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It's time for your punishment. — Larry Stylinson.

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It's time for your punishment. — Larry Stylinson. Empty It's time for your punishment. — Larry Stylinson.

Mensaje por Elixir's. Miér 01 Ene 2014, 9:01 pm


Ficha del One-Shot


• Titulo: It's time for you punishment.
• Autor: Yo, Erika, en toda su totalidad.
• Adaptación: Ninguna.
• Género: Hot. Romance—un poco.
• Contenido:
DP.
D!K.
D!T.
HS/RS.
Y más.
• Advertencias:
Relaciones homosexuales.
SMUT.
• Otras páginas: Próximamente en fb, quizá.




Harry no pasa Navidad ni fin de año con su pareja.
Louis decide castigarlo como se merece.




Ábreme si te gustó.:


Última edición por xErikaTomlinson el Lun 06 Ene 2014, 12:33 am, editado 4 veces
Elixir's.
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http://www.laaaarrylove.tumblr.com

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Mensaje por LarryStyles Miér 01 Ene 2014, 9:03 pm

ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh
LarryStyles
LarryStyles


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It's time for your punishment. — Larry Stylinson. Empty Re: It's time for your punishment. — Larry Stylinson.

Mensaje por Nelshipper Miér 01 Ene 2014, 9:31 pm

Castigalo louis!!
Nelshipper
Nelshipper


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It's time for your punishment. — Larry Stylinson. Empty Re: It's time for your punishment. — Larry Stylinson.

Mensaje por Elixir's. Vie 03 Ene 2014, 3:03 pm

LarryStyles escribió:ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh

:P
Elixir's.
Elixir's.


http://www.laaaarrylove.tumblr.com

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It's time for your punishment. — Larry Stylinson. Empty Re: It's time for your punishment. — Larry Stylinson.

Mensaje por Elixir's. Vie 03 Ene 2014, 3:03 pm

Nelshipper escribió:Castigalo louis!!

Por supuesto que lo castigará, nadie tendrá que decírselo dos veces  baba 
Elixir's.
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http://www.laaaarrylove.tumblr.com

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It's time for your punishment. — Larry Stylinson. Empty Re: It's time for your punishment. — Larry Stylinson.

Mensaje por Elixir's. Lun 06 Ene 2014, 12:06 am


It's time for your punishment. — Larry Stylinson. I9oj





Este One-Shot contiene un acto contenido sexual. Aquí encontrarás sexo oral y anal, doble penetración, lenguaje sucio/vulgar, el uso del término Daddy!Kink, y sexo salvaje/rudo. Si no te gusta esto, te pido por favor que NO LO LEAS.
Puede que no sea explícito o pervertido para ti en primera instancia, pero si al final lo encuentras GROSERO O VULGAR, no vengas a quejarte porque LO DEJÉ BIEN EN CLARO. Este OS, independientemente de si sea malo o no, no es apto para todo tipo de mentes. Puedes pensar que es porno, o algo erótico, lo que tú quieras, PERO NO ES PARA TODAS LAS EDADES.
Estás advertida. Si sigues leyendo, es porque te llamó la atención o estos temas te encantan/te dan lo mismo.

ESTÁS LEYENDO BAJO TU PROPIA DECISIÓN.
Elixir's.
Elixir's.


http://www.laaaarrylove.tumblr.com

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It's time for your punishment. — Larry Stylinson. Empty Re: It's time for your punishment. — Larry Stylinson.

Mensaje por Elixir's. Lun 06 Ene 2014, 12:23 am



Si estás leyendo esto, ¡hola! Aquí después de mil años, subo finalmente el OS. Ojalá y lo disfrutes, con toda honestidad.

A castigar se ha dicho(:


It's time for your punishment. — Larry Stylinson. Uu1y

Harry abrió los ojos con pesadez, justo en el momento en que Louis echaba su cabeza hacia abajo—su aliento caliente chocando contra su polla dura, su cabeza ya rosada bañada en pequeñas gotitas de pre-semen.
Honestamente, lo primero que planeaba hacer era estirar su brazo y colocarlo detrás de la cabeza castaña de su pareja, para así empujarlo y guiarlo—que Louis entendiera que quería que le diera una mamada como sólo él sabía hacerlas. Pero oh, se encontró con un terrible problema. Alzó un poco su cabeza y se dio cuenta de que, efectivamente, sus muñecas estaban atadas a cada orilla de la cama. Maldición. Estaba inmovilizado, no tenía escapatoria y no podía realizar ningún movimiento en lo absoluto.
Rechistó justo en el momento en que los ojos azules de Louis se toparon con los suyos, una sonrisa burlona surcándose en sus labios—esa lengua traviesa y rosada dándole un pequeño lengüetazo a la punta de su pene erecto, sacándole un gemido de excitación.
“Despertaste.” La voz burlona de Louis inundó la habitación, y sólo entonces Harry se dio cuenta de que él estaba desnudo, y el castaño llevaba una camisa larga con unos bóxers, al parecer. “Pensé que no lo harías nunca, Harreh.”
La manera en que su nombre fue pronunciado, tan erótico, demandante y juguetón, mandó una oleada de placer por todo su cuerpo y terminando al final en su miembro, que sin duda se encontraba feliz. Una de las imágenes más eróticas que Harry Styles había visto en su vida era exactamente esa: Louis Tomlinson, con su hermoso y apacible rostro cerca de su polla, sus rosados labios más cerca de lo que él imaginaba—sin olvidar esos preciosos, iluminados y burlones ojos azules que siempre le hacían suspirar. Y vaya que era erótica, excitante. Caliente. Lo malo de todo eso, era que Harry simplemente no podía tocarle. Eso le hastiaba en demasía.
“O-Oye, Louis…” Su voz ronca le llamó, dudoso “¿Por qué mejor no…? Ya sabes…”
Louis se enderezó y Harry tuvo que reprimir un jadeo de frustración. Quería ser liberado, quería acercarse al hermoso cuerpo de Louis Tomlinson y tomarlo como siempre lo hacía, quería tomar sus mejillas y obligarlo a que chupara su polla, a que succionara—a que al final se tragara su semen mientras sus ojos azules no se alejaban de los verdes propios. Quería hacerle tantas cosas y apenas se había despertado—un leve mareo haciéndole que cerrara los ojos por un mínimo segundo. Se lamió los labios con desespero, examinando a su pareja que se mantenía quieta en el mismo lugar.
“¿Saber qué, Harry?” Vio la manera en que las cejas del castaño se fruncieron, y él supo que algo le iba a pasar “Mejor recordemos un poco, ya sabes, en dónde estuviste estos últimos días.” Finalizó con voz fría—pero Harry supo que había cierto tono juguetón bajo ese matiz de sequedad. Pasó saliva con fuerza.
Ya sabía a dónde iba todo esto, por supuesto.

Uno de los mánager de la banda le había obligado a que, luego de la Navidad que pasaría con su familia, él se iría a Estados Unidos para pasar un tiempo con alguna otra chica y así comenzar el rumor de que el grandioso, mujeriego, y siempre atractivo Harry Styles estaba en una nueva relación, y que Kendall Jenner había quedado en el pasado. Él no podía negarse a semejante orden que pusieron frente a él, por más que lo quisiera. Por más que rogara, se arrodillara e hiciera un espectáculo como lo hizo en un principio de todo el problema, no habría nada que les hiciera cambiar de opinión; el problema no era ese, por supuesto. (Al menos no el principal, se dijo a sí mismo Harry desde el principio, mientras tomaba un té caliente con Niall detrás de él, intentando darle un masaje para que se tranquilizara.) Todo radicaba en que ya le había prometido a su hermosa pareja que pasaría esos días con él, sólo para él—Harry estaba con la idea de que nada nuevo iba a pasar en esos hermosos días, que se encontrarían tranquilos y sin ningún impedimento para estar solos en su hogar, acurrucados el uno al otro, viendo alguna película romántica y comportándose de manera traviesa de vez en cuando.

Y ya se dio cuenta de que Louis aparentemente no lo tomó tan bien como él había previsto. El día en que le dijo la situación en la que se encontraba (el veintitrés de diciembre para ser exactos, justo un día antes de su cumpleaños. Él llegó a su casa con cara de perrito abandonado y Louis le había besado tiernamente para hacerlo feliz—y vaya que le puso feliz), y él simplemente había sonreído, susurrándole un “algo tenía que pasar”, para luego besarle y echarlo sobre el sillón y hacer el amor lentamente. El primer pensamiento de aquella vez en la mente de Harry fue muy simple: dolor. No pudo hacerle una fiesta como se lo merecía—y se repetía a sí mismo que la culpa fue de esa tonta confianza que entró en su cabeza desde los principios de mes; él sabía que Louis esperaba una fiesta no necesariamente grande, pero sí una en donde estuvieran sus seres queridos y él, por supuesto. Lo conocía tan bien, a la perfección, que se abofeteó a sí mismo por no haberse dado cuenta que el cambio de planes tan repentino afectó de sobremanera a Louis Tomlinson.
Pero en esos momentos ya se estaba dando cuenta de todo. Y, para ser sincero hacia sí mismo, no sabía cómo reaccionar.
“Estuve en…” se decidió a hablar al fin, mirando la habitación para ver si encontraba algo sospechoso. Parpadeó luego sin razón alguna. “Estados Unidos, supongo.”

Divisó cómo Louis sonrió de lado de manera maquiavélica.
“Supones muy bien, Harry. Una de las razones por las cuales me encantas.”

Harry sin despegar su mirada de la de su acompañante (quién le hacía enfadar un poco porque no hacía movimiento alguno, simplemente le devolvía cada gesto sin intención alguna de continuar con lo que iba a empezar antes de que él despertara) comenzó a mover sus muñecas con lentitud, comprobando así que estaba lo suficientemente atado como para no poder zafarse como él planeaba en un principio.
El de ojos azules se mantenía ahí, frente a él, acomodado entre las largas piernas abiertas del rizado, el cual prácticamente sentía dolor porque su pene no recibía la atención que él recibía—deseaba, anhelaba  que Louis Tomlinson dejara de jugar y que empezara a hacer todo lo que se le pegara en gana, con tal de que toda la excitación que Harry traía quedara eliminada. Y maldición, lo necesitaba ya. Sin dudarlo comenzó a mover su cadera hacia arriba, haciendo gestos en su rostro e indicándole a Louis qué era lo que quería en el instante. Observó cómo su acompañante sonreía de lado otra vez, y Harry cayó en cuenta de que él sabía con exactitud cuáles eran sus planes.
“Oh, alguien en esta habitación quiere una mamada, ¿no?” La manera en que lo preguntó mandó otra oleada de placer por todo el cuerpo de Harry—quien no pudo evitar que un gemido escapara de sus labios en forma de corazón. Comprobó que, definitivamente, Louis iba a jugar sucio con él.

