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Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
proyecto dhimha {audiciones cerradas}
O W N :: Novelas colectivas :: Novelas colectivas :: Novelas Colectivas :: Inscripciones / audiciones
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Re: proyecto dhimha {audiciones cerradas}
es tu decisión. (?)miss love. escribió:me tengo que sentir especial? (?)O'shea. escribió:hay otra gin?
Sunrise.
Re: proyecto dhimha {audiciones cerradas}
Lilian. escribió:OMG la idea es perfecta, la amé por mil, y si tuviese que morir con ella lo haría, ahqué. No, pero de cierto modo es verdad Es la perfección en su máxima expresión y quiero audicionar bebés Luego les dejo el gif de Pedro Marraqueta, ah (?) Saludines
omg, por fin se dignan en audicionar graciaaaas! muere, perra, piu, piu. (?) ah no. espero tu audicion con muchas ansias ah.
Sunrise.
Re: proyecto dhimha {audiciones cerradas}
Que dulce sos mia c:O'shea. escribió:es tu decisión. (?)miss love. escribió:me tengo que sentir especial? (?)O'shea. escribió:hay otra gin?
Invitado
Invitado
Re: proyecto dhimha {audiciones cerradas}
lo se, soy una amormiss love. escribió:Que dulce sos mia c:O'shea. escribió:es tu decisión. (?)miss love. escribió:me tengo que sentir especial? (?)O'shea. escribió:hay otra gin?
Sunrise.
Re: proyecto dhimha {audiciones cerradas}
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Escrito de tu Autoría:
- Cap. Sisteen Devils.:
- Poderes: pb masculino 1: transformación, invisibilidad, espada. pb femenino 1: arco y flechas, controlar elementos, reflejos. pb secundario: sabiduría, controlar el tiempo.
Capítulo XX Keira Hunt.
No tenía ni puñetera idea de lo que estaba pasando, no sabía quienes eran “ellos”, no sabía nada de lo que estaba pasando a mí alrededor pero sí había una cosa que sabía, que todos entendíamos; todo eso tenía que ver con las estrellas de ocho puntas esparcidas por nuestros cuerpos.
Desde un principio en donde Raissa nos acorraló a todos en la fiesta sabía que todo esto oscilaba alrededor de los poderes que descubrí años atrás, solo no quería que supieran nada de mí, de lo que podía hacer, de lo que tenía oculto a la vista de los demás. No quería ponerme en peligro sabiendo que podrían meterme en cualquier muro con cuatro paredes blancas y acolchadas.
Todo daba vueltas en mi cabeza mientras miraba la escena desde afuera, como estaba acostumbrada a hacer en todo a mí alrededor y mi vida. Yo tenía un poder. Yo podía hacer explotar cosas y parar el tiempo, entre otras… ¿Quién me decía a mí que el resto no tenía poderes tampoco? ¿Qué ellos no lo están ocultando como yo? ¿Qué Raissa no utilizara la música como algún tipo de escape?
Los miré uno a uno imaginando, pensando, que ellos tenían algo como yo. Que ellos podían hacer otras muchas cosas fuera de la normalidad de los humanos. De cualquier cosa fuera de este mundo. Fuera de la mentalidad de una persona normal y corriente. Que éramos especiales en algo.
En pocas palabras Liam nos explicó lo que había pasado, lo que había visto mientras Raissa lo miraba pensativa sin buscarle un por qué de la acción de la morena hacia el castaño. Era de pura lógica que había algo conectado en lo que les pasó a ellos. Y eso todos lo sabíamos, lo intuíamos. Pero no sabíamos por qué ellos dos, por qué nosotros. No sabíamos dónde nos estábamos adentrando, qué nos tenía preparado el destino.
Teníamos que salir de allí pronto, o fuera lo que fuese lo que les había pasado a ellos dos nos podría pasar a todos los demás, y a saber qué otras cosas. Esta situación se estaba saliendo de nuestras manos, antes nadie creía la palabra de Raissa pero ahora no había ni uno de nosotros —aunque no lo admitiera— que no la creyera. Esto era sumamente raro, incluso para mí.
