Mejores Amigos

Ellos eran mejores amigos desde mucho, de hecho ninguno de los dos recordaba un momento en sus vidas en que no estuviera junto al otro, ella una artista, él un abogado cada uno con ambiciones diferentes pero juntos.

Ella siempre había dicho que el poder de la imaginación era grande, que a veces lo que imaginas se puede hacer realidad para luego quedarse mirándole con una sonrisa que él no identificaba pero que se había acostumbrado a ver al pasar de los años, ella siempre fue un poco rara pero él lo atribuía a que los artistas son así, siempre hablando de cosas raras, siempre actuando de maneras diferentes y con una visión de vida que personas como él no podrían ver aunque estuvieran en sus narices. Pero era su mejor amiga, una parte de su alma, un trozo de su corazón, como la hermanita que nunca tuvo así su diferencia de edad fuera de unos días, él nunca podría pensar mal de ella aunque sus otros compañeros le decían que ella era un peligro.

Pero debió hacerlo, debió escucharlos.

Fue a visitarla como lo hacia cada tarde después de salir de su despacho, ella trabajaba en casa así que no era muy difícil deducir que se encontraría con ella allí.

Ella siempre tan absorta en su trabajo con la cara llena de manchas de colores, el pincel en la mano derecha y una gran sonrisa invitándolo a pasar, así se pasaban las tardes, ella pintando y él viéndola pintar era por así decirlo una rutina ya marcada, pero había algo que le causaba curiosidad, aunque ella tuviera la cara ya mancha de varios colores junto con su ropa el color que mas remarcaba era el rojo sangre.

Ella siempre tuvo afinidad a ese color, desde que la conocía siempre supo que ese era su color favorito, pero como siempre su ingenuo pretexto por tacharla de alguien normal volvía y le decía que eso era algo común tanto como que a él le gustara el color verde.

Pero no lo era en ella nada era común.

Ella le sirvió un poco de té y unas galletas de limón la fruta favoritas de ambos a él porque le gustaba el sabor amargo de este, a ella porque al colocarlo en una herida ardía, a él le costo mucho colocar eso en su lista de lo que hacían las personas normales pero igual lo hizo con la estupida excusa de que nadie mandaba en los gusto de una persona y aunque sonara un poco sadomasoquista eran sus gusto.

Pobre ingenuo.

En un momento ella dejo de pasar el pincel en el lienzo algo que todavía no se le veía forma, él levanto la vista del libro para ver que había pasado, ella nunca dejaba de dibujar tan drásticamente ni siquiera cuando le faltaba inspiración.

¿Qué sucede?-pregunto él dejado el libro el la pequeña mesita de café al lado de las galletas y el té.

Nunca has pensado que pasaría si yo te intentara matar-dijo ella con esa sonrisa que a muchos hacia estremecer de miedo menos a él y los ojos fijos en el lienzo, mientras él intentaba asimilar lo que escucho- ¿Me dejarías sola? ¿Dejarías de ser mi amigo? ¿Me dejarías de visitar?-pregunto ella con voz suave y ahora mirándolo a los ojos aguados y con lo que al parecer era miedo.

¿Porque me dices eso?-dijo él mirándola extrañado.

Solo respóndeme-dijo ella muy seria, muy pocas veces se le vea seria, ella siempre tenia una sonrisa para todos y mas que todo para él.

Pues no veo el porque me intentes hacer daño-dijo él soltando un risita nerviosa, a que venia esas preguntas, porque estaba tan interesada en que las respondiera- o algo tan grande como matarme, pero respondiendo a tu pregunta yo jamás te dejaría sola tu y yo nunca dejaremos de ser los mejores amigos del mundo- termino abrazándola con fuerza y darle una sonrisa sincera para luego volver a sentarse en el sillón regresando a su lectura.

Mala idea muy mala idea.

Empezó a abrir los ojos lentamente, se había quedado dormido viéndola pintar, después de esa tan peculiar conversación no habían vuelto a hablar pero sabia que a ella por alguna extraña razón su respuesta le había calmado, él la conocía tan bien.

O eso creía.

Noto que sus brazos le dolían, vio a su alrededor y pudo ver que ya no estaba en la sala sino en un cuarto en lo que al parecer eran de tonos grises y rojos, con olor metálico nunca había visto esa habitación, como había llegado allí.

Volteo a ver a su alrededor y la vio, a ella, viéndolo con esa sonrisa que nunca supo descifrar, con la cara mancha de rojo sangre o mejor dicho con sangre.

Pero…que-dijo él tratando de soltarse de la camilla donde estaba, donde vio que tenia los brazos atado.

Siempre dije que la imaginación puede hacerse realidad-dijo ella acercándose a él con lo que al parecer era un enorme cuchillo-y yo siempre te imagine así-dijo pasando su dedo lleno de sangre en el rostro de él.

