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Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
in the land of monsters. {inscripciones abiertas}
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Re: in the land of monsters. {inscripciones abiertas}
Priscilla.- escribió:
Freya Mavor {ondina | Niall Horan{ lincántropo.
- Padres Solteros:
Capítulo 3
► By; Priscilla.-
Posiblemente esto no iba a funcionar. Por mas que siguiera intentado, no podía encontrar el atuendo adecuado para mi primer día de trabajo, y realmente quería dar una buena impresión. No podían permitir que me echaran al segundo día como mi anterior trabajo.
Los Horan eran una familia bien, tenían dinero de sobra... Su casa extremadamente grande y el monto que me iban a pagar por ser la niñera del pequeño Elliot lo demostraban. Y si no necesitara ese dinero para pagar las cuentas que ya tenia en rojo de tantos meses adeudados, y sobretodo, poder cómprame la cámara fotográfica que necesitaba para mi curso, no hubiese aceptado.
Necesitaba lucir acorde... A la situación, y a la mujer que me había contratado. Estirada, elegante, sofistica, y todo lo contrario a mi.
El vestido color crema ajustado a la cintura con una fina cinta negra no estaban a la altura de la rubia alta de hermosa sonrisa que me había citado para revisar los últimos detalles.
Suspire resignada, y me puse unas bailarías a juego que me había regalado mi padre la Navidad pasada, intentando convencerme a mi misma sobre que eso era lo mejor que podía hacer.
Arrastre mis pies hasta la cocina para prepararme una buena taza de café. A pesar que había insistido, Allison, una de mi mejores amigas y compañera, me había obligado a salir la noche anterior con la intención de festejar mi nuevo trabajo, y como buena obstinada que era, había aceptado a pagarme todo lo que yo consumiera si salía con ella.
Ahora, mis parpados pesaban y reclamaban una buena dosis de café con urgencia, aunque posiblemente deberia estar almozando en este momento.
Una vez lista, tome mi bolso, y salí disparaba de mi pequeño departamento, del cual pronto me echarían sino conseguía pagar la deuda a final de mes.
-¡Sam!-soltó el portero cuando llegue a la planta baja, luego de bajar tres piso por las escaleras gracias a mi fobia inexplicable a los ascensores.
-Robert, juro que pagare la renta... Solo dame tiempo, estoy a punto de ir a mi nuevo trabajo. La paga es muy buena, y a fin de mes podré pagarte la mayor parte de lo que te debo, esta vez será definitivo. No me echaran esta vez. Lo prometo-dije rápidamente, mientras corría rápidamente hacia las puertas que daban a la cochera, intentado evadir cualquier conversación con el hombre que ya me había sentenciado.
Mi viejo y destartalado Volsbagen rojo se encontraba a unos pocos metros, esperando para llevarme directo a mi salvación. Nuevamente, no era el mejor auto en el mundo, pero era mío, totalmente mío. Lo había comprado con los ahorros que había obtenido gracias a mi trabajo de verano, hace ya dos años. Papá no se podía dar el lujo de comprarme un auto, y tampoco iba a permitir que se desviviera para conseguirme uno. Este era perfecto. Todo lo que quería y necesitaba.
Luego de media hora, estacione frente a la lujosa casa con hermosos jardines y caminos adoquinados. Era tan hermosa por fuera como por dentro. Los espacios eran grandes, modernos y acogedores. Tenían una enorme chimenea que invitaba a cualquiera a acurrucarse en frente bebiendo una enorme taza de chocolate caliente, y una cocina que era el placer de cualquier chef. Mi padre la amaría de seguro.
Una hermosa castaña salio disparada de la puerta principal hasta el convertible que estaba estacionado en el camino frente al garaje, antes que decidiera bajarme. Por su cara, estaba enojada. Demasiado diría yo...
-Te arrepentirás Horan, te juro que te vas a arrepentir.-grito ella mientras se subía a su lujoso auto y salía del camino para perderse en la calle como si estuviese huyendo del mismísimo diablo. ¿Que rayos estaba pasando?
Respire hondo, y me baje del auto, intentando lucir lo mas tranquila posible. Venia a trabajar, solo eso. La vida de esa familia no me interesaba en lo absoluto, salvo el pequeño Elliot. A el cuidaría, e intentaría permanecer lo mas alejada posible de sus padres. Ese era mi objetivo.
Camine hasta la entrada, repasando mentalmente mi cronograma. Hoy tenia una clase en cuanto terminara con mi turno. Se suponía que el señor Horan llegaría su casa alrededor de la cinco de la tarde, y mi clase comenzaría a las seis. Tendría el tiempo suficiente. Todo saldría perfecto y mi vida volvería a ser normal.
La puerta seguía abierta para cuando llegue hasta ella. Un hombre joven, demasiado joven se encontraba apoyado en el marco, con una enorme sonrisa de satisfacción en su rostro. Su cabello rubio, alborotado y húmedo, hacían resaltar aun mas sus ojos azules que pasaron de mirar a la chica de vestido escotado a mi. Eran tan profundos que tranquilamente, podías perderte en ellos. Unos de sus perfiles estaba salpicado por pequeños lunares que se extendían hasta su cuello. Llevaba puesto unos pantalones de chándal grises y una bata negra atada a su cintura. Parecía recién salido de la ducha.
-Por fin llegaste-su voz interrumpió mi análisis detallado de su persona haciendo de dirigiera mi mirada directamente a sus labios, tan rosados y perfectos. "Detente Samantha", me regañe mentalmente. Pensar eso no era correcto.-Pensé que Candy me había mentido- Su prima era la que me había contratado. Ella me explico la situación, me mostró la casa, y acordó el pago... El señor Horan era tan hermoso como ella, y posiblemente, Elliot no se quedaría atrás.
-Samantha Miller-me presente extendiendo mi mano en forma de saludo.
-Se quien eres-dijo, ignorando por completo mi mano. La deje caer para que volviera a su lugar original, intentando con todas mis fuerzas no sentir vergüenza... El hombre me estaba humillando.-Niall Horan-se presento, para luego ingresar a la casa, haciendo una seña con su mano para que lo siguiera.- Siéntate, ponte cómoda, mientras yo subo a cambiarme-dijo antes de cerrar la puerta de entraba y comenzar a subir las escaleras hasta el segundo piso.
Me deje caer en uno de los sillones de la sala mientras que esperaba que el mi nuevo jefe con problemas de caballerosidad bajara de su habitación, ya vestido y presentable para poder mantener una conversación coherente sobre lo que debía y no, hacer. Niall Horan no era la persona que me había descrito Candy en uno de nuestro encuentros. El no se parecía nada al modelo de empresario recto... Esto seria difícil. Con un jefe como el todo podía suceder.
Deje que mi mente vagara por la habitación, posiblemente una de mi preferidas en toda la casa, para despejarme un poco y dejar de pensar. Eso podría dañar mi salud mental.
Los sillones de cuero negro combinaban perfectamente con la mesa ratona del centro, circular y de vibro, pulido en las esquinas evitando así, que nadie se cortara con la misma. Un par de cuadros descansaban sobre la chimenea. Puede distinguir a Niall y Candy en algunos... Y por supuesto al pequeño Elliot. Los pisos eran de madera oscura y un enorme ventanal cubría una de las paredes por completo dejando ver el jardín delantero. Esa habitación era simplemente hermosa y relajante. Excepto por...
¡Oh mi Dios! ¿Que se suponía que era eso?
Me removí en mi asiento intentando agudizar la vista hacia la parte trasera de uno de los sillones. Un pequeño objeto de encaje rojo se encontraba tirado resaltando sobre el piso oscuro. ¿Que clase de pervertido era Niall Horan?
-Oh-lo escuche decir mientras caminaba hasta la prenda para levantarla y meterla en su bolsillo. Se había vestido, por suerte, con un traje gris y camisa blanca.
Mi cara de asco era notable, lo puede notar por la enorme sonrisa arrogante que se había dibujado en sus labios.-Anabella se toma muy enserio nuestra relación... Esto no es demasiado importante Samantha, deja de mirarme así, lo que haga o deje de haber no es de tu incumbencia-soltó. Por supuesto que no era de mi incumbencia pero que mas podía hacer ante eso ¡Habían tenido sexo en la sala! Estaba completamente loco.
