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little white lies {reultados | nc}
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Re: little white lies {reultados | nc}
Debby, me olvidé de preguntarte: ¿Cuando cierran las inscripciones?
Cami
Re: little white lies {reultados | nc}
✖Nombre Completo:
Holly Marie White.
✖Edad: (entre 16 y 18 años)
17 años.
✖Descripción psicológica:
Llevarse mal con Holly es una misión prácticamente imposible. Ella es una chica encantadora, siempre con una sonrisa en los labios y una actitud positiva hacia el mundo. Que se comporte de esa forma no significa precisamente que sea ingenua, al contrario; ha pasado por lo suficiente para saber que el mundo no es de color de rosa, pero está convencida que si uno es negativo, nunca podrá disfrutar de las buenas cosas que ofrece la vida.
Si la viéramos en el ámbito amistoso, es una persona que lo da todo para los amigos que aprecia. Sabe hacer la diferencia entre aquellos que la quieren de verdad y aquellos que la quieren por interés. Con estos últimos, procure mantener las distancias sin perder su actitud y educación, mientras que sus verdaderos amigos son prácticamente como su familia. Es leal hasta la muerte, nunca revelaría un secreto que se ha comprometido mantener. Tiene la tendencia de pensar en los demás antes que en sí misma, pero afortunadamente, ha conseguido salvarse de situaciones que podían comprometerla a ella por defender personas que no merecían la pena.
En el aspecto amoroso, su experiencia es muy poca, para no decir casi inexistente. Sus otros compromisos más importantes han hecho que no tenga mucho tiempo para dedicárselo al amor, y de hecho, no es que le haga falta exactamente. Quizás la causa de que piense eso es que aun no ha encontrado la persona indicada, pero sinceramente, ella está segura que nunca lo hará, y mentalmente, ha planeado su futuro como una persona que no piensa crear una familia. Aunque muy en el fondo, le gustaría poder experimentar ese amor loco y desenfrenado que se describe en los libros, lo ha dado por seguro que eso no pasara y ha dejado de preocuparse por ese aspecto de su vida.
A pesar de todo, Holly tiene pasión por lo que hace. A cada tarea que empieza le pone su mejor esfuerzo, trabajando mucho para conseguir el mejor resultado posible. Se considera afortunada de haber descubierto lo que realmente le apasiona en esta vida, y se dedica cada día a ello, procurando hacerlo de la mejor manera posible.
Ella se esfuerza cada día por ser una persona mejor, pero eso no significa que no tenga sus defectos. Los tiene, y bastante marcados. Primero que todo, es una persona muy insistente, y hay muchos que consideran eso como una acción que da molestia, ya que no se rinde antes de conseguir lo que se ha propuesto. Por el otro lado, a pesar de ser una chica muy inteligente, hay situación en las cuales actúa impulsivamente, y eso, la ha metido en problemas por más de una vez.
✖Pareja y rol:
Liam Payne | Bipolaridad.
✖Escrito de tu autoría:
debs, esas preguntas no son de Dios:c creo que esta nc es original, como todas las nc's que has hecho y omg, de verdad me emocionaria escribir sobre una idea como esta, ya me imagino a liam asi bien bipolar con holly y omg, traigo muchas ideas<3 :A:simplemente me encanto la nc, no lo digo por decir debs, sabes que ana no miente(?) solo con algunas cositas e.e pero este no es el caso. no puedo darte razones para que yo quede bc todas las chicas aqui tenemos la misma posibilidad y siento que toda la desicion es tuya c: ilysm debs<3
Holly Marie White.
✖Edad: (entre 16 y 18 años)
17 años.
✖Descripción psicológica:
Llevarse mal con Holly es una misión prácticamente imposible. Ella es una chica encantadora, siempre con una sonrisa en los labios y una actitud positiva hacia el mundo. Que se comporte de esa forma no significa precisamente que sea ingenua, al contrario; ha pasado por lo suficiente para saber que el mundo no es de color de rosa, pero está convencida que si uno es negativo, nunca podrá disfrutar de las buenas cosas que ofrece la vida.
Si la viéramos en el ámbito amistoso, es una persona que lo da todo para los amigos que aprecia. Sabe hacer la diferencia entre aquellos que la quieren de verdad y aquellos que la quieren por interés. Con estos últimos, procure mantener las distancias sin perder su actitud y educación, mientras que sus verdaderos amigos son prácticamente como su familia. Es leal hasta la muerte, nunca revelaría un secreto que se ha comprometido mantener. Tiene la tendencia de pensar en los demás antes que en sí misma, pero afortunadamente, ha conseguido salvarse de situaciones que podían comprometerla a ella por defender personas que no merecían la pena.
En el aspecto amoroso, su experiencia es muy poca, para no decir casi inexistente. Sus otros compromisos más importantes han hecho que no tenga mucho tiempo para dedicárselo al amor, y de hecho, no es que le haga falta exactamente. Quizás la causa de que piense eso es que aun no ha encontrado la persona indicada, pero sinceramente, ella está segura que nunca lo hará, y mentalmente, ha planeado su futuro como una persona que no piensa crear una familia. Aunque muy en el fondo, le gustaría poder experimentar ese amor loco y desenfrenado que se describe en los libros, lo ha dado por seguro que eso no pasara y ha dejado de preocuparse por ese aspecto de su vida.
A pesar de todo, Holly tiene pasión por lo que hace. A cada tarea que empieza le pone su mejor esfuerzo, trabajando mucho para conseguir el mejor resultado posible. Se considera afortunada de haber descubierto lo que realmente le apasiona en esta vida, y se dedica cada día a ello, procurando hacerlo de la mejor manera posible.
Ella se esfuerza cada día por ser una persona mejor, pero eso no significa que no tenga sus defectos. Los tiene, y bastante marcados. Primero que todo, es una persona muy insistente, y hay muchos que consideran eso como una acción que da molestia, ya que no se rinde antes de conseguir lo que se ha propuesto. Por el otro lado, a pesar de ser una chica muy inteligente, hay situación en las cuales actúa impulsivamente, y eso, la ha metido en problemas por más de una vez.
✖Pareja y rol:
Liam Payne | Bipolaridad.
✖Escrito de tu autoría:
- Pca | | Capítulo 09:
Seguía algo deprimida por lo que paso con Niall, pero no podía deprimirme toda la vida por un muchacho que me dejo plantada, esas son el tipo de cosas que alguien como yo debería superar por mas doloroso que haya sido. ¿Pero que cosas digo? Ja, sobretodo por que tengo experiencia en sufrimiento, si claro. Caminaba hacia mi clase de Física, cuanto amaba Física, hay gente que no lo soporta pero para mi es entretenido y demasiado fácil, llegaría temprano, eso era seguro, siempre soy responsable con cualquier cosa que me pidan y llegar temprano a clases, no es la excepción. Estaba tarareando una canción, siendo específica, era Iris de los Goo Goo Dolls, la amaba y muchas veces me sentía identificada con ella. Sonreí inconscientemente cuando sentí que alguien me jalaba del brazo con mucha fuerza, lo único que salió de mi boca fue un gemido de dolor.
— ¡Auch! —me sobe el brazo, había dolido— ¿Por que has hecho eso? —dije indignada volteando a ver a la persona que me habia agarrado el brazo. Efectivamente, era un chico alto con pelo negro y ojos color avellana, ¿Quien era?
— Lo siento, no pensé en lo que hacia —se disculpo rapidamente, simplemente asentí con la cabeza y seguí sobándome el brazo— Soy amigo de Niall, me llamo Zayn —¿con que amigo de Niall? tendió su mano hacia mi y yo la acepte gustosa, por lo menos era amable.
— Si, un gusto conocerte Zayn —dije con una mueca.
— Igualmente, pero el punto es que vine especialmente para explicarte por que Niall no llego a su cita —iba a hablar pero me interrumpió— El no vino porque tenia miedo de que no le creyeras y que mejor que uno de sus mejores amigos lo explicara detalladamente. La cosa fue que, ese mismo día, el maestro de Matemáticas castigo a Niall por que no ponía atención en clase —espere a que prosiguiera— El muy injusto, dejo a Niall limpiar el aula de Matemáticas y Química toda la noche, el estaba muy decepcionado de si mismo.
— ¿Y por que no me mando ni si quiera un mensaje, avisándome lo que paso?
— Eso es otra cosa, lo olvido en nuestro cuarto y estaba sin pila cuando llego —no sabia si creerle o no.
— ¿Por que debería creerte? —dije algo incrédula. El solo suspiro y agacho la mirada.
— El deberás esta ilusionado en salir contigo Emily, no te pido que seas su novia, simplemente que le des otra oportunidad y créeme que te demostrara que enserio vale la pena —me quede muda y de nuevo, solo asentí. El se fue y yo me quede sola, necesitaba pensar muy bien las cosas.♡
¿Como llegue aquí? Ahora me encontraba enfrente de la puerta del cuarto de Niall y ya no había marcha atrás, llevo mas de 20 minutos parada discutiendo conmigo misma, estaba en el debate de tocar la puerta o no. Dios, era una estúpida, como desearía que Fran llegara y me ayudara en este tipo de situación, sus consejos eran los mejores, ademas ella es mucho mas valiente que yo y ella si se atrevería a tocar la puerta y reprochar o toda la cosa, luego esta Des, ella simplemente tumbaría la puerta sin importarle que, pero este no era el caso. Sigo sin creer lo que le hizo a Niall, seguramente su reputación ya está arruinada. Los chicos pasaban y me miraban raro ya que era raro ver a una chica parada sin hacer nada frente a una puerta. Levante la mano decidida en tocar y cuando menos me lo espere, la puerta había sido abierta y note a un Niall con el uniforme de football viéndome sorprendido. Hice una mueca rara y me atreví a hablar.
— Eh, hola Niall —solté una risa nerviosa— Tu amigo Zayn, me contó lo que paso el otro día y bueno yo... —empece a jugar con mis dedos, no podía mirarlo a los ojos— Yo mal intérprete todas las cosas y venia a pedirte una disculpa, por eso y bueno porque Destiny te dejo en ridículo frente a mucha gente, lo siento —baje la mirada.
— ¡No! Emily, tu no deberías disculparte, el único estúpido aquí soy yo, no te llame ni una sola vez, no te mande mensajes y ¡ah! estoy demasiado enojado conmigo mismo por que no te lo merecías Em, simplemente no te lo merecías —note el arrepentimiento en su voz, tome una mano suya y la acaricie delicadamente, todos alrededor notaban la escena pero por primera vez en mi vida, no le di importancia.
— No te preocupes Nialler —al escuchar que lo llame así, el esbozo una perfecta sonrisa— Y si te preguntabas ya estas perdonado, te voy a dar una oportunidad, solo no me vayas a desilusionar ¿si? Por que enserio, no quiero odiarte —le dedique una pequeña sonrisa, el avanzo hacia mi y me abrazo fuertemente, le correspondí el abrazo y aspire el aroma de su colonia, me podría quedar así todo un año entero, me dio un pequeño beso en la mejilla y yo solo me sonroje, el solo susurraba —No te defraudare—.♡
Acompañe a Niall a su entrenamiento de football y tengo que admitir que se veía aun mas atractivo de lo que es, no pude evitar morderme el labio, cada que el podía, volteaba a verme y me mandaba besos al aire a lo que yo solo me reía y se los mandaba igual, tuve que dejar de mirarlo por que sentí mi celular vibrar, seguramente era una de las chicas.
— ¿Sí? —conteste.
— ¡Emilia! Soy Fran, ¿tienes planes esta noche, cariño? —sentí como Fran sonreía desde el otro lado de la linea.
— No, Fran. ¿Por qué?
— Hace un rato Liam me propuso salir con ustedes y unos amigos suyos a dar una vuelta por el campus. Es genial, ¿a que sí?
— Es una idea estupenda. Coméntale que Niall también irá —dije, algo nerviosa, seguramente el estaría ocupado pero luego le pregunto.
— ¡Claro que sí! ¿Le avisas a Des? —contesto.
— Ya voy saliendo para los dormitorios y sí, ok. Te quiero, dulzura —le conteste, lo de los dormitorios no era cierto, pero le avisaría a Niall y luego le diría a Des.
Acabo la llamada y me pare de las gradas para dirigirme hacia Niall, le hice unas señas para que viniera. Le conté la idea y el gustoso acepto, sentí un alivio al saber que no estaría sola, ya que si Niall no iba, probablemente iba a sobrar entre las parejas y ademas no conocía a los amigos de Liam y todos saben que soy demasiado reservada. Me despedí de Niall para poder avisarle a Des, no sabia si estaba en el cuarto así que mejor opte por buscarla en el campus, la cafetería, nada. La librería, pff, ella no podría estar ahí. La sala de chicas...¡BINGO! Estaba sentada, con sus audífonos puestos, corrí hacia ella y me le aventé.
—¡Emily! —comento emocionada.
— ¡Des! —respondí de la misma manera— Mira, Liam propuso salir con nosotras y unos amigos suyos a dar una vuelta por el campus, yo invite a Nialler y tu podrás invitar a Logan —le dije con una mirada picara.
— Woah, ¿de que me perdí? ¿Desde cuando Niall y tu están reconciliados? y por favor ¿Yo y Logan? ¿Por que lo invitaría? —cuestiono confundida e incrédula a la vez.
— Absolutamente mucho, luego te cuento, si Des, tu y Logan, ambas sabemos que mueres por el —le dije respondiendo sus preguntas en orden.
— No muero por el ¿si?
—Lo que tu digas Des, háblale de una buena vez o le diré a Fran que lo haga—ambas sabíamos que Fran si se atrevía. Lo único que hizo fue suspirar resignada.
— Luego le hablo ¿de acuerdo? A veces puedes ser muy molesta —solo le saque la lengua y di saltitos de la emoción.
— ¡Yo se que tu me amas! —grite cuando ya estaba dirigiéndome a la salida, hoy seria una muy larga noche.
debs, esas preguntas no son de Dios:c creo que esta nc es original, como todas las nc's que has hecho y omg, de verdad me emocionaria escribir sobre una idea como esta, ya me imagino a liam asi bien bipolar con holly y omg, traigo muchas ideas<3 :A:simplemente me encanto la nc, no lo digo por decir debs, sabes que ana no miente(?) solo con algunas cositas e.e pero este no es el caso. no puedo darte razones para que yo quede bc todas las chicas aqui tenemos la misma posibilidad y siento que toda la desicion es tuya c: ilysm debs<3
tenshittae
Re: little white lies {reultados | nc}
Depende cuánto tiempo necesiten, pero creo que para Navidad o Año Nuevo estaría cerrando ccc:Cami escribió:Debby, me olvidé de preguntarte: ¿Cuando cierran las inscripciones?
Invitado
Invitado
Re: little white lies {reultados | nc}
Ficha Aceptada.Alouette. escribió:-
¿Porqué quisieras quedar en la nc?:
Sinceramente porque me llamó muchísimo la atención desde que leí el título, y al leer la sinopsis fue cuando vi que iba a tener una oportunidad de usar la descripción psicológica de arriba con el personaje de Zayn {de hecho me fije en él desde el principio} y además me gustaría estar en una novela colectiva con escritoras totalmente desconocidas para mi {o sea, que no he estado en alguna novela colectiva con ellas, o que si haya estado pero que la novela no tuvo mucho éxito} así que enserio me gustaría estar c:[/size][/justify]
Seguiré editando la descripción psicológica c:
omg. omg. ogm Ay, Steph xd la ficha realmente me enamoró. Cheryl es tan tierna, vulnerable. Zayn debería ser cuidadoso con ella :ccc Me encantó esa personalidad, es la que siempre me ha gustado para alguien como Zayn c: más si ahora cumple el rol de impredecible xddd Y el capítulo *-* sin errores, totalmente perfecto. Creo que me pasaré por esa fic( en fin, estás super aceptada, ¡mucha suerte!
