The Roadtrip

«Jodida camioneta, jodido viaje, jodido todo.» Tenía unas malditas ganas de ir al baño, su vejiga estaba llena y eso no le agradaba, le había pedido ya una vez a Daniel si podían detenerse en una gasolinera o donde fuera (a Zuzu no le interesaba realmente), pero el moreno les había reiterado varias veces que no por el hecho de que podía llegar aquel chico que acosaba a Penny y realmente no quería que pasara eso, en ese momento odiaba a Daniel, lo juraba.
Decidió por optar a cerrar sus ojos por unos segundos, pero eran tantas las ganas que juraría que se haría en los pantalones. Entonces se dio cuenta que este se había decidido por detenerse en una gasolinera.

— ¡Por fin! —Gritó prácticamente Zuzu, haciendo que algunos se despertaran.
— No me detengo por ti, me detengo porque necesitamos gasolina. —«Idiota» Pensó esta.
— Gracias, Turner.

Aquella movió a Tyler pasando encima de él para salir de allí, le gustaba provocarlo de vez en cuando y tener ganas de ir a ser pis no le quitaría aquello. Esta apenas de bajarse de la camioneta sintió como el viento le dio prácticamente una cachetada, a veces odiaba los días soleados ya que pensaba que realmente hacía calor, cuando no, corría un puto viento que le hacía tener muchas más ganas de ir al baño.

Sam en la camioneta de atrás se bajó simplemente para poder estirar sus piernas, a veces le agobiaba tener que estar sentado muchas horas, saco el porro que tenía hecho, aquel no había encontrado mejor lugar que dejarlo en su oreja, el castaño se alejó lo suficiente de Fauna (ya que odiaba que esta lo viera drogado o borracho), y se sentó solo, en unos segundos sintió una presencia supo que no era Diane pues esta no fumaba (o eso creía por ahora), pero no, era el chico nuevo… Martin o como fuera su nombre, no lo recordaba muy bien.

— ¿Quieres? —Le preguntó con el humo aun en sus pulmones, el chico de ojos azules asintió. Sam tiró el humo.
— ¿Sam? —El castaño asintió.
— ¿Tú eres? Lo siento, soy pésimo para recordar nombres.
— Mason. Ya sabes llegue con Cai-
— Caitlin, a ella creo que la conoce hasta el presidente, es bastante nombrada y eso que he cruzado unas cinco palabras con ella ya me sé todo de ella.
— No lo creo, nadie sabe mucho de ella, ni yo mismo. —Mason tosió un poco al dar tantas fumadas a la vez. Le entregó el porro a Sam.
— Pensé que era tu novia… claro ahora ya no, he visto como casi se traga con Daniel.
— ¿Caitlin y yo? Creo que jamás pasará. —Su tono de voz bajo. Sam se sintió algo mal, era casi su historia con Fauna.
— ¿Y todo este tiempo?
— Nada, no sucedió nada, no creo que ella me mire con esos ojos. Es como tú y Fauna. —Sam lo miró confundido. — Vamos, no te hagas… soy buen observador. Yo pensé que Diane era tu novia.
— Es mi prima.
— Lo sé. ¿Por qué estás acá? —Preguntó de inmediato. Como si quisiera indagar más allá de Sam. El castaño llevaba menos de diez minutos hablando con el ojiazul y ya sentía confiar en él, claro… sentía que no era igual a Caitlin.
— Mi madre se metió con el padre de Diane y todo en nuestra familia es una mierda y una mentira. Pero sabes… extraño a la familia, pero no puedo volver. —Sam se dio cuenta que Zuzu iba saliendo del baño de chicas.
— Uh… Zuzu.
— ¿También te agrada? —Dijo disgustado.
— ¿La odias? Es graciosa. Suele salir con comentarios picantes y graciosos, el otro día me insinuó que quería tener sexo conmigo.
— ¿No lo has hecho? —El ojiazul negó. — Te felicito, si es que no quieres alguna enfermedad contagiosa.
— ¿Te gusta o algo? Podría oler esos celos hasta China.
— ¿Qué? ¿Estás loco?
— Bueno… solo decía.

