Speed and Love |HARRY STYLES FANFIC| Parte II

CAPITULO 20

Parte I

-Fue uno de los primeros en competir, el muy imbécil quedó de segundo lugar-Habló Harry respondiendo a mi pregunta sobre Zayn.

Continuamos caminando en silencio hasta que alcanzamos a divisar las luces del área de las carreras y llevé mis ojos hacia su rostro aprovechando que él parecía estar muy concentrado en el camino. Nunca antes lo había visto con gorra, pero me gustaba como ésta lucía en él, de hecho no creía que existiera algo con lo que Harry pudiera llegar a verse mal. Bajé mi mirada hacia nuestras manos entrelazadas y un sentimiento que no pude identificar recorrió la totalidad de mi ser.

Su enorme mano envolvía completamente la mía y de alguna forma me hacía sentir protegida. No sabía cómo era posible, pero con tan solo tocarme Harry provocaba emociones sobre mí que jamás creí posibles. No quería sobre analizar todo lo que estaba cruzando por mi cabeza así que me enfoqué en el concreto, cuidando mis pasos para no tropezarme como tonta de nuevo.

-¿Quién lo diría?-Soltó una leve carcajada mirándome por un lapso de tiempo y volviendo a dirigir sus ojos hacia al frente permitiéndome admirar su perfecto perfil y el hoyuelo en su mejilla-La hija del reverendo escapándose de su casa.

Rodeé los ojos al mismo tiempo que me reía suavemente y atravesábamos la entrada. Su agarré se hizo más firme a medida que avanzábamos entre la gente. En realidad nunca había sido una chica de multitudes, siempre que estaba rodeada de muchas personas la opresión se adentraba en mi pecho y la ansiedad crecía haciéndome sentir fuera de lugar. Pero no sabía cómo, ese sentimiento era inexistente estando junto a él.

-¿Dónde están tus amigos?-Su fuerte voz se alzó por encima de la música.

Lo guié hasta el lugar y al momento de llegar, como un auto reflejo, solté su mano con rapidez.

-¡Styles!-Exclamó Dylan acercándose a nosotros.

Con timidez volteé hacia Harry quién me observaba fijamente con el ceño fruncido, pero en cuestión de segundos logró recuperarse y dirigió toda su atención en saludar a Dylan y los otros chicos.

Me acerqué a las chicas e inmediatamente Maddie ubicó un vaso en mi mano animándome a beber de él, le di una última mirada a Harry antes de levantar el vaso empujando el líquido rojo hacia mi garganta. De hecho no estaba tan fuerte como había esperado.

Mientras ellas hablaban me di cuenta de cómo dos sujetos empezaban una discusión en un lugar un poco lejos de nosotros, no alcanzaba a escuchar lo que decían pero juzgando por sus expresiones no era muy difícil adivinar. Uno de ellos tomó al otro con fuerza por el cuello de su camisa, le dijo algo y luego lo empujó con mucha más fuerza haciéndolo golpear contra un par de personas que estaban detrás de él. Fruncí el ceño con desaprobación y giré mi rostro hacia otro punto junto a la pista, la imagen no era muy diferente a la anterior solo que ésta vez eran dos contra uno, me sobresalté en mi lugar cuando el puño de uno de ellos voló hacía el rostro del otro, pero antes de que encontrara su objetivo, el sujeto esquivó el golpe y le dio un puñetazo en el estómago sacándole todo el aire posible.

Todo esto era tan nuevo para mí y para ser honesta nunca había imaginado encontrarme en un lugar así, lleno de tantos egos heridos que la única manera que encontraban para defenderse era por medio de los golpes, tanto dinero de por medio y por supuesto el alcohol solo era la cereza que se necesitaba para adornar la atmósfera.

