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Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
~~♦Pura Tentación♦~~ (Joe&Tu) [TERMINADA]
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
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Re: ~~♦Pura Tentación♦~~ (Joe&Tu) [TERMINADA]
hola denuevo perdon qe moleste mucho
pero qiero cap
pero qiero cap
Nani Jonas
Re: ~~♦Pura Tentación♦~~ (Joe&Tu) [TERMINADA]
wiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii pase de pagina
espero el proximo cap
espero el proximo cap
Nani Jonas
Re: ~~♦Pura Tentación♦~~ (Joe&Tu) [TERMINADA]
jajaja estuvo facil pasar pagina verdad fer?
bueno ya te pongo un pedazito del capi :)
bueno ya te pongo un pedazito del capi :)
AleMoralesT3
Re: ~~♦Pura Tentación♦~~ (Joe&Tu) [TERMINADA]
Capitulo 6 (1/2)
______ se sentó con las piernas cruzadas en la manta y esperó a que Joe subiera a su lado. La noche era cálida, pero ella sentía estremecimientos de delicia. Estaban solos, como cuando eran pequeños, apartados del mundo y listos, en cierto sentido, para jugar.
-El cielo está tan limpio -susurró Joe al saltar a su lado. Vamos a echarnos de espaldas para mirar las estrellas como solíamos hacer.
-¿Y no hacer nada más?
______ lo deseaba intensamente. Joe le dio un beso en plena boca.
-Te contaré mi sueño.
-¡Estupendo! -estiró la falda bajo ella y se echó en la manta para mirar al firmamento-. Estrella Polar, la Osa Mayor, la Osa Menor...
Joe estaba echado a su lado con el brazo y el muslo rozando los de ella.
-Orion, las Siete Hermanas.
-¿Y?
-Y nada. Ésas son todas las que sé.
-Pues yo creía que habías dado clases de astronomía.
-Aprendí algunas cosas para el examen, pero ya las he olvidado.
-Cuéntame tu sueño.
Él se quedó en silencio por un momento. Entonces, con un leve suspiro de rendición empezó.
-A ti te habían invitado a una fiesta de Halloween y me pediste que te prestara a la yegua porque querías aparecer como lady Godiva.
-¿Y tenía el pelo largo como ella?
-Hasta la cintura. Querías practicar sin el disfraz para ver cómo te sentías antes de ir a la fiesta, así que me pediste que te acompañara al camino del río. Montaste a pelo con un vestido suelto sin nada debajo. A mitad de camino, te quitaste el vestido y lo tiraste a los arbustos.
______ se estremeció. Era una imagen muy sexual.
-Pero el pelo me tapaba, ¿verdad?
-No del todo. Y ya sabes cómo es el viento en el sendero, así que cuando iba detrás de ti, vi varias imágenes de lado. Estabas... estabas preciosa. Y montada, así, balanceándote sobre el lomo del caballo, empezaste a excitarte.
-¿Y cómo podías saberlo?
-Tenías la piel sonrojada, la respiración más agitada y... los pezones muy erectos - Joe la agarró de la mano y se aclaró la garganta.
Aquello describía lo que ______ estaba sintiendo en ese mismo momento. Como Joe no seguía, preguntó:
-¿Y te despertaste entonces?
-No.
-¿Qué pasó?
-Que tuviste un orgasmo.
-¿Qué?
-Lo que me excitó tanto que te desmonté del caballo y te hice el amor allí mismo en el suelo.
______ no estaba segura de quién estaba apretando más, si ella a él o él a ella.
-¿Fue bonito?
-Ésa no es la palabra. Fue salvaje y primitivo, sin barreras. Te mordí en el cuello y tú me clavaste las uñas en la espalda. Fue... fantástico.
-¡Uau!
______ se preguntó qué pensaría si supiera que tenía todo el cuerpo palpitante en ese mismo instante.
Joe le soltó la mano y se volvió de medio lado para mirarla
-No quiero que te asustes por ese sueño, ______. Nunca sería así en la vida real.
Ella se volvió de medio lado apoyando la cabeza en el brazo.
-Pues es una pena.
Joe contuvo el aliento.
-¿Te gustaría eso?
-¿Que si me gustaría producirte tanto deseo como para arrancarme del lomo de un caballo y hacerme el amor en el suelo? Por supuesto que sí. Pero como tú has dicho, sólo era un sueño. En la vida real...
-En la vida real te deseo más que eso.
Ella dio un respingo.
-¿De verdad?
Joe alzó una mano temblorosa hasta su mejilla y la acarició.
-En la vida real, deseo arrancarte ese vestido ahora mismo. Pero no lo haré. No sería justo para ti.
-¡Pues claro que seria justo!
Joe lanzó una carcajada nerviosa.
-No, no lo sería.
-Pero reprimirte no sería justo para ti.
Joe deslizó la mano por la parte trasera de su cuello con una suave caricia.
-La justicia no tiene nada que ver con todo esto. Nunca imaginé poder estar así echado a tu lado. Es como conseguir un regalo que no has tenido el sentido de saber que deseabas - le rozó un tirante del vestido-. ¿Qué te ha hecho ponerte esto esta anoche?
-Me pareció adecuado.
-Lo es -murmuró él antes de buscar sus labios y besarla hasta llevarla al límite.
______ no se había dado cuenta de que Joe había empezado a desabrocharle el vestido hasta que la tela se aflojó sobre sus senos y él se retiró un poco acabando el beso. Entonces, abrió los ojos. La cara de Joe estaba en sombras, pero podía notar su pecho agitado mientras le bajaba la cremallera del todo.
-Párame cuando quieras.
-No quiero pararte.
El corazón le palpitaba como si se le fuera a salir del pecho.
-Quiero que sepas que puedes -deslizó con cuidado un tirante entre sus dedos arrastrando el vestido hasta exponer sus senos. Entonces se quedó sin aliento-. ¡Oh, ______!
La tendió de espaldas con suavidad y le bajó el vestido hasta la cintura. Entonces lanzó un gemido y sacudió la cabeza.
-¿En qué estás pensando?
-En que eres más bonita que en mi sueño. Y has estado ahí todo el tiempo...
A ella se le secó la boca de deseo.
-Toda tapada.
-Sí. Maldición. Todos estos años...
-¿No vas a... tocarme?
-Estoy fascinado sólo con mirarte.
Pero por fin dibujó la aureola de su pezón haciendo que se erizara aún más antes de abarcarlo con tanta ternura y cuidado como si fuera una porcelana preciosa. A ______ le encantó que la tratara así, pero deseaba más. Quizá necesitara demostrárselo. Se arqueó hacia delante llenando su palma con el seno.
-¡Ah, ______!
Inspirando jadeante, Joe bajó la cabeza y se metió el pezón en la boca.
Sí. ______ le atrajo la cabeza y se alzó hacia su caricia. Oh, sí. Aquella era la caricia por la que había estado esperando, el movimiento de su lengua, la punta de su lengua, la suave presión al chupar que le encendía aquel sensible punto entre las piernas. Sin ninguna vergüenza, le ofreció el otro pecho y él le dedicó la misma atención amorosa que al primero mientras seguía tocándolo.
Cuando ella se retorció sobre la manta, la falda se deslizó hacia arriba. O quizá él la hubiera subido con aquella manera tan sutil que tenía de despojarle de la ropa. Entonces, deslizó la mano entre sus muslos apretándola contra la seda mojada de sus bragas. El dorso de su mano encontró el punto que palpitaba y apretó. ______ se estremeció y Joe volvió a besarla en la boca antes de apartarse un poco de sus labios.
-¿Quieres que pare?
-No -susurró ella jadeante-. Pero yo no... nunca...
-¿Ningún hombre te había puesto la mano ahí antes?
-No se habían atrevido.
Joe frotó la frente contra la de ella.
-Pero debes haber hecho esto... tú misma.
-No, lo he leído.
-No es lo mismo.
-Ya lo sé, pero... Prométeme que no te reirás, pero no quería estar sola cuando sucediera.
-¡Oh, cariño! -la besó con ternura en la frente, la nariz, los párpados y por fin en los labios-. No estás sola ahora.
Y entonces, en medio de aquellos besos hechizantes, deslizó la mano por la cinturilla de sus bragas. Cuando ella sintió sus dedos deslizarse por sus húmedos rizos, dio un respingo.
-¿Es eso un «no»?
Ella empezó a temblar para contener la necesidad de apretar los muslos. Su mano allí era maravillosa, pero la asustaba también.
-Ha sido sólo una reacción.
-¿Debo parar?
-No, pero esto es tan personal... Joe.
-Sí señora. Lo más personal del mundo.
Deslizó la mano hacia abajo y empezó un lento masaje.
A ______ le costaba respirar cada vez más por el efecto de su caricia.
-Al menos... está completamente oscuro.
-Eso puede ayudar. Al menos a primera vez.
______ se sentía como si la estuviera transformando en una masa líquida y caliente.
-¡Oh, Joe!
Se apretó a sus hombros cuando la tensión aumentó.
-No tardará mucho ahora -dijo él inclinándose para darle un suave beso en los labios-. Déjate ir, ______.
-No sé cómo se hace.
-Tu cuerpo lo sabe. Abandónate y siente -la apretó un poco más-. Justo ahí.
Ella gimió cuando la presión se hizo insoportable y el cuerpo se le arqueó y tembló bajo su mano.
Joe se acercó a su oído para susurrarle:
-¿Te acuerdas de mi sueño? Tú montabas desnuda hacia el río tan excitada que tuviste un orgasmo y entonces yo te arranqué del caballo, te tiré al suelo, te abrí las piernas y...
Ella gritó cuando las convulsiones la asaltaron oleada a oleada hasta el delicioso alivio. Y todo el tiempo, sin dejar de apretarse contra Joe, el hombre que le había llevado a aquella tierra de magia y había conseguido que pasara aquel milagro. Y él la apretó con la misma fuerza cubriéndole la cara de besos y riéndose con suavidad triunfante.
Joe mantuvo abrazada a ______ y escuchó con orgullo sus suspiros de satisfacción mientras descansaba en sus brazos. Él estaba tenso, pero podía aguantar la presión.
-Así que te ha gustado.
Me ha encantado -su voz era perezosa, sensual y muy diferente de la ______ que él conocía-. Joe, has usado la fantasía, después de todo.
-Tenía que conseguir que pasaras esa barrera.
-¿Lo ves? La fantasía puede funcionar.
-Me has convertido en un fiel creyente.
Ella suspiró de nuevo.
-Me alegro tanto de que hayas sido tú, Joe.
-Yo también.
