Take Care {Larry Stylinson} Capítulo 19 [Septiembre 21]

por **Vicious ϟ** Miér 01 Ene 2014, 4:32 pm

Nombre: Take Care.
Autor: Carla.
Parejas: Louis Tomlinson & Harry Styles / Liam Payne & Zayn Malik.
Adaptación: No, la historia es mía.
Género: Drama/Romance/Emotional Hurt/Comfort
Advertencias: Relaciones homosexuales.
Otras páginas: AO3 y Wattpad.
Soundtrack (primeros capítulos): http://8tracks.com/lostinjupiter/take-care

Nota de autora: Esta historia nació del cover de "Take Care", que hizo Florence + The Machine. Casi todos los capítulos llevan el nombre de una canción y una frase de la misma. Espero que les guste tanto como a mí me gustó escribirlo.

take care - Take Care {Larry Stylinson} Capítulo 19 [Septiembre 21] 2cik7ex

I

Something Great

One day I’ll come into your world and get it right

.

Si había algo que Louis Tomlinson odiaba con todo su corazón, era hacer las compras del mes. Odiaba los supermercados, odiaba comprar. Para eso tenía a Liam, él era paciente, amable y siempre sabía qué era lo que necesitaban, no como él que se sentía un maldito idiota por no saber elegir qué dentífrico comprar.

Dios, Liam en serio era como su superhéroe. Siempre estaba cuidando de él, intentando hacerlo sentir bien, reconfortándolo como sólo él podía hacerlo, escuchando sus problemas y ofreciéndole su hombro para cuando el nudo en su garganta se hiciera insoportable, y claro, también era la cuota de cordura que le mantenía a flote. Liam era de aquellas personas especiales que siempre sabían qué decir en el momento preciso, y él estaba muy agradecido de poder tenerlo a su lado.

Louis sonrió y se preguntó cuándo se habían invertido los roles, cuándo las cosas se habían jodido. Probablemente si se ponía a pensar al respecto, tendría que remontarse a su última desilusión amorosa donde Liam tuvo que tomar su lugar y comenzar a cuidar y procurar protegerle.

Desearía que su amigo dejara de preocuparse por él. Desearía que las cosas volvieran a hacer tan fáciles como antes, como cuando eran pequeños y Louis tenía que defenderlo de los chicos que los molestaban.

~

Los Payne habían llegado a Doncaster cuando Liam tenía siete años y Louis ocho. Vivían relativamente cerca, pero nunca se habían visto hasta el día en que durante el receso, mientras Liam leía un libro de aventuras sentado en un rincón de la escuela, unos chicos se le acercaron y comenzaron a molestarlo, provocando que el pequeño casi rompiera en llanto.

— Hey, idiotas, déjenlo en paz. No es su culpa que ustedes no sepan leer. –había hablado una voz que Liam ya había escuchado antes. Todos los chicos se callaron y miraron al muchacho que los había increpado.- ¿Acaso no me oyeron? ¡Váyanse! –exclamó el chico de ojos azules. Todos los niños desaparecieron en un par de segundos.

— Gracias. –tartamudeó nervioso.

— Nada de gracias. Debes aprender a defenderte. –le había dicho seriamente al tiempo que le golpeaba el hombro. Liam no supo qué responder.- Soy Louis. –el pequeño le ofreció su mano, cosa que era bastante inusual para un niño de su edad.

— Soy Liam. –le respondió el muchacho.

— ¿Qué lees? –le preguntó Louis sentándose a su lado. Liam se sintió extraño. Los niños jamás se acercaban a él porque no le gustaba jugar con los demás. Él prefería sentarse a leer en algún lugar apartado, tal como en ese momento, y no creía necesitar amigos, sin embargo, la compañía de Louis se sentía bien.

— Daumesdick* -indicó mostrándole la tapa del libro. - ¿Te gusta leer?

— ¡Claro que sí! Pero prefiero a Sherlock Holmes. ¿Lo conoces? –inquirió el oji-azul.

— Por supuesto, me encanta. –Liam se sentía increíblemente cómodo junto a aquel chico risueño.- Yo… Louis… ¿quieres ser mi amigo? –preguntó tímidamente.

— ¡Creí que ya comenzábamos a serlo! –respondió Louis pasando un brazo por sobre los hombros de Liam, quien sonrió ampliamente.

Y desde entonces, jamás se separaron.

~

“¿Estás bien, Lou? Estás tardando demasiado”, aquel mensaje de su amigo lo trajo de vuelta a la realidad y se encontró con que seguía pegado en lo del dentífrico. Finalmente terminó cogiendo el que más confianza le dio, pero no estaba seguro de que ese fuera el que usaran. En fin, sólo lo llevaría.

Cuando pensó que al fin había terminado su tortura en aquel lugar, fue hasta una de las cajas registradoras, encontrándose con que todas estaban llenas.

Maldijo por milésima vez y tuvo que armarse de paciencia. Le envió un par de mensajes a Liam, con la poca batería que le quedaba a su móvil, pidiéndole que le distrajera, mas éste parecía estar ocupado. Bueno, en realidad sí lo estaba, por eso no había podido ir a comprar él. El estudio lo estaba consumiendo bastante por esos días y sinceramente lo admiraba: él jamás podría haber entrado a una carrera como Leyes. Todo ese estudio… no, eso no era para él.

Cuando al fin pudo cancelar todo lo que llevaba, caminó con el carrito hasta su automóvil y condujo a casa escuchando música.

Al llegar al edificio, saludó al conserje quien se ofreció a ayudarle con las compras, pero él se negó. Él podía solo. Y así fue como llegó al décimo piso con todas las cosas.

— Louis, con un demonio, ¿por qué no me llamaste para que te ayudara con todo eso? –le retó Liam caminando hasta él para tomar algunas bolsas y meterlas a la cocina.

— Mi celular murió, amigo. –se justificó. Liam le miró incrédulo: Louis siempre daba la misma excusa. Era como el cuento de Pedrito y el lobo. - ¡Esta vez es cierto, lo juro! –una risa contagiosa se hizo oír en la casa: era Niall, el rubio irlandés que estudiaba con su amigo.

— Louis, siempre dices la misma mierda. –dijo el chico en tono gracioso. El aludido bufó y sacó su móvil del bolsillo de su pantalón para mostrárselo a ambos.

— ¿Ven? Esta vez sí es cierto. –se defendió.

— Bien. –aceptó Liam volviendo al sillón junto a Niall, lugar que tenían lleno de cuadernos, libros y hojas sueltas.

— ¿Quieren que cocine algo para ustedes? –ambos chicos le miraron aguantando la risa.

— Louis, no sabes preparar ni un huevo frito. –se burló Niall.

— Puedo hacer el intento, supongo. –dijo encogiéndose de hombros. Liam le sonrió con ternura.

— No, amigo. Podrías pedir sushi…

— ¡O una pizza! –le interrumpió el rubio.

— Está bien, eso haré. –el oji-azul caminó hasta el teléfono.

— Oh, Lou, antes de que lo olvide. Te llamaron por teléfono un par de veces, pero no quisieron dejar ningún mensaje.

— ¿Quién era?

— No tengo ni la menor idea, pero creo que era de un trabajo. La chica sonaba demasiado educada. –rió su amigo.

— Uhm… supongo que volverán a llamar. –dijo restándole importancia.

Louis pidió una pizza y luego puso a cargar su móvil. Posteriormente fue hasta la cocina y ordenó todo lo que había comprado en el lugar correspondiente, intentando demorarse el máximo tiempo posible, ya que si Liam y Niall aún no se desocupaban, se aburriría durante el resto de la tarde.

Jesús, en serio necesitaba conseguir un trabajo estable pronto, necesitaba mantener su cabeza ocupada, y cómo no, necesitaba el dinero. Desde que había salido de la Universidad hacía sólo unos meses, se había mantenido gracias trabajos esporádicos para revistas y periódicos, cubriendo fiestas de elite y connotados desfiles de moda.

Cuando hubo terminado, oyó a su amigo llamarle desde el comedor, indicándole que su móvil estaba sonando en su habitación.

— ¿Diga? –contestó. Una mujer le saludó desde el otro lado de la línea y lo que siguió, era simplemente de otro mundo.

Luego de aproximadamente cinco minutos, Louis hizo aparición en la sala con su rostro completamente inexpresivo. Liam y Niall se preocuparon inmediatamente al verlo y preguntaron qué ocurría.

— Era… de un trabajo. –comenzó.

— ¿Y? –le apresuró Niall.

— Han visto mi portafolio y quieren contratarme. –dijo como si aún no lo pudiera creer.

— Eso es genial, ¿no? –habló Liam.

— Sí, supongo.- Louis seguía sin poder reaccionar.

— ¿Y de qué se trata? –Inquirió el rubio.- ¿Una agencia de publicidad, un periódico, una revista?

— Vogue. –recién cuando pronunció el nombre de la revista para la cual trabajaría, pudo creerlo. – Me han llamado de la jodida Vogue. ¡Dios, no puedo creerlo! –exclamó por fin mostrando señales de alegría.

— ¿Vogue? ¿En serio? ¡Louis, es maravilloso! ¡Te felicito! –Liam se acercó y le dio un abrazo.

— No puedo creerlo, Liam. No puedo creerlo. –no dejaba de repetir.

— ¡Créelo, amigo! –dijo Niall palmeándole el hombro.

