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Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
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Damn Hell | n.c. | resultados
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Re: Damn Hell | n.c. | resultados
Marie. escribió:Sha :3 ¡Ame la idea! Así que voy a audicionar, aunque aun no sé que rol escogeré, como siempre muchos me llamaron la atención c: Luego te dejo mi sensualona... nah, solo mi ficha :AA:Ily, Besos :3
- I live in a fucking hell:
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Asdfghjkl, Mar! Gracias, la idea general es de Mary n.n
Espero tu ficha
mindless
Re: Damn Hell | n.c. | resultados
Heart Attack escribió:Definitivamente Parmiga es mejor. Estoy como una loca reproduciendo Midnight Memories[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen] Harry & Celes » Nombre Completo: Celeste Camille Ryder
» Descripción Psicológica: Celeste es muy bien definida en pocas palabras como rebelde. No le importa el "que dirán" de sus acciones, no sigue ordenes, es capaz de llevarte la contra todo el tiempo y le encanta tener la ultima palabra. Por su carácter algunos la tildan de "insensible" pero no es así. Pocos ven lo que ella verdaderamente es y los demás solo se dedican a ver lo que aparenta ser. Es un libro abierto para cualquiera que tenga el interés en ella pero luego deja que interpreten lo que quieran con sus paginas. Intenta no involucrarse mucho con personas porque teme ser ella la que los lastime, teme ser ella quien algún día les haga daño por eso se mantiene alejada de todos. Solo un grupo muy pequeño de personas conoce como verdaderamente es. Esas personas son lo mas importante para ella así que los defiende con uñas y dientes, pondría su propia vida antes que la de ellos. Al momento de ser una amiga es fiel, consistente y siempre a disposición. Siempre tendrás su hombro para llorar, una persona que te de la mano cuando no puedas levantarte y sera ella quien te escuche todo lo que tengas que largar en tu alma. A veces espera lo mismo de los demás, espera que cuando ella sea el problema, ellos la ayuden a buscar la solución. Le gusta tener compañía de sus amigos, pero no estar agobiada de ellos. Es bastante solidaria, le gusta ofrecer ayuda pero al mismo tiempo recibirla.
» Rol: La Vengadora
» Chico: Harry Styles
» Representante: Barbara Palvin
» Spoiler
- Prologo - Proyecto:
[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]The Gosh BookEra de noche. La penumbra invadía las calles vacías de Holmes Chapel. George Lanius era al parecer el único hombre despierto, trabajaba. Se encargaba de llevar las cajas del nuevo pedido para el supermercado al depósito. Su rutina era incansable. Caja por caja tomaba del camión y bajaba los fríos escalones hacia las estanterías del depósito donde las acomodaba.
Sus ojeras eran notorias, tenia los anteojos empañados por la mezcla de calor y frio. El clima era de unos dos grados y su temperatura corporal al menos veinte grados mayor, no ofrecía una buena combinación. Sus arrugas y músculos se tensaban al tomar las pesadas cajas. Su única preocupación era no caerse de las escaleras, asique se percataba de pisar bien los escalones.
Estaba a punto de terminar su trabajo. Quedaban solo dos cajas en el camión. Miro su reloj con desgano. Doce y cuarto. Limpio el sudor de su frente con la manga bordo de su uniforme y tomo una gran bocanada de aire para luego exhalar pesadamente esperando terminar.
- ¿Quieres ayuda?
La voz capto la atención de Lanuis quien se sobresalto y se tomo el pecho del susto. Lentamente giro sobre su eje y observo a un lado del camión a cuatro hombres de aspecto familiar. Quito su expresión de susto al reconocer los rostros sus vecinos.
- Me han dado un susto - expreso con calma y los cuatro se inmutaron.
- ¿Podrías responder?
Su expresión era fría, su rostro parecía piedra. Los ojos de los cuatro eran completamente negros, esto le parecía extraño ya que recordaba perfectamente los ojos celestes de dos de ellos.
- Podrían ayudarme con alguna de estas cajas.
Dudaba de pedirles ayuda pero accedió ya que su cansancio se lo imploraba y sus problemas de él ciático también.
- De acuerdo - dijo uno de ellos y tomo una de las cajas y se volteo para luego volverse – Dime donde ponerla.
Lanius respondió hostilmente indicando con una mano la puerta del camino.
- Si, ven por aquí.
Tartamudeaba. Por fuera se notaba mucho su miedo a pesar de estar con conocidos.
Otro de los vecinos tomo la ultima caja y bajo tras Lanius, los otros dos sin cajas se quedaron arriba, cerca de el camión. Lo único que se podía escuchar eran los pasos de los tres bajando hasta el depósito. Al llegar al final de la escalera se pararon en seco ambos hombres. Lanius freno rápido antes de llevarse puesto a Carlos el hombre que tenia adelante.
- Hey, ¿que pasa?.
Estaba inquieto, no sabía que pasaba. El miedo se apodero completamente de él. Ya no se sentía seguro de sus vecinos, estaba aterrado. Su corazón latía a mil pero en vez de sudar sentía frio.
Dos estruendos resonaron en el depósito. Ambos vecinos soltaron las cajas solo con estirar sus manos, estaban quietos, parecían estatuas.
