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Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
"desɴúdαтe pαrα мι" [נoe&tu]
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
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Re: "desɴúdαтe pαrα мι" [נoe&tu]
plissssssss
siguelaaaaaaaaaaaa
si la sigues
los jonas
iran a tu
casa x 3 semanas
xD
siguelaaaaaaaaaaaaaaaaaa
siguelaaaaaaaaaaaa
si la sigues
los jonas
iran a tu
casa x 3 semanas
xD
siguelaaaaaaaaaaaaaaaaaa
daniela jonas malfoy
Re: "desɴúdαтe pαrα мι" [נoe&tu]
Hola linduras, soy yo. ¿Me recuerdan? ¿Recuerdan a la chica que les subía esta novela, se iba por mucho tiempo y cuando regresaba les decía que ya no se iba a ir pero se volvía a perder? Bueno, pues esa soy yo. Regrese. Se que siempre les digo que ya no me iré pero lo vuelvo a hacer y sinceramente, odio hacerles eso. Y no las culpo si dejan de leer la novela, lo acepto, todo es mi culpa. No me aparecía por acá porque aun no me regresan mi computadora personal, pero más que todo fue porque sucedieron varias cosas que no quisiera mencionar por razones personales. No les digo que regresare y que ya no me volveré a ir, porque es una frase ya muy escuchada y que no se cumplir. Por si no lo saben, me gradué de secundaria en el mes de junio, ahora estoy de vacaciones pero en unas cuantas semanas empiezo mi ciclo en preparatoria. En fin, tratare de volver a aparecer más seguido por acá y ponerme al corriente con todo ¿ok? Lo más seguro es que les suba capitulo hasta la madrugada, me duermo como hasta las 6 am, eso será suficiente tiempo como para editar el capitulo y subirlo. Espero y aun siga tan siquiera alguna de mis hermosas lectoras. Y perdón por hacerlas esperar tanto. Adiós.
Este mensaje también aparecerá en otros temas que son de mi propiedad.
uncool.
Re: "desɴúdαтe pαrα мι" [נoe&tu]
daniela jonas malfoy escribió:plissssssss
siguelaaaaaaaaaaaa
si la sigues
los jonas
iran a tu
casa x 3 semanas
xD
siguelaaaaaaaaaaaaaaaaaa
no se como le vayas a hacer, pero yo quiero a los jonas en mis casa por tres semanitas :}
uncool.
Re: "desɴúdαтe pαrα мι" [נoe&tu]
Les iba a subir esa misma madrugada, como les había dicho que haría. Pero empece a hacer maratones para las otras novelas y me eh retrasado unos días.
-son las 4:05 am, subiré ahora mismo.
-son las 4:05 am, subiré ahora mismo.
uncool.
Re: "desɴúdαтe pαrα мι" [נoe&tu]
Capitulo Seis
{VI PARTE}
—No pude evitarlo. Tengo poco control sobre mis impulsos en lo que se refiere a ti, creo. En aquel momento no pareció importarte. ¿Te incomodé?{VI PARTE}
—No —Cogí mi bolso y busqué las llaves en su interior. —Solo me sorprendió.
—Eres una mujer preciosa, ______. No debería sorprenderte que los hombres te encuentren atractiva.
Me sonrojé. ¿Cómo demonios podía sonrojarme cuando acababa de abrirme de piernas para aquel hombre?
—No siempre has actuado como si te sintieses atraído por mí.
—Normalmente no me acuesto con mis modelos.
—Ya me has dicho eso antes. —Lo miré, y vi la frustración y confusión en su rostro. Me sorprendió. No me había parecido un hombre que pudiera mostrar sus pensamientos fácilmente.
—No puedo pensar en ti sexualmente mientras trabajo. No puedo hacer nada.
—Has sido tú el que me ha preguntado por mi vida sexual.
—Eso era para incomodarte.
Su afirmación cayó entre ambos como una losa, y el silencio se extendió, tenso.
—¿Por qué?
—Quería captar lo que veo en ti cuando nadie más está mirando —murmuró.
—¿Y qué es?
—No estás cómoda en tu propia piel.
Enrojecí de rabia.
—Eso no es verdad.
—_______, ¿me contarás por qué dejaste Nueva York?
Mi estómago se tensó de nuevo. Pensar en revelarle un horrible pasado casi me enfermaba físicamente. Aquel hombre que me había besado solo porque no pudo evitarlo no se merecía conocer mi pesadilla. Tensé los hombros y miré hacía las escaleras que eran mi ruta de escape.