Invitado
Invitado
Re: little white lies {reultados | nc}
Ficha Aceptada.smileformejai. escribió:
✖Nombre Completo:
Holly Marie White.
✖Edad: (entre 16 y 18 años)
17 años.
✖Descripción psicológica:
Llevarse mal con Holly es una misión prácticamente imposible. Ella es una chica encantadora, siempre con una sonrisa en los labios y una actitud positiva hacia el mundo. Que se comporte de esa forma no significa precisamente que sea ingenua, al contrario; ha pasado por lo suficiente para saber que el mundo no es de color de rosa, pero está convencida que si uno es negativo, nunca podrá disfrutar de las buenas cosas que ofrece la vida.
Si la viéramos en el ámbito amistoso, es una persona que lo da todo para los amigos que aprecia. Sabe hacer la diferencia entre aquellos que la quieren de verdad y aquellos que la quieren por interés. Con estos últimos, procure mantener las distancias sin perder su actitud y educación, mientras que sus verdaderos amigos son prácticamente como su familia. Es leal hasta la muerte, nunca revelaría un secreto que se ha comprometido mantener. Tiene la tendencia de pensar en los demás antes que en sí misma, pero afortunadamente, ha conseguido salvarse de situaciones que podían comprometerla a ella por defender personas que no merecían la pena.
En el aspecto amoroso, su experiencia es muy poca, para no decir casi inexistente. Sus otros compromisos más importantes han hecho que no tenga mucho tiempo para dedicárselo al amor, y de hecho, no es que le haga falta exactamente. Quizás la causa de que piense eso es que aun no ha encontrado la persona indicada, pero sinceramente, ella está segura que nunca lo hará, y mentalmente, ha planeado su futuro como una persona que no piensa crear una familia. Aunque muy en el fondo, le gustaría poder experimentar ese amor loco y desenfrenado que se describe en los libros, lo ha dado por seguro que eso no pasara y ha dejado de preocuparse por ese aspecto de su vida.
A pesar de todo, Holly tiene pasión por lo que hace. A cada tarea que empieza le pone su mejor esfuerzo, trabajando mucho para conseguir el mejor resultado posible. Se considera afortunada de haber descubierto lo que realmente le apasiona en esta vida, y se dedica cada día a ello, procurando hacerlo de la mejor manera posible.
Ella se esfuerza cada día por ser una persona mejor, pero eso no significa que no tenga sus defectos. Los tiene, y bastante marcados. Primero que todo, es una persona muy insistente, y hay muchos que consideran eso como una acción que da molestia, ya que no se rinde antes de conseguir lo que se ha propuesto. Por el otro lado, a pesar de ser una chica muy inteligente, hay situación en las cuales actúa impulsivamente, y eso, la ha metido en problemas por más de una vez.
✖Pareja y rol:
Liam Payne | Bipolaridad.
✖Escrito de tu autoría:✖¿Porqué quisieras quedar en la nc?:
- Pca | | Capítulo 09:
Seguía algo deprimida por lo que paso con Niall, pero no podía deprimirme toda la vida por un muchacho que me dejo plantada, esas son el tipo de cosas que alguien como yo debería superar por mas doloroso que haya sido. ¿Pero que cosas digo? Ja, sobretodo por que tengo experiencia en sufrimiento, si claro. Caminaba hacia mi clase de Física, cuanto amaba Física, hay gente que no lo soporta pero para mi es entretenido y demasiado fácil, llegaría temprano, eso era seguro, siempre soy responsable con cualquier cosa que me pidan y llegar temprano a clases, no es la excepción. Estaba tarareando una canción, siendo específica, era Iris de los Goo Goo Dolls, la amaba y muchas veces me sentía identificada con ella. Sonreí inconscientemente cuando sentí que alguien me jalaba del brazo con mucha fuerza, lo único que salió de mi boca fue un gemido de dolor.
— ¡Auch! —me sobe el brazo, había dolido— ¿Por que has hecho eso? —dije indignada volteando a ver a la persona que me habia agarrado el brazo. Efectivamente, era un chico alto con pelo negro y ojos color avellana, ¿Quien era?
— Lo siento, no pensé en lo que hacia —se disculpo rapidamente, simplemente asentí con la cabeza y seguí sobándome el brazo— Soy amigo de Niall, me llamo Zayn —¿con que amigo de Niall? tendió su mano hacia mi y yo la acepte gustosa, por lo menos era amable.
— Si, un gusto conocerte Zayn —dije con una mueca.
— Igualmente, pero el punto es que vine especialmente para explicarte por que Niall no llego a su cita —iba a hablar pero me interrumpió— El no vino porque tenia miedo de que no le creyeras y que mejor que uno de sus mejores amigos lo explicara detalladamente. La cosa fue que, ese mismo día, el maestro de Matemáticas castigo a Niall por que no ponía atención en clase —espere a que prosiguiera— El muy injusto, dejo a Niall limpiar el aula de Matemáticas y Química toda la noche, el estaba muy decepcionado de si mismo.
— ¿Y por que no me mando ni si quiera un mensaje, avisándome lo que paso?
— Eso es otra cosa, lo olvido en nuestro cuarto y estaba sin pila cuando llego —no sabia si creerle o no.
— ¿Por que debería creerte? —dije algo incrédula. El solo suspiro y agacho la mirada.
— El deberás esta ilusionado en salir contigo Emily, no te pido que seas su novia, simplemente que le des otra oportunidad y créeme que te demostrara que enserio vale la pena —me quede muda y de nuevo, solo asentí. El se fue y yo me quede sola, necesitaba pensar muy bien las cosas.♡
¿Como llegue aquí? Ahora me encontraba enfrente de la puerta del cuarto de Niall y ya no había marcha atrás, llevo mas de 20 minutos parada discutiendo conmigo misma, estaba en el debate de tocar la puerta o no. Dios, era una estúpida, como desearía que Fran llegara y me ayudara en este tipo de situación, sus consejos eran los mejores, ademas ella es mucho mas valiente que yo y ella si se atrevería a tocar la puerta y reprochar o toda la cosa, luego esta Des, ella simplemente tumbaría la puerta sin importarle que, pero este no era el caso. Sigo sin creer lo que le hizo a Niall, seguramente su reputación ya está arruinada. Los chicos pasaban y me miraban raro ya que era raro ver a una chica parada sin hacer nada frente a una puerta. Levante la mano decidida en tocar y cuando menos me lo espere, la puerta había sido abierta y note a un Niall con el uniforme de football viéndome sorprendido. Hice una mueca rara y me atreví a hablar.
— Eh, hola Niall —solté una risa nerviosa— Tu amigo Zayn, me contó lo que paso el otro día y bueno yo... —empece a jugar con mis dedos, no podía mirarlo a los ojos— Yo mal intérprete todas las cosas y venia a pedirte una disculpa, por eso y bueno porque Destiny te dejo en ridículo frente a mucha gente, lo siento —baje la mirada.
— ¡No! Emily, tu no deberías disculparte, el único estúpido aquí soy yo, no te llame ni una sola vez, no te mande mensajes y ¡ah! estoy demasiado enojado conmigo mismo por que no te lo merecías Em, simplemente no te lo merecías —note el arrepentimiento en su voz, tome una mano suya y la acaricie delicadamente, todos alrededor notaban la escena pero por primera vez en mi vida, no le di importancia.
— No te preocupes Nialler —al escuchar que lo llame así, el esbozo una perfecta sonrisa— Y si te preguntabas ya estas perdonado, te voy a dar una oportunidad, solo no me vayas a desilusionar ¿si? Por que enserio, no quiero odiarte —le dedique una pequeña sonrisa, el avanzo hacia mi y me abrazo fuertemente, le correspondí el abrazo y aspire el aroma de su colonia, me podría quedar así todo un año entero, me dio un pequeño beso en la mejilla y yo solo me sonroje, el solo susurraba —No te defraudare—.♡
Acompañe a Niall a su entrenamiento de football y tengo que admitir que se veía aun mas atractivo de lo que es, no pude evitar morderme el labio, cada que el podía, volteaba a verme y me mandaba besos al aire a lo que yo solo me reía y se los mandaba igual, tuve que dejar de mirarlo por que sentí mi celular vibrar, seguramente era una de las chicas.
— ¿Sí? —conteste.
— ¡Emilia! Soy Fran, ¿tienes planes esta noche, cariño? —sentí como Fran sonreía desde el otro lado de la linea.
— No, Fran. ¿Por qué?
— Hace un rato Liam me propuso salir con ustedes y unos amigos suyos a dar una vuelta por el campus. Es genial, ¿a que sí?
— Es una idea estupenda. Coméntale que Niall también irá —dije, algo nerviosa, seguramente el estaría ocupado pero luego le pregunto.
— ¡Claro que sí! ¿Le avisas a Des? —contesto.
— Ya voy saliendo para los dormitorios y sí, ok. Te quiero, dulzura —le conteste, lo de los dormitorios no era cierto, pero le avisaría a Niall y luego le diría a Des.
Acabo la llamada y me pare de las gradas para dirigirme hacia Niall, le hice unas señas para que viniera. Le conté la idea y el gustoso acepto, sentí un alivio al saber que no estaría sola, ya que si Niall no iba, probablemente iba a sobrar entre las parejas y ademas no conocía a los amigos de Liam y todos saben que soy demasiado reservada. Me despedí de Niall para poder avisarle a Des, no sabia si estaba en el cuarto así que mejor opte por buscarla en el campus, la cafetería, nada. La librería, pff, ella no podría estar ahí. La sala de chicas...¡BINGO! Estaba sentada, con sus audífonos puestos, corrí hacia ella y me le aventé.
—¡Emily! —comento emocionada.
— ¡Des! —respondí de la misma manera— Mira, Liam propuso salir con nosotras y unos amigos suyos a dar una vuelta por el campus, yo invite a Nialler y tu podrás invitar a Logan —le dije con una mirada picara.
— Woah, ¿de que me perdí? ¿Desde cuando Niall y tu están reconciliados? y por favor ¿Yo y Logan? ¿Por que lo invitaría? —cuestiono confundida e incrédula a la vez.
— Absolutamente mucho, luego te cuento, si Des, tu y Logan, ambas sabemos que mueres por el —le dije respondiendo sus preguntas en orden.
— No muero por el ¿si?
—Lo que tu digas Des, háblale de una buena vez o le diré a Fran que lo haga—ambas sabíamos que Fran si se atrevía. Lo único que hizo fue suspirar resignada.
— Luego le hablo ¿de acuerdo? A veces puedes ser muy molesta —solo le saque la lengua y di saltitos de la emoción.
— ¡Yo se que tu me amas! —grite cuando ya estaba dirigiéndome a la salida, hoy seria una muy larga noche.
debs, esas preguntas no son de Dios:c creo que esta nc es original, como todas las nc's que has hecho y omg, de verdad me emocionaria escribir sobre una idea como esta, ya me imagino a liam asi bien bipolar con holly y omg, traigo muchas ideas<3 :A:simplemente me encanto la nc, no lo digo por decir debs, sabes que ana no miente(?) solo con algunas cositas e.e pero este no es el caso. no puedo darte razones para que yo quede bc todas las chicas aqui tenemos la misma posibilidad y siento que toda la desicion es tuya c: ilysm debs<3
Ani *-* Plz, el cap no es necesario xd he leído miles de caps tuyos xdd ¡Tu ficha me dejó encantada con Holly! Las personalidades tiernas que están creando me vuelven loca :c jhdisuehsjk Tu redacción es impecable y lo sabes<333 Ella es muy buena persona y se nota, además ¡Lethany! asjkasjk sabes que adoro ese ship<3
Me encantó tu ficha y la personalidad de Holly, imagino que en la historia que has planeado sufrirá mucho, ¿Verdad? :ccc Bueno, estás más que aceptada, muchísima suerte<3333
Invitado
Invitado
Re: little white lies {reultados | nc}
Dios, página 9 y casi tengo fichas para todos los pj's. :OO
Manden fichas para el artista<33333
Manden fichas para el artista<33333
Invitado
Invitado
"terminada" ♡
✖Nombre Completo:
Victoria Julianne Grace Lynchmore.
✖Edad: (entre 16 y 18 años)
18 años.
✖Descripción psicológica:
Una chica soñadora con altas expectativas de vida que cualquiera consideraría extrañas, aunque en realidad, a ella no le interesa.
Victoria es una chica a la cual suelen comparar con un objeto; el diamante. Transparente, brillante, y con solo dedicarte una sonrisa puede mejorar tu rutina. Su madre suele describirla como una luz en la oscuridad que poco a poco va iluminando todo a su paso.
Vicky es una bendición en todo sentido. Tiene un carácter dulce e irresistible. Suele sonreír a menudo sin siquiera darse cuenta, ya que su ideología de vida es que a pesar de los problemas debes ver el lado positivo. Muchos suelen decir que es tierna y buena persona, aunque ella simplemente considera que hace “lo que cualquier persona debería hacer”.
Muchas veces no la toman en serio debido a su positividad y alegría constante, hecho que le molesta, porque en realidad, Victoria es una chica muy inteligente. Gran pensadora, además de que suele ocupar la lógica en todo momento y posee una mente activa. Y como es bastante querida, por otro lado es bastante odiada. Y el hecho de que la chica sea tan vulnerable como es lo hace peor, ya que ella no se defenderá.
No tiene la valentía suficiente para hacerse respetar. Siempre ha sido una chica tímida que prefiere la felicidad de otras personas por sobre la suya. No le importa sufrir por las personas que ama, aunque no debería ser así.
Por muy alegre y simpática que sea, es bastante cerrada, pero lo disimula muy bien. No le gusta que la conozcan en realidad. Una chica rota, incomprendida y perdida. Eso es ella tras su falsa positividad.
Le dicen a menudo que es buena consejera, aunque ella opina que solo da a conocer su punto de vista.
Y sí, Victoria tiene un autoestima muy bajo. Ella dice no hacer nada bien, no sentirse a gusto consigo mismo, y aunque no le creen; es cierto.
Está muchacha es tan frágil que en cualquier momento se puede romper, aunque no le gusta hacerlo, ya que siente que genera lástima. Algo que detesta, ya que odia la hipocresía.
Aparte de aquello, Vicky tiene un carácter optimista y esforzado. Piensa que si te esfuerzas, lo puedes lograr.
Puedes hablar de ella de cualquier tema ya que siempre tendrá un punto de vista basado en hechos y será concreta. Está informada de temas acerca de la política actual y antigua, pero por sobre todo, ella mostrará su punto de vista -Sin faltarte el respeto obviamente- y si eres de su agrado. Porque con alguna persona que podría burlarse de ella, no conversará. O al menos intentará no hacerlo.
Tiene la ilusión de algún día conocer a su príncipe azul. Está muy ilusionada respecto a esto. Cree en el amor verdadero y en que todos los chicos son como los de los libros. Terrible, Victoria.
✖Pareja y rol:
Sam Claflin. | Insensibilidad.
✖Escrito de tu autoría:
Victoria Julianne Grace Lynchmore.
✖Edad: (entre 16 y 18 años)
18 años.