Estaba inmóvil en un mismo lugar, intentando aparentar calma ya que solo Liam y yo éramos los que no nos estábamos tirando de los pelos, en todos los sentidos. Keyla y sus amigos no se podían tomar las cosas en serio, siempre saltaban con alguna gilipollez y, honestamente, comenzaban a tocarme los ovarios. Noah era tan asustadiza que no sabría decirte si se lo había hecho en los pantalones. Alice intentaba ser fuerte por Noah, y claro, no hacer caso de las gilipolleces que decían Keyla y compañía, al igual que Aline y Charlotte, las cuales de vez en cuando peleaban verbalmente junto a Katrine contra el grupo de los monos saltarines. Raissa estaba perdida en su mundo y Liam mantenía una calma y paciencia que yo comenzaba a perder.
Estaba cansada de Keyla y su grupo de monos saltarines. Los miré a tiempo de que se rieran de Noah por ser tan asustadiza y de decir que ellos no tenían miedo; mentira. Incluso yo, que me había enfrentado a cosas peores que una puerta moviéndose y a dos chicos que se desmayen en circunstancias extrañas tenía miedo, pero lo ocultaba y no me reía del resto. Ellos solo ocultaban su miedo riéndose de los demás, y era algo patético.
—Mírenle los pantalones, ¡pero si parece que se ha cagado en ellos! —Rieron al unísono el grupo de monos saltarines y les dediqué, a uno por uno, una mirada que lo decía todo.
—¿Queréis callaros ya de una puta vez? —Arremetí—. Si vosotros sois los que más cagados estáis con esta situación y en estos momentos, así que hacernos un favor y callaros.
Todos en ese preciso momento se callaron. Keyla y sus monos me miraron detenidamente con los ojos abiertos, no esperándose que alguien fuera a decirles algo en una situación así y menos a ellos. Sabía lo que se avecinaba y estaba preparada para ello. No era una niña frágil y débil con quien ellos pudieran meterse fácilmente. Siempre me había mantenido lejos de sus mierdas ya no me gustaba involucrarme en cosas ajenas, pero ya habían colmado la poca paciencia que tenía.
—¿Acabas de llamarnos cagados, niña? —Lo interrumpió Keyla.
—¿Y acabas de mandarnos a callar? —Avanzó unos pasos hacia mí.
—Sí, ¿tenéis algún problema? Sois unos inmaduros. Esta no es la mejor situación ni el mejor lugar para que os pongáis a burlaros de nadie, ¿no os dais cuenta o sois tontos? —No me dejé intimidar y avancé también unos pasos hacia ella.
—Tú sí que eres tonta. No sabes lo que acabas de hacer —dijo Louis desde atrás de Keyla, con una sonrisa y ojos burlones dirigidos a mí.
—Puede que te merezcas el que te de una paliza pero, no caeré tan bajo como tú. Al menos no en estos momentos —la miré con el rostro serio. Vi en su rostro sorpresa la cual, rápidamente, pasó a ser rabia.
Le di la espalda para segundos después notar como mi pelo era jalado por alguien y yo comenzar a retroceder con demasiada fuerza y rapidez. Sin percatarme de lo que había pasado y en un impulso, agarré las manos que sujetaban mi castaño pelo y las retorcí —antes de que perdiera el equilibrio por su gran fuerza—, provocando un pequeño grito en ella. Oyendo como su grupo de monos la animaban, ella se apartó de mí y rápidamente contraatacó llevando un puño a mi costado derecho. Sin esperar un segundo me aparté de su contraataque y, cuando iba a propinarle un golpe, alguien agarró mi diminuta cintura y me elevó del suelo alejándome de ella.
Quedé de cara a la pared mientras esa persona seguía sujetando mi cintura. Podía escuchar como Keyla se quejaba de algo y como Raissa decía algunas cosas sin sentido sobre lo que había pasado. Intenté separarme pero el cuerpo tras de mí no me dejó, empujándome más fuerte contra la pared y apoyando su fuerte pecho en mi espalda por precaución.
—Maldita sea, ¡suéltame, joder! —Grité enfurecida, intentando verle la cara—. ¡Le abriré la cabeza como vuelva a tocarme!
No contestó. No se movió. No hizo nada salvo permanecer apoyado contra mi espalda y sus manos aún en mi pequeña cintura procurando que no me saliera de su agarre. Me removí contra el cuerpo fuertemente sin lograr nada.
—¿Cómo has hecho eso, Keyla? —Preguntó Katrina con asombro en su voz.
—Pues soltando un puñetazo —habló con superioridad. Katrina iba a contestarla pero la interrumpí.
—¿Qué puñetazo ni que hostias? —Conseguí decir—. Tú no sabes lo que es una pelea de verdad, niña.