—Ya te lo he dicho.
—Me has contado una media verdad —Extendió la mano para tocarme. Sus dedos se posaron cálidos y suaves sobre mi mejilla, y viajaron con un lento movimiento hasta mis labios. —Puedo ver tu miedo.
Retrocedí, enfadada por la invasión. En mi interior sabía que mi rabia era irracional, pero no podía evitarlo.
—Me marcho.
—Te veré el lunes.
Asentí. En las escaleras, pronunció mi nombre. Me giré para mirarlo.
—¿Si, Joe?
—¿Por qué me devolviste el beso?
Sonreí.
—No pude evitarlo.
*****
Ya en casa, me quité la ropa en el salón y fui desnuda hasta el baño. Estar desnuda es una experiencia liberadora y calmante. Es como si todo mi cuerpo pudiera relajarse y respirar. Pensé en Joseph, y supe que mis reacciones ante él eran distintas. De hecho, estar desnuda con Joe no se parecía a nada que hubiera sentido antes. Mis amantes pasados eran pálidos y débiles fantasmas comparados con la forma sólida y real de Joseph Jonas.
Me miré los pechos en el espejo, copas C, aún firmes y altos. Mis pezones eran rosados pero se ponían un poco más oscuros cuando me excitaba. Tenía un estómago decente teniendo en cuenta mi talla: no era plano, pero tampoco fofo. Tenía las caderas redondeadas, unos muslos decentes, y un culo que no hubiera deseado a mi peor enemiga. Bueno, quizá a ella sí. Lo miré en el espejo, y suspiré.
Después de darme una ducha rápida, cogí un tentempié y me senté frente a la televisión. Tres horas de zapping después, lo único que podía decir con total honestidad era que estaba totalmente asqueada de la gente de verdad. Fui a mi dormitorio y cogí mi vibrador favorito. Era brillante, con una cabeza rotatoria y una pequeña cosa de látex que estimulaba mi clítoris cuando me lo introducía en el coño.
Lo aparté y presioné el botón que controlaba el estimulador de clítoris. Mi cuerpo respondió instantáneamente al rápido placer del instrumento mecánico. El calor atravesó mi cuerpo mientras pensaba en Joe y en sus manos. Sería estupendo que me tocara y me acariciara del mismo modo en el que lo hacía con el alabastro mientras trabajaba en la escultura. Con la mano libre, me acaricié un pecho, pellizcando el pezón hasta que me dolió.El calor del orgasmo congeló mi respiración mientras atravesaba mi cuerpo. Era un placer tan intenso que casi dolía.
Saqué el vibrador de mi coño y lo tiré en la cama junto a mí. Mi clítoris latía agradablemente entre mis labios.
Llevaba masturbándome desde que tenía uso de memoria. Mirando el techo, pensé en el placer que podía obtener sola, y en el placer que podía proporcionarme un hombre. Dos años eran demasiado tiempo para seguir sin pareja. Había mantenido mi cama vacía a propósito, y las razones eran dos. Enfadada, me levanté de la cama y llevé el vibrador al baño.
uncool.
Re: "desɴúdαтe pαrα мι" [נoe&tu]
Capitulo Seis
{VII PARTE}
Lo lavé y lo sequé con una toalla de mano. Era demasiado tarde para apartar el recuerdo. Estaba allí, ya en la primera línea de mi mente, devastador y tan nítido que casi podía oler a Jeff. Pasé un dedo por mi mandíbula, y casi pude recordar el horror y el dolor de aquel momento. Me golpeó solo una vez. Estaba tan aturdida, tan dolida por haber dado a Jeff mi confianza...{VII PARTE}
Aparté la mano de mi rostro, fui al dormitorio e intenté olvidarlo. Fue inútil. Frustrada y cada vez más enfadada, fui a la cocina y saqué una botella de Crown Royal del frigorífico. Me gustaba el whisky frío. Me serví medio vaso, y me apoyé en la encimera mientras me lo bebía.
El alcohol no consiguió tranquilizarme, nunca lo hacía. Me terminé el vaso y esperé el amodorramiento. Beber no alejaba mis recuerdos, pero hacía que recordar fuera más fácil de sobrellevar. Me pregunté por un momento, qué haría el alcohol por Lisa. ¿Lo alejaba todo de su mente, o la hacía sentirse lo suficientemente fuerte para enfrentarse al hombre que la había golpeado?
