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Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
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Electric Shock |Niall Horan|
O W N :: Archivos :: Novelas Abandonadas
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Electric Shock |Niall Horan|
Ficha
✖ Titulo: Electric Shock.
✖ Autor: No se sabe, pero al parecer es una admi de esta pagina
✖ Adaptación: Sip.
✖ Género: General.
✖ Contenido: De todo.
✖ Advertencias: Creo que no.
✖ Otras páginas: Sip.
✖ Autor: No se sabe, pero al parecer es una admi de esta pagina
✖ Adaptación: Sip.
✖ Género: General.
✖ Contenido: De todo.
✖ Advertencias: Creo que no.
✖ Otras páginas: Sip.
Sinopsis
Dicen que cuando menos esperas las cosas estas suceden pero en mi caso fue diferente, lo único que deseaba en ese momento era a alguien que me protegiera, alguien que me abriera sus puertas y me dejará entrar, como ella lo hizo.
No existen palabras para describir lo mucho que le agradezco no solo el abrirme sus puertas, sino que el también el haber sido el interruptor que encendió el circuito, quizás en este momento eso es lo que más le agradezco porque esta electricidad que me llena hoy en día lo es todo lo que jamás hubiera podido pedir y todo es gracias a ella, quién la que encendió la luz.
No tardé mucho tiempo en darme cuenta de que lo que yo veía como una simple velita era ni más ni menos que una ampolleta. Mis ojos de primera no eran capaces de ver lo que tenían al frente, quizás porque del algún modo la luz me cegaba y no me dejaba fijar mi vista al frente y mirar más allá de aquella superficie a la cual desde un principio tanto me negué. Lo que empezó con una simple chispa artificial no tardó en dar origen a una corriente real y duradera, a la cual día a día le aumento el voltaje, aunque solo espero que no termine sobrecargándose y para peor haciendo corto circuito.
_________________________________________________________________
Hola:3 aquí yo Madi con una adaptación de una novelas que me encanto:3
bueno espero que la lean y que les guste como a mi.
Ah, si el nombre de la protagonista no es como en la original, eso es lo único que cambia.
No existen palabras para describir lo mucho que le agradezco no solo el abrirme sus puertas, sino que el también el haber sido el interruptor que encendió el circuito, quizás en este momento eso es lo que más le agradezco porque esta electricidad que me llena hoy en día lo es todo lo que jamás hubiera podido pedir y todo es gracias a ella, quién la que encendió la luz.
No tardé mucho tiempo en darme cuenta de que lo que yo veía como una simple velita era ni más ni menos que una ampolleta. Mis ojos de primera no eran capaces de ver lo que tenían al frente, quizás porque del algún modo la luz me cegaba y no me dejaba fijar mi vista al frente y mirar más allá de aquella superficie a la cual desde un principio tanto me negué. Lo que empezó con una simple chispa artificial no tardó en dar origen a una corriente real y duradera, a la cual día a día le aumento el voltaje, aunque solo espero que no termine sobrecargándose y para peor haciendo corto circuito.
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Hola:3 aquí yo Madi con una adaptación de una novelas que me encanto:3
bueno espero que la lean y que les guste como a mi.
Ah, si el nombre de la protagonista no es como en la original, eso es lo único que cambia.
Invitado
Invitado
Re: Electric Shock |Niall Horan|
Holi
Lo ame
Nueva lectora
Si necesitas chica para Hazza dime y te mando mi ficha
BESOOOOS
Lo ame
Nueva lectora
Si necesitas chica para Hazza dime y te mando mi ficha
BESOOOOS
Bianch
Re: Electric Shock |Niall Horan|
Hola, bienvenida:33Bianch escribió:Holi
Lo ame
Nueva lectora
Si necesitas chica para Hazza dime y te mando mi ficha
BESOOOOS
No necesitare chicas, porque es una adaptación:c
Invitado
Invitado
Re: Electric Shock |Niall Horan|
¡Mad! {Sí, te diré así, ah} ¿Cómo tash? (?). Kaskakaja amé la sinopsis, hace tanto que no leía una novela del Nialler (?), so, quiero leer más. Así que ¡Síguela! ¡Saludos!
Invitado
Invitado
Re: Electric Shock |Niall Horan|
Chapter one
—¿Me puede dejar aquí?— Le dije al conductor del bus.
Él solo me miró por el retrovisor y comenzó a desacelerar para después detenerse en una esquina frente a una panadería.
-Gracias- Susurré bajando del bus- Por fin estoy aquí- Respondí acomodando mi bolso de jeans en mi hombro.
Al fin era verano y le prometí a mi abuela que vendría y pasaría todas las vacaciones con ella así que luego de hablarlo con mis padres y recibir un sí por parte de cada uno, tome un bus desde Dublín hasta Mullingar.
La casa de mi abuela estaba a unas cinco cuadras de aquí, pero no conocía otro bus que hiciera este trayecto así que como siempre tomé este bus y me decidí a caminar aquellas cinco largas cuadras.
Esta esquina es diferente a cualquiera que haya visto anteriormente ya que tiene solo una salida.
Las veredas se juntan en forma de ángulo recto dejando en su intersección un callejón de unos cinco metros de largo, no era demasiado pero estaba un poco oscuro, ni modo esta era la única salida para salir a la calle que debía seguir para llegar a casa de mi abuela.
Pasé el callejón y luego me encontré con aquella calle en curva que luego se volvía en recta, en la parte curva no había casas solo había varios locales como minimarkets y de reparación de objetos electrónicos pero todos cerrados y abandonados, con los vidrios rotos y con la pintura descascarándose. Es un poco extraña esta parte porque la vez anterior que vine sola el cuento era el mismo, yo sola y la suciedad del lugar, es raro que no haya nadie siendo que son las siete de la tarde, bueno quizás es un poco tarde pero tampoco es cómo para que no haya nadie en las calles, aun el sol alumbra un poco.
—Hola hermosa— Dijo un sujeto a mi espalda.
No lo vi solo seguí caminando e ignore totalmente su comentario.
-Es de mala educación no responder cuando te están hablando- Volvió a decir el sujeto que por su voz debiese haber tenido unos “venti-algo”.
Hice caso omiso otra vez y apuré la constancia de mis pasos cuando escuche como unos pasos andaban siguiendo mi rastro. No quise voltear a ver quién era la persona que me seguía yo solo quería llegar sana y salva a casa de mi abuela así que comencé a caminar más rápido aun.
—¿Por qué caminas tan rápido linda?— Preguntó una voz distinta a la anterior.
—No te preocupes que no mordemos— Rió otro además de los otros dos.
Sin pensar en nada me giré y vi como esos tres chicos que traían puesta la capucha de su polerón y caminaban tan rápido como yo, esos idiotas me estaban siguiendo quizás para qué.
—Solo queremos hablar contigo— Dijo el que primero me había hablado.
Sentí como sus pasos avanzaban y luego sentir como uno de ellos me agarraba del brazo.
—¡Suéltame!— Grité en cuando por fin había llegado a la parte recta de la larga avenida.
—No amor, por lo menos no hasta mañana— Sonrió.
—¡Te dije que me sueltes!— Saqué mi brazo de su poder inmediatamente de haberle pegado una patada en la canilla.
—¡Ah!— Se quejó el estúpido.
Al instante de oírlo quejarse por el golpe salí corriendo a toda velocidad por la extensa calle. Volteé y ahí estaban los tres corriendo tras de mí.
En ese momento sentí tanto miedo de lo que esos tres imbéciles pudieran hacerme que saque fuerzas interiores para seguir corriendo, ya estaba exhausta y aún faltaban tres grandes cuadras para llegar a mi destino, no podía darme por vencida así que tuve que cambiar mi rumbo y meterme por una de las calles adyacentes a la avenida, giré mi vista hacia atrás y los había perdido de vista, pero no por mucho ya que ellos de seguro me habían visto entrar a esta calle y me seguirían de igual manera, ya no tengo opciones más para huir porque me acabo de percatar que en unos trece metros más la calle se acaba, ¿Dónde está la gente cuando uno de verás la necesita? Y ¿Cómo es que no haya nadie en las calles?
Me di vuelta y ahí estaban ellos doblando hacía la calle ¡Estoy pérdida! Retomé mi curso y corrí con todas mis fuerzas sabiendo que entre más avanzará más cerca estaría del final de la calle pero no me rendiría sin antes haber jugado todas mis cartas.
¡Piensa Maggie! Me grité a mí misma y ahí fue cuando recordé las palabras que un día me dijo mi madre cuando yo no tenía más de siete años: “Hija hay gente muy mala allí afuera pero como la hay mala también hay buena, siempre habrá alguien que estará dispuesto a ayudar, solo hay buscar y bueno si no lo hace siempre habrá otro, otro y otro al que puedas pedirle ayuda” ¡Vaya oportuno momento para recordar eso!
Sin darle más vueltas a las palabras doble hacia una casa y comencé a tocar y a tocar la puerta pero no salía nadie así que corrí hacia la linda casa blanca del frente y repetí mi acto.
—¿Sucede algo?— Preguntó la mujer del cabello rubio y corto viendo mi expresión.
—Por favor déjeme entrar— Dije llorando y mirando como ellos estaban a un par de metros.
La mujer vio lo que yo veía y al parecer entendió ya que me miró alarmada y por los hombros me metió de un tirón dentro de la casa.
—¿Estas bien?— Tomo mi cara luego de cerrar bruscamente la puerta de la casa.
—Muchas, muchas, pero muchas gracias— La abracé.
—No te preocupes— Me apretó hacia ella— ¿Quieres un poco de agua?
—Por favor— Me separé de ella y sequé mis lágrimas.
—Ven conmigo.
La seguí viendo la linda casa que ella poseía, un lindo living bien equipado y decorado y unas paredes color lavanda cubiertas de fotografías y cuadros. Llegamos a la cocina, la cual al igual que toda su casa era hermosa y grande.
—Toma asiento— Indicó la pequeña mesita que había en el centro.
—Gracias— Me senté viendo como llenaba un vaso de agua.
—Ten cariño— Extendió el vaso y se sentó al frente mío.
—Gracias— Di un gran sobo ya que estaba sedienta de tanto correr.
—¿Quieres contarme que paso?
