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Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
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"~Perfect Chemistry~" (Joe & Tú) |Terminada|
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
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Página 12 de 52. • 1 ... 7 ... 11, 12, 13 ... 32 ... 52
Re: "~Perfect Chemistry~" (Joe & Tú) |Terminada|
Waaaaa ya volvi :)... Perdon por desaparecermee....
No he estado actualisada de nadaaa! u.u
11. __________
Solo disponemos de media hora en el gimnasio. Mientras me pongo la ropa de deporte, pienso en lo que ha ocurrido en el despacho de Aguirre. La señora Peterson nos ha culpado de lo sucedido tanto a Joe como a mí. Joe Jonas está echando a perder mi último curso nada más empezar.
Mientras me subo los shorts de gimnasia, el sonido de unos tacones me advierte de que no estoy sola en los vestuarios. Me cubro el pecho con la camiseta y veo aparecer a Carmen Sánchez. ¡Ay, madre!
- Debe de ser mi día de suerte -dice, mirándome fijamente como un puma dispuesto a atacar. Aunque los pumas no tienen el pelo moreno, liso y largo... sí que tienen garras. Y las garras de Carmen están pintadas de color rojo.
Se acerca a mí.
Siento el impulso de dar un paso atrás. En realidad, lo que me gustaría es echar a correr. Pero no lo hago, básicamente porque creo que me seguiría de todos modos.
- ¿Sabes? -añade, con una sonrisa malvada-. Siempre me he preguntado de qué color sería el sujetador de __________ Ellis. Rosa. Te va que ni pintado. Apuesto a que te ha costado tanta pasta como lo que te cobraron por teñirte el pelo.
- No has venido aquí para hablar de sujetadores y tintes, Carmen -respondo mientras me meto la camiseta por la cabeza. Trago saliva con fuerza antes de añadir-: Sino para pegarme.
- Cuando una lagartona se insinúa a mi hombre, me sale mi lado territorial.
- No estoy interesada en tu hombre, Carmen. Ya tengo uno.
- Venga ya. Las chicas como tú quieren que todos los tíos pierdan la cabeza por ellas, así pueden disponer de ellos cuando se les apetezca -añade, cada vez más furiosa. Estoy metida en un buen lío-. He oído que vas criticándome por ahí. Crees que lo eres todo, señorita Engreída. Veamos qué cara se te queda cuando te deje el labio partido y el ojo morado. ¿Vendrás al instituto con una bolsa de basura sobre la cabeza? ¿O te quedarás encerrada en tu enorme casa y no saldrás nunca?
No aparto la vista de ella mientras sigue acercándose. La miro fijamente. Cramen tiene claro que para mí la imagen que doy lo es todo, y a ella le da igual que la expulsen... o que la echen definitivamente.
- ¡Contéstame! -grita, y me da un empujón en el hombro, que acaba impactando contra la taquilla que está situada a mi espalda.
Creo que no la estaba escuchando porque no tengo ni idea de qué he de responder. Si regreso a casa amoratada o con señales de haber estado en una pelea, las consecuencias serán desastrosas. Mi madre se pondrá hecha una furia y me echará las culpas por no haber evitado que ocurriera. Espero que eso no le haga empezar otra vez con lo de ingresar a Shelley en algún centro. Cuando hay algo de tensión en casa, mis padres siempre hablan de mandar a Shelley a algún sitio. Como si, por arte de magia, todos los problemas de los Ellis fueran a desvanecerse en cuanto Shelley desapareciera.
- ¿No crees que el entrenador Bautista vendrá a buscarme? ¿Quieres que te expulsen? -pregunto pese a saber que son razones de poco peso. Sin embargo, intento ganar algo de tiempo.
- Me importa una mierda que me expulsen -dice entre risitas.
No parece haber funcionado, aunque merecía la pena intentarlo.
En lugar de encogerme de miedo junto a la taquilla, me enderezo. Carmen intenta empujarme otra vez por el hombro, pero esta vez me las apaño para apartarle el brazo de un manotazo.
Estoy a punto de enzarzarme en mi primera pelea. Una pelea en la que seguramente saldré perdiendo. El corazón me late con fuerza, como si fuera a salirme del pecho. Me he pasado toda la vida intentando evitar situaciones como esta, pero esta vez no tengo elección. Me pregunto si puedo disparar la alarma de incendios para librarme de ella, como he visto alguna vez en el cine. Pero, por supuesto, no veo ninguna de esas cajitas rojas cerca.
- Cramen, déjala en paz.
Ambas nos volvemos hacia el sonido de una voz de chica. Es Isabel. Una «no amiga». Pero una no amiga que acaba de evitar que me partan la cara.
- Isa, no te metas en mis asuntos -gruñe Carmen. Isabel se acerca a nosotras. Lleva el pelo recogido en una alta cola de caballo que se balancea a medida que camina.
- No le pongas la mano encima, Carmen.
- ¿Por qué no? -pregunta ella-. ¿Acaso crees que serás su amiga del alma ahora que estáis juntas en esa estupidez de las animadoras?
Isa apoya firmemente las manos en las caderas.
- Estás colada por Joe, Carmen. Esa es la razón por la que te comportas como una pirada.
Al escuchar el nombre de Joe, Carmen se pone rígida.
- Cállate, Isa. No tienes ni idea.
Ella dirige toda su rabia contra Isabel y se pone a chillarle como una loca. Isabel no se siente intimidada, se ha plantado delante de ella y también le está gritando. Isabel es bajita y puede que pese menos que yo, por eso me sorprende que se enfrente a Carmen. Sin embargo, parece que sabe defenderse. Es obvio que sus palabras hacen retroceder a su contrincante.