Zuzu caminó hasta donde estaba Tyler, aquel estaba sentado en el asiento de atrás del copiloto, con la puerta abierta, hablando con Diane. Estos hace unos días habían estado hablando más y eso no le agradaba para nada a Zuzu, Tyler era su chico y no soportaría que una mosca muerta como Diane se lo arrebatara, menos ahora que el rizado era el único chico que realmente la trataba como persona. La rubia se acercó a ambos, haciendo mover su coleta más de lo común y se sentó en las piernas de este. Diane miró con repugnancia la escena. Zuzu solo sonrió con cierto admiro de que ella era la que mandaba en aquel lugar.

— Creo que me voy. —Dijo aquella.
— Me parece. —Le respondió Zuzu.
— Candice. —Le dijo Tyler algo enojado.
— ¿Qué? Si solo se quiere ir, dejala que se vaya con su nueva amiga Caitlin. —Diane se volteó un poco a mirarla enojada. Aquella no tomó atención.


Zuzu pasó sus manos por el cuello de Tyler y lo comenzó a besar, lentamente disfrutando aquellos labios tan suaves y marcados que tenía aquel. Le gustaba besar a Tyler, por ahora era uno de los mejores besadores, después de Sarah claramente, pero los besos del rizado eran lentos y sentía como si disfrutara cada momento, y eso hacía que Candice tuviera mariposas en su estómago. Eso sentía cuando besaba al chico.

— Consigan una habitación. —Dijo Penny. Aquella se levantó del asiento del copiloto y se fue de allí.
— Está celosa. —Dijo Zuzu restándole importancia. Aquellos se miraron y se sonrieron.

Candice no se estaba dando cuenta, pero esto ya estaba llegando muy lejos para lo normal de ella. De hecho ya ni siquiera era normal.
Comenzaron a hacer planes, antes de que llegaran a Oakland, ambos solían irse a caminar, para conocer más y robar, ambos por sí mismo, desde que Zuzu se había alejado de Sarah ahora su acompañante era Tyler y prácticamente pasaba todo el tiempo con él, si no era con Violet o algún chico.

Unos gritos asustaron ambos, aquellos se miraron y Zuzu se levantó de las piernas de Tyler y aquel también se bajó. Corrieron por dónde venían los ruidos y vieron a todos los chicos juntos, como si algo malo hubiera pasado, Tyler entrelazó los dedos con los de Zuzu, pero aquella se soltó para acercarse más, quería saber.
Era Penny, con el tipejo de la otra vez… ese tal Jacob. El corazón de Zuzu se aceleró, sentía miedo, era la segunda vez que sentía tanto miedo después de enterarse del cáncer de su tía. Aquella sintió como comenzaba a sudar en frío, pensaba que quizás las pastillas que había tomado le habían hecho un tercer efecto, pero no, tenía miedo y no sabía cómo enfrentarlo. Miro a Daniel, fue en el primero que pensó y aquel se quería acercar, pero Jacob tenía una pistola. Las personas que trabajan en la gasolinera al parecer se habían escondido, rogaba porque hubieran ido a llamar a policías. Este viaje era de diversión, no de desgracias.

— Suéltala. —Pidió Daniel. Aquel dio un paso.
— Un paso más y le disparo a cualquiera de tus amigos.

Se escuchaban sollozos de parte de alguna de las chicas. Había mucha tensión, Zuzu mantuvo contacto con Penny, le dio lastima, pena y dolor, jamás se había sentido así, estaba preocupada, no le gustaba ver así a su “amiga” rubia, Jacob la tenía agarrada del cuello y ella tenía sostenido el brazo de este, supuso que le estaba haciendo un peso de los mil demonios en su cuello.

Lo peor de esto que Jacob no venía solo, venía con otros chicos. Y eran bastantes.

— Suéltame. —Le dijo con un tono calmado la rubia. — Quiero ir a hablar con ellos. Juro que no me escaparé.

Zuzu solo podía ver una débil y vulnerable Penny. Aquella se acercó, Jacob aún seguía apuntando a cualquiera de aquellos.