-¿Y Elliot?-me limite a decir, cambiando rápidamente de tema antes que mis neuronas explotaran.
-Esta en el jardín. Mi prima lo traerá en unos minutos. A partir de mañana sera tu obligación ir a retirarlo del jardín de niños... te daré la dirección luego. No me gustan las irresponsabilidades, que lleguen fuera de hora, ni las faltas de respeto... Mantente fuera de eso y conservaras el trabajo-Dios, ya lo odiaba. Cinco minutos junto a ese hombre eran suficientes para darme cuenta de lo frío que era. Asentí en forma de respuesta, incapaz de dejar salir ninguna palabra de mi boca. Mi lengua era demasiado terca cuando se lo proponía y posiblemente dejara salir un par de verdades que me mandarían directo a la calle como la castaña de vestido escodado y dueña de las bragas que me había cruzado minutos antes- Una cosa mas, no te vallas hasta que llegue... No quiero que Elliot se quede solo en ningún momento, y mi trabajo es algo demandante-dijo, para luego caminar hacia la puerta de salida, agitando sus laves en su mano. Ya deseaba ver al pequeño y sostenerlo entre mis brazos para darle todo el amor y cariño. Yo no había tenido una madre, pero mi padre se había encargado de mimarnos por parte de los dos. Pero Elliot no tenia esa misma suerte. Ese hombre no era capaz de amar... Se notaba.
Solté un suspiro de alivio, como si hubiese estado conteniendo la respiración durante todo este tiempo. Definitivamente este trabajo seria difícil.
-Veo que ya conociste a mi primo-dijo Candy haciéndome sobresaltar. Llevaba una par de bolsas de comestibles en una de sus manos y en la otra a un pequeño niño que se escondía detrás de sus largas piernas.
-Si, creo que ya conocí a Niall Horan-
-No dejes que te intimide, es así con todo el mundo. A veces me da pena... pero es demasiado terco para entender. Solo mantente en el limite y todo saldrá bien... Ya lo veras-explico Candy, dejando las bolsas sobre una pequeña mesa que se encontraba junto a la puerta.
-Eso espero, realmente necesito el trabajo-ella sabia cual era mi situación, había tenido que explicarlo en una de las tantas entrevistas.
-Lo se... Samantha, déjame presentarte a Elliot, el pequeño hombre de la casa-dijo ella dando un paso hacia el costado dejando ver al niño. Me acerque para poder verlo mejor.
Elliot Horan tenia los mismo ojos que su padre, tan azules y tan profundos, pero a diferencia de los de el, estos eran inocentes y brillaban con esperanza y alegría. Una hermosa sonrisa se formo en su rostro mientras yo caminaba hacia el.
-Hola Elliot. Mi nombre es Samantha, pero puedes decirme Sam...-dije agachándome un poco para quedar a su altura. Era realmente adorable, y ya lo amaba sin conocerlo. No me importaba cuan revoltoso o maleducado pudiese ser, ese niño tenia algo que me recordaba a mi misma a su edad.
-Elliot, ella te cuidara. Vendrá todos los días y se quedara contigo hasta que tu papá llegue del trabajo-le explico Candy. Ella me había contado que desde que la ultima niñera había renunciado, ella había sido la que tenia que cuidarlo. Pero ya no podía hacerlo. Había empezado la Universidad y eso le quitaba mucho tiempo.
-Espero que no llevemos bien-dije sin poder despegar mis ojos del niño. Quería protegerlo. Necesitaba hacerlo.
Sentí los pequeños brazitos enroscarse alrededor de mi cuello, mientras que su pequeña cabeza se escondía en mi pecho.
-Mi papi trae a muchas mamis a casa ¿o no tía Candy?-pregunto el pequeño- Pero tu eres la mas hermosa... Espero que papi no se enoje contigo rápido, quiero que seas mi mami siempre-dijo Elliot escondiéndose aun mas entre mis brazos.
La vulnerabilidad del pequeño me hizo sentir un nudo en la garganta. Ese pequeño necesitaba amor. Mucho amor... Y yo quería dárselo.
-Voy a mostrarte mi habitación mami... Veras que soy ordenado y que me porto bien, seguro que querrás quedarte entonces... No soy malo y me lavo los dientes antes de dormir-dijo Elliot, saliendo de mi abrazo para comenzar a subir las escaleras, no si antes asegurarse que lo seguía.-¿Puedes quedarte? Yo quiero que te quedes...-
-Me quedare Elliot, yo voy a cuidarte pequeño...-
-¿Es muy pronto para decirte que te amo?-pregunto inocentemente. Mire a Candy que ya estaba lista para irse, no sin antes regalarme una sonrisa y agitar su mano derecha en forma de saludo.
-Te diré algo Elliot-dije, volviendo mi vista hacia el pequeño. Escuche la puerta cerrarse detrás nuestro y el auto de Candy arrancar- Nunca es demasiado temprano o demasiado tarde para amar- Nuevamente, sus brazos se enroscaron en mi cuellos mientras que susurraba un pequeño y dulce "te amo".
Elliot Horan acababa de hacerme sonreír con dos simples palabras, luego de que su padre me atacara con su frió temperamento.
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- El club de los Viernes:
Capitulo 1Jayden Foster
Posiblemente, ese era uno de los peores días de Jayden Foster. No encabezaba la lista, pero entraba en el "top five".
Luego de una mañana extenuante en el instituto, donde lo único bueno había sido encontrarse con sus amigas y la clase de biología, había tenido que trabajar cinco horas seguidas en el pequeño restaurante del señor Jackson, un hombre un tanto temperamental y gruñón que siempre encontraba un momento para quejarse del trabajo de la muchacha. Jay aun no entendía como seguía manteniendo el puesto, sobretodo ese mismo día, cuando la había tratado de incompetente e inútil. ¡Solo se había olvidado de una orden y había roto un plato!
La castaña se quito el delantal blanco que usaba como uniforme y se limpio la frente sudorosa con su brazo. Por mas que hubiese terminado su turno, el día no terminaba para ella.
Debía hacer un ensayo para Literatura sobre Hamlet y debía conseguir dinero para poder comprarlo, pedirlo prestado, o descargarlo por Internet. Y no contaba con todos los recursos. No tenia dinero, tampoco Internet y ninguna de sus amigar tenia el libro.
Solo le quedaba una opción. La biblioteca.
Apuro el paso, saliendo del local, para que su odioso jefe no la retuviera ni un minuto mas con alguna de sus locuras, y se dirigió a la biblioteca con la esperanza de que su amiga la ayudara en esto.
Como era de esperarse, el lugar ya estaba desierto. Con suerte habría algún que otro alumno desesperado haciendo sus deberes a ultimo momento. Pero eso a Jayden no le interesaba. Solo rogaba que Georgette aun estuviera en el lugar.
Subió de dos en dos la escaleras que la llevaban directo a la recepción y camino por el largo pasillo hasta llegar al lugar.
Su amiga se encontraba detrás del mostrador, concentraba en sus uñas. Jayden pudo divisar unos frascos de pintura sobre el escritorio y un par de revistas juveniles. El trabajo de su amiga no era tan cansador como ella solía decir cada día.
La castaña comenzó a caminar sigilosamente con el objetivo de darle un buen susto a su amiga. Le gustaba hacerla enojar cada tanto.
-¡Georgette!-grito la castaña desde la entrada del local. La adolescente, que hasta el momento había mantenido toda su concentración en uñas para no cometer ningún error y salirse de la linea, dio un respingo sobre la silla que ocupaba detrás del mostrador, dejando caer el pequeño frasco de pintura al suelo.
-¡¿Estas loca o que?!-soltó Georgette poniéndose de rodilla para compensar a limpiar el desastre que su pintura de uñas roja había provocado en el suelo- ¡Me mataran! Seguramente, esto lo descontaran de mi sueldo y... Te odio Jayden, juro que te odio-La castaña no pudo reprimir una sonrisa al ver como su compañera de todos los viernes, y amiga protestaba y hacia el intento de limpiar la mancha roja que se hacia cada vez mas grande en la alfombra.