- Ya me dan miedo chicos – toco el hombro de Carlos esperando que fuese un acto gracioso - ¿Por qué no se mueven? Así …
- Silencio - grito Wagls, el hombre a sus espaldas, pero los músculos de su cara no hicieron expresión alguna. Seguía con la mirada perdida, sus ojos negros y hecho piedra.
Carlos giro sobre su eje y miro hacia la puerta. La puerta se cerro y se puso cerrojo por si sola. Su mirada bajo y se encontró con la de Lanius que se hecho para atrás del susto y se choco con Wagls.
- ¿Cómo has hecho eso? – no respondió y comenzó a dudar que su amigo estuviese en algún tipo de trance psicológico - ¿Eres tu Carlos?
- Aquí no hay ningún Carlos – le respondió y bajo las escaleras por completo para luego perderse entre las estanterías de el depósito. Quedo pensando la respuesta del hombre el cual tenia el aspecto de su vecino pero afirmaba no serlo. Ese hombre que parecía una piedra y movía cosas solo con los ojos. Ese hombre, sea quien sea, no era su vecino pero era la copia exacta.
- Y tu? … -pregunto a su otro “compañero” aun con miedo. Wagls se limito a seguir con su mirada perdida, luego de unos minutos esperando respuesta de un movimiento brusco tiró a Lanius al suelo y bajo los escalones con pie de soldado.
Estaba perdido, ya no sabia quienes eran y porque se comportaban así. Se encontraba entre cuatro paredes, un puerta con cerrojo, dos hombres con comportamiento zombie y desparramado en el suelo. El único hombre que veía le deba la espalda y no se animaba a dirigirle una palabra.
- Lanius, ¿se puede saber donde están tus hijos en este momento? – uno de ambos hablo pero bien no se sabía quién era. Frunció el seño buscando un lugar proveniente pero al pensar lo que le habían preguntado se extraño.
- ¿Hijos? – respondió con una pregunta al no saber a donde iba la conversación.
- Karen y Joe, ¿no?- el hombre salió de las penumbras con el rostro relajado, ya no tenia aspecto de piedra pero sus ojos seguían completamente negros. Carlos era quien hacia el escalofriante cuestionario.
- ¿Quiénes son ustedes?- debía sacarse la duda inquietante.
Wagles se acerco a él y lo ayudo a levantarse. Lo tomo con fuerza de los brazos y lo obligo a mirar a sus ojos. Este miro con miedo, los ojos eran completamente negros pero algo lo empujo hacia lo profundo de ellos y vio una imagen aterradora. Su mujer degollada y sus hijos tirados alrededor de ella llorando. Una lagrima se deslizo en sus mejillas y volvió a través de los aterradores ojos.
- ¿Dónde están? – la preocupación era sofocante, no podía soportarlo. Era desgarrador pensar en esa escena que acababa de ver. Dudaba entre la realidad y su imaginación pero era tan real.
- Cierra tu boca y déjame explicar.- Lanius sollozo en silencio –Como ya te he dicho no somos tus vecinos.
- Solo díganme de una vez quiénes son y que hicieron con mi esposa y mis hijos –reclamo haciéndole frente.
- Te dije que escucharas y te quedaras callado – Carlos se descontrolo por unos segundos levantando la voz. –Wagles abofetéalo.
Wagles obedeció y le pego duramente lo que hizo que a Lanius se le partiera el labio.
- ¿Ahora si vas a escuchar? Si cooperas podrás ver a tu familia. –solo hizo silencio – Perfecto. Tus vecinos están muertos.
Los ojos de Lanius se abrieron dejando caer otra lagrima, era demasiado doloroso, era una tortura. Todos los vecinos eran sus conocidos, desde hace veinte años que trabajaba trayendo los cargamentos al pueblo y esos veinte años lo hicieron formar parte de un lindo pueblo.
- Pero, ¿ustedes? – tartamudeo, no querría saber las atrocidades que harían con él. Lo que ahora rondaba en su cabeza era porque esas personas se veían como sus vecinos.
- Se lo que piensas no hace falta que preguntes.
- ¿Cómo?.
- Eso es fácil de deducir. Pero no te lo diré, solo te diré que tomamos prestados los cuerpos de tus vecinos.
- Eso no es factible. No es algo natural.
- ¿Quién dijo que yo era natural? –hubo silencio de parte de los tres-Mira, matamos a tus vecinos y Wagles y yo nos apoderamos de sus cuerpos. No podemos cumplir todas nuestras funciones comunes en estos cuerpos pero es adaptable.
- Funciones, ¿se podría saber cuales?
- No exactamente, pero como hablar en Wagles … a tu vecinito se le dio de complejo gritar mientras tomábamos su cuerpo y quedo mudo al igual que su cuerpo.
Lanius se arrastro por el piso hasta un rincón y tomo su cabeza –esto no es real- se repetía a si mismo e intentaba hacer que todo fuese un sueño.
- Esto es real, tanto como que vas a morir a la vista de tus hijos.
Se detuvo y miro fijamente a Carlos.
- ¿Que demonios dices?
- Mucho cuidado con nombrarme en vano. Ser demonio y que me uses con insultos contribuirá a que tu muerte sea mas lenta y dolorosa.