Louis había enviado una copia de su portafolio a la revista, incluso había hablado con una editora de la misma, Jessica Wood, pero jamás se imaginó que podrían contratarlo. Es decir, ¡sólo tiene veintiún años! Es sólo un chico que acababa de salir de la Universidad… este era definitivamente uno de los pasos más grandes que podría dar en su carrera profesional, por lo que se esforzaría mucho por demostrar que merecía aquello.

El oji-azul llamó a su madre para contarle la noticia y Jay casi le dejó sordo con el grito de emoción que profirió. Luego habló con todas sus hermanas y por último, Mark quien también le felicitó. En ese momento se dio cuenta de cuánto los extrañaba. Necesitaba un abrazo de ellos en ese momento. Quizá debería hacer un fugaz viaje a Doncaster uno de esos días.

Liam y Niall dejaron el estudio para hacer una mini celebración con la pizza que ya había llegado. Además, les servía como distracción del estudio, ya llevaban horas y estaban realmente cansados.

— Louis era quien me defendía cuando éramos pequeños. –Liam le contó a Niall.- Siempre fui el chico raro, ya sabes. Leía mucho, sacaba muy buenas calificaciones y no era alguien precisamente divertido. –explicó el chico. – Louis siempre fue todo lo contrario a mí y siempre terminaban regañándome en casa porque le acompañaba en sus locuras. –la contagiosa risa del oji-azul se hizo oír en la sala.

— Liam era muy miedoso. –Añadió el castaño.- Siempre tenía que arrastrarlo conmigo para que se divirtiera un poco. ¡Éramos niños! Y Liam todo lo que hacía era estudiar. Ahora por suerte, se ha ido soltando un poco. –sonrió con autosuficiencia.

— ¿Y Louis era ese chico al cual todos amaban y todos seguían? ¿El líder? –inquirió el irlandés.

— ¡Claro que sí! –exclamó Louis.

— Sí, todos querían estar cerca de él. Siempre fue así. –confirmó Liam.

— Pero eras sólo tú a quien consideraba realmente mi amigo, Liam.- señaló el oji-azul en tono especialmente dramático, recibiendo carcajadas como respuesta.

Cerca de la diez de la noche, el rubio decidió que ya era hora de irse, no sin antes felicitar una vez más a Louis por su gran logro. Luego, Liam ordenó el caos de apuntes y libros que había en la sala mientras él entraba a la habitación para ver qué ropa usaría al día siguiente.

— ¿Ya llamaste a tu madre? –le preguntó Liam entrando a su habitación mientras él se probaba diferentes tenidas.

— Por supuesto. –respondió mirándose en el espejo que tenía. - ¿Qué te parece esto? - inquirió mirando a Liam.

— Louis, te verás increíble con cualquier cosa que lleves encima.- el oji-azul rodó los ojos.- Tú sabes muchísimo más de estas cosas que yo. –le dijo el menor de manera risueña.

— Sigo esperando tu opinión, Liam. –regañó.

— Te ves muy bien. Me gusta como te queda eso.- Dijo su amigo. Liam creía que Louis se veía bien con cualquier cosa que utilizara. Louis era de esas personas que podían salir a la calle vistiendo una bolsa de basura y aun así luciría bien.

— ¡Gracias, Li! –exclamó acercándose para abrazarlo y besarle sonoramente la mejilla. Algo muy típico de Louis. - ¡No sé qué haría sin ti! –Liam le sonrió de vuelta.

Posteriormente se fueron a dormir, ya que a ambos les esperaba un día extenuante. Louis tardó en conciliar el sueño debido a lo ansioso que se encontraba, y es que aún no podía creerlo. Trabajar para una revista como Vogue había sido el sueño de toda su vida y estaba tan próximo a lograrlo que definitivamente no quería arruinarlo.

“Basta de tonterías. Lo harás bien”, se dijo mentalmente para luego caer dormido.

~

A la mañana siguiente se despertó y fue hasta la cocina donde encontró su desayuno servido junto a una notita que le había dejado Liam, en la cual se podía leer: “Un buen desayuno es el primer paso para comenzar un buen día. ¡Felicidades nuevamente!” Louis sonrió y se sentó para disfrutar de lo que su amigo le había preparado, al parecer hace no mucho rato, ya que todo estaba caliente aún.

Luego se dio una ducha y se vistió con lo que había elegido la noche anterior. Su madre le envió un mensaje deseándole mucha suerte, lo cual le reconfortó.

Cuando estuvo listo, se aseguró de que todo lo que necesitara estuviera en su bolso y bajó hasta el estacionamiento, buscó su auto y se dirigió hasta las oficinas de Vogue.

Vogue, se repetía mentalmente una y otra vez.

— Hola, buenos días. –saludó a la chica que se encontraba en la recepción. Ella le sonrió, pero no dijo nada.- Busco a Jessica Wood.

— Claro. ¿Cuál es tu nombre? –preguntó.

— Louis Tomlinson.

— Oh, el nuevo fotógrafo. –Aseguró ella levantando el auricular de su teléfono.- Enseguida la llamo. –Louis le sonrió.

Sus ojos azules se pasearon por el lobby del edificio, viendo como mucha gente entraba y salía todo el tiempo. Louis podía reconocer algunos rostros de modelos, algunos productores, otros diseñadores y ese tipo cosas.

A él le gustaba la moda, el espectáculo, las luces y todo lo que eso conllevara. Adoraba ir a fiestas glamorosas, pasarla bien y conocer gente, tener contactos. Tener contactos siempre ayudaba.

— Jessica vendrá en un segundo. –le indicó la chica cuyo nombre llevaba en la blusa, mas él no lograba verlo. Demonios, tendría que haber traído mis lentes, lamentó.

— Gracias. –le dijo él.

Jessica era rubia, alta, delgada y siempre iba muy bien vestida. Bueno, ¿qué otra cosa podía esperar de una de las editoras de Vogue? Ella le saludó muy amablemente y le invitó a su oficina para que pudieran revisar el contrato, el cual contenía una cláusula de exclusividad, y aunque trató de evitar que se notara su sorpresa al respecto, Louis siempre se había caracterizado por ser un libro abierto.

— Louis, hemos visto tu trabajo y simplemente nos ha gustado. Eres muy joven y eso nos sorprendió mucho. –le alagó ella.- Así que no nos falles. –le sonrió.

— Claro que no.- aseguró.

Posterior al contrato, la rubia le mostró las dependencias del recinto. Le presentó a algunos modelos que pasaban por los pasillos vestidos con ropas de marcas caras. Él conocía a algunas modelos, a las cuales saludó, pero en cuanto vio a Jason, su estómago se contrajo e intentó esconderse. No quería verlo. Y por suerte, el chico no lo vio, así que fue bastante fácil esquivarlo y continuar.

Oh, Louis no había pensado en ello, no había pensado en todos los errores que tendría que esquivar durante su estadía en la revista. Y prefería no pensar en eso por el momento.

Al final del recorrido, Jessica le mostró el set en el cual tendría su primer trabajo en ese mismo momento. También le mostró la carpeta que había enviado Alex Flint, el diseñador de H&M sobre el enfoque que se requería para la sesión de fotos de esa mañana.

— Por lo general, Alex supervisa las sesiones, pero esta vez no podrá venir. –explicó la rubia mirando la hora de su reloj de pulsera.

— ¿A qué hora debe llegar el modelo? –inquirió Louis.

— Debería estar aquí en este momento. –dijo con tono molesto. – De hecho voy a llamar a Clark… -apenas Jessica hubo acabado de decir eso, un hombre y dos mujeres hicieron aparición en el set.

— ¡Jessica! –exclamó el hombre.

— ¡Clark! Que gusto. Pensé que llegarían tarde. –Indicó ella.- Lu Ann, Caroline. –saludó a las dos mujeres. Lu Ann era joven, quizá tenía su misma edad. Su cabello era bastante largo e igualmente rubio. Tenía unos ojos celestes bastantes lindos también. Caroline debía tener cerca de cuarenta años. Era baja, morena y de cabello largo. – Les presento a Louis, el nuevo fotógrafo. –el aludido les sonrió y todos le saludaron afectuosamente.

— ¿Y Harry? ¿Dónde está? –preguntó Clark.

— ¿No viene con ustedes? –el rostro de Jessica se tensó.

— No. Ayer me dijo que en lugar de juntarnos en la agencia, prefería llegar solo. –informó.

— Clark, tú eres el que está a cargo de Harry. Sabes que no puedes…

— Jessica, sé lo que puedo y no puedo hacer. –le frenó el hombre. La conversación se estaba poniendo un poco tensa y eso puso nervioso al oji-azul. – Lo llamaré.

Luego de eso, Jessica les indicó a Lu Ann y Caroline donde ubicarse, entonces Louis supo que Lu Ann era maquilladora y Caroline era estilista.

En el set sólo quedaron él y Clark, quien parecía enojado, ya que el tal Harry no contestaba su móvil. Louis quería reírse de la situación, pero no debía, así que se distrajo revisando el lente de su cámara, la iluminación y todo ese tipo de cosas, para que cuando el modelo llegara, todo estuviera listo y dispuesto para comenzar.

— Harry, contesta de una jodida vez. –oyó maldecir al hombre y él sonrió sin que le vieran.

¿Por qué los modelos creían que podían hacer lo que quisieran?

~

Sentía los débiles rayos del sol impactar su rostro, y se maldijo por olvidar cerrar las cortinas de la habitación el día anterior antes de salir. Se volteó sobre la cama y abrió sus ojos, encontrando la espalda desnuda y tatuada de su amigo quien dormía profundamente. Nuevamente se movió para quedar de espaldas al colchón. Sentía su cuerpo cansado. Quizás ir de fiesta la noche anterior a una sesión de fotos, no era muy buena idea.