-Lo siento, de verdad lo siento... No fue mi intención. Solo quería asustarte por que no deberías haber estado pintándote las uñas en la hora del trabajo-la regaño Jayden. Solo se llevan unos poco meses de edad, pero Jay casi siempre la trataba como si fuera su propia madre. Georgette puso los ojos en blanca y se dedico a ignorar su comentario, mientras se daba por vencida. La mancha no saldría, ni hoy, ni nunca.
-¿Que te trae por acá?-pregunto cínicamente, mientras esbozaba una sonrisa. Jay solía ser exasperante, pero aun así, la quería.
-Venia a pedirte un favor...-
-Vaya forma de pedirme un favor... Después de esto, dudo mucho que mi diosa interior quiera hacerte un favor-respondió Georgette haciendo reír a su amiga.
-Pues dile a tu diosa interior que lo siento realmente, y que deje el traje de niña mala por unos minutos para hacerme un favor...-dijo Jayden, y esta vez fue Georgette la que rió.
-Creo que podemos hacer una excepción, solo por que esta bella criatura es buena y solidaria con sus amigas... Y tu encabezas la lista del la amistad de Georgette Hostenberg. junto con el resto del club de los viernes-
-¿Bella criatura?-pregunto Jay con el ceño fruncido y con un tono divertido en su voz.
-Si, bella criatura-afirmo Georgette-¿Cual es el favor que quieres que te haga?-pregunto, volviendo al tema inicial.
-Necesito que me dejes tomar un par de libros prestados-soltó la castaña con tristeza en su voz, pero sobretodo, avergonzada por tener que pedirle a su amiga que quebrantara una de las leyes mas importantes de la biblioteca. Ella no era socia, ni mucho menos tenia dinero para poder pagarlos. Y los necesitaba con urgencia.-Prometo devolverlos mañana a primera hora... Solo que esto se me esta haciendo algo estresante. No tengo dinero ni para comprar un maldito libro como el común denominador de los adolescentes-El rostro de Georgette se suavizo al escuchar a su amiga. Recordó la preocupación de la castaña en la ultima reunión del club y como les había contado que su padre había sido despedido de la empresa para la que trabajaba.
-¿Aun no consiguió trabajo?-pregunto.
-No-respondió Jayden bajando la miraba hasta sus manos que descansaban entrelazadas sobre su regazo.- Hace dos semanas que lo intenta, y nada... O es demasiado viejo, o no tiene la experiencia necesaria, o simplemente le mienten diciendo que lo van a llamar-explico Jayden.
-Lo siento Jay...-
-No, esta bien. Es solo una mala temporada, sabremos de esto, lo se-
-Claro que lo hará... Puedes llevar los libros que quieras. Luego invento alguna mentira para explicar su misteriosa desaparición... -
-Prometo que te los voy a pagar, Georgette...-
-Jay, no te preocupes por eso, seguro que ni cuenta se van a dar después de ver la mancha roja en la alfombra, créeme-dijo Georgette moviendo una la mano derecha en un gesto que restaba importancia a la situacion.
-¡Juro que te adoro! Aunque tu me odies por hacerte derrabar esmalte en la alfombra... Gracias Georgette... No se como voy a pagarte este favor, pero lo haré-exclamo Jayden corriendo a abrazar a su amiga que al principio puse resistencia, pero luego lo acepto con gusto.
-Ya se que todo el mundo me ama-dijo ella dándole una pequeñas palmaditas en la espalda mientras comenzaba a reir-Ahora ve por eso libros, antes de que llegue el gruñón de mi jefe y nos mate a las dos por hacer tanto escándalo-
-Gracias-volvió a decir Jayden mientras comenzaba a caminar hacia las estanterías repletas de libros para buscar la copia que ella necesitaba.***
El ejemplar de Hamlet descansaba en su bolso mientras se encaminaba hasta el departamento que había alquilado su padre hacia mas de cinco años, cuando habían llego a la cuidad.
El sol se había ocultado dando lugar al manto estrellado iluminado por la luna llena. Jayden se prendió la camera que había guardado esa misma mañana antes de salir de su casa, ya que el aire frió comenzaba a penetrar en su piel.
No vivía en el edificio mas lujoso de la cuidad, pero estaban cómodos donde estaban. Ella podía caminar al colegio sin problema, al igual que su hermano. Era un barrio tranquilo, y la mayoría de los vecinos eran amables con ella y con el resto de su pequeña familia.
-Buenas noche señorita Foster-la saludo el encargado de edifico, que en ese momento se encontraba leyendo el suplemento deportivo detrás de su escritorio.-Hay cartas en su buzón-comento el, sin apartar la vista de lo que estaba leyendo.
-Gracias señor Roberson-dijo Jayden, caminado hasta el pequeño buzón para recoger unas cuantas carta que se había acumulado en el día.
Subió por las escaleras hasta el cuarto piso, y luego camino por el largo pasillo hasta quedar enfrente de la puerta señalizada como "4D". Introdujo el pequeño trozo de metal en la cerradura y luego de girarlo dos veces esta se abrió dejando ver a su padre sentado en el sofá.
Jayden ahogo las lagrimas intentando mantenerse fuerte. Odiaba ver a su padre en esa situación. Lo odiaba. El no se merecía eso. No merecía el despido, ni tampoco el rechazo. Su padre era un hombre bueno y trabajador, y a Jay le sobraban las ganas de insultar a los locos que no lo habían aceptado.
"Si supieran", pensó mientras caminaba hacia el dejando caer su bolso en el sofá junto con las cartas que había recogido a la entrada.
-¿Que haces?-dijo Jayden sentándose junto a su padre. Steve había envejecido diez años en las ultimas semanas. Ya no era ese padre divertido y activo que a Jayden inspiraba.
-No se que vamos a hacer pequeña... Hay muchas cuantas para pagar. Necesito encontrar trabajo pronto- explico el hombre, dejando caer sobre la mesa ratona el pequeño de papel que tenia entre sus manos. Jay puedo ver que estaba lleno de cuentas, números en rojo, otros tachados.
-Papá no te preocupes por eso, yo puedo ayudar... James puede ayudar... entre todos...-
-No quiero que ustedes trabajen para mantener la casa, y para comprar la comida... No es así como funciona Jay-la interrumpió su padre mientras la rodeaba con su brazo para abrazarla.- Sabes que los amo y por eso voy a hacer lo imposible para darles lo mejor... siempre-
-Saldremos de esto junto... Todo se va a solucionar-dijo la castaña aferrándose a su padre, como si fuera la ultima vez. Amaba a ese hombre. No solo por darle la vida, sino también por enseñarle a vivir. Ella no hubiese podido superar el abandono de su madre sino fuese por el.
-Claro que lo haremos pequeña Jay-dijo dándole un cálido beso en la frente- Mañana sera un día mejor...- Y claro que lo seria. Mañana era viernes, y Jayden lo sabia de antemano.
Se reuniría con sus amigas, en ese pequeño café y disfrutarían de una tarde llena de risas, alejada de los problemas. El club de los viernes era su salida, su escapatoria.
-Mañana sera un día mejor-repitió ella.
Reservados, aceptados
Muy bien Pris<333 hace mucho que no hablemos:cc bueno, eso no viene al tema así que, me alegra que te haya gustado la idea, además de tenerte por aquí<3 creo que tu escritura es más que maravillosa, y estás más que aceptada; no puedo decir mucho más, y tanto Ninush como yo estamos de acuerdo con tu inscripción. Beso Pris<333
PD: le pusiste Foster a Lily, lo que la hace todavía más perfecta les gusta verme sufrir a mí(?) mentira, sólo que Fostr tiene un significado para mí c:
PD: le pusiste Foster a Lily, lo que la hace todavía más perfecta les gusta verme sufrir a mí(?) mentira, sólo que Fostr tiene un significado para mí c:
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Re: in the land of monsters. {inscripciones abiertas}
se que es un poco tarde pero estaba ausente, jnasjdhnash gracias muchas gracias.Frazer. escribió:leila.hunter escribió:sky ferreira {unicornio} | robbie kay {pesadilla}
- OS :
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen] Mejores Amigas[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]—¿Mejores amigas?— Dijo la pelirroja enderezando su dedo meñique—Mejores amigas— Aseguro la rubia[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]— Ariana, no lo hagas — Rogaba la castaña tomando de la mano a su mejor amiga haciendo que esta se detuviese.— Acacia... nunca sabrás si el siente algo por ti.— Pero y si...— ¡Pero nada!— La pelorroja tomo la mano de la oji-verde haciendo que esta la mire a los ojos — Tu eres hermosa, que nadie te haga pensar lo contrarioSe soltaron y Acacia miro a su amiga, la abrazo y empezo a llorar en su hombro, atrás de ellas dos venían dos chicos, uno azabache y uno castaño. El azabache separo a las chicas y abrazo a la castaña, la pelirroja sonrió victoriosa.[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]— Recuerdas ese día — La oji-verde empezó a llorar — El día en el que nos hicimos mejores amigas — Porque nunca lo olvidaré.La pelirroja había durado 3 semanas en cama, ya que un día al bajar las escaleras, piso mal y cayó de ellas, golpeándose en la cabeza. La rubia iba todos los días ha verla, dejando atrás a Logan, su novio, el cual le decía que dejará a Ariana, ya que no podían hacer nada los doctores por ella. Nunca perdió su fe en que su mejor amiga, su hermana volviera en sí.— Ariana... — Tomo con delicadeza su mano — Por favor si me escuchas, despierta... — Sintió un nudo en su garganta — Te necesito... — Dejo caer su cabeza en la camilla y volvió a sollozar.[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]— ¡Ariana! — La chica empezo a correr hacia su mejor amiga que estaba en la sala de estar en su casa.