—Está bien— Asentí dejando el vaso en la mesa- Iba a casa de mi abuela y un tipo me empezó a hablar y luego otros dos aparecieron y empezaron a seguirme, me alcanzaron y uno me agarro del brazo así que le pegué y salí corriendo y llegué a aquí y toqué en una casa y nadie me abrió así que desesperada llegué y toqué aquí y bueno usted me salvo de lo que sea que me hubiesen hecho esos tipos— Tome entre mis manos el vaso otra vez.
—Eso no debe haber sido agradable— Negué con la cabeza— Me alegró de que hayas buscado ayuda tocando la puerta.
—Claro, no podía darme por vencida tan fácil.
—Exacto, que esto te sirva para andar más preparada y cuidadosa por la calle.
—No creo que vuelva a salir más a la calle por un tiempo— Hice una mueca con la boca.
—¿Desde dónde te vienen siguiendo?
—Desde el principio de Pacific Street dónde están esas tiendas vacías.
—¿Estabas por ahí sola?— Preguntó preocupada.
—Sí.
—¿No sabes que es muy peligrosa esa parte? Hay se juntan muchas bandas a beber alcohol y a drogarse.
—No tenía idea- Me asombré un poco.
Ahí estaba la repuesta de qué porque no había nunca nadie en ese lugar, para la próxima vez me informare antes de llegar a cualquier lugar y ponerme en riego de esa forma.
—¿No eres de aquí?— Yo agité mi cabeza- ¿De dónde eres?
—Soy de Dublín.
—Ah…
—Enserio gracias por todo.
—Ya basta de gracias, creo que si alguien golpeara tu puerta por la misma razón tú hubieses actuado igual que yo.
—En eso tiene razón— Bebí el último concho de agua que quedaba.
—¿Cómo te llamas?
—Maggie.
—Me gusta— Sonrió— Yo soy Erin.
Dicho esto la luz de la cocina al igual que la de toda la casa empezó a parpadear.
—Creo que se va a cortar la luz— Se paró de la mesa— Iré a buscar velas. No te muevas de aquí.
—Está bien- Dije cuando ella se había ido.
Dicho y hecho, se cortó la luz y me quedé sentada todavía ahí en la oscuridad esperando que Erin llegará con las imprescindibles velas, pasó un minuto y nada, dos minutos y tampoco ocurrió nada pero cuando ya habían pasado más de cinco fue cuando me desesperé y me hice presa del pánico.
Me paré haciendo mucho ruido y cuando ya me puse de pie comencé a caminar con rumbo incierto hacia donde sea que mis pies me llevaran mientras con mis manos estiradas hacia el frente pretendía no chocar de cara con alguna muralla o algo.
No avance mucho en verdad de mi posición inicial por mis cálculos ya debería estar por el pasillo casi llegando a la escalera, avance un poco más hasta que sentí unos pasos en la cocina, quise devolverme hacia allá pero volví mi vista al frente y con mis pies pise algo.
—¡Ah!— Gritó una voz masculina justo en el instante que se encendía la luz.
Estábamos a menos de cinco centímetros así que yo solo veía sus hermosos ojos azules, él también me miraba fijamente, no fui consciente del tiempo que pasamos mirándonos pero al parecer fue mucho.
—Él es mi hijo Niall— Volteé y estaba Erin en la entrada de la cocina mirándonos atentamente.
—Soy Niall— Dijo él manteniendo la misma distancia.
—Yo ______— Me aleje de él y pude ver completa su adorable cara sonriéndome.
Era tan tierno que daban ganas de abrazarlo y no soltarlo jamás, era tan pero ¡Tan adorable!
Él solo me miró por el retrovisor y comenzó a desacelerar para después detenerse en una esquina frente a una panadería.
-Gracias- Susurré bajando del bus- Por fin estoy aquí- Respondí acomodando mi bolso de jeans en mi hombro.
Al fin era verano y le prometí a mi abuela que vendría y pasaría todas las vacaciones con ella así que luego de hablarlo con mis padres y recibir un sí por parte de cada uno, tome un bus desde Dublín hasta Mullingar.
La casa de mi abuela estaba a unas cinco cuadras de aquí, pero no conocía otro bus que hiciera este trayecto así que como siempre tomé este bus y me decidí a caminar aquellas cinco largas cuadras.
Esta esquina es diferente a cualquiera que haya visto anteriormente ya que tiene solo una salida.
Las veredas se juntan en forma de ángulo recto dejando en su intersección un callejón de unos cinco metros de largo, no era demasiado pero estaba un poco oscuro, ni modo esta era la única salida para salir a la calle que debía seguir para llegar a casa de mi abuela.
Pasé el callejón y luego me encontré con aquella calle en curva que luego se volvía en recta, en la parte curva no había casas solo había varios locales como minimarkets y de reparación de objetos electrónicos pero todos cerrados y abandonados, con los vidrios rotos y con la pintura descascarándose. Es un poco extraña esta parte porque la vez anterior que vine sola el cuento era el mismo, yo sola y la suciedad del lugar, es raro que no haya nadie siendo que son las siete de la tarde, bueno quizás es un poco tarde pero tampoco es cómo para que no haya nadie en las calles, aun el sol alumbra un poco.
—Hola hermosa— Dijo un sujeto a mi espalda.
No lo vi solo seguí caminando e ignore totalmente su comentario.
-Es de mala educación no responder cuando te están hablando- Volvió a decir el sujeto que por su voz debiese haber tenido unos “venti-algo”.
Hice caso omiso otra vez y apuré la constancia de mis pasos cuando escuche como unos pasos andaban siguiendo mi rastro. No quise voltear a ver quién era la persona que me seguía yo solo quería llegar sana y salva a casa de mi abuela así que comencé a caminar más rápido aun.
—¿Por qué caminas tan rápido linda?— Preguntó una voz distinta a la anterior.
—No te preocupes que no mordemos— Rió otro además de los otros dos.
Sin pensar en nada me giré y vi como esos tres chicos que traían puesta la capucha de su polerón y caminaban tan rápido como yo, esos idiotas me estaban siguiendo quizás para qué.
—Solo queremos hablar contigo— Dijo el que primero me había hablado.
Sentí como sus pasos avanzaban y luego sentir como uno de ellos me agarraba del brazo.
—¡Suéltame!— Grité en cuando por fin había llegado a la parte recta de la larga avenida.
—No amor, por lo menos no hasta mañana— Sonrió.
—¡Te dije que me sueltes!— Saqué mi brazo de su poder inmediatamente de haberle pegado una patada en la canilla.
—¡Ah!— Se quejó el estúpido.
Al instante de oírlo quejarse por el golpe salí corriendo a toda velocidad por la extensa calle. Volteé y ahí estaban los tres corriendo tras de mí.
En ese momento sentí tanto miedo de lo que esos tres imbéciles pudieran hacerme que saque fuerzas interiores para seguir corriendo, ya estaba exhausta y aún faltaban tres grandes cuadras para llegar a mi destino, no podía darme por vencida así que tuve que cambiar mi rumbo y meterme por una de las calles adyacentes a la avenida, giré mi vista hacia atrás y los había perdido de vista, pero no por mucho ya que ellos de seguro me habían visto entrar a esta calle y me seguirían de igual manera, ya no tengo opciones más para huir porque me acabo de percatar que en unos trece metros más la calle se acaba, ¿Dónde está la gente cuando uno de verás la necesita? Y ¿Cómo es que no haya nadie en las calles?
Me di vuelta y ahí estaban ellos doblando hacía la calle ¡Estoy pérdida! Retomé mi curso y corrí con todas mis fuerzas sabiendo que entre más avanzará más cerca estaría del final de la calle pero no me rendiría sin antes haber jugado todas mis cartas.
¡Piensa Maggie! Me grité a mí misma y ahí fue cuando recordé las palabras que un día me dijo mi madre cuando yo no tenía más de siete años: “Hija hay gente muy mala allí afuera pero como la hay mala también hay buena, siempre habrá alguien que estará dispuesto a ayudar, solo hay buscar y bueno si no lo hace siempre habrá otro, otro y otro al que puedas pedirle ayuda” ¡Vaya oportuno momento para recordar eso!
Sin darle más vueltas a las palabras doble hacia una casa y comencé a tocar y a tocar la puerta pero no salía nadie así que corrí hacia la linda casa blanca del frente y repetí mi acto.
—¿Sucede algo?— Preguntó la mujer del cabello rubio y corto viendo mi expresión.
—Por favor déjeme entrar— Dije llorando y mirando como ellos estaban a un par de metros.
La mujer vio lo que yo veía y al parecer entendió ya que me miró alarmada y por los hombros me metió de un tirón dentro de la casa.
—¿Estas bien?— Tomo mi cara luego de cerrar bruscamente la puerta de la casa.
—Muchas, muchas, pero muchas gracias— La abracé.
—No te preocupes— Me apretó hacia ella— ¿Quieres un poco de agua?
—Por favor— Me separé de ella y sequé mis lágrimas.
—Ven conmigo.
La seguí viendo la linda casa que ella poseía, un lindo living bien equipado y decorado y unas paredes color lavanda cubiertas de fotografías y cuadros. Llegamos a la cocina, la cual al igual que toda su casa era hermosa y grande.
—Toma asiento— Indicó la pequeña mesita que había en el centro.
—Gracias— Me senté viendo como llenaba un vaso de agua.
—Ten cariño— Extendió el vaso y se sentó al frente mío.
—Gracias— Di un gran sobo ya que estaba sedienta de tanto correr.
—¿Quieres contarme que paso?
—Está bien— Asentí dejando el vaso en la mesa- Iba a casa de mi abuela y un tipo me empezó a hablar y luego otros dos aparecieron y empezaron a seguirme, me alcanzaron y uno me agarro del brazo así que le pegué y salí corriendo y llegué a aquí y toqué en una casa y nadie me abrió así que desesperada llegué y toqué aquí y bueno usted me salvo de lo que sea que me hubiesen hecho esos tipos— Tome entre mis manos el vaso otra vez.
—Eso no debe haber sido agradable— Negué con la cabeza— Me alegró de que hayas buscado ayuda tocando la puerta.
—Claro, no podía darme por vencida tan fácil.
—Exacto, que esto te sirva para andar más preparada y cuidadosa por la calle.
—No creo que vuelva a salir más a la calle por un tiempo— Hice una mueca con la boca.
—¿Desde dónde te vienen siguiendo?
—Desde el principio de Pacific Street dónde están esas tiendas vacías.
—¿Estabas por ahí sola?— Preguntó preocupada.
—Sí.
