Take Care {Larry Stylinson} Capítulo 19 [Septiembre 21]

Liam no tenía que estar allí y lo sabía. Eran las once con cuarenta y dos minutos de la noche y tenía un examen al otro día, a las ocho de la mañana. Pero, ¿qué más daba? No se iba a marchar a su casa antes de ver a Zayn correr en la motocicleta, aunque éste le hubiera dicho una y otra vez lo culpable que se sentiría si él bajaba sus calificaciones.  

Los ojos almendrados de Zayn, enmarcados en esas tupidas y oscuras pestañas, lucían genuinamente preocupados por él y su rendimiento académico, sobre todo considerando que durante las últimas semanas habían estado compartiendo demasiado tiempo juntos después de clases. A Liam antes no le importaba estar solo por las tardes, ya que por horario sus clases acababan como máximo a las cinco de la tarde, y si bien Louis no demoraba mucho en llegar, ya no tenía ganas de esperarlo. Antes, él podía aguardar en el apartamento, pero desde que estaba Zayn… le era imposible quedarse solo en casa, y la espera por Louis se le hacía eterna aunque intentara matar el tiempo estudiando, así que se había hecho ya una costumbre pasar a casa de Zayn –y Harry- luego de las clases. 

Liam había notado aquella especie de guerra de miradas que se dedicaban Zayn y Harry cuando el menor le encontraba en su casa. Harry siempre parecía divertido y le trataba muy bien, pero el moreno siempre le miraba como gritándole que desapareciera y él no lograba entender por qué. 

Zayn era una persona bastante interesante y muy diferente a él. A Liam le gustaba oír las historias que el moreno le contaba sobre el tiempo que estuvo viviendo en la calle. 

Fueron sólo dos meses, pero “cuando tienes que dormir en alguna plaza o un parque, sin saber cómo demonios te alimentarás al día siguiente, dos meses pueden parecerte fácilmente dos décadas”, le había dicho el moreno. 

A Zayn no le había tocado una vida fácil y cómoda como la suya. El chico de ojos almendrados no había tenido un hogar bien constituido ni una familia que le apoyara y reforzara sus múltiples talentos. Y si era sincero consigo mismo, a él no le molestaba para nada tomar ese rol con Zayn. De hecho, desde hacía unos días ya estaba intentando que Zayn por lo menos considerara la idea de entrar a la Universidad a estudiar música, artes o literatura, ya que había comprobado que el chico cantaba fabuloso, dibujaba maravilloso y escribía aún mejor.  

“Zayn, no tengo idea de literatura, siempre fue Louis quien me tenía que ayudar en eso, pero lo que escribiste… es muy bueno, me encanta. Deberías dedicarte a esto.”, había dicho mientras sostenía una historia que el peli-negro había escrito y le había permitido leer. Aquel día, cuando Liam pudo despegar su vista de las hojas escritas, sintió algo en su pecho al notar el brillo en los ojos de Zayn sobre él. Era como si sus palabras le hubieran provocado una felicidad tremenda y Liam en serio no comprendía algunas actitudes de Zayn, pero podía decir que jamás en su vida una mirada le había causado tanto nerviosismo como la que Zayn le había dedicado esa vez. 

— Liam, ¿estás bien? –le había preguntado Niall, trayéndolo de vuelta a la realidad. 

— Lo estoy. ¿Por qué? – El rubio se encogió de hombros. - ¿Dónde está Zayn? 

— En la línea de partida. Vamos. –ambos comenzaron a caminar y encontraron un lugar desde el cual podían observar con claridad la carrera. 

El estómago de Liam se contrajo cuando se les dio la partida. Siempre le ocurría cuando veía a Zayn competir. Sabía que el moreno era bueno, buenísimo, uno de los mejores, lo sabía no sólo por el hecho de que lo que veía prácticamente volar en la motocicleta, sino también porque muchas personas apostaban por él y grandes sumas de dinero.  

Sin embargo, siempre temía que algo le sucediera, que se estrellara contra algo o que perdiera el control, por lo que no comprendía cómo es que Niall podía estar disfrutando el espectáculo, gritando como un loco cosas que Zayn jamás podría oír, mientras él sólo estaba de pie intentando no perder de vista la motocicleta del moreno. 

Como era de esperarse, Zayn ganó, desatando la alegría de quienes habían apostado por él. En cuanto bajó de la motocicleta y se quitó el casco, recibió muchos abrazos de felicitaciones. Chicos y chicas se le acercaron y aprovecharon para tocarlo, lo cual causó un leve malestar en su interior. No le gustaba la manera en la que se le acercaban, no le gustaban las miradas que le dedicaban y claramente no le gustaba ver la manera en que lo tocaban. 

— ¡Felicitaciones, campeón! –exclamó Niall colgándose de su cuello, como siempre. 

— Gracias, duendecillo. –le correspondió con aquel apodo. 

— ¿Qué puedo decir? Eso fue perfecto.- le sonrió Liam envolviéndolo entre sus brazos.  