Jeff había roto mi confianza, robándomela cuando le supliqué que no lo hiciera. Me hizo daño, me violó, y todo el tiempo fingió que yo lo había querido así. Me sentía avergonzada de un modo que apenas podía expresar con palabras. Avergonzada por haber confiado en él, y dolida porque no se lo merecía. Dejé mi trabajo en el museo cuando descubrí que no podía entrar en el edificio sin querer hacerme un ovillo y morirme. No quería volver a verlo jamás.
Pensar en aquella horrible noche me trajo a la mente, inevitablemente, a la persona que me había encontrado, Martin, el hombre más dulce y comprensivo que he conocido nunca. Me encontró acurrucada en mi despacho a la mañana siguiente, donde Jeff King me había dejado, rota y destrozada por el trauma físico y emocional. Martin me levantó del suelo y me llevó hasta el sofá de mi oficina. Entonces me dijo que iba a llevarme a urgencias.
Recuerdo a los dos detectives: al hombre con el rostro que mostraba que había visto demasiadas tragedias, y a la mujer que deseaba desesperadamente ayudarme a sanar. Se disgustaron cuando les dije que no iba a presentar cargos, y que no nombraría al hombre responsable. Al final, Martin les pidió que se marcharan y acataran mi decisión. La mujer se detuvo en la puerta. Mientras se giraba para marcharse, vi que las lágrimas corrían por su rostro.
Nunca entendió la elección que hice esa noche. Lloraba por mí. Yo no había llorado, y ese pensamiento se quedo conmigo durante meses, hasta después de mudarme a Boston. Había sobrevivido a Jeff, y eso había sido suficiente para mí, hasta ahora.
Mis pensamientos vagaron hasta Joseph Jonas y su hermosa obra. Su pasión por la vida y el arte era parte de su ser, y temía exponerle todo lo que yo era. No quería ensuciarlo con mis recuerdos de Jeff. Sin pretenderlo, una imagen mental de la última obra de Lisa Millhouse me embargó. Vi a la mujer, su feminidad desnuda frente al mundo, postrada a los pies de alguna fuerza maléfica desconocida.
Temblando, me acerqué al teléfono y lo levanté. Marqué el número de Lisa de memoria, y hablé justo cuando descolgó.
—Soy yo.
Se produjo un silencio, y después Lisa habló.
—Somos las dos, ______.
—Lo sabías desde hacía meses, ¿cómo? —le pregunté en voz baja.
uncool.
Re: "desɴúdαтe pαrα мι" [נoe&tu]
Capitulo Seis
{PARTE FINAL}
—Mirarte a la cara era como mirarme en un espejo. La escuché suspirar, y después continuó. —¿Tienes miedo de irte a dormir por las noches?{PARTE FINAL}
—Sólo en noches como esta —Caminé por mi casa y me senté en el sofá. —¿Y tú?
—Lo mío va por rachas. ¿Es por Joseph?
—No sé a qué te refieres.
—Sí lo sabes —respondió Lisa. —Te sientes atraída por él.
—Sí.
—Lo deseas —Sonaba divertida.
—Sí.
—Casi de un modo violento, y te preguntas por qué no estás asqueada de pensar de ese modo.
Cerré los ojos.
—Por Dios, Lisa —Lisa se rió, y escuché cómo se movía. —¿Qué estás haciendo?
—Me estoy haciendo un bocadillo. Me has despertado, y ahora tengo hambre.
Sentía haberla despertado, pero no me apetecía terminar la llamada.
—Es temprano para estar ya dormida.
Lisa bostezó,
—Duermo cuando me entra sueño ¿Joseph te pone nerviosa?
—No le tengo miedo.
—No, sé que lio se lo tienes.
—Llevo demasiado equipaje a mis espaldas para tener una relación con un hombre como él.
—Joseph es un hombre. Sí, es un artista sensible y apasionado, pero también es un hombre fuerte y amable. Joseph es un amante comprensivo y concienzudo. Si está interesado en ti, y me sorprende, teniendo en cuenta sus propias normas en cuanto a sus modelos, entonces es porque ve algo especial y adorable en ti.
—Estoy demasiado jodida para involucrarme con un hombre como él. Se merece algo mejor.
—Eso es una estupidez. Lo que te pasó no te hace inferior a lo que eras antes.