Sesión de fotos, repitió en su cabeza, ganándose un dolor en el trasero por sentarse de golpe en la cama.

Volteó a ver su mesita de noche para encontrar su reloj, el cual marcaba las diez de la mañana con quince minutos.

Oh-oh.

— ¡Jodida mierda! –exclamó levantándose rápidamente. - ¡Zayn, levántate! –Vociferó quitando las sábanas de la cama para que el chico despertara, pero éste sólo se removió un poco y balbuceó algo que él no logró entender.- ¡Zayn Malik! –le sacudió.

— ¿Qué mierda te pasa, Harry? –preguntó en un susurro mientras volteaba sobre la cama.

— ¡Me pasa que voy a llegar tarde a la sesión fotográfica, porque tú no fuiste capaz de poner el despertador a la hora! –se quejó buscando ropa en su armario. Zayn rió sin ánimo.- No te rías.

— Okay, como digas. –farfulló el moreno acomodándose para intentar dormir nuevamente.

— ¡Zayn, levántate! –dijo arrojándole un cojín que se encontraba en el suelo. – Debes llevarme. Aún no tengo mi auto. –Y otra vez maldijo al tipo que le había chocado el auto hacía un par de días. Zayn resopló y se sentó lentamente en el borde de la cama, sintiendo la resaca. Le costó un poco abrir sus ojos, pero cuando al fin lo logró, se obligó a cerrarlos de nuevo, ya que el sol que entraba por la ventana, había agudizado su dolor de cabeza- Zayn… -le llamó nuevamente el menor.

— Styles. –le frenó. Harry guardó silencio.- Ve a darte una ducha, estaré listo cuando salgas. –indicó en tono serio. El oji-verde sonrió y asintió.

— ¡Eres un ángel! –exclamó Harry ingresando al baño.

Zayn sonrió con ironía. ¿Por qué no había sido más cuidadoso al manejar hacía alrededor de un año atrás? Así no tendría que haberse preocupado de llevar al hospital al chiquillo al que casi había atropellado. Y claramente no estarían compartiendo el apartamento.

… y otras cosas.

~

La motocicleta rugía entre sus piernas, mientras pisaba el acelerador sintiendo la adrenalina corriendo por sus venas. Definitivamente era una de las sensaciones más excitantes que jamás hubiese experimentado, y creía que todas las personas debían experimentar aquella sensación al menos una vez en la vida.

Era tanta su emoción que pasó una luz roja y en un acto idiota, miró hacia atrás para comprobar su sospecha y fue entonces cuando al volver la vista, casi atropelló a un chico, el cual por intentar esquivarlo, se había dañado el tobillo.

— Oh, mierda. –se quejaba el chico. Él se bajó de la motocicleta y se acercó.

— Lo siento, amigo, en serio. –le dijo poniéndose a su altura.

— Está bien, fue un accidente. –Zayn se sorprendió ante la pasiva respuesta del chico.

— Llamaré a una ambulancia.

Y así lo hizo. Llamó una ambulancia que tardó quince minutos en llegar. Si hubiese tenido auto, las cosas hubieran sido más rápidas, sin embargo, todo lo que tenía era una motocicleta.

Una vez en el hospital, Zayn tuvo que hacerse cargo de todo, obviamente. Con lo que no contaba, era con que el chico, cuyo nombre era Harry Styles, acababa de llegar a la ciudad y ni siquiera tenía dónde vivir aún, y con un esguince en su tobillo, sería muy difícil que pudiera encontrar un hogar en el corto plazo.

—Supongo que… de aquí a tu casa, ¿no? –le había preguntado risueño. Para ser sinceros, la idea no le hacía mucha gracia a Zayn, pero bueno, la había jodido, así que se lo debía.

— Claro. –aceptó sin darle mayor importancia.

~

Luego de aquel flashback, se levantó por fin y buscó su ropa interior que debía estar tirada por algún lugar de la habitación. Al no encontrarla entre tanto desastre que habían dejado con Harry la noche anterior, fue hasta su cuarto y se vistió allí. No se preocuparía por ducharse, ya que luego de ir a dejar al oji-verde a su trabajo, volvería al apartamento y dormiría otra vez.

Harry no tardó en salir de la ducha y él ya estaba listo esperándole con las llaves de su motocicleta en la mano. El menor le sonrió y luego bajaron.

— Uhm, Zayn, hueles a sexo. –le había susurrado Harry una vez que se encontró abrazado a la espalda de su amigo en la motocicleta.

— Oh, qué cosa más extraña. –dijo con ironía. El menor rió.

Harry sabía que en motocicleta no tardarían más de diez minutos en llegar; Zayn conocía cada callejón de la ciudad y eso siempre facilitaba las cosas, además, era muy rápido, cosa que a veces le asustaba, pero sabía que debía confiar en la experiencia del moreno. Sin embargo, aunque su amigo hiciera todo lo posible por llegar en la menor cantidad de tiempo posible, él ya llevaba veinte minutos de retraso y se estaba maldiciendo internamente ya que si había algo que odiaba era la impuntualidad, y en ese momento estaba siendo un completo inconsecuente.

Su móvil comenzó a sonar dentro de su chaqueta, pero no podía contestar. Seguramente se trataba de Clark, el tipo que manejaba a una parte de los modelos de la agencia a la que él pertenecía.

Estaba seguro de que le llegaría un buen regaño por parte de él cuando llegara.

— ¡De nada, cariño! –le gritó Zayn una vez que él se hubo bajado de la moto sin siquiera haberse despedido.

— ¡Sabes que te quiero, Zayn! –le gritó él de vuelta ingresando al edificio.

Una vez dentro, corrió hasta el estudio seis, que era donde le tomarían las fotos. Allí se encontraba Caroline, la estilista, quien apenas le vio, comenzó a desvestirlo rápidamente.

— ¿Qué pasó, Harry? ¿Por qué tardaste tanto? –le preguntó ella mientras le pasaba la ropa que debía usar. Nada especial, una polera y unos pantalones negros ajustadísimos.

— Nada grave. Lo siento tanto. –lamentó sinceramente.

— No te disculpes conmigo, cielo. Discúlpate con Jessica y Clark. Ellos están furiosos contigo. –Harry se mordió el labio inferior: Jessica, demonios, no había pensado en ella.

— ¿Dónde están ellos? –inquirió.

— No lo sé. Estaban aquí hace un minuto. –informó. - Vamos, Harry, apresúrate. -terminó de vestirse para pasar con Lu Ann para el maquillaje.

Lu Ann era una chica joven, muy atractiva y ambos eran buenos amigos. Harry creía que si ella fuera heterosexual, harían una linda pareja, y se lo había dicho varias veces a la muchacha, ganándose sólo carcajadas por parte de ella.

La rubia notó que se encontraba un tanto nervioso así que le dijo que se relajara, que él sabía cómo era Jessica. A ella le gustaba la responsabilidad y el trabajo bien hecho y Harry siempre trabajaba bien. Es decir, por lo menos se esforzaba en hacerlo.

— Lo harás fantástico, Harry. Como siempre. –le animó la oji-celeste.

Una vez listo, caminó hacia el set que quedaba en la habitación contigua, encontrando a un chico de cabello castaño con su vista pegada en la cámara que descansaba entre sus manos.

— Uhm, ¿hola? –habló sobresaltando al chico.

— Oh, hey. –el castaño se levantó y le ofreció su mano con una gran sonrisa. – Tú debes ser Harry, ¿no? –preguntó.

— Sí. Lo siento, ¿quién eres tú? –Harry estaba completamente seguro de que no lo conocía. Recordaría aquel atractivo rostro en cualquier lado.

— Soy Louis, Louis Tomlinson. El nuevo fotógrafo.- se presentó el oji-azul.

— Oh, ya veo. –Reflexionó.- Me parece perfecto. Quiero decir, Tony, el fotógrafo anterior, no me agradaba para nada. –Louis asintió.- Tú pareces… agradable. –le sonrió.

— Gracias. –aceptó el castaño.

— ¡Harry Styles! –oyeron una voz femenina detrás. El aludido sintió un nudo en su estómago. Jessica y Clark hicieron aparición.

Lo siguiente que oyó fue una cátedra sobre responsabilidad. En varias ocasiones estuvo a punto de decirle a Jessica que cerrara la boca de una maldita vez, que él sabía que la había jodido, pero era la primera vez que llegaba tarde. Él siempre había sido puntual. Sin embargo, decidió guardar silencio para no agravar la situación.

“No más fiestas a mitad de semana”, se regañó mentalmente, sabiendo que eso era una vil mentira.

— Bien. –suspiró la mujer una vez que hubo dejado de hablar. – Los dejo. Yo debo ir a supervisar otra sesión. –Explicó.- Nos vemos. –ahora parecía tranquila. Harry pensó que quizás había liberado toda la tensión de la semana con él y no supo si sentirse mejor o peor al respecto.

— Es un demonio, Harry. Nunca más llegues tarde. –le dijo Clark en tono gracioso. ¡Ni siquiera Clark estaba enojado, por Dios!

— ¿Siempre es así? –preguntó Louis, desatando la risa de todos los presentes.

— Sólo cuando eres impuntual. –dijo Lu Ann.

— Okay, lo tendré en cuenta. –le sonrió él.- Bien, ¿qué tal si empezamos?

