I Can Fly. "Larry Stylinson" Terminado.

por **it'sCaroStylinson** Dom 06 Oct 2013, 3:46 pm

I Can Fly.

Titulo: I Can Fly.

Autor: Carolina Sánchez, ew yo.

Género: Drama/Romance/Tragedia.

Adaptación: No.

Advertencia: Muerte de personajes.

Otras páginas: Luego en tumblr y wattpad.

I Can Fly. "Larry Stylinson" Terminado. Large

Parte 1.

“¿Quén dijo que no podría volar?”

Cuando somos niños, tenemos sueños bizarros; tenemos la esperanza de ser algún día un súper héroe o ser un astronauta y así, poder llegar a la luna. Tenemos fantasías donde somos piratas o bomberos y rescatamos a las personas de un incendio, quedando así como los salvadores. Cuando somos niños nuestra imaginación vuela a lugares inimaginables, convirtiéndonos a nosotros mismos en todo lo que quisiéramos ser con tan solo cerrar los ojos y dejarnos llevar.

Pero así como hay niños que sueñan con ser héroes, hay otros que les gustaría ser Piratas, incluso, a muchos les gustaría ser un Príncipe encantado. Cada niño es diferente y por lo tanto, cada sueño es único y personal, pero siempre será igual de imaginativo y original. Sin embargo, él no quería ser un marinero o un cirquero, él quería volar.

Aún podría recordar su mirada sobre el cielo, admirando a todos esos pájaros volar libremente, sin preocupaciones, sólo… siendo libres. Él los miraba con admiración y sus ojos brillaban maravillado ante la vista de de aquellos pájaros volando en manada hacia un lugar mejor.

Él siempre decía que algún día los acompañaría y así conocería el mundo y sería libre. Y algún día todos los que se burlaban de él por tener el sueño de volar, callarían sorprendidos.

Yo por mi parte, quería ser un Astronauta y volar hacia las estrellas. No hacía la luna, yo quería hacía las estrellas. ¿Por qué? Porque un día yo le prometí que le daría una. Él me había sonreído de la mejor forma, mostrándome sus hoyuelos en sus mejillas y un tierno rubor acompañándolas.

Éramos unos niños y a pesar de todo, él jamás se dejó intimidar por los demás niños más grandes que querían ser Piratas y robar una mina de oro. Sólo los ignoraba y seguía admirando el azul del cielo, imaginándose un innumerable de escenarios donde él podría volar libremente hacía el horizonte.

“Algún día voy a volar” él había prometido, balanceándose en su columpio y su mirada clavada en el cielo, admirando a los pocos pájaros que paseaban alrededor. “y te llevaré conmigo”

Yo le había sonreído y asentido con mi cabeza en señal de aprobación y entusiasmo, pero yo sabía que era imposible. En ese entonces, él tenía seis años y yo tenía nueve años y por lo tanto, yo sabía que volar formaba parte de las cosas que jamás podría hacer un ser humano.

Sin embargo, él jamás dejó de soñar.

A veces, Harry y yo solíamos quedarnos en el parque hasta tarde, aprovechando que nuestras madres se quedaban platicando en una de las viejas bancas despintadas. Nosotros corríamos alrededor, disfrutando del viento golpeando suavemente nuestros rostros, fingiendo ser pájaros en pleno vuelto.

Debo admitir, que era algo que disfrutaba mucho en aquellos tiempos y puedo prometer que jamás olvidaré.

Cuando Harry cumplió los nueve años, se frustró cuando un niño de mi clase, Zayn Malik se burló de él por tener sueños infantiles. Lo ofendió e incluso lo empujó y yo veía todos desde lejos y ahora es cuando me pregunto: ¿Por qué no lo defendí?

Jamás fui un niño muy valiente o siquiera fuerte. Malik era uno de los niños más bravucones a su corta edad. Yo siempre le temí e intentaba no meterme cera de su territorio y así me aseguraría de tener todas mis extremidades en buen estado. Debo admitir que me fue muy difícil ver todo desde lejos, juro que tenía ganas de acercarme y golpear con todas mis fuerzas su cara de niño engreído, pero por alguna razón me detuve y vi como humillaban frente a todos a mi mejor amigo.

Recuerdo que días después me disculpe con Harry, fue tanto que terminé llorando de rodillas, rogándole que me disculpara por haber sido tan estúpido y no ser lo suficientemente valiente como para defenderlo. Harry me sonrió mostrando sus hoyuelos y sus ojos brillaban intensamente y me abrazó.

“Te quiero mucho” me había susurrado.

“Y yo a ti, más” le respondía, correspondiendo entusiasmado a su abrazo.

Cuando Harry cumplió los once años, parecía que su sueño de algún día volar se había esfumando. Habíamos dejado los juegos de fingir ser pájaros y volar libremente y él había dejado de dibujarlos en su libreta de Spiderman. Yo no volví a sacar el tema, agradeciéndole internamente por haber dejado ese tema a un lado. Gracias a eso, Harry dejó de ser molestado.

Poco tiempo después, entró un niño nuevo a la clase de Harry. Un niño irlandés de cabello rubio y bonitos ojos azules y a simple vista se veía bastante simpático, hasta llegue a pensar que podríamos ser buenos amigos. Lástima que me equivoqué.