El entrenador Bautista aparece detrás de Carmen.
- ¿Estáis dando una fiesta y no habéis invitado al resto de la clase?
- Estamos charlando un poco -dice Carmen, sin sobresaltarse en absoluto y actuando como si fuéramos tres amigas pasando el rato.
- Bueno, pues les sugiero que charlen después de clase. Señoritas Ellis y Ávila, unanse al resto de sus compañeros en el gimnasio. Señorita Sánchez, vaya donde se suponga que debería estar a esta hora.
Carmen me señala con su uña pintada de rojo.
- Nos veremos después -me advierte, y sale de los vestuarios después de que Isabel se haga a un lado.
- Gracias -le digo en voz baja a Isabel.
Ella me responde con un asentimiento de cabeza.
No he estado actualisada de nadaaa! u.u
11. __________
Solo disponemos de media hora en el gimnasio. Mientras me pongo la ropa de deporte, pienso en lo que ha ocurrido en el despacho de Aguirre. La señora Peterson nos ha culpado de lo sucedido tanto a Joe como a mí. Joe Jonas está echando a perder mi último curso nada más empezar.
Mientras me subo los shorts de gimnasia, el sonido de unos tacones me advierte de que no estoy sola en los vestuarios. Me cubro el pecho con la camiseta y veo aparecer a Carmen Sánchez. ¡Ay, madre!
- Debe de ser mi día de suerte -dice, mirándome fijamente como un puma dispuesto a atacar. Aunque los pumas no tienen el pelo moreno, liso y largo... sí que tienen garras. Y las garras de Carmen están pintadas de color rojo.
Se acerca a mí.
Siento el impulso de dar un paso atrás. En realidad, lo que me gustaría es echar a correr. Pero no lo hago, básicamente porque creo que me seguiría de todos modos.
- ¿Sabes? -añade, con una sonrisa malvada-. Siempre me he preguntado de qué color sería el sujetador de __________ Ellis. Rosa. Te va que ni pintado. Apuesto a que te ha costado tanta pasta como lo que te cobraron por teñirte el pelo.
- No has venido aquí para hablar de sujetadores y tintes, Carmen -respondo mientras me meto la camiseta por la cabeza. Trago saliva con fuerza antes de añadir-: Sino para pegarme.
- Cuando una lagartona se insinúa a mi hombre, me sale mi lado territorial.
- No estoy interesada en tu hombre, Carmen. Ya tengo uno.
- Venga ya. Las chicas como tú quieren que todos los tíos pierdan la cabeza por ellas, así pueden disponer de ellos cuando se les apetezca -añade, cada vez más furiosa. Estoy metida en un buen lío-. He oído que vas criticándome por ahí. Crees que lo eres todo, señorita Engreída. Veamos qué cara se te queda cuando te deje el labio partido y el ojo morado. ¿Vendrás al instituto con una bolsa de basura sobre la cabeza? ¿O te quedarás encerrada en tu enorme casa y no saldrás nunca?
No aparto la vista de ella mientras sigue acercándose. La miro fijamente. Cramen tiene claro que para mí la imagen que doy lo es todo, y a ella le da igual que la expulsen... o que la echen definitivamente.
- ¡Contéstame! -grita, y me da un empujón en el hombro, que acaba impactando contra la taquilla que está situada a mi espalda.
Creo que no la estaba escuchando porque no tengo ni idea de qué he de responder. Si regreso a casa amoratada o con señales de haber estado en una pelea, las consecuencias serán desastrosas. Mi madre se pondrá hecha una furia y me echará las culpas por no haber evitado que ocurriera. Espero que eso no le haga empezar otra vez con lo de ingresar a Shelley en algún centro. Cuando hay algo de tensión en casa, mis padres siempre hablan de mandar a Shelley a algún sitio. Como si, por arte de magia, todos los problemas de los Ellis fueran a desvanecerse en cuanto Shelley desapareciera.
- ¿No crees que el entrenador Bautista vendrá a buscarme? ¿Quieres que te expulsen? -pregunto pese a saber que son razones de poco peso. Sin embargo, intento ganar algo de tiempo.
- Me importa una mierda que me expulsen -dice entre risitas.
No parece haber funcionado, aunque merecía la pena intentarlo.
En lugar de encogerme de miedo junto a la taquilla, me enderezo. Carmen intenta empujarme otra vez por el hombro, pero esta vez me las apaño para apartarle el brazo de un manotazo.
Estoy a punto de enzarzarme en mi primera pelea. Una pelea en la que seguramente saldré perdiendo. El corazón me late con fuerza, como si fuera a salirme del pecho. Me he pasado toda la vida intentando evitar situaciones como esta, pero esta vez no tengo elección. Me pregunto si puedo disparar la alarma de incendios para librarme de ella, como he visto alguna vez en el cine. Pero, por supuesto, no veo ninguna de esas cajitas rojas cerca.
- Cramen, déjala en paz.
Ambas nos volvemos hacia el sonido de una voz de chica. Es Isabel. Una «no amiga». Pero una no amiga que acaba de evitar que me partan la cara.
- Isa, no te metas en mis asuntos -gruñe Carmen. Isabel se acerca a nosotras. Lleva el pelo recogido en una alta cola de caballo que se balancea a medida que camina.
- No le pongas la mano encima, Carmen.
- ¿Por qué no? -pregunta ella-. ¿Acaso crees que serás su amiga del alma ahora que estáis juntas en esa estupidez de las animadoras?
Isa apoya firmemente las manos en las caderas.
- Estás colada por Joe, Carmen. Esa es la razón por la que te comportas como una pirada.