—¿No sabes que es muy peligrosa esa parte? Hay se juntan muchas bandas a beber alcohol y a drogarse.
—No tenía idea- Me asombré un poco.
Ahí estaba la repuesta de qué porque no había nunca nadie en ese lugar, para la próxima vez me informare antes de llegar a cualquier lugar y ponerme en riego de esa forma.
—¿No eres de aquí?— Yo agité mi cabeza- ¿De dónde eres?
—Soy de Dublín.
—Ah…
—Enserio gracias por todo.
—Ya basta de gracias, creo que si alguien golpeara tu puerta por la misma razón tú hubieses actuado igual que yo.
—En eso tiene razón— Bebí el último concho de agua que quedaba.
—¿Cómo te llamas?
—Maggie.
—Me gusta— Sonrió— Yo soy Erin.
Dicho esto la luz de la cocina al igual que la de toda la casa empezó a parpadear.
—Creo que se va a cortar la luz— Se paró de la mesa— Iré a buscar velas. No te muevas de aquí.
—Está bien- Dije cuando ella se había ido.
Dicho y hecho, se cortó la luz y me quedé sentada todavía ahí en la oscuridad esperando que Erin llegará con las imprescindibles velas, pasó un minuto y nada, dos minutos y tampoco ocurrió nada pero cuando ya habían pasado más de cinco fue cuando me desesperé y me hice presa del pánico.
Me paré haciendo mucho ruido y cuando ya me puse de pie comencé a caminar con rumbo incierto hacia donde sea que mis pies me llevaran mientras con mis manos estiradas hacia el frente pretendía no chocar de cara con alguna muralla o algo.
No avance mucho en verdad de mi posición inicial por mis cálculos ya debería estar por el pasillo casi llegando a la escalera, avance un poco más hasta que sentí unos pasos en la cocina, quise devolverme hacia allá pero volví mi vista al frente y con mis pies pise algo.
—¡Ah!— Gritó una voz masculina justo en el instante que se encendía la luz.
Estábamos a menos de cinco centímetros así que yo solo veía sus hermosos ojos azules, él también me miraba fijamente, no fui consciente del tiempo que pasamos mirándonos pero al parecer fue mucho.
—Él es mi hijo Niall— Volteé y estaba Erin en la entrada de la cocina mirándonos atentamente.
—Soy Niall— Dijo él manteniendo la misma distancia.
—Yo ______— Me aleje de él y pude ver completa su adorable cara sonriéndome.
Era tan tierno que daban ganas de abrazarlo y no soltarlo jamás, era tan pero ¡Tan adorable!
Invitado
Invitado
Re: Electric Shock |Niall Horan|
Hola & Bienvenida!Conny Carter escribió:¡Mad! {Sí, te diré así, ah} ¿Cómo tash? (?). Kaskakaja amé la sinopsis, hace tanto que no leía una novela del Nialler (?), so, quiero leer más. Así que ¡Síguela! ¡Saludos!
eñaslfnhjkñ, Bien ¿y tu?:33
Ya la seguí *-*
Invitado
Invitado
Re: Electric Shock |Niall Horan|
Chapter 2
—¿Tienen hambre?— Preguntó Erin.
—Mucha— Respondió Niall aun sonriéndome.
—¿Qué hay de ti Maggie?
—Yo creo que mejor me voy.
—No, no te dejaré irte sola, come con nosotros y luego Niall te irá a dejar.
—No tengo ningún problema— Dijo él.
—Está bien.
Fuimos a la cocina y Niall y yo nos sentamos en la pequeña mesa mientras Erin servía la comida.
—¿No eres de aquí cierto?
—No ¿Cómo lo sabes?
—Si te hubiese visto créeme que lo recordaría.
—¿Enserio?— Alcé una ceja.
—Claro— Sonrió.
Es tan lindo, me dan ganas de apretarle los cachetes como las abuelas, es tan solo un niñito.
—¿Cuántos años tienes?
—Diecisiete.
¿¡Qué!? ¿Dijo diecisiete? No es posible, yo tengo quince y los representó bien pero él se ve de mi edad como máximo de dieciséis años recién cumplidos.
—¿Y tú?
—Quince— Sonreí.
—Eres pequeñita— Dijo Erin.
—Lo sé— Levante los hombros.
—¿Y cómo llegaste aquí?— Preguntó Niall.
—No quiero contar esa historia otra vez— Respondí haciendo una mueca.
Él me miró con una tierna mirada diciendo “por-favor-cuéntame-si-di-que-sí”
—Está bien— Suspiré- Iba a casa de mi abuela y unos chicos empezaron a seguirme, me alcanzaron y uno me agarro del brazo así que le pegué y salí corriendo desesperada y toqué la puerta aquí y bueno tu mamá me abrió la puerta y me salvo de lo que sea que me hubiesen hecho esos idiotas.
—¿De verdad?— Abrió los ojos grandes y yo solo moví de arriba abajo mi cabeza— Yo conozco a todos aquí tu solo dime y yo me encargo de esos imbéciles— Dijo molesto.
—No lo sé, eran tres y estaban con capuchas así que no sabría describirlos bien.
—Si te enteras de quienes son dime y yo arreglo todo— Dijo aun molesto.
—Cálmate amor— Dijo Erin poniendo un plato de comida frente a cada uno.
—Amo la lasaña— Sonreí— Gracias.
—De nada, agradécele a Niall es su comida favorita y me obliga a hacerla cuatro veces por semana— Puso los ojos en blanco.
—Eso es verdad— Dijo con la boca llena.
Se veía tan encantador comiendo, como un monito que no sabe comer.
—También es mi comida favorita.
—¿Enserio?— Preguntó con la boca llena y sucia.
—Sí— Reí.
—Hijo, come como una persona normal.
—Tú también comes así— Volví a reír por el comentario de Niall.
—Mentira hijo— Erin se sonrojo.
Fue una linda comida: Niall comiendo como animal —Un lindo animalito— y Erin retándolo y siendo el blanco de las bromas de su hijo quién ya llevaba dos platos de comida.
—¿Qué hay de postre?
—Ya comiste demasiado.
—Pero mamá.
—No, Niall— Le quitó el plato antes que acabará lamiéndolo— ¿Por qué mejor no vas a dejar a Maggie?
—Está bien— Se paró— Solo déjame ir al baño— Se fue corriendo al baño.
Pasaron unos silencios segundos en los que Erin y yo solo nos mirábamos buscando que decirle a la otra.
—¿Te agrada mi hijo?
—Sí, es muy… Niall— Reímos.
—Es un poco especial.
—Mucho— Sonreí.
—No podría tener mejor hijo.
—¿Es hijo único?
—Sí— Dio una leve carcajada.
—Gracias por todo— Acomode el bolso en mi hombro izquierdo.
—De nada— Dijo en cuanto se oyó que una puerta se abría— Por cierto Niall termino con su novia la semana pasada y ya la olvido— Susurró en mi oído.
—¿Qué?
—No me hagas repetirlo estoy muy segura de que lo oíste muy bien— Me cerró un ojo.
¿Yo con Niall? ¡No! No es que sea feo de hecho es hermoso pero ese es el problema es demasiado lindo, es un niño y yo necesito un hombre.
—Erin yo con él…
—Aquí estoy señoritas- Interrumpió Niall llegando más lindo de lo que recordaba.
De seguro se peinó o algo mientras estaba en el baño para verse mejor y bueno de verdad funciono.
—¿Vamos?— Extendió su brazo para que yo lo tomará.
No pude negarme así que entrelace mi brazo con el suyo dedicándole una amplia sonrisa única y exclusivamente para él.
—Te doy permiso para no llegar a dormir esta noche— Le susurró su madre a Niall.
Claramente no funciono su susurro ya que lo escuche perfectamente, como se supone que eso no debía oírlo yo será mejor que me haga la que no escuchó nada.
—Adiós mamá.
—Adiós chicos— Se despidió con la mano— Puedes venir cuando quieras Maggie.
—Está bien, adiós— Respondí segundos antes de que ella cerrara la puerta.
Miré mi reloj y me di cuenta de que eran las diez de la noche, había pasado tres horas en casa de Niall y a mí no me habían parecido más de una hora, creo que el tiempo pasa rápido cuando te diviertes ¿No?
—¿Es tarde no?
—Sí— Respondí mientras caminábamos en dirección a Pacific Street.
Sin decirme nada él desengancho su brazo del mío, yo lo mire y él sonrió para luego detenerse y comenzar a sacarse su polerón azul con bolsillo tipo canguro.
—No es necesario— Dije en cuanto el me lo pasaba.
—Tómalo— Dijo quedándose solo con una polera verde.
—No gracias— Me crucé de brazos.
—Te lo pones tú o lo hago yo.
—Cualquier chico preferiría desvestirme antes que vestirme— Reímos al unísono.
—Quizás pero hace mucho frío— Extendió nuevamente su polerón.
—Está bien— Sonreí.
Me saqué el bolso del hombro y él sin preguntar nada me lo quito y lo sostuvo, me puse el polerón que estaba bastante calentito y además olía delicioso. Tras ponérmelo él me miró y se rió.
—¿Qué pasa?— Dije viendo como él reía y se ponía mi bolso de forma cruzada por el hombro.
No bastó preguntar más, con su vista pegada sobre mi cabeza acabe deduciendo por mi cuenta que se reía de mi despeinado cabello. Él se acercó y con ambas manos comenzó a peinar mi cabello.
—Gracias— Dije cuando termino.
Él sonrió y me ofreció nuevamente su brazo, el cual por supuesto tome.
—¿Vienes muy seguido a ver a tu abuela?
—No, de hecho no vengo hace un año.
—¿Viniste sola?
—Sí.
—Ah…
—¿Vives hace mucho aquí?— Pregunté para romper el silencio.
—No, solo desde que nací— Rió.
—No me causa risa— Me hice la molesta.
—Lo siento— Cambió su sonrisa por una expresión seria.
—Era broma— Reí yo esta vez.
—No me causo risa— Dijo en cuanto nos deteníamos frente a un semáforo esperando que nos diera la luz verde.
—Sé que no estas molesto.
—Tienes razón— Con su brazo me acercó más a él.
—¿Cómo es tu vida aquí?
—Increíble, mañana es mi fiesta de graduación.
—Genial, a mí todavía me quedan dos años.
—Dos años pasan muy rápido— Comenzamos a cruzar la calle.
—Eso no es verdad pero como sea que te diviertas en tu fiesta.