Saber que había conseguido que tuviera el primer orgasmo le hacía sentirse como un rey. De todos los logros de su vida, aquel debía ser del que estaba más orgulloso.
Por otra parte, se sentía en una auténtica agonía. ______ había tenido razón cuando había dicho que, si no terminaba, podía quedar frustrado, pero había otras formas de conseguir satisfacción mutua y su cuerpo se las estaba exigiendo. Pero no podía esperar que ella hiciera aquello por él considerando su falta de experiencia. Ni siquiera se lo pediría.
Entonces, sintió sus dedos en la hebilla del cinturón.
-¿Qué estás haciendo?
-Si te echas un poco hacia atrás, podría hacerlo mejor.
Estaba intentando desabrocharle la bragueta y era evidente que no había desvestido a un hombre nunca antes.
De repente, él se sintió protector ante su inocencia.
-Mira, eres nueva en esto, así que no creas que espero que...
-¿Quieres que pare? Es que, aquí en la oscuridad, me siento más valiente. Y quiero hacerlo, Joe. De verdad que quiero.
Ya casi le había liberado del confinamiento de los vaqueros, lo que dejaba sólo el algodón de sus calzoncillos entre él y el paraíso. Sólo la consideración contenía su urgente necesidad.
-¡Oh!
-Confieso que soy una novata en darle placer a un hombre, pero he leído ampliamente.
Aunque sus palabras eran académicas, su tono era sensual como el infierno..
______ lo frotó por encima del algodón.
-¿Y bien?
Con un suspiro, él la besó con fiereza.
-Considerando que está oscuro y todo eso, me encantaría -murmuró contra sus labios.
-Entonces, alza las caderas para que te pueda quitar la ropa. Soy demasiado novata como para superar encima impedimentos.
Él se sonrojó de anticipación. Nunca en su vida se le habían acercado de aquella manera y le parecía tremendamente excitante.
-De acuerdo.
Alzó las caderas y ella le quitó los pantalones y calzoncillos de un solo movimiento.
-¡Dios bendito!
Parecía intimidada. Bueno, al menos no la había decepcionado y eso le produjo satisfacción.
-¿Has cambiado de idea?
-No, sólo estoy impresionada. Quédate echado y déjame acostumbrarme a la idea.
Joe lo hizo y comprendió que estaba temblando como un primerizo. Cuando por fin le rodeó el miembro con una sola mano, cerró ojos y apretó los dientes. Podría explotar en cualquier momento, pero no lo haría. Se preguntó cómo había sobrevivido tanto tiempo sin las atenciones de ______.
-Tu piel es tan suave aquí...
-Hum...
-Déjame humedecerla.
Antes de que se diera cuenta de lo que iba a hacer, ella ya se había inclinado y había empezado a usar la lengua.
-¡______!
Ella alzó la cabeza.
-¿Te estoy sorprendiendo?
-¡Desde luego! No estás preparada para ese paso todavía.
-¿Seguro? -deslizó la mano por su dura virilidad-. ¿O no lo estás tú? Tienes la cara tensa.
-Estoy intentando controlarme. Y cuando haces esas cosas... inesperadas, me resulta muy difícil.
-¡Ah! No quieres que esto acabe tan rápido.
-Exacto.
Joe gimió cuando ella se lanzó a un ritmo increíble para alguien que no había practicado aquella actividad antes. Debía de tener muy buenos libros.
-Porque si sufres de eyaculación pre...
-¡No!
-Porque hay técnicas para eso.
______, normalmente... funciono bien.
Apretó la mandíbula para luchar contra la explosión cuando ella exploró la punta de su pene con dedos aleteantes. Joe tuvo la certeza de que estaba reaccionando así porque eran los dedos de ______ los que estaban explorando.
-Quizá sea porque te haya deseado mucho tiempo sin saberlo...
-Eso es una bonita idea.
______ se agachó y pasó la lengua por donde antes habían acariciado los dedos.
Joe estaba haciendo tal esfuerzo por contener el clímax, que pensó que se desmayaría. --¿Dónde... has aprendido esto?
-En un libro -entonces sopló en la piel mojada-. ¿Te gusta esto?
El estrujó la manta con las dos manos y se quedó mirando en blanco al cielo estrellado. Nunca había experimentado algo igual a aquello.
-Sí, me gusta.
-Una pena que no tengamos un poco de hielo.
-¿Hielo? ¿Para... qué?
-Se supone que produce una sensación fantástica si lo pones ahí mismo durante el orgasmo -dijo, apretándole un punto sensible bajó sus testículos.
El no sabía nada de hielo, pero lo que le estaba haciendo con los dedos le estaba produciendo un efecto fantástico. Gimió con suavidad.
-¿Te está costando contenerte?
-Se podría decir que sí.
-Entonces, vamos a probar esto.
Le apretó en la base del pene con una mano tirando hacia abajo ligeramente y tomó la punta en su boca.
El efecto fue increíble. La acción de su boca le produjo un intenso placer mientras que su sujeción en la base mantenía el clímax a raya. Joe gimió, bramó y agitó la cabeza de lado a lado.
Entonces, ella aflojó la mano, lo tomó por completo en su boca y todo el control de Joe se hizo añicos. Intentó apartarse de su boca, seguro de que no era lo que ella pretendía, pero ______ no se lo permitió. Su mundo explotó al abandonarse al orgasmo más cataclísmico de su vida. Cuando la espiral de su universo empezó a descender, la levantó, la abrazó y besó aquellos labios con sabor a pasión.
Se sentía como si le hubieran cambiado el eje. Aquella tarde había empezado como una sesión educativa en la que él debía ser el maestro y ella la pupila. Y de alguna manera, en los minutos anteriores, ______ había invertido los papeles por completo. Y en el camino, lo había convertido en su esclavo.
(dejenme decirles que este pedazo fue de 6 paginas en word :B si que disfrutenlo :9)
______ se sentó con las piernas cruzadas en la manta y esperó a que Joe subiera a su lado. La noche era cálida, pero ella sentía estremecimientos de delicia. Estaban solos, como cuando eran pequeños, apartados del mundo y listos, en cierto sentido, para jugar.
-El cielo está tan limpio -susurró Joe al saltar a su lado. Vamos a echarnos de espaldas para mirar las estrellas como solíamos hacer.
-¿Y no hacer nada más?
______ lo deseaba intensamente. Joe le dio un beso en plena boca.
-Te contaré mi sueño.
-¡Estupendo! -estiró la falda bajo ella y se echó en la manta para mirar al firmamento-. Estrella Polar, la Osa Mayor, la Osa Menor...
Joe estaba echado a su lado con el brazo y el muslo rozando los de ella.
-Orion, las Siete Hermanas.
-¿Y?
-Y nada. Ésas son todas las que sé.
-Pues yo creía que habías dado clases de astronomía.
-Aprendí algunas cosas para el examen, pero ya las he olvidado.
-Cuéntame tu sueño.
Él se quedó en silencio por un momento. Entonces, con un leve suspiro de rendición empezó.
-A ti te habían invitado a una fiesta de Halloween y me pediste que te prestara a la yegua porque querías aparecer como lady Godiva.
-¿Y tenía el pelo largo como ella?
-Hasta la cintura. Querías practicar sin el disfraz para ver cómo te sentías antes de ir a la fiesta, así que me pediste que te acompañara al camino del río. Montaste a pelo con un vestido suelto sin nada debajo. A mitad de camino, te quitaste el vestido y lo tiraste a los arbustos.
______ se estremeció. Era una imagen muy sexual.
-Pero el pelo me tapaba, ¿verdad?
-No del todo. Y ya sabes cómo es el viento en el sendero, así que cuando iba detrás de ti, vi varias imágenes de lado. Estabas... estabas preciosa. Y montada, así, balanceándote sobre el lomo del caballo, empezaste a excitarte.
-¿Y cómo podías saberlo?
-Tenías la piel sonrojada, la respiración más agitada y... los pezones muy erectos - Joe la agarró de la mano y se aclaró la garganta.
Aquello describía lo que ______ estaba sintiendo en ese mismo momento. Como Joe no seguía, preguntó:
-¿Y te despertaste entonces?
-No.
-¿Qué pasó?
-Que tuviste un orgasmo.
-¿Qué?
-Lo que me excitó tanto que te desmonté del caballo y te hice el amor allí mismo en el suelo.
______ no estaba segura de quién estaba apretando más, si ella a él o él a ella.
-¿Fue bonito?
-Ésa no es la palabra. Fue salvaje y primitivo, sin barreras. Te mordí en el cuello y tú me clavaste las uñas en la espalda. Fue... fantástico.
-¡Uau!
______ se preguntó qué pensaría si supiera que tenía todo el cuerpo palpitante en ese mismo instante.
Joe le soltó la mano y se volvió de medio lado para mirarla
-No quiero que te asustes por ese sueño, ______. Nunca sería así en la vida real.
Ella se volvió de medio lado apoyando la cabeza en el brazo.
-Pues es una pena.
Joe contuvo el aliento.
-¿Te gustaría eso?
-¿Que si me gustaría producirte tanto deseo como para arrancarme del lomo de un caballo y hacerme el amor en el suelo? Por supuesto que sí. Pero como tú has dicho, sólo era un sueño. En la vida real...
-En la vida real te deseo más que eso.
Ella dio un respingo.
-¿De verdad?
Joe alzó una mano temblorosa hasta su mejilla y la acarició.
-En la vida real, deseo arrancarte ese vestido ahora mismo. Pero no lo haré. No sería justo para ti.
-¡Pues claro que seria justo!
Joe lanzó una carcajada nerviosa.
-No, no lo sería.
-Pero reprimirte no sería justo para ti.
Joe deslizó la mano por la parte trasera de su cuello con una suave caricia.
-La justicia no tiene nada que ver con todo esto. Nunca imaginé poder estar así echado a tu lado. Es como conseguir un regalo que no has tenido el sentido de saber que deseabas - le rozó un tirante del vestido-. ¿Qué te ha hecho ponerte esto esta anoche?
-Me pareció adecuado.
-Lo es -murmuró él antes de buscar sus labios y besarla hasta llevarla al límite.
______ no se había dado cuenta de que Joe había empezado a desabrocharle el vestido hasta que la tela se aflojó sobre sus senos y él se retiró un poco acabando el beso. Entonces, abrió los ojos. La cara de Joe estaba en sombras, pero podía notar su pecho agitado mientras le bajaba la cremallera del todo.
-Párame cuando quieras.
-No quiero pararte.
El corazón le palpitaba como si se le fuera a salir del pecho.
