Hijos de la Luna, Lágrimas del Sol.

por **PaolaStyles16** Sáb 19 Oct 2013, 3:42 pm

Hace mucho tiempo, se creó un mundo. Mediante pasó el tiempo, fueron modificando su perfección; retorciéndola, tratando de hacer ese mundo mejor. La humanidad cambió, ese día comenzaron las dudas de si el mundo era un buen lugar para ellos vivir o todo lo contrario. Vivían en un mundo en el que mentir era mejor que decir la verdad, engañar a sus seres queridos estaba de “moda”. Decir la verdad era un acto revolucionario; se crearon leyes. Leyes que destruyeron a varias personas. Muerte, sed de poder, injusticia. No había humanidad. Años después, se les obligó a los seres a llevar algo que los representara: una marca. Se les dividió en dos sectores: Riafgod y Sydwood. Riafgod se caracterizaba por ser un lugar frío, algunas personas decían que estaba hecho de cristal; un lugar en donde enviaban a las personas de Sydwood que no obedecían las nuevas leyes, los repudiaban y eran obligados a vivir en las calles más oscuras de Riafgod, muriendo de hambre, esperando, vacíos de esperanza. Lo mismo ocurría con las personas que no obedecían las leyes de Riafgod, los enviaban contra su voluntad a morir en el calor de las calles de Sydwood. Éste se caracterizaba por ser una tiranía, en la que las personas se acostumbraban al calor y fuego de su hábitat. Algunas personas decían que ese lugar, por más duro que pareciera, era como si estuviera hecho de papel.

En algo se complementaban: ambos sectores eran débiles.

por Invitado Jue 24 Oct 2013, 4:07 pm

Las vas a continuar?
Me atrae la trama...Es diferente y me gusta.
Besos.

por Invitado Vie 25 Oct 2013, 11:16 pm

Me llama la atención ¿la seguirás?

por **PaolaStyles16** Sáb 26 Oct 2013, 5:05 pm

Sí la seguiréc: denme unos momentos para terminar el primer capítulo, he estado ocupada.

por **PaolaStyles16** Sáb 26 Oct 2013, 5:46 pm

1.

Bree despertó gritando de un sueño profundo, en el que era congelada por la tiranía de Riafgod, la gente de su sector solía despertar siempre así: aterrados de que los enviaran a ese lugar. Su hermana, la cual no había dormido en toda la noche, corrió a su habitación, se lanzó a su lado en la cama y la abrazó, frotándole el hombro con su mano derecha mientras que Bree seguía temblando.

-Era yo…- escupió Bree castañeando con los dientes, abrazó más fuerte a su hermana.

-Tranquila, sólo era una pesadilla,- respondió su hermana.- Vamos a almorzar.- Bree no dijo ni una sola palabra, su hermana se levantó de la cama y se dirigió a la puerta, cuando estaba a punto de irse, Bree la llamó:

-Eva…- ésta volteó.- Nada, olvídalo.- Bree se levantó y se dirigió a su hermana mayor, abrazándose de su brazo.

- ¿Estás bien?- preguntó Eva.

-Sí, creo.- respondió.

- ¿Crees que podrás ir a la fogata? Es en dos horas.- preguntó nuevamente Eva.

-No lo sé.

-Tienes que ir, nuestros padres van a estar lejos de nosotras y no me puedes dejar sola. ¡Tienes que celebrar al sol!- exclamó Eva.

-Eso suena ridículo. ¿Celebrar al sol por qué?- Eva se soltó del agarre de la chica escuálida y se dirigió a la cocina, para seguir con su almuerzo. Después de unos segundos, su hermana de 16 años se sentó a su lado.- Lo siento, está bien, te acompañaré.

-No es bueno que andes menospreciando al sol…- dijo Eva entrelazando sus manos, como si estuviera preocupada.

-Lo siento.- fue lo único que respondió Bree. Su hermano de ocho años de edad salió corriendo hacia ellas con una sonrisa en la cara y abrazó a Bree, riendo.- ¡Devon!- exclamó Bree, cargando al chico y colocándolo encima de sus piernas. Éste la abrazó.

- ¡Se me cayó un diente!- gritó, mostrando su pequeño diente entre sus pequeños deditos. Bree colocó una sonrisa e su rostro.