Al escuchar el nombre de Joe, Carmen se pone rígida.
- Cállate, Isa. No tienes ni idea.
Ella dirige toda su rabia contra Isabel y se pone a chillarle como una loca. Isabel no se siente intimidada, se ha plantado delante de ella y también le está gritando. Isabel es bajita y puede que pese menos que yo, por eso me sorprende que se enfrente a Carmen. Sin embargo, parece que sabe defenderse. Es obvio que sus palabras hacen retroceder a su contrincante.
El entrenador Bautista aparece detrás de Carmen.
- ¿Estáis dando una fiesta y no habéis invitado al resto de la clase?
- Estamos charlando un poco -dice Carmen, sin sobresaltarse en absoluto y actuando como si fuéramos tres amigas pasando el rato.
- Bueno, pues les sugiero que charlen después de clase. Señoritas Ellis y Ávila, unanse al resto de sus compañeros en el gimnasio. Señorita Sánchez, vaya donde se suponga que debería estar a esta hora.
Carmen me señala con su uña pintada de rojo.
- Nos veremos después -me advierte, y sale de los vestuarios después de que Isabel se haga a un lado.
- Gracias -le digo en voz baja a Isabel.
Ella me responde con un asentimiento de cabeza.
CrazyxJonas
Re: "~Perfect Chemistry~" (Joe & Tú) |Terminada|
O.o Me encanto el caap!! Me puse nerviiosa porque creii q la rayiiz iba a acaabar muerta, pero de suuerte no ocurrio !
U.u No me cae biien Carmen.. Para ser una chiica parece un hombre ! >.<
Siiguela proonto !
U.u No me cae biien Carmen.. Para ser una chiica parece un hombre ! >.<
Siiguela proonto !
|Mili#Jonas|
Re: "~Perfect Chemistry~" (Joe & Tú) |Terminada|
OKEY SOLO TENGO ALGO QE DECIR A ESTA NOVE!
L A A M O!♥
es perfecta la historia me atrapo
y muero por saber qe pasara
Isabel defendio a la rayis de la tipa esa Carmen
qe nomas de ver como la describen da miedo :S
Siguela, ya qiero saber qe pasara entre la Rayis y SEXYJOE♥
L A A M O!♥
es perfecta la historia me atrapo
y muero por saber qe pasara
Isabel defendio a la rayis de la tipa esa Carmen
qe nomas de ver como la describen da miedo :S
Siguela, ya qiero saber qe pasara entre la Rayis y SEXYJOE♥
Ell Payne'
Re: "~Perfect Chemistry~" (Joe & Tú) |Terminada|
que genia Isabel!!! 8) Llego en el mejor momento.
Carmen es ridicula :roll: y esta nove es perfecta! :P
Siguela!!
Patu
Re: "~Perfect Chemistry~" (Joe & Tú) |Terminada|
me dio miedo pensar que hiban a golpear a la rayis aunque hubiera querido que Joe llegara y la defendiera y le dijera a Carmen que el no queria nada con ella haha
SIGUELA
SIGUELA
:love: tu nove
SIGUELA
SIGUELA
:love: tu nove
lizzie
Re: "~Perfect Chemistry~" (Joe & Tú) |Terminada|
Wow,carmen esta re loca!
Y encima no le importa que la expulsen
Yo me muero!
Bue,me matan mis papas jaja
Me cae bien Isa,lo repito
Nose...Es genial jaja
Siguela!
Y encima no le importa que la expulsen
Yo me muero!
Bue,me matan mis papas jaja
Me cae bien Isa,lo repito
Nose...Es genial jaja
Siguela!
Lulajonatica
Re: "~Perfect Chemistry~" (Joe & Tú) |Terminada|
que bueno que aparecio isaaaa
uuuiiii
de la que se salvo ______
siguela porfa
uuuiiii
de la que se salvo ______
siguela porfa
chelis
Re: "~Perfect Chemistry~" (Joe & Tú) |Terminada|
Holaaa!!.... jajaja sabia qe les agradaria Isabel, apesar de todo ella es genial xdd
12. Joe
- ¿Te queda mucho con el Honda? Es hora de cerrar -dice mi primo Enrique.
Trabajo en su taller todos los días después de clase... para ayudar a mi familia a poner los garbanzos sobre la mesa, para olvidarme unas horas de los Latino Blood y, sobre todo, porque soy un hacha arreglando coches.
Cubierto de grasa y aceite después de haber reparado un Civic, me asomo por debajo del vehículo.
- Está casi terminado.
- Bien. Hace tres días que el tío me acosa para recuperarlo.
Ajusto el último perno y me acerco a Enrique mientras este se limpia las sucias manos en un trapo.
- ¿Puedo pedirte algo?
- Dispara.
- ¿Puedo tomarme un día libre la semana que viene? Tengo que hacer un proyecto de química para el instituto -explico, pensando en el tema que nos han asignado hoy-. Y tenemos que encontrar...
- La clase de Peterson. Sí, la recuerdo. Es un hueso duro de roer -dice mi primo con un escalofrío.
- ¿Te dio clase? -pregunto, interesado. Me gustaría saber si sus padres son del ejército o algo así. Está claro que esa mujer lleva la disciplina en la sangre.
- ¿Cómo iba a olvidarla? «No triunfaréis en la vida hasta que descubráis la cura a una enfermedad o salvéis el planeta» -cita Enrique, haciendo una imitación bastante buena de la señora P.-. Nunca terminas de olvidar una pesadilla viviente como la Peterson. Pero estoy seguro de que tener a __________ Ellis como compañera...