✖Descripción psicológica:
Una chica soñadora con altas expectativas de vida que cualquiera consideraría extrañas, aunque en realidad, a ella no le interesa.
Victoria es una chica a la cual suelen comparar con un objeto; el diamante. Transparente, brillante, y con solo dedicarte una sonrisa puede mejorar tu rutina. Su madre suele describirla como una luz en la oscuridad que poco a poco va iluminando todo a su paso.
Vicky es una bendición en todo sentido. Tiene un carácter dulce e irresistible. Suele sonreír a menudo sin siquiera darse cuenta, ya que su ideología de vida es que a pesar de los problemas debes ver el lado positivo. Muchos suelen decir que es tierna y buena persona, aunque ella simplemente considera que hace “lo que cualquier persona debería hacer”.
Muchas veces no la toman en serio debido a su positividad y alegría constante, hecho que le molesta, porque en realidad, Victoria es una chica muy inteligente. Gran pensadora, además de que suele ocupar la lógica en todo momento y posee una mente activa. Y como es bastante querida, por otro lado es bastante odiada. Y el hecho de que la chica sea tan vulnerable como es lo hace peor, ya que ella no se defenderá.
No tiene la valentía suficiente para hacerse respetar. Siempre ha sido una chica tímida que prefiere la felicidad de otras personas por sobre la suya. No le importa sufrir por las personas que ama, aunque no debería ser así.
Por muy alegre y simpática que sea, es bastante cerrada, pero lo disimula muy bien. No le gusta que la conozcan en realidad. Una chica rota, incomprendida y perdida. Eso es ella tras su falsa positividad.
Le dicen a menudo que es buena consejera, aunque ella opina que solo da a conocer su punto de vista.
Y sí, Victoria tiene un autoestima muy bajo. Ella dice no hacer nada bien, no sentirse a gusto consigo mismo, y aunque no le creen; es cierto.
Está muchacha es tan frágil que en cualquier momento se puede romper, aunque no le gusta hacerlo, ya que siente que genera lástima. Algo que detesta, ya que odia la hipocresía.
Aparte de aquello, Vicky tiene un carácter optimista y esforzado. Piensa que si te esfuerzas, lo puedes lograr.
Puedes hablar de ella de cualquier tema ya que siempre tendrá un punto de vista basado en hechos y será concreta. Está informada de temas acerca de la política actual y antigua, pero por sobre todo, ella mostrará su punto de vista -Sin faltarte el respeto obviamente- y si eres de su agrado. Porque con alguna persona que podría burlarse de ella, no conversará. O al menos intentará no hacerlo.
Tiene la ilusión de algún día conocer a su príncipe azul. Está muy ilusionada respecto a esto. Cree en el amor verdadero y en que todos los chicos son como los de los libros. Terrible, Victoria.
✖Pareja y rol:
Sam Claflin. | Insensibilidad.
✖Escrito de tu autoría:
- to change everything. | prólogo.:
- [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]prólogo.
Abril, 2137.
Últimamente me he quedado flotando en el limbo de mis pensamientos y la realidad. De todas maneras, a todos nos ha pasado y supongo que es normal. Ese momento en el que te sientes perdida y acomplejada, incomprendida y juzgada. Somos seres humanos y hasta el más fuerte sufre.
Mi papá solía decirme que yo era una pequeña fuerte, aunque en realidad siempre fui una niña cobarde y tímida. Pero creo que lo dice por el hecho de que todas las veces que me caí en mi niñez, yo me levantaba, aún con rasmillones en las rodillas, y seguía jugando. Sin siquiera botar una lágrima. Al pasar los años me di cuenta que las personas deberíamos aprender de ello. Pequeñas experiencias de nuestra niñez, en realidad son enseñanzas de vida. Y no nos dábamos cuenta. Esa es la razón por la cual las personas han cambiado, la sociedad ha cambiado, aunque yo siempre lo he vivido todo igual.
Papá me contaba que cuando él era niño no era tan así. La tecnología existía, pero ellos tenían claro que habían cosas que eran más importantes. Sus padres lo incentivaban a seguir sus sueños, y él se esforzaba por ello. Ahora tienes el futuro completamente asegurado y pocas veces te encuentras con una persona pobre. Aunque si te puedes encontrar con personas realmente ignorantes.
A veces me pregunto, ¿Quiénes somos realmente?
Las personas somos como una moneda. Tenemos dos caras; la que mostramos a la gente y la que ocultamos. Únicamente conocida por nosotros mismos. Somos quienes queremos ser, uno muestra lo que quieren que vean cuando en realidad todos los sentimientos están escondidos. Escondidos tras nuestra segunda cara. La vida. ¿Qué es la vida? Una ilusión, una sombra, una ficción. Nunca el mundo estará hecho solamente de honestidad, porque todos tenemos secretos. Todos escondemos algo y todos ocultamos quien realmente somos. A veces fingimos ser felices cuando en realidad uno solo quiere abrir unas alas imaginarias y volar lejos. Alejarse de los problemas, ser libres. Dejar de fingir todo lo que decimos ser. Podemos arriesgarnos a serlo, pero no lo hacemos. ¿Por qué? Simplemente cobardía. La cobardía, el temor a ser juzgados nos consume. ¿Por qué ahora no puedes ser tu mismo? ¿Por qué no podemos dejar los comentarios atrás? Fácil. El temor a ser juzgado. Y no seré hipócrita, yo tengo miedo de los comentarios hacia mí. Tengo ganas de solamente pasar desapercibida entre la gente. Que no me noten, ni me juzguen. Ser invisible. Y no me afectaría. Ya nada podría afectarme más. Mis alas de los sueños y la esperanza se rompieron. Estoy hueca. Ya no siento nada más que tristeza, y la felicidad que solía tener está cubierta bajo los mantos del temor y la inseguridad. Mis pensamientos encerrados en mi cabeza, sin salir de allí. Permanecen, sin irse, metiéndome en mi mundo. Siempre hay soluciones, pero he perdido las ganas de luchar, de levantarme nuevamente. Me dejo caer sin intentar superar cada problema. No hago el esfuerzo de volver a levantarme, simplemente lo dejo. Me echo a morir. Sin valor para superar todo y seguir adelante. Aunque siempre hay algo que jamás querrás dejar. Cuando leo, por ejemplo. Siento que me voy, me desvanezco poco a poco y luego aparezco encerrada en el mundo de mi imaginación, sin querer salir de allí, con la ilusión de quedarme para siempre. La lectura me lleva a mundos fantásticos, a lugares extraordinarios. Abre las puertas de nuestra mente a reflexionar que es la verdadera vida. Nos hace preguntarnos cosas que jamás nos preguntamos. ¿En realidad existo? ¿Que será de mí? ¿De mi vida? ¿Cuando muera? ¿Quedaré en el olvido o mi ausencia será notada? ¿Habrá vida después de la muerte o simplemente seré...nada? Nosotros elegimos quienes somos. Nosotros elegimos el rumbo que queremos tomar. Solo nosotros. El destino es solo una excusa para no luchar por nuestro futuro o lo que será de nosotros. Nosotros elegimos en que creer. Yo tenía la mentalidad de no pensar en un futuro, vivir del pasado. Vivir de los recuerdos, vivir para respirar y no para vivir.
Recuerdo aquellas mañanas de Invierno que solía sentarme con mi padre en el viejo sofá que teníamos. Nos tomábamos un café y hablábamos sobre diversos temas. Recuerdo que un día quisimos hablar sobre la vida. Él se quedó callado largos segundos, pero luego habló. "La muerte está tan segura de su victoria, que te da toda una vida de ventaja" había dicho. Y allí empecé a mirar las cosas de manera diferente. Lo había comprendido. Nada es más importante que la vida. Aunque estés triste, feliz o enojado. Deprimido o confundido. Solo son etapas. Etapas que nos enseñan a superarnos, porque la vida es una etapa de superación. No hay que rendirse sin intentarlo. Todo problema tiene solución. Todo abismo tiene forma de cruzar. Todo se puede lograr. Simplemente debes luchar por ello. Y eso estoy haciendo yo, superaré cada problema con la frente en alto y saldré adelante. Levantándome una y otra vez si es necesario. Mi padre se va a morir, no tengo amigos y las pocas personas que conozco solo se burlan de mi personalidad. Tengo completamente presente que soy extraña. Me lo repito una y otra vez. Ahora solo me queda recordar sus consejos.
Tomé su mano, fría y algo arrugada debido a la leucemia. Las lágrimas comienzan a brotar por sí solas de mis ojos. Él me sonríe con esfuerzo.
—No llores. —me susurra —Por favor, no lo hagas.
Le sonrío una vez más, como siempre hago para él. Sabía que sería la última vez. El sujeta mi mano, con fuerza, como si no quisiera dejarme.
—Te tengo un regalo, pequeña Samantha. —tose un poco, pero continúa. —En casa, cuando te vayas, ve al laboratorio.
Mi padre era científico.
En realidad, actualmente los estereotipos de “científicos locos” ya no estaban presentes, ya que ellos descubrieron el uso de muchos de los artefactos tecnológicos actuales, hecho que los hizo respetables e incluso dignos de admiración.
Sinceramente, creo que le debo mucho de lo que soy a mi papá. No diré que fue perfecto, porque todos en algún momento tenemos problemas con nuestros padres.
Tengo la suerte de que él no me odia, pero hay gente a la que si le sucede, y lo siento mucho. Además de todo, papá siempre me hacía sentir única. Yo siempre me sentí especial y distinta a los demás, no por lucirme, solo creo que voy mas allá. Soy más…profunda. Y eso en este tiempo es raro. ¡Solo tengo trece años y he leído más libros que cualquier persona adulta de esta generación!
Cuando sentí que el pulso de mi padre desapareció, solté su mano. Sabía que debía hacerlo, no podía seguir viviendo del pasado.
« Se supone que no debo mirar atrás, ¿verdad? »
Decidí hacer la última petición que él me había planteado. Antes de salir realicé los trámites correspondientes después de su muerte. Por alguna razón sentí que luego no podría hacerlo.
Tomé un taxi, el cual se demoró en llegar, y me dirigí a mi casa.
No vivía en una mansión. Mi casa siempre ha sido una humilde vivienda, no pequeña, pero distinta a cualquier otra. Lo que yo tenía entendido era que la casa había pertenecido a mi tatarabuelo, aunque nunca he tenido razones para creer que es verdad o mentira. El piso es de mármol y la mayoría de los objetos que hay dentro son de épocas antiguas, lo cual me parece algo muy interesante. Cada uno de ellos tiene una historia diferente.
Cuando llegué, sentía que debía dar mil pasos para llegar a la puerta. Porque tenía la seguridad de que no volvería a ser lo mismo entrar. Ahora estaría todo callado, sin vida. Y la culpa se estaba apoderando de mi corazón. Dolía mucho saber que de un momento a otro me había quedado sola para siempre.
Suspiré y me adentré, intentando que mis sentimientos no escaparan. Corrí al laboratorio ubicado al otro lado de la vivienda. Coloqué la contraseña para que la compuerta se abriera y esperé unos mínimos segundos. Frente a mis ojos se encontraba aquella sala en la que crecí y viví la mayoría de los mejores momentos de mi vida. Hasta que vi algo extraño, muy extraño.
Comencé a caminar con lentitud hacía el invento desconocido para mí. Era por llamarle de alguna manera “peculiar”. Por suerte, mi padre solía dejar una pequeña descripción cerca de sus máquinas.
Comencé a buscar entre el desorden, hasta que encontré lo que creí era una breve descripción, aunque en realidad era una carta.
“Querida Samantha:
Cuando leas esto yo ya estaré muerto, y por esa misma razón cambiará tu vida para siempre. La máquina que está frente a tus ojos es el objeto que te llevará a cumplir tu mayor sueño.
Yo siempre quise que tú fueras feliz por sobre todo, y después de varios años, he logrado mi objetivo.
No puedo sacar a los personajes de los libros, Sam. Intenté de todo, pero no pude. No me rendí, porque yo te enseñé que eso es incorrecto. Encontré otra manera. Tú puedes adentrarte en ellos. Más abajo te dejaré las instrucciones para ocuparla. Úsala con sabiduría, y espero que de una vez por todas, seas feliz.
Te ama mucho, tu papá.”
Por un momento me sentí en shock, pero bastaron unos segundos para darme cuenta de que yo estaba sonriendo.
Me puse nerviosa luego de comenzar a leer las instrucciones. Esto, como la carta decía, cambiaría completamente toda mi vida.
Cuando ya sabía cómo ocuparla, me posicioné frente a ella y realicé los procedimientos necesarios.
Vi una resplandeciente luz blanca que era tan intensa a tal punto de que sentía que me cegaría.
—Gracias, papá.
Y luego no vi nada.
Última edición por Wanda. el Mar 17 Dic 2013, 6:30 pm, editado 4 veces
taeyong.
Re: little white lies {reultados | nc}
✖Nombre Completo:
Alaska Pennington Rowe.
✖Edad: (entre 16 y 18 años)
Diecisiete años.
✖Descripción psicológica:
¿No es preferible imponerse, mediante una seguridad inquebrantable, que hundirse en la cursilería y la sensibilidad enfermiza? Aunque los pensamientos de nuestra bella muchacha de potentes ojos azules apuntan principalmente a una racionalidad inigualable; Alaska tiende a mostrarse como una chica con una emotividad fuerte, conspiradora, que en algunos casos llega a evidenciarse casi epidérmica, tal cual lo hace el último pétalo de una flor que aún no ha terminado de marchitar ante la llegada de un atroz verano.
Alaska es una joven de pensamiento desbordado, y quizás por eso mismo realiza sus acciones como un pensador nato, las mantiene entre ceja y ceja, con el propósito de elevar cada uno de sus idealizaciones a una realización, aunque sus acciones nos resulten exitosas en a totalidad de los casos.
Por obvias razones, la estrepitosa mezcla entre las dos cualidades ya mencionadas —sensibilidad e inteligencia— no trae consigo buenos resultados. En más de una ocasión, se le puede observar periodos en los que cruza por estados de aparente depresión, destacando con ello la primera de ambas, y convirtiéndola asimismo solo en uno más de sus tantos defectos. Respeto a la segunda, podemos decir que muchos problemas no le ha causado en el trascurso de su vida; aunque claro, también debemos encuadrar a ello, que la inquietante —y en algunos casos hasta peligrosa— personalidad cambiante de Alaska durante el trascurso de su vida, ha excluido por completo éste aspecto, favoreciéndola a su vez.
El carácter de Alaska ha ido en un péndulo en todo momento: llegando hasta los extremos más alejados, y encontrándose en diversas ocasiones en un estado intermedio, en el que predominan mayormente los sentimientos y comportamientos turbios, que en este caso, se les vio algún día plasmados en aquel gran choque al que se vio enfrentada en los primeros años que vivió como adolescente. Durante sus primeros años de vida predominaron los sentimientos que derramaban ternura, mostrándola entonces, como el perfecto ejemplo de la niñita que se presta para estrujar sus mejillas con el ímpetu de una abuela. Conforme pasaron los años, su personalidad maduro —oh, claro que lo hizo—, con ella; respetando y haciéndose respetar, que no es para nada criticable; pero debemos resaltar el hecho, de que en ciertas situaciones se le podía ver cubierta por un aura que irradiaba misterio y falta de circunspección en la mayoría de los casos, la cual logro mantener de manera más o menos voluntaria.
