Conectarse
Últimos temas
miembros del staff
Beta readers
|
|
|
|
Equipo de Baneo
|
|
Equipo de Ayuda
|
|
Equipo de Limpieza
|
|
|
|
Equipo de Eventos
|
|
|
Equipo de Tutoriales
|
|
Equipo de Diseño
|
|
créditos.
Skin hecho por Hardrock de Captain Knows Best. Personalización del skin por Insxne.
Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
Asleep || A Nigthmare
O W N :: Archivos :: Novelas Abandonadas
Página 1 de 2. • Comparte
Página 1 de 2. • 1, 2
Asleep || A Nigthmare
Ficha de la serie
• Titulo: Asleep
• Autor: Me
• Adaptación: Nada de eso
• Género: Ficción, Romance, Fantasía
• Contenido: Pequeñas grandes confusiones.
• Advertencias: Seré constante si la situación lo demanda. Los capítulos serán subidos a un ritmo...perseverante (?
• Otras páginas: Ninguna.
Sinopsis
Asleep || Just a Nigthmare
Todos estaban muriendo. Técnicamente. Pero no. La epidemia invadió a la mayoría de los pobladores. Una vez con el virus, sus vidas se cernían en una lóbrega oscuridad; abandonaban el mundo de la vigilia para unirse a otro en donde su consciencia estaba reprimida y su dolor era agonizante y continuo. Ya no despertaban.
Ya no había marcha atrás: ni cura ni antídoto, si el virus lograba adherirse, el proceso era inevitable: el parásito se reproducía e invadía el sistema nervioso, haciendo caer a las víctimas en un profundo sueño. La enfermedad mantenía su tormento latente y vivo: los conservaba en un vaivén entre el presente y la oscuridad, sólo con un único sentido, con una sola manera de percepción: escuchar.
El heredero al trono fue atrapado por esa penumbra, esa enfermedad. Después de que fuera absorbido por la oscuridad, el futuro de aquellos que aún permanecían despiertos empezaba a flaquear; y la esperanza, a menguar.
La desesperación de la muchedumbre provocó que recurrieran a las artes oscuras—práctica que en esos tiempos era muy limitada, y se conocía sólo en leyendas urbanas—, el único inconveniente: No había hombre que se atreviese a tomar el riesgo de entregar su alma a las tinieblas y a la eterna oscuridad. Nadie poseía ese poder desde el nacimiento, nadie... Ningún hombre de las cercanas tierras.
“En la desesperación sólo se encuentra locura. Esa noche, los Jinetes cabalgaron por tres inviernos seguidos. Arrasaban con toda tierra y exigían la magia negra. Y cuando iban a regresar…la encontraron a ella”
Ya no había marcha atrás: ni cura ni antídoto, si el virus lograba adherirse, el proceso era inevitable: el parásito se reproducía e invadía el sistema nervioso, haciendo caer a las víctimas en un profundo sueño. La enfermedad mantenía su tormento latente y vivo: los conservaba en un vaivén entre el presente y la oscuridad, sólo con un único sentido, con una sola manera de percepción: escuchar.
El heredero al trono fue atrapado por esa penumbra, esa enfermedad. Después de que fuera absorbido por la oscuridad, el futuro de aquellos que aún permanecían despiertos empezaba a flaquear; y la esperanza, a menguar.
La desesperación de la muchedumbre provocó que recurrieran a las artes oscuras—práctica que en esos tiempos era muy limitada, y se conocía sólo en leyendas urbanas—, el único inconveniente: No había hombre que se atreviese a tomar el riesgo de entregar su alma a las tinieblas y a la eterna oscuridad. Nadie poseía ese poder desde el nacimiento, nadie... Ningún hombre de las cercanas tierras.