- ¿Cómo lo sabes?
- Marcus vino y me habló de ella, dice que está en su clase. Está celoso porque te ha tocado una compañera con piernas largas y grandes... -dice Enrique llevándose las manos al pecho y zarandeándolas un poco-. Bueno, ya sabes.
Sí, ya sé.
Cambio el peso del cuerpo de un pie a otro.
- ¿Qué te parece el jueves?
- No hay problema -responde mi primo, y carraspeando, añade-: Héctor vino a buscarte ayer.
Héctor. Héctor Martínez, el cabecilla de los Latino Blood, el que actúa entre bambalinas.
- A veces no soporto... ya sabes.
- Estás atrapado en los Latino Blood -dice Enrique-. Como todos nosotros. Nunca permitas que Héctor te oiga cuestionar nuestro compromiso con la banda. Si sospecha que no eres leal, te ganarás a tantos enemigos que empezará a darte vueltas la cabeza. Eres un chico listo, Joe. Ándate con ojo.
Enrique fue uno de los primeros miembros de los Latino Blood. Hace mucho tiempo que demostró su valía ante la banda. Pagó sus cuotas, de modo que ahora puede sentarse tranquilo mientras los miembros más jóvenes se colocan en la línea de fuego. Según él, yo acabo de empezar y pasará mucho tiempo antes de que mis amigos y yo lleguemos al estatus de GO.
- ¿Un chico listo? Me aposté la moto a que conseguiría acostarme con __________ Ellis -confieso.
- Pues retiro lo dicho -contesta mi primo, señalándome con una sonrisa burlona-. Eres un imbécil, y pronto serás un imbécil sin moto. Las chicas como ella no se fijan en tipos como nosotros.
Empiezo a pensar que mi primo tiene razón. ¿Cómo narices llegué siquiera a pensar que un tío como yo, pobre, chicano y con una vida muy oscura, conseguiría ligarse a una chica como ella, la guapa, rica y blanca __________ Ellis?
Hay un chico del instituto, Diego Vázquez, que nació en la zona norte de Fairfield. Por supuesto, mis amigos le consideran un blanquito, aunque su piel sea más oscura que la mía. También creen que Mike Burns, un chico blanco que vive en la zona sur, es chicano pese a que no tenga ni una gota de sangre mexicana, ni de Latino Blood, en las venas. Aun así, se le considera uno de los nuestros. En Fairfield, el lugar donde naces determina tu destino.
Suena una bocina frente al garaje.
Enrique presiona el botón para levantar la enorme puerta.
El coche de Javier Moreno se cuela dentro con un chirrido de ruedas.
- Cierra la puerta, Enrique -ordena Javier sin aliento-. La policía nos está buscando.
Mi primo presiona el botón de un puñetazo y apaga las luces del taller.
- ¿Qué coño han hecho, chicos?
Carmen está en el asiento trasero. Tiene los ojos inyectados en sangre, por las drogas o por el alcohol, no lo sé exactamente. Y ha estado tonteando con quien sea que está detrás con ella, porque conozco muy bien el aspecto de Carmen cuando ha estado divirtiéndose con alguien.
- Raúl intentó pegarle un tiro a un Satín Hood -masculla Cramen, sacando la cabeza por la ventanilla del coche-. Pero tiene la puntería en el culo.
Raúl se vuelve hacia ella y le grita desde el asiento del copiloto:
- Desgraciada, intenta apuntar a un blanco móvil mientras Javier conduce.
Hago una mueca cuando Javier sale del coche.
- ¿Te ríes de mi manera de conducir, Raúl? -le pregunta-. Porque si es así, tengo un puño aquí que va a acabar estrellándose en tu cara.
Raúl sale del coche.
- ¿Vas a pegarme, cabrón? -le amenaza.
Me pongo delante de Raúl y le hago retroceder.
- Mierda, tíos. La policía está ahí fuera. -Esas son las primeras palabras de Sam, el tipo que debe de haber pasado la noche con Carmen.
Todos nos agachamos cuando la policía se asoma con las linternas a las ventanas del garaje. Me agazapo detrás de una enorme caja de herramientas, conteniendo la respiración. Lo último que necesito en mi historial es que me acusen de intento de asesinato. Milagrosamente, he conseguido librarme hasta ahora de que me detengan, pero algún día se me va a acabar la suerte. No es muy habitual que un pandillero logre sortear siempre a la policía. O el calabozo.
A Enrique se le refleja todo en el rostro. Le ha costado mucho ahorrar lo suficiente como para abrir su propio taller, y su sueño depende de que cuatro gamberros de instituto consigan mantener la boca cerrada. La poli se llevará a mi primo, con sus viejos tatuajes de Latino Blood en la nuca, junto a todos nosotros. Y en una semana se habrá quedado sin negocio.
Alguien zarandea la puerta del taller. Hago una mueca y rezo para que esté bien cerrada. Los polis se alejan de la puerta y vuelven a enfocar con sus linternas el garaje a través de las ventanas. Me pregunto quién los habrá llamado, no hay ningún soplón en este vecindario. Un código secreto de silencio y afiliación mantiene a salvo a las familias.
Después de lo que me parece una eternidad, los polis se largan.
- Mierda, qué poco ha faltado -dice Javier.
- Demasiado poco -coincide Enrique-. Esperen diez minutos y después larguense de aquí.
Carmen sale del coche y, efectivamente, está drogada.
- Eh, Joe. Anoche te eché de menos.
Me doy la vuelta para mirar a Sam.
- Sí, ya veo cuánto me echaste de menos.
