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"El Trato" - Joe y tu Terminada
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
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Re: "El Trato" - Joe y tu Terminada
:cheers: PASE DE PAGINAAA :lol!:
aHORA SIGUEEE :enfadado:
aHORA SIGUEEE :enfadado:
Rachel lovebug
Re: "El Trato" - Joe y tu Terminada
chicas antes de subirles el ultimo cap qiero agradeserles por haber leido la nove
y por las qe comentaron deveras los ame yo crei qe nadie comentaria jaja
bueno ahora subire una nueva nove y espero lerlas por ahi cuidense mucho :D
aqi les dejo el link por si gustan pasarse
Un Novio Diferente:
https://onlywn.activoforo.com/t7468-un-novio-diferente-joe-y-tu
ahora si les subo el cap
y por las qe comentaron deveras los ame yo crei qe nadie comentaria jaja
bueno ahora subire una nueva nove y espero lerlas por ahi cuidense mucho :D
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Un Novio Diferente:
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ahora si les subo el cap
Nani Jonas
Re: "El Trato" - Joe y tu Terminada
Capitulo 15
-Creo que ya va siendo hora de que asumas tus responsabilidades…
-Venga ya… -se quejó el chico.
No sabía muy bien, porque había aceptado ver a aquel tipo, realmente daba
miedo, era alto y su mirada era oscura y seria, aunque algo en él le daba buena espina, sobre todo, el que cuidara a su hermana… eso lo hacía un buen tipo.
-¿Venga ya? ¿Pero que respuesta es esa?
-Perdona, perdona –contestó sintiéndose intimidado, realmente debía de reconocer que no se estaba comportando muy bien- No se que me pasa, es que es todo difícil, el instituto y todo, ¡ a mi no me gusta esa miierda! No sirve para nada…
-Si que sirve –lo recriminó Joe- Pero si no te gusta, búscate otra cosa. No puedes ir metiéndote en líos cada dos por tres, ¡no siempre te van a salvar!
-Ja… ¿y eso quien lo dice? –preguntó volviéndole la chulería.
-Yo –determinó Joe- Mira JESSE, si no quieres estudiar, búscate un trabajo, eres lo bastante adulto como para ganarte tu dinero, si quieres te puedo echar una mano… Pero me tienes que prometer algo.
-¿Qué? –realmente, estaba sucumbiendo a Joe.
-Que dejarás de robar coches, y meterte en peleas. Has de comportarte…
-Venga… Está bien –rectificó. Era hora de madurar. Se lo debía a sus padres, sobre todo a su hermana, quien siempre lo había ayudado con todo, salvándolo.
-Estaré detrás de ti.
_________ llegó a su casa, y se dirigió al sofá sin preámbulos, a pocos centímetro se tiró sobre el, y cerró los ojos inspirando profundamente, estaba totalmente agotada, pasaba los días en el hospital junto a su padre, e iba a trabajar, para volver a casa, cambiarse, dormir un poco e irse.
Quizás, si él no estuviera quedándose con ella, no tendría tantas ganas de salir huyendo.
-¿Ya has vuelto?
Y hablando del rey de roma…
-Si, acabo de llegar.
-Ah, no te he oído.
Alzó la vista, para encontrarse a un Joe con su delantal azul celeste, sin poderlo evitar, estalló en carcajadas, mientras él la miraba con una mueca en la cara.
-¿Te hace gracia, eh? –preguntó sarcástico.
-Un poco… -dijo rompiendo a reír de nuevo.
-Ya no te prepararé más la cena –dijo, haciéndose el indignado.
-¿Me… me has hecho la cena? –preguntó incrédula.
-Si, pero ahora me la comeré yo solo.
-Da igual, me iba ahora –contestó orgullosa. Desde luego, ella podía más que él.
-No te enfades, tesoro, que era broma –murmuró él, con ternura, una que le derretía el corazón, y a la que quería negarse.
-Lo mío, no –determinó ella, levantándose del sofá, y yendo hacía sus escaleras.
-¿Se puede saber a donde vas? –preguntó él interceptándola a mitad de camino.
-A cambiarme ¿puedo?
Joe la soltó, y ella salió escopeteada hacía arriba. ¡Por dios! Parecía que vivía en un infierno en vez de en su tranquila y acogedora casa…
Apenas llevaba poco más de una semana junto a ella, viviendo bajo el mismo techo, no le había quedado más remedio, cuando él se lo había propuesto delante de su madre, claro estaba que no le iba a decir a su «novio» que se quedara en un hotel, además, estaba el echo, de que pagaba todos los gastos de su padre en aquella clínica privada, y qué, además, estaba enamorada locamente de él.
Por eso le dolía tanto verlo, olerlo, sentirlo, y no acercarse a él, para besarlo, o acariciarlo. Sabía que debía de hablar con él, pues aún quería saber como la había encontrado, dudaba mucho que la hubiera seguido, ya que sabía que se había ido sin ser vista.
Hablaría con él, y luego lo mandaría lejos… donde no le pudiera hacer daño.
Terminó de cambiarse, y con aire decidido bajó las escaleras sonoramente, para que él se percatara. Al llegar a la cocina, se encontró la mesa puesta para dos, y su corazón latió velozmente.
«Traidor» Pensó, queriendo callarlo.
-Oh, ya estás aquí –dijo él, con sarcasmo- no te he oído –ironizó.