— ¡Acacia! — La pelirroja solo la veía divertida, pero sin reírse. Una vez que la rubia llego a donde estaba su amiga, se abrazaron como si fuera lo único que quedará en ese momento. Desde el día en el que Acacia lloró y le pidió eso a Ariana, la chica fue mejorando hasta tal punto de mejorarse tan pronto que la dieron de alta a la media semana. Los padres de ambas chicas no le querían avisar a Acacia, porque con la emoción hubiera afectado a Ariana.
— Te he extrañado, cariño — Susurro la ahora castaña en el cabello de la rubia.[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
— Acacia... — La rubia se levanto de la piedra y se quedo parada en esta.
— ¿Si Ariana? — La pelirroja
— Aquí frente el mar, — al decir apunto al mar que estaba frente ellas— Quiero volver a renovar nuestros votos de amigas — La rubia rió al oír eso de su amiga.— ¿Mejores amigas? — Dijo como aquella vez levantando su meñique
— Mejores Amigas — dijo cerrando la rubia uniendo los meñiques.
- skins {prologo:
Prologo
Las frías calles de Bristol, autos, autobuses y ciclistas transitan sus calles. En un edificio, para ser exactos una escuela, las clases son dadas por maestros que son de excelente calidad, en las clases todos son ordinarios, tranquilos, trabajadores. Pero dentro y fuera de la escuela son distintos, dentro de ella son unos angelitos, chicos y chicas bien portados, pero fuera de este solo hay fiestas, alcohol, sexo, drogas y demás cosas. Aunque, algunos se demuestran como son en la vida real en ese instituto. Ese grupo es los de los populares, que esta conformado por diversos chicos y chicas que lo que hacen fuera del instituto, también lo hacen en el. Pero dentro de esos grupos, puede haber amoríos, odios y conflictos, porque aunque no lo crean, las personas tienen distintas capaz de piel.
- skins {capitulo:
Effy Stonem
Abrí lentamente mis ojos, la luz del sol penetraba mis ojos, quité las sábanas que me cubrían y camine a la ducha. Entré a mi baño y me vi en el espejo, estaba hecha un desastre, tenía unas enormes ojeras alrededor de mis ojos lo que hacía que estoy se volvieran más claros. Intente alisarme el cabello, el cual estaba más desastroso que mi cara. Salí del baño mientras escuchaba como mi padre le gritaba a Tony, eso ya es todos los días. Camine a mi ropero y tome unos jeans negros un poco rasgados, una blusa de tirantes blanca, una blusa de cuadros, mi ropa interior y mis vans negras. Camine nuevamente a el baño, abrí la regadera y espere a que el agua se templara, quité mi ropa, completamente, entré a la ducha y el agua fría recorría mi cuerpo. Moje mi cabello y en este eche shampoo y talle. Después de esto, eche acondicionador e igual que el cabello lo talle y enjuague. Eche un poco de jabón corporal en una tela y empece a tallarme, me enjuague y cerré el agua. Tomé mi toalla que estaba en la taza del baño y cubrí mi cuerpo con ella. Me vestí completamente y baje a comer, pero como vi que no había nadie, tome mi mochila y salí a la calle. Espere a que pasará el bus y una vez que paso, subí en el y me senté. Coloque mis audífonos y saque mi libro de física, no había terminado el trabajo.
—¿Esta ocupado?—Dijo un chico que se puso a mi lado, negué con la cabeza y me corrí a el lugar que estaba a mi lado. —Gracias
—No hay porque—Dije un poco tímida, en realidad ese chico si que es apuesto. Especialmente por esos jeans de mezclilla y su camiseta a cuadros.
—¡Effy!—Gritó mi mejor amiga acompañada de mi hermano.—¿Donde estabas?—dijo acercándose a mi-.
—¿En mi casa?—dije curiosa
—Yo estaba ahí y no te vi—dijo mi hermano
—¿Tal vez porque estabas ocupado discutiendo con papá?—dije como si fuera lo más obvio
—Disculpen—dijo el chico que estaba a mi lado—Creo que aquí estoy de sobra. —dijo y se fue
—¿Quien era el?—dijo divertida mi amiga viendo el trasero del chico al caminar
—¡Cyrie!—gritamos Tony y yo.
—¿Que?¿No te gusto o si?—en realidad no lo se ese chico es guapo y también sexy... ¡¿pero que mierda dices Effy?!
—Claro que no, no es mi tipo.—Dije volviendo a ver por la ventana.
- perfección:
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]reservados, aceptados.holi, leila<3. bueno, con vicky leímos todo y de verdad nos gustó mucho. casi no tienes errores, además de que tu escritura es hermosa cccccccccccc: so, ya te los reservo beibi<3.
Invitado
Invitado
Re: in the land of monsters. {inscripciones abiertas}
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Claire Holt {Dragón|| Ian Somerhalder {Licántropo
- Cap. Sisteen Devils.:
Capítulo XX Keira Hunt.No tenía ni puñetera idea de lo que estaba pasando, no sabía quienes eran “ellos”, no sabía nada de lo que estaba pasando a mí alrededor pero sí había una cosa que sabía, que todos entendíamos; todo eso tenía que ver con las estrellas de ocho puntas esparcidas por nuestros cuerpos.
Desde un principio en donde Raissa nos acorraló a todos en la fiesta sabía que todo esto oscilaba alrededor de los poderes que descubrí años atrás, solo no quería que supieran nada de mí, de lo que podía hacer, de lo que tenía oculto a la vista de los demás. No quería ponerme en peligro sabiendo que podrían meterme en cualquier muro con cuatro paredes blancas y acolchadas.
Todo daba vueltas en mi cabeza mientras miraba la escena desde afuera, como estaba acostumbrada a hacer en todo a mí alrededor y mi vida. Yo tenía un poder. Yo podía hacer explotar cosas y parar el tiempo, entre otras… ¿Quién me decía a mí que el resto no tenía poderes tampoco? ¿Qué ellos no lo están ocultando como yo? ¿Qué Raissa no utilizara la música como algún tipo de escape?
Los miré uno a uno imaginando, pensando, que ellos tenían algo como yo. Que ellos podían hacer otras muchas cosas fuera de la normalidad de los humanos. De cualquier cosa fuera de este mundo. Fuera de la mentalidad de una persona normal y corriente. Que éramos especiales en algo.
En pocas palabras Liam nos explicó lo que había pasado, lo que había visto mientras Raissa lo miraba pensativa sin buscarle un por qué de la acción de la morena hacia el castaño. Era de pura lógica que había algo conectado en lo que les pasó a ellos. Y eso todos lo sabíamos, lo intuíamos. Pero no sabíamos por qué ellos dos, por qué nosotros. No sabíamos dónde nos estábamos adentrando, qué nos tenía preparado el destino.
Teníamos que salir de allí pronto, o fuera lo que fuese lo que les había pasado a ellos dos nos podría pasar a todos los demás, y a saber qué otras cosas. Esta situación se estaba saliendo de nuestras manos, antes nadie creía la palabra de Raissa pero ahora no había ni uno de nosotros —aunque no lo admitiera— que no la creyera. Esto era sumamente raro, incluso para mí.
