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Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
back to december. {colectiva}
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Re: back to december. {colectiva}
¡Amé el capítulo!
Llámenme corta pero ahroa me entero que los chicos en al nove serán famosos.
¿Os inporta si en mi caso, la chica lo es?
Por cierto, ¿quién sigue?
Llámenme corta pero ahroa me entero que los chicos en al nove serán famosos.
¿Os inporta si en mi caso, la chica lo es?
Por cierto, ¿quién sigue?
Spark.
Re: back to december. {colectiva}
Maravilloso capítulo Beau, en serio, precioso <3.
Jajaja Angie, yo también soy corta y acabo de enterarme de que son famosos.
Espero con ansias el de Vic
Besos <3.
Jajaja Angie, yo también soy corta y acabo de enterarme de que son famosos.
Espero con ansias el de Vic
Besos <3.
indigo.
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Re: back to december. {colectiva}
Kat, me caes genial demomenot bc no te conozco mucho, LAS CORTAS DOMINARAN EL MUNDO
Spark.
Re: back to december. {colectiva}
Jajaja espero seguir cayéndote bien, tú a mí también me caes genial.DOMINEMOS EL MUNDO -música para conquistar-.
indigo.
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Re: back to december. {colectiva}
aquí estoy. al fin aparecí, ah. ahora leo todo ccccccccccc: omg, soy cuarta
Invitado
Invitado
Re: back to december. {colectiva}
Me uno bc vamos a dominar el mundo junto a los gatos (?)
Invitado
Invitado
Re: back to december. {colectiva}
Beau, tengo un problema.
Me voy de la ciudad dentro de unos días y no vuelvo hasta principios de enero. Así que no estaré para cuando sea mi turno ni para el final de la ronda...
¿puedo mandarte mi capítulo por mp? así cuando sea mi turno lo publicas. Espero que no te importe.
Me voy de la ciudad dentro de unos días y no vuelvo hasta principios de enero. Así que no estaré para cuando sea mi turno ni para el final de la ronda...
¿puedo mandarte mi capítulo por mp? así cuando sea mi turno lo publicas. Espero que no te importe.
indigo.
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Re: back to december. {colectiva}
Omg<333 amé el capítulo compleyo mi bby<333 ksjdbah estuvo genial, de verdad; me dio un poco de pena las reacciones de Ava, por cierto, lindo nombres xd, ante la idea de recordar a su amor xd pero bueno, la cosa es así(?). Ahora soy yo la que debe ingeniar un buen capítulo :serio:tengo que pensarlo bien xd, te debo un mp bc no te lo mandé ayer y extraño nuestras estupideces xd, ya sabes yo un tazón de cereal y tu mi leche... JAJAJAJAJJAJA AY PLZ no lo superaré jamás JAJAJAJAJAJA. Besos bby<333333 te amou<333333
disappear.
Capítulo 002.
Capítulo 2
Era tan malditamente cobarde de mi parte esconderme de todo; pero en realidad, lo único que hacía era ocultarme de él. De aquel chico que en un principio robo mi corazón como ningún otro y por cumplir su sueño, se alejo de todo el mundo que lo rodeaba para adentrarse a otro, más excitante a decir verdad. Se fue, se escapó de mí.
¿Por qué debería estar triste? Ya está, el pasado se queda ahí y ahora lo que vivo es el presente, así de simple es la cosa, ¿cierto? Pero, a quién podría engañar.
Thomas se estaba acercándose hacia mí a paso lento, intento acomodarme sobre el comodo asiento y en la espera de que él llegara.
— ¿Qué te ocurre, pequeña saltamontes? — Reí ante su apodo. Él me decía así por una extraña razón que desconocía, me encojo de hombros, sin ninguna respuesta.
— Voy a salir, a despejar un poco mi mente. Supongo que este resfriado me está afectando un poco.
— ¿En qué podría afectar? — Lanzó una carcajada, a lo que yo lo observe de una forma tan amenazante que sin abrir sus celestes ojos lo habría notado —, está bien. Sal de aquí, se libre de mí, hermanita.
— Así es.