“En la desesperación sólo se encuentra locura. Esa noche, los Jinetes cabalgaron por tres inviernos seguidos. Arrasaban con toda tierra y exigían la magia negra. Y cuando iban a regresar…la encontraron a ella”
- Pan <33:
- ¡Holaaaaaaaaa! Gustosa de conocer a los que pasen por aquí. Soy Peeko y una novata en el campo del homicidio (? Ok no e.e Cómo ibamos hablando Esta idea rondaba por mi cabeza por días, por no decir meses...pos, porque...no (? Y bueno, aquí esta lista para ser devorada ^^ Debo decir que estaría encantada de que comentaran si les gusto, y que sigan la novela. Es para ustedes, y ustedes me animan :aah: Y pos, yo sé que quieren lasfhalfhasfla Bye c:
Última edición por HidePeek el Vie 10 Ene 2014, 10:29 pm, editado 1 vez
HidePeek
Re: Asleep || A Nigthmare
alfjalfhalsfhal Majo :'D Pues, gracias por ser mi primera lectora. (Esperaré a que esto se llene para subir cap xddd) Love yah
HidePeek
Re: Asleep || A Nigthmare
¡Peeko querida! ahre. Ya estoy aquí comentando esta fic que me ha llamado en demasía la atención bc amo todo este homicidio(? e,e because me gustaría matar a alguien(? ahre. Okno xd.
Pues. sigue pronto, te entrego mis pocas fuerzas para quitarte esa flojera de encima(? ah.
Bai, besos de miel(? :hug:
Pues. sigue pronto, te entrego mis pocas fuerzas para quitarte esa flojera de encima(? ah.
Bai, besos de miel(? :hug:
Invitado
Invitado
Re: Asleep || A Nigthmare
akfsjalsfhalhf Tú si que me das fuerzas :cosi: El homicidio es bueno Y mañana estaré subiendo un capítulo bien sensuah' Love yah, Yay :arrastro:harrystlouis escribió:¡Peeko querida! ahre. Ya estoy aquí comentando esta fic que me ha llamado en demasía la atención bc amo todo este homicidio(? e,e because me gustaría matar a alguien(? ahre. Okno xd.
Pues. sigue pronto, te entrego mis pocas fuerzas para quitarte esa flojera de encima(? ah.
Bai, besos de miel(? :hug:
HidePeek
Re: Asleep || A Nigthmare
Capítulo 1
“—No puedo verte. Si estás ahí…sálvame, por favor.”
Lo últimos rayos del sol tocaban fugitivamente la húmeda hierba del bosque, los pequeños respiros de las flores impregnaban el aire y el cielo se teñía de suaves colores pastel. Un jinete cabalgaba junto con su corcel blanco, los cascos de vez en cuando rompían una que otra hoja seca o tronaban contra alguna piedra. Entonaba una suave melodía entre murmullos, fundiéndose su apagada voz con el viento que corría hacia el sur, la dirección contraria a la que estaban tomando rumbo.
Huir no fue fácil. Pero caer en tierras desconocidas es la última opción. Escuchaba cascos a lo lejos, pero ya no se preocupaba de nada. Encomendaba su persona a quien quiera que pudiese aparecer. Ya no confiaba en nadie; pero la desesperación lo llevó a depender de lo que nunca es seguro.
La brisa soplaba poco, pero era lo suficientemente impetuosa para llevar el olor agradable de la hierba. Las hojas de los árboles marchitos se desprendían con rapidez. Era un bosque viejo.
— Deténgase— Una voz salió improvista desde algún lugar cercano del jinete vestido en traje aguamarina y níveo, cubierto hasta la cabeza.
La melodía cesó, pero su corcel siguió con su cadencioso caminar por el pedregoso camino.
— ¡Deténgase en nombre del rey!— Habló por segunda vez.
El jinete arrió las riendas del caballo y con un rápido movimiento desenvainó una espada de hierro pulido, esculpido con extrañas runas y la empuñadura cubierta en piedras preciosas.
La voz oculta susurro algo inentendible y pronto ocho jinetes más rodearon al único. Todos llevaban trajes negros, cómo si se vistieran de luto y fueran a parar a un funeral en cualquier momento.
— Descúbrase la cabeza— dijo una voz áspera y tranquila, ignorando el hecho de que estuviera armado y estuviera empuñando una espada de reyes.
— ¡Haga lo que se le dice!—espetó la otra voz.
—Tranquilo, Sir Road—le susurró a este.
Ahora mismo, no encontraba una salida. Todos los jinetes negros estaban cubriendo sus posibles escapes. Su espada relucía con las últimas centellas del astro, aún sujeta con una mano en el aire.