Wagles salió de el deposito, ambos permanecieron callados hasta que este regreso con una gran bolsa de correo marrón claro que tenia movimiento en su interior. Lanius sospechaba demasiado de que dentro de esa bolsa se hallaba una persona.
- ¿Que llevas allí?- señalo con el menton la bolsa.
- Te dije que iba a ser en presencia de tus hijos.
Una fiera salió dentro de él y se abalanzo sobre la bolsa arrebatándosela a Wagles y liberando a los dos pequeños. Los miro con ternura y estos dos lo abrazaron.
- Mama está muerta – dijo el mayor Joe al oído de su padre. Casi como un susurro doloroso que le partio el alma. Todo era real, lo que vio a través de los ojos negros y oscuros era verdad. Con todo el dolor en sus palabras musito:
- Mama está en un lugar mejor.
Lanius rompió en llanto, tenía miedo, miedo de que algo les pasara a sus hijos. Su vida no importaba solo la de sus hijos.
- Ah que bellos últimos momentos con tus hijos –dijo Carlos con una sonrisa amarga y sarcástica.
- ¿Porque? No les basto con destruir a un pueblo entero y quieren destruirme. ¿Cuál es la razón de una gran masacre?
- Diversión. –fue sutil- Tanto tiempo rondando a su alrededor, ingenuos, ninguno se dio cuenta. Tan entretenidos con su mundo feliz, eso no existe.
- ¿Cómo han llegado?
- Mira solo te lo contare porque tu te llevaras tus secretos a la tumba ¿no? –rio- la fuente que esta en el medio de la ciudad conduce a Satanás, estamos a punto de hacer entrega de un libro especial para nosotros. Se llama Librum Gosh en tu lengua seria El libro de Gosh contiene los secretos mas oscuros de nuestro "reino" y fue escrito por el propio Lucifer.
- Por favor no me maten. –imploro intentando procesar la historia recientemente contada.
- Es tarde.
Una campanada se escucho y los ojos de Carlos y Wagles se hicieron rojos y se abrieron por completo, sus rostros se deformaron. Una sonrisa grande y oscura se asomo en sus caras y una lengua larga salió de ellas.
Lanius tiro a sus hijos por detrás de él y les ordeno que se escondieran y que no vieran lo que pasaba. Se paro en frente de Wagles quien lo agarro de la cabeza y se la giro completamente. Carlos saco su lengua y lo lamio con ella luego lo hizo elevar completamente y lo apretó contra el techo para luego soltarlo. Ambos demonios tomaron de sus brazos y tiraron de ellos haciendo que su cuerpo se partiese en dos.
La sangre era lo mas presente en la escena, era la peor escena de terror. Escalofriante y desgarradora escena que los niños no observaron, solo escucharon los gritos agonizantes de su padre hasta que cesaron por un ruido que se aproximaba a tirar una botella de agua que en este caso era la sangre y una risa aterrorizante irrumpió en la habitación seguido de el completo silencio.
Joe el mayor de tan solo ocho años intento calmar a su hermana quien lloraba desesperadamente en su pecho. Busco ideas con cosas a su alcance para distraerla hasta que se le ocurrió algo. Lo que le encantaba a ella eran … los cuentos.
- ¿Karen quieres que te lea un cuento?- dijo su hermano mientras sus lagrimas caían.
Ella asintió. Joe tomo lo más cercano que tenia, un morral con un libro dentro.
- No sé cómo …
- Joe, ¿Cómo se llama el libro?
- Su nombre es – observo el dorso – El libro de Gosh.
Ficha Aceptada
Asdfghjkl! Me encantó el prólogo, es perfecta!
La descripción está perfecta, no es como en el rol original, pero quedo mucho mejor!
Tu ficha está más que aceptada!
mindless
Re: Damn Hell | n.c. | resultados
SHADOW escribió:Heart Attack escribió:Definitivamente Parmiga es mejor. Estoy como una loca reproduciendo Midnight Memories[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen] Harry & Celes » Nombre Completo: Celeste Camille Ryder
» Descripción Psicológica: Celeste es muy bien definida en pocas palabras como rebelde. No le importa el "que dirán" de sus acciones, no sigue ordenes, es capaz de llevarte la contra todo el tiempo y le encanta tener la ultima palabra. Por su carácter algunos la tildan de "insensible" pero no es así. Pocos ven lo que ella verdaderamente es y los demás solo se dedican a ver lo que aparenta ser. Es un libro abierto para cualquiera que tenga el interés en ella pero luego deja que interpreten lo que quieran con sus paginas. Intenta no involucrarse mucho con personas porque teme ser ella la que los lastime, teme ser ella quien algún día les haga daño por eso se mantiene alejada de todos. Solo un grupo muy pequeño de personas conoce como verdaderamente es. Esas personas son lo mas importante para ella así que los defiende con uñas y dientes, pondría su propia vida antes que la de ellos. Al momento de ser una amiga es fiel, consistente y siempre a disposición. Siempre tendrás su hombro para llorar, una persona que te de la mano cuando no puedas levantarte y sera ella quien te escuche todo lo que tengas que largar en tu alma. A veces espera lo mismo de los demás, espera que cuando ella sea el problema, ellos la ayuden a buscar la solución. Le gusta tener compañía de sus amigos, pero no estar agobiada de ellos. Es bastante solidaria, le gusta ofrecer ayuda pero al mismo tiempo recibirla.