Volví a escuchar jaleo a mis espaldas y un par de golpes —como si fueran cuerpos de personas— contra una de las paredes. Sin esperar más, una sombra de la pared —en la cual estaba apoyada— me absorbió, y conmigo a la persona que estaba detrás de mí. Me absorbió, me envolvió en una profunda oscuridad confundiéndome, para segundos después poder ver la sala entera entre las sombras. Desde una perspectiva fuera de la sala pero, aún así, seguíamos dentro de ella.
Zayn y Connor estaban en el suelo, con las espaldas apoyadas en la pared, derrumbados. Alice y Noah estaban a su lado, intentando averiguar cómo se encontraban. Keyla miraba enfurecida al lugar donde estaba yo momentos atrás. El resto miraban a Keyla sorprendidos por algo que yo aún no sabía qué era y Raissa y Liam se miraban entre sí, como si estuvieran comunicándose entre ellos mentalmente o como sí supieran lo que estaba pasando.
Las manos ajenas seguían en mi cintura, me aparté bruscamente unos pasos al lado contrario para intentar verle la cara a esa persona, pero el agarre permaneció donde estaba. Él me acercó más hacia su cuerpo. Levanté mi vista como pude para encontrarme con la última persona que pensé encontrar en esos momentos y en ese lugar; Damon.
—No te sueltes de mi agarre o te perderás entre las sombras y no tengo ganas de buscarte —dijo, con superioridad y cansancio.
—¿Cómo..? —Me calle—. ¿Qué ha pasado? —Dije con el rostro confuso y desorientado. Él suspiro.
—Llegué junto a Harry, Zayn y Connor justo cuando te apartabas del contraataque de “tu amiga”. Te separé y te acorralé duro contra el muro —sonrió burlón. Pillé el doble sentido de su frase y rodé los ojos—, y cuando ella se soltó del resto y empujó con una extraña fuerza sobrehumana a Zayn y Connor, no tuve otra opción que utilizar mi poder para que estuviéramos a salvo. Algo que por cierto nadie conocía pero ahora sí.
—Vaya, ¿y tengo que darte las gracias por todo eso? —Me crucé de brazos, indignada. Yo podría haber usado mi poder si hubiera sabido lo que estaba pasando. No lo necesitaba.
—De nada —siguió hablando sin dejarme decir algo. Miró a la sala donde estaban el resto—. Creo que nadie lo habrá visto salvo tú, Keyla y yo.
—Sácame de aquí —gruñí no queriendo pasar más rato con él.
Se encogió de hombros restándole importancia con la brusquedad que se lo había pedido. Me agarró de la muñeca derecha, guiándome a más oscuridad y alejándome de la sala donde estaban los demás.✖✖✖
Aparecimos en una sala diferente no muy lejos del resto ya que, podía escucharlos hablar. Una vez fuera de las sombras un aguado dolor de cabeza apareció de la nada, supuse que había sido por el viaje de Damon así que le resté importancia. Él estaba un poco pálido —más de lo que ya era—, pero con un movimiento de cabeza me hizo entender que estaba bien y fuimos a la sala donde estaba el resto. Entramos pero nadie se percató de ello. Me alejé de él sin palabra alguna —sin saber por qué exactamente— hasta estar en la otra punta de la sala aún con el dolor de cabeza.
Había estado entre las sombras, había estado en la habitación pero sin estar en ella. Me estaba volviendo loca, no podía ser. No. Bueno, sí podía ser. Si yo tenía un poder, ¿quién me decía que el resto no los tuviera? Él podía moverse entre las sombras y Raissa, bueno, ella era un misterio incluso para ella misma pero, yo la escuché en mi cabeza, algo tenía que tener. Y por último pero no menos importante; Keyla. Según Damon, ella lanzó por lo aires con una fuerza extrema a Connor y Zayn. Eso era raro, era muy raro. Nosotros éramos raros.
Yo conocía a Zayn, bueno, trabajábamos juntos. Él era un tipo duro, alguien quien por una chica no volaría por los aires, creo que ni por la fuerza de un chico lograrían hacerlo volar. Zayn siempre se entrenaba, siempre estaba haciendo boxeo cuando no lo mandaba a hacer algún recado por parte de la mafia. Era prácticamente imposible que pudieran hacerlo volar, y más una chica, aunque fuera Keyla.
Y de Connor, bueno, de él no sabía mucho. Apenas nada, ni siquiera había hablado con él alguna vez, creo. Pero, físicamente no se le veía un chico al que el viento se lo llevara con una ráfaga, honestamente. Ninguno de los dos estaban mal físicamente, y, ninguno de los dos eran chicos con los cuales querrías meterte en una pelea.