— Gracias, Liam. –dijo con sinceridad. - ¿Y ahora? ¿Qué tal unas cervezas en mi casa?  

— No podemos, tenemos examen mañana. –habló Liam. 

— Oh, vamos, Liam. –se quejó el rubio. 

— ¿Qué? ¿Planeas ir a clases con resaca? –preguntó. 

— ¿Por qué no? No es como si necesitara una buena calificación.- se encogió de hombros y Liam envidió lo inteligente y despreocupado que era Niall. A diferencia de él, el irlandés aprendía muy rápido y jamás olvidaba las cosas, por lo que no debía quedarse en casa estudiando como él. 

— Vamos, Liam, te llevo a casa. –dijo Zayn comenzando a caminar hacia la motocicleta. 

Liam ni siquiera lo pensó y caminó junto a él, mientras Niall iba hasta su auto. Es verdad que podría irse en auto junto al rubio, pero le gustaba ir con Zayn y sentir el viento contra su cuerpo, la adrenalina corriendo por sus venas debido a la velocidad que el moreno podía alcanzar y… aunque le costara reconocerlo, también le gustaba ir abrazado a Zayn. 

Dios, ¿por qué pensaba en eso? No era normal que sintiera cosas estando junto a Zayn. ¿Será que Zayn le gustaba? Su corazón se aceleró y se apretó más al cuerpo delgado del menor. No es como si tuviera problemas con la homosexualidad, después de todo su mejor amigo era homosexual, pero él jamás se había sentido atraído por un hombre… hasta ahora.  

Oh, Dios, tendría que hablar con Louis en cuanto llegara a casa.  

— ¿Estás bien, Liam? –preguntó Zayn a través del casco. 

— Lo estoy. ¿Por qué? –se apresuró en responder. 

— Me está costando respirar. –rió el moreno y entonces Liam reparó en el hecho de que tenía a Zayn tomado de la cintura con demasiada fuerza. 

— Lo siento. –susurró avergonzado. 

Cuando por fin Zayn estacionó la motocicleta a las afueras del edificio, se sintió aliviado y no pudo evitar soltar un suspiro, que para su suerte, Zayn no notó. 

— Gracias por traerme. Lo pasé genial. Adiós. –se volteó sin siquiera esperar una respuesta por parte del moreno, por lo que no debía haberle sorprendido que Zayn le tomara del brazo y le volteara, impidiéndole huir.  

— ¿Seguro que estás bien? –Preguntó.- ¿Vine muy rápido y te mareaste o algo? Sabes que puedes decirme que debo bajar la velocidad, Liam… -Liam quiso gritarle que se callara y que dejara de ser así con él. No quería que se preocupara ni que lo mirara con culpa, porque Zayn no tenía la culpa de nada. O quizá sí, un poco. En este punto, Liam ya se sentía demasiado agobiado para pensar en culpables. 

— No, no, no es eso. No, yo sólo… estoy preocupado por mi examen de mañana. Es todo.- mintió. 

— Oh, es cierto. –Asintió.- Tranquilo, ya podrás relajarte un poco. El sábado celebraremos el cumpleaños de Niall, ¿recuerdas? –dijo con una sonrisa. 

— Sí, lo recuerdo. 

— Bien, dejo de molestarte. Cuídate y éxito mañana. –deseó volviendo a ponerse el casco. 

— Gracias, Zayn, nos vemos.- fingió una sonrisa y volteó intentando caminar de la manera más relajada posible hasta la entrada del edificio, pero no fue hasta que oyó la motocicleta partir, que se sintió realmente aliviado. 

Era tarde y no le sorprendió encontrar todas las luces apagadas, ya que Louis claramente se había ido a dormir. Él encendió la luz y se encontró con una caja de pizza junto a una pequeña notita que dejaba ver la caligrafía de Louis. 

“Probablemente cuando llegues esté dormido, pero como soy un gran amigo, te dejé algo de pizza por si tienes hambre. Ya tendremos tiempo para hablar sobre estas salidas tuyas, jovencito. Te quiero, buenas noches.”, sonrió y abrió la caja para sacar un trozo de pizza. No iba a calentarla, no tenía hambre y sólo comería por gula, ya que antes de la carrera, Zayn le había invitado a comer algo. 

Zayn. ¿Qué le pasaba con Zayn? ¿Qué era lo que le provocaba el moreno? ¿Por qué de un momento a otro se sintió tan atraído a él? Zayn era guapo, eso nadie lo podía negar, pero, ¿le gustaba? Había besado a un chico una vez, pero sólo por jugar, jamás se había sentido confundido o algo por el estilo, y ahora Zayn… 

Zayn, Zayn, Zayn, debía dejar de pensar en él. Era un buen amigo, sólo eso… 

¿Verdad?   

