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Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
Christmas Lights
O W N :: Originales :: Originales :: One Shot's (originales)
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Christmas Lights
por Eddie Mar 24 Dic 2013, 7:11 pm
• Titulo: Christmas Lights
• Autor: Edith, yo. Es todo mío.
• Adaptación: No.
• Género: Drama.
• Advertencias: Ninguna
• Otras páginas: No.
Christmas Lights
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Christmas night, another fight
Tears we cried; a flood
Got all kinds of poison in, poison in my blood
Took my feet, to Oxford street, trying to right a wrong
Just walk away, those windows say
but I can't believe she's gone
When you're still waiting for the snow to fall
It doesn't really feel like Christmas at all
A group of cameras on there flicker, Oh they flicker and they flow
And I'm up here holding on to all those chandeliers of hope
Like some drunkard Elvis singing, I go singing out of tune
Singing how I always loved you darling, and I always will
Oh when I'm still waiting for the snow to fall
It doesn't really feel like Christmas at all
Still waiting for the snow to fall,
It doesn't really feel like Christmas at all.
Those Christmas lights
Light up the street
Down where the sea and city meet
May all your troubles soon be gone
Oh Christmas lights, keep shining on
Those Christmas lights, light up the street
Maybe they'll bring her back to me
Then all my troubles will be gone
Oh Christmas lights, keep shining on
Oh Christmas lights, light up the street
Light up the fireworks in me
May all your troubles soon be gone
Those Christmas lights, keep shining on.
Última edición por Eddie Cookie Monster el Sáb 28 Dic 2013, 5:47 pm, editado 2 veces
Eddie
Re: Christmas Lights
por Eddie Mar 24 Dic 2013, 11:59 pm
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Parte uno
Y ahí de pie en la penumbra de la oscuridad iluminado por las luces de Navidad que irradiaba la Oxford Street se encontraba aquel muchacho atractivamente rubio… arrepentido y solo, repitiéndose una y otra vez en su mente que sin ella “No se siente como Navidad después del todo” no importaba cuantos niños caminaran a su costado comentando la ilusión que les causaba la llegada del gran Santa Claus, no interesaba el millón de resplandecientes luces que adornaran la ciudad, no afectaban los múltiples pinos verdes hermosamente decorados que pudo divisar en el camino a alcanzarla… Sus pies lo habían llevado a Oxford Street y las ventanas le decían “Ella se ha ido”… Esas luces de Navidad iluminan la calle… “Oh, luces de Navidad, sigan brillando… Quizá puedan traerla de regreso”
¿Quién pensaría que en menos de cinco semanas inicio todo eso?
Todo comenzó en una otoñal mañana de octubre, en el departamento que Jeanne Carter compartía con su mejor amiga Summer Campbell en la exclusiva zona de Highbury
-Summer, sin ofender pero detesto que tengas el teléfono en la mesa a la hora de comer –dijo Jeanne- ¿con quién hablas tan interesadamente?
-Jajajaja –río la rubia animada- relájate Jeanne, hablo con Matt el ardiente australiano –completó pícara.
La castaña meneo la cabeza con alegría, jamás había visto a su amiga tan contenta. En efecto, en aquella fiesta universitaria de verano que ofreció Cambridge, Summer conoció al atractivo chico moreno de carácter encantador que en ese entonces se encontraba de visita en la ciudad.
-Date prisa o se nos hará tarde –respondió la cobriza de ojos aceituna.
Treinta minutos después, las dos mejores amigas descendieron del FIAT blanco, el cual los padres de Jeanne le habían regalado por su cumpleaños número 19, pronto cumpliría veinte y al menos se esperaba un Audi.
Las dos cabelleras, la rubia y la castaña lucieron en todo su esplendor caminando por el campus… Estaban acostumbradas a acaparar las miradas, la mayoría de ellas pertenecían a las chicas. Continuaron su camino adentrándose en el amplio corredor de Cambridge, se quejaron por la materia que tendrían a continuación: Calculo. No es que fueran las típicas adolescentes que detestan las matemáticas, a decir verdad para ninguna de ellas era una reto, simplemente se trataba del profesor que tenían, de edad avanzada, enérgico y malhumorado.
-No entiendo porque debo llevarla –se quejó Jeanne, la joven estudiante de literatura.
-Querida, yo estudio medicina y aun llevo deportes –sonrío Summer irónica.
El último día de clases transcurrió casi normal, a excepción de los incontables abrazos y bastones de dulce que recibieron las futuras doctora y escritora.
-Jeanne, ¿podríamos pasar por la Oxford Street? Necesito ir a Burberry –pidió Summer sentada en el asiento del copiloto. Ambas amigas se disponían a ir a un gran restaurante para festejar que al fin tenían las esperadas vacaciones.
-¿Más abrigos? –interrogó Jeanne al llegar hasta el semáforo.
Como respuesta la dueña de los ojos celestes sonrío al ser descubierta.
La conductora del FIAT tomó la famosa avenida Oxford Street donde se encontraban múltiples tiendas de alta costura, similares a la que su amiga deseaba ir.
-¡Oh Jeanne! ¡¿Ya viste?! –gritó Summer emocionada sin separar la vista del cristal.
-¿Qué sucede? –cuestiono la chica de la pañoleta jade.
-¡Una academia de baile! –se escandalizó Campbell entusiasmada.
Como respuesta Jeanne rodó los ojos irritada, ella detestaba el baile, lo suyo eran los deportes, el tennis en particular, mientras que con Summer sucedía todo lo contrario.
-No entiendo que tienes contra el baile –comentó la muchacha de cabellera dorada como el sol antes de dar su siguiente bocado.
-No tengo nada en su contra. Simplemente es tan… no sé cómo describirlo –respondió Carter.
-El tennis es peor –dijo Summer- mucho peor, correr de aquí para allá… ¡ew!
-Es increíble. Dices eso porque nunca lo has jugado, la adrenalina que sientes, el sujetar la raqueta, golpear la pelota… es fascinante. En cambio, el baile… eso si es “¡ew!” –imitó a su amiga.
-En el baile tienes que moverte con gracia y sutileza, lo que pocos tienen. Es especial –La rubia insistió en la discusión.
-En el tennis debes golpear la pelota con estilo, hay varias clases de golpes. Y además debes de… -La chica de ojos almendrados defendía su disciplina.
-Apuesto a que no aguantarías ni una semana en alguna academia de baile –desafío Summer.
-Y yo apuesto a que no lograrás aprender a jugar tennis ni en un mes –provocó Jeanne.
-¡Oh! ¡Por favor! Cualquier podría hacerlo. ¿Apostamos? –una ceja dorada se enarcó en el rostro de Summer.
-Es una apuesta querida –aceptó Jeanne con una mueca de seguridad.
-Bien si yo gano… quiero, tu pañoleta jade –propuso Summer.
-Summer, por favor. Esto es serio, démosle el valor al reto que esto implica.
-¡El Audi! ¿Qué dices? ¿Eh? –Planteo la rubia- vamos, si bailar no es tan difícil supongo que no representará un riesgo.
-De acuerdo, si ganas te quedas con mi obsequio de cumpleaños. Pero sí yo gano… me quedó con tu regalo de Navidad –accedió Jeanne. El obsequio que los padres de Summer le darían consistía en un viaje a París.
-¡Hecho! –Exclamo Campbell perfilando una sonrisa de oreja a oreja- ¿en qué academia te inscribirás? Sugiero a la que vimos en Oxford Street, se veía linda y elegante.
-Bien. ¿A qué club te inscribirás? Sugiero al que pertenecía antes de entrar a clases, es distinguido y tiene excelente servicio.
-Ok. Mañana nos inscribimos, entonces.
Narra Jeanne:
Le pedí a Summer que me acompañara a inscribirme a la academia, no me interesé en recorrer las instalaciones, con la entrada y la recepción me basto. Las puertas estaban talladas en madera fina y la recepción tenía un toqué minimalista.
Después de eso regresamos a casa y vimos películas por Netflix casi toda la tarde, hasta que Summer tuvo que acudir a su cita con su “ardiente novio australiano” cuya relación era desaprobada por los señores Campbell, ya que Matt Rogers tiene finta de bad boy, es un aficionado del motocross y su chaqueta de cuero es indispensable para él. Sin embargo Summer no hace caso, ella realmente está muy enamorada como él de ella… En lo personal, Matt me parece un buen tipo, se ha comportado afable las pocas veces que he convivido con él, pero sobre todo hace feliz a Summer, demostró lo mucho que le importa al mudarse de Australia a Inglaterra solo para estar con ella, así que sí, yo apoyo esa relación, además, mi familia y la de Summer están en Nueva York y por lo pronto todo es miel sobre hojuelas.
Un nuevo día inicia cuando el sol de la última semana de octubre se asoma por el apartamento, abro los ojos me regocijo entre las sábanas al recordar que estoy de vacaciones y finalmente me pongo de pie… Luego de terminar un apetitoso desayuno, Summer toma un camino distinto al mío: rumbo al club a practicar Tennis.
Entro tranquilamente por la gran puerta tallada en madera de la academia, me indican donde esperar a Ben, el coreógrafo... quien llega 15 minutos después acompañado de dos chicos, al mirarlos de reojo solo noté sus estaturas: uno alto y uno más bajo aunque con estatura superior a la mía.
-Hola… ¿Jeanne? –dijo el dichoso coreógrafo, un hombre de quizá 28 años con ojos marrones.
-Sí. Soy Jeanne… buenas noches –saludé indignada. Detesto la impuntualidad.
-Jajajaja, había mucho tráfico señorita –se defendió.
-¿Tráfico? ¿En Londres? ¿Época de vacaciones? ¡Y apenas son las doce! –contesté mordaz, también odio que intenten tomarme el pelo.
-Bien, ¿con qué quieres empezar? Ashley me dijo que eras un caso especial.
-Necesito aprender tres coreografías. Una lenta, una rápida y una intermedia... Es todo –informé sin detallar.
-¿Sabes que canciones? –interrogó nuevamente.
-No. Bueno, la lenta me gustaría que fuera Wrecking Ball –sugerí.
-¿Quién es tu artista favorito? –preguntó el muchacho alto, quien dijo llamarse Charlie, mientras se acercaba a la conversación. Tenía los ojos marrones aunque no tan chocolate como los de Ben. Era más joven, quizá tendría 25.
-Coldplay –le respondí algo seca.
-¿Qué te parece mejor "A thousand years"? André, muéstrale –propuso Ben al mismo tiempo que le hablaba al tercer chico, el rubio cenizo.
El tal André empezó con un sutil movimiento de manos a la par que se escuchaba la voz de Christina Perri. Luego balanceo su cuerpo de un lado a otro, uno, dos, tres, giro a la derecha y dejo caer sutilmente la mano derecha, sucesivamente hizo lo mismo con la izquierda. Bueno, parecía fácil y el ritmo sonaba bien…
-De acuerdo –Accedí.
Luego de intentarlo un par de veces, inconscientemente en mí rostro se reflejó el disgusto al no poderlo hacer al pie de la letra. Me pareció escuchar, muy a lo lejos una leve risa varonil… de un momento a otro, el rubio se encontraba tras mío, me sujeto de los brazos y me guío lentamente de un lado a otro… de un lado a otro, en los espejos noté como mis labios perfilaban una sonrisa “No es tan difícil, querida Summer” -pensé-
Luego de aprender los pasos de dos minutos pertenecientes a la melodía, me despedí de Jake y Charlie, el de melena miel se encontraba riendo frente a la pantalla de su teléfono celular así que lo ignoré sin agradecerle su ayuda. Ciertamente su actitud me pareció demasiado superficial para mí gusto, entró sin saludar, no se presentó, bailó aparte gran parte del tiempo esos y otros gestos fueron los encargados de otorgarme esa impresión.
En cuanto llegue al departamento, Summer me esperaba sentada en el sofá recién bañada, vestía unos jeans oscuros, una blusa color rosa pastel a combinación con unos flats.
-¿Cómo le fue a la señorita Campbell? –cuestione con una sonrisa irónica, era obvio que estaba molesta ya que sus ojos estaban verdes, tal como suelen ser cuando se enoja, por el contario, cuando está de buen humor son azules.
-¡Es un horror! –Gritó- no sé cómo puede gustarte, mi zapato se ensució de lodo.
-¡Ew! –Escandalicé- olvide mencionarte que jugaras en superficie dura, la tierra batida será más adelante.
-¿Cómo te fue a ti?
Me tiré al costado de ella soltando un largo suspiro. Le conté más o menos la historia, omitiendo al rubio, hasta que una mirada de ella me hizo explicarlo.
-¿Un rubio? ¿Eh? –alzo las cejas desmesuradamente.
