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little white lies {reultados | nc}
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Re: little white lies {reultados | nc}
Ahora casi 1
JAJAJAJAJA Bueno, déjene bañarme y sigo .-. También te amo, Lore<3 aunque me hagas vulin por mi irresponsabilidad(????)
JAJAJAJAJA Bueno, déjene bañarme y sigo .-. También te amo, Lore<3 aunque me hagas vulin por mi irresponsabilidad(????)
Invitado
Invitado
Re: little white lies {reultados | nc}
1 hora!!!! más o menos... jeje
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I'm just not sure whether my heart is working. And yours is beating double time. Cole & Ro. New Rules
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Kida
---------
Re: little white lies {reultados | nc}
la verdad.. faltan 37 min...
pero digamos que sí, ;)
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I'm just not sure whether my heart is working. And yours is beating double time. Cole & Ro. New Rules
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Kida
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Re: little white lies {reultados | nc}
Ficha Aceptada.Sophia. escribió:
Nombre Completo:
Alaska Pennington Rowe.
Edad: (entre 16 y 18 años)
Diecisiete años.
Descripción psicológica:
¿No es preferible imponerse, mediante una seguridad inquebrantable, que hundirse en la cursilería y la sensibilidad enfermiza? Aunque los pensamientos de nuestra bella muchacha de potentes ojos azules apuntan principalmente a una racionalidad inigualable; Alaska tiende a mostrarse como una chica con una emotividad fuerte, conspiradora, que en algunos casos llega a evidenciarse casi epidérmica, tal cual lo hace el último pétalo de una flor que aún no ha terminado de marchitar ante la llegada de un atroz verano.
Alaska es una joven de pensamiento desbordado, y quizás por eso mismo realiza sus acciones como un pensador nato, las mantiene entre ceja y ceja, con el propósito de elevar cada uno de sus idealizaciones a una realización, aunque sus acciones nos resulten exitosas en a totalidad de los casos.
Por obvias razones, la estrepitosa mezcla entre las dos cualidades ya mencionadas —sensibilidad e inteligencia— no trae consigo buenos resultados. En más de una ocasión, se le puede observar periodos en los que cruza por estados de aparente depresión, destacando con ello la primera de ambas, y convirtiéndola asimismo solo en uno más de sus tantos defectos. Respeto a la segunda, podemos decir que muchos problemas no le ha causado en el trascurso de su vida; aunque claro, también debemos encuadrar a ello, que la inquietante —y en algunos casos hasta peligrosa— personalidad cambiante de Alaska durante el trascurso de su vida, ha excluido por completo éste aspecto, favoreciéndola a su vez.
El carácter de Alaska ha ido en un péndulo en todo momento: llegando hasta los extremos más alejados, y encontrándose en diversas ocasiones en un estado intermedio, en el que predominan mayormente los sentimientos y comportamientos turbios, que en este caso, se les vio algún día plasmados en aquel gran choque al que se vio enfrentada en los primeros años que vivió como adolescente. Durante sus primeros años de vida predominaron los sentimientos que derramaban ternura, mostrándola entonces, como el perfecto ejemplo de la niñita que se presta para estrujar sus mejillas con el ímpetu de una abuela. Conforme pasaron los años, su personalidad maduro —oh, claro que lo hizo—, con ella; respetando y haciéndose respetar, que no es para nada criticable; pero debemos resaltar el hecho, de que en ciertas situaciones se le podía ver cubierta por un aura que irradiaba misterio y falta de circunspección en la mayoría de los casos, la cual logro mantener de manera más o menos voluntaria.
¿A dónde se habían ido todos aquellos comportamientos y pensamientos, que en conjunto solo lograban hacerla aparentar ser nada más que una rara avis, cuando su neurosis solo apuntaba a la simple y más pura racionalidad? Nadie lo sabe, ya que, o bien no lo toman enserio, o simplemente no quieren mostrarse proclives a la tormentosa realidad en la que Alaska tiene la desgracia de vivir.