- ¡Eso! Ve a ponerlo debajo de tu almohada, ¿sí?- éste asintió, Bree le dio un beso en la mejilla y éste se bajó de sus piernas, salió corriendo directo a su cuarto.- ¿Con quién lo vamos a dejar? Él no puede ir a la fogata.

-No lo sé, podemos decirle a la señora Kirk que lo cuide por unas horas, ella nunca va a esas cosas.

-De acuerdo. Me prepararé para ir a la fogata.- dijo Bree, quien ya había terminado de comer su almuerzo. Se dio una ducha fría rápida, y salió del baño.

Bree no se caracterizaba por ser una persona que salía mucho, sus padres siempre salían a trabajar desde muy temprano hasta muy tarde, ella prefería quedarse con su hermana cuidando a Devon. Alta, 1, 64; castaña, cabello largo a la altura de donde terminan sus costillas; era muy delgada; seria, se podría decir; insegura; un poco tímida; miedosa.

Se vistió con algo simple: http://www.polyvore.com/cgi/set?id=101837795&.locale=es. No se podía ir extravagante a ocasiones como esa. Ya que se realizaría al atardecer la fogata para darle la despedida al sol en su aniversario, en la noche haría mucho frío; y sería cuando en Riafgod celebraran el aniversario de la luna. Su hermana se vistió tan rápido como ella y partieron a la playa en donde se realizaría la fogata.

Después de unas horas de estar ahí, apareció el Presidente de Sydwood. Les dio la bienvenida, dio un discurso de cómo se creó este mundo, las guerras, cuando se dividieron los dos sectores, entre otras cosas. Y, en todo ese largo rato, Bree no podía dejar de mirar a un chico que estaba ubicado a seis metros de ella. El chico llevaba una sudadera con la capucha puesta de color rojo, una chaqueta de cuero sobre ésta de color negro, unos jeans y unas botas, la marca en la palma izquierda de la chica comenzó a arder: su marca tenía forma de estrella, había sido molestada varias veces por eso. Cuando la chica, que llevaba guantes de cuero color negro, se quitó el izquierdo, pudo ver cómo su marca brillaba, sintió el fuego, vio chispas y luego tapó su palma izquierda con su mano derecha. Vio hacia todas partes, su hermana no estaba a su lado. Cuando de repente escuchó un gemido de dolor que provenía de una voz masculina, la chica volteó a su izquierda y el chico al que no dejaba de ver se quitó sus guantes parecidos a los de ella, se quitó el derecho y vio que su palma también resplandecía. Volteó hacia la chica, se dirigió a ella y la tomó del antebrazo fuertemente con su mano izquierda. La chica se asustó y cuando iba a gritar, algo tapó su nariz, y la chica sintió cómo se desvaneció de un segundo a otro.

por Invitado Sáb 26 Oct 2013, 7:08 pm

Guau, el capítulo estuve genial. Escribes muy bien y me llama mucho la atención en chico con la marca de estrella igual a la de Bree. Espero que la sigas pronto c:

por Invitado Dom 27 Oct 2013, 11:03 am

Ayy. Esta súper la historia. Me encanta Hijos de la Luna, Lágrimas del Sol. 1857533193

Ñaaa sajadjas qué será eso de la marca Ayyy. Shalala. Escribes muy bien. c:
Por cierto..¿Te llamas Paola? e.é
Un gusto soy...Campanita...Naah okey soy Camila. No hay nada de interesante en eso .-. (?)
Besos, síguela pronto.

por **PaolaStyles16** Mar 29 Oct 2013, 5:33 pm

Si haha me llamo Paola Moya, quiero cambiar mi nombre pero no se como xd

por **PaolaStyles16** Mar 29 Oct 2013, 6:32 pm

¿Alguien me puede decir cómo cambiar mi nombre?:c

por **PaolaStyles16** Mar 29 Oct 2013, 8:36 pm

2.

La chica despertó atormentada por sus pesadillas rutinarias, despertó de un salto, lo cual espantó al chico de cabellos oscuros. El cuello de Bree comenzó a doler de repente, fue entonces cuando comprendió que su cabeza estaba apoyada en una roca antes de despertar. Se colocó la mano en el cuello y gimió de dolor.