-Muy gracioso…
-Creí que te estabas cayendo por las escaleras, desde luego pareció eso con tanto escándalo.
-Ja, ja…
-Bueno, ¿comemos?
-¿Qué hay?
-Ya lo verás…
________ se sentó en la mesa, y Joe sirvió en su plato un trozo de lasaña, después de servir un poco de vino en su copa.
-¿Pre-cocinada?
-No, echa por mí…
______ hizo una mueca.
-¿No se supone, que no sabias cocinar?
-No sabía… aprendí un poco.
Sin mucho convencimiento, ella se llevó un trozo de lasaña a la boca, para descubrir que no estaba nada mal.
-Oh, está buena.
-Gracias, es fácil, tan solo montarla…
_________ estalló en carcajadas, y después bebió vino para no ahogarse.
-Vamos, que no la has hecho tú.
-Bueno, no del todo…
Ahí quedó, ambos se callaron, y comieron. Hasta que terminaron los dos, y recogieron la mesa y la cocina en silencio, tras acabar, _______ dio media vuelta e intentó irse, todas esas ganas de sacarle información habían huido, ya no quería saber nada. Solo quería alejarse de él.
-¿Se puede saber a donde vas? –preguntó Joe.
-Lejos de ti –contestó ella.
-Bien, pues lo harás después de que hablemos.
-Ahí te equivocas, ya hablaremos, he de ir al hospital…
-¿Para qué? Si se puede saber…
-¿Cómo que para qué? Para ver a mi padre, claro está.
-¿Al padre que le daban el alta… -hizo una pausa en la que miró el reloj- hace una hora?
__________ sintió como se le teñían las mejillas, bien, se le había olvidado ese pequeño detalle, no se había acordado de que su padre estaría camino a casa, o ya estaría en ella.
-Da igual, iré a verlo de todas formas.
-¿Por qué no dejas de huir? Es estúpido.
-Aquí el único estúpido eres tú –gritó ella- llegas a mi vida, la destrozas, y después te irás dejándolo todo patas arriba. ¿Quién te has creído que eres para decirle a mis padres que somos novios, y tonterías de esas?
-¿Preferías que dijeras que te habías vendido?
-¡Ya estamos! _________la prostituta. ¿Qué más, Joe, dime que más? Porque ya me las empiezo a saber todas…
-Quiero que me cuentes todo…
-Y yo quiero saber como me has encontrado, y para que leches me has buscado.
-Tú primero.
-¡No!
-Sabes, _______… adoro cuando te enfadas… me encanta como te brillan los ojos, pero empiezo a cansarme de que te escondas tras lo que no eres…
-Habla claro.
-¡Que dejes de fingir! ¿Por qué te empeñas en hacerte pasar por lo que no eres? Deja de llamarte prostituta, porque tú y yo sabemos que eres muy inocente.
-¿Inocente? Ja… no decías eso el otro día.
-El otro día, no sabía que te habías acostado conmigo para salvar a tu hermano.
La boca de _________ cayó abriéndose.
-Tu… ¿tú como sabes eso?
-Fácil, cielo, llamé a mi tío para pedirle tus datos, y el muy asqueroso no tuvo problema ninguno en hablarme de todo… por cierto, ahora está todo solucionado.
-¿Qué… que quieres decir?
-Tu hermano dejará de delinquir, para que así no le tengas que salvar más el pellejo, y el cretino de mi desgraciado tío, está más que controlado.
-Pero…
-¿Sabes como me sentí cuando te fuiste dejándome tan solo una nota? –preguntó explotando- «Me voy, perdóname» -recitó- ¿Qué te perdonara? ¿Qué debía de perdonar? –rió sin gracia.
No tenía un bonito recuerdo, tan solo recordaba de la forma en la que se le había retorcido el corazón, al ver esa nota sobre la cama, tan solitaria, tan sola como se había sentido él, al saber que ella se había ido, dejándolo…
No entendía el por qué, de aquel encogimiento de pecho, ni las ganas de poder recuperarla, de verla, o sentirla, tan solo sabía que la necesitaba… tanto como respirar.
-No te debo ninguna explicación.
-Oh, ya lo creo que si.
-¿Por qué? A ver, sorpréndeme –ironizó- Claro… -dijo alzando los brazos como si se le acabara de ocurrir la idea- no, espera, no me digas, estás locamente enamorado, y no puedes vivir sin mí.
-Exactamente.
-Eso no se lo cree nadie, Joe. No te hagas el tonto conmigo que no te queda.
-Me da igual lo que pienses. Es lo que hay.
-¿Qué hay?
-Amor.
-¿Qué dices?
-¡Que te amo, eso digo!.
-No hace falta que me mientas para acostarte conmigo…
Como si se tratara de agua helada, Joe sintió su cuerpo congelarse. ¿Mentir para acostarse con ella? Que bajo se sintió caer…
-¿Qué te has creído, que te menti…?
-No. Calla, deja de mentir.
-No miento.
-Por favor –rogó ella- por favor. Si quieres acostarte conmigo, solo dilo. Me iré contigo a la cama, aunque sea para pagar lo de mi padre, lo que sea… pero no me mientas…
-________… no te trates como si fueras una prostituta.
-Eso soy, lo reconozco, lo soy, pero no me mientas.