Estaba inmóvil en un mismo lugar, intentando aparentar calma ya que solo Liam y yo éramos los que no nos estábamos tirando de los pelos, en todos los sentidos. Keyla y sus amigos no se podían tomar las cosas en serio, siempre saltaban con alguna gilipollez y, honestamente, comenzaban a tocarme los ovarios. Noah era tan asustadiza que no sabría decirte si se lo había hecho en los pantalones. Alice intentaba ser fuerte por Noah, y claro, no hacer caso de las gilipolleces que decían Keyla y compañía, al igual que Aline y Charlotte, las cuales de vez en cuando peleaban verbalmente junto a Katrine contra el grupo de los monos saltarines. Raissa estaba perdida en su mundo y Liam mantenía una calma y paciencia que yo comenzaba a perder.
Estaba cansada de Keyla y su grupo de monos saltarines. Los miré a tiempo de que se rieran de Noah por ser tan asustadiza y de decir que ellos no tenían miedo; mentira. Incluso yo, que me había enfrentado a cosas peores que una puerta moviéndose y a dos chicos que se desmayen en circunstancias extrañas tenía miedo, pero lo ocultaba y no me reía del resto. Ellos solo ocultaban su miedo riéndose de los demás, y era algo patético.
—Mírenle los pantalones, ¡pero si parece que se ha cagado en ellos! —Rieron al unísono el grupo de monos saltarines y les dediqué, a uno por uno, una mirada que lo decía todo.
—¿Queréis callaros ya de una puta vez? —Arremetí—. Si vosotros sois los que más cagados estáis con esta situación y en estos momentos, así que hacernos un favor y callaros.
Todos en ese preciso momento se callaron. Keyla y sus monos me miraron detenidamente con los ojos abiertos, no esperándose que alguien fuera a decirles algo en una situación así y menos a ellos. Sabía lo que se avecinaba y estaba preparada para ello. No era una niña frágil y débil con quien ellos pudieran meterse fácilmente. Siempre me había mantenido lejos de sus mierdas ya no me gustaba involucrarme en cosas ajenas, pero ya habían colmado la poca paciencia que tenía.
—¿Acabas de llamarnos cagados, niña? —Lo interrumpió Keyla.
—¿Y acabas de mandarnos a callar? —Avanzó unos pasos hacia mí.
—Sí, ¿tenéis algún problema? Sois unos inmaduros. Esta no es la mejor situación ni el mejor lugar para que os pongáis a burlaros de nadie, ¿no os dais cuenta o sois tontos? —No me dejé intimidar y avancé también unos pasos hacia ella.
—Tú sí que eres tonta. No sabes lo que acabas de hacer —dijo Louis desde atrás de Keyla, con una sonrisa y ojos burlones dirigidos a mí.
—Puede que te merezcas el que te de una paliza pero, no caeré tan bajo como tú. Al menos no en estos momentos —la miré con el rostro serio. Vi en su rostro sorpresa la cual, rápidamente, pasó a ser rabia.
Le di la espalda para segundos después notar como mi pelo era jalado por alguien y yo comenzar a retroceder con demasiada fuerza y rapidez. Sin percatarme de lo que había pasado y en un impulso, agarré las manos que sujetaban mi castaño pelo y las retorcí —antes de que perdiera el equilibrio por su gran fuerza—, provocando un pequeño grito en ella. Oyendo como su grupo de monos la animaban, ella se apartó de mí y rápidamente contraatacó llevando un puño a mi costado derecho. Sin esperar un segundo me aparté de su contraataque y, cuando iba a propinarle un golpe, alguien agarró mi diminuta cintura y me elevó del suelo alejándome de ella.
Quedé de cara a la pared mientras esa persona seguía sujetando mi cintura. Podía escuchar como Keyla se quejaba de algo y como Raissa decía algunas cosas sin sentido sobre lo que había pasado. Intenté separarme pero el cuerpo tras de mí no me dejó, empujándome más fuerte contra la pared y apoyando su fuerte pecho en mi espalda por precaución.
—Maldita sea, ¡suéltame, joder! —Grité enfurecida, intentando verle la cara—. ¡Le abriré la cabeza como vuelva a tocarme!
No contestó. No se movió. No hizo nada salvo permanecer apoyado contra mi espalda y sus manos aún en mi pequeña cintura procurando que no me saliera de su agarre. Me removí contra el cuerpo fuertemente sin lograr nada.
—¿Cómo has hecho eso, Keyla? —Preguntó Katrina con asombro en su voz.
—Pues soltando un puñetazo —habló con superioridad. Katrina iba a contestarla pero la interrumpí.
—¿Qué puñetazo ni que hostias? —Conseguí decir—. Tú no sabes lo que es una pelea de verdad, niña.
Volví a escuchar jaleo a mis espaldas y un par de golpes —como si fueran cuerpos de personas— contra una de las paredes. Sin esperar más, una sombra de la pared —en la cual estaba apoyada— me absorbió, y conmigo a la persona que estaba detrás de mí. Me absorbió, me envolvió en una profunda oscuridad confundiéndome, para segundos después poder ver la sala entera entre las sombras. Desde una perspectiva fuera de la sala pero, aún así, seguíamos dentro de ella.
Zayn y Connor estaban en el suelo, con las espaldas apoyadas en la pared, derrumbados. Alice y Noah estaban a su lado, intentando averiguar cómo se encontraban. Keyla miraba enfurecida al lugar donde estaba yo momentos atrás. El resto miraban a Keyla sorprendidos por algo que yo aún no sabía qué era y Raissa y Liam se miraban entre sí, como si estuvieran comunicándose entre ellos mentalmente o como sí supieran lo que estaba pasando.
Las manos ajenas seguían en mi cintura, me aparté bruscamente unos pasos al lado contrario para intentar verle la cara a esa persona, pero el agarre permaneció donde estaba. Él me acercó más hacia su cuerpo. Levanté mi vista como pude para encontrarme con la última persona que pensé encontrar en esos momentos y en ese lugar; Damon.
—No te sueltes de mi agarre o te perderás entre las sombras y no tengo ganas de buscarte —dijo, con superioridad y cansancio.
—¿Cómo..? —Me calle—. ¿Qué ha pasado? —Dije con el rostro confuso y desorientado. Él suspiro.
—Llegué junto a Harry, Zayn y Connor justo cuando te apartabas del contraataque de “tu amiga”. Te separé y te acorralé duro contra el muro —sonrió burlón. Pillé el doble sentido de su frase y rodé los ojos—, y cuando ella se soltó del resto y empujó con una extraña fuerza sobrehumana a Zayn y Connor, no tuve otra opción que utilizar mi poder para que estuviéramos a salvo. Algo que por cierto nadie conocía pero ahora sí.
—Vaya, ¿y tengo que darte las gracias por todo eso? —Me crucé de brazos, indignada. Yo podría haber usado mi poder si hubiera sabido lo que estaba pasando. No lo necesitaba.
—De nada —siguió hablando sin dejarme decir algo. Miró a la sala donde estaban el resto—. Creo que nadie lo habrá visto salvo tú, Keyla y yo.
—Sácame de aquí —gruñí no queriendo pasar más rato con él.
Se encogió de hombros restándole importancia con la brusquedad que se lo había pedido. Me agarró de la muñeca derecha, guiándome a más oscuridad y alejándome de la sala donde estaban los demás.✖✖✖Aparecimos en una sala diferente no muy lejos del resto ya que, podía escucharlos hablar. Una vez fuera de las sombras un aguado dolor de cabeza apareció de la nada, supuse que había sido por el viaje de Damon así que le resté importancia. Él estaba un poco pálido —más de lo que ya era—, pero con un movimiento de cabeza me hizo entender que estaba bien y fuimos a la sala donde estaba el resto. Entramos pero nadie se percató de ello. Me alejé de él sin palabra alguna —sin saber por qué exactamente— hasta estar en la otra punta de la sala aún con el dolor de cabeza.