- ¿Sam? Él no me gusta -susurra, acercándose más a mí. El olor a marihuana es casi insoportable-. Aún sigo esperándote.
- Eso no va a pasar.
- ¿Es por la estúpida de tu compañera de laboratorio? -me pregunta, agarrándome de la barbilla y obligándome a mirarla.
Sus largas uñas se me clavan en la piel. La cojo por las muñecas y la aparto con brusquedad. Me pregunto en qué momento mi ex novia Cramen, la dura de pelar, ha llegado a convertirse en Carmen, la lagartona.
- __________ no tiene nada que ver ni contigo ni conmigo. Me han dicho que has estado amenazándola.
- ¿Te lo ha contado Isa? -pregunta, entrecerrando los ojos.
- Tú mantente lejos de ella -digo ignorando su pregunta-. O tendrás que enfrentarte a algo más serio que un ex novio resentido.
- ¿Estás resentido, Joe? Porque no actúas como tal. Actúas como si te importara una mierda.
Tiene razón. Después de encontrarla en la cama con otro tío, tardé mucho tiempo en olvidarlo, en olvidarme de ella. No dejaba de preguntarme qué era lo que yo no podía darle y otros tíos sí.
- Antes me importaba una mierda -le digo-. Ahora ni eso.
Carmen me da una bofetada.
-Vete a la mierda, Joe.
- ¿Pelea de enamorados? -interviene Javier desde el capó del coche.
- Cállate -le espetamos al unísono. Cramen se da la vuelta, se vuelve a meter en el coche y se sienta en el asiento trasero. La observo mientras arrastra la cabeza de Sam hacia ella. El sonido de los intensos besos y los gemidos llenan el taller.
- Enrique, abre la puerta. Nos largamos de aquí -grita Javier.
Raúl, que se había ido a echar una meada al cuarto de baño, me dice:
- Vente, Joe. Te necesitamos, tío. Paco y ese Satín Hood van a pelear esta noche en el Gilson Park. Y ya sabes que los Satín Hood nunca juegan limpio.
Paco no me ha contado lo de la pelea, probablemente porque sabe que intentaré convencerlo para que la evite. A veces, mi mejor amigo se mete en situaciones de las que no puede salir solo. Y a veces, me expone a situaciones de las que yo mismo no puedo escapar.
- Vamos -accedo, antes de subirme de un salto en el asiento del copiloto, invitando así a Raúl a buscarse un hueco detrás, con los dos tortolitos.
Reducimos la velocidad una manzana antes de llegar al parque. Fuera, la tensión es tan densa que se puede cortar con un cuchillo, y también puedo sentirla dentro. ¿Dónde está Paco? ¿Le estarán dando una paliza en la parte de atrás de algún callejón?
Está muy oscuro. Hay sombras que se mueven, poniéndome los pelos de punta. Todo me parece amenazante, incluso los árboles que se agitan a merced del viento. Durante el día, Gilson Park no se diferencia mucho del resto de parques de los barrios residenciales... excepto por el graffiti de los Latino Blood que cubre los muros de los edificios que lo rodean. Este es nuestro territorio. Y está marcado como tal.
Aquí, en los suburbios de Chicago, somos nosotros quienes mandamos en el vecindario y en las calles. No obstante, esta es una guerra callejera, y las otras bandas del suburbio nos disputan el territorio. A tres manzanas de aquí están las mansiones y las casas que valen millones de dólares. En este lugar, en el mundo real, estalla la guerra. Y los millonarios ni siquiera son conscientes de que está a punto de librarse una batalla a menos de un kilómetro de sus jardines.
- Ahí está -digo, señalando dos siluetas que se levantan a pocos metros de los columpios. Las farolas que iluminan el parque están apagadas, pero puedo distinguir a Paco de inmediato por su corta estatura y su característica pose de boxeador recién subido al cuadrilátero.
Una de las siluetas empuja a la otra. Salto del vehículo en marcha porque veo a cinco Satín Hood más aproximándose desde el otro lado de la calle. Me preparo para luchar al lado de mi mejor amigo, olvidando por un instante que un enfrentamiento como aquel puede hacer que los dos acabemos en la morgue. Si me lanzo a la batalla con determinación y ensañamiento, sin pensar en las consecuencias, siempre salgo ganando. Si le doy demasiadas vueltas, cavaré mi propia tumba.
Corro hacia Paco y su adversario antes de que lleguen el resto de sus compinches. Paco está haciéndolo muy bien, pero el otro tipo es como un gusano, se retuerce y se libra del agarrón de mi amigo. Cojo al Satín Hood por la camiseta, con fuerza, lo levanto del suelo y mis puños hacen el resto. Antes de que pueda levantar la cabeza hacia mí, miro a Paco.
- Puedo arreglármelas solo, Joe -dice Paco mientras se seca la sangre del labio.
- Sí, ¿pero qué me dices de ellos? -pregunto, mirando hacia los cinco Satín Hood que aparecen tras él.
Ahora que los veo de cerca, me doy cuenta de que todos son unos chavales. Miembros nuevos, con ganas de marcha y poco más. Puedo ocuparme de los novatos, aunque también es verdad que los más jóvenes siempre van armados y son más peligrosos.
Javier, Carmen, Sam y Raúl llegan a mi lado. Tengo que admitir que somos un grupo intimidatorio, incluso con Carmen. Nuestra pandillera sabe apañárselas muy bien en una pelea, y sus uñas pueden ser mortales.
El chico que estaba enzarzado con Paco se levanta, me señala con un dedo y dice:
- Estás muerto.
- Escúchame, enano -le digo. Los tipos pequeños odian que se rían de su estatura y yo no puedo resistirme a eso-. Vuelve a tu territorio y deja que nosotros nos quedemos en nuestro agujero.