Apenas comenzaron la sesión, Louis supo por qué Harry Styles era modelo. El chico era tremendamente fotogénico. Tenía buen porte y un cuerpo que cualquiera desearía. Era realmente fácil trabajar con él, ya que no debías forzar mucho las posiciones de su cuerpo o gestos de su cara, se le daba natural, como si hubiese nacido para modelar. A Louis le agradó bastante.

— Entonces, Lou… ¿puedo llamarte así, verdad? –inquirió luego de terminar la primera parte de la sesión.

— Oh, Harry, por favor. –suspiró Clark con una sonrisa en sus labios.

— Claro. –concedió el oji-azul sin prestarle mucha atención mirando las fotos que había tomado.

— Harry, vamos, debes cambiarte. –le dijo Caroline tomándolo de un brazo, arrastrándolo hasta los vestidores.

— ¡Hey, Lou, me agradas! –le gritó desapareciendo. El oji-azul no pudo evitar reír.

Liam le envió un mensaje para preguntarle cómo iban las cosas y él le contestó que bastante bien, que ya se sentía más relajado con el asunto.

Habló con Clark también, quien resultó ser un tipo muy simpático y bastante relajado. Muy diferente a los demás agentes que manejaban modelos. Él también le agradó. En realidad, todas las personas que había conocido en ese corto lapso, le habían parecido simpáticas.

Harry no tardó en volver a aparecer en escena.

— Te ves muy guapo, Hazz. –le alabó Lu Ann.

— Gracias, cariño. –él le guiñó un ojo.

Louis también pensó que se veía bastante guapo, pero no dijo nada. Había entrado en confianza con esa gente, pero no para tanto.

— Hey, Louis, me gustan tus ojos. –le había dicho Harry entre una y otra fotografía. Louis rió.

— A mí me gusta tu sonrisa, Harry. –le siguió el juego tomando un foto que no estaba prevista, captando el momento justo en que el menor sonrió ante al comentario del oji-azul.

— Hey, en serio me agradas. –reafirmó el oji-verde. Clark, Lu Ann y Caroline rieron.

Louis miró a Harry con suspicacia. Era un chico realmente atractivo, y estaba seguro de que no le faltaban los chicos, ya que claramente era homosexual. Eso se notaba a leguas. No era afeminado ni nada por el estilo, de hecho era bastante… masculino y su voz podía volver loco a cualquiera, pero de alguna manera, cuando estás inmerso en ese mundo, aprendes a reconocer a la gente.

Harry por su parte en serio había quedado fascinado con Louis. Simplemente le encantaba. Tenía un rostro perfecto, Louis era objetivamente guapo y quien dijera lo contrario, claramente debía estar mal de la cabeza o ser ciego, derechamente. Además seguía sus bromas y se reía de sus tonterías, lo cual era altamente importante para él.

— Me gusta tu cabello. –señaló el oji-verde.

— Me gusta tu voz. –le respondió Louis sin dejar ni de sonreír ni de tomar fotografías.

— ¡Consigan una habitación! –les había molestado Lu Ann. Todos estallaron en risas.

— ¡Estamos trabajando! –Harry fingió seriedad para luego soltar una carcajada al igual que Louis.

— Bien, creo que hemos terminado. –señaló el oji-azul.

— Oh, ¿en serio? Me estaba divirtiendo. –lamentó Harry.

— Podemos seguir divirtiéndonos. –Dijo el castaño guiñándole un ojo para luego reír.

— Estoy totalmente dispuesto. –continuó el oji-verde.

Podrían haber seguido en eso, pero Jessica llegó y todos se pusieron serios mientras ella y Clark revisaban las fotos directamente de la cámara de Louis. Seleccionaron algunas para mandar a revelarla en cierto tamaño y así elegir cuáles usaría definitivamente.

Jessica parecía particularmente contenta por el trabajo realizado por ellos, así que perdonó a Harry por el retraso de aquella mañana y felicitó a Louis por su trabajo.

— Creo que hemos tomado una buena decisión contigo.- Dijo Jessica con una agradable sonrisa.

— Definitivamente lo han hecho. –Le apoyó Clark.

— Muchas gracias. –respondió Louis rebosante de emoción.

— Bien, iremos a ver lo de esas fotografías –indicó al oji-azul.

— Si ya terminamos, nosotros nos vamos. Harry aún tiene que ver si está todo en orden con lo del viaje. –Indicó Clark.

— ¿Los veo en Madrid, entonces? –inquirió una emocionada rubia. Louis reaccionó: la semana entrante, se llevaría a cabo la semana de la moda en Madrid. Oh, cielos, en serio le gustaría estar allí, pero eso sí que era un sueño aún.

— Allí estaremos. –Le respondió Clark.- Bien, ya nos vamos. –el hombre tomó a Harry de un brazo y comenzó a arrastrarlo hasta la salida.

— ¡Hey, Louis! –le llamó cuando ya se encontraba en la puerta. El nombrado miró.- ¿Cuándo te volveré a ver? –inquirió mientras todos reían por lo bajo.

— ¡Cuando menos lo esperes! –bromeó, haciendo sonreír estúpidamente a Harry.

Sí, a Louis le gustaba jugar, pero no era de aquellos que perseguía a los chicos ni a nadie. Si se encontraban otra vez, genial, si no, genial también. Sin embargo, sabía que se encontrarían, ya que ese mundillo en el cual se encontraban, si bien era muy grande, todos se conocían, de hecho, era extraño que nunca se hubieran topado antes.

Sí, definitivamente se volverían a ver.

*:

Daumesdick*: Pulgarcito.

Actualizaré una vez por semana, así que... nos vemos el miércoles (:

por **I'mLarryShipper** Miér 01 Ene 2014, 5:18 pm

Hola!
Nueva lectora!
Me encanto la nove, y mas con Harry de modelo de Vogue.
AMO Florence + The Machine, tengo dos discos, encerio me encanta. Nunca había escuchado la canción Take Care, y si la escuché no la reconocí por el nombre :S
Voy a estar esperando el próximo cap!
Besos :hug:

por **KarliKryptonite** Miér 01 Ene 2014, 5:24 pm

Fue muy buena,
buenisima
me encanta
la amo!
siguelaa!

por **JuanDi** Miér 01 Ene 2014, 7:49 pm

Eit, Hello aqui reportandose un nuevo lector desde México, me llamo Juan de Dios pero odio que me digan por mi nombre completo y tengo 15 años, me encanto tu novela ya que me parece muy interesante (y yo no leo cosas aburridas) asi que no dudes que seguire leyendo y comentando semana tras semana y hasta tal ves conozcas a otra personita por aca (se podria decir que es mi yo interior pero en forma femenina) bueno ya me despido hasta la proxima bye bye

por **MajooSancheezz** Miér 01 Ene 2014, 10:39 pm

Me gusta mucho por ahora ;)Como que Harry le estaba coqueteando no? Pero ese lucho no se queda atras, asi es lucho no persigas a los chicos PODER FEMENINO! ah no, perdon louis es chico. Okno. Jaja Siguela pronto (Actualiza 2 veces ah.) xx

por **AlexaSwag.** Jue 02 Ene 2014, 7:40 am

Hola :3
Te gusta florence + the machine, yo amo shake it aout :)
Sobre tu fic o nove
Me gusta, Lou conociendo al follon iresponsable de Harry.
Una pregunto.
¿Harry y Zayn tienen algo?
Yo odio cuando Harry esta con otros de one direction de verdad odio los bromances de Harry, todos menos Larry.
Siguela pronto
Bye Bye

por **laultimaymevoy** Jue 02 Ene 2014, 5:37 pm

Se ve muy muy interesante, empezando por el tipo de relación entre Harry y Zayn eso me encanta, y bueno el trabajo de Lou es fascinante y sé que mi imaginación se queda corta con el montón de cosas que podrán suceder así que espero que subas pronto para saber más :)

por **Vicious ϟ** Jue 09 Ene 2014, 6:08 pm

I'mLarryShipper escribió:Hola!
Nueva lectora!
Me encanto la nove, y mas con Harry de modelo de Vogue.
AMO Florence + The Machine, tengo dos discos, encerio me encanta. Nunca había escuchado la canción Take Care, y si la escuché no la reconocí por el nombre :S
Voy a estar esperando el próximo cap!
Besos :hug:

Hey! Me alegra mucho que te haya gustado <': Probablemente no has escuchado la canción porque no está incluida en ningún cd, es un cover que hizo en un programa radial, un muy buen cover debo decir (:

Gracias por leer, sweetie (:

por **Vicious ϟ** Jue 09 Ene 2014, 6:09 pm

KarliKryptonite escribió:Fue muy buena,
buenisima
me encanta
la amo!
siguelaa!

