatrar a Little Mix (hace falta aclarar que antes realmente odiaba a Perrie, que estupidez, sólo lo hacia por el hecho que salía con Zayn -.- Hasta que me puse a ver DNA y todo cambio...Pero esa ya es otra historia)
Bueno, gracias por contarme como fue todo tu "comienzo de LS" JAJAJA, eres genial Angela!
Estaré esperando el/los caps, entonces!
Besitos!
Hey, AL FIN USASTE EMOTICONES
Ah, tienen el año escolar como en Panamá
Bien, en mi pasado medio carrot me gustaba bromear con lo de Kevin pero tampoco era que veía una paloma y la seguía o tal Sólo lo hacía con algunas fotos, pero en la vida real no. Extrañamente, yo ODIABA las camisas a rayas, yo sólo tenía dos y era porque me las habían regalado y eran de esas camisas que usaba sólo para andar en la casa. Mágicamente a los pocos meses de ser directioner me comenzaron a encantar y ahora tengo como mínimo unas cinco o seis camisas así
Otra cosa así... el Vas Happenin! No se lo decía a todo el mundo, sólo a quién supiera que entendería :observo: porque en realidad, nunca he sido de hablar sobre gustos musicales/música en general con los demás
Lo de la carrot Larry Shipper... ahora parece que se fue con Harry ._.! Pero ahora está más reservada, no tan exagerada... Bueno, la rebajamos un poco, es el primer paso así que sigo un poco aunque a la vez
Sí, lo de los nombres eso fue lo que pensé, que si lo traducías significaba Culon o que el nombre era Culon porque en inglés no significaba nada y bueno, ya sabemos cómo es en español. Y bueno... Mi segundo apellido es Máquinas en inglés (?
No, a mí me agradaba Eleanor, la pareja mucho más y también era mi favorita, pero con la amiga Louis Girl
Bueno, hasta aquí... :bye:
Spencer
Re: Memorias de una vida miserable |Terminada|
Capítulo #8.
Domingo, ese día que aún no había vivido en prisión finalmente llegó. Ese es un día particular. Cuando se está afuera, es odiado porque después viene el lunes y todos sabemos lo que eso significa. En cambio, cuando estás en prisión, o al menos en la que estuve, es un día fastidioso de igual manera, sólo que con su propio estilo. Ese día me encontraba durmiendo tranquilamente, al fin había logrado dormir bien en una semana entera, era un milagro, un hecho como para tomarle una foto y guindarla en la nevera –bueno, adherirla con unos imanes a la nevera-, como para recordarlo y ponerle “Día Personal de Leonardo Molander logró dormir por primera vez en la cama incómoda de la cárcel”.
Bueno, quizás tampoco tan heroico, pero en serio era un logro. Creo que hasta un sueño bonito tuve, ya ni recuerdo ese detalle de tanto que me impresionó dormir tan placenteramente, y a la vez la decepción que tuve después. Resulta que el “Día Personal de Leonardo Molander logró dormir por primera vez en la cama incómoda de la cárcel” pasó a llamarse también “Primer Día Personal de Leonardo Molander enojado por falta mayor de sueño”. ¿Qué estoy queriendo decir? He pasado de estar de lo más feliz sin saberlo descansando por fin en esa cama a estar amargado naturalmente por ahí.
La alarma que tanto odiaba sonó estruendosamente, obligando a todos a salir de sus mundos de fantasía y volver a la triste y oscura realidad. Yo desperté pesadamente, sí, pesadamente. Los párpados me parecían un par de elefantes, pesaban toneladas. Y si en mis ojos tenía elefantes, en mi cuerpo tenía ballenas. Cada parte de mi cuerpo era una ballena. Menos podía moverme. Era eso o la cama me había tragado parcialmente. Estaba acostado boca abajo sin manera de salir de ahí. Era como si cada parte de mi cuerpo hubiese multiplicado por mil su peso, no podía levantarme.
Cuando al fin logré vencer y quitarme a los elefantes y ballenas de encima -bueno, cuando al fin ya no me sentí tan pesado-, me giré y abrí los ojos. Aún sentía algo del peso, aunque no tanto. Que esa sensación de tener toneladas encima perdure sólo quiere decir una cosa: dormí menos de lo que acostumbro, mucho menos. ¿Cómo iba a ser eso posible? Si ya estaba despertando a las ocho, ¿cómo iba a ser más temprano? Por favor, díganme que fue sólo un error de programación y aún nos queda más de una hora para dormir. Al notar que no paraba de sonar, con la misma pesadez me paré y me encerré en el baño para no oírla tanto.
Necesitaba un reloj, debía saber qué hora era. Era imposible que fueran las ocho, no habría estado tan cansado de ser así. Quizás había sido sólo el impacto de despertar tan de repente de un sueño tan profundo. Por si debía mantenerme despierto, acomodé mi cabello de una vez, me lavé la cara y me puse la camisa del uniforme. Debo admitir que de vez en cuando hacía mucho calor como para dormir usándola. Un minuto después, la alarma se calló. Salí del baño y para desgracia mía, las celdas estaban abiertas. ¡No, ¿por qué?! Aunque vi una particularidad al fijarme del que tenía al frente. Desvistió su cama y se llevó las sábanas.
En realidad, quizás si quería seguir durmiendo, no era tan mala idea llevarme mis sábanas afuera y buscar un sitio tranquilo, aunque no, no dormiría tan en público, algo de dignidad mantendría. Un tanto extrañado por lo que hizo ese desconocido, salí de mi celda y me di cuenta de que todos llevaban sus esquineros y sábanas en las manos. ¿Qué era eso? ¿Día de huelga presidiaria? ¿Día de “duerman fuera”?
— ¿Tú dónde duermes? —La voz de algún reo me desconcentró.
— ¿Eso es conmigo? —Volteé a verlo. No, no, no. Otro más con pinta de pocos amigos de buena voluntad.
— ¡Oigan todos, miren qué acabo de encontrar! —Llamó la atención de sus alrededores. ¿Por qué nunca había algún uniformado a nivel policial cerca cuando las cosas aparentaban ir mal para mí si estaba en grupo?— ¡Si se supone que nosotros somos unos desadaptados sociales, imagínense a éste que ni siquiera parece tener una celda con cama y a lo mejor duerme en el compartimiento del baño o en el suelo! —Difamó señalándome.
— ¡Es el desadaptado social entre los desadaptados sociales!
— ¡Es tan desadaptado que ni cama tiene!
— ¡¿No te duele el cuerpo de tanto dormir sin siquiera una almohada?!
Qué costumbre tan fastidiosa de sacarme cualquier defecto de la nada para burlarse siempre de mí. ¡¿Qué les pasaba?! ¡Nunca cargué encima una señal fosforescente con luces de neón que dijera “aquí, háganme y díganme cualquier maldad que se les provoque, es gratis y les encantará”! Tampoco nadie nunca me pegó un papel en la espalda sin que me enterara en el cual se leyera “aquí tienen a su títere manipulable sentimentalmente. Hagan con él lo que deseen, incluso destruirlo si así les complace”.
— ¡Al menos hablas, ¿no?!
— ¡Qué va, ese como que es sonámbulo!
— ¡Yo digo que se quedó paralizado!
— ¡Veamos qué sucede si le hacemos esto!
Y de la nada, el que empezó todo me lanzó sus cosas encima. Apenas logré reaccionar antes de que me cubriera la vista. Menos mal que las sábanas eran blancas en ese lugar, porque de haber sido oscuras, habría quedado totalmente cegado de lo que pasaba alrededor. Por hacer un intento por quitarme la tela de encima, comencé a mover los brazos aleatoriamente, se había enredado tanto que ni sabía dónde empezaba.
— ¡¿Qué tal?! ¡Es un fantasma!
— ¡Uno bastante torpe! ¿Qué pasaría si algo más llegara?
— ¿Algo como qué?
—Otra más —Se acercó y lanzó sus cobijas también, tapando aún más mi campo visual y desorientándome casi por completo. Varios empezaron a reírse, otros a acercarse.
—Ni siquiera reclama. Esto es tan divertido —Otro más que aportó sus cosas al espectáculo.
— ¡Vamos, todos! —Y uno a uno fueron añadiendo más y más sábanas hasta cubrirme. Uno con mala puntería –o quizás lo hizo a propósito- logró que su esquinero cayera en mis piernas, enredándome y haciéndome caer. No, no… ¡No! Esa caída estaba totalmente seguro de que sólo me traería peores tratos. De inmediato, los pocos que no reían se sumaron al grupo.