- ¿Estás bien?- preguntó de repente una voz masculina. La chica se sobresaltó y dio un brinco, en menos de dos segundos ya estaba de pie, dispuesta a golpear al chico con las técnicas de auto-defensa que les enseñó su padre a ella y a Eva, su hermana, cuando eran jóvenes.

- ¿Quién eres? ¿Qué quieres?- preguntó rápidamente, la chica temblaba, se notó en su voz; pero aun así estaba tan rígida que podía hasta ser intimidante su posición con los puños elevados.

-Deja que te explique.- dijo el chico, su voz era algo ronca. La chica miró a su alrededor, estaban en un lugar en el que ella nunca había estado, pero podría reconocerlo en cualquier parte. La chica bajó sus brazos y se enderezó, elevó la vista y un escalofrío recorrió toda su espina dorsal.

- ¿La División?- preguntó ella, no por estar insegura de si estaba en lo correcto de que estaba en La División, sino por preguntar por qué estaban ahí.

-Sí, uno de los lugares más antiguos del mundo. La División, el punto exacto en el que se dividen Los Sectores.- dijo el chico.

-No te pedí que me explicaras, sé exactamente en dónde estoy. Pero, ¿por qué?

-Necesito respuestas.

- ¿Qué? ¿De qué hablas?- preguntó la chica, confundida.

-Tu Marca. Brilló al mismo tiempo que la mía y ardía mucho. ¿Por qué?- pregunto con una voz tan seca y cínica que la chica se espantó, la piel se le puso de gallina y tapó su mano izquierda con su derecha juntándolas, colocando la derecha encima de la izquierda.- Responde.- ordenó el chico de forma amable, sin gritar.

-Yo…- fue todo lo que pudo pronunciar. El muchacho fue tan veloz que ella no pudo ni siquiera ver sus movimientos, sólo lo sintió. El chico tomó su mano con brusquedad y quitó el guante de la mano izquierda de la chica, ésta rogaba que la soltara y jalaba su brazo. Los ojos cafés del chico vieron la marca de Bree, roja, punzando, como una herida fresca. Era una herida fresca. Era una estrella. La chica dejó de forcejear y esperó a que el chico terminara de fisgonear cada rincón de su palma. El chico de cabellos oscuros rozó un poco con los dedos la herida de Bree, ésta soltó un gemido de dolor.

-Lo siento.- dijo el chico.

- ¿Ya me puedes soltar?- exclamó Bree. El chico después de unos segundos la soltó.- Al fin, ¿me vas a decir quién eres?

-Blake.- soltó con resequedad en su voz. Estaba como en un trance mirando al vacío.- ¿Y tú?

-Bree.- dijo ella.- ¿Por qué me trajiste aquí?

-Muéstrame otra vez tu Marca.- dijo el chico, mirando hacia la palma de la chica.

- ¿Qué? No, ¿por qué?

- Muéstramela.

- ¿Qué quieres con mi Marca?

-Respuestas. ¿Por qué brilló junto con la mía? Eso no es normal. ¿Por qué ardió tanto? ¿La tuya también te dolió?- Bree debatía consigo misma sobre si decirle o no.

-Sí… Dolió bastante.- Blake soltó un suspiro sonriendo, se dejaron ver bolsas debajo de sus ojos cafés.

- ¿Por qué brilló, Bree?- Blake por primera vez pronunció el nombre de la castaña. La chica levantó la mirada hacia él, con unos cabellos en sus ojos, y un escalofrío recorrió su espalda.- Hace calor.- dijo Blake, quien se quitó la sudadera gris, su chaqueta de cuero estaba en el suelo, Bree no sabía por cuánto tiempo había estado la chaqueta ahí. La chica logró ver varios tatuajes alrededor de los brazo del chico. Uno le llamó la atención, comenzaba desde la muñeca y terminaba unos dos centímetros antes del codo: el pez Koi. Un escalofrío recorrió todo su cuerpo, todos los vellos se le erizaron.

-¿Esto es una broma?- preguntó ella, frunciendo el ceño, luciendo molesta.