-¡_________! –exclamó al borde de la histeria- deja de decir tonterías, no eres nada de eso, fui un estúpido, y te traté mal. Pero entiende que me enamoré de ti.
-Por favor –repitió- no puedo soportar palabras falsas…
La rabia de apoderó de Joe. ¿Palabras falsas? ¿Mentiras? ¿Pero quien se creía que tenía delante? ¿Al hombre de hielo o algo así?
-Deja de decir idioteces –farfulló él intentando no gritar- has oído bien, te amo.
-¡No! –exclamó ella, mientras sentía sus lágrimas caer.
-¿Cómo que no? –preguntó acercándose a ella, y cogiéndola por los brazos, para pegarla a su cuerpo y besarla con agresividad, queriendo así demostrarle que no mentía- Te amo –repitió.
-No… -susurró ella.
-Si…
-No me mientas. ¿No lo entiendes? No puedes alimentar mi corazón para luego despedazarlo. No lo comprendes. Me enamoré de ti, aun siendo un bastardo me enamoraste, no me partas, no me rompas más de lo que ya estoy. No me destroces… por favor.
-__________ –susurró soltándola, para mirarla a los ojos.
La cara de la chica estaba bañada por las lágrimas, y él se sintió peor que mal. No sabía que había echo… pero odiaba verla así. No quería verla sufrir.
-Por favor –rogó ella, llorando.
Joe la miró a los ojos, y la vio perdida, sin rumbo.
-_______–la llamó cargándola en sus brazos, la alzó y la subió hasta la habitación, donde la posó en el colchón, abrazándola- ¿Por qué no comprendes que te amo? ¿Por qué no entiendes que me enamoré de ti…?
-No puedes enamorarte de mi… soy una mala persona…
-No eres una mala persona. Eres demasiado increíble.
-No lo soy… -susurró ella- soy una…
-¡Cállate! –explotó él- todo esto es mi culpa, te traté muy mal, soy un estúpido y me merezco lo peor. Por favor, _______, perdóname –rogó agachándose frente a ella.
-Joe…
-Me enamoré de ti como un tonto, y cuando te fuiste, fue cuando comprendí que te necesitaba, te busqué como un loco, y no me quedó más remedio que pedirme a mi tío tu dirección, me daba igual que te hubieras vendido o no… pero entonces descubrí que solo eras una niña inocente. Y me sentí mal, había sido la peor persona del mundo. Te traté mal. Pero tan solo quería cubrir mi corazón…
Ella lo miró desconcertada.
-¿Cubrir… cubrir tu corazón?
-¡Entiéndeme, maldita sea! Mi tío me ha mandado mujeres continuamente, siempre –dijo casi escupiendo, y ________ se sintió decepcionada- y siempre las he mandado a sus casas sin tocarlas, sin siquiera mirarlas, y entonces llegaste tú, con ese rostro que enamora, con tu sonrisa, tu pelo, tu forma de andar, y tus contradicciones, tan tímida, y a la vez tan pasional… y te metiste en mi…
-Yo…
-¿Sabes? Te pensaba mandar a casa cuando te vi en mi sofá, pero entonces me miraste, y supe que debía hacerte mía. Una noche dije. Y acabé insultándote y exigiéndote más. Fui un bastardo y un cavernícola. Así me sentía, y ¡no sabes la de veces que estuve a punto de mandarte de vuelta! Pero entonces me mirabas con esos preciosos ojos, y me volvía a ganar la necesidad.
-Pero…
-Me enamoraste como un tonto… caí a tus pies, me tienes para ti. Te pertenezco. Pero comprendo que fui un beep, y que no te merezco. Así, que aunque me cueste la vida estoy dispuesto a dejarte ir. Aunque rogaría por una oportunidad, para tenerte, para enamorarte, sin romperte el corazón.
El silencio se hizo en la habitación, y Joe cogió aire intentando controlar su corazón, por primera vez en su vida, sintió los nervios en su estómago, y tuvo la sensación de que un vacío enorme lo iba a tragar, y lo iba a llevar.
Un vacío que tan solo ella podía llenar.
La miró a los ojos y supo que la amaba como no había amado a nadie, y como jamás a amaría ninguna otra persona. Giró sobre sus pies, dispuesto a marcharse. Él no era nadie para destrozar la vida de una persona. Y mucho menos, la de la persona que amaba.
-¿De verdad me amas? –la voz de ________ lo paralizó.
-¡Oh, por dios! ¿Aún no me crees?
-Tan solo me aseguraba de no alucinar…
-¿Alucinar? ¿Me confieso y lo tomas como una alucinación?
-No es fácil de creer.
-Por dios, ________, te amo más que a mi propia vida.
-¡Dices eso, pero estabas dispuesto a marcharte y dejarme aquí sola! –la repentina explosión de ella lo pilló por sorpresa.
-Solo quería lo mejor para ti…
-¿Y cómo va a ser lo mejor para mi que te vayas cuando te amo como una tonta?
-No me lo merezco –recapacitó él.
-Lo se, pero igualmente te amo. Y no creo que pueda vivir sin ti… -susurró ella acercándose a él- sin tus besos, sin tus caricias –continuó abrazándolo- incluso creo que no sabría vivir sin tu arrogancia.
-Eres lo que no hay –rió él, soltando así toda la tensión acumulada.
-Somos dos personas extraordinarias… -dijo ella- tal para cual. ¿De verdad me amas? –preguntó ella de nuevo.