—No sé si vaya.
—¿Por qué no?
—Porque la semana pasada termine con mi novia y ya no tengo con quien ir.
—No necesitas ir con alguien para divertirte.
—Lo sé pero es mejor estar acompañado y no hay nadie de aquí con quien me gustaría ir.
—Entonces es tú culpa por no querer ir con alguien.
—Pero yo si quiero ir con alguien.
—Dijiste que no hay nadie de aquí con quien te gustaría ir.
—Exacto, con alguien que no sea de aquí— Recalcó la palabra "aquí".
—Niall Lo agarré fuertemente del brazo cuando ya estábamos al frente de la casa de mi abuela.
—¿Qué pasó?— Puso ambas manos sobre mis caderas.—
—Ese chico— Miré al chico que salía de la casa junto a la de mi abuela.
—¿Quién?— Se volteó a ver al chico— Él es Martín.
—Él era uno de los que me perseguía— Dije viendo como él cerraba con llave la puerta de la casa.
—¿Qué?— Me miró aun con sus manos en mi cintura.
Miré al chico como caminaba rumbo a la calle, él por casualidad me vio observándolo y se paró a dos metros de nosotros mirándome totalmente helado. Niall vio a donde iba mi vista y se puso junto a mí y con un solo brazo me rodeo por atrás la cintura observando con odio al tal Martín.
—No vayas a hacer ninguna tontería— Susurré en el oído de Niall.
—No haré ninguna tontería si es que no susurras más de esa forma en mi oído— Susurró de la misma sensual manera que yo lo había hecho anteriormente sin percatarme.
Él sonrío y yo me ruborice levemente.
—Hola Martín— Dijo Niall fríamente viéndolo indiferente.
—Niall— Dijo nervioso.
—Espérame un poco— Me soltó y camino hacia él.
Vi como Niall se paraba al frente de él y Martin solo miraba él suelo.
—¿Cómo es eso de que tú la estabas siguiendo?
—Yo solo…
—¿Tú que?— Lo interrumpió acercándose a él.
—Estaba un poco borracho, y con los chicos estábamos tú sabes… ganosos y bueno ella es muy linda y…
—¿Querías violarla?— Lo interrumpió.
—Sí, pero no era solo yo— Dijo soltándose de la mano que Niall tenía en su cuello.
—No se te vaya a ocurrir ponerle un dedo encima a mi novia— Dijo Niall mirándolo desafiante.
¿Dijo novia? ¡Vaya que sí lo dijo! En verdad esto es bastante sexy, que él chico defienda a la chica, es rudo, no sé pero me gusta.
—¿Es tú novia?— Él chico lo miró asombrado.
—Sí, si lo es— Niall me miró y sonrió al igual que yo— Así que no se vuelva a repetir algo así.
—Está bien— Me miró y se acercó a mí— Lo siento— Puso su mano mi hombro.
—¡No me vuelvas a tocar!— Corrí bruscamente mi brazo de su alcance.
—Eres agresiva— Sonrió- Me gusta.
—Cállate imbécil— Dijo Niall poniéndose delante de mí.
—No te pases conmigo— Le dijo a Niall.
—Entonces tú no lo hagas y mucho menos con ella— Dijo Niall en cuanto yo estaba aún atrás de él y ponía mis manos en su cintura.
—Creo que los dejo, tengo cosas que hacer— Giró su cabeza y agito su mano en forma de despida mientras ponía una sínica sonrisa— Espero verlos mañana en la fiesta.
—¡Hay estaremos!— Gritó Niall viendo como él caminaba y giraba su brazo para mostrarnos el dedo del medio.
Creo que no me importaría acompañar a Niall a esa fiesta, de hecho podría ser una forma de agradecerle por lo que hizo ahora, lo cual me mostró una faceta totalmente distinta de él, definitivamente no es un niñito como pensé en un principio.
—Mucha— Respondió Niall aun sonriéndome.
—¿Qué hay de ti Maggie?
—Yo creo que mejor me voy.
—No, no te dejaré irte sola, come con nosotros y luego Niall te irá a dejar.
—No tengo ningún problema— Dijo él.
—Está bien.
Fuimos a la cocina y Niall y yo nos sentamos en la pequeña mesa mientras Erin servía la comida.
—¿No eres de aquí cierto?
—No ¿Cómo lo sabes?
—Si te hubiese visto créeme que lo recordaría.
—¿Enserio?— Alcé una ceja.
—Claro— Sonrió.
Es tan lindo, me dan ganas de apretarle los cachetes como las abuelas, es tan solo un niñito.
—¿Cuántos años tienes?
—Diecisiete.
¿¡Qué!? ¿Dijo diecisiete? No es posible, yo tengo quince y los representó bien pero él se ve de mi edad como máximo de dieciséis años recién cumplidos.
—¿Y tú?
—Quince— Sonreí.
—Eres pequeñita— Dijo Erin.
—Lo sé— Levante los hombros.
—¿Y cómo llegaste aquí?— Preguntó Niall.
—No quiero contar esa historia otra vez— Respondí haciendo una mueca.
Él me miró con una tierna mirada diciendo “por-favor-cuéntame-si-di-que-sí”
—Está bien— Suspiré- Iba a casa de mi abuela y unos chicos empezaron a seguirme, me alcanzaron y uno me agarro del brazo así que le pegué y salí corriendo desesperada y toqué la puerta aquí y bueno tu mamá me abrió la puerta y me salvo de lo que sea que me hubiesen hecho esos idiotas.
—¿De verdad?— Abrió los ojos grandes y yo solo moví de arriba abajo mi cabeza— Yo conozco a todos aquí tu solo dime y yo me encargo de esos imbéciles— Dijo molesto.
—No lo sé, eran tres y estaban con capuchas así que no sabría describirlos bien.
—Si te enteras de quienes son dime y yo arreglo todo— Dijo aun molesto.
—Cálmate amor— Dijo Erin poniendo un plato de comida frente a cada uno.
—Amo la lasaña— Sonreí— Gracias.
—De nada, agradécele a Niall es su comida favorita y me obliga a hacerla cuatro veces por semana— Puso los ojos en blanco.
—Eso es verdad— Dijo con la boca llena.
Se veía tan encantador comiendo, como un monito que no sabe comer.
—También es mi comida favorita.
—¿Enserio?— Preguntó con la boca llena y sucia.
—Sí— Reí.
—Hijo, come como una persona normal.
—Tú también comes así— Volví a reír por el comentario de Niall.
—Mentira hijo— Erin se sonrojo.
Fue una linda comida: Niall comiendo como animal —Un lindo animalito— y Erin retándolo y siendo el blanco de las bromas de su hijo quién ya llevaba dos platos de comida.
—¿Qué hay de postre?
—Ya comiste demasiado.
—Pero mamá.
—No, Niall— Le quitó el plato antes que acabará lamiéndolo— ¿Por qué mejor no vas a dejar a Maggie?
—Está bien— Se paró— Solo déjame ir al baño— Se fue corriendo al baño.
Pasaron unos silencios segundos en los que Erin y yo solo nos mirábamos buscando que decirle a la otra.
—¿Te agrada mi hijo?
—Sí, es muy… Niall— Reímos.
—Es un poco especial.
—Mucho— Sonreí.
—No podría tener mejor hijo.
—¿Es hijo único?
—Sí— Dio una leve carcajada.
—Gracias por todo— Acomode el bolso en mi hombro izquierdo.
—De nada— Dijo en cuanto se oyó que una puerta se abría— Por cierto Niall termino con su novia la semana pasada y ya la olvido— Susurró en mi oído.
—¿Qué?
—No me hagas repetirlo estoy muy segura de que lo oíste muy bien— Me cerró un ojo.
¿Yo con Niall? ¡No! No es que sea feo de hecho es hermoso pero ese es el problema es demasiado lindo, es un niño y yo necesito un hombre.
—Erin yo con él…
—Aquí estoy señoritas- Interrumpió Niall llegando más lindo de lo que recordaba.
De seguro se peinó o algo mientras estaba en el baño para verse mejor y bueno de verdad funciono.
—¿Vamos?— Extendió su brazo para que yo lo tomará.
No pude negarme así que entrelace mi brazo con el suyo dedicándole una amplia sonrisa única y exclusivamente para él.
—Te doy permiso para no llegar a dormir esta noche— Le susurró su madre a Niall.
Claramente no funciono su susurro ya que lo escuche perfectamente, como se supone que eso no debía oírlo yo será mejor que me haga la que no escuchó nada.
—Adiós mamá.
—Adiós chicos— Se despidió con la mano— Puedes venir cuando quieras Maggie.
—Está bien, adiós— Respondí segundos antes de que ella cerrara la puerta.
Miré mi reloj y me di cuenta de que eran las diez de la noche, había pasado tres horas en casa de Niall y a mí no me habían parecido más de una hora, creo que el tiempo pasa rápido cuando te diviertes ¿No?
—¿Es tarde no?
—Sí— Respondí mientras caminábamos en dirección a Pacific Street.
Sin decirme nada él desengancho su brazo del mío, yo lo mire y él sonrió para luego detenerse y comenzar a sacarse su polerón azul con bolsillo tipo canguro.
—No es necesario— Dije en cuanto el me lo pasaba.
—Tómalo— Dijo quedándose solo con una polera verde.
—No gracias— Me crucé de brazos.
—Te lo pones tú o lo hago yo.
—Cualquier chico preferiría desvestirme antes que vestirme— Reímos al unísono.
—Quizás pero hace mucho frío— Extendió nuevamente su polerón.
—Está bien— Sonreí.
Me saqué el bolso del hombro y él sin preguntar nada me lo quito y lo sostuvo, me puse el polerón que estaba bastante calentito y además olía delicioso. Tras ponérmelo él me miró y se rió.
—¿Qué pasa?— Dije viendo como él reía y se ponía mi bolso de forma cruzada por el hombro.
No bastó preguntar más, con su vista pegada sobre mi cabeza acabe deduciendo por mi cuenta que se reía de mi despeinado cabello. Él se acercó y con ambas manos comenzó a peinar mi cabello.
—Gracias— Dije cuando termino.
Él sonrió y me ofreció nuevamente su brazo, el cual por supuesto tome.
—¿Vienes muy seguido a ver a tu abuela?
—No, de hecho no vengo hace un año.
—¿Viniste sola?
—Sí.
—Ah…
—¿Vives hace mucho aquí?— Pregunté para romper el silencio.