No le sorprendía, de alguna manera. A pesar de que Louis era, en cuestión de estatura, más pequeño que él, nunca dejó de imponer esa aura de dominación o de control absoluto sobre su alrededor. (Tenía sus momentos bellos, se dice Harry. Aunque para él, todo lo referente a Louis Tomlinson es simplemente perfecto, no importa dónde se le vea.) Y no se diga a la hora de hacer el amor. El castaño se transformaba en cuestión de segundos, volviéndose salvaje y juguetón, sucio y atrevido, aventurado, pero aún mantenía ese pequeño aire de inocencia y ternura que siempre poseía cuando estaba con él. En esos momentos, Harry miraba a los ojos azules de su pareja para encontrar esa pizca, más no la encontró. Eso era una prueba de que esa noche definitivamente sería muy larga y, sin dudarlo siquiera, placentera. Un gemido salió de su boca al verse fuera de sus propios pensamientos—un dedo travieso trazando la vena que se veía en su pene latente.
“Oh, Louis…” Susurró, preguntándose si su voz sonó lo suficientemente fuerte como para que el aludido le escuchara. Supo que fue así cuando él lo miró, arrogante.

“Dime qué quieres que te haga, Harreh.”
Sentía que su corazón podría salir de su pecho en cualquier momento. Echó su cabeza hacia atrás y sus rizados cabellos se esparcieron por la almohada blanca—la otra mano de Louis acariciando los tatuajes que estaban en su pecho. Sus dedos suaves eran cálidos en cada toque, y Harry se preguntó si Louis tomó café antes de tenerlo ahí a su merced. Se regañó a sí mismo enseguida por comenzar a tener pensamientos estúpidos, decidiendo mejor en lo que realmente deseaba.
Tomó una bocanada de aire antes de hablar—su voz ronca volviendo a la normalidad en el momento.
“Quiero una mamada.” Louis le dio un apretón a su polla y Harry reprimió un gritillo de placer. “Por favor.” Lo último que dijo sonó como un ruego, y su voz sonó chillona—el aire salía de sus pulmones sin parar, el placer nublando sus ojos esmeraldas.
La sonrisa de Louis se fue esfumando poco a poco de su cara—sus ojos mirando el miembro de Harry con cierta admiración.
“Dilo.” Ordenó de nuevo—y entonces Harry realmente comprendió a qué se refería con su pregunta.
Todo era un mero juego mental, en el que Harry tenía que decirle qué quería que le hiciera mientras las imágenes llegaban a su mente—Louis haciendo todo lo rogado con una velocidad sumamente lenta, llevando al rizado a pedir por más, por más, hasta que se cansara de hacerlo y sólo entonces Louis lo haría con una sonrisa de suficiencia en su rostro. Sí, definitivamente eso era. Joder.

“Quiero—” Louis apretó aún más fuerte la polla de Harry, haciendo que otro grito saliera de su boca. Cerró sus ojos esmeraldas mientras escuchaba el movimiento de las sábanas, sintiendo de nuevo el aliento caliente en la punta de su miembro. “—oh, joder, quiero que succiones mi polla. Quiero que—oh, enredes tu lengua en ella y maldición, Louis—por favor… lámelo. Muérdelo, devóralo—haz lo que quieras pero por favor— ¡Mierda!, chúpamela.” Terminó. Se sorprendió de ser capaz de poder decir todo con notoria coherencia. (En realidad, se dijo después, todo fue gracias a las tremendas ganas que tenía de sentir la calidez de la boca de Louis, sus labios rosados acariciándolo fervientemente.)
“Vaya.” Podía escuchar la sonrisa en la voz de Louis. Harry intentó de manera inconsciente mover sus manos a la cabeza de Louis, olvidando de nuevo que estaban atadas—lanzando un grito de dolor al verse nimiamente lastimadas. Estaba enloqueciendo. “Como gustes, entonces.”

Abrió de nuevo los ojos con lentitud, su mirada dando a parar al perfecto culo de Louis, para luego ver cómo su cuerpo bajaba más—dándole a entender a Harry que todo iba a empezar. Su pene dolía en demasía, y por eso lanzó un gemido ahogado en el momento en que su pareja se metió completamente el miembro a su boca. Harry mordió sus labios con firmeza y echó su cabeza hacia atrás, arqueó su espalda y su rostro mostró una mueca de placer. Escuchó cómo Louis se ahogaba e intentaba respirar, así que decidió mirar el espectáculo que se planteaba frente a él.
Y maldición—podría correrse a sí mismo por lo que vio en esos instantes. Louis movió su cabeza de un lado a otro con frenesí, Harry notando sus labios rosados siendo estirados para agarrar así su gruesa polla entre ellos. Entonces se alejó con rapidez y se dio cuenta de la saliva que iba dejando en el camino—al final un pequeño camino de ella unía su polla con la boca de Louis. Este sacó su lengua y sonrió con diversión, viendo lo mismo que Harry. Su polla estaba completamente ensalivada, y eso era una de las cosas que más excitaba a Harry Styles. Escuchó la risilla de Louis frente a él.
“Creo que no mastiqué muy bien mi comida.”
Oh, joder. Harry vio pequeños rastros de comida en toda la longitud de su miembro y eso le encendió aún más, si es que eso podía ser posible. Estaba tan entretenido viendo lo que Louis creó en cuestión de segundos, que no hizo nada hasta que Louis volvió a agacharse para atrapar de nuevo el miembro de su acompañante en su boca—esta vez sólo pasando su lengua traviesa por las venas que palpaban la superficie de ella. Harry entonces vio que la comida desaparecía, y se preguntó si de verdad a Louis eso no se le hacía asqueroso—porque de alguna u otra manera, a él no. Se sonrojó furiosamente cuando la mano libre de su pareja se dedicó a acariciar sus bolas, apretándolas y pellizcándolas de vez en cuando.
Louis siempre cerraba los ojos cuando estaba preparado a dar una muy buena mamada (de hecho siempre lo hacía, se dice Harry de nuevo—pero no es que sea rara la vez en que son realmente excelentes. En cada momento son fabulosas, repite otra vez), sólo que en esta ocasión Harry podía ver claramente esos ojos azules, brillantes y llenos de expectación. Eso le calentaba aún más. Gimió fuertemente cuando Louis comenzó a succionar con fiereza—el rizado escuchando el gorgoje que se creaba en la garganta del castaño. El sonido era tan erótico que él sentía que en cualquier momento podría venirse. Entonces Louis comenzó a acariciar su pene, dándole fricción—arriba abajo con rapidez, sin despegar sus orbes azulinos de los verdosos de Harry—, y sonriendo de vez en cuando al escuchar los jadeos que soltaba su compañero. El cuerpo delgado y grande de Styles se removía más de lo que podía, pero siempre evitaba que su cabeza (y por ende, sus ojos) no hiciera ningún movimiento que le privara de la perfecta vista que estaba apreciando. Espasmos paseaban por su fuerza con salvajismo, y luego Louis se dedicó a lamer la punta de su pene con fervor y entretenimiento. La cabeza rosada de Harry estaba bañada en las gotas de pre-semen que salían de poco a poco, y entonces su cuerpo se tensó. De eso al parecer se dio cuenta el castaño, porque aumentó el movimiento en su mano y se volvió a meter el miembro en su boca—haciendo sonidos y dejando grandes rastros de saliva en él, así como los pequeños pedazos de comida volvieron a aparecer.

Louis apretó su polla y Harry lanzó otro grito de placer, sintiendo su cuerpo tensarse cada vez más.
“¿Quieres venirte en mi boca, cariño?” Preguntó él divertido, dándole pequeñas mordidas a toda la extensión de carne que estaba en su cálida mano. Sus labios estaban rosados a más no poder, y líneas finas de saliva salían de su boca. “¿Eso quieres, no?”
Harry sentía que le faltaba el aire y que no podía hablar. Se limitó a asentir, completamente inseguro, sin despegar su vista de los labios rosas de su amante. La sonrisa traviesa volvió a aparecer en el rostro masculino—Louis comenzando a mover su culo de manera descarada.

“Bien.”
La polla de Harry sintió de nuevo el encierro caliente de la cavidad bucal de Louis, y esta vez Harry no se reprimió ningún grito de placer. Siseó palabras que sólo él entendía, a la vez que el tan esperado orgasmo se acercaba, tan inevitable. Para ser sincero consigo mismo (una pizca de cordura de entre todo el placer pasando por su mente), no esperaba que Louis le dejara venirse tan pronto. Pensaba por momentos que el castaño le torturaría hasta el final, evitándole así que su tan apreciado orgasmo llegara. Pero no, fue absolutamente todo lo contrario. Y joder, ¡joder!, ahí venía…
“Córrete en mi boca, Harry.” Ordenó Louis con voz ronca.
Así lo hizo. El semen caliente salió a brotones del pene de Harry, y Louis lo recibió con gusto, abriendo un poco su boca y dejando que todo cayera en su lengua. Su mano seguía acariciando el miembro del rizado, gustoso, y sus ojos azules ahora estaban entretenidos viendo la punta rosada—decidiendo cubrirla de nuevo con su boca, besando todo a su alrededor, analizando los rastros de comidas que dejó en el camino, y permitiendo que el semen que sus labios no capturaron (y los que capturó también), se dejaran caer libremente por el pene de Harry. Luego se separó abruptamente, removiéndose inquieto pero sin dejar la coquetería de lado.
Observaba cómo el de ojos esmeraldas respiraba con dificultad, y su sonrisa se ensanchó sin problema. Un rastro de semen había quedado en su mejilla izquierda—entonces quitó su otra mano de las bolas de Harry y pasó sus dedos por ella, quitándolo con lentitud y llevándolos a la boca rosada y en forma de corazón de Harry. En un movimiento rápido quedó encima del rizado—su trasero haciendo contacto con la polla flácida de su compañero de banda. Este emitió un gemido de placer, Louis sabiendo que un montón de imágenes le cruzaron por la mente al sentir el contacto repentino.