— ¡Inútil!
— ¡Hey, no! ¡Es útil para hacer reír!
— ¡Vamos, sigan!
— ¡Que quede enterrado entre sábanas!
— ¡Que ni se note entre tanto bulto cuál es él!
— ¡Que nade!
— ¡Y que se enrede más! ¡Vamos, vamos!
— ¿Por dónde está? ¡Quiero que le caiga encima!
Hablo en serio cuando los comparo con estudiantes en los pasillos uniéndose al grupo para acosar al desafortunado hasta que el director llega y detiene a todos para llevárselos a la seccional o a la dirección y decidir si los suspenderá o algo.
— ¡¿Qué está sucediendo aquí?! —Y en este caso, el director sería algún vigilante del cual no le reconocí la voz.
Un silencio casi sepulcral reinó. Ya me estaba dando cuenta de que no me gustaba el silencio porque la única manera de escucharlo era cuando un uniformado de azul interrumpía a la multitud y eso sólo pasaba cuando yo era el afectado. Estaba seguro de que varios querían alejarse pero no podían porque habían tirado sus cosas y que en ese instante se encontraban dudando qué hacer.
— ¿Qué es todo este bulto? —Se agachó y recogió cuantas pudo con una mano, es lo único que pude saber porque no vi nada. Quizás puso en alto lo que levantó del suelo para exigir una respuesta, como cuando los profesores encuentran algo indebido y se lo muestran a toda la clase.
Nadie respondió. Cada vez que ese hombre hablaba, le seguía un silencio de cementerio por la noche interrumpido por algún ruido lejano de alguna otra sección de la cárcel. Yo me había quedado inmóvil bajo todo ese montón de tela, tirado en el piso. Por alguna razón, el pulso se me aceleró demasiado, como si hubiese corrido por todo el pasillo. Sólo me sacudí un poco para intentar salir de esa maraña, más nada, no era para tanta velocidad. Por eso no me movía, quería relajarme. Que los latidos me fueran tan rápido me tenía más asustado que cualquier cosa que pudieron hacerme de no haber llegado el vigilante.
—Los que tengan sus sábanas consigo, retírense. Sólo quiero hablar con los que tienen las manos vacías —Escuché varios pasos de quienes se salvaron— ¿Se volvieron más locos? ¿Qué hacen irrumpiendo en el espacio del B?
—Los de la B son unos aburridos, necesitan algo de acción.
—Sí, esto no es nada.
— ¿No es nada? Apostaría la libertad de uno de ustedes a que hay alguien bajo todo esto, alguien del B —Y de nuevo, un silencio incluso mayor se hizo notar— Lo sabía, se habrían emocionado si fuera mentira. Aunque claro, son reincidentes, por algo son de la C, así que en unos meses estarían de vuelta aquí.
—Ni que lo hubiésemos molido a golpes.
— ¡Cállate, Sterling! —Le ordenaron varios naranjas a ese tal “Sterling”.
—Así que sí hay alguien ahí. Si ya lo había confirmado, ahora está totalmente asegurado.
—Gracias, Sterling. ¿Cuánto apuesto a que estás aquí porque tú mismo te inculpaste las dos o más veces que has estado aquí?
—Nada de sarcasmos, Han.
—Eso no fue sarcasmo.
—Nada de comentarios, Han. Puede que sólo venga los fines de semana, pero sé perfectamente cómo son las cosas aquí… ¿Y seguro que no le cayeron a golpes? No hay ningún tipo de movimiento ahí abajo.
—No sé, ni hablaba.
— ¡Sterling!
— ¿Qué? Puede que de verdad fuese sonámbulo y se volvió a quedar dormido cuando se cayó.
— ¡Cállate!
— ¡Hey, hey, hey! Calma aquí. ¿Alguien es voluntario a explicar lo que pasó?
—Me enterraron lanzándome todo encima sin razón alguna —Cuando al fin no sentí que el corazón me iba a atravesar el pecho, me dispuse a delatarlos a todos, aunque aún seguía oculto.
—Ah, miren… Sí habla.
—Sin comentarios. ¿Cómo te llamas?
—Leonardo…
— ¿Nada más?
—No les hace falta mi apellido para esto —Aún mantenía esa actitud, haría lo posible para que nadie más se enterara de que era un Molander.
—Leonardo, ¿puedes salir de ahí?
Tomé fuerza y me senté para empezar a quitarme todo de encima. Fui apartando cada una de las sábanas como pude, hasta que al fin vi un hueco, al fin me llegó aire, al fin una salida. Aparté mucho más rápido las que estaban alrededor y salí, poniéndome de pie y alejándome de ese desorden. Miré a mi alrededor, unos treinta como mínimo tenían los ojos clavados en mí, como si ya de una vez me odiaran.
—Por lo que veo, el muchacho está bien, sólo un tanto asustado. ¿Qué pasó antes de que te lanzaran las cobijas?
—Nada. Sólo salí de mi celda, caminé unos metros y empezaron a atacarme sólo porque vieron que no traía nada.
— ¿No traías nada? ¿A qué te refieres?
—Era el único que no traía ninguna cobija o esquinero en manos.
— ¿Por qué no lo hacías?
— ¿Qué razón tenía para hacerlo?
—Ah, por supuesto. Eres nuevo aquí y es tu primer domingo, ¿verdad?
— ¿Qué hacen los domingos?
—Día de limpieza.
¡Eso era todo! Por eso sacaron sus cosas, iban a dejarlas en algún lado para que las lavaran. Y yo que pensaba que algún conserje se encargaba de cambiar las sábanas mientras se estaba en los recesos y por eso no nos dejaban pasar a los pasillos de las celdas, algo así como los uniformes, o al menos en mi caso de baño, ya había otro ahí para que me lo pusiera al vestirme. Qué estúpido. Sí, no suelo expresarme así, pero en serio, ¡qué estúpido! Es decir, ¿olvidas, o en este caso, no sabes qué se hace en un día en específico y por eso te tienen que humillar? No, en serio que la palabra “estúpido” era todo lo que podía pensar.
Al no ser un asunto serio o grave, lo dejaron como un simple regaño con advertencia de no volverse a repetir. Recogieron lo que creyeron suyo entre el montón y se fueron. A mí me dejaron aparte, el vigilante me explicó bien cómo eran las cosas ese día para evitar quedar en ridículo ante todo el mundo de nuevo. Debía subir hasta el tercer piso, ahí quedaba la lavandería. Y me respondió una pregunta sin haberla liberado. ¡Eran las siete de la mañana! ¡Las siete! Los domingos se despertaba una hora más temprano por la misma razón, por ser el día de limpieza. De verdad, los domingos no pintaban bien.
Retiré lo que debía retirar de mi celda y me dirigí hacia el tercer piso. Fui el último en llegar y por bastante tiempo, por lo que cuando llegué, muchos se me quedaron viendo raro y otros con rabia. A los segundos los reconocí como los del área C que me atrasaron minutos antes.
—Miren quién acaba de llegar.
— ¡Si es el desadaptado!
— ¿En serio van a seguir? Sólo no sabía que hoy la rutina era distinta.
— ¿El desadaptado que dicen es Leonardo? —No… Esa era la voz del fastidioso con barba.
—Sí. ¿Lo conocen?
—Pues claro, si es nuestro impredecible favorito ahora.
— ¡Impredecible, ¿ah?! Así que de verdad eres un desadaptado entre los desadaptados.
—Eso no tiene que ver —Gente estúpida, ¿por qué hay tanta en el mundo?
—Claro que sí. Eres loco, es casi lo mismo.
—No soy loco.
—Bueno, lo estás.
—No lo estoy.
—Primera señal para confirmar que alguien está loco: alega cordura. Lo estás.
—La impredecibilidad no es locura.
—Pero es una anormalidad —Y ahí no hallé qué responderle— ¡Gané! ¡Oigan, el desadaptado de hace un rato es un impredecible!
— ¿En serio? ¡Anormal!
— ¡Desadaptado y loco!
— ¡Deberías estar en un manicomio!
— ¡Vas a terminar muerto!
— ¡Jamás saldrás de aquí, no con vida!
— ¡Te dan privilegios porque saben que estás en etapa terminal!
— ¡Anda a llorar!