Eso me llevó a qué hacían ellos aquí. ¿Habían entrado con el poder de Damon? Pero, él dijo que solo lo conocíamos; él, yo y probablemente Keyla. Tenía un poder con el que no se podía jugar. Es decir, es con las sombras. Puede moverse entre ellas y a saber qué más. ¿Podrá hacer más cosas? Levanté mi vista hacia él, chocando con unos ojos azules como el mar los cuales ya me estaban mirando, inspeccionando. Recorriendo mi rostro de punta a punta.
Recorrí su rostro al igual que él hacía con el mío. Pude ver a través de sus ojos, de sus facciones que no había tenido una buena vida. Era alguien frío y duro, duro consigo mismo. Puede que su poder lo haya llevado a extremos que ni siquiera yo sabría cuáles eran, o que descubriera sus poderes de mala manera tipo como a mí me pasó, o que, haya sufrido en un pasado antes de saber de que era especial. Quién sabe. Aquí todos éramos un misterio.
Escuchaba la conversación que tenían pero de fondo. ¿A quién le interesaba lo que estuvieran hablando? A mí no. No sabía por qué no había usado mi poder una vez que Raissa estuvo bien y haberme largado de aquí. Nadie se hubiera enterado. No hubieran sabido cómo me había ido pero no, aquí estaba; recibiendo una mirada asesina de parte de Keyla y siendo inspeccionada por una mirada de Damon. Quería irme de aquí, era demasiado para procesar.
—Ya basta, tenemos que irnos de aquí —dijo Raissa.
—Sí, quién sabe si nos pasa algo más —habló Noah.
—Oh, ¿tienes miedo? —Se burló Keyla mirándome directamente a los ojos con risa burlona. Gruñí y le fruncí el ceño.
Si pudiera controlar un poco mejor mi poder haría que se estrellara contra el muro, como ella había hecho con Connor y Zayn. Solo para demostrarle que no la tenía miedo y que no se debería meter conmigo.
—Vayámonos de aquí —dijo ronco Harry para salir por la puerta de la sala. Inmediatamente le siguió Noah y Alice.
Segundos después empezaron a abandonar la sala el resto, quedándome con un Liam callado, un Damon curioso y una Keyla enfadada. No sabía por qué Liam se había quedado pero, supuse que fue por lo que habíamos visto de Keyla. Bufé.
Comencé a dar pasos hacia la puerta seguida por tres pares de ojos cuando una voz me paró en seco:
—Deberías de tenerme miedo, ya sabes lo que puedo hacer —sonrió falsamente.
—Tú también deberías de tenérmelo. No me conoces, no sabes nada de mí y lo más importante: No sabes si yo tengo un poder debajo de la manga —Me di la vuelta, dejándola humillada y con unas grandes ganas de venganza.
Sabía que eso no había terminado ahí y que ella no pararía hasta hacerme algo pero, no me iba a dejar ganar por ella. No cuando yo podía defenderme utilizando mi poder contra ella o contra sus monos saltarines.
Iba por el pasillo a nada de salir a la preciada calle cuando el móvil me sonó. Lo cogí y miré el número. Conocía bastante bien el número para saber de qué era. Descolgué.
—¿Dónde? —gruñí—. ¿Ahora? —Salí por la puerta buscando a Zayn con la mirada—. Sí, ahora vamos.
Dicho eso colgué y, con los ojos sobre Zayn y sus ojos en los míos, le hice un gesto con la cabeza indicando que teníamos trabajo. Asintió y nos pusimos a andar juntos bajo los ojos de los demás.
—¿Os vais? No podéis iros —habló la ojiazul—. ¿Qué pasa si nos pasa algo? Debemos permanecer juntos.
—No podemos quedarnos —habló el morocho por mí hacia Raissa.
Encontré los ojos de Damon antes de darnos media vuelta e irnos. Seguramente por sus cabezas debían pasar muchas ideas del por qué nos íbamos, y juntos, pero a ninguno de los dos nos importaba lo que pensaran ellos y bueno, no teníamos que darles explicaciones a nadie.
Una vez en el coche de Zayn una extraña sensación de que no deberíamos separarnos de ellos me invadió por completo provocando un escalofrío que traspasó todo mi cuerpo de cabeza a pies. Me sacudí un poco y le quité importancia mientras Zayn arrancaba el coche y nos dirigíamos a la misión que nos habían dado la mafia.
