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Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
Memorias de una vida miserable |Terminada|
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
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Página 3 de 6. • 1, 2, 3, 4, 5, 6
Re: Memorias de una vida miserable |Terminada|
Angelacpm escribió:Es que ese doctor no es convincente :fiu:Emily Rawson escribió:HI!
Al principio pensé que Leo tenía fiebre...Yo tampoco me quedo conforme con eso de que fue sólo un golpe de calor
Me parece que todo esta alterando a Leo
Insisto, que Marc vaya al menos un día allí, es horrible sentirse así de solo ):
Oh jugo de durazno Gatorade (sólo le pongo corazoncitos porque es comida, bueno, bebida)
Perdón por mi tardanza, pero...Fua, lo mismo de siempre
E
S
C
U
E
L
A
Y cómo soy una chica tan responsable y obediente (?) No falta a clases...Excepto hoy porque no tengo YEYEYEYEYY!
En fin, estuvo bueno el cap! Me preocupé por Leo...El doctor más anti -.-
Bueno, cuidate, un beso!
Siguela pronto!
Fun factpor qué mi iPod es así? Digo eso y me sale una canción de Fun. justo de inmediato, casualidad: Investigué, digamos que planeaba otra cosa y me inventé los síntomas, despueeeeeeees fue que me acordé que existía el golpe de calor y me quedé tipo "¿por qué no? Hagamos que parezca eso", lo busqué y RESULTA QUE LOS SÍNTOMAS SON EXACTAMENTE LOS QUE INVENTÉ Pero no, no confíen en ese doctor :jum:
Leo es alterable, depende mucho de las situaciones así que sí, eso es cierto.
Insisto, Marc quiere aparecer
GATORADE No sé, tengo AÑOS sin tomar unose consigue bastante pero sólo lo compran cuando alguien se enferma en mi casay de la nada me vinieron unas ganas de beber gatorade rojo hace unas semanas, así que bueno... Leo se ganó su Gatorade y que dijeras que los corazones son por eso me hizo pensar una vez más en VIVA REX ROBANDO COMIDAinicialmente me enredé/confundí y escribí Leo, JAJAJAJAJAJAJAJA
Querídisimo colegio, haciéndonos perder el tiempo para el entretenimiento desde que tenemos tres añossí, estoy incluyendo el preescolar. YO QUIERO QUE SEA SEMANA SANTA PARA DORMIR Y NO TENER QUE ESTUDIAR FÍSICA :lloro:SÍ, OTRO MÁS PASADO MAÑANA!Allá los feriados están pegados o qué que en como un mes o menos ya has tenido dos días libres?aquí son todos regados... Los más pegados están que si empezando el año escolar y ya.
El próximo ya no hay preocupación con Leo :P YEI!O eso creo, no sé, siempre termino haciendo algo más de lo que planeo y quizás incluya eso al final del capítulo de nuevo :maloso:el problema es que no sé cuándo estará porque lo empecé anteayer y sólo llevo una hoja y me medio tranqué :misery: pero como sé qué pasará no duraré tanto así... Creo que el viernes será cuando pueda volver a escribirpara mañana no tengo nada pero pf, física quiero repasar algo hoyporque ya estaría libre por casi diez días y escribiría más rápido Pero de nuevo, siendo yo una escritora tan impredecibleje...con el tiempo, capaz y está antes porque logro hacer un milagro (?
A SEGUIR CON MQCDPy ver cómo queda...:bye:
SÍ, SE PUBLICÓ EN UNA SOLA PARTE, :eaea:
Holus!
Casualidades de la vida, jajaja, el golpe de calor e.e
Yo pensé que Leo andaba con fiebre LOL, tipo que estaba muy "estresado" (por más que no hiciera básicamente nada)
Yo también insisto, quiero que llegue Marc
Yo tomó gatorade sólo si estoy mal de la panza...Y siempre es el naranja. Aunque una vez probé el azul, ese era rico :3, aunque ni idea de que son los sabores...El naranja supongo que naranja...Pero los otros ni idea
OH SI REX ROBANDO COMIDA Pero ahora mejor dejemos de hablar de alimento porque si no deboraré las galletas que tengo al lado...
Yo también quiero que llegue Semana Santa...Pero no tengo mucho que quejarme porque ayer, hoy y mañana no tengo clases (: Paro...general o algo así. Tengo clases "saltadas" básicamente. Unos días sí, otros días no, y así. Pero se termina haciendo un lío, ahora tengo muchísima tarea pero NI GANAS de hacerla...
Internet no me está ayudando con los deberes -.- Además que NO ENCUENTRO EXACTAMENTE LA RAZÓN POR LA CUAL PARAGUAY FUE SUSPENDIDO EN EL MERCOSUR *lepegaalteclado*, osea...¿De quién faltaba la aprobación para que Paraguay estuviera en el mercosur? Fua, me tiene arta este tema. Todos lo año lo mismo -.-
En fin, debería hacer la tarea...
DebeRÍA
Pero ni ganas, ya es suficiente por hoy (?) -notesequenohehechonada-
Sobre los feriados...Depende, por semana santa el jueves y viernes no hay clases. Y hasta ahora el 1 de mayo creo que sería el próximo feriado debido al día del trabajador, pero el 2 también es feriado por puente. Osea, 1 y 2 de mayo feriado. 3 de mayo llegan los 1D a mí país :') shoro, pero eso ya es otra historia...En fin, esos son los feriados que vienen. De los otros, fua, creo que faltan bastante.
Bueno, ahora me pasaré por MQCDP...amenosqueencuentreesacosadelmercosur
Un beso!
Emily Rawson
Re: Memorias de una vida miserable |Terminada|
*A apurarme porque son las 11:30pm y mañana debo levantarme a las 5:30 porque tengo clase en la mañana (entro a las 7) y quiero escribir MQCDP hoy*Emily Rawson escribió:Holus!
Casualidades de la vida, jajaja, el golpe de calor e.e
Yo pensé que Leo andaba con fiebre LOL, tipo que estaba muy "estresado" (por más que no hiciera básicamente nada)
Yo también insisto, quiero que llegue Marc
Yo tomó gatorade sólo si estoy mal de la panza...Y siempre es el naranja. Aunque una vez probé el azul, ese era rico :3, aunque ni idea de que son los sabores...El naranja supongo que naranja...Pero los otros ni idea
OH SI REX ROBANDO COMIDA♥ Pero ahora mejor dejemos de hablar de alimento porque si no deboraré las galletas que tengo al lado...
Yo también quiero que llegue Semana Santa...Pero no tengo mucho que quejarme porque ayer, hoy y mañana no tengo clases (: Paro...general o algo así. Tengo clases "saltadas" básicamente. Unos días sí, otros días no, y así. Pero se termina haciendo un lío, ahora tengo muchísima tarea pero NI GANAS de hacerla...
Internet no me está ayudando con los deberes -.- Además que NO ENCUENTRO EXACTAMENTE LA RAZÓN POR LA CUAL PARAGUAY FUE SUSPENDIDO EN EL MERCOSUR *lepegaalteclado*, osea...¿De quién faltaba la aprobación para que Paraguay estuviera en el mercosur? Fua, me tiene arta este tema. Todos lo año lo mismo -.-
En fin, debería hacer la tarea...
DebeRÍA
Pero ni ganas, ya es suficiente por hoy (?) -notesequenohehechonada-
Sobre los feriados...Depende, por semana santa el jueves y viernes no hay clases. Y hasta ahora el 1 de mayo creo que sería el próximo feriado debido al día del trabajador, pero el 2 también es feriado por puente. Osea, 1 y 2 de mayo feriado. 3 de mayo llegan los 1D a mí país :') shoro, pero eso ya es otra historia...En fin, esos son los feriados que vienen. De los otros, fua, creo que faltan bastante.
Bueno, ahora me pasaré por MQCDP...amenosqueencuentreesacosadelmercosur
Un beso!
El golpe de calor ha sido una de las tantas casualidades que me han pasado escribiendo, en serio (en las notas del final del capítulo de MQCDP verás una más)
Sí bueno, aunque... estrés por fiebre/fiebre por estrés?
INSISTO, MARC QUIERE SALIR :jojojo:
El Gatorade exactamente eso, pero como ya casi no me enfermo como antes .-. Y vengo a decir que no, el naranja creo que no es de naranja
Ya hice un buen comentario de Rex en SWM
Oh, ya entendí... Mercosur? Ayudaría, pero... 1) Ni siquiera recuerdo haber visto eso en Ciencias Sociales de primaria que era cuando veía organizaciones
Wait, el jueves y viernes antes de Semana Santa o DE Semana Santa es que no hay clases? Porque aquí, en caso de ser lo segundo que es lo que creo, AQUÍ DAN LA SEMANA ENTERA LIBRE Del Domingo de Ramos al de Resurrección...
Aquí el próximo sería el 19/4, luego el 1/5 por la misma razón... 1D T.T
Creo que conseguiste lo de Mercosur (?
Bueno, me salió bien lo de resumir Me dan unos... 14 minutos para escribir un poco MQCDP antes de la medianoche (? :bye:
Spencer
Re: Memorias de una vida miserable |Terminada|
Angelacpm escribió:*A apurarme porque son las 11:30pm y mañana debo levantarme a las 5:30 porque tengo clase en la mañana (entro a las 7) y quiero escribir MQCDP hoy*Emily Rawson escribió:Holus!
Casualidades de la vida, jajaja, el golpe de calor e.e
Yo pensé que Leo andaba con fiebre LOL, tipo que estaba muy "estresado" (por más que no hiciera básicamente nada)
Yo también insisto, quiero que llegue Marc
Yo tomó gatorade sólo si estoy mal de la panza...Y siempre es el naranja. Aunque una vez probé el azul, ese era rico :3, aunque ni idea de que son los sabores...El naranja supongo que naranja...Pero los otros ni idea
OH SI REX ROBANDO COMIDA♥ Pero ahora mejor dejemos de hablar de alimento porque si no deboraré las galletas que tengo al lado...
Yo también quiero que llegue Semana Santa...Pero no tengo mucho que quejarme porque ayer, hoy y mañana no tengo clases (: Paro...general o algo así. Tengo clases "saltadas" básicamente. Unos días sí, otros días no, y así. Pero se termina haciendo un lío, ahora tengo muchísima tarea pero NI GANAS de hacerla...
Internet no me está ayudando con los deberes -.- Además que NO ENCUENTRO EXACTAMENTE LA RAZÓN POR LA CUAL PARAGUAY FUE SUSPENDIDO EN EL MERCOSUR *lepegaalteclado*, osea...¿De quién faltaba la aprobación para que Paraguay estuviera en el mercosur? Fua, me tiene arta este tema. Todos lo año lo mismo -.-
En fin, debería hacer la tarea...
DebeRÍA
Pero ni ganas, ya es suficiente por hoy (?) -notesequenohehechonada-
Sobre los feriados...Depende, por semana santa el jueves y viernes no hay clases. Y hasta ahora el 1 de mayo creo que sería el próximo feriado debido al día del trabajador, pero el 2 también es feriado por puente. Osea, 1 y 2 de mayo feriado. 3 de mayo llegan los 1D a mí país :') shoro, pero eso ya es otra historia...En fin, esos son los feriados que vienen. De los otros, fua, creo que faltan bastante.
Bueno, ahora me pasaré por MQCDP...amenosqueencuentreesacosadelmercosur
Un beso!
El golpe de calor ha sido una de las tantas casualidades que me han pasado escribiendo, en serio (en las notas del final del capítulo de MQCDP verás una más)
Sí bueno, aunque... estrés por fiebre/fiebre por estrés?
INSISTO, MARC QUIERE SALIR :jojojo:
El Gatorade exactamente eso, pero como ya casi no me enfermo como antes .-. Y vengo a decir que no, el naranja creo que no es de naranjame dio curiosidad, lo buscaré, bah, Wikipedia habla mucho para lo que quiero saber y el tiempo que tengo así que me dio flojera... EL AZUL SÓLO LO VI UNA VEZ Y JAMÁS RECUERDO HABER VUELTO A VERLO :OWO: Algo así como la Chinotto Toronjaun refresco que originalmente es como un Seven UpESE LO AMABAAEra un refresco rosadopero sólo duró como un mes y jamás volvió
Ya hice un buen comentario de Rex en SWM
Oh, ya entendí... Mercosur? Ayudaría, pero... 1) Ni siquiera recuerdo haber visto eso en Ciencias Sociales de primaria que era cuando veía organizacionesempezando con que ODIABA a sociales porque era historia escondida con otros temas2) En serio no me siento interesada en temas así ._. 3) Ni sabía que Paraguay tuvo problemas ahíquizás me metan ese tema el año que viene en geografía económica...
Wait, el jueves y viernes antes de Semana Santa o DE Semana Santa es que no hay clases? Porque aquí, en caso de ser lo segundo que es lo que creo, AQUÍ DAN LA SEMANA ENTERA LIBRE Del Domingo de Ramos al de Resurrección...sólo quienes trabajen y depende del trabajo son los que van lunes, martes y miércoles
Aquí el próximo sería el 19/4, luego el 1/5 por la misma razón... 1D T.Ttenía que ponerse fea la situación justo ahora? Igual, sólo irían a Caracas porque Valencia siempre la excluyen los cantantes/grupos así de importantes a pesar de ser prácticamente una segunda capital y no creo que me hubiesen dejado ir porque ni siquiera he ido a Caracas en trece años...
Creo que conseguiste lo de Mercosur (?
Bueno, me salió bien lo de resumir Me dan unos... 14 minutos para escribir un poco MQCDP antes de la medianoche (? :bye:
Un buen comentario de Rex en mi nove e.e.e.e...Ya lo leo jajaja
Sobre el Mercosur, sí, encontre lo que necesitaba, gracias igual xD. Nombre a tu país 2 veces en tu resumen, sentite importante (?) ahque
TANTOS FERIADOS? TODA LA SEMANA? WOWOH....Eso si es suerte. La próxima me mudo a Venezuela (?)