-¿Qué?- la chica comenzó a arremangarse la manga derecha, un escalofrío recorrió la espalda de Blake. Se acercó a la chica y tomó levemente su antebrazo derecho de manera suave. Para la sorpresa de él, Bree tenía el mismo tatuaje del pez Koi en el mismo lugar pero dibujado de manera diferente, claro.- ¿Me estás jodiendo?- dijo el chico.

-El pez Koi es una inspiración para mí.

-Para mí también lo es.- dijo el chico. En medio de toda la locura, Bree no había pensado en lo guapo que era el muchacho, porque en realidad lo era, y mucho. Piel levemente oscura, ojos cafés cansados, alto, vestía bien. No parecía ser de ése lugar. Un estruendo sacó a la chica de sus pensamientos: fuegos artificiales. Ya estaban celebrando a la luna en Riafgod. Las luces del edificio que estaba al lado de ellos se apagaron, pronto llegarían los policías que vigilan Sydwood.

-¿Puedo ver tu Marca?- preguntó Bree, curiosa.

-Si me dejas ver la tuya.- ella asintió, tomó el brazo derecho de Blake y éste tomó delicadamente su mano derecha. Ella frunció el ceño.

-Ahí no es en dónde está mi marca.

-Lo sé.- respondió el chico, sonriendo, mirándola directo a los ojos azules de la chica, ella se quedó hipnotizada por los ojos cafés de él, que parecían brillar bajo la luz de la luna. La chica soltó su mano después de sentir que él acariciaba el dorso de la suya, y le ofreció tomar la suya izquierda. Al mirar las marcas, la chica pudo ver la herida fresca en la palma derecha del chico: era la luna. Su Marca era de una luna. Lo primero que se preguntó la chica fue: ¿Por qué su marca estaba ubicada en el mismo lugar que la de ella? --estaba ubicada en otra mano, pero aún así, estaba en su palma--. Y segundo: ¿Cómo lo habían dejado vivir en Sydwood desde quién sabe cuándo, teniendo una Marca con la forma del enemigo de Sydwood? Lo habrían enviado a Riafgod por ser un Hijo de la Luna.

Hijo de la Luna, así les decían a los enemigos de Sydwood. En cambio buscando un término para los enemigos de Riafgod, la gente de Sydwood, Riafgod decidió que, ya que cada vez que una persona nacía en Sydwood era como un pecado, decían que ellos provenían de las Lágrimas del Sol.

- ¿Cómo te han dejado vivir aquí en todo este tiempo?- le preguntó Bree a Blake.

- ¿Qué?

-Tienes una Marca con forma de Luna, es el enemigo.- el chico bajó la mirada, dios dos pasos hacia ella y levantó la vista. Le llevaba media cabeza a Bree, y ésta sentía cómo su corazón latía, su respiración, todo. Parecía que sus ojos fueran más brillantes que hace rato.

-Bree, te voy a responder a tu pregunta con otra pregunta. ¿Nunca te has puesto a pensar: la luna no tiene que ser el enemigo?- preguntó el castaño, Bree se quedó sin palabras, procesando la pregunta. Se vieron unas luces blancas moviéndose hacia nosotros: guardias.

- ¡Oigan! ¡Identifíquense!- gritó una voz masculina.

-Me tengo que ir.- dijo Blake, ansioso.

-Espera, ¿te volveré a ver?- preguntó Bree quien lo tomó del brazo.

-No lo sé, pero espero que pronto.- dijo, se le acercó y le dio un beso en la frente.- ¡Escóndete!- le dijo a Bree, ella corrió y se escondió detrás de unos botes de basura del edificio a su lado. El chico corrió por la grieta que separaba Riafgod de Sydwood, era como un callejón oscuro estrecho. Los oficiales lograron ver la forma del chico corriendo por la grieta pero no podían hacer nada, no podían pasar por la grieta, era ilegal. Se quedaron parados en frente de la grieta, haciendo ruidos de decepción. La chica notó que su Marca comenzó a brillar, tomó su guante rápidamente y se lo colocó, eso evitaba que se viera el brillo.

Y fue entonces que Bree recibió la respuesta a su pregunta: ¿Cómo lo habían dejado vivir en Sydwood desde quién sabe cuándo, teniendo una Marca con la forma del enemigo de Sydwood?

