Re: back to december. {colectiva}

por **indigo.** Lun 16 Dic 2013, 3:18 pm

No me gusta comentar del móvil porque me resulta incómodo. Pero tu capítulo es tan fantástico Vic <3.
Me mataste con la escena de Thomas con esas dos chicas. Yo soy Amelia y creo que le mataría xD.
Me da pena que se sienta tan mal, aunque creo que todas serán almas en pena con el corazón roto...
Eso, que escribes genial y qie me ha encantado c:
Espero con ansias el de Pau.
Besos a todas <3.

por Invitado Lun 16 Dic 2013, 4:36 pm

vinna, ya leo<3.

por Invitado Lun 16 Dic 2013, 4:42 pm

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Capítulo 003

Jane "J.J" White

La brisa fría del invierno me hace estremecer al punto de que mis dientes tiemblan. Me siento en la silla de madera oscura, y abro la computadora, la cual se encuentra en un pequeño escritorio color verde esmeralda; entro casi por instinto a google, y me detengo a mí misma antes de buscar su nombre. Suspiro frustrada, y me levanto de la silla. Es increíble, que después de tanto tiempo, el siga en mi mente. La ventisca fría vuelve a estremecerme, por lo que me doy la vuelta con enojo, y cierro de forma fuerte la ventana, provocando pequeñas grietas en la ventana.

^__ ¡Jane! ¿Qué rayos te ocurre?^__escucho los pasos de mi madre, para después de algunos segundos verla parada en la entrada de mi puerta. Ella observa con sus ojos color chocolate las finas rayas impregnadas en la ventana, ella frunce el ceño, para después dirigir su mirada al computador el cual tiene abierto google y en el buscador tiene escrito “Liam Payne”. Mi madre suelta un suspiro cansado, y se limpia las manos con el delicado trapo color rosa.

^__J.J, linda. Tienes que olvidarlo ya.^__noto los ojos de preocupación de mi madre observándome, y me avergüenzo ¿desde cuándo le doy pena a las personas?

^__ Lo hago, lo hice madre. Solo fue un momento de… idiotez^__ella vuelve a suspirar cansada, y comienza a jugar con su pañuelo.

^__ Bien^__se susurró a ella misma^__Baja ya, la comida esta lista^__mi madre apunta la escalera con su dedo índice. Yo le sonrió, y asiento con la cabeza; ella me devuelve la sonrisa, y baja las escaleras. Yo dejo salir un bufido, y camino hacia el escritorio, donde cierro de forma brusca la laptop.

^__Estúpido cachivache^__cierro la puerta detrás de mí, y bajo las escaleras, y en segundos llego al comedor. Las sillas y la mesa color chocolate están bien ubicadas, al igual que los platos de mármol fino. El piso del comedor era clásico, de madera rustica, de las que se usaban antes. En la mesa, se encontraba sentada mi hermana y mi madre; ellas dos eran refinadas, elegantes y femeninas, usaban vestidos y tacones, pero yo, bueno, yo era yo.

^__ J.J ¿Qué ocurrió arriba en tu habitación?^__Katherine pregunta con su delicado acento británico, demasiado británico; sinceramente, mi acento no sonaba nada británico, debido a que yo era más allegada a mi padre, y él era americano.

^__Nada importante, Kath^__me siento en mi silla, la cual está a dos puestos de mi madre, y a cuatro de mi hermana. La observo, y Kath está frunciendo su delicado ceño; ella odia que le digan Kath, porque, según ella, eso es de “pueblerinos”

^__Sabes que…^__la interrumpo antes de que siga con su típica frase.

^__Kath es de personas comunes y corrientes, Katherine suena mejor^__imito su voz chillona, y ella me mira mal, bueno, peor de lo que ya me estaba mirando.

^__¡Ya!^__Mi madre grita. Ella siempre interrumpe nuestras peleas, ya que sabe que la que puede salir dañada es ella, y no yo. Mi hermana suelta un bufido, y comienza a comer con un tenedor su carne, mientras que yo, por mi parte cojo una cuchara, y a causa de eso Katherine me mira de mala forma, que puedo decir, amo verla enojada.