Ay Chinotto jajajajajajja xD, JAJAJAJAJJAJA, ok me calmo. Perdón es que siempre lo veo en las propagandas de DirecTV (que es con coso, señal, vah, como se diga, de Venezuela). La cosa es que me da risa porque es totalmente diferente el nombre aquí, en Argentina se llama Sprite, y allá Chinotto...La coca-cola se llama igual, cierto?
Sprite Toronto? Rosada? Wow se ve interesante *w* Nunca la he visto por aquí D:
-
Un besoo
Emily Rawson
Re: Memorias de una vida miserable |Terminada|
Sí, quedó divertidoEmily Rawson escribió:Un buen comentario de Rex en mi nove e.e.e.e...Ya lo leo jajaja
Sobre el Mercosur, sí, encontre lo que necesitaba, gracias igual xD. Nombre a tu país 2 veces en tu resumen, sentite importante (?) ahque
TANTOS FERIADOS? TODA LA SEMANA? WOWOH....Eso si es suerte. La próxima me mudo a Venezuela (?)
Ay Chinotto jajajajajajja xD, JAJAJAJAJJAJA, ok me calmo. Perdón es que siempre lo veo en las propagandas de DirecTV (que es con coso, señal, vah, como se diga, de Venezuela). La cosa es que me da risa porque es totalmente diferente el nombre aquí, en Argentina se llama Sprite, y allá Chinotto...La coca-cola se llama igual, cierto?
Sprite Toronto? Rosada? Wow se ve interesante *w* Nunca la he visto por aquí D:
-
Un besoo
Yo no me acuerdo en qué fue que nombré a Argentina ayer ._. pero sé que vi una bandera de esas que se ponen en los carros a la venta (por el mundial, aquí mucha gente
Sí, LA SEMANA ENTERA
Yo tengo es Inter .-. pero sí, DirecTv es de acá, sólo que no pensé que pasaran propagandas de Chinotto. Aquí también existe Sprite (o al menos me parece haberlo visto)
Toronja, no toronto. Me lo imaginé, un refresco de toronto (? (si no se entiende... aquí existen unos dulces que son una bola de chocolate con una avellana adentro que se llaman Toronto). Era buenísimo, pero te digo... El mes que duró fue cuando yo estaba que si en primer grado (hace nueve años) :pokerface:
A ver qué dices del comentario sobre Rex en SWM (cuando lo veas, claro) :bye:
Spencer
Re: Memorias de una vida miserable |Terminada|
Capítulo #11.
Quizás fue porque después de ese día evité esforzarme de más o exponerme mucho al sol, pero no volví a sentir ninguna clase de malestar físico durante más de una semana entera. Parecía que el doctor tenía razón, fue un simple golpe de calor. Parecía, porque aún no estaba del todo convencido.
Sumando todos esos días, ya daba con tres semanas aislado de la sociedad. Veintiún días desde que fui ingresado. Quinientas cuatro horas sin ver ni hablarle a alguien conocido y no contaré los minutos ni los segundos, eso ya sería demasiado.
Era demasiado tiempo. Si nadie me visitaba pronto, sólo podía significar una cosa: de verdad me despreciaban. Entendía que mi padre no me hubiese visitado, aunque me molestaba. Él de seguro ya sabía todo y ni se preocupaba en siquiera ir a verme o mandarme una carta o encargarle a alguien un mensaje de su parte para mí. De todos modos, sabía que ser el único Molander aún en la mira de los medios no era algo conveniente como para entrar a una prisión por algo que no fuese su trabajo, lo cual no suele suceder al ser abogado fiscal y no defensor. Era mi pequeña manera de no estar tan en su contra, porque en el fondo era obvio que si antes no me quería, ahora menos.
Por el otro lado, que Marc no se hubiese reportado de verdad era una rareza. Casi nunca pasamos más de un día sin saber del otro, las excepciones fueron mis días de depresión en los que me cerraba y no hablaba con absolutamente nadie. Tres semanas eran una eternidad comparadas con eso. ¿Qué fue lo que pasó? El día que me metieron allá, él estuvo haciendo todo lo posible por animarme y de la nada ya no aparecía más, como si de un día para el otro dejó de preocuparse. Quizás haya decidido esperar a que le quiten el yeso para poder manejar y no tener a nadie esperando por él, fue mi defensa inventada para él.
Del resto de mi familia no esperaba mucho. Mi tía estaba en Italia como suele pasar en otoño, el resto de la parte de mi madre igual, y mi abuelo abría un nuevo club en otra parte del país en unas semanas más, por lo que se quedó en ese lugar durante meses, como suele hacer cada vez que hay una inauguración. Cada uno de ellos tenía una explicación lógica para no presentarse.
Dejando de pensar en el tema, todo fue lo que ya era costumbre. Levantarme, comer, cuidarme para no terminar en la enfermería siendo atendido por otro doctor antipático, regresar a la celda, ir al baño… Todo con ese toque de monotonía que ya me tenía fastidiado y de soledad que me angustiaba. Por eso aún no consideraba haberme adaptado al lugar, porque seguía siendo un solitario sin ganas de mucho.
De verdad extrañaba la vida afuera, cuando podía hacer lo que quisiera y cuando podía ser alguien. Cómo desperdicié todas las oportunidades que se me presentaron.
Ese día pudo haber sido uno más de la lista de totalmente perdidos, uno de esos en los que ni algo agradable degusté, de no haber sido por una sorpresa que ya urgía por aparecer.
A partir de ese día, quizás ya no me sentiría tan solo ni tan separado del mundo. Ya podría informarme de lo que pasaba en el exterior y ya podría conversar como se debe aunque fuese por unos escasos minutos. Ya no sentiría que se olvidaban de mí. No más.
Estaba acostado en la cama de mi celda viendo hacia la pared. Le había cambiado el sentido varios días atrás para sentirme un poco más “como en casa”. Digamos que no me agradaba que en la posición habitual quedara viendo hacia el pasillo y la celda de al frente, por eso la volteé para que quedara viendo hacia la pared del fondo y así estar algo más cómodo por mi costumbre a no ver al exterior desde mi cama.
Volviendo al tema principal, sólo miraba al concreto gris cuando escuché algunos pasos y luego unas llaves. No les presté mucha atención, pensé que eso sería con alguno de los de al lado. Me equivoqué, era conmigo, pero no me di cuenta hasta que vi la sombra de las rejas de mi celda moverse. ¿Por qué iban a sacarme de mi celda tan poco después de comer? No tenía sentido, no hasta que decidí voltear a ver qué era lo que sucedía ahí atrás.
— ¡Al fin viniste! —Casi pude gritar cuando vi a Marc pasar. En serio, fue un alivio reencontrarme con un conocido finalmente y mucho más con alguien a quien le tengo tanta confianza.
—En las primeras semanas no me dejaron venir, no sé por qué —Explicó a medias por qué no se había presentado, relajándome mucho más.
—Con razón. ¿Cuándo te quitaron el yeso? —Noté que ya tenía su brazo libre.
—Ayer.
—Ah… ¿Será que te dejarán visitarme a menudo? No soporto estar solo aquí.
— ¡Claro! Trataré de venir a diario.
— ¡Gracias! —Tampoco pedía tanto, pero si así lo iba a proponer, era más que bienvenido. No pude evitar abrazarlo con fuerza, me hacía falta.
—Sólo fueron tres semanas, calma —Dijo con sorna al quizás casi ser asfixiado por la presión.
—Tres semanas son un milenio para nosotros —Lo solté.
—Tienes razón —Admitió.
—No sabes cuánto me ha pasado, quiero decir… Aún no me adapto al lugar.
—Dudo que eso sea un proceso rápido.
— ¿Cómo te ha ido?
—Resolviendo casos, aunque no podía hacer mucho por mi brazo roto.
—Lo siento…
—No importa, ya se recuperó, y Alex fue el que me pisó tan fuerte que fracturó el cúbito.
—Sí, pero te disparé y por eso estabas en el piso.
—No empieces ahora, es muy temprano para andar en eso. Por si quieres saber, puede que hoy vaya a hacer mi segundo arresto como detective. El grupo dos estaba a punto de resolver su caso ayer y nosotros colaboramos, quizás nos incluyan.
—Por favor, no quiero seguir siendo tu único arresto.
—Lo siento, pero siempre serás el primero.
—Gracias, eso no ayuda —Lo miré con los ojos entrecerrados, a lo que el soltó una corta risa.
— ¿Y qué tanto te ha pasado?
—Mucho…
Le conté de la manera más breve posible muchas de las cosas que me sucedieron en ese primer trío de semanas que pasé en prisión. No podía quitarle mucho tiempo, llegaría tarde a trabajar.
Si obviaba la parte de que hablamos sobre eso de estar preso y demás, fue una conversación típica de nosotros, casi como si nada hubiese pasado. No me cansaré de decir que fue un gran alivio que en el sentido de la relación que llevaba con mi hermano todo estaba normal y que nada cambió. Lo que pasó fue un simple distanciamiento por razones externas.
Un tiempo después fue cuando se enteró de que no le dejaron ir a visitarme por no tener el permiso en el trabajo. Era un detective novato en esos días, jamás le darían un tiempo libre tan rápido luego de comenzar.
Una preocupación menos. Aunque fuera, aún era querido por mi hermano, quién sabría si por los demás también. Ya estaba más ligero, con la mente más relajada. El sentimiento de soledad desapareció en parte, al igual que el de culpabilidad.
El día siguiente fue así, volvió a presentarse, sólo que algo más sonriente. Un cambio así no se veía de un día para el otro sin razón, y por supuesto, lo primero que hice fue preguntar el motivo de su repentina alegría. Su respuesta fue inesperada para mí. Del momento en que se fue casi veinticuatro horas antes a ese instante, dejó de estar disponible.
Traducción: Tenía novia.
Quiero decir, ¿cómo no me di cuenta de que se estaba enamorando? Quizás era cierto que había pasado muy poco tiempo con él para ese entonces, pero creo que debí ver una señal, por mínima que fuera. Y si ya estaba sorprendido, jamás habría imaginado que era posible estarlo más. Así fue. Su novia era Paula, la chica que lo llevó al lugar cuando me acompañó mientras me metieron en mi celda por primera vez, la compañera de la otra mitad de su equipo que si bien recordaba, no soportaba estar en cárceles ni entre muchos criminales porque se pone de mal humor.
Es decir… La chica que probablemente me vería y me odiaría de inmediato al ver mi ropa naranja era la novia de mi hermano. No, simplemente no me cuadraba, aunque no podía hacer nada. Simplemente lo felicité, quizás más adelante se daría cuenta de que ella no me aceptaría. Creo que notó que la conversación se estaba volviendo incómoda, pues cambió el tema a uno completamente distinto.
—… ¿Tú me habías dicho que querías conocer a mi perro? —Preguntó para cortar la incomodidad.
—Sí —Ese perro era otro más que no sabía que tenía hasta que me lo avisó el día anterior.
—Bueno, aquí te lo presento. Rex, él es mi hermano, Leo —Abrió el espacio suficiente como para que pasara.
— ¿Tu perro es el que estaba cuando me arrestaron? —Creía que los perros policías eran propiedad de la comisaría, no de algún detective. No me esperaba que fuese el mismo.
—Sí, quizás por eso te ve así. Como me disparaste…
Y ahí fue cuando detallé bien la expresión del pastor alemán. Se encontraba en una mezcla de alerta y posición de ataque, amenazante. Me recordaba y de mala manera.
—Con razón. Mira, Rex —Me agaché para quedar a su altura, aunque tenía algo de miedo de que fuese a atacar directo a mi cara—, sé que me conoces como el muchacho que le disparó a tu dueño, pero déjame decirte que soy su hermano y ese disparo fue un accidente… —Intenté explicarle— ¡Qué raro! Yo hablándole a un perro como si me fuera a entender —Suele suceder. Me encantan los perros aunque nunca he tenido uno propio, así que si alguien que conozco tiene uno, ahí podrán encontrarme hablándole como a una persona.
—No te preocupes, casi todos lo hacemos. Creo que te entendió, míralo —Señaló a Rex.
Vi que ya no tenía una mirada de enojo. Ahora era tierno, como esos de las propagandas de perrarina. Incluso se acercó para que lo acariciara. Fue fácil, ya me iba a indignar si una mascota me despreciaba.
No duró mucho tiempo porque una vez más llegaba tarde a trabajar, por lo que se fue a los pocos minutos de haber llegado. El resto del día fue normal una vez más, sólo que ahora estaba algo más animado.
Lo que jamás habría imaginado ahí ni en un millón de años, era que ese par de días iban a ser mis dos últimos con un estado de salud física óptimo.
Spencer
Re: Memorias de una vida miserable |Terminada|
EHEHEHEH....
Aún no rindo lol
Sólo faltan unas horas, FUA, se supone que tengo que repasar pero no...flojera
En fin, a lo que importa!
Capítulo 11-Favorite cap *estrellitascorazonesarcoirisyunicorniosazules*
APARECIÓ MARC
AY
MALOTE
nocporquelodemalote
MARC
IS
BACK
BITCHES!
*tira un besito así re gay*
Lo mejor de este capítulo, así lo mejor, lo más copado, lo ultra mega genial, lo que amé, mi parte favorita, mi...ay...fue cuando apareció...