El enano señala a Paco.
- Pero me ha robado el volante del coche, tío.
Miro a Paco, consciente de que es típico de él provocar a un Satín Hood robándole algo tan ridículo como aquello. Cuando me dirijo de nuevo al enano, veo que lleva una navaja automática en la mano. Y que me apunta a mí.
Joder, tío. Cuando acabe con estos Satín Hood, el próximo en la lista es mi mejor amigo.
P.D.: Tambien odio a Carmen ¬¬ xdd
12. Joe
- ¿Te queda mucho con el Honda? Es hora de cerrar -dice mi primo Enrique.
Trabajo en su taller todos los días después de clase... para ayudar a mi familia a poner los garbanzos sobre la mesa, para olvidarme unas horas de los Latino Blood y, sobre todo, porque soy un hacha arreglando coches.
Cubierto de grasa y aceite después de haber reparado un Civic, me asomo por debajo del vehículo.
- Está casi terminado.
- Bien. Hace tres días que el tío me acosa para recuperarlo.
Ajusto el último perno y me acerco a Enrique mientras este se limpia las sucias manos en un trapo.
- ¿Puedo pedirte algo?
- Dispara.
- ¿Puedo tomarme un día libre la semana que viene? Tengo que hacer un proyecto de química para el instituto -explico, pensando en el tema que nos han asignado hoy-. Y tenemos que encontrar...
- La clase de Peterson. Sí, la recuerdo. Es un hueso duro de roer -dice mi primo con un escalofrío.
- ¿Te dio clase? -pregunto, interesado. Me gustaría saber si sus padres son del ejército o algo así. Está claro que esa mujer lleva la disciplina en la sangre.
- ¿Cómo iba a olvidarla? «No triunfaréis en la vida hasta que descubráis la cura a una enfermedad o salvéis el planeta» -cita Enrique, haciendo una imitación bastante buena de la señora P.-. Nunca terminas de olvidar una pesadilla viviente como la Peterson. Pero estoy seguro de que tener a __________ Ellis como compañera...
- ¿Cómo lo sabes?
- Marcus vino y me habló de ella, dice que está en su clase. Está celoso porque te ha tocado una compañera con piernas largas y grandes... -dice Enrique llevándose las manos al pecho y zarandeándolas un poco-. Bueno, ya sabes.
Sí, ya sé.
Cambio el peso del cuerpo de un pie a otro.
- ¿Qué te parece el jueves?
- No hay problema -responde mi primo, y carraspeando, añade-: Héctor vino a buscarte ayer.
Héctor. Héctor Martínez, el cabecilla de los Latino Blood, el que actúa entre bambalinas.
- A veces no soporto... ya sabes.
- Estás atrapado en los Latino Blood -dice Enrique-. Como todos nosotros. Nunca permitas que Héctor te oiga cuestionar nuestro compromiso con la banda. Si sospecha que no eres leal, te ganarás a tantos enemigos que empezará a darte vueltas la cabeza. Eres un chico listo, Joe. Ándate con ojo.
Enrique fue uno de los primeros miembros de los Latino Blood. Hace mucho tiempo que demostró su valía ante la banda. Pagó sus cuotas, de modo que ahora puede sentarse tranquilo mientras los miembros más jóvenes se colocan en la línea de fuego. Según él, yo acabo de empezar y pasará mucho tiempo antes de que mis amigos y yo lleguemos al estatus de GO.
- ¿Un chico listo? Me aposté la moto a que conseguiría acostarme con __________ Ellis -confieso.
- Pues retiro lo dicho -contesta mi primo, señalándome con una sonrisa burlona-. Eres un imbécil, y pronto serás un imbécil sin moto. Las chicas como ella no se fijan en tipos como nosotros.
Empiezo a pensar que mi primo tiene razón. ¿Cómo narices llegué siquiera a pensar que un tío como yo, pobre, chicano y con una vida muy oscura, conseguiría ligarse a una chica como ella, la guapa, rica y blanca __________ Ellis?
Hay un chico del instituto, Diego Vázquez, que nació en la zona norte de Fairfield. Por supuesto, mis amigos le consideran un blanquito, aunque su piel sea más oscura que la mía. También creen que Mike Burns, un chico blanco que vive en la zona sur, es chicano pese a que no tenga ni una gota de sangre mexicana, ni de Latino Blood, en las venas. Aun así, se le considera uno de los nuestros. En Fairfield, el lugar donde naces determina tu destino.
Suena una bocina frente al garaje.
Enrique presiona el botón para levantar la enorme puerta.
El coche de Javier Moreno se cuela dentro con un chirrido de ruedas.
- Cierra la puerta, Enrique -ordena Javier sin aliento-. La policía nos está buscando.
Mi primo presiona el botón de un puñetazo y apaga las luces del taller.
- ¿Qué coño han hecho, chicos?
Carmen está en el asiento trasero. Tiene los ojos inyectados en sangre, por las drogas o por el alcohol, no lo sé exactamente. Y ha estado tonteando con quien sea que está detrás con ella, porque conozco muy bien el aspecto de Carmen cuando ha estado divirtiéndose con alguien.
- Raúl intentó pegarle un tiro a un Satín Hood -masculla Cramen, sacando la cabeza por la ventanilla del coche-. Pero tiene la puntería en el culo.
Raúl se vuelve hacia ella y le grita desde el asiento del copiloto:
- Desgraciada, intenta apuntar a un blanco móvil mientras Javier conduce.
Hago una mueca cuando Javier sale del coche.