Había estado entre las sombras, había estado en la habitación pero sin estar en ella. Me estaba volviendo loca, no podía ser. No. Bueno, sí podía ser. Si yo tenía un poder, ¿quién me decía que el resto no los tuviera? Él podía moverse entre las sombras y Raissa, bueno, ella era un misterio incluso para ella misma pero, yo la escuché en mi cabeza, algo tenía que tener. Y por último pero no menos importante; Keyla. Según Damon, ella lanzó por lo aires con una fuerza extrema a Connor y Zayn. Eso era raro, era muy raro. Nosotros éramos raros.
Yo conocía a Zayn, bueno, trabajábamos juntos. Él era un tipo duro, alguien quien por una chica no volaría por los aires, creo que ni por la fuerza de un chico lograrían hacerlo volar. Zayn siempre se entrenaba, siempre estaba haciendo boxeo cuando no lo mandaba a hacer algún recado por parte de la mafia. Era prácticamente imposible que pudieran hacerlo volar, y más una chica, aunque fuera Keyla.
Y de Connor, bueno, de él no sabía mucho. Apenas nada, ni siquiera había hablado con él alguna vez, creo. Pero, físicamente no se le veía un chico al que el viento se lo llevara con una ráfaga, honestamente. Ninguno de los dos estaban mal físicamente, y, ninguno de los dos eran chicos con los cuales querrías meterte en una pelea.
Eso me llevó a qué hacían ellos aquí. ¿Habían entrado con el poder de Damon? Pero, él dijo que solo lo conocíamos; él, yo y probablemente Keyla. Tenía un poder con el que no se podía jugar. Es decir, es con las sombras. Puede moverse entre ellas y a saber qué más. ¿Podrá hacer más cosas? Levanté mi vista hacia él, chocando con unos ojos azules como el mar los cuales ya me estaban mirando, inspeccionando. Recorriendo mi rostro de punta a punta.
Recorrí su rostro al igual que él hacía con el mío. Pude ver a través de sus ojos, de sus facciones que no había tenido una buena vida. Era alguien frío y duro, duro consigo mismo. Puede que su poder lo haya llevado a extremos que ni siquiera yo sabría cuáles eran, o que descubriera sus poderes de mala manera tipo como a mí me pasó, o que, haya sufrido en un pasado antes de saber de que era especial. Quién sabe. Aquí todos éramos un misterio.
Escuchaba la conversación que tenían pero de fondo. ¿A quién le interesaba lo que estuvieran hablando? A mí no. No sabía por qué no había usado mi poder una vez que Raissa estuvo bien y haberme largado de aquí. Nadie se hubiera enterado. No hubieran sabido cómo me había ido pero no, aquí estaba; recibiendo una mirada asesina de parte de Keyla y siendo inspeccionada por una mirada de Damon. Quería irme de aquí, era demasiado para procesar.
—Ya basta, tenemos que irnos de aquí —dijo Raissa.
—Sí, quién sabe si nos pasa algo más —habló Noah.
—Oh, ¿tienes miedo? —Se burló Keyla mirándome directamente a los ojos con risa burlona. Gruñí y le fruncí el ceño.
Si pudiera controlar un poco mejor mi poder haría que se estrellara contra el muro, como ella había hecho con Connor y Zayn. Solo para demostrarle que no la tenía miedo y que no se debería meter conmigo.
—Vayámonos de aquí —dijo ronco Harry para salir por la puerta de la sala. Inmediatamente le siguió Noah y Alice.
Segundos después empezaron a abandonar la sala el resto, quedándome con un Liam callado, un Damon curioso y una Keyla enfadada. No sabía por qué Liam se había quedado pero, supuse que fue por lo que habíamos visto de Keyla. Bufé.
Comencé a dar pasos hacia la puerta seguida por tres pares de ojos cuando una voz me paró en seco:
—Deberías de tenerme miedo, ya sabes lo que puedo hacer —sonrió falsamente.
—Tú también deberías de tenérmelo. No me conoces, no sabes nada de mí y lo más importante: No sabes si yo tengo un poder debajo de la manga —Me di la vuelta, dejándola humillada y con unas grandes ganas de venganza.
Sabía que eso no había terminado ahí y que ella no pararía hasta hacerme algo pero, no me iba a dejar ganar por ella. No cuando yo podía defenderme utilizando mi poder contra ella o contra sus monos saltarines.
Iba por el pasillo a nada de salir a la preciada calle cuando el móvil me sonó. Lo cogí y miré el número. Conocía bastante bien el número para saber de qué era. Descolgué.
—¿Dónde? —gruñí—. ¿Ahora? —Salí por la puerta buscando a Zayn con la mirada—. Sí, ahora vamos.
Dicho eso colgué y, con los ojos sobre Zayn y sus ojos en los míos, le hice un gesto con la cabeza indicando que teníamos trabajo. Asintió y nos pusimos a andar juntos bajo los ojos de los demás.
—¿Os vais? No podéis iros —habló la ojiazul—. ¿Qué pasa si nos pasa algo? Debemos permanecer juntos.
—No podemos quedarnos —habló el morocho por mí hacia Raissa.
Encontré los ojos de Damon antes de darnos media vuelta e irnos. Seguramente por sus cabezas debían pasar muchas ideas del por qué nos íbamos, y juntos, pero a ninguno de los dos nos importaba lo que pensaran ellos y bueno, no teníamos que darles explicaciones a nadie.
Una vez en el coche de Zayn una extraña sensación de que no deberíamos separarnos de ellos me invadió por completo provocando un escalofrío que traspasó todo mi cuerpo de cabeza a pies. Me sacudí un poco y le quité importancia mientras Zayn arrancaba el coche y nos dirigíamos a la misión que nos habían dado la mafia.
Estoy a punto de subir un OS, si necesitáis que edite y lo coloque aquí podéis decirlo sin ninguna duda c: Los gif los puse en mi comentario, en la primera página y.. eso c: ¡Hola!
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Re: in the land of monsters. {inscripciones abiertas}
Helenna escribió:[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
Claire Holt {Dragón|| Ian Somerhalder {Licántropo
- Cap. Sisteen Devils.:
Capítulo XX Keira Hunt.No tenía ni puñetera idea de lo que estaba pasando, no sabía quienes eran “ellos”, no sabía nada de lo que estaba pasando a mí alrededor pero sí había una cosa que sabía, que todos entendíamos; todo eso tenía que ver con las estrellas de ocho puntas esparcidas por nuestros cuerpos.
Desde un principio en donde Raissa nos acorraló a todos en la fiesta sabía que todo esto oscilaba alrededor de los poderes que descubrí años atrás, solo no quería que supieran nada de mí, de lo que podía hacer, de lo que tenía oculto a la vista de los demás. No quería ponerme en peligro sabiendo que podrían meterme en cualquier muro con cuatro paredes blancas y acolchadas.
Todo daba vueltas en mi cabeza mientras miraba la escena desde afuera, como estaba acostumbrada a hacer en todo a mí alrededor y mi vida. Yo tenía un poder. Yo podía hacer explotar cosas y parar el tiempo, entre otras… ¿Quién me decía a mí que el resto no tenía poderes tampoco? ¿Qué ellos no lo están ocultando como yo? ¿Qué Raissa no utilizara la música como algún tipo de escape?
Los miré uno a uno imaginando, pensando, que ellos tenían algo como yo. Que ellos podían hacer otras muchas cosas fuera de la normalidad de los humanos. De cualquier cosa fuera de este mundo. Fuera de la mentalidad de una persona normal y corriente. Que éramos especiales en algo.
En pocas palabras Liam nos explicó lo que había pasado, lo que había visto mientras Raissa lo miraba pensativa sin buscarle un por qué de la acción de la morena hacia el castaño. Era de pura lógica que había algo conectado en lo que les pasó a ellos. Y eso todos lo sabíamos, lo intuíamos. Pero no sabíamos por qué ellos dos, por qué nosotros. No sabíamos dónde nos estábamos adentrando, qué nos tenía preparado el destino.
Teníamos que salir de allí pronto, o fuera lo que fuese lo que les había pasado a ellos dos nos podría pasar a todos los demás, y a saber qué otras cosas. Esta situación se estaba saliendo de nuestras manos, antes nadie creía la palabra de Raissa pero ahora no había ni uno de nosotros —aunque no lo admitiera— que no la creyera. Esto era sumamente raro, incluso para mí.