El historial imaginario que registra sus amistades, o simples compañías frecuentes, es nulo. Sus pensamientos e ideales la inclinan hacia la soledad misma; basta con mirarla unos pocos segundos para caer en cuenta, de que al ser un ser fuera de lo normal, sabe aprovecharse de ello más que a la perfección. En esto también entra su parte sentimental; a pesar de tener tendencias que la inclinan más que todo a la soledad, que en este caso se le podría considerar como «soledad de a dos». Quienquiera que la mire puede descifrar que no es más que otra alma apegada a las novelas: soñadora como ella sola, se ilusiona tanto con quimeras y utopías que tiene muchas dificultades para concretizar su sueño de ideal. Mala elección, Alaska.
Pero no se deben fiar de las apariencias. Aunque a los ojos de muchos, pueda llegar a mostrarse como un ser desarmado ante las diferentes problemáticas de la vida, se le debe tratar con cautela, ya que en aquellas situaciones que en verdad lo ameritan, su hipersensibilidad contribuye para ayudarla y darle rienda suelta a sus palabras, que en aquellos momentos, no son más que un gran cortejo de vituperios hacia cualquier ser que se encuentre a unos diez metros a la redonda. Por ello, cuenta con un temperamento aparentemente interiorizado, analítico y muy cerebral; su neurosis tiene mayor peso en el lado del materialismo, pero siguiendo con ese hilo concreto, que a final de cuentas no cree impedimento para vivir plenamente con aquellas dos orientaciones en su vida.
Lo que muy pocos en la faz de la Tierra han podido descubrir respecto a Alaska, es que dentro de toda su coraza multifacética y enigmática; es capaz de desbordar casi en exceso —si no fuera por el alto grado de sensibilidad que posee—, un altruismo proveniente de su misma naturaleza. Éste pequeño punto negro en la gran masa incolora nos permite encontrar a una jovencita protectora y apegada a los lazos que mantiene con sus allegados más cercanos a sí misma.
Pareja y rol:
Zayn Malik}Impredecible.
Escrito de tu autoría:¿Porqué quisieras quedar en la nc?:
- NC; SIXTEEN DEVILS:
No pasaron dos minutos para que el atónito silencio que se había instalado entre nosotros se disipara, tal cual lo hicieron las nubes, dejando al descubierto la imponente luna que colgaba en las alturas.
—¿Qué parte de «debemos mantenernos unidos», no comprenden? —nos preguntó Raissa, claramente exacerbada—. Momentos como estos son los que debemos mantener nuestras fuerzas unidas, protegiéndonos hasta de nuestros mismos demonios.
Keyla alzó ambos brazos cansinamente.
—¡Vamos! Todos sabemos lo que somos capaces de hacer, dejan de ser tan idiotas —dijo, sin ningún ápice de humor presente en el tono de su voz—. Podemos irnos a casa, cada uno sabrá entonces como defenderse.
Sus ojos recorren los cuerpos de los individuos que aún se encontraban presentas, implantando cierta cantidad de miedo ajena a la situación. Detuvo su mirada en sus dos amigos: Lucas y Louis. Ambos se miraron por un pequeño lapso, pero sus labios permanecieron sellados. Su mirada luego pasó por mi cuerpo.
«¡Claro! —pensé— ante la ausencia de Keira la va a tomar conmigo».
—¡Keyla! —ladró Raissa, dando un paso al frente—. No hagas eso. Esto es realmente importante.
—¿Qué?
Claro que sabía lo que estaba haciendo. Durante el poco tiempo que había podido analizarla minuciosamente, había comprendido fácilmente, que ella sabía utilizar a la perfección sus «dones», sacándoles un gran provecho propio.
El pequeño destello de tranquilidad, que segundos atrás había alumbrado, se esclareciera con ligereza. Aunque sea algo difícil de admitir, la presencia de Keira me provocaba cierto grado de tranquilidad. Pero, ahora que no estaba, su presencia había sido reemplazada por uno de los tan petulantes castaños que nos acompañaban, en mi caso por Connor.
—¿Qué se supone que debemos hacer ahora? —inquirió Alice, frotándose ambos brazos con las manos.