Bueno, reaccioné ante los gritos y las ofensas que cortaban mi estabilidad como cuchillos en una pelea a puñetazos. Cada una de las puñaladas de cada uno de los que estaban ahí llegaban a mi armadura, la cual se fue haciendo cada vez más débil, queriéndose convertir en una cáscara de huevo. Es verdad eso de que nunca sabré cómo me tornaré en diferentes situaciones, la impredecibilidad me controla en momentos así, por lo que sólo puedo esperar a sentir la emoción que haya decidido desencadenar. Para mi mala suerte, aunque por dentro aspiraba mantener un escudo de acero, terminé dentro de una burbuja que pronto explotó.
Sentí cómo se enredaba mi garganta. Me iba a entristecer y seguramente terminaría llorando. No permitiría darles el lujo de verme sufrir, no sin dar pelea antes. Me tocó hacerme el duro.
— ¿Qué te pasa, loquito? —Uno dio varios pasos adelante para hacerse resaltar.
—Yo no soy un loco.
— ¡Oh, perdone, enajenado! —Exclamó fuertemente, fingiendo ofensa.
— ¡De seguro da el culo gratis! —Otro más que se unió. Cada vez se hacían más groseros. Se burlaron, de repente me vi acorralado contra la pared con todos esos hombres alrededor. Casi los tenía encima, y de nuevo habían dejado caer sus cosas, esta vez al suelo, por lo que la tela formaba una línea continua en el piso. Puede que me sintiera bajo presión, aprisionado y sin salida, estaba entre ellos y la pared, pero no daría mi brazo a torcer tan fácilmente. Sí, luchaba contra ellos y mi propia manera de ser. Me mostré enojado— ¡Vamos, perrita rabiosa! ¿Cuántos servicios haces?
— ¡Cállense! —De verdad, ¿cómo puede haber gente tan vulgar? — Sus familiares estarían avergonzados —Muy bien, sabía que eso no haría efecto, pero ya casi ni pensaba lo que decía.
— ¡¿Qué es lo que puede opinar alguien que está loco?! ¡Quién sabe si ni tendrás familia y andas hablando de orgullo!
—Yo por lo menos sé qué es respeto —Mi arma era mantenerme calmado, nada de exaltarme ni gritar como lo hacían todos.
— ¡Sí, yo también sé qué es eso, esa cosa que perdiste cuando te dio tu ataque de pánico, de ahora en más eres un marica!
—Deberías de ayudar a los que más lo necesitan para luego tener aliados —Y como si ese fuera el mejor chiste jamás contado, todos se rieron por un buen rato. Al menos se separaron un poco de mí, dándome algo de espacio personal.
— ¡Novato loco, enajenado! —El mismo vulgar de antes se acercó a atacar de nuevo. Junto a él, varios más volvieron a rodearme en un semicírculo contra la pared— ¡En la cárcel nadie es tu amigo! ¡Nadie vela por ti! ¡Nadie tiene nada, sólo a uno mismo, pero tú no te tienes ni a ti mismo porque eres un enfermo!
¡Sí, escucha eso! ¡Escucha ese vacío en ti! Ese vacío es el sonido de tu interior siendo aplastado y pisoteado hasta ser un millón de pedazos perdidos en la infinidad de la amargura y la tristeza.
Spencer
Re: Memorias de una vida miserable |Terminada|
No en serio, por más que me haya tentado con lo de fantasma, sábanas y esas estupideces se pasan. Leo tienen razón, son unos estupidos y eso es lo que mejor los define ¿Sólo se rien de él por no saber que los "benditos" domingos es día de limpieza? Descerebrados y locos serán ellos... -.-
Ninguno de la cárcel me cae bien hasta ahora, sin contar el uniformado azul, eso. Pero si hablamos de los presos todos son iguales a excepción de Leo
Una duda que se me paso... ¿Las mujeres están en otro piso o en otra cárcel?
En fin, espero que sepan comportarse y Leo pueda salir de cómo lo tratan...Es decir...creoquemeentiendes
Bueno, publica prontoo!
Cuidate!
Perdón por mi tardanza!
Ninguno de la cárcel me cae bien hasta ahora, sin contar el uniformado azul, eso. Pero si hablamos de los presos todos son iguales a excepción de Leo
Una duda que se me paso... ¿Las mujeres están en otro piso o en otra cárcel?
En fin, espero que sepan comportarse y Leo pueda salir de cómo lo tratan...Es decir...creoquemeentiendes
Bueno, publica prontoo!
Cuidate!
Perdón por mi tardanza!
Emily Rawson
Re: Memorias de una vida miserable |Terminada|
Emily Rawson escribió:No en serio, por más que me haya tentado con lo de fantasma, sábanas y esas estupideces se pasan. Leo tienen razón, son unos estupidos y eso es lo que mejor los define ¿Sólo se rien de él por no saber que los "benditos" domingos es día de limpieza? Descerebrados y locos serán ellos... -.-
Ninguno de la cárcel me cae bien hasta ahora, sin contar el uniformado azul, eso. Pero si hablamos de los presos todos son iguales a excepción de Leo
Una duda que se me paso... ¿Las mujeres están en otro piso o en otra cárcel?
En fin, espero que sepan comportarse y Leo pueda salir de cómo lo tratan...Es decir...creoquemeentiendes
Bueno, publica prontoo!
Cuidate!
Perdón por mi tardanza!
Veamos, lo del fantasma se nota que lo hice yo porque es el que está hecho para tentar y esa es mi especialidad :jojojo: y lo último, le debo los créditos a Sara por darme el diálogo y yo puse la narración
Bueno, eso los del área C (estoy creando mi propia cárcel aquí(? en realidad no sé cómo funciona pero sé que hay áreas), porque lo de la lavandería fue porque les pegó la gana al darse cuenta de que era impredecible.
Sí, todos merecen el desprecio que les tienen, excepto Leo :asom:
Esto sí es algo que sé de verdad: No, las cárceles no son unisex
Estoy en eso, decidiendo qué hará Leo
Perdón yo por la tardanza, ya va una semana y sólo llevo dos hojas y dudo que esté tan pronto
AHORA SÍ
Spencer
Re: Memorias de una vida miserable |Terminada|
Capítulo #9.
Si alguien alguna vez ha sentido cómo una simple buena combinación de palabras puede arruinar todo lo que le quedaba de fuerza, lo compadezco.
Ahora que te han dicho toda tu verdad en la cara, ¿qué piensas hacer? ¿Finalmente entendiste?
Desadaptado, loco, enajenado, inútil, anormal.
Sí, aún no lograba adaptarme al lugar. Sí, cada día enloquecía más. Sí, creía haber perdido la cabeza. Sí, no creía servir para algo en un futuro. Sí, tampoco pensaba que fuera común todo lo que era en esos días.
Volviendo a la realidad, esas últimas palabras fueron el fin de mi temple luchador. Me llegaron como una espada atravesando mi pecho. Fueron un veneno de vía auditiva y de efecto inmediato. Si lo que querían era verme roto, lo lograron.
Eché la cabeza algo para atrás, vi a la nada, bajé los hombros. El mundo se hizo borroso. Descendí contra la pared hasta llegar al suelo. Oí cómo todos en el ambiente reían, me señalaban, seguían inventando falsedades. Se estaban divirtiendo, les hizo gracia mi desgracia, el dolor ajeno.
Dicen que cada impredecible tiene su tema prohibido, ese que está contra las reglas mencionar en su cara, ese que debes evitar a toda costa si no quieres que entre en un brote por tu culpa. Hay algunos que incluso tienen más de uno. El mío, sin duda alguna porque hace muy poco llegaron a mencionármelo y reaccioné de la peor manera existente, es cualquier sinónimo de “no te tienes a ti mismo”. Decirme algo así sólo causa un malestar inmediato en mí que cuesta controlar. Esa fue la primera vez que me provocaron un brote, y justamente tuvo que ser el de tristeza, el peor de todos.
Primera vez, y me tocó enfrentarlo solo. Nadie alrededor parecía tener intenciones distintas a la que supuse fue la general: hacerme sentir mal. Sólo comprobaba lo que dijo ese tipo. Nadie tiene a nadie, nadie vela por ti, sólo eres tú y tu fuerza.
Mientras todos volvían a lo que ya era su rutina dominguera, yo seguía hundido en mi propio universo. Ellos seguían en su formación esperando a dejar sus esquineros y sábanas suponía que en alguna lavadora o en algún cesto. Yo seguía al final, casi en la puerta del lugar, sentado en el suelo, cubriendo mi rostro. En serio me afectó. Esas palabras para mí tienen un significado bastante fuerte. No tenerse a uno mismo es la perdición desde mi punto de vista. No exagero, hablo en serio. En un mundo en el que lo principal es confiar en la propia persona, ¿qué lugar tienes si no puedes contar contigo mismo?