Katherine se levanta de su silla, y camina con delicadeza hacia la radio, y la prende, para después volver hacia su puesto y sentarse para seguir comiendo. Mi corazón, casi da un vuelco cuando la voz de él resuena el radio, y casi me atraganto con mi comida. Mi hermana grita de repente, y yo me rio un poco.

^__¿Qué paso, pueblerina?^__ella vuelve a mirarme mal, y comienza a escuchar con atención la canción, para después cantarla en voz alta.

De un momento a otro, me siento mareada, como si me hubieran dado un gran golpe, y siento que aquel golpe dio directo en el corazón. Miro a mi madre con mis ojos cristalinos, y ella me entiende casi al instante.

^__Katherine, linda. ¿Podrías por favor parar?^__Katherine la mira sonrosada, y asiente con la cabeza.

^__Lo siento, madre.

^__J.J querida, Katherine y yo iremos de compras ¿Nos acompañarías?^__Ella me pregunta, mientras yo finjo estar pensando en una respuesta, cuando ya se cual es.

^__No.

^__Igualmente, iras^__ella vuelve su mirada al plato, y sigue comiendo, como si nada. Demonios, demonios, y demonios ¡yo odio ir de compras!

{***}

Apoyo mi cabeza contra el cristal de la ventana, mi mamá y Katherine están hablando de lo lindo que es un vestido color negro de Gucci ¡¿Quién rayos es Gucci?! Además ¿Por qué gastar quinientos dólares en un vestido tan simple? Yo podría apostar todo mi dinero a que encontraría un vestido igual que ese en el mercado negro ¡a cinco euros!

Hace frio, por lo que tengo que cubrirme más con mi abrigo color crema. Con mi cabeza aun apoyada en el cristal, dejo salir un poco de mi aliento, lo que hace que el vidrio se empeñe, por lo que con mi dedo escribo “Ayúdenme”

^__¿En que necesitas ayuda Jane?^__sonrió de lado, reconociendo casi al instante la voz de Jake, mi mejor amigo.

^__¿Qué rayos haces aquí, Jake?^__me doy la vuelta, y efectivamente veo a mi atractivo amigo apoyado en el sillón de cuero color negro. El me da una de sus sonrisas matadoras, es un imbécil, pero lo quiero.

^__En el infierno^__Jake dirige sus oscuros ojos hacia una parte del lugar, y yo le sigo la mirada, para encontrarme a su madre conversando sobre unos zapatos color plateado con la mía.

^__Te entiendo.

^__Por eso somos mejores amigos^__ el me ofrece su palma, y yo la choco con gusto. Él es el único apoyo que he tenido desde que el partió, y por eso es tal vez la cosa más especial que tengo.

^__Te quiero^__apoyo mi cabeza en su hombro.

^__No jodas, Jane. No tengo dinero^__los dos nos reímos, pero yo me pongo seria segundos después.

^__No, enserio, te quiero. Gracias por todo^__él me sonríe con ternura, y beso mi cabeza. Realmente, lo quiero.

por **Harold** Lun 16 Dic 2013, 4:45 pm

¿Como carajos recién entro acá? Maten-me -.- Me tengo que ir, cuando vuelvo me leo todos sus capítulos y los comento. Me siento terrible por no haberme aparecido antes.

por **indigo.** Lun 16 Dic 2013, 5:01 pm

Pau me ha encantado el capítulo. J.J -amo como suena la abreviatura- es una chica poco común, por el simple hecho que no le gustan las compras, a mí tampoco me gustan demasiado xD.
Qué mala es Katherine, no me ha gustado mucjo.

Ojalà Gin llegue a subir antes del jueves y así pueda subir mi capítulo por mí misma.

por **Harold** Lun 16 Dic 2013, 5:53 pm

Bea -No sé como decirte aún.- tu capitulo me dejo sin palabras, de verdad, fue la cosa mas hermosa y perfecta que leí en mi vida. Me gusta mucho la familia de Ava y tambien su relacion con Jai <3 Cada uno de sus familiares tienen algo especial y me encanta.

Vicc tu capitulo tambien me encanto, me hizo reir en algunas partes tambien <3 Thomas, ¿Sabes que existe llave? Deberias saberlo bc nadie quiere ver tus actividades pelvicas (? La verdad me estoy dando la cabeza contra la pared para ir inventando mi capitulo, no se como voy a hacer, ustedes son tan buenas.