Representante: Ian Somerhalder, Claire Holt, Jensen Ackles.
Estoy a punto de subir un OS, como ya en otras audiciones puse este mismo capítulo cuando suba el OS edito o, te lo pongo en otro post solo para que no veas lo mismo, idk, no se repitan las cosas y eso... c:
Invitado
Invitado
Zayn Malik, Kaya Scodelario & Nicholas Hoult.
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Escrito de tu autoría:
- obsession | capítulo 11:
Invitado se encontraba examinando todos y cada uno de los rincones de la casa, con un bate de béisbol en la mano por si las dudas. No había encontrado nada más que la ventana de su habitación entreabierta, y claro, aquella misteriosa carta sin abrir aún junto a lo que era una sus flores favoritas.
Capítulo 11
Cuando estuvo segura de ser el único ser humano dentro de su casa, encendió su radio, para que al menos no se sintiera tan sola al momento de abrir el sobre. Quién sabe qué cosas podría contener dentro.
Una vez lista física y emocionalmente, lo abrió.“Estimada Invitado:Cada vez que te veo, me quedo boquiabierto producto de tanta belleza acumulada en tan sólo una persona.La primera vez que vi tus ojos, ¡Dios! Qué dichoso fui al ver aquél par de ojos. Te juro que no hay nada en el mundo que se les iguale.Agonizo lentamente al ver aquellos labios tuyos, y me pregunto cada noche de insomnio cómo sería tocarlos, acariciarlos, apreciarlos de todas las maneras posibles. Que mis labios tengan el honor de hacer contacto con los tuyos, para que juntos creen una danza inolvidable; primero, de forma dulce, para que la necesidad de ambos incremente la velocidad del vals hasta convertirle en una batalla a muerte.Pero, de todas las cosas que amo de ti, sin mencionar la hermosa persona que eres, es tu cuerpo, preciosa. Aquél cuerpo que cubres siempre con tu elegante ropa, mi amor, a mí me vuelve loco.Tus caderas son fenomenales, y la forma en la que las mueves me provoca de tal manera que no te lo imaginas. Me encantan tus pechos, y tu trasero. ¡Qué no haría con ellos! ¿Y tus piernas? Bueno, lo que haga con ellas lo dejo a tu propia elección.Junto con darte a conocer el inmenso amor que pienso sentir hacia tu persona, quiero saludarte, y darte un presente, que aunque no se compara con tu hermosura, se asemeja bastante, o al menos, desde mi percepción, pues eres llamativa como esta rosa, mi amor. Frágil, y a pesar de todo, tan fuerte y capaz de herir como ninguna otra persona.Besos, abrazos, y cariños infinitos, mi vida.—Anónimo.”Bien, si alguna vez en su vida deseó correr, gritar, y simplemente, refugiarse en los brazos de su madre nuevamente, ése era el momento indicado. Lamentablemente, prefirió mantener la compostura, y hacer como si nada hubiera pasado.
Claro, aunque la parte de romper la rosa en mil pedazos sería un suceso que esta vez dejaría pasar desapercibido.[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]Liam se encontraba siguiendo a Invitado y a su acompañante hacía un par de cuadras atrás. Se dirigían, al parecer, a un bar cercano al hogar de la chica. A tomar algo, quizá, quién sabe. Y aunque sólo fuesen amigos, al oficial de policía le hervían las venas de tan sólo pensar en ver a aquella maravillosa chica junto a un hombre. Aunque su padre fuere.
Se quedó estacionado justo frente al local, mientras veía a ambos chicos entrar ahí, justo antes de que el mismo chico rubio al cual había visto salir llorando de la casa de la castaña, entrara en el mismo lugar acompañado de una chica de estatura y contextura media.
Y mientras vigilaba quién entraba y salía del local, además de estar al pendiente de Invitado, bebía sorbos de café constantemente y comía su preciada dona de chocolate con esmero.
Al interior del bar, el ambiente era mucho más distinto. Había muchas parejas bebiendo quién sabe qué, bailando, algunos se besaban como si no estuviesen en algún lugar público, y había otras personas, como Louis y Invitado, quienes charlaban tratando de ignorar el bullicio en el que se encontraban.
—Perdón por el atrevimiento, pero estás preciosa, Invitado—la elogió Louis.
Las mejillas de la castaña se tiñeron de un color carmesí levemente, y acto seguido tenía una sonrisa en el rostro. Louis no pudo evitar sonreír también, pareciendo casi un idiota enamorado.