Sólo imaginarlo ya es terrible. Que eso pase en medio de un brote que hace que te sientas deprimido, es peor. Todo cobra un sentido mucho más profundo y oscuro estando así, y más intenso aun si eres impredecible, porque aparecen todas las opciones que eso puede traer.
Es muy simple. No te tendrías a ti mismo porque durante los brotes, las emociones dadas por la enfermedad son las que dominan, no tú. Casi todo lo que dices, escuchas y haces es producto del estado del brote, no de lo que desearías. Durante la depresión, podría querer en serio pensar en algo que me haga feliz o que me divierta, realizar una de mis actividades favoritas o hablar de un tema de mi gusto, pero todo lo que logro hacer es imaginar todos los males que probablemente vendrán y eso desmotiva, desapareciendo cualquier motivo de alegría hasta que alguien llegue y converse pacientemente para animarme.
Así que, con ese resumen del sentimiento de tristeza impredecible, ya se puede saber lo que pasa por mi cabeza al oír “no te tienes a ti mismo”. Es decir, si una enfermedad te controla, claramente no eres tú, es ella, y ahí mismo está el ejemplo y por qué me afecta tanto. Es lo primero que se piensa, estoy enfermo, soy controlado, no soy yo mismo, y eso sólo afecta mucho más, empeora todo.
Apenas oí lo que pasaba alrededor, fue algo así como cuando escuchas música con audífonos, de milagro logras oír un poco de lo que pasa cerca. Así de metido estaba en mi mente. No sé cuánto tiempo estuve así, sólo sé que salí de ese estado cuando llegó algún encargado de mantener la calma en ese lugar –a buen momento- y me preguntó qué pasaba, sacándome de mis pensamientos y haciéndome volver a la realidad. No demuestres miedo, quedarás como una presa fácil, recordé el consejo.
Me puse de pie y una nueva extraña sensación apareció. Me mareé, casi perdí el equilibrio. Tuve que apoyarme de la pared para no caer mientras me estabilizaba. Creo que me levanté muy rápido, quizás fue eso, pero… ¿Por qué entonces estaría de nuevo sintiendo como si mi corazón intentara escapar? Nuevamente, no le presté tanta atención, sólo evité agitarme para que mis latidos regresaran a ser lo normal y me integré a la formación.
Tuve suerte de que no volvieron a meterse conmigo, al menos no mientras dejaban las cosas para ser lavadas. Lo siguiente a eso también era desconocido por mí hasta que el vigilante de antes me lo explicó. Había que formar una vez más, sólo que uno al lado del otro por área, así que iba algo atrás. Uno de los encargados se paraba adelante y en el medio de todos, echándonos un vistazo con una lista en sus manos que contenía los nombres de los tres elegidos de cada área.
—Simmons, Borja y Leith, del área A —Tres hombres pasaron adelante— Del área B, Strong, Basso y Molander —Mencionó, añadiendo un toque de rareza en mi apellido, levantando la vista a la multitud, quienes también alcancé a ver que algunos arquearon las cejas y miraban a quienes estuvieran en la zona de formación del área B.
Delatado, un Molander se encontraba entre ellos y obviamente les pareció de lo más extraño. Por intentar no verme tan obvio, también miré a los lados por unos momentos, fingiendo estar confundido antes de pasar adelante. No podía permitir que me descubrieran, debía seguir en anonimato o al menos sólo como “Leonardo”, el gran problema era que si alguien sabía mi área y mi nombre, recordaría que uno de los Molander se llamaba así y sería lo mismo. Plan C: ser sólo “Leo”, así no sería tan específico y hay muchas opciones de nombres así, incluso esa propia manera de acortarlo.
Y el otro problema, si pasaba adelante, me reconocerían. Vi que los otros dos eran totalmente distintos. Uno era obeso, el otro tenía una gran musculatura y un par de tatuajes pequeños. Si alguno recordaba vagamente cómo lucía ese par de la televisión, sería muy obvio cuál de los tres era. Estaban empezando a caminar, intentando encontrar un espacio por el cual pasar entre tanta gente.
— ¿Saben qué? —Intervino el hombre de la lista— Quédense en sus lugares, esto tardará mucho si todos vienen adelante. Área C…
¡Me salvé! Quizás no definitivamente, pero sí fue un alivio. De verdad no quería que se revelara uno de mis secretos. Ya no estaba oculto, mas aún no se sabía quién era el que estaba preso. Podía ser cualquiera de los tres conocidos como cualquier otra persona que por casualidad también fuese Molander sin tener que ser de mi línea familiar, sólo que si yo salía, habría sido obvio.
La lista siguió, dando con todos los seleccionados. Aquellos que no fueron nombrados podían retirarse a hacer lo que quisieran –dentro de las reglas, aunque no muchos las seguían-, y los que sí, debían quedarse ahí. Después de que se fueran casi todos, quedamos unos muy pocos en ese lugar, quienes formamos una nueva columna. Me fijé en quiénes eran los demás, cuando llamaron a los del área D sólo mencionaron dos apellidos, lo que me pareció raro ya que me según lo que me dijo, eran tres por cada una.
—Miren adelante —Ordenó el oficial, interrumpiendo mi investigación— Para uno de ustedes, es la primera vez acá, así que voy a explicar brevemente. Cada semana se cambian a los encargados, los de hoy son ustedes. Deberán limpiar los pasillos y áreas del receso, eso es todo. Vayan a cambiarse, deben usar otro uniforme para ser diferenciados y no hacer trampa, porque esto les agrega puntos a la hora de negociar alguna salida anticipada y les resta si no lo hacen. En el baño encontrarán lo que deben ponerse —Y se fue.
Mi primer domingo y ya me tocaba limpiar. Era como si lo hubiesen hecho a propósito. Apenas terminó de explicar, me di la vuelta para ir al baño, dándome cuenta de quiénes eran los del D, mi gran dolor de cabeza.
—Los empleados de aquí no han perdido la costumbre de seleccionar al nuevo en su primera semana —Comentó Jason al toparse conmigo. Sólo lo ignoré.
—Hey, ¿qué costumbre es esa de ignorar al que habla, ah? —Joseph me detuvo.
—Ninguna. No es una costumbre. Y ustedes, ¿qué costumbre es esa de detenerme cada vez que me ven?
—Ninguna, es sólo cortesía.
—Sí, claro. Cortesía —De por sí, ya suelo ser sarcástico. Estos dos me hacían ser así más seguido de lo que acostumbro.
— ¿Qué? Nadie te habla aquí, sólo nosotros y uno que otro vigilante. ¿No es cortés prestarte algo de nuestra atención?
—Claro, es muy cortés de su parte apartarme del resto como lo están haciendo justo ahora para terminar diciéndome cualquier insulto o incluso caerme a golpes, pero claro, si me defiendo y encuentran que logré darles algunas respuestas, se salvan de todo castigo porque soy impredecible.
Los miré fijamente, era sencillo hacerlo mientras demostrara no estar asustado. Eran de mi tamaño, sólo que fornidos. Uno de ellos, Joseph, se cruzó de brazos antes de responder.
—Este chico es tan pacífico que ni siquiera lo puedo relacionar con los tatuajes de las palmas, árboles, flores o “paz y amor” que se hacen aquí —Miró a su compañero, amigo, hermano… Lo que fuera de él.
—Cierto, es tan pacífico que ni le iría uno de esos —Jason le respondió a lo que fuera Joseph de él— Mira, ni siquiera nos está entendiendo —Comentó con un aire de diversión al aparentar reírse entre palabras.
—Y no me interesa entender —Les hice saber para así poder apartarme. Por suerte, no insistieron.
Fuimos hasta uno de los baños, en donde estaban los uniformes que debían usar los elegidos de cada semana. Por la distracción de esos dos fuesen lo que fuesen, fui casi el último en llegar –de nuevo-. Cuando entré, había varios que ni siquiera usaban una camisa o pantalones, sólo estaban en ropa interior. Situación incómoda e innecesaria. Era un baño, ¿no podían meterse en los espacios por separado y cerrados para cambiarse? No, tenían que hacerlo a simple vista enfrente de todos. Mi decencia y yo, siempre haciéndome pasar momentos incómodos en muchas partes.