~  

Louis había tenido dos días agitadísimos, ya que habían comenzado a trabajar en el siguiente número de la revista. Había asistido a dos reuniones que se habían hecho para que los publicistas y editores dieran a conocer el tema central de la edición del mes de septiembre. Se llevarían a cabo diferentes desfiles de otoño-invierno, y a él le tocaría cubrir dos pasarelas, un par de fiestas de élite y seguir con sesiones fotográficas para la revista. 

Al llegar a casa se había desplomado en el sillón soltando un largo suspiro. Era viernes y la edición de Vogue con su trabajo, había sido publicada. Llevaba dos ejemplares en su bolso, pero no se había atrevido a revisar el trabajo final. Estaba nervioso y sentía cómo su estómago se retorcía. Había recibido felicitaciones durante el día, y si bien ya había visto las fotografías seleccionadas, no se sentía preparado para ver su trabajo impreso en la jodida Vogue.  

Aún no se convencía de eso. 

Quería esperar a Liam para que lo vieran juntos, pero lo más seguro era que estuviera con Zayn, quien, al parecer, estaba haciendo un buen trabajo con su amigo. Zayn le agradaba y parecía realmente interesado en Liam. No le importaba si una chica o un chico robaba el corazón de su amigo, a él lo que le importaba era que hicieran sentir bien a Liam, que lo quisieran y respetaran tal como se merecía. 

Buscaría un momento para hablar con Zayn y ver cuáles eran las intenciones con su amigo.  

Su móvil comenzó a sonar dentro de su bolso y rápidamente lo sacó. El nombre de Harry se dejaba leer en la pantalla. 

— Hey. –contestó con una sonrisa que no se detuvo a cuestionar. 

—¡Felicitaciones, señor Tomlinson! Es un placer informarle que ha ganado una cena romántica con uno de los modelos más guapos de Londres. –inevitablemente soltó una carcajada. 

— ¿Sí? ¿Y de qué va esa cena romántica? No recuerdo haber participado en ningún concurso. –le siguió el juego. 

— ¿Acaso no puedes dejarte querer un poco? –dijo Harry con falsa molestia. – ¿Sabes? No me respondas y sólo abre la puerta. Estoy afuera. – la expresión en el rostro de Louis cambió abruptamente y sintió otro retorcijón en su estómago, pero esta vez eran nervios completamente distintos. Cortó la llamada y fue hasta la puerta, encontrándose con un Harry sonriente cargando dos bolsas, entrando sin ser invitado. – Tacos y cerveza. –dijo elevando las bolsas respectivamente. Louis alzó una ceja. 

— ¿Creí haber oído cena romántica? –se burló. 

— ¿Qué puede haber más romántico que esto? –Harry sacó una caja y la dejó sobre la mesa, acción que repitió con las botellas de cerveza.  

— Bueno, ¿y el modelo guapo? ¿Dónde está? –preguntó mirando sobre el hombro del menor, quien le dio un leve empujón. 

— Oye, en serio. –Louis se volteó a mirarle confundido.- Las fotos son increíbles, eres buenísimo en esto. Creo que son las fotografías que más me han gustado. –señaló con los ojos brillantes y… oh, Dios, Louis sintió ganas de besarlo. Sí, Louis Tomlinson quiso besar a Harry Styles, pero se contuvo con todas las fuerzas de su alma.  

Control, Louis, Harry es un buen amigo, sólo eso, no te puedes permitir perderlo por un tonto arrebato. 

El oji-azul sonrió en agradecimiento y rápidamente cambió el tema. No quería que Harry estuviera halagando su trabajo y ese tipo de cosas. Le ponía nervioso, y demonios, ¿desde cuándo los nervios le atacaban con tanta frecuencia? ¿Qué le estaba pasando? La presencia de Harry en su casa no tenía por qué perturbarlo, pero lo hacía, y eso le confundía. Louis ya había pensado en esto y en lo que Harry comenzaba a provocarle, por lo que una y otra vez se repetía mentalmente que era algo así como el síndrome de superhéroe y la víctima, como había decidido llamar a lo que estaba pasando. 

Sin embargo, ya no quería pensar en eso. Al menos no por el momento.  

Se sentaron a comer y Louis comenzó a hiperventilar sin quererlo. Hablaba sobre temas al azar y tan rápido, que las palabras se atropellaban unas con otras al abandonar su boca. Ni siquiera estaba consciente de lo que decía, lo único que quería era dejar de sentirse tan estúpido estando con Harry. No tenía sentido.  

— ¿Estás drogado? –Acabó preguntando el rizado.- Estás hablando demasiado y sinceramente, no puedo captar todo lo que sale de tu boca.- Louis se sonrojó un poco. 

— Lo siento. –Lamentó bajando la vista un tanto avergonzado. 

— No, está bien. –sonrió el menor. Louis necesitaba hablar de algo, cualquier cosa servía.  

— ¿Sabes? Es injusto que tú hayas venido a casa más veces de las que yo he ido a tu apartamento.-soltó bebiendo cerveza. 

— Uhm… pensé en venir a buscarte y llevarte a casa, pero… -se mordió el labio.- No quería interrumpir a los chicos. 