—Debemos encontrarlos. —El semblante (hasta ahora tranquilo) que mantenía Raissa se vio un poco desmoronado, incitándonos a creer que era solo por el efecto del frio. La inquietud claramente no hacía parte del comportamiento de ella, o mínimamente en aquellos casos, que eran los que nos habían dado la oportunidad de conocerla con simpleza—. Por el bien de todos nosotros, debemos encontrarlos.
Intenté ahogarme en el mar de mis pensamientos, aspirando a pasar inadvertida, como lo había hecho la gran parte de la noche. Las situaciones como esa, eran capaz de agobiarme casi por completo, y estaba segura que no halaría solo por mí misma si lo hubiera dicho en voz alta.
—¿Cómo sabremos dónde están? —preguntó Harry; provocando un ruidoso bufido por parte de la muchacha que se encontraba a su lado.
—Raissa…
La vi cerrar los ojos, casi como si estuviera librando una verdadera batalla en su interior. Tanto su mandíbula, como sus puños se tensaron, estos últimos cerrándose simultáneamente. Pronto, una sutil capa de sudor apareció, dándole a su rostro un aspecto perlado.
Noah, quien era el ser más próximo a la muchacha, trató de sostenerla con firmeza; con ayuda de Liam. La castaña se removió ente el par de brazos, incapaz de profesar alguna palabra concreta, o mínimamente algún tipo de exclamación al aire.
Veintidós segundos. Tan solo veintidós segundos más tarde, Raissa abrió los ojos. Mi mirada (al igual que la del resto de presentes) cayó inmediatamente sobre sus ojos; desabridos en un principio, para luego tomar un bello e impactante azul, que a la luz de la luna se le percibía como un verde fulgente.
—No… No sé con exactitud qué es lo que ocurre —masculló entre dientes—; mis pensamientos están aparentemente bloqueados.
—Vamos Raissa, sabes que tú eres la única que puede localizarlos así de fácil —bramé, chasqueando mis dedos frente a sus ojos.
¿Qué acaso no podía invertir los hechos a nuestro favor en un parpadeo? Bien, justo cuando por un momento mi neurosis me había obligado a profesar la información que todo el tiempo nos habían suministrado, cae la tormenta sobre nosotros, acompañada de rayos; suprimiendo todo rasgo de tranquilidad del aire; casi haciéndonos implorar por clemencia.
Caminé unos pasos, dejandome embriagar por mis pensamientos.
Desvié mi camino, para observar la magnitud que la ciudad imponía ante nuestros ojos. Quizá nunca me había dado el tiempo de apreciarlo como se debía, enfrascada vagamente en la pequeña burbuja a la que solo unos días antes habían explotado sin ton ni son, viéndome enfrentada a un grupo de chicos aparentemente similares a mí, o al menos eso trataba de creer.
Mi mente divagó un sinnúmero de situaciones en mi infancia, encajando todos los pequeños cabos sueltos que llevaba conmigo desde aquella época. Siempre supe que las situaciones a la que alguna vez me había enfrentado no tenían lugar dentro de una realidad centrada en las explicaciones explicitas e informativas a más no poder.
También estaba entonces los recuerdos de Daniel (el estúpido chico que había sido el detonante que me llevó a descubrir mis poderes, aquella parte de mí que nunca la sentí propia, tal como lo demostraban otros de los afectados). Aquella extraña fotografía que me había brindado la información que mis pensamientos solicitaban en silencio, sin ningún ápice de divulgarlos.
—Bien —me dijo Connor, tomando asiento a mi lado—, al parecer las cosas no van mejor. Debemos encontrarlos, pero no podemos arriesgarnos a correr por allí separados. Como Raissa ya ha dicho, debemos mantenernos unidos.
—Bueno… —refunfuñé entre dientes, ante la falta de movimientos asertivos por nuestra parte.
—Solo queda esperar.
Bufé en repuesta, sellando mis labios después.