“Esto es tuyo.” Informó, entonces las cejas de Harry se alzaron con incredulidad “Lámelos.”
La lengua del de ojos esmeraldas lamió los dedos de Louis con avidez, encontrando entretenido el ver cómo el castaño movía los dedos para hacer todo menos monótono o aburrido. Probarse a sí mismo era algo que poca veces hacía hecho en esos tres años de relación que llevaba con Louis, por lo cual aún seguía pareciéndole algo extraño, más no por ello se puso a rechistar.
No podía creer que habría más hasta que sintió cómo una oleada de placer iba por todo su cuerpo para dar de nuevo en su polla—gracias a que Louis comenzó a moverse de un lado a otro, con una lentitud que hacía que Harry se emocionara. Su cabeza se movió hacia la del castaño, abriendo los labios en un ruego. Y entonces su novio comprendió lo que quería. Se acercó a él con una sonrisa en su rostro, besándolo intensamente y con pasión. La lengua de Harry inmediatamente entró en contacto con la suya, comenzando una guerra que a ambos les gustaba llevar a cabo. El fervor con que sus labios se ponían en contacto era notorio, y Louis seguía restregando su trasero en la polla de Harry, la cual comenzaba a despertar de nuevo. El beso se volvió mojado, salvaje—húmedo y lleno de necesidad. El erotismo de la situación estaba ahí, palpable.
Entonces, Louis tomó a Harry de sus cabellos rizados y echó su cabeza hacia atrás con brusquedad. Ante tal acción, el de ojos esmeraldas no pudo evitar el gemir con fuerza.
“¿Quieres esto, verdad?” La voz burlona de Louis le taladró la cabeza. Sabía a qué se refería con exactitud. “Quieres follarme. Quieres que te monte, quieres ver mi culo brincando sobre tu pene y tus bolas, ¿no?”
Joder, ¿que si lo quería? Lo deseaba, lo anhelaba.  Lo necesitaba, ya. La voz que pensó que no regresaría debido al placer que sintió con anterioridad (y que oh, volvió a aparecer) regresó.
“S-Sí…” Susurró entrecortadamente.
La carcajada que lanzó Louis después no le gustó en lo absoluto. Claramente se estaba burlando, Harry podía notarlo. ¿Había algo oculto que Louis Tomlinson no le había dicho aún? ¿No es suficiente castigo el tenerlo ahí, a su merced, y con el placer a flor de piel? La mente de su compañero en ocasiones podía ser un poco retorcida y oscuro, llena de placeres sexuales que él jamás pensó que existirían, pero honestamente en esos momentos quería descubrirlos. Quería saber qué tenía planeado hacer a su cuerpo, y de qué manera lo haría. Se quedó anonadado en el momento en que las manos pequeñas de Louis comenzaron a desatar sus muñecas—el primer pensamiento que cruzó por su mente fue saltar hacia él tan pronto como estuviera liberado, y follarlo hasta que ya no pudiera más. Pero la mirada azulina del castaño, lleno de advertencia, le dijo que eso era mala idea.
Así que simplemente no lo hizo. Tendría que dejarse hacer.

“Eres un niño muy bueno, Harry.”
Acarició sus muñecas en cuanto estas fueron liberadas y, con la duda planteándose en su mirada, sus manos fueron a ponerse en las caderas de Louis, mostrándole así la forma en que le gustaría que se moviera. Escuchó un gruñido salir de la boca de su compañero y decidió ignorarlo—demasiado entretenido viendo cómo su pene recibía placenteramente la fricción que le brindaba el perfecto y cuidado cuerpo de Louis Tomlinson. Se mordió los labios con firmeza, tratando así de controlarse. De pronto, sus cabellos fueron halados de nuevo y él frunció el ceño, confuso. Sus manos fueron llevadas a las de Louis, las cuales estaban agarrando sus rizos chocolate con furia y desesperación.
Elixir's.
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It's time for your punishment. — Larry Stylinson. Empty Re: It's time for your punishment. — Larry Stylinson.

Mensaje por Elixir's. Lun 06 Ene 2014, 12:26 am

Acarició sus muñecas en cuanto estas fueron liberadas y, con la duda planteándose en su mirada, sus manos fueron a ponerse en las caderas de Louis, mostrándole así la forma en que le gustaría que se moviera. Escuchó un gruñido salir de la boca de su compañero y decidió ignorarlo—demasiado entretenido viendo cómo su pene recibía placenteramente la fricción que le brindaba el perfecto y cuidado cuerpo de Louis Tomlinson. Se mordió los labios con firmeza, tratando así de controlarse. De pronto, sus cabellos fueron halados de nuevo y él frunció el ceño, confuso. Sus manos fueron llevadas a las de Louis, las cuales estaban agarrando sus rizos chocolate con furia y desesperación.
“Quédate quieto, niño malo.”
No dijo nada, limitándose a poner una mueca. En cuestión de segundos, Louis le miraba con seriedad, analizándolo, y Harry supo que no tendría escapatoria. Tragó grueso y se fijó en que el cuerpo perfecto y delgado del castaño aún seguía cubierto por una camisa y sus bóxers, y se vio tentado a romperlo completamente y follarlo hasta el cansancio. Pero también tenía en cuenta de que su polla ya estaba dura de nuevo de sólo pensar que sería castigado—su cabeza imaginándose a un Louis rudo, salvaje y autoritario, como en ocasiones se comportaba. Luego, sin haberlo imaginado siquiera, Louis se puso de pie, bajándose de la cama, y comenzando a quitarse toda la ropa con algo de desesperación. Harry chilló en el momento en que su pene se vio abandonado, rogándole con la mirada a su acompañante que volviera a colocarse en la misma posición—sin embargo al final fue inútil, ya que las piernas pequeñas y torneadas del Tomlinson comenzaron a moverse por la habitación, ahora ya completamente desnudo (y Harry pudo ver su gran erección. Se preguntó entonces cómo mierda le hizo para poder vivir sin que le prestaran atención), caminando hacia uno de los clóset que se encontraba en la habitación. Al abrir la puerta del mueble de madera, se agachó y comenzó a rebuscar en una caja de cartón muy bien cuidada que Harry no sabía que existía. De hecho, lo único que le importaba en esos momentos era apreciar el buen culo que su novio tenía—y que se lo estaba mostrando a simple vista. Joder, tenía ganas de morderlo fuertemente, luego meter sus dedos en el-
“Oye” Louis le llamó, aún sin alzarse. Sin verle la cara, él supo que definitivamente eso sería una orden “Levántate de la cama. Párate a un lado de ella.”
Abrió su boca para dejar escapar algo, pero en lugar de salir palabras, lo que se escuchó fue un jadeo de placer al divisar la manera en que Louis comenzó a mover su hermoso, perfecto – bien formado trasero. Joder, lo estaba manipulado. Escuchaba el sonido de algo moverse y, sin rechistar al final, hizo lo ordenado por el castaño. Se puso de pie y se colocó a un lado de la suave cama—sintiéndose terriblemente extraño al estar descalzo, desnudo, y sin nadie que le ayudara como él deseaba. Aún estaba sorprendido de que volviera a tener una erección. Mientras esperaba a que Louis dejara de buscar lo que estaba buscando, decidió mirar hacia la ventana, admirando el hermoso cielo que se postraba ante él.
Oh, hace un día y medio que fue año nuevo. Con razón Louis estaba tan enojado… qué estúpido se sintió Harry entonces.
Los pasos de Louis se escuchaban cada vez más y más, y se dignó a mirarlo hasta que vio por el rabillo de ojo que estaba muy cerca de él. Y se sorprendió con la imagen que se mostró entonces: Louis se dejó caer, ahí en la cama donde se encontraba él, con un consolador en la mano, una botella de lubricante y… oh, joder, dos cinturones de fuerza. Sintió su polla aún más dura al imaginarse las cochinadas que harían con esas pocas cosas que el más pequeño traía en sus manos. Sin decir nada, esperó a que Louis le ordenara algo. Se sintió como un niño esperando a que su papi le diera alguna orden o algún mandado, con tono autoritario que no daba espacio al reproche. Claro que él no le reprocharía nada a Louis.
Se mordió los labios en cuanto se dedicó a ver el pene de Louis, curvado y largo. Joder, le vino a la mente el recuerdo de cuando tuvo una pequeña lección de colores y él utilizó esa polla como guía. Sonrió sin pensarlo. Louis dejó el lubricante y los cinturones de fuerza en el suelo, y se quedó sólo con el consolador, colocándolo poco más arriba de su ingle, casi a la altura del erecto pene. Harry alzó una ceja, confuso, y entonces Louis le hizo la seña de que se acercara a él. Se sentó en la cama, en una posición parecida a la que estaba el castaño cuando él despertó, sin quitar ese rastro de duda de su rostro. Iba a preguntar qué sucedía, pero la voz de Louis se le adelantó.
“Chupa.” Le dijo, alzando el consolador un poco. Harry le miró con los ojos brillosos, y se quedó embobado con el perfecto rostro de su pareja—la cual mantenía una sonrisa lujuriosa de oreja a oreja. “Chupa uno, luego el otro…” La voz se fue perdiendo y Harry comenzó a emocionarse, pensando en lo que vendría a continuación. Maldición, él amaba tanto las doble— “Luego los dos.”
Se limitó a asentir, colocando sus grandes manos en el consolador, como si de un juguete se trataba. Se lamió los labios y, haciendo lo mismo que Louis hizo minutos antes, le miró a los ojos. Gimió en el momento en que algo frío tocó con su lengua, sintiendo cómo su garganta se contraía al recibir algo en su boca, entrando lentamente—y mierda, los ojos azules se veían muy oscuros, y el miembro rosado de su acompañante le golpeaba en la mejilla. (Lo que más le gustaba a Harry era ver el rosado glande de Louis. Le encantaba morderlo, acariciarlo—hacerle de todo, y realmente no sabía por qué. El tenerlo a su lado, viéndolo por el rabillo de su ojo, le encendía de sobremanera.)