Harry comenzó a juntarse mucho con ese niño rubio, dejándome olvidado de vez en cuando y a veces faltaba a nuestras reuniones habituales los fines de semana por irse a la casa de Niall a jugar con sus figuras de acción nuevas. Al principio no me molestó porque yo conseguí un amigo nuevo, su nombre es Liam Payne y es bastante agradable y además sabía cómo escuchar a las personas y para tener doce cortos años, él era muy maduro. Era como un adulto chiquito.

Fue exactamente después de la octava vez que Harry me falló cuando me di cuenta de que estaba celoso y realmente me molestaba. Ese día había sido sábado y esa misma tarde llamé a Liam y lo invité a quedarse a dormir a mi casa y como nuestras madres y se habían vuelto amigas, la mamá de Liam aceptó de inmediato y a las dos les sirvió para tomar una taza de té y pastelillos.

Al principio todo era normal, habíamos hecho un horario donde venían incluidas las peleas de almohadas, películas de terror y comer hasta explotar. Básicamente todo hicimos y todo iba bien hasta que Liam me preguntó por Harry.

“¿Dónde está el pequeño del cabello rizado? Pensé que vendría” Liam comentó casualmente mientras metía su mano al tazón donde estaban las palomitas.

“No lo sé. Con su nuevo mejor amigo, Niall” escupí con rabia y enojo y Liam lo notó.

Después de eso, lloré unos minutos cuando me di cuenta de lo tonto que estaba siendo. Liam me animó mucho y me alentó de buscar a Harry y hablar con él.

Y así lo hice. Me presenté en su casa el lunes por la tarde y después de ser recibido por la tía Anne subí hasta su habitación donde estaba Harry jugando con Niall. Después de ver esa espantosa escena, salí de su habitación enojado y totalmente arrepentido por querer hacer las paces; Harry había corrido detrás de mí, sin embargo, yo me fui directo a mi casa corriendo una vez que salí de su casa, dejando al niño de cabellos rizados gritando fuertemente mi nombre.

Era una de las ventajas de vivir a tan solo cuatro calles de ahí.

No hablé con Harry en toda esa semana y la sentí realmente fuerte. Hablé con Liam varias veces y me dijo que me notaba desanimado y cabizbajo, gracias a Dios no me preguntó por Harry, tal vez porque ya sabía que las cosas no habían salido tan geniales como lo habíamos planeado.

Ese fin de semana recibí una visita inesperada. Eran las cuatro de la tarde y mamá preparaba el almuerzo mientras que yo peleaba con Lottie por no querer darme mi libro de colorear. Ella insistía que era suyo.

“Es mío” Lottie gritaba y sacaba la lengua, digno de una niña de seis años.

“No es cierto. A ti no te gusta el Capitán América” me defendí. Ella frunció el ceño y soltó el libro, se sentó en el suelo y esperó a que mamá estuviese cerca para ponerse a llorar descontroladamente.

Me habían castigado y ella terminó quedándose con mi libro y coloreando cada hoja con colores rosas. Para ser pequeña era muy inteligente.

Yo miraba televisión cuando unos golpes me distrajeron. Mamá salió de la cocina para abrir la puerta, era la tía Anne con una sonrisa deslumbrante y detrás de ella estaba Harry. Ellos entraron y pude ver los ojos llenos de vergüenza de Harry al mirarme.

Mamá secuestró a Anne a la cocina, ofreciéndole té, café, pastelillos, galletitas y muchas cosas más que no sabía que teníamos. Yo me acerqué a Harry silenciosamente y después de enfrentarnos y escuchar la chillona voz de Lottie gritando que algún día se casaría con Harry, yo lo secuestré a mi habitación en el segundo piso.

Harry se disculpó con sus mejillas enrojecidas, queriendo y a la vez no queriendo explicar porque estaba tanto tiempo con Niall. Finalmente decidí que no debía presionarme, pero Harry me prometió que algún día me lo diría y después de un emotivo abrazo y nuestras mamás mirándonos desde la puerta y fotografiarnos con sus celulares terminamos jugando con mis carritos de carreras en el piso.

Cuando Harry cumplió doce años, le hicieron un pequeño pastel en su casa, con poca familia de invitados, Liam, Niall y yo. No sabía cómo pero Harry se había vuelto amigo de Liam, ellos se entendían bien y a veces Liam se ofrecía a ayudar a Harry con su tarea de matemáticas cuando no lograba entender.

En su fiesta yo logré convivir con Niall, y él se disculpó por “robarme” a Harry tanto tiempo, yo sólo asentí y él me abrazó. Entonces entendí que Niall era realmente un buen chico.

Yo era un adolescente y estaba en la etapa donde se suponían que las niñas me llamaban la atención y quería pedirles una cita, sin embargo, yo no me sentía atraído por ninguna. Liam en cambio, había invitado a salir a Danielle, una linda chica de nuestra clase con largo cabello rizado y castaño, ella era muy agradable y sin duda la quería para Liam.

Danielle se había ofrecido a presentarme a su mejor amiga Eleanor Calder, ella iba en otra clase, pero había tenido la oportunidad de topármela varias veces y lo único que yo veía en ella era a una chica caprichuda y egocéntrica. Nunca logré entender cómo fue que ellas eran amigas.

“Lo opuestos se atraen” me había explicado Liam pacientemente y a pesar de que no terminé muy convencido no seguí con la conversación.

