Los Mejores Amigos [ Logan Lerman]

Me sentía realmente estúpida. Una verdadera idiota por no ver lo que tenía al frente de mis ojos. Sentía que de alguna forma u otra lo sabía, solo que no quería aceptarlo, no quería aceptar que ya no veía a Logan como el dulce chico de lentes y camisas clásicas. Ya no era el chico de antes que conquistaba a las chicas con tan solo una mirada y una sonrisa coqueta en el rostro. Ahora todo había cambiado, y lo que me carcomía la cabeza era saber si había cambiado todo para bien, o todo para mal.

Ya había pasado una semana desde beso y desde su confesión, pero aun así las cosas seguían algo tensa entre nosotros. Casi siempre tratábamos de esquivarnos y estar separados, y todos se dieron cuenta de lo que sucedía. Solo me había atrevido a decirle a Olivia lo que había sucedido y ella les había explicado a Brie y a Natasha que solo estábamos un poco peleados. No sabía si Logan había hablado de con alguien más de lo sucedido, pero estaba segura de que Freddie sabia solamente. Nunca fue de confiar demasiado en las personas, pero en el rubio si confiaba.

Me reí para mis adentros ¿Quién diría que después de grandes peleas y golpes entre ellos, pasaran de rivalidad a amistad? Cada vez entendía menos a los hombres.

Lo único bueno que había pasado en la semana fueron dos cosas; Primero, hoy era el último día de clases en la universidad. Nos otorgarían tres semanas de vacaciones para poder disfrutar las fiestas sin ningún estrés. Segundo, Hamber había llamado hace dos días diciéndome que su compañera del departamento donde vivía - otorgado por la universidad - se iría a Chicago a visitar a sus parientes, y que quería que Logan y yo vallamos a visitarla. Cuando le había planteado la idea a Logan, el había aceptado emocionado. Los dos necesitábamos un respiro de tantos estudios y volver a ver a nuestra vieja amiga.

Pero antes de que pudiéramos irnos, James quiso una última fogata para festejar las vacaciones, luego a la mañana siguiente podríamos irnos. Solo eran cinco horas de viaje, así que no nos preocupábamos demasiado. Y era mejor conducir a la luz del día, y más con el descapotable de los 70’ que usábamos los dos como vía de transporte.

- ¡Bella! ¿Estás lista? - pregunto Logan desde la planta de abajo.

- ¡Dame un minuto!

- Eso dijiste hace diez - replico molesto.

- Es fácil, Lerman. Esperas o esperas. - farfulle molesta.

Seguí arreglándome tratando de no pasarme por alto ningún detalle. Ahora que sabía que Logan estaba enamorado de mi, y los sentimientos que había descubierto, comencé a arreglarme más de lo común. Sabía que lo que hacía estaba mal, porque Logan había preferido que lo dejemos ahí y sigamos siendo los de siempre. Pero yo no podía, aun seguía retumbando sus palabras en mi mente y podía sentir sus dulces labios sobre los míos, provocando tantas emociones y escalofríos por mi cuerpo.

-¡Ya llegamos!- exclamo James entrando por la puerta justo cuando bajaba las escaleras.

- No grites – le dijo Daimon molesto.

- ¡Pero que linda te ves, Bella! –opino Natasha regalándome una sonrisa dulce.

Todos los que estaban de espalda – en especial Logan – se dieron la vuelta observándome. Sus ojos se conectaron con los míos, y por extraño, una sensación de placer y alegría golpearon mi pecho con fuerza. Deje deslizar una sonrisa en mi rostro al ver como se formaba en la suya ¿Cómo no me había podido dar cuenta antes? Ah sí, porque soy una gran estúpida.

- ¿A quién vas a salir a conquistar así? – pregunto divertido Freddie - Ultimamente pareces una gatita - su burlo riendose.

- Que te importa – lo fulmine con la mirada - ¿Y tu Freddie? ¿A qué hombre iras a levantarte a la esquina? Porque con esas ropas no tendrás suerte, menos mal que tienes aun tu cara de nena.

- JA-JA-JA, muy gracioso de tu parte, Bella – me devolvió la mirada desafiante mientras otros reían un poco.

- ¿En serio deben irse mañana? – pregunto Brie algo triste.

- Solo serán tres días, volveremos – le aseguro Logan dándole una sonrisa.

- ¡Es feo de su parte abandonarnos así! – replico molesto James.

- Hey, van a volver, y podrás molestarlos el tiempo que quieras – comento Olivia poniendo una mano en el hombro de James – Ahora larguémonos que no tenemos toda la noche.

- ¿Llevan leña? – pregunto Natasha antes de que salgamos.

- Si, Logan la tiene en el auto – conteste a la rubia quien me sonrió con alegría.

- ¿Hay cerveza? – pregunto Daimon poco interesado.
- Compre yo – asintió Fredd saliendo por la puerta.

Cuando al fin se fueron todos a sus respectivos autos, Logan y yo subimos en el mío. No estaba de humor para manejar, por lo que le pedí que lo hiciera el, además con los arreglos que él le había hecho parecía más suyo que mío.

Seguimos al auto de Freddie en silencio completo sin decir ninguna palabra. Solo se podía escucha la radio con música. Estar así con Logan en silencio me incomodaba y me daba más nervios que antes.

- ¿Y… como estas? – pregunte entablando conversación.

- Pues… - dudo un poco extrañado antes de hablar – bien, estoy bien ¿Y tú?

- Perfecta – conteste levantando los hombros - ¿Y qué haces?

- Manejo ¿Y tú?

- Pues, estoy sentada… ¡Que mierda! Parecemos estúpidos hablando así – dije soltando una pequeña risita y Logan me siguió.

- Es de lo más tonto – coincidió conmigo - ¿A qué hora saldremos mañana para lo de Hamber?

- A las nueve.

- Preferiría a las siete, llegamos antes.

- Pero yo quiero dormir hasta las ocho.

- ¡Solo te levantaras dos horas antes! – repuso molesto.

- ¡Vamos a quedarnos hasta tarde aquí! ¡Nos vamos a las nueve!

- Esto solo se arregla de una manera – suspiro con pesadez.

- ¿Ah sí? ¿Cuál, genio? – pregunte sonriéndole engreídamente.

- Piedra, papel, y tijera. Pero hagámoslo antes de que nos vallamos a dormir.

- De acuerdo – asentí sonriendo de oreja a oreja.

Una vez que ya habíamos estacionado detrás del auto de Freddie, nos quedamos mirándonos uno al otro por varios segundos. No sé en qué momento, pero Logan y yo estábamos tan cerca a punto de besarnos. Dios, deseaba volver a sentir un beso suyo. Me encantaban, los amaba. Pero ¿Amaba a Logan? ¿Estaba enamorada de él?

- No puedo hacerlo – dijo separándose de mi antes de que pudiéramos llegar al beso – Lo siento, Bells. Pero tú y yo solo somos amigos.

Un silencio incomodo se formo entre nosotros, y solo había escuchado el sonido de mi corazón rompiéndose. ¿Por qué me dolía tanto que Logan me rechazara?

- Tienes razón, Logan – asentí. – Necesito hablar algo contigo esta noche. Es serio.

- Está bien, Bells – dio una media sonrisa – ahora bajemos antes de que sospechen.

- ¿Qué sospechen? ¿Acaso es un amor clandestino lo que tenemos? – pregunte divertida lanzando una risita.

- Por ahora no, Julieta mía – respondió el con humor.

- Vamos, Romeo.