Todos sabían a quién pertenecía esa espada: el Rey Avenir, de las Tierras del Sur. El reino del Norte estaba al mando del Rey Debentur, que en un pasado había mantenido relaciones poderosas con las Tierras del Sur, comerciando finas telas o intercambiando preciados recursos.
Y luego, las Tierras del Sur perecieron en decadencia. El rey Avenir fue acusado de asesinato a su esposa, y fue colgado por los pobladores. Su única descendencia huyó y el hermano del Rey Avenir, Setherdón, subió al trono. Resultó ser un desgraciado déspota. Cerró los comercios con el norte, sellando las Grandes Puertas.
El reino del Norte se las arregló para mantenerse estable en la economía, pero una extraña enfermedad cayó sobre ellos. El rey Debentur se volvía viejo, y su único hijo había sido alcanzado por la epidemia. Todos los signos vitales señalaban claramente que no había vida en los cuerpos. Sin pulso, sin respiración. Pero lo más extraño era que estaban con vida.
Tres médicos se expusieron al contagio para describir la enfermedad hasta donde los conocimientos le daban. Las puertas de la fortaleza se cerraron y el contacto del pueblo fue anulado. Había suficiente comida para los sobrevivientes, y los demás estaban postrados en cama, en un sueño profundo y su pulso muerto cómo una celada para que desecharan los cuerpos aparentemente sin vida.
El mal estaba hecho, y no se remendaba. A no ser que se atacara con mal. Ancianos minusválidos contaban con temor que en las Tierras del Sur había nacido un alma nata a la magia negra.
Los jinetes partieron ese día, pero las Grandes Puertas estaban cerradas.
—Descúbrase la cabeza—pronunció nuevamente la voz.
El jinete enfundó la espada. Alzó sus manos, cubiertas con la fina tela, a la altura de sus orejas y descorrió la capucha. Una cabellera larga castaña ondeó con el viento y unos ojos azulados recorrieron a todos los hombres. La chica sonrió de lado y habló con voz arrogante:
— ¿Cómo están, señores?—luego añadió con una voz impotente—. Soy Owen, hija de Avenir, hijo de Erendir. Heredera al trono de las Tierras del Sur.
Huir no fue fácil. Pero caer en tierras desconocidas es la última opción. Escuchaba cascos a lo lejos, pero ya no se preocupaba de nada. Encomendaba su persona a quien quiera que pudiese aparecer. Ya no confiaba en nadie; pero la desesperación lo llevó a depender de lo que nunca es seguro.
La brisa soplaba poco, pero era lo suficientemente impetuosa para llevar el olor agradable de la hierba. Las hojas de los árboles marchitos se desprendían con rapidez. Era un bosque viejo.
— Deténgase— Una voz salió improvista desde algún lugar cercano del jinete vestido en traje aguamarina y níveo, cubierto hasta la cabeza.
La melodía cesó, pero su corcel siguió con su cadencioso caminar por el pedregoso camino.
— ¡Deténgase en nombre del rey!— Habló por segunda vez.
El jinete arrió las riendas del caballo y con un rápido movimiento desenvainó una espada de hierro pulido, esculpido con extrañas runas y la empuñadura cubierta en piedras preciosas.
La voz oculta susurro algo inentendible y pronto ocho jinetes más rodearon al único. Todos llevaban trajes negros, cómo si se vistieran de luto y fueran a parar a un funeral en cualquier momento.
— Descúbrase la cabeza— dijo una voz áspera y tranquila, ignorando el hecho de que estuviera armado y estuviera empuñando una espada de reyes.
— ¡Haga lo que se le dice!—espetó la otra voz.
—Tranquilo, Sir Road—le susurró a este.
Ahora mismo, no encontraba una salida. Todos los jinetes negros estaban cubriendo sus posibles escapes. Su espada relucía con las últimas centellas del astro, aún sujeta con una mano en el aire.
Todos sabían a quién pertenecía esa espada: el Rey Avenir, de las Tierras del Sur. El reino del Norte estaba al mando del Rey Debentur, que en un pasado había mantenido relaciones poderosas con las Tierras del Sur, comerciando finas telas o intercambiando preciados recursos.