-Quiero que sepas que puedes -deslizó con cuidado un tirante entre sus dedos arrastrando el vestido hasta exponer sus senos. Entonces se quedó sin aliento-. ¡Oh, ______!
La tendió de espaldas con suavidad y le bajó el vestido hasta la cintura. Entonces lanzó un gemido y sacudió la cabeza.
-¿En qué estás pensando?
-En que eres más bonita que en mi sueño. Y has estado ahí todo el tiempo...
A ella se le secó la boca de deseo.
-Toda tapada.
-Sí. Maldición. Todos estos años...
-¿No vas a... tocarme?
-Estoy fascinado sólo con mirarte.
Pero por fin dibujó la aureola de su pezón haciendo que se erizara aún más antes de abarcarlo con tanta ternura y cuidado como si fuera una porcelana preciosa. A ______ le encantó que la tratara así, pero deseaba más. Quizá necesitara demostrárselo. Se arqueó hacia delante llenando su palma con el seno.
-¡Ah, ______!
Inspirando jadeante, Joe bajó la cabeza y se metió el pezón en la boca.
Sí. ______ le atrajo la cabeza y se alzó hacia su caricia. Oh, sí. Aquella era la caricia por la que había estado esperando, el movimiento de su lengua, la punta de su lengua, la suave presión al chupar que le encendía aquel sensible punto entre las piernas. Sin ninguna vergüenza, le ofreció el otro pecho y él le dedicó la misma atención amorosa que al primero mientras seguía tocándolo.
Cuando ella se retorció sobre la manta, la falda se deslizó hacia arriba. O quizá él la hubiera subido con aquella manera tan sutil que tenía de despojarle de la ropa. Entonces, deslizó la mano entre sus muslos apretándola contra la seda mojada de sus bragas. El dorso de su mano encontró el punto que palpitaba y apretó. ______ se estremeció y Joe volvió a besarla en la boca antes de apartarse un poco de sus labios.
-¿Quieres que pare?
-No -susurró ella jadeante-. Pero yo no... nunca...
-¿Ningún hombre te había puesto la mano ahí antes?
-No se habían atrevido.
Joe frotó la frente contra la de ella.
-Pero debes haber hecho esto... tú misma.
-No, lo he leído.
-No es lo mismo.
-Ya lo sé, pero... Prométeme que no te reirás, pero no quería estar sola cuando sucediera.
-¡Oh, cariño! -la besó con ternura en la frente, la nariz, los párpados y por fin en los labios-. No estás sola ahora.
Y entonces, en medio de aquellos besos hechizantes, deslizó la mano por la cinturilla de sus bragas. Cuando ella sintió sus dedos deslizarse por sus húmedos rizos, dio un respingo.
-¿Es eso un «no»?
Ella empezó a temblar para contener la necesidad de apretar los muslos. Su mano allí era maravillosa, pero la asustaba también.
-Ha sido sólo una reacción.
-¿Debo parar?
-No, pero esto es tan personal... Joe.
-Sí señora. Lo más personal del mundo.
Deslizó la mano hacia abajo y empezó un lento masaje.
A ______ le costaba respirar cada vez más por el efecto de su caricia.
-Al menos... está completamente oscuro.
-Eso puede ayudar. Al menos a primera vez.
______ se sentía como si la estuviera transformando en una masa líquida y caliente.
-¡Oh, Joe!
Se apretó a sus hombros cuando la tensión aumentó.
-No tardará mucho ahora -dijo él inclinándose para darle un suave beso en los labios-. Déjate ir, ______.
-No sé cómo se hace.
-Tu cuerpo lo sabe. Abandónate y siente -la apretó un poco más-. Justo ahí.
Ella gimió cuando la presión se hizo insoportable y el cuerpo se le arqueó y tembló bajo su mano.
Joe se acercó a su oído para susurrarle:
-¿Te acuerdas de mi sueño? Tú montabas desnuda hacia el río tan excitada que tuviste un orgasmo y entonces yo te arranqué del caballo, te tiré al suelo, te abrí las piernas y...
Ella gritó cuando las convulsiones la asaltaron oleada a oleada hasta el delicioso alivio. Y todo el tiempo, sin dejar de apretarse contra Joe, el hombre que le había llevado a aquella tierra de magia y había conseguido que pasara aquel milagro. Y él la apretó con la misma fuerza cubriéndole la cara de besos y riéndose con suavidad triunfante.
Joe mantuvo abrazada a ______ y escuchó con orgullo sus suspiros de satisfacción mientras descansaba en sus brazos. Él estaba tenso, pero podía aguantar la presión.
-Así que te ha gustado.
Me ha encantado -su voz era perezosa, sensual y muy diferente de la ______ que él conocía-. Joe, has usado la fantasía, después de todo.
-Tenía que conseguir que pasaras esa barrera.
-¿Lo ves? La fantasía puede funcionar.
-Me has convertido en un fiel creyente.
Ella suspiró de nuevo.
-Me alegro tanto de que hayas sido tú, Joe.
-Yo también.
Saber que había conseguido que tuviera el primer orgasmo le hacía sentirse como un rey. De todos los logros de su vida, aquel debía ser del que estaba más orgulloso.
Por otra parte, se sentía en una auténtica agonía. ______ había tenido razón cuando había dicho que, si no terminaba, podía quedar frustrado, pero había otras formas de conseguir satisfacción mutua y su cuerpo se las estaba exigiendo. Pero no podía esperar que ella hiciera aquello por él considerando su falta de experiencia. Ni siquiera se lo pediría.
Entonces, sintió sus dedos en la hebilla del cinturón.
-¿Qué estás haciendo?
-Si te echas un poco hacia atrás, podría hacerlo mejor.
Estaba intentando desabrocharle la bragueta y era evidente que no había desvestido a un hombre nunca antes.
De repente, él se sintió protector ante su inocencia.
-Mira, eres nueva en esto, así que no creas que espero que...
-¿Quieres que pare? Es que, aquí en la oscuridad, me siento más valiente. Y quiero hacerlo, Joe. De verdad que quiero.
Ya casi le había liberado del confinamiento de los vaqueros, lo que dejaba sólo el algodón de sus calzoncillos entre él y el paraíso. Sólo la consideración contenía su urgente necesidad.
-¡Oh!
-Confieso que soy una novata en darle placer a un hombre, pero he leído ampliamente.
Aunque sus palabras eran académicas, su tono era sensual como el infierno..
______ lo frotó por encima del algodón.
-¿Y bien?
Con un suspiro, él la besó con fiereza.
-Considerando que está oscuro y todo eso, me encantaría -murmuró contra sus labios.
-Entonces, alza las caderas para que te pueda quitar la ropa. Soy demasiado novata como para superar encima impedimentos.
Él se sonrojó de anticipación. Nunca en su vida se le habían acercado de aquella manera y le parecía tremendamente excitante.
-De acuerdo.
Alzó las caderas y ella le quitó los pantalones y calzoncillos de un solo movimiento.
-¡Dios bendito!
Parecía intimidada. Bueno, al menos no la había decepcionado y eso le produjo satisfacción.
-¿Has cambiado de idea?
-No, sólo estoy impresionada. Quédate echado y déjame acostumbrarme a la idea.
Joe lo hizo y comprendió que estaba temblando como un primerizo. Cuando por fin le rodeó el miembro con una sola mano, cerró ojos y apretó los dientes. Podría explotar en cualquier momento, pero no lo haría. Se preguntó cómo había sobrevivido tanto tiempo sin las atenciones de ______.
-Tu piel es tan suave aquí...
-Hum...
-Déjame humedecerla.
Antes de que se diera cuenta de lo que iba a hacer, ella ya se había inclinado y había empezado a usar la lengua.
-¡______!
Ella alzó la cabeza.
-¿Te estoy sorprendiendo?
-¡Desde luego! No estás preparada para ese paso todavía.
-¿Seguro? -deslizó la mano por su dura virilidad-. ¿O no lo estás tú? Tienes la cara tensa.
-Estoy intentando controlarme. Y cuando haces esas cosas... inesperadas, me resulta muy difícil.
-¡Ah! No quieres que esto acabe tan rápido.
-Exacto.
Joe gimió cuando ella se lanzó a un ritmo increíble para alguien que no había practicado aquella actividad antes. Debía de tener muy buenos libros.
-Porque si sufres de eyaculación pre...
-¡No!
-Porque hay técnicas para eso.
______, normalmente... funciono bien.
Apretó la mandíbula para luchar contra la explosión cuando ella exploró la punta de su pene con dedos aleteantes. Joe tuvo la certeza de que estaba reaccionando así porque eran los dedos de ______ los que estaban explorando.
-Quizá sea porque te haya deseado mucho tiempo sin saberlo...
-Eso es una bonita idea.
______ se agachó y pasó la lengua por donde antes habían acariciado los dedos.
Joe estaba haciendo tal esfuerzo por contener el clímax, que pensó que se desmayaría. --¿Dónde... has aprendido esto?
-En un libro -entonces sopló en la piel mojada-. ¿Te gusta esto?
El estrujó la manta con las dos manos y se quedó mirando en blanco al cielo estrellado. Nunca había experimentado algo igual a aquello.
-Sí, me gusta.
-Una pena que no tengamos un poco de hielo.
-¿Hielo? ¿Para... qué?
-Se supone que produce una sensación fantástica si lo pones ahí mismo durante el orgasmo -dijo, apretándole un punto sensible bajó sus testículos.
El no sabía nada de hielo, pero lo que le estaba haciendo con los dedos le estaba produciendo un efecto fantástico. Gimió con suavidad.
-¿Te está costando contenerte?
-Se podría decir que sí.
-Entonces, vamos a probar esto.
Le apretó en la base del pene con una mano tirando hacia abajo ligeramente y tomó la punta en su boca.
El efecto fue increíble. La acción de su boca le produjo un intenso placer mientras que su sujeción en la base mantenía el clímax a raya. Joe gimió, bramó y agitó la cabeza de lado a lado.
Entonces, ella aflojó la mano, lo tomó por completo en su boca y todo el control de Joe se hizo añicos. Intentó apartarse de su boca, seguro de que no era lo que ella pretendía, pero ______ no se lo permitió. Su mundo explotó al abandonarse al orgasmo más cataclísmico de su vida. Cuando la espiral de su universo empezó a descender, la levantó, la abrazó y besó aquellos labios con sabor a pasión.
Se sentía como si le hubieran cambiado el eje. Aquella tarde había empezado como una sesión educativa en la que él debía ser el maestro y ella la pupila. Y de alguna manera, en los minutos anteriores, ______ había invertido los papeles por completo. Y en el camino, lo había convertido en su esclavo.