Recorrí nuevamente el lugar en busca de algo que llamara mi atención. Dos sujetos estaban parados junto a la entrada de lo que parecía ser una bodega y otros dos sujetos más, los cuales doblaban en tamaño a los primeros, estaban de pie junto a ellos. No me tomó mucho tiempo darme cuenta de que eran los encargados de las apuestas, había una gran cantidad de personas, en su mayoría hombres, alrededor de ellos y el número creció precipitadamente.  

-¡Devuélveme mi dinero!-Escuché gritar a mis espaldas e inmediatamente giré mi cuerpo hacia el sonido.
-Un trato es un trato mi amigo-Respondió un chico con una sonrisa de petulancia marcada en su rostro.

El sonido de alarma creció en mi cabeza y me moví acercándome a Maddie, pero por alguna razón no pude aparatar los ojos de la escena que tenía enfrente. Sabía que habían dicho algo pero no logré comprender que fue, el sujeto más grande se abalanzó sobre el otro haciendo a la gente correrse hacia los lados dejando un círculo en el medio para la pelea que estaba a punto de darse. El hombre más joven no se quedó atrás y empujó con demasiada fuerza al otro, grité y di un salto cuando éste cayó a mis pies.

-Sky-Tembló Maddie a mi lado agarrando fervientemente mi brazo.

Fue en ese momento en que noté que ella y yo estábamos demasiado cerca de ellos, en medio del círculo. El tipo a mis pies alcanzó una botella que estaba en el piso y la rompió contra el concreto haciendo de ella un arma afilada.

-¡Mierda! ¡Skylar!-Reconocí su voz ronca y profunda en algún punto detrás de nosotras,  pero yo estaba rígida sin poder reaccionar.

El tipo más viejo se puso de pie de un salto y se acercó decidido al otro quién lo esperaba con una sonrisa de autosuficiencia, no sabía cómo era posible que estuviera tan tranquilo pero lo entendí al poco tiempo cuando sacó una navaja de su bolsillo haciéndome abrir los ojos de golpe.

Al segundo siguiente un brazo me rodeó con fuerza empujándome hacia atrás y alzándome del piso.

-¿Qué mierda está mal contigo?-Gruñó Harry cuando volvió a colocarme en el suelo en un lugar alejado de donde estábamos.

¿Por qué tenía que estar él enfadado? No era mi culpa que dos hombres decidieran empezar deliberadamente una pelea junto a nosotras. Antes de siquiera molestarme en responder a su pregunta busqué a Maddie con la mirada y la encontré junto al resto del grupo.

-Lo mejor es que nos vayamos de aquí-Dijo acomodando su gorra luego de habérsela quitado para pasar las manos por su cabello.
-Pero…-Miré hacia el punto de la pelea donde los dos sujetos seguían desafiándose esperando que el otro atacara primero-Pero…él tiene una navaja Harry.

No había posibilidad alguna de que una botella cortada pudiera competir contra una navaja y sobretodo una tan grande como esa, nunca.

-¿Y?-Soltó Harry con claro enojo-Eso no es asunto nuestro.
-Lo va a matar-Susurré con horror.

Su mirada lucia confusa, como si no entendiera mi punto. Tal vez estaba exagerando, tal vez esto fuera normal aquí, tal vez él estuviera acostumbrado a esto, pero yo no. Luego de algunos segundos de debate interno soltó una gran bocanada de aire.

-Quédate aquí.

Me soltó y de inmediato el pánico se apoderó de mí.

-¡No! ¿Qué vas a hacer?-Exclamé agarrándolo del brazo en un intento por detenerlo.
-No te muevas de aquí.

Se fue dejándome con un tumulto de emociones al borde del abismo. Todo a mí alrededor se tornó en cámara lenta mientras Harry se acercaba a ellos. Haciendo caso omiso a su orden me aproximé con todo el temor que jamás había sentido.

-Suelta la maldita botella-Demandó Harry furioso-¡Ahora!

El hombre más grande y viejo titubeó observando a Harry detalladamente, por la expresión de su rostro no se me hizo difícil deducir que su sistema estaba sobrecargado de alcohol.