¿A dónde se habían ido todos aquellos comportamientos y pensamientos, que en conjunto solo lograban hacerla aparentar ser nada más que una rara avis, cuando su neurosis solo apuntaba a la simple y más pura racionalidad? Nadie lo sabe, ya que, o bien no lo toman enserio, o simplemente no quieren mostrarse proclives a la tormentosa realidad en la que Alaska tiene la desgracia de vivir.
El historial imaginario que registra sus amistades, o simples compañías frecuentes, es nulo. Sus pensamientos e ideales la inclinan hacia la soledad misma; basta con mirarla unos pocos segundos para caer en cuenta, de que al ser un ser fuera de lo normal, sabe aprovecharse de ello más que a la perfección. En esto también entra su parte sentimental; a pesar de tener tendencias que la inclinan más que todo a la soledad, que en este caso se le podría considerar como «soledad de a dos». Quienquiera que la mire puede descifrar que no es más que otra alma apegada a las novelas: soñadora como ella sola, se ilusiona tanto con quimeras y utopías que tiene muchas dificultades para concretizar su sueño de ideal. Mala elección, Alaska.
Pero no se deben fiar de las apariencias. Aunque a los ojos de muchos, pueda llegar a mostrarse como un ser desarmado ante las diferentes problemáticas de la vida, se le debe tratar con cautela, ya que en aquellas situaciones que en verdad lo ameritan, su hipersensibilidad contribuye para ayudarla y darle rienda suelta a sus palabras, que en aquellos momentos, no son más que un gran cortejo de vituperios hacia cualquier ser que se encuentre a unos diez metros a la redonda. Por ello, cuenta con un temperamento aparentemente interiorizado, analítico y muy cerebral; su neurosis tiene mayor peso en el lado del materialismo, pero siguiendo con ese hilo concreto, que a final de cuentas no cree impedimento para vivir plenamente con aquellas dos orientaciones en su vida.
Lo que muy pocos en la faz de la Tierra han podido descubrir respecto a Alaska, es que dentro de toda su coraza multifacética y enigmática; es capaz de desbordar casi en exceso —si no fuera por el alto grado de sensibilidad que posee—, un altruismo proveniente de su misma naturaleza. Éste pequeño punto negro en la gran masa incolora nos permite encontrar a una jovencita protectora y apegada a los lazos que mantiene con sus allegados más cercanos a sí misma.
✖Pareja y rol:
Zayn Malik}Impredecible.
✖Escrito de tu autoría:
La idea me pareció estupenda. Bien, siempre me ha gustado este tipo de fic’s en donde más que todo se basan en una red de mentiras o engaños, no lo sé, me recuerda a mis fic’s favoritos. Esa pizca de misterio que encierra el romance en los hechos del fic me hace querer escribir. Además, últimamente mi cabeza está llena de ideas para una trama de este tipo, incluso estaba pensando hacer un fic con esta temática pero el papel queda como anillo al dedo a lo que mi cerebro estaba ideando. Eso, además también considero que la trama en general está en pro de que se pueda llegar a un final. Y bueno, no se puede dejar de lado el hecho de que todas la chicas escriben estupendamente, y me gustaría escribir con ellas.
Alaska Pennington Rowe.
✖Edad: (entre 16 y 18 años)
Diecisiete años.
✖Descripción psicológica:
¿No es preferible imponerse, mediante una seguridad inquebrantable, que hundirse en la cursilería y la sensibilidad enfermiza? Aunque los pensamientos de nuestra bella muchacha de potentes ojos azules apuntan principalmente a una racionalidad inigualable; Alaska tiende a mostrarse como una chica con una emotividad fuerte, conspiradora, que en algunos casos llega a evidenciarse casi epidérmica, tal cual lo hace el último pétalo de una flor que aún no ha terminado de marchitar ante la llegada de un atroz verano.
Alaska es una joven de pensamiento desbordado, y quizás por eso mismo realiza sus acciones como un pensador nato, las mantiene entre ceja y ceja, con el propósito de elevar cada uno de sus idealizaciones a una realización, aunque sus acciones nos resulten exitosas en a totalidad de los casos.
Por obvias razones, la estrepitosa mezcla entre las dos cualidades ya mencionadas —sensibilidad e inteligencia— no trae consigo buenos resultados. En más de una ocasión, se le puede observar periodos en los que cruza por estados de aparente depresión, destacando con ello la primera de ambas, y convirtiéndola asimismo solo en uno más de sus tantos defectos. Respeto a la segunda, podemos decir que muchos problemas no le ha causado en el trascurso de su vida; aunque claro, también debemos encuadrar a ello, que la inquietante —y en algunos casos hasta peligrosa— personalidad cambiante de Alaska durante el trascurso de su vida, ha excluido por completo éste aspecto, favoreciéndola a su vez.
El carácter de Alaska ha ido en un péndulo en todo momento: llegando hasta los extremos más alejados, y encontrándose en diversas ocasiones en un estado intermedio, en el que predominan mayormente los sentimientos y comportamientos turbios, que en este caso, se les vio algún día plasmados en aquel gran choque al que se vio enfrentada en los primeros años que vivió como adolescente. Durante sus primeros años de vida predominaron los sentimientos que derramaban ternura, mostrándola entonces, como el perfecto ejemplo de la niñita que se presta para estrujar sus mejillas con el ímpetu de una abuela. Conforme pasaron los años, su personalidad maduro —oh, claro que lo hizo—, con ella; respetando y haciéndose respetar, que no es para nada criticable; pero debemos resaltar el hecho, de que en ciertas situaciones se le podía ver cubierta por un aura que irradiaba misterio y falta de circunspección en la mayoría de los casos, la cual logro mantener de manera más o menos voluntaria.
¿A dónde se habían ido todos aquellos comportamientos y pensamientos, que en conjunto solo lograban hacerla aparentar ser nada más que una rara avis, cuando su neurosis solo apuntaba a la simple y más pura racionalidad? Nadie lo sabe, ya que, o bien no lo toman enserio, o simplemente no quieren mostrarse proclives a la tormentosa realidad en la que Alaska tiene la desgracia de vivir.
El historial imaginario que registra sus amistades, o simples compañías frecuentes, es nulo. Sus pensamientos e ideales la inclinan hacia la soledad misma; basta con mirarla unos pocos segundos para caer en cuenta, de que al ser un ser fuera de lo normal, sabe aprovecharse de ello más que a la perfección. En esto también entra su parte sentimental; a pesar de tener tendencias que la inclinan más que todo a la soledad, que en este caso se le podría considerar como «soledad de a dos». Quienquiera que la mire puede descifrar que no es más que otra alma apegada a las novelas: soñadora como ella sola, se ilusiona tanto con quimeras y utopías que tiene muchas dificultades para concretizar su sueño de ideal. Mala elección, Alaska.
Pero no se deben fiar de las apariencias. Aunque a los ojos de muchos, pueda llegar a mostrarse como un ser desarmado ante las diferentes problemáticas de la vida, se le debe tratar con cautela, ya que en aquellas situaciones que en verdad lo ameritan, su hipersensibilidad contribuye para ayudarla y darle rienda suelta a sus palabras, que en aquellos momentos, no son más que un gran cortejo de vituperios hacia cualquier ser que se encuentre a unos diez metros a la redonda. Por ello, cuenta con un temperamento aparentemente interiorizado, analítico y muy cerebral; su neurosis tiene mayor peso en el lado del materialismo, pero siguiendo con ese hilo concreto, que a final de cuentas no cree impedimento para vivir plenamente con aquellas dos orientaciones en su vida.
Lo que muy pocos en la faz de la Tierra han podido descubrir respecto a Alaska, es que dentro de toda su coraza multifacética y enigmática; es capaz de desbordar casi en exceso —si no fuera por el alto grado de sensibilidad que posee—, un altruismo proveniente de su misma naturaleza. Éste pequeño punto negro en la gran masa incolora nos permite encontrar a una jovencita protectora y apegada a los lazos que mantiene con sus allegados más cercanos a sí misma.
✖Pareja y rol:
Zayn Malik}Impredecible.
✖Escrito de tu autoría:
- NC; SIXTEEN DEVILS:
No pasaron dos minutos para que el atónito silencio que se había instalado entre nosotros se disipara, tal cual lo hicieron las nubes, dejando al descubierto la imponente luna que colgaba en las alturas.
—¿Qué parte de «debemos mantenernos unidos», no comprenden? —nos preguntó Raissa, claramente exacerbada—. Momentos como estos son los que debemos mantener nuestras fuerzas unidas, protegiéndonos hasta de nuestros mismos demonios.
Keyla alzó ambos brazos cansinamente.
—¡Vamos! Todos sabemos lo que somos capaces de hacer, dejan de ser tan idiotas —dijo, sin ningún ápice de humor presente en el tono de su voz—. Podemos irnos a casa, cada uno sabrá entonces como defenderse.
Sus ojos recorren los cuerpos de los individuos que aún se encontraban presentas, implantando cierta cantidad de miedo ajena a la situación. Detuvo su mirada en sus dos amigos: Lucas y Louis. Ambos se miraron por un pequeño lapso, pero sus labios permanecieron sellados. Su mirada luego pasó por mi cuerpo.
«¡Claro! —pensé— ante la ausencia de Keira la va a tomar conmigo».
—¡Keyla! —ladró Raissa, dando un paso al frente—. No hagas eso. Esto es realmente importante.
—¿Qué?
Claro que sabía lo que estaba haciendo. Durante el poco tiempo que había podido analizarla minuciosamente, había comprendido fácilmente, que ella sabía utilizar a la perfección sus «dones», sacándoles un gran provecho propio.
El pequeño destello de tranquilidad, que segundos atrás había alumbrado, se esclareciera con ligereza. Aunque sea algo difícil de admitir, la presencia de Keira me provocaba cierto grado de tranquilidad. Pero, ahora que no estaba, su presencia había sido reemplazada por uno de los tan petulantes castaños que nos acompañaban, en mi caso por Connor.
—¿Qué se supone que debemos hacer ahora? —inquirió Alice, frotándose ambos brazos con las manos.
—Debemos encontrarlos. —El semblante (hasta ahora tranquilo) que mantenía Raissa se vio un poco desmoronado, incitándonos a creer que era solo por el efecto del frio. La inquietud claramente no hacía parte del comportamiento de ella, o mínimamente en aquellos casos, que eran los que nos habían dado la oportunidad de conocerla con simpleza—. Por el bien de todos nosotros, debemos encontrarlos.
Intenté ahogarme en el mar de mis pensamientos, aspirando a pasar inadvertida, como lo había hecho la gran parte de la noche. Las situaciones como esa, eran capaz de agobiarme casi por completo, y estaba segura que no halaría solo por mí misma si lo hubiera dicho en voz alta.
—¿Cómo sabremos dónde están? —preguntó Harry; provocando un ruidoso bufido por parte de la muchacha que se encontraba a su lado.
—Raissa…
La vi cerrar los ojos, casi como si estuviera librando una verdadera batalla en su interior. Tanto su mandíbula, como sus puños se tensaron, estos últimos cerrándose simultáneamente. Pronto, una sutil capa de sudor apareció, dándole a su rostro un aspecto perlado.
Noah, quien era el ser más próximo a la muchacha, trató de sostenerla con firmeza; con ayuda de Liam. La castaña se removió ente el par de brazos, incapaz de profesar alguna palabra concreta, o mínimamente algún tipo de exclamación al aire.
Veintidós segundos. Tan solo veintidós segundos más tarde, Raissa abrió los ojos. Mi mirada (al igual que la del resto de presentes) cayó inmediatamente sobre sus ojos; desabridos en un principio, para luego tomar un bello e impactante azul, que a la luz de la luna se le percibía como un verde fulgente.
—No… No sé con exactitud qué es lo que ocurre —masculló entre dientes—; mis pensamientos están aparentemente bloqueados.
—Vamos Raissa, sabes que tú eres la única que puede localizarlos así de fácil —bramé, chasqueando mis dedos frente a sus ojos.
¿Qué acaso no podía invertir los hechos a nuestro favor en un parpadeo? Bien, justo cuando por un momento mi neurosis me había obligado a profesar la información que todo el tiempo nos habían suministrado, cae la tormenta sobre nosotros, acompañada de rayos; suprimiendo todo rasgo de tranquilidad del aire; casi haciéndonos implorar por clemencia.
Caminé unos pasos, dejandome embriagar por mis pensamientos.
Desvié mi camino, para observar la magnitud que la ciudad imponía ante nuestros ojos. Quizá nunca me había dado el tiempo de apreciarlo como se debía, enfrascada vagamente en la pequeña burbuja a la que solo unos días antes habían explotado sin ton ni son, viéndome enfrentada a un grupo de chicos aparentemente similares a mí, o al menos eso trataba de creer.
Mi mente divagó un sinnúmero de situaciones en mi infancia, encajando todos los pequeños cabos sueltos que llevaba conmigo desde aquella época. Siempre supe que las situaciones a la que alguna vez me había enfrentado no tenían lugar dentro de una realidad centrada en las explicaciones explicitas e informativas a más no poder.
También estaba entonces los recuerdos de Daniel (el estúpido chico que había sido el detonante que me llevó a descubrir mis poderes, aquella parte de mí que nunca la sentí propia, tal como lo demostraban otros de los afectados). Aquella extraña fotografía que me había brindado la información que mis pensamientos solicitaban en silencio, sin ningún ápice de divulgarlos.
—Bien —me dijo Connor, tomando asiento a mi lado—, al parecer las cosas no van mejor. Debemos encontrarlos, pero no podemos arriesgarnos a correr por allí separados. Como Raissa ya ha dicho, debemos mantenernos unidos.
—Bueno… —refunfuñé entre dientes, ante la falta de movimientos asertivos por nuestra parte.
—Solo queda esperar.
Bufé en repuesta, sellando mis labios después.
También estaba aún ese pequeño detalle: la gestión de la situación. Cada acción que realizáramos conllevaba una respuesta (la mayoría negativas, basándome en el cortejo de experiencias ya vividas). Tal vez si nos hubiéramos preocupado por nuestras acciones en un primer plano, las respuestas no habrían sido perjudiciales para nosotros, o mínimamente Charlotte seguiría ahí, a nuestro lado.
Mis manos se cerraron en torno a mi teléfono celular, después de la casi quincuagésima vez que la otra línea me cortaba de inmediato. Bien, para que Keira haya contestado su teléfono en una situación como aquella (enfatizando dicho momento), debía haber ocurrido algo.
Mis ojos observaron el aparato por unos cuantos segundos, para luego seguirlo en su recorrido a la nada, después de haberlo arrojado con el ímpetu de una jugadora de béisbol. Mi mirada siguió su recorrido, estancándose en la sombra negra alrededor de mi muñeca.
El dichoso brazalete de Keira, el cual había tomado días después de la estúpida fiesta. Al parecer, mis intenciones hasta el momento no habían recorrido la idea de devolvérselo, o bueno, no próximamente. Por alguna razón, mi razonamiento llegó al borde de mis pensamientos, terminado por arremeterse sobre mis acciones y tomar rápidamente el material trenzado en un extraño patrón que se encontraba alrededor de mi muñeca.
Estrujé con fuerza el material entre mis manos. De alguna manera (tal vez no del todo consiente), estaba segura de mi misma, y de mis poderes por ende.
La fuerza de la reacción me secó la boca, dejándome sin palabras.
» Tres siluetas aparecieron a mi vista, aunque no todas eran féminas, había un muchacho entre ellas. Claro, ¿quién más podría ser? Keira, Zayn y Charlotte. Mínimamente tenía la satisfacción de que se encontraban juntos, era algo bueno.