— ¿Interrumpir a los chicos? –Louis alzó una ceja. 

— Bueno, Zayn está comenzando a odiarme por llegar e interrumpir su coqueteo con Liam. ¡Lo cual es una mierda porque yo también vivo ahí! –exclamó. 

— Oh, entiendo, entiendo. –dijo el oji-azul en medio de una suave carcajada.- ¿Zayn va en serio?  

— Estoy completamente seguro. Él es… Zayn es un poco especial, tiene una personalidad bastante particular y desde que Liam está con él todo el tiempo, ha cambiado de cierta manera. Nunca lo había visto así de entusiasmado con alguien. No voy a mentirte, Zayn ha tenido muchas parejas sexuales, pero nunca había visto que alguien lograra lo que Liam logra en él. Está más centrado e incluso me habló algo sobre ir a la Universidad porque Liam se lo había sugerido, pero, Louis, no se lo cuentes a Liam, ¿sí? –pidió. Una enorme sonrisa tiró de la comisura de los labios del castaño y asintió lentamente, sintiéndose tremendamente feliz. 

— Prometo que no le diré nada.  

— Gracias. –le sonrió. 

Luego de comer, Louis encendió la televisión y buscó algo para matar el tiempo, ya que habían quedado en que Harry se iría cuando Liam llegara al apartamento. Era una buena idea.  

El menor le dijo que había hablado con Niall y habían planeado el cumpleaños de éste, que sería el domingo, pero que comenzarían a celebrar desde el sábado. La idea era ir a ver el partido del Manchester contra el Liverpool a la casa del rubio y luego ir a beber algo, bailar o lo que se les ocurriera. A Louis le encantó la idea y estaba seguro que a Liam también le gustaría.  

TXF había comenzado justo cuando el móvil de Louis comenzó a sonar indicando una llamada de su madre. Harry comenzó a cantar junto al primer participante y Louis supo que Johannah no podría haber elegido un peor momento para comunicarse. 

— Hola, mamá.  

— ¡Son hermosas! –Oyó varias voces desde el otro lado de la línea.- ¡Estamos muy orgullosas, Louis! –sonrió sintiendo sus mejillas teñirse de carmesí. 

— Gracias a todas. –el oji-verde comenzó a cantar más alto, ignorando que Louis se encontraba al teléfono. 

— Compré la revista esta mañana, pero recién ahora pudimos… Ese no es Liam. –el oji-azul se mordió el labio.- ¿Con quién estás, Boo? –por el tono de voz, Louis supo que su madre sonreía. 

— Nada, sólo un amigo. ¡Harry! –exclamó llamándole la atención.  

— When you get to where you want to go, and you know the things you want to know, you're smiling. –cantó el rizado mientras escribía algo en su móvil.  

— ¿Harry? –luego hubo un silencio y esta vez fue Lottie quien habló. 

— Oh, Dios, Louis, dime que ese no es Harry Styles. –Louis no comprendió. 

— ¿Qué? 

— ¿Estás con Harry Styles? - esta vez fue Félicité quien preguntó. 

— Uhm… ¿sí? Es… Harry, ¿por qué? –el menor oyó su nombre y le miró curioso. Louis se encogió de hombros. 

— ¡No lo puedo creer! ¿Están saliendo? ¡Louis, por Dios del cielo, eres tan afortunado! –el castaño no entendía una mierda de lo que estaba ocurriendo.  

— ¿Qué pasa, Lou? –Harry se acercó a él y Louis le hizo un gesto para que se callara y pudiera oír mejor los cuchicheos de sus hermanas. 

— ¿Louis? – Esta vez fue su madre.- Lo siento, pero tus hermanas lo vieron en las fotos de la revista y están algo así como enamoradas. –Louis asintió.- Entonces… ¿es él?  

— Okay, muchas gracias por llamar para felicitarme. ¡Las amo, buenas noches! –cortó la llamada soltando un suspiro. 

— ¿Qué pasó? –preguntó divertido. Louis alzó una ceja. 

— Mis hermanas vieron tus fotos en la revista y están enamoradas de ti. – Harry sonrió.- No es gracioso. –le golpeó el hombro con una leve sonrisa. 

Volvieron al sillón y Louis con suerte llegó al final del programa. Estaba cansado y pensar en todo lo que le esperaba la próxima semana, le hacía sentir más cansado aún. Bostezó en repetidas oportunidades y Harry no lo notó, ya que se encontraba demasiado emocionado cantando. Louis se le unió un par de veces en algunas canciones, y sus voces sonaban bien juntas. Fue divertido. 

Liam llegó a eso de las doce. Una vez más, Louis no tenía ánimos de hablar con él y preguntar qué sucedía con Zayn, sacarle algo de información sería genial, pero no ahora. En lo único que podía pensar por el momento, era en su cama. 

Oh y en acompañar a Harry hasta la puerta. 