Y luego, las Tierras del Sur perecieron en decadencia. El rey Avenir fue acusado de asesinato a su esposa, y fue colgado por los pobladores. Su única descendencia huyó y el hermano del Rey Avenir, Setherdón, subió al trono. Resultó ser un desgraciado déspota. Cerró los comercios con el norte, sellando las Grandes Puertas.
El reino del Norte se las arregló para mantenerse estable en la economía, pero una extraña enfermedad cayó sobre ellos. El rey Debentur se volvía viejo, y su único hijo había sido alcanzado por la epidemia. Todos los signos vitales señalaban claramente que no había vida en los cuerpos. Sin pulso, sin respiración. Pero lo más extraño era que estaban con vida.
Tres médicos se expusieron al contagio para describir la enfermedad hasta donde los conocimientos le daban. Las puertas de la fortaleza se cerraron y el contacto del pueblo fue anulado. Había suficiente comida para los sobrevivientes, y los demás estaban postrados en cama, en un sueño profundo y su pulso muerto cómo una celada para que desecharan los cuerpos aparentemente sin vida.
El mal estaba hecho, y no se remendaba. A no ser que se atacara con mal. Ancianos minusválidos contaban con temor que en las Tierras del Sur había nacido un alma nata a la magia negra.
Los jinetes partieron ese día, pero las Grandes Puertas estaban cerradas.
—Descúbrase la cabeza—pronunció nuevamente la voz.
El jinete enfundó la espada. Alzó sus manos, cubiertas con la fina tela, a la altura de sus orejas y descorrió la capucha. Una cabellera larga castaña ondeó con el viento y unos ojos azulados recorrieron a todos los hombres. La chica sonrió de lado y habló con voz arrogante:
— ¿Cómo están, señores?—luego añadió con una voz impotente—. Soy Owen, hija de Avenir, hijo de Erendir. Heredera al trono de las Tierras del Sur.
“Sé que estás ahí. ¡Ayúdame!”
- Hallo :
- Aquí les dejo el primer cap. Espero les guste :'D Esta un poco corto, idk, maybe, haga el segundo más largo. Byeee
Última edición por HidePeek el Lun 13 Ene 2014, 11:52 pm, editado 1 vez
HidePeek
Re: Asleep || A Nigthmare
Bueno hide aqui me tienes y la verdad es que hasta ahora y no solo porque me acosabas diciendo que me pase xd me ha gustado como va yendo esta historia me llamo la atencion de verdad seguila maldita besos...
Sunny xx.
Sunny xx.
sunflower
Re: Asleep || A Nigthmare
Sunny Ahque yo sabía que te iba a gustar mi sensualona historia :amor: Te acosé sólo dos veces También te quiero :-w-: Pd: Pos, la seguiré, la seguirésunflower escribió:Bueno hide aqui me tienes y la verdad es que hasta ahora y no solo porque me acosabas diciendo que me pase xd me ha gustado como va yendo esta historia me llamo la atencion de verdad seguila maldita besos...
Sunny xx.
HidePeek
Re: Asleep || A Nigthmare
Bien, de apoco creo que voy entendiendo... but me confundo con las tierras xd.
Me ha encantado y no había comentado bc estaba desde el celular y odio comentar por ahí, sigue esto me causa intriga
Te loveo :(L): .
Bai love.
Me ha encantado y no había comentado bc estaba desde el celular y odio comentar por ahí, sigue esto me causa intriga
Te loveo :(L): .
Bai love.
Invitado
Invitado
Re: Asleep || A Nigthmare
Mi manera de trabajar la intriga es asombrosa Ahqué, las Tierras del Sur y el Reino del Norte. Es algo fácil No importa Ahora sólo disfruta de lo misteriosa que es la vida :teespio: Te loveo tambiénharrystlouis escribió:Bien, de apoco creo que voy entendiendo... but me confundo con las tierras xd.
Me ha encantado y no había comentado bc estaba desde el celular y odio comentar por ahí, sigue esto me causa intriga
Te loveo :(L): .
Bai love.
HidePeek
Re: Asleep || A Nigthmare
Capítulo 2
Primera Parte
|Fortaleza del Norte| Recuerdos del contagio|
— ¡Hey, hey! Pasen de una vez. Va llover pronto y el Rey se angustiará si su hijo se enferma a vísperas de su coronamiento.