Paulis mi besha Pau, como siempre tu capitulo fue hermoso, me encanto Jane y odie totalemnte a "Kat" es una total ¿como se dice? weona (? Okno. Me rompio el corazón cuando su madre le dice que lo tiene que superar ¡como si fuera tan facil!

por **Spark.** Mar 17 Dic 2013, 5:09 am

luego leo ahroa estoy en clases e.e

por Invitado Mar 17 Dic 2013, 8:24 am

bueno, perdón por la demora en responder pero, intentaré hacer tres comentarios bonitos aunque no tenga inspiración. ;-;

Beau: no sé si lo he dicho pero, me encanta tu forma de escribir. se me hace muy detallada, interesante, ¡y mierda! amo la manera en que narras, y amo a ava. back to december. {colectiva} - Página 3 3212464482

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su relación con jai es muy hermosa y me dio muchos feels(?) sinceramente, amé todo. por cierto, lily rulz, es adorable ah.
Vinna: amé tu capítulo. back to december. {colectiva} - Página 3 4098373783

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creo que es imposible no amar a Thomas, i mean, por más lindo que parezca es un completo inútil ;-; pero se nota que quiere a Amelia. yiu knou(?) cuando ella ingresó a la casa y lo vio con ésas dos perras xd, pensé lo más pervertido del mundo, y no me equivoqué xdddddddddd. lol. pobre Amelia, aún sigue pensando en él, dudo que no lo haga un sólo día é.e hermoso capítulo mi vinna<3.
Pau: primero, J.J es cúl, very very cúl, y ésa abreviatura lo es más. back to december. {colectiva} - Página 3 2841648573

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tu capítulo fue increíble, pau; no sé si me cae bien o no katherine, el hecho de que sea tan...¿refinada? y que le contesté así a jane bc quiere que la llame por su nombre completo porque un apodo es para gente común me...molesta. cuando fueron de compras me hizo gracia bc j.j no tenía idea de gucci y ni quería estar ahí, xdddddddddd pero luego está jake y muchos feels. ah. igual, no es fácil olvidar al payno, más cuando lo está buscando en google y le dice a todos que lo olvidó ._. bc no es así.

por Invitado Mar 17 Dic 2013, 3:55 pm

hoy o mañana subo. back to december. {colectiva} - Página 3 2841648573

por **Harold** Mar 17 Dic 2013, 4:15 pm

Lo voy a estar esperando c:

por Invitado Mar 17 Dic 2013, 7:46 pm

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Capítulo 004

Lancé la revista fuera de mi alcance. La misma cayó en los pies de la cama y lo único que hice fue ocultar mi rostro angustioso en la almohada. Mis labios probaron un gusto agridulce, pronto me di cuenta de que las lágrimas caían.
Me pregunté si por un minuto quisiera estar con él. Disfrutar de su sonrisa espléndida que me hacía suspirar, y de ésos hoyuelos que aportaban una simpatía extra a su rostro varonil. Negué con la cabeza en un intento de despejar tales pensamientos, eran ilusiones, sólo eso. No debía creer en nada más, era un pasado oculto en mí; recuerdos que aún no desaparecían. Nunca podría hacerlo, porque eran suyos.
Tiré de la almohada y dejé mis cabellos revoltosos al descubierto. Humedecí mis labios con la esperanza de saber si aún me quedaba saliva, sentía la boca seca y la garganta ardía. Podría ser acaso por los sollozos, los bajos gritos que exclamaba, escondida en mi habitación tapándolos con mi mano. A veces, cuando veía algo de él entraba en el punto de la desesperación.
Me atreví a tomar la revista, sequé mis lágrimas con brusquedad cuando miré la portada. Todos ellos, cada uno lucía sonrisas atrevidas junto con sus apariencias despreocupadas y entonces, no pude más. Me obligué a controlarme, profundas respiraciones que servían para calmarme. Además, no sólo lo hice por mí, también lo hice porque tocaban mi puerta.
—¿Quién es? — inquirí con voz ahogada. Carraspeé y acomodé mi cabello antes de esconder la revista debajo de la cama.
—Heather, cariño. — mi hermano se asomó por la puerta entre abierta. Le regalé una cordial sonrisa, tomé la misma almohada que utilizaba antes y la coloqué entre mis piernas.
—¿Qué sucede, Tim? — curioseé. Él era una auténtica persona, risueño con sutiles muestras de afecto que me proporcionaba, pero por otra parte era todo un inútil. Aun así, estaba agradecida con él, por haberme aguantado mis caprichos y seguir queriéndome. —Si buscas a Clary no está aquí, ¿tan rápido se cansó de ti? — me burlé, sabía que la novia de mi hermano lo amaba, pero era necesario un comentario como ése antes de que sospechara. Era mi manera de pasar desapercibida.
—Tranquila, ella aún me desea. — tiró de las solapas de su camisa azul y rió. —Pero, no me evadas. Sabes porque vine, y no quiero que intentes ése truco en mí. Tal vez funcione con otros, pero conmigo olvídate, castaña. — me señaló con seriedad.
Gimoteé e hice un puchero. Había fallado, pero tenía otra estrategia, la cual esperaba que funcionara. Tim venía a razonar conmigo, lo presentía. Me diría que debía olvidar, que él no me merecía, que era un estúpido y yo también por deprimirme. Claro, asumía aquello al verme en el estado mocoso; pero él también se había enamorado, Clary no era la única, entonces, ¿Podía comprender?
—Y eso tampoco, basta Heather. — murmuró con sequedad. Contemplé con un aire triunfante como ladeaba la cabeza con disimulo, la táctica estaba intacta pensé.
—Bien. — me quejé. —¿Qué sucede, Tim? — indagué y por arte de magia, la máscara invisible que utilizaba enfrente de todos me sirvió otra vez. Intenté que la expresión más simpática lo convenciera, tal y como nada había pasado. Así era antes de conocer a Harry.
—Nada, venía a preguntarte si querías ir con nosotros a tomar un helado, ya sabes tú, mi deseable novia, y Lena. — caminó hasta donde me encontraba y se sentó a mi lado. Acarició con dulzura mi cabello, no quería sonar empalagosa pero incliné mi cabeza ligeramente hasta que mi rostro estuvo algo escondido en su cuello. Asentí con una leve sonrisa, conociendo que le producía cosquillas.
—Me agradaría eso. — respondí luego de escuchar su risa. Me apartó y me miró a los ojos; tan azules como los míos. —Lena es divertida. — comenté refiriéndome a la hermana de Clary.
—Sí, lo es. — confirmó. —Al igual que tú. Quiero ver a esa chica optimista, llena de energía y dulzura que se hace llamar una Hollinger, vamos. — me empujó levemente del hombro, casi tirándome hacia un lado. Claro que yo también cooperé, quería mostrarle a ésa chica.
—¿Qué cosas dices? ¡Yo estoy aquí, rubio! — me hice la ofendida y le pegué en el brazo. Luego, me tiré encima suyo con risas realistas, llenas de diversión y ternura.

…

Salpiqué mi lengua con el delicioso sabor a durazno, gimiendo extasiada. Mordí un poco, —una manía que tenía— y el frío hielo se apoderó de mi boca. Me quejé en voz baja pero volví a saborearlo, esta vez correctamente.
—¡Por favor! No hagan eso en público, par de reprimidos. — Lena gimoteó con acidez. Observé a los dos enamorados comerse la boca uno al otro, y la nostalgia me absorbió. Mis hombros se hundieron, y adopté una sonrisa fingida. Entendía que no lo hacían a propósito, pero parecían tan enamorados, felices que… trajo recuerdos. No, me dije. Yo no tenía porqué arruinar el día con mis problemas amorosos, o ex problemas; ahora era su turno de disfrutar. Y el mío también.
—No puede ser. — Tim pareció sorprendido. —¿Alguien escuchó eso? Fue un agudo ruido, pero no logro descifrar qué es. — miró para todos los lados de manera burlona.
Clary y yo reímos, pero Lena enarcó una ceja.
—Eres tan gracioso, ¿cómo puede ser posible que me carcajeé tanto con tus boberías, cuñado? — cuestionó sarcástica. La miré risueña, sin embargo mi atención se fijó en mi celular.
¿Por qué seguía haciéndome esto? Tendría que distraerme, olvidarme de todo, pero aún lo seguía. Con revistas del mes escondidas debajo de mi cama, y el sonido de una notificación acerca de One Direction. Mordí mi labio inquieta, y aparté la vista de la pantalla, guardándolo en el bolsillo de mi chaqueta.
—¿Qué pasó, Heather? — mi hermano preguntó con el ceño fruncido. Puse los ojos en blanco y saboreé mi helado.
—No era nada.