— Váyanse, yo los seguiré… se los juro que volveré donde ustedes están. —Daniel negó. Estaba asustado como todos.
— No, no te dejaremos.
— ¡Que sí carajo!, se irán si mí. Yo puedo ingeniármelas sola, ahora váyanse porque no quiero que ninguno de estos idiotas salga lastimados.

Dicho esto comenzaron a irse, Zuzu le dio una mirada a la otra rubia, y aquella le susurró un: «tranquila.» Supuso que fue la única en notar en el descontrol en el interior de Zuzu. Daniel se quedó ahí, se quedaron conversando unos segundos y no supo más de ella. Todos entraron callados en la camioneta, no se emitió ningún sonido hasta que llegó Daniel.

Las manos de Candice temblaban. Tyler las tomó.

— Tranquila.

Todo el camino fue en silencio y tensión. Nada estaba bien.


Sam aun no podía tranquilizar a Fauna, aquella no paraba de llorar, era un llanto de miedo y para ser sinceros todos habían pasado un buen susto. Nadie hablaba por el hecho de sacar la conclusión si estaría bien Penny, había muchas caras de angustias y eso era estresante. Sam tenía en su regazó a Fauna.

— Tranquila, todo estará bien. —Le susurró.
— ¿Estará ella bien? —Dijo con la voz algo tapada. Su voz sonaba temblorosa.
— Sí, ella lo estará. —O eso deseaba Sam. No quería que le pasara algo a Penny.

Estaban estacionados en algo parecido a un bosque, no sabían bien donde se encontraban puesto que prácticamente Myra le rogó a Daniel que se detuviera por su estado, el chico no estaba en un buen estado y eso era visiblemente notorio para todos. Se habían instalado en aquel lugar, deseaban porque nada más malo pasara.

Zuzu estaba sentada al lado de Violet, ambas estaban tapadas con un tipo de frazada, viendo como algunos bebían y otros fumaban por el estrés. Las chicas se encontraban en silencio, Candice realmente miraba con recelo como Sam se encontraba “consolando” a la pobre Santa Fauna, y para peor Tyler hablaba con Diane. Odiaba este viaje en este momento, los chicos parecían alejados de ella y odiaba eso.

Cuando Tyler se fue al ver que Trevor lo llamaba, aprovecho. Se levantó, pero Violet le tomó el pie.

— No armes revuelo, no es el momento Candice.
— Dejame, no haré nada malo.


Aquella camino a paso tranquilo donde Diane, esta noto que venía y se cruzó de brazos. Sabía perfectamente lo que quería decirle.

— Alejate de mí chico y sabes a quien me refiero. —Zuzu tenía una sonrisa en su cara.
— No puedo creer que estés pidiendo esto después de todo lo que ha pasado, Tyler es mi amigo.
— He visto como lo miras Diane, más te vale permanecer alejado de él.
— ¿Ahora te interesa? Pensé que solo pensabas en sexo. —Zuzu se acercó unos pasos.
— No te arrancaré tu cabeza de niña buena solo porque tienes razón.

Diane rodó los ojos y se fue. Tyler se acercó, Zuzu solo miraba a Diane.

— Candice no es buen momento para causar todo esto. —La regañó.
— Pero Tyler… no lo sé, no me agrada.
— Al parecer no entendiste lo que te dije hace unos días atrás. —Tyler pasó sus manos por su barbilla.
— Odio los misterios. Y no, al parecer no entendí. —Zuzu trataba de hablar con seriedad, pero siempre terminaba saliendo o mirando de alguna forma coqueta.
— Me importas, me importas más que a cualquier persona que tienes en tu cabeza. Raro, lo sé. Primero era un juego, ya no lo es para mí.
— ¿Qué?
— Te amo Candice.

Quedó paralizada. No, no lo amaba. Pero cada día sus sentimientos por Sarah/Sam disminuían y por Tyler aumentaban.

— Tyler… —No, no diría nada.
— ¿No me dirás nada?

La chica se fue, por una parte se sintió bastante mal, no quería ser así con Tyler pero era algo que nadie se lo había dicho antes en su vida, de esa forma… tan sincera o eso creía. Vio como Jeremy miraba con recelo a Sam y Fauna, aquella estaba apoyada en el hombro de este, ambos hablaban animados.

