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Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
Monsierur Blaccard
O W N :: Originales :: Originales :: One Shot's (originales)
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Monsierur Blaccard
por Invitado Vie 25 Ene 2013, 8:04 am
El
señor Blacard casi tocaba las estrellas,
casi se sentaba sobre las nubes, casi volaba por el cielo…pero a veces, lo que
separa el ‘’casi’’ del ‘’todo ‘’ es tan insignificante como una fina cuerda
trenzada.
El señor Blaclard
era funambulista, el mejor del país. Como un pájaro, sin miedo al vacío, caminaba
por el aire haciendo todo tipo de
acrobacias.
El número
favorito del señor Blacard era el del monociclo.
Una lluvia
de aplausos sonaban cada vez que ‘’El
Pájaro’’ se montaba en aquel extraño aparato y, haciendo gala de su famoso
equilibrio, se balanceaba a varios metros de altura, ante las miradas
expectantes de las gentes del lugar.
Si, estaba claro que el señor Blacard hacía feliz a las personas; sin
embargo el no era feliz, o por lo menos ya no lo era.
Una noche, como esperando una señal, se
despertó, cogió su viejo monociclo, subió al campanario de la iglesia y empezó
a deslizarse por la cuerda, previamente atada allí.
La pequeña Alice solía decir que en cada
estrella vivía una persona querida que se había ido.
También decía que quería tener el mismo trabajo
que su padre, para poder estar lo más cerca posible de ellas.
Un día Alice cerró los ojos y no volvió a
hablar nunca más de las estrellas.
El señor Blacard miró al cielo, a las infinitas
estrellas cosidas en el firmamento, mientras recordaba las palabras de su hija.
Quería volver a escucharle reír, a verla fingir que era una funambulista y
caminaba por el cielo.
De repente la vio, estaba sentada sobre la
estrella más brillante de todas tendiéndole la mano, retándole. A ser libre. A
olvidarse de todo. A volar.
Y voló
por el cielo.
Se sentó sobre las nubes.
Tocó las
estrellas.
Sin ataduras.
Sin el ‘’casi’’.
Al día siguiente se encontró en la calle el
viejo monociclo del señor Blacard hecho pedazos. La investigación se cerró
pocos días después: Al Pájaro le había fallado su famoso equilibrio y se había
precipitado al vacío.
Lo que nunca llegaron a saber es que el señor
Blacard jamás tuvo miedo al vacío.
Lo que nunca llegaron a saber es que el señor
Blacard jamás perdió el equilibrio.
Lo que nunca llegaron a saber es que, desde ese
día, la pequeña Alice tuvo compañía en las estrellas
señor Blacard casi tocaba las estrellas,
casi se sentaba sobre las nubes, casi volaba por el cielo…pero a veces, lo que
separa el ‘’casi’’ del ‘’todo ‘’ es tan insignificante como una fina cuerda
trenzada.
El señor Blaclard
era funambulista, el mejor del país. Como un pájaro, sin miedo al vacío, caminaba
por el aire haciendo todo tipo de
acrobacias.
El número
favorito del señor Blacard era el del monociclo.
Una lluvia
de aplausos sonaban cada vez que ‘’El
Pájaro’’ se montaba en aquel extraño aparato y, haciendo gala de su famoso
equilibrio, se balanceaba a varios metros de altura, ante las miradas
expectantes de las gentes del lugar.
Si, estaba claro que el señor Blacard hacía feliz a las personas; sin
embargo el no era feliz, o por lo menos ya no lo era.
Una noche, como esperando una señal, se
despertó, cogió su viejo monociclo, subió al campanario de la iglesia y empezó
a deslizarse por la cuerda, previamente atada allí.
La pequeña Alice solía decir que en cada
estrella vivía una persona querida que se había ido.
También decía que quería tener el mismo trabajo
que su padre, para poder estar lo más cerca posible de ellas.
Un día Alice cerró los ojos y no volvió a
hablar nunca más de las estrellas.
El señor Blacard miró al cielo, a las infinitas
estrellas cosidas en el firmamento, mientras recordaba las palabras de su hija.
Quería volver a escucharle reír, a verla fingir que era una funambulista y
caminaba por el cielo.
De repente la vio, estaba sentada sobre la
estrella más brillante de todas tendiéndole la mano, retándole. A ser libre. A
olvidarse de todo. A volar.
Y voló
por el cielo.
Se sentó sobre las nubes.
Tocó las
estrellas.
Sin ataduras.
Sin el ‘’casi’’.
Al día siguiente se encontró en la calle el
viejo monociclo del señor Blacard hecho pedazos. La investigación se cerró
pocos días después: Al Pájaro le había fallado su famoso equilibrio y se había
precipitado al vacío.
Lo que nunca llegaron a saber es que el señor
Blacard jamás tuvo miedo al vacío.
Lo que nunca llegaron a saber es que el señor
Blacard jamás perdió el equilibrio.
Lo que nunca llegaron a saber es que, desde ese
día, la pequeña Alice tuvo compañía en las estrellas
Invitado
Invitado
Invitado
Invitado
Re: Monsierur Blaccard
por Marina Scholl. Lun 05 Ago 2013, 9:55 am
Oh, Helenilla, que mona!! Me ha encantado...creo que deberías seguir con tu novela...yo la leería
Marina Scholl.
Re: Monsierur Blaccard
por Invitado Mar 07 Ene 2014, 4:03 pm
Gracias :))))))))Mu escribió:Oh, Helenilla, que mona!! Me ha encantado...creo que deberías seguir con tu novela...yo la leería
Si la estoy siguiendo, pero no aquí...falta de lectoras y eso.
Invitado
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