Él no provenía de Sydwood.

por **PaolaStyles16** Vie 01 Nov 2013, 6:03 pm

3.

Bree corrió como si la estuvieran persiguiendo, puso en práctica los ejercicios de parkour que su padre también les había enseñado a ella y a su hermana. Devon aún era muy pequeño para eso.

La castaña recorrió casi todo el sector hasta llegar a su hogar, pero primero pasó a buscar a su hermano pequeño en la casa de al lado. Tocó el timbre de la puerta de la señora Kirk, jadeando y sintiendo cómo sus pulmones se quemaban por dentro. La señora Kirk apareció vestida con un pijama y una bata de seda.

- ¡Por dios querida! ¿Qué te pasó?- le preguntó a la chica goteando el sudor que recorría su frente.

-¿Y Devon?- logró modular la chica.

-Tu hermana ya lo buscó.- respondió, la castaña asintió y se dirigió a su casa. Entró jadeando, tratando de llenar sus pulmones nuevamente. Para su sorpresa, se encontró con la escena: su hermana riendo en la sala con el chico que siempre le había atraído a Bree: Bruno. El chico era rubio, ojos cafés, piel rosada con pecas, extremadamente alto y tenía la edad de su hermana: dieciocho años. Tragó en seco y sintió cómo su garganta le dio una punzada fuerte, que hizo que frunciera el ceño. Bajó la mirada, y se sintió la persona más pequeña del mundo.

-¡Bree!- Eva la sacó de sus pensamientos, ella pestañeó rápidamente dos veces y luego levantó la vista.- Ven y saluda.- dijo su hermana mientras le lanzaba una mirada.

-Hola, Bruno.- dijo Bree de mala gana, muriendo de celos y rabia en el interior, su hermana la había traicionado.

-¿Qué pasó, Bree? ¿Saliste a correr de noche?- le preguntó, Bree se sonrojó mientras que su hermana se reía de ella en su cara.

-Sí, ¿por qué te fuiste? Me dejaste sola.

-¿Que yo me fui? ¡Tú me dejaste sola a mí!- exclamó Bree, quien tan solo quería golpear a su hermana y subir para poder darse una ducha con agua fría e irse a dormir. Su hermana la miró con odio, pero cuando Bruno volteó a verla ella fingió una sonrisa.

-Me encontré con Bruno y nos pusimos a hablar, ¿Cuál es tu problema?- preguntó desafiando a su hermana. Bree volteó los ojos, sentía que ya no podía mirarle a los ojos, le dolía ver a su hermana sujetando la mano de Bruno desde el sofá de al lado del de él. Comenzó a subir las escaleras cuando escuchó a su hermana diciendo:

-Qué ridícula, lo hace para llamar la atención.- y Eva rió, pero Bree no escuchó la risa del rubio. Siguió subiendo cuando escuchó que alguien la llamaba.

-¡Bree!- era Bruno. Salió corriendo desde el sofá, ignorando por completo a Eva, pero Bree siguió su trayecto. Llegó a la puerta de su habitación cuando Bruno la tomó por la manga de su camiseta de cuadros, a la altura del codo. Ella volteó, con los ojos un poco aguados y las mejillas un poco rosadas.- Hey…- dijo suavemente, como un susurro, acercándose a ella y tomándola por las mejillas ligeramente con ambas manos.- ¿Qué sucede?

-Nada.- ella volteó la mirada.

-Vamos, soy de confianza, dime.- dijo él, Bree lo miró con enojo directo a los ojos. Ella una vez hace mucho tiempo le dijo que gustaba de él, y éste prefirió que siguieran siendo amigos, eso fue cuando ella tenía doce años y él tenía catorce.

-¿Crees que es gracioso? ¿Venir a burlarte de mí así?

-¿Burlarme? ¿Cómo así?

-¿Ahora te gusta mi hermana?- dijo mientras sonreía sin ganas, cuando lo que quería era romper en llanto. Había de todo para que él gustara de ella, adelgazó mucho, se quitó los frenillos, comenzó a usar el cabello suelto y se lo dejó crecer, comenzó a usar maquillaje, compró ropa nueva, hizo de todo, pero era imposible. No podía competir con su propia hermana. Su hermana era simplemente hermosa.