» Rol: La Vengadora
» Chico: Harry Styles
» Representante: Barbara Palvin
» Spoiler
- Prologo - Proyecto:
[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]The Gosh BookEra de noche. La penumbra invadía las calles vacías de Holmes Chapel. George Lanius era al parecer el único hombre despierto, trabajaba. Se encargaba de llevar las cajas del nuevo pedido para el supermercado al depósito. Su rutina era incansable. Caja por caja tomaba del camión y bajaba los fríos escalones hacia las estanterías del depósito donde las acomodaba.
Sus ojeras eran notorias, tenia los anteojos empañados por la mezcla de calor y frio. El clima era de unos dos grados y su temperatura corporal al menos veinte grados mayor, no ofrecía una buena combinación. Sus arrugas y músculos se tensaban al tomar las pesadas cajas. Su única preocupación era no caerse de las escaleras, asique se percataba de pisar bien los escalones.
Estaba a punto de terminar su trabajo. Quedaban solo dos cajas en el camión. Miro su reloj con desgano. Doce y cuarto. Limpio el sudor de su frente con la manga bordo de su uniforme y tomo una gran bocanada de aire para luego exhalar pesadamente esperando terminar.
- ¿Quieres ayuda?
La voz capto la atención de Lanuis quien se sobresalto y se tomo el pecho del susto. Lentamente giro sobre su eje y observo a un lado del camión a cuatro hombres de aspecto familiar. Quito su expresión de susto al reconocer los rostros sus vecinos.
- Me han dado un susto - expreso con calma y los cuatro se inmutaron.
- ¿Podrías responder?
Su expresión era fría, su rostro parecía piedra. Los ojos de los cuatro eran completamente negros, esto le parecía extraño ya que recordaba perfectamente los ojos celestes de dos de ellos.
- Podrían ayudarme con alguna de estas cajas.
Dudaba de pedirles ayuda pero accedió ya que su cansancio se lo imploraba y sus problemas de él ciático también.
- De acuerdo - dijo uno de ellos y tomo una de las cajas y se volteo para luego volverse – Dime donde ponerla.
Lanius respondió hostilmente indicando con una mano la puerta del camino.
- Si, ven por aquí.
Tartamudeaba. Por fuera se notaba mucho su miedo a pesar de estar con conocidos.
Otro de los vecinos tomo la ultima caja y bajo tras Lanius, los otros dos sin cajas se quedaron arriba, cerca de el camión. Lo único que se podía escuchar eran los pasos de los tres bajando hasta el depósito. Al llegar al final de la escalera se pararon en seco ambos hombres. Lanius freno rápido antes de llevarse puesto a Carlos el hombre que tenia adelante.
- Hey, ¿que pasa?.
Estaba inquieto, no sabía que pasaba. El miedo se apodero completamente de él. Ya no se sentía seguro de sus vecinos, estaba aterrado. Su corazón latía a mil pero en vez de sudar sentía frio.
Dos estruendos resonaron en el depósito. Ambos vecinos soltaron las cajas solo con estirar sus manos, estaban quietos, parecían estatuas.
- Ya me dan miedo chicos – toco el hombro de Carlos esperando que fuese un acto gracioso - ¿Por qué no se mueven? Así …
- Silencio - grito Wagls, el hombre a sus espaldas, pero los músculos de su cara no hicieron expresión alguna. Seguía con la mirada perdida, sus ojos negros y hecho piedra.
Carlos giro sobre su eje y miro hacia la puerta. La puerta se cerro y se puso cerrojo por si sola. Su mirada bajo y se encontró con la de Lanius que se hecho para atrás del susto y se choco con Wagls.
- ¿Cómo has hecho eso? – no respondió y comenzó a dudar que su amigo estuviese en algún tipo de trance psicológico - ¿Eres tu Carlos?
- Aquí no hay ningún Carlos – le respondió y bajo las escaleras por completo para luego perderse entre las estanterías de el depósito. Quedo pensando la respuesta del hombre el cual tenia el aspecto de su vecino pero afirmaba no serlo. Ese hombre que parecía una piedra y movía cosas solo con los ojos. Ese hombre, sea quien sea, no era su vecino pero era la copia exacta.
- Y tu? … -pregunto a su otro “compañero” aun con miedo. Wagls se limito a seguir con su mirada perdida, luego de unos minutos esperando respuesta de un movimiento brusco tiró a Lanius al suelo y bajo los escalones con pie de soldado.
Estaba perdido, ya no sabia quienes eran y porque se comportaban así. Se encontraba entre cuatro paredes, un puerta con cerrojo, dos hombres con comportamiento zombie y desparramado en el suelo. El único hombre que veía le deba la espalda y no se animaba a dirigirle una palabra.
- Lanius, ¿se puede saber donde están tus hijos en este momento? – uno de ambos hablo pero bien no se sabía quién era. Frunció el seño buscando un lugar proveniente pero al pensar lo que le habían preguntado se extraño.
- ¿Hijos? – respondió con una pregunta al no saber a donde iba la conversación.