Le había contado a Harry sobre Eleanor y sobre Danielle y Liam, Harry parecía contento acerca de que Liam consiguiera una novia bonita, sin embargo, él cambió su expresión a una molesta cuando le hablé sobre Eleanor. Harry parecía celoso y era completamente adorable en ese sentido y yo sólo tenía ganas de abrazarlo y besar sus mejillas y decirle que yo no saldría con Eleanor, primero porque no era muy bonito y segundo porque no me caía bien. Tenía muchísimas ganas de decirle que en lugar de querer salir con Eleanor, yo quería salir con él.

Fue ahí cuando comencé a sentirme confundido acerca de mis sentimientos hacía Harry.

Semanas después de su fiesta número doce, decidí visitarlo y pasar un buen rato con él. Harry me invitó al parque donde nos juntábamos antes, cuando estaba repleto de niños divirtiéndose, sin embargo, ahora estaba vacío y hasta daba escalofríos estar ahí. Harry me confesó que seguía viniendo a pesar y a pasar un rato solitario.

Sacó una hoja de papel de su bolsillo trasero del pantalón y me la tendió, cuando tomé la hoja y la abrí descubrí a un gran pájaro en pleno vuelo y con gracioso cabello rizado, llevaba consigo a un niño de cabello lacio y castaño. Sonreí.

Me di cuenta de que Harry jamás dejó ese sueño bizarro sobre volar y tampoco sobre llevarme con él.

Al final de la hoja decía “Yo puedo volar”.

Tal vez en la otra vida de Harry fue un pájaro, él más hermoso y exótico.

Nos habíamos sentado en los columpios como en los viejos tiempo, contemplando el cielo nublando y sintiendo el viento chocar con nuestro rostro. Harry se levantó del columpio repentinamente y me invitó a volar con él.

“Ven Lou, volemos juntos”

Sentí que volví a ver al Harry de seis años con sus ojos brillando en entusiasmo y su sonrisa irradiando felicidad.

Yo acepté volar con él.

Ahora, visitaba a Harry más a menudo y solíamos escaparnos al parque a volar juntas. No importaba si la tarde era fría o calurosa o si el cielo estaba despejado o no. No importaba porque estábamos los dos.

Una tarde de viernes, habíamos terminado cansadísimos y decidimos tomar un descanso bajo un árbol, Harry se había acurrucado conmigo y yo acepté con gusto, sintiéndolo cada vez más cerca de mí.

Yo aún seguía con dudas sobre mis sentimientos, pero en ese momento bajo ese árbol, sintiendo a Harry tan cerca de mí me hizo sentir bien, de verdad me hizo sentir nuevo y completo; entonces decidí que quería a Harry de esa forma en la que un chico debe querer a una chica.

Después de haber dejado a Harry en su casa, yo corrí hasta la mía y atrapé a mamá viendo una película romántica en la sala mientras Lottie estaba dormida en el sofá de al lado. Yo la saludé y decidí que era el momento adecuado para tener una importante plática de hijo a madre. Mi madre era una persona de mente abierta, así que sabía que ella pensaría las cosas y no me juzgaría a la primera.

Esa noche nos dormimos hasta las tres de la mañana hablando en la sala sobre mis sentimientos y de cómo me sentía con todo esto. Sentía a mamá burlándose de mí en mi cara.

“¿A penas te das cuenta de ello, hijo?” ella había dicho con un tono de diversión en su dulce voz.

Mi madre me explicó que se me notaba mucho mi pequeño enamoramiento con Harry y yo terminé con mis mejillas sonrojadas y escondiendo mi rostro detrás de un cojín. Ella me entendió realmente bien y me dijo que me amaría siempre, no importaba si era homosexual, heterosexual o bisexual. Yo siempre sería su hijo y siempre me amaría y apoyaría.

Cuando Harry cumplió los catorce años, él estaba entrando a la etapa de la curiosidad y la etapa de las chicas. A comparación conmigo, Harry solía hablarme de vez en cuando de alguna chica que le llamara la atención, pero siempre terminaba diciendo que solo eran chicas lindas y agradables.

Una tarde común, estando bajo el árbol del parque yo decidí que era el momento exacto para hablarle sobre mi orientación sexual. Harry ya no era un niño y tenía la esperanza de que lo tomara bien.

Tardé aproximadamente una hora para decírselo, pues no era tan fácil como yo creí que sería. Pero una vez que pude confesármele me sentí realmente bien conmigo mismo, me sentí libre.

Al principio Harry no decía nada. Él sólo estuvo en silencio los primeros minutos, mirando hacía sus manos que jugueteaban nerviosamente, su labio estaba atrapado por sus dientes y sus mejillas estaban teñidas de carmesí, su cabello estaba tapando sus ojos y podría jurar que estaba temblando un poco.

Estaba a punto de disculparme, de decirle que no tenía porque sentirse incómodo estando conmigo, que yo no le haría nada, que yo sólo quería abrirme hacía él porque era mi mejor amiga y yo lo quería y sentía que era hora de que lo supiera, pero antes de que pudiese decir algo sentí como se abalanzó sobre mí y quedó a horcajadas, ni siquiera puedo recordar cómo pero mis manos terminaron en su cintura y sin decir nada, ni siquiera mirarlo más de tres segundos, mis labios ya estaban devorando los de él.