-¿A qué te refieres?- Bruno se tardó en responder.

-Los vi. ¿Riendo? ¿Tomándose de la mano? ¿Insultándome?

-Wow, yo nunca te insulté.

-¡Te estabas burlando de mí, Bruno! Pensé que eras mejor eso…

-Sólo estaba…

- ¡¿Sólo estabas qué?!

-Estaba intentando ponerte celosa…- dijo con pena Bruno, bajando la mirada. Bree procesó lo que dijo, fue como una bomba.

- ¿Qué? ¿Por qué intentarías ponerme celosa?

-Porque quería llamar tu atención, pensé que ya te habías olvidado de mí, pero caíste tan fácil…

-¿A qué te refieres?

-Siéntate.- dijo después de un suspiro, se sentaron en el suelo de madera.- Cuando me confesaste que… Te gustaba, esa noche no dormí en absoluto, me di cuenta de lo mucho que te adoraba… Pero ya era tarde, pensé que estarías mejor sin mí, sin este sí y no sí y no. No quiero que pienses que estoy jugando contigo, llevó enamorado de ti desde hace mucho tiempo… Cuatro años se pasan volando cuando amas a alguien…- dijo sonriendo, Bree sentía cómo sus mejillas comenzaron a arder.

-Bueno, el hecho es que…- iba a terminar la frase, pero el roce de sus labios con los de Bruno la detuvo por completo. Fue sólo eso, un roce. EL muchacho se separó casi al instante, como si estuviera arrepentido o como si estuviera tratando de contenerse, Bree esperaba que fuera la segunda opción, porque era mejor que la primera. Mejor que cualquier cosa.
-El hecho es que me gustas, Bree, más que eso.- terminó la frase por ella, la chica sonrió. Se acercó a él, enredando sus dedos en su cabellera rubia, se acercó cada vez más al muchacho y lo besó, ésta vez por mucho más tiempo. El tiempo ya no existía para la muchacha.

por **PaolaStyles16** Vie 01 Nov 2013, 6:59 pm

4.

Al día siguiente, la muchacha agotada fue despertada por el sonido de la lluvia en la mañana. A pesar de que viviera en una tiranía de fuego, ella adoraba la lluvia. Le encantaban esos días nublados porque eran especiales, no eran soleados como los demás. El cielo era blanco, no se notaban las figuras de las nubes, el brillo entraba por las ventanas de la habitación de la chica. Ésta sonrió al escuchar el sonido de la lluvia y se levantó de su cama, era lunes, tendía que ir a clases. Cuando estaba pasando por enfrente de su ventana, un sonido hizo que se sobresaltara provocándole taquicardia, la chica se arrojó al suelo por el golpe. Una piedra. Alguien había lanzado una piedra a su ventana. Ésta se asomó por ella y lo vio… El chico de cabellos oscuros de la noche anterior, Blake, estaba parado afuera de su casa, ¡estaba parado afuera de su casa! ¡En Sydwood! ¡Él no podía cruzar La División! Bree levantó su ventana y se asomó.

- ¡¿Qué haces aquí?!- le gritó.

- ¡Shh! ¡Baja la voz!- le susurró él.- Quería verte.

-¿Cómo supiste dónde vivo?- le preguntó.

-Te seguí anoche.- respondió. La chica se enfureció más.

-Ahora vuelvo.- dijo rígida. Tomo una bata de cuadros color rojo y unas botas para la lluvia, bajó sin hacer ruido, sus padres todavía no se levantaban. Salió, el chico le sonrió.

-Buenos días.- le dijo sonriendo, la chica le dio un golpe en la barbilla. El chico cayó al suelo y se levantó de inmediato.- ¿Qué te pasa?

-¡Eres un acosador! ¡Les diré a las autoridades quién eres y de dónde provienes!

-O sea que ya te enteraste.

- ¡Sí! Lo supe desde el momento que te vi escapar de los guardias por la grieta de La División.- respondió Bree. Blake suspiró, no sabía qué responder.

-Es verdad, debí haberte dicho que provengo de Riafgod, y sí suelo venir a Sydwood, no me puedes delatar.

-¿Ah no?