-Muy engreído –la interrumpí.
-¿Es guapo? ¿Qué tanto?
-Es… es atractivo, sí, pero...
-¡Ahhhh! Jeanne Carter, creo que… creo que…
¿Quién pensaría que en menos de cinco semanas inicio todo eso?
Todo comenzó en una otoñal mañana de octubre, en el departamento que Jeanne Carter compartía con su mejor amiga Summer Campbell en la exclusiva zona de Highbury
-Summer, sin ofender pero detesto que tengas el teléfono en la mesa a la hora de comer –dijo Jeanne- ¿con quién hablas tan interesadamente?
-Jajajaja –río la rubia animada- relájate Jeanne, hablo con Matt el ardiente australiano –completó pícara.
La castaña meneo la cabeza con alegría, jamás había visto a su amiga tan contenta. En efecto, en aquella fiesta universitaria de verano que ofreció Cambridge, Summer conoció al atractivo chico moreno de carácter encantador que en ese entonces se encontraba de visita en la ciudad.
-Date prisa o se nos hará tarde –respondió la cobriza de ojos aceituna.
Treinta minutos después, las dos mejores amigas descendieron del FIAT blanco, el cual los padres de Jeanne le habían regalado por su cumpleaños número 19, pronto cumpliría veinte y al menos se esperaba un Audi.
Las dos cabelleras, la rubia y la castaña lucieron en todo su esplendor caminando por el campus… Estaban acostumbradas a acaparar las miradas, la mayoría de ellas pertenecían a las chicas. Continuaron su camino adentrándose en el amplio corredor de Cambridge, se quejaron por la materia que tendrían a continuación: Calculo. No es que fueran las típicas adolescentes que detestan las matemáticas, a decir verdad para ninguna de ellas era una reto, simplemente se trataba del profesor que tenían, de edad avanzada, enérgico y malhumorado.
-No entiendo porque debo llevarla –se quejó Jeanne, la joven estudiante de literatura.
-Querida, yo estudio medicina y aun llevo deportes –sonrío Summer irónica.
El último día de clases transcurrió casi normal, a excepción de los incontables abrazos y bastones de dulce que recibieron las futuras doctora y escritora.
-Jeanne, ¿podríamos pasar por la Oxford Street? Necesito ir a Burberry –pidió Summer sentada en el asiento del copiloto. Ambas amigas se disponían a ir a un gran restaurante para festejar que al fin tenían las esperadas vacaciones.
-¿Más abrigos? –interrogó Jeanne al llegar hasta el semáforo.
Como respuesta la dueña de los ojos celestes sonrío al ser descubierta.
La conductora del FIAT tomó la famosa avenida Oxford Street donde se encontraban múltiples tiendas de alta costura, similares a la que su amiga deseaba ir.
-¡Oh Jeanne! ¡¿Ya viste?! –gritó Summer emocionada sin separar la vista del cristal.
-¿Qué sucede? –cuestiono la chica de la pañoleta jade.
-¡Una academia de baile! –se escandalizó Campbell entusiasmada.
Como respuesta Jeanne rodó los ojos irritada, ella detestaba el baile, lo suyo eran los deportes, el tennis en particular, mientras que con Summer sucedía todo lo contrario.
-No entiendo que tienes contra el baile –comentó la muchacha de cabellera dorada como el sol antes de dar su siguiente bocado.
-No tengo nada en su contra. Simplemente es tan… no sé cómo describirlo –respondió Carter.
-El tennis es peor –dijo Summer- mucho peor, correr de aquí para allá… ¡ew!
-Es increíble. Dices eso porque nunca lo has jugado, la adrenalina que sientes, el sujetar la raqueta, golpear la pelota… es fascinante. En cambio, el baile… eso si es “¡ew!” –imitó a su amiga.
-En el baile tienes que moverte con gracia y sutileza, lo que pocos tienen. Es especial –La rubia insistió en la discusión.
-En el tennis debes golpear la pelota con estilo, hay varias clases de golpes. Y además debes de… -La chica de ojos almendrados defendía su disciplina.
-Apuesto a que no aguantarías ni una semana en alguna academia de baile –desafío Summer.
-Y yo apuesto a que no lograrás aprender a jugar tennis ni en un mes –provocó Jeanne.
-¡Oh! ¡Por favor! Cualquier podría hacerlo. ¿Apostamos? –una ceja dorada se enarcó en el rostro de Summer.
-Es una apuesta querida –aceptó Jeanne con una mueca de seguridad.
-Bien si yo gano… quiero, tu pañoleta jade –propuso Summer.
-Summer, por favor. Esto es serio, démosle el valor al reto que esto implica.
-¡El Audi! ¿Qué dices? ¿Eh? –Planteo la rubia- vamos, si bailar no es tan difícil supongo que no representará un riesgo.
-De acuerdo, si ganas te quedas con mi obsequio de cumpleaños. Pero sí yo gano… me quedó con tu regalo de Navidad –accedió Jeanne. El obsequio que los padres de Summer le darían consistía en un viaje a París.
-¡Hecho! –Exclamo Campbell perfilando una sonrisa de oreja a oreja- ¿en qué academia te inscribirás? Sugiero a la que vimos en Oxford Street, se veía linda y elegante.
-Bien. ¿A qué club te inscribirás? Sugiero al que pertenecía antes de entrar a clases, es distinguido y tiene excelente servicio.
-Ok. Mañana nos inscribimos, entonces.
Narra Jeanne:
Le pedí a Summer que me acompañara a inscribirme a la academia, no me interesé en recorrer las instalaciones, con la entrada y la recepción me basto. Las puertas estaban talladas en madera fina y la recepción tenía un toqué minimalista.
Después de eso regresamos a casa y vimos películas por Netflix casi toda la tarde, hasta que Summer tuvo que acudir a su cita con su “ardiente novio australiano” cuya relación era desaprobada por los señores Campbell, ya que Matt Rogers tiene finta de bad boy, es un aficionado del motocross y su chaqueta de cuero es indispensable para él. Sin embargo Summer no hace caso, ella realmente está muy enamorada como él de ella… En lo personal, Matt me parece un buen tipo, se ha comportado afable las pocas veces que he convivido con él, pero sobre todo hace feliz a Summer, demostró lo mucho que le importa al mudarse de Australia a Inglaterra solo para estar con ella, así que sí, yo apoyo esa relación, además, mi familia y la de Summer están en Nueva York y por lo pronto todo es miel sobre hojuelas.
Un nuevo día inicia cuando el sol de la última semana de octubre se asoma por el apartamento, abro los ojos me regocijo entre las sábanas al recordar que estoy de vacaciones y finalmente me pongo de pie… Luego de terminar un apetitoso desayuno, Summer toma un camino distinto al mío: rumbo al club a practicar Tennis.
Entro tranquilamente por la gran puerta tallada en madera de la academia, me indican donde esperar a Ben, el coreógrafo... quien llega 15 minutos después acompañado de dos chicos, al mirarlos de reojo solo noté sus estaturas: uno alto y uno más bajo aunque con estatura superior a la mía.
-Hola… ¿Jeanne? –dijo el dichoso coreógrafo, un hombre de quizá 28 años con ojos marrones.
-Sí. Soy Jeanne… buenas noches –saludé indignada. Detesto la impuntualidad.
-Jajajaja, había mucho tráfico señorita –se defendió.
-¿Tráfico? ¿En Londres? ¿Época de vacaciones? ¡Y apenas son las doce! –contesté mordaz, también odio que intenten tomarme el pelo.
-Bien, ¿con qué quieres empezar? Ashley me dijo que eras un caso especial.
-Necesito aprender tres coreografías. Una lenta, una rápida y una intermedia... Es todo –informé sin detallar.
-¿Sabes que canciones? –interrogó nuevamente.
-No. Bueno, la lenta me gustaría que fuera Wrecking Ball –sugerí.
-¿Quién es tu artista favorito? –preguntó el muchacho alto, quien dijo llamarse Charlie, mientras se acercaba a la conversación. Tenía los ojos marrones aunque no tan chocolate como los de Ben. Era más joven, quizá tendría 25.
-Coldplay –le respondí algo seca.
-¿Qué te parece mejor "A thousand years"? André, muéstrale –propuso Ben al mismo tiempo que le hablaba al tercer chico, el rubio cenizo.
El tal André empezó con un sutil movimiento de manos a la par que se escuchaba la voz de Christina Perri. Luego balanceo su cuerpo de un lado a otro, uno, dos, tres, giro a la derecha y dejo caer sutilmente la mano derecha, sucesivamente hizo lo mismo con la izquierda. Bueno, parecía fácil y el ritmo sonaba bien…
-De acuerdo –Accedí.
Luego de intentarlo un par de veces, inconscientemente en mí rostro se reflejó el disgusto al no poderlo hacer al pie de la letra. Me pareció escuchar, muy a lo lejos una leve risa varonil… de un momento a otro, el rubio se encontraba tras mío, me sujeto de los brazos y me guío lentamente de un lado a otro… de un lado a otro, en los espejos noté como mis labios perfilaban una sonrisa “No es tan difícil, querida Summer” -pensé-
Luego de aprender los pasos de dos minutos pertenecientes a la melodía, me despedí de Jake y Charlie, el de melena miel se encontraba riendo frente a la pantalla de su teléfono celular así que lo ignoré sin agradecerle su ayuda. Ciertamente su actitud me pareció demasiado superficial para mí gusto, entró sin saludar, no se presentó, bailó aparte gran parte del tiempo esos y otros gestos fueron los encargados de otorgarme esa impresión.
En cuanto llegue al departamento, Summer me esperaba sentada en el sofá recién bañada, vestía unos jeans oscuros, una blusa color rosa pastel a combinación con unos flats.
-¿Cómo le fue a la señorita Campbell? –cuestione con una sonrisa irónica, era obvio que estaba molesta ya que sus ojos estaban verdes, tal como suelen ser cuando se enoja, por el contario, cuando está de buen humor son azules.
-¡Es un horror! –Gritó- no sé cómo puede gustarte, mi zapato se ensució de lodo.
-¡Ew! –Escandalicé- olvide mencionarte que jugaras en superficie dura, la tierra batida será más adelante.
-¿Cómo te fue a ti?
Me tiré al costado de ella soltando un largo suspiro. Le conté más o menos la historia, omitiendo al rubio, hasta que una mirada de ella me hizo explicarlo.
-¿Un rubio? ¿Eh? –alzo las cejas desmesuradamente.
-Muy engreído –la interrumpí.
-¿Es guapo? ¿Qué tanto?
-Es… es atractivo, sí, pero...
-¡Ahhhh! Jeanne Carter, creo que… creo que…
Última edición por Eddie Cookie Monster el Vie 27 Dic 2013, 11:36 am, editado 1 vez
Eddie
Re: Christmas Lights
por Nina...!!! Miér 25 Dic 2013, 4:37 pm
Hola Eddie!
Me gustó mucho :xd: ...Jeanne y Summer me parecen muy divertidas
y creo que Jeanne tiene la apuesta más que ganada
y el rubio ¬¬ !!!
creo que estoy pensando lo mismo que Summer :-w-:
creo que me identifico con ella....yo también quiero mi chico malo -YEAH!-, ok no
Síguela!!!
trato de imaginarme cómo es que todo termina tan triste como lo narra al principio del cap...pero quiero leerla!
y otra cosa:
Me gustó mucho :xd: ...Jeanne y Summer me parecen muy divertidas
y creo que Jeanne tiene la apuesta más que ganada
y el rubio ¬¬ !!!
creo que estoy pensando lo mismo que Summer :-w-:
creo que me identifico con ella....yo también quiero mi chico malo -YEAH!-, ok no
Síguela!!!
trato de imaginarme cómo es que todo termina tan triste como lo narra al principio del cap...pero quiero leerla!
y otra cosa:
Merry Christmas
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Nina...!!!
Re: Christmas Lights
por Eddie Miér 25 Dic 2013, 5:26 pm
Nina...!!! escribió:Hola Eddie!
Me gustó mucho :xd: ...Jeanne y Summer me parecen muy divertidas
y creo que Jeanne tiene la apuesta más que ganada
y el rubio ¬¬ !!!
creo que estoy pensando lo mismo que Summer :-w-:
creo que me identifico con ella....yo también quiero mi chico malo -YEAH!-, ok no
Síguela!!!
trato de imaginarme cómo es que todo termina tan triste como lo narra al principio del cap...pero quiero leerla!
y otra cosa:Merry Christmas[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
¡Ninaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaahhhhh!, ¡Que alegría leer un comment tuyo!
Asdhjgfjhfjhghfiuhedijkjhjfrqñkwjihwqfnd, bueno ya, me tranquilizo.
¡Me alegra mucho que te haya gustado!