— ¡Ah, miren! Si el fantasma es uno de los que llamaron del área B —Uno de los del C se dio cuenta de mi presencia mientras se abotonaba la camisa gris del uniforme “nuevo”, causando que todos fijaran su mirada en la entrada, donde yo estaba.
—Ya no es sólo un fantasma. Es un loco novato llorón.
—En serio, ¿formar alianzas? Eso sólo se da en pandillas y entre negros o cualquiera de esos, y es obvio que no tienes las agallas ni las bolas para ser parte de una y por suerte eres blanco —Un racista, lo que faltaba.
— ¿Dónde están los uniformes que faltan? —Ignoré sus comentarios y me mostré firme a pesar de no estar del todo seguro.
—Adentro de los compartimientos.
¡¿En serio?! Es decir, ¡¿tenían que entrar y aun así se cambiaban afuera?! Eso era tener ganas de exhibirse, eso es todo.
—Gracias —Entré a uno de ellos para cambiarme, recibiendo varias miradas extrañadas mientras cerraba la puerta.
— ¿Tienes miedo o algo?
—No —Respondí cortante. Intentaba aguantar la respiración lo más posible, ese lugar olía horrible.
—Pareciera. ¿Acaso tienes una manzana mordida que no quieres que veamos?
¿Una manzana mordida? ¿Qué? ¿Qué era eso?
—No se molesten en preguntar, ni sabe qué es eso —Oí a Jason explicar.
—Te salvaste.
¿Qué era eso de la manzana mordida y por qué me salvé? De verdad necesitaba que alguien me diera alguna clase.
— ¿Cómo vas a creer que ese chico tiene una manzana mordida? Ni siquiera debe haber hecho la versión legal del asunto —Suposición seguida de risas.
Me estaban confundiendo. ¿Versión legal del asunto? ¿Manzana mordida? ¿Era eso una metáfora? ¿Era una broma que tenían planeada?
—Es verdad. Dinos, ¿qué hiciste para estar aquí? —No de nuevo.
—Cierto, quizás así ganas un poco de respeto.
Respeto por crímenes. ¿Qué clase de mundo paralelo era ese? No pensaba responderles, aunque quedarme callado no era una buena opción. Pensé qué podría hacer para escaparme de esa, pero siendo el único decente que decidió cambiarse en privado, no tenía muchas probabilidades de tener éxito.
—Si no respondes, asumiremos que deberías tener una manzana mordida aunque no creo que hayas hecho eso.
—Casi maté a un policía —Prácticamente lo escupí, ni quería recordarlo. Supuse que si decía el más grave, me dejarían tranquilo.
Un silencio extraño se produjo. Más valía que no fuera para atacarme como ya se estaba haciendo costumbre. Lo único audible fue el sonido de la tela mientras me ponía el pantalón de ese uniforme gris. Era deprimente, más que el habitual. Al menos el naranja es un color vivo.
— ¿En serio? —Uno que al fin reaccionó— ¿Qué clase de policía?
—Un detective.
— ¿Cómo?
—De un tiro al costado.
Volvieron a quedarse callados durante un par de segundos. Yo ya me había terminado de cambiar y eso que fui de los últimos en entrar. Si ellos seguían adentro, era por mí, algo estaban esperando y tenía algo de miedo de lo que llegaría a pasar cuando abriera la puerta. Al ver que no hablaban, decidí salir de una vez y así dar por terminada la conversación.
—Felicidades, creímos que sólo habías hecho algo estúpido. Ahora sabemos que hiciste algo más complicado.
¿Qué? En serio, ese día fue extraño. Empezaron burlándose como pudieron de mí, y ahora me estaban felicitando como padres orgullosos. De verdad necesitaba un tutorial de cómo entender a la gente ahí.
—Deja de vernos así, deberías saber que aquí quien se meta directamente con la policía es más respetado por la mayoría —Bueno, esa fue una pequeña lección y justo la que quería. Parece que fue buena idea elegir ese cargo después de todo.
Me dejaron ir a la vez que ellos también salían y empezaban a limpiar. Me tocó el pasillo del gimnasio, no era un mal lugar. Era sencillo, quizás me asignaron ese por ser el nuevo. El resto del día no fue tan malo, en realidad, en los días siguientes me trataron mejor, como si la noticia se hubiese expandido. Quizás no estaba orgulloso de que se supiera, pero al menos ya era algo más respetado y los JJ –como empecé a llamarlos al no saber aún qué se suponía que eran- no volvieron a interrumpirme en nada por varios días. Mientras no supieran mi apellido, estaría perfecto, así nadie en el exterior se enteraría del Molander preso.
Lo único malo que puedo resaltar de esos días fue que me sentía mal de vez en cuando, y no sentimentalmente. Físicamente, lo cual me preocupó. En los últimos años había tenido una muy buena salud, sólo lo psicológico era lo grave en mí. Que de la nada empezara a sentirme mareado por nada y que mis latidos se volvieran irregulares en ciertas situaciones me tenía desconcertado y para nada tranquilo. De todos modos, seguí sin darle tanta importancia, quería disfrutar de la calma de no tener a nadie maltratándome. El gran problema fue que un día a la hora del almuerzo, salí al patio y el calor me superó.
Spencer
Re: Memorias de una vida miserable |Terminada|
Hola!
En serio, perdón de nuevo por tardarme tanto, estoy con algunos problemas...y la escuela, claro.
Todo eso ni tiempo de responder comentarios me da! D: Pero por suerte hoy mi cabeza esta en otra y no tuve clases, así que ví que publicaste nuevo capítulo y aquí estoy :3
Me gusto...Osea, sí, ya sabes, me encanta lo que escribes, y este capítulo estuvo buenísimo pero...Pobre Leo D: Un brote? Ay que horrible :'( Encima se siente tan solo... ¿Cuándo va a aparecer Marc para ayudar a su hermano que lo necesita?
Después de todo...Pueden haber muchos Molander en el mundo...Creo, el apellido no es tan común pero, ay sí, no importa, si el pasaba al frente estaba delatado. Suerte que hubo justo un cambio de planes en la escena!
Los JJ han vuelto...Y los arma-cazafantasmas también -.- Pero... ¡Qué cambio tan repentino cuando Leo les dijo a todo porque estaba en la cárcel! Lo trataban tan mal...Y de la nada, ahora le tienen el alto respeto
Tipo que todos los domingos eran de limpieza...Eso sí que para mí es un castigo, u.u
Bueno, volviendo a Leo, por suerte lo tratan mejor...Pero ¿Esta mal de salud? Sabía que la cárcel le estaba afectando demasiado D:
Algún día me tienes que enseñar a citar...A tomar una parte del capítulo, como se diga, en wattpad xp
Bueno, ahora el tiempo se me hace corto de nuevo D: Me voy, un besoo, siguela pronto!
En serio, perdón de nuevo por tardarme tanto, estoy con algunos problemas...y la escuela, claro.
Todo eso ni tiempo de responder comentarios me da! D: Pero por suerte hoy mi cabeza esta en otra y no tuve clases, así que ví que publicaste nuevo capítulo y aquí estoy :3
Me gusto...Osea, sí, ya sabes, me encanta lo que escribes, y este capítulo estuvo buenísimo pero...Pobre Leo D: Un brote? Ay que horrible :'( Encima se siente tan solo... ¿Cuándo va a aparecer Marc para ayudar a su hermano que lo necesita?
Después de todo...Pueden haber muchos Molander en el mundo...Creo, el apellido no es tan común pero, ay sí, no importa, si el pasaba al frente estaba delatado. Suerte que hubo justo un cambio de planes en la escena!
Los JJ han vuelto...Y los arma-cazafantasmas también -.- Pero... ¡Qué cambio tan repentino cuando Leo les dijo a todo porque estaba en la cárcel! Lo trataban tan mal...Y de la nada, ahora le tienen el alto respeto
Tipo que todos los domingos eran de limpieza...Eso sí que para mí es un castigo, u.u
Bueno, volviendo a Leo, por suerte lo tratan mejor...Pero ¿Esta mal de salud? Sabía que la cárcel le estaba afectando demasiado D:
Algún día me tienes que enseñar a citar...A tomar una parte del capítulo, como se diga, en wattpad xp
Bueno, ahora el tiempo se me hace corto de nuevo D: Me voy, un besoo, siguela pronto!
Emily Rawson
Re: Memorias de una vida miserable |Terminada|
Bien, yo acabo de regresar del colegio y me extrañé cuando vi que tenía comentario tan temprano, luego vi que no tuviste clases y entendí... Yo tendré el tiempo corto cuando mi pareja del trabajo de Historia llegue a casa porque tenemos hasta hoy para mandárselo al correo a la profesoraEmily Rawson escribió:Hola!