— Muchas gracias, lo pasé genial. –dijo con una media sonrisa. 

— Sí, fue muy divertido. Nos vemos mañana, ¿sí? En casa de Niall a las cinco.  

— Entendido, señor. –bromeó. 

— Genial. –Los brazos de Harry le rodearon la cintura y sus ojos se abrieron como platos. De un momento a otro se le había quitado el sueño.- Buenas noches, Lou. –le oyó susurrar y oh, Dios, Louis le rogaba al cielo que Harry no hubiera sentido su corazón acelerarse ante el repentino acercamiento.  

— Buenas noches. –una última sonrisa y cerró la puerta, suspirando sonoramente, olvidando la presencia de Liam. 

— ¿Qué fue eso, Lou? – No sabía. Louis no tenía idea de qué mierda había sido eso. Harry solamente le había dado un inofensivo abrazo para despedirse y él… él sintió todo su cuerpo vibrar y su corazón se aceleró y… no, no, eso estaba mal, muy mal. 

— Tú te callas. –le apuntó con un dedo.- Tienes mucho que explicar, Payne, así que dale gracias al cielo que estoy demasiado cansado como para interrogarte. –Liam iba a protestar, pero prefirió callarse tal y como le había dicho Louis.  

El oji-azul caminó hasta su habitación y se lanzó sobre la cama. Estaba cansado, sí, moría de sueño, sí, pero Harry le había abrazado por la cintura y eso le había puesto como un estúpido adolescente hormonal. Harry sólo se había acercado inocentemente causando terribles sensaciones en su cuerpo.  

Aquella noche Louis no durmió, pese al cansancio que sentía, pensando en qué mierda estaba pasando con él, en qué estaba haciendo Harry con él. 

Maldito Styles.  

~  

Liam y Louis estuvieron a las cinco en punto en casa de Niall, pero no fue el irlandés quien les abrió la puerta, sino que una linda castaña de ojos verdes, quien se presentó como la novia de Niall. 

Ella les saludó amablemente y les hizo pasar diciéndoles que el rubio se había atrasado un poco y que estaba dándose un baño. Barbara les indicó que tomaran asiento en el sillón y les llevó un par de cervezas. Ella comenzó a hacer preguntas y rápidamente iniciaron una conversación. Louis fue quien más se entusiasmó al enterarse que la chica estudiaba arquitectura. Hablaron sobre sus obras arquitectónicas favoritas, también supieron que compartían su gusto por el teatro, y si Louis no fuera homosexual y Barbara no fuera la novia de Niall, no le molestaría para nada salir con ella. 

— Hey. –les saludó el rubio descendiendo por la escalera. 

— Sentimos haber llegado tan temprano, pero Harry dijo que debíamos ser puntuales. –señaló Liam mientras se ponía de pie para darle un abrazo al chico. 

— Oh, no, está bien. –Rió saludando a Louis.- Veo que ya conocieron a Barbara. 

— Ella es maravillosa, Niall.-fue lo primer que dijo el oji-azul. 

— Lo sé. –El irlandés la abrazó y besó su frente. El timbre sonó y Niall caminó hasta la puerta, abriéndola para encontrarse con Zayn y Harry. 

Se saludaron y se acomodaron en la sala. Barbara, Liam y Louis se sentaron en el sillón, y sus pies –lo cual podía ser una metáfora realmente buena para la situación- estaban Niall, Zayn y Harry, sentados en la alfombra frente a la mesa de centro que estaba llena de comida y a continuación la televisión LSD de 50’ pulgadas, encendida a tan sólo un minutos del pitazo inicial del encuentro.  

Louis no pudo no mirar hacia abajo cuando Harry sacó su móvil del bolsillo para contestar un mensaje de texto. La primera vez que el menor hizo esto, él rápidamente levantó la vista para dirigir su atención a la pantalla. La segunda vez, tuvo que hacer uso de todo su control para no husmear, pero no fue hasta la tercera vez que contestó un texto, que Louis volteó toda su atención al pequeño aparatito en las manos del rizado. Para su mala suerte, su vista no era la mejor y no llevaba sus lentes, pero pudo divisar un nombre en la parte superior. ¿Sally? ¿Sandy? ¿Sadie? ¿Sarah tal vez?  

Oh, claro, Sarah. Harry la había mencionado una vez. 

Levantó la vista nuevamente, pero no pudo concentrarse en el partido. Todo lo que podía pensar era en que Harry estaba allí, sentado a sus pies, hablando con una chica con la que probablemente ya tenía algo formal. Y estaba bien, Harry era joven, guapo, exitoso y, a diferencia de él, no tenía cadenas que lo ataran, o un pasado que le gustaría borrar. Merecía ser feliz, y él no estaba exactamente en esa línea de su vida.  

Louis se espantó al darse cuenta de que había estado pensando en ellos dos como pareja ante aquella última reflexión. Entre más pensaba al respecto, entre más buscaba excusas para poder salir de lo que fuera estuviera comenzando a sentir por Harry, más se hundía.  