- Karen y Joe, ¿no?- el hombre salió de las penumbras con el rostro relajado, ya no tenia aspecto de piedra pero sus ojos seguían completamente negros. Carlos era quien hacia el escalofriante cuestionario.
- ¿Quiénes son ustedes?- debía sacarse la duda inquietante.
Wagles se acerco a él y lo ayudo a levantarse. Lo tomo con fuerza de los brazos y lo obligo a mirar a sus ojos. Este miro con miedo, los ojos eran completamente negros pero algo lo empujo hacia lo profundo de ellos y vio una imagen aterradora. Su mujer degollada y sus hijos tirados alrededor de ella llorando. Una lagrima se deslizo en sus mejillas y volvió a través de los aterradores ojos.
- ¿Dónde están? – la preocupación era sofocante, no podía soportarlo. Era desgarrador pensar en esa escena que acababa de ver. Dudaba entre la realidad y su imaginación pero era tan real.
- Cierra tu boca y déjame explicar.- Lanius sollozo en silencio –Como ya te he dicho no somos tus vecinos.
- Solo díganme de una vez quiénes son y que hicieron con mi esposa y mis hijos –reclamo haciéndole frente.
- Te dije que escucharas y te quedaras callado – Carlos se descontrolo por unos segundos levantando la voz. –Wagles abofetéalo.
Wagles obedeció y le pego duramente lo que hizo que a Lanius se le partiera el labio.
- ¿Ahora si vas a escuchar? Si cooperas podrás ver a tu familia. –solo hizo silencio – Perfecto. Tus vecinos están muertos.
Los ojos de Lanius se abrieron dejando caer otra lagrima, era demasiado doloroso, era una tortura. Todos los vecinos eran sus conocidos, desde hace veinte años que trabajaba trayendo los cargamentos al pueblo y esos veinte años lo hicieron formar parte de un lindo pueblo.
- Pero, ¿ustedes? – tartamudeo, no querría saber las atrocidades que harían con él. Lo que ahora rondaba en su cabeza era porque esas personas se veían como sus vecinos.
- Se lo que piensas no hace falta que preguntes.
- ¿Cómo?.
- Eso es fácil de deducir. Pero no te lo diré, solo te diré que tomamos prestados los cuerpos de tus vecinos.
- Eso no es factible. No es algo natural.
- ¿Quién dijo que yo era natural? –hubo silencio de parte de los tres-Mira, matamos a tus vecinos y Wagles y yo nos apoderamos de sus cuerpos. No podemos cumplir todas nuestras funciones comunes en estos cuerpos pero es adaptable.
- Funciones, ¿se podría saber cuales?
- No exactamente, pero como hablar en Wagles … a tu vecinito se le dio de complejo gritar mientras tomábamos su cuerpo y quedo mudo al igual que su cuerpo.
Lanius se arrastro por el piso hasta un rincón y tomo su cabeza –esto no es real- se repetía a si mismo e intentaba hacer que todo fuese un sueño.
- Esto es real, tanto como que vas a morir a la vista de tus hijos.
Se detuvo y miro fijamente a Carlos.
- ¿Que demonios dices?
- Mucho cuidado con nombrarme en vano. Ser demonio y que me uses con insultos contribuirá a que tu muerte sea mas lenta y dolorosa.
Wagles salió de el deposito, ambos permanecieron callados hasta que este regreso con una gran bolsa de correo marrón claro que tenia movimiento en su interior. Lanius sospechaba demasiado de que dentro de esa bolsa se hallaba una persona.
- ¿Que llevas allí?- señalo con el menton la bolsa.
- Te dije que iba a ser en presencia de tus hijos.
Una fiera salió dentro de él y se abalanzo sobre la bolsa arrebatándosela a Wagles y liberando a los dos pequeños. Los miro con ternura y estos dos lo abrazaron.
- Mama está muerta – dijo el mayor Joe al oído de su padre. Casi como un susurro doloroso que le partio el alma. Todo era real, lo que vio a través de los ojos negros y oscuros era verdad. Con todo el dolor en sus palabras musito:
- Mama está en un lugar mejor.
Lanius rompió en llanto, tenía miedo, miedo de que algo les pasara a sus hijos. Su vida no importaba solo la de sus hijos.
- Ah que bellos últimos momentos con tus hijos –dijo Carlos con una sonrisa amarga y sarcástica.
- ¿Porque? No les basto con destruir a un pueblo entero y quieren destruirme. ¿Cuál es la razón de una gran masacre?
- Diversión. –fue sutil- Tanto tiempo rondando a su alrededor, ingenuos, ninguno se dio cuenta. Tan entretenidos con su mundo feliz, eso no existe.
- ¿Cómo han llegado?
- Mira solo te lo contare porque tu te llevaras tus secretos a la tumba ¿no? –rio- la fuente que esta en el medio de la ciudad conduce a Satanás, estamos a punto de hacer entrega de un libro especial para nosotros. Se llama Librum Gosh en tu lengua seria El libro de Gosh contiene los secretos mas oscuros de nuestro "reino" y fue escrito por el propio Lucifer.
- Por favor no me maten. –imploro intentando procesar la historia recientemente contada.
- Es tarde.
Una campanada se escucho y los ojos de Carlos y Wagles se hicieron rojos y se abrieron por completo, sus rostros se deformaron. Una sonrisa grande y oscura se asomo en sus caras y una lengua larga salió de ellas.