En serio, perdón de nuevo por tardarme tanto, estoy con algunos problemas...y la escuela, claro.
Todo eso ni tiempo de responder comentarios me da! D: Pero por suerte hoy mi cabeza esta en otra y no tuve clases, así que ví que publicaste nuevo capítulo y aquí estoy :3
Me gusto...Osea, sí, ya sabes, me encanta lo que escribes, y este capítulo estuvo buenísimo pero...Pobre Leo D: Un brote? Ay que horrible :'( Encima se siente tan solo... ¿Cuándo va a aparecer Marc para ayudar a su hermano que lo necesita?
Después de todo...Pueden haber muchos Molander en el mundo...Creo, el apellido no es tan común pero, ay sí, no importa, si el pasaba al frente estaba delatado. Suerte que hubo justo un cambio de planes en la escena!
Los JJ han vuelto...Y los arma-cazafantasmas también -.- Pero... ¡Qué cambio tan repentino cuando Leo les dijo a todo porque estaba en la cárcel! Lo trataban tan mal...Y de la nada, ahora le tienen el alto respeto
Tipo que todos los domingos eran de limpieza...Eso sí que para mí es un castigo, u.u
Bueno, volviendo a Leo, por suerte lo tratan mejor...Pero ¿Esta mal de salud? Sabía que la cárcel le estaba afectando demasiado D:
Algún día me tienes que enseñar a citar...A tomar una parte del capítulo, como se diga, en wattpad xp
Bueno, ahora el tiempo se me hace corto de nuevo D: Me voy, un besoo, siguela pronto!
Marc quiere aparecer, que no lo haga tiene su explicación en... No sé, aquí no tengo bien pensado en qué capítulo pasará cada cosa como en MQCDP...
Te voy a decir esto porque en serio... Hace una semana me dio por buscar Molander por internet para ver qué me salía
OKAY ME PUSE A BUSCAR EN FACEBOOK OTRA VEZ JUSTO AHORA POR CURIOSIDAD Y HAY UN MARK QUEEEEE :quee:
Bueno, ya pasé mi cosa rara del día... Arma-cazafantasmas :xd: Y sí, es el cambio de la nada, como si les hubiesen pasado un interruptor o algo, y eso que no dijo el cargo completo. Y lo de la salud, veamos, aquí
Lo de Wattpad sólo lo sé hacer desde el iPod (creo que sólo se puede desde la aplicación móvil...), porque he intentado desde la pc y no, no puedo, ni siquiera se puede seleccionar algo en Wattpad. Si te metes desde la aplicación (aunque creo que me dijiste que no te gustaba mucho desde el celular porque se ve pequeño y eso), sí puedes seleccionar como si fueras a copiar y pegar algo de ahí. Lo que haces es seleccionar el pedazo que quieres comentar, te salen las opciones de copiar/seleccionar todo y eso, le das a comentar y ahí te ponen para que hagas el comentario, lo dejas y sigues leyendo desde donde quedaste, incluso al lado del párrafo aparece como una nubecita de texto con un 1 que significa el comentario y si la tocas se abre (otro número si alguien más comentó eso). En cambio, en la computadora sólo sabes a qué parte se refirió si te vas a las notificaciones.
Si termino lo de Historia rápido, puede que hoy siga con el capítulo
Spencer
Re: Memorias de una vida miserable |Terminada|
Capítulo #10.
Ya casi cumplía dos semanas ahí adentro. Aún no me adaptaba bien al lugar, a pesar de que no me trataban mal desde hacía días, pero ya no se estaba haciendo tan duro. Sólo extrañaba a mi entorno y tener algo que hacer. Aún no me visitaba nadie, por lo que no había tenido una conversación normal en días. Necesitaba ver a alguien conocido, eso era algo que me ponía a pensar a veces. Quizás era cierto eso de que mis más cercanos empezarían a alejarse de mí por mi situación y nueva condición, siendo eso lo único que me afectó durante una semana casi entera.
Bueno, quizás no lo único.
Desde ese primer domingo que pasé allá comencé a sentir mareos repentinos y una agitación en mi pecho fuera de lo normal en ocasiones aleatorias. Al inicio sólo me mantenía en calma para que no pasara a mayores, pero al pasar los días se fueron intensificando, adquiriendo una mayor duración. Varias veces recibí miradas raras por estar sosteniéndome a la primera cosa que encontrara cerca para no caerme o por quedarme inmóvil de la nada para que mis latidos no aceleraran más de la cuenta. Algo tenía que andar mal, pero era obvio que no me aceptarían en la enfermería por una simple creencia, menos siendo impredecible al posiblemente ser una exageración.
Me distraje en otras cosas. Casi nadie me hablaba, era un solitario. Mi entretenimiento lo encontraba en encestar balones en la cancha de básquet cuando nadie más la estaba usando. Simplemente no había nadie que encajara conmigo, nadie con quien podría hablar sin problemas. Como también me lo dijeron, sólo uno de los vigilantes me preguntaba algo de vez en cuando si creía que necesitaba ayuda. De resto, nadie se fijaba en mí.
Ese día en particular había decidido no fijarme en nada e intentar no preocuparme o pensar de más. Simplemente trataría de disfrutar como me fuera posible. Nada de pensar que ni mi hermano me quería, nada de pensar qué males tendría que pasar por mi impredecibilidad y por haber llegado a prisión, nada de paranoia de que estaba enfermo. Nada. Sólo me permitiría mi mal humor mañanero por despertar más temprano de lo que me gusta.
Así lo estaba cumpliendo. Sólo estuve molesto hasta que se me quitó el sueño. Fui a la cafetería a recoger lo que desayunaría y celebré internamente ver que era el día semanal arbitrario de los jugos. Le decía así por cambiar cada semana. A veces era el martes, a veces el viernes, aunque casi siempre era los sábados. Era una razón para alegrarse porque esos jugos eran lo mejor que podías saborear en ese sitio. Y no un “mejor” por ser lo más aceptable entre lo malo. De verdad era lo mejor porque eran buenísimos. Me encantaban, la espera valía la pena, en serio.
En fin, disfruté de tomar ese jugo de durazno junto a la comida que tampoco estuvo tan mal. Al menos el desayuno ayudó al optimismo que deseaba alcanzar ese día.
Fue entonces cuando me paré a dejar la bandeja y el mareo volvió, haciendo que me sentara de nuevo exactamente donde estaba dos segundos antes. Quizás ahora sufra de vértigo. No, ese era el tipo de pensamiento que quería evitar y que pasó como un flash de una cámara por mi mente. Debería ir a revisarme en la enfermería. No, era un simple mareo. Me levanté muy rápido luego de estar tan quieto, eso tenía que ser todo.
Cuando se me pasó la sensación del mundo dando vueltas, volví a ponerme de pie, ahora con más calma para evitar repetir lo anterior. Funcionó, así que sólo fui a dejar la bandeja y listo, ya podía ir a revisar si la canasta estaba libre.
A medida que iba avanzando por el pasillo, oía cómo los latidos se hacían cada vez más fuertes. Estaba casi seguro de que si alguien se detenía a hablar conmigo y se acercaba, los escucharía. Estoy caminando rápido, eso debe ser todo. Desaceleré el paso sin obtener ningún resultado. Intentaba no asustarme, pero era casi imposible.
—Hey, ¿pasa algo? —Lawley detuvo mi paso por completo. Bien, alguien escucharía la razón de mi preocupación oculta.
—No, nada —Mentí intentando esquivarlo.
— ¿Te metiste en algo indebido ahora? —Se atravesó en mi camino.
—No, no haré eso —Respondí rápido para tratar de caminar otra vez.
— ¿Por qué quieres irte, entonces? —Trancó mi paso. Vigilante tenía que ser como para insistir de esa manera.
— ¡Déjame ser, Harold! —Estaba nervioso, no quería ni decir nada coherente.
— ¿A ti qué te pasa? —Se alteró. Genial, me había ganado el trato que solía dar a todos los demás— ¿Te estás haciendo el duro para que te traten mejor o algo?
—Desde que se enteraron de mi cargo por agresión a un oficial me han dejado tranquilo… —Ni pensé antes de admitirlo con normalidad, lo que sólo hizo que el otro tipo de uniformado de la cárcel llevara su mano izquierda y posara dos de sus dedos sobre su ceja.