—No, solo desde que nací— Rió.
—No me causa risa— Me hice la molesta.
—Lo siento— Cambió su sonrisa por una expresión seria.
—Era broma— Reí yo esta vez.
—No me causo risa— Dijo en cuanto nos deteníamos frente a un semáforo esperando que nos diera la luz verde.
—Sé que no estas molesto.
—Tienes razón— Con su brazo me acercó más a él.
—¿Cómo es tu vida aquí?
—Increíble, mañana es mi fiesta de graduación.
—Genial, a mí todavía me quedan dos años.
—Dos años pasan muy rápido— Comenzamos a cruzar la calle.
—Eso no es verdad pero como sea que te diviertas en tu fiesta.
—No sé si vaya.
—¿Por qué no?
—Porque la semana pasada termine con mi novia y ya no tengo con quien ir.
—No necesitas ir con alguien para divertirte.
—Lo sé pero es mejor estar acompañado y no hay nadie de aquí con quien me gustaría ir.
—Entonces es tú culpa por no querer ir con alguien.
—Pero yo si quiero ir con alguien.
—Dijiste que no hay nadie de aquí con quien te gustaría ir.
—Exacto, con alguien que no sea de aquí— Recalcó la palabra "aquí".
—Niall Lo agarré fuertemente del brazo cuando ya estábamos al frente de la casa de mi abuela.
—¿Qué pasó?— Puso ambas manos sobre mis caderas.—
—Ese chico— Miré al chico que salía de la casa junto a la de mi abuela.
—¿Quién?— Se volteó a ver al chico— Él es Martín.
—Él era uno de los que me perseguía— Dije viendo como él cerraba con llave la puerta de la casa.
—¿Qué?— Me miró aun con sus manos en mi cintura.
Miré al chico como caminaba rumbo a la calle, él por casualidad me vio observándolo y se paró a dos metros de nosotros mirándome totalmente helado. Niall vio a donde iba mi vista y se puso junto a mí y con un solo brazo me rodeo por atrás la cintura observando con odio al tal Martín.
—No vayas a hacer ninguna tontería— Susurré en el oído de Niall.
—No haré ninguna tontería si es que no susurras más de esa forma en mi oído— Susurró de la misma sensual manera que yo lo había hecho anteriormente sin percatarme.
Él sonrío y yo me ruborice levemente.
—Hola Martín— Dijo Niall fríamente viéndolo indiferente.
—Niall— Dijo nervioso.
—Espérame un poco— Me soltó y camino hacia él.
Vi como Niall se paraba al frente de él y Martin solo miraba él suelo.
—¿Cómo es eso de que tú la estabas siguiendo?
—Yo solo…
—¿Tú que?— Lo interrumpió acercándose a él.
—Estaba un poco borracho, y con los chicos estábamos tú sabes… ganosos y bueno ella es muy linda y…
—¿Querías violarla?— Lo interrumpió.
—Sí, pero no era solo yo— Dijo soltándose de la mano que Niall tenía en su cuello.
—No se te vaya a ocurrir ponerle un dedo encima a mi novia— Dijo Niall mirándolo desafiante.
¿Dijo novia? ¡Vaya que sí lo dijo! En verdad esto es bastante sexy, que él chico defienda a la chica, es rudo, no sé pero me gusta.
—¿Es tú novia?— Él chico lo miró asombrado.
—Sí, si lo es— Niall me miró y sonrió al igual que yo— Así que no se vuelva a repetir algo así.
—Está bien— Me miró y se acercó a mí— Lo siento— Puso su mano mi hombro.
—¡No me vuelvas a tocar!— Corrí bruscamente mi brazo de su alcance.
—Eres agresiva— Sonrió- Me gusta.
—Cállate imbécil— Dijo Niall poniéndose delante de mí.
—No te pases conmigo— Le dijo a Niall.
—Entonces tú no lo hagas y mucho menos con ella— Dijo Niall en cuanto yo estaba aún atrás de él y ponía mis manos en su cintura.
—Creo que los dejo, tengo cosas que hacer— Giró su cabeza y agito su mano en forma de despida mientras ponía una sínica sonrisa— Espero verlos mañana en la fiesta.
—¡Hay estaremos!— Gritó Niall viendo como él caminaba y giraba su brazo para mostrarnos el dedo del medio.
Creo que no me importaría acompañar a Niall a esa fiesta, de hecho podría ser una forma de agradecerle por lo que hizo ahora, lo cual me mostró una faceta totalmente distinta de él, definitivamente no es un niñito como pensé en un principio.
Invitado
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Re: Electric Shock |Niall Horan|
¡Madiiiiiiiiii!
¿Qué tal? Tanto sin saber de ti...
Asdgj Juro que me encantó la novela. Is sooooo cute :3
Jajajaj Erin súper directa con Maggie, digo, ni mi mami haría eso lol
Bueno... espero que la sigas c:
¡Millones de besos! xoxo
¿Qué tal? Tanto sin saber de ti...
Asdgj Juro que me encantó la novela. Is sooooo cute :3
Jajajaj Erin súper directa con Maggie, digo, ni mi mami haría eso lol
Bueno... espero que la sigas c:
¡Millones de besos! xoxo
Invitado
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Re: Electric Shock |Niall Horan|
Yo habia comentado antes....
Lo juro... pero no se cargo el comentario.... asi que aqui voy de nuevo....
Soy tu sepsi nueva lectora.... me encanta la novela... y me hiciste a mar mucho mas a Niall
Es que es tan sersiiii.... y tan machote y tan rudo y tan lakdla...
tu entiendes ¿no?
Bueno eso, se me olvido que mas habia escrito antes....
Siguela pronto por favor.....!!!!!!!!!!!!!!!
Lo juro... pero no se cargo el comentario.... asi que aqui voy de nuevo....
Soy tu sepsi nueva lectora.... me encanta la novela... y me hiciste a mar mucho mas a Niall
Es que es tan sersiiii.... y tan machote y tan rudo y tan lakdla...
tu entiendes ¿no?
Bueno eso, se me olvido que mas habia escrito antes....
Siguela pronto por favor.....!!!!!!!!!!!!!!!
barbaritha
Re: Electric Shock |Niall Horan|
Hola & bienvenida!Fran~ escribió:¡Madiiiiiiiiii!
¿Qué tal? Tanto sin saber de ti...
Asdgj Juro que me encantó la novela. Is sooooo cute :3
Jajajaj Erin súper directa con Maggie, digo, ni mi mami haría eso lol
Bueno... espero que la sigas c:
¡Millones de besos! xoxo
Yo igual (?)
Yo cuando la leí también me encanto es que es tan*-*
Si xD la mía tampoco
Ahora la sigo
Okey, no importa:33barbaritha escribió:Yo habia comentado antes....
Lo juro... pero no se cargo el comentario.... asi que aqui voy de nuevo....
Soy tu sepsi nueva lectora.... me encanta la novela... y me hiciste a mar mucho mas a Niall
Es que es tan sersiiii.... y tan machote y tan rudo y tan lakdla...
tu entiendes ¿no?
Bueno eso, se me olvido que mas habia escrito antes....
Siguela pronto por favor.....!!!!!!!!!!!!!!!
Holaaa & bienvenida :33 Yo también ame a Niall cuando la leí *-* Espera que más adelante lo amaras más:33
Por supuesto que entiendo xD
Ahora la sigo
Invitado
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Re: Electric Shock |Niall Horan|
Chapter 3
Deslicé mis manos que tenía en su cintura hacia adelante y lo abracé por el estómago para acto seguido poner mi cara en su hombro viendo como él de costado me observaba, acerqué mi cara para finalmente dejar descansar mis labios en su rosada mejilla.
-¿Y eso por?- Sonrió mientras yo lo soltaba.
-Gracias- Dije cuando lo tenía frente a frente.
-No te preocupes pero necesito que me hagas un favor, bueno más bien un honor- Sonrió.
-Iré contigo no te alarmes.
-¿De veras?
-Claro, aparte te debo una.
-Gracias, mañana iremos a comprar tu vestido.
-No, tengo muchos vestidos en casa de mi abuela.
-No es problema, aparte que tengo que comprar un nuevo traje, el que iba usar estaba combinado con el vestido de Sandy.
-¿Sandy?
-Mi ex novia- Aclaró.
-Ah…- Mordí sutilmente mi labio- Un momento… ¿Es mi idea o quieres comprarme un vestido para así poder combinarlo con tu traje?- Reí ligeramente.
-Sí- Levantó sus hombros- Es la graduación y tengo que encargarme de mantener mi reputación hasta el último día.
-¿Reputación?- Él asintió- ¿Eres popular?
-Se podría decir que sí.
-¿Qué tanto?- Sonreí.
-No lo sé, conozco a todos, no hay fiesta a la que no inviten, he hecho las mejores fiestas aquí en Mullingar y…
-Entiendo…-Lo interrumpí entre risas- Eres bastante popular.
-Creo- Le di un codazo- ¿Qué?
-No te hagas, no es malo ser un poco arrogante de vez en cuando.
-Está bien- Con sus dos dedos índices toco mi estómago haciéndome reír.
-Vendré por ti en la mañana.
-No.
-¿Qué?
-No te dejare irte solo a esta hora.
-No te preocupes, recuerda que soy popular- Me cerró un ojo- Y todos al igual que Martín me respetan.
-Ya se te subieron los humos rubiecito.
-¿Rubiecito?- Asentí- Suena lindo.
-Sí, bueno, volviendo al tema… ¿Por qué no te quedas a dormir aquí?
-No puedo…
-Sí puedes- Lo interrumpí y le guiñe un ojo.
-¿Oíste lo que dijo mi mamá?
-Sí, así que no hay problema es que te quedes- Camine hacia la puerta con Niall a mi siga.
-No le molestara a tu abuela que me quede.
-¡Claro que no! Si le cuento todo lo que paso hará hasta un santuario en tu honor.
-¡Enserio! Siempre quise uno.
-Era broma- Me puse seria.
-Lo sé, pero aún me agrada esa idea- Sin querer con su mano rozo mi espalda.
Su leve rose fue diferente a todas las demás veces que nos habíamos tocado, sentí una corriente recorrer mi cuerpo y parece que él también la sintió porque se detuvo a mirar su mano y después me miró.
-Si te quedas sería como una pijamada- Volví a caminar para parar el incómodo momento.