Jajajajajaja... sí, son muy divertidas :3
Ok, prometo que ya me pongo a buscarlo en el DF, aunque antier vi uno parecido & ¡pensé inmediatamente en ti!
Ouuu... Lo sé, ¡ya estoy trabajando en la parte dos! bc quiero postearla hoy mismo.
Y tengo una duda... Bueno, sí Jeanne & Summer viven en Highbury eso significa que tienen de vecino a............. ...... asdfghjklñ.
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¡Feliz Navidad Nina linda!
Eddie
Re: Christmas Lights
por pau. Miér 25 Dic 2013, 7:58 pm
¡Eddie! Llego Summer ;)
Jajajaja okno.... No recuerdo haberte dicho más temprano que ¡Lo amé! Literalmente... me fui al cumpleaños de mi abuelo fantaseando con Matt mudándose desde Australia por miiii, ¡Me haces amarlo aún más!
Creí que con Fireworks había quedado aclarado mis sentimientos love/hate pero me haces amarlo maaaas :c
¡No es justo! Pero en fin, creo que estaría igual de enbobada si llegara a ser real, ¡Me conoces perfectamente! Te adoro♡
Mi rubia cabellera Jajajajajaajjaa... Vas a perder la apuesta señorita tenista Jajajajaja
Siguela, yo sé que lo vas a hacer!!!
Jajajaja okno.... No recuerdo haberte dicho más temprano que ¡Lo amé! Literalmente... me fui al cumpleaños de mi abuelo fantaseando con Matt mudándose desde Australia por miiii, ¡Me haces amarlo aún más!
Creí que con Fireworks había quedado aclarado mis sentimientos love/hate pero me haces amarlo maaaas :c
¡No es justo! Pero en fin, creo que estaría igual de enbobada si llegara a ser real, ¡Me conoces perfectamente! Te adoro♡
Mi rubia cabellera Jajajajajaajjaa... Vas a perder la apuesta señorita tenista Jajajajaja
Siguela, yo sé que lo vas a hacer!!!
pau.
Re: Christmas Lights
por Eddie Miér 25 Dic 2013, 8:33 pm
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Parte dos
-¡¿Qué?! –exclame nerviosa.
-Bueno, me parece interesante el cómo te guío en una melodía tan… hermosa –dijo con lentitud- ¡Qué tal que le hayas gustado!
-¡Jajajaja! No, como crees. Me ayudó porque… para eso pagué –interferí.
-Y entonces ¿por qué no te ayudó el otro? ¿El alto? –interrogó con una mueca graciosa, tenía los ojos abiertos como platos
-Porque… yo que sé –respondí- ¿y qué más te sucedió en el juego? ¿A quién conociste? ¿Escuchaste hablar de Virginia Potts? Según esto es la mejor jugadora que tiene el club –lancé esas preguntas como relámpago con la intención de evadir el tema del rubio.
-Lo único bueno de todo eso fue que Matt fue a recogerme, y sí, oí hablar de esa tal Virginia, me pidió ser su compañera en el torneo de parejas, rechacé su oferta por la forma en la que miró a MÍ Matt –explicó haciendo énfasis en el “mí”
Lo único infrecuente que ha tenido mí mañana es que la Oxford Street desborda en luces que esperaban a la oscuridad para ser encendidas, no me había dado cuenta de lo que ocurría de no ser porque en la pantalla de mi celular la fecha indicaba que ya estábamos a la segunda mitad de noviembre, y como ya es tradición las luces navideñas se instalan todos los años en este tiempo, perdurando hasta el seis de enero. Llego a la academia, saludo a Ashley –la recepcionista- y continúo mi camino hasta el salón de baile saturado de más madera además de espejos, los cuales me torturaban en cada práctica ya que en ellos puedo divisar la torpeza de mis movimientos.
Por quince minutos me pasee sobre los tablones dando vueltas de un lado a otro naturalmente desesperada, a Jake se le estaba haciendo costumbre dejarme esperar todos los días, justo cuando preparaba fríamente las palabras que le diría, el rubio engreídamente cruzo la puerta, otra vez sin saludar.
-Bien, iniciemos conteo… 1, 2 y deslizas tu pie izquierdo hacia el mismo lado e inmediatamente haces lo mismo con el derecho al mismo tiempo en el que juntas tus puños al frente para luego girarlos despacio, justo así –lo demostró.
Trate de imitar todos sus movimientos pero no conseguí hacerlo a la perfección, explicó una vez y otra y otra más pero simplemente no pude lograrlo, entre tanto noté que tenía un peculiar acento, sonreí ligeramente para luego encontrar una expresión idéntica en su rostro.
-¿Qué ocurre? –pregunto con tono suave.
-Estoy estresada, mi cumpleaños será pronto lo que significa que la apuesta vence ese día y ¡solamente he aprendido una coreografía! –respondí.
-¿Qué apostaste? ¿Salir corriendo en ropa interior por el campus? –Instantáneamente río como si recordase algo- Una vez aposté eso con dos amigos más, salí victorioso pero… Mi amigo, el que perdió… ¡Jajajaja!
Reí con él animadamente.
-¡No! No aposte eso –menee la cabeza aun riendo- Aposte un Audi –dije por lo bajo.
Entre contener la risa, hizo el esfuerzo por no escupir el sorbo de agua que había dado.
-¡¿En serio?! –manifestó su asombro. Como respuesta asentí con la cabeza.
-Al ganar obtengo un viaje a París, de lo contario pierdo mi regalo de cumpleaños: El Audi. Mi mejor amiga Summer tiene que aprender a jugar Tennis para mí cumpleaños, el 10 de diciembre. Yo por mi parte tengo que aprender las tres coreografías –le expliqué.
-Ahora entiendo tú estrés. Y… París es hermoso. No te preocupes, yo puedo ayudarte –contestó comprensivo.
-¿Cómo lo sabes? –pregunté interesada.
-Nací ahí. Mi mamá es francesa y mi papá inglés, me mude a Londres hace apenas unos años –declaró.
-¡Con que ahí la razón de tu acento! –exclame sonriente.
-Jajajaja… ¿es tan obvio? –cuestiono interesado.
-Bueno, solo un poco. Hablar el británico teniendo el francés como natal debe ser muy complicado –comente.
-¡Lo es! ¡Muchísimo! –afirmó con una sonrisa de orgullo y alivio a la vez- pero…
-¡André, amor! –una voz femenina ingresó gritando a la estancia- ¿dónde estás bebe? –se trataba de una chica, pelirroja, alta, curvilínea, de ojos verdes.
-¡Oh! Tatiana, aquí estoy –respondió André.
Rápidamente la pelirroja corrió apresuradamente hacia él, para saludarlo con un exagerado beso en los labios, reaccione mirando hacia el techo, luego hacia el piso y finalmente a la entrada, donde me encontré con la figura de Summer. Inmediatamente camine hasta ella.
-¡Summer! –la salude.
-Con que ese es el lindo rubio –dijo con voz firme- ¿no me digas que esa es su novia? –Preguntó a punto de liberar la carcajada.
-Summer, no seas grosera –contesté al darme cuenta a lo que se refería. La mujer de ojos verdes vestía de una manera, “exuberante”
-¡Jajajajajajajaja! –Mi amiga de ojos celestes ignoró mi comentario ya que no pudo evitar la risa.
-Summer, por favor –le pedí reimprimiendo una sonrisa.
-De acuerdo –accedió al recomponerse al ataque risueño- despídete al menos, señorita educada Carter –completó.
Me adentré nuevamente en la estancia a la par de Summer para recoger mis cosas.
-¿Ya te vas? –interrogo André.
-Sí. Debemos irnos. ¡Oh! Mira, ella es Summer –los presenté- la amiga de la que te hable.
-¡Hola! André Holden, mucho gusto –respondió él de manera cortés.
-Summer Campbell, igualmente –estrecharon sus manos.
-Soy Tatiana Smith, novia de André –interfirió la pelirroja.
-Jeanne Carter –le dije con hostilidad.
Summer se la pasó hablando de lo ocurrido en la academia, mi estrés era tal que si no fuera por ella no hubiese acudido al encendido de luces, el cual se llevará a cabo esta misma noche. Elegí un abrigo gris, unos jeans negros y unos botines al color del abrigo.
Al llegar nos encontramos con una enorme masa de multitud. Al caminar entre los asistentes, me di cuenta de que el artista que realizará el encendido sería nada más y nada menos que Coldplay, la gran banda británica. “Inesperadamente” Matt nos esperaba en la esquina con Regent Street, al estar ahí, en la esquina contraria logré ver el perfil de André e inmediatamente me di la media vuelta… Al distraerme buscando con la mirada a Coldplay de lejos, André estaba justo a mí costado.
-Chicas él es André, mi amigo de… -decía Matt quien se vio interrumpido por Summer.
-Sí. Lo conocimos esta mañana, él le enseña baile a Jeanne.
Formando dos parejas, presenciamos el encendido juntos & la famosa banda cantó uno de sus incontables éxitos. De un momento a otro, dos chicos me empujaron enérgicos –creo que estaban por pelearse a golpes- pero imprevistamente me vi sujeta por los brazos de André, me impacté contra su pecho y él solo completo un abrazo.
-Tranquila… ¿Estás bien? –me preguntó afligido mientras yo completamente atónita deje caer mi mejilla contra su hombro.
Ese fue el primer contacto en el que estuve consiente de sentir una descarga eléctrica, pero el segundo fue peor.
A una semana de mí cumpleaños ensayábamos A Thousand Years, Summer me convenció de presentarla con André en la fiesta, para la cual, vendrían nuestros padres… Así que luego de muchas súplicas por parte de Matt y ella termine accediendo.
Los nervios me traicionaron en ese ensayo, al momento de un giro, resbale ya que no puse mucho cuidado… André al intentar frenar una caída, terminó cayéndose junto conmigo, y para mí pesimamente mala suerte cayó sobre mí.
-Lo siento –me disculpe- André, ya puedes levantarte –le indiqué luego de que él se quedara inmóvil, sus ojos color miel me observaban atentos y brillaban a gran esplendor.
-No lo haré –expresó con seguridad- ya que… desde hace mucho tiempo quiero hacer esto –declaro para luego sorpresivamente besarme.
La razón no me respondió en ese instante, pero los impulsos sí. He de decir que fue un beso increíblemente tierno, demasiado mágico e incomparable, imposible resistirse.
Una vez de pie, no pude pronunciar palabra alguna.
-Jeanne, lo siento yo… de verdad, no quisiera que… -el rubio trataba de disculparse.
-Tatiana –fue lo único que pude decir.
-¿Tatiana? –Frunció el ceño- terminé con ella el mismo día que la conociste –revelo.
-¿Por qué lo hiciste? –le pregunté confusa.
-Porque… Jeanne, yo ya no la quería. Aunque suene cursi e imposible de creer… Yo, yo… creo que me enamoré de ti desde la primera vez que te vi. Sé que me porté como un estúpido, pero… nunca nadie me había hecho sentir lo que tú. Cuando te vi a los ojos… ¡me sacudiste! Pero después escuche tu voz, tu dulce y delicada voz. Y al primer contacto, Jeanne, una descarga eléctrica me recorrió de pies a cabeza –explicaba reflejando sinceridad.
-André –intenté hablar.
-Jeanne, sé que tú sientes lo mismo. ¿Para qué seguir negándolo? ¿Para qué adoptar actitudes que no son nuestras? –Le respondí con un eternal silencio- bien, creo que fui un idiota. De igual manera me alegra habértelo dicho, me siento libre… hasta luego Jeanne.
-¡André! –Lo detuve justo cuando iba a cruzar la salida- también te amo.
Más rápido que un rayo, el rubio vino y me abrazo fuerte.
-¡Prometo hacerte siempre feliz Jeanne Carter! –exclamo al tiempo que me alzaba por los aires haciéndome reír.
-Bueno, me parece interesante el cómo te guío en una melodía tan… hermosa –dijo con lentitud- ¡Qué tal que le hayas gustado!
-¡Jajajaja! No, como crees. Me ayudó porque… para eso pagué –interferí.
-Y entonces ¿por qué no te ayudó el otro? ¿El alto? –interrogó con una mueca graciosa, tenía los ojos abiertos como platos
-Porque… yo que sé –respondí- ¿y qué más te sucedió en el juego? ¿A quién conociste? ¿Escuchaste hablar de Virginia Potts? Según esto es la mejor jugadora que tiene el club –lancé esas preguntas como relámpago con la intención de evadir el tema del rubio.