-No, porque te acusaré de ser mi cómplice. Es más, estás infringiendo la ley justo ahora, de no decirles que provengo de Riafgod y que estoy pisando sus tierras.- respondió Blake, Bree tuvo que quedarse de brazos cruzados.

-De acuerdo. ¿Qué es lo que quieres?- le preguntó la chica.

-A ti.- respondió el castaño, Bree volteó hacia él frunciendo el ceño.

-¿Qué?

-Necesito saber por qué nos pasó eso anoche, ¡nos iba a salir fuego de las manos Bree! ¿No te intriga saber qué pasó o qué pudo haber pasado?

-No.- mintió la castaña, le intrigaba más que él saber qué sucedió, la intriga la carcomía, ¿pero qué podía hacer? Tenía a un criminal en frente de ella, no podía decirle que sí.

-No mientas, sabes qué pasó, sabes qué sentiste…- dijo el chico suavemente mientras se acercaba a ella, la chica pudo respirar su olor: su olor era bastante placentero.- Sabes qué fue lo que sentiste cuando me acerqué así de ti…- la chica lo detuvo colocando una mano sobre su pecho, luego la bajó. Sintió el abdomen bien marcado del chico debajo de sus dedos, tenía la vista pegada al suelo.

-Lo siento…- dijo, recordando a Bruno.

- ¿Bree?- escuchó una voz masculina en el fondo. Se volteó y era Bruno, listo para ir a la escuela.

-Bruno, ¿qué haces aquí? Falta una hora para ir a clases.- Bruno, claro está, no estudiaba con ella. Él ya había entrado en una universidad, que no era una universidad como tal, era como una academia para aprender lucha y supervivencia, como antes le llamaban un entrenamiento militar, todavía lo hacen, pero pocas personas.

-Decidí venir antes y que nos fuéramos juntos. Te llevo y después me voy al entrenamiento.- él era una de esas personas. Bree corrió hacia él y le dio un abrazo. El rubio la cubrió con sus brazos de manera protectora, mientras observaba con odio y sospecha al chico de cabellos oscuros.

-Te lo explicaré todo, no te enfades.- le susurró ella al oído. Se separaron, el chico le sonrió y le dio un beso en los labios. La chica se sintió incómoda con Blake mirando todo y se separó de él, el chico le dio un último pico y ella se dirigió a ducharse y vestirse. Blake y Bruno se quedaron afuera de su casa esperándola. Los dos. Solos.

por **PaolaStyles16** Vie 01 Nov 2013, 7:50 pm

5.

- Ella está confundida, no sabe si en verdad te ama- dijo Blake.

- ¿Y tú eres?

-Blake.

-Bruno. Sólo te voy a decir algo…- dijo.- La vuelves a tocar y te arrepentirás toda tu vida.- Blake rió.

-¿En qué nivel estás?

-¿Qué?

-En la Academia.

-Nivel siete.

-Nivel ocho, y con honores.- presumió Blake.

-Nunca te he visto.

-Estoy en la Academia del Sur.- mintió.

-Ah.- fue lo único que respondió. Blake rió de repente.- ¿Qué es tan gracioso?

-Nada, me río porque es trágico.

-¿Qué cosa?

-Cuando el amor no es correspondido, nunca podrías estar con una chica como ella. No está a tu nivel.

-¿Y tú sí?- Blake suspiró.

-No quiero presumir pero…- dejó la frase en el aire, Bruno ya se imaginaría el resto de la frase.- Sólo digo que… Cada relación alguna vez comenzó por amistad…- levantó las cejas, cosa que enojó a Bruno. Éste se arrojó al suelo y le soltó una patada en los tobillos a Blake, quien aterrizó de espaldas al suelo y se volvió a levantar al instante de un salto. Bruno le soltó un golpe, al que Blake desvió, lo tomó de la muñeca, se la dobló haciendo que Bruno gimiera de dolor, le dobló el brazo y se lo pegó a la espalda, luego con la rodilla de Blake golpeó en las articulaciones a Bruno, haciendo que éste perdiera el equilibrio y cayera al suelo boca- abajo. Blake le pegó el rostro contra éste cada vez más. Se río.- Fallaste.- dijo Blake. Volteó a Bruno y comenzó a darle puñetazos en el rostro. Cuando su nariz ya estaba goteando sangre se quitó de encima. Bruno se volvió a poner boca- abajo y escupió sangre. Luego sólo tosió.