(dejenme decirles que este pedazo fue de 6 paginas en word :B si que disfrutenlo :9)
AleMoralesT3
Re: ~~♦Pura Tentación♦~~ (Joe&Tu) [TERMINADA]
DIOS BENDITO!!!!
NUEVA LECTORAA PERVEESHH POR AQUÍ!!!
Mee tienes idiootizadaa con tu novee taan.... Taan..... taan.... HOT :twisted: XDD
Jamas creí que mii mente pudieraa imaginaar esaas imagenes XDDDD!!!
:P
Dios... taann emocionada que estoy que ni mi nombre mencioné: 'elizabeeth...
Siguelaa cuando puedas :DD
NUEVA LECTORAA PERVEESHH POR AQUÍ!!!
Mee tienes idiootizadaa con tu novee taan.... Taan..... taan.... HOT :twisted: XDD
Jamas creí que mii mente pudieraa imaginaar esaas imagenes XDDDD!!!
:P
Dios... taann emocionada que estoy que ni mi nombre mencioné: 'elizabeeth...
Siguelaa cuando puedas :DD
-Lizz-
Re: ~~♦Pura Tentación♦~~ (Joe&Tu) [TERMINADA]
gracias por subirlo siguela porfavor me encanta
mira nose si exagero pero
me declaro super fan de tu nove
en verdad la amo no la dejes asi
siguela pronto :D
mira nose si exagero pero
me declaro super fan de tu nove
en verdad la amo no la dejes asi
siguela pronto :D
Nani Jonas
Re: ~~♦Pura Tentación♦~~ (Joe&Tu) [TERMINADA]
Les dire algoo, ahora sere malaa >:B
solo pondre una parte por diia :D
eso sii cuando comenten asii muucho muucho
pondre maratoon :D
asi qe la segunda parte de este capi
la leen hasta mañana en la tarde C:<
las quiiero miill!!
esto lo hago para que la novee dure mass :)
ademas de fregazo les di 5 capitulos y medioo
asi que puuss se iran acostumbrando a solo la mitad de lo normal :))
pero no se quejen
porque deveria de dibidirlos en tres porque son biiien largos :B
pero como soii buena solo los pongo en doos :BB
PD. sigan comeentando!
attoo: Ale<33
solo pondre una parte por diia :D
eso sii cuando comenten asii muucho muucho
pondre maratoon :D
asi qe la segunda parte de este capi
la leen hasta mañana en la tarde C:<
las quiiero miill!!
esto lo hago para que la novee dure mass :)
ademas de fregazo les di 5 capitulos y medioo
asi que puuss se iran acostumbrando a solo la mitad de lo normal :))
pero no se quejen
porque deveria de dibidirlos en tres porque son biiien largos :B
pero como soii buena solo los pongo en doos :BB
PD. sigan comeentando!
attoo: Ale<33
AleMoralesT3
Re: ~~♦Pura Tentación♦~~ (Joe&Tu) [TERMINADA]
ok esta bien sube cuando puedas
y las partes qe qieras solo no dejes
de subirla porfis ale (porqe puedo
llamarte asi verdad) :)
y las partes qe qieras solo no dejes
de subirla porfis ale (porqe puedo
llamarte asi verdad) :)
Nani Jonas
Re: ~~♦Pura Tentación♦~~ (Joe&Tu) [TERMINADA]
Capitulo 6 (2/2)
-Podemos probar el hielo en otra ocasión -susurró ella.
-Seguro -dijo abrazándola sin energía más que para respirar.
______ nunca había visto a Joe tan rígido salvo cuando le había dado un golpe de calor después de haber montado todo un día a caballo sin sombrero. Normalmente estaba cargado de energía y ahora permanecía inerte en sus brazos. Por otra parte, la experiencia de amar a Joe la había excitado de nuevo. Por fin había experimentado cosas que hasta el momento sólo había leído y sentía que se había abierto un nuevo mundo ante ella. Estaba lista... para más.
Miró entonces su cara relajada.
-Joe, ¿te he hecho daño?
Él esbozó una débil sonrisa.
En absoluto.
______ le acarició el pelo de la frente.
-Estás muy quieto.
-Tus libros deberían explicarte por qué.
-¿Ha sido tan bueno?
-Sí, ______, lo ha sido.
-Me alegro -sonrió en la oscuridad--. Me estaba preguntando si lo había hecho bien.
-Extremadamente bien.
-Estupendo -se cambió de postura-. ¿Te molesta si te beso de nuevo?
-¿Dónde?
Joe abrió los ojos de golpe.
-En la boca. ¿Dónde pensabas?
-No estaba seguro. Para ser virgen, tienes unas ideas sorprendentes.
Ella frotó los labios contra los de él.
-Me lo tomaré como un cumplido.
-Lo era.
______ posó sus labios sobre los de él jugando con su lengua. Al principio, la respuesta de Joe fue perezosa, pero gradualmente el ritmo de su respiración aumentó. Mientras la temperatura del beso pasaba de cálida a ardiente, él le abarcó un seno frotándolo con dedos seguros. A ______ le palpitó el cuerpo y gimió apretándose contra su virilidad.
Joe apartó la boca un poco.
-¡Oh, ______! Me estoy poniendo duro de nuevo.
Ella bajó la mano.
-Déjame...
-No -le atrapó la mano para detenerla-. Tenemos que parar. Pensé que estaba tan saciado que podía juguetear sin excitarme demasiado, pero me he equivocado. No confío en mí mismo si empezamos de nuevo.
A ella se le tensó el cuerpo de anticipación.
-¿Me poseerías?
-Hay muchas posibilidades -alcanzó el tirante de su vestido-. Vamos a poner esto en su sitio.
______ apenas podía creer que fuera ella la que hiciera una sugerencia tan descarada, pero no quería que aquella noche terminara nunca.
-Estoy segura de que tendrás preservativos en casa. ¿Por qué no me llevas a casa, vas a buscarlos y vuelves?
Él se detuvo en el acto de cubrirle los senos.
Verás, yo también te deseo -murmuró ella. Joe se estremeció y estrujó la tela en la mano-. Y queda mucho tiempo antes de que amanezca.
Él lanzó un largo suspiro y buscó la cremallera de su vestido.
-Probablemente sea una estupidez, pero prefiero ajustarme a lo que habíamos quedado. Sólo tendrás la experiencia de perder la virginidad una vez en la vida y quiero que sea muy especial.
-Podríamos hacerlo especial esta noche.
-No lo suficiente. Dame la oportunidad de cortejarte un toco. Déjame comprarte flores y quizá una botella de buen vino.
-¿Debería comprar lencería o algo?
-La lencería estaría bien -le colocó la perla entre los senos-. Y ponte esto. Me gusta la forma en que descansa ahí.
-Supongo que cuando la compraste, nunca imaginaste una escena como ésta.
-Conscientemente no, pero en cuanto la vi quise regalártela. Supongo que quería que algo mío te tocara donde yo no podía hacerlo.
-Hemos superado las restricciones sin demasiado problema.
-Sí, pero ahora tenemos que enfrentarnos al mundo real con la culpabilidad y esas cosas. Y todavía tenemos que dar el gran salto -la miró intensamente-. Quizá cuando llegue el momento, no sea capaz de hacerlo.
______ sonrió con superioridad.
-Estoy segura de que sí, a juzgar por lo de esta noche.
-Supongo que tienes razón.
-Entonces, ¿cuándo?
-¿Mañana por la noche? Ah, no, espera. Maldición. Le prometí a mi madre que la llevaría a Flagstaff a una feria de antigüedades. Mi padre también irá y aprovecharemos para comprar unos caballos.
-¿Y cuánto tiempo estarás fuera?
-Tres días. Hasta el domingo. Maldita sea. No creo que pueda cancelarlo. Lleva meses planeado.
-Tres días se me harán una eternidad.
-Dímelo a mí.
-Podemos probar el hielo en otra ocasión -susurró ella.
-Seguro -dijo abrazándola sin energía más que para respirar.
______ nunca había visto a Joe tan rígido salvo cuando le había dado un golpe de calor después de haber montado todo un día a caballo sin sombrero. Normalmente estaba cargado de energía y ahora permanecía inerte en sus brazos. Por otra parte, la experiencia de amar a Joe la había excitado de nuevo. Por fin había experimentado cosas que hasta el momento sólo había leído y sentía que se había abierto un nuevo mundo ante ella. Estaba lista... para más.
Miró entonces su cara relajada.
-Joe, ¿te he hecho daño?
Él esbozó una débil sonrisa.
En absoluto.
______ le acarició el pelo de la frente.
-Estás muy quieto.
-Tus libros deberían explicarte por qué.
-¿Ha sido tan bueno?
-Sí, ______, lo ha sido.
-Me alegro -sonrió en la oscuridad--. Me estaba preguntando si lo había hecho bien.
-Extremadamente bien.
-Estupendo -se cambió de postura-. ¿Te molesta si te beso de nuevo?
-¿Dónde?
Joe abrió los ojos de golpe.
-En la boca. ¿Dónde pensabas?
-No estaba seguro. Para ser virgen, tienes unas ideas sorprendentes.
Ella frotó los labios contra los de él.
-Me lo tomaré como un cumplido.
-Lo era.
______ posó sus labios sobre los de él jugando con su lengua. Al principio, la respuesta de Joe fue perezosa, pero gradualmente el ritmo de su respiración aumentó. Mientras la temperatura del beso pasaba de cálida a ardiente, él le abarcó un seno frotándolo con dedos seguros. A ______ le palpitó el cuerpo y gimió apretándose contra su virilidad.
Joe apartó la boca un poco.
-¡Oh, ______! Me estoy poniendo duro de nuevo.
Ella bajó la mano.
-Déjame...
-No -le atrapó la mano para detenerla-. Tenemos que parar. Pensé que estaba tan saciado que podía juguetear sin excitarme demasiado, pero me he equivocado. No confío en mí mismo si empezamos de nuevo.
A ella se le tensó el cuerpo de anticipación.
-¿Me poseerías?
-Hay muchas posibilidades -alcanzó el tirante de su vestido-. Vamos a poner esto en su sitio.
______ apenas podía creer que fuera ella la que hiciera una sugerencia tan descarada, pero no quería que aquella noche terminara nunca.
-Estoy segura de que tendrás preservativos en casa. ¿Por qué no me llevas a casa, vas a buscarlos y vuelves?
Él se detuvo en el acto de cubrirle los senos.