-Lo único bueno de todo eso fue que Matt fue a recogerme, y sí, oí hablar de esa tal Virginia, me pidió ser su compañera en el torneo de parejas, rechacé su oferta por la forma en la que miró a MÍ Matt –explicó haciendo énfasis en el “mí”
…
Lo único infrecuente que ha tenido mí mañana es que la Oxford Street desborda en luces que esperaban a la oscuridad para ser encendidas, no me había dado cuenta de lo que ocurría de no ser porque en la pantalla de mi celular la fecha indicaba que ya estábamos a la segunda mitad de noviembre, y como ya es tradición las luces navideñas se instalan todos los años en este tiempo, perdurando hasta el seis de enero. Llego a la academia, saludo a Ashley –la recepcionista- y continúo mi camino hasta el salón de baile saturado de más madera además de espejos, los cuales me torturaban en cada práctica ya que en ellos puedo divisar la torpeza de mis movimientos.
Por quince minutos me pasee sobre los tablones dando vueltas de un lado a otro naturalmente desesperada, a Jake se le estaba haciendo costumbre dejarme esperar todos los días, justo cuando preparaba fríamente las palabras que le diría, el rubio engreídamente cruzo la puerta, otra vez sin saludar.
-Bien, iniciemos conteo… 1, 2 y deslizas tu pie izquierdo hacia el mismo lado e inmediatamente haces lo mismo con el derecho al mismo tiempo en el que juntas tus puños al frente para luego girarlos despacio, justo así –lo demostró.
Trate de imitar todos sus movimientos pero no conseguí hacerlo a la perfección, explicó una vez y otra y otra más pero simplemente no pude lograrlo, entre tanto noté que tenía un peculiar acento, sonreí ligeramente para luego encontrar una expresión idéntica en su rostro.
-¿Qué ocurre? –pregunto con tono suave.
-Estoy estresada, mi cumpleaños será pronto lo que significa que la apuesta vence ese día y ¡solamente he aprendido una coreografía! –respondí.
-¿Qué apostaste? ¿Salir corriendo en ropa interior por el campus? –Instantáneamente río como si recordase algo- Una vez aposté eso con dos amigos más, salí victorioso pero… Mi amigo, el que perdió… ¡Jajajaja!
Reí con él animadamente.
-¡No! No aposte eso –menee la cabeza aun riendo- Aposte un Audi –dije por lo bajo.
Entre contener la risa, hizo el esfuerzo por no escupir el sorbo de agua que había dado.
-¡¿En serio?! –manifestó su asombro. Como respuesta asentí con la cabeza.
-Al ganar obtengo un viaje a París, de lo contario pierdo mi regalo de cumpleaños: El Audi. Mi mejor amiga Summer tiene que aprender a jugar Tennis para mí cumpleaños, el 10 de diciembre. Yo por mi parte tengo que aprender las tres coreografías –le expliqué.
-Ahora entiendo tú estrés. Y… París es hermoso. No te preocupes, yo puedo ayudarte –contestó comprensivo.
-¿Cómo lo sabes? –pregunté interesada.
-Nací ahí. Mi mamá es francesa y mi papá inglés, me mude a Londres hace apenas unos años –declaró.
-¡Con que ahí la razón de tu acento! –exclame sonriente.
-Jajajaja… ¿es tan obvio? –cuestiono interesado.
-Bueno, solo un poco. Hablar el británico teniendo el francés como natal debe ser muy complicado –comente.
-¡Lo es! ¡Muchísimo! –afirmó con una sonrisa de orgullo y alivio a la vez- pero…
-¡André, amor! –una voz femenina ingresó gritando a la estancia- ¿dónde estás bebe? –se trataba de una chica, pelirroja, alta, curvilínea, de ojos verdes.
-¡Oh! Tatiana, aquí estoy –respondió André.
Rápidamente la pelirroja corrió apresuradamente hacia él, para saludarlo con un exagerado beso en los labios, reaccione mirando hacia el techo, luego hacia el piso y finalmente a la entrada, donde me encontré con la figura de Summer. Inmediatamente camine hasta ella.
-¡Summer! –la salude.
-Con que ese es el lindo rubio –dijo con voz firme- ¿no me digas que esa es su novia? –Preguntó a punto de liberar la carcajada.
-Summer, no seas grosera –contesté al darme cuenta a lo que se refería. La mujer de ojos verdes vestía de una manera, “exuberante”
-¡Jajajajajajajaja! –Mi amiga de ojos celestes ignoró mi comentario ya que no pudo evitar la risa.
-Summer, por favor –le pedí reimprimiendo una sonrisa.
-De acuerdo –accedió al recomponerse al ataque risueño- despídete al menos, señorita educada Carter –completó.
Me adentré nuevamente en la estancia a la par de Summer para recoger mis cosas.
-¿Ya te vas? –interrogo André.
-Sí. Debemos irnos. ¡Oh! Mira, ella es Summer –los presenté- la amiga de la que te hable.
-¡Hola! André Holden, mucho gusto –respondió él de manera cortés.
-Summer Campbell, igualmente –estrecharon sus manos.
-Soy Tatiana Smith, novia de André –interfirió la pelirroja.
-Jeanne Carter –le dije con hostilidad.
…
Summer se la pasó hablando de lo ocurrido en la academia, mi estrés era tal que si no fuera por ella no hubiese acudido al encendido de luces, el cual se llevará a cabo esta misma noche. Elegí un abrigo gris, unos jeans negros y unos botines al color del abrigo.
Al llegar nos encontramos con una enorme masa de multitud. Al caminar entre los asistentes, me di cuenta de que el artista que realizará el encendido sería nada más y nada menos que Coldplay, la gran banda británica. “Inesperadamente” Matt nos esperaba en la esquina con Regent Street, al estar ahí, en la esquina contraria logré ver el perfil de André e inmediatamente me di la media vuelta… Al distraerme buscando con la mirada a Coldplay de lejos, André estaba justo a mí costado.
-Chicas él es André, mi amigo de… -decía Matt quien se vio interrumpido por Summer.
-Sí. Lo conocimos esta mañana, él le enseña baile a Jeanne.
Formando dos parejas, presenciamos el encendido juntos & la famosa banda cantó uno de sus incontables éxitos. De un momento a otro, dos chicos me empujaron enérgicos –creo que estaban por pelearse a golpes- pero imprevistamente me vi sujeta por los brazos de André, me impacté contra su pecho y él solo completo un abrazo.
-Tranquila… ¿Estás bien? –me preguntó afligido mientras yo completamente atónita deje caer mi mejilla contra su hombro.
Ese fue el primer contacto en el que estuve consiente de sentir una descarga eléctrica, pero el segundo fue peor.
A una semana de mí cumpleaños ensayábamos A Thousand Years, Summer me convenció de presentarla con André en la fiesta, para la cual, vendrían nuestros padres… Así que luego de muchas súplicas por parte de Matt y ella termine accediendo.
Los nervios me traicionaron en ese ensayo, al momento de un giro, resbale ya que no puse mucho cuidado… André al intentar frenar una caída, terminó cayéndose junto conmigo, y para mí pesimamente mala suerte cayó sobre mí.
-Lo siento –me disculpe- André, ya puedes levantarte –le indiqué luego de que él se quedara inmóvil, sus ojos color miel me observaban atentos y brillaban a gran esplendor.
-No lo haré –expresó con seguridad- ya que… desde hace mucho tiempo quiero hacer esto –declaro para luego sorpresivamente besarme.
La razón no me respondió en ese instante, pero los impulsos sí. He de decir que fue un beso increíblemente tierno, demasiado mágico e incomparable, imposible resistirse.
Una vez de pie, no pude pronunciar palabra alguna.
-Jeanne, lo siento yo… de verdad, no quisiera que… -el rubio trataba de disculparse.
-Tatiana –fue lo único que pude decir.
-¿Tatiana? –Frunció el ceño- terminé con ella el mismo día que la conociste –revelo.
-¿Por qué lo hiciste? –le pregunté confusa.
-Porque… Jeanne, yo ya no la quería. Aunque suene cursi e imposible de creer… Yo, yo… creo que me enamoré de ti desde la primera vez que te vi. Sé que me porté como un estúpido, pero… nunca nadie me había hecho sentir lo que tú. Cuando te vi a los ojos… ¡me sacudiste! Pero después escuche tu voz, tu dulce y delicada voz. Y al primer contacto, Jeanne, una descarga eléctrica me recorrió de pies a cabeza –explicaba reflejando sinceridad.
-André –intenté hablar.
-Jeanne, sé que tú sientes lo mismo. ¿Para qué seguir negándolo? ¿Para qué adoptar actitudes que no son nuestras? –Le respondí con un eternal silencio- bien, creo que fui un idiota. De igual manera me alegra habértelo dicho, me siento libre… hasta luego Jeanne.
-¡André! –Lo detuve justo cuando iba a cruzar la salida- también te amo.
Más rápido que un rayo, el rubio vino y me abrazo fuerte.
-¡Prometo hacerte siempre feliz Jeanne Carter! –exclamo al tiempo que me alzaba por los aires haciéndome reír.
Última edición por Eddie el Lun 10 Oct 2016, 4:47 pm, editado 4 veces
Eddie
Re: Christmas Lights
por Nina...!!! Jue 26 Dic 2013, 1:24 pm
Aaahhh...cambio de opinión, ya no quiero un chico malo...quiero un André Holden!!...hiciste una buena combinación...he is perfect *-*...(ajam ajam...Skandar) aunque si dices que viste a un chico que se parece al del DF ...ummm...tal vez podriiiia haber un ligero cambio :fiu:
Jeanne es toda un suertuda :3
y Summer sí que es discreta XD...aunque la tal Tatiana se lo tiene merecido...cae mal (es muy obvio que parte de la inspiración está channeke)
Me gustó que André se haya mostrado tan dulce y a la vez algo atrevido al momento de declararse :aah: ...a pesar de que al principio pareció alguien arrogante.
Eddie...sabes que me encanta...me re-encanta...pero si al final me haces llorar por alguna tragedia te quitaré el título de la futura señora de Uliell y me quedaré con el lujoso anillo :enojao: -uy si, uy si...soy bien mala.
y cierto...si Jeanne y Summer viven en Highbury es significa que...aaahhh!...tienen de vecino a Skan...me había olvidado completamente que él residía ahí...en mi mente tenía al Margaret St...y ahora resulta que Anna Popplewell también vive ahí?? o solo es un mala broma del wikipedia.
well...
Jeanne es toda un suertuda :3
y Summer sí que es discreta XD...aunque la tal Tatiana se lo tiene merecido...cae mal (es muy obvio que parte de la inspiración está channeke)
Me gustó que André se haya mostrado tan dulce y a la vez algo atrevido al momento de declararse :aah: ...a pesar de que al principio pareció alguien arrogante.
Eddie...sabes que me encanta...me re-encanta...pero si al final me haces llorar por alguna tragedia te quitaré el título de la futura señora de Uliell y me quedaré con el lujoso anillo :enojao: -uy si, uy si...soy bien mala.
y cierto...si Jeanne y Summer viven en Highbury es significa que...aaahhh!...tienen de vecino a Skan...me había olvidado completamente que él residía ahí...en mi mente tenía al Margaret St...y ahora resulta que Anna Popplewell también vive ahí?? o solo es un mala broma del wikipedia.
well...
SÍGUELA
Nina...!!!
Re: Christmas Lights
por Fernanda. Vie 27 Dic 2013, 3:14 am
¡Edith, eres toda una pilla! Creo saber en quién te inspiraste B) Necesitamos hablar ¡Necesito detalles!
Soy fiel lectora & Edithlover declarada♥ Síguelaaaaa:3
Soy fiel lectora & Edithlover declarada♥ Síguelaaaaa:3
Fernanda.
Re: Christmas Lights
por Eddie Sáb 28 Dic 2013, 5:34 pm
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Parte tres
Finalmente el 10 de diciembre hace su llegada. La fiesta será en The Waldorf Hilton, uno de los hoteles más sobresalientes de Londres, dará inicio a las 4:00 de la tarde.
Summer jugará un partido de Tennis conmigo a las 11:00 am luego iremos a la academia y le mostrare dos coreografías, en la fiesta se evidenciará la tercera. A decir verdad estoy demasiado nerviosa… Segura de "A thousand years" pero muy dudosa de las otras dos, no las tomé tan en serio ya que André solo me distraía haciéndome reír.
-Estoy lista –anunció Summer mientras caminaba de la mano con Matt.
-Bien –sonreí tomando la raqueta ágilmente.
De reojo observé como Matt le deseaba suerte despidiéndose con un ligero beso en los labios para luego ir a tomar asiento.
-¿Y André? –preguntó mi amiga la rubia tomando su lugar.
-No lo sé. Tal vez llegue después, tiene muchas cosas que hacer en la academia –respondí. Tener al bailarín más brillante de Londres como novio tiene sus consecuencias.