Ese día supe que jamás podría dejarlo ir.

“¿Louis?” Me llamó en voz baja.

Harry se había acurrucado contra mí y yo estaba más que gustoso de tenerlo cerca.

“Dime”

“¿Recuerdas cuando pasaba mucho tiempo con Niall?”

“Sí, ¿Qué hay con eso?”

“Era porque yo estaba confundido sobre ti y sobre mí y le pedí ayuda y él me dijo que lo mejor era alejarme de ti por un tiempo y pensar las cosas. Sin embargo, me di cuenta que te quería mucho y que esas mariposas en el estómago que sentía cuando te veía estaban bien y no tenía porque pedir disculpas o sentirme avergonzado”

Recuerdo que lo abracé fuerte y le susurré mil y un promesas que estaba dispuesto a cumplir por él.

Después de una innumerable sesión de besos y risas entre nosotros, me di cuenta de que era hora de ir a dejar a Harry a casa, estaba anocheciendo y también estaba helando y Harry formaba parte del club de niños que suelen enfermarse rápidamente, y eso era lo que menos quería.

Fuimos abrazados de camino a su casa hablando de todo y nada a la misma vez. Cuando llegamos a su casa y Harry me dedicó una sonrisa como despedida me di cuenta de que no quería dejarlo ir, me di cuenta de que Harry significaba más para mí de lo que yo algún día pudiese imaginarlo. Harry iluminaba mis días sin que yo me diese cuenta, con su simple presencia hacía que internamente me sintiera más vivo y más feliz; Harry me hacía bien.

Me acerqué a Harry y besé su frente porque no podía irme sin sentir la suavidad de su piel contra mis labios. Él se había sonrojado y me había abrazado fuertemente.

Y finalmente nos susurramos un “te quiero” y entró a su casa.

Posiblemente jamás me había sentido tan afortunado. De camino a casa no dejé de pensar en lo mucho que habían cambiado las cosas en tan solo unos minutos.

No pude evitar preguntarme qué era lo que éramos ahora. ¿Acaso éramos novios? ¿Tenía ahora el derecho de llamar a Harry como “mío”? ¿Podía tomar su mano y besarlo frente a las personas? Dejándoles en claro que él me pertenecía.

Pensé en la tía Anne y en cuál sería su reacción. Ella era una mujer de mente abierta como mi madre; ella tenía una sobrina lesbiana que ahora estaba felizmente casada con una chica y vivían en Liverpool. Nosotros fuimos invitados a la boda y tengo que admitir que me pareció de lo más lindo ver a las dos mujeres con su vestido blanco festejando su boda.

Esa noche Harry me había hecho preguntas sobre si los chicos también podían casarse con chicos y yo sólo le respondí que sí, no porque alguna vez haya asistido a una boda entre dos chicos, sino porque pensé que era lo más lógico.

Anne estaba muy feliz y les deseo un feliz matrimonio y les dio su bendición. Ella incluso le dijo sobre lo orgullosa que estaba por haber sacado adelante su noviazgo sin importar las miradas de desaprobación de la gente.

Yo quise pensar que Anne también nos daría su bendición y estaría feliz porque ella sabe lo importante que es Harry para mí y también puede estar segura de que siempre lo cuidaría y no dejaría que algo malo le pasara.

Me sentí realmente feliz al pensar tan positivo.

Cuando llegué a casa, mamá hablaba por teléfono y tuve la oportunidad de escabullirme hasta mi habitación y cerrar la puerta con seguro, lanzarme a mi casa y pensar en él.

Al día siguiente llamé a Harry a las once de la mañana y no pude evitar reírme al escuchar su voz adormilada y sus inocentes insultos por haberlo despertado.

“Son las once de la mañana, Harry”

“Oh, cállate” gruñó, “mamá me dejó levantarme a la hora que yo quisiese”

“Eso está muy bien pero has dormido demasiado. ¿Te parece si te paso a buscar a las tres? Me muero por besarte”

“Está perfecto”

Pude sentirlo sonreír con un ligero rubor en sus pálidas mejillas, lo imaginé con el cabello alborotado y los labios hinchados y no pude evitar que mi imaginación se dejara llevar hasta pasar de un escenario completamente adorable e inocente a uno sucio y pervertido donde Harry y yo termináramos de hacer el amor.

Y no pude evitar imaginármelo más profundamente. Harry y yo haciendo el amor.

Los meses habían pasado con rapidez. Harry y yo decidimos mantener nuestra relación en secreto mientras pensábamos como contárselo a nuestras familias; Harry me aseguró que Anne estaría de acuerdo, puesto que él tiempo atrás había hablado con ella sobre sus confusiones y ella le prometió que lo apoyaría en todo.

Cada día me sentía más unido a Harry, más necesitado, cada día lo quería más y me hacía sentir de verdad afortunado. No íbamos por las calles tomados de las manos y tampoco nos besábamos en público, sin embargo, yo siempre me mantenía lo suficientemente cerca de él como para gritarles a todos que era mío.

Harry era la clase de niño que llamaba bastante la atención, principalmente por su cabello rizado y desordenado y su apariencia de niño inocente. Harry estaba constantemente acosado por personas y lo peor es que la mayoría de las veces eran mayores.