Verás, yo también te deseo -murmuró ella. Joe se estremeció y estrujó la tela en la mano-. Y queda mucho tiempo antes de que amanezca.
Él lanzó un largo suspiro y buscó la cremallera de su vestido.
-Probablemente sea una estupidez, pero prefiero ajustarme a lo que habíamos quedado. Sólo tendrás la experiencia de perder la virginidad una vez en la vida y quiero que sea muy especial.
-Podríamos hacerlo especial esta noche.
-No lo suficiente. Dame la oportunidad de cortejarte un toco. Déjame comprarte flores y quizá una botella de buen vino.
-¿Debería comprar lencería o algo?
-La lencería estaría bien -le colocó la perla entre los senos-. Y ponte esto. Me gusta la forma en que descansa ahí.
-Supongo que cuando la compraste, nunca imaginaste una escena como ésta.
-Conscientemente no, pero en cuanto la vi quise regalártela. Supongo que quería que algo mío te tocara donde yo no podía hacerlo.
-Hemos superado las restricciones sin demasiado problema.
-Sí, pero ahora tenemos que enfrentarnos al mundo real con la culpabilidad y esas cosas. Y todavía tenemos que dar el gran salto -la miró intensamente-. Quizá cuando llegue el momento, no sea capaz de hacerlo.
______ sonrió con superioridad.
-Estoy segura de que sí, a juzgar por lo de esta noche.
-Supongo que tienes razón.
-Entonces, ¿cuándo?
-¿Mañana por la noche? Ah, no, espera. Maldición. Le prometí a mi madre que la llevaría a Flagstaff a una feria de antigüedades. Mi padre también irá y aprovecharemos para comprar unos caballos.
-¿Y cuánto tiempo estarás fuera?
-Tres días. Hasta el domingo. Maldita sea. No creo que pueda cancelarlo. Lleva meses planeado.
-Tres días se me harán una eternidad.
-Dímelo a mí.
AleMoralesT3
Re: ~~♦Pura Tentación♦~~ (Joe&Tu) [TERMINADA]
yo si te mato ok no jajaja pero eso si
como la dejas asi
siguela pronto porfavor :D
como la dejas asi
siguela pronto porfavor :D
Nani Jonas
Re: ~~♦Pura Tentación♦~~ (Joe&Tu) [TERMINADA]
OMJ!
Laa rayizz todaa exshiitaada!!!
XD yy Joseeph NO se queda atras XDD
Shiguela!
Laa rayizz todaa exshiitaada!!!
XD yy Joseeph NO se queda atras XDD
Shiguela!
-Lizz-
Re: ~~♦Pura Tentación♦~~ (Joe&Tu) [TERMINADA]
Capitulo 7
-¿Y cuánto tiempo estarás fuera?
-Tres días. Hasta el domingo. Maldita sea. No creo que pueda cancelarlo. Lleva meses planeado.
-Tres días se me harán una eternidad.
-Dímelo a mí.
______ dibujó la línea de su mandíbula.
-Podríamos volver a mi plan original y acabar en mi casa esta noche.
Él la miró un largo momento y por fin sacudió la cabeza.
-No. De verdad que quiero que sea una ocasión que recuerdes para siempre.
-No creo que la olvide, sea cuando sea. Para decirte la verdad... me da miedo de que cambies de idea en tres días.
-¿Después de lo de esta noche? ¿Estás de broma?
-¿Lo has pasado bien esta noche?
Joe le agarró la cara entre las manos.
-Lo he pasado mejor que en toda mi vida. Y te prometo que no cambiaré de idea.
El corazón se le inflamó de una emoción que no podía nombrar y las lágrimas le afloraron a los ojos.
-Gracias, Joe. Eres un verdadero amigo.
-Hago lo que puedo.
-¿A qué hora volverás el domingo?
-Cerca del mediodía.
-Entonces podrías venir a mi casa esa noche.
-Lo haré.
El corazón le dio un vuelco en el pecho.
-Te esperaré hacia las ocho.
Dejar a ______ en la puerta de su casa fue lo más difícil que Joe había hecho en su vida.
Probablemente fuera un tonto por no haber aceptado su invitación y pasarse toda la noche haciéndole el amor. Ahora tendría que esperar tres días. Después de haber estado esperando toda su vida.
Un momento. ¿De dónde había sacado aquella idea? No podía ser verdad. Seguramente ______ no habría tenido nada que ver con su infructuosa búsqueda de esposa. Era sólo que no había encontrado la mujer adecuada todavía. Oh, Dios. Quizá sí.
Por impulso, se detuvo en el bar Ore Cart a tomar una cerveza. Todavía era un hombre soltero y sin obligaciones y eso era lo que hacían los solteros y a él le gustaba disfrutar de su libertad.
El bar estaba casi desierto entre semana, pero había un cliente que le hito a Joe desear darse la vuelta. Por desgracia, Dozer Blakely lo vio antes de que tuviera la oportunidad de hacerlo.
-¡Eh, Gran Joe! -lo llamó desde su taburete-. Ven y déjame invitarte a una fría.
Joe se acercó y miró a su alrededor.
-¿Dónde está Cindy?
-En casa -Dozer se pasó la mano gordezuela por el pelo pelirrojo-. Esperando a que me calme.
Joe se sentó junto a Dozer deseando poder tener más espacio. Tenía la ropa impregnada del perfume de ______ y sólo esperaba que su hermano no lo reconociera.
-¿No deberías estar con ella si habéis peleado?.
Dozer sonrió.
-Cuando peleamos, soy yo el único que se disgusta. Cindy es más fría que un pepino - los ojos azules le destellaron-. ¿Una cita ardiente esta noche?
-¿Por qué lo dices?
-Pareces satisfecho. Como si hubieras ido a aparcar por ahí.
-Pudiera ser.
Dozer sonrió y dio un sorbo a su cerveza.
-¿Así que decidiste seguir mi sugerencia y has salido con Jenny?
-No.
Joe dio un largo trago para evitar explicar más.
-¿Babs?
-Para nada.
-¿Alguna nueva?
-Podría decirse que sí.
-Pero no piensas hablar, ¿eh Joe?
-No, Dozer. No pienso hacerlo. No quiero que me deis la lata acerca de cuando voy a sentar cabeza y esas cosas.
-La verdad es que aparte de todas las bromas del otro día acerca de Jenny y Babs, entiendo por qué no has acabado con ninguna de ellas. Y eso que Jenny tiene unos pechos...
Joe no quería pensar en los senos de una mujer.
-¿Adónde quieres llegar?
-Que tú eres un hombre inteligente. Necesitas a una mujer con cerebro y nunca hubieras durado con Babs o con Jenny. Al cabo de un mes te hubieran aburrido.
-Eso mismo creo yo.
-¿Entonces, esta nueva chica es inteligente?
-Sí, lo es.
Dozer asintió.
-¿Y ya has marcado gol?
Joe parpadeó. La tarde que había pasado con ______ no tenía nada que ver con aquella expresión. Intentó imaginarse la respuesta de Dozer si supiera que estaba hablando de su hermana.
-Supongo que no -prosiguió Dozer-. Si no, ya hubieras sonreído cuando te lo he preguntado -dejó el dinero en la barra y le dio una palmada a Joe en el hombro-. Buena suerte con ella, amigo. Te mereces encontrar a una dama encantadora. Quizá sea ésta.
-Quizá.
Mientras Dozer se dirigía a su casa con Cindy, Joe terminó la cerveza, dejó otro billete sobre los de Dozer y salió al cálido aire de la noche pensando en lo estupendo que era ser un hombre libre. Condujo al rancho con las ventanillas abiertas, una canción en la radio... y con ______ en su mente.
El ventilador había reducido bastante el calor en la pequeña casa de ______, pero seguía bastante caliente. ______ cerró la puerta con profundo pesar y oyó alejarse la furgoneta de Joe. Y para poner las cosas peor, no la había besado al despedirse, aunque lo entendía. Sólo un beso y al día siguiente lo sabría todo el pueblo. Tenían que mantener aquel asunto en privado. Apenas podía creer que se hubiera ofrecido él mismo con el riesgo que corría de perder la amistad con sus hermanos.
Pero en cuanto el sonido se alejó, ______ se apoyó contra la puerta por dentro, deslizó las manos por sus senos y cerró los ojos perdida en los recuerdos. Entonces, alzó las manos y empezó a bailar ejecutando una ritual danza de celebración. Al tocarla y excitarla como lo había hecho, Joe le había dado un sentido completamente nuevo a su cuerpo.
Sintiéndose embriagada, entró en su habitación, se quitó las sandalias y se desnudó para meterse en la ducha.
Cuando el chorro le acarició la piel como las manos de un amante, alzó de nuevo las manos hacia los senos henchidos y se los acarició perdida en los recuerdos.
Entonces, deslizó las dos manos hacia el vértice entre sus piernas, donde el cuerpo todavía le palpitaba de deseo por él. Los libros eróticos eran muy explícitos y no necesitaba a Joe ni a nadie para el tipo de milagroso alivio que había experimentado en la furgoneta, pero volvió a subirlas. Esa noche quería saborear la sensación de sus manos y su lengua acariciando su cuerpo. Quizá fuera una tontería, pero le parecía que, si lo hacía ella sola de nuevo, los preciosos recuerdos se diluirían.
Apagó la ducha y se secó. Su cuerpo ya no era exclusivamente dominio suyo y eso le produjo un escalofrío de placer. Se puso crema por todas las partes del cuerpo que él pudiera acariciar, enojándose cuando comprendió que parecía estar esperando a Joe.
Pero quizá fuera mejor que no volviera, pensó mientras se extendía la crema aromática. Quizá deberían crear algún ceremonial para lo que iban a hacer. Así tendría tres días para prepararse. Tres días para comprar tentadora lencería y convertir su habitación en un nido de amor. Dejó la crema y volvió a la habitación para examinarla con atención. Tendría que cambiar muchas cosas.
Agarró un cuaderno de notas amarillo, se tiró desnuda en la cama y empezó a hacer una lista.
-¿Y cuánto tiempo estarás fuera?
-Tres días. Hasta el domingo. Maldita sea. No creo que pueda cancelarlo. Lleva meses planeado.
-Tres días se me harán una eternidad.
-Dímelo a mí.
______ dibujó la línea de su mandíbula.
-Podríamos volver a mi plan original y acabar en mi casa esta noche.
Él la miró un largo momento y por fin sacudió la cabeza.
-No. De verdad que quiero que sea una ocasión que recuerdes para siempre.
-No creo que la olvide, sea cuando sea. Para decirte la verdad... me da miedo de que cambies de idea en tres días.