-Primero, no ando con mi piyama- Golpeé la puerta de la casa- Y segundo cuando es un hombre y una mujer no se llama precisamente una pijamada sería…- Se calló al ver mi abuela abriendo la puerta.
-Hola cariño- Me abrazo- ¿Quién es este lindo chico?
-Soy Niall- Extendió su mano pero mi abuela lo abrazo.
-Hola Niall- Sonrió la mujer de sesenta y dos años.
Nos dejó entrar y nos sentamos en el sofá de la sala de estar y le contamos toda la historia, desde que me bajé del bus hasta que llegamos a su casa.
-Me alegra que estés bien Maggie- Sonrió- Y gracias por todo Niall.
-De nada.
-Maggie, no tengo lista tu habitación todavía, creí que llegarías pasado mañana.
-No importa- Sonreí y miré a Niall.
-Iré a buscarles unas frazadas para que duerma aquí ¿Está bien?
-Sí- Respondimos a la par.
-Niall, ya puedes sacarte mi bolso- Reí viendo como aun lo traía cruzado sobre su hombro.
-Lo había olvidado- Se lo saco pero no me lo paso.
-Te lo daré si me devuelves mi polerón.
-¿Ahora si quieres que me desvista?- Reí.
Tomé el polerón por el borde y lo comencé a tirar hacia arriba y al parecer levante un poco mi polera porque sentí unos dedos tocar mi estómago así que me retorcí un poco y reí. Después sentí como unas manos tiraban mi polera hacia abajo para que no la sacara también mientras sacaba el polerón, del cual me deshice en cosa de pocos segundos.
Abrí mis ojos y ahí estaba Niall sonriéndome y pasándome el bolso.
-Toma- Le pase su polerón mientras recibía el bolso.
-Al menos hubieran esperado que los dejara solos para haber empezado a sacarse la ropa- Dijo mi abuela llegando del segundo piso con unas frazadas.
Niall me miró entre a punto de estallar en risa y asombrado.
-¿Crees que tendría sexo en tu casa y con un chico que no conozco hace más de cuatro horas?- Dije viendo como Niall me miraba extrañado de que haya dicho la palabra “sexo” en presencia de mi abuela.
-No lo sé, la juventud de hoy se revuelca con quien sea y donde sea cariño- Dijo dejando aún más impresionado a Niall.
-Tu sabes que yo no soy así- Me paré para recibir las mantas.
-Sí pero… ¿Quién sabe? Quizás este chico te convence- Dijo subiendo la escalera.
-Tu abuela es genial.
-Lo sé- le pasé unas mantas.
-¿Vas a dormir así?
-¿Quieres que duerma en ropa interior?
-No, pero… No importa- Rió.
Nos acostamos ambos en el gran sofá con la cabeza al lado derecho de este y nos tapamos con una sola frazada porque hacía calor dentro de la casa.
-¿Te dije que tus ojos son hermosos?- Dije acostada de costado frente a frente con él.
-No- Sonrió- Gracias.
-Agradécele a tu mamá por haberte heredado esos ojos- Reí.
-Lo haré- Acomodó un cabello que estorbaba en mi cara.
-¿Tienes sueño?
-Un poco- Sin querer él se movió y paso su mano por mi pierna y otra vez esa corriente se invadió de ambos.
-Creo que me dormiré- Cerré los ojos por diez segundos para abrirlos otra vez.
-¿Sentiste eso?- Preguntó mirándome.
-¿Qué cosa?- Me hice la desentendida.
-Nada- Cerró sus ojos dejándome extrañando a esos hermosos ojos azules.
Su expresión era extraña, no sé exactamente que quiso expresar pero definitivamente no era felicidad ni alegría. Me quede mirándolo y sin darme cuenta mi mano estaba en la cara de Niall dándose un tour por todo su rostro, él abrió sus ojos y por alguna razón no pude sacar mi mano de la suavidad de su linda y adorable cara. Me sonrió y se movió un poco para estirar su brazo derecho por mi cintura y apegarme a él.
Saqué mi mano de su cara y la subí a su cabello para empezar a enredar mis dedos en su fascinante cabello amarillento. A continuación de estar unos minutos en silencio tocando su cabello baje mi mano para dejarla quieta en la calidez de su cuello.
-Buenas noches- Besó mi mejilla por unos largos cinco segundos.
No respondí solo sonreí y vi como Niall cerraba sus ojos y se acercaba haciendo que nuestras narices se tocaran. Al igual que él cerré los ojos sin despegar esa sonrisa que en ese momento no había forma de quitar de mi rostro. Finalmente me dormí entre el calor de su reparación sobre mi cara y su dedo pulgar moviéndose de arriba abajo en mi cintura.
-¿Y eso por?- Sonrió mientras yo lo soltaba.
-Gracias- Dije cuando lo tenía frente a frente.
-No te preocupes pero necesito que me hagas un favor, bueno más bien un honor- Sonrió.
-Iré contigo no te alarmes.
-¿De veras?
-Claro, aparte te debo una.
-Gracias, mañana iremos a comprar tu vestido.
-No, tengo muchos vestidos en casa de mi abuela.
-No es problema, aparte que tengo que comprar un nuevo traje, el que iba usar estaba combinado con el vestido de Sandy.
-¿Sandy?
-Mi ex novia- Aclaró.
-Ah…- Mordí sutilmente mi labio- Un momento… ¿Es mi idea o quieres comprarme un vestido para así poder combinarlo con tu traje?- Reí ligeramente.
-Sí- Levantó sus hombros- Es la graduación y tengo que encargarme de mantener mi reputación hasta el último día.
-¿Reputación?- Él asintió- ¿Eres popular?
-Se podría decir que sí.
-¿Qué tanto?- Sonreí.
-No lo sé, conozco a todos, no hay fiesta a la que no inviten, he hecho las mejores fiestas aquí en Mullingar y…
-Entiendo…-Lo interrumpí entre risas- Eres bastante popular.
-Creo- Le di un codazo- ¿Qué?
-No te hagas, no es malo ser un poco arrogante de vez en cuando.
-Está bien- Con sus dos dedos índices toco mi estómago haciéndome reír.
-Vendré por ti en la mañana.
-No.
-¿Qué?
-No te dejare irte solo a esta hora.
-No te preocupes, recuerda que soy popular- Me cerró un ojo- Y todos al igual que Martín me respetan.
-Ya se te subieron los humos rubiecito.
-¿Rubiecito?- Asentí- Suena lindo.
-Sí, bueno, volviendo al tema… ¿Por qué no te quedas a dormir aquí?
-No puedo…
-Sí puedes- Lo interrumpí y le guiñe un ojo.
-¿Oíste lo que dijo mi mamá?
-Sí, así que no hay problema es que te quedes- Camine hacia la puerta con Niall a mi siga.
-No le molestara a tu abuela que me quede.
-¡Claro que no! Si le cuento todo lo que paso hará hasta un santuario en tu honor.
-¡Enserio! Siempre quise uno.
-Era broma- Me puse seria.
-Lo sé, pero aún me agrada esa idea- Sin querer con su mano rozo mi espalda.
Su leve rose fue diferente a todas las demás veces que nos habíamos tocado, sentí una corriente recorrer mi cuerpo y parece que él también la sintió porque se detuvo a mirar su mano y después me miró.
-Si te quedas sería como una pijamada- Volví a caminar para parar el incómodo momento.
-Primero, no ando con mi piyama- Golpeé la puerta de la casa- Y segundo cuando es un hombre y una mujer no se llama precisamente una pijamada sería…- Se calló al ver mi abuela abriendo la puerta.
-Hola cariño- Me abrazo- ¿Quién es este lindo chico?
-Soy Niall- Extendió su mano pero mi abuela lo abrazo.
-Hola Niall- Sonrió la mujer de sesenta y dos años.
Nos dejó entrar y nos sentamos en el sofá de la sala de estar y le contamos toda la historia, desde que me bajé del bus hasta que llegamos a su casa.
-Me alegra que estés bien Maggie- Sonrió- Y gracias por todo Niall.
-De nada.
-Maggie, no tengo lista tu habitación todavía, creí que llegarías pasado mañana.
-No importa- Sonreí y miré a Niall.
-Iré a buscarles unas frazadas para que duerma aquí ¿Está bien?
-Sí- Respondimos a la par.
-Niall, ya puedes sacarte mi bolso- Reí viendo como aun lo traía cruzado sobre su hombro.
-Lo había olvidado- Se lo saco pero no me lo paso.
-Te lo daré si me devuelves mi polerón.
-¿Ahora si quieres que me desvista?- Reí.
Tomé el polerón por el borde y lo comencé a tirar hacia arriba y al parecer levante un poco mi polera porque sentí unos dedos tocar mi estómago así que me retorcí un poco y reí. Después sentí como unas manos tiraban mi polera hacia abajo para que no la sacara también mientras sacaba el polerón, del cual me deshice en cosa de pocos segundos.
Abrí mis ojos y ahí estaba Niall sonriéndome y pasándome el bolso.
-Toma- Le pase su polerón mientras recibía el bolso.
-Al menos hubieran esperado que los dejara solos para haber empezado a sacarse la ropa- Dijo mi abuela llegando del segundo piso con unas frazadas.
Niall me miró entre a punto de estallar en risa y asombrado.
-¿Crees que tendría sexo en tu casa y con un chico que no conozco hace más de cuatro horas?- Dije viendo como Niall me miraba extrañado de que haya dicho la palabra “sexo” en presencia de mi abuela.
-No lo sé, la juventud de hoy se revuelca con quien sea y donde sea cariño- Dijo dejando aún más impresionado a Niall.
-Tu sabes que yo no soy así- Me paré para recibir las mantas.
-Sí pero… ¿Quién sabe? Quizás este chico te convence- Dijo subiendo la escalera.
-Tu abuela es genial.
-Lo sé- le pasé unas mantas.
-¿Vas a dormir así?
-¿Quieres que duerma en ropa interior?
-No, pero… No importa- Rió.
Nos acostamos ambos en el gran sofá con la cabeza al lado derecho de este y nos tapamos con una sola frazada porque hacía calor dentro de la casa.
-¿Te dije que tus ojos son hermosos?- Dije acostada de costado frente a frente con él.
-No- Sonrió- Gracias.
-Agradécele a tu mamá por haberte heredado esos ojos- Reí.
-Lo haré- Acomodó un cabello que estorbaba en mi cara.
-¿Tienes sueño?