Afuera de su escuela siempre estaba un hombre de barba y cabello castaño con unos intimidantes ojos marrones y de estatura inmensa y normalmente siempre estaba mirando hacía la entrada, esperando a que los niños salieran, pero siempre reaccionaba cuando Harry salía con su sonrisa animada e iluminando todo a su paso.

Fue un día nublando cuando yo llegué por Harry más tarde de lo normal, la escuela estaba casi vacía y Harry estaba sentado al lado del señor y él estaba constantemente queriendo mantener una conversación con Harry. Harry sólo se quedaba ahí quieto, sin saber qué hacer. Ese día casi le rompo la cara a ese hombre por tratar de convencer a Harry de “llevarlo a casa”.

Después de ese día él no volvió a poner un pie cerca de ahí.

Cuando Harry cumple los quince años se descubre que tiene cáncer y definitivamente ese fue su peor cumpleaños.

Harry estuvo llorando todo el día, encerrado en su habitación y sin querer ver a nadie. Yo no lo dejé ni un solo segundo. Mi madre trataba de consolar a Anne diciéndole que él mejoraría y que viviría muchos años más.

Yo insistía golpeando la puerta y rogando para que me dejara entrar, pero Harry no me lo permitía, gritándome que me fuera y que no quería verme. Sin embargo, a media noche, la puerta fue abierta dejándome la peor vista de todas, una que me destrozo.

Harry tenía sus ojos inyectados en sangre, sus labios hinchados y sus mejillas tenían restos de lágrimas secas, su cabello estaba alborotado y su ropa arrugada. Lo único que supe hacer fue abrazarlo fuertemente y susurrarle que saldríamos de esto los dos. Juntos.

Lloramos juntos gran parte de la madrugada. Quería hacerme a la idea de que Harry saldría de esto bien, de que podríamos contra el cáncer, que él podría seguir teniendo una vida normal.

“Se me va a caer el cabello” Harry susurró contra cuello. “seré horrible y ya no me vas a querer”

Cerré mis ojos fuertemente, conteniendo más lágrimas y lo abracé más fuerte.

“Siempre te voy a querer. Tú eres hermoso con o sin cabello, eres perfecto bebé”

Los siguientes meses fueron jodidamente difíciles para todos. Anne se veía más cansada y triste, sabía que ella lloraba todas las noches en silencio para que Harry no lo notara, estaba realmente mal.

Harry estaba perdiendo cabello poco a poco y eso le hacía sentirse inseguro y lloraba casi todos los días cuando se miraba al espejo y se daba cuenta que tenía lugares en su cabeza donde el cabello era escaso o simplemente ya no había más. Harry comenzó a odiarse a sí mismo y me preguntaba constantemente porque había nacido si tendría que morir tan joven.

Me dolía. Realmente dolía.

La enfermedad estaba consumiéndolo poco a poco y su felicidad había volado libremente, como el pájaro que Harry siempre deseó ser.

A veces me preguntaba lo mismo que Harry: ¿Por qué a él?

Harry era feliz, realmente feliz; él hacía a las personas felices, entonces ¿Por qué tenía que ocurrirle esto a él? No lo merecía.

Lo que más me dolía era escuchar como Harry decía lo mucho que se odiaba y lo feo que era, me dolía que su sonrisa haya desaparecido y me dolía saber que si seguía con el ánimo por los suelos y con su negatividad podría perderlo pronto.

Me dolía recordar aquellos tiempos de niños donde Harry decía que quería ser un pájaro y volar libremente, hacía un lugar mágico quizás, como al País de las Maravillas o al País de nunca jamás.

“Harry…”

“¿Sí?”

“¿Recuerdas cuando decías que querías volar como un pájaro?”

Harry río sin ganas.

“Algún día volaré, Lou. Estoy seguro”

por **Blue sky** Lun 07 Oct 2013, 8:45 pm

En serio?
Siempre me haces llorar helqdkwhjd bien solo se me escaparon unas lagrimitas pero igual....

por **it'sCaroStylinson** Lun 07 Oct 2013, 9:36 pm

alep1Dforever escribió:En serio?
Siempre me haces llorar helqdkwhjd bien solo se me escaparon unas lagrimitas pero igual....

Perdón:(.
La parte dos es mejor, el foro no me dejó subirlo completo porque pasaba la máxima(?)

por **moonstone** Mar 08 Oct 2013, 1:24 pm

Ay :c Estoy que me muero! NO DEBÍ LEER ESTO! Ahora soy un manojo de lágrimas! :cccc

por **it'sCaroStylinson** Mar 08 Oct 2013, 10:40 pm

moonstone escribió:Ay :c Estoy que me muero! NO DEBÍ LEER ESTO! Ahora soy un manojo de lágrimas! :cccc

Ow, no mueras. Aun falta la segunda parte :(.

por **bethlasforh0ran** Mar 08 Oct 2013, 11:05 pm

Lloro mucho :c
Ay que hermoso... y triste :c

por **it'sCaroStylinson** Mar 08 Oct 2013, 11:18 pm

bethlasforh0ran escribió:Lloro mucho :c
Ay que hermoso... y triste :c

Ow cariño, no llores aún :c, todavía falta la parte dos y esa es más kdfjgv =(.

por **it'sCaroStylinson** Vie 11 Oct 2013, 10:55 am

Parte 2.

Harry había sonreído, después de tanto tiempo él sonrió ante el recuerdo de su sueño infantil y yo sonreí al verlo tan repentinamente decidido a volar algún día.