Respuesta equivocada, Leonardo. Respuesta equivocada…
—Déjame ver si entendí. ¿Lo estás haciendo a propósito para que te detenga, vean que un vigilante te está “regañando” y así verte algo más… rebelde al no hacerle mucho caso?
—No… —Me crucé de brazos y fruncí un poco el ceño. Quizás exageré un poco al casi asegurar que alguien podría escuchar si me detenía.
Lawley se frotó las sienes y respiró profundo. ¿Tan mal estaba respondiendo yo? Tenía pinta de estar a punto de sermonearme.
—Hay algo que debes saber muy bien. Entiendo que quieras verte rudo porque eso es algo que te hace sentir seguro y que hace falta para que te respeten un poco aquí, también entiendo que quieras hacer como si no me hicieras caso o como si te detuve por sospechar que andas en algo porque eso sirve para fomentar la creencia de que vas en contra de las autoridades, pero no te lo recomiendo.
— ¿Por qué no? —No lo entendía. Al fin me trataban mejor y de repente viene alguien y me dice que no es bueno.
—Verás, en serio entiendo lo que quieres hacer y lo estás haciendo de una manera que parece inofensiva porque en parte es la verdad. Algunos se rapan la cabeza o se dejan crecer un poco la barba, otros se hacen tatuajes, otros hacen mucho ejercicio para ser musculosos y verse grandes… La apariencia es algo bastante fundamental aquí de vez en cuando, y verse “débil” es algo indeseable y no te ofendas, pero entras en esa categoría por más razones de las que crees.
—Ya sé que tengo cara de ser tres años menor, no me lo recuerdes.
—No sólo es eso. Eres menor que prácticamente todos, en este correccional no suele haber menores de 21 años, tienes 19…
—Cumpliré veinte en dos meses —Interrumpí cortantemente.
—Nadie sabe eso. Cuando los cumplas, seguirán creyendo que tienes diecinueve porque no tienen razones para pensar que ya tienes un dos por delante de tu edad —Levantó el dedo índice de una mano para contar. Por cada característica, separaba un dedo más de su palma— No tienes tatuajes…
—No pienso hacerme uno —Participé a mitad de su discurso otra vez.
—Y no lo hagas. Es ilegal hacerse tatuajes aquí.
¿Ilegal? Recuerdo que un poco antes de que empezaran con el tema de la manzana mordida el domingo oí a los JJ decir algo sobre unos tatuajes hechos en prisión. En fin, todos los que pasamos por ese lugar tuvimos que hacer algo ilegal alguna vez y haber sido descubiertos, para algunos no sería la gran cosa repetirlo ya adentro.
—No te crece barba o al menos te la afeitas apenas sale porque no te he visto ni con la sombra.
—Tampoco haré eso —Sí me sale, sólo que hago eso que dijo porque no la soporto.
—Eres totalmente delgado.
—Ok, ya entendí. ¡¿Puedes parar?! —Me harté— No me veo levantando pesas.
—Nadie lo hace, sin ofender —Qué sinceridad tan bárbara y qué frase tan usada para suavizar verdades— A lo que quiero llegar, entiendo perfectamente que quieras verte más rudo porque tus características no ayudan nada y sería peor si se enteraran de tu impredecibilidad, creo que ya unos cuantos lo saben. Que uno de tus cargos sea por agredir a un oficial obviamente hace que te respeten porque la mayoría sueña con siquiera ganarle a alguno en cualquier asunto y hasta tienen tatuajes de eso, pero ese respeto al tiempo trae retos. Si sigues con el intento de demostrar que estás en contra de las autoridades, puede que te lleven a hacer algo peor como agredir fuertemente e incluso matar a un vigilante en una situación cualquiera para causar pelea o un plan de escape, y no querrás esa responsabilidad.
Me quedé callado por varios segundos. ¿Qué pasaba si ya era muy tarde para acomodar las cosas? No quería que me obligaran a hacer algo así por creerme capaz. No lo haría de todos modos, pero no creía que fuera buena idea seguir con esa imagen. Me estaba arrepintiendo de no haber dicho “secuestré a alguien”.
— ¿No podría negarme a hacerlo? —Pregunté con miedo. Durante la conversación, mis latidos se habían calmado, pero en ese momento volví a escucharlos.
—Nunca es una buena idea. Una vez que te asignan, no puedes echar atrás a menos que quieras morir —Abrí muy bien los ojos. ¿Había escuchado bien?— Si te retractas, eres candidato a ser el primero en morir para llamar la atención de los vigilantes a ese acto y no al escape.
— ¿Y si les digo mi otro cargo?
—Creerán que te inventaste el otro para que te respetaran y entonces sería peor. Igual es bueno que no dijiste que secuestraste a alguien porque te habrían preguntado quién y al saber que fue a una chica, te habrían dado por violador aunque lo negaras y peor aun porque ellos y los pedófilos son las manzanas mordidas de la prisión.
— ¿Manzanas mordidas? —Era hora, necesitaba saber qué era eso.
—Es un tatuaje que se hacen a la fuerza aquí. Son para marcarlos y así identificarlos fácilmente. Verás, a ellos les pagan con la misma moneda, si sabes a lo que me refiero.
—Oh… —Todo cobró sentido, desde “tener una manzana mordida” hasta “versión legal del asunto”— ¿Qué hago?
—Dejar de hacer lo que haces para que crean que fue por accidente… Sabes, llevamos mucho rato hablando y eso no conviene para ninguno de los dos lados —Se “despidió” para irse a otra parte.
En serio, Harold fue mi manual de supervivencia varias veces. En casi toda charla con él descubría algo nuevo que debía hacer o evitar, pero era obvio que no tendría la respuesta a la principal interrogante que tenía en ese momento: qué me estaba pasando.
Me apuré en ir hacia el patio sólo para afirmar mi sospecha. La cancha había sido ocupada ya. Me tardé mucho y ahora tendría que buscar otra manera de entretenerme.
Pasó la hora del desayuno y el timbre de regreso a las celdas avisó el fin de la “libertad”. Pasó el trío de horas y éste sonó para dar inicio a la segunda “libertad” del día. Mi positivismo aún seguía siendo mi objetivo, y si el almuerzo iba a estar como el desayuno, sería un punto a favor. Ya medio punto estaba ganado con el jugo, sólo faltaría la comida. No sé si mi actitud me estaba haciendo sentir todo bueno, porque me gustó lo que comí una vez más, no obstante, el malestar se repitió. Pasó algo similar.
Me senté de nuevo, esperé, pero esa vez el mareo no se eliminó. Fue persistente, no dejaba de sentirlo, sólo se suavizaba. Al momento de mover la cabeza, se hacía fuerte. Esperé más y obtuve los mismos resultados. Me estaba empezando a asustar. Me puse en posición de descanso a ver qué pasaba, sólo empeoré la situación. Mi corazón aceleró y mi cabeza empezó a doler. Decidí pararme y casi me caí, pero sólo caminé, dejé la bandeja y caminé hacia el pasillo a la rutina: revisar la cancha.
Sólo a escasos pasos del pasillo empecé a sudar frío y a sentirme peor. Apenas podía mantenerme de pie. Dudé si seguir o parar o si preguntar dónde era que quedaba la enfermería. Me tambaleé y mis pies fallaron, se estaban enredando como audífonos. Por más que intentara acomodarlos lo mejor posible, seguían enredándose hasta que llegó el momento en el que casi salí disparado hacia atrás por mi propia cuenta y de no haber sido por la pared, habría acabado en el suelo. Casi tropecé a dos personas en eso, quienes me miraron raro y comentaron ellos sabrán qué. Ni mis oídos estaban tan bien como para fijarme de los alrededores.
Quedé ahí, apoyado a la pared, intentando sacar fuerzas de donde no las había. Estaba medio caído, sólo la espalda me mantenía “de pie” contra el muro. Mis piernas estaban estiradas hacia adelante sin servir de nada. Cada vez que trataba reponerme, lo que hacía era caerme más hasta que llegó el momento en el que caí sentado de golpe, volviendo a recibir miradas extrañadas y comentarios que quizás fue bueno no entender. Me quedé quieto, quizás estaba muy nervioso y por eso no mejoraba. Esperé unos minutos antes de ponerme de pie una vez más y causarme un malestar peor.
Peor, pero no le hice caso.