Suspiré.
—Es demasiado bueno para mí.
—Es un buen hombre,_____. Puedes confiar en él.
—Lo hago.
—Y eso te asusta.
Gruñí.
—No sabía que fueras adivina.
—Es uno de mis talentos ocultos —Lisa hizo una pausa. —No hablamos lo de esa mujer la otra noche. Sé que no pudiste advertirme a tiempo de que venía para acá, pero, te lo juro, las cosas van a ponerse muy chungas si es lo suficientemente valiente como para intentarlo de nuevo.
—Tengo que seguir batallando con ellos hasta agosto —dije. —Sé que esto me hace sonar como una cobarde, pero Milton Storey está tramando algo, y considero que su interferencia en tu cuenta es una minucia comparada con lo que puede haber planeado.
—Lo mataré y lo cubriré de bronce para ti. Será un horroroso pero interesante gnomo de jardín.
Me reí a carcajadas.
—Gracias, lo tendré en cuenta.
—He estado pensando en el proyecto de arte del instituto. Creo que será genial, puedes contar conmigo para lo que quieras.
—Oh, gracias. Jane está muy orgullosa. Me alegro de que la junta estuviera de acuerdo conmigo. ¿Le has dicho ya a ella que tomarás parte?
—No, aún estoy conjurando la caída de la joven Sarah. Llamaré a Jane —Se detuvo y suspiró. —Gracias por lo de la otra noche.
—Todos necesitamos algo, o a alguien, de vez en cuando.
Cuando la llamada de teléfono terminó, pasé varias horas frente a la televisión, y después me fui a la cama. Allí tumbada, pensé en Martin de nuevo. Había sido un amigo cercano y consolador después del ataque. No me sorprendió que, dos meses después de la violación, buscara su consuelo físico. El sexo no había sido impresionante, pero había ayudado mucho a sanar el daño que me habían hecho. Cuando decidí dejar Nueva York, y a Martin, no intentó retenerme ni hacerme cambiar de idea.
Había hecho todo lo posible para hacer que mi decisión fuera indolora. Me ayudó a vender mi apartamento, y a decidir qué muebles iba a llevarme conmigo. Lo valoraba como el querido amigo que era, pero una parte de mí aún estaba dolida por el sufrimiento que yo le había causado a él. No fue hasta después de dejar Nueva York cuando me di cuenta de cuánto me amaba Martin, y de cuánto daño le había hecho cuando decidí marcharme. Era demasiado tarde para cambiar de opinión, y aunque nuestra amistad fuera distinta, aún le contaba entre mis amigos más íntimos.
La invitación de boda estaba aún sobre la mesa de mi cocina. Había encontrado una mujer sin la que no podía vivir, y planeaba casarse con ella. Me alegraba por él, pero había otra parte de mí que se había sentido devastada por aquel descubrimiento. Martin ya no era un hombro donde apoyarme, del que depender. Me sentía egoísta y cruel por ello.
Martin era la segunda razón por la que mi cama había estado vacía durante dos años. Lo había usado, y me había prometido a mí misma que no volvería a hacerle aquello a ningún hombre.
uncool.
Re: "desɴúdαтe pαrα мι" [נoe&tu]
Capitulo Siete
{I PARTE} HOT
Me pasé todo el día pensando en lo que quería y lo que necesitaba, y para cuando llegué a la galería de Joe a las cinco y media de la tarde, no estaba totalmente segura de lo que iba a hacer. Llamarlo y auto-invitarme a su casa había sido, seguramente, una de las cosas más descaradas que había hecho últimamente. Como no le había dado la opción de negarse a mi petición de ir a verlo, no estaba segura del recibimiento que tendría.{I PARTE} HOT
Entré en la galería y miré alrededor. Joe estaba en su escritorio, con un cliente. Miró hacia mí y asintió. Desenganché el letrero de PRIVADO, y lo coloqué de nuevo antes de subir las escaleras. Ya en su estudio, caminé hacia la escultura. Podía discernir mi silueta, mi rostro, y la parte inferior de mis piernas. Los brazos comenzaban a emerger.
Extendí la mano y rocé el rostro de la escultura. Joe aún tenía trabajo que hacer, pero era fascinante mirar aquel trozo de alabastro, y ver cómo yo misma salía de él. Llevaba allí un par de minutos cuando Joseph apareció. Cerró la puerta, y se guardó las llaves en el bolsillo.
