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Unpredictable | 5 Seconds of Summer
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Re: Unpredictable | 5 Seconds of Summer
al menos no va a tardar más que yo, porque creo que eso es imposible no?
vendetta.
Re: Unpredictable | 5 Seconds of Summer
Capítulo 15
Kat Smith - Ashton Irwin
—Kat, concéntrate. Esto lo vimos hace una semana, es imposible que se te haya olvidado— la chica despertó de repente. No estaba dormida, pero se había quedado pensando en sus cosas… ¿Hacía cuánto Ashton se había acercado a ella de esa manera y no se había dado cuenta?
Desde que se habían besado, varias veces, la chica no podía dejar de pensar en él. No era que le gustase, ni mucho menos, era lo maravillada que se sentía con él, volaba cuando se encontraba cerca de él. No era como los otros chicos, era mucho mejor. Por eso no cometería el error de enamorarse, porque todas las parejas acababan mal. Y quería demasiado a Ashton.
—Hueles bien— observó Kat. Estaban muy cerca, ¿qué esperaba?
—Eh… yo… sí, me… me he comprado una colonia nueva— le había hecho sonroja. El chico estaba incómodo. Pero ella se sentía maravillada.
—Tan bien…— se acercó más a él, su nariz casi tocaba su cuello. Ashton estaba estático, sin poder moverse ni saber qué hacer. La quería más cerca, anhelaba el contacto de sus labios.
—Kat…— el chico se vio obligado a susurrar su nombre, porque sabía que si hablaba en alto le saldría un gemido ahogado y eso era lo que menos le convenía en aquellos momentos.
Porque Ashton conocía perfectamente el sentimiento, ya había vivido aquello antes. Se encontraba hechizado por Kat. Cualquier cosa que ella hiciera estaba bien. Y si se encontraba simplemente un poco más cerca de lo normal, Ashton perdía la razón. Sin embargo, era consciente de que Kat no había caído bajo esa fascinación que él sentía. Ella podía controlarse, es más, ella le controlaba a él. Y no podía más que maldecirse por ser tan blando, por sentir aquello por ella.
—¿Siempre has tenido los ojos tan preciosos?— se separó de su cuello para analizarlos. Sus narices se encontraban a centímetros, casi tocándose. Ashton tragó saliva. ¿Ella también estaría sintiendo la tensión?
Entonces ella empezó a acariciarle el pelo, suavemente, con una sonrisa. Y el chico perdió la razón. Sus labios se amoldaron perfectamente a los de ella, como ya lo habían hecho antes. Kat sonrió y profundizó más el beso. Estaba segura de que Ashton le estaba metiendo la lengua hasta la garganta, pero le daba igual.
—Nunca me has dejado darte las gracias por todo lo que haces por mí— la respiración de la chica estaba agitada cuando susurró en su oído. Él se estremeció— Demuéstrame las cosas que puedes enseñarme, Ashton.
Y le besó de nuevo. La tensión estaba más viva que nunca. La habitación se iba caldeando por momentos. Hacía unos minutos había parado, porque no sabía si ella quería, si sentía lo mismo, pero aquella vez no paró. Y ella no le detuvo.
Kat se encontraba completamente perdida en sus propios pensamientos en la clase de historia. No le podía contar a nadie lo que había ocurrido, y menos lo que para ella había significado. Tampoco podía creérselo pero eso era otra historia. Estaba tan sumamente perdida que, cuando el profesor la llamó, no tenía ni la más ligera idea de qué estaba hablando.
—Señorita Smith, ¿quiere escoger a su pareja de una vez? No tengo todo el día— remarcó el hombre, ya entrado en años, con su bolígrafo rojo en mano
—Eeeeh… Yo… Nicole, Nicole Miller— farfulló, mirando al suelo. La nombrada se giró, mas lo hizo con maldad. Y, para sorpresa de la chica, no parecía nada enfadada.
Kat estuvo mirando al suelo todo lo que quedaba de hora. No quería encontrarse con las miradas de reproche de aquellas guarras que decían ser sus amigas, y menos quería explicarle a Nicole por qué había dicho su nombre, como si de un acto reflejo se tratase. Estaba claramente avergonzada, pero a la vez también estaba orgullosa de sí misma.
—Así que estamos juntas— cuando el timbre sonó, Nicole se giró lo más rápido que pudo.
—Yo… si te molesta podemos hacerlo por separado— aclaró rápido y la rubia esbozó una sonrisa que le llenó la menuda cara.
—No, es genial. Si hubiera estado con otra persona seguramente hubiera tenido que trabajar el doble, pero imagino que contigo no será así, ¿verdad? — Kat negó, con una carcajada.