Me alegra montón que te guste, muchas gracias por leer y comentar *:!

por **Vicious ϟ** Jue 09 Ene 2014, 6:11 pm

JuanDi escribió:Eit, Hello aqui reportandose un nuevo lector desde México, me llamo Juan de Dios pero odio que me digan por mi nombre completo y tengo 15 años, me encanto tu novela ya que me parece muy interesante (y yo no leo cosas aburridas) asi que no dudes que seguire leyendo y comentando semana tras semana y hasta tal ves conozcas a otra personita por aca (se podria decir que es mi yo interior pero en forma femenina) bueno ya me despido hasta la proxima bye bye

Hola, Juan, soy Carla, tengo 18 y soy de Chile (: Muchas gracias por darte el tiempo de leer y comentar acá, espero no decepcionar. Gracias otra vez *:!

por **Vicious ϟ** Jue 09 Ene 2014, 6:13 pm

MajooSancheezz escribió:Me gusta mucho por ahora ;)Como que Harry le estaba coqueteando no? Pero ese lucho no se queda atras, asi es lucho no persigas a los chicos PODER FEMENINO! ah no, perdon louis es chico. Okno. Jaja Siguela pronto (Actualiza 2 veces ah.) xx

Hey (: Espero que te siga gustando, y no puedo actualizar dos veces por semana, lo siento, babe, pero aquí ya subiré el segundo capítulo *:!

por **Vicious ϟ** Jue 09 Ene 2014, 6:15 pm

Alexis4Life escribió:Hola :3
Te gusta florence + the machine, yo amo shake it aout :)
Sobre tu fic o nove
Me gusta, Lou conociendo al follon iresponsable de Harry.
Una pregunto.
¿Harry y Zayn tienen algo?
Yo odio cuando Harry esta con otros de one direction de verdad odio los bromances de Harry, todos menos Larry.
Siguela pronto
Bye Bye

Hey! Sí, amo a Florence, es mi cantante femenina favorita y es todo una inspiración para mí (: Respondiendo tu pregunta: Harry y Zayn son amigos con beneficios o algo así, pero no hay sentimientos amorosos involucrados (:

Gracias por leer y comentar *:!

por **Vicious ϟ** Jue 09 Ene 2014, 6:17 pm

laultimaymevoy escribió:Se ve muy muy interesante, empezando por el tipo de relación entre Harry y Zayn eso me encanta, y bueno el trabajo de Lou es fascinante y sé que mi imaginación se queda corta con el montón de cosas que podrán suceder así que espero que subas pronto para saber más :)

Eli querida! Te recuerdo que ese tipo de relación entre Zayn y Harry, fue escrito gracias a ti!! Gracias por ayudarme con esto btw <3

por **Vicious ϟ** Jue 09 Ene 2014, 6:21 pm

Hey-hey! Primero que todo, lamento no haber podido actualizar ayer, pero mi beta estuvo muy ocupada y no pudo corregirme el capítulo, so... aquí estoy hoy (: Muchas gracias por leer y el feedback se agradece (:

II

Flesh & Bone

And I am rude and unkind

Have no thught, and have no time

Have noes, so no point of view

Había estado toda la mañana haciendo los trámites del seguro de su vehículo que hacía unos días un chico estúpido le había chocado. Por suerte no había sido nada grave, y ya todo estaba listo y sólo le quedaba ir a buscar su camioneta: una Hummer del año 2010.

Cualquiera se preguntaría cómo un chico de tan sólo diecinueve años había conseguido tener una Hummer y un apartamento en un muy acomodado lugar, la respuesta era simple: Clark, su agente, era el mejor negociador del mundo. Harry había tenido mucha suerte de que Clark se hubiera ofrecido para manejar su carrera como modelo.

Harry en realidad era un chico bastante humilde, es decir, la camioneta y el departamento probablemente eran los únicos dos lujos en su vida y sólo los había adquirido por comodidad, no porque le gustara alardear de las cosas que poseía.

El oji-verde siempre tuvo el sueño de salir de Holmes Chapel y probar suerte en lo que fuera. No quería seguir una carrera tradicional, nunca le gustó estudiar, a pesar de tener el promedio de notas más alto de su curso durante toda su estancia en la escuela. A él le gustaban más las aventuras, explorar la vida, probar distintas cosas y entonces elegir. Había ahorrado dinero toda su vida para irse a la ciudad apenas cumpliera la mayoría de edad.

Harry realmente había tenido una suerte tremenda, es decir, había llegado a Londres sin conocer a nadie, absolutamente a nadie, y de un día para otro, luego de haberse acostado con una modelo y haberla acompañado a una sesión fotográfica, su vida cambió.

Había sido todo tan… repentino, que apenas pudo creerlo cuando Clark le invitó a participar en la agencia de modelaje.

~

Estaba que se le partía la cabeza. La noche anterior había salido a bailar junto a Zayn, pero de un momento a otro, éste se perdió con un chico con el que había estado coqueteando hacía un rato, y bueno, él estaba con Clare, una chica de tez blanca, ojos verdes y cabello negro. Era realmente atractiva, eso no lo podía negar y la manera en la que ella se le insinuaba, le hacía difícil la tarea de contenerse.

Habían estado bebiendo tequila y conversando sobre ellos. Fue entonces cuando Clare le dijo que trabajaba para una agencia de modelaje y que en eso se ganaba la vida, que le iba muy bien.

— ¿Tú qué estás haciendo? –preguntó ella.

— Nada. Acabo de llegar. Tuve un accidente hace unos días. –Sonrió al recordar que Zayn casi le había atropellado.- Y aún no tengo trabajo. –respondió con sinceridad.

— Uhm… podrías ir a probar suerte a la agencia. –dijo ella.- Tienes un buen porte, un buen cuerpo. –Señaló ella tocándole la pierna, subiendo por su muslo.- Y eres guapo. –se acercó y le besó. Por supuesto que él le siguió el juego, después de todo, la chica le había estado provocando.- ¿Quieres venir a mi apartamento? –ofreció.

— ¿En serio era necesario preguntarlo? –bromeó él, haciéndola reír.

Y así fue como aquella noche, tuvieron sexo en el apartamento de la peli-negra. Harry creyó que a la mañana siguiente tendría que volver a su vida normal e ir a buscar un trabajo. Sin embargo, Clare le dijo que sería buena idea que le acompañara a la sesión fotográfica que tenía esa mañana y él aceptó, no tenía nada mejor que hacer, de todas maneras.

Una vez en la agencia, notó varias miradas sobre ellos, e ingenuamente pensó que todos miraban a Clare, aunque eso era un tanto estúpido ya que todos debían conocerla.

— Todos te miran, Harry. ¿Ves? Esto es lo tuyo. –le susurró ella antes de que entraran al set.

Harry miraba a su alrededor sintiéndose como en otro mundo. Todos eran tan perfectos que él se sentía fuera de lugar. Los modelos eran altos, esbeltos, de figura atlética y rostro casi angelical. Él no creía calzar en el perfil.

Un tanto intimidado, se quedó en un rincón mientras maquillaban y vestían a Clare y fue entonces cuando un hombre se le acercó.

— ¿Y tú quién eres? –le preguntó. El oji-verde se fijó en él. Era un hombre tan sólo unos centímetros más bajo que él, de piel muy blanca y cabello muy negro, con unos ojos celestes impresionantes. Su gesto era inquisidor e intimidante.

— Uhm… Harry, Harry Styles. –Se presentó un tanto nervioso.- Vengo con Clare.

— ¡Clark, cariño! –La oji-verde se acercó a ellos.- ¿Qué te parece? –inquirió ella mirando al hombre.

— Creo que… sería un buen modelo. ¿Cuántos años tienes? –le preguntó Clark.

— Diecinueve.

— Oh, por Dios, eres sólo un niño. –Harry no respondió. Clark siguió observándolo. – Dime, Harry, ¿te gustaría participar en la agencia? Podemos hacer grandes cosas contigo.

Harry no tuvo siquiera que pensarlo. Aceptó en menos de un segundo y aquella había sido probablemente la mejor decisión que había tomado en toda su vida.

~

Cuando hubo llegado al edificio en el cual vivía, dejó su camioneta en el estacionamiento y subió hasta el piso quince jugando con las llaves de la Hummer en la mano.

— ¿Para dónde creen que van? –fue lo primero que dijo al encontrar a Zayn y a Niall, un chico al cual Zayn había conocido el día que le había llevado al hospital por su tobillo. Casualmente aquel mismo día, nació la sobrina del rubio y estuvieron conversando un rato. A veces Niall apostaba en las carreras en las cuales Zayn competía, ya que le sobraba el dinero, gracias a que su padre era dueño de una gran empresa de la cual él aún desconocía el nombre, misma razón por la cual se vieron obligados a mudarse desde Irlanda.

— Hay carrera hoy, amigo. ¿Vienes? –preguntó Zayn.

— ¿Es en serio, Zayn? ¿Recuerdas que te dije que hoy tenemos una fiesta? –el moreno maldijo.

— Lo había olvidado por completo. Demonios. –se quejó.

— ¿Una fiesta? –preguntó el rubio.

— Sí, la esposa de un amigo está de cumpleaños. –informó Harry volviendo su mirada hacia Zayn. –Lo prometiste, Zayn. –señaló con tristeza.

— Lo sé, lo sé. Iré. –suspiró el moreno sentándose en el sillón con los ojos cerrados. Odiaba que Harry le arrastrara a esas estupideces donde debía fingir ser un chico con gusto por la moda y las cosas sofisticadas. Además de tener que aguantar a un montón de imbéciles modelos sin cerebro. Demonios.

— No me odies, Zayn. Sabes que muy, muy dentro de tu corazón, sí tienes ganas de ir. Siempre encuentras a alguien con quien follar. –le molestó ingresando a la cocina por un vaso de agua.

— Pero, ¿y la carrera? –se quejó el rubio.

— Lo siento, Niall. –se disculpó el moreno.

— ¡Si quieres puedes venir, Niall! –le informó el oji-verde mientras salía de la cocina camino a su habitación. – Pero debes cambiarte ropa, ya sabes.-Niall miró a Zayn sin entender. El moreno rió.

— El amigo de Harry y su esposa son diseñadores. –el rubio asintió.

— Zayn, amigo, tú también. Ve a cambiarte. –pidió re ingresando al comedor.

— Eres un fastidio, ¿lo sabías? –se quejó arrastrando a Niall a la habitación también. Después de todo, tendría que prestarle ropa.