—No tenías que cerrar antes porque yo haya llegado.
—Sólo había abierto por ella. Generalmente no abro los fines de semana.
Se apoyó en la puerta, en silencio. Entonces, se apartó de la puerta y caminó hacia mí. En cuanto estuve a su alcance me tocó. Sus manos recorrieron mi rostro mientras me atraía hacia él, y me besaba. Tiré mi bolso sin vacilación, y rodeé su cuello con mis brazos.
Excitada al sentir su calor, me quedé sin aliento por la sorpresa y algo tan caliente y arrebatador que apenas podía reconocerlo. Deseo, lujuria y dolor se mezclaron en mi cuerpo mientras él me elevaba del suelo y colocaba mis piernas alrededor de su cintura. Deseaba a aquel hombre con toda mi alma, y no me importaba cuáles fueran las consecuencias. Mis dedos se clavaron en sus hombros mientras me presionaba contra la pared.
El calor y el dolor siguieron a su boca mientras me besaba el cuello y los hombros. Apartó el tirante de mi vestido de su camino y sus dientes mordisquearon mi piel. Al avanzar sobre mi cuerpo, iba arrancándome jadeos. Con un sollozo de frustración, me arqueé contra él. No me había sentido tan vacía en toda mi vida.
—Joe.
—Lo sé, ______.
Tiró de mi vestido hasta que mi pecho derecho quedó expuesto, y succionó mi pezón con su boca, que estaba abrumadoramente caliente. Me sentía como si fuera a salirme de mi propia piel. Sabía lo que él necesitaba oír, así que tomé aire profundamente.
—Joe, fóllame. Ahora.
—Dios, _______, ¿sabes lo que me estás pidiendo?
—No te lo estoy pidiendo —Levantó la cabeza, y nuestras miradas se encontraron. —Tienes que follarme ahora mismo.
Me soltó un poco, y bajé las piernas para no caerme. Sin decir nada más, deslizó su mano sobre la mía, y me condujo al segundo tramo de escaleras. Luché contra la necesidad de comenzar a desvestirme mientras subíamos. Joseph me llevó a través de su apartamento rápidamente, y entonces subimos las escaleras que guiaban hasta la tercera planta, donde me dejó a los pies de la cama. Cuando miré a Joseph, vi la dura pasión que yo sentía por él reflejada en sus ojos. Aquel era nuestro peldaño final, el punto de no retorno.
Me quité el vestido por la cabeza y lo tiré al suelo. No llevaba sujetador. Mis pezones estaban tan imposiblemente duros que me dolían. Los froté con las palmas de mis manos mientras Joseph se sacaba la camisa del pantalón y se la desabrochaba apresuradamente. Me quité las braguitas, las tiré a un lado y me subí a la cama. De rodillas, me giré para mirarlo mientras se desvestía. Era hermoso. El contraste de su piel y la mía era tan excitante que tuve que cerrar los ojos brevemente. Cuando los abrí, se había quitado los pantalones y los boxers. Mis ojos se detuvieron en ellos un segundo, sorprendida y divertida.
uncool.
Re: "desɴúdαтe pαrα мι" [נoe&tu]
YYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYY!!!!!!!
AAAAAAAAAAAAAHHHHH!!
TIENEESS QUE POONEEEEEEEEERRRR
MAAAASSSSSSSSSS!!!!
AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAHHHHH
AAAAAAAAAAAAAHHHHH!!
TIENEESS QUE POONEEEEEEEEERRRR
MAAAASSSSSSSSSS!!!!
AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAHHHHH
chelis
Re: "desɴúdαтe pαrα мι" [נoe&tu]
Capitulo Siete
{II PARTE}
Era hermoso. El contraste de su piel y la mía era tan excitante que tuve que cerrar los ojos brevemente. Cuando los abrí, se había quitado los pantalones y los boxers. Mis ojos se detuvieron en ellos un segundo, sorprendida y divertida.{II PARTE}
—¿Te gusta el diablo de Tasmania?
Se rió, y miró brevemente los calzoncillos con motivos animados.
—Sí, me gusta.
Lo recorrí con la mirada, fijándome en la longitud y el grosor de su erección. Debía medir unos veinticinco centímetros... y era tan gruesa que apenas podría rodearla con la mano. Me mojé los labios, lo miré a la cara y froté mis piernas la una contra la otra mientras yacía boca arriba en la cama.