—Puede que sea estúpida en la mayoría de las asignaturas, pero eso no me hace retrasada y, además, soy medio responsable. Creo.
—No eres estúpida. Bueno, creo que deberíamos ir tirando cada una a su siguiente clase. ¿Vienes a mi casa esta tarde? — la chica dijo que sí, y Nicole le escribió la dirección en el brazo. Se estaba formando una amistad.
En el recreo, cada persona iba a lo suyo. Kat decidió ir a su taquilla, a guardar algunas cosas y meter papeles que tenía por ahí desordenados en su taquilla. De repente, alguien se le acercó, y se apoyó despreocupadamente a su lado.
—Buenos días— saludó Ashton con una agradable sonrisa. Tenía el pelo tan despeinado como siempre— ¿Dormiste bien anoche? — la chica asintió con la cabeza, ignorando su mirada.
Cerró la taquilla, un poco más fuerte de lo que quería, haciendo que Ashton diese un salto. Cogió su mochila y empezó a caminar por el pasillo, sin esperar que el chico la siguiera. Pero lo hizo. Y al caminar, torpemente, entrelazó sus dedos con los de ella. Kat paró, de repente, como si el contacto le diera calambre. Estaban en un pasillo más o menos transitado, y mucha gente se había quedado mirando sus manos unidas.
—Ashton, ¿qué haces? — se separó rápidamente y él dio un paso hacia atrás, avergonzado.
—Yo…— tartamudeó, sonrojándose. Kat era una buena persona en el fondo, pero en aquellos momentos estaba fuera de sí. No se dio cuenta del daño que le estaba haciendo.
—No somos nada, ¿vale? Lo de ayer no significó nada. Déjame tranquila, ¿vale? — y dicho aquello se fue por el pasillo, caminando a un ritmo demasiado acelerado, dejando detrás a un chico que le quedaba demasiado mayor, y alto, y al que, sin embargo, había destrozado.
—Estás jodido— sentenció Calum, en cuanto le vio aparecer por la puerta. Todos se giraron a mirarle, mientras él bajaba la vista.
—Podemos simplemente ensayar, ¿por favor? — ellos asintieron, y cogieron sus instrumentos. No le dieron importancia a la mala cara de Ashton, hasta que ejecutaron un par de canciones.
El bajo y las guitarras sonaban correctamente, los vocales no se habían desviado lo más mínimo, pero Ashton estaba completamente desbocado. No dejaba de equivocarse y, encima, estaba golpeando demasiado a lo bestia. Rompería las baquetas de un momento a otro si no se calmaba.
—¡Joder! — la exclamación que soltó los dejó en silencio. En efecto, se había cargado una.
—¿Qué te pasa, Ash?— preguntó, empáticamente, Luke. Todos estaban serios, no era propio de él comportarse así.
—Todo, ¡todo!— el subidón se le había pasado de golpe y ahora parecía a punto de ponerse a llorar.
—¿Es por lo del pasillo con Kat? No ha sido nada, seguro que tenía un día malo. Habrá suspendido algo, tendrá la regla…— aventuró Calum, y todos sonrieron, demostrándole que no pasaba nada.
—Ayer lo hicimos— susurró. Todos se callaron, y por un minuto en la habitación podría haberse oído el caer de un alfiler. Michael se aclaró la garganta.
—Bueno… está claro que la regla no tiene— y con aquel comentario se ganó unas carcajadas de todos los chicos, y un golpe suave de Ashton en el brazo. Había conseguido hacerle sonreír.
Desde que se habían besado, varias veces, la chica no podía dejar de pensar en él. No era que le gustase, ni mucho menos, era lo maravillada que se sentía con él, volaba cuando se encontraba cerca de él. No era como los otros chicos, era mucho mejor. Por eso no cometería el error de enamorarse, porque todas las parejas acababan mal. Y quería demasiado a Ashton.
—Hueles bien— observó Kat. Estaban muy cerca, ¿qué esperaba?
—Eh… yo… sí, me… me he comprado una colonia nueva— le había hecho sonroja. El chico estaba incómodo. Pero ella se sentía maravillada.
—Tan bien…— se acercó más a él, su nariz casi tocaba su cuello. Ashton estaba estático, sin poder moverse ni saber qué hacer. La quería más cerca, anhelaba el contacto de sus labios.
—Kat…— el chico se vio obligado a susurrar su nombre, porque sabía que si hablaba en alto le saldría un gemido ahogado y eso era lo que menos le convenía en aquellos momentos.