El partido inicio, le cedí a Summer el primer saque, realizo uno alto al cual respondí con un drive. Pasaron 30 minutos & la ojos celestes llevaba la delantera. Rogers, el moreno, no ayudaba en mucho a mí concentración gritando la puntuación para después enviarle besos a Summer… Hubo un momento en el que estuve más tensa que nunca, sentía que algo en mí cabeza iba a reventar, situación por la cual no pude disfrutar del público que nos observaba.
Pero luego llegó André, y con un gritó exhibiendo más que nunca su acento francés me otorgo la tranquilidad que necesitaba… Por más bobo que suene, tenía un mal presentimiento sin saber por qué. El día había iniciado bien pero algo me atormentaba desde que puse un pie fuera de la cama y dicha angustia no cesó hasta que escuché la varonil voz de mi talentoso chico comprensivo.
En cierto punto del juego, Summer había renunciado a defender para atacar. Realizo una buena Dejada que me hizo abrir los ojos… La raqueta nunca había sido mi enemiga, así que me arriesgue con un Volea y finalmente el juego termino con un cortés Revés a dos manos. Campbell corrió a donde Matt para abrazarlo, yo camine hacia mí maleta para buscar la botella de agua, la cual se encontraba en las pálidas y fornidas manos de André, quien presumía un semblante asombrado.
-¡Hola! –Le salude sonriente- ¿pasa algo?
-Eso fue… estuviste… ¡Woow! –Exclamo sonriendo demostrando la sorpresa en sus ojos- no sabía que podías jugar así. Estabas abajo, demasiado abajo en el marcador y luego… ¡woow!
Sonreí orgullosa.
Inmediatamente vinieron Summer y Matt a nuestro costado.
-En verdad me sorprendiste –declaré a Summer- no me lo esperaba realmente.
-Bueno, que puedo decir… Matt me ayudó –miró directamente a los ojos del australiano, quien compuso una sonrisa delicada- y estabas distraída, sé que pudiste haberlo hecho mejor.
Negué sacudiendo la cabeza.
-Ten, es tuya –respondí al momento de sacar la pañoleta jade que Summer quería en un principio.
-Gracias, simplemente me encanta –la tomo alegre.
El marcador quedó empatado y el público aplaudía satisfecho. Justo cuando me disponía a irme del club, estrechando la mano de André, Virginia Potts nos impidió el paso colocándose justo enfrente de nosotros.
-Hola Jeanne, hace mucho que no te veía por aquí –su tono desbordaba hipocresía por todos lados- ¿Quién es él? ¿Tu novio? –Levantó una ceja acompañada por una mueca de desaprobación- jamás me imagine que tú, bueno… terminarás con alguien como… ya sabes, él.
Maldita Pitbull
-Sí, Virginia… él es mi novio. Su nombre es André… Y tu comentario querida, queda fuera de lugar, no hace más que reflejar tu envida. Ahora si eres tan amable quítate de nuestro camino
En el trayecto a la academia, el francés mitad británico no pronunció palabra alguna después del incidente, es evidente que nadie se incomodó más que él en ese errado encuentro.
Una vez que llegaron Summer y Matt demostré lo que había aprendido, no resulto un rotundo fracaso como lo esperé aunque obviamente eso no me hace la mejor bailarina del mundo. Mi amiga la alegre e intrépida rubia estalló en aplausos. Me felicitó y recibí el primer abrazo por parte de Holden en todo el día, supongo que el comentario de Virginia lo privó de hacerlo.
Les pedí a todos que me dieran unos minutos a solas en el salón, los vería afuera luego de despedirme de las instalaciones… Aunque parezca ilógico, me encariñé con todo esto, con los tablones de madera, con los espejos, con el corredor e inclusive con la recepción, la Royal Sapphire resultó ser de mí completo agrado, un lugar que extrañaría sin lugar a dudas.
Justo cuando caminaba por el escritorio de cristal en donde se encontraba sentada Ashley, su voz emanando un tono de cizaña me detuvo en seco.
-No sé cómo André pudo dejar a Tatiana, una chica realmente guapa y, aún más que eso era una reconocida bailarina profesional –dijo saboreando cada palabra como si supiera el perjuicio que eso me causaría- sinceramente no sé qué vio en ti, claro, a excepción de tu notoria solvencia económica.
Trague saliva y a contestación le dedique una mirada de antipatía demostrándole el aborrecimiento que experimenté a sus palabras. Sacudí la cabeza, ya recompuesta, me despedí de Summer, Matt y finalmente de André. Era una completa falsedad lo que la impertinente de la recepcionista me había dicho, André no era así, me ha demostrado quererme por lo que soy y no por lo que poseo.
Al dar las cuatro con quince minutos de la tarde, me encontraba desfilando entre los invitados con un bonito vestido de Valentino en color azul real, saludé a los asistentes agradeciendo su presencia, posteriormente busque a la cabellera dorada perteneciente a Summer quien, como era de esperarse estaría acompañada por una castaña.
Enfundada en un vestido rosa pastel de Gucci, Summer se encontraba intranquila del brazo de Matt, quien esta vez lucía un distinguido traje. Lo había olvidado por completo, estarían nada más y nada menos que la señora Maia & y el señor Anthony Campbell presentes… No quiero ni imaginar el revoltijo que armarían al ver a Rogers aquí, el cual se mostraba firme, por nada del mundo estaba dispuesto a dejar a Summer.
Entre una incontable masa de trajeados busque su característica melena rubia ceniza, pero no la encontré. Agotada salí a la terraza, y apenas dos fugaces minutos después llego André sujetándome por los hombros. No me alteré, reconocí su fragancia al instante.
-Luces bellísima. Igual que siempre –afirmo.
-Gracias. Tú estás, muy guapo… aún más de lo normal si es que es posible –declaré una vez que me gire para verlo ataviado en un elegante smoking negro.
-¿Cómo estás? –interrogue ingenuamente al notarlo algo nervioso.
-Bien, es solo que… no estoy acostumbrado a este tipo de entornos –miró a través de los enormes cristales que nos separaban del lujoso festejo.
-Sí, a veces es… fastidioso –me recargue en su pecho luego de ser rodeada por su brazo.
El capitán de meseros interrumpió el momento con el anuncio de que mis padres me llamaban, creo que era hora de ver mi obsequio. André pidió esperar ahí, accedí ya que no quería sofocarlo con ese ostentoso ambiente que se alzaba imponente cruzando la terraza.
Tal y como me lo esperaba mis adorados padres me entregaron las llaves del radiante Audi blanco, estacionado a la entrada del hotel. Luego de agradecerles por fin baile "A thousand years" con André e instantáneamente Matt y Summer se acercaron a la pista junto con otros 3 pares de parejas más. Todo resultó ser un completo éxito, pero se vio opacado por la imprevisible pelea que tuve con el rubio.
-¿Por qué estás tan alejado hoy? –le cuestione tratando de ocultar mi tono molesto.
-Me encuentro bien, estoy exhausto eso es todo –contesto al tiempo que daba un trago de whisky.
-¡Llevas así mucho tiempo! Me haces sentir mal, André –le dije ya cansada.
-Bien, ¿quieres saber por qué? –Asentí confusa y ansiosa por conocer la respuesta- ¡porque es obvio que yo no entro en este contexto Jeanne! Esta más que claro que para tus conocidos solo soy una burla, y es cierto porque en realidad solo soy André, el artista bailarín, no más. Y tú, tú eres la princesita que se ha fijado en un modesto chico que vive de sueños. Simple y sencillamente no puedo soportarlo. No entro en tu mundo.
Oír esas palabras de parte de él fue duro, pero intentar hacerle ver que eso no interesaba fue en vano. Al borde de la desesperación terminé por hacerle saber lo que a mí me molestaba.
-Yo tampoco entro en el tuyo, pero me esfuerzo André. No soy la brillante bailarina que todos quisieran ver tu lado, no soy Tatiana. E intento que eso no me moleste, trato de tener el carácter de lidiar con eso porque tú eres quien me importa, pero tú no te esfuerzas y creo que es injusto.
-Es que tú no entiendes, no puedes comprenderme y no lo lograrás. ¡Solo mírate! El vestido que traes puesto vale más de lo que puedo ganar en un año. No sé en qué pensé cuando creí que… éramos compatibles. Esto no funcionara Jeanne, es mejor olvidarlo –expresó decaído para darse la media vuelta y dejarme atónita en el balcón.
Era 20 de diciembre al medio día cuando Summer descubrió un confuso pasado en la vida de André.
-Carter, escucha esto –dijo entrando a mí habitación, donde me hallaba medio dormida.
-¿Qué? –espeté bostezando.
-Sé que no quieres hablar del tema pero… me he enterado que el idiota de André no es tan modesto como dijo. Resulta que es hijo de Austin Holden, el heredero de los almacenes Holden, Quien se casó con Alessandra Wickham una mujer francesa miembro de una familia aristócrata. Se divorciaron cuando André tenía 12. También me enteré la razón por la que llegó a Londres: Ninguno de sus padres quiso apoyarlo con su sueño, pero en Londres logró realizarlo y como ya sabemos actualmente es miembro de la Royal Sapphire, considerado como el mejor bailarín, quizá de la ciudad...
-¡Woow! –Manifesté mi asombro- eso solo me hace dudar su comportamiento... demasiado si es que se puede.
Así que, sin pronunciar nada más, tomé mi abrigo Louis Vuitton a la par de las llaves del Audi con dirección a la academia. Entré con aire triunfante mirando a Ashley igual que la última vez, hostilmente, no le saludé y percibí una gesticulación en su rostro: Estaba molesta, aunque no intento detenerme. Camine con el estilo de una dama refinada hacia el salón donde solía practicar hace apenas unas semanas.
Al llegar, no contemplé lo que esperaba, imaginaba ver a un André perdido en los sonidos de distintas melodía, en el ritmo, sintiéndose parte dé, inconsciente de todo lo que ocurre a su alrededor únicamente concentrado en su reflejo proyectado en el espejo, pero no… no fue así. Me lleve una esporádica y absoluta sorpresa: Estaba André… con Tatiana, los primeros botones de su camisa azul celeste se encontraban desabrochados y Tatiana dispersaba caricias ansiosas por gran parte de su espalda, él solamente correspondía el exasperado beso, acariciando ligeramente sus curvas perfectamente definidas por encima de la blusa, hasta que al fin, ella enrollo sus largas piernas en la cadera del rubio, provocando así que él se exaltara y como consecuencia abriera sus ojos… Para finalmente observarme, conteniendo el amargo llanto.
No era capaz de soportar más esa escena. Rápidamente tomé el control de mis piernas y salí corriendo de ahí, ignorando la voz varonil que desde adentro gritaba mi nombre. Quizá Ashley tenía razón, quizá él simplemente me enamoró por interés, solo eso.
Al llegar a casa, Summer me hizo contarle lo ocurrido… no dijo más, se quedó helada, era obvio que también se llevó un gran desengaño.
El veinticuatro de diciembre al amanecer, Summer me llegó con el obsequio de su viaje a París, me lo ha regalado no por haber ganado la apuesta… en realidad quedamos empatadas, lo hizo simple y sencillamente porque desea que me distraiga, ella por su parte se irá a Australia con Matt, mi intrépida amiga se escapará para conocer a la familia de su enamorado, además de que él la invitó a la famosa Ópera de Sidney… Los Campbell pensarán que su pequeña y dulce hija se fue a París, ya que creen que Summer terminó con Rogers… en ningún momento ella los obedeció.
Y yo… volaré a las diez de la noche en la víspera de Navidad, mi teléfono ha estado apagado además de que bloquee a Holden de todos los medios por los que pudiese contactarme, ayer vino a buscarme pero le pedí a la chica dorada que le negará la entrada.
Summer jugará un partido de Tennis conmigo a las 11:00 am luego iremos a la academia y le mostrare dos coreografías, en la fiesta se evidenciará la tercera. A decir verdad estoy demasiado nerviosa… Segura de "A thousand years" pero muy dudosa de las otras dos, no las tomé tan en serio ya que André solo me distraía haciéndome reír.
-Estoy lista –anunció Summer mientras caminaba de la mano con Matt.
-Bien –sonreí tomando la raqueta ágilmente.
De reojo observé como Matt le deseaba suerte despidiéndose con un ligero beso en los labios para luego ir a tomar asiento.
-¿Y André? –preguntó mi amiga la rubia tomando su lugar.
-No lo sé. Tal vez llegue después, tiene muchas cosas que hacer en la academia –respondí. Tener al bailarín más brillante de Londres como novio tiene sus consecuencias.