-Mucho, mucho, mucho, mucho…
-Oh… -susurró besándolo- ¿sabes?
-Mmm…
-Creo que iré a darle las gracias a tu tío.
El cuerpo de Joe se puso tenso al momento, y el enfado se apoderó de él.
-Ese maldito… ya está controlado…
-Shh… gracias a él, hice el mejor trato de mi vida…
-¿Ah si?
-Si… gracias a ese trato te conocí. No de la mejor manera –recapacitó- pero te conocí…
-Y yo me enamoré de ti…
-Me encanta cuando te pones tierno… como los últimos días que estuve contigo.
-Trataba de enamorarte –confesó.
-Oh, fue en vano, ya estaba enamorada de ti… A pesar de que no eras el mejor…
-Lo siento –se disculpó.
-Te amo –dijo ella, como si fuera la respuesta a todo.
-¡Cásate conmigo!
-¿Qué? –preguntó ella mirándolo a los ojos- ¿Es enserio?
-¿Crees que bromeo?
-Pero… es pronto.
-Da igual, yo te amo, y tú me amas… en todo caso podríamos divorciarnos.
Alzando la mano, ________ golpeó a Joe, haciéndose la enfadada.
-¿Aun no he aceptado y ya piensas en divorcio?
-Sólo era una propuesta para que aceptaras, porque no pienso dejarte marchar nunca, y voy a hacer todo lo posible para que seas feliz…
-Te amo, y soy feliz por el simple hecho de tenerte a mi lado -susurró.
-Y yo a ti, mi vida –contestó él- Y entonces… ¿aceptas?
-Acepto. Si quiero ser tu mujer…
-Mía… solo mía
-Creo que ya va siendo hora de que asumas tus responsabilidades…
-Venga ya… -se quejó el chico.
No sabía muy bien, porque había aceptado ver a aquel tipo, realmente daba
miedo, era alto y su mirada era oscura y seria, aunque algo en él le daba buena espina, sobre todo, el que cuidara a su hermana… eso lo hacía un buen tipo.
-¿Venga ya? ¿Pero que respuesta es esa?
-Perdona, perdona –contestó sintiéndose intimidado, realmente debía de reconocer que no se estaba comportando muy bien- No se que me pasa, es que es todo difícil, el instituto y todo, ¡ a mi no me gusta esa miierda! No sirve para nada…
-Si que sirve –lo recriminó Joe- Pero si no te gusta, búscate otra cosa. No puedes ir metiéndote en líos cada dos por tres, ¡no siempre te van a salvar!
-Ja… ¿y eso quien lo dice? –preguntó volviéndole la chulería.
-Yo –determinó Joe- Mira JESSE, si no quieres estudiar, búscate un trabajo, eres lo bastante adulto como para ganarte tu dinero, si quieres te puedo echar una mano… Pero me tienes que prometer algo.
-¿Qué? –realmente, estaba sucumbiendo a Joe.
-Que dejarás de robar coches, y meterte en peleas. Has de comportarte…
-Venga… Está bien –rectificó. Era hora de madurar. Se lo debía a sus padres, sobre todo a su hermana, quien siempre lo había ayudado con todo, salvándolo.
-Estaré detrás de ti.
_________ llegó a su casa, y se dirigió al sofá sin preámbulos, a pocos centímetro se tiró sobre el, y cerró los ojos inspirando profundamente, estaba totalmente agotada, pasaba los días en el hospital junto a su padre, e iba a trabajar, para volver a casa, cambiarse, dormir un poco e irse.
Quizás, si él no estuviera quedándose con ella, no tendría tantas ganas de salir huyendo.
-¿Ya has vuelto?
Y hablando del rey de roma…
-Si, acabo de llegar.
-Ah, no te he oído.
Alzó la vista, para encontrarse a un Joe con su delantal azul celeste, sin poderlo evitar, estalló en carcajadas, mientras él la miraba con una mueca en la cara.
-¿Te hace gracia, eh? –preguntó sarcástico.
-Un poco… -dijo rompiendo a reír de nuevo.
-Ya no te prepararé más la cena –dijo, haciéndose el indignado.
-¿Me… me has hecho la cena? –preguntó incrédula.
-Si, pero ahora me la comeré yo solo.
-Da igual, me iba ahora –contestó orgullosa. Desde luego, ella podía más que él.
-No te enfades, tesoro, que era broma –murmuró él, con ternura, una que le derretía el corazón, y a la que quería negarse.
-Lo mío, no –determinó ella, levantándose del sofá, y yendo hacía sus escaleras.
-¿Se puede saber a donde vas? –preguntó él interceptándola a mitad de camino.
-A cambiarme ¿puedo?
Joe la soltó, y ella salió escopeteada hacía arriba. ¡Por dios! Parecía que vivía en un infierno en vez de en su tranquila y acogedora casa…
Apenas llevaba poco más de una semana junto a ella, viviendo bajo el mismo techo, no le había quedado más remedio, cuando él se lo había propuesto delante de su madre, claro estaba que no le iba a decir a su «novio» que se quedara en un hotel, además, estaba el echo, de que pagaba todos los gastos de su padre en aquella clínica privada, y qué, además, estaba enamorada locamente de él.