Las paredes eran de un color grisáceo, destruidas en ciertos puntos. El olor a rancio con una pizca de amoniaco, produjo un sabor bilioso en mi garganta. Era una especie de bodega, o eso esperaba yo.
De pronto, un largo cortejo de imágenes, paso antes mis ojos: la calle, totalmente desolada; las luces de las casas adornaban en la lejanía, tal vez demasiado lejanas; los pocos vehículos que habían esparcidos, eran grandes e imponentes, la mayoría con cierto estilo antiguo, dado por la gran cantidad de años sobre sus latas. Estaban en la zona industrial de la ciudad.
Un estruendo azotó la totalidad de la imagen. La destrucción inmediata del metal, hizo que mis oídos dolieran.
Tosí por instinto, tratando de retoma la compostura y continuar. Las cosas no iban nada bien, en definitiva.
La imagen en mi cabeza se vio más borrosa que en un comienzo, tejida entre líneas. Las voces también se distorsionaron, cosa que me hizo apretar con más ímpetu el brazalete; podía sentir mis uñas clavándose en el interior de mi mano. ¡Demonios!
La imagen desapareció, justo cuando mis ojos se abrieron, dejándome como última imagen presente, una borrosa mancha de agua.
—¿Estás bien? —me preguntó Connor, aun a mi lado—. Estas en un momento… ida.
Parpadeé. ¿Acaso había estado extasiada en mis pensamientos, mientras el sinfín de imágenes e reproducían en mi cabeza, aun con los ojos abiertos?
Humedecí mis labios antes de responder.
—Sí, yo… Sí, estoy bien—le respondí rápidamente—. Mejor que nunca.
Sus manos trazaron un recorrido desde el puente de su nariz, hasta su cabello. Un movimiento que denotó la fuerte presencia de nervios.
—¿Qué tienes ahí?
Dirigí mi vista a donde sus manos apuntaban: el brazalete.
—Es de Keira. Lo tomé prestado hace unos días, aun no se lo devuelvo.
Claramente, mi respuesta sin ningún ápice de ironía, tampoco sarcasmo no era de esperarse. Debía admitir que últimamente, la necesidad de mirar sobre su hombro, sintiéndome superior (de alguna manera) no me atraía tanto. Quizá debido a las situaciones recientes por las que habíamos enfrentado todos juntos. Todos estábamos cambiando, o al menos, abriendo nuestro pensamiento a ello.
La vaga idea de narrarle aquellas imágenes reproducidas en mi cabeza, era simplemente impensable. Aunque no cabía duda, que si continuábamos en ese mismo estado, la pesadilla sería interminable.
—¿Sabes? —Enfrenté su mirada—. Creo que ya sé dónde están.✖✖✖
Los pasos firmes de Raissa guiaron nuestro recorrido a pie.
Las instalaciones estaban más deterioradas que la vieja capilla que había cerca de casa. Y el infaltable olor a putrefacción estaba presente, tal cual lo había predicho. Nuevamente tuve que controlar el desagradable sabor bilioso que se instaló en mi garganta, seguro que no había sido la única.
«Bien —razoné—. Qué mejor lugar que uno donde nadie en su sano juicio estaría dispuesto a acercarse»
—¡Eh! ¡Manada de idiotas! —gritó Lucas, sonriendo—. La puerta está por aquí.
Rodé fugazmente los ojos. Todavía guardaba las ganas de arremeterme sobre él y dejarle un buen ojo morado. Aunque, pensándolo mejor, no sería una buena idea.
Caminamos en conjunto. A mi lado derecho estaba Alice, seguida por Noah, que torneaba su brazo alrededor del de su compañera. Más adelante estaba Louis, seguido por Keyla, la cual de vez en cuando no tenía problema en expresar la disconformidad que sentía en aquel momento. Bien, y a mi izquierda estaba Connor, ensimismado desde que habíamos partido.
El insufrible hedor seso una vez ingresamos por la puerta (la cual había crujido intensamente con el más simple movimiento). Las paredes eran grisáceas, al igual que el suelo, construidos ambos del más puro cemento recién hecho.
—¡Los estábamos esperando!
La gruesa e inusual voz nos sorprendió a todos. Venía acompañada de un extraño pitido, que produjo rápidamente un agudo dolor en mis odios.
De repente, un sinfín de sombras llenó el lugar, arremetiéndonos a cada uno por separado y estampándonos sobre las paredes.
Jadeé en respuesta, para después observar como una fina ola de oscuridad inundó lo que quedaba de luz.
La idea me pareció estupenda. Bien, siempre me ha gustado este tipo de fic’s en donde más que todo se basan en una red de mentiras o engaños, no lo sé, me recuerda a mis fic’s favoritos. Esa pizca de misterio que encierra el romance en los hechos del fic me hace querer escribir. Además, últimamente mi cabeza está llena de ideas para una trama de este tipo, incluso estaba pensando hacer un fic con esta temática pero el papel queda como anillo al dedo a lo que mi cerebro estaba ideando. Eso, además también considero que la trama en general está en pro de que se pueda llegar a un final. Y bueno, no se puede dejar de lado el hecho de que todas la chicas escriben estupendamente, y me gustaría escribir con ellas.
Última edición por Sophia. el Miér 18 Dic 2013, 11:18 am, editado 1 vez
Sophia.
Re: little white lies {reultados | nc}
✖Nombre Completo:
Ziva Jay Korn.
✖Edad: (entre 16 y 18 años)
18
✖Descripción psicológica:
No la subestimes. Puede tener apariencia de alguien agradable ─y lo es─ pero no con los desconocidos. Con una persona desconocida es dura, insensible, seria. No te dejará pasar ninguna si aún no te conoce y no tiene una pizca de confianza en ti; se abalanzará sobre ti y no te dejará ni respirar. Pero eso no lo hace porque sea una mala persona, sino por protegerse a sí misma. Tienes que saber llegar a ella para poder entenderla.
Ziva. Una chica de mirada indiscreta y sonrisa efervescente. Autora de todos los errores que han marcado casi el noventa y nueve como nueve por ciento de su desordenada vida. Estrafalaria e insensible en la mayoría de escenarios de su vida por los que ha tenido que atravesar. Un ser que se muestra en ocasiones muy distante, como si solo tuviera tiempo y razones para detallar todo lo que se le cruce por delante. Desde hace unos cuantos años ha estado aguantando todo lo que siente por la humanidad. Piensa que la masa que la compone no es más que un montón de basura puesta en un pedestal en donde se exhibe la más clara muestra de hipocresía hacia el resto del mundo y los seres vivos. Alguien que sabe muy bien como ocultar sus sentimientos hasta convertirlos en minucias sin importancia. Puede decir que se ha tomado el tiempo de construir una pirámide mental en la que ella y solo sus objetivos forman parte de la cúspide. Perfeccionista con sus cosas, poco objetiva con los demás ─a no ser que te tenga cariño y te la hayas ganado. Nada es imposible para esta chica poco experimentada en la vida. Hará todo lo que quiera y sienta que deba hacer sin presión alguna por nadie de su entorno. Ella es una chica muy fiel y leal una vez que atraviesas su muralla.
Su carácter temerario es productos de los fuertes golpes que le ha dado la vida, y también otras personas. Basta un paso en falso o simplemente una mala jugada para que el autocontrol de esta enigmática chica estalle en mil pedazos desiguales. Suele disfrazar sus intenciones tras una sonrisa burlona, poco recatada y provocativa, por lo que con frecuencia ocurre que confunde a quienes la rodean. Cabezota y poco consecuente. Cada uno es autor de sus problemas, ¿no? Pues para ella siempre la culpa la tendrás tú. Incorruptible y de tosca seguridad. Algo que suele agradar a muchos es su bien definida seguridad en todo lo que hace, resulta difícil tratar de engatusarla, será ella quien te envuelva en sus bromas y palabras rebuscadas. Consciente de su inteligencia, la que a menudo utiliza para sacar provecho de todas aquellas cosas que sabe hacer. Lo primero que uno nota al hablar con ella es su bien inflado orgullo, puede incluso tener un toque narcisista, aún así, intentará desenvolverse de manera adecuada, pero cabe resaltar que no siempre lo logra. Con los años ha aprendido que las personas se adaptan a las personas que más les gusten, que pretenden ser alguien para que los otros gusten de dicha persona, pero Ziva no se adapta a nadie ni a nada.
Una vez que la conoces es una chica diferente; siempre gasta bromas y se ríe con facilidad. Deja de lado su carácter fuerte para sacar a una Ziva que ella misma mantiene encerrada por miedo a que la vuelvan a hacer daño. No suele expresar sus sentimientos; nunca lo ha hecho y no cree que deba de empezar ahora. La califican como una persona insensible pero todo tiene un por qué, ¿no crees? Nunca la verás en algún problema o pelea donde ella no esté involucrada, y a penas eso. Es una chica tranquila pero, ¡eh! No la busques, no será bueno. No le gusta meterse en la vida de los demás, y no lo hará salvo que su nombre vuele por ahí.
¿Qué hay del cero coma uno por ciento restante? Se va a las risas y bromas. Se le dan mejor las bromas malsonantes y la risa contagiosa sin ninguna clase de temor o remordimiento a ser señalada por el dedo de alguna persona movida por los márgenes de la sociedad corrupta en la que piensa que vive. Ama el sarcasmo y la ironía, sobretodo al utilizarlas en bromas que ─no tan indirectamente─ van dirigidas a alguien.
En resumen: Ziva es una chica complicada, con gran carácter y estás equivocado si piensas que puedes conocerla con tan solo una simple mirada.
Ziva Jay Korn.
✖Edad: (entre 16 y 18 años)
18
✖Descripción psicológica:
No la subestimes. Puede tener apariencia de alguien agradable ─y lo es─ pero no con los desconocidos. Con una persona desconocida es dura, insensible, seria. No te dejará pasar ninguna si aún no te conoce y no tiene una pizca de confianza en ti; se abalanzará sobre ti y no te dejará ni respirar. Pero eso no lo hace porque sea una mala persona, sino por protegerse a sí misma. Tienes que saber llegar a ella para poder entenderla.
Ziva. Una chica de mirada indiscreta y sonrisa efervescente. Autora de todos los errores que han marcado casi el noventa y nueve como nueve por ciento de su desordenada vida. Estrafalaria e insensible en la mayoría de escenarios de su vida por los que ha tenido que atravesar. Un ser que se muestra en ocasiones muy distante, como si solo tuviera tiempo y razones para detallar todo lo que se le cruce por delante. Desde hace unos cuantos años ha estado aguantando todo lo que siente por la humanidad. Piensa que la masa que la compone no es más que un montón de basura puesta en un pedestal en donde se exhibe la más clara muestra de hipocresía hacia el resto del mundo y los seres vivos. Alguien que sabe muy bien como ocultar sus sentimientos hasta convertirlos en minucias sin importancia. Puede decir que se ha tomado el tiempo de construir una pirámide mental en la que ella y solo sus objetivos forman parte de la cúspide. Perfeccionista con sus cosas, poco objetiva con los demás ─a no ser que te tenga cariño y te la hayas ganado. Nada es imposible para esta chica poco experimentada en la vida. Hará todo lo que quiera y sienta que deba hacer sin presión alguna por nadie de su entorno. Ella es una chica muy fiel y leal una vez que atraviesas su muralla.
Su carácter temerario es productos de los fuertes golpes que le ha dado la vida, y también otras personas. Basta un paso en falso o simplemente una mala jugada para que el autocontrol de esta enigmática chica estalle en mil pedazos desiguales. Suele disfrazar sus intenciones tras una sonrisa burlona, poco recatada y provocativa, por lo que con frecuencia ocurre que confunde a quienes la rodean. Cabezota y poco consecuente. Cada uno es autor de sus problemas, ¿no? Pues para ella siempre la culpa la tendrás tú. Incorruptible y de tosca seguridad. Algo que suele agradar a muchos es su bien definida seguridad en todo lo que hace, resulta difícil tratar de engatusarla, será ella quien te envuelva en sus bromas y palabras rebuscadas. Consciente de su inteligencia, la que a menudo utiliza para sacar provecho de todas aquellas cosas que sabe hacer. Lo primero que uno nota al hablar con ella es su bien inflado orgullo, puede incluso tener un toque narcisista, aún así, intentará desenvolverse de manera adecuada, pero cabe resaltar que no siempre lo logra. Con los años ha aprendido que las personas se adaptan a las personas que más les gusten, que pretenden ser alguien para que los otros gusten de dicha persona, pero Ziva no se adapta a nadie ni a nada.
Una vez que la conoces es una chica diferente; siempre gasta bromas y se ríe con facilidad. Deja de lado su carácter fuerte para sacar a una Ziva que ella misma mantiene encerrada por miedo a que la vuelvan a hacer daño. No suele expresar sus sentimientos; nunca lo ha hecho y no cree que deba de empezar ahora. La califican como una persona insensible pero todo tiene un por qué, ¿no crees? Nunca la verás en algún problema o pelea donde ella no esté involucrada, y a penas eso. Es una chica tranquila pero, ¡eh! No la busques, no será bueno. No le gusta meterse en la vida de los demás, y no lo hará salvo que su nombre vuele por ahí.
¿Qué hay del cero coma uno por ciento restante? Se va a las risas y bromas. Se le dan mejor las bromas malsonantes y la risa contagiosa sin ninguna clase de temor o remordimiento a ser señalada por el dedo de alguna persona movida por los márgenes de la sociedad corrupta en la que piensa que vive. Ama el sarcasmo y la ironía, sobretodo al utilizarlas en bromas que ─no tan indirectamente─ van dirigidas a alguien.
En resumen: Ziva es una chica complicada, con gran carácter y estás equivocado si piensas que puedes conocerla con tan solo una simple mirada.
✖Pareja y rol:
Ian Somerhalder} Insensibilidad.
✖Escrito de tu autoría:
- OS; see you soon, love.:
Harry;
Muchas veces he querido escribirte este Word, muchas veces lo intenté pero siempre acababa borrándolo y volviendo a empezar desde cero; sin saber qué escribirte. Ese día ha llegado, lo sé, lo presiento, y ese día es hoy.
Sé que estés donde estés estarás orgulloso de mí, estarás con tu perfecta sonrisa y esos grandes y verdosos ojos sonriéndome y mirándome con amor como solías hacerlo cuando estabas a mí lado, cuando estabas junto a mí.
Me ha costado mucho, muchísimo el poder dejarte atrás, en el pasado donde llevas varios años y poder volver a vivir mi vida sin ningún dolor que me destroce por dentro. Y de eso estoy orgullosa yo. De poder decir que ya no me dueles.
Siempre ocuparás un pedazo de mi corazón, siempre tendrás tu lugar ahí, intacto. Siempre te amaré por muchos hombres que pasen por mi vida, por muchos años que pasen de aquel día. Nunca serás borrado de ese lugar ni de mi cabeza. Porque siempre ocuparás un pedazo de mi vida, de mi pasado. Y jamás lo cambiaré. Sí, vendrán otros hombres a mi vida, amaré a otros pero nunca te lograrán sustituir, nunca te lograrán sacar de mi corazón porque tú has sido el primero y único.
Siempre permanecerán en mi memoria los buenos y malos momentos que pasé contigo. Esos buenos momentos que me hicieron ser la chica más feliz de todo el mundo, esos momentos en los que me enseñaste a amar, me enseñaste lo que era el amor. Y por esos malos momentos en los que me convertí en una chica fuerte, una inteligente. Una chica que tuvo que enfrentar involuntariamente a la vida sin ti en la suya.