Harry sonrió viendo cómo su amigo se encerraba en la habitación junto al rubio y discutían sobre lo que tendrían que ponerse. Luego fue a darse una ducha y se vistió con un traje de Dolce&Gabanna. Nada especial, unos pantalones negros de tela bastante ajustados, una camisa blanca de puntos negros y una chaqueta encima.

Ese era otro detalle: Harry en realidad no era amante de la moda, es más, de ser por él, iría vestido con cualquier prenda que encontrara en su armario, pero era un modelo y todo el círculo del cual se rodeaba era del mundo del espectáculo, por lo que se tenía que adecuar a la situación le gustara o no, aunque, debía admitir que Saint Laurent le encantaba. Después de todo, era aquella industria la que le había dado todo lo que tenía. Y no es que no le gustara lo que hacía, Harry adoraba modelar, en serio lo hacía, pero él no quería convertirse en una persona sedienta de éxito, fama y dinero.

No, eso era lo que menos quería.

Cuando estuvo listo, vio salir a sus amigos: Zayn vestido con H&M y Niall de Tommy Hilfiger. Zayn no tenía ropa de marca porque él quisiera comprarla, sino que era Harry quien prácticamente le obligaba a elegir entre esas marcas y él mismo se la pagaba. Sólo era para tener qué usar en esas ocasiones importantes en las cuales el oji-verde requería de la compañía de su amigo, lo cual era prácticamente todo el tiempo, ya que si bien conocía a mucha gente y llevaba ya un tiempo dentro de aquel mundo, no lograba acostumbrarse completamente a lo superficial, competitivo y desleal que era todo el mundo dentro de ese medio. Por eso, arrastrar a Zayn a todos lados, era algo así como su salvación, su cable a tierra. Saber que contaba con el moreno, a pesar de todo, le ayudaba a soportar a todos aquellos fríos maniquís con los que compartía día a día.

— ¿Ahora sí? –inquirió el moreno mostrando su atuendo que consistía en unos jeans negros, una polera con un estampado y un blazer, mientras que Niall llevaba unos pantalones igualmente negros, pero holgados y una polera bastante casual.

— Amigo, podrías hacerme la competencia. –bromeó Harry.- Gracias por acompañarme. –dijo tomándolo del cuello para depositar un sonoro beso en su sien. Zayn rodó los ojos y Niall rió.

Los tres bajaron hasta el estacionamiento y se metieron en la camioneta de Harry, quien condujo hasta el exclusivo edificio en el cual vivía Carrie, la diseñadora de ropa femenina en H&M, esposa también de Alex, el diseñador masculino de la misma marca, y quien siempre le llamaba para utilizarlo de modelo de sus tenidas, ya que según sus mismas palabras, Harry tenía el cuerpo perfecto.

Una vez en el edificio, subieron hasta el piso veinte, donde el mismo ascensor les dejó dentro del apartamento. Ese sitio era realmente enorme. Parecía una casa más que un apartamento.

— Harry… ¿dónde estamos? Puedo jurar que entramos a un edificio. –bromeó Zayn. El oji-verde soltó una pequeña carcajada.

Si bien muchas veces Harry había llevado a Zayn a fiestas, éstas siempre habían sido en exclusivos clubs y cosas por el estilo. Sin embargo, esta vez era en el mismísimo hogar de la cumpleañera.

Había mucha gente reunida en pequeños grupos bajo la tenue iluminación del lugar. Todos con copas en sus manos, conversaban y reían, mientras que de fondo se podía oír una suave música de fiesta.

Los tres caminaron hasta la barra y pidieron champagne. Zayn hizo una mueca de asco cuando Harry hizo el pedido, y finalmente este accedió a pedir whisky para sus acompañantes. Niall sólo miraba a su alrededor a toda esa gente sofisticada y físicamente perfecta. Dios, eso era lo más impresionante, todos eran demasiado perfectos.

— ¡Harry! –oyeron a sus espaldas. Era Alex, un hombre de cuarenta años tal vez, vestido con un impecable smokin.

— Hey, Alex. –Ambos se abrazaron.- Ellos son mis amigos, Zayn y Niall.

— Sean bienvenidos. Es un placer conocerlos. –dijo el hombre estrechando las manos de los chicos.

— Igualmente. –respondieron ambos.

— Veo que comparten tu gusto por la moda, ¿eh? –Preguntó mirándolos de pies a cabeza.- H&M y Tommy Hilfiger, maravilloso. – Zayn se preguntó cómo jodidos podía saber eso con sólo mirar sus ropas por un segundo. Para él toda la ropa era igual. No compartía el gusto por la moda en lo absoluto, eso estaba más que claro.

— ¿Dónde está Carrie? Tengo su regalo. –indicó el oji-verde mostrando una cajita. Alex le sonrió.

— Iré por ella. –señaló desapareciendo.

— Harry… ¿en serio él es… heterosexual? –preguntó Zayn, provocando la risa de sus amigos.

— Lo es, amigo, aunque te cueste creerlo.- Harry bebió de su copa de champagne.- ¡Carrie! –exclamó al ver a la mujer.

— Harry, cariño, que gusto verte. –dijo ella besándole la mejilla. Carrie debía tener la misma edad que su esposo y se veía muy elegante dentro de ese traje de dos piezas de color rosa pálido.

— Lo mismo digo. Feliz cumpleaños. –Le abrazó.- Ten. Tu regalo. Espero haber acertado. –le guiñó un ojo.

— Oh, cielo, muchas gracias. –los ojos de la mujer se iluminaron.

— No fue nada. –Harry levantó la mirada, topándose con un par de ojos azules que había visto hacía un par de días. ¿Louis? ¿En serio ese era Louis? Oh, esa noche iba a ser interesante.

~

Si bien Louis ya había llamado a Carrie para decirle que no asistiría a su fiesta aquella noche, debido a que tenía un terrible dolor de cabeza, la llamada de Thomas lo había cambiado todo. Lo que menos necesitaba era a ese hombre en su cabeza. No quería pensar en él, no quería pensar que reaparecería en su vida para luego dejarle. Ni siquiera podía creer que tuviera la desvergüenza para llamarle y decirle que estaría en la ciudad un par de días.

¿Por qué simplemente no lo dejaba en paz? ¿Por qué tenía que buscarlo cada vez que estaba en Londres?

Lo peor es que sabía. No, estaba consciente de que si lo veía, caería otra vez. Era algo que no podía evitar, y se odiaba bastante por eso.

Ya basta. No pienses en eso, se regañó.

Así que había decidido ir a la fiesta. No se quedaría en su casa pensando en Thomas y en el deseo que tenía de verlo. Esa era la peor parte: él sí quería verlo, él sí quería besarlo, él sí quería acostarse con él y eso estaba muy mal. Eso estaba jodidamente mal.

—Louis. –sintió unos golpes en la puerta de su habitación. – Lou, ¿estás bien?

—Sí, lo estoy. –dijo al abrir la puerta con una falsa sonrisa en el rostro.

—¿Seguro? –le preguntó Liam.

— Sí, estoy bien. –aseguró asintiendo efusivamente.

—Sabes que no puedes volver a ver…

—Hey, Liam, ¿qué haces vestido así? –Le frenó antes de que su amigo terminara de hablar.- Tenemos una fiesta, ¿recuerdas? –inquirió con una ceja alzada.

—Creí que habías dicho que te sentías enfermo. –dijo su amigo un tanto confundido.

—Pero increíblemente me siento mejor. Así que ve a darte una ducha y a vestirte. –le ordenó sin dejar la sonrisa falsa, cerrándole la puerta en la cara.

Suspiró tras la puerta, sintiendo un molesto nudo en su garganta. ¿Por qué seguía derramando lágrimas por ese asunto si ya estaba superado? Dios, odiaba a Thomas, en serio lo hacía, pero él había sido el único que lo había hecho sentir amado.

Eres patético, Louis Tomlinson.

~

Louis había conocido a Thomas en una fiesta de la Universidad. Él era un chico alto, cuerpo firme, jugador del equipo de rugby. Tenía unos ojos azules tan cristalinos que Louis se perdía fácilmente en ellos, una nariz perfilada y redondeada en la punta. Sus rasgos bien marcados y definidos, pero a la vez delicados, le hacían una de las personas más atractivas que Tomlinson hubiera visto nunca.

Thomas estudiaba comercio exterior, era un chico inteligente y gustaba de las fiestas al igual que Louis. Tenían un sentido del humor bastante parecido, por lo que en cuanto se conocieron, congeniaron.

Su relación se había dado tan naturalmente, que Louis no se había dado cuenta cuando había caído completamente enamorado del chico. Lo mejor del asunto, era que sus sentimientos era completamente correspondidos y todo parecía ir de maravilla, excepto por las discusiones que se generaban cada vez que el peli-negro tenía que hacer viajes a otras ciudades para acompañar a su anciano padre a alguna junta de negocios.

Louis siempre había sido inseguro, y que el chico se fuera sin que él pudiera tener noticias, ya sea por el huso horario o la apretada agenda de su novio, le ponía nervioso, ocasionando tremendas escenas de celos.

Poco a poco su relación se había ido desgastando, pero no fue hasta que el castaño lo encontró en la cama con otro chico, que todo se fue a la mierda.

— ¿Louis? Oh, por la mierda. –Thomas saltó de su cama, buscó unos pantalones y se los puso mientras bajaba corriendo las escaleras de su casa siguiendo a Louis.

— ¡Déjame en paz! –vociferó aguantando el llanto.