El partido inicio, le cedí a Summer el primer saque, realizo uno alto al cual respondí con un drive. Pasaron 30 minutos & la ojos celestes llevaba la delantera. Rogers, el moreno, no ayudaba en mucho a mí concentración gritando la puntuación para después enviarle besos a Summer… Hubo un momento en el que estuve más tensa que nunca, sentía que algo en mí cabeza iba a reventar, situación por la cual no pude disfrutar del público que nos observaba.
Pero luego llegó André, y con un gritó exhibiendo más que nunca su acento francés me otorgo la tranquilidad que necesitaba… Por más bobo que suene, tenía un mal presentimiento sin saber por qué. El día había iniciado bien pero algo me atormentaba desde que puse un pie fuera de la cama y dicha angustia no cesó hasta que escuché la varonil voz de mi talentoso chico comprensivo.
En cierto punto del juego, Summer había renunciado a defender para atacar. Realizo una buena Dejada que me hizo abrir los ojos… La raqueta nunca había sido mi enemiga, así que me arriesgue con un Volea y finalmente el juego termino con un cortés Revés a dos manos. Campbell corrió a donde Matt para abrazarlo, yo camine hacia mí maleta para buscar la botella de agua, la cual se encontraba en las pálidas y fornidas manos de André, quien presumía un semblante asombrado.
-¡Hola! –Le salude sonriente- ¿pasa algo?
-Eso fue… estuviste… ¡Woow! –Exclamo sonriendo demostrando la sorpresa en sus ojos- no sabía que podías jugar así. Estabas abajo, demasiado abajo en el marcador y luego… ¡woow!
Sonreí orgullosa.
Inmediatamente vinieron Summer y Matt a nuestro costado.
-En verdad me sorprendiste –declaré a Summer- no me lo esperaba realmente.
-Bueno, que puedo decir… Matt me ayudó –miró directamente a los ojos del australiano, quien compuso una sonrisa delicada- y estabas distraída, sé que pudiste haberlo hecho mejor.
Negué sacudiendo la cabeza.
-Ten, es tuya –respondí al momento de sacar la pañoleta jade que Summer quería en un principio.
-Gracias, simplemente me encanta –la tomo alegre.
El marcador quedó empatado y el público aplaudía satisfecho. Justo cuando me disponía a irme del club, estrechando la mano de André, Virginia Potts nos impidió el paso colocándose justo enfrente de nosotros.
-Hola Jeanne, hace mucho que no te veía por aquí –su tono desbordaba hipocresía por todos lados- ¿Quién es él? ¿Tu novio? –Levantó una ceja acompañada por una mueca de desaprobación- jamás me imagine que tú, bueno… terminarás con alguien como… ya sabes, él.
Maldita Pitbull
-Sí, Virginia… él es mi novio. Su nombre es André… Y tu comentario querida, queda fuera de lugar, no hace más que reflejar tu envida. Ahora si eres tan amable quítate de nuestro camino
En el trayecto a la academia, el francés mitad británico no pronunció palabra alguna después del incidente, es evidente que nadie se incomodó más que él en ese errado encuentro.
Una vez que llegaron Summer y Matt demostré lo que había aprendido, no resulto un rotundo fracaso como lo esperé aunque obviamente eso no me hace la mejor bailarina del mundo. Mi amiga la alegre e intrépida rubia estalló en aplausos. Me felicitó y recibí el primer abrazo por parte de Holden en todo el día, supongo que el comentario de Virginia lo privó de hacerlo.
Les pedí a todos que me dieran unos minutos a solas en el salón, los vería afuera luego de despedirme de las instalaciones… Aunque parezca ilógico, me encariñé con todo esto, con los tablones de madera, con los espejos, con el corredor e inclusive con la recepción, la Royal Sapphire resultó ser de mí completo agrado, un lugar que extrañaría sin lugar a dudas.
Justo cuando caminaba por el escritorio de cristal en donde se encontraba sentada Ashley, su voz emanando un tono de cizaña me detuvo en seco.
-No sé cómo André pudo dejar a Tatiana, una chica realmente guapa y, aún más que eso era una reconocida bailarina profesional –dijo saboreando cada palabra como si supiera el perjuicio que eso me causaría- sinceramente no sé qué vio en ti, claro, a excepción de tu notoria solvencia económica.
Trague saliva y a contestación le dedique una mirada de antipatía demostrándole el aborrecimiento que experimenté a sus palabras. Sacudí la cabeza, ya recompuesta, me despedí de Summer, Matt y finalmente de André. Era una completa falsedad lo que la impertinente de la recepcionista me había dicho, André no era así, me ha demostrado quererme por lo que soy y no por lo que poseo.
Al dar las cuatro con quince minutos de la tarde, me encontraba desfilando entre los invitados con un bonito vestido de Valentino en color azul real, saludé a los asistentes agradeciendo su presencia, posteriormente busque a la cabellera dorada perteneciente a Summer quien, como era de esperarse estaría acompañada por una castaña.
Enfundada en un vestido rosa pastel de Gucci, Summer se encontraba intranquila del brazo de Matt, quien esta vez lucía un distinguido traje. Lo había olvidado por completo, estarían nada más y nada menos que la señora Maia & y el señor Anthony Campbell presentes… No quiero ni imaginar el revoltijo que armarían al ver a Rogers aquí, el cual se mostraba firme, por nada del mundo estaba dispuesto a dejar a Summer.
Entre una incontable masa de trajeados busque su característica melena rubia ceniza, pero no la encontré. Agotada salí a la terraza, y apenas dos fugaces minutos después llego André sujetándome por los hombros. No me alteré, reconocí su fragancia al instante.
-Luces bellísima. Igual que siempre –afirmo.
-Gracias. Tú estás, muy guapo… aún más de lo normal si es que es posible –declaré una vez que me gire para verlo ataviado en un elegante smoking negro.
-¿Cómo estás? –interrogue ingenuamente al notarlo algo nervioso.
-Bien, es solo que… no estoy acostumbrado a este tipo de entornos –miró a través de los enormes cristales que nos separaban del lujoso festejo.
-Sí, a veces es… fastidioso –me recargue en su pecho luego de ser rodeada por su brazo.
El capitán de meseros interrumpió el momento con el anuncio de que mis padres me llamaban, creo que era hora de ver mi obsequio. André pidió esperar ahí, accedí ya que no quería sofocarlo con ese ostentoso ambiente que se alzaba imponente cruzando la terraza.
Tal y como me lo esperaba mis adorados padres me entregaron las llaves del radiante Audi blanco, estacionado a la entrada del hotel. Luego de agradecerles por fin baile "A thousand years" con André e instantáneamente Matt y Summer se acercaron a la pista junto con otros 3 pares de parejas más. Todo resultó ser un completo éxito, pero se vio opacado por la imprevisible pelea que tuve con el rubio.
-¿Por qué estás tan alejado hoy? –le cuestione tratando de ocultar mi tono molesto.
-Me encuentro bien, estoy exhausto eso es todo –contesto al tiempo que daba un trago de whisky.
-¡Llevas así mucho tiempo! Me haces sentir mal, André –le dije ya cansada.
-Bien, ¿quieres saber por qué? –Asentí confusa y ansiosa por conocer la respuesta- ¡porque es obvio que yo no entro en este contexto Jeanne! Esta más que claro que para tus conocidos solo soy una burla, y es cierto porque en realidad solo soy André, el artista bailarín, no más. Y tú, tú eres la princesita que se ha fijado en un modesto chico que vive de sueños. Simple y sencillamente no puedo soportarlo. No entro en tu mundo.
Oír esas palabras de parte de él fue duro, pero intentar hacerle ver que eso no interesaba fue en vano. Al borde de la desesperación terminé por hacerle saber lo que a mí me molestaba.
-Yo tampoco entro en el tuyo, pero me esfuerzo André. No soy la brillante bailarina que todos quisieran ver tu lado, no soy Tatiana. E intento que eso no me moleste, trato de tener el carácter de lidiar con eso porque tú eres quien me importa, pero tú no te esfuerzas y creo que es injusto.
-Es que tú no entiendes, no puedes comprenderme y no lo lograrás. ¡Solo mírate! El vestido que traes puesto vale más de lo que puedo ganar en un año. No sé en qué pensé cuando creí que… éramos compatibles. Esto no funcionara Jeanne, es mejor olvidarlo –expresó decaído para darse la media vuelta y dejarme atónita en el balcón.
…
Era 20 de diciembre al medio día cuando Summer descubrió un confuso pasado en la vida de André.
-Carter, escucha esto –dijo entrando a mí habitación, donde me hallaba medio dormida.
-¿Qué? –espeté bostezando.
-Sé que no quieres hablar del tema pero… me he enterado que el idiota de André no es tan modesto como dijo. Resulta que es hijo de Austin Holden, el heredero de los almacenes Holden, Quien se casó con Alessandra Wickham una mujer francesa miembro de una familia aristócrata. Se divorciaron cuando André tenía 12. También me enteré la razón por la que llegó a Londres: Ninguno de sus padres quiso apoyarlo con su sueño, pero en Londres logró realizarlo y como ya sabemos actualmente es miembro de la Royal Sapphire, considerado como el mejor bailarín, quizá de la ciudad...
-¡Woow! –Manifesté mi asombro- eso solo me hace dudar su comportamiento... demasiado si es que se puede.
Así que, sin pronunciar nada más, tomé mi abrigo Louis Vuitton a la par de las llaves del Audi con dirección a la academia. Entré con aire triunfante mirando a Ashley igual que la última vez, hostilmente, no le saludé y percibí una gesticulación en su rostro: Estaba molesta, aunque no intento detenerme. Camine con el estilo de una dama refinada hacia el salón donde solía practicar hace apenas unas semanas.
Al llegar, no contemplé lo que esperaba, imaginaba ver a un André perdido en los sonidos de distintas melodía, en el ritmo, sintiéndose parte dé, inconsciente de todo lo que ocurre a su alrededor únicamente concentrado en su reflejo proyectado en el espejo, pero no… no fue así. Me lleve una esporádica y absoluta sorpresa: Estaba André… con Tatiana, los primeros botones de su camisa azul celeste se encontraban desabrochados y Tatiana dispersaba caricias ansiosas por gran parte de su espalda, él solamente correspondía el exasperado beso, acariciando ligeramente sus curvas perfectamente definidas por encima de la blusa, hasta que al fin, ella enrollo sus largas piernas en la cadera del rubio, provocando así que él se exaltara y como consecuencia abriera sus ojos… Para finalmente observarme, conteniendo el amargo llanto.
No era capaz de soportar más esa escena. Rápidamente tomé el control de mis piernas y salí corriendo de ahí, ignorando la voz varonil que desde adentro gritaba mi nombre. Quizá Ashley tenía razón, quizá él simplemente me enamoró por interés, solo eso.
Al llegar a casa, Summer me hizo contarle lo ocurrido… no dijo más, se quedó helada, era obvio que también se llevó un gran desengaño.
…
El veinticuatro de diciembre al amanecer, Summer me llegó con el obsequio de su viaje a París, me lo ha regalado no por haber ganado la apuesta… en realidad quedamos empatadas, lo hizo simple y sencillamente porque desea que me distraiga, ella por su parte se irá a Australia con Matt, mi intrépida amiga se escapará para conocer a la familia de su enamorado, además de que él la invitó a la famosa Ópera de Sidney… Los Campbell pensarán que su pequeña y dulce hija se fue a París, ya que creen que Summer terminó con Rogers… en ningún momento ella los obedeció.
Y yo… volaré a las diez de la noche en la víspera de Navidad, mi teléfono ha estado apagado además de que bloquee a Holden de todos los medios por los que pudiese contactarme, ayer vino a buscarme pero le pedí a la chica dorada que le negará la entrada.
Eddie
Re: Christmas Lights
por Eddie Mar 31 Dic 2013, 6:42 pm
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Parte cuatro
Cediéndole el paso al orgullo la castaña de ojos aceituna aguarda impaciente en el aeropuerto, no imagina otra escena en su mente más que la de abordar el avión y visualizar por el cristal de la ventana la radiante Torre Eiffel envuelta en luces. Abrazada por una pieza de Yves Saint Laurent color avellana dio un sorbo al envase de café, intentaba distraerse mirando a todas las personas que caminaban por el lugar, revisó con la mirada la espaciosa sala donde se encontraba. Estaban tardándose mucho en tomar sus maletas, cosa que la desesperaba en demasía. Tomó su IPod y colocó una lista de reproducción al azar, finalmente tomó asiento dejándose llevar por los hipnotizadores sonidos de Viva la Vida.
Justo en la misma atmosfera londinense en donde se encontraba el aeropuerto, se hallaba el Big Ben, el Tower Bridge, el London Eye, Hyde Park, el Palacio de Westminster, personas, lugares, casas, tiendas, calles, academias y un rubio. ¡Justo en la misma atmosfera donde se encontraba la cobriza se encontraba el rubio!