Suspiró y tiró su cabeza hacia atrás ignorando completamente a los demás. Cerró los ojos y se prometió no seguir pensando en eso. Vamos, no era nada grave. 

Volvió en sí cuando oyó que todos gritaban, incluso Barbara. Abrió sus ojos y volvió a acomodarse. Harry le miraba preocupado. 

— ¿Estás bien? –preguntó el menor y Louis quiso huir. 

— Sí, sólo… necesito algo de aire, es todo. –el rizado comprendió y se hizo a un lado para que Louis pudiera levantarse y caminar hasta el patio. Los chicos estaban demasiado ocupados aún discutiendo con la pantalla, pero Liam notó que su amigo no estaba. Intercambió miradas preocupadas con Harry y finalmente Liam iba a salir para ver qué sucedía con su amigo, pero Harry se interpuso y se levantó. 

— Hey. –oyó Louis a sus espaldas. 

— Hey. ¿Ya terminó el partido? 

— Noup, pero estaba preocupado. ¿Estás bien? De un momento a otro… 

— Estoy bien. –le cortó.- Es que me puse a pensar en todo el trabajo que tendré la próxima semana y me sentí un poco ahogado.–le sonrió. 

— ¿Cuántos años llevas mintiendo? –Louis abrió sus ojos.- Porque eres pésimo. –se rió.- Pero está bien. Sabes que puedes contar conmigo para lo que necesites, ¿verdad? –Necesito besarte.- Supongo que ni siquiera tendría que estar diciéndotelo, pero creo que eres de ese tipo de personas que necesitan que constantemente les digan que no están solas, ¿me equivoco? –Louis asintió avergonzado. Se sentía disminuido con 

Harry a su lado. Harry parecía ya conocer, o por lo menor poder interpretar con precisión sus gestos y palabras.  

Quería huir, pero estaba casi seguro de que Harry lo seguiría. Ya lo había hecho en varias oportunidades. ¿Por qué lo hacía si no estaba interesado en él? ¿Por qué lo hacía si ya tenía a alguien más a quien perseguir? 

— ¿Por qué sigues aquí? Es decir… ya te di lo que querías. Cuando nos conocimos, dijiste que te parecía interesante y eso, pero… ya nos conocimos, te conté cosas que nadie sabe y sigues aquí. ¿Por qué? –preguntó con seriedad. 

— Porque aún hay cosas que no sé. Soy muy curioso, Louis. –le sonrió de medio lado y no, no debía hacer eso. Dios, Louis, huye.- Además, me gusta estar contigo. –se encogió de hombros. Louis iba a decir algo, pero Niall les interrumpió. 

— ¡Chicos, nos vamos! –exclamó. Louis dio un saltito y no se molestó en verificar que Harry le siguiera, lo único que tenía en su cabeza era que esa noche quería emborracharse un poco y olvidar todo lo que había estado pensando con respecto a ese chiquillo de ojos verdes. 

[continúa abajo]

~  

Como iban a celebrar el cumpleaños de Niall, le dejaron elegir el lugar al que asistirían. El rubio escogió un pub que tenía dos ambientes diferentes. En un lugar había karaoke y en el otro sector había una gran pista de baile con música pop electrónica y cosas por el estilo. 

Se sentaron en una mesa viendo a una chica cantando “You’re still the one”, de Shania Twain. Cerveza y vodka para ellos, un mojito para Barbara. Louis decidió sentarse a un lado de ella para poder distraerse hablando sobre sus gustos, mientras Niall pedía una canción a un costado de la barra.  

El alcohol desaparecía rápidamente de sus vasos y así fue como pasaron dos horas en ese karaoke. Louis aún se sentía bien, quizás un poco mareado, pero nada que no pudiera controlar, o eso creía él, aunque las ganas de subirse al pequeño escenario y cantar algo romántico y miserable, le carcomían justo en el momento en que los chicos 

decidieron cambiar de ambiente. Se levantó y wow, su cabeza dio vueltas y se sintió bastante lento. Genial, esta ebrio, justo lo que quería.  

La pista de baile estaba llena y querían conseguir una cerveza antes de lanzarse a bailar. Zayn, Harry y Liam reían de algo que él no alcanzó a captar, mientras Barbara besaba a Niall para luego susurrarle algo al oído. 

— ¡Los quiero ver mover las caderas! –exclamó el irlandés dirigiéndose a la pista de baile junto a su novia. Todos rieron. 

Un par de chicas se acercaron a Harry, pidiéndole bailar. Liam y Zayn rieron, mientras él se limitó a pedir otro vodka. El oji-verde rechazó a las chicas, que luego lo intentaron con Liam, pero el moreno las espantó sutilmente, lo cual le causó gracia. 

Otro vodka y sintió a Harry a su lado.  

— Parece que alguien quiere emborracharse. –dijo muy cerca de su oído debido a la fuerte música. Louis se volteó, mirando hacia la pista de baile, notando a un chico que le veía interesado. Louis supo que ya estaba ebrio cuando pensó que no le importaría compartir un baile o algo más con aquel chico. 