—Muchas gracias—respondió la chica—. Tú también estás muy guapo.
Y de cierta forma, era cierto. Louis vestía casualmente, con jeans y una polera gris que no llamaban la atención, sin embargo, él se encargaba de lucir el atuendo como si fuese un modelo de revistas. Invitado no se había dado cuenta de lo hermosa que era la sonrisa del chico hasta ese momento.
—Se hace lo que se puede—bromeó Louis encogiéndose de hombros, y luego añadió—: Y bien, ¿qué quieres tomar el día de hoy?
Invitado lo pensó, pese a que no era experta en bebidas de ese tipo. Lo único que se le hizo familiar fue la bebida Coca Cola.
—Una bebida Coca Cola, por favor—le dijo al chico de la barra.
Éste la miró extrañado, y Louis no fue la excepción.
—Yo quiero whisky irlandés—pidió Louis.
Entonces el joven se dispuso a servirles lo que habían pedido rápidamente, para después dedicarse a atender a otras personas que se encontraban a tan sólo unos metros más allá.
Niall, que se encontraba junto a Paloma en medio de muchos adolescentes con las hormonas quién sabe dónde, se había dado cuenta de la presencia de Invitado en el lugar. Y desde ese momento, no pudo quitarle los ojos de encima a la chica. Tenía la intención de mirar a su acompañante, y prestarle la debida atención a la chica a quien le había prometido amor eterno cuando tenía seis años, no obstante, no podía evitar mirar a Invitado, cómo hablaba con el chico que se encontraba justo a su lado, la forma en que sus labios se movían al pronunciar cada palabra y los gestos que utilizaba para describir lo que relataba. Todo en ella era simplemente perfecto.
—Bueno, y así fue como aprendí a hacer malabares con tres cosas a la vez, puedes darme naranjas, y no será ningún problema para mí, te lo aseguro—rió Paloma a su lado, terminando al parecer, su historia.
Niall se vio obligado a reír, aún cuando no había escuchado nada producto de la distracción que Invitado le proporcionaba.
Harry se encontraba de la misma manera. Había seguido a Louis con el fin de saber quién era la afortunada, y se había llevado la gran sorpresa de que todo ese tiempo habían hablado de la misma chica. Invitado era la próxima víctima de ambos, por así decirlo, y eso no estaba bien. Las chicas no se compartían, por más amigos que fuesen. Y ahora, Harry debía poner doble esfuerzo para poder tenerla justo en la palma de su mano antes que Louis lo lograra.
Se sentó justo unos metros más allá, y pidió vodka, mientras observaba a su amigo y a la chica charlar tranquilamente. Lamentablemente, Invitado había rechazado su invitación por salir con Louis.
—Louis uno, Harry cero—masculló casi con desprecio.
Nadie nunca lo vencía, y de eso, él estaba bastante seguro.
Zayn estaba casi fuera de lugar en aquel local. Habían muchas personas bailando, demasiado cerca unas de otras. Seguramente todos se preguntarían cómo es que un empresario como él, se encontraba en un lugar como ese. La respuesta correcta tenía un nombre. Invitado.
Sacó un cigarrillo del bolsillo trasero de sus jeans de diseñador, y lo puso justo en medio de sus carnosos labios. Sacó a la vez un encendedor del bolsillo de su camisa gris de seda, y con él logró encender el cigarro. Se sentía bien. La nicotina, por supuesto. Al menos así sentía que podía pasar desapercibido en el bar, mientras observaba todos y cada uno de los movimientos realizados por Invitado.
—Mi chica—murmuró, antes de poner nuevamente el cigarrillo entre sus labios.
- escrito utilizado ya antes :
Y así dicen que no matan las penas.
Nicholas se encontraba una vez más patrullando las calles de Holmes Chapel, sintiéndose levemente abrumado porque su radio emitiese sonido alguno. Iba con las manos aferradas al volante, como si su vida dependiera de ello, y además, miraba con suma concentración a las oscuras calles donde se encontraba, deseando que esa noche fuese tranquila y sin ningún problema, para volver prontamente a casa junto a su esposa, Anne.
De pronto, su radio transmitió el mensaje que él hubiese preferido evitar del todo:
—Se le hace un llamado al oficial de policía Jones, Nicholas. Repito, se le hace un llamado al oficial de policía Jones, Nicholas. Ha ocurrido un accidente en la calle procedente a la estación de policías. Se le ordena ir a la brevedad. Cambio.