Edward André Holden Wickham jamás en su vida se había sentido tan desolado. Ni siquiera cuando abandonó su hogar en Francia para perseguir su sueño, mucho menos cuando le exigió a su padre que nunca más le dirigiera la palabra.
Nacido en el regazo de una familia adinerada con dos nacionalidades increíbles, el pequeño ninguna vez había sentido haberlo tenido todo, no por soberbia o algo parecido, su padre Austin Holden era un aclamado hombre de negocios y Alessandra Wickham una radiante mujer con mil deberes que hacer. Pertenecer a la aristocracia francesa a la par de algún día saber que te convertirás en una parte importante de la bolsa neoyorkina conlleva a un alto nivel de estrés… Imagina tener diecisiete años, ser la joven promesa de los Holden, los propietarios de un centenar de almacenes dispersados por Europa siendo el único integrante varón adolescente de los Wickham llevando la carga de ser el orgullo del abuelo… Cuando tú, simplemente deseas formar parte de la danza profesional, no tienes interés en grandes negocios internacionales ni en la aristocracia. Esa es una parte de la vida de André. Aún falta mencionar el temor que lo acechaba todo el tiempo sobre decepcionar a sus padres… Con diecisiete años y medio, abandonó Francia para aterrizar su sueño en Londres, el cual resultó ser muy fructífero ya que… bueno, ahora con veintiuno ¡es André Holden! El mejor bailarín de la ciudad.
Cabe mencionar que no toda su adolescencia fue perfección, tuvo lujos y comodidades pero no mucho amor, su madre le prestaba atención cada que podía aunque tenía a Claire, la nana, quien a los nueve se convirtió en su cómplice más leal. A los doce sus padres se divorciaron dado que sentían que el matrimonio no funcionó bien entre ellos. Austin regresó a su ciudad natal y Alessandra se quedó en Francia atendiendo millares de compromisos formales. Trece años de edad tenía el rubio cuando sintió una severa frustración hacia su padre, quince cuando le dirigió la palabra nuevamente y dieciséis cuando su relación se tornó rencorosa.
A los veinte lo encontró en un café de Londres, fue ahí cuando lo perdono.
Narra Summer:
Estaba desayunando felizmente con la familia Rogers. La mamá de Matt me recibió de una manera increíble, al igual que su padre, ¡y que decir de sus hermanos! Son un completo amor, Anna de doce me ha dicho que soy la primera novia que le presenta a sus padres y Alex de ocho no lo suelta para nada… todo el tiempo quiere jugar con él. Sinceramente algún día me encantaría formar parte de la familia.
Todo eran risas y conversaciones divertidas hasta que Matthew recibió una llamada que lo dejo estupefacto… Instantáneamente me entregó su teléfono para atender la llamada, era el estúpido de André de Holden.
-¡Summer! ¡Summer! –Gritó alterado- ¡Por favor no me cuelgues! –pidió como si hubiese leído mis pensamientos.
-¿Qué quieres? –respondí con tono amargo.
-¡Por favor! Dime, dime donde esta Jeanne –suplicó. Noté angustia en su voz.
-No te lo diré, se lo prometí
En un pestañeo tenía a Matt de frente, me tomó de la cintura y me dio un vehemente pero fugaz beso.
-Esto es un complot –le dije al moreno una vez que nos separamos.
-No, no lo es –negó sonriendo- solo dile, jamás lo había visto tan afligido.
-Se lo debo a Jeanne –me rehusé.
-De acuerdo, entonces no le digas a André. Dímelo a mí –amplió una sonrisa- el idiota necesita saber dónde está. Vamos, piensa en tu adorable novio, el cual ha sufrido las últimas noches ya que Andrésito no duerme… se la pasa recapacitando, una vez estaba a punto de llorar.
Negué despaciosamente con la cabeza, estaba a nada de convencerme.
-No sabes lo que hizo –contesté segura una vez que recordé lo que mi amiga me contó- Jeanne si lloró.
-¡Summer! ¡Escucha Summer! –era la voz de André. Matt había puesto el alta voz- Te juro que todo tiene una explicación, absolutamente todo… Ahora, solo necesito saber dónde está mí Jeanne.
-Princesa, ¿tú crees que estaría pidiéndote esto? Sé lo que paso, Holden me lo dijo. Yo puedo explicarte, solo dile… En verdad está sufriendo –El australiano me miró con una expresión suave.
-No sé dónde está –revele. Era cierto, ¿cómo iba a saber dónde estaba Jeanne al medio día? Solo sabía a donde iría- ¡De acuerdo! Sé que viajará pero no sé a dónde ni a qué hora –declaré la mitad de la verdad.
-¿Estás segura? –preguntó el británico medio francés.
Miré a Matt.
-No está mintiendo –dijo él con su voz varonil al momento que me abrazaba por los hombros- Sí nos disculpas tenemos una Ópera a la cual acudir. Adiós amigo, suerte –se despidió.
Cuando salimos de la famosa Ópera de Sídney mí ardiente australiano comenzó con el relato.
-Tatiana abrazó a André. Ya sabes cómo es él, no es descortés con las damas. Entonces ella lo beso… le habló sobre Jeanne y una supuesta relación con un chico de alta clase social, cuando él no le creyó, ella le mostró una fotografía del diario de esa mañana… Estaba tu amiga con un joven según me contó Holden un tal… Ivan Marshall.
-¡Él es un buen amigo de Jeanne y mío! –lo interrumpí.
-Lo sé. Lo supimos un día después, investigó entre los alumnos de Cambridge, amigos desde la infancia, compañeros de clase, blablá. Él aparentaba ser lo que supuestamente André no era. Y mí idiota amigo cayó directo en la trampa de Tatiana. Solo imagínala a ella con un teatrito bien armado. Ashley confesó haberla ayudado, se supone que ella iba a llamar a Jeanne para que fuera y viera la escena, pero no hizo falta. André lo hizo porque estaba frustrado.
-¡Eso no lo justifica! –grité molesta.
-Sí. Pero por una parte lo entiendo, si me pongo en su lugar y nos hubiera ocurrido algo similar, Summer te juro que me vuelvo loco. No sé qué haría sin ti.
Narra André
Definitivamente tenía que hacer algo para recuperarla, eso era obvio. La busqué por todo Londres desesperadamente durante todo el día.
Pregunté a todos sus vecinos, quienes amablemente me informaron que “la castaña de ojos bonitos” –según un hombre de edad mayor- había salido temprano con un par de maletas.
A eso de las 9:30 de la noche caminé por toda la Oxford Street, derrotado. Eran muchos los lugares que visitamos juntos, existían momentos inolvidablemente únicos, el encendido de las luces lo presencie a su lado, y aunque suene exagerado en cuanto la vi supe que tenía que ella era la indicada para ser la compañera de mi vida, cometí muchos errores, fui un idiota, cobarde, superficial, orgulloso, egoísta y por todas esas cosas la perdí… No soportaba saberlo. No soportaba la idea de estar sin Jeanne.
Justo cuando tenía las lágrimas formadas en las pupilas, recapacité detenidamente la declaración de Summer, era un hecho que Jeanne viajaría y en lo primero que pensé fue en París. El vuelo de la rubia quedaba libre ya que se fue a Sídney… Tomé un taxi con rumbo al aeropuerto. A las 10:00 pm despegó un avión con destino a París según me informaron en él viajaba la castaña de ojos bonitos, mi castaña de ojos bonitos. Instantáneamente, casi por impulso solicité el siguiente vuelo a la capital de la moda: tardaría 30 minutos en despegar.
Aguardé por media hora en la sala de espera, y para mí sorpresa en el asiento del costado había un gorro marrón de Chanel lo tomé irreflexivamente para llevarlo a mí rostro, olía a Jeanne, sabía que pertenecía a ella.
Finalmente la mañana de Navidad hizo su entrada.
Decidí ir a la Torre Eiffel, siendo uno de los atractivos de Francia sería obvio que la dueña de preciosos ojos aceituna querría ir ahí, tal y como me lo dijo una vez. A lo lejos percibí su silueta, fotografiando la magnífica Torre.
-¡Jeanne! –grité mientras me acercaba.
Noté el asombro en su rostro, el cual posteriormente se transformó en molestia.
-¿Qué haces aquí? –interrogo con fastidio.
-Vine a… entregarte esto –respondí estupefacto ofreciéndole el gorro.
-Ah… Gracias, supongo.
-Escucha, lo de Tatiana fue…
-No me interesa André. Y si eres tan amable lárgate de aquí –dijo con aspereza.
-¡No! Necesito que me escuches, solo hazlo, te lo suplico. Después, te juro que me voy –la convencí. Pude explicarle la situación, pero se quedó helada, no me miró a los ojos- “Christmas night, another fight Tears we cried; a flood” –pensé en voz alta.
-¿Qué… qué crees que haces? –cuestiono intranquila.
- “Got all kinds of poison in, poison in my blood. Took my feet, to Oxford street, trying to right a wrong” Christmas Lights, de Coldplay. Es justo lo que viví. No tienes idea de cuánto te agradezco y aunque tal vez tú ya no me ames, solo quería decírtelo –involuntariamente una lágrima que alcancé a limpiar rápidamente resbalo por mi mejilla.
-¡André, André! ¡No digas eso! –me abrazó fuertemente.
-Quizá sea repentino pero… -luego de unos minutos me separe por un instante de ella- ¿Me concederías el gran honor de ser mí esposa?
-¡André! –exclamo emocionada.
-Lo compré el primer día que te vi –revelé deshaciéndome de la envoltura azul mentolado de “Tiffany & Co”- Jeanne Carter, ¿te casas conmigo?... Voulez-vous m'épouser? –le pedí en francés.
-¡Por supuesto! Oui! –exclamo sonriente.
Una vez que deslicé la joya sutilmente en su dedo anular, la cargue lo más alto posible, uniéndome a sus risas.
Jamás en mí vida me había sentido tan dichoso, sentí como si una luz se hubiese encendido en mí interior. Me sentí pleno, feliz, estaba agradecido porque lo tenía todo, pero lo más importante: La tenía a ella, el amor de mi vida, y así sería por siempre… Amaré a Jeanne durante toda la eternidad sin importar qué.
He ahí concluida la historia de la joven escritora y el talentoso bailarín. Un “felices para siempre” se abrió ante ellos. Un amor repentinamente navideño que duro para toda infinitud…
…
Justo en la misma atmosfera londinense en donde se encontraba el aeropuerto, se hallaba el Big Ben, el Tower Bridge, el London Eye, Hyde Park, el Palacio de Westminster, personas, lugares, casas, tiendas, calles, academias y un rubio. ¡Justo en la misma atmosfera donde se encontraba la cobriza se encontraba el rubio!
Edward André Holden Wickham jamás en su vida se había sentido tan desolado. Ni siquiera cuando abandonó su hogar en Francia para perseguir su sueño, mucho menos cuando le exigió a su padre que nunca más le dirigiera la palabra.
Nacido en el regazo de una familia adinerada con dos nacionalidades increíbles, el pequeño ninguna vez había sentido haberlo tenido todo, no por soberbia o algo parecido, su padre Austin Holden era un aclamado hombre de negocios y Alessandra Wickham una radiante mujer con mil deberes que hacer. Pertenecer a la aristocracia francesa a la par de algún día saber que te convertirás en una parte importante de la bolsa neoyorkina conlleva a un alto nivel de estrés… Imagina tener diecisiete años, ser la joven promesa de los Holden, los propietarios de un centenar de almacenes dispersados por Europa siendo el único integrante varón adolescente de los Wickham llevando la carga de ser el orgullo del abuelo… Cuando tú, simplemente deseas formar parte de la danza profesional, no tienes interés en grandes negocios internacionales ni en la aristocracia. Esa es una parte de la vida de André. Aún falta mencionar el temor que lo acechaba todo el tiempo sobre decepcionar a sus padres… Con diecisiete años y medio, abandonó Francia para aterrizar su sueño en Londres, el cual resultó ser muy fructífero ya que… bueno, ahora con veintiuno ¡es André Holden! El mejor bailarín de la ciudad.
Cabe mencionar que no toda su adolescencia fue perfección, tuvo lujos y comodidades pero no mucho amor, su madre le prestaba atención cada que podía aunque tenía a Claire, la nana, quien a los nueve se convirtió en su cómplice más leal. A los doce sus padres se divorciaron dado que sentían que el matrimonio no funcionó bien entre ellos. Austin regresó a su ciudad natal y Alessandra se quedó en Francia atendiendo millares de compromisos formales. Trece años de edad tenía el rubio cuando sintió una severa frustración hacia su padre, quince cuando le dirigió la palabra nuevamente y dieciséis cuando su relación se tornó rencorosa.