Dos muchachos en la flor de su edad estaban recostados bajo la fresca sombra de un viejo roble, en el Patio Real, construido con grandes columnas de mármol blanco y adornado con una base de piedra pulida.
—Ya oíste, Dimitri. Tienes que ir, el señor Rey no es muy paciente—respondió el joven de cabellos dorados, que estaba acostado con la cabeza sobre ambos brazos, mirando cómo el viento movía las verdes hojas del roble sin desprenderlas, trayendo consigo un suave murmullo.
— Me parece que nos dieron la orden a ambos—repuso el joven de cabellos negros que se había compuesto de inmediato cuando escuchó la orden de la mano derecha del Rey. El chico miró receloso al rubio.
—Claro que no. Haz caso y entra de una vez. Iré a molestar un rato a la hermosa Brianna—dijo Roy en tono pícaro, bateando las pestañas y agudizando un poco la voz.
Brianna era la chica de la cual Dimitri estaba completamente enamorado. Una doncella amiga de la infancia de Dimitri, hija de una Duquesa. Tenía hermosos ojos verdes y cabellos negros como la noche, que caían lisos sobre su espalda. Siempre rondaba por su mente la idea de proponerle matrimonio, pero había platicado mucho con el Rey sobre aquella disposición y él sólo mostraba su negativa a la presurosa decisión de su hijo.
—Eres muy feo; no se molestará ni en mirarte. La delicadeza de Brianna se negaría a tus toscos encantos— Dimitri sonrió triunfal y se levantó sacudiéndose un poco de pasto que se había colado en sus ropas.
— ¿Cómo te atre…?
Roy se vio interrumpido por unos robustos brazos que lo levantaron hasta que estuvo apoyado en la espalda de Sir Road. El sonido de las risas de Dimitri rebotó en las gruesas paredes del castillo.
— ¿Qué cuentas, Arturo?— inquirió Dimitri a Sir Road, atravesando la entrada a los pasillos en forma de arco.
—Agradecería si el señorito Dimitri no usara mi nombre de pila.
— Me gusta Arturo, suena muy bien. ¿A que sí, Arturo?
— ¿Podrías bajarme de una vez?—dijo Roy, su cabeza rebotando en la espalda del gran hombre que caminaba a zancadas—. Dime, Arturo… ¿Qué comes para tener este físico envidiable? Me extraña que aún no tengas alguna mujer a tu lado. Con esa barba de allí— Las cejas de Roy y Dimitri empezaron a moverse al mismo tiempo torpemente de arriba a abajo, con una mueca muy perturbadora en el rostro.
—Eso no es de su real incumbencia, mis señores—dijo, y repentinamente dejó caer estruendosamente al rubio—El Rey espera que estén en sus dormitorios antes de las once. Hasta luego, señores—dijo e hizo una reverencia a la cuál Dimitri contestó. Roy, aún en el suelo, hizo un ademán con la mano toscamente.
Dimitri se había despertado esa tarde de su siesta con el inconfundible sonido de la campana. Retumbaba en todo el palacio, sonidos graves en una tarde teñida de tonalidades grises. La campana casi nunca sonaba. Sólo cuando había una amenaza inminente. Claro, las campanadas nunca faltaban en el reino, pero esas…El sonido lúgubre y decaído. Eran malas noticias.
El joven se levantó y envolvió un abrigo de lana. Salió de su recámara y tocó tres veces la puerta continua a la suya. Las campanadas seguían sonando fuertes y fúnebres. Una cabeza rubia alborotada asomó de pronto.
—Algo pasa—susurró Dimitri. Los ojos azules de Roy se vieron por un momento presos del miedo.
—Lo sé. No han sonado desde hace años. La última vez fue la guerra con los bárbaros del Este.
Dimitri se volteó repentinamente. Empezó a caminar por el pasillo, las últimas luces entraban por los ventanales del castillo y de no ser por ellas el camino sería difícil de seguir. Sus pisadas eran extremadamente silenciosas.
— ¿A dónde vas?— El hilo de voz de Roy era tan silencioso cómo sus pasos. Lo había seguido sigilosamente.
—El consejo está reunido ahora. Vamos a informarnos—dijo Dimitri, que aunque hubiera sido poco seria su afirmación, él mantenía su semblante cuidadoso.