Harry se atragantó en el momento en que el consolador entró y llegó hasta su garganta, y escupió toda la saliva que le fue posible, observando cómo ésta salía de su boca y se escurría traviesa, cayendo en el cuerpo perfecto del más moreno. Escuchó un gruñido de Louis y, aún con la polla falsa en su boca, sonrió con supremacía. Sin pensarlo siquiera, una mano se dedicó a vagar por las piernas de Louis, entreteniéndose mucho en sus musculosos muslos, trazando círculos en ellos y poco a poco subir hasta llegar al pene erecto, que le clamaba atención. Atención que Harry estaba más que dispuesto a darle, y por mucho. Su otra mano se colocó cuidadosamente en la cadera de su pareja, apretándola levemente cuando sentía que necesitaba quitarse el pene falso de su boca para respirar. En ocasiones se alejaba bruscamente y luego volvía a metérsela hasta el fondo—escuchando las constantes burlas de Louis hacia su persona, diciéndole que se veía tan bien pensando que realmente esa era su polla, y que le gustaría que hiciera cosas mejores con la suya. Harry de vez en cuando le ponía atención a la propia, pero luego se arrepentía al darse cuenta que eso era lo último que el castaño deseaba en esos momentos.

Su lengua lamió el glande con satisfacción, él fijando su vista verdosa en el rostro masculino y satisfecho de Louis. Vaya, a él sinceramente
 sí le estaba excitando lo que veía. Revoloteó sus pestañas con inocencia en el momento en que mordió levemente la polla falsa, al mismo tiempo que su mano se colocó en el pene erecto de Louis y comenzó a golpearse a sí mismo en la cara—golpes suaves que se escuchaban de manera erótica por toda la habitación. El artefacto que estaba lamiendo estaba completamente mojado en su saliva, y se preguntó si aún era posible hacer exactamente la misma acción en el miembro de Louis. Pidió permiso para continuar con la siguiente tarea encargada, su culo moviéndose traviesamente de la misma manera en que el otro lo hizo en un principio. Recibió otra halada en sus cabellos, él abriendo su boca para gritar—pero al final terminó sonriendo al sospechar lo que vendría a continuación.

 
“Sigues moviéndote así y te voy a dar tan duro hasta que yo no pueda más, Styles.” El tono de reproche y regaño era claro y visible—Harry sintiendo cómo su polla se ponía dura todavía más al imaginarse siendo follado y castigado por Louis, tal y como a él le gustaba. 
Asintió levemente y se mordió los labios rosados e hinchados. Lanzó una risilla al ver el rostro de frustración de Louis, pero se vio callado al ser llevado hacia abajo como un muñeco (y eso, debía de ser honesto consigo mismo, le encantaba en ocasiones. El sexo entre ellos era todo menos aburrido—Louis o él siempre aportando ideas para ser más variadas y originales las veces en que se follaban el uno al otro), su boca dando directamente al miembro erecto del castaño. Oh joder, joder, joder. Entró tan profundo que Harry tuvo que cerrar los ojos por instinto y colocar ambas manos en la cadera de Louis, tratando de alejarse un poco. Pero mierda, él no quería alejarse. El castaño volvió a estirarle sus rizados cabellos—Harry lanzando una bocanada de aire en el momento en que se vio liberado, él mirando hacia abajo y observando a la perfección la manera en que un buen rastro de saliva unía el miembro de Louis con su boca.  Harry cantó gustoso cuando el castaño se acercó a sus labios para darle un beso brusco, salvaje, buscando mostrarle quién era el que mandaba en esos momentos, quién era la persona que tenía completo dominio de la situación. Era un beso húmedo, caliente, lengua contra lengua (Harry sintiendo la mano de Louis rozar con su miembro y con sus bolas, buscando mojarlo aún más), el sonido erótico tan sonoro y auditivo, incapaz de ignorar. Harry estaba sacando otra vez su lengua cuando de pronto Louis se alejó, llevó los labios a su oído y comenzó a lamer el lóbulo de su oreja.


Harry buscó de una u otra manera acercarse a Louis—seguir probando a Louis hasta dejarlo sin nada. Y al parecer fue algo demasiado obvio, ya que el castaño se alejó de golpe y volvió a quedarse sentado (el consolador quedando en segundo plano por ahora. El de ojos verdes se dio cuenta entonces de que su pareja estaba realmente entretenido observando cómo la saliva caía y se escurría por las sábanas), dejando que Harry admirara de nuevo todo lo que estaba frente a él. Las manos cálidas del otro seguían detrás de su cabeza, y él no hizo nada para detenerlas al sentir que de nuevo era obligado a irse hacia abajo. Sólo que en esta ocasión, Louis claramente le dejaba hacer lo que quisiese con él—Harry aprovechando eso y llevando el pene a su boca, ahuecándolo en su mejilla y disfrutando el delicioso aroma a sexo (y vaya que sabía que aún no habían empezado) que inundaba el lugar. Le encantaba sentir las venas del miembro de su pareja en la lengua: tan notorias y tan gruesas, trazando caminos distintos por toda su longitud—y el glande rosado en la cima, gritando por la atención de Harry en todo momento.
 
Gimió de su sorpresa cuando Louis se movió un poco hacia adelante, Harry sintiendo su mano deslizarse por su espalda hasta llegar a su trasero; sus manos apretaron los testículos con impaciencia y sonrió aún con el miembro en su boca al escuchar a Louis maldecir por lo bajo, susurrando luego un puto Styles. Subía y bajaba sin cansancio, dejando que la polla entrara y saliera sin preocupaciones, demasiado ocupado para concentrarse en otras cosas. (Y no se dio cuenta en el momento en que Louis miró al baño, para luego sonreír con algo de perversión.)
El cuerpo de su novio se tensaba considerablemente, pero siempre trataba de ocultarlo de alguna u otra manera. Harry sospechaba que estaba cerca del orgasmo, pero luego se desilusionaba al recordar que Louis tenía un gran control sobre su cuerpo—decidiendo cuándo venirse y cuándo no, tal y como una estrella porno. (No es como si ellos jamás hubiesen visto alguno. Al principio fue en plan broma, pero luego se descubrieron tratando de encontrar a actores parecidos a ellos sin ninguna explicación.) Justo en el momento en que realmente se había emocionado, fue alejado de golpe de nuevo. Esta vez, y por alguna razón, Harry supo que cambiarían de posición o bien, de acción. Se lamió los labios y limpió la saliva que estaba en el mentón con su antebrazo, siguiendo con sus orbes a la mano delgada de Louis, él colocando el consolador de nuevo muy cerca de su polla.
“Vamos. Hazlo.” La voz ronca de Louis, susurrándole seductoramente y con confianza depositada en ella.
Harry simplemente asintió y se echó el cabello hacia atrás—más que nada por instinto, recordando que la primera vez en que chupó dos pollas (al igual que ahora: una falsa y la otra de Louis—oh, la de Louis) fue cuando su cabello era largo e imposible de manejar  (posiblemente aún lo era, pero no ponía demasiada atención a eso cuando se estaba dando una buena mamada), Louis siempre alentándole palabras de cariño y diciendo lo hermoso que se veía en esos momentos. Sonrió ante el recuerdo. Sabía que el castaño igualmente lo estaba recordando.
Los tomó en sus manos y, lentamente, abrió la boca para dejarlas entrar. Gruñó considerablemente al darse cuenta de la gran diferencia que había entre ellas—una caliente, suave y con olor a almizcle, y otra fría y dura, con un terrible olor a falso. O plástico, para lo que le importaba. Jadeó aún más fuerte conforme iban perpetrando su boca de manera aún más profunda, frunciendo el ceño al sentirse algo invadido. La mano de Louis le acarició la mejilla, Harry mirándolo con sus orbes brillando sin cesar.


“Oye, tampoco te esfuerces. Sabes perfectamente que no cabrán los dos en esa boquita tuya.” Una carcajada salió desde lo más profundo de la garganta del castaño. “Por más que te guste.”
Harry las sacó y se alejó a una distancia considerable y, luego de pensarlo un poco, hizo que su voz volviera a salir luego de no haber hablado en un tiempo. Comenzó a masturbar ambas pollas lentamente, entreteniéndose en el glande de Louis—como siempre.
“Entiendo—” Su voz se fue apagando, y pasó saliva con fuerza (el sabor de Louis en sus papilas gustativas), tranquilizando sus facciones. “—Realmente entiendo.”
“Bien.”


No dijo nada más y se volvió a agachar—esta vez sólo concentrándose en esa cabeza rosada y pulsante, y en esa otra sin vida, pero que de igual manera le brindaba placer. Las lamió con cuidado, pasando su boca en cada una de ellas, luego besándolas de manera inocente, para finalmente meterlas en su boca, creando un juego de entrada y salida que tanto enloquecían a Louis. Su hermosa sonrisa con hoyuelos se mostró casi al instante, sintiéndose algo extraño al olvidar completamente lo que había hecho la primera vez en esta situación. No pensó más y siguió con su labor, algo tan simple y común pero que sabía encantaban al castaño. Se alejó al sentir las cálidas manos de Louis bajo sus axilas, incitándolo a colocarse de manera correcta. El rostro de Louis era tan serio, y sabía que definitivamente tenía que parar.
Eso no quería decir que tenía que dejar de masturbar… pero Louis le dio un manotazo al darse cuenta de que Harry Styles no tenía intenciones de parar en lo absoluto. Harry hizo un mohín en su rostro, divisando cómo el castaño dejaba de lado el consolador, justo entre el consolador y los cinturones de fuerza. Su pene necesitaba atención. Por suerte, el de ojos azules le había dado un pequeño curso de cómo controlar un poco sus ganas de correrse—y deseaba que funcionaran en esos momentos. Hubo un silencio sepulcral que inundó la habitación, hasta que la voz ronca y fina de Louis se volvió a escuchar, seria pero con toques de burla.
“Ve al baño.” Ordenó. Harry amaba que le ordenara. “Cuando entres ahí sabrás exactamente qué hacer.”
Harry asintió frenéticamente y se levantó como un rayo de la cama, cayendo por accidente. (Él no se dio cuenta de que la ropa de Louis estaba ahí en el suelo, donde la había lanzado en el momento en que se la quitó.) La carcajada oxidada de Louis no tardó en escucharse, y el rizado se sonrojó, siguiendo su camino y sin mirar atrás—su pene rebotando un poco con cada zancada que daba. Abrió la puerta de baño y la cerró detrás de sí, recargándose en ella y tomando otra bocanada de aire, inspeccionando su alrededor.