— ¿Eso crees? -un vodka más y el oji-azul llegó a su límite. Una gota más de alcohol y acabaría con un coma etílico o algo parecido. 

— Disculpa, ¿están juntos? –preguntó el chico que le había estado mirando. Louis ni siquiera notó cuando se había acercado. 

— Sí. 

— No. –se apresuró a rebatir Louis. El tipo alzó una ceja y miró a Harry. –Somos todos amigos, venimos juntos, pero no estamos juntos. –informó. 

— Oh, ya veo. En ese caso, ¿quieres venir a bailar? –Louis no le respondió verbalmente y en cambio le tomó la mano y caminaron hasta la pista. No volteó a ver a los demás y decidió que sólo se concentraría en el chico y en cómo éste posaba sus manos sobre sus caderas.- ¿Cómo te llamas? –preguntó en su oído. 

— Louis. ¿Y tú? ¿Cuál es tu nombre? –habló fuerte.  

— Adam. –respondió. 

Louis estaba ebrio, muy ebrio, porque era imposible que sobrio, se atreviera a hacer ese tipo de movimientos. Tenían sus cuerpos prácticamente pegados, provocando el roce de sus pechos y pelvis, accidentalmente, por supuesto. Las manos del oji-azul rodeaban el cuello de Adam, mientras sentía las manos del chico acariciar sus caderas y ejercer una leve presión, sólo para asegurarse de que no fuera a ningún lado.  

El castaño hizo su cabeza hacia atrás, sintiendo un beso en un costado de su cuello. Se incorporó y sonrió. 

— Es inútil que te invite a mi apartamento, ¿verdad? –preguntó el chico y Louis frunció el ceño sin comprender. – Estás ebrio y quizá podría aprovecharme de ti, pero pude notar una especie de tensión allí en la barra con el de rizos. –Louis no pudo evitar reír. 

— ¿Harry? No, no pasa nada.  

— ¿Seguro? No ha dejado de mirarte desde que viniste a la pista conmigo. –apuntó sobre su hombro. Louis tuvo que mirar, encontrándose con ese par de ojos verdes que le miraban atento. 

— Tiene novia, no creo que… 

— ¿Novia? ¿Hablas en serio? Pero si es jodidamente gay. –Louis rió. 

— Él es… raro, en ese sentido.  

— ¿Él lo sabe?- Louis no comprendió otra vez.- ¿Sabe que te gusta? 

— Oh, por la mierda. ¿Eso crees? ¿En serio? ¿Tan notorio es? –susurró derrumbándose en el hombro de Adam. 

— Tranquilo. ¿Quieres…? 

— Louis, nos vamos. –el menor le tomó del brazo y él dejó el hombro del chico. Louis le miró un par de segundos, preguntándose una vez más qué estaba haciendo Harry con él y por qué sentía su corazón acelerarse al verle con gesto duro, como queriendo alejarlo sí o sí de ese chico. 

— ¡Louis! –oyó la voz de Liam y lo pudo divisar por sobre el hombro de Harry. 

— Me tengo que ir. –el castaño no lo pensó dos veces y se acercó a la mejilla del chico, o al menos eso quiso, pero acabó besando la comisura de sus labios. – Gracias por el baile, fue genial. 

— Adiós, Louis.  

Harry lo condujo hasta la barra donde se hallaban los chicos cantándole cumpleaños feliz a Niall. Ellos dos se unieron y al finalizar aplaudieron y abrazaron el rubio. 

— Parece que anduviste divirtiéndote, ¿eh? –le molestó al verlo sudado y con las mejillas sonrojadas. Louis se encogió de hombros. 

Liam fue quien condujo, ya que era quien en mejor estado se encontraba. Louis notó que él y Zayn estaban igualmente sudados, pero no tan ebrios como él lo seguía estando. Caminaron hasta la salida y de ahí al estacionamiento del lugar. Harry iba adelante solo y parecía molesto. El oji-azul quiso preguntarle qué ocurría, pero prefirió darle su espacio. Él no era invasivo como el menor y además era la primera vez que le veía molesto, por lo que no sabía cómo manejarlo.  

Vio a Zayn dejar a Liam para acercarse a su amigo y hablaron en susurro. Zayn le dedicó una mirada y luego asintió para volver su vista a Harry. ¿Qué había sido eso? ¿Hablaban de él?  

Sintió frío cuando salieron del recinto al tener el cuerpo húmedo por el sudor y quiso acelerar el paso para meterse rápidamente en la camioneta del irlandés, pero no podía y no quería interrumpir la conversación de Harry y Zayn, así que se mantuvo en su lugar, de los últimos. 

Una vez en el auto, Zayn iba adelante junto a Liam. Atrás iba Niall, Barbara, Harry y él, quien en cuanto se acomodó a un lado del menor, dirigió su vista a la ventana, sintiéndose incómodo, intentando pasar desapercibido, pero un estornudo provocó que todos posaran su vista en él. Sintió a Harry removerse a su lado. 