Luego de destaparse y salir de aquella agradable litera, le doy un pequeño beso en la mejilla a Thomas y sigo mi camino hacia el baño. Me aseé un poco ya que estaba un poco desarreglada; hacía algunos días que no salía de la casa por ese gran resfriado que por fin hoy se estaba calmando. Luego cepillé mis dientes y arreglé un poco mi cara, tomó todo mi cabello y lo transformó en una rara coleta. Una última mirada y finalmente salgo de allí.
Después de haber saludado a mi hermano, guardo todo en los bolsillos de mi abrigo y meto mis manos en los mismos. Mientras caminaba por las grandes pero desoladas y por lo tanto, solitarias calles, jugaba con el dobladillo del borde de mi camisa. Paró un momento mi caminata ningún tipo de destino, y apoyo mis antebrazos en una pequeña barandal el cual obstruía el paso para algún idiota que quisiera hacerse el gracioso y caer al gran vacío. Que en realidad se encontraba una gran cantidad de agua.
Se veía todo tan hermoso, pero era una pena que encontrarme allí fuera tan dolorosa para mí ya que ese mismo lugar estaba lleno de recuerdos; ¡Dios! ¿Siempre tendría que ser así? ¿Tan cobarde? ¿Tan débill? No creía que esto fuese tan duro, yo era feliz y sigo siendo. Pero ya era demasiado todo.
Restriego mis ojos con mis manos, ya que un repentino ardor se situó en éstos. Suspiro y luego de observar tristemente el atardecer, pude seguir mi camino.
Muchas parejas se encontraban ahí, y yo me sentía tan sola. Era la típica chica de las películas que veía con odio a todas aquellos que mostraban un poco de afecto en público, y era como una egoísta que quería también tenerlo. ¿Cómo había podido llegar a este punto, en el cual parezco más patética?
Ni yo misma podía responder. Es que, simplemente era esa sensación de vacío en mi interior que era demasiado dañino para mí. Pero, ya estaba. Ya no había vuelta atrás y como una torpe idiota estoy pagando aquel enamoramiento mío, que al final, no fue como lo había imaginado, en lo absoluto.
Puedo sentir como un gran sonido se escucha a mi alrededor, y observó para mis costados, tal vez era de alguien de por ahí. Pero todos seguían como si nada, ¿Eran tontos o qué? Revoleo los ojos, a veces podía ponerme un poco irritante aunque así era yo las mayoría de las veces y nadie podía cambiarlo… Bueno, nadie menos él.
¡Oh basta Amelia! Deja de pensar en él, me digo a mí misma. Vaya, realmente podía afectar muchísimo. Hasta que me pierdo una vez más en aquel ruido que pensaba que era la alarma de un celular, aunque miro hacia más allá, levantando un poco mis pies para ganar un poco más de altura y puedo darme cuenta que a lo lejos se encontraba una gran fiesta. Leo como en un enorme cartel que titulaba: “Fiesta de los enamorados”; bueno, era notable que el destino me estaba dando todos estos golpes para darme cuenta que fue una completa estúpida al estar al lado de él.
Doy media vuelta y me encamino otra vez hacia mi casa, la que compartía con Thomas. Que, en realidad era mía, pero mientras esté buscando un trabajo se queda en la mía. Y como su hermana, me encuentro obligada a dejarlo allí.
Seguía sintiendo el gran volumen de la música, suponía que las parejas enamoradas estaban bailando. ¡Rayos! Era como que cada vez que analizaba las situaciones de los demás mostrándose algo de aprecio hacia el otro, lo relacionaba todo con los momentos vividos juntos. Pero, ya basta. No va a suceder otra vez. No, no y más no.
Ya estaba casi por llegar a mi departamento, aunque al abrir me encuentro con una imagen algo comprometedora para Thomas. Se encontraba rodeado de dos mujeres, una estaba haciéndole algunas caricias en su cara y la otra muchacha le susurraba algo en el oído. Abrí los ojos muy grande ante aquella sorpresa, sabía perfectamente que él era un mujeriego pero jamás llegue a pensar que pasaría algo así.
— Oh bueno, esto es un poco embarazoso, creo — Podía burlarme en su cara sobre la situación, y aunque me encontraba algo sonrojada por aquello, estaba perfecta como para reírme un poco de su asombrada cara.