Sentía que las piernas le temblaban de la emoción, sin imaginarse un poco de lo que le esperaba, tratando de hacerse a la idea de que lo bueno aún no comenzaba,  y que todavía Louis no terminó con él. Oh, maldición, ¿cuántas veces había pensado que extrañaba esto? Un Louis demandante, salvaje y rudo, que le doblegara y le tratara como él quisiera, llevándole a uno de los placeres más exquisitos que se pudo haber encontrado en su vida (el primer puesto lo ocupaban esos delgados y rosados labios—tan tentadores y coquetos como siempre), y claramente él no pondría resistencia. O quizá sí, sólo cuando quería hacer enojar a Louis para que este le diera nalgadas y comenzara a hablarse sucio. 
Un objeto que se encontraba frente al espejo le llamó la atención. Entrecerró los ojos para verlo mejor, frunciendo sus labios en una mueca de desconcierto; su mente tuvo una chispa de duda que se hizo notoria al tensar su cuerpo. Sus pies comenzaron a moverse por sí solos, y él se acercó sin rechistar. Analizando la forma que tenía, los colores, y viendo el líquido que estaba en él (era imposible no darse cuenta cuando la luz caía directamente sobre esa bola azul celeste), entendió todo.
Un puto enema. Un enema con agua. Joder, joder. Él odiaba los enemas. Negó con la cabeza efusivamente, intentando adivinar qué pasaba por la mente de Louis como para mandarlo al baño y hacer que se metiera un maldito enema con agua, sabiendo lo mucho que—Oh. Una sonrisa socarrona apareció en su rostro, la imagen del castaño en su cabeza, recordando la frase que siempre decía, con esa vocecilla suya que le enloquecía de pies a cabeza.
La higiene ante todo.
Suspiró con frustración al verse acorralado. Sin dudarlo siquiera, Louis había planeado todo esto. Sabía que no podría negarse a semejante petición, a semejante deseo que le embargaría de tan sólo imaginárselo ahí, sobre sus rodillas, él sintiendo a Louis detrás de él y, bueno, era mejor sentirlo que soñarlo. Con enojo tomó el enema entre sus manos e hizo lo que tenía que hacer.
“Al mal paso darle prisa.” Susurró convencido.
Fue tan duro y tan extraño para él el hacerlo por sí mismo. Se sintió como un mundo diferente e inclusive se preguntó si lo había hecho correctamente. Al sentir que ya no podía retener el líquido más, se fue rápidamente a sentar al inodoro, soltándolo todo de golpe. Gimió de placer al verse libre y, sin mirar lo que había desechado (honestamente él no era asqueroso, pero quizá eso siempre será una excepción), le bajó. Luego tomó un montón de rollo y comenzó a secarse y a enjuagarse un poco, colocando un poco de jabón para agregarle un olor delicioso a su culo. Al finalizar caminó hacia la ducha, y se dedicó a meter el enema bajo el grifo del agua, comprobando de paso que ningún rastro del líquido había quedado en él. Se sintió satisfecho por sus resultados y, luego de quince minutos de estar en el baño, encerrado con un enema que tanto odia, salió seco y limpio, con una sonrisa en su rostro apenas notoria.


Louis estaba de pie al lado de la cama y dándole la espalda, comprobando que el lubricante estuviera perfectamente abierto—y Harry se dio cuenta de que se veía tremendamente atractivo y excitante en esa posición, apoyado prácticamente en una de sus musculosas piernas. Su trasero se veía fortalecido gracias a las horas que pasaba entrenando y haciendo ejercicio, y su espalda mostraba leve signos de músculos. Aún así, a Harry le encantaba la manera en que se veía más pequeño que él a pesar de ser más grande en cuanto a la edad se refería. Era tan lindo pero a la vez tan sensual, que en ocasiones se sorprendía preguntándose si alguien como Louis Tomlinson podría existir en realidad. Cerró la puerta sin ningún cuidado, causándole un pequeño susto a su pareja, quien inmediatamente volteó dejando el lubricante en su sitio anterior. El ceño fruncido indicándole a Harry que estaba algo molesto.
“Cinco minutos tarde.” Le reprimió. Luego, en cuestión de segundos, mostró una sonrisa traviesa. “¿Te divertiste en el baño, Harreh?” De lado. Le estaba sonriendo de lado. Y maldición, eso era tan caliente para él.
Harry trató de mostrarse inmune a lo que sentía en esos momentos—las ganas de gritarle al hombre frente a él que le follara hasta el cansancio, y que su polla definitivamente ya necesitaba atención. Se limitó a negar con la cabeza, sus cejas mostrando un leve enojo en ellas.
“Sabes que odio esas cosas.” Se mordió los labios, pensando un segundo en lo que iba a decir a continuación. “Espero que realmente haya valido la pena.”
Dubitativo, miró hacia la cama tratando de evitar los orbes azules de su pareja a toda costa. Aún seguía sin tender y el consolador estaba en una esquina, perfectamente acomodado pero aún con rastros de saliva en él. Carraspeó al escuchar una pequeña carcajada de parte de Louis, y se petrificó cuando él se acercó y sus dedos ágiles se pusieron a navegar por todo su pecho, acariciando sus tatuajes—específicamente las dos golondrinas. Louis se miraba tan apacible y tierno, contrario a como estaba antes de entrar al baño. Pero vaya, todo de nuevo cambio cuando pellizcó una de sus tetillas con brusquedad, y Harry cerró los ojos siseando de placer.
“Sobre tus manos y rodillas, en la cama. Ahora.” Y ahí estaba el tono autoritario de nuevo.


Se sentía realmente estúpido al asentir frenéticamente, pero no podía evitarlo de ninguna manera. Suponía que era el nerviosismo o la excitación, no lo sabía, pero de todas formas no tenía ningún sentido el eliminar esa acción de él. Cumplió la orden en cuestión de segundos, y se le fue el aire en cuanto la cama comenzó a chirriar y a hundirse debido a que hubo otro peso en ella. ¿Al fin lo follaría? No, por supuesto que no. Sabía lo que vendría a continuación—pero una leve esperanza  de que finalmente su sed de ser duramente penetrado se viera saciada se mantenía ahí, en lo más profundo de su cabeza.
Una mano se colocó en su trasero, y él comenzó a moverse poco a poco, mostrando signos de nerviosismo y necesidad. Escuchó a Louis gruñir por enésima vez y, entonces, las suaves nalgadas aparecieron. Sólo fueron cuatro, más que suficientes para que, ahora sí, Harry estuviera al cien por ciento seguro de lo que vendría después. Louis separó sus glúteos dejando ante sus ojos el apretado agujero de Harry, y éste gimió de placer al sentir la suave caricia del castaño acercarse cada vez más a él. 
“Trata de no correrte, bebé.” Esta vez, la voz de Louis salió tierna y calmada, pero ambos sabían que detrás de ese tono de consuelo y compañía, se escondía una advertencia que ninguno de los dos estaba dispuesto a evitar. “Lo que viene sé que te encanta.”
Y maldición, ¡maldición! Gritó de placer al sentir la lengua de Louis pasar alrededor de su entrada. El anillo de músculos se tensó considerablemente, y Harry tuvo que reprimirse a sí mismo por no respirar con dificultad. El aire caliente del castaño topaba con su piel, mandando espasmos de placer por todo el cuerpo, de pies a cabeza—la lengua húmeda jugando con su entrada, tanteando el momento perfecto en que debía entrar. Sus largas piernas temblaban y de pronto sintió un terrible peso sobre sus manos, echando la cabeza hacia atrás con desespero. Acercó su cuerpo un poco más a la boca de Louis, incitándole a que se apresurada, y estaba seguro de que en ese instante llevaba una sonrisa plantada en su perfecto rostro. Y, sin verlo venir siquiera, Louis separó aún más su trasero y enterró su lengua sin dudar. Esta vez Harry soltó un segundo grito, más fuerte que el anterior, y agradeció que su hogar fuese lo suficientemente grande como para que el sonido llegara para afuera, a las personas que eran ajenas a su situación.


Sintió el toque de la punta de la nariz de Louis arriba de su entrada, y se dio cuenta de que efectivamente, la lengua estaba adentro. Muy adentro. Los movimientos eran frenéticos, salvajes y dominantes, y Harry tuvo que pellizcarse varias veces para no caer inconsciente o correrse debido al placer que estaba sintiendo en esos momentos. Giró su cabeza y vio que el castaño mantenía sus ojos cerrados, atento a lo que estaba haciendo con él. Las mejillas de Harry estaban levemente sonrojadas, mientras gotas de sudor caían por su rostro (y vaya, recién se dio cuenta de eso. Qué ilógico), y un rastro fino de saliva caía por su mentón. Esta vez no hizo nada para secárselo. Veía el movimiento leve de la cabeza de Louis, a la vez que sentía la lengua moverse dentro de él de manera excitante. Entraba y salía sin dar un anticipo, y lo hacía de golpe, con sorpresa. Sintió unos dedos pasearse traviesamente por sus testículos, subiendo poco a poco, hasta que comenzaron a trazar círculos cerca de su agujero. 
Louis se alejó con una sonrisa planteada en su rostro y, sin darle tiempo a Harry para respirar, enterró un dedo en él, dándole justo en donde enloquecía a Harry. Este se ahogó en aire y ni siquiera tuvo la fuerza suficiente como para gemir o gritar. Simplemente abrió la boca tratando de que un sonido saliera, más no lo hizo. Dejó caer su cabeza en la cama—su cabello rizado ahora completamente despeinado comenzando a desparramarse por las sábanas mal acomodadas.
“Hiciste bien tu trabajo.” Louis le hablaba mientras su dedo se movía en círculos, para luego fingir una penetración. A Harry de nuevo se le complicaba respirar. “Estabas limpio. Muy bien, mi niño.” Otro dedo entró en él sin previo aviso, y Harry se dio cuenta de que estaba demasiado excitado como para que algo así le doliera. “Supongo que sabes lo que viene a continuación... Y cómo estarán las cosas de ahora en adelante.”
Harry asintió mientras dejaba caer sus manos sobre el colchón—su culo alzado dejándolo a completa merced de Louis y sus manos, las cuales estaban haciendo movimientos de tijeras que hacían que el rizado temblara completamente. Colocó su cabeza de lado en el colchón, logrando ver a Louis demasiado entretenido con lo que hacía. Gimió y movió su trasero un poco, captando así su atención. La ceja alzada y los dedos quedándose dentro de él, sin moverse. Silencio absoluto. Harry se mordió el labio inferior antes de hablar, admirando la belleza del hombre que tenía detrás de él.