“Tal vez algún día seas un piloto, mi amor”

“Yo no quiero ser un piloto de aviones. Los aviones no me gustan”

“¿Entonces como volaras?”

“¿Cómo sabes que volaré en esta vida? Tal vez está no es la indicada”

Cuando me marché a mi casa, lloré toda la noche recordando sus palabras. Harry había sonado tan serio y tan pensativo, como si estuviese encontrándole un sentido a lo que decía y finalmente, siempre tuvo uno.

Tuve miedo de dejarlo, sin embargo, no podía dejar que me viera derrumbarme cuando lo único que él debía ver es al Louis fuerte. Porque al final uno de los dos tenía que serlo y yo estaba decidido a serlo por los dos.

¿Mencioné que Anne y mi madre ya estaban enteradas sobre nuestra relación? Lo confesamos poco antes de su cumpleaños número quince, Lottie también lo sabe y está feliz y confundida a la vez porque sigue sin comprender como funcionan las relaciones entre dos chicos a pesar de que ya no está tan pequeña.

Ellas lo tomaron realmente bien y Anne nos dio su bendición antes del matrimonio y me sentí bien, de verdad se sintió ver como los ojos de ambas madres se iluminaban de orgullo y como silenciosamente nos dijeron que todo estaba bien y que hacíamos lo que creíamos correcto. Ellas nos dieron una corta plática acerca de lo responsables que teníamos que ser y también sobre la discreción, principalmente por Harry que apenas era un adolescente y había más adolescentes que no estarían felices de tener a un homosexual cerca. Yo estuve de acuerdo, aunque de verdad tenía ganas de salir a caminar tomados de las manos o presumirle al mundo que tenía al novio más lindo de todos.

Lottie me preguntó sobre la salud de Harry y también sobre su estado de ánimo y yo le mentí diciéndole que estaba bien y al parecer estaba tomando su enfermedad con mucha fuerza y positividad. Harry seguía siendo el amor platónico de mi hermanita aun sabiendo que Harry era gay.

Tuve constantes conversaciones con mi madre sobre Harry. Ella me preguntaba sobre cómo me sentía y yo siempre terminaba derrumbándome en sus brazos, rogándole que parara con todo esto y que Harry pudiese ser feliz nuevamente.

Mamá me daba muchas esperanzas sobre Harry, ella me decía que mejoraría en cualquier momento pero había que tener paciencia y mucha fe.

Las siguientes semanas fueron aún más desesperantes. Harry gritaba y lloraba frente al espejo lanzándose insultos por ser así, por ser calvo. Yo tenía que abrazarlo por la cintura y susurrarle que todo estaba bien, que seguía siendo hermoso y perfecto y terminaba llorando silenciosamente y pidiéndome que hiciera volver su cabello para que él volviera a ser bonito.

Me partía el alma verlo así.

Harry intentó suicidarse dos veces y fueron un secreto de los dos.

Las dos veces yo le grité y le exigí explicaciones que no supo darme. Balbuceaba entre el llanto y me rogaba que lo dejara, que le dolía y entonces yo le dije que a mí me dolía más. Le recordé a su madre, a Niall y a Liam, a mi madre, a Lottie y a mí.

Él prometió no volverlo a hacer y yo prometí no contárselo a nadie.

“Quiero volar, Lou” Harry me susurró antes de quedarse dormido.

“Volaremos juntos algún día”

Al día siguiente yo desperté primero y me las arreglé para salir de la cama sin despertarlo. Me acerqué a su escritorio de madera lleno de libros, hojas y cuadernos por pura curiosidad y vagando por ellos encontré un dibujo que llamo bastante mi atención.

El dibujo estaba firmado y tenía la fecha de hace dos semanas, era un gran ave en pleno vuelo y al final de la hoja en el centro decía “Pronto volaré”.

No supe cómo reaccionar ante eso.

Cuando Harry cumplió dieciséis años el doctor que atendía a Harry le dio esperanzas, muchas a decir verdad y todos estábamos celebrándolo menos él. Harry se veía más cansado y débil por las quimioterapias y lo entendía perfectamente. Sin embargo, tenía esperanzas, teníamos esperanzas de sobrevivir.

Esa misma noche, Anne dijo que debía ser festejada con una buena cena en su casa y mi madre aceptó con gusto.

Después de la cena, Harry decidió que era momento de descansar así que nos retiramos dejando a Anne, mi madre y Lottie hablando sobre lo bien que le estaba yendo en la escuela. Nosotros nos encerramos en su habitación y sin previo aviso comencé a besarlo con tanta hambre y desesperación.

Harry me había respondido y como pude le saqué su camiseta y después le desabroché el pantalón. Terminamos recostados en la cama, yo sobre él, desnudos y besándonos con amor.

Había tocado cada rincón del cuerpo de Harry y lo había besado dejándole marcas de amor y había disfrutado inmensamente de escuchar sus deliciosos gemidos.

Procuré que Harry fuese quien más disfrutara, queriendo hacer de esa noche de cumpleaños la mejor de todas. Le quité la virginidad sin remordimiento, deseando volver a hacérselo para volver a escuchar sus gemidos de placer pidiéndome por más.

“Te amo” Le confesé a Harry una vez que estuvimos acurrucados en su cama, sin importar lo pegajosos o sudados que estuviésemos.