Aunque sentía como si no sólo el mundo, sino que incluso mi cerebro era el que estaba dando vueltas, seguí adelante sin prestarle atención a nada. La vista se hacía borrosa de a momentos, no importó. Mis pies se guiaban solos y sin sentido alguno, no importó. Empecé a escuchar y a sentir los latidos cada vez más como golpes, no importó. Llegué al patio y sentí un sol fortísimo en mi piel, no importó. Mi visión se hizo negra poco a poco, no importó.
No importó nada porque simplemente caí de plano contra el suelo, me imagino que ardiendo, del patio, y a partir de ese instante no supe de mí hasta despertar en una camilla al estilo de los hospitales.
Supuse que esa era la enfermería. Una camilla en una habitación, paredes claras, algunos cuadros sobre el cuerpo humano, hacía frío, mucho frío. Sentí un peso sobre mi frente y otro sobre mi cuello, que por cierto, eran de los lugares donde sentía más frío, así que llevé mi mano hacia mi cuello, descubriendo que me habían colocado compresas frías bajo las axilas también. ¿Qué me había pasado? No tenía fiebre como para que planearan congelarme, ¿o sí?
—Despertó —Escuché a alguien decir en la puerta. Un doctor o enfermero, no sé. Lo miraba por el rabillo del ojo, se estaba acercando a mí— Te dio un golpe de calor, por eso estás aquí —Explicó mientras sacaba un termómetro y lo colocaba en mi oído para medir mi temperatura. Luego de un pitido, retiró el instrumento y revisó el resultado— Ya estás bien.
— ¿Cómo estás tan seguro? —Se estaba alejando, dejándome ahí con un montón de dudas.
—Estudié para atender problemas corporales, ¿no? —Respondió mientras guardaba el termómetro en su estuche y se dirigía hacia donde yo estaba una vez más.
—Acabo de despertar. No me preguntaron nada de qué sentí ni eso. ¿Cómo puedes saber qué pasó?
—Tu temperatura interna estaba por encima de lo adecuado, perdiste la consciencia, ¿qué más quieres?
— ¿No puede ser otra cosa?
—No estás drogado, ¿o sí?
—No, pero pudo ser cualquier otra cosa —Se notaba que ese hombre no estaba a gusto de haber terminado siendo doctor o enfermero, lo que fuera, en una cárcel. Se lo estaba tomando muy a la ligera. Mala suerte, si me preocupa algo, deseo saber todos los detalles y mucho más si terminé en una camilla.
—A ver, ya que parece que crees que te las sabes todas —Prácticamente atacó mientras recogía las compresas— ¿Qué crees tú que te pasó?
—No es que crea que fue otra cosa, sólo digo que no me examinaron ni nada —Me senté. El médico básicamente me fulminó no sólo con su mirada, sino con su expresión entera. Estaba acabando con su paciencia.
—Ya estás bien, sólo debes hidratarte bastante. Ten —Me pasó una botella de Gatorade— Te hará falta.
— ¿Y si me están tratando a la ligera de algo que podría ser más grave? —No la agarré.
— ¿Tienes un historial clínico de alguna enfermedad por el estilo? —Dejó la botella sobre una mesa a un lado de la camilla.
—No me he enfermado en años.
—Entonces no, lo dudo.
—Lo duda, así que tiene un porcentaje de inseguridad y en parte podría tener razón yo —En serio, una vez dentro de la enfermería, no saldría hasta que no me examinaran correctamente. Lo estaba hartando, cuando dije eso giró los ojos y se quejó.
— ¿Qué clase de preso se preocupa tanto por eso?
—Uno que tiene una condena corta y desea salir con vida de aquí.
—No te vas a morir.
—Sé de casos que prueban lo contrario —Sí, alguien puede morir de un golpe de calor si la temperatura rebasa los cuarenta grados centígrados porque eso produce muerte cerebral. No es que conociera a alguien o nada, simplemente estaba bien informado.
—Ok —Aceptó de mala gana— ¿Sentiste mareo, náuseas, fatiga, taquicardia y calor antes de perder el conocimiento?
—He estado mareándome y sintiendo arritmias desde hace unos días.
— ¿Durante los recesos o en la celda?
—Durante los recesos.
— ¿Sueles ir al patio?
—Sí, después de comer.
—Fue un golpe de calor —Soltó como un “te lo dije”— Sólo te sientes así en los recesos y justo te desmayaste cuando estabas bajo el sol. ¿Sentiste que estaba muy fuerte?
—Sí, ardía.
—Gracias por desperdiciar un minuto de nuestra existencia, aunque tú los seguirás perdiendo después de todo. Al menos yo estoy trabajando —Tomó la botella y me la puso al frente al terminar de presumir.
Lo miré mal, agarré la botella con fastidio y me levanté de la camilla.
—Por cierto, la hora del receso acabó hace rato. Debes ir directo a tu celda — ¿Tanto tiempo duré inconsciente así? Sin responderle, salí de la habitación y me dirigí a la 24B1.
Ese doctor ha sido de los más antipáticos que jamás me ha atendido. Es decir, quizás estuvo en lo correcto, pero dio el diagnóstico demasiado a la ligera y ni siquiera aconsejó nada de qué hacer para evitar otro evento similar. Simplemente asumió que mis síntomas de días atrás fueron un aviso a los que les hice caso y por eso no me pasó nada hasta ese día en el cual no fui tan precavido. Yo seguía sin estar tan convencido, creía que algo más me pasaba, sólo que no soportaría más tiempo con ese médico y él tampoco conmigo. Esperaría a otro día, por el momento sólo disfrutaría del Gatorade, un lujo que casi nadie en prisión tendría.
Spencer
Re: Memorias de una vida miserable |Terminada|
HI!
Al principio pensé que Leo tenía fiebre...Yo tampoco me quedo conforme con eso de que fue sólo un golpe de calor
Me parece que todo esta alterando a Leo
Insisto, que Marc vaya al menos un día allí, es horrible sentirse así de solo ):
Oh jugo de durazno♥ Gatorade♥ (sólo le pongo corazoncitos porque es comida, bueno, bebida)
Perdón por mi tardanza, pero...Fua, lo mismo de siempre
E
S
C
U
E
L
A
Y cómo soy una chica tan responsable y obediente (?) No falta a clases...Excepto hoy porque no tengo YEYEYEYEYY!
En fin, estuvo bueno el cap! Me preocupé por Leo...El doctor más anti -.-
Bueno, cuidate, un beso!
Siguela pronto!
Al principio pensé que Leo tenía fiebre...Yo tampoco me quedo conforme con eso de que fue sólo un golpe de calor
Me parece que todo esta alterando a Leo
Insisto, que Marc vaya al menos un día allí, es horrible sentirse así de solo ):
Oh jugo de durazno♥ Gatorade♥ (sólo le pongo corazoncitos porque es comida, bueno, bebida)
Perdón por mi tardanza, pero...Fua, lo mismo de siempre
E
S
C
U
E
L
A
Y cómo soy una chica tan responsable y obediente (?) No falta a clases...Excepto hoy porque no tengo YEYEYEYEYY!
En fin, estuvo bueno el cap! Me preocupé por Leo...El doctor más anti -.-
Bueno, cuidate, un beso!
Siguela pronto!
Emily Rawson
Re: Memorias de una vida miserable |Terminada|
Es que ese doctor no es convincente :fiu:Emily Rawson escribió:HI!
Al principio pensé que Leo tenía fiebre...Yo tampoco me quedo conforme con eso de que fue sólo un golpe de calor
Me parece que todo esta alterando a Leo
Insisto, que Marc vaya al menos un día allí, es horrible sentirse así de solo ):
Oh jugo de durazno Gatorade (sólo le pongo corazoncitos porque es comida, bueno, bebida)
Perdón por mi tardanza, pero...Fua, lo mismo de siempre
E
S
C
U
E
L
A
Y cómo soy una chica tan responsable y obediente (?) No falta a clases...Excepto hoy porque no tengo YEYEYEYEYY!
En fin, estuvo bueno el cap! Me preocupé por Leo...El doctor más anti -.-
Bueno, cuidate, un beso!
Siguela pronto!
Fun fact
Leo es alterable, depende mucho de las situaciones así que sí, eso es cierto.
Insisto, Marc quiere aparecer
GATORADE No sé, tengo AÑOS sin tomar uno
Querídisimo colegio, haciéndonos perder el tiempo para el entretenimiento desde que tenemos tres años
El próximo ya no hay preocupación con Leo :P YEI!
A SEGUIR CON MQCDP
SÍ, SE PUBLICÓ EN UNA SOLA PARTE, :eaea:
Spencer
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