Porque Ashton conocía perfectamente el sentimiento, ya había vivido aquello antes. Se encontraba hechizado por Kat. Cualquier cosa que ella hiciera estaba bien. Y si se encontraba simplemente un poco más cerca de lo normal, Ashton perdía la razón. Sin embargo, era consciente de que Kat no había caído bajo esa fascinación que él sentía. Ella podía controlarse, es más, ella le controlaba a él. Y no podía más que maldecirse por ser tan blando, por sentir aquello por ella.
—¿Siempre has tenido los ojos tan preciosos?— se separó de su cuello para analizarlos. Sus narices se encontraban a centímetros, casi tocándose. Ashton tragó saliva. ¿Ella también estaría sintiendo la tensión?
Entonces ella empezó a acariciarle el pelo, suavemente, con una sonrisa. Y el chico perdió la razón. Sus labios se amoldaron perfectamente a los de ella, como ya lo habían hecho antes. Kat sonrió y profundizó más el beso. Estaba segura de que Ashton le estaba metiendo la lengua hasta la garganta, pero le daba igual.
—Nunca me has dejado darte las gracias por todo lo que haces por mí— la respiración de la chica estaba agitada cuando susurró en su oído. Él se estremeció— Demuéstrame las cosas que puedes enseñarme, Ashton.
Y le besó de nuevo. La tensión estaba más viva que nunca. La habitación se iba caldeando por momentos. Hacía unos minutos había parado, porque no sabía si ella quería, si sentía lo mismo, pero aquella vez no paró. Y ella no le detuvo.
Kat se encontraba completamente perdida en sus propios pensamientos en la clase de historia. No le podía contar a nadie lo que había ocurrido, y menos lo que para ella había significado. Tampoco podía creérselo pero eso era otra historia. Estaba tan sumamente perdida que, cuando el profesor la llamó, no tenía ni la más ligera idea de qué estaba hablando.
—Señorita Smith, ¿quiere escoger a su pareja de una vez? No tengo todo el día— remarcó el hombre, ya entrado en años, con su bolígrafo rojo en mano
—Eeeeh… Yo… Nicole, Nicole Miller— farfulló, mirando al suelo. La nombrada se giró, mas lo hizo con maldad. Y, para sorpresa de la chica, no parecía nada enfadada.
Kat estuvo mirando al suelo todo lo que quedaba de hora. No quería encontrarse con las miradas de reproche de aquellas guarras que decían ser sus amigas, y menos quería explicarle a Nicole por qué había dicho su nombre, como si de un acto reflejo se tratase. Estaba claramente avergonzada, pero a la vez también estaba orgullosa de sí misma.
—Así que estamos juntas— cuando el timbre sonó, Nicole se giró lo más rápido que pudo.
—Yo… si te molesta podemos hacerlo por separado— aclaró rápido y la rubia esbozó una sonrisa que le llenó la menuda cara.
—No, es genial. Si hubiera estado con otra persona seguramente hubiera tenido que trabajar el doble, pero imagino que contigo no será así, ¿verdad? — Kat negó, con una carcajada.
—Puede que sea estúpida en la mayoría de las asignaturas, pero eso no me hace retrasada y, además, soy medio responsable. Creo.
—No eres estúpida. Bueno, creo que deberíamos ir tirando cada una a su siguiente clase. ¿Vienes a mi casa esta tarde? — la chica dijo que sí, y Nicole le escribió la dirección en el brazo. Se estaba formando una amistad.
En el recreo, cada persona iba a lo suyo. Kat decidió ir a su taquilla, a guardar algunas cosas y meter papeles que tenía por ahí desordenados en su taquilla. De repente, alguien se le acercó, y se apoyó despreocupadamente a su lado.
—Buenos días— saludó Ashton con una agradable sonrisa. Tenía el pelo tan despeinado como siempre— ¿Dormiste bien anoche? — la chica asintió con la cabeza, ignorando su mirada.
Cerró la taquilla, un poco más fuerte de lo que quería, haciendo que Ashton diese un salto. Cogió su mochila y empezó a caminar por el pasillo, sin esperar que el chico la siguiera. Pero lo hizo. Y al caminar, torpemente, entrelazó sus dedos con los de ella. Kat paró, de repente, como si el contacto le diera calambre. Estaban en un pasillo más o menos transitado, y mucha gente se había quedado mirando sus manos unidas.
—Ashton, ¿qué haces? — se separó rápidamente y él dio un paso hacia atrás, avergonzado.
—Yo…— tartamudeó, sonrojándose. Kat era una buena persona en el fondo, pero en aquellos momentos estaba fuera de sí. No se dio cuenta del daño que le estaba haciendo.