— ¡Jeremy! —Llamó su atención. El rubio se volteó.
— ¿Qué?
— ¿Vienes? —Aquel miró a la rubia y luego a Fauna y Sam. Se levantó. Era un milagro.

Ambos comenzaron a alejarse del grupo, fue raro que Zuzu lo llamará a él cuando tenía muchas más oportunidades con otros, pero no, quería con Jeremy, quería llamarlo a él. Se fueron en silencio ambos, miraban sus pies y hacían cosas que producían eco en el lugar, que parecía un bosque o algo así.

— ¿Quieres? —Preguntó Zuzu. Estiro su mano, una pequeña pastilla blanca.
— ¿Estamos en una fiesta o qué? No le hago a eso. —Dijo serio.
— Que aburrido. —Aquella la tragó. — Tengo otra, era para Tyler… pero las cosas se han puesto tensas.
— Dame. —Aquel le quito la pastilla de la mano y se la tragó también. — Zuzu…
— Dime.
— ¿Qué tipo de cáncer tiene tu tía? —Ella se quedó callada, era un tema delicado.
— De cáncer. Detengámonos acá. Quiero sentarme. —La chica se sentó sin seguir la conversación. Jeremy se sentó al lado de ella. — Tirate en el suelo y cierra los ojos. —Aquel lo hizo. — ¿Lo ves?
— Las luces.
— Sí, imagina la música, la música fuerte y bailando, saltando y gritando. Penny está con nosotros, todo está bien, estamos todos juntos.
— La música es increíble.
— Lo sé. —Dijo esta con los ojos cerrados y una sonrisa picarona. — Quiero bailar contigo. Imaginalo.

La chica se acercó un poco más al rubio, su táctica ayudaba, esto podía hacer que olvidara un poco a Tyler, le funciono con Sarah y Sam. Candice abrió los ojos y colocó su codo apoyándolo en la tierra, se acercó a los labios del chico y los apoyó en los del chico. Esperaba una reacción dura y un empujón, pero fue todo lo contrario. Abrió la boca y siguió con el juego del beso.

Estaba comprobado que esas pastillas ponían mucho más caliente a cualquier, lo había probado con Penny y ahora con Jeremy.

Los besos se hicieron poco cuando ambos comenzaron a tocarse, Zuzu se sentía bien, le agradaba esto de Jeremy y la sensación y las ganas increíble que sentía de querer tener sexo eran maravillosas. El rubio besaba el cuello de esta y ella se acomodó colocándose arriba de él. Era obvio lo que sucedería, las prendas se hicieron pocas con el tiempo y el momento de todo este juego. Ambos estaban desnudos para arriba, y ella estaba lista, solo le había bastado algunos movimientos para saber que quería tener sexo con Jeremy. Escuchaba la música que le decía al rubio, aquellas mezclas de música, ella tenía sus ojos cerrados sentía que quería gritar y reír y correr, pero claro… después de todo lo que le haría a Jeremy.
Llevó las manos al cinturón de este y lo desabrochó con dificultad, los pantalones de Candice no necesitaban nada de eso, pero ya no estaban en ella. Solo quedaba la ropa interior.

— No te puedes arrepentir, rubio. —Le susurró la chica en el oído, dicho esto mordió un poco el glóbulo de su oreja.
— No lo haré. —Esté hablo con dificultad, puesto que le excitación no lo dejaba ni articular palabras.

Zuzu como pudo sacó su ropa interior, se besaron un poco más y sí, nadie dijo que hacerlo en la mitad de algo parecido a un bosque era fácil, ¿pero qué? A Candice le importaba una mierda. Entonces miró a Jeremy, confundida, no era Jeremy… ¿era Tyler? Aquella sacudió su cabeza, entonces vio a Sam, pero luego era Tyler y entonces fue Jeremy. Las drogas le estaban haciendo confundirse.

Todo se apagó.