*tambores*
REX
SI, R-E-X
EL PERRO
NANANANANAN
okno,estodenorepasarmeestaafectandobastante
Es que me emocioné, fue como mucho en este cap, eso que ha sido más corto que los otros
1-Leo se sentía solo
2-Pero apareció Marc
3-Marc le dijo lo del yeso (cosaquenorecordabaxp)
4-Leo se puso feliz
5-Se abrazaron
6-Hablaron
7-Apareció Rex (lastima que no tuviera comida para robar)
8-Al día siguiente, vuelve Marc ;)
9-LE CUENTA LO DE PAULA (ahora tiene que venir lo mejor porque todo esto va a ser como un segundo punto de vista, bueno, digamos que como ve todo Leo)
10-Marc estaba feliz por su girlfriend e.e
11-Pero cuando conozca a Leo...rubia fastidiosa (?)
12-UH AHÍ LO TERMINASTE!? Me dejas con la intriga del año -.- Ahora Leo vuelve a sentirse mal!? Espero que no haya ningún otro doctor anti arruinando todo -.-
13-No sé porque un 13, pero...No sé, un itém más (?)
14-NO EXISTE ESA GASEOSA AQUÍ, la super kolita, o como sea D: La vi en internet, se ve...interesante, ue. Pero creo que sí, es solamente de Venezuela :/
15-Cómo te fue en los exámenes del otro día??
16-Debería dejar de poner números...
17-Cuál es tu número favorito? (?)
18-Quiero llegar al 20, espera
19-La próxima tiene que entrar Rex al buffet y deborarse todo
20-Ya llegué al 20 (: eeeh
Bueno, ahora sí, mejor me calmo.
Con qué te llene de notificaciones? jajajaja, la próxima voy a empezar a comentar así :3 Así que pon el iPod sin volumen, porque si no los "peep" de las notificaciones te torturaran...*risa malvada*
Che, GRACIAS POR LA DEDICACIÓN DE WP! :'D Eres un amor, graciaas
En fin, ahora sí, en un rato debo irme así que...
Besos, cuidate!
Aún no rindo lol
Sólo faltan unas horas, FUA, se supone que tengo que repasar pero no...flojera
En fin, a lo que importa!
Capítulo 11-Favorite cap *estrellitascorazonesarcoirisyunicorniosazules*
APARECIÓ MARC
AY
MALOTE
nocporquelodemalote
MARC
IS
BACK
BITCHES!
*tira un besito así re gay*
Lo mejor de este capítulo, así lo mejor, lo más copado, lo ultra mega genial, lo que amé, mi parte favorita, mi...ay...fue cuando apareció...
*tambores*
REX
SI, R-E-X
EL PERRO
NANANANANAN
okno,estodenorepasarmeestaafectandobastante
Es que me emocioné, fue como mucho en este cap, eso que ha sido más corto que los otros
1-Leo se sentía solo
2-Pero apareció Marc
3-Marc le dijo lo del yeso (cosaquenorecordabaxp)
4-Leo se puso feliz
5-Se abrazaron
6-Hablaron
7-Apareció Rex (lastima que no tuviera comida para robar)
8-Al día siguiente, vuelve Marc ;)
9-LE CUENTA LO DE PAULA (ahora tiene que venir lo mejor porque todo esto va a ser como un segundo punto de vista, bueno, digamos que como ve todo Leo)
10-Marc estaba feliz por su girlfriend e.e
11-Pero cuando conozca a Leo...rubia fastidiosa (?)
12-UH AHÍ LO TERMINASTE!? Me dejas con la intriga del año -.- Ahora Leo vuelve a sentirse mal!? Espero que no haya ningún otro doctor anti arruinando todo -.-
13-No sé porque un 13, pero...No sé, un itém más (?)
14-NO EXISTE ESA GASEOSA AQUÍ, la super kolita, o como sea D: La vi en internet, se ve...interesante, ue. Pero creo que sí, es solamente de Venezuela :/
15-Cómo te fue en los exámenes del otro día??
16-Debería dejar de poner números...
17-Cuál es tu número favorito? (?)
18-Quiero llegar al 20, espera
19-La próxima tiene que entrar Rex al buffet y deborarse todo
20-Ya llegué al 20 (: eeeh
Bueno, ahora sí, mejor me calmo.
Con qué te llene de notificaciones? jajajaja, la próxima voy a empezar a comentar así :3 Así que pon el iPod sin volumen, porque si no los "peep" de las notificaciones te torturaran...*risa malvada*
Che, GRACIAS POR LA DEDICACIÓN DE WP! :'D Eres un amor, graciaas
En fin, ahora sí, en un rato debo irme así que...
Besos, cuidate!
Emily Rawson
Re: Memorias de una vida miserable |Terminada|
Ok, te REEMOCIONASTE :xd:Emily Rawson escribió:EHEHEHEH....
Aún no rindo lol
Sólo faltan unas horas, FUA, se supone que tengo que repasar pero no...flojera
En fin, a lo que importa!
Capítulo 11-Favorite cap *estrellitascorazonesarcoirisyunicorniosazules*
APARECIÓ MARC
AY
MALOTE
nocporquelodemalote
MARC
IS
BACK
BITCHES!
*tira un besito así re gay*
Lo mejor de este capítulo, así lo mejor, lo más copado, lo ultra mega genial, lo que amé, mi parte favorita, mi...ay...fue cuando apareció...
*tambores*
REX
SI, R-E-X
EL PERRO
NANANANANAN
okno,estodenorepasarmeestaafectandobastante
Es que me emocioné, fue como mucho en este cap, eso que ha sido más corto que los otros
1-Leo se sentía solo
2-Pero apareció Marc
3-Marc le dijo lo del yeso (cosaquenorecordabaxp)
4-Leo se puso feliz
5-Se abrazaron
6-Hablaron
7-Apareció Rex (lastima que no tuviera comida para robar)
8-Al día siguiente, vuelve Marc ;)
9-LE CUENTA LO DE PAULA (ahora tiene que venir lo mejor porque todo esto va a ser como un segundo punto de vista, bueno, digamos que como ve todo Leo)
10-Marc estaba feliz por su girlfriend e.e
11-Pero cuando conozca a Leo...rubia fastidiosa (?)
12-UH AHÍ LO TERMINASTE!? Me dejas con la intriga del año -.- Ahora Leo vuelve a sentirse mal!? Espero que no haya ningún otro doctor anti arruinando todo -.-
13-No sé porque un 13, pero...No sé, un itém más (?)
14-NO EXISTE ESA GASEOSA AQUÍ, la super kolita, o como sea D: La vi en internet, se ve...interesante, ue. Pero creo que sí, es solamente de Venezuela :/
15-Cómo te fue en los exámenes del otro día??
16-Debería dejar de poner números...
17-Cuál es tu número favorito? (?)
18-Quiero llegar al 20, espera
19-La próxima tiene que entrar Rex al buffet y deborarse todo
20-Ya llegué al 20 (: eeeh
Bueno, ahora sí, mejor me calmo.
Con qué te llene de notificaciones? jajajaja, la próxima voy a empezar a comentar así :3 Así que pon el iPod sin volumen, porque si no los "peep" de las notificaciones te torturaran...*risa malvada*
Che, GRACIAS POR LA DEDICACIÓN DE WP! :'D Eres un amor, graciaas
En fin, ahora sí, en un rato debo irme así que...
Besos, cuidate!
Así que estás viendo algo parecido a lo mío... Yo iba a tener ese examen cuando empezó toda la cosa y por eso sólo presentamos el del reino fungi que por cierto creo que fui el único 20 de la sección
SABÍA QUE IBA A SER ASÍ TIPO FAVORITO! Es decir, todos esos puntos a favor...
MALOTE JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA, de pana que esa parte no tiene explicación. En fin, creo que quedaste
Lo corto se debe a lo rápido que lo escribí
No sé qué tendría para robar Rex ahí (? Nada bueno, probablemente.
Sabes que hace unos días estaba viendo una serie
Sí, quiero hacer algo de eso. Leo tiene opiniones interesantes con ese tema.
PORQUE SOY MALA :maloso:
La kolita/frescolita ES DEMASIADO GENIAL, es mi refresco favorito, por eso tenía que preguntar a ver si era verdad eso. Ya sé que compraré varias botellas/latas cuando salga de viaje
Ok, estabas más o menos como yo una vez con unas posdatas con Sara en un comentario (?... 7!
Hey, esa idea no está nada mal
SÍ, LLEGASTE :eaea:
Los peep no son de correos... No sé explicar el ruidito de correo (?
De nada!!
Ahora... En un rato TERMINARÉ DE VER ATTACK ON TITAN! (me faltan seis episodios...). En serio, me REENGANCHÉ!
Bueno ya, que QUIERO VER EL SIGUIENTE EPISODIO
*Preparándose para seguir shippeando a esos dos que SUPONGO no los matarán porque uno es el protagonista y el otro es como su encargado (?* :bye:
Spencer
Re: Memorias de una vida miserable |Terminada|
Capítulo #12.
Aún recuerdo la fecha exacta en la que empezó y si llego a vivir para contarlo, dudo olvidarla.
Los días anteriores a ese catorce de octubre tuve varias advertencias de lo que estaba por ocurrir, pero por un mal servicio, no pude prepararme para comenzar a vivir ese infierno que aún hoy en día sigue presente.
Mareos, taquicardias y caídas, todos fueron dados por algo tan simple comparado a lo que de verdad querían decir.
“Fue un golpe de calor”, palabras que jamás creí por completo y que ahora quisiera hubiesen sido toda la verdad.
Después de tal supuesto, no volví a sentirme mal sino hasta el día siguiente al que Marc fue a visitarme con su perro. Mis latidos se hicieron irregulares repetidas veces durante las horas que estuve despierto e incluso, mientras intentaba dormir, podía sentir que mi corazón pedía a golpes escapar. Quise ir a la enfermería en ese instante, pero ya las luces estaban apagadas. Nadie estaría ahí.
Deseaba que los doctores siguieran presentes durante la noche. A cualquiera le podía dar algo estando a punto de acostarse, y yo estaba nervioso de lo que sucedería de empeorar ese síntoma.
No es que esté buscando culpables. Nada me hubiese salvado de todas formas, aunque en serio me habría gustado estar algo más preparado.
Ese día fue normal al principio, no tuvo nada fuera de lo común. El malestar había quedado como cosa de ayer. El problema empezó unas horas después de almorzar.
Una vez más, estaba haciendo nada para variar. Aún no hallaba qué hacer para pasar el tiempo dentro de la celda. Ahí era difícil que te dieran algo tan simple como un lápiz y un papel para escribir o dibujar o un libro para leer. Era algo casi exclusivo para los que no tuvieran otra manera de comunicarse con sus conocidos en libertad. ¿Qué otra cosa se podía hacer? No tenía un compañero de celda para hablar y no pensaba estar de a gritos con el de al frente, empezando con que ese siempre me miraba raro.
Tampoco debía dormir. Si te descubrían así, te despertaban. Debías pagar tu condena en un pleno estado de consciencia, quizás. El asunto es que así me sentía, con ganas de descansar. Estaba adormilado, sin mucha energía, hasta débil. Ni ganas de estar sentado. Nada. Sólo cerrar los ojos y aunque fuese imaginar el mundo deseado o cualquier otra cosa mejor que la realidad. Simplemente escapar de la realidad, eso era todo.
Recuerdo sentir que mi fuerza se iba poco a poco, dando con un cansancio y una debilidad enormes. De verdad que si en otros días no tenía ganas de nada, ese día batí un récord de nada de nada. Ni siquiera podía soportarlo.
En un intento por recuperar lo perdido, me levanté y apenas logré entrar al compartimiento del baño. Tenía que sostenerme de la pared, de lo contrario, caería como una hoja seca de un árbol. Al apartar la vista del suelo estando seguro de que no terminaría estampándome contra él, comprobé por el reflejo del espejo mi apariencia. En serio me veía como si no aguantaba más. Daba miedo si tomaba en cuenta cómo estaba el día anterior.
Vamos, sólo eres un chico que ni a los veinte años ha llegado. Es imposible que estés pasando por algo grave. De seguro es una baja de azúcar o algo por el estilo. Tranquilízate y deja de pensar que vas a terminar en Cuidados Intensivos, ni que te fuera a dar un paro cardíaco.
Lo que mi mente es capaz de inventar en momentos así, por remoto que podría llegar a ser, muchas veces acierta de una manera alarmante.
Abrí el grifo del lavamanos y llevé el agua a mi cara, de repente reaccionaba así. Lo repetí tantas veces lo creí necesario y nada más que incluso mojar mi cabello y parte del uniforme pasó. Paré, eso definitivamente no cambiaría nada. Agarré la toalla y me sequé antes de que aparentara haber derramado un vaso de agua sobre mí.
¿Qué más podía hacer? No planeaba lidiar con mi debilidad. Debía salir de la celda para ir a la enfermería lo más pronto posible o de seguro algo malo me sucedería. Hice lo posible por asomarme cuanto pude por fuera de las rejas para ver el pasillo. Ningún vigilante cerca, eso no pintaba bien para mí.
Paranoico. Deja de preocuparte, algún vigilante tendrá que pasar pronto por aquí y en ese momento lo llamas, listo.
Esa vez no debí prestarle tanta atención a mi mente, debí hacer lo que quería y no dejarme llevar por mis pensamientos contradictorios a mis deseos. Aunque igual lo repito, nada me hubiese salvado de lo que estaba por ocurrir.
Obedecí a mi cabeza. Me acosté en la cama una vez más antes de perder el equilibrio. Se sintió maravillosamente bien, como un vaso de agua entero después de correr. Ni siquiera apoyado de espalda, me acosté boca abajo de una. Otro error más, pienso. De haber estado viendo hacia arriba, quizás se habrían dado cuenta de que algo estaba mal conmigo desde antes.