 — Abrígate. –susurró mientras deslizaba su chaqueta por sus hombros. Louis nuevamente volteó a mirarlo, notando la casi inexistente distancia entre ambos. 

— Gracias.  -Dijo con un hilo de voz, volteando nuevamente hacia la ventana.  

Louis se durmió y no despertó hasta que sintió un peso sobre él. Entonces abrió sus ojos encontrándose en el auto con Harry acurrucado sobre él. Estaban en las afueras 

de la casa de Niall, aún en la camioneta, sólo ellos dos. Intentó quitar al menor de encima para así poder salir del auto, pero fue muy brusco, provocando que Harry se despertara.  

— Lo siento, no quería despertarte. –farfulló con la vista baja.  

— No, está bien. –dijo de la misma manera. 

— Bueno. Uhm… iré a ver qué están haciendo y por qué nos dejaron aquí. –iba a salir del auto cuando sintió el brazo de Harry detenerle. - ¿Qué pasa?  

— ¿Qué ocurrió esta noche? ¿Por qué te fuiste con ese tipo? –averiguó. Louis frunció el ceño. 

— ¿Qué? ¿Por qué te importa?  

— Me importa. Me importas. –dijo como si no fuera algo obvio. – Dime, ¿por qué te fuiste con él? –repitió.  

— No lo sé. Quería bailar, él me invitó y fue todo. - ¿Por qué le estaba dando explicaciones a Harry? 

— Estabas ebrio. Podría haberte hecho cualquier cosa. 

— Oh, Harry, tengo veintiún años, sé cuidarme. –de pronto se sentía sobrio. ¿Qué estaba ocurriendo allí?  

— Ese es el problema. Tienes veintiún años y crees saber cuidarte. –Louis se sintió ofendido. 

— ¿Qué te pasa? 

— Lo siento, es que… -llevo sus manos a sus ojos.- Es sólo que me importas, ¿de acuerdo? Me preocupo por ti. Sobre todo después de aquella noche cuando me contaste lo de Thomas. –Louis pareció reaccionar. Harry sentía lástima por él. Oh, Dios. – Sé lo que estás pensando. No siento pena o lástima por ti. –le miró nuevamente.- Sino que algo así como un deseo de protección. ¿Puedo confesarte algo? –Louis asintió.- Desde aquella noche en la azotea del edificio en casa de Carrie, supe que algo no andaba bien contigo, que algo ocultabas y decidí acercarme. Luego salimos y vi marcas en tus muñecas. –Louis quiso ponerse a llorar allí mismo.- Por más que quisieras ocultarlas, las vi, Louis y me preocupé tanto, como no te imaginas. 

Cuando supe lo que ocurría, quise cuidarte, te lo dije, y sigo queriéndolo. –terminó con un susurro sin despegar sus ojos de los de Louis.- Es por eso que me preocupé cuando te fuiste con él. Era peligroso.- El mayor sonrió y no resistió el impulso de acariciar los rizos del oji-verde. 

— Gracias, Harry. Eres una buena persona. –Harry sonrió ampliamente. 

— También lo eres, Louis, y mereces cosas buenas, ¿sí? Convéncete de eso. –Louis asintió lentamente sin dejar de acariciar los rizos de Harry, quien cerró sus ojos disfrutando el contacto. Un par de golpecitos en la puerta, les hicieron saltar. 

— Louis, nos vamos. –anunció Liam.  

Louis y Harry salieron de la camioneta y caminaron hasta el interior de la casa. Allí todos se despidieron deseándole feliz cumpleaños a Niall una vez más, para posteriormente ir a buscar sus respectivos autos.  

El camino al apartamento fue silencioso. Louis iba con la cabeza pegada al vidrio y Liam parecía demasiado sumido en sus pensamientos, el oji-azul lo supo por la manera en la que tenía fruncida la frente.  

— Te quedaste con la chaqueta de Harry. –señaló Liam una vez que ingresaron al apartamento.  

— Oh, demonios, no me di cuenta. –lamentó. Liam le quedó mirando mientras se mordía el labio.- ¿Qué? 

— ¿Te gusta Harry? 

— ¿Te gusta Zayn? – Liam bajó la vista. No iba a mentir y no quería hablar al respecto hasta tener las cosas claras en su cabeza. – Eso pensé. Mejor vayamos a dormir, amigo. Es demasiado tarde para hablar sobre lo jodido que estamos. –Louis caminó hasta su habitación y cerró la puerta a sus espaldas, mientras Liam le imitaba sin poder quitarse de la cabeza a Zayn. 

Su amigo tenía razón, era demasiado tarde para la autocompasión. 

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Muchas gracias por sus comentarios y lamento millones la tardanza, tenía el capítulo listo, pero no había tenido tiempo de subirlo acá. Muchas gracias otra vez <3