La rubia abrió los ojos de apoco. Entonces vio a Jeremy a su lado, ambos traían la ropa puesta. Trató de levantarse pero recordó el puto dolor que te trae a la mañana, era realmente insoportable. Traía los pantalones y el brasier, pero la polera y su chaqueta estaba a un lado. Jeremy tenía el brazo encima de ella, ambos estaban frente a frente. Ella se iría, ella se quería ir de ahí, lo sentía por Jeremy pero debía hacerlo. Total estaba más claro, de hecho recién entrando luz así que no sería tan difícil.

Los pasos se le hacían lentos, le pesaban las piernas y sentía martillazos poco menos en su cabeza. Caminó a paso lento o quizás rápido, no se divisaba bien, quería correr, pero no podía. De apoco comenzó a divisar las carpas de los chicos, sonrió por inercia y se preguntó si Tyler se habría molestado con ella, no quería eso porque con él se sentía menos sola, Tyler había logrado llenar un agujero que estaba vacío, sentía que no quería que se fuera, no por ahora… realmente no por ahora.

Se sentó a unos pasos más allá de las carpas, mirando el sol, a pesar de que dolía lo seguía haciendo. Porque quería llorar, se sentía débil y tonta. Ya ni siquiera sabía porque quería llorar, supuso que todo había sido mucho en un día, pensaba en Penny ¿Dónde estará? ¿Estaría bien? Rogaba porque se haya escapado, rogaba porque aquel bastardo no le haya hecho nada malo, se sentía tan mal en solo el pensar en que alguna vez no la había ayudado, a veces podía ser una bastarda Zuzu y ella lo sabía claramente. Por otro lado estaba su tía, ¿Cómo estaría? ¿Seguiría viva? Rezaba porque sí, Zuzu desde que se había enterado de lo de su tía había intentado tener la calma, pero no podía, claro ella podía verse muy loca por fuera, pero por dentro realmente estaba muriendo, se sentía sola porque su tía era todo en ella y lo sigue haciendo, pero a pesar de todo esta le dijo que siguiera sus instintos y se fuera a aquel viaje, que ella estaría bien y que Zuzu sentiría cuando ella estuviera mal y si sucedía eso aquella sabía dónde vivía. Odiaba el cáncer, no podía entender como aquella enfermedad se llevaba a las mejores personas.
Luego venía todo lo de Sam y Sarah, a Sam jamás lo tendría y a Sarah ya no la tendría después de la gran discusión haciendo que ya ni se miraran como antes. Pero Zuzu sabía que era su culpa, ella era la perra que andaba de chico tras chico haciendo que Sarah notara que Candice no quería nada serio con ella, y es verdad Zuzu probablemente no quiera a nadie, ni siquiera a sí misma.
Y terminando todo… Tyler. El único pilar que le quedaba desde que la mayoría le había dado la espalda de aquella forma, Tyler era su compañero y la persona por la que por primera vez (después de Arthur) había tenido un sentimiento comprometedor, quizás jamás lo hubiera llevado a casa porque estaba seguro que no era cristiano al punto que sus padres hubieran querido, pero es un buen chico y Zuzu lo sabía.

— No me merece… —Susurró llorando.

Quizás las drogas serían sus compañeras hasta abuela, o hasta morir.

— ¿Quién no te merece? —Esa voz ronca.

Entonces todo el remordimiento que había hecho con Jeremy llegó. ¿Zuzu sintiéndose culpable? Eso no pasaba usualmente.

— Tyler…
— Perdón por lo de ayer, siento que te di un susto… no llores más. —Aquel abrazó a Zuzu. Ella se zafó.
— No, perdoname tú. Soy una perra, de hecho he sido una perra pero ¿sabes? Creo que también te quiero.

Ahora el silencio fue de parte de él.

— Me di cuenta que me haces sentir menos sola, me haces compañía cuando nadie lo hace, me soportar a pesar de ser una maldita perra que se acuesta con todo… hasta me haces sentir mejor persona, gracias.

Tyler simplemente la besó.
¿Qué estaba haciendo Zuzu? ¿Qué estaba pasando por su cabeza? Claro… había una duda ¿se sentía culpable realmente? Porque ya estaba claro, Candice quería a una persona realmente, Candice estaba siendo débil, Candice estaba siendo una real Candice Zimmerman.