Estaba inmóvil en un mismo lugar, intentando aparentar calma ya que solo Liam y yo éramos los que no nos estábamos tirando de los pelos, en todos los sentidos. Keyla y sus amigos no se podían tomar las cosas en serio, siempre saltaban con alguna gilipollez y, honestamente, comenzaban a tocarme los ovarios. Noah era tan asustadiza que no sabría decirte si se lo había hecho en los pantalones. Alice intentaba ser fuerte por Noah, y claro, no hacer caso de las gilipolleces que decían Keyla y compañía, al igual que Aline y Charlotte, las cuales de vez en cuando peleaban verbalmente junto a Katrine contra el grupo de los monos saltarines. Raissa estaba perdida en su mundo y Liam mantenía una calma y paciencia que yo comenzaba a perder.
Estaba cansada de Keyla y su grupo de monos saltarines. Los miré a tiempo de que se rieran de Noah por ser tan asustadiza y de decir que ellos no tenían miedo; mentira. Incluso yo, que me había enfrentado a cosas peores que una puerta moviéndose y a dos chicos que se desmayen en circunstancias extrañas tenía miedo, pero lo ocultaba y no me reía del resto. Ellos solo ocultaban su miedo riéndose de los demás, y era algo patético.
—Mírenle los pantalones, ¡pero si parece que se ha cagado en ellos! —Rieron al unísono el grupo de monos saltarines y les dediqué, a uno por uno, una mirada que lo decía todo.
—¿Queréis callaros ya de una puta vez? —Arremetí—. Si vosotros sois los que más cagados estáis con esta situación y en estos momentos, así que hacernos un favor y callaros.
Todos en ese preciso momento se callaron. Keyla y sus monos me miraron detenidamente con los ojos abiertos, no esperándose que alguien fuera a decirles algo en una situación así y menos a ellos. Sabía lo que se avecinaba y estaba preparada para ello. No era una niña frágil y débil con quien ellos pudieran meterse fácilmente. Siempre me había mantenido lejos de sus mierdas ya no me gustaba involucrarme en cosas ajenas, pero ya habían colmado la poca paciencia que tenía.
—¿Acabas de llamarnos cagados, niña? —Lo interrumpió Keyla.
—¿Y acabas de mandarnos a callar? —Avanzó unos pasos hacia mí.
—Sí, ¿tenéis algún problema? Sois unos inmaduros. Esta no es la mejor situación ni el mejor lugar para que os pongáis a burlaros de nadie, ¿no os dais cuenta o sois tontos? —No me dejé intimidar y avancé también unos pasos hacia ella.
—Tú sí que eres tonta. No sabes lo que acabas de hacer —dijo Louis desde atrás de Keyla, con una sonrisa y ojos burlones dirigidos a mí.
—Puede que te merezcas el que te de una paliza pero, no caeré tan bajo como tú. Al menos no en estos momentos —la miré con el rostro serio. Vi en su rostro sorpresa la cual, rápidamente, pasó a ser rabia.
Le di la espalda para segundos después notar como mi pelo era jalado por alguien y yo comenzar a retroceder con demasiada fuerza y rapidez. Sin percatarme de lo que había pasado y en un impulso, agarré las manos que sujetaban mi castaño pelo y las retorcí —antes de que perdiera el equilibrio por su gran fuerza—, provocando un pequeño grito en ella. Oyendo como su grupo de monos la animaban, ella se apartó de mí y rápidamente contraatacó llevando un puño a mi costado derecho. Sin esperar un segundo me aparté de su contraataque y, cuando iba a propinarle un golpe, alguien agarró mi diminuta cintura y me elevó del suelo alejándome de ella.
Quedé de cara a la pared mientras esa persona seguía sujetando mi cintura. Podía escuchar como Keyla se quejaba de algo y como Raissa decía algunas cosas sin sentido sobre lo que había pasado. Intenté separarme pero el cuerpo tras de mí no me dejó, empujándome más fuerte contra la pared y apoyando su fuerte pecho en mi espalda por precaución.
—Maldita sea, ¡suéltame, joder! —Grité enfurecida, intentando verle la cara—. ¡Le abriré la cabeza como vuelva a tocarme!
No contestó. No se movió. No hizo nada salvo permanecer apoyado contra mi espalda y sus manos aún en mi pequeña cintura procurando que no me saliera de su agarre. Me removí contra el cuerpo fuertemente sin lograr nada.
—¿Cómo has hecho eso, Keyla? —Preguntó Katrina con asombro en su voz.
—Pues soltando un puñetazo —habló con superioridad. Katrina iba a contestarla pero la interrumpí.
—¿Qué puñetazo ni que hostias? —Conseguí decir—. Tú no sabes lo que es una pelea de verdad, niña.
Volví a escuchar jaleo a mis espaldas y un par de golpes —como si fueran cuerpos de personas— contra una de las paredes. Sin esperar más, una sombra de la pared —en la cual estaba apoyada— me absorbió, y conmigo a la persona que estaba detrás de mí. Me absorbió, me envolvió en una profunda oscuridad confundiéndome, para segundos después poder ver la sala entera entre las sombras. Desde una perspectiva fuera de la sala pero, aún así, seguíamos dentro de ella.
Zayn y Connor estaban en el suelo, con las espaldas apoyadas en la pared, derrumbados. Alice y Noah estaban a su lado, intentando averiguar cómo se encontraban. Keyla miraba enfurecida al lugar donde estaba yo momentos atrás. El resto miraban a Keyla sorprendidos por algo que yo aún no sabía qué era y Raissa y Liam se miraban entre sí, como si estuvieran comunicándose entre ellos mentalmente o como sí supieran lo que estaba pasando.
Las manos ajenas seguían en mi cintura, me aparté bruscamente unos pasos al lado contrario para intentar verle la cara a esa persona, pero el agarre permaneció donde estaba. Él me acercó más hacia su cuerpo. Levanté mi vista como pude para encontrarme con la última persona que pensé encontrar en esos momentos y en ese lugar; Damon.
—No te sueltes de mi agarre o te perderás entre las sombras y no tengo ganas de buscarte —dijo, con superioridad y cansancio.
—¿Cómo..? —Me calle—. ¿Qué ha pasado? —Dije con el rostro confuso y desorientado. Él suspiro.
—Llegué junto a Harry, Zayn y Connor justo cuando te apartabas del contraataque de “tu amiga”. Te separé y te acorralé duro contra el muro —sonrió burlón. Pillé el doble sentido de su frase y rodé los ojos—, y cuando ella se soltó del resto y empujó con una extraña fuerza sobrehumana a Zayn y Connor, no tuve otra opción que utilizar mi poder para que estuviéramos a salvo. Algo que por cierto nadie conocía pero ahora sí.
—Vaya, ¿y tengo que darte las gracias por todo eso? —Me crucé de brazos, indignada. Yo podría haber usado mi poder si hubiera sabido lo que estaba pasando. No lo necesitaba.
—De nada —siguió hablando sin dejarme decir algo. Miró a la sala donde estaban el resto—. Creo que nadie lo habrá visto salvo tú, Keyla y yo.
—Sácame de aquí —gruñí no queriendo pasar más rato con él.
Se encogió de hombros restándole importancia con la brusquedad que se lo había pedido. Me agarró de la muñeca derecha, guiándome a más oscuridad y alejándome de la sala donde estaban los demás.✖✖✖Aparecimos en una sala diferente no muy lejos del resto ya que, podía escucharlos hablar. Una vez fuera de las sombras un aguado dolor de cabeza apareció de la nada, supuse que había sido por el viaje de Damon así que le resté importancia. Él estaba un poco pálido —más de lo que ya era—, pero con un movimiento de cabeza me hizo entender que estaba bien y fuimos a la sala donde estaba el resto. Entramos pero nadie se percató de ello. Me alejé de él sin palabra alguna —sin saber por qué exactamente— hasta estar en la otra punta de la sala aún con el dolor de cabeza.
Había estado entre las sombras, había estado en la habitación pero sin estar en ella. Me estaba volviendo loca, no podía ser. No. Bueno, sí podía ser. Si yo tenía un poder, ¿quién me decía que el resto no los tuviera? Él podía moverse entre las sombras y Raissa, bueno, ella era un misterio incluso para ella misma pero, yo la escuché en mi cabeza, algo tenía que tener. Y por último pero no menos importante; Keyla. Según Damon, ella lanzó por lo aires con una fuerza extrema a Connor y Zayn. Eso era raro, era muy raro. Nosotros éramos raros.