Desde estas palabras que nunca leerás, desde esta cafetería que nunca verás, desde este corazón que nunca más volverás a amar te digo que: gracias; gracias por hacerme ser como soy hoy en día, gracias por demostrarme lo que era el amor, gracias por haber pasado por mi vida aunque te fueras demasiado pronto. Gracias, porque sin ti no hubiera llegado a ser la persona que soy hoy en día.
Hoy, ahora, puedo decir que te he superado, que he superado aquél fatídico día, y que puedo seguir con mi vida sin ninguna pesadilla por la noche, sin ningún dolor que me impida el poder avanzar de capítulo hacia una nueva vida, una nueva época para mí.
¿Sabes una cosa, Harry? Conocí a un chico majísimo en esta misma cafetería hace unas semanas atrás. Siempre que lo veo me da un vuelvo al corazón pero no podía darle una oportunidad sin dejarte ir. Ayer le conté sobre ti, le conté sobre lo que eras para mí, lo que te sucedió, ¿sabes qué hizo? Me abrazó, me consoló. Permaneció junto a mí hasta que las lágrimas dejaron de salir. Y me di cuenta que era algo que necesitaba urgentemente; una persona a mi lado.
Ojala pudieras conocerlo, te caería genial. Se llama Zayn y tiene veinte años. Tiene el pelo negro y unos ojos color miel. No es tan alto como tú lo eras pero, es alto. Tiene el cuerpo cubierto de tatuajes al igual que tú, algo que siempre me gustó y me gustará; los tatuajes. Lleva un par de pendientes en las orejas y lo más importante; es un gran chico. Os hubierais llevado muy bien, creo que me habríais dejado de lado y todo.
Gracias a él me he dado cuenta que no puedo seguir así, que debo pasar página, que tú ya no estás ni volverás a mi lado. Fue duro, fue muy duro que alguien me dijera esas palabras que no quería oír, pero ya era hora de que pusiera fin a esa etapa de mi vida y pasara a la siguiente.
Él sabe que jamás podrá ocupar tu lugar pero él no quiere ese lugar, él quiere un lugar único en mi corazón, en mi vida. Quiere dejarme huella como tú hiciste, claro, sin irse de mi lado. Él me entendió, me comprendió y ayudó cuando nadie más lo hacía, cuando te fuiste a la fuerza de mi lado.
Ahora puedo cerrar esta parte de mi vida. Puedo cerrar la puerta y decir: Soy feliz con o sin ti, Harry. Desde el cielo sé que me cuidas y que me mimas. Puedo sentirte a mi lado en muchas ocasiones, puedo sentirte susurrarme como lo hacías cuando estabas junto a mí, y eso me tranquiliza. Porque sé que estás en paz. Y si tú estás en paz, yo también lo estaré.
Esta será la primera y última vez que te escriba. Será la última vez que piense en ti y llore de dolor y no de felicidad al dejarte ir. Esta será la última vez que pensaré en aquél fatídico día que me destrozó tanto física como psicológicamente.
Te echo muchísimo de menos Harry pero sé que nos veremos en un futuro, sé que acabaré yendo hasta ti en un futuro lejano y sé que me esperarás. Y esperaré ese momento al igual que espero que tú me esperes en el cielo, sin ligarte a ninguna, que nos conocemos, ¡eh!
Nunca te olvidaré, nunca olvidaré nuestros momentos juntos. No olvidaré tus manos recorriendo mi espalda, tus palabras llenando mi mente, tu amor llenando mi corazón. No olvidaré tu mano junto a la mía aquél día, ni tus últimas palabras, ni tu último te quiero. No olvidaré tu hermoso pelo cayendo sobre tu frente y tu gran y blanca sonrisa que iluminaba todo a su alrededor, pero lo que nunca, nunca olvidaré serán esos gran ojos esmeralda que me enamoraron desde la primera vez que te vi.
Disfrutaré la vida por lo dos, no lo dudes. Y veré esos pequeños detalles de la vida que tú solías ver en mí.
Hasta pronto, amor. Te amo mucho, Harry.Kara.
- nc; Sixteen Devils.:
No tenía ni puñetera idea de lo que estaba pasando, no sabía quienes eran “ellos”, no sabía nada de lo que estaba pasando a mí alrededor pero sí había una cosa que sabía, que todos entendíamos; todo eso tenía que ver con las estrellas de ocho puntas esparcidas por nuestros cuerpos.
Desde un principio en donde Raissa nos acorraló a todos en la fiesta sabía que todo esto oscilaba alrededor de los poderes que descubrí años atrás, solo no quería que supieran nada de mí, de lo que podía hacer, de lo que tenía oculto a la vista de los demás. No quería ponerme en peligro sabiendo que podrían meterme en cualquier muro con cuatro paredes blancas y acolchadas.
Todo daba vueltas en mi cabeza mientras miraba la escena desde afuera, como estaba acostumbrada a hacer en todo a mí alrededor y mi vida. Yo tenía un poder. Yo podía hacer explotar cosas y parar el tiempo, entre otras… ¿Quién me decía a mí que el resto no tenía poderes tampoco? ¿Qué ellos no lo están ocultando como yo? ¿Qué Raissa no utilizara la música como algún tipo de escape?
Los miré uno a uno imaginando, pensando, que ellos tenían algo como yo. Que ellos podían hacer otras muchas cosas fuera de la normalidad de los humanos. De cualquier cosa fuera de este mundo. Fuera de la mentalidad de una persona normal y corriente. Que éramos especiales en algo.
En pocas palabras Liam nos explicó lo que había pasado, lo que había visto mientras Raissa lo miraba pensativa sin buscarle un por qué de la acción de la morena hacia el castaño. Era de pura lógica que había algo conectado en lo que les pasó a ellos. Y eso todos lo sabíamos, lo intuíamos. Pero no sabíamos por qué ellos dos, por qué nosotros. No sabíamos dónde nos estábamos adentrando, qué nos tenía preparado el destino.
Teníamos que salir de allí pronto, o fuera lo que fuese lo que les había pasado a ellos dos nos podría pasar a todos los demás, y a saber qué otras cosas. Esta situación se estaba saliendo de nuestras manos, antes nadie creía la palabra de Raissa pero ahora no había ni uno de nosotros —aunque no lo admitiera— que no la creyera. Esto era sumamente raro, incluso para mí.
Estaba inmóvil en un mismo lugar, intentando aparentar calma ya que solo Liam y yo éramos los que no nos estábamos tirando de los pelos, en todos los sentidos. Keyla y sus amigos no se podían tomar las cosas en serio, siempre saltaban con alguna gilipollez y, honestamente, comenzaban a tocarme los ovarios. Noah era tan asustadiza que no sabría decirte si se lo había hecho en los pantalones. Alice intentaba ser fuerte por Noah, y claro, no hacer caso de las gilipolleces que decían Keyla y compañía, al igual que Aline y Charlotte, las cuales de vez en cuando peleaban verbalmente junto a Katrine contra el grupo de los monos saltarines. Raissa estaba perdida en su mundo y Liam mantenía una calma y paciencia que yo comenzaba a perder.
Estaba cansada de Keyla y su grupo de monos saltarines. Los miré a tiempo de que se rieran de Noah por ser tan asustadiza y de decir que ellos no tenían miedo; mentira. Incluso yo, que me había enfrentado a cosas peores que una puerta moviéndose y a dos chicos que se desmayen en circunstancias extrañas tenía miedo, pero lo ocultaba y no me reía del resto. Ellos solo ocultaban su miedo riéndose de los demás, y era algo patético.
—Mírenle los pantalones, ¡pero si parece que se ha cagado en ellos! —Rieron al unísono el grupo de monos saltarines y les dediqué, a uno por uno, una mirada que lo decía todo.
—¿Queréis callaros ya de una puta vez? —Arremetí—. Si vosotros sois los que más cagados estáis con esta situación y en estos momentos, así que hacernos un favor y callaros.
Todos en ese preciso momento se callaron. Keyla y sus monos me miraron detenidamente con los ojos abiertos, no esperándose que alguien fuera a decirles algo en una situación así y menos a ellos. Sabía lo que se avecinaba y estaba preparada para ello. No era una niña frágil y débil con quien ellos pudieran meterse fácilmente. Siempre me había mantenido lejos de sus mierdas ya no me gustaba involucrarme en cosas ajenas, pero ya habían colmado la poca paciencia que tenía.
—¿Acabas de llamarnos cagados, niña? —Lo interrumpió Keyla.
—¿Y acabas de mandarnos a callar? —Avanzó unos pasos hacia mí.
—Sí, ¿tenéis algún problema? Sois unos inmaduros. Esta no es la mejor situación ni el mejor lugar para que os pongáis a burlaros de nadie, ¿no os dais cuenta o sois tontos? —No me dejé intimidar y avancé también unos pasos hacia ella.
—Tú sí que eres tonta. No sabes lo que acabas de hacer —dijo Louis desde atrás de Keyla, con una sonrisa y ojos burlones dirigidos a mí.
—Puede que te merezcas el que te de una paliza pero, no caeré tan bajo como tú. Al menos no en estos momentos —la miré con el rostro serio. Vi en su rostro sorpresa la cual, rápidamente, pasó a ser rabia.
Le di la espalda para segundos después notar como mi pelo era jalado por alguien y yo comenzar a retroceder con demasiada fuerza y rapidez. Sin percatarme de lo que había pasado y en un impulso, agarré las manos que sujetaban mi castaño pelo y las retorcí —antes de que perdiera el equilibrio por su gran fuerza—, provocando un pequeño grito en ella. Oyendo como su grupo de monos la animaban, ella se apartó de mí y rápidamente contraatacó llevando un puño a mi costado derecho. Sin esperar un segundo me aparté de su contraataque y, cuando iba a propinarle un golpe, alguien agarró mi diminuta cintura y me elevó del suelo alejándome de ella.
Quedé de cara a la pared mientras esa persona seguía sujetando mi cintura. Podía escuchar como Keyla se quejaba de algo y como Raissa decía algunas cosas sin sentido sobre lo que había pasado. Intenté separarme pero el cuerpo tras de mí no me dejó, empujándome más fuerte contra la pared y apoyando su fuerte pecho en mi espalda por precaución.
—Maldita sea, ¡suéltame, joder! —Grité enfurecida, intentando verle la cara—. ¡Le abriré la cabeza como vuelva a tocarme!
No contestó. No se movió. No hizo nada salvo permanecer apoyado contra mi espalda y sus manos aún en mi pequeña cintura procurando que no me saliera de su agarre. Me removí contra el cuerpo fuertemente sin lograr nada.
—¿Cómo has hecho eso, Keyla? —Preguntó Katrina con asombro en su voz.
—Pues soltando un puñetazo —habló con superioridad. Katrina iba a contestarla pero la interrumpí.
—¿Qué puñetazo ni que hostias? —Conseguí decir—. Tú no sabes lo que es una pelea de verdad, niña.
Volví a escuchar jaleo a mis espaldas y un par de golpes —como si fueran cuerpos de personas— contra una de las paredes. Sin esperar más, una sombra de la pared —en la cual estaba apoyada— me absorbió, y conmigo a la persona que estaba detrás de mí. Me absorbió, me envolvió en una profunda oscuridad confundiéndome, para segundos después poder ver la sala entera entre las sombras. Desde una perspectiva fuera de la sala pero, aún así, seguíamos dentro de ella.
Zayn y Connor estaban en el suelo, con las espaldas apoyadas en la pared, derrumbados. Alice y Noah estaban a su lado, intentando averiguar cómo se encontraban. Keyla miraba enfurecida al lugar donde estaba yo momentos atrás. El resto miraban a Keyla sorprendidos por algo que yo aún no sabía qué era y Raissa y Liam se miraban entre sí, como si estuvieran comunicándose entre ellos mentalmente o como sí supieran lo que estaba pasando.
Las manos ajenas seguían en mi cintura, me aparté bruscamente unos pasos al lado contrario para intentar verle la cara a esa persona, pero el agarre permaneció donde estaba. Él me acercó más hacia su cuerpo. Levanté mi vista como pude para encontrarme con la última persona que pensé encontrar en esos momentos y en ese lugar; Damon.
—No te sueltes de mi agarre o te perderás entre las sombras y no tengo ganas de buscarte —dijo, con superioridad y cansancio.
—¿Cómo..? —Me calle—. ¿Qué ha pasado? —Dije con el rostro confuso y desorientado. Él suspiro.
—Llegué junto a Harry, Zayn y Connor justo cuando te apartabas del contraataque de “tu amiga”. Te separé y te acorralé duro contra el muro —sonrió burlón. Pillé el doble sentido de su frase y rodé los ojos—, y cuando ella se soltó del resto y empujó con una extraña fuerza sobrehumana a Zayn y Connor, no tuve otra opción que utilizar mi poder para que estuviéramos a salvo. Algo que por cierto nadie conocía pero ahora sí.
—Vaya, ¿y tengo que darte las gracias por todo eso? —Me crucé de brazos, indignada. Yo podría haber usado mi poder si hubiera sabido lo que estaba pasando. No lo necesitaba.
—De nada —siguió hablando sin dejarme decir algo. Miró a la sala donde estaban el resto—. Creo que nadie lo habrá visto salvo tú, Keyla y yo.
—Sácame de aquí —gruñí no queriendo pasar más rato con él.
Se encogió de hombros restándole importancia con la brusquedad que se lo había pedido. Me agarró de la muñeca derecha, guiándome a más oscuridad y alejándome de la sala donde estaban los demás.✖✖✖
Aparecimos en una sala diferente no muy lejos del resto ya que, podía escucharlos hablar. Una vez fuera de las sombras un aguado dolor de cabeza apareció de la nada, supuse que había sido por el viaje de Damon así que le resté importancia. Él estaba un poco pálido —más de lo que ya era—, pero con un movimiento de cabeza me hizo entender que estaba bien y fuimos a la sala donde estaba el resto. Entramos pero nadie se percató de ello. Me alejé de él sin palabra alguna —sin saber por qué exactamente— hasta estar en la otra punta de la sala aún con el dolor de cabeza.
Había estado entre las sombras, había estado en la habitación pero sin estar en ella. Me estaba volviendo loca, no podía ser. No. Bueno, sí podía ser. Si yo tenía un poder, ¿quién me decía que el resto no los tuviera? Él podía moverse entre las sombras y Raissa, bueno, ella era un misterio incluso para ella misma pero, yo la escuché en mi cabeza, algo tenía que tener. Y por último pero no menos importante; Keyla. Según Damon, ella lanzó por lo aires con una fuerza extrema a Connor y Zayn. Eso era raro, era muy raro. Nosotros éramos raros.
Yo conocía a Zayn, bueno, trabajábamos juntos. Él era un tipo duro, alguien quien por una chica no volaría por los aires, creo que ni por la fuerza de un chico lograrían hacerlo volar. Zayn siempre se entrenaba, siempre estaba haciendo boxeo cuando no lo mandaba a hacer algún recado por parte de la mafia. Era prácticamente imposible que pudieran hacerlo volar, y más una chica, aunque fuera Keyla.
Y de Connor, bueno, de él no sabía mucho. Apenas nada, ni siquiera había hablado con él alguna vez, creo. Pero, físicamente no se le veía un chico al que el viento se lo llevara con una ráfaga, honestamente. Ninguno de los dos estaban mal físicamente, y, ninguno de los dos eran chicos con los cuales querrías meterte en una pelea.