-¿Después de lo de esta noche? ¿Estás de broma?
-¿Lo has pasado bien esta noche?
Joe le agarró la cara entre las manos.
-Lo he pasado mejor que en toda mi vida. Y te prometo que no cambiaré de idea.
El corazón se le inflamó de una emoción que no podía nombrar y las lágrimas le afloraron a los ojos.
-Gracias, Joe. Eres un verdadero amigo.
-Hago lo que puedo.
-¿A qué hora volverás el domingo?
-Cerca del mediodía.
-Entonces podrías venir a mi casa esa noche.
-Lo haré.
El corazón le dio un vuelco en el pecho.
-Te esperaré hacia las ocho.
Dejar a ______ en la puerta de su casa fue lo más difícil que Joe había hecho en su vida.
Probablemente fuera un tonto por no haber aceptado su invitación y pasarse toda la noche haciéndole el amor. Ahora tendría que esperar tres días. Después de haber estado esperando toda su vida.
Un momento. ¿De dónde había sacado aquella idea? No podía ser verdad. Seguramente ______ no habría tenido nada que ver con su infructuosa búsqueda de esposa. Era sólo que no había encontrado la mujer adecuada todavía. Oh, Dios. Quizá sí.
Por impulso, se detuvo en el bar Ore Cart a tomar una cerveza. Todavía era un hombre soltero y sin obligaciones y eso era lo que hacían los solteros y a él le gustaba disfrutar de su libertad.
El bar estaba casi desierto entre semana, pero había un cliente que le hito a Joe desear darse la vuelta. Por desgracia, Dozer Blakely lo vio antes de que tuviera la oportunidad de hacerlo.
-¡Eh, Gran Joe! -lo llamó desde su taburete-. Ven y déjame invitarte a una fría.
Joe se acercó y miró a su alrededor.
-¿Dónde está Cindy?
-En casa -Dozer se pasó la mano gordezuela por el pelo pelirrojo-. Esperando a que me calme.
Joe se sentó junto a Dozer deseando poder tener más espacio. Tenía la ropa impregnada del perfume de ______ y sólo esperaba que su hermano no lo reconociera.
-¿No deberías estar con ella si habéis peleado?.
Dozer sonrió.
-Cuando peleamos, soy yo el único que se disgusta. Cindy es más fría que un pepino - los ojos azules le destellaron-. ¿Una cita ardiente esta noche?
-¿Por qué lo dices?
-Pareces satisfecho. Como si hubieras ido a aparcar por ahí.
-Pudiera ser.
Dozer sonrió y dio un sorbo a su cerveza.
-¿Así que decidiste seguir mi sugerencia y has salido con Jenny?
-No.
Joe dio un largo trago para evitar explicar más.
-¿Babs?
-Para nada.
-¿Alguna nueva?
-Podría decirse que sí.
-Pero no piensas hablar, ¿eh Joe?
-No, Dozer. No pienso hacerlo. No quiero que me deis la lata acerca de cuando voy a sentar cabeza y esas cosas.
-La verdad es que aparte de todas las bromas del otro día acerca de Jenny y Babs, entiendo por qué no has acabado con ninguna de ellas. Y eso que Jenny tiene unos pechos...
Joe no quería pensar en los senos de una mujer.
-¿Adónde quieres llegar?
-Que tú eres un hombre inteligente. Necesitas a una mujer con cerebro y nunca hubieras durado con Babs o con Jenny. Al cabo de un mes te hubieran aburrido.
-Eso mismo creo yo.
-¿Entonces, esta nueva chica es inteligente?
-Sí, lo es.
Dozer asintió.
-¿Y ya has marcado gol?
Joe parpadeó. La tarde que había pasado con ______ no tenía nada que ver con aquella expresión. Intentó imaginarse la respuesta de Dozer si supiera que estaba hablando de su hermana.
-Supongo que no -prosiguió Dozer-. Si no, ya hubieras sonreído cuando te lo he preguntado -dejó el dinero en la barra y le dio una palmada a Joe en el hombro-. Buena suerte con ella, amigo. Te mereces encontrar a una dama encantadora. Quizá sea ésta.
-Quizá.
Mientras Dozer se dirigía a su casa con Cindy, Joe terminó la cerveza, dejó otro billete sobre los de Dozer y salió al cálido aire de la noche pensando en lo estupendo que era ser un hombre libre. Condujo al rancho con las ventanillas abiertas, una canción en la radio... y con ______ en su mente.
El ventilador había reducido bastante el calor en la pequeña casa de ______, pero seguía bastante caliente. ______ cerró la puerta con profundo pesar y oyó alejarse la furgoneta de Joe. Y para poner las cosas peor, no la había besado al despedirse, aunque lo entendía. Sólo un beso y al día siguiente lo sabría todo el pueblo. Tenían que mantener aquel asunto en privado. Apenas podía creer que se hubiera ofrecido él mismo con el riesgo que corría de perder la amistad con sus hermanos.
Pero en cuanto el sonido se alejó, ______ se apoyó contra la puerta por dentro, deslizó las manos por sus senos y cerró los ojos perdida en los recuerdos. Entonces, alzó las manos y empezó a bailar ejecutando una ritual danza de celebración. Al tocarla y excitarla como lo había hecho, Joe le había dado un sentido completamente nuevo a su cuerpo.
Sintiéndose embriagada, entró en su habitación, se quitó las sandalias y se desnudó para meterse en la ducha.
Cuando el chorro le acarició la piel como las manos de un amante, alzó de nuevo las manos hacia los senos henchidos y se los acarició perdida en los recuerdos.
Entonces, deslizó las dos manos hacia el vértice entre sus piernas, donde el cuerpo todavía le palpitaba de deseo por él. Los libros eróticos eran muy explícitos y no necesitaba a Joe ni a nadie para el tipo de milagroso alivio que había experimentado en la furgoneta, pero volvió a subirlas. Esa noche quería saborear la sensación de sus manos y su lengua acariciando su cuerpo. Quizá fuera una tontería, pero le parecía que, si lo hacía ella sola de nuevo, los preciosos recuerdos se diluirían.
Apagó la ducha y se secó. Su cuerpo ya no era exclusivamente dominio suyo y eso le produjo un escalofrío de placer. Se puso crema por todas las partes del cuerpo que él pudiera acariciar, enojándose cuando comprendió que parecía estar esperando a Joe.
Pero quizá fuera mejor que no volviera, pensó mientras se extendía la crema aromática. Quizá deberían crear algún ceremonial para lo que iban a hacer. Así tendría tres días para prepararse. Tres días para comprar tentadora lencería y convertir su habitación en un nido de amor. Dejó la crema y volvió a la habitación para examinarla con atención. Tendría que cambiar muchas cosas.
Agarró un cuaderno de notas amarillo, se tiró desnuda en la cama y empezó a hacer una lista.
AleMoralesT3
Re: ~~♦Pura Tentación♦~~ (Joe&Tu) [TERMINADA]
O.O
___ see desesperará en los 3 dias!....
Siguela!
SupeerMegaLike aal capitulo!!
___ see desesperará en los 3 dias!....
Siguela!
SupeerMegaLike aal capitulo!!
-Lizz-
Re: ~~♦Pura Tentación♦~~ (Joe&Tu) [TERMINADA]
Capitulo 8 (1/2)
A la tarde siguiente, mientras _____ sacaba la carga de bolsas que traía de Phoenix; su vecina, Hazel Nedbetter llegó corriendo con un jarrón de una floristería lleno de margaritas. _____ escondió con rapidez bajo el asiento la bolsa de una conocida tienda de lencería.
-Las guardé en mi casa para que no se te marchitaran en el porche.
-Muchas, gracias, Hazel.
_____ miró las flores amarillas y blancas que sólo podían venir de una persona.
-Ni siquiera eran de la tienda de Copperville. Venían de una gran floristería de Phoenix. ¿Te puedes imaginar? El precio del transporte debe haber sido una barbaridad.
-Seguro.
Al menos Joe había tomado algunas precauciones, pensó _____. Estaba encantada de que le hubiera mandado las flores, pero ahora tendría que buscar una excusa para contarle a Hazel. La mujer no pararía hasta saberlo.
-Debe de hacer cuarenta grados aquí al sol -dijo para ganar tiempo-. Vamos a la sombra del porche.
Dejó el jarrón en la barandilla del porche y se volvió hacia Hazel con la primera mentira que se le ocurrió.
-Deben de ser de mi nueva directora del colegio de Nueva York.
-¿De verdad? ¡Qué detalle! No creo que al señor Grimes se le ocurriera nunca mandar flores a una nueva empleada. Las cosas deben de ser muy diferentes en el este.
Hazel miró la tarjeta con ganas de que _____ la abriera. El sobre no estaba cerrado, pero _____ no creía que su vecina lo hubiera leído.
Resuelta a convencerla; sacó la tarjeta del sobre. Por suerte, Joe había acudido en su ayuda. La misteriosa tarjeta sólo decía:
Te deseo lo mejor al explorar nuevos mundos. M.
_____ sabía a qué mundos se refería Joe, todos relacionados con la cama que estaba a punto de decorar.
-Sí, es de mi directora --dijo mientras se la enseñaba.
-¡Qué amable enviarte un ramo así! Aunque hubiera pensado que las rosas o los claveles serían más apropiados.
A mi directora le gustan las margaritas. Hazel asintió.
-¿Has estado de compras?
-Sí, he comprado algunas cosas para el viaje.
Y sería un viaje de cuidado considerando lo que había comprado ese día. Pensó que Joe quedaría encantado. Quizá más que encantado. Lo cierto era que quería que se le hiciera la boca agua.
-¿Cuándo piensa Lionel poner el cartel de alquiler en el jardín?
-No creo que lo haga hasta dentro de un mes. Pero es muy selectivo con la gente a la que se la alquila, así que no te preocupes. Tendréis buenos vecinos.
-Supongo, pero te echaré de menos de todas formas.
-Yo también, Hazel.
_____ se alzó el pelo de la nuca. Incluso a la sombra del porche hacía bastante calor, pero si invitaba a pasar a Hazel podría tardar otra hora en irse. Era una mujer encantadora y en cualquier otro momento no le hubiera importado, pero estaba ansiosa por meter sus compras dentro antes de que alguien se fijara en la bolsa de la lencería o de las sábanas de satén.
-Tu madre se va a quedar seca de llorar cuando te vayas.
-Ya lo sé. Seguro que yo también lloraré. Pero tengo que extender las alas, Hazel. Es mi oportunidad.