— Louis, por favor, puedo explicarlo. –el chico fue más rápido y lo tomó del brazo antes de que el castaño lograra salir.

— ¿Es en serio? ¿En serio esta situación tiene alguna explicación? –preguntó zafándose del agarre en un brusco movimiento. Thomas bajó su vista hacia el piso. – Tu padre me llamó para decirme que ya habían llegado. –Se mordió el labio para no llorar.- Entonces pensé que venir a darte una sorpresa… ¡Con un demonio, Thomas! –exclamó empujándolo fuertemente.

— Louis, lo siento, ¿sí? Esto no significa nada. Yo… te amo, Louis. –dijo buscando las manos del castaño.

— No te atrevas a tocarme. –Pidió temblando.- Sólo… no vuelvas a llamarme. No me busques. Olvídate de que alguna vez tuvimos algo. Olvídate de mí, y… déjame en paz. –sentenció saliendo de la casa.

A Louis le costó un buen tiempo superar aquello, pero eventualmente lo logró. Sin embargo, cada vez que Thomas lo llamaba, él accedía a verlo, cayendo una y otra, y otra vez.

Lo peor del asunto, es que él no estaba enamorado. En serio ya no lo estaba, pero no podía resistirse y era por una razón tan patética que incluso a él le daba vergüenza asumirlo.

~

— ¿Ya estás listo? –preguntó Liam desde el otro lado de la puerta, entonces se dio cuenta de que seguía con pijama.

— ¡En un minuto!

Rápidamente escogió lo que se pondría aquella noche, se cambió de ropa, arregló su cabello, y salió de la habitación.

— Bien, vamos. –dijo con una enorme sonrisa.

—¿Estás seguro que no prefieres ir a otro lado? –Louis sabía a lo que se refería. Liam tenía miedo de que el oji-azul se emborrachara en la fiesta de Carrie e hiciera algún tipo de escándalo o algo así.

—No me voy a emborrachar, amigo. No podría arruinar de esa manera la fiesta de Carrie. –le tranquilizó golpeándole el hombro. – Si fuéramos a otro lado, probablemente sí lo haría y terminaría llamándolo, lo cual es peor.- explicó en un susurro avergonzado.

—Está bien. Vayamos.

Louis cogió el regalo que previamente había comprado para la diseñadora y luego ambos se dirigieron en su automóvil hasta el edificio donde vivía Carrie. Él ya lo conocía, la mujer le había invitado a un par de cenas allí, pero Liam quedó francamente impresionado.

Una vez dentro, encontraron a mucha gente por todos lados. Louis buscó a Carrie con su mirada, pero le fue imposible encontrarla. En cambio dio con un par de ojos verdes que había conocido recientemente: Harry Styles. Grande fue su sorpresa al ver que se encontraba con dos chicos, uno de ellos era Niall.

—¿Niall conoce a Harry? –le preguntó a Liam.

—¿Quién es Harry? –inquirió su amigo.

—Oh, un modelo. ¿No te lo mencioné? –inquirió sin darle mucha importancia.

— Creo que sí… ese que estuvo coqueteándote en la sesión, ¿verdad? –Louis rió.

— El mismo. Allí están.- apuntó disimuladamente.

—¿Qué hace Niall acá? No sabía que conociera a alguien inmerso en… esto. –reflexionó en voz alta.

De un momento a otro, Harry levantó la vista, dando con él y le sonrió elevando una copa de champagne a modo de saludo. Él le devolvió la sonrisa e igualmente elevó su copa.

~

Al parecer la mirada de Harry era demasiado intensa, ya que todos notaron que estaba totalmente concentrado en algo, o mejor dicho alguien.

— Hey, ese es Liam. –dijo el rubio comenzando a caminar hacia ellos. Zayn miró a su amigo, notando cómo éste no podía quitar la mirada del castaño de ojos azules que al parecer era amigo de Niall.

— Niall, ¿cómo estás? –le saludó Liam con un abrazo.

— Bien, ¿ustedes? –preguntó entusiasmado.

— Bien, pero… ¿qué haces aquí? –preguntó Louis confundido.

— Oh, larga historia. –rió el irlandés. Harry y Zayn también se acercaron.

— Louis. –le saludó el oji-verde con una sonrisa demasiado insinuante, mientras estiraba su mano para que el oji-azul la estrechara.

— Harry. –dijo de la misma manera.

— ¿Se conocen? –inquirió el rubio. – ¡Dios, el mundo es jodidamente pequeño!

Y sí que lo era. ¿Cuáles eran las posibilidades de que ellos cinco se conocieran? ¿Una en un millón? Bueno, quizá no tanto… de todas maneras siempre había sido pésimo para las matemáticas.

Naturalmente conversaron sobre cómo Niall había terminado en aquella fiesta y de dónde conocía a los chicos. Los cinco se acercaron a la barra y pidieron unas cervezas.

Harry notó lo fácil que era hacer reír a Louis, y definitivamente su risa era una de las más contagiosas y divertidas que había oído. Eso le gustaba

Louis sentía la penetrante mirada de Harry sobre él, lo cual provocó que le mirara en más de una ocasión, preguntándole mudamente qué ocurría.

Entre risas y conversaciones estúpidas, Harry se fue acercando casi imperceptiblemente al oji-azul, hasta que por fin se encontró a su lado, notando de paso el exquisito olor de su cabello, algo así como duraznos y miel.

— Tenías razón. –le susurró en el oído. Louis le miró extrañado.- No esperaba encontrarte aquí.- aclaró.

— Yo tampoco esperaba encontrarte aquí.- le dijo mirándole coquetamente.

— Bien, debiste esperarlo. –comentó.

— ¿Qué? ¿Por qué? –preguntó con una sonrisa.

— Carrie es diseñadora de H&M…

— ¿Y? – Harry rodó los ojos.

—Y… deberías saber que soy uno de los favoritos de H&M. –Louis rió estruendosamente.- ¿Qué? ¡Hablo en serio! –se defendió Harry exageradamente haciendo reír aún más al castaño.

— Baja de esa nube, amigo. –se burló el oji-azul.

Genial, lo había hecho reír, punto para él.

Harry le quedó mirando con una sonrisa: Louis era realmente atractivo, tenía un algo especial que al oji-verde le encantaba. No sabía qué era exactamente, pero se sentía atraído hacia él, sentía una especie de magnetismo. Quizás era la forma de ser del castaño, tan relajado, divertido y despreocupado.

Lo que fuera, él sentía una cierta curiosidad, ya que podría jurar que había algo oculto detrás de esos lindos ojos azules. El chico le agradaba, y le gustaría seguir conociéndolo.

— ¿Qué? –preguntó Louis bebiendo de su copa.

— Nada. –respondió simplemente.

— Louis, cariño, aquí estás. –Se acercó Carrie.

— Carrie, felicidades. –Le abrazó.- Ten, tu regalo. –le pasó una pequeña cajita. Eran pendientes, tal vez.

— Gracias, cielo.-dijo la mujer.- Oh, Harry… -ella los miró a ambos.- ¿Puedo robártelo un segundo? –preguntó mirándolos cómplices.

— Sólo un segundo. –dijo él de manera graciosa.

Carrie se llevó a Louis para presentárselo a un grupo de personas. Harry se quedó con los chicos conversando, notando cómo Zayn, al parecer, había quedado prendado de Liam, ya que no podía despegar su vista de él. Le causó gracia, porque cuando alguien captaba la atención del moreno, éste no podía disimular su interés.

Niall estaba entre Liam y Zayn, riendo fuerte y hablando tonterías, sin embargo, Zayn se las arreglaba para no despegar su vista del castaño.

— Olvídalo. Es hetero, se nota. –le susurró Harry al oído. Zayn le pegó un codazo.- Oush, idiota.- se quejó.

Harry volvió a su cerveza y comenzó a mirar a su alrededor. Louis no estaba ahí y parecía sobrar en la conversación que tenían los chicos, así que decidió ir a conversar con unos amigos de la agencia: Derek y Kate, dos modelos.

Si bien Louis estaba lejos, el oji-verde estaba pendiente de él, para que en cuanto se desocupara, pudieran volver a su charla sin sentido.

— Uhm, ¿conocen a ese chico de allá? –preguntó apuntando a Louis, fingiendo no tener demasiado interés.

— ¿Louis Tomlinson? ¿El fotógrafo? –inquirió Derek. Él asintió.- Ese chico tiene mucha reputación, amigo. –Se rió.- Se ha acostado con la mitad de la fiesta. Eso te lo dice todo. –Harry le miró incrédulo.

— ¿Hablas en serio? –inquirió.

— Sí. ¿Por qué? ¿Estás interesado en él? –Le preguntó Kate.- ¡Oh, Dios mío! –Exclamó ella.- Se verían muy bien juntos. –señaló ella.

— Pero no es una opción, compañero. –dijo Derek. – Es decir, si quieres follártelo, hazlo. No creo que se te haga difícil, pero no juegues a enamorarlo, Harry. –le aconsejó.- No con Louis, he sabido de muchos corazones rotos, todos responsabilidad suya.

— Oh. -fue todo lo que pudo decir.

Todo lo que Derek había dicho había sonado como a esos chicos de telenovelas que luego de una ruptura amorosa, terminan despechados y deciden acostarse con quien se les cruce por delante. Él no creía que Louis fuera así. Al menos no parecía de esa clase de chicos.

Sin embargo, todos los rumores tienen una parte cierta. Bueno, ¿por qué se torturaba con eso? No es como si estuviera enamorado. El chico le agradaba, le parecía gracioso y eso era todo. No dejaría que aquellos comentarios que había oído sobre él, cambiaran su percepción del oji-azul. Ya habría tiempo para que él formara su propia opinión respecto al castaño.