Fue como si el colchón absorbiera la escasa energía que me restaba. Poco a poco, mi respiración era casi lo único que seguía en pie. Ya era imposible tener los ojos abiertos siquiera. Sinceramente, me sentía muy, muy mal, y no había nada que hacer contra eso.
La única fuerza dentro de mí en esos momentos que de verdad se sentía como tal fue un dolor tremendo y punzante en el pecho.
No entres en pánico, aguantarás.
No intentes levantarte y gritar para llamar la atención para que vayan a buscarte, será peor.
No tardará en pasar un vigilante por aquí. A esta hora comienzan a buscar a los que se bañarán.
No te vas a dormir ni a desmayar, no exageres.
Aguantaré, puedo hacerlo.
Aguantaré.
Quiero abrir los ojos, no puedo…
Quiero gritar, apenas respiro.
Está bien si no ves. Aún puedes sentir si alguien pasa cerca.
Aguanta de la manera posible, sólo no te duermas. Tampoco intentes moverte.
Quiero llamar la atención, necesito a alguien ya.
Quiero entender lo que sucede.
Era un asesinato ahí mismo, un ataque que arrebató mi consciencia en cuestión de minutos. Durante ese período, mis dos mentalidades batallaron sin resultados, dando a nada al no seguir a ninguna y quedar en medio, en el punto neutral.
No. No te esfuerces. Perderás lo poco que te queda.
Debo hacerlo. Lo perderé antes de que alguien llegue. Prefiero perder el conocimiento en el intento porque así se darían cuenta más rápido a no hacer nada al respecto y perjudicarme.
No, no, no. Entiende, ni puedes levantarte o gritar.
Si ni siquiera entiendo lo que está pasando…
Escucha eso. Siéntelo. Hay una persona dirigiéndose para acá. No falta mucho.
Sí, al fin. Alguien se acerca, pero…
Pero…
Pero… no puedo más.
Quiero resistir, quiero ser fuerte.
Quiero aguantar.
Aguantaré.
No, no puedo más.
Aguantaré.
Los pasos se acercan, puedo aguantar un poco más.
Vamos, tú puedes.
No… Puedo escucharlos, puedo sentirlos, puedo percibir que en segundos pasarán por aquí, pero no puedo, no puedo.
No puedo.
No… Puedo.
…
¿Qué estaba pensando?
¿De qué sirve luchar si al final desistirás?
¿Qué has hecho? Los pasos acaban de caminar al frente e incluso se detuvieron por unos segundos, probablemente te vieron. ¿Por qué no hiciste nada?
Lo siento. De verdad lo siento.
Quería aguantar.
Quería levantarme.
Quería gritar.
Quería llamar la atención.
Quería entender lo que pasaba.
Quería ser fuerte.
Quería todo y no hice nada.
Lo siento por ser débil.
Estaba ahí, pero no pude hacer nada para llamar su atención.
Sólo pude pensar lo que quería mas no podía.
Ahora probablemente piense que te dormiste. Excelente trabajo.
De verdad lo siento. Quedé atrapado dentro de un cuerpo que no soportó su dolor y decidió apagarse de una vez por todas.
Spencer
Re: Memorias de una vida miserable |Terminada|
Capítulo #13.
Despertar en un sitio distinto al último que recuerdo ya no debería ser algo extraño para mí.
Una vez más, aparecí en un cuarto de colores claros y aire frío, acostado en una camilla. La diferencia estaba en que en esa ocasión noté que todo era mucho más grave con sólo verme conectado a un electrocardiograma.
Seguía con el uniforme naranja, sólo me habían puesto el montón de sensores. ¿Qué pasó ahora? Me sentía agotado, era lo único de lo que estaba seguro.
Era un hospital, no podía ser la enfermería. Estaba en buenas condiciones para eso y era más grande, además de contar con más material. Después de pensarlo bien, sí, era un hospital y ya hasta sabía cuál era. Reconocí algunas decoraciones de cuando fui hacía casi un mes atrás para ser chequeado y luego diagnosticado con impredecibilidad.
Normalmente, habría estado asustado con sólo estar ahí, pero mi cansancio era mayor al punto de casi ni pensar en algo más que qué había hecho para terminar así. Me distraje viendo la línea del aparato que tenía a un lado. Por alguna razón siempre termino haciendo eso.
—Sé que acabas de despertar, pero debemos moverte ya para revisarte —Una enfermera me sacó de mis pensamientos.
— ¿Revisarme? —Estaba perdido, necesitaba que me explicara.
—Ahora mismo. Mientras antes, mejor —Aseguró a la vez que movilizaba la camilla. ¿Ni siquiera me iban a dejar caminar?
— ¿Qué me pasó?
— ¿Fue tan fuerte como para que lo olvidaras? Te dio un paro cardíaco.
¿Un paro cardíaco? Después de todo, lo que tenía que estar pasando conmigo debía ser grave y no algo de examinarse y regalar un Gatorade.
— ¿Por qué? —No estaba tan extrañado. Por alguna razón me lo esperaba. De todos modos, no era el primero que tenía.
—Eso es lo que estamos por averiguar —Esas palabras me incomodaron. Ni ellos sabían qué pasó con exactitud— Parece que Sheperd tiene sus sospechas, y lo primero que haremos será comprobar esa. En caso de ser así, sólo te someteremos a un examen de sangre.
Era como si me hubiesen asignado a ese doctor desde antes. Fue el mismo que me atendió cuando me “ejecutaron”. Tendría unos cuantos recuerdos mientras tanto.
—Ok… ¿Qué creen que es?
—Es preferible no decirlo hasta no estar del todo seguro —Sonrió disimuladamente. Buen intento, porque esa frase me recordó a ese día.
Algo parecido fue lo que dijo aquel doctor del Mercy cuando le preguntamos qué creía que podía tener mi mamá el día que murió de cáncer e incluso su expresión fue similar a la de esa enfermera. Fue un golpe duro que me dejó callado, a diferencia de las veces en las que suelo tener a un doctor al lado y mi sensación de querer saberlo todo aparece haciéndome parecer un detective queriendo resolver un crimen de tantas preguntas que puedo llegar a formular.
Lo siguiente fue el procedimiento conocido por todos. La limpieza de la zona por donde se inyectará la aguja, la liga que aprieta el brazo para resaltar la vena y demás. Totalmente simple, un pinchazo y ya. De verdad seguía sin entender por qué no me dejaron caminar.
No me hicieron esperar mucho. No dieron ni tiempo de que mis ideas llegaran a ser del todo preocupantes. Tampoco es que fueron rápidos, pero sí más de lo que imaginé. No descifré ninguna cara. Los doctores deben pasar por algún curso de actuación o algo así como para ser tan buenos ocultando sus sentimientos, al menos en su mayoría de los que he visto.
De vuelta a la habitación en la que desperté, pocos minutos después fue la reunión entre el doctor Sheperd y los dos que se enterarían de los resultados. Los dos, porque Marc se enteró de lo ocurrido y fue a verme. Nos dejó tomar asiento en el mismo lugar antes de proceder a dar las noticias.
—Voy a decirlo lo más entendible posible —Y ahí acabó la calma que pudimos tener en ese momento. La seriedad que resaltaba en su voz era de miedo— El paro cardíaco que acaba de tener concuerda con el de una persona con cardioma, y los exámenes indican que eso es lo padece.
— ¿Tengo cardioma? —Pregunté de inmediato como si no hubiese escuchado y no como alguien que se confundió, extrañó, asustó o deprimió al saberlo. Sabía de lo que estaba hablando, sabía de esa enfermedad mas no de lo que era como tal. Marc aparentaba estar en las mismas.
—Sí. ¿Sabe de qué se trata?
—Algo así… No muy bien —De seguro el doctor estaba a punto de pasar un momento incómodo más al explicar una enfermedad a la propia persona que la padece. Digo incómodo por eso de que no es muy lindo hacerlo, o al menos eso pienso.
—Lo explicaré. Será muy propenso a paros como este durante un tiempo —Primer round, Leonardo se ha asustado— Cada vez que te dé uno es porque hay grandes posibilidades de que se te forme un tumor en el corazón, así que cada vez que te dé un paro y logremos reanimarte, tendremos que examinarte ya que apenas tengas el tumor hay que operarte —Segundo round, Leonardo ha recibido un gancho directo a la cara— Lo más probable es que cada paro sea más fuerte que el anterior. ¿Cuándo te puede dar un paro? En cualquier momento. Cualquier síntoma que sientas puede ser una señal de que tendrás que venir acá. Pero aquí vienen las malas noticias —Tercer round, justo cuando Leonardo creyó que ya estaba tendido en el suelo y a punto de perder por nocaut, se levantó para recibir la última tanda de golpes. ¿De dónde podía decir que aún las malas noticas no habían llegado si todo lo anterior lo fue?— Nadie ha logrado sobrevivir al cardioma, así que lo siento, pero esta enfermedad es considerada como terminal. Lo máximo que te puede quedar son de cuatro a cinco años porque el tumor no tarda más de eso en formarse.
Ninguno de nosotros tuvo una reacción clara.
—O sea que… —Empecé a hablar antes de ordenar mis ideas y de reaccionar— ¿Lo más probable es que no pase de los veintitrés o veinticuatro años? —Fue lo primero que se me ocurrió, sinceramente no estaba pensando bien. Mi mente estaba casi en blanco como si le hubiesen vertido cloro.
—Lamento decirlo, pero así es.
Ding, ding, ding, ding, fin del último round. Leonardo ha sido noqueado.
No pude ver a nadie, sólo fijé mi vista hacia el vacío mientras mis ideas daban vueltas sin llegar a nada. Creo que el doctor salió de la habitación a los segundos de terminar de hablar porque su buscapersonas sonó, ni estoy seguro de eso, sólo lo supongo porque no lo volví a ver ni a oír. Simplemente el impacto de lo que acababa de decirme fue demasiado como para estar pendiente de algo más.
Eso es todo. Vas a morir joven, después de todo. Capaz ni saldrás de prisión. No podrás hacer nada con tu vida. Estás acabado.
De la nada, ya estaba llorando. Muy poco, pero mientras salgan unas cuantas lágrimas tras otras, me vale como eso. Quizás nunca habría reaccionado por completo de no haber sido porque justo en ese momento a Marc se le ha ocurrido abrazarme, terminando de hacerme aterrizar de vuelta. No pudo decir nada, creo que ni sabía qué hacer y que el abrazo fue por hacer algo.
No podía creerlo. Moriría en poco tiempo, eso ya estaba anunciado. No veía manera de salir de esa. No podía soltar más palabras que eso. ¿Finalmente se ha encontrado mi causa de muerte? Aún estoy pensando que esa pregunta puede contar con una respuesta afirmativa.
—Para, por favor. Para —Puedo casi asegurar que lo rogó. Su voz dejaba notar que estaba herido, afectado por la situación también.
— ¡Pero es la verdad!
—Sólo deja de pensarlo —No aguantaba más no poder hacer nada para hacerme sentir mejor.
—Para ti es fácil decirlo. Tú no te vas a morir en menos de cinco años.
—Créeme que no es fácil. ¿Crees que para mí es fácil saber que me quedaré sin mi hermano pronto? En serio que no —En una situación normal, oírlo así, casi desesperanzado y más bien convencido del final no deseado me habría acabado de matar. Marc es una de esas personas que siempre intentan todo por solucionar lo que sea y no se rinden tan fácilmente, eso era contradictorio a su normalidad.
—Lo siento. Sabes cómo me pongo… —Y al contrario, sólo pedí disculpas por ser la segura causa de su extraña forma de actuar.
—Lo sé… ¿Quieres decirle a alguien…?
— ¡No! —Ni le dejé terminar— No quiero que los demás se preocupen por mí. No soportaré que estén como tú ahora por mi culpa. No le digas a nadie, por favor.
— ¿Ni siquiera a papá?
— ¿Para qué? Él ni siquiera me quiere.
—No es que no te quiera, sólo está molesto por lo que hiciste —Y como siempre, defendiéndolo de lo que no se puede.
— ¿Y no puede entender que no lo hice porque quise?
—Papá es algo terco, lo sabes.
—Como digas —Respondí cortante. Es raro cuando estamos de acuerdo en algo que implique a papá, más para esos días en los cuales Marc aún no sabía mis motivos para decir todo lo que opinaba de él.
—Lo prometo. No le diré a nadie —Retomó el tema original.
Mantener en silencio mi enfermedad sería lo mejor que podría hacer por mí en ese momento. Me sentiría terriblemente mal de saber si alguien más terminó afectado al ser informado de mi probable cercano descenso o si ese mismo alguien iba a visitarme para lamentarse en mi cara y darme palabras de apoyo creyendo que eso mejoraría las cosas para mí. Lo apreciaría, pero no sería de mi total agrado. Sólo él podía conocer mi estado, los demás se enterarían de no haber remedio o si de verdad estaba listo para contarlo.
Hacía mucho que no pasábamos por algo así de grave o triste, hasta podría asegurar que no desde la muerte de nuestra madre. Ni siquiera cuando me apresaron fue así. Al menos viviría bajo esa condición. Con esa nueva, ¿quién podría asegurar mi sobrevivencia? Nadie, absolutamente nadie. Podrían darme esperanzas, podrían hacerme creer, tener fe en que se encontrará una cura, pero mientras tanto, ¿cómo viviría tranquilo si tenía más posibilidades de no acabar el día en el que estoy?
Spencer
Re: Memorias de una vida miserable |Terminada|
Capítulo #14.
Quedarme en un hospital siempre me ha traído los peores recuerdos. Suelo intentar no permanecer mucho tiempo dentro de uno a causa de ello. No los soporto, y eso que dentro de mi rutina se encuentra visitarlo al menos dos o tres veces al mes. Se me ha hecho costumbre estar en una camilla, no me es tan raro ni tan incómodo ya, pero ese malestar mental provocado por el ambiente continúa presente.