_______________

holi. c: bueno, aquí el capítulo. salió medio corto, aunque cumple con las dos hojas de mínimo, igual espero que les haya gustado. <3.

por **indigo.** Mar 17 Dic 2013, 8:03 pm

Gin: tu capítulo ha estado vantástico, no importa que esté corto. Ohh Heather me ha dado mucha cosita, no sé, escondiendo revistas y con notificaciones sobre ellos para torturarse. Y su hermano aaawww, me encantan las relaciones de hermanos. No sé me resultaron divertidos. Estoy deseando saber más.
besos.

por **indigo.** Mar 17 Dic 2013, 8:06 pm

Subiré mi capítulo ahora. sé que es muy seguido pero no sé si podré subir mañana y será mi penúltimo días de marcharme de laciudad. Bueno eso que no quiero aburriros. Subo ahora.

por **indigo.** Mar 17 Dic 2013, 9:23 pm

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Capítulo 005.

Haley Lee.

Siempre fui de ese tipo de ser humano que no encajaba los problemas. Quedaba atrapada en una especie de letargo insonoro e indoloro. Donde nada me afectaba; queriendo, pero sin poder sentir. Después llegaba ese algo, ¿sabéis cuál? Ese algo que puede ser cualquier cosa: una canción, una fotografía o incluso una inocente gota de lluvia. Que desataba todas esas sensaciones que debí experimentar poco a poco, una detrás de la otra. Y que en cambio llegaban acumuladas, intensas y devastadoras.
No me gustaba comportarme de esa manera, mi fachada era la de una persona fría y lejana, mi interior un mundo lleno de emociones y sentimientos, que ante cualquier actitud experimentaba una reacción. Siempre quise ser de ese tipo de persona capaz de llorar con la cara descubierta, sin esconderme. Capaz de expresar mis sentimientos, sin temor.

O al menos eso quise, hasta que se marchó.

Un estudio afirma que el cuerpo de un ser humano normal solo está capacitado para experimentar 32 unidades de dolor. Yo podía jurar, que cuando su boca pronunció esas dos palabras, rompí con ese estúpido estudio. Nunca pensé que una persona fuera capaz de llegar a un nivel tan alto de devastación. Donde no sabes quién eres, si estás, si lo superarás. Te haces tantas preguntas sin respuesta a ti misma; ¿tan poco le importaba?, ¿ha sido mi culpa?, ¿cómo le retengo a mi lado si lo que quiere es marcharse?

Un instante después de saber que se marcharía –sin ningún tipo de remordimiento brillando en sus ojos –quise volver a mi antigua estancia en la que no había nada. Quise recuperar a la Haley impertérrita que una vez fui. Sin saber que no volvería, ni una semana, ni tres años después. Se había marchado junto con él y esos sueños de los que no formaba parte.

Hay situaciones en la vida –amores, siendo más precisa – que nos marcan de una forma tan profunda que provocan un cambio irrevocable en nosotros mismos. Te sientes diferente ante todo, comienzas a tomar la vida de una manera distinta. Las personas de tu alrededor resultan desconocidas, hasta ellas parecen cambiar su actitud contigo porque conocen tu desgracia. Llegan a mirarte con pena, lo que en consecuencia provoca que tú cambies también. Y eso fue lo que sucedió conmigo. Mi genuina confianza en las personas mutó a una precaución frente a todo ser capaz de respirar e inducir dolor. Si ya me lo dijo mi padre una vez; no te ates a nada que pertenezca a la vida, porque encontrará la forma de herirte.