Por eso le dolía tanto verlo, olerlo, sentirlo, y no acercarse a él, para besarlo, o acariciarlo. Sabía que debía de hablar con él, pues aún quería saber como la había encontrado, dudaba mucho que la hubiera seguido, ya que sabía que se había ido sin ser vista.
Hablaría con él, y luego lo mandaría lejos… donde no le pudiera hacer daño.
Terminó de cambiarse, y con aire decidido bajó las escaleras sonoramente, para que él se percatara. Al llegar a la cocina, se encontró la mesa puesta para dos, y su corazón latió velozmente.
«Traidor» Pensó, queriendo callarlo.
-Oh, ya estás aquí –dijo él, con sarcasmo- no te he oído –ironizó.
-Muy gracioso…
-Creí que te estabas cayendo por las escaleras, desde luego pareció eso con tanto escándalo.
-Ja, ja…
-Bueno, ¿comemos?
-¿Qué hay?
-Ya lo verás…
________ se sentó en la mesa, y Joe sirvió en su plato un trozo de lasaña, después de servir un poco de vino en su copa.
-¿Pre-cocinada?
-No, echa por mí…
______ hizo una mueca.
-¿No se supone, que no sabias cocinar?
-No sabía… aprendí un poco.
Sin mucho convencimiento, ella se llevó un trozo de lasaña a la boca, para descubrir que no estaba nada mal.
-Oh, está buena.
-Gracias, es fácil, tan solo montarla…
_________ estalló en carcajadas, y después bebió vino para no ahogarse.
-Vamos, que no la has hecho tú.
-Bueno, no del todo…
Ahí quedó, ambos se callaron, y comieron. Hasta que terminaron los dos, y recogieron la mesa y la cocina en silencio, tras acabar, _______ dio media vuelta e intentó irse, todas esas ganas de sacarle información habían huido, ya no quería saber nada. Solo quería alejarse de él.
-¿Se puede saber a donde vas? –preguntó Joe.
-Lejos de ti –contestó ella.
-Bien, pues lo harás después de que hablemos.
-Ahí te equivocas, ya hablaremos, he de ir al hospital…
-¿Para qué? Si se puede saber…
-¿Cómo que para qué? Para ver a mi padre, claro está.
-¿Al padre que le daban el alta… -hizo una pausa en la que miró el reloj- hace una hora?
__________ sintió como se le teñían las mejillas, bien, se le había olvidado ese pequeño detalle, no se había acordado de que su padre estaría camino a casa, o ya estaría en ella.
-Da igual, iré a verlo de todas formas.
-¿Por qué no dejas de huir? Es estúpido.
-Aquí el único estúpido eres tú –gritó ella- llegas a mi vida, la destrozas, y después te irás dejándolo todo patas arriba. ¿Quién te has creído que eres para decirle a mis padres que somos novios, y tonterías de esas?
-¿Preferías que dijeras que te habías vendido?
-¡Ya estamos! _________la prostituta. ¿Qué más, Joe, dime que más? Porque ya me las empiezo a saber todas…
-Quiero que me cuentes todo…
-Y yo quiero saber como me has encontrado, y para que leches me has buscado.
-Tú primero.
-¡No!
-Sabes, _______… adoro cuando te enfadas… me encanta como te brillan los ojos, pero empiezo a cansarme de que te escondas tras lo que no eres…
-Habla claro.
-¡Que dejes de fingir! ¿Por qué te empeñas en hacerte pasar por lo que no eres? Deja de llamarte prostituta, porque tú y yo sabemos que eres muy inocente.
-¿Inocente? Ja… no decías eso el otro día.
-El otro día, no sabía que te habías acostado conmigo para salvar a tu hermano.
La boca de _________ cayó abriéndose.
-Tu… ¿tú como sabes eso?
-Fácil, cielo, llamé a mi tío para pedirle tus datos, y el muy asqueroso no tuvo problema ninguno en hablarme de todo… por cierto, ahora está todo solucionado.
-¿Qué… que quieres decir?
-Tu hermano dejará de delinquir, para que así no le tengas que salvar más el pellejo, y el cretino de mi desgraciado tío, está más que controlado.
-Pero…
-¿Sabes como me sentí cuando te fuiste dejándome tan solo una nota? –preguntó explotando- «Me voy, perdóname» -recitó- ¿Qué te perdonara? ¿Qué debía de perdonar? –rió sin gracia.
No tenía un bonito recuerdo, tan solo recordaba de la forma en la que se le había retorcido el corazón, al ver esa nota sobre la cama, tan solitaria, tan sola como se había sentido él, al saber que ella se había ido, dejándolo…
No entendía el por qué, de aquel encogimiento de pecho, ni las ganas de poder recuperarla, de verla, o sentirla, tan solo sabía que la necesitaba… tanto como respirar.
-No te debo ninguna explicación.
-Oh, ya lo creo que si.
-¿Por qué? A ver, sorpréndeme –ironizó- Claro… -dijo alzando los brazos como si se le acabara de ocurrir la idea- no, espera, no me digas, estás locamente enamorado, y no puedes vivir sin mí.
-Exactamente.
-Eso no se lo cree nadie, Joe. No te hagas el tonto conmigo que no te queda.
-Me da igual lo que pienses. Es lo que hay.
-¿Qué hay?
-Amor.
-¿Qué dices?
-¡Que te amo, eso digo!.