Siguieron por el pasillo, con los ventanales a su mano derecha y paredes enmarcadas en cuadros a su izquierda. Bajaron unas cuantas escaleras, dejando la Torre del Oeste. Cruzaron el Patio Real sin ser vistos y entraron en el Gran Salón. Allí se alzaba impetuoso el gran trono donde Dimitri se hallaría sentado en un par de semanas. Se escabulleron por una puerta al lado del Trono, abriéndola y cerrándola con gran delicadeza. Así no se escuchó ni un solo sonido.
Fue una gran suerte que el cuarto del Consejo estuviera dividido por un gran corredor. Era un espacio vacío, pero justo al centro del otro lado se encontraba una gran cortina que tapaba la Cámara. La luz traspasaba la tela; pero aun así el pequeño corredor seguía oscuro.
Dentro se escuchaban voces apagadas:
— ¿Cómo ha sido posible?
— ¿De dónde ha venido?
— ¿Por qué tan repentinamente?
Las voces —graves, agudas, chillonas y desesperadas— se mezclaban y formaban un telar de preguntas sin responder. Todas dirigidas a cualquiera que sepa la respuesta.
—No hay forma alguna, milord, que esta enfermedad haya sido causa de la naturaleza. No existe investigación alguna que lo demuestre. Todos esos síntomas…son imposibles—aseguró Sir Mackbery, experto en el campo de la ciencia.
— ¿Qué es lo que han dicho los pobladores?—preguntó con voz cansada el soberano.
Sir Mackbery sacó un pergamino y lo desenrolló, luego se aclaró la garganta y leyó:
—Notificado el día quince de Octubre, en las afueras de la Fortaleza Real, en el pueblo:
“Nicholas Carwigth fue encontrado a las afueras del pueblo, aparentemente muerto, tirado en la tierra cenagosa. Según los testigos que recogieron el cuerpo, Nicholas Carwigth tenía los ojos cerrados; pero la órbita del ojo hacía presión de izquierda a derecha sobre el párpado, como si tratara de abrir los ojos. Estaba vivo. Pero no respiraba y sus signos vitales eran ausentes. La temperatura de su cuerpo permanecía normal. El cuerpo inerte ha sido llevado a la familia. Este suceso se catalogó cómo enfermedad injustificada.
Al día siguiente, se encontraron los cuerpos de Marie Yalw y su pequeña hija, Lazy. Ambas con los mismos indicios de la enfermedad. Fueron mandados con su esposo, Karl Lewis.
Tres días más tarde se encontraron cinco cuerpos, los sujetos fueron identificados como Sasha Sparks, Nick Trelevan, Lesley Dergarren, Tresh Minrold y su hermano, Case.”
Sir Mackbery hizo una pausa y luego notificó el hallazgo de 20 personas más con la extraña enfermedad, todos de diferentes partes del Reino. Un miembro de la nobleza también: El duque Mernagh.
Dimitri no evitó congelarse en ese momento. Vaciló un momento, pero luego, salió rápidamente.
Era el padre de Brianna.
Dos muchachos en la flor de su edad estaban recostados bajo la fresca sombra de un viejo roble, en el Patio Real, construido con grandes columnas de mármol blanco y adornado con una base de piedra pulida.
—Ya oíste, Dimitri. Tienes que ir, el señor Rey no es muy paciente—respondió el joven de cabellos dorados, que estaba acostado con la cabeza sobre ambos brazos, mirando cómo el viento movía las verdes hojas del roble sin desprenderlas, trayendo consigo un suave murmullo.
— Me parece que nos dieron la orden a ambos—repuso el joven de cabellos negros que se había compuesto de inmediato cuando escuchó la orden de la mano derecha del Rey. El chico miró receloso al rubio.
—Claro que no. Haz caso y entra de una vez. Iré a molestar un rato a la hermosa Brianna—dijo Roy en tono pícaro, bateando las pestañas y agudizando un poco la voz.
Brianna era la chica de la cual Dimitri estaba completamente enamorado. Una doncella amiga de la infancia de Dimitri, hija de una Duquesa. Tenía hermosos ojos verdes y cabellos negros como la noche, que caían lisos sobre su espalda. Siempre rondaba por su mente la idea de proponerle matrimonio, pero había platicado mucho con el Rey sobre aquella disposición y él sólo mostraba su negativa a la presurosa decisión de su hijo.