-Haley, está listo el pedido de la mesa tres.
La voz de Paolo llegó a mis oídos en el momento preciso para no volver a sumirme en un torbellino de rencor y tristeza. Me incorporé de la mesa en la que parcialmente me había tumbado y me dispuse a volver a mi trabajo.

-¿Cuál era su pedido? –pregunté a la vez que remangaba las mangas de la camisa color granate que formaba parte del uniforme.

-Una margarita tamaño familiar con extra de queso –gritó la voz de Fiona, la mujer de mi jefe, por encima del ruido que la masa de la pizza producía al caer.

-Aquí tienes – Tyler, el chico encargado de repartir las pizzas a domicilio, pasó como una bala por mi lado haciendo malabarismos para darme mi encargo. Se lo agradecí con una sonrisa y con el codo de mi brazo derecho empujé la puerta para salir al comedor.

Llevaba trabajando en Fifí’s Pizza cerca de dos años. Estaba regentada por una familia italiana que había cultivado una gran fama gracias a sus pizzas caseras. Incluso los experimentos de Paolo, pizzas de masa de hojaldre recubiertas con siropes de distintos sabores. El local siempre estaba a rebosar, ya fuera por cenas de empresa, parejas, o familias.

Especialmente aquel domingo a las dos de la tarde. Repleto de matrimonios con ruidosos y traviesos niños que se dedicaban a sembrar el apocalipsis en el lugar. Por la que las dos siguientes horas las pasé entrando y saliendo de la cocina cubierta de pedidos. Estaba a punto de tomarme un descanso cuando algo hizo que me cayera de culo en uno de los taburetes de la barra.

-¡Mamá, sale One Direction en la televisión! –miré a la dueña de esas palabras con los ojos refulgiendo de rabia.

La mayor parte del tiempo eludía con gran habilidad la televisión, la radio –afortunadamente Paolo solo escuchaba música italiana – y las redes sociales, que nunca llamaron especialmente mi atención. Sin embargo, había momentos como ese, en los que en lugar de apartar la mirada y continuar con mi vida como si nada. Quedaba paralizada, sin escuchar y sin sentir nada que no fuera un vacío en mi pecho y los martillazos de mi corazón bajo las costillas. Momentos, en los que mi mirada viajaba sola hasta la pantalla. Encontrándose con la suya, que en realidad no me miraba.
Ahí era cuando me daba cuenta de todo el tiempo que había transcurrido, de lo cambiado que estaba. Al verle era como experimentar sensaciones de otra vida, sí eso era, sentía que todo lo que tuvimos formaba parte de una vida anterior. Aunque solo hubieran pasado tres años, en los que él se hacía más famoso día tras día y yo estaba más atrapada en esa ciudad.

Se veía tan asquerosamente feliz, guapo y radiante. Parecía una persona irreal, y lo era, al menos para la mayoría de las personas. Inalcanzable… No podía evitar preguntarme si quedaba algo del chico sensible y sencillo que me enamoró hacía tres años atrás. ¿Realmente la fama cambiaba tanto a las personas?

-Son guapos, ¿verdad?

La voz grave y estruendosa pertenecía Miranda, mi compañera y también hija de mis jefes. Era una rubia de metro ochenta y uno, de caderas anchas y pechos prominentes. Por no hablar de los hoyuelos que asomaban por las comisuras de sus labios al sonreír o esa mirada felina. Mirada con la que parecía comerse la televisión.

-¿Quieres una palangana?, lo digo por las babas –dije de mala gana, deshaciéndome de la gorra.
Aparta la vista, no te importa, no te importar lo más mínimo… me repetía esas palabras igual que un mantra.

-A veces pienso que eres de otro planeta, no entiendo como eso –señaló a los chicos con énfasis –No te mueve un solo pelo de la cabeza.

Nadie que no perteneciera a mi pasado sabía que Zayn Malik, probablemente uno de los hombres más deseado del planeta en esos momentos, había mantenido una relación conmigo. Quería que desapareciese por completo, comenzaba a ser feliz poco a poco, ya no tenía pesadillas y era capaz de ver películas de amor sin tirarme al suelo a llorar. Era innecesario malgastar tiempo explicando a cada persona lo que había hecho.
-Tal vez sí sea un marciano – bromeé tratando de hacer desaparecer el mal sabor de boca –Me voy a comer algo antes de que mi hora de descanso termine.