Nicholas suspiró, y rápidamente cambió la dirección en la que iba, para encender las luces que el coche de patrullas poseía. Entonces, lo vio.
Eran dos autos, uno verde y el otro, rojo. El verde estaba prácticamente incrustado sobre el rojo, y el conductor tenía sangre sobre la cabeza saliendo a borbotones. El vehículo rojo, que se encontraba tan o más destruido que el del lado, casi no tenía forma. Los vidrios de encontraban esparcidos alrededor de los dos automóviles, y las demás partes estaban a tal punto de ser no identificadas incluso para un amante de los autos como lo era Nicholas.
Corrió lo más rápido que pudo hacia el lugar, y cuando vio a la conductora del vehículo rojo se quedó aterrorizado.
Sus manos comenzaron a temblar, y si mirabas su frente detenidamente, podías ver las gotas de sudor que ésta producía. Su cara palideció, confundiéndose él así con alguien que carece de vida. Entonces, lágrimas comenzaron a correr por su rostro, y Nicholas cayó de rodillas.
—Anne—alcanzó a susurrar, antes de que su corazón dejara de latir, y su cuerpo yaciera sin vida en el pavimento.
- Blue eyes:
- Todo estaba cubierto de una espesa niebla. Me encontraba en el bosque, y corría sin razón aparente. No tenía idea de adónde me dirigía, con qué me toparía, ni de qué peligros me asechaban para que tratara de correr de esa manera, simplemente lo hacía, y aunque lo hubiera intentado, no habría podido parar.Mis piernas apenas podían aguantar la fuerza que ahora les tocaba ejercer, y a pesar de todo, seguían haciendo su mayor esfuerzo por mantenerse firmes y sin cometer error alguno, por más pequeño que fuera. Mi respiración era entrecortada, y si seguía corriendo así, no faltaría mucho para que mis pulmones dejaran de realizar su función principal. Mi corazón parecía tener como objetivo salir disparado de mi pecho. Mientras más latía, más me convencía de que había un caballo galopando dentro de mí, y no un aquél órgano al que le otorgan la razón del amor tratando de mantenerme viva.Estaba sudando, sintiendo tanto temor, que morir en ese mismo instante parecía ser sin dudas una opción más que agradable. La muerte era la salvación que necesitaba, no obstante, debía hacer algo. Estaba dispuesta a alcanzar un objetivo que justo ahora desconocía completamente.Fue ahí cuando una pantera me atacó, y cuando abrió su boca frente a mi rostro para poder saborear de mi carne, y hacerme pedazos en ese mismo lugar, desperté.
Mis sábanas se encontraban tiradas en el suelo, y mi cama era un verdadero desastre. Mi piyama estaba adherido a mi cuerpo gracias al sudor, y mi cabello no tenía forma alguna. Era como un nido de pájaros, e inclusive, aquél nido parecía ser más atractivo que la mata de pelo unida a mi cráneo.
Me levanté, dispuesta a tomar una ducha después de haber tenido la pesadilla que me atormentaba cada noche. Ya se había transformado, hacía un par de años atrás, en algo cotidiano, y aún así, el mismo temor invadía mi cuerpo al ver vívidas las imágenes en mi mente una vez más. Temor que al parecer había ido aumentando, en vez de desvanecer por completo.
De pronto, el gato que antes tanto había adorado, se posó sobre mi estómago, impidiendo levantarme de esa manera. Me miró con sus azules ojos imperturbables, que podían paralizarme, y al parecer, también hipnotizarme.
Esperé unos minutos, a que Lucifer saliera de ahí y dejara de distraerme, cuando el felino se acomodó y comenzó a lamer su pata izquierda. Sus ojos estuvieron una vez más, en mí, mientras una sonrisa burlona parecía querer asomarse bajo sus bigotes, sonrisa que finalmente, no se hizo presente.
—Vete, Lucifer. No tengo tiempo para ti y tus caprichos tontos de mascota mimada—le dije al gato que una vez creí mi amigo.
Y es que me había traicionado de la peor manera.
Lucifer, un gato doméstico, de pelaje totalmente negro y sedoso, tenía la errónea apariencia de ser un animal en quien podías confiar y depositar todo tu cariño sin problemas. Siempre se hacía presente en los momentos indicados, era educado y respetuoso con sus amos, un felino perfecto, un gato que toda persona desearía tener.
Hasta que le conocías realmente.