— ¡Amelia! Qué bueno encontrarte por aquí, ¿Cómo no me llamaste? — Me indagó con una sonrisa en su cara, pero podía notar como su boca sonreía como él quería pero por dentro estaba que quería matarme.
— ¿Y cómo no cerraste la puerta? — Contraataque yo, depositando despreocupadamente las llaves sobre una pequeña mesa de vidrio y luego me quitaba el abrigo. Sin esperar respuestas de Thomas, me voy hacia la cocina donde me dirijo directamente hacia la heladera y de ésta sacó una manzana. Al darme la vuelta, tengo enfrente mío a mi hermano, una persona despreocupada y feliz, pero también muy poco inteligente, por supuesto.
Estaba con una seria mirada, sus brazos estaban posicionados sobre su pecho, lo que lograba que sus músculos se notarán más. Le sonrio y paso por su lado, pero su gran mano me detiene en mi camino.
— ¿Adónde crees que vas, señorita?
— Supongo que a mi habitación, lejos de tus perras — Dí un mordisco a la manzana y luego me apoyo sobre el mueble que se encontraba detrás mío. Creía que esta conversación duraría poco, pero estaba preparada para todo. Total, ¿Quién sabe qué es lo que puede ocurrir?
— No las llames así, sólo estábamos conversando…
— Sí, seguro. Estaban hablando de donde sería el próximo canal que verían. ¿Me crees idiota, Thomas? — Lo observó fijamente, esperando esta vez alguna contestación de parte suya, pero nada sale —, bueno, parece que sí.
— ¡No! Quédate ahí, Amelia. Y te lo explicaré, pero no hagas ningún comentario más relacionado a ellas — Thomas lanzó una maldición y se fue de ahí. Es imposible no dirigirse hasta la puerta de la cocina para ver si podía llegar a escuchar algo. Aunque no logré oír casi nada, pude saber que se volverían a encontrar. Mañana.
Salgo de allí antes de que me encuentre husmeando donde no me llaman y no me percato de que él ya estaba allí cuando miraba la ventana, que en realidad observaba el afuera. Había una feria, en la cual se podía jugar con cualquier tipo de juegos y disfrutabas del momento, si bien no lo volví a recordar, pude acordarme de los momentos en los que pasábamos toda la familia, junta. Papá nos llevaba a cualquier tipo de feria en la que podíamos jugar, divertirnos sin nada de límites, pero todo acabo.
— ¿Amelia? ¿Me estás escuchando? — Muevo mi cabeza, y luego muerdo el interior de mi mejilla. No, no lo estaba escuchando.
— Lo siento, estaba en otra cosa. Si me disculpas… — Ya me dirigía a mi cuarto, pero una vez más el tonto de mi hermano tapaba mi camino a la salida.
— Pero, debo explicarte quienes eran.
Lo observe de una forma tan… Neutra. Lo que fuera de su vida amorosa, no tenía por qué importarme; tal vez, estaba siendo un poco sensible y recordar todo me estaba volviendo algo exagerada, pero necesitaba alejarme de todo.
— No, no te preocupes. ¿Sabes? Creo que todo lo que está sucediendo es por algo, aunque no me gusta nada.
— ¿Qué? ¿Te sucede algo, Amelia? — Pregunta Thomas con cierta seriedad, aunque supongo que quería tapar su gran preocupación o descontrol.
— Quiero decir, nada es como lo imagino. Todo va de mal en peor, y creo que todo esto, está ocurriendo para que pueda darse cuenta de algo.
— ¿Para que te des cuenta de qué?
— No lo sé, pero supongo que ya lo descubriré.
¿Por qué debería estar triste? Ya está, el pasado se queda ahí y ahora lo que vivo es el presente, así de simple es la cosa, ¿cierto? Pero, a quién podría engañar.
Thomas se estaba acercándose hacia mí a paso lento, intento acomodarme sobre el comodo asiento y en la espera de que él llegara.
— ¿Qué te ocurre, pequeña saltamontes? — Reí ante su apodo. Él me decía así por una extraña razón que desconocía, me encojo de hombros, sin ninguna respuesta.
— Voy a salir, a despejar un poco mi mente. Supongo que este resfriado me está afectando un poco.
— ¿En qué podría afectar? — Lanzó una carcajada, a lo que yo lo observe de una forma tan amenazante que sin abrir sus celestes ojos lo habría notado —, está bien. Sal de aquí, se libre de mí, hermanita.