También estaba aún ese pequeño detalle: la gestión de la situación. Cada acción que realizáramos conllevaba una respuesta (la mayoría negativas, basándome en el cortejo de experiencias ya vividas). Tal vez si nos hubiéramos preocupado por nuestras acciones en un primer plano, las respuestas no habrían sido perjudiciales para nosotros, o mínimamente Charlotte seguiría ahí, a nuestro lado.
Mis manos se cerraron en torno a mi teléfono celular, después de la casi quincuagésima vez que la otra línea me cortaba de inmediato. Bien, para que Keira haya contestado su teléfono en una situación como aquella (enfatizando dicho momento), debía haber ocurrido algo.
Mis ojos observaron el aparato por unos cuantos segundos, para luego seguirlo en su recorrido a la nada, después de haberlo arrojado con el ímpetu de una jugadora de béisbol. Mi mirada siguió su recorrido, estancándose en la sombra negra alrededor de mi muñeca.
El dichoso brazalete de Keira, el cual había tomado días después de la estúpida fiesta. Al parecer, mis intenciones hasta el momento no habían recorrido la idea de devolvérselo, o bueno, no próximamente. Por alguna razón, mi razonamiento llegó al borde de mis pensamientos, terminado por arremeterse sobre mis acciones y tomar rápidamente el material trenzado en un extraño patrón que se encontraba alrededor de mi muñeca.
Estrujé con fuerza el material entre mis manos. De alguna manera (tal vez no del todo consiente), estaba segura de mi misma, y de mis poderes por ende.
La fuerza de la reacción me secó la boca, dejándome sin palabras.
» Tres siluetas aparecieron a mi vista, aunque no todas eran féminas, había un muchacho entre ellas. Claro, ¿quién más podría ser? Keira, Zayn y Charlotte. Mínimamente tenía la satisfacción de que se encontraban juntos, era algo bueno.
Las paredes eran de un color grisáceo, destruidas en ciertos puntos. El olor a rancio con una pizca de amoniaco, produjo un sabor bilioso en mi garganta. Era una especie de bodega, o eso esperaba yo.
De pronto, un largo cortejo de imágenes, paso antes mis ojos: la calle, totalmente desolada; las luces de las casas adornaban en la lejanía, tal vez demasiado lejanas; los pocos vehículos que habían esparcidos, eran grandes e imponentes, la mayoría con cierto estilo antiguo, dado por la gran cantidad de años sobre sus latas. Estaban en la zona industrial de la ciudad.
Un estruendo azotó la totalidad de la imagen. La destrucción inmediata del metal, hizo que mis oídos dolieran.
Tosí por instinto, tratando de retoma la compostura y continuar. Las cosas no iban nada bien, en definitiva.
La imagen en mi cabeza se vio más borrosa que en un comienzo, tejida entre líneas. Las voces también se distorsionaron, cosa que me hizo apretar con más ímpetu el brazalete; podía sentir mis uñas clavándose en el interior de mi mano. ¡Demonios!
La imagen desapareció, justo cuando mis ojos se abrieron, dejándome como última imagen presente, una borrosa mancha de agua.
—¿Estás bien? —me preguntó Connor, aun a mi lado—. Estas en un momento… ida.
Parpadeé. ¿Acaso había estado extasiada en mis pensamientos, mientras el sinfín de imágenes e reproducían en mi cabeza, aun con los ojos abiertos?
Humedecí mis labios antes de responder.
—Sí, yo… Sí, estoy bien—le respondí rápidamente—. Mejor que nunca.
Sus manos trazaron un recorrido desde el puente de su nariz, hasta su cabello. Un movimiento que denotó la fuerte presencia de nervios.
—¿Qué tienes ahí?
Dirigí mi vista a donde sus manos apuntaban: el brazalete.
—Es de Keira. Lo tomé prestado hace unos días, aun no se lo devuelvo.
Claramente, mi respuesta sin ningún ápice de ironía, tampoco sarcasmo no era de esperarse. Debía admitir que últimamente, la necesidad de mirar sobre su hombro, sintiéndome superior (de alguna manera) no me atraía tanto. Quizá debido a las situaciones recientes por las que habíamos enfrentado todos juntos. Todos estábamos cambiando, o al menos, abriendo nuestro pensamiento a ello.