De aquellas que puedo recordar por tener el suficiente grado de consciencia para eso, cinco me han marcado definitivamente.
La primera ocurrió cuando recién cumplía cinco años, edad a la que tuve mi primer paro cardíaco. No fue algo patológico, fue por envenenamiento. Diez días antes de la Navidad de ese año, una serpiente de cascabel mordió mi tobillo derecho. Me aplicaron el antídoto con bastante brevedad porque tuve suerte de que ese parque quedaba a pocas cuadras del hospital, el detalle estuvo en la fuerza del enemigo. Era apenas un niño pequeño que sumó su edad a cinco dos semanas atrás, el veneno alcanzó a hacer de las suyas. Al principio, sólo debía estar pendiente de no mover el pie para evitar sangrar de nuevo, sin embargo, el día siguiente fue otra cosa.
Era temprano, las nueve o diez de la mañana, quizás. No tenía un reloj en la habitación para guiarme, o quizás sí, sólo que cuando era pequeño me era tedioso leer un reloj de agujas y prefería quedarme sin saber si nadie estaba cerca para descifrarlo por mí. Mi mamá y Marc fueron de visita a revisar cómo seguía. Aparentaba estar bien, así que ella se dirigió al doctor mientras mi hermano se sentó a un lado de la camilla donde estaba acostado.
El detalle: no estaba bien.
Comencé a sentirme mal, no sabía describirlo, simplemente no era normal lo que tenía por dentro. Sumando eso a la discusión que él y yo estábamos teniendo en ese momento, mis últimos momentos como un niño despierto en ese año fueron una pelea.
— ¿No entiendes? No pueden hacer nada —La razón de todo fue una sentencia de los doctores. Según ellos, yo era un niño muerto.
— ¡No quiero que te vayas! —Marc insistía. Él creía que debía haber algo para salvarme. No se resignaría a ser hijo único.
—Yo tampoco quiero irme, pero ya me siento demasiado mal —Fue lo último que escuchó de mí por tres semanas enteras. Pocos segundos después de hablar, mi corazón se detuvo y el electrocardiograma lo avisó. Los doctores se apuraron en reanimarme, sólo que terminé en coma.
El veneno de la serpiente causó una hemorragia interna de la cual arrancó el paro cardíaco que inició con mi estado de coma. Caí el dieciséis de diciembre, desperté el Día de Reyes contra todo pronóstico. Todos creían que no volvería, que tendrían que desconectarme. Por cierto, eso estaban por hacer cuando abrí los ojos.
De esos días de inconsciencia me han contado por sobre todas las cosas la persistencia de Marc. Según cualquiera a quien le preguntes, fue todos los días a sentarse a un lado de la camilla a hablar conmigo sin importar que no tendría respuesta alguna, y no se iba hasta no terminar la hora de visitas y lo corriera alguna enfermera. Y es que de cierto modo, desde el día que desperté fue que comenzamos a ser la clase de hermanos que somos ahora. Incluso, todos agradecen a Marc su enorme insistencia, porque de no ser por ella, yo no estaría aquí desde hace dieciséis años. Gracias a él fue que decidieron dar un chance de una hora más para regresar a la consciencia, la hora que casi a su final mostró sus resultados.
Esa primera experiencia –de las que recuerdo- dentro de un hospital me marcó de varias maneras. Al inicio fue puro pesimismo, creía que no saldría de ahí con vida. Incluso siendo sólo un niño ya solía pensar en lo peor. Luego escuché a los expertos asegurarlo, lo que empeoró todo. Caí en coma, tres semanas después regresé, encontrándome con todos altamente sorprendidos y emocionados, hasta con lágrimas en sus ojos. De hecho, mi hermano lloraba por creer que de verdad me desconectarían cuando lo vi. Después de esos días, lo único que quedó fue una cicatriz en mi tobillo –la única que tengo, en realidad- como recordatorio y una fobia hacia las serpientes, además de la unión incrementada entre mi hermano, mi mamá y yo. Mi papá quedó excluido del grupo, eso siempre en cosas así.
La segunda fue casi seis años después. Nueve días antes de Halloween, fui secuestrado por un grupo que raptaba niños, los torturaban durante una semana y luego los mataban. Los soporté la semana entera, me rescataron cuando estaban a punto de matarme. Tuve suerte de que a los tipos se les ocurrió pasar al frente de mi casa camino al puente donde pensaban cortarme varias venas y ahogarme en el océano, porque de no haber sido por eso, mi mamá no me habría visto, no habría seguido el auto ni llamado a la policía para salvar mi vida.
Aun así, lograron parte de su objetivo. Cortaron superficialmente mis muñecas y mi cuello con algo más de profundidad mas no la suficiente para sangrar y morir en el acto. También terminé sumergido en el océano y mis pulmones casi se llenaron de agua. Sólo les faltó mi muerte.
Después de pasar por Emergencias, el quirófano y por varios exámenes más, dictaron que sobreviviría, el único niño que logró seguir adelante para contarlo y el último en pasar por sus maltratos.
El detalle: recuperar el conocimiento luego de la cirugía fue algo horroroso mientras no supe que ya estaba a salvo.
— ¿Dónde estoy? —Estaba afónico. Ese día, un poco antes de que casi me degollaran, mi voz se desvaneció. No podía ni soltar un susurro. Además de eso, sentía pesadez sin alguna razón aparente. Ver en mis muñecas una clase de vendaje blanco despertó todo— ¿Por qué tengo esto en las muñecas? —Y para rematar, al intentar bajar la vista, algo en mi cuello me estaba estorbando. Al tocarlo, descubrí otra cosa que bien podía ser un intruso más— ¡¿Por qué tengo esto en el cuello?!
Estaba demasiado asustado. Lo último que recordaba era estar llorando por el dolor de creer que moriría y el causado por el filo de los cuchillos que hundían en mi piel y de la nada aparecía en una habitación desconocida.
Una mujer también desconocida entró por mí, diciendo que ya no estaba en peligro, que era una doctora y estaba en un hospital. Claro, como si fuera a creerle. No tenía idea de dónde estaba, menos haría caso a las palabras de una extraña. Mi confianza estaba por los suelos. Por más que intentara alejarla, la mujer insistía. Por todo lo que quisiera, ¿no podía entender que no la quería cerca? Era desesperante, ¿quién podía asegurarme que ella no era una más de ellos y se haría pasar por una doctora tal y como uno de los secuestradores se hizo pasar por un ciego que necesitaba ayuda para cruzar la calle para ganarse mi confianza y luego torturarme como se le antojara?
Después de varios intentos por acercarse, terminó rindiéndose. Buscó a otro doctor, al cual le apliqué la misma táctica. Éste encontró una solución más eficiente. Llamó a mi familia, quienes estaban en la sala de espera, a entrar a la habitación para así afirmar todo de lo que intentaban convencerme.
Las marcas de esa ocasión sin duda alguna fueron la disminución de mi confianza, mi conocimiento hacia lo feo y malo que podía llegar a ser el mundo, al contrario de lo que piensa un niño y un severo trauma hacia los cuchillos. A pesar de haber terminado lleno de heridas, ninguna cicatriz acabó siendo visible en mi piel, aunque para esos días parecía un propio muñeco de trapo viejo y abandonado: maltratado por todas partes.
Por esa razón, cuando me reincorporé al colegio, opté por siempre usar mangas largas y una pequeña bufanda, sin importar el calor que podría llegar a sentir si de por sí ya vivía en Miami. Si iba con todos esos cortes expuestos, no tardaría mucho antes de ser objeto de burlas de parte de los matones del salón.
Al inicio salió bien, sólo que a los pocos días se dieron cuenta del extraño patrón. No tanto por las mangas largas, mi estilo siempre ha sido de usar camisas así pero remangadas hasta los codos o a tres cuartos, sino por la bufanda y justamente por dejar las mangas largas el día entero.
— ¿Qué tienes debajo, ah? —Uno de ellos me detuvo en los pasillos al encontrarme solo durante el receso del desayuno.
— ¿Debajo de qué? —Seguí avanzando al empujarlos. Siempre fui más alto que todos ellos, así que no era tan complicado.
—De tu ropa —Hubiese tenido un par de años más y no diez y esa frase me habría incomodado hasta decir basta.
—Mi cuerpo —Mi típica respuesta inmediata y cortante para evadir cualquier situación con ese grupo.
—No, idiota —Volvió a bloquear mi camino, esta vez rodeándome los otros por los lados— ¿Qué ocultas?
—Partes que no deben ser vistas a la luz pública por razones obvias —Segundo método: sonar lo más serio o intelectual posible para aburrirlos o confundirlos.
— ¡Debajo de las mangas y la bufanda, menor! —Menor, sólo lo soporto junto a la palabra “hermano” o cuando se dice “el menor de…”, en ese caso, el menor de la clase. Así, sola, me pone de malas. Me estaban provocando.
—Mis brazos y mi cuello, dah —Tercer método: atentar a usar sarcasmo o tonos de obviedad para hacerlos sentir estúpidos.
— ¿Qué hay en tus brazos y cuello? —De verdad querían saber. En otra situación ya se habrían alejado.
—Piel, debajo y dentro hay huesos, vasos sanguíneos, arterias, músculo, grasa, glándulas sudoríparas…
—No queremos una clase de ciencia, Molander. Queremos ver.
— ¿No han visto brazos y cuellos antes? ¿No se ven en el espejo? ¿No se ven a ustedes mismos ahora y todos los días?
—No seas tonto, Molander número dos —Otra molestia más. Sólo se lo aceptaba a aquellos profesores que por alguna razón no sabían diferenciarnos a Marc y a mí y debían aplicarlo por estar en el mismo salón de clase y eso sólo mientras aprendían quién era quién— Estás tapando algo y lo sabemos.
—No te dejaremos hasta saber —El que tenía a mi izquierda se acercó y casi tomó mi bufanda.
— ¡No! ¡¿Qué haces?! —Me aparté e intenté alejarme.
—Averiguar lo que escondes —Logró agarrarme de la tela sobrante de la capucha de la chaqueta de ese día, halándome para atrás.
No, no podía permitir que vieran todo lo que esos tipos fueron capaces de hacer con mi cuerpo. No podía permitir que se burlaran de ello como si de alguien quien cayó en una broma se tratara.
— ¡No escondo nada! ¡Déjenme ir a comer y déjense comer a ustedes! —Y hasta ahí logré mantener la calma. Luchar no era lo mío, no tardarían mucho en ganar.
— ¿Quién usa una bufanda en esta ciudad si no es para tapar chupones o ese estilo de cosas? —Y ya me llevaban ventaja con un término. ¿Chupones? ¿Qué era eso?
—Ni siquiera sabe qué es eso. Debe ser otra cosa, ¿o es que te usaron como a una muñeca inflable también, pequeño? —Era como hablar con extranjeros. ¿Qué era una muñeca inflable?
Les funcionó elegir esas palabras. Me desconcerté y salí de guardia, de paso, el último se estaba acercando demasiado, cosa insoportable e intolerable para mí a partir de esos días hasta hace muy poco, dependiendo de la situación. Al aumentar la distancia entre él y yo, otro aprovechó el descuido y retiró mi bufanda, dejando al descubierto esa enorme sutura que iba de un lado al otro de mi cuello. Quedé inmóvil ante el acto, siendo capaz de sólo bajar un poco la cabeza, mirar a cualquier parte y tener cara de sufrimiento, sabiendo lo que estaba por oír.
—Así que casi pierdes la cabeza, ¿ah? —Bromeó mientras tomaba mi mentón para elevar mi cabeza y poder ver mejor la herida.
—Literalmente, no como cuando hacemos actividades en las que debemos quitarnos los zapatos en las que apenas escuchas sus seguros soltarse, ya estás corriendo por los pasillos —Burlándose de otro de mis miedos, los zapatos en manos ajenas. Ese mismo chico sacó provecho de mi inmovilidad para levantar la manga izquierda de mi chaqueta, visualizando más cortes— ¡Oh! Esto es oro.
— ¿Intentaste matarte para acabar con todo de una vez?
—No…
—Y varias veces, mira cuántas tienes. Ni siquiera las puedo contar a simple vista. Vaya, ni para acabar contigo sirves.
— ¿Qué harías si no fueses un Molander? Tienes suerte —Eso fue todo. Mi límite, rebasaron mi máximo nivel de paciencia. ¿Cómo se les ocurrió meterse con alguien sabiendo que hacía menos de tres semanas había pasado por un infierno?
— ¿Qué están haciendo? —Una voz molesta vino de atrás de mí. A buena hora llegaste, Marc. Ya estaba en llanto, esos compañeros se pasaron de la raya.
—Y aquí apareció el príncipe a rescatar a la damisela en apuros —Y aún eran capaces de seguir haciendo de todo una razón para reír.
— ¿Por qué está llorando? —Demandó firme y cruzó los brazos.
—Es un débil que no sabe nada del mundo real, por eso.
—Conoce más al mundo real que ustedes, no me vengan con eso.
—Claro. Ni siquiera debería estar con nosotros. Es un bebé de diez, no como nosotros, incluyéndote, que ya cumplimos doce. Casi somos adolescentes, ¿no?
—Si está con nosotros, es porque algo extra debe saber para ser puesto a nuestro nivel, ¿no? —Los dejó callados. A veces deseaba poseer su inteligencia guardada para los momentos que consideraba convenientes, me hubiese servido para enfrentarme a ese grupo, no como mis métodos de casi un nerd— ¿Qué haces con su bufanda? —Preguntó mucho más molesto que antes. Para ese momento lo tenía adelante, pero puedo asegurar que su expresión era totalmente seria, casi queriéndoles caer a golpes con la mirada.
