Project: T.

Capítulo 001

skyler mackenzie

—No olviden leer de la página 300 a la 350 —decía el sr. Yael mientras guardaba unos papeles en su maletín.

El timbre sonó enseguida de eso e inmediatamente todos se levantaron de su pupitre y salieron apresurados de ahí. Normalmente yo siempre era la última en salir, siempre me pareció una falta de respeto salir con aquella prisa aunque pensándolo bien, el sr. Yael no dudo ni un minuto en salir del aula. Con tan solo unos días para que las clases terminen todo se habían vueltos locos.

Tome mi bolso y lo pose en mi hombro izquierdo, me levante de la incómoda butaca y dirige mi mirada hacia la puerta. Ahí estaba Aaron, mi mejor amigo. Inconscientemente mis labios se encorvaron formando una sonrisa, nunca faltaba el día que Aaron me esperara fuera del aula y me acompañara a casa.

—Hola hermosa —hablo en cuanto salí del aula.
—Para —exclame, de cierta forma siempre me sonrojaba cuando él decía un cumplido.

Solo basto eso para que mi castaño amigo soltara una gran carcajada.

—Amo tu sencillez —exclamo, parando por completo su caminar y mirándome fijamente a los ojos.

Un escalofrió paso por mi espalda, últimamente Aaron se había comportado raro y no me agradaba del todo su comportamiento.
Trataba desviar su mirada, me incomodaba. Yo era el tipo de chica la cual no podía mirar un chico a los ojos sin que se sonrojase y Aaron era el tipo de chico que le encantaba sonrojarme.

—Que tenemos aquí —escuche detrás de nosotros.

Rápidamente gire mi cabeza, era Louis Morrison, el chico más popular del instituto, quien de seguro había visto y escuchado todo. Una parte de mi odiaba que nos interrumpieran y más que fuese Louis, pero por otro lado agradecía que lo hubiera hecho.

— ¿Qué es lo que quieres Morrison? —bufo molesto, Aaron.
—Nada —río—, me encanto toda esa escena de amor. Lamento haberlos interrumpido, prosigan.

Posiblemente esa era una de las actitudes por la cual odio a Louis. Es pretencioso, egocéntrico y envidioso. Una copia barata de mi hermano, Harry. Quien se me olvidaba mencionar, era su mejor amigo.

—Vámonos de aquí Aaron —musite.


— ¿Qué piensas hacer en el verano? —indago, Aaron.

Nos encontrábamos caminando por la avenida, a tan solo unas calles de legar a mi casa.

—Nada—musite—, creo.
—En ese caso —hablo—… Me preguntaba si querías salir conmigo.

Me fue inevitable escupir el jugo que estaba tomando, podría jugar que Aaron quería más que una amistad…

— ¿Cómo amigos, cierto?
—Uhmm, claro.

Continuamos caminando, ahora todo era un absoluto silencio. Pasaron un par de minutos y ya habíamos llegado a la entrada de mi casa.
Aaron solo se limitó a darme un beso en la mejilla y despedirse con un corto adiós. Me quede parada donde mismo observando como Aaron caminaba alejándose cada vez más, sentí remordimiento en mi pecho…

—Que buenas nalgas —escuche.

Aquella voz me era imposible reconocerla, la pequeña Valerie estaba a un lado de mí. Admirando el trasero de Aaron.

— ¿Cómo lo haces? —indague, cambiando rápidamente de conversación.
— ¿Hacer qué?
—Aparecer así de la nada…

Val solo río y abrió la puerta, entre esperando pasar desapercibida, lo único que quería ahora era acostarme y leer un buen libro…