Eso me llevó a qué hacían ellos aquí. ¿Habían entrado con el poder de Damon? Pero, él dijo que solo lo conocíamos; él, yo y probablemente Keyla. Tenía un poder con el que no se podía jugar. Es decir, es con las sombras. Puede moverse entre ellas y a saber qué más. ¿Podrá hacer más cosas? Levanté mi vista hacia él, chocando con unos ojos azules como el mar los cuales ya me estaban mirando, inspeccionando. Recorriendo mi rostro de punta a punta.
Recorrí su rostro al igual que él hacía con el mío. Pude ver a través de sus ojos, de sus facciones que no había tenido una buena vida. Era alguien frío y duro, duro consigo mismo. Puede que su poder lo haya llevado a extremos que ni siquiera yo sabría cuáles eran, o que descubriera sus poderes de mala manera tipo como a mí me pasó, o que, haya sufrido en un pasado antes de saber de que era especial. Quién sabe. Aquí todos éramos un misterio.
Escuchaba la conversación que tenían pero de fondo. ¿A quién le interesaba lo que estuvieran hablando? A mí no. No sabía por qué no había usado mi poder una vez que Raissa estuvo bien y haberme largado de aquí. Nadie se hubiera enterado. No hubieran sabido cómo me había ido pero no, aquí estaba; recibiendo una mirada asesina de parte de Keyla y siendo inspeccionada por una mirada de Damon. Quería irme de aquí, era demasiado para procesar.
—Ya basta, tenemos que irnos de aquí —dijo Raissa.
—Sí, quién sabe si nos pasa algo más —habló Noah.
—Oh, ¿tienes miedo? —Se burló Keyla mirándome directamente a los ojos con risa burlona. Gruñí y le fruncí el ceño.
Si pudiera controlar un poco mejor mi poder haría que se estrellara contra el muro, como ella había hecho con Connor y Zayn. Solo para demostrarle que no la tenía miedo y que no se debería meter conmigo.
—Vayámonos de aquí —dijo ronco Harry para salir por la puerta de la sala. Inmediatamente le siguió Noah y Alice.
Segundos después empezaron a abandonar la sala el resto, quedándome con un Liam callado, un Damon curioso y una Keyla enfadada. No sabía por qué Liam se había quedado pero, supuse que fue por lo que habíamos visto de Keyla. Bufé.
Comencé a dar pasos hacia la puerta seguida por tres pares de ojos cuando una voz me paró en seco:
—Deberías de tenerme miedo, ya sabes lo que puedo hacer —sonrió falsamente.
—Tú también deberías de tenérmelo. No me conoces, no sabes nada de mí y lo más importante: No sabes si yo tengo un poder debajo de la manga —Me di la vuelta, dejándola humillada y con unas grandes ganas de venganza.
Sabía que eso no había terminado ahí y que ella no pararía hasta hacerme algo pero, no me iba a dejar ganar por ella. No cuando yo podía defenderme utilizando mi poder contra ella o contra sus monos saltarines.
Iba por el pasillo a nada de salir a la preciada calle cuando el móvil me sonó. Lo cogí y miré el número. Conocía bastante bien el número para saber de qué era. Descolgué.
—¿Dónde? —gruñí—. ¿Ahora? —Salí por la puerta buscando a Zayn con la mirada—. Sí, ahora vamos.
Dicho eso colgué y, con los ojos sobre Zayn y sus ojos en los míos, le hice un gesto con la cabeza indicando que teníamos trabajo. Asintió y nos pusimos a andar juntos bajo los ojos de los demás.
—¿Os vais? No podéis iros —habló la ojiazul—. ¿Qué pasa si nos pasa algo? Debemos permanecer juntos.
—No podemos quedarnos —habló el morocho por mí hacia Raissa.
Encontré los ojos de Damon antes de darnos media vuelta e irnos. Seguramente por sus cabezas debían pasar muchas ideas del por qué nos íbamos, y juntos, pero a ninguno de los dos nos importaba lo que pensaran ellos y bueno, no teníamos que darles explicaciones a nadie.
Una vez en el coche de Zayn una extraña sensación de que no deberíamos separarnos de ellos me invadió por completo provocando un escalofrío que traspasó todo mi cuerpo de cabeza a pies. Me sacudí un poco y le quité importancia mientras Zayn arrancaba el coche y nos dirigíamos a la misión que nos habían dado la mafia.
Bueno, todas tus ideas me encantan, y, no lo sé. Esta me fascinó durante el primer momento en el que leí la sinopsis. Me encanta la trama y, me atrae mucho el que sea por culpa de la chica por quien se haya roto la relación. Idk, es original y me encanta, como todas tus ideas.
FIN.
Última edición por Helenna el Dom 15 Dic 2013, 8:49 am, editado 2 veces
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Re: little white lies {reultados | nc}
Cami asfjhasiufa nos encontramos en todos los sitios, ¡eh! xd. ¿Me llamabas? c:Cami escribió:Helenna
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Re: little white lies {reultados | nc}
Es que soy como la mugre: estoy en todos lados(?) Sí, holaHelenna escribió:Cami asfjhasiufa nos encontramos en todos los sitios, ¡eh! xd. ¿Me llamabas? c:
Cami
Re: little white lies {reultados | nc}
Cami escribió:Es que soy como la mugre: estoy en todos lados(?) Sí, hola
¡No digas eso de ti misma! :cc asfijasifjas lo que pasa es que me acosas y no quieres que me de cuenta (?) xDD. Holus, so.. ¿qué tal? cc:
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Re: little white lies {reultados | nc}
✖Nombre Completo:
Heather Grace Lovelace.
✖Edad: (entre 16 y 18 años)
18 años.
✖Descripción psicológica:
Heather usa el sarcasmo en cualquier persona como un mecanismo de defensa. Responde ante cualquier conversación que se dirija a su persona de manera inmediata, abriendo la boca y hablando sin pensar, por lo que es conveniente que use una lengua filosa en los demás. No es desagradable, tal vez tenga la manía de ser caprichosa pero en su opinión es sólo una etapa de inmadurez en cualquier adolescente de dieciocho años, sin embargo el usar bromas en cada incógnita es algo molesto.
Además suele ser perfeccionista, no tolera el desorden a tal punto de que acomoda cada cosa de una manera prolija e ideal para poder tener al alcance. Le gusta planificar eventos, pero sólo ella. Medita cuando se le presenta una fiesta a la cual asistir, ya que según ella no conoce si todo está para el disfrute de los invitados o será una pérdida de tiempo. Básicamente, mete sus narices para en lo posible organizar cualquier evento que se le presente, porque le gustan las cosas a su propia manera.
Heather es disparatada. Alegre aunque a veces tenga sus momentos de total inexpresión de sentimientos, y puede que en ése sentido sea más reservada. Si habláramos de desconfianza podríamos decir que su comportamiento es hostil, cosa que sucede con personas desconocidas, simple lógica. De igual modo, resulta una chica carismática con un sentido del humor ácido pero gracioso.
Tal vez es de aquellas que aburre con sus palabrerías, pero es sólo cuando conversa acerca de sus gustos literarios y musicales a sus conocidos. Y no se sorprende que ellos cambien de cara y se adentren en un nuevo mundo donde nadie la escucha, porque con un gusto bastante peculiar es extraño encontrar a más gente así. De todas maneras no le importa mucho las opiniones ajenas acerca de ella misma, en su defensa puede juzgarse sin que otros se metan.
Quitando todo, Heather es sensible. A tal punto de que se ofende rápido, su pecho se estruja y las lágrimas fluyen aunque no lo quiera; es algo idiota pero cierto, y una de las cosas que más odia.
Cuando se entra en el concepto de una relación afectiva, la chica tiene nula experiencia. No sabría expresar aquello pero, no es sorpresa decir que es bastante tímida con ese sentimiento, e incrédula para imaginar un amor de novela. Aun así, procura que no le importe y se distrae con demás tareas que necesiten su atención. Aparte, si estuviera en un compromiso estaría segura de que lo echaría a perder, unos celos la contaminarían y no sería ella. Conclusión, sería una estupidez.
✖Pareja y rol:
Ash Stymest}Insensibilidad.
✖Escrito de tu autoría:
Honestamente, estoy sin palabras. Últimamente me adentro mucho en las novelas románticas y que sea todo rosa es molesto, así que unos problemas de amor son perfectos para escribir. La idea me encantó, me fascinó, la amé, ¡Me sorprendió! Deby, es fantástica y por eso me pregunto cómo le haces para idear algo así. Sería un maravilla aportar en una colectiva con ésta trama de la que se saca muchísimo. Es perfecta.[/size]
Heather Grace Lovelace.
✖Edad: (entre 16 y 18 años)
18 años.
✖Descripción psicológica:
Heather usa el sarcasmo en cualquier persona como un mecanismo de defensa. Responde ante cualquier conversación que se dirija a su persona de manera inmediata, abriendo la boca y hablando sin pensar, por lo que es conveniente que use una lengua filosa en los demás. No es desagradable, tal vez tenga la manía de ser caprichosa pero en su opinión es sólo una etapa de inmadurez en cualquier adolescente de dieciocho años, sin embargo el usar bromas en cada incógnita es algo molesto.
Además suele ser perfeccionista, no tolera el desorden a tal punto de que acomoda cada cosa de una manera prolija e ideal para poder tener al alcance. Le gusta planificar eventos, pero sólo ella. Medita cuando se le presenta una fiesta a la cual asistir, ya que según ella no conoce si todo está para el disfrute de los invitados o será una pérdida de tiempo. Básicamente, mete sus narices para en lo posible organizar cualquier evento que se le presente, porque le gustan las cosas a su propia manera.
Heather es disparatada. Alegre aunque a veces tenga sus momentos de total inexpresión de sentimientos, y puede que en ése sentido sea más reservada. Si habláramos de desconfianza podríamos decir que su comportamiento es hostil, cosa que sucede con personas desconocidas, simple lógica. De igual modo, resulta una chica carismática con un sentido del humor ácido pero gracioso.
Tal vez es de aquellas que aburre con sus palabrerías, pero es sólo cuando conversa acerca de sus gustos literarios y musicales a sus conocidos. Y no se sorprende que ellos cambien de cara y se adentren en un nuevo mundo donde nadie la escucha, porque con un gusto bastante peculiar es extraño encontrar a más gente así. De todas maneras no le importa mucho las opiniones ajenas acerca de ella misma, en su defensa puede juzgarse sin que otros se metan.
Quitando todo, Heather es sensible. A tal punto de que se ofende rápido, su pecho se estruja y las lágrimas fluyen aunque no lo quiera; es algo idiota pero cierto, y una de las cosas que más odia.
Cuando se entra en el concepto de una relación afectiva, la chica tiene nula experiencia. No sabría expresar aquello pero, no es sorpresa decir que es bastante tímida con ese sentimiento, e incrédula para imaginar un amor de novela. Aun así, procura que no le importe y se distrae con demás tareas que necesiten su atención. Aparte, si estuviera en un compromiso estaría segura de que lo echaría a perder, unos celos la contaminarían y no sería ella. Conclusión, sería una estupidez.
✖Pareja y rol:
Ash Stymest}Insensibilidad.
✖Escrito de tu autoría:
- one. primera parte.:
Alzó la cabeza y dejó de escribir. La birome de tinta azul quedó apoyada sobre las páginas llenas de su cuaderno. Respiró con tranquilidad, estiró su mano derecha y observó los dedos de la misma; manchados de un color azul índigo. Los frotó un poco, siseando por el entumecimiento que le recorría. Había escrito sin parar, por media hora tal vez, no era un superhéroe para tardar más y no detenerse, mas igual le cansaba.
Apoyó sus manos en su regazo y miró el cuaderno que reposaba en su escritorio. Una pequeña lámpara a un lado, miles de lápices revueltos por doquier, notas arrugadas esparcidas hasta por el suelo, así se encontraba éste. Tengo que tirar eso, pensó.
Sonrió satisfecha al leerlo por tercera vez. Su informe acerca del comportamiento del enamorado había sido acabado. Parecía una estupidez, pero para Taissa no lo era. Escribir alrededor de cinco páginas —de reverso cabe aclarar— sobre cómo era el procedimiento del hombre en una relación sentimental no era un problema para ella.
Tal vez sí. Nunca estuvo enamorada, al menos no realmente. Había tenido cientos de amores platónicos, pero eran celebridades que veía en televisión o en vídeos, hasta le gustaron chicos de su preparatoria sin embargo era una cosa distinta. Sentir ese profundo sentimiento que te hacía querer no despegarte de tu pareja era algo de otro mundo para ella, conocía bastante como eran las mujeres enamoradas. Muchas películas. Mas, ¿cómo era el hombre? Eso se planteaba cada día, desde que comenzó con su tesis hace, prácticamente, tres días atrás.
...
Se sentó en la cafetería, con una bandeja en frente suyo que luego de una inspección cualquiera se daría cuenta de que la comida no había sido probada. Taissa sostenía una limpia, —luego de frotarla por precaución— manzana roja, aún sin morder, y miraba a su alrededor. Era por un simple chiclé que existieran tantos grupos; populares, extraños, inteligentes en demasiada cantidad, —vulgarmente llamados nerds— y luego su grupo, los normales. Toda institución tenía cerca de esa cantidad, nunca podría decir que era una sociedad comunicativa y amistosa porque, si ella tan sólo hablara de juzgar no pararía hasta terminar con las porristas. Simplemente, se encontraban divididos, y nadie podía acceder a la comunidad del otro sin permiso.
La chica detuvo su mirada en una mesa. Alzó una ceja cuando Liam Payne manoteó a un chico de cabello castaño, cuando al parecer éste intentó balancearse de su silla como un niño pequeño. Ilusos, pensó. La inmadurez era algo tan propio de sus compañeros, claro que no tenía un ego, mucho menos exclamaría que era el ser más maduro del planeta, ni se acercaba, pero aseguraba tener más prudencia.
Liam era sereno, responsable, y popular. Una combinación inusual pero acertada, iba en su perfección. Taissa abrió los ojos lo más que pudo, Bonnie una de sus amigas la miró expectante.
—Me gusta el color de tus ojos, aunque esa no es la mejor manera de lucirlos. — comentó con diversión, y luego regresó a la plática general.
El verde musgo era tan atractivo para ella. La miró de reojo, sin darle importancia en lo absoluto, tenía que preocuparse por otras cosas. Un ejemplo, en descubrir como Liam lograba sobrevivir en una población de ignorantes superficiales, y ser un auténtico chico de película. Ella lo había notado, una gran cantidad de novias que habían sido atendidas con mejor cariño posible, regalos costosos, y besos apasionados, sin convertirse en un pervertido más. Estaba un poco segura, —según porque los hombres son iguales— que no quería intimidad, sólo amor. Tal vez no tendría que confiarse y ser más distante en ese sentido pero, no pasó nunca desapercibida su deleitante mirada miel, llena de adoración.
El cuestionario comenzó. Tom, un muchacho de último año era un atrevido sin censura, siendo más grotesco que otra cosa, aunque podría ser un caso aparte ya que sólo tuvo dos novias formales. También estaba Jeremy, que bien no era un idiota como el anterior, era más bien demasiado,
—demasiado— afectuoso en una relación, a tal punto de no despegarse, y parecía que hasta al baño iban juntos. Pero, no sabía si lo hacía de acompañante o era la opción más lógica. En fin, ésos dos estúpidos incompetentes eran otro ejemplo de lo anteriormente dicho. Eran distintos comportamientos a su parecer, y ninguno se asemejaba al de una película romántica barata.