-Un poco- Sin querer él se movió y paso su mano por mi pierna y otra vez esa corriente se invadió de ambos.
-Creo que me dormiré- Cerré los ojos por diez segundos para abrirlos otra vez.
-¿Sentiste eso?- Preguntó mirándome.
-¿Qué cosa?- Me hice la desentendida.
-Nada- Cerró sus ojos dejándome extrañando a esos hermosos ojos azules.
Su expresión era extraña, no sé exactamente que quiso expresar pero definitivamente no era felicidad ni alegría. Me quede mirándolo y sin darme cuenta mi mano estaba en la cara de Niall dándose un tour por todo su rostro, él abrió sus ojos y por alguna razón no pude sacar mi mano de la suavidad de su linda y adorable cara. Me sonrió y se movió un poco para estirar su brazo derecho por mi cintura y apegarme a él.
Saqué mi mano de su cara y la subí a su cabello para empezar a enredar mis dedos en su fascinante cabello amarillento. A continuación de estar unos minutos en silencio tocando su cabello baje mi mano para dejarla quieta en la calidez de su cuello.
-Buenas noches- Besó mi mejilla por unos largos cinco segundos.
No respondí solo sonreí y vi como Niall cerraba sus ojos y se acercaba haciendo que nuestras narices se tocaran. Al igual que él cerré los ojos sin despegar esa sonrisa que en ese momento no había forma de quitar de mi rostro. Finalmente me dormí entre el calor de su reparación sobre mi cara y su dedo pulgar moviéndose de arriba abajo en mi cintura.
Invitado
Invitado
Re: Electric Shock |Niall Horan|
Soy connie, nueva lectora, 14, numero de documento 1332, ah que le decía todo. Bueno, la adoré, solo síguela. idk.
Maddie.
Re: Electric Shock |Niall Horan|
Hola & Bienvenida Connie, ahora la sigoιт's Connie escribió:Soy connie, nueva lectora, 14, numero de documento 1332, ah que le decía todo. Bueno, la adoré, solo síguela. idk.
Invitado
Invitado
Re: Electric Shock |Niall Horan|
Chapter 4
—Niall— Susurré en su oído.
—Diez minutos más mami.
—Yo no soy tu mamá— Murmuré otra vez en su oído.
Él abrió sus parpados y me sonrió sacando su mano de mi cintura, yo me senté en el sofá dándole la espalda y acomode mi cabello.
—¿Dormiste bien?— Preguntó con sus labios pegados a mi oído.
—Muy bien— Conteste nerviosa poniéndome de pie— ¿Tienes hambre?
—No- Se paró rápidamente— Mejor comemos en centro comercial— Jaló mi brazo hasta la puerta.
—Espera- Me solté y paró de caminar— ¿Quieres que vaya así?— Apunte mi cabello y mi adormecida cara.
—Te ves linda— Sonrió tomando mi mano y me llevo hasta la puerta.
—Gracias— Sonreí cuando el abrió la puerta y me dejo pasar primero.
Caminamos por unos minutos rumbo a su casa hasta que recordé algo muy importante.
—No le avise a mi abuela— Comencé a mover las manos.
—Calma— Puso sus manos sobre las mías— Ella salió temprano en la mañana y pasó por el sillón avisándonos pero tú estabas dormida así que aproveche y le pedí permiso para traerte tarde esta noche.
—Ah…— Solté sus manos y volví a caminar— ¿Por qué tienes tanta prisa?
—Hay mucho que hacer hoy.
—¿Mucho?
—Sí, tú vestido, mi traje, zapatos, peluquería, maquillaje…
—Pareces mujer- Reí.
—No es verdad— Rió— Solo hoy es mi gran día.
—Para mí sería un día triste.
—¿Triste? ¿Por qué?— Dijo mientras doblábamos en la calle de Niall.
—Dejaría a mis amigos y para peor tendría que decidir mi futuro.
—Cierto— Hizo una mueca.
Después de es no hablamos más solo caminamos los pocos metros restantes para llegar a su casa.
—¿Adónde vas?— Respondió riendo observando como yo caminaba a la puerta.
—Adentro— Apunté la puerta.
—No vamos a entrar— Dijo abriendo la puerta de garaje.
Luego de abrir la puerta, entró y yo desde afuera observe como él sacaba un lindo auto de color negro.
—Sube— Dijo cuándo había estacionado el auto frente la casa.
—¿Tenías auto y ayer que hacía demasiado frío no lo ocupaste?— Dije cuando me sentaba en el asiento del copiloto.
—Quería caminar— Abrió la puerta del auto para ir a cerrar la del garaje.
—Lindo auto— Dije cuando él echaba a andar el motor.
—Sí, es lindo.
—¿Regalo de cumpleaños?— Él asintió.
—Mi cumpleaños número dieciséis fue el mejor de todos.
—¿Por qué?
—Vino mi papá— Sonrió.
—¿Tus padres son separados?
—No, mi papá es militar.
—Ahh… ¿Cuándo fue la última vez que lo viste?
—En mi cumpleaños número dieciséis.
—No soportaría no ver a mi papá en todo un año.
—Dos— Susurró.
—¿Qué?
—El en una semana más cumplo dieciocho así que serían casi dos años— Dijo estacionándose frente al centro comercial.
No supe que decirle así que no dije nada hasta que nos bajamos del auto y nos encontrábamos en la enorme entrada.
—¿Quieres entrar primero ahí?— Miré un tienda de trajes para hombres.
—Claro.
Entramos y Niall estuvo mirando muchos trajes aunque para mí todos eran comunes y totalmente iguales entre sí.
—¿Qué te parece este?— Me mostró un traje negro con un tipo de cola en la espalda.
—No lo sé— Ladeé la cabeza— Niall… ¿En verdad quieres resaltar en esa fiesta?
—Es lo único que quiero.
—No creo que lo hagas con ese traje.
—¿Que propones?— Preguntó viendo como una sonrisa se apoderaba de mi rostro.
—Ven— Tomé su brazo y lo lleve hasta uno de los asistentes de la tienda— Disculpa— Él se volteó y sonrió.
—¿Los puedo ayudar?
—Sí… ¿Me preguntaba si tienes un traje de color plateado?
—¿¡Plateado!?— Niall abrió los ojos gigantes.
—Creo que en la bodega hay un plata satinado.
—¿Nos lo podrías mostrar por favor?
—Claro— Sonrió y comenzó a alejarse.
—Te dije que quería sobresalir pero no por parecer un astronauta— Dijo preocupado.
—No vas a parecer astronauta— Reí— Y bueno si lo pareces créeme que no tengo problema en vestirme de astronauta también.
—¿De verdad?
—Claro, amo disfrazarme-Sonreí.
—¿Te has disfrazando de duende?
—Emm… no.
—Algún día deberíamos hacerlo ambos.
—A ti no te hace falta ponerte ningún traje— Me burlé.
—¿Intentas decirme duende?— Alzó divertidamente una ceja.
—Aquí está —Dijo el hombre llegando con una bolsa de tela negra.
—Gracias— Niall recibió el traje.
Caminamos hasta los probadores y Niall entró a uno de ellos mientras yo lo esperaba en uno de los sillones que estaban junto a los probadores. No pasó ni un minuto y ya me había aburrido así que caminé hasta la puerta y me apoye de espalda junto a ella.
—¿Estás listo?
—No.
—Apúrate me aburro— Me giré quedando frente a frente a la puerta blanca.
Comencé a mover uno de mis pies hacía adentro para molestarlo, él no hacía nada hasta que por sorpresa tomo uno de mis pies y lo tiro, perdí el equilibrio y caí al piso de trasero para posteriormente recostar todo mi cuerpo en el piso, él aun oyendo el sonido de mi golpeé no soltó mi pie, sino, que lo jaló otra vez pero con más fuerza haciendo que yo me deslizara desde afuera por la abertura de la puerta hacia adentro.
—Tonto— Le pegué en el brazo tras pararme— Me dolió.
—Lo siento— Rió— Fue divertido.
—Mentira— Me crucé de brazos.
—No te enojes— Puso sus labios en mi mejilla.
—Ya vístete— Dije viendo como tenía la camisa desabrochada y el pantalón con el cierre abajo.
Él se dio vuelta y tras abotonar su camisa bajó sus manos hacia el cierre abierto de su pantalón subiéndolo y abrochando el botón de la punta justo en el momento que yo sentada desde el asiento del probador le pegaba con la mano derecha en el trasero.
—¡Auch!— Se quejó y se dio vuelta— ¿A que vino eso?
—Nada, solo me acabo de dar cuenta de que si tienes trasero.
—Siempre he tenido— Se pegó una nalgada el mismo.
—No lo sé, pero sí te puedo decir que con ese pantalón se te ve mucho trasero— Asentí con la cabeza— Definitivamente vas a resaltar.
—No se me ve tanto— Dijo mirando su trasero en el espejo mientras doblaba su cuello para verse.
—Yo me voy— Abrí la puerta.
Me senté nuevamente en el sillón y esperé a que Niall saliera de una vez por todas.
—¿Qué te parece?— Dijo feliz saliendo del probador— ¿Estás ahí?— Paso su mano por mi cara al percatarse de que yo no decía nada.
—¡Oh mi Dios!— Lo miré de arriba abajo— Para ser un astronauta te ves extremadamente sexy.
—Lo sé— Se miró en un espejo que había aun lado del sillón— Este color resalta mi cabello.
—Es verdad señor astronauta.
—Señor astronauta sexy para ti— Me guiño un ojo.
—Bueno señor astronauta sexy, le molestaría ir a cambiarse otra vez antes que me acostumbre a verlo así tan sexy.
—Yo siempre estoy sexy— Dijo entrando de nuevo al probador
Compramos el traje y después no preocupamos en encontrar el vestido perfecto para mí.
—¿Qué te parece este?— Me mostró un vestido plateado lleno de flores rosas.
—No tengo cinco años.
—Lo pareces pero… ¿Y este?— Me mostró uno morado aglobado.
—Buscaré por mi cuenta— Le dije a la fastidiosa vendedora.
Me tenía harta con sus comentarios, se notaba que yo no le agrada así que como dije busqué por mi propia cuenta y vi un vestido gris claro con decoraciones en plateado que merecía que me lo probará.
—Disculpe— Saqué mi cabeza por la cortina del probador llamando a otra vendedora.
—Déjame verte— Dijo Niall cuando la mujer se acercaba.
—¿Necesita algo?— Sonrió.