A los veinte lo encontró en un café de Londres, fue ahí cuando lo perdono.
Narra Summer:
Estaba desayunando felizmente con la familia Rogers. La mamá de Matt me recibió de una manera increíble, al igual que su padre, ¡y que decir de sus hermanos! Son un completo amor, Anna de doce me ha dicho que soy la primera novia que le presenta a sus padres y Alex de ocho no lo suelta para nada… todo el tiempo quiere jugar con él. Sinceramente algún día me encantaría formar parte de la familia.
Todo eran risas y conversaciones divertidas hasta que Matthew recibió una llamada que lo dejo estupefacto… Instantáneamente me entregó su teléfono para atender la llamada, era el estúpido de André de Holden.
-¡Summer! ¡Summer! –Gritó alterado- ¡Por favor no me cuelgues! –pidió como si hubiese leído mis pensamientos.
-¿Qué quieres? –respondí con tono amargo.
-¡Por favor! Dime, dime donde esta Jeanne –suplicó. Noté angustia en su voz.
-No te lo diré, se lo prometí
En un pestañeo tenía a Matt de frente, me tomó de la cintura y me dio un vehemente pero fugaz beso.
-Esto es un complot –le dije al moreno una vez que nos separamos.
-No, no lo es –negó sonriendo- solo dile, jamás lo había visto tan afligido.
-Se lo debo a Jeanne –me rehusé.
-De acuerdo, entonces no le digas a André. Dímelo a mí –amplió una sonrisa- el idiota necesita saber dónde está. Vamos, piensa en tu adorable novio, el cual ha sufrido las últimas noches ya que Andrésito no duerme… se la pasa recapacitando, una vez estaba a punto de llorar.
Negué despaciosamente con la cabeza, estaba a nada de convencerme.
-No sabes lo que hizo –contesté segura una vez que recordé lo que mi amiga me contó- Jeanne si lloró.
-¡Summer! ¡Escucha Summer! –era la voz de André. Matt había puesto el alta voz- Te juro que todo tiene una explicación, absolutamente todo… Ahora, solo necesito saber dónde está mí Jeanne.
-Princesa, ¿tú crees que estaría pidiéndote esto? Sé lo que paso, Holden me lo dijo. Yo puedo explicarte, solo dile… En verdad está sufriendo –El australiano me miró con una expresión suave.
-No sé dónde está –revele. Era cierto, ¿cómo iba a saber dónde estaba Jeanne al medio día? Solo sabía a donde iría- ¡De acuerdo! Sé que viajará pero no sé a dónde ni a qué hora –declaré la mitad de la verdad.
-¿Estás segura? –preguntó el británico medio francés.
Miré a Matt.
-No está mintiendo –dijo él con su voz varonil al momento que me abrazaba por los hombros- Sí nos disculpas tenemos una Ópera a la cual acudir. Adiós amigo, suerte –se despidió.
Cuando salimos de la famosa Ópera de Sídney mí ardiente australiano comenzó con el relato.
-Tatiana abrazó a André. Ya sabes cómo es él, no es descortés con las damas. Entonces ella lo beso… le habló sobre Jeanne y una supuesta relación con un chico de alta clase social, cuando él no le creyó, ella le mostró una fotografía del diario de esa mañana… Estaba tu amiga con un joven según me contó Holden un tal… Ivan Marshall.
-¡Él es un buen amigo de Jeanne y mío! –lo interrumpí.
-Lo sé. Lo supimos un día después, investigó entre los alumnos de Cambridge, amigos desde la infancia, compañeros de clase, blablá. Él aparentaba ser lo que supuestamente André no era. Y mí idiota amigo cayó directo en la trampa de Tatiana. Solo imagínala a ella con un teatrito bien armado. Ashley confesó haberla ayudado, se supone que ella iba a llamar a Jeanne para que fuera y viera la escena, pero no hizo falta. André lo hizo porque estaba frustrado.
-¡Eso no lo justifica! –grité molesta.
-Sí. Pero por una parte lo entiendo, si me pongo en su lugar y nos hubiera ocurrido algo similar, Summer te juro que me vuelvo loco. No sé qué haría sin ti.
…
Narra André
Definitivamente tenía que hacer algo para recuperarla, eso era obvio. La busqué por todo Londres desesperadamente durante todo el día.
Pregunté a todos sus vecinos, quienes amablemente me informaron que “la castaña de ojos bonitos” –según un hombre de edad mayor- había salido temprano con un par de maletas.
A eso de las 9:30 de la noche caminé por toda la Oxford Street, derrotado. Eran muchos los lugares que visitamos juntos, existían momentos inolvidablemente únicos, el encendido de las luces lo presencie a su lado, y aunque suene exagerado en cuanto la vi supe que tenía que ella era la indicada para ser la compañera de mi vida, cometí muchos errores, fui un idiota, cobarde, superficial, orgulloso, egoísta y por todas esas cosas la perdí… No soportaba saberlo. No soportaba la idea de estar sin Jeanne.
Justo cuando tenía las lágrimas formadas en las pupilas, recapacité detenidamente la declaración de Summer, era un hecho que Jeanne viajaría y en lo primero que pensé fue en París. El vuelo de la rubia quedaba libre ya que se fue a Sídney… Tomé un taxi con rumbo al aeropuerto. A las 10:00 pm despegó un avión con destino a París según me informaron en él viajaba la castaña de ojos bonitos, mi castaña de ojos bonitos. Instantáneamente, casi por impulso solicité el siguiente vuelo a la capital de la moda: tardaría 30 minutos en despegar.
Aguardé por media hora en la sala de espera, y para mí sorpresa en el asiento del costado había un gorro marrón de Chanel lo tomé irreflexivamente para llevarlo a mí rostro, olía a Jeanne, sabía que pertenecía a ella.
Finalmente la mañana de Navidad hizo su entrada.
Decidí ir a la Torre Eiffel, siendo uno de los atractivos de Francia sería obvio que la dueña de preciosos ojos aceituna querría ir ahí, tal y como me lo dijo una vez. A lo lejos percibí su silueta, fotografiando la magnífica Torre.
-¡Jeanne! –grité mientras me acercaba.
Noté el asombro en su rostro, el cual posteriormente se transformó en molestia.
-¿Qué haces aquí? –interrogo con fastidio.
-Vine a… entregarte esto –respondí estupefacto ofreciéndole el gorro.
-Ah… Gracias, supongo.
-Escucha, lo de Tatiana fue…
-No me interesa André. Y si eres tan amable lárgate de aquí –dijo con aspereza.
-¡No! Necesito que me escuches, solo hazlo, te lo suplico. Después, te juro que me voy –la convencí. Pude explicarle la situación, pero se quedó helada, no me miró a los ojos- “Christmas night, another fight Tears we cried; a flood” –pensé en voz alta.
-¿Qué… qué crees que haces? –cuestiono intranquila.
- “Got all kinds of poison in, poison in my blood. Took my feet, to Oxford street, trying to right a wrong” Christmas Lights, de Coldplay. Es justo lo que viví. No tienes idea de cuánto te agradezco y aunque tal vez tú ya no me ames, solo quería decírtelo –involuntariamente una lágrima que alcancé a limpiar rápidamente resbalo por mi mejilla.
-¡André, André! ¡No digas eso! –me abrazó fuertemente.
-Quizá sea repentino pero… -luego de unos minutos me separe por un instante de ella- ¿Me concederías el gran honor de ser mí esposa?
-¡André! –exclamo emocionada.
-Lo compré el primer día que te vi –revelé deshaciéndome de la envoltura azul mentolado de “Tiffany & Co”- Jeanne Carter, ¿te casas conmigo?... Voulez-vous m'épouser? –le pedí en francés.
-¡Por supuesto! Oui! –exclamo sonriente.
Una vez que deslicé la joya sutilmente en su dedo anular, la cargue lo más alto posible, uniéndome a sus risas.
Jamás en mí vida me había sentido tan dichoso, sentí como si una luz se hubiese encendido en mí interior. Me sentí pleno, feliz, estaba agradecido porque lo tenía todo, pero lo más importante: La tenía a ella, el amor de mi vida, y así sería por siempre… Amaré a Jeanne durante toda la eternidad sin importar qué.
…
He ahí concluida la historia de la joven escritora y el talentoso bailarín. Un “felices para siempre” se abrió ante ellos. Un amor repentinamente navideño que duro para toda infinitud…
The End
Eddie
Re: Christmas Lights
por pau. Miér 01 Ene 2014, 2:56 pm
¡Here I am!
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No sé cómo empezar... me has dejado sin palabras
Cuando Virginia miró a MÍ Matt...
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Y luego cuando vimos a Tatiana en la academia
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Y luego en el encendido de luces, agradécele a mí Matt por haber ido con André jajaja
Y luego cuando te abraza abraza a Jeanne
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Y entonces luego se besan
:lou: ¿Entiendes?
Y luego en el partido [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
En tu fiesta Matt yyo Summer bailaron en frente de sus padres y asdfghjklñ
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Pero lo peor fue la pelea en el balcón y luego cuando estaba André besuqeuandose con Tatiana... ¡Asco!
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¡A Australia con Matt!
:chkt: ¡Qué mala! le dijo a sus padres que terminó con Matt peor se escapó con él
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Y Jeanne se quedó con el viaje a Paris, bc Summer...
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Lo mejor de lo mejor... ¡Narra Summer!
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Dios mío los Rogers me aman
:cosi: Ojala fuera en serio 
Y entonces Matt me besa ldskhgjkfdkgd
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Pero ésto definitivamente me mató:
-Sí. Pero por una parte lo entiendo, si me pongo en su lugar y nos hubiera ocurrido algo similar, Summer te juro que me vuelvo loco. No sé qué haría sin ti.
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Y por último... ¿¡André le pidió matrimonio!? está loco
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En fin.... ¡Me encantó de principio a fin! fue per-fect
Y desafortunadamente me has hecho enamorar más de Sam :enojao: tengo que vivir con eso.
Ily Eddie ♡♡♡ ¡Me encanta todo lo que haces!
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No sé cómo empezar... me has dejado sin palabras
Cuando Virginia miró a MÍ Matt...
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Y luego cuando vimos a Tatiana en la academia
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Y luego en el encendido de luces, agradécele a mí Matt por haber ido con André jajaja
Y luego cuando
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Y entonces luego se besan
:lou: ¿Entiendes?Y luego en el partido [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
En tu fiesta Matt y
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Pero lo peor fue la pelea en el balcón y luego cuando estaba André besuqeuandose con Tatiana... ¡Asco!
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¡A Australia con Matt!
:chkt: ¡Qué mala! le dijo a sus padres que terminó con Matt peor se escapó con él[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
Y Jeanne se quedó con el viaje a Paris, bc Summer...
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Lo mejor de lo mejor... ¡Narra Summer!
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Dios mío los Rogers me aman
:cosi: Ojala fuera en serio Y entonces Matt me besa ldskhgjkfdkgd
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Pero ésto definitivamente me mató:
-Sí. Pero por una parte lo entiendo, si me pongo en su lugar y nos hubiera ocurrido algo similar, Summer te juro que me vuelvo loco. No sé qué haría sin ti.
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Y por último... ¿¡André le pidió matrimonio!?
está loco[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
En fin.... ¡Me encantó de principio a fin! fue per-fect
Y desafortunadamente me has hecho enamorar más de Sam :enojao: tengo que vivir con eso.
Ily Eddie ♡♡♡ ¡Me encanta todo lo que haces!
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pau.
Re: Christmas Lights
por Nina...!!! Jue 09 Ene 2014, 1:14 pm
MATRIMONIO AAHH
y Tiffany & Co.
por suerte lo sucedido con Tatiana y André fue solo por su frustación
(y la escena fue como...buaj)
aunque concuerdo con Summer...eso no lo justifica!
Creo que también hay que darle créditos a Matt...si no fuera por sus "tácticas" de convencimiento Summer no huviera dicho ni una sola palabra.
Y cuando dijo la letra de la canción :aah:
fue un momento perfecto como para la reconciliación y la inesperada y romántica propuesta.
I loved it
por suerte lo sucedido con Tatiana y André fue solo por su frustación
(y la escena fue como...buaj)
aunque concuerdo con Summer...eso no lo justifica!
Creo que también hay que darle créditos a Matt...si no fuera por sus "tácticas" de convencimiento Summer no huviera dicho ni una sola palabra.
Y cuando dijo la letra de la canción :aah:
fue un momento perfecto como para la reconciliación y la inesperada y romántica propuesta.
I loved it
Nina...!!!
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