-No hace falta que me mientas para acostarte conmigo…
Como si se tratara de agua helada, Joe sintió su cuerpo congelarse. ¿Mentir para acostarse con ella? Que bajo se sintió caer…
-¿Qué te has creído, que te menti…?
-No. Calla, deja de mentir.
-No miento.
-Por favor –rogó ella- por favor. Si quieres acostarte conmigo, solo dilo. Me iré contigo a la cama, aunque sea para pagar lo de mi padre, lo que sea… pero no me mientas…
-________… no te trates como si fueras una prostituta.
-Eso soy, lo reconozco, lo soy, pero no me mientas.
-¡_________! –exclamó al borde de la histeria- deja de decir tonterías, no eres nada de eso, fui un estúpido, y te traté mal. Pero entiende que me enamoré de ti.
-Por favor –repitió- no puedo soportar palabras falsas…
La rabia de apoderó de Joe. ¿Palabras falsas? ¿Mentiras? ¿Pero quien se creía que tenía delante? ¿Al hombre de hielo o algo así?
-Deja de decir idioteces –farfulló él intentando no gritar- has oído bien, te amo.
-¡No! –exclamó ella, mientras sentía sus lágrimas caer.
-¿Cómo que no? –preguntó acercándose a ella, y cogiéndola por los brazos, para pegarla a su cuerpo y besarla con agresividad, queriendo así demostrarle que no mentía- Te amo –repitió.
-No… -susurró ella.
-Si…
-No me mientas. ¿No lo entiendes? No puedes alimentar mi corazón para luego despedazarlo. No lo comprendes. Me enamoré de ti, aun siendo un bastardo me enamoraste, no me partas, no me rompas más de lo que ya estoy. No me destroces… por favor.
-__________ –susurró soltándola, para mirarla a los ojos.
La cara de la chica estaba bañada por las lágrimas, y él se sintió peor que mal. No sabía que había echo… pero odiaba verla así. No quería verla sufrir.
-Por favor –rogó ella, llorando.
Joe la miró a los ojos, y la vio perdida, sin rumbo.
-_______–la llamó cargándola en sus brazos, la alzó y la subió hasta la habitación, donde la posó en el colchón, abrazándola- ¿Por qué no comprendes que te amo? ¿Por qué no entiendes que me enamoré de ti…?
-No puedes enamorarte de mi… soy una mala persona…
-No eres una mala persona. Eres demasiado increíble.
-No lo soy… -susurró ella- soy una…
-¡Cállate! –explotó él- todo esto es mi culpa, te traté muy mal, soy un estúpido y me merezco lo peor. Por favor, _______, perdóname –rogó agachándose frente a ella.
-Joe…
-Me enamoré de ti como un tonto, y cuando te fuiste, fue cuando comprendí que te necesitaba, te busqué como un loco, y no me quedó más remedio que pedirme a mi tío tu dirección, me daba igual que te hubieras vendido o no… pero entonces descubrí que solo eras una niña inocente. Y me sentí mal, había sido la peor persona del mundo. Te traté mal. Pero tan solo quería cubrir mi corazón…
Ella lo miró desconcertada.
-¿Cubrir… cubrir tu corazón?
-¡Entiéndeme, maldita sea! Mi tío me ha mandado mujeres continuamente, siempre –dijo casi escupiendo, y ________ se sintió decepcionada- y siempre las he mandado a sus casas sin tocarlas, sin siquiera mirarlas, y entonces llegaste tú, con ese rostro que enamora, con tu sonrisa, tu pelo, tu forma de andar, y tus contradicciones, tan tímida, y a la vez tan pasional… y te metiste en mi…
-Yo…
-¿Sabes? Te pensaba mandar a casa cuando te vi en mi sofá, pero entonces me miraste, y supe que debía hacerte mía. Una noche dije. Y acabé insultándote y exigiéndote más. Fui un bastardo y un cavernícola. Así me sentía, y ¡no sabes la de veces que estuve a punto de mandarte de vuelta! Pero entonces me mirabas con esos preciosos ojos, y me volvía a ganar la necesidad.
-Pero…
-Me enamoraste como un tonto… caí a tus pies, me tienes para ti. Te pertenezco. Pero comprendo que fui un beep, y que no te merezco. Así, que aunque me cueste la vida estoy dispuesto a dejarte ir. Aunque rogaría por una oportunidad, para tenerte, para enamorarte, sin romperte el corazón.
El silencio se hizo en la habitación, y Joe cogió aire intentando controlar su corazón, por primera vez en su vida, sintió los nervios en su estómago, y tuvo la sensación de que un vacío enorme lo iba a tragar, y lo iba a llevar.
Un vacío que tan solo ella podía llenar.
La miró a los ojos y supo que la amaba como no había amado a nadie, y como jamás a amaría ninguna otra persona. Giró sobre sus pies, dispuesto a marcharse. Él no era nadie para destrozar la vida de una persona. Y mucho menos, la de la persona que amaba.
-¿De verdad me amas? –la voz de ________ lo paralizó.
-¡Oh, por dios! ¿Aún no me crees?
-Tan solo me aseguraba de no alucinar…
-¿Alucinar? ¿Me confieso y lo tomas como una alucinación?
-No es fácil de creer.
-Por dios, ________, te amo más que a mi propia vida.
-¡Dices eso, pero estabas dispuesto a marcharte y dejarme aquí sola! –la repentina explosión de ella lo pilló por sorpresa.