Lanius tiro a sus hijos por detrás de él y les ordeno que se escondieran y que no vieran lo que pasaba. Se paro en frente de Wagles quien lo agarro de la cabeza y se la giro completamente. Carlos saco su lengua y lo lamio con ella luego lo hizo elevar completamente y lo apretó contra el techo para luego soltarlo. Ambos demonios tomaron de sus brazos y tiraron de ellos haciendo que su cuerpo se partiese en dos.
La sangre era lo mas presente en la escena, era la peor escena de terror. Escalofriante y desgarradora escena que los niños no observaron, solo escucharon los gritos agonizantes de su padre hasta que cesaron por un ruido que se aproximaba a tirar una botella de agua que en este caso era la sangre y una risa aterrorizante irrumpió en la habitación seguido de el completo silencio.
Joe el mayor de tan solo ocho años intento calmar a su hermana quien lloraba desesperadamente en su pecho. Busco ideas con cosas a su alcance para distraerla hasta que se le ocurrió algo. Lo que le encantaba a ella eran … los cuentos.
- ¿Karen quieres que te lea un cuento?- dijo su hermano mientras sus lagrimas caían.
Ella asintió. Joe tomo lo más cercano que tenia, un morral con un libro dentro.
- No sé cómo …
- Joe, ¿Cómo se llama el libro?
- Su nombre es – observo el dorso – El libro de Gosh.
Ficha Aceptada
Asdfghjkl! Me encantó el prólogo, es perfecta!
La descripción está perfecta, no es como en el rol original, pero quedo mucho mejor!
Tu ficha está más que aceptada!
darkness.
Re: Damn Hell | n.c. | resultados
Yo si audiciono puedo mejorarlo un tanto? es que me gustan dos pero yo no se :muere:
✦ ausente.✦
pixie.
Re: Damn Hell | n.c. | resultados
TANKIU. Intente modificar lo mas que pude la descripción pero sin dejar de ser yo. Eran todas :omg: y yo soy :muere: ahahhHeart Attack escribió:SHADOW escribió:Heart Attack escribió:Definitivamente Parmiga es mejor. Estoy como una loca reproduciendo Midnight Memories[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen] Harry & Celes » Nombre Completo: Celeste Camille Ryder
» Descripción Psicológica: Celeste es muy bien definida en pocas palabras como rebelde. No le importa el "que dirán" de sus acciones, no sigue ordenes, es capaz de llevarte la contra todo el tiempo y le encanta tener la ultima palabra. Por su carácter algunos la tildan de "insensible" pero no es así. Pocos ven lo que ella verdaderamente es y los demás solo se dedican a ver lo que aparenta ser. Es un libro abierto para cualquiera que tenga el interés en ella pero luego deja que interpreten lo que quieran con sus paginas. Intenta no involucrarse mucho con personas porque teme ser ella la que los lastime, teme ser ella quien algún día les haga daño por eso se mantiene alejada de todos. Solo un grupo muy pequeño de personas conoce como verdaderamente es. Esas personas son lo mas importante para ella así que los defiende con uñas y dientes, pondría su propia vida antes que la de ellos. Al momento de ser una amiga es fiel, consistente y siempre a disposición. Siempre tendrás su hombro para llorar, una persona que te de la mano cuando no puedas levantarte y sera ella quien te escuche todo lo que tengas que largar en tu alma. A veces espera lo mismo de los demás, espera que cuando ella sea el problema, ellos la ayuden a buscar la solución. Le gusta tener compañía de sus amigos, pero no estar agobiada de ellos. Es bastante solidaria, le gusta ofrecer ayuda pero al mismo tiempo recibirla.
» Rol: La Vengadora
» Chico: Harry Styles
» Representante: Barbara Palvin
» Spoiler
- Prologo - Proyecto:
[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]The Gosh BookEra de noche. La penumbra invadía las calles vacías de Holmes Chapel. George Lanius era al parecer el único hombre despierto, trabajaba. Se encargaba de llevar las cajas del nuevo pedido para el supermercado al depósito. Su rutina era incansable. Caja por caja tomaba del camión y bajaba los fríos escalones hacia las estanterías del depósito donde las acomodaba.
Sus ojeras eran notorias, tenia los anteojos empañados por la mezcla de calor y frio. El clima era de unos dos grados y su temperatura corporal al menos veinte grados mayor, no ofrecía una buena combinación. Sus arrugas y músculos se tensaban al tomar las pesadas cajas. Su única preocupación era no caerse de las escaleras, asique se percataba de pisar bien los escalones.
Estaba a punto de terminar su trabajo. Quedaban solo dos cajas en el camión. Miro su reloj con desgano. Doce y cuarto. Limpio el sudor de su frente con la manga bordo de su uniforme y tomo una gran bocanada de aire para luego exhalar pesadamente esperando terminar.
- ¿Quieres ayuda?
La voz capto la atención de Lanuis quien se sobresalto y se tomo el pecho del susto. Lentamente giro sobre su eje y observo a un lado del camión a cuatro hombres de aspecto familiar. Quito su expresión de susto al reconocer los rostros sus vecinos.
- Me han dado un susto - expreso con calma y los cuatro se inmutaron.