La vaga idea de narrarle aquellas imágenes reproducidas en mi cabeza, era simplemente impensable. Aunque no cabía duda, que si continuábamos en ese mismo estado, la pesadilla sería interminable.
—¿Sabes? —Enfrenté su mirada—. Creo que ya sé dónde están.✖✖✖
Los pasos firmes de Raissa guiaron nuestro recorrido a pie.
Las instalaciones estaban más deterioradas que la vieja capilla que había cerca de casa. Y el infaltable olor a putrefacción estaba presente, tal cual lo había predicho. Nuevamente tuve que controlar el desagradable sabor bilioso que se instaló en mi garganta, seguro que no había sido la única.
«Bien —razoné—. Qué mejor lugar que uno donde nadie en su sano juicio estaría dispuesto a acercarse»
—¡Eh! ¡Manada de idiotas! —gritó Lucas, sonriendo—. La puerta está por aquí.
Rodé fugazmente los ojos. Todavía guardaba las ganas de arremeterme sobre él y dejarle un buen ojo morado. Aunque, pensándolo mejor, no sería una buena idea.
Caminamos en conjunto. A mi lado derecho estaba Alice, seguida por Noah, que torneaba su brazo alrededor del de su compañera. Más adelante estaba Louis, seguido por Keyla, la cual de vez en cuando no tenía problema en expresar la disconformidad que sentía en aquel momento. Bien, y a mi izquierda estaba Connor, ensimismado desde que habíamos partido.
El insufrible hedor seso una vez ingresamos por la puerta (la cual había crujido intensamente con el más simple movimiento). Las paredes eran grisáceas, al igual que el suelo, construidos ambos del más puro cemento recién hecho.
—¡Los estábamos esperando!
La gruesa e inusual voz nos sorprendió a todos. Venía acompañada de un extraño pitido, que produjo rápidamente un agudo dolor en mis odios.
De repente, un sinfín de sombras llenó el lugar, arremetiéndonos a cada uno por separado y estampándonos sobre las paredes.
Jadeé en respuesta, para después observar como una fina ola de oscuridad inundó lo que quedaba de luz.
La idea me pareció estupenda. Bien, siempre me ha gustado este tipo de fic’s en donde más que todo se basan en una red de mentiras o engaños, no lo sé, me recuerda a mis fic’s favoritos. Esa pizca de misterio que encierra el romance en los hechos del fic me hace querer escribir. Además, últimamente mi cabeza está llena de ideas para una trama de este tipo, incluso estaba pensando hacer un fic con esta temática pero el papel queda como anillo al dedo a lo que mi cerebro estaba ideando. Eso, además también considero que la trama en general está en pro de que se pueda llegar a un final. Y bueno, no se puede dejar de lado el hecho de que todas la chicas escriben estupendamente, y me gustaría escribir con ellas.
skjdvnskdv Sofy, sorry por al demora ;-; Tu ficha me ha dejado sin palabras. Es muy obvio que sí te esmeraste en hacerla, y te salió genial. La personalidad de Alaska es tan... indescriptible bc no sé qué decir .-. Más que la describiste a la perfección<3333 El nombre es magnífico, tu redacción increíble, tu ortografía perfecta, tu gramática impresionante. No sé que más decir, solo que estás super aceptada<3
El cap qué bueno que vos aceptaste el puesto bc a mí nunca me habría salido así(? <3333 ¡Mucha suerte! Ya estás participando y en unos minutos los resultados<3
Invitado
Invitado
Re: little white lies {reultados | nc}
15 minutos!!
pero debe alimentarse... so, te espero
pero debe alimentarse... so, te espero
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I'm just not sure whether my heart is working. And yours is beating double time. Cole & Ro. New Rules
I'm just not sure whether my heart is working. And yours is beating double time. Cole & Ro. New Rules
Kida
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Re: little white lies {reultados | nc}
2 min... pero anda comiendo... ya parezco radio reloj!!
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