-Solo quería lo mejor para ti…
-¿Y cómo va a ser lo mejor para mi que te vayas cuando te amo como una tonta?
-No me lo merezco –recapacitó él.
-Lo se, pero igualmente te amo. Y no creo que pueda vivir sin ti… -susurró ella acercándose a él- sin tus besos, sin tus caricias –continuó abrazándolo- incluso creo que no sabría vivir sin tu arrogancia.
-Eres lo que no hay –rió él, soltando así toda la tensión acumulada.
-Somos dos personas extraordinarias… -dijo ella- tal para cual. ¿De verdad me amas? –preguntó ella de nuevo.
-Mucho, mucho, mucho, mucho…
-Oh… -susurró besándolo- ¿sabes?
-Mmm…
-Creo que iré a darle las gracias a tu tío.
El cuerpo de Joe se puso tenso al momento, y el enfado se apoderó de él.
-Ese maldito… ya está controlado…
-Shh… gracias a él, hice el mejor trato de mi vida…
-¿Ah si?
-Si… gracias a ese trato te conocí. No de la mejor manera –recapacitó- pero te conocí…
-Y yo me enamoré de ti…
-Me encanta cuando te pones tierno… como los últimos días que estuve contigo.
-Trataba de enamorarte –confesó.
-Oh, fue en vano, ya estaba enamorada de ti… A pesar de que no eras el mejor…
-Lo siento –se disculpó.
-Te amo –dijo ella, como si fuera la respuesta a todo.
-¡Cásate conmigo!
-¿Qué? –preguntó ella mirándolo a los ojos- ¿Es enserio?
-¿Crees que bromeo?
-Pero… es pronto.
-Da igual, yo te amo, y tú me amas… en todo caso podríamos divorciarnos.
Alzando la mano, ________ golpeó a Joe, haciéndose la enfadada.
-¿Aun no he aceptado y ya piensas en divorcio?
-Sólo era una propuesta para que aceptaras, porque no pienso dejarte marchar nunca, y voy a hacer todo lo posible para que seas feliz…
-Te amo, y soy feliz por el simple hecho de tenerte a mi lado -susurró.
-Y yo a ti, mi vida –contestó él- Y entonces… ¿aceptas?
-Acepto. Si quiero ser tu mujer…
-Mía… solo mía
Nani Jonas
Re: "El Trato" - Joe y tu Terminada
Epilogo
-La primera vez –gruñó Joe, enterrándose en ella con una prolongada embestida- que te hice mía –continuó entrecortadamente.
-Después me lo cuentas –susurró ella.
-Sentí –siguió sin hacerle caso- Me sentí como un ener… gúmeno, energúmeno –repitió.
El sexo de su joven y amada esposa se contrajo con violencia, mientras, el orgasmo crecía y crecía en ella. Su cuerpo se sacudió, y se aferró a los hombros de Joe, mientras retorcía los pies, frotándose contra él. Todo su cuerpo se movía con desesperación, mientras él se habría paso una y otra vez en su interior, cada vez más rápido, más deprisa.
Ella lo llamó mientras una intensa oleada de placer la llevaba, a la cima, de la que descendió mientras él buscaba su propia liberación, que llegó mientras gritaba cuanto la amaba.
Joe la mantuvo abrazada, hasta que ella dejaba de temblar. Y la besó en la cabeza, con amor, mientras pegaba sus cuerpos.
-¿Qué decías? –suspiró ella, intentando pensar.
-Que la primera vez que te hice mía… me sentí como un energúmeno, y un cavernícola.
_______ rió divertida.
-¿Ah, si? Esas palabras me suenan… ¿Y se puede saber por qué…?
-Porque… descubrí que eras virgen… -dijo él, muy bajito.
-Machista –rechistó ella, golpeándolo con amor.
-¡Lo siento, tesoro, pero no pude sentirme más dichoso al saberme tu primer amante!
-Da igual, sigues siendo un machista. Pero te amo… -terminó.
Un pequeño golpe resonó en la puerta, y ellos se miraron divertidos. Deprisa se pusieron sus pijamas o parte de ellos y se taparon.
-Entra, cielo –dijo _______.
El pequeño de tres años entró en la habitación, abrazado a su osito y miró a sus padres con los ojos soñolientos.
-¿Qué haces aquí, Adam? –preguntó Joe, a su hijo que llevaba su segundo nombre.
-Tengo miedo –dijo el pequeño.
-Ven aquí, tesoro –lo llamó su madre, aún sabiendo que era todo una mentirita de su pequeño niño.
Nada más llegar a la cama, Adam, saltó sobre el colchón, hasta que su padre lo cogió y lo metió entre a ellos en la cama.
-¿Algún día nos dejarás dormir solos? –preguntó su padre.
-Shi… -dijo el pequeño.
-Oh que sorpresa –ironizó _______- ¿Y se puede saber cuando, monstruito?
-Cuando nazca mi “manito” –sonrió el pequeño, bostezando.
__________ y Joe se miraron, y el chiquitín cayó en los brazos de Morfeo, abrazado a su peluche.
-Pues para eso aún nos quedan siete meses –se quejó Joe.
-No pasa nada, no sabemos la hora a la que viene…
-Oh si… eso nos da ventaja.
Cuatro años de matrimonios, un pequeño niño que demostraba su amor, y otro en camino ¿algo más para ser feliz?