—Eres muy feo; no se molestará ni en mirarte. La delicadeza de Brianna se negaría a tus toscos encantos— Dimitri sonrió triunfal y se levantó sacudiéndose un poco de pasto que se había colado en sus ropas.
— ¿Cómo te atre…?
Roy se vio interrumpido por unos robustos brazos que lo levantaron hasta que estuvo apoyado en la espalda de Sir Road. El sonido de las risas de Dimitri rebotó en las gruesas paredes del castillo.
— ¿Qué cuentas, Arturo?— inquirió Dimitri a Sir Road, atravesando la entrada a los pasillos en forma de arco.
—Agradecería si el señorito Dimitri no usara mi nombre de pila.
— Me gusta Arturo, suena muy bien. ¿A que sí, Arturo?
— ¿Podrías bajarme de una vez?—dijo Roy, su cabeza rebotando en la espalda del gran hombre que caminaba a zancadas—. Dime, Arturo… ¿Qué comes para tener este físico envidiable? Me extraña que aún no tengas alguna mujer a tu lado. Con esa barba de allí— Las cejas de Roy y Dimitri empezaron a moverse al mismo tiempo torpemente de arriba a abajo, con una mueca muy perturbadora en el rostro.
—Eso no es de su real incumbencia, mis señores—dijo, y repentinamente dejó caer estruendosamente al rubio—El Rey espera que estén en sus dormitorios antes de las once. Hasta luego, señores—dijo e hizo una reverencia a la cuál Dimitri contestó. Roy, aún en el suelo, hizo un ademán con la mano toscamente.
Dimitri se había despertado esa tarde de su siesta con el inconfundible sonido de la campana. Retumbaba en todo el palacio, sonidos graves en una tarde teñida de tonalidades grises. La campana casi nunca sonaba. Sólo cuando había una amenaza inminente. Claro, las campanadas nunca faltaban en el reino, pero esas…El sonido lúgubre y decaído. Eran malas noticias.
El joven se levantó y envolvió un abrigo de lana. Salió de su recámara y tocó tres veces la puerta continua a la suya. Las campanadas seguían sonando fuertes y fúnebres. Una cabeza rubia alborotada asomó de pronto.
—Algo pasa—susurró Dimitri. Los ojos azules de Roy se vieron por un momento presos del miedo.
—Lo sé. No han sonado desde hace años. La última vez fue la guerra con los bárbaros del Este.
Dimitri se volteó repentinamente. Empezó a caminar por el pasillo, las últimas luces entraban por los ventanales del castillo y de no ser por ellas el camino sería difícil de seguir. Sus pisadas eran extremadamente silenciosas.
— ¿A dónde vas?— El hilo de voz de Roy era tan silencioso cómo sus pasos. Lo había seguido sigilosamente.
—El consejo está reunido ahora. Vamos a informarnos—dijo Dimitri, que aunque hubiera sido poco seria su afirmación, él mantenía su semblante cuidadoso.
Siguieron por el pasillo, con los ventanales a su mano derecha y paredes enmarcadas en cuadros a su izquierda. Bajaron unas cuantas escaleras, dejando la Torre del Oeste. Cruzaron el Patio Real sin ser vistos y entraron en el Gran Salón. Allí se alzaba impetuoso el gran trono donde Dimitri se hallaría sentado en un par de semanas. Se escabulleron por una puerta al lado del Trono, abriéndola y cerrándola con gran delicadeza. Así no se escuchó ni un solo sonido.
Fue una gran suerte que el cuarto del Consejo estuviera dividido por un gran corredor. Era un espacio vacío, pero justo al centro del otro lado se encontraba una gran cortina que tapaba la Cámara. La luz traspasaba la tela; pero aun así el pequeño corredor seguía oscuro.
Dentro se escuchaban voces apagadas:
— ¿Cómo ha sido posible?
— ¿De dónde ha venido?
— ¿Por qué tan repentinamente?
Las voces —graves, agudas, chillonas y desesperadas— se mezclaban y formaban un telar de preguntas sin responder. Todas dirigidas a cualquiera que sepa la respuesta.