Yo conocía a Zayn, bueno, trabajábamos juntos. Él era un tipo duro, alguien quien por una chica no volaría por los aires, creo que ni por la fuerza de un chico lograrían hacerlo volar. Zayn siempre se entrenaba, siempre estaba haciendo boxeo cuando no lo mandaba a hacer algún recado por parte de la mafia. Era prácticamente imposible que pudieran hacerlo volar, y más una chica, aunque fuera Keyla.
Y de Connor, bueno, de él no sabía mucho. Apenas nada, ni siquiera había hablado con él alguna vez, creo. Pero, físicamente no se le veía un chico al que el viento se lo llevara con una ráfaga, honestamente. Ninguno de los dos estaban mal físicamente, y, ninguno de los dos eran chicos con los cuales querrías meterte en una pelea.
Eso me llevó a qué hacían ellos aquí. ¿Habían entrado con el poder de Damon? Pero, él dijo que solo lo conocíamos; él, yo y probablemente Keyla. Tenía un poder con el que no se podía jugar. Es decir, es con las sombras. Puede moverse entre ellas y a saber qué más. ¿Podrá hacer más cosas? Levanté mi vista hacia él, chocando con unos ojos azules como el mar los cuales ya me estaban mirando, inspeccionando. Recorriendo mi rostro de punta a punta.
Recorrí su rostro al igual que él hacía con el mío. Pude ver a través de sus ojos, de sus facciones que no había tenido una buena vida. Era alguien frío y duro, duro consigo mismo. Puede que su poder lo haya llevado a extremos que ni siquiera yo sabría cuáles eran, o que descubriera sus poderes de mala manera tipo como a mí me pasó, o que, haya sufrido en un pasado antes de saber de que era especial. Quién sabe. Aquí todos éramos un misterio.
Escuchaba la conversación que tenían pero de fondo. ¿A quién le interesaba lo que estuvieran hablando? A mí no. No sabía por qué no había usado mi poder una vez que Raissa estuvo bien y haberme largado de aquí. Nadie se hubiera enterado. No hubieran sabido cómo me había ido pero no, aquí estaba; recibiendo una mirada asesina de parte de Keyla y siendo inspeccionada por una mirada de Damon. Quería irme de aquí, era demasiado para procesar.
—Ya basta, tenemos que irnos de aquí —dijo Raissa.
—Sí, quién sabe si nos pasa algo más —habló Noah.
—Oh, ¿tienes miedo? —Se burló Keyla mirándome directamente a los ojos con risa burlona. Gruñí y le fruncí el ceño.
Si pudiera controlar un poco mejor mi poder haría que se estrellara contra el muro, como ella había hecho con Connor y Zayn. Solo para demostrarle que no la tenía miedo y que no se debería meter conmigo.
—Vayámonos de aquí —dijo ronco Harry para salir por la puerta de la sala. Inmediatamente le siguió Noah y Alice.
Segundos después empezaron a abandonar la sala el resto, quedándome con un Liam callado, un Damon curioso y una Keyla enfadada. No sabía por qué Liam se había quedado pero, supuse que fue por lo que habíamos visto de Keyla. Bufé.
Comencé a dar pasos hacia la puerta seguida por tres pares de ojos cuando una voz me paró en seco:
—Deberías de tenerme miedo, ya sabes lo que puedo hacer —sonrió falsamente.
—Tú también deberías de tenérmelo. No me conoces, no sabes nada de mí y lo más importante: No sabes si yo tengo un poder debajo de la manga —Me di la vuelta, dejándola humillada y con unas grandes ganas de venganza.
Sabía que eso no había terminado ahí y que ella no pararía hasta hacerme algo pero, no me iba a dejar ganar por ella. No cuando yo podía defenderme utilizando mi poder contra ella o contra sus monos saltarines.
Iba por el pasillo a nada de salir a la preciada calle cuando el móvil me sonó. Lo cogí y miré el número. Conocía bastante bien el número para saber de qué era. Descolgué.
—¿Dónde? —gruñí—. ¿Ahora? —Salí por la puerta buscando a Zayn con la mirada—. Sí, ahora vamos.
Dicho eso colgué y, con los ojos sobre Zayn y sus ojos en los míos, le hice un gesto con la cabeza indicando que teníamos trabajo. Asintió y nos pusimos a andar juntos bajo los ojos de los demás.
—¿Os vais? No podéis iros —habló la ojiazul—. ¿Qué pasa si nos pasa algo? Debemos permanecer juntos.
—No podemos quedarnos —habló el morocho por mí hacia Raissa.
Encontré los ojos de Damon antes de darnos media vuelta e irnos. Seguramente por sus cabezas debían pasar muchas ideas del por qué nos íbamos, y juntos, pero a ninguno de los dos nos importaba lo que pensaran ellos y bueno, no teníamos que darles explicaciones a nadie.
Una vez en el coche de Zayn una extraña sensación de que no deberíamos separarnos de ellos me invadió por completo provocando un escalofrío que traspasó todo mi cuerpo de cabeza a pies. Me sacudí un poco y le quité importancia mientras Zayn arrancaba el coche y nos dirigíamos a la misión que nos habían dado la mafia.
Estoy a punto de subir un OS, si necesitáis que edite y lo coloque aquí podéis decirlo sin ninguna duda c: Los gif los puse en mi comentario, en la primera página y.. eso c: ¡Hola!reservados, aceptados.estás dentro, hele cccccccc: me gusta muchísimo tu manera de escribir, es tan...increíble, omg. ya te los reservo cc:
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Re: in the land of monsters. {inscripciones abiertas}
Gracias, Vics cc: Tú escribes muchísimo mejor, cariño, pero gracias cc:
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Re: in the land of monsters. {inscripciones abiertas}
me dijo vics. en todo caso sería vinna.(?) ayno. xddddddddddd.
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Re: in the land of monsters. {inscripciones abiertas}
fsdnjdnf vinna rlz<333 vinna, ¿respondí tu mp ayer? porque ni idea:'cc askjdbas Hele, siento que esto no tiene nada que ver pero solo para avisar, las audiciones de la nc mía están cerradas, y di un plazo de tres días para que terminen sus fichas, so... No sé, lo digo porque puede terminar el plazo y tal vez quieres estar ahí(?) just saying; ya no molesto más<333333333 love ya.
disappear.
Re: in the land of monsters. {inscripciones abiertas}
Uy, es verdad. Me he equivocado Lo siento Gia, no vi el user y como subí la página y vi la foto de Vics pues, ya puse su nombre xd
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Re: in the land of monsters. {inscripciones abiertas}
Vics: Ay, no me di cuenta que cerraron pero, de todas formas iba a decirte que no iba a participar. En serio, participa muy buena gente y encima me quitaron a por los roles que tenía pensado ir. Pero gracias por avisar de todas formas. No participaré :c Pero he audicionado en otra tuya
Invitado
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Re: in the land of monsters. {inscripciones abiertas}
Qué pena Hele:'ccc pero bueno, al menos te tengo en la otra nc<33333 y además en ésta<33333 askjdnkas fuiste por Ian<3333 omg es demasiado askdnkaaskjdaks idk ily<33333
disappear.
Re: in the land of monsters. {inscripciones abiertas}
Sí, me tienes en la otra No te librarás tan fácil de mí, que por cierto, creo que tengo que subir ficha en la otra asjfahsfuia siempre que hay personaje libre voy por Ian asfioujafia aiofjhauisfas es que me tiene loca xd. Lo amo. aisfjasiofjasiofa hagamos spam para que más chicas se inscriban asuifjhausfa idk xd, ily<3
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Re: in the land of monsters. {inscripciones abiertas}
kdnaksd y tampoco te libraras de mí, amante. Ah sí, no sé si leíste el mensaje, pero ya que no quiero que tu amor con Gene termine, y como sé que estás dispuesta a tener algo conmigo(?) propuse que seamos amantes, sin que Gene se entere<33333 ksdnaks te espero a la noche(?) aunque se enterara mi Ninush :o vinna, ily<3333 kasjndka síp, hagamos spam así también sube nuestro numerito de mensajes(?) y llegan más chicas<33333
disappear.
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