—Sólo queríamos ver qué guardaba abajo, eso era todo —Respondió despreocupado.
—Eso era todo. ¿Saben lo que acaban de hacer? ¿Tienen la menor idea de eso? Debería llamar a Brawly para que hable con el director y los suspendan. Sabían que debían dejarlo quieto, ella misma lo dijo antes de que Leo se reincorporara, y que quien se atreviera a reabrir sus heridas sería sancionado, ¿lo recuerdan? Seguro que sí…
Continuó con su sermón. De nuevo, cómo deseaba ser Marc a veces. Fuerte y con valentía, sin miedo a las respuestas, persistente y excelente en situaciones de defensa requerida. Luego lo pensaba de nuevo y me arrepentía al recordar que para eso, él tendría que ser yo y jamás le desearía ese mal. Esos chicos se estaban quedando más que silenciados mientras seguía defendiéndome y yo intentaba mantener mis lágrimas dentro de mis ojos.
—Seré bueno con ustedes esta vez y solucionaremos esto entre nosotros, ningún adulto de por medio. Denme la bufanda —Estiró la mano izquierda en señal de espera a la entrega.
Pasaron un par de segundos de silencio relativo al ser sólo en esa área y no en el colegio entero –eso era imposible, a menos que fuese un fin de semana o un feriado- hasta que por fin cedieron y la bufanda pasó a estar en manos del aliado.
—Eso no le quita lo inútil. ¿Depender de su hermano mayor para resolver sus problemas existenciales? Ja, tendrá una buena vida bajo tu sombra, Marc —Finalizó el líder de ellos antes de irse a molestar a alguien más, supongo.
Marc dio la vuelta para encontrarse conmigo aún intentando calmarme. Suavizó su expresión antes de dirigirse a mí.
— ¿Qué te dijeron esos…?
— ¡¡No te me acerques!! —Salí corriendo de inmediato vi que quiso apoyar su mano en mi hombro. No fue por él, no estaba enojado. Fue el hecho de que alguien iba a tocarme, aún no soportaba la idea de establecer contacto físico con cualquiera o siquiera una cercanía considerable. Sentía que iban a atacarme, sin importar lo bien que conociese a la persona.
— ¡Hey, tu bufanda! —Apenas lo escuché gritar desde el mismo lugar, preocupado. No le hice caso, seguí corriendo. Corrí hasta llegar a un rincón en el que me senté a esconderme hasta el siguiente timbre.
Cuento esas experiencias como una de las que los hospitales me hacen recordar por haber sido causadas por las suturas y vendajes que quise ocultar, hechos en un hospital, además de que mi fase como sobreviviente empezó ahí.
La tercera y primera que no me tuvo como la víctima, la peor de todas, la que más impacto causó en mí: la partida de mi mamá.
No fue tanto lo que pasó en el hospital. Sí, sé que allí tuvimos nuestra última conversación. Sí, sé que murió allí, estuve ahí para presenciar cómo el cáncer que recién le diagnosticaron una hora antes acabó con ella. Sí, sé que allí fue donde Marc y yo no pudimos hacer más que llorar y abrazarnos en intentos fallidos por calmar la tristeza, pero lo que pasó después fue lo que afectó mi forma de ser. El duelo más fuerte que me ha tocado vivir.
—Sonrían, mi última vista no la deseo triste —Fueron sus últimas palabras, además de los últimos segundos en los que sonreí en un tiempo.
Desde esa hora de la noche cercana a las nueve, mi madre no fue la única que partió eternamente. Una gran parte de mi integridad partió junto a ella.
No podía dejar de llorar, por más que quisiera detenerme me era imposible no derramar lágrimas. La única manera de no hacerlo era durmiendo. No tenía ganas de hacer nada, casi ni comer. Marc debía ir a mi cuarto diariamente a insistir las razones por las que debía ingerir alimentos y qué llegaría a pasarme de no hacerlo. Casi no me importaba, sólo accedía para no escucharlo más.
Los primeros días fueron los de mayor impacto, obviamente. Al pasar los meses, eso ya era una rutina diaria de la cual se había acostumbrado a pesar de desear su eliminación.
Ese jueves por la noche, todo lo que fue mi felicidad, mis ganas de seguir y todo lo relacionado con el optimismo, desaparecieron casi por completo. Fue un golpe muy duro, uno capaz de arrebatar una vida y parte de otra.
Regresar a casa fue lo peor de todo. Ese mediodía, cuando papá avisó la condición, pensábamos que para la noche ya la tendríamos de vuelta y sólo tendríamos que cuidar de ella para mantenerla a salvo hasta su recuperación, no que se iría para siempre. Llegar a nuestro hogar, abrir las puertas y notar un vacío inmediato quizás fue una de las peores sensaciones existentes. No había terminado de liberar todo mi llanto cuando ya estaba en eso de nuevo.
No quise ni llegar a los pasillos. Apenas estuve al frente de uno de los tantos sofás de la sala, me tumbé sin cuidado sobre él. Puedo asegurar que Marc debió verme con algo de lástima. Él también pasaba por lo mismo, él también recién vio a su madre morir, pero él supo cómo mantenerse más calmado. Por eso fue que a él siempre le tocó ser quien intentara subir mi ánimo.
Sentí cómo tomó asiento lentamente a un lado de mí. Era extraño verlo tranquilo y luego tenerme a mí por el otro extremo.
—Simplemente me siento como si no he llorado lo suficiente y ya llevo media hora haciéndolo —Solté como una defensa innecesaria. Por alguna razón, me sentí intimidado por su presencia.
—No hay nada malo en llorar. Era nuestra mamá, después de todo —Y ahí me di cuenta de que en realidad no estaba tan tranquilo como creí. Su voz estaba un tanto apagada y cuando volteé a verlo, estaba cabizbajo viendo hacia los lados, con los ojos un poco aguados aún.
—Sí, pero mírate. Estamos pasando por lo mismo y tú ya no lloras.
—Eso depende de cada quien. Siempre has sido más sensible, más frágil, por supuesto que tardarás más que yo en calmarte. Además, tú eras más apegado a ella.
Eso sólo me hizo llorar más.
— ¡Hey! No, no te sientas peor por eso —Se notó lo arrepentido que estuvo de decir eso—No está mal, debes desahogarte como te dé lugar, no importa cuánto tiempo dures en eso. Que yo haya terminado hace un rato no quiere decir que tú deberías haber acabado ya. Además, yo tampoco siento haber llorado lo suficiente, sólo que creo que haré eso mañana durante el funeral y el entierro…
— ¡Para! —Eso fue una súplica, eso era lo que menos necesitaba oír.
—Lo siento… Supongo que no estás listo para escuchar la realidad que nos espera.
— ¡¿Cenaron?! —Escuchamos a papá de lejos, interrumpiendo cualquier charla que pudimos continuar en ese entonces. Antes de saberlo todo, estábamos en la casa de una amiga celebrando su cumpleaños, así que no tenía idea de lo que habíamos hecho o no.
— ¡Sí! —Marc respondió.
¿Por qué tenía que estar pasando por todo eso tan joven? Apenas tenía dieciséis años, estaba a punto de graduarme de la secundaria. A esa edad, se supone que si lloras, es porque estás pasando por tu primera desilusión amorosa, no porque te has quedado sin madre. Era demasiado irreal, se sentía como si hubiese sido una clase de pesadilla, no podía ser mi vida real.
No hay detalles que resaltar en esta ocasión, tampoco hace falta decir qué marcas me dejó ese evento. Casi todo lo que soy se debe a eso.
La cuarta y quinta vez que una ida al hospital me marcó fueron las veces cuando me diagnosticaron con impredecibilidad y el cardioma, esta última siendo la más grave de las que yo fui –y aún soy- el paciente.
Esas cinco veces son las que jamás pasan por alto cada vez que algo malo me pasa. Mi mente maquina en contra de mi estabilidad recordando cada uno de ellos que, aunque algunos como la primera no fueron tan deprimentes al final, me hacen revivir momentos que quisiera nunca hubiesen sucedido, o al menos fuesen sólo una pesadilla. Y esos son sólo los que se dieron antes de la verdadera miseria de una vida en la cárcel.
Así que, con todos estos datos ya explicados y conocidos, ¿qué manera tenía de sentirme mejor cuando tuve que quedarme hospitalizado por el resto del día cuando descubrieron que padecía de cardioma, una enfermedad que probablemente terminará matándome?
Spencer
Re: Memorias de una vida miserable |Terminada|
Extrañaba pasarme aquí :'c
Realmente habló más acá que en la otra. Soy una decepción, lo sé (ahnqv)
Me perdí TRES CAPÍTULOS, SHIT, ES MUCHO X'C
POR QUÉ ACTUALIZAS JUSTO CUANDO NO ESTOY, AH? ESO ES DE MALA ANGY! (?)
Mejor me calmo, el hecho de que este muda y con frío me esta cambiando demasiado...
Vamos a lo importante...seh
Capítulo 11:
EL DOCTOR QUE DIJO QUE LEO TENÍA SOLO UN GOLPE DE CALOR SE EQUIVOCÓ TANTO.
FUa, odio que a Leo le juegue tan en contra su mente.
Pienso que está más encarcelado en su cuerpo que en la misma celda :/
Pobre
Además está tan opuesto a sí mismo, por parte su mente quiere, pero ahora su cuerpo se le opone a tantas cosas...
Pobre x'c
El no se merece estar así!
Capítulo 13 (El de arriba no era el 11, si no el 12, pero no quiero subir y arreglar eso, bue)
NO.
UN CARDIOMA Y EL DOCTOR DICIENDO ES UN GOLPE DE CALOR TE DOY UN GATORADE (UHM) Y CHAU!?
ROUND, 5, 6,7, 8, 9, 10, FUA, TODO AL SUELO
NOO
NO SABÍA DE ESA ENFERMEDAD
ADEMÁS ES TERMINAL Y...
Ay no sé si creerle de nuevo a este doctor, pero como sea
AY LEITO, NU X'C
POR FAVORRR
NO QUIERO QUE SI MUERA, TERMINE ASÍ, EN LA MALDITA CÁRCEL
NOOOO
AY NOO
N
O
OSEA
ENE
O
ENE
O
NO
NO
Y NO
AY
...Capítulo 14:
Realmente habló más acá que en la otra. Soy una decepción, lo sé (ahnqv)
Me perdí TRES CAPÍTULOS, SHIT, ES MUCHO X'C
POR QUÉ ACTUALIZAS JUSTO CUANDO NO ESTOY, AH? ESO ES DE MALA ANGY! (?)
Mejor me calmo, el hecho de que este muda y con frío me esta cambiando demasiado...
Vamos a lo importante...seh
Capítulo 11:
EL DOCTOR QUE DIJO QUE LEO TENÍA SOLO UN GOLPE DE CALOR SE EQUIVOCÓ TANTO.
FUa, odio que a Leo le juegue tan en contra su mente.
Pienso que está más encarcelado en su cuerpo que en la misma celda :/
Pobre
Además está tan opuesto a sí mismo, por parte su mente quiere, pero ahora su cuerpo se le opone a tantas cosas...
Pobre x'c
El no se merece estar así!
Capítulo 13 (El de arriba no era el 11, si no el 12, pero no quiero subir y arreglar eso, bue)
NO.
UN CARDIOMA Y EL DOCTOR DICIENDO ES UN GOLPE DE CALOR TE DOY UN GATORADE (UHM) Y CHAU!?
ROUND, 5, 6,7, 8, 9, 10, FUA, TODO AL SUELO
NOO
NO SABÍA DE ESA ENFERMEDAD
ADEMÁS ES TERMINAL Y...
Ay no sé si creerle de nuevo a este doctor, pero como sea
AY LEITO, NU X'C
POR FAVORRR
NO QUIERO QUE SI MUERA, TERMINE ASÍ, EN LA MALDITA CÁRCEL
NOOOO
AY NOO
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O
OSEA
ENE
O
ENE
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NO
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Y NO
AY
...Capítulo 14:
Emily Rawson
Re: Memorias de una vida miserable |Terminada|
RAYOS ESTABA TERMINANDO Y POR ESTARLE MOSTRANDO A MI MAMÁ LO LINDO QUE ESTÁ MI ITUNES AHORA Y A LA VEZ MOSTRÁNDOLE QUE YA SÉ CÓMO FUNCIONA LO TÁCTIL DE LA LAPTOP ME SALÍ DE LA PÁGINA :lloro:Emily Rawson escribió:Extrañaba pasarme aquí :'c
Realmente habló más acá que en la otra. Soy una decepción, lo sé (ahnqv)
Me perdí TRES CAPÍTULOS, SHIT, ES MUCHO X'C
POR QUÉ ACTUALIZAS JUSTO CUANDO NO ESTOY, AH? ESO ES DE MALA ANGY! (?)
Mejor me calmo, el hecho de que este muda y con frío me esta cambiando demasiado...
Vamos a lo importante...seh
Capítulo 11:
EL DOCTOR QUE DIJO QUE LEO TENÍA SOLO UN GOLPE DE CALOR SE EQUIVOCÓ TANTO.
FUa, odio que a Leo le juegue tan en contra su mente.
Pienso que está más encarcelado en su cuerpo que en la misma celda :/
Pobre
Además está tan opuesto a sí mismo, por parte su mente quiere, pero ahora su cuerpo se le opone a tantas cosas...
Pobre x'c
El no se merece estar así!
Capítulo 13 (El de arriba no era el 11, si no el 12, pero no quiero subir y arreglar eso, bue)
NO.
UN CARDIOMA Y EL DOCTOR DICIENDO ES UN GOLPE DE CALOR TE DOY UN GATORADE (UHM) Y CHAU!?