-¡He dicho que ahora!-Exclamó Harry con más fuerza y el hombre obedeció.

A pesar de su contextura y sus músculos, no parecía ser muy hábil.

-¡Vaya Harry Styles!-Habló el otro sujeto.

Aunque sabía que no era lo correcto, quise golpear a ese tipo justo en la cara para que se le borrara esa sonrisa petulante. Espanté el pensamiento de una vez.

-¡Entrégame la puta navaja o lárgate de aquí!

Vi como uno de los dos grandes hombres de las apuestas se acercaba a Harry despacio, demasiado despacio para mi gusto.

-De acuerdo, de acuerdo Styles. Todo sea porque me hiciste ganar un montón de dinero la última vez.

Cerró la navaja aun con esa sonrisa burlona. Mi corazón por poco se sale de su sitio cuando lanzó el objeto hacia Harry, pero cuando él la agarró logré respirar nuevamente.

-Un placer conocerte Styles-Dijo el hombre pero Harry ya se había dado la vuelta para empezar a caminar.

Pude percibir la irritación en su rostro al encontrarme frente a él, irritación que fugazmente se transformó en enojo.

-Te dije que te quedaras en tu sitio-Sentenció fríamente.

Las personas empezaban a dispersarse en el lugar, volviendo a sus charlas y a lo que sea que estuviesen haciendo antes de los humos de pelea. Estaba a punto de disculparme cuándo el grandulón de las apuestas llegó a nuestro lado.

-¿Todo en orden Styles?-Preguntó.
-Deshazte de ésta mierda-Ordenó él entregándole la navaja-Y mantén vigilado a ese imbécil.

El sujeto la tomó guardándola en el bolsillo y asintió antes de marcharse. Maddie y los demás se acercaron a nosotros, mi mejor amiga abalanzándose sobre mí para estrecharme en sus brazos.

-Jodida mierda creo que todavía estoy temblando-Fruncí el ceño por su elección de palabras y ella lo notó-Lo siento.

Soltó una carcajada haciéndome reír también y se acercó para abrazarme de nuevo.

Harry decidió que era mejor que nos ubicáramos más cerca, en el mismo lugar en que hace una semana yo había estado viéndolo competir. Apoyé mi espalda contra un muro y Harry se paró enfrente de mí.

-¿Estás bien?-Preguntó llevando su mano al encuentro con mi mejilla.

Asentí tímidamente y tomé una fuerte respiración. Sin duda habían sido muchas emociones en un lapso de tiempo muy corto.

-¿Tú estás bien?-Pregunté de vuelta tomándolo por sorpresa.
-¿Por qué no habría de estarlo?-Juntó sus cejas en confusión.
-Él tenía un cuchillo y creí…creí que…
-Estoy bien-Afirmó finalmente.

Sin pensarlo dos veces rodeé su cuerpo con mis brazos y apoyé mi cabeza en su pecho. Lo sentí dudar bajo mi abrazo hasta que finalmente respondió, pero sin esa determinación que normalmente lo caracterizaba y acarició con delicadeza mi cabello. El fuerte sonido de la bocina nos separó. Harry también se apoyó contra el muro a mi lado y rodeó mis hombros con uno de sus brazos mientras veíamos a los dos autos de la competencia final desplazarse a toda prisa sobre la pista.

La chica de cabello rojo se hizo a un lado luego de haber dado la salida con la bandera. Recordé la última vez que la había visto, tratando de besar a Harry. Ella traía ésta vez un vestido vino tinto corto dejando a la vista sus piernas perfectas y haciéndome sentir incómoda con mis jeans y mi buzo. Sus ojos viajaron hacia nuestro lugar enfocándose únicamente en Harry pero una milésima de segundos después apartó su mirada y caminó hacia un grupo de personas.

Chiara.