—No somos nada, ¿vale? Lo de ayer no significó nada. Déjame tranquila, ¿vale? — y dicho aquello se fue por el pasillo, caminando a un ritmo demasiado acelerado, dejando detrás a un chico que le quedaba demasiado mayor, y alto, y al que, sin embargo, había destrozado.
—Estás jodido— sentenció Calum, en cuanto le vio aparecer por la puerta. Todos se giraron a mirarle, mientras él bajaba la vista.
—Podemos simplemente ensayar, ¿por favor? — ellos asintieron, y cogieron sus instrumentos. No le dieron importancia a la mala cara de Ashton, hasta que ejecutaron un par de canciones.
El bajo y las guitarras sonaban correctamente, los vocales no se habían desviado lo más mínimo, pero Ashton estaba completamente desbocado. No dejaba de equivocarse y, encima, estaba golpeando demasiado a lo bestia. Rompería las baquetas de un momento a otro si no se calmaba.
—¡Joder! — la exclamación que soltó los dejó en silencio. En efecto, se había cargado una.
—¿Qué te pasa, Ash?— preguntó, empáticamente, Luke. Todos estaban serios, no era propio de él comportarse así.
—Todo, ¡todo!— el subidón se le había pasado de golpe y ahora parecía a punto de ponerse a llorar.
—¿Es por lo del pasillo con Kat? No ha sido nada, seguro que tenía un día malo. Habrá suspendido algo, tendrá la regla…— aventuró Calum, y todos sonrieron, demostrándole que no pasaba nada.
—Ayer lo hicimos— susurró. Todos se callaron, y por un minuto en la habitación podría haberse oído el caer de un alfiler. Michael se aclaró la garganta.
—Bueno… está claro que la regla no tiene— y con aquel comentario se ganó unas carcajadas de todos los chicos, y un golpe suave de Ashton en el brazo. Había conseguido hacerle sonreír.
- heeei:
- ¡vivan las putas mariposas! bueno, aquí está ese cap por el cual habéis estado haciendo tanto spam. xd no ha sido tan guay. anyways la parte del sexo de Kashton está censurada so si queréis y me lo pedís por favor la pongo entera (?) es que elena no lee porno xd.
eso. madrid mola.
ily.
blake.
Re: Unpredictable | 5 Seconds of Summer
:vicplz: :KQ: me acabo de enterar que hay smileys de estos de kellin y vic socorro me da los voy a poner siempre xdddd
blake.
Re: Unpredictable | 5 Seconds of Summer
TÍA QUE ES ESO NECESITAS A JESÚS. Bueh, ya te he dicho mi opinión por wa bc fangirling. No es justo que le hagas eso a Ashton y lO SABES POBRECILLO.
La parte de Nicole y Kat haciendo el trabajo estará en mi cap y ya tengo ideas, será todo muy fab pls.
Aunque ahora le toca a Ruthie so, te esperamos mathers del corazón(?
La parte de Nicole y Kat haciendo el trabajo estará en mi cap y ya tengo ideas, será todo muy fab pls.
Aunque ahora le toca a Ruthie so, te esperamos mathers del corazón(?
spitfire.
Re: Unpredictable | 5 Seconds of Summer
aaaaaaaaaaaaaaaaaaaw tus reacciones fueron taan cutes y fabs... idk kat es una guarra y a ashton le duele el alma pero pasará una cosa y lloraréis y lol.
blake.
Re: Unpredictable | 5 Seconds of Summer
yisus, Ro, eres muy mala. omg, pobre ash.
ha sido un cap fenomenal, i love it. he fangirleado muchíiiisimo.
la parte final me ha matado, Mike.
Espero el de Ruthie.
agorazein.
Re: Unpredictable | 5 Seconds of Summer
SEEEECSOOOO(?) alusinante tt(?) bueno, dejemos eso de las expresiones modernas de hoy en día y vamos al grano(?) ¿POR DIOS RO, HAN FOIADO YA? los míos ni siquiera se han dado un beso._. well, supongo que es porque kay es una perra. pero pobre ash, no puedes hacerle esto jo.
el cap ha sido muy fabuloso bc lo digo yo, y ya.
well, ¡a esperaros que tengo que escribir!
el cap ha sido muy fabuloso bc lo digo yo, y ya.
well, ¡a esperaros que tengo que escribir!
vendetta.
Re: Unpredictable | 5 Seconds of Summer
Tómate tu tiempo Ruthie, yo no podré seguirla hasta el 12 o el 13 xdd
spitfire.
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