“También te amo y es por eso que quiero que seas feliz. ¿Sabías que me has regalado la mejor noche de mi vida? Eres eso que siempre quise. Eres mi mejor amigo, mi novio y la persona con la que quiero volar lejos para ser libres por fin. Por ti me gustaría seguir luchando”

“Saldremos de esto juntos, amor. ¿Escuchaste al doctor? Él nos dio tantas esperanzas, estás mejorando bebé. Pronto estarás mejor”

“Sigo sin tener cabello, sabes”

“Crecerá” besé cuidadosamente su cabeza, “eres hermoso y es por eso que debemos seguir luchando, por los dos. ¿Estás de acuerdo?”

“Te amo”

“Promételo, Harry”

“No estoy seguro de poder cumplirlo, Lou. No quiero fallarte”

“No lo harás…”

Y después de aquello, ambos quedamos dormidos.

Los días siguientes fueron mejores. Harry parecía más feliz y estaba más animoso de acuerdo a su enfermedad y parecía tener por fin los pies bien puestos en la tierra sobre mejorar.

Jamás creí que Harry fuese un buen mentiroso.

Hablábamos muy a menudo sobre su mejoría y sobre nuestro futuro, bueno, más bien yo hablaba sobre nuestro futuro; Harry permanecía callado y sólo asentía de vez en cuando, pero jamás opinaba sobre nada.

No me molestaba, sólo me parecía raro y algo de miedo crecía en mi interior.

Harry estaba mejorando día con día, entonces, ¿Por qué sentía que el final estaba cerca? Había días en los que me daba miedo despertar y saber que él ya no estaba o peor aún, saber que él jamás estuvo y que todo esto fue un sueño. Pero a pesar de mis ridículos miedos, Harry existía, no era un simple sueño y él seguía aquí luchando por su vida.

Pero aún había algo de miedo que me decía que en cualquier momento Harry me dejaría y se iría a volar y ser feliz en otra vida. A ser libre como él siempre quiso.

Nosotros aún seguíamos hablando sobre volar juntos hacía otra galaxia o un mundo desconocido por todos menos por nosotros. Uno donde sólo estuviésemos nosotros dos, donde no tendríamos que escondernos y podríamos hacer el amor a cada segundo.

Harry me prometió que algún día seriamos libres y volaríamos por el mundo y conoceríamos París y nos tomaríamos muchas fotos en la Torre Eiffel y se las enviaríamos a nuestras madres para que vieran lo feliz que somos siendo libres. Normalmente terminamos riendo sobre nuestros sueños extraños; también hablamos sobre convertirnos en pájaros y en lo genial que sería eso si de verdad pudiese pasar.

Esas eran la clase de conversaciones con las que Harry se emocionaba de verdad y sonreía y reía divertido sobre nuestros planes exóticos del futuro. Este era el futuro que Harry quería, era en el que él opinaba libremente y no se mantenía callado y asintiendo de vez en cuando.

Ese era nuestro verdadero futuro.

Hablamos sobre tener hijos, diez para ser exactos. Cinco niñas y cinco niños y también terminamos riendo después de preguntarnos como los mantendríamos. Finalmente decidimos que dos o tres era un buen número.

Me gustaba cuando hablábamos sobre volar juntos y sobre fabricarles alas a nuestros hijos para que ellos también pudiesen volar con nosotros. Hablábamos sobre su educación y sobre lo maravillosos que serían y también sobre lo orgulloso que estaríamos si ellos estuviesen orgullosos de tenernos como padres. Hablamos sobre ser pacientes y cariñosos, sobre demostrarles nuestro amor y apoyo, así como lo han hecho nuestras madres con nosotros.

De verdad quería un futuro con él y en el fondo sabía que Harry también quería tenerlo conmigo.

Fue un sábado por la noche cuando me despedí de él, era tarde y llevaba días sin dormir bien así que Harry prácticamente me corrió para ir a dormir bien. Esa noches nos besamos intensamente, mordisquee su cuello y le susurré lo mucho que lo amaba y si no me hubiese detenido le hubiese hecho el amor ahí mismo.

Harry me dijo que me amaba y que nos veríamos mañana, él me lo prometió. Me deseó una linda noche y después de despedirme de Anne salí de la casa en dirección a la mía.

Esa noche soñé con él. Un mundo para nosotros solos, donde pudiésemos volar y nuestros hijos tuvieran alas de colores.

Soñé con un lugar donde nuestro amor fuese infinito e irrompible, donde las enfermedades no existieran y sólo estuviésemos nosotros dos viviendo de nuestro amor.

Todo estaba bien hasta que mi madre entró a la habitación de golpe y comenzó a sacudirme entre el llanto para que me levantara.

La noticia la tome por sorpresa, ¿Cómo fue que Harry cayó en el Hospital? ¿Por qué? Mamá no supo explicarme nada, ella sólo lloraba y una vez que pudo calmarse un poco salió de mi habitación dejándome preocupado y más apurado que nunca.

Cuando llegamos al Hospital estaba Anne afuera de la habitación, nos acercamos y mi madre le dio un fuerte abrazo en señal de apoyo y yo solo quería entrar. Me explicaron que aún no estaba permitidas las visitas, pero no supo explicarme como fue que Harry terminó aquí.