¿Por qué haces esto?-dijo él mirándola fijamente.

No lo se-dijo ella soltando el cuchillo con los ojos llorosos y estirándose el cabello frustrada- no puedo con esto tu no entiendes, no me obligues a hacerlo mas difícil-dijo mas recompuesta y volviendo a agarrar el cuchillo del suelo.

¿Solo responde?-dijo tranquilo pero con el miedo reflejado en sus ojos.

En mi mente tu estas conmigo-dijo ella con voz de niña mientras bajaba la voz-aparte todos los de aquí me gritan que te mate-dijo pasando el cuchillo por el brazo de él haciendo que gritara de dolor.

No lo hagas-dijo él conteniendo las ganas de llorar mientras la veía fijamente- no tienes que hacerlo, somos los mejores amigos, no puedes hacernos esto-dijo ya sin retener las lagrimas mientras ella ladeaba la cabeza y le daba una mirada inocente, esa que él siempre veía cada vez que hablaban.

Pero es que ellos me lo dicen-dijo ella mirándolo- aparte el rojo es muy color preferido-dijo con una sonrisa torcida mientras pasaba en un movimiento rápido el cuchillo por la cara de él dejando que un hilillo de sangre saliera de su mejilla para después pasar su lengua por la herido, haciendo que gritara mas fuerte.

¡Si vas a matarme, hazlo ahora!-dijo él ya sin fuerzas, por alguna extraña razón él no podía negarle nada a ella, ni siquiera que lo matara, ella era la luz de sus ojos y si moría a manos de ella pues que mas daba.

Pero dejaría de ser divertido-dijo ella pasando el cuchillo por el estomago de él haciendo una herida profunda casi llegando a sus intestinos.

¿A quien más le has hecho esto?-dijo él jadeando mientras lagrimas salían de sus ojos sin control, haciendo que ella se detuviera y lo mirara con indignación.

Como crees que yo le haría algo a alguien sin habértelo echo a ti primero-dijo ella llenando su mano de la sangre de él que salía de si estomago y pasándosela en la cara dejando una mancha en ella como si fuera pintura- somos los mejores amigos no lo recuerdas-dijo con una sonrisa y él solo logro gritar.

Ella se acercaba a hacerle otra herida, seguro ahora si lo mataría, él vio la oportunidad y lanzo una patada dándole en todo el estomago, haciendo que soltara en cuchillo, le hiriera la pierna, retrocediera y le cayera una repisa de instrumentos de dibujo encima haciendo que se desmayara, él con mucho esfuerzo se logro soltar del agarre de la camilla, pararse y darle un vistazo a su amiga que yacía inconsciente en el piso, la sangre de su estomago goteaba en la cabeza de ella, logro salir de esa lujubre habitación, agarro el teléfono fijo y logro llamar al 911 pidiendo ayuda para luego caer sin fuerzas en el sillón donde en un principio había estado.

De eso habían pasado dos años, en los que él se había dado cuenta que ella no era alguien normal, ni llegaba a ser nombrada como alguien diferente.

Puedes pasar-dijo un hombre fornido todo vestido de blanco termino mostrándole una puerta blanca que el conocía muy bien.

Él entro y vio la habitación toda de blanco con las paredes tapizadas de acolchado y con manchas de pintura, lienzos, pinceles, un caballete y una chica la que desde siempre era su mejor amiga, la chica a la que siempre adoro, la que siempre fue y será parte de su alma.
Llegas tarde-dijo ella mientras pintaba algo en un lienzo con voz dulce.

Lo siento-dijo el con una sonrisa mientras le daba un beso en los labios-había un caso de asesinato y me tuve que quedar a terminarlo-dijo mientras le acariciaba una mejilla mientras ella volvía a pintar tenia toda la cara rojo, rojo sangre.

Esos es porque no eran mejores amigos-dijo ella mirando a la nada como aquella vez-no era un buen amigo como tu-dijo para seguir pintando.

Si no lo eran-dijo dándole un beso en el cabello y se fue a sentar como cada tarde después del trabajo hacia.

Si, ella era una psicópata, pero era su psicópata, su artista la cual sabia que un día terminaría matándolo de una forma cruel y despiadada, pero que mas daba ya no se sabia quien estaba pero si él o si ella.

Porque eran mejores amigos.

Porque iban a estar juntos en las buenas y en las malas.

me encanto, esta muy lindo el shot. deberías hacer otro

B'smile escribió:me encanto, esta muy lindo el shot. deberías hacer otro

Que bueno que te gusto...la verdad este One lo hice fue para un concurso de Halloween para la categoria de Psicópatas... pero tengo muchos one del mundo de Harry y una que otro original que despues subire...

Besos y un abrazo de osito Teddy

Mary Bonnet