A las seis de la tarde mi arduo día de trabajo llegó a su fin, podría irme a casa a descansar por primera vez en todo el fin de semana. Tal vez viera una película con Abby o por el contrario me encerraría en la buhardilla a escribir un rato. Me despedí de todos y me sumergí entre la neblina.

La calle solo estaba iluminada por las sombrías luces amarillentas de las farolas. Cogí mi juego de llaves entre los dedos con la punta de las llaves hacia afuera, por si algún individuo indeseado me asaltaba por la calle y clavársela en el ojo si era necesario.

Mi sueldo de camarera a media jornada no era suficiente para costearme un piso en un buen barrio. Aunque estaba acostumbrada a ello. Para una chica perteneciente a una familia obrera de Bradford, poder independizarse en el centro de Londres era considerado todo un lujo.

Afortunadamente, al ático abuhardillado que compartía con Abby se encontraba solo a un par de manzanas de distancia. Por lo que en menos de diez minutos ya estaba introduciendo la llave en la cerradura. En cuanto crucé el umbral de la puerta me embriagó un dulce y reconfortante olor a magdalenas. Lo que solo podía ser una cosa, mi compañera y amiga; estaba experimentando de nuevo en la cocina.

-Ya estoy en casa –grité lo suficientemente alto para que me escuchara.

-Hola.

Un saludo me llegó por encima del ruido de los utensilios de cocina. Me deshice del abrigo y la bufanda y caminé hacia la cocina. Donde se encontraba sepultada por kilos de azúcar glas, harina y mil cosas más que no sabía para qué servían. La cocina no era uno de mis fuertes.

-¿Cómo te ha ido en trabajo? –preguntó batiendo con fuerza la masa. Llevaba puesto su delantal y tenía la cara manchada de harina. Abby, por si no había quedado claro todavía, se dedicaba a la pastelería creativa. ¡Y qué pastelera! Sus creaciones eran dignas de la pastelería más famosa del mundo. Con su masa esponjosa, sus mezclas de sabores y esa decoración tan cuca.
Me dejé caer en una de las sillas de madera y el cansancio ascendió por mis piernas. Apoyé la cara entre mis manos suspirando pesadamente.

-Pareces cansada, ¿has tenido que trabajar mucho?

-Ha sido agotador… -titubeé un segundo antes de contarle lo que me había sucedido – Sobre todo porque le he visto –el ya conocido nudo de mi garganta me apretaba las cuerdas vocales.

-Tienes que acostumbrarte a hacerlo, al fin de cuentas, salen en la mayoría de los programas –dijo con tono conciliador y precavido. Conocía mis arranques de ira, era igual de sensible que una flor en lo respectivo al tema.

Abby fue la primera persona que conocí cuando llegué a Londres y también la única que conocía mi pasado. El motivo por el que me había marchado era evidente. No quería seguir en Bradford cuando el volviese, no quería saber nada más de él.

-Lo sé, es solo que… -mi voz sonaba tan trémula y triste…

-Lo entiendo, de verdad –me aseguró Abby inclinándose por encima de la mesa con su mirada marrón clavada intensamente en mí– Él continuó con su vida, no miró atrás y si hubieras significado algo para él, hubiera vuelto a buscarte. ¿Tú le ves por aquí?, porque yo no. Haley no quiero sonar dura, pero evitando las redes sociales o cualquier aparato electrónico en el que puedas verle, no es una forma de superarlo. Date una oportunidad o al menos piensa en dártela.

Por mi doloroso que fuese, y como acostumbraba a pasar. Abby llevaba razón.

Bueno aquí está el capi, espero que os guste.
Besos <3.

por **Harold** Miér 18 Dic 2013, 3:21 am

Gin tu capitulo estuvo increíble, de verdad <3 Me encanto todo de él, los personajes tienen personalidades diferentes y bien marcadas; ¡le pusiste Clary a la novia de Tim! ¡Se llama como yo! morí con eso, aunque ni siquiera te hayas dado cuenta que le pusiste mi name (? Mi cap tambien tiene una revista incluida en él pero es totalmente diferente. Aaaah me encanto.

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