—No hay forma alguna, milord, que esta enfermedad haya sido causa de la naturaleza. No existe investigación alguna que lo demuestre. Todos esos síntomas…son imposibles—aseguró Sir Mackbery, experto en el campo de la ciencia.
— ¿Qué es lo que han dicho los pobladores?—preguntó con voz cansada el soberano.
Sir Mackbery sacó un pergamino y lo desenrolló, luego se aclaró la garganta y leyó:
—Notificado el día quince de Octubre, en las afueras de la Fortaleza Real, en el pueblo:
“Nicholas Carwigth fue encontrado a las afueras del pueblo, aparentemente muerto, tirado en la tierra cenagosa. Según los testigos que recogieron el cuerpo, Nicholas Carwigth tenía los ojos cerrados; pero la órbita del ojo hacía presión de izquierda a derecha sobre el párpado, como si tratara de abrir los ojos. Estaba vivo. Pero no respiraba y sus signos vitales eran ausentes. La temperatura de su cuerpo permanecía normal. El cuerpo inerte ha sido llevado a la familia. Este suceso se catalogó cómo enfermedad injustificada.
Al día siguiente, se encontraron los cuerpos de Marie Yalw y su pequeña hija, Lazy. Ambas con los mismos indicios de la enfermedad. Fueron mandados con su esposo, Karl Lewis.
Tres días más tarde se encontraron cinco cuerpos, los sujetos fueron identificados como Sasha Sparks, Nick Trelevan, Lesley Dergarren, Tresh Minrold y su hermano, Case.”
Sir Mackbery hizo una pausa y luego notificó el hallazgo de 20 personas más con la extraña enfermedad, todos de diferentes partes del Reino. Un miembro de la nobleza también: El duque Mernagh.
Dimitri no evitó congelarse en ese momento. Vaciló un momento, pero luego, salió rápidamente.
Era el padre de Brianna.
- Desplieguen, hermosos seres humanos:
- Buenoooooo. ¡Hallo! Aquí va la primera parte del segundo cap. Este es muy largo. Son las memorias de Dimitri antes de su contagio. ¡Disfrútenlo!
HidePeek
Re: Asleep || A Nigthmare
Estuvo muy interesante aunque todavia no se quien es Brianna supongo que es la chica de la que Roy esta enganchado pero bueno se me aclararan las duda con el proximo capitulo(?) Tienes que seguirla quiero saber que pasa con Owen y esa rara enfermadad esta muy buena hide !
Besos xx.
Sunny
Besos xx.
Sunny
sunflower
Re: Asleep || A Nigthmare
Un poco confuso pero bastante interesante, ojala subas pronto otro capitulo (si son más de uno, te amaría)
SavannahArmy
Re: Asleep || A Nigthmare
Gracias chicas. Y...¡Bienvenida Savannah! Estaré subiendo mañana el cap. Todo se va aclarando al final Ok, no tan al final, pero si conforme pasan los capítulos. Sólo para desconfundirlas (? El segundo capítulo trata de las memorias de Dimitri, en un tiempo pasado. El primero es un presente en la historia. Ya subo
HidePeek
Página 1 de 2. • 1, 2
Temas similares
» Asleep [Larry]
» why'd you only call me when you're high?
» Fall Asleep And Dream.
» ♡ an impact is like a punch it may hurt put it passes.♡
» new rules
» why'd you only call me when you're high?
» Fall Asleep And Dream.
» ♡ an impact is like a punch it may hurt put it passes.♡
» new rules
O W N :: Archivos :: Novelas Abandonadas
Página 1 de 2.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.
Ayer a las 12:51 am por SweetLove22
» My dearest
Lun 11 Nov 2024, 7:37 pm por lovesick
» Sayonara, friday night
Lun 11 Nov 2024, 12:38 am por lovesick
» in the heart of the circle
Dom 10 Nov 2024, 7:56 pm por hange.
» air nation
Miér 06 Nov 2024, 10:08 am por hange.
» life is a box of chocolates
Mar 05 Nov 2024, 2:54 pm por 14th moon
» —Hot clown shit
Lun 04 Nov 2024, 9:10 pm por Jigsaw
» outoflove.
Lun 04 Nov 2024, 11:42 am por indigo.
» witches of own
Dom 03 Nov 2024, 9:16 pm por hange.