Las garras que parecían inofensivas bajo sus menudas y suaves patas hacían heridas más profundas que las que pueden ser producidas bajo el filo de una navaja. Sus afilados y blancos colmillos no estaban de adorno, pues no dudaba en utilizarlos cuando se le daba la gana, causándote severos daños en la piel.
Aún recuerdo la primera vez que le hice enfadar. Me arañó la cara como jamás lo había hecho, y la sangre que emanó de las heridas hechas por Lucifer, en vez de ser roja como usualmente lo es, era de un color grisáceo, casi hasta el punto de ser negra. Nunca olvidaré aquello, pues fue el peor martirio que en mi vida pude haber sufrido.
Después de unos días, se me olvidó darle de comer. Lucifer se acercó a mí como si nada, para luego mostrarme sus grandes colmillos. Traté de salir corriendo, pero los zafiros que llevaba por ojos me lo impidieron. Me dejaron pegada al suelo sin escapatoria, y mientras me arañaba completamente el cuerpo, no se alejaron de mí en ningún sólo momento.
—Vete, he dicho—mascullé una vez más.
Recién ahí se dignó a mirarme. Lamió una vez más su pata, y luego la dejó inserta con sus garras en mi piyama; podía sentir el arma letal que utilizaba siempre rozar la piel de mi abdomen, y por la misma razón, no me moví.
—Así me gusta. Ahora cállate y no te muevas antes de se me acabe la paciencia, y me deshaga de todo rastro de vida que en tu cuerpo haya. No dejaré evidencia, y tu existencia nadie recordará, si así lo prefieres—murmuró el gato a quien yo creía un animal común y corriente con una sonrisa diabólica en el rostro.
Ahora lo recordaba. No eran los ojos del gato el hecho que me paralizaba, sino que el recuerdo de haberlos visto en el rostro de mi difunto padre, quien había muerto por una razón desconocida, sin rastro alguno del asesino. El día de su muerte, había dos profundos y monstruosos huecos en su rostro, en lugar de aquél par de ojos azules que a mí siempre me habían gustado.
—Recuerda que los ojos son mi parte favorita—sonrió Lucifer una vez más, sin dejar de mirarme con los azules ojos que a mi padre pertenecían.
Poderes: pb masculino 1: fuerza, velocidad, controlar el fuego. | pb femenino 1: invisibilidad, controlar el agua, invulnerabilidad. | pb secundario: enamorar y manipular, lanza, transformación.
Representante: Zayn Malik, Kaya Scodelario y Nicholas Hoult.
- pedrito 4ever young:
- [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
Espero te guste mi fichita Esop Besos, abrazos y saludines
Última edición por Lilian. el Lun 25 Nov 2013, 2:12 pm, editado 4 veces
Invitado
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Re: proyecto dhimha {audiciones cerradas}
impacta tu sentimentalismo(?O'shea. escribió:lo se, soy una amormiss love. escribió:Que dulce sos mia c:O'shea. escribió:es tu decisión. (?)miss love. escribió:me tengo que sentir especial? (?)O'shea. escribió:hay otra gin?
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Re: proyecto dhimha {audiciones cerradas}
Yupi, ya terminé mi ficha está un comentario más arriba (?) y eso Está demás decir que espero quedar porque las ideas y ganas no me faltan :meh:
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Re: proyecto dhimha {audiciones cerradas}
Después subo mi ficha, ósea, edito, es que estoy desde el cel.
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Re: proyecto dhimha {audiciones cerradas}
omg, mi kaya everywhere obvio, fichas aceptadas.
y espero tu ficha, Neverland.
y espero tu ficha, Neverland.
Sunrise.
Re: proyecto dhimha {audiciones cerradas}
mal, xd.Wanda. escribió:Todos tenemos la misma firmaaaa
Sunrise.
Re: proyecto dhimha {audiciones cerradas}
Lilian. escribió:Más Kayas (?) ¿Dónde?
asdfghjkl, es que se multiplican. (?) nada, en el capitulo de hel, pero no audiciono por scoders:c
cuídala, que ella es mía. :c
cuídala, que ella es mía. :c
Sunrise.
Re: proyecto dhimha {audiciones cerradas}
Aksdjfofd ¿por qué Kayita, por qué? ah.O'shea. escribió:Lilian. escribió:Más Kayas (?) ¿Dónde?asdfghjkl, es que se multiplican. (?) nada, en el capitulo de hel, pero no audiciono por scoders:c
cuídala, que ella es mía. :c
Si llego a quedar, la cuidaré con cuerpo y alma, ahqué. Palabra de scout (?).
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