-Y tus hermanos. Aunque intenten aparentar que no les afecta, te van a echar mucho de menos. Y ese chico, Joe Jonas te va a echar de menos una enormidad. Por cierto, os vi llegar juntos anoche. Y me extrañó porque Mabel Bellweather me dijo que te habías puesto mala en el Nugget.
_____ empezó a preguntarse si Joe y ella tendrían alguna oportunidad de guardar su secreto.
-Me sentía mal, pero en cuanto salí me puse mejor y nos fuimos a dar una vuelta en coche. Joe quería hablarme de un nuevo programa de cría que está empezando con su padre. Iban a buscar unos cuantos sementales a Flagstaff este fin de semana. ¿Sabías que estaban en Flagstaff?
Hazel asintió.
-Eso había oído. Norah quería ver algunas antigüedades allí.
-Exacto -_____ decidió preparar a Hazel para el siguiente paso de Joe-. Le hice prometer a Joe que se pasaría por mi casa en cuanto llegara del viaje, así que verás su furgoneta en cuanto vuelvan.
-¿Lo ves? Vosotros dos siempre habéis sido uña y carne y siempre os habéis contado todo. ¿Quién te va a contar sus cosas cuando estés en Nueva York?
_____ no quería enfrentarse a aquel hecho todavía.
-Supongo que tendremos que usar el teléfono. Bueno, Hazel, será mejor que te deje ir a preparar la cena.
-Sí, supongo -Hazel no parecía querer captar la indirecta-. ¿Cómo estaba Phoenix?
-Hacía mucho calor.
-Ya me imagino. Estas noches ha hecho tanto calor que apenas he podido dormir.
«Lo que significa que Joe y yo tendremos que cerrar las persianas a cal y canto», pensó _____.
A mí me ha pasado lo mismo. Bueno, Hazel. Gracias de nuevo por guardarme las flores.
-De nada -dijo su vecina mientras se dirigía al camino de hierba que separaba las dos casas.
_____ recogió las flores y entró en la casa. El teléfono sonó en cuanto posó el jarrón en la mesita. Rodeó el sofá y descolgó el inalámbrico.
-¿Hola?
-¿Dónde has estado? -preguntó Joe-. Es la sexta vez que te llamo hoy y siempre ha salido el contestador.
El sonido de su voz le endureció los pezones. Joe nunca la había afectado así antes, pero todo había cambiado.
-He estado en Phoenix.
-¿Ah, sí? ¿Comprando más libros?
-Esta vez no. Este viaje ha sido por otras cosas.
-¿Algo que ver con... el sábado por la noche?
-Pues la verdad es que sí.
-¿Qué has comprado?
_____ sonrió.
-Oh, algo muy, muy breve.
-¿De verdad? -el timbre de su voz cambió-. ¿Puedes describírmelo?
-Preferiría sorprenderte. Usa la imaginación.
-Ése ha sido mi problema hoy. Parece que no puedo usar otra cosa que la imaginación. He estado tan distraído, que mi padre me ha preguntado si me he tomado una sobredosis de medicina para la alergia. Y eso que sabe que no soy alérgico.
-Así que has estado pensando en mí.
El cuerpo le reaccionó humedeciéndose y palpitando como si él estuviera a su lado.
-No he dejado de pensar en ese vestido tuyo de margaritas y... en todo lo que pasó anoche.
-Yo tampoco -acarició los pétalos del arreglo floral-. Pero me ha costado bastante explicar lo del ramo a mi vecina.
Su carcajada fue grave y sensual.
-Supongo que te inventarías una buena historia, ¿a que sí?
-Le dije que eran de mi futura directora de Nueva York.
Joe bajó la voz con tono suave y seductor.
-Me gustaría estar a tu lado.
-A mí también.
-¿Qué llevas puesto?
-Una blusa sin mangas y unos pantalones cortos -entonces recordó escenarios de sus lecturas y tuvo la necesidad de experimentar su poder recién descubierto-. Pero hace mucho calor, Joe -agarró el jarrón de flores-. Creo que iré a la habitación y me quitaré la blusa.
-¿Ahora?
-Sí, a menos que quieras que cuelgue.
-No, no quiero que cuelgues. Puede que no tenga oportunidad de volverte a llamar hoy. Pero, _____...
-Sólo con desabrocharme los botones me sentiré mejor.
Ya en la habitación, dejó el jarrón y empezó a desabrocharse la blusa.
-¡Ah! Puedo sentir un poco la brisa del aire acondicionado en mi piel desnuda. De paso, ¿has encontrado buenos sementales?
-No... Sí... Puede ser. ¿Te has quitado la blusa ya?
-Estoy en ello. Estos botones no son los más fáciles del mundo. Ya te digo, hace tanto calor aquí, Joe, que la transpiración me corre entre los senos. Supongo que debo saber bastante salada ahora mismo.
-¡Oh, Dios! Estás haciendo esto a propósito.
-¿El qué? ¿Quitarme la blusa? Por supuesto. Ya está. Me siento mucho mejor.
Provocándolo, _____ se estaba sintiendo cada vez más excitada.
-¿De qué color es tu sujetador?
-De color marfil -la respiración se le aceleró---. La mayor parte de satén, pero las copas son de un encaje muy bonito. Me gusta porque se desabrocha por delante y es más fácil de quitar.
La voz de Joe sonó grave y peligrosa:
-Quítatelo ahora.
-¿Sabes? Creo que lo haré -lo desabrochó con dedos temblorosos liberando sus senos pujantes-. Ya está. ¡Oh, Joe! Me gustaría que estuvieras aquí.
-Créeme que a mí también.
-Las margaritas son tan bonitas... -sacó una del florero y se la pasó por el seno desnudo-. Tan suaves. Me estoy acariciando los senos con una de tus margaritas, Joe.
Él lanzó un gemido.
-Y el polen amarillo se está esparciendo por mi seno y mi pezón.
-Dios, _____. ¿Cómo se supone que voy a soportar esto?
-Pronto estarás aquí.
-No lo bastante pronto.
Ella siguió administrando la dulce tortura de acariciarse los senos con la margarita soñando con que eran los dedos de Joe.
-Si te sirve de algo, yo también estoy excitada ahora.
-Eso espero. Te mereces un poco de frustración.
-¿Estás frustrado tú?
-El vaquero no cede muy bien, ¿sabes?
-Una pena que no esté yo ahí para ayudarte.
-Sí, lo es.
-Voy a colgar ahora, Joe.
-Supongo que será mejor -su voz era tensa y contenida-. Estoy en un teléfono público y tendré que esperar con el receptor descolgado un rato antes de poder reunirme con mi padre.
-Adiós, Joe. Piensa en mí.
-Como si me quedara elección. Adiós, mujer diabólica.
Ella cortó entonces y se frotó el seno con la margarita. Esperar hasta el sábado le parecía una eternidad.
Joe escuchó el suave chasquido, pero no colgó. No había bromeado acerca del bulto de sus pantalones y no había forma de que pudiera darse la vuelta todavía. Tenía que quitarse la imagen de ella con la flor sobre los senos o nunca podría abandonar aquella cabina. Desde luego, _____ era sorprendente. Cuando se había propuesto a sí mismo como su amante del verano, no había imaginado que fuera a abrir tal caja de Pandora. Cuando por fin pudo, colgó.
Su padre lo esperaba a pocos metros.
-Hola, papá -se acercó con una sonrisa desenfadada-. Pensé que te pasarías la tarde discutiendo con Henderson acerca de ese semental.
-He decidido darme un descanso para que él piense en la última oferta que le he hecho.
Andy Jonas era un hombre alto y fibroso que parecía más joven de su edad, igual que Norah, la madre de Joe.
-Apuesto a que es un lío de faldas -dijo Andy-. ¿Me equivoco?
Joe sonrió.
-Podría decirse que sí.
-También me da la sensación de que esta vez podría ser una novia en serio.
A Joe no le gustó oír aquello.
-No. No estoy preparado para sentar la cabeza todavía.
-Pues yo creo que sí. Te he visto cómo miras a los Blakeley y a sus familias. Lo que creo es que eres muy selectivo y eso está bien. Pero nunca te había visto tan distraído. Así que, si la mujer a la que llevas todo el día llamando está preparada para formar un hogar y una familia, te sugiero que vayas adelante.
-No lo está.
-¡Oh! -miró a su hijo un largo momento-. ¿Quieres que vayamos a tomar un perrito caliente y una cerveza fría y hablamos de ello?
-El perrito y la cerveza me parecen bien, pero no hay nada de que hablar.
-Si tú lo dices... pero la oferta queda abierta para cuando quieras.
-Ya lo sé, papá. Y te lo agradezco -Joe pasó el brazo por los hombros de su padre-. Vamos a comer. Me estoy muriendo de hambre.
A la tarde siguiente, mientras _____ sacaba la carga de bolsas que traía de Phoenix; su vecina, Hazel Nedbetter llegó corriendo con un jarrón de una floristería lleno de margaritas. _____ escondió con rapidez bajo el asiento la bolsa de una conocida tienda de lencería.
-Las guardé en mi casa para que no se te marchitaran en el porche.
-Muchas, gracias, Hazel.
_____ miró las flores amarillas y blancas que sólo podían venir de una persona.
-Ni siquiera eran de la tienda de Copperville. Venían de una gran floristería de Phoenix. ¿Te puedes imaginar? El precio del transporte debe haber sido una barbaridad.
-Seguro.
Al menos Joe había tomado algunas precauciones, pensó _____. Estaba encantada de que le hubiera mandado las flores, pero ahora tendría que buscar una excusa para contarle a Hazel. La mujer no pararía hasta saberlo.
-Debe de hacer cuarenta grados aquí al sol -dijo para ganar tiempo-. Vamos a la sombra del porche.
Dejó el jarrón en la barandilla del porche y se volvió hacia Hazel con la primera mentira que se le ocurrió.
-Deben de ser de mi nueva directora del colegio de Nueva York.
-¿De verdad? ¡Qué detalle! No creo que al señor Grimes se le ocurriera nunca mandar flores a una nueva empleada. Las cosas deben de ser muy diferentes en el este.
Hazel miró la tarjeta con ganas de que _____ la abriera. El sobre no estaba cerrado, pero _____ no creía que su vecina lo hubiera leído.
Resuelta a convencerla; sacó la tarjeta del sobre. Por suerte, Joe había acudido en su ayuda. La misteriosa tarjeta sólo decía:
Te deseo lo mejor al explorar nuevos mundos. M.
_____ sabía a qué mundos se refería Joe, todos relacionados con la cama que estaba a punto de decorar.
-Sí, es de mi directora --dijo mientras se la enseñaba.