- ¿Te ríes de mi manera de conducir, Raúl? -le pregunta-. Porque si es así, tengo un puño aquí que va a acabar estrellándose en tu cara.
Raúl sale del coche.
- ¿Vas a pegarme, cabrón? -le amenaza.
Me pongo delante de Raúl y le hago retroceder.
- Mierda, tíos. La policía está ahí fuera. -Esas son las primeras palabras de Sam, el tipo que debe de haber pasado la noche con Carmen.
Todos nos agachamos cuando la policía se asoma con las linternas a las ventanas del garaje. Me agazapo detrás de una enorme caja de herramientas, conteniendo la respiración. Lo último que necesito en mi historial es que me acusen de intento de asesinato. Milagrosamente, he conseguido librarme hasta ahora de que me detengan, pero algún día se me va a acabar la suerte. No es muy habitual que un pandillero logre sortear siempre a la policía. O el calabozo.
A Enrique se le refleja todo en el rostro. Le ha costado mucho ahorrar lo suficiente como para abrir su propio taller, y su sueño depende de que cuatro gamberros de instituto consigan mantener la boca cerrada. La poli se llevará a mi primo, con sus viejos tatuajes de Latino Blood en la nuca, junto a todos nosotros. Y en una semana se habrá quedado sin negocio.
Alguien zarandea la puerta del taller. Hago una mueca y rezo para que esté bien cerrada. Los polis se alejan de la puerta y vuelven a enfocar con sus linternas el garaje a través de las ventanas. Me pregunto quién los habrá llamado, no hay ningún soplón en este vecindario. Un código secreto de silencio y afiliación mantiene a salvo a las familias.
Después de lo que me parece una eternidad, los polis se largan.
- Mierda, qué poco ha faltado -dice Javier.
- Demasiado poco -coincide Enrique-. Esperen diez minutos y después larguense de aquí.
Carmen sale del coche y, efectivamente, está drogada.
- Eh, Joe. Anoche te eché de menos.
Me doy la vuelta para mirar a Sam.
- Sí, ya veo cuánto me echaste de menos.
- ¿Sam? Él no me gusta -susurra, acercándose más a mí. El olor a marihuana es casi insoportable-. Aún sigo esperándote.
- Eso no va a pasar.
- ¿Es por la estúpida de tu compañera de laboratorio? -me pregunta, agarrándome de la barbilla y obligándome a mirarla.
Sus largas uñas se me clavan en la piel. La cojo por las muñecas y la aparto con brusquedad. Me pregunto en qué momento mi ex novia Cramen, la dura de pelar, ha llegado a convertirse en Carmen, la lagartona.
- __________ no tiene nada que ver ni contigo ni conmigo. Me han dicho que has estado amenazándola.
- ¿Te lo ha contado Isa? -pregunta, entrecerrando los ojos.
- Tú mantente lejos de ella -digo ignorando su pregunta-. O tendrás que enfrentarte a algo más serio que un ex novio resentido.
- ¿Estás resentido, Joe? Porque no actúas como tal. Actúas como si te importara una mierda.
Tiene razón. Después de encontrarla en la cama con otro tío, tardé mucho tiempo en olvidarlo, en olvidarme de ella. No dejaba de preguntarme qué era lo que yo no podía darle y otros tíos sí.
- Antes me importaba una mierda -le digo-. Ahora ni eso.
Carmen me da una bofetada.
-Vete a la mierda, Joe.
- ¿Pelea de enamorados? -interviene Javier desde el capó del coche.
- Cállate -le espetamos al unísono. Cramen se da la vuelta, se vuelve a meter en el coche y se sienta en el asiento trasero. La observo mientras arrastra la cabeza de Sam hacia ella. El sonido de los intensos besos y los gemidos llenan el taller.
- Enrique, abre la puerta. Nos largamos de aquí -grita Javier.
Raúl, que se había ido a echar una meada al cuarto de baño, me dice:
- Vente, Joe. Te necesitamos, tío. Paco y ese Satín Hood van a pelear esta noche en el Gilson Park. Y ya sabes que los Satín Hood nunca juegan limpio.
Paco no me ha contado lo de la pelea, probablemente porque sabe que intentaré convencerlo para que la evite. A veces, mi mejor amigo se mete en situaciones de las que no puede salir solo. Y a veces, me expone a situaciones de las que yo mismo no puedo escapar.
- Vamos -accedo, antes de subirme de un salto en el asiento del copiloto, invitando así a Raúl a buscarse un hueco detrás, con los dos tortolitos.
Reducimos la velocidad una manzana antes de llegar al parque. Fuera, la tensión es tan densa que se puede cortar con un cuchillo, y también puedo sentirla dentro. ¿Dónde está Paco? ¿Le estarán dando una paliza en la parte de atrás de algún callejón?
Está muy oscuro. Hay sombras que se mueven, poniéndome los pelos de punta. Todo me parece amenazante, incluso los árboles que se agitan a merced del viento. Durante el día, Gilson Park no se diferencia mucho del resto de parques de los barrios residenciales... excepto por el graffiti de los Latino Blood que cubre los muros de los edificios que lo rodean. Este es nuestro territorio. Y está marcado como tal.
Aquí, en los suburbios de Chicago, somos nosotros quienes mandamos en el vecindario y en las calles. No obstante, esta es una guerra callejera, y las otras bandas del suburbio nos disputan el territorio. A tres manzanas de aquí están las mansiones y las casas que valen millones de dólares. En este lugar, en el mundo real, estalla la guerra. Y los millonarios ni siquiera son conscientes de que está a punto de librarse una batalla a menos de un kilómetro de sus jardines.