Los días pasaron con lentitud, ya casi dos semanas desde que Harry estaba internado en el Hospital. Me escabullía a su habitación cada vez que nadie estaba cerca y permanecía a su lado apoyándolo siempre e intentando hacerlo sonreír.

Y me sentía bien cuando lo lograba.

“Mañana puede irse a casa” comentó el doctor con una sonrisa.

“Gracias” dijo Anne.

Se nos permitió pasar la noche con Harry por ser la última y por haber tenido bastante mejoría en estas últimas semanas. Mi madre y Anne ya estaban dormidas y Harry y yo aún seguíamos platicando en voz baja.

Yo lo besaba cada vez que podía porque sentía la necesidad de estar cerca de él, de sentirlo de cierta forma.

No fue hasta la madrugada cuando Harry dijo que estaba sintiéndose mal. Y cuando menos lo pensé, las cosas se salieron de control. Desperté a Anne y a mamá de un grito y salí de la habitación con la intención de llamar a alguna enfermera o a un doctor cerca, pero cuando ellos llegaron era demasiado tarde.

Sacaron a Anne de la habitación a la fuerza y mi madre me prohibió la entrada. Yo necesitaba verlo y verificar que estuviese bien, pero después de quince minutos sin saber nada la preocupación es inevitable.

Veinte minutos después sale el doctor y las enfermeras, confundidos porque no saben cómo paso, pero Harry ya no está aquí.

Probablemente esa es la noche más fuerte de mi vida. La más dura. Jamás había llorando tanto, jamás me odié tanto.

Lo último que escuché decir a Harry fue un “perdón” que al principio no comprendía, pero después de pensar las cosas con más claridad me di cuenta de que esa disculpa era por no aguantar más tiempo aquí.

Anne había decidido que la cremación era la mejor opción y menos dolorosa a enterrar a su hijo tres metros bajo tierra.

Yo estaba listo para decirle a Anne que estuviese lista porque me tendría mucho tiempo en su casa encerrado en la habitación de Harry hablando con sus cenizas, cuando inesperadamente ella se acercó a mí con las cenizas de Harry y con una sonrisa y con sus ojos llorosos me las entregó.

“Harry quería ser libre… yo sé que tú puedes hacer que lo sea de verdad”

Recuerdo que tomé el auto de mamá sin permiso y acompañado de las cenizas de mi novio conduje lo más lejos que pude. Quizás me guíe un poco por los pájaros que volaban frente a mí, como si estuviesen guiándome al lugar indicado.

Después de cuatro horas de viaje lo encontré. Fue el lugar donde las aves se juntaron y comenzaron a volar en el cielo nublado.

El viento era suave y acogedor. Bajé del auto y tomé la urna, miré hacia el cielo contemplando las nubes y a las aves volando, haciéndole una ovación desde el cielo a Harry.

Abrí la urna con cuidado y sin temor esparcí sus cenizas, dejando que el viento se las llevara y así, liberara el alma de Harry. Dejándolo volar de verdad, siendo libre como él tanto soñó.

Fue entonces cuando recordé nuestra niñez y me di cuenta de que Harry era el único niño que de verdad cumplió su sueño. Él jamás deseó ser pirata o un astronauta, él nunca quiso ser un bombero o un policía.

Harry quería volar y finalmente lo logró.

~

Gracias por leer.

¿Se pasarían por acá?

My best gift was to find. < Fanfic.

How does it feel, Lou? < One-shot.

por **bethlasforh0ran** Vie 11 Oct 2013, 11:41 am

Que hermoso... ay estoy llorando demasiado.
No se que decir, porque me dejaste sin palabras, te puedo decir que me encanto que que escribes hermoso, y que haces que todo te llegue al corazón...
Oh pobre Lou, se quedo sin su Haz :'c
Que linda, linda historia...

por **Blue sky** Vie 11 Oct 2013, 8:27 pm

y sigue siendo hermoso

Harry por fin voló, dios es tan bonito y a la vez trste, creo que lo que más me dolio fue que Harry se odiara

pero, lo ame

Abrazos

por **moonstone** Mar 15 Oct 2013, 7:08 pm

Ay :c
Te amo por escribir cosas tan perfectas
Xx

por **thebraveisLouis** Jue 17 Oct 2013, 11:21 am

Aaah joder :( normalmente no me gustan los fics en donde muere Harry si no al reves, mmm merecian un final feliz :lll

por Invitado Jue 17 Oct 2013, 2:59 pm

Ay Caro no puedo dejar de llorar :'(
Esto es como "Somos infinitos 2.0", mas doloroso aún.
Fue hermoso, pero tan triste.

por **BooBearGirl:3** Jue 17 Oct 2013, 11:32 pm

:lloro: ¡Oh Dios llore!
Me encanto, enserio que me encanto.
La hermosa forma en como la historia paso de ser alegre a triste y termino siendo hermoso.

por **it'sCaroStylinson** Jue 17 Oct 2013, 11:43 pm

bethlasforh0ran escribió:Que hermoso... ay estoy llorando demasiado.
No se que decir, porque me dejaste sin palabras, te puedo decir que me encanto que que escribes hermoso, y que haces que todo te llegue al corazón...
Oh pobre Lou, se quedo sin su Haz :'c
Que linda, linda historia...

Muchas gracias, cariño. Que bueno que te gusto. =)

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