-¡Qué amable enviarte un ramo así! Aunque hubiera pensado que las rosas o los claveles serían más apropiados.
A mi directora le gustan las margaritas. Hazel asintió.
-¿Has estado de compras?
-Sí, he comprado algunas cosas para el viaje.
Y sería un viaje de cuidado considerando lo que había comprado ese día. Pensó que Joe quedaría encantado. Quizá más que encantado. Lo cierto era que quería que se le hiciera la boca agua.
-¿Cuándo piensa Lionel poner el cartel de alquiler en el jardín?
-No creo que lo haga hasta dentro de un mes. Pero es muy selectivo con la gente a la que se la alquila, así que no te preocupes. Tendréis buenos vecinos.
-Supongo, pero te echaré de menos de todas formas.
-Yo también, Hazel.
_____ se alzó el pelo de la nuca. Incluso a la sombra del porche hacía bastante calor, pero si invitaba a pasar a Hazel podría tardar otra hora en irse. Era una mujer encantadora y en cualquier otro momento no le hubiera importado, pero estaba ansiosa por meter sus compras dentro antes de que alguien se fijara en la bolsa de la lencería o de las sábanas de satén.
-Tu madre se va a quedar seca de llorar cuando te vayas.
-Ya lo sé. Seguro que yo también lloraré. Pero tengo que extender las alas, Hazel. Es mi oportunidad.
-Y tus hermanos. Aunque intenten aparentar que no les afecta, te van a echar mucho de menos. Y ese chico, Joe Jonas te va a echar de menos una enormidad. Por cierto, os vi llegar juntos anoche. Y me extrañó porque Mabel Bellweather me dijo que te habías puesto mala en el Nugget.
_____ empezó a preguntarse si Joe y ella tendrían alguna oportunidad de guardar su secreto.
-Me sentía mal, pero en cuanto salí me puse mejor y nos fuimos a dar una vuelta en coche. Joe quería hablarme de un nuevo programa de cría que está empezando con su padre. Iban a buscar unos cuantos sementales a Flagstaff este fin de semana. ¿Sabías que estaban en Flagstaff?
Hazel asintió.
-Eso había oído. Norah quería ver algunas antigüedades allí.
-Exacto -_____ decidió preparar a Hazel para el siguiente paso de Joe-. Le hice prometer a Joe que se pasaría por mi casa en cuanto llegara del viaje, así que verás su furgoneta en cuanto vuelvan.
-¿Lo ves? Vosotros dos siempre habéis sido uña y carne y siempre os habéis contado todo. ¿Quién te va a contar sus cosas cuando estés en Nueva York?
_____ no quería enfrentarse a aquel hecho todavía.
-Supongo que tendremos que usar el teléfono. Bueno, Hazel, será mejor que te deje ir a preparar la cena.
-Sí, supongo -Hazel no parecía querer captar la indirecta-. ¿Cómo estaba Phoenix?
-Hacía mucho calor.
-Ya me imagino. Estas noches ha hecho tanto calor que apenas he podido dormir.
«Lo que significa que Joe y yo tendremos que cerrar las persianas a cal y canto», pensó _____.
A mí me ha pasado lo mismo. Bueno, Hazel. Gracias de nuevo por guardarme las flores.
-De nada -dijo su vecina mientras se dirigía al camino de hierba que separaba las dos casas.
_____ recogió las flores y entró en la casa. El teléfono sonó en cuanto posó el jarrón en la mesita. Rodeó el sofá y descolgó el inalámbrico.
-¿Hola?
-¿Dónde has estado? -preguntó Joe-. Es la sexta vez que te llamo hoy y siempre ha salido el contestador.
El sonido de su voz le endureció los pezones. Joe nunca la había afectado así antes, pero todo había cambiado.
-He estado en Phoenix.
-¿Ah, sí? ¿Comprando más libros?
-Esta vez no. Este viaje ha sido por otras cosas.
-¿Algo que ver con... el sábado por la noche?
-Pues la verdad es que sí.
-¿Qué has comprado?
_____ sonrió.
-Oh, algo muy, muy breve.
-¿De verdad? -el timbre de su voz cambió-. ¿Puedes describírmelo?
-Preferiría sorprenderte. Usa la imaginación.
-Ése ha sido mi problema hoy. Parece que no puedo usar otra cosa que la imaginación. He estado tan distraído, que mi padre me ha preguntado si me he tomado una sobredosis de medicina para la alergia. Y eso que sabe que no soy alérgico.
-Así que has estado pensando en mí.
El cuerpo le reaccionó humedeciéndose y palpitando como si él estuviera a su lado.
-No he dejado de pensar en ese vestido tuyo de margaritas y... en todo lo que pasó anoche.
-Yo tampoco -acarició los pétalos del arreglo floral-. Pero me ha costado bastante explicar lo del ramo a mi vecina.
Su carcajada fue grave y sensual.
-Supongo que te inventarías una buena historia, ¿a que sí?
-Le dije que eran de mi futura directora de Nueva York.
Joe bajó la voz con tono suave y seductor.
-Me gustaría estar a tu lado.
-A mí también.
-¿Qué llevas puesto?
-Una blusa sin mangas y unos pantalones cortos -entonces recordó escenarios de sus lecturas y tuvo la necesidad de experimentar su poder recién descubierto-. Pero hace mucho calor, Joe -agarró el jarrón de flores-. Creo que iré a la habitación y me quitaré la blusa.
-¿Ahora?
-Sí, a menos que quieras que cuelgue.
-No, no quiero que cuelgues. Puede que no tenga oportunidad de volverte a llamar hoy. Pero, _____...
-Sólo con desabrocharme los botones me sentiré mejor.
Ya en la habitación, dejó el jarrón y empezó a desabrocharse la blusa.
-¡Ah! Puedo sentir un poco la brisa del aire acondicionado en mi piel desnuda. De paso, ¿has encontrado buenos sementales?
-No... Sí... Puede ser. ¿Te has quitado la blusa ya?
-Estoy en ello. Estos botones no son los más fáciles del mundo. Ya te digo, hace tanto calor aquí, Joe, que la transpiración me corre entre los senos. Supongo que debo saber bastante salada ahora mismo.
-¡Oh, Dios! Estás haciendo esto a propósito.
-¿El qué? ¿Quitarme la blusa? Por supuesto. Ya está. Me siento mucho mejor.
Provocándolo, _____ se estaba sintiendo cada vez más excitada.
-¿De qué color es tu sujetador?
-De color marfil -la respiración se le aceleró---. La mayor parte de satén, pero las copas son de un encaje muy bonito. Me gusta porque se desabrocha por delante y es más fácil de quitar.
La voz de Joe sonó grave y peligrosa:
-Quítatelo ahora.
-¿Sabes? Creo que lo haré -lo desabrochó con dedos temblorosos liberando sus senos pujantes-. Ya está. ¡Oh, Joe! Me gustaría que estuvieras aquí.
-Créeme que a mí también.
-Las margaritas son tan bonitas... -sacó una del florero y se la pasó por el seno desnudo-. Tan suaves. Me estoy acariciando los senos con una de tus margaritas, Joe.
Él lanzó un gemido.
-Y el polen amarillo se está esparciendo por mi seno y mi pezón.
-Dios, _____. ¿Cómo se supone que voy a soportar esto?
-Pronto estarás aquí.
-No lo bastante pronto.
Ella siguió administrando la dulce tortura de acariciarse los senos con la margarita soñando con que eran los dedos de Joe.
-Si te sirve de algo, yo también estoy excitada ahora.
-Eso espero. Te mereces un poco de frustración.
-¿Estás frustrado tú?
-El vaquero no cede muy bien, ¿sabes?
-Una pena que no esté yo ahí para ayudarte.
-Sí, lo es.
-Voy a colgar ahora, Joe.
-Supongo que será mejor -su voz era tensa y contenida-. Estoy en un teléfono público y tendré que esperar con el receptor descolgado un rato antes de poder reunirme con mi padre.
-Adiós, Joe. Piensa en mí.
-Como si me quedara elección. Adiós, mujer diabólica.
Ella cortó entonces y se frotó el seno con la margarita. Esperar hasta el sábado le parecía una eternidad.
Joe escuchó el suave chasquido, pero no colgó. No había bromeado acerca del bulto de sus pantalones y no había forma de que pudiera darse la vuelta todavía. Tenía que quitarse la imagen de ella con la flor sobre los senos o nunca podría abandonar aquella cabina. Desde luego, _____ era sorprendente. Cuando se había propuesto a sí mismo como su amante del verano, no había imaginado que fuera a abrir tal caja de Pandora. Cuando por fin pudo, colgó.
Su padre lo esperaba a pocos metros.
-Hola, papá -se acercó con una sonrisa desenfadada-. Pensé que te pasarías la tarde discutiendo con Henderson acerca de ese semental.
-He decidido darme un descanso para que él piense en la última oferta que le he hecho.
Andy Jonas era un hombre alto y fibroso que parecía más joven de su edad, igual que Norah, la madre de Joe.
-Apuesto a que es un lío de faldas -dijo Andy-. ¿Me equivoco?
Joe sonrió.
-Podría decirse que sí.
-También me da la sensación de que esta vez podría ser una novia en serio.
A Joe no le gustó oír aquello.
-No. No estoy preparado para sentar la cabeza todavía.
-Pues yo creo que sí. Te he visto cómo miras a los Blakeley y a sus familias. Lo que creo es que eres muy selectivo y eso está bien. Pero nunca te había visto tan distraído. Así que, si la mujer a la que llevas todo el día llamando está preparada para formar un hogar y una familia, te sugiero que vayas adelante.
-No lo está.
-¡Oh! -miró a su hijo un largo momento-. ¿Quieres que vayamos a tomar un perrito caliente y una cerveza fría y hablamos de ello?
-El perrito y la cerveza me parecen bien, pero no hay nada de que hablar.
-Si tú lo dices... pero la oferta queda abierta para cuando quieras.
-Ya lo sé, papá. Y te lo agradezco -Joe pasó el brazo por los hombros de su padre-. Vamos a comer. Me estoy muriendo de hambre.
AleMoralesT3
Re: ~~♦Pura Tentación♦~~ (Joe&Tu) [TERMINADA]
Gooood!!
Ell capituloo estuvoo: I.N.F.A.R.T.A.N.T.E!!!
:¬w¬:
Quedé traumada a mas no poder con las margaritas!!
XDDD
Sigueela!
SuperMegaUltraLike!!!!
-Lizz-
Página 2 de 18. • 1, 2, 3 ... 10 ... 18
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