-Sí- Miré a Niall— ¿Puede entrar un poco?
—Emm… De acuerdo— Me miró riendo— Increíble— Dijo mirándome cuando estaba conmigo dentro del probador.
—¿No está un poco corto?— Hice una mueca y tiré por las puntas el vestido estirándolo.
—¿Cuál es la ocasión?
—Una graduación.
—Es tu fiesta… tienes que destacar— Puso sus manos en mis hombros y me miró por el reflejo del espejo- Y con este vestido sí que lo harás.
—La graduación no es mía, solo voy acompañando al chico rubio que está allá afuera.
—Con más razón tienes que usarlo— Asintió mientras salía.
La mujer me convenció, este es el vestido que quiero usar para acompañar a Niall, no es demasiado mi estilo pero tengo que recordar que tengo quince años y con este vestido me veo mayor y principalmente sexy, simplemente no puedo ser el blanco de las burlas de las compañeras de Niall pero para mi suerte este vestido es mi escape. Ahora puedo estar segura de que he encontrado el atuendo perfecto...
—Diez minutos más mami.
—Yo no soy tu mamá— Murmuré otra vez en su oído.
Él abrió sus parpados y me sonrió sacando su mano de mi cintura, yo me senté en el sofá dándole la espalda y acomode mi cabello.
—¿Dormiste bien?— Preguntó con sus labios pegados a mi oído.
—Muy bien— Conteste nerviosa poniéndome de pie— ¿Tienes hambre?
—No- Se paró rápidamente— Mejor comemos en centro comercial— Jaló mi brazo hasta la puerta.
—Espera- Me solté y paró de caminar— ¿Quieres que vaya así?— Apunte mi cabello y mi adormecida cara.
—Te ves linda— Sonrió tomando mi mano y me llevo hasta la puerta.
—Gracias— Sonreí cuando el abrió la puerta y me dejo pasar primero.
Caminamos por unos minutos rumbo a su casa hasta que recordé algo muy importante.
—No le avise a mi abuela— Comencé a mover las manos.
—Calma— Puso sus manos sobre las mías— Ella salió temprano en la mañana y pasó por el sillón avisándonos pero tú estabas dormida así que aproveche y le pedí permiso para traerte tarde esta noche.
—Ah…— Solté sus manos y volví a caminar— ¿Por qué tienes tanta prisa?
—Hay mucho que hacer hoy.
—¿Mucho?
—Sí, tú vestido, mi traje, zapatos, peluquería, maquillaje…
—Pareces mujer- Reí.
—No es verdad— Rió— Solo hoy es mi gran día.
—Para mí sería un día triste.
—¿Triste? ¿Por qué?— Dijo mientras doblábamos en la calle de Niall.
—Dejaría a mis amigos y para peor tendría que decidir mi futuro.
—Cierto— Hizo una mueca.
Después de es no hablamos más solo caminamos los pocos metros restantes para llegar a su casa.
—¿Adónde vas?— Respondió riendo observando como yo caminaba a la puerta.
—Adentro— Apunté la puerta.
—No vamos a entrar— Dijo abriendo la puerta de garaje.
Luego de abrir la puerta, entró y yo desde afuera observe como él sacaba un lindo auto de color negro.
—Sube— Dijo cuándo había estacionado el auto frente la casa.
—¿Tenías auto y ayer que hacía demasiado frío no lo ocupaste?— Dije cuando me sentaba en el asiento del copiloto.
—Quería caminar— Abrió la puerta del auto para ir a cerrar la del garaje.
—Lindo auto— Dije cuando él echaba a andar el motor.
—Sí, es lindo.
—¿Regalo de cumpleaños?— Él asintió.
—Mi cumpleaños número dieciséis fue el mejor de todos.
—¿Por qué?
—Vino mi papá— Sonrió.
—¿Tus padres son separados?
—No, mi papá es militar.
—Ahh… ¿Cuándo fue la última vez que lo viste?
—En mi cumpleaños número dieciséis.
—No soportaría no ver a mi papá en todo un año.
—Dos— Susurró.
—¿Qué?
—El en una semana más cumplo dieciocho así que serían casi dos años— Dijo estacionándose frente al centro comercial.
No supe que decirle así que no dije nada hasta que nos bajamos del auto y nos encontrábamos en la enorme entrada.
—¿Quieres entrar primero ahí?— Miré un tienda de trajes para hombres.
—Claro.
Entramos y Niall estuvo mirando muchos trajes aunque para mí todos eran comunes y totalmente iguales entre sí.
—¿Qué te parece este?— Me mostró un traje negro con un tipo de cola en la espalda.
—No lo sé— Ladeé la cabeza— Niall… ¿En verdad quieres resaltar en esa fiesta?
—Es lo único que quiero.
—No creo que lo hagas con ese traje.
—¿Que propones?— Preguntó viendo como una sonrisa se apoderaba de mi rostro.
—Ven— Tomé su brazo y lo lleve hasta uno de los asistentes de la tienda— Disculpa— Él se volteó y sonrió.
—¿Los puedo ayudar?
—Sí… ¿Me preguntaba si tienes un traje de color plateado?
—¿¡Plateado!?— Niall abrió los ojos gigantes.
—Creo que en la bodega hay un plata satinado.
—¿Nos lo podrías mostrar por favor?
—Claro— Sonrió y comenzó a alejarse.
—Te dije que quería sobresalir pero no por parecer un astronauta— Dijo preocupado.
—No vas a parecer astronauta— Reí— Y bueno si lo pareces créeme que no tengo problema en vestirme de astronauta también.
—¿De verdad?
—Claro, amo disfrazarme-Sonreí.
—¿Te has disfrazando de duende?
—Emm… no.
—Algún día deberíamos hacerlo ambos.
—A ti no te hace falta ponerte ningún traje— Me burlé.
—¿Intentas decirme duende?— Alzó divertidamente una ceja.
—Aquí está —Dijo el hombre llegando con una bolsa de tela negra.
—Gracias— Niall recibió el traje.
Caminamos hasta los probadores y Niall entró a uno de ellos mientras yo lo esperaba en uno de los sillones que estaban junto a los probadores. No pasó ni un minuto y ya me había aburrido así que caminé hasta la puerta y me apoye de espalda junto a ella.
—¿Estás listo?
—No.
—Apúrate me aburro— Me giré quedando frente a frente a la puerta blanca.
Comencé a mover uno de mis pies hacía adentro para molestarlo, él no hacía nada hasta que por sorpresa tomo uno de mis pies y lo tiro, perdí el equilibrio y caí al piso de trasero para posteriormente recostar todo mi cuerpo en el piso, él aun oyendo el sonido de mi golpeé no soltó mi pie, sino, que lo jaló otra vez pero con más fuerza haciendo que yo me deslizara desde afuera por la abertura de la puerta hacia adentro.
—Tonto— Le pegué en el brazo tras pararme— Me dolió.
—Lo siento— Rió— Fue divertido.
—Mentira— Me crucé de brazos.
—No te enojes— Puso sus labios en mi mejilla.
—Ya vístete— Dije viendo como tenía la camisa desabrochada y el pantalón con el cierre abajo.
Él se dio vuelta y tras abotonar su camisa bajó sus manos hacia el cierre abierto de su pantalón subiéndolo y abrochando el botón de la punta justo en el momento que yo sentada desde el asiento del probador le pegaba con la mano derecha en el trasero.
—¡Auch!— Se quejó y se dio vuelta— ¿A que vino eso?
—Nada, solo me acabo de dar cuenta de que si tienes trasero.
—Siempre he tenido— Se pegó una nalgada el mismo.
—No lo sé, pero sí te puedo decir que con ese pantalón se te ve mucho trasero— Asentí con la cabeza— Definitivamente vas a resaltar.
—No se me ve tanto— Dijo mirando su trasero en el espejo mientras doblaba su cuello para verse.
—Yo me voy— Abrí la puerta.
Me senté nuevamente en el sillón y esperé a que Niall saliera de una vez por todas.
—¿Qué te parece?— Dijo feliz saliendo del probador— ¿Estás ahí?— Paso su mano por mi cara al percatarse de que yo no decía nada.
—¡Oh mi Dios!— Lo miré de arriba abajo— Para ser un astronauta te ves extremadamente sexy.
—Lo sé— Se miró en un espejo que había aun lado del sillón— Este color resalta mi cabello.
—Es verdad señor astronauta.
—Señor astronauta sexy para ti— Me guiño un ojo.
—Bueno señor astronauta sexy, le molestaría ir a cambiarse otra vez antes que me acostumbre a verlo así tan sexy.
—Yo siempre estoy sexy— Dijo entrando de nuevo al probador
Compramos el traje y después no preocupamos en encontrar el vestido perfecto para mí.
—¿Qué te parece este?— Me mostró un vestido plateado lleno de flores rosas.
—No tengo cinco años.
—Lo pareces pero… ¿Y este?— Me mostró uno morado aglobado.
—Buscaré por mi cuenta— Le dije a la fastidiosa vendedora.
Me tenía harta con sus comentarios, se notaba que yo no le agrada así que como dije busqué por mi propia cuenta y vi un vestido gris claro con decoraciones en plateado que merecía que me lo probará.
—Disculpe— Saqué mi cabeza por la cortina del probador llamando a otra vendedora.
—Déjame verte— Dijo Niall cuando la mujer se acercaba.
—¿Necesita algo?— Sonrió.
-Sí- Miré a Niall— ¿Puede entrar un poco?
—Emm… De acuerdo— Me miró riendo— Increíble— Dijo mirándome cuando estaba conmigo dentro del probador.
—¿No está un poco corto?— Hice una mueca y tiré por las puntas el vestido estirándolo.
—¿Cuál es la ocasión?
—Una graduación.
—Es tu fiesta… tienes que destacar— Puso sus manos en mis hombros y me miró por el reflejo del espejo- Y con este vestido sí que lo harás.
—La graduación no es mía, solo voy acompañando al chico rubio que está allá afuera.
—Con más razón tienes que usarlo— Asintió mientras salía.
La mujer me convenció, este es el vestido que quiero usar para acompañar a Niall, no es demasiado mi estilo pero tengo que recordar que tengo quince años y con este vestido me veo mayor y principalmente sexy, simplemente no puedo ser el blanco de las burlas de las compañeras de Niall pero para mi suerte este vestido es mi escape. Ahora puedo estar segura de que he encontrado el atuendo perfecto...
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