—Ven aquí, Joe.
Se acerco a la mesita de noche y sacó una caja de condones. Asentí y extendí mi mano para que se acercara. Joseph deslizó su cuerpo sobre el mío y me rodeó con sus brazos. Adoraba sentirlo. El calor de su cuerpo calentaba y excitaba mi piel. Cubrió mi boca con la suya al instante.
El beso fue cálido y apasionado, tan rebosante de deseo como el que yo sentía, y contenía toda la pasión que sentía por mí, de la cual no había sido totalmente consciente. Saber que me deseaba era una experiencia embriagadora y gratificante. Apartó su boca de la mía y bajó hasta mis pechos. Besó y succionó mis pezones hasta que estuvieron tan erectos que me dolieron. Mientras tanto, sus manos se movieron por mis caderas y mis nalgas, acercándome más a él y presionando toda la longitud de su ***** contra mi estómago.
—Dime cómo lo quieres, _____ —Besó mi estómago antes de permitirse bajar. Cuidadosamente, separó mis piernas. —Dímelo.
Me arqueé contra su boca mientras me devoraba y usaba su lengua para separar mis labios. La punta de su lengua golpeó mi clítoris hasta que no pude evitar retorcerme.
—Méteme la po.lla, Joe.
—¿Fuerte?
—Sí —Lo miré mientras sacaba el negro látex del envoltorio, y se lo colocaba. —Como quieras.
Extendió mis piernas cuidadosamente mientras se arrodillaba entre ellas. Colocó la cabeza de su ***** contra mi vagina, y se deslizó en mi interior. Arqueé la espalda y abrí las piernas aún más, y me estremecí mientras se hundía totalmente en mi interior.
«Ya no estoy vacía», pensé, fugazmente, mientras me acompasaba al ritmo de sus caderas.
—Sí—susurré, tomando cada invasión, y deseando más.
Me abracé a él y me dejé llevar. Había pasado tanto tiempo desde la última vez que había confiado en un hombre de ese modo que apenas podía mantener la cordura. La caliente penetración de su *****, y su boca sobre la mía, era todo lo que necesitaba. El placer que me proporcionaba era muy intenso, y giró en mi interior hasta que no sabía dónde nos separábamos, o si lo hacíamos realmente.
Aminoró la velocidad de sus embestidas, y levantó la cabeza. Nuestros ojos se encontraron. Estaba poseído por una pasión que no podía expresar, y que no se molestaba en ocultar. El modo en el que encajábamos era perfecto, y tan sincero, que era casi doloroso. Introduciéndose hasta el fondo en mi interior, pasó una mano por mi cadera y levantó una de mis piernas.
—Quiero ponerme encima.
Se rió suavemente ante mi demanda, pero se apartó de mí. Me subí encima de él, y me hundí en la longitud de su ***** con un suspiro de alivio. Un escalofrío me recorrió la espalda cuando comencé a moverme. Sus manos acariciaron mis muslos y mis caderas, y me agarró, mostrándome el ritmo que quería. Los firmes empujones de su cuerpo bajo el mío nos levantaban de la cama y obligaban a mi cuerpo a aceptar cada glorioso centímetro suyo.
Dios, me encantaban las pollas grandes. Dejé que mi cabeza cayera hacia atrás mientras me movía con él. El sucio placer de follarme a un hombre al que apenas conocía estaba allí, pero también había un sentimiento de conexión y deseo. Aquel hombre me conocía, a mí y a mi cuerpo, de un modo que ni siquiera comprendía. Pasó sus pulgares por mis labios menores mientras yo lo montaba, y acarició mi clítoris suavemente.
Bufó mientras los músculos de mi sexo se tensaban contra el placer y el orgasmo en ciernes.
—Perfecto.
Se sentó mientras comenzaba a correrme, me abrazó, y me balanceó suavemente mientras el placer me atravesaba. Pasé los brazos alrededor de su cuello y lo besé con fuerza. Nuestras lenguas se deslizaron la una contra la otra, explorando cada húmeda sensación mientras seguía moviéndome sobre su *****.
—Tienes un coñito increíble.
Me reí y lo besé suavemente.
—Si hubiera sabido que tenías una ***** tan grande, hubiera saltado sobre ti mucho antes.
Pasó las manos por mi espalda, cogió mi culo, y me embistió.
—No hemos terminado.
uncool.
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