Liam, ahora llamado ejemplo ‘a’ era un enigma, no se conocía si era tierno por voluntad propia, o si creía que era el mejor modo de obtener lo que quería de una manera eficaz. La curiosidad picó a Taissa. Los ejemplos ‘b’ y ‘c’ dejaron de importarle, su actitud era diversa, pero por ahora le interesaba alguien más. Y no del modo cursi.
Era apuesto, muy apuesto. ¿Qué chica no querría tenerlo? Tal vez ella, pero ¿coquetear en su cara, masticar chicle de manera grosera y vestirse provocadora cual prostituta en plena acción sería lo correcto? Al menos, así lo había hecho la mayoría de las féminas.
Lo observó por última vez en la hora y por fin mordió su manzana.
...
—¿Qué es lo que haces? — Bonnie habló en su oído, mirando con disimulo al grupo de chicos que reían entre sí.
Taissa procuró que no se dieran cuenta, y tomó a su amiga del brazo dirigiéndola unos pasos más lejos. Respiró tres veces para intentar calmar la adrenalina que sentía al espiar a alguien.
—Nada, nada. — mintió. —¿Pasa algo?
—¿Cómo que pasa algo? — Bonnie la miró incrédula. —Estás asechando a alguien, no, ¡A Liam!
Escuchó el intento de regaño, al menos eso quiso, sus ojos habían parado en la silueta del muchacho, quien se despedía cuando el timbre había sonado. El momento había llegado de más pronto de lo que pensaba, pero cuando él se disponía a entrar a su salón, Taissa se apartó de su amiga ignorando los reclamos de ésta.
Alcanzó a tirar de su mochila, luego un simple roce en su hombre y quedó estática cuando él se dio vuelta.
—Disculpa, sé que no tienes idea de quién soy pero, ¿podría hacerte una encuesta? Es para un trabajo. — mintió, de nuevo.
Había ensayado su conversación —al menos de su parte— la mayoría del día. Luego de salir de la cafetería, se instaló con una hoja en blanco y una birome en el tiempo libre, pensando en todo lo que había notado en aquel lugar. Básicamente, los comportamientos de los chicos respecto a una relación sentimental de más de un día.
Lo había nombrado muchas veces, pero era una curiosidad que debía saciar. No podía mentirse más, libros y películas eran porquería que no demostraba nada. El amor, ¿qué sabía ella de el? Precisamente por eso debía averiguarlo.
—Claro, no hay problema. — regaló una cordial sonrisa. —Te veo después de clases, ¿quieres? Antes de irnos por distintos caminos, creo que estaremos más tranquilos.
—¡Por supuesto! Te veré luego. — se sintió conforme con su actitud empleada, pensó que tartamudearía por los nervios que podría ocasionarle, pero no, Liam era tranquilo.
—Si te soy sincero, tengo la sensación de que quieres correr y escapar de mí. — rió. —¿Podría saber tu nombre? — inquirió con amabilidad.
El corazón de la chica aceleró sus latidos. Podría tener fiebre, porque sencillamente un escalofrío le recorrió la espalda.
—Taissa. — musitó aún aturdida.
—Es un bonito nombre. Soy Liam. — elogió antes de girarse y levantar la mano. —Tengo que entrar pero, te veré luego. Un gusto, Taissa. — sin más, se largó de allí.
Cada estudiante que pasara por su lado podía visualizar el sonrojo que habían adquirido las mejillas de la chica. El golpeteó interno se hizo más fuerte, un cosquilleo se apoderó de su boca y sólo quiso reír cual estúpida.
—Igualmente, Liam. — murmuró al aire.
Sacudió la cabeza en un intento de despejarse, meditando por unos segundos si lo que haría sería lo correcto. Era probable que se reiría y lo tomaría como una broma mas, debía tratar.
...
Esperó después de un rato. Terminó de ver como Bonnie se alejaba de la institución, mejor dicho como la mayoría lo hacía pero ella se quedó. Tenía que esperarlo, de un tipo tan atento no esperaría que la plantara, porque sería imposible. Sin embargo, tenía cinco minutos de demora.
—¡Taissa! — un grito se escuchó desde el otro extremo. Un mechón de su cabello castaño se pegó a su boca, escupió un poco en un vago intento por sacarlo pero desistió de la idea cuando terminó apartándolo de un brusco movimiento con su mano.
—Liam, hola. — saludó cuando éste llegó a su lado, caminando con su pintoresco estilo conquistador. —Pensé que no vendrías.
—¿Ah sí? — alzó una ceja juguetón. —No te preocupes, no dejaría sola a una bella chica como tú. — acomodó la tira de su mochila con una sonrisa.
—Lo que tú digas. — musitó girando su rostro. El rojo en sus mejillas parecía no querer desaparecer, y Taissa se preguntó porque se daba cuando él le hablaba.
—Al parecer no estás acostumbrada a los cumplidos.
—Deberíamos hablar de la encuesta, tengo que volver a casa.
—Entonces, vamos a hacerlo. — aplaudió con sus manos, y acomodó por segunda vez su mochila. —¿Qué necesitas saber?
Taissa contó mentalmente hasta tres, abrió la boca para tomar una respiración y luego botarla, eso le ayudaba muchísimo.
—¿Cómo eres cuando estás enamorado? — soltó, mas no se sintió del todo estúpida.
Y Liam rió.
—¿Para qué trabajo tienes que hacer eso? — añadió entre risas.
—Oh, practico como futura estudiante de psicología. Sólo quería saber qué pensamientos tienen las personas acerca del amor. — mintió por tercera vez.
—No sabía eso. ¿Qué edad tienes?
—Dieciséis.
—¿Y no eres muy joven para hacer eso?
—Lo hago por voluntad propia. — respondió apresurada.
Liam mordió sus labios, mirando hacia arriba. Él tenía algo, definitivamente, ¿cómo podía ser tan seductor e inteligente? Taissa no quería pensar eso.
—Te ayudaré, no tengo ningún problema con eso. —se encogió de hombros y la miró directamente.
—Pero tal vez podríamos hacerlo en un lugar privado, creo que el estacionamiento no es la mejor opción.
—Puedes venir a mi casa, estaríamos tranquilos. — ofreció. Luego cayó en cuenta de que sonó desesperada, al menos esa fue su propia impresión.
Liam no apartó sus ojos.
—Claro, me agradaría eso.
- disney magic.:
Tessa no estaba segura. Lo había meditado por unos minutos, —bastantes largos en su opinión— y aún no lograba creerlo. Estrujó el pequeño papel en manos, podía escuchar el ruido de éste al ser destrozado pero no le importó. Lo único que contenía eran unas palabras que le hicieron cerrar la boca de repente.
—Nosotros…— carraspeó intentando de que el hilo de voz se volviera más fuerte y seguro, mas la emoción podía con ella. —Ustedes, pero…¿iremos? — preguntó incrédula.
—Cariño, has estado esperando esto por mucho, ¿no es así? — su padre rio al ver la reacción de su hija. Tessa negó con la cabeza.
—Disculpa, ¿qué? — inquirió.
—Es la emoción. — volvió a hablar el hombre, tomando su taza de café.
Sí, claro que lo era. Después de todo iría a Dinsey, ¡Por todos los cielos, iría a ése mundo! La sorpresa estaba intacta. Aún no podía asimilarlo, y le importaba poco que pareciera una estúpida parada en el medio de la cocina con una expresión de total desconcierto. No era el momento de cuestionarios, ¡Tenía que armar sus maletas! Y ellos también; ¿qué se suponen que esperaban?
Y sí, sí sabía que el viaje sería dentro de tres días mas simplemente no podían olvidarse del más mínimo detalle y luego buscar lo olvidado con ansias. Eso atrasaría su vuelo, y Tessa Wells no lo permitiría. Ahora debería estar subiendo las escaleras, porque el número de James se borraría en cualquier momento.
—¡Ya regreso! — salió corriendo con el papel en manos. Cuando atravesó la sala se detuvo y se adentró de nuevo en la cocina.
—Gracias, gracias, gracias. — chilló abrazando a su padre y a su madre con entusiasmo. Una sonrisa cruzaba su rostro con gran deleite, pensamientos con planes futuros llenos de diversión se estaban apropiando de ella. Besó a ambos adultos en las mejillas, y por fin se dirigió a su habitación.
—¡De nada, cariño! Recuerda que debes avisarle a tu hermano, hazlo tú para que sea más sorpresivo. — fue el grito de su madre lo que escuchó antes de subir por las escaleras.
—Claro que se sorprenderá. — mordió su labio inquieta.♡ ♡ ♡ ♡ ♡[size=undefined]
Tomó su celular tirándose a la cama envuelta en cálidas sábanas de color lavanda. Antes de marcar el número, ahogó sus chillidos en la almohada y golpeó con desesperación; al fin. Tal vez daba a entender que no era un comportamiento adecuado en una señorita, ¿pero a quién le importa? Eran demasiadas emociones retenidas, todo tenía que ser liberado, incluso sus ganas de cotillear.
Respiró unas cuentas veces en un intento por calmarse. Su corazón latía apresurado, y con el cabello despeinado llamó a su mejor amigo. Esperó impaciente hasta que del otro lado, una voz masculina respondió.
—Buenas tardes, bella mujer que interrumpe mi adorado tiempo libre y por lo tanto, a mi espléndida persona. — respondió con sarcasmo.
—Cállate, iré a Disney y quiero que grites conmigo. — habló con rapidez. Se sentó en su lugar, e indagando entre sus cosas encontró la revista que tanto leía.
—Oh, no lo sé. No sé qué pensarían mis compañeros de mí, aunque por otro lado se darían cuenta de mi potente voz. — alardeó irónico. —Espera un momento, ¿Tú, chica hippie irás al lugar más divertido de todo Orlando? — prosiguió.
James Buckett era su mejor amigo desde hace dos años, sin embargo pareciera que lo fuera desde siglos. Tenía un carácter demasiado ilógico, teniendo en cuenta que a menudo hablaba tonterías con el propósito de hacerla reír, o la inquietaba con su extraño sarcasmo, pero eso le encantaba.
Tessa rodó los ojos.
—Primero, no soy hippie sólo me gusta su forma de vestir, eso es todo. — demandó con voz seca conociendo que James se burlaría otra vez. Y sí, le gustaba la moda, en especial todo lo referente a lo hippie, pero no era algún problema para ella. Además, no se pondría a discutir sobre eso. —Y para tu información querido Jamie, es el único lugar más divertido de todo Orlando. — exclamó indignada. Mantuvo el celular con una mano mientras pasaba de página la revista: “Disfrute del mágico mundo de Dinsey”.
No, no estaba obsesionada. Pero presentía que algún día, sus padres llegarían con la noticia de que amarían sus maletas, tomarían un avión, y subirían a todos los juegos del enorme lugar. Sólo que, no pensó que fuera tan pronto. El papel que le habían dado mantenía una caligrafía elegante en medio de tanto destrozo con la frase: “Nos vamos en tres días” impresa. El mismo, se había perdido entre el suelo de la habitación.
—Antes que nada, prefiero mi espléndido Jamie si no te importa. — corrigió el chico desde el otro lado de la línea. La castaña largó un suspiro cuando su mirada se detuvo en unas personas que mostraban radiantes sonrisas acompañadas de los extravagantes personajes que las abrazaban. Ella quería eso. —Te pediré una cosa Tess, y espero que la cumplas. — su voz se escuchó seria, cosa que la extrañó.
—¿De qué hablas? — inquirió haciendo a un lado la revista, y sosteniendo el aparato con la otra mano.
—Te prohíbo que coquetees con cualquier tipo disfrazado, no puedes engañar a tu futuro esposo. — ante esto, la chica no pudo evitar explotar en carcajadas. El chico había empezado con una actitud serena, pero no pudo evitarlo, sus idioteces eran demasiado para ella.
—Claro, claro. Es más, ¿sabes qué? Lo haré con Pluto. — le siguió el juego con una sonrisa traviesa. —Quien sabe, tal vez un atractivo chico te quite ése título, pero no te ofendas James, sigues siendo mi hombre. — ahogó una risa, tapando su boca con una mano y sacudiéndose por lo anterior.
—Ah, por supuesto. Sé infiel con él, pero tómate una fotografía, todavía sigue siendo mi ídolo. — mencionó. Y ambos rieron.
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Terminó de navegar por internet, cuando la puerta de su habitación se abrió. Stan se abrió paso hasta quedar frente a ella. La chica giró en su silla de escritorio mirándolo con el ceño fruncido.
—¿Qué haces aquí intento de adolescente masculino? — se cruzó de brazos.
—Cada día te quiero más, dulce Tessa. — el chico mostró una expresión fingida de amor, pero luego se volvió aburrida.—Mamá y papá dijeron que tienes que decirme algo. Espero que sea importante, porque nunca más vuelvo a pisar este sitio tuyo.
—Supongo que lo es. — Se inclinó hacia delante apoyando sus codos en sus rodillas. Una sonrisa comenzó a extenderse por su dulce rostro. —Precisamente, Stanley iremos a un hermoso sitio llamado Disney. ¿Y sabes qué habrá allí? — batió sus pestañas con inocencia.
—Habla. — murmuró el otro con un deje de desconfianza.
—Chicas, Stan, chicas. Así que, creo que es mejor que vayas preparándote y des tu mejor impresión hermano mío. Ahora por favor, saca tu trasero de mi habitación.
Y luego de aquel episodio, Tessa observó como el muchacho salía corriendo y gritando algo acerca de su cabello.
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—¡No puede ser, estamos aquí! — chilló lo más que pudo. No le importó para nada las miradas de los demás, estaba en Disney, es más, todos deberían aplaudirle por ponerle entusiasmo.
—De acuerdo, ¿alguien más lo vio? Aquella chica de allá me guiñó un ojo. — Stan se giró a su familia, señalando con su cabeza a una rubia. Para nada disimulado.
—Chicos, tranquilos. Pueden ir a explorar, pero los quiero aquí en veinte minutos, ¿bien? Así que, por favor intenten…— pero la señora Wells no pudo terminar su oración, porque ambos muchachos habían desaparecido entre la inmensa multitud.
Tessa recorrió a los personajes con la mirada, sus labios fruncidos era una clara muestra de que buscaba algo, o mejor dicho alguien. Reparó en el disfraz de animal que terminaba de agitar su mano en un saludo a una familia, para luego dar brincos hasta él.
—Escucha, mi mejor amigo te admira y yo también, así que si no te sacas una fotografía conmigo no dejaré de hablar. — mostró una cámara de su propiedad, y detuvo a un muchacho que caminaba con su grupo de amigos.
—Disculpa, ¿podrías tomarnos una foto? Y por favor, intenta no robarla o te perseguiré, gracias. — mordió su labio, y sus ojos brillaron cuando abrazó contenta a Pluto. Luego de que el flash de la cámara terminara, se congeló en el lugar. Su sonrisa comenzó a desvanecerse, y la misma expresión de desconcierto del principio se hizo presente.
No podía creerlo.
Pluto le había tocado el trasero.
Honestamente, estoy sin palabras. Últimamente me adentro mucho en las novelas románticas y que sea todo rosa es molesto, así que unos problemas de amor son perfectos para escribir. La idea me encantó, me fascinó, la amé, ¡Me sorprendió! Deby, es fantástica y por eso me pregunto cómo le haces para idear algo así. Sería un maravilla aportar en una colectiva con ésta trama de la que se saca muchísimo. Es perfecta.[/size]
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No sabía que habías terminado, Nina xdd Ahora acepto<3333
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