Cuando vio que Louis se alejó del grupo al cual Carrie lo había llevado, quiso volver donde los chicos también, mas el oji-azul en lugar de ir a la barra, salió del apartamento. Harry, por supuesto, le siguió.

— ¿Te aburriste? –le preguntó una vez que ambos se encontraron en la terraza del edificio. Louis se sobresaltó un poco al oír su voz, ya que claramente no esperaba que alguien le siguiera.

— ¿Me seguiste? –Harry asintió con el ceño fruncido.- Eso es un poco extraño. –Harry rió.- No me aburrí, sólo no es una buena noche. No debí venir.- soltó sin pensarlo demasiado mientras una sonrisa triste bailaba en sus finos labios.

— Oh, entiendo. ¿Discusión con tu novia? –Harry sabía que Louis no tenía novia, pero sería interesante hablar sobre ello.

— No finjas no saber que soy gay, Harry. –dijo graciosamente bebiendo de su cerveza. El oji-verde le sonrió.- Y contestando tu pregunta… claramente no discutí con mi novia. –se rió.

— ¿Con tu novio? –probó.

— No tengo. –sentenció duramente, como no queriendo hablar más al respecto. Harry no lo forzaría ni indagaría más allá si Louis no lo quería así. Él sabía respetar los espacios de la gente, aunque a veces mostrara lo contrario.

Ambos se quedaron callados un rato, oyendo el ruido de los autos veinte pisos más abajo, mientras la briza nocturna abrazaba sus cuerpos, provocándoles leves escalofríos.

— ¿Qué hay de ti? –preguntó Louis. - ¿Tienes novio? Oh, espera, ¿debo fingir que no sé que eres homosexual? No se me da muy bien el tema de pretender, lo siento. –dijo sarcásticamente. Harry sonrió un tanto avergonzado.

— En realidad no soy homosexual. Al menos no completamente. –Louis le miró con los ojos entrecerrados, intentando captar algún gesto que le indicara que el oji-verde mentía.- ¿Qué? Es en serio.

— “No completamente”, explícame, adelante. –le alentó el oji-azul.

— Es simple. –respondió encogiéndose de hombros. – No creo que haya que mirar a las personas por cómo lucen. Al final de lo que te enamoras no es del envase, sino que lo que hay dentro de él. –Louis le miró con una sonrisa en el rostro.

— Eso es muy… romántico. –Le respondió.- Y fantasioso. Después de todo, si quieres sexo… -rió. Harry le miró confundido, no sabía si Louis hablaba en serio o bromeaba. El oji-azul notó el gesto en el rostro del menor y continuó:- Oh, déjame adivinar. –Ambos se miraron a los ojos.- Sufriste una desilusión amorosa cuando eras pequeño, pero jamás has dejado de creer en el amor. De hecho, puedo apostar a que eres de esos chicos que aún leen novelas sobre amor imposible y se sienten identificados con la protagonista de alguna película romántica. Estás en busca del amor de tu vida, y Dios, ¿en serio aún hay gente que cree en esa porquería? –terminó con una sonrisa burlona, bebiendo de su cerveza. Harry no conocía a Louis, pero aun así podía notar la diferencia entre este Louis y el Louis que conoció en la sesión fotográfica. Algo le había pasado ese día, no había que ser un genio para adivinarlo.

— Sí, aún hay gente que cree en esa porquería. –dijo con firmeza.

— Dios, Harry, ¿cuántos años tienes? –inquirió. Okay, eso se estaba tornando un tanto molesto.- Está bien, lo siento.- se disculpó.

— Está bien.- respondió simplemente volviendo su vista al frente.

— No, en serio. –Louis le tomó del brazo para así obligarlo a que lo mirara.- No debí haber dicho toda esa mierda.

— Está bien, Louis. Tienes razón en casi todo. –le sonrió.

— ¿Casi? –le miró en busca de más información.

— No sufrí ninguna desilusión. –dijo sin mirarle.

— Eso explica por qué aún crees en el amor.- sonrió con autosuficiencia.

— No fue una desilusión.- le cortó.- No sabes de lo que hablas. –susurró Harry.

— Entonces cuéntame.

— No quiero hablar de ello. –le sonrió con incomodidad. El móvil del oji-azul comenzó a sonar dentro de su bolsillo. Al sacarlo, el rostro del castaño se endureció y le pidió un minuto. Se alejó de ahí y Harry pudo oír un par de murmullos.

— Yo… tengo que irme. –El oji-verde notó que Louis no parecía muy convencido al respecto.- Tú… ¿podrías hacerme un favor? –pidió frunciendo el ceño.

— Sólo si me dejas tu número. –le guiñó un ojo. Louis rió.

— ¿Eres así con todos? –inquirió en tono gracioso.

— Sólo con quienes me parecen interesantes. –respondió con simpleza. Louis se cruzó de brazos y lo miró un par de segundos.

— Dame tu móvil. –Le pidió.- Y… -lo miró un segundo mientras se mordía el labio.- Ten el mío. –dijo al fin cediéndole el suyo. Harry sonrió.

— Listo. –dijo el menor cuando hubo guardado su número en el móvil del mayor.

— Allí tienes el mío. –Le pasó el suyo.- Ahora… ¿puedes decirle a Liam que tuve que salir y que no se preocupe por mí? Volveré en la mañana al departamento. –Harry asintió. – Okay, gracias.

— No te preocupes, yo le digo.

—No, por… la conversación. –dijo tímidamente. Harry asintió.- Y por esto, obviamente. Nos vemos. –se despidió alejándose.

Harry se quedó allí pensando y llegó a la conclusión que Louis probablemente sí había sufrido de una desilusión y lo más probable era que las cosas que Derek le había contado, sí hubiesen ocurrido alguna vez. Aquella noche había tenido la oportunidad de verlo más claramente en aquellos profundos ojos azules. Había algo allí, y… él siempre se había caracterizado por andar husmeando en todos lados, así que Louis no sería la excepción.

Sin embargo, si alguna vez Louis fue ese chico quien se acostaba con todo el mundo, al parecer había cambiado.

Cuando terminó su cerveza, volvió a la casa de Carrie, fijándose que los chicos seguían en la barra jugando a Dios sabe qué cosa.

— Uhm, Liam. –le llamó. El castaño le miró sonriente. – Louis se fue. Dijo que no te preocuparas, que volvería en la mañana. –Liam se tensó.

— ¿Te dijo a dónde fue? –inquirió.

— No, no me lo dijo.- ¿Quizá debí haber preguntado?, se cuestionó.

— Demonios. –maldijo apretando sus puños, levantándose de allí.– Yo… me iré a casa. Fue una agradable noche, chicos. –sonrió forzadamente.

— ¿Estás bien, Liam? –preguntó Zayn acercándose.

— Sí, es sólo que… olvídenlo. Buenas noches. –comenzó a caminar hacia la salida. Harry miró a Zayn y a Niall sin saber qué hacer.

— Quizá deberías ir con él. Tú fuiste el último que vio a Louis, y Liam parece preocupado al respecto. –sugirió el rubio. Harry miró al moreno en busca de aprobación y éste asintió débilmente.

El oji-verde caminó rápidamente y alcanzó a Liam antes de que subiera al ascensor.

— Liam… -le llamó.- No quiero ser entrometido, pero, ¿pasa algo? –preguntó.

— Pasa que Louis es un imbécil. –Suspiró.- Fue a juntarse con su ex. Joder, esta vez sí que lo mato. –Maldijo.- Lo siento, Harry.-suspiró. El rizado se sintió inútil y fuera de lugar.

— Entiendo… bueno, él tiene mi número, cuando llegue mañana, dile que me mande un mensaje, sólo para asegurarme de que esté bien.- Liam abrió sus ojos. ¿Acaso ese muchacho estaba interesado en su amigo? Todo indicaba que sí.

— Está bien, se lo diré. Buenas noches, Harry.-dijo despidiéndose para subir al ascensor, pensando en qué tan masoquista podía llegar a ser Louis Tomlinson como para volver a caer otra vez en los brazos de ese tipo sólo por una noche de sexo, para después estar una semana completa sintiendo lástima por sí mismo.

¿Qué mierda estaba mal con él?

*:

por **laultimaymevoy** Jue 09 Ene 2014, 8:00 pm

Que mundo mas pequeño! eso me agrada porque así Harry tendrá más formas de encontrarse con Lou casualmente además del trabajo, aunque ya tiene su numero, asi que no necesariamente tiene que ser una casualidad :D
por otro lado, Louis es un tonto, debería cerrar el ciclo con su ex, y dejar de ir corriendo tras él cada que sabe que está cerca, y tengo curiosidad por lo que dijo Derek, porque no sé si es verdad o sí lo hizo porque quiza tammbién tiene interes en él o en Harry, y quiso mentir para no tener competencia, aunque la verdad esstoy como en el mismo lado de Harry y creo que sea o no cierto, algo pasa con Lou por culpa de su ultima relacion amorosa (me refiero algo aparte de lo que es obvio osea que es un imbesil por ir corriendo a los pies de su ex).
Y que emocion por Zayn y Liam espero que se vuelvan a ver, pero antes que eso suceda no estaría mal que Hazza y Malik compartan tiempo juntos 1313 jajaja
me gustó mucho el cap Carli, sube pronto :)

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Take Care {Larry Stylinson} Capítulo 19 [Septiembre 21]

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