CAPITULO 20

Parte II

-Harry me llevará a casa-Le informé a mi amiga.

Fuimos hacia su auto para sacar mi mochila de la parte trasera y me despedí de ella diciéndole que me avisara tan pronto atravesara la puerta de su casa. Maddie por supuesto había decidido quedarse en la fiesta mientras que Harry y yo iríamos a comer algo antes de dejarme en mi hogar.

-¿Lista?

Asentí  hacia él abrochándome el cinturón de seguridad. Apoyé la cabeza en la ventana viendo como todo al otro lado del vidrio pasaba a medida que nos movíamos por la carretera. Las calles estaban en su mayoría desiertas y los restaurantes cerrados, a excepción de los que trabajaban 24 horas.

-No tenemos muchas opciones así que McDonald’s tendrá que ser-Habló Harry conduciendo la camioneta hacia el costado del gran local en donde se hacían los pedidos desde el auto.

Una mujer con expresión cansada tomó nuestras órdenes y luego en una ventana después nos entregaron el pedido. Así de simple.

-¿A dónde vamos?-Pregunté tomando las bolsas que él me estaba alcanzando y colocándolas sobre mis piernas.
-A mi apartamento.

No dije nada, después de todo no era tan tarde como me había esperado. Papá se levantaba los sábados pasadas las cinco de la mañana así que a más tardar a las cuatro tendría que estar en mi cama acostada como si nada hubiera pasado. Sabía que debería sentirme mal por mis pensamientos o arrepentida por mis acciones, pero no era así. Me gustaba esa sensación de libertad y por más que eso estuviera mal, quería seguir sintiéndola. Y me aseguraría de que así fuera.

Papá había dicho que en la tarde hablaríamos y yo únicamente podía pedir para que la valentía que me había invadido al momento de enfrentarlo y la que me había hecho compañía durante toda la noche, no me abandonara. Tenía tantas cosas por decirle pero no sabía cómo hacerlo. No sabía cómo hacerle entender que él necesitaba ser más comprensivo.

-¿En qué piensas?-Preguntó Harry apagando el vehículo cuando lo estacionó en el parqueadero del edificio.

Sacudí la cabeza en negativa y él se bajó de la camioneta cruzando rápidamente hacia mi puerta para abrirla y agarrar la comida. Aseguró el auto y luego entrelazó nuestros dedos con su mano libre dirigiéndome hacia las escaleras. Me pregunté por qué no habíamos usado el ascensor ni ésta ni la vez anterior en que había estado aquí, pero llegué a la conclusión de que era porque su apartamento estaba en el segundo piso y no era mucho lo que debíamos subir.

Lo observé moverse dentro de la cocina mientras buscaba platos y servilletas, me sorprendía el hecho de que fuera tan organizado. Bueno en realidad no lo era tanto, si lo comparaba conmigo, pero frente al estereotipo de hombre que siempre había tenido en mi mente, él lo hacía bastante bien.

Nos sentamos a comer en la mesa de la cocina hablando de lo primero que se cruzara en el camino. Tantas cosas habían cambiado en mi vida desde que había conocido a Harry, sentía como si hubiera pasado mucho tiempo pero en realidad no era así.

-¿Cómo harás para entrar?-Preguntó él con un rastro de burla en su mirada.
-Por la misma ventana por la que salí-Dije y Harry soltó una fuerte carcajada.
-¡Eso es tan jodido!
-Lo sé-Me reí, más que todo por su risa que por otra cosa.

Él era tan extraño a veces, bueno no él, su temperamento. Sin embargo los momentos que verdaderamente me gustaban era cuando se reía libremente, con tanta espontaneidad y tranquilidad. Aunque no fueran muchos, me gustaban.

Caminamos hacia lo que se suponía era la sala y Harry se dejó caer acostándose a lo largo del sofá después de haberse quitado los zapatos, agarró el control del televisor y lo encendió. Miré el reloj de mi celular para comprobar la hora y un sentimiento de alivio me recorrió al percatarme de que todavía había tiempo.