-Estás loco.- fue lo único que le dijo.

-No seas débil, tú fuiste el que me atacó primero.- dijo Blake sacudiéndose la ropa. Le ofreció su mano para que Bruno se levantara pero éste decidió hacerlo por sí solo.- Entra, dejó abierto por si querías pasar. Busca una toalla y…

- ¡Ya sé lo que tengo que hacer!- dijo el chico sosteniendo su nariz y mirando hacia arriba. Blake se quedó afuera, esperando, no sabía qué estaba esperando. Bree se iría con Bruno y él se quedaría solo. Escuchó la voz de Bree.

- ¡Oh, por dios! ¡¿Qué te pasó?!- gritó, yendo hacia él. Cosa que enfurecía y ponía celoso a Blake. Pasó media hora, la nariz del chico había dejado de sangrar por una medicación que Bree le dio. Cuando salieron, Blake tomó a Bree del brazo y la arrastró lejos de Bruno.

-¡Es sólo un momento! Después puedes cogértela cuántas veces quieras.- dijo con celos.

-Ya me dijo lo que hiciste, eres un enfermo.

-Escúchame primero, este es el trato.- Bree se volteó y le remiró con los ojos, el chico la tomó fuertemente del brazo izquierdo y no la dejó ir.- Si me ayudas a descubrir por qué brillaron así nuestras Marcas, que estoy seguro que también quieres saberlo, te dejaré en paz.- la chica se tardó un minuto en responder. Estaba viviendo una guerra contra sí misma y a la vez a favor de ella.

-De acuerdo, buscaré aquí en las librerías si hay algo sobre eso, y tú busca en Riafgod. Si hago esto, eso significa que te vas a alejar de Bruno.- Blake rió.

-De acuerdo hermosa, te veré en la noche a eso de las tres.

-No me llames así, ¿estás loco? A esa hora voy a estar dormida.

-Ya no más.- se tomaron de las manos. El muchacho se le acercó lo suficiente como para besarla, fue entonces cuando Bruno escupió:

- ¡Hey!- enojado, pero un rayo de luz los envolvió a los dos. Bruno chocó contra algo y salió volando seis metros lejos de ellos. Pero ni Bree ni Blake oyeron o sintieron nada, era como si no hubiera nada a su alrededor.

La escena de un ambiente los envolvió, todo lleno de verde, de árboles, arbustos, flores, de todo tipo, forma, color. Al darse cuenta, elevaron sus rostros, había un cielo azul vivo cubriéndolos. No estaban ni en Sydwood, ni en Riafgod. No separaron sus manos en ningún momento, siguieron observando el hábitat que los rodeaba. Bree quiso acercarse a un arbusto cerca de ella con hojas extrañas, largas y de un verde vivo, pero no sintió nada, la atravesó. Se asustó y se aferró del muchacho, éste lo notó y no le dio mucha importancia. Estaba hipnotizado por un árbol a su izquierda que estaba forrado por… ¿Esas eran mariposas? ¡Por primera vez veía mariposas moverse! Siempre las veía enmarcadas a alguna especia de anime, muertas. ¡Era la primera vez que veía un grupo así de inmenso de monarcas! Porque sabía perfectamente que eran de esa especie, era su especie favorita de mariposas. La chica separó su mano izquierda y él separó la suya derecha para averiguar qué más podían observar, y de repente los encandiló una luz intensa de color blanco, algo pesado les cayó encima y ambos aterrizaron en el suelo, inconscientes.

por Invitado Sáb 02 Nov 2013, 7:24 pm

¡*Está feliz* Ayy. Maratón!

Hijos de la Luna, Lágrimas del Sol. 1857533193

Eeaa. Aun no la leo por que no tengo tiempo para hacerlo, pero apenas las lea te comento. Por ahora solo paso a reportarme.
Besos.

por **PaolaStyles16** Dom 03 Nov 2013, 7:54 pm

Hahaha que bella, Camila verdad? Hijos de la Luna, Lágrimas del Sol. 4242539333

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