“S-Sí… papi.”
Louis mostró esa sonrisa coqueta y, con autosuficiencia, siguió con sus labores, volviendo a susurrarle a Harry las cosas sucias que le haría después de eso (aunque él sospechaba que no le había dicho ni la mitad), y que se veía tan hermoso teniendo su culo alzado sólo para él y por él. Luego de dos dedos le siguieron tres, y entonces Harry dejó de comprender todo. Esa no era la costumbre. Generalmente sólo llegaban hasta dos, ambos, y luego proseguían a unir sus cuerpos y follar hasta el cansancio, quizá toda la noche o parte de la mañana (Louis coqueteándole y diciendo que él podría ser su almuerzo), pero el número de dedos dentro sería siempre el mismo. Pero no le importaba, de todos modos. Con la mano libre, Louis comenzó a acariciar el trasero blanco de Harry, y él podría decir que se encontraba admirándolo. Modestia aparte, claro está.
Los tres dedos entraban y salían con más lentitud que antes, pero el placer y la excitación era el mismo o inclusive mayor. Harry cerraba los párpados fuertemente, evitando a toda costa tocar su pene o a sí mismo, dejarle todo ese trabajo a Louis sin ningún problema. Cuando el milésimo temblor le recorrió todo el cuerpo (sorprendiéndose de lo que podía hacer alguien un poco más pequeño que él), Louis sacó sus dedos y los acercó a su boca. Aún sentía el toque en su culo y aún los sentía dentro de él, pero eso no le molestaba en ningún sentido.
Harry abrió la boca sin rechistar y comenzó a lamerlos—probarse a sí mismo de esa manera era algo que hasta cierto punto le gustaba, y sabía también que Louis Tomlinson encontraba demasiada erótica la situación. Sin mover algo más que su cabeza, los chupó cada uno, disfrutando del olor y sabor que estos traían consigo, mordiéndolos ligeramente y jadeando o lanzando un gritillo cada que Louis le propinaba una nalgada sorpresa. Cuando los dedos de Louis se alejaron de él, se permitió respirar. Sintió que la cama se alzaba lentamente, y entonces giró su cabeza al otro lado y descubrió a Louis desnudo, de pie otra vez (su hermoso pene ligeramente curvado sobresaliendo, junto con su culo formado), pero en esta ocasión con los cinturones de fuerza en ambas manos.


Papi—” Canturreó Harry con su voz aún más ronca. Una chispa de lujuria aumentó en los ojos azules de Louis, quien volteó a mirarlo que una sonrisa traviesa. “Qu-Quiero…—”
“Yo sé lo que quieres.” Louis estiró los cinturones ante sus ojos, y Harry se puso lentamente recto. Necesitaba abrir la boca para poder tomar fuertes bocanadas de aire—sus labios hinchados llamando la atención de Louis, quien no se resistió y le besó con fiereza. El rizado iba a pasar sus manos alrededor de su cuello, pero el castaño se alejó negando con la cabeza. “Dame tus manos.”
Cinco minutos después, Harry tenía sus manos atadas de nuevo, pero esta vez en su espalda. Louis había sido lo suficiente cuidadoso y tierno, preguntándole al rizado si le dolía si hacía determinado movimiento, o si el agarre estaba suave para que no le doliera en lo absoluto. Todas las respuestas habían sido no. Ahora, sin la posibilidad de moverse, dejó que Louis le tomara de la cintura y le colocara sobre la cama, en la misma posición que antes. Esta vez Harry estaba ligeramente nervioso, ya que no sabía lo que sucedería de ahora en adelante. Respiró fuertemente y escuchó cómo Louis abría la botella de lubricante con un poof, dejando caer la tapa al suelo, sin preocuparse por ella en lo absoluto.
La entrada (y el culo) de Harry se vio bañado en lubricante, y Louis pudo ver la incógnita en su mirada. Admiró cómo tomó un brillo notorio y se centró entonces en abrir ese cremoso trasero y a bañarlo con lentitud.
“Te va a gustar.” Pausadamente le dijo. El rizado simplemente sonrió de manera leve, gustosa.


Acariciaba su entrada con delicadeza, suavizando cada toque y diciéndole que no se tensara, que eso ya lo habían hecho varias veces y que a ambos les había gustado. Harry comprendió entonces a dónde iba todo eso, y una chispa de emoción le recorrió completamente. La tensión acumulada se fue y disfrutó plenamente las pequeñas caricias que Louis le brindaba, él más que dispuesto a aceptar lo que vendría después. El lubricante, debía de admitirlo, estaba frío en un principio (sus nervios e incertidumbre apoderándose de él que no prestó atención en el momento en que su cuerpo tembló notoriamente), pero la costumbre llegó rápido y todo quedó olvidado. Sonrió con satisfacción al sentir los dedos ágiles de Louis acariciando el anillo de músculos con más tiempo del necesario, porque sólo debía de ser hasta que ya debía de verse preparado, listo para lo que vendría a continuación.
Louis estiró la mano y ésta se perdió en la orilla de la cama, subiéndola lentamente ante la mirada analítica de Harry, quien sintió esa emoción al ver el consolador aparecer entonces. 


“¿Quieres esto, verdad?” Louis le sorprendió preguntándole. Él simplemente mordió sus labios, sintiendo cómo Louis comenzaba a golpear su culo con el consolador sin cuidado alguno, haciendo que comenzara a gemir sin pudor. El de ojos azules admiraba la forma en que los glúteos comenzaban a ponerse rojos, debido a la fuerza con la que era embestido.
“J-Joder—s-sí.” Las palabras a duras penas salían, mientras que los golpes con la polla falsa comenzaron a aumentar. Harry comenzó a preguntarse cómo era posible que no se corriera, ya que sentía su pene doler por la poca (nula) atención que le estaban poniendo. 
Pero eso no importaba, honestamente. Sabía que había llegado el tiempo de que el otro Louis se mostrara completamente. Se encontraba ansioso, extasiado.
“Sonaste como puta.” Gruñó Louis. Oh sí, sí, sí, pensó Harry, sonriendo. “¿Eso es lo que eres, eh? ¿Una puta?”
Harry cerró los ojos y ahogó un jadeo de placer cuando Louis le penetró con el consolador de una sola estocada. Echó la cabeza hacia atrás—su mirada esmeralda mirando directamente hacia el techo, viendo cómo el polvo se había amontonado en una esquina con el paso del tiempo (él sorprendiéndose, y se preguntó a sí mismo que si era necesario el tener sexo como para darse cuenta de la suciedad de la habitación), sus orbes brillando con un sentimiento de lujuria amontonado en su interior. Los labios en forma de corazón se vieron mordidos por sus dientes, y un escalofrío le recorrió todo el cuerpo cuando Louis comenzó a mover el objeto dentro de él, y se echó hacia adelante—su aliento cálido y desigual en la nuca de Harry. Sabía que no aguantaría mucho más, que sólo tenía que esperar un momento para que sus fantasías salvajes se cumplieran.
Las embestidas eran feroces, golpeando justo en ese punto que enloquecía a Harry, y se sentía tratado de manera ruda (las manos de Louis tomando sus cabellos rizados para halarlos, y a veces ese mismo brazo lo tomaba, rodeándolo de la cintura y la otra con los movimientos del consolador), pero eso no le importaba en lo absoluto. Por instinto echó su cuerpo hacia atrás, permitiendo que la polla falsa entrara con más profundidad, ahogando varios gemidos en el trayecto, sintiéndose frágil cuando el castaño comenzó a abofetearlo levemente en el rostro. Con voz grave, susurrante, pedía más y más, pero por más que rogara Louis no deseaba dárselo. Y sabía por qué, definitivamente. El lubricante no había sido utilizado en vano, y menos para algo de lo cual Harry estaba realmente acostumbrado. Las estocadas fueron haciéndose más lentas, pero profundizaron aún más su entrada.


Sus mejillas bañadas en sudor se tiñeron de rojo al ser apretadas por Louis con fuerza, quien inmediatamente echó la cabeza de Harry hacia atrás (Harry sintiendo la falta de calidez en su cintura sudorosa), ladeada un poco para besarlo con fiereza. El rizado respondió gustoso, sintiendo el calor recorrer por su cuerpo—la punta de su pene golpeándolo lentamente, que parecía estaba dando pequeños brincos debido a las estocadas. Sus labios hinchados competían con los del castaño para ver quién ganaba el beso, pero al final se sabía quién era el vencedor. Louis sonrió en cuanto el de ojos verdes gimió en su boca, probando su cavidad bucal sin restricciones, abriendo un poco los ojos para apreciar la excitante reacción que Harry tenía para él. Ceño fruncido, ojos cerrados con firmeza. Sus labios hinchados, saliva corriendo por su mentón. Perfecto. Sin separarse del beso, quitó la mano que tenía en consolador—tan lenta y pausada, tratando de no distraerlo para lo que iba a hacer, y llevó su miembro erecto y con gotas de pre-semen a la entrada de Harry, colocándolo justo debajo de donde la otra polla se encontraba.
Con una lentitud abrumadora, dejó entrar primero su glande rosado, disfrutando la leve sensación de que estaba siendo apretado por unas paredes con dureza. El brazo que se encontraba en la cintura de Harry (y que viajaba constantemente a su cabeza) fue el que separó los labios de Louis de los de él con firmeza—los ojos esmeraldas abiertos de par en par y mirando al castaño con un tinte de emoción, el cuerpo delgado y blanco del rizado quieto, a la espera de que el otro terminara con su trabajo. Louis le miraba jadeante, continuando con su labor, moviéndose despacio y deteniéndose en determinados lapsos, tratando de que el cuerpo de Harry se acostumbre (de nuevo) a una segunda intromisión. 
“Tan estrecho—” susurró Louis a escasos centímetros de los labios de Harry. Gruñó fuertemente en cuanto la mayoría de su miembro ya estaba dentro de Harry, y éste se limitaba a temblar y a susurrar palabras pequeñas e incoherentes. “Oh, joder—tan bueno.”