-Ven aquí-Dijo con la voz carrasposa elevando su mano para que yo la tomara.

Dudé unos pocos segundos hasta que finalmente accedí. Quité mis zapatos imitando sus acciones pero a diferencia de él, los dejé ordenadamente a un lado del sofá junto con mi celular. Tomé su mano que continuaba extendida y Harry jaló de mí haciendo que me acostara a su lado con la espalda apoyada en su pecho.

Mi corazón empezó a palpitar con fuerza como siempre lo hacía cada vez que estaba cerca de él. Tenía los ojos enfocados fijamente en la televisión pero en realidad estaba esforzándome enormemente en controlarme, hasta que lo sentí acercarse más y apoyar su nariz en mi cabello acariciando suavemente a su paso, en ese momento me tensioné y mis nervios se hicieron presentes.

-Hueles tan bien-Susurró en mi oído.

Mi mirada seguía en el aparato frente a nosotros pero ni siquiera sabía que era lo que estaban dando, no podía concentrarme en otra cosa que no fueran los labios de Harry besando mi mejilla y su mano sujetando mi cadera.

Volvió a apoyar la cabeza en uno de los cojines pero su mano no abandonó mi cuerpo, levantó un poco la tela de mi buzo y acarició mi costado y vientre por unos minutos mientras yo simulaba que veía lo que sea que fuere lo que estaban dando y aparentaba que sus caricias no me afectaban, cuando la realidad era otra.

Una comedia, era una comedia lo que estaba en la televisión pero ninguno de los dos se había reído en un buen tiempo. El aire se había hecho más pesado de un momento a otro y mi piel estaba ya completamente erizada por sus caricias.

De nuevo sus labios tocaron mi rostro dejando besos descuidados en mi mandíbula y mejilla mientras ascendía hacia mi oído.

-¿Te gusta que te toque?-Susurró y sentí como si algo dentro de mi estuviera a punto de explotar-Sé que sí. Tu cuerpo me lo dice.

Llenó de besos el costado de mi cara, en otra situación me estaría riendo por las cosquillas que los rizos que se escapaban de su gorra provocaban cuando rozaban con mi rostro pero definitivamente no me reí en ésta ocasión. Apenas y podía aguantar el aire que se había aprisionado en mis pulmones. Acarició mi cintura con una poco común delicadeza de su parte, luego bajó la mano otra vez a mi cadera empujándola con fuerza hacia atrás logrando apegarme más a su cuerpo.

-¿Lo sientes?-Habló con voz cada vez más ronca-¿Sientes lo mucho que me pones con solo tocarte?

Dejé salir todo el aire que había logrado mantener atrapado, soltando un leve jadeo. Volvió a empujarme hacia él y por supuesto que podía sentirlo, podía sentir a la perfección su erección contra mi parte trasera. Continúo acariciando mi piel con sus labios hasta que llegó a los míos. Me besó suavemente, sin ninguna prisa, haciéndome sentir cómo poco a poco el aire comenzaba a faltar en mis pulmones. Me di la vuelta para quedar frente a él, su mano viajó a mi mejilla acunando mi rostro y profundizó el beso.

En un movimiento rápido Harry se acostó sobre su espalda llevándome consigo de tal forma que quedé encima de él, mis piernas apoyadas a cada lado de su cuerpo. Paró de besarme y dejó caer la cabeza en el cojín mirándome fijamente con sus ojos verdes, por más que lo intentara no podía romper con la conexión.  Me sentía intimidada bajo su mirada pero aun así no aparté mis ojos. Sus dos manos fueron a parar a mis caderas empujándome nuevamente contra su erección y la presión de mi pecho aumentó significativamente.

-Muévete Sky-Me ordenó con la voz profunda.

Y como si de una marioneta se tratara, hice lo que pidió.