— Así es.
Luego de destaparse y salir de aquella agradable litera, le doy un pequeño beso en la mejilla a Thomas y sigo mi camino hacia el baño. Me aseé un poco ya que estaba un poco desarreglada; hacía algunos días que no salía de la casa por ese gran resfriado que por fin hoy se estaba calmando. Luego cepillé mis dientes y arreglé un poco mi cara, tomó todo mi cabello y lo transformó en una rara coleta. Una última mirada y finalmente salgo de allí.
Después de haber saludado a mi hermano, guardo todo en los bolsillos de mi abrigo y meto mis manos en los mismos. Mientras caminaba por las grandes pero desoladas y por lo tanto, solitarias calles, jugaba con el dobladillo del borde de mi camisa. Paró un momento mi caminata ningún tipo de destino, y apoyo mis antebrazos en una pequeña barandal el cual obstruía el paso para algún idiota que quisiera hacerse el gracioso y caer al gran vacío. Que en realidad se encontraba una gran cantidad de agua.
Se veía todo tan hermoso, pero era una pena que encontrarme allí fuera tan dolorosa para mí ya que ese mismo lugar estaba lleno de recuerdos; ¡Dios! ¿Siempre tendría que ser así? ¿Tan cobarde? ¿Tan débill? No creía que esto fuese tan duro, yo era feliz y sigo siendo. Pero ya era demasiado todo.
Restriego mis ojos con mis manos, ya que un repentino ardor se situó en éstos. Suspiro y luego de observar tristemente el atardecer, pude seguir mi camino.
Muchas parejas se encontraban ahí, y yo me sentía tan sola. Era la típica chica de las películas que veía con odio a todas aquellos que mostraban un poco de afecto en público, y era como una egoísta que quería también tenerlo. ¿Cómo había podido llegar a este punto, en el cual parezco más patética?
Ni yo misma podía responder. Es que, simplemente era esa sensación de vacío en mi interior que era demasiado dañino para mí. Pero, ya estaba. Ya no había vuelta atrás y como una torpe idiota estoy pagando aquel enamoramiento mío, que al final, no fue como lo había imaginado, en lo absoluto.
Puedo sentir como un gran sonido se escucha a mi alrededor, y observó para mis costados, tal vez era de alguien de por ahí. Pero todos seguían como si nada, ¿Eran tontos o qué? Revoleo los ojos, a veces podía ponerme un poco irritante aunque así era yo las mayoría de las veces y nadie podía cambiarlo… Bueno, nadie menos él.
¡Oh basta Amelia! Deja de pensar en él, me digo a mí misma. Vaya, realmente podía afectar muchísimo. Hasta que me pierdo una vez más en aquel ruido que pensaba que era la alarma de un celular, aunque miro hacia más allá, levantando un poco mis pies para ganar un poco más de altura y puedo darme cuenta que a lo lejos se encontraba una gran fiesta. Leo como en un enorme cartel que titulaba: “Fiesta de los enamorados”; bueno, era notable que el destino me estaba dando todos estos golpes para darme cuenta que fue una completa estúpida al estar al lado de él.
Doy media vuelta y me encamino otra vez hacia mi casa, la que compartía con Thomas. Que, en realidad era mía, pero mientras esté buscando un trabajo se queda en la mía. Y como su hermana, me encuentro obligada a dejarlo allí.
Seguía sintiendo el gran volumen de la música, suponía que las parejas enamoradas estaban bailando. ¡Rayos! Era como que cada vez que analizaba las situaciones de los demás mostrándose algo de aprecio hacia el otro, lo relacionaba todo con los momentos vividos juntos. Pero, ya basta. No va a suceder otra vez. No, no y más no.
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Ya estaba casi por llegar a mi departamento, aunque al abrir me encuentro con una imagen algo comprometedora para Thomas. Se encontraba rodeado de dos mujeres, una estaba haciéndole algunas caricias en su cara y la otra muchacha le susurraba algo en el oído. Abrí los ojos muy grande ante aquella sorpresa, sabía perfectamente que él era un mujeriego pero jamás llegue a pensar que pasaría algo así.
