Unpredictable | 5 Seconds of Summer

lo encontraste por mí ily

¿miércoles? uix, ¿no puede ser jueves? el miércoles tengo entreno de cuatro horas y no puedo entrar en el foro sos. te lo suplico lena, y haré lo que me pidas idk. soy una irresponsable de mierda.

pd; ¿tu avatar es de las chicas de faking it o son alucinaciones mías?

TE DEJO HASTA EL JUEVES PERO SOLO PORQUE HAS RECONOCIDO A KARMY OMFG.

Sip, amo Faking It, mañana caaaaap <333333

¡hija de fruta, ves faking it! dah, te amo por eso  y bc me dejas hasta el jueves sos.
pd; yes beibi, capcapcaaaap <33

Hoy cap de faking it y mañana de unpredictable :-----)

true

Es que Karmy me supera mucho yyyy

sos a mi igual tío. son demasiado.

Pero Amy es hetero eh, cuidao que ella sigue diciendo que es hetero

amy es estúpida, no ve que el amor de su vida aká su puta mejor amiga está delante de sus narices sos. 
pd; no me hagas spoiler que aún no he visto el tercer capítulo. no me burches pls.
pd2; no pressure, please(?)

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Capítulo 12.

angie roberts & luke hemmings

Lunes por la mañana, otra de las muchas cosas que Angie detestaba. Todo el mundo odia los lunes, eso está claro, pero Angie los detestaba de una forma incalculable, y más aún después de una fiesta tremendamente épica como la del sábado por la noche. Aunque a decir verdad, después de tomarse la tercera copa, no recordaba nada de nada, pero por lo poco que había leído por las redes sociales, ella había sido una de las almas de la fiesta.
Aquello no le importaba lo más mínimo en aquellos momentos, lo que le interesaba era hablar con Luke, y hasta después de las tres primeras horas no tendría la ocasión. Que fastidio.
Jeans, sudadera y zapatillas y ya estaba lista para un día de clase normal. O tal vez no tan normal después de todo…
—Y no os olvidéis que mañana es el último día para entregar el trabajo. —la campana que indicaba el final de la tercera hora sonó justo después de que el profesor Gerald pudiera formular esas palabras. “Ningún problema” pensó la chica. Angie ya lo había entregado, ese trabajo.
Recogió sus cosas rápidamente y salió del aula como un cohete, y, efectivamente, apoyado en la columna de delante de la puerta la esperaba su mejor amigo, con una encantadora sonrisa plasmada en la cara. Le sonrió, que guapo que estaba. Acudió a él como una princesa acudiría a su príncipe y lo saludó con dos puñetazos en la barriga, tan divertida como siempre.
—Hola imbécil. —le susurró.
A decir verdad, aquella maldita mañana de lunes lo único bueno que había tenido de momento había sido verle a él. Pero claro, era su mejor amigo, el estúpido que conseguía sacarle sonrisas que nadie jamás había presenciado.
—Hola pelirroja. —murmuró entre gemidos de dolor ante los puñetazos— ¿Vamos?
—Vamos.
Caminaron los dos juntos por los pasadizos hasta llegar al enorme comedor, en dónde una infinita cola invadía el lugar.
—Nada, que ya no tengo hambre. —comentó Angie divertida.
—No eres la única. —rió el otro.
Luke vio a tres imbéciles haciéndole señas para que se uniera a ellos, y Angie por su parte visualizó a Ari sentada en una mesa sola y leyendo un libro, así que se separaron y cada uno se marchó con sus amigos. Pero no sin antes intercambiarse unas palabras de afecto, por decirlo de alguna manera.
—Rubio, no te olvides de que tienes que contarme lo que pasó el sábado.
—Cuenta con ello. —sonrió.
—Gracias por interrumpirme, capullos. —masculló Luke a la vez que se sentaba delante de Ash.
—Hola señorito Hemmings, nosotros también nos alegramos de verle ésta magnífica mañana de lunes. —dijo Calum gesteando con los brazos.
—Lo siento.
—Veo un poco de tristeza en la cara de este chico. —empezó el batería del grupo— ¿Vosotros no lo notáis, chicos?
Ashton era el tipo de chico que sabía ver las emociones de sus amigos a través de sus ojos. Era un gran amigo, y siempre iba bien una pregunta de las suyas en plan “¿Estás bien?”.
—No es nada… Solo que estoy un poco mosqueado con Angie. El sábado se pasó con las copas y se emborrachó.
—Oh, el rubito está preocupado por su amada. —se burló Mike.
—Cállate imbécil, ¿no puedo estar preocupado por mi mejor amiga?
—Claro que sí Lukey. Y dinos, ¿qué pasó? ¿Tuvo alguna revelación o algo? —preguntó Ash.
—Ya os lo contaré después. Tengo que hablar con ella antes…
Tic, toc, tic, toc… Los alumnos del aula de Historia ansiaban oír el dulce sonido de la libertad, pero el reloj no avanzaba para ellos. La profesora Damington hablaba y hablaba sobre el rey Enrique VIII de Gran Bretaña y parecía que la cabeza de Luke fuera a explotar.
“Cállate de una maldita vez” era el único pensamiento que habitaba en su cabeza. Bueno, ese y Angie, que permanecía allí cada segundo de cada hora que pasaba.
Aún tenía que explicarle lo que había pasado la noche de la fiesta cuando él la llevó a su casa. De pronto, volvió a vivirlo, era como si estuviera allí de nuevo…