- ¿Podrías responder?
Su expresión era fría, su rostro parecía piedra. Los ojos de los cuatro eran completamente negros, esto le parecía extraño ya que recordaba perfectamente los ojos celestes de dos de ellos.
- Podrían ayudarme con alguna de estas cajas.
Dudaba de pedirles ayuda pero accedió ya que su cansancio se lo imploraba y sus problemas de él ciático también.
- De acuerdo - dijo uno de ellos y tomo una de las cajas y se volteo para luego volverse – Dime donde ponerla.
Lanius respondió hostilmente indicando con una mano la puerta del camino.
- Si, ven por aquí.
Tartamudeaba. Por fuera se notaba mucho su miedo a pesar de estar con conocidos.
Otro de los vecinos tomo la ultima caja y bajo tras Lanius, los otros dos sin cajas se quedaron arriba, cerca de el camión. Lo único que se podía escuchar eran los pasos de los tres bajando hasta el depósito. Al llegar al final de la escalera se pararon en seco ambos hombres. Lanius freno rápido antes de llevarse puesto a Carlos el hombre que tenia adelante.
- Hey, ¿que pasa?.
Estaba inquieto, no sabía que pasaba. El miedo se apodero completamente de él. Ya no se sentía seguro de sus vecinos, estaba aterrado. Su corazón latía a mil pero en vez de sudar sentía frio.
Dos estruendos resonaron en el depósito. Ambos vecinos soltaron las cajas solo con estirar sus manos, estaban quietos, parecían estatuas.
- Ya me dan miedo chicos – toco el hombro de Carlos esperando que fuese un acto gracioso - ¿Por qué no se mueven? Así …
- Silencio - grito Wagls, el hombre a sus espaldas, pero los músculos de su cara no hicieron expresión alguna. Seguía con la mirada perdida, sus ojos negros y hecho piedra.
Carlos giro sobre su eje y miro hacia la puerta. La puerta se cerro y se puso cerrojo por si sola. Su mirada bajo y se encontró con la de Lanius que se hecho para atrás del susto y se choco con Wagls.
- ¿Cómo has hecho eso? – no respondió y comenzó a dudar que su amigo estuviese en algún tipo de trance psicológico - ¿Eres tu Carlos?
- Aquí no hay ningún Carlos – le respondió y bajo las escaleras por completo para luego perderse entre las estanterías de el depósito. Quedo pensando la respuesta del hombre el cual tenia el aspecto de su vecino pero afirmaba no serlo. Ese hombre que parecía una piedra y movía cosas solo con los ojos. Ese hombre, sea quien sea, no era su vecino pero era la copia exacta.
- Y tu? … -pregunto a su otro “compañero” aun con miedo. Wagls se limito a seguir con su mirada perdida, luego de unos minutos esperando respuesta de un movimiento brusco tiró a Lanius al suelo y bajo los escalones con pie de soldado.
Estaba perdido, ya no sabia quienes eran y porque se comportaban así. Se encontraba entre cuatro paredes, un puerta con cerrojo, dos hombres con comportamiento zombie y desparramado en el suelo. El único hombre que veía le deba la espalda y no se animaba a dirigirle una palabra.
- Lanius, ¿se puede saber donde están tus hijos en este momento? – uno de ambos hablo pero bien no se sabía quién era. Frunció el seño buscando un lugar proveniente pero al pensar lo que le habían preguntado se extraño.
- ¿Hijos? – respondió con una pregunta al no saber a donde iba la conversación.
- Karen y Joe, ¿no?- el hombre salió de las penumbras con el rostro relajado, ya no tenia aspecto de piedra pero sus ojos seguían completamente negros. Carlos era quien hacia el escalofriante cuestionario.
- ¿Quiénes son ustedes?- debía sacarse la duda inquietante.
Wagles se acerco a él y lo ayudo a levantarse. Lo tomo con fuerza de los brazos y lo obligo a mirar a sus ojos. Este miro con miedo, los ojos eran completamente negros pero algo lo empujo hacia lo profundo de ellos y vio una imagen aterradora. Su mujer degollada y sus hijos tirados alrededor de ella llorando. Una lagrima se deslizo en sus mejillas y volvió a través de los aterradores ojos.
- ¿Dónde están? – la preocupación era sofocante, no podía soportarlo. Era desgarrador pensar en esa escena que acababa de ver. Dudaba entre la realidad y su imaginación pero era tan real.
- Cierra tu boca y déjame explicar.- Lanius sollozo en silencio –Como ya te he dicho no somos tus vecinos.
- Solo díganme de una vez quiénes son y que hicieron con mi esposa y mis hijos –reclamo haciéndole frente.
- Te dije que escucharas y te quedaras callado – Carlos se descontrolo por unos segundos levantando la voz. –Wagles abofetéalo.
Wagles obedeció y le pego duramente lo que hizo que a Lanius se le partiera el labio.
- ¿Ahora si vas a escuchar? Si cooperas podrás ver a tu familia. –solo hizo silencio – Perfecto. Tus vecinos están muertos.
Los ojos de Lanius se abrieron dejando caer otra lagrima, era demasiado doloroso, era una tortura. Todos los vecinos eran sus conocidos, desde hace veinte años que trabajaba trayendo los cargamentos al pueblo y esos veinte años lo hicieron formar parte de un lindo pueblo.