-Te amo –susurró ________, acariciando el rostro de su esposo.
-Yo tambien te amo.
FIN
-La primera vez –gruñó Joe, enterrándose en ella con una prolongada embestida- que te hice mía –continuó entrecortadamente.
-Después me lo cuentas –susurró ella.
-Sentí –siguió sin hacerle caso- Me sentí como un ener… gúmeno, energúmeno –repitió.
El sexo de su joven y amada esposa se contrajo con violencia, mientras, el orgasmo crecía y crecía en ella. Su cuerpo se sacudió, y se aferró a los hombros de Joe, mientras retorcía los pies, frotándose contra él. Todo su cuerpo se movía con desesperación, mientras él se habría paso una y otra vez en su interior, cada vez más rápido, más deprisa.
Ella lo llamó mientras una intensa oleada de placer la llevaba, a la cima, de la que descendió mientras él buscaba su propia liberación, que llegó mientras gritaba cuanto la amaba.
Joe la mantuvo abrazada, hasta que ella dejaba de temblar. Y la besó en la cabeza, con amor, mientras pegaba sus cuerpos.
-¿Qué decías? –suspiró ella, intentando pensar.
-Que la primera vez que te hice mía… me sentí como un energúmeno, y un cavernícola.
_______ rió divertida.
-¿Ah, si? Esas palabras me suenan… ¿Y se puede saber por qué…?
-Porque… descubrí que eras virgen… -dijo él, muy bajito.
-Machista –rechistó ella, golpeándolo con amor.
-¡Lo siento, tesoro, pero no pude sentirme más dichoso al saberme tu primer amante!
-Da igual, sigues siendo un machista. Pero te amo… -terminó.
Un pequeño golpe resonó en la puerta, y ellos se miraron divertidos. Deprisa se pusieron sus pijamas o parte de ellos y se taparon.
-Entra, cielo –dijo _______.
El pequeño de tres años entró en la habitación, abrazado a su osito y miró a sus padres con los ojos soñolientos.
-¿Qué haces aquí, Adam? –preguntó Joe, a su hijo que llevaba su segundo nombre.
-Tengo miedo –dijo el pequeño.
-Ven aquí, tesoro –lo llamó su madre, aún sabiendo que era todo una mentirita de su pequeño niño.
Nada más llegar a la cama, Adam, saltó sobre el colchón, hasta que su padre lo cogió y lo metió entre a ellos en la cama.
-¿Algún día nos dejarás dormir solos? –preguntó su padre.
-Shi… -dijo el pequeño.
-Oh que sorpresa –ironizó _______- ¿Y se puede saber cuando, monstruito?
-Cuando nazca mi “manito” –sonrió el pequeño, bostezando.
__________ y Joe se miraron, y el chiquitín cayó en los brazos de Morfeo, abrazado a su peluche.
-Pues para eso aún nos quedan siete meses –se quejó Joe.
-No pasa nada, no sabemos la hora a la que viene…
-Oh si… eso nos da ventaja.
Cuatro años de matrimonios, un pequeño niño que demostraba su amor, y otro en camino ¿algo más para ser feliz?
-Te amo –susurró ________, acariciando el rostro de su esposo.
-Yo tambien te amo.
FIN
Nani Jonas
Re: "El Trato" - Joe y tu Terminada
ola soi nueva lectora i me enknto.............la nov........
jamileth
Re: "El Trato" - Joe y tu Terminada
hermosoo Finaaal enserio Gracias por subirnoss la
novelaa :) :cheers: :sad: LEERE LA otraa :)
novelaa :) :cheers: :sad: LEERE LA otraa :)
Rachel lovebug
Re: "El Trato" - Joe y tu Terminada
Waaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa
pero qe final mas HERMOSO
Te juro qe lo ameeee *-* fue presioso
Ya me imagino a Adam! qe lindo
de verdad, gracias por subir esta nove, fue fantasticaa!
Cuenta conmigo en la nueva nove!
pero qe final mas HERMOSO
Te juro qe lo ameeee *-* fue presioso
Ya me imagino a Adam! qe lindo
de verdad, gracias por subir esta nove, fue fantasticaa!
Cuenta conmigo en la nueva nove!
CrazyxJonas
Re: "El Trato" - Joe y tu Terminada
CrazyxJonas escribió:Aaaaggggg! Mira; ODIO. pero ODIO al estupido ese de David, osea quien se cree para tratarla asi... todo es su culpa y aaaaaggg ojala se muera! xD
Y este Joseph... no entiende qe _______ no quiere estar con el por una maldita deuda, solo por amor??
Espero qe se de cuenta pronto y no demaciado tardee!
Waaaaa me encnata la nove, lo juro...
Siguela prontooo, muero por more!! xdd ;)
PD: Ojala qe le haya ido bien a tu mama (:
Sigueeeee!
gracias a dios mi mama salio muy bien de su operacion jajaja :D
perdon esqe no e tenido tiempo de leer sus comentarios poreso no
lo habia visto :oops:
Nani Jonas
Re: "El Trato" - Joe y tu Terminada
lizandra133 escribió:hola!!
nueva lectora siguelaa
siguelaa!!
aunqe ya termino la nove no importa bienvenida :D
perodon no habia visto tu comentario esqe e estado muy ocupada
Nani Jonas
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