—Como sigas balanceándote así de bruscamente te vas a caer. —rió el rubio.
—Sshh. —balbuceó Angie llevando lentamente su dedo índice derecho a sus labios.
Luke no pudo evitar soltar una carcajada. La Angie borracha era una de sus favoritas sin lugar a dudas. Después de la Angie “bebé” o la Angie sarcástica. O la romántica o la mimosa. En realidad, todas las “Angies” eran sus favoritas.
Hacía ya veinte minutos que vagaban por las oscuras calles, y si Luke no había calculado mal, estaban a pocos pasos de casa de la chica. Y efectivamente, al cabo de unos metros llegaron a su esperado destino.
—¿Angie dónde tienes las llaves? —preguntó él, intranquilo.
—¿Llaves? ¿Qué?
—Joder… —“me toca ingeniármelas para entrar” pensó.
Echó una mirada rápida a la casa y pudo ver que la ventana de la habitación de Angie estaba entreabierta, por casualidad.
—No me extraña nada. —murmuró con una sonrisita.
Y así fue como Luke se “coló” en casa de Angie por una ventana, con ésta en brazos y borracha, una historia que sin duda contaría a sus hijos una y otra vez.
 
El timbre que indicaba la libertad y a su vez el final de la primera jornada de la semana lo sacó de ése flashback. “Por fin” pensó. Ahora le tocaba enfrentarse a Angie y contarle lo de la noche pasada, a ver si esa vez sus amigos no lo interrumpían.
—Adiós capullo, pásalo bien con Kat. —se despidió divertido Luke de su amigo rubio. Se giró a su mejor amiga — ¿Vamos, Angie?
—Por fin. Eres un lento.
La chica emprendió su camino de vuelta a casa mostrando así su “enfado” y dejando a su amigo pasmado en medio de la calle, pero éste consiguió alcanzarla.
—Cállate, que tú lo eres aún más. —rió cuando estuvo a su lado.— Y ahora que por fin estamos solos, podré explicarte lo que pasó el sábado.
—Claro, cuando quieras. ¿Pero, es muy importante? Es que me extraña que no me acuerde de nada.
—Hombre…
Y de un momento a otro, otro flashback invadió su cabeza, otra vez como si estuviera allí.

—Rubio, acércate. —susurró la pelirroja ya desde su cama.
Luke ya había dejado a Angie en su habitación. La había acompañado al baño y la había ayudado a lavarse la cara, le había dado el pijama para que se lo pusiese mientras él estaba girado y la había tapado con su edredón de “Totally Spies!”. Hubiera querido ducharla, pero eso habría sido excesivo, sería mejor que lo hiciese ella a la mañana siguiente.
Se disponía a sacar la primera pierna por la ventana, pero las palabras de su amiga lo obligaron a acercarse de nuevo a ella.
—¿Qué es lo que quieres ahora, pelirroja? —dijo, remarcando la última palabra.
—Sólo quiero un besito de buenas noches.
¿Un besito de buenas noches? ¿Qué era eso de un besito de buenas noches? Le daba igual, él solo se acercó a la frente de la chica y se dispuso a plantarle un beso allí, pero ella lo rechazó.
—Ahí no, aquí. —susurró de nuevo, señalando sus carnosos y bellos labios.
¿Cómo? ¿Un beso en los labios de Angie Roberts, su mejor amiga? No sabía exactamente a qué estaba jugando, pero él solo “le cortó el rollo”.
—Que graciosa eres Angie, pero ahora en serio, tengo que irme.
—No es ninguna broma Lukey, has hecho mucho por mi ésta noche, y quiero agradecértelo, así que plántame ese beso.
—¿Lukey? ¿Estás vivo? —preguntó la chica pasándole la mano por delante de su amigo.
—¿Qué? Ah sí, hola.
Angie soltó una enorme carcajada, y los dos empezaron a reír descontroladamente, sin poder parar.
—Volviendo al tema, ¿qué pasó?
¿Se lo contaría? No. No le contaría que casi la besaba. Efectivamente, casi. No lo hizo porque sabía que no era ella la que quería ese beso, era su borrachera. Tenía que inventarse algo para taparlo, y rápido.
—Pues… ¿sabes aquél chico que te dije que estaba colado por ti? Pues él fue quién te acompañó a casa.
—¿En serio? —preguntó ella, incrédula.— ¡Pero no sé ni su nombre! ¿Cómo pude ceder a algo así?
—Tú sabrás. Pero por lo que sé, fue muy bueno contigo. Te llevó a casa y te dejó dormidita en tu cama.
—¿Y tú como sabes eso?
—Hombre porque me lo ha contado.
—Dime quién es, anda.
—No puedo, me mataría.
—Imbécil.
Él rió de nuevo. Estaba claro que esa sería su cuartada a partir de ese momento. Su supuesto amigo, el que está colado por ella, o mejor dicho, Luke Hemmings. 

La tonta es Karma socorro, yo amo a Amy. El tercer cap está genial. TU MADRE ME DISTE ILUSIONES