— Oh bueno, esto es un poco embarazoso, creo — Podía burlarme en su cara sobre la situación, y aunque me encontraba algo sonrojada por aquello, estaba perfecta como para reírme un poco de su asombrada cara.
— ¡Amelia! Qué bueno encontrarte por aquí, ¿Cómo no me llamaste? — Me indagó con una sonrisa en su cara, pero podía notar como su boca sonreía como él quería pero por dentro estaba que quería matarme.
— ¿Y cómo no cerraste la puerta? — Contraataque yo, depositando despreocupadamente las llaves sobre una pequeña mesa de vidrio y luego me quitaba el abrigo. Sin esperar respuestas de Thomas, me voy hacia la cocina donde me dirijo directamente hacia la heladera y de ésta sacó una manzana. Al darme la vuelta, tengo enfrente mío a mi hermano, una persona despreocupada y feliz, pero también muy poco inteligente, por supuesto.
Estaba con una seria mirada, sus brazos estaban posicionados sobre su pecho, lo que lograba que sus músculos se notarán más. Le sonrio y paso por su lado, pero su gran mano me detiene en mi camino.
— ¿Adónde crees que vas, señorita?
— Supongo que a mi habitación, lejos de tus perras — Dí un mordisco a la manzana y luego me apoyo sobre el mueble que se encontraba detrás mío. Creía que esta conversación duraría poco, pero estaba preparada para todo. Total, ¿Quién sabe qué es lo que puede ocurrir?
— No las llames así, sólo estábamos conversando…
— Sí, seguro. Estaban hablando de donde sería el próximo canal que verían. ¿Me crees idiota, Thomas? — Lo observó fijamente, esperando esta vez alguna contestación de parte suya, pero nada sale —, bueno, parece que sí.
— ¡No! Quédate ahí, Amelia. Y te lo explicaré, pero no hagas ningún comentario más relacionado a ellas — Thomas lanzó una maldición y se fue de ahí. Es imposible no dirigirse hasta la puerta de la cocina para ver si podía llegar a escuchar algo. Aunque no logré oír casi nada, pude saber que se volverían a encontrar. Mañana.
Salgo de allí antes de que me encuentre husmeando donde no me llaman y no me percato de que él ya estaba allí cuando miraba la ventana, que en realidad observaba el afuera. Había una feria, en la cual se podía jugar con cualquier tipo de juegos y disfrutabas del momento, si bien no lo volví a recordar, pude acordarme de los momentos en los que pasábamos toda la familia, junta. Papá nos llevaba a cualquier tipo de feria en la que podíamos jugar, divertirnos sin nada de límites, pero todo acabo.
— ¿Amelia? ¿Me estás escuchando? — Muevo mi cabeza, y luego muerdo el interior de mi mejilla. No, no lo estaba escuchando.
— Lo siento, estaba en otra cosa. Si me disculpas… — Ya me dirigía a mi cuarto, pero una vez más el tonto de mi hermano tapaba mi camino a la salida.
— Pero, debo explicarte quienes eran.
Lo observe de una forma tan… Neutra. Lo que fuera de su vida amorosa, no tenía por qué importarme; tal vez, estaba siendo un poco sensible y recordar todo me estaba volviendo algo exagerada, pero necesitaba alejarme de todo.
— No, no te preocupes. ¿Sabes? Creo que todo lo que está sucediendo es por algo, aunque no me gusta nada.
— ¿Qué? ¿Te sucede algo, Amelia? — Pregunta Thomas con cierta seriedad, aunque supongo que quería tapar su gran preocupación o descontrol.
— Quiero decir, nada es como lo imagino. Todo va de mal en peor, y creo que todo esto, está ocurriendo para que pueda darse cuenta de algo.
— ¿Para que te des cuenta de qué?
— No lo sé, pero supongo que ya lo descubriré.
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Re: back to december. {colectiva}
Bueno, finalmente aquí está el capítulo. Siento la demora de un día completo(?) es que, primero que nada estaba sin inspiración y luego estaba algo confundida<333 kasjbdska so espero que les guste este capítulo caca xd<333 las quiero<3333333
disappear.
Re: back to december. {colectiva}
Esta hermoso me encanto, no se como voy a superar eso, pero me pondré a escribirlo, aunque lo tengo medio hecho.
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