En un solo movimiento, su cabeza se encontraba en la curvatura del cuello de Harry, aspirando su delicioso aroma y dejando leves besos en la piel lechosa y suave de su pareja. El consolador se movía con cada cosa brusca que él hacía, así que se estaba controlando demasiado para no ser brusco, y no lastimar de más a Harry. Cuando su polla entró completamente ambos se quedaron quietos, escuchando las respiraciones del uno y del otro, demasiado irregulares y pausadas, sofocadas. (Harry diciéndose que oh maldición duele pero se siente tan bien, mientras que Louis pensaba en lo hermoso que se veía Harry con el tremendo éxtasis que tenía encima.)
Louis mordió levemente su piel antes de hablar de nuevo.
“¿Estás listo para ser castigado por tu papi, eh?”
Elixir's.
Elixir's.


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Mensaje por Elixir's. Lun 06 Ene 2014, 12:31 am

Sintió que Harry perdía la respiración por un instante y sonrió. Le encantaba hacerle notar que en su relación no importaba la estatura, él también podía dominarle cada que quisiera o que se le antojara. El extremo del consolador estaba justo en su pelvis, haciendo que su sonrisa se ensanchara aún más. Se mordió los labios, alzándose y apreciando el perfecto cuerpo de Harry retorcerse del placer, sin poder moverse del todo. Analizó los brazos atados a su espalda, comprobando que no había sangre acumulada o que el rizado no sentiría dolor en cuestión de minutos. Estar atado a la espalda era una de las cosas favoritas de Harry. Sacándolo de sus ideas, la voz ronca de Harry se escuchó más como un gemido.
“S-Sí…”
Louis colocó sus manos en la cadera de Harry, pero uno lo alzó para darle un sonoro golpe al culo rojo de Harry, y éste jadeó fuertemente en respuesta.
“Bien.”
Sacó su miembro sólo unos centímetros, con lentitud otra vez, sólo para volverlo a meter con un poco de fuerza. Harry soltó un gemido ronco con la acción, gritando que se sentía tan lleno y que quería más. Los movimientos eran certeros y calculados, pausados y analizados, tratando de buscar el placer para ambos. Salía y entraba despacio, deslizándose poco a poco, para luego volver a entrar y de paso golpear al consolador—haciendo que el objeto de igual manera embistiera a Harry. El rizado se limitaba a gritar y a moverse de vez en cuando (Louis notando que era incapaz de mantenerse sobre sus codos o manos, pero sus rodillas seguían fuertes), pidiéndole a Louis que le diera más rápido.
El castaño sonrió con autosuficiencia, aumentando sólo un poco la dureza de las estocadas—Harry sintiéndose increíblemente bien al sentir dos pollas dentro de él, tratando de echar el mínimo dolor de lado. El placer era insuperable, e inclusive podría decir que el lubricante fue innecesario (sabía que era mentira, pero le gustaba hacerse sentir fuerte), pero por nada cambiaría el placer que sentía en esos momentos.
“Loui—papi” se corrigió automáticamente. Su cuerpo temblaba de pies a cabeza, mientras sentía las estocadas doble en su culo, disfrutando cada una como si fuera la última. “Papi, papi—¡joder!” Logró gritar.
Las manos de Louis ahora se dirigieron a su cabello, tomándolo y acariciándolo, a la vez que lo usaba como soporte para poder echarse hacia atrás y hacia adelante sin ningún pudor—el sonido erótico de las bolas de Louis chocar contra el culo de Harry escuchándose de manera fascinante. Harry se revolcaba de vez en cuando, buscando más profundidad en las duras estocadas, pero aún así sabía que tenía que controlarse. La larga polla de Louis se sentía tan bien en su interior, y tener un consolador dentro de él simplemente mejoraba esa sensación. La fricción que los dos miembros creaban dentro de él le hacían alucinar a más no poder, y estaba tratando de controlar las ganas de llorar por placer.
Tres estocadas duras le siguieron para que el castaño saliera de él de manera brusca—el consolador aún dentro, Harry gritando por la salida tan repentina. Escuchaba los jadeos de Louis a su espalda, y entonces soltó un suspiro en cuanto Louis le quitó los cinturones de fuerza de los brazos, lanzándolos a un punto desconocido en la habitación. Se quedaron quietos, el consolador aún ahí sin moverse, y luego Louis le ordenó que se lo sacara él mismo. Harry obedeció rechistando, mientras observaba por el rabillo del ojo a Louis, quien se ponía de pie. Lo dejó caerse en el suelo y se quedó en la misma posición, esperando cualquier movimiento de parte del otro.
“Ven acá, mi querida puta.” Punzada de placer para Harry.
En un santiamén, un brazo fuerte le alzó tomándolo de la cintura—Harry en posición erecta sintiendo el aliento de Louis en su nuca (oh, que era tan bello que fuera más pequeño que él), y luego sintió el miembro de Louis entrar de nuevo en él en una sola estocada. Si no fuera porque le sostenía con fuerza, ambos sabían que Harry hubiese caído al suelo sin preguntar siquiera. Sus piernas ya no aguantaban para más pero ahí estaba, recibiendo penetraciones de pie, él gimiendo sin pudor y escuchando las palabras sucias de Louis. El rizado pensó que se vendría de pie, pero oh cuál fue su sorpresa que Louis sólo le dio cinco estocadas y volvió a dejarlo ahí, lanzándolo a un lado y haciendo que Harry tuviese que sostenerse de un mueble pequeño para no caer.
Los rizados cabellos le cubrían la cabeza, sus mejillas rojas del placer y sus piernas temblando a más no poder. Escuchó los pasos decididos a su espalda y sonrió—justo en el momento en que Louis volvía a abrir su culo y lo penetraba de nuevo, volviendo a repetir el proceso anterior. Sólo cinco putas estocadas. Harry estaba tan frustrado, pero el placer no le dejaba hablar. Las penetraciones eran como golpes: fuertes, rudas, salvajes y certeras. Hacían sentirle que quería desfallecer, pero deseaba llegar al final. Louis volvió a empujarlo y esta vez, Harry perdió el control.
Terminó en el suelo, sudoroso, sin saber qué hacer. Miró a Louis a los ojos y vio lujuria, deseo, un instinto de dominación y él, embobado por el perfecto cuerpo que veía, se puso sobre sus rodillas y manos, tratando de reunir fuerza suficiente como para no caer. Eso fue como una invitación muy provocativa para el otro. El culo rosado estaba alzado en los aires, a la espera de la polla del otro. Louis sonrió, coqueto, comenzando su caminata lentamente.
“Realmente eres una puta, ¿verdad?” Siseó, agachándose un poco y guiando su pene a la entrada rosada de Harry. “Amas las pollas, ¿cierto?”
Harry simplemente asintió, más aún así trató de hablar (simplemente salió un oh sí papi, las amo), derritiéndose ante la suculenta acción que Louis llevó a continuación. Le penetró como las veces anteriores, duro y sin anticipación, y Harry gritó de nuevo—agradeciendo mentalmente que tuvieran un tiempo de descanso, porque sabía que tarde o temprano se quedaría ronco por todo lo que el castaño le decía. Cinco estocadas después, de nuevo él fue alzado con brusquedad y lanzado a la cama con fuerza, Harry lanzando una risa al gritar de manera chillona. Louis sonrió de igual manera, negando con la cabeza. El colchón era tan suave y aún se sentía caliente, y el rizado mordió sus labios al recibir una nalgada, haciendo que su cuerpo se echara hacia adelante.
La voz de Louis interrumpió de nuevo el silencio.
“Yo no te dije que te acostaras. Levántate.” Ordenó.
Harry cerró los ojos y obedeció, y los volvió a abrir sólo para admirar la manera en que Louis se sentaba en la cama, acomodándose con rapidez—su espalda recargada en la cabecera de mármol, los ojos azules mirando al rizado en espera de que le observara. Alzó una ceja, confuso. Louis hizo un movimiento con la cabeza, indicándole que se acercara a él. Cuando estaba lo suficientemente cerca, realizó un ademán con la mano, mirando los labios hinchados de Harry.
“Móntame.”
Y bueno, Harry Styles podría decir que su cuerpo irradió una felicidad absoluta, cumpliendo la demanda en un abrir y cerrar de ojos. Se subió en el cuerpo del más moreno, colocando su cabeza en el cuello de Louis—y éste llevando su pene a la entrada de Harry, esperando a que estuviera en la posición perfecta. Entonces Harry se dejó caer, maravillado por la manera en que el pene del otro se perdió en su culo, y Louis siseando de placer, echando su cabeza hacia atrás. Sin comenzar las estocadas, Harry movió su cuerpo de manera que la polla se movía dentro de él, atrás hacia adelante, retorciéndose como una serpiente. Louis miraba sus movimientos ansioso, sonriendo ante la poca timidez que Harry presentaba cada que le montaba.
Le dio otro sonoro golpe a ese culo delicioso, y otro más, y así siguió hasta que la piel se puso roja, sonriendo con perversión. Harry gemía incontrolablemente  y alzó su cabeza para mirarle a los ojos, alzando su cuerpo lentamente y dejándose caer de golpe—el sonido de testículos chocando con su trasero presente de nuevo. Louis asintió, gustoso, esperando a que el otro realice el siguiente movimiento.
“Dile a papi qué quieres ahora.”
Él no respondió pero se alzó de nuevo, repitiendo los movimientos anteriores un millón de veces, con dureza—Louis colocando sus manos a los costados, pero rápidamente colocándolas en las caderas de Harry, haciendo que sus movimientos sean más duros y salvajes (notando entonces que tenían cierto toque errático), Harry gimiendo y él también, ambos completamente guiados por el placer.
“Mon—Montarte.” Logró articular el rizado. Comenzó a brincar como si de un verdadero caballo se tratara, y Louis gimió fuerte, totalmente complacido. Harry le mordió el lóbulo de la oreja y Louis le abrió el culo con las manos—Harry retorciéndose y penetrándose a sí mismo. “Du-Duro. Fuerte…—¡Oh, maldición!”
Louis le mordió el cuello al ver que poco a poco Harry recuperaba el habla. Aunque aún parecía difícil debido a la falta de aire (recitando un estás tan dentro de mí, oh papi en cada momento), se las arreglaba para que todo saliera bien. Louis se mordía los labios y hacía que alzara la cabeza, para así aprovechar y morder de vez en cuando su mentón. Las penetraciones eran bruscas y, ahora sí, Harry decidió que ya no era momento de controlarse. Aumentó aún más los movimientos, y Louis sonrió traviesamente a medias, sintiendo que el aire se le iba de igual manera.
“Qué puta eres—Harry.”
“Sí, maldición… ¡s-sí!”
Louis le besó un poco, y Harry cerró los ojos en cuanto el castaño le detuvo de las caderas, el pene en lo más profundo de él.
“¿Te encanta mi polla en tu dulce culo, Harry? ¿Tan profunda, tan dura? Amas eso, ¿no? Amas gritar como puta y que te follen duramente, ¿cierto? ¿Lo amas?” Al ver que Harry no respondía—tratando de quitar el fuerte agarre de sus caderas para seguir montándolo, Louis lo echó hacia adelante, rodeándolo por su cintura para así quitar una mano y llevarlo a su hermoso rostro. Le apretó ambas mejillas con fiereza. “¿Lo amas, Harreh?
Harry asintió frenéticamente, sin detenerse en su lucha para liberarse. Louis le miró molesto, pero una pizca de diversión se veía en su azulina mirada.
“Dilo.”
“Maldición—¡s-sí!”
Harry se soltó de su agarre y continuó con su labor, sus manos agarrándose firmemente de los hombros de Louis, para así conseguir más fuerza y alzarse, volver a dejarse caer con fiereza. Louis le ayudaba de vez en cuando, pero se entretenía apreciando la manera en que su rostro se contraía del placer, susurrando cosas incoherentes.
“Oh, papi, papi, papi. Estás tan—” Harry tomó una bocanada de aire fuerte. “Tan profundo—tan… tan grueso—¡M-mierda!”
Gritó cuando Louis lamió una de sus tetillas con extrema delicadeza, escuchando la voz ronca de Harry, tan cantarina y seductora como siempre. Sonrió de lado, cerrando los ojos y evitando carcajearse ahí mismo.
“Oh, L-Louis—” Susurró el rizado sin pensarlo. Entonces recibió otra sonora nalgada en su ya rojizo trasero—y Louis detuvo de nuevo sus movimientos, su polla completamente enterrada en él. Se limitó a maldecir por lo bajo.
Louis le miraba con el ceño fruncido, a los ojos—orbes azules brillando peligrosamente, mientras que él se sentía desfallecer al sentir el grueso de su amado dentro de él, tan profundo que por momentos sintió que podría partirse en dos. Su cuerpo se tensó y supo enseguida que le faltaba poco, realmente poco para llegar al clímax y correrse, y él deseaba con todas sus fuerzas que Louis lo hiciera dentro de él—sentir el líquido caliente escurrirse por sus piernas.
P-Papi.” Se corrigió. “Ya—ya casi, ya casi yo, yo—j-joder…”
“Te gustan que sean rudos, ¿eh?”
Harry asintió frenéticamente, buscando aire que le faltaba en los pulmones. Louis lanzó una risa por lo bajo y le dejó hacer, sintiendo de igual manera que su momento estaba cerca. Harry continuó moviéndose con frenetismo y él no hacía absolutamente nada para detenerlo, se dedicaba a admirar cada movimiento que hacía y cómo el pene del otro se movía con cada brinco que daba. No lo había tocado porque no quería que el momento terminara pronto—le encantaba sentir las paredes de Harry apretar su polla, y honestamente eso le volvía loco en esos momentos. Se sentía fabuloso.
“Oh—oh… ¡Joder!”
Entonces, esas mismas paredes le apretaron aún más y el cuerpo se tensó. Harry se quedó quieto y gimió por lo bajo, sintiendo cómo su cuerpo se tensaba bajo la atenta mirada de Louis. Llevó sus manos a su miembro y comenzó a masturbarlo lentamente, y de pronto el líquido blanco comenzó a salir a bordones. Louis admiraba el espectáculo sin moverse, viendo cómo el semen iba a parar a su pecho sin pudor alguno. Harry continuó moviéndose, esperando a que Louis se corriera.
Cuando Harry había dado por terminado su orgasmo, simplemente no pudo más. Se dejó caer para atrás pero unos brazos fuertes le sostuvieron por la espalda, y Louis continuó dándole unas cuantas estocadas hasta que sintió la misma sensación de placer máximo, y se corrió dentro de Harry. Harry gimió en cuanto sintió el líquido caliente ser expulsado dentro de él, al mismo tiempo en que Louis dejaba sacar un suspiro exhausto. El semen comenzó a escurrirse entre el cuerpo de ambos, y Harry sospechó que fue a parar a las sábanas.
Se quedaron callados unos minutos—el ambiente no era para nada tenso, y entonces Harry se puso en posición de besar a Louis, y éste no rechistó en lo absoluto. El de ojos verdes jadeó en el momento en que el pene flácido de Louis salió de él, trayendo consigo restos de semen.
“Hay que lavarnos.” Habló Louis con voz suave, pausada, y Harry supo que él también estaba cansado.
Le miró por unos segundos y sonrió travieso, negando con la cabeza. Louis alzó una ceja y siguió el cuerpo de Harry—quien se echó a su lado, acostado en la cama, quejándose levemente por su culo. Louis recordó que había tenido un consolador dentro de él, rechistando con la lengua y estirando su mano al mueble de al lado, abriendo un pequeño cajón y sacando un ungüento.
“Gírate, cariño. Apuesto a que estás adolorido.”
Harry sonrió.
“Y una mierda.” La voz salió más ronca de lo normal, y Louis mostró sus blancos dientes en una mueca de felicidad.