ROUND, 5, 6,7, 8, 9, 10, FUA, TODO AL SUELO
NOO
NO SABÍA DE ESA ENFERMEDAD
ADEMÁS ES TERMINAL Y...
Ay no sé si creerle de nuevo a este doctor, pero como sea
AY LEITO, NU X'C
POR FAVORRR
NO QUIERO QUE SI MUERA, TERMINE ASÍ, EN LA MALDITA CÁRCEL
NOOOO
AY NOO
N
O
OSEA
ENE
O
ENE
O
NO
NO
Y NO
AY
...Capítulo 14:
Y sí, a la vez estoy emocionada porque me llegó la laptop ayer y como es pantalla táctil pues no he estado pendiente de casi más nada...
*Retomando lo que estaba por terminar *
Extrañaba tus comentarios (chama en serio me encanta, buscar los muñecos a lo táctil es más fácil)
Porque me siento irresponsable si duro más de una semana sin subir (? (hoy cumplo la semana y no he empezado el siguiente ._.)
Sí, eso afecta, estaba así hace unas semanas .-.
ALGUIEN DESPIDA A ESE DOCTOR DE UNA VEZ
Sí, Leo está preso al cuadrado (?
Con razón me parecía que el número estaba raro, jaja
Dato curioso: El cardioma también lo inventé yo (?
Este doctor es Sheperd, el del hospital, el del Gatorade es el de la enfermería de la cárcel, así que es confiable por más que no quieran creerle :lovely:
LEITO, JAJAJAJAJAJAJAJAJAJA
MIER CASI VUELVO A HACER LO MISMO DE AHORITA EN EXACTAMENTE LA MISMA LÍNEA
Wait... Lo del cardioma es parte de MQCDP La conversación es del capítulo #4 (y en esa que es más larga sí recuerdo los capítulos, quién me entiende?)
Ahora entiendo el comentario de Wattpad, je...
Qué pasó con la parte del 14? :bye:
Spencer
Re: Memorias de una vida miserable |Terminada|
Capítulo #15.
Volví a mi celda en la mañana del día siguiente, luego de una estadía en el hospital que se me hizo eterna gracias a mis pensamientos, la soledad y la nueva noticia.
No fue para nada mejor, seguía totalmente mal, aunque era lógico que estuviese así, ¿o es que hay alguien a quien le gustaría una sentencia a muerte como esa? De repente sí, alguien que deseara morir mas no por su propia mano quizás celebraría, y resalto “quizás” porque posiblemente se arrepienta al experimentar lo que es estar a punto de abandonar la vida.
Ahí fue cuando de verdad fui consciente de lo miserable de mi situación: privado de libertad, condenado a batallar contra mi propia mente sobre mis decisiones y con un padecimiento sin cura corriendo por mis venas capaz de detenerlo todo. ¿Qué me podía esperar juntando todo eso?
La libertad la recuperaría, o al menos eso pensaba hasta ese día. El cardioma podía jugarme sucio y prohibirme salir fuera de una bolsa de ahí. El uniforme naranja podía ser lo último que usaría, la “comida” de allá podía ser mi último contenido estomacal, el jugo semanal podía ser lo último rescatable que saborearía, esa cama algo rígida y gastada podía ser mi último lugar de descanso, mi celda podía ser mi última residencia y el pasillo podía ser mi última vista. No podía parar de pensar que cualquier cosa podía ser mi última.
La impredecibilidad se quedaría conmigo pero podía acostumbrarme a ella, o al menos eso pensaba. Quizás no me daría tiempo de adaptarme cuando ya no tendría que estar fuera de mí una vez más.
El cardioma se quedaría conmigo también, sólo que no era bienvenido. Sería mi asesino, no le abriría las puertas. El culpable de mi constante sufrimiento, visitas al hospital y de la preocupación de mis pocos allegados que lo saben. Hoy en día, Marc no es el único que conoce mi enfermedad. Tres personas más se han enterado y una está en el proceso.
A lo que iba, temía demasiado no llegar a salir de prisión, no poder regresar a casa ni recuperar –si es que podía- mi vida. Ese era otro tema más. ¿Qué lograría hacer al salir? Dudaba encontrar trabajo, ¿quién querría a alguien que estuvo preso, es impredecible y tiene cardioma como empleado? Podrían negarme de inmediato, tenerme miedo o rechazarme por condiciones físicas y psicológicas. Totalmente perdido en ese ámbito.
Dudaba poder siquiera hacer amigos. Se alejarían de mí de una vez con sólo saber que estuve encarcelado, sin necesidad de hacerles saber del resto. Es más, hasta pensaba que probablemente perdería a una buena parte de mi círculo social. Mi única manera era pasar por alto esos datos para pasar como una persona normal, aunque tarde o temprano tendrían que enterarse de al menos una de mis enfermedades y ahí otro lío, la discusión de “¿por qué no me lo dijiste antes?” y luego la decisión de la otra persona: quedarse porque de verdad aprecia la amistad y no cree que eso lo cambie todo, quedarse por lástima –que alguien me salve de uno de estos individuos, prefiero que se vayan- o huir.
Y si conseguir un amigo sería un problema, ni quería imaginarme lo que sería conseguir pareja. De repente haría una amiga, ¿pero llegar al punto de enamorarse de mí? Ja, ¿quién querría a alguien como yo como posible compañero de por vida? Esa parte me dolía, aún deseaba conocer lo que era estar enamorado de verdad y sentirme amado, porque en esos días sólo había llegado hasta la etapa de atracción y gusto.
En fin, ¿qué podía esperar? Todas esas ideas se me vinieron encima de una vez apenas me senté en la cama, causándome un estado inestable de nuevo. No podía pensar en nada positivo, la idea de no recuperar la libertad antes de que el cardioma me matara me carcomía. No quería –y no quiero- morir joven. Quería saber lo que era todo aquello que aún no experimentaba, quería hacer tanto en tan poco tiempo. Tendría como máximo cinco años de los cuales perdería los nueve meses que me faltaban pasar aislado, nueve meses que bien no podía llegar a vivir, nueve meses de perder el tiempo.
¿Qué lograría si llegaba a sobrevivir a esos nueve meses?
No lo pienses. No tienes oportunidad, eres uno más en la lista de desechos. Nadie va a quererte, si alguien se queda será por lástima. De hecho, quizás ni tengan que hacerlo porque quizás ni siquiera llegues a tu próximo cumpleaños. No creo que dures mucho bajo las pésimas condiciones de aquí.
— ¿Estás bien?
Si antes no tenías chance de ser alguien, ahora mucho menos. Ni siquiera pasarás las pruebas físicas, te mandarán de vuelta a casa.
—Leonardo, ¿estás bien?
Uno tras otro, fracaso por fracaso. Eso es lo que te espera, no te hagas ilusiones de cuento. Esta es la vida real.
—Leonardo, ¿me escuchas?
Uno a uno se irán yendo. Algunos soportarán más que otros, pero al final quedarás solo con tu propio ser en guerra interna. Ese es tu futuro, no otro.
— ¡Escúchame! ¿Qué anda mal?
— ¡Déjame! —Reaccioné a las sacudidas de una mano en mi hombro.
En todo ese tiempo, el vigilante estuvo ahí intentando preguntarme algo y no le presté atención de lo sumergido que estaba en el fondo de mi cabeza. Escuché su voz como un eco, sus palabras resonaron mas no tuvieron sentido, por lo que fueron ignoradas.
— ¿Qué te sucede?
—Todo lo malo que pueda ir en mi contra para acabar conmigo.
— ¿Desean destruirte? —Preguntó desconcertado.
—Probablemente.
— ¿Quién?
—El mundo —Y mi propia mente.
— ¿Cómo va a estar el mundo en tu contra?
—De muchas maneras.
— ¿Como cuáles?
—No tienes idea —Respondía fríamente, sin nada de por medio, casi como piedra a pesar de ser una lluvia por dentro.
—Si es por estar aquí…
—No es sólo eso —Interrumpí— Son muchas cosas que jamás dejarán de pasarme hasta el día que inevitablemente tendré que partir.
Me miró con total confusión. Sus cejas casi podían fusionarse de lo juntas que estaban de lo tanto que no captaba.
—No estoy entendiendo nada.
—Es mejor que no lo hagas —Definitivamente no tengo la menor idea de quién era ese que hablaba en ese momento, porque ese no era yo, para nada.
Harold se extrañó muchísimo más, al punto de ni saber qué decir.
— ¿Qué fue lo que te dio ayer? —Rompió el silencio que se había formado.
—Perdí el conocimiento.
— ¿Y qué más? No creo que te hayan mandado a quedarte la noche allá por sólo eso, conociendo que a los hospitales no les gusta hospedar a un uniformado naranja.
Me quedé callado.
— ¿Por qué tuviste que pasar la noche en el hospital?
Sus palabras volvieron a resonar vagamente en mis oídos. Para poder responder a esa cuestión, debía recordar lo que pasó exactamente, asunto que provocó la devolución al estado anterior, el que sintió la intensidad de lo que sucedía. Mi expresión quedó en blanco momentáneamente mientras procesaba toda la información y los sentimientos empezaban a reaparecer.
—Leo… ¿Sigues ahí? Respóndeme.
Y de repente tenía ganas de desatar el nudo de mi garganta una vez más, no internamente. En el exterior.
—No se puede hacer nada —Solté en un hilo de voz por deshilacharse.
— ¿Nada para qué?
—Nada, nada… ¡Nada!
— ¿De qué estás hablando?
—No hay nada que hacer, ¡nada! —Exploté sin dejar nada claro.
—Quiero ayudarte, en serio, pero no podré si no me dices qué…
— ¡¿Para qué si no se puede hacer nada para salvarme?! —Grité sin importar que el sonido retumbara en las celdas vecinas o el resto del pasillo.
—Puede que sí y no la conozcas…
— ¡No la hay! —Ya ni lo dejaba terminar lo que diría.
Se levantó y abandonó mi lado para irse quién sabría a dónde, quizás a hacer su verdadero trabajo.
Los pensamientos me atacaban sin pausa, no había manera de hacerlos callar. Todos con el mismo objetivo: llevarme hasta el fondo de lo profundo, a donde jamás lograría salir por mí mismo, a donde estaría totalmente solo o con malos acompañantes, sin nada que hacer para remediarlo.
— ¿Qué pasa, Leo? ¿Aún no logras calmarte? —Después de tantos minutos de hundirme, esa voz se apareció, la única que lograba su objetivo en esos días.
— ¡¿Cómo piensas que voy a calmarme?! ¡¿Acaso no te acuerdas de lo que me dijeron ayer?! —Lo recibí con todo lo contrario a lo que mencionó.
Suspiró. A pesar de quizás estar regañándome, seguía igual de dolido por la noticia. Lo menos que quería era verme sufriendo más de lo que ya hacía estando ahí adentro.
—Claro que sí, pero no puedes quedarte así para siempre.
—Apenas han pasado ni veinticuatro horas. Unas dieciocho como mucho. ¿Cómo esperas mi calma en tan poco tiempo?
—Porque sé lo que puede llegar a pasar si no te recuperas rápido del impacto.
—Va a dar lo mismo, estaré aquí sin posibilidades de hacer nada, así que si mis ánimos serán nulos, no importará.
— ¿Acaso piensas vivir lo poco que se supone que te queda así? ¿Triste, sin consolación y sin pensar en otra cosa?
No pude responder. Mi mente daba vueltas, las suficientes para impedirme dar mi respuesta a una pregunta importante.
—Ahora te has quedado sin respuesta. No quiero tratarte así, pero es que de verdad. Se supone que deberías tratar de vivir el tiempo que te queda lo mejor posible, disfrutando de cada momento y cosas así.
—Para ti es fácil decirlo porque no te vas a morir.
— ¡Oh, vamos! ¿Tú qué sabes si encuentran la cura?...
Sus ideas eran demasiado enormes para lo que podía caber en la realidad. ¿Una cura? Sí, por supuesto. En cinco años le encontrarán cura a una enfermedad que ni se sabe qué la causa. Buen chiste.
Sé que todo lo que decía era para intentar animarme, pero es que en serio, no estaba para locuras en ese momento. De paso incluyó el tema del empleo y la pareja. Ja, como si alguien me fuera a querer entre sus trabajadores o su compañero. Ya lo expliqué antes, me encontraba muy cerrado a casi cualquier posibilidad.
Cuando soy controlado por un brote, Marc a veces puede llegar a ser demasiado creativo para mi gusto. Muchas suposiciones sacadas de ilusiones que no me convencerían a menos que cuenten con un muy buen respaldo.
Alguien que no puede ni controlar sus propias emociones no tiene lugar en un mundo como este.
A mitad de la discusión, le perdí el hilo. Me sumergí en mi cabeza una vez más, pensando en lo que creía la vida me había regalado y ahora me arrebataría lentamente.
Cuando sobreviví a la silla eléctrica, pensé –con ayuda de Marc- que era una oportunidad más de hacer algo con mi existencia, que el tiempo en prisión sería el que tendría que esperar para descubrir y emprender mi misión. ¿Para qué viví si la propia vida me devolvería la condena a muerte a dosis pequeñas y de paso lento? Ahora, en vez de morir al día siguiente, moriría en un momento inesperado entre el mes siguiente y cinco años después. Así era peor, jamás estaría del todo preparado para irme.
¿Qué sentido tenía permitirme vivir para morir en brevedad? ¿Dejarme sufrir por lo inútil que sería al volver a la ciudad? ¿Dejarme agonizando cada vez que me daría un paro cardíaco? ¿Dejarme observar cómo iba perdiendo cada uno de mis logros lentamente? ¿Dejarme en el fondo de la soledad cuando todos se alejaran de mí? ¿Dejarme recordar día a día cada una de las decisiones que acabaron con el futuro que me esperaba? ¿Dejarme un castigo eterno y completo?