- Pero, ¿ustedes? – tartamudeo, no querría saber las atrocidades que harían con él. Lo que ahora rondaba en su cabeza era porque esas personas se veían como sus vecinos.
- Se lo que piensas no hace falta que preguntes.
- ¿Cómo?.
- Eso es fácil de deducir. Pero no te lo diré, solo te diré que tomamos prestados los cuerpos de tus vecinos.
- Eso no es factible. No es algo natural.
- ¿Quién dijo que yo era natural? –hubo silencio de parte de los tres-Mira, matamos a tus vecinos y Wagles y yo nos apoderamos de sus cuerpos. No podemos cumplir todas nuestras funciones comunes en estos cuerpos pero es adaptable.
- Funciones, ¿se podría saber cuales?
- No exactamente, pero como hablar en Wagles … a tu vecinito se le dio de complejo gritar mientras tomábamos su cuerpo y quedo mudo al igual que su cuerpo.
Lanius se arrastro por el piso hasta un rincón y tomo su cabeza –esto no es real- se repetía a si mismo e intentaba hacer que todo fuese un sueño.
- Esto es real, tanto como que vas a morir a la vista de tus hijos.
Se detuvo y miro fijamente a Carlos.
- ¿Que demonios dices?
- Mucho cuidado con nombrarme en vano. Ser demonio y que me uses con insultos contribuirá a que tu muerte sea mas lenta y dolorosa.
Wagles salió de el deposito, ambos permanecieron callados hasta que este regreso con una gran bolsa de correo marrón claro que tenia movimiento en su interior. Lanius sospechaba demasiado de que dentro de esa bolsa se hallaba una persona.
- ¿Que llevas allí?- señalo con el menton la bolsa.
- Te dije que iba a ser en presencia de tus hijos.
Una fiera salió dentro de él y se abalanzo sobre la bolsa arrebatándosela a Wagles y liberando a los dos pequeños. Los miro con ternura y estos dos lo abrazaron.
- Mama está muerta – dijo el mayor Joe al oído de su padre. Casi como un susurro doloroso que le partio el alma. Todo era real, lo que vio a través de los ojos negros y oscuros era verdad. Con todo el dolor en sus palabras musito:
- Mama está en un lugar mejor.
Lanius rompió en llanto, tenía miedo, miedo de que algo les pasara a sus hijos. Su vida no importaba solo la de sus hijos.
- Ah que bellos últimos momentos con tus hijos –dijo Carlos con una sonrisa amarga y sarcástica.
- ¿Porque? No les basto con destruir a un pueblo entero y quieren destruirme. ¿Cuál es la razón de una gran masacre?
- Diversión. –fue sutil- Tanto tiempo rondando a su alrededor, ingenuos, ninguno se dio cuenta. Tan entretenidos con su mundo feliz, eso no existe.
- ¿Cómo han llegado?
- Mira solo te lo contare porque tu te llevaras tus secretos a la tumba ¿no? –rio- la fuente que esta en el medio de la ciudad conduce a Satanás, estamos a punto de hacer entrega de un libro especial para nosotros. Se llama Librum Gosh en tu lengua seria El libro de Gosh contiene los secretos mas oscuros de nuestro "reino" y fue escrito por el propio Lucifer.
- Por favor no me maten. –imploro intentando procesar la historia recientemente contada.
- Es tarde.
Una campanada se escucho y los ojos de Carlos y Wagles se hicieron rojos y se abrieron por completo, sus rostros se deformaron. Una sonrisa grande y oscura se asomo en sus caras y una lengua larga salió de ellas.
Lanius tiro a sus hijos por detrás de él y les ordeno que se escondieran y que no vieran lo que pasaba. Se paro en frente de Wagles quien lo agarro de la cabeza y se la giro completamente. Carlos saco su lengua y lo lamio con ella luego lo hizo elevar completamente y lo apretó contra el techo para luego soltarlo. Ambos demonios tomaron de sus brazos y tiraron de ellos haciendo que su cuerpo se partiese en dos.
La sangre era lo mas presente en la escena, era la peor escena de terror. Escalofriante y desgarradora escena que los niños no observaron, solo escucharon los gritos agonizantes de su padre hasta que cesaron por un ruido que se aproximaba a tirar una botella de agua que en este caso era la sangre y una risa aterrorizante irrumpió en la habitación seguido de el completo silencio.
Joe el mayor de tan solo ocho años intento calmar a su hermana quien lloraba desesperadamente en su pecho. Busco ideas con cosas a su alcance para distraerla hasta que se le ocurrió algo. Lo que le encantaba a ella eran … los cuentos.
- ¿Karen quieres que te lea un cuento?- dijo su hermano mientras sus lagrimas caían.
Ella asintió. Joe tomo lo más cercano que tenia, un morral con un libro dentro.
- No sé cómo …
- Joe, ¿Cómo se llama el libro?
- Su nombre es – observo el dorso – El libro de Gosh. Ficha Aceptada
Asdfghjkl! Me encantó el prólogo, es perfecta!
La descripción está perfecta, no es como en el rol original, pero quedo mucho mejor!
Tu ficha está más que aceptada!
mindless
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