Rayos, se sentía tan cansado.


.


“Así que… ¿ya no estás enojado?”
Louis salió de la ducha, su cuerpo mojado y completamente desnudo, escuchando a Harry hablar—él aún se mantenía en la misma posición, tratando de no moverse demasiado. Louis negó con la cabeza y sonrió, preguntándose qué fue lo que pasó por la cabeza de Harry para sacar ese tema de conversación. Secó sus cabellos castaños con su mano, acercándose a la cama con zancadas grandes y decididas.
“¿Debería de estarlo?”
Harry se quedó pensativo unos momentos, hasta que sus mejillas aún teñidas de rosa se encendieron aún más.
“Maldición, sí.” Susurró. Louis se carcajeó y negó con la cabeza, y entonces Harry cayó en cuenta de que pensó en voz alta. “Quiero decir—no, no tienes.”
Se acercó a la cama y se sentó en la orilla, para luego acariciar la espalda lechosa de Harry, escuchando cómo el rizado suspiraba ante su tacto y sus músculos se tensaban. Su trasero estaba cubierto por una sábana ya que no quería más tentaciones en ese momento (poner el ungüento en él fue demasiado para él, recuerda, pero no es algo que no se pueda controlar), aparte Harry se lo había pedido de favor. Sonrió de lado y se quedó apreciando el hermoso rostro de su pareja, y podría asegurar que Harry estaba haciendo exactamente lo mismo—modestia aparte, por supuesto. El de ojos esmeraldas se mordió los labios, y entonces el otro comprendió lo que quería. Se conocían tan bien—eran como si fuesen uno mismo, que Louis podría describir a Harry en un santiamén y sin rechistar.
Su cuerpo se agachó y se acercó lentamente a los labios de Harry, para luego depositar un suave beso en esa carnosa boca. Harry sacó su lengua traviesamente en el momento en que Louis se alejó y alcanzó a lamerle un poco los labios delgados del otro. Louis sonrió.
“Maldición, te amo.”
Harry se carcajeó y rodó los ojos, haciendo un mohín en su rostro.
“Eso me lo tenías que decir cuando llegamos al orgasmo.”
“No llegamos al mismo tiempo.” Le respondió Louis a modo de defensa.
Harry frunció el ceño.
“Gracias por recordarme semejante imperfección.”
“De nada, amor.”
Se quedaron unos momentos callados, viéndose el uno al otro, y al minuto después ya estaban riéndose por sus comentarios. Harry fue el que se detuvo primero, admirando la manera en que las arrugas se formaban en los ojos de Louis, mostrando que verdaderamente estaba feliz. Sonrió con ternura, sintiéndose feliz de tener a un hombre como él a su lado. Tan diferente en ocasiones (recordar la manera en que se comportó minutos atrás le hizo sonrojarse), pero siempre de una manera que a Harry enloquecía. Louis al no escuchar más la carcajada de Harry, se detuvo abruptamente.
La mirada penetrante de Harry Styles era una de las cosas que a Louis le encantaba evitar. Se sintió analizado, estudiado poco a poco. Harry movió su brazo y se alzó un poco, gimiendo en el trayecto y trató de acercarse a Louis, sin dejar de observarlo a los ojos. El castaño esperó a que decidiera hablar, y sonrió al escuchar lo que vino después.
“Yo también te amo.”
Louis le besó la mejilla, la frente, la nariz y la boca—todo el rostro, y Harry comenzó a reírse de manera cantarina, trayendo una felicidad infinita al corazón de Louis.

Oh, bueno. Eso era vida.
Elixir's.
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Mensaje por Elixir's. Lun 06 Ene 2014, 12:32 am

¿Comentarios? ¿Qué les pareció?
Ignoren si las fechas no coinciden o algo parecido. Este OS ya estaba planeado desde hace tiempo, haha.
Elixir's.
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Mensaje por Elixir's. Lun 06 Ene 2014, 9:06 am

¿Qué? ¿No les gustó? :c
Elixir's.
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Mensaje por AlexaSwag. Lun 06 Ene 2014, 10:27 am

Hoola
Me gusto la parte de "succiona lo y muerde lo" fue asome
A mi me gusto te quedo...Hoy?
Bye Byr
AlexaSwag.
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Mensaje por nosnilytSyrraL Lun 06 Ene 2014, 12:48 pm

Hola!!!
Muy buen one-shot!!!!
ME ENCANTO!!!!
SEXY Y TIERNO!!!!
LO AME!
nosnilytSyrraL
nosnilytSyrraL


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Mensaje por CristinTommo Mar 07 Ene 2014, 3:33 pm

jdfnskjfashkdfjd FUCK! lo ame *www* es como ver a Cocky Boys pero escrito fdwshfjhshdfj :D eres grande mujer:$
CristinTommo
CristinTommo


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Mensaje por Invitado Mar 07 Ene 2014, 4:22 pm

Damn ._. Me dejaste sin palabras! 
Me encanto el os, de estos solo había visto en inglés... Me agrada encontrar uno en español y tan bien hecho :D
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