Eran demasiadas opciones, ninguna remotamente positiva. Sólo me hicieron creer que seguiría adelante para luego excavar el foso que acabaría con mi camino.
¿Por qué a mí? ¿Qué hice para merecer todo esto? Si alguna vez causé daño antes de que todo empezara, fue a mí mismo, nunca a alguien más. Ni siquiera algo físico, nada. Nunca herí a nadie, de chiste insulté a alguien.
¿Qué hice para ganarme el desprecio del mundo?
—Puede que seas el primero en vivir a esa enfermedad… —Dio una opción que me hizo regresar a la discusión por completo.
— ¿Tú crees? —Esta vez no lo ataqué. Esa posibilidad sonó bien en mis oídos.
— ¡Claro!... —Procedió a explicar su punto.
Fue bastante convincente, es decir, ¿por qué no? Era posible. Algo fantasioso, pero posible. Mi brote desapareció segundos después, volviendo a la normalidad.
Pude haberme quedado hablando con él un rato más tranquilamente, sólo que no pasó mucho tiempo cuando su celular repicó por una emergencia: al parecer, un tiroteo se estaba armando en la comisaría en la que trabaja y dos de sus compañeros, Paula y Matías, resultaron heridos. Sí, Paula, su novia. Él pasó a ser quien estaba preocupado, colgando y atendiendo el celular en busca de información y ayuda. Le recomendé ir a ayudar. Conociéndolo bien, estaba casi seguro de que estar en otra parte cuando sus amigos se encontraban en un asunto como ese lo estaba carcomiendo. Tomó mi sugerencia y se fue, no sin antes despedirse y avisar que volvería al acabar.
Si alguien desea saberlo, en ese tiroteo sólo hubo un montón de heridos, ninguna pérdida, así que cuando regresó estaba calmado. Me contó cómo pasó y cómo fue que su equipo, junto a una paramédica que resultó ser la hermana melliza de Paula, logró atrapar al tipo con el arma.
Era emocionante escuchar las historias de sus casos, era como uno de esos documentales pero contado en persona por uno de los que participó en él. Incluso yo a veces intentaba sacar mis teorías y conclusiones y varias veces adivinaba, es sólo que en ocasiones me hacía sentir mal porque comprobaba lo útil que Marc estaba siendo y el desperdicio en el que me convertí, por lo que no era raro si lo interrumpía para detenerlo. No pasó esa vez, pero sí en muchas otras.
Ahora empezaba una etapa más: aprender a vivir con cardioma.
Spencer
Re: Memorias de una vida miserable |Terminada|
Capítulo #16.
El resto del día no estuve tan deprimido, mas sí desganado. Acostumbrarme a padecer una enfermedad así sería un proceso bastante lento. No sólo tendría que adaptarme a no ser del todo yo de a momentos, sino también a la posibilidad de convertirme en nada definitivamente en cualquier instante. Al menos no estuve hipocondríaco con todo lo que sentí, ahí sí hubiese sufrido por completo por el hecho de creer tener otro ataque.
Así fueron los días siguientes. Sin mucho ánimo aunque no en el fondo. Me recomendaron evitar hundirme por la condición porque eso era capaz de provocarme otro paro, por lo que hice lo mejor para no adentrarme tanto en mis sentimientos. No lo habré hecho del todo bien, pero al menos no pasó nada grave y eso es lo que importa.
Evitaba cualquier esfuerzo innecesario, cualquier enfrentamiento, incluso algunos alimentos. Haría lo posible por alejar esa fecha para nada deseada de mí.
Funcionó durante casi una semana entera, hasta el momento en el que esos dos se acordaron de mí. Ojalá nunca lo hubiesen hecho.
—Has tenido unos días muy tranquilos, ¿eh? —Jason empezó con sorna, interrumpiendo la calma que trataba de mantener.
—Sí, tan tranquilos que olvidé la clase de lugar en el que estoy —Tan tranquilos que no pude evitar usar sarcasmo para responder.
— ¿No te hace falta un poco de movimiento? ¿No estás aburrido de tanta calma ya?
—Sí, tanta calma me va a dejar dormido.
— ¿Qué tal si hacemos algo para que no te quedes dormido en medio de la mesa? —Sinceramente, ¿mi sarcasmo es tan real o ellos se hacían los desentendidos?
—No, prefiero quedarme dormido en medio de la mesa —En realidad, quería dormir más tiempo. No era tan mala idea.
—A los que se duermen no les va muy bien —Inquirió Joseph.
— ¿Acaso a alguien le va bien aquí? Creo que no hay manera.
—Pero a los que se duermen les pueden hacer de todo, quizás hasta un tatuaje “a la fuerza”.
—Claro, nadie tiene el sueño tan profundo.
—Yendo en serio, ¿no harás algo?
—No. Me arriesgaré a quedarme dormido aquí —Era mejor eso a arriesgarme a estar solo con ese par y a arriesgarme a agitarme demasiado.
—Sólo algo de ejercicio. No te hará daño, más bien te hace falta, ¿no lo crees? —La “solidaridad” de parte de personas como ellos nunca me ha inspirado confianza. Es sólo una faceta para ocultar los verdaderos planes.
—Sí, estás algo muy delgado, ¿no crees? Unos músculos no te harán daño.
—No los obtendré de inmediato si empiezo ahora, paso.
—Pero sí los tendrías antes. Antes es mejor —Insistió.
—Ahora no tengo ganas. Después —No tenía ganas de probablemente ir al gimnasio y quedarme solo con ellos ahí, eso no sería para nada bueno y menos en mis condiciones de salud.
—Te lo pierdes —Y con muchas ganas. Se retiraron, tuve suerte esa vez.
El gran problema fue que desde ese día, los JJ no perdieron ni un día para fastidiarme de vez en cuando, a veces sólo con su insistencia y a veces con algo más de intensidad, pasando a ser cosas graves. Suerte que nunca pasó a algo netamente físico, así que no me provocaron ningún colapso.
Todo estaba yendo bien, podía soportarlos y evadirlos, hasta que alrededor de una semana luego de su retorno, sin darse cuenta metieron un tema que una vez más me llevó abajo.
— ¿Por qué siempre te niegas? —Joseph sonó consternado. De seguro no podía esperar más a que accediera a sus órdenes.
—El gimnasio no es lo mío.
—Si jamás lo pruebas, dudo que lo sea.
—No tengo ganas, no mientras esté aquí.
— ¿Te da miedo? Nadie va a hacerte nada.
— ¿Quién va a asegurarme eso, ustedes? Bien seguro estaré —Casi pude burlarme de esa declaración.
—Te verán aun más fuerte si haces ejercicio. Ya tienes varios puntos por lo de haberte metido con la policía directamente, ahora faltan los puntos de los logros internos.
—Me quedo con eso.
—Ni que te fuera a dar un infarto por levantar unas mancuernas.
— ¿Será que tiene miedo de que no podrá pedirle ayuda a nadie? —“Secreteó” con su compañero, amigo, hermano, primo, lo que fuese suyo pues aún no lo sabía. Entre comillas, porque oí perfectamente cada sílaba.
—Sería una lástima, ni podría buscar a su mami para que le encuentre la mancuerna si se le cae y se le pierde —Rieron a lo bajo.
Sobre mi cabeza, un balde, no de agua fría, sino de hielo.
A mi alrededor, un muro, no de ladrillos, sino de vidrio.
A mis pies, un agujero, no de tres metros, sino de kilómetros.
Lo hicieron sin siquiera darse cuenta, ya ni me estaban prestando atención y ni les importaba si iba con ellos o no. Quizás sí fue a propósito, después de todo, ellos leyeron mi pulsera de interno, así que sabían mi nombre y cualquiera sabe qué no tengo. El punto es que metieron el tema equivocado de la manera equivocada.
Recordarme de esa manera que ni puedo describir que no tengo madre, no con vida, es otro de los “prohibidos” de este impredecible de aquí.
El mundo se borró y yo ahí, en el mío propio mas no de vacaciones. No era sólo el hecho de carecer, sino que combinar lo del infarto con eso me hizo recordar la razón exacta por la que las cosas son como lo son.
Mi mamá tenía un tumor, no en cualquier sitio. Un tumor en el corazón. Bueno, no exactamente el corazón, sino a sus lados. Éste creció en tan poco tiempo que en sólo unas semanas entorpeció el movimiento del músculo y por lo tanto, bloqueó su camino y ocasionó la imposibilidad de seguir latiendo a escasos minutos luego de ser detectado. Un tumor bastante agresivo, tal y como lo es el creado por el cardioma.
Sí, un rompecabezas apareció y se armó de la nada. Ella no tenía cardioma, pero murió por un tumor que afectó a su corazón. ¿Y si me espera un destino similar? La diferencia es que el formado por mi enfermedad crece por dentro y no alrededor.
Simplemente no podía dejar de pensar en aquello y compararlo con lo nuevo. En su caso, la enfermedad también era terminal, atacó al corazón y murió bastante rápido. En mi caso, no tan rápido, aún sigo aquí, pero apenas ese tumor se detecte, estoy prácticamente perdido.
Las semejanzas me estaban asustando. Entendí lo rápido que podía perder la vida luego de un paro e incluso durante uno. Entendí la verdadera gravedad del asunto. En un minuto podía estar de lo más normal y en el siguiente era posible que estuviese muerto. No, no era creíble, pero era la verdad, mi verdad.
Claro, es verdad que esa es la realidad de casi todos porque nunca sabes cuándo te tocará la hora. Sin embargo, es algo que nunca piensas hasta que eres consciente de ello y más si sabes qué puede ser la causa de tu final.
Ah, a veces me pongo a pensar los triste que era notar todo eso con tan sólo diecinueve años, aunque es algo más deprimente que esa clase de pensamientos sigan por mi cabeza más de un año después, cuando se supone ya debería haberme acostumbrado o haber aceptado lo que podrá suceder, ya que considero el proceso de adaptación como el de duelo, el cual no debe pasar de seis meses para ser considerado sano.
Debía aprender a vivir y a aceptar todo eso, todos mis problemas, todos los inconvenientes, todas mis imposibilidades. ¿Cómo hacerlo si de verdad deseaba seguir viviendo y no resignarme a la idea de morir en un máximo de cinco años?
Spencer
Re: Memorias de una vida miserable |Terminada|
SI VES
ESTE
COMENTARIO
SERÁ
GENIAL
MILAGRO
AAAAAAAAAAAAAAAALELUYA
EMILY IS HERE
*a quien la quería*
Holi (:
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*suspenso*
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*suspenso de nuevo*
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...
Okno, esto es muy tonto.
Vamos a lo serio
Primero, debo admitirlo, estoy asustada con lo de Leo. Tal vez ahora le pasa algo y PUF, ojála lo saquen de la cárcel pronto ya me duele mucho que sufra así por todo D':
Los JJ XD
Uh, me estaban cayendo un poco mejor cuando en el último cap no le golpeaban tanto a Leo, si no que de alguna manera muy obvia le decían que querían cagarlo a piñas. Pero eran más cordiales. Eso era lo mejor. El punto es que me estaban cayendo mejor hasta que...LO DEL FINAL LPM
COMO LE VAN A DECIR ESO?
QUE HDP
NO
HERMANOSPRIMATICOSSOBRINATICOSNOVIOSLOKOS KE LES PASA? JJ CHAU.
D:
NO
POR DEO
NO
LEITO
RESISTE
CORAZON
NO
AGUANTEREX (?)
LEO
POR
AY
COMO SON TAN DEMENTES DE DECIRLE ESO!?
LLEGARON A SU PUNTO DEBIL
HDP
NO PUEDEN
Además que Leo estaba bien, les contestaba pero se controlaba
Y
AHORA
ESTOS
DOS
LA
CAGAN
CON
AY
LOS ODIO. BAI.
En serio, perdón por TARDARME TANTO. Eso que he leído los capítulos xD Pero no los comentaba (que tarada)
Siguela pronto sí
PD: Sé que la vas a seguir, recuerda: tú actualizas-yo actualizo, yo actualizo-tú actualizas ;) Es nuestra conexión, ahque
Besitos, cuidate!
ESTE
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*a quien la quería*
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Okno, esto es muy tonto.
Vamos a lo serio
Primero, debo admitirlo, estoy asustada con lo de Leo. Tal vez ahora le pasa algo y PUF, ojála lo saquen de la cárcel pronto ya me duele mucho que sufra así por todo D':
Los JJ XD
Uh, me estaban cayendo un poco mejor cuando en el último cap no le golpeaban tanto a Leo, si no que de alguna manera muy obvia le decían que querían cagarlo a piñas. Pero eran más cordiales. Eso era lo mejor. El punto es que me estaban cayendo mejor hasta que...LO DEL FINAL LPM
COMO LE VAN A DECIR ESO?
QUE HDP
NO
HERMANOSPRIMATICOSSOBRINATICOSNOVIOSLOKOS KE LES PASA? JJ CHAU.
D:
NO
POR DEO
NO
LEITO
RESISTE
CORAZON
NO
AGUANTEREX (?)
LEO
POR
AY
COMO SON TAN DEMENTES DE DECIRLE ESO!?
LLEGARON A SU PUNTO DEBIL
HDP
NO PUEDEN
Además que Leo estaba bien, les contestaba pero se controlaba
Y
AHORA
ESTOS
DOS
LA
CAGAN
CON
AY
LOS ODIO. BAI.
En serio, perdón por TARDARME TANTO. Eso que he leído los capítulos xD Pero no los comentaba (que tarada)
Siguela pronto sí
PD: Sé que la vas a seguir, recuerda: tú actualizas-yo actualizo, yo actualizo-tú actualizas ;) Es nuestra conexión, ahque
Besitos, cuidate!
Emily Rawson
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