- Ahí está -digo, señalando dos siluetas que se levantan a pocos metros de los columpios. Las farolas que iluminan el parque están apagadas, pero puedo distinguir a Paco de inmediato por su corta estatura y su característica pose de boxeador recién subido al cuadrilátero.
Una de las siluetas empuja a la otra. Salto del vehículo en marcha porque veo a cinco Satín Hood más aproximándose desde el otro lado de la calle. Me preparo para luchar al lado de mi mejor amigo, olvidando por un instante que un enfrentamiento como aquel puede hacer que los dos acabemos en la morgue. Si me lanzo a la batalla con determinación y ensañamiento, sin pensar en las consecuencias, siempre salgo ganando. Si le doy demasiadas vueltas, cavaré mi propia tumba.
Corro hacia Paco y su adversario antes de que lleguen el resto de sus compinches. Paco está haciéndolo muy bien, pero el otro tipo es como un gusano, se retuerce y se libra del agarrón de mi amigo. Cojo al Satín Hood por la camiseta, con fuerza, lo levanto del suelo y mis puños hacen el resto. Antes de que pueda levantar la cabeza hacia mí, miro a Paco.
- Puedo arreglármelas solo, Joe -dice Paco mientras se seca la sangre del labio.
- Sí, ¿pero qué me dices de ellos? -pregunto, mirando hacia los cinco Satín Hood que aparecen tras él.
Ahora que los veo de cerca, me doy cuenta de que todos son unos chavales. Miembros nuevos, con ganas de marcha y poco más. Puedo ocuparme de los novatos, aunque también es verdad que los más jóvenes siempre van armados y son más peligrosos.
Javier, Carmen, Sam y Raúl llegan a mi lado. Tengo que admitir que somos un grupo intimidatorio, incluso con Carmen. Nuestra pandillera sabe apañárselas muy bien en una pelea, y sus uñas pueden ser mortales.
El chico que estaba enzarzado con Paco se levanta, me señala con un dedo y dice:
- Estás muerto.
- Escúchame, enano -le digo. Los tipos pequeños odian que se rían de su estatura y yo no puedo resistirme a eso-. Vuelve a tu territorio y deja que nosotros nos quedemos en nuestro agujero.
El enano señala a Paco.
- Pero me ha robado el volante del coche, tío.
Miro a Paco, consciente de que es típico de él provocar a un Satín Hood robándole algo tan ridículo como aquello. Cuando me dirijo de nuevo al enano, veo que lleva una navaja automática en la mano. Y que me apunta a mí.
Joder, tío. Cuando acabe con estos Satín Hood, el próximo en la lista es mi mejor amigo.
P.D.: Tambien odio a Carmen ¬¬ xdd
CrazyxJonas
Re: "~Perfect Chemistry~" (Joe & Tú) |Terminada|
Gracias por el Capii! Megfa Adoro esta movee!!!! Siguelaaaa!!!!!!!! Es Magnificaaa!!!!!!
Yhosdaly
Re: "~Perfect Chemistry~" (Joe & Tú) |Terminada|
Ya somos 2... Tambien odio a Carmen... ¬¬ Espero que algun dia se muera (?) No creo q ya es suficiente maldad ! ...
Me encanto el capp!
Pero no la dejes ahiI!
Espero que no le pase nada malo a Joe, espero que ese estupido no le haga nada con la navaja !! !
Siguelaa !
Me encanto el capp!
Pero no la dejes ahiI!
Espero que no le pase nada malo a Joe, espero que ese estupido no le haga nada con la navaja !! !
Siguelaa !
|Mili#Jonas|
Re: "~Perfect Chemistry~" (Joe & Tú) |Terminada|
Buenisima!!!!
y chicas ya somos 3 las que odiamos :twisted: a Carmen miren que quererle pegar a la rayis y Joe ya ni es su novio
ahh me encanto como Joe le dijo qiue no molestara a la raya :cheers:
SIGUELA
SIGUELA
Esta muyyyy buena
y chicas ya somos 3 las que odiamos :twisted: a Carmen miren que quererle pegar a la rayis y Joe ya ni es su novio
ahh me encanto como Joe le dijo qiue no molestara a la raya :cheers:
SIGUELA
SIGUELA
Esta muyyyy buena
lizzie
Re: "~Perfect Chemistry~" (Joe & Tú) |Terminada|
Carmen es una puta :| perdon si suena guaso pero es la verdad.
Muy buen cap! La tienes que seguir!
Patu
Re: "~Perfect Chemistry~" (Joe & Tú) |Terminada|
Amo imaginarme a Joseph todo sucio, cubierto de grasa &' aceite
se me hace... S E X Y ! 8)
okok' todo en Joseph siempre se me ace sexy'
puede estar. nose, sacandose un moco(? &' ten por seguro qe
para mi seguira siendo sexy, asqeroso pero sexy(:
morí con lo de - Tú mantente lejos de ella o tendrás que enfrentarte a algo más serio que un ex novio resentido.
osea, me defendio cierto? ..para mi siempre a sido qe defendio :)
Enfin..Yo igual O D I O a Carmen!
nose la verdad si le deseo la muerte #oknot, esoniyomelocreo¬¬
pero le deseo tanta maldad como qe.. nose,
qe cuando vaya a comer cereal no tenga leche'
qe se le rompa una de sus uñas' :twisted:
seeeeeeeehhhhh!!!' I'm a badGirl! 8)
Enfin..SSIIGUEEELAAAA!!(:
se me hace... S E X Y ! 8)
okok' todo en Joseph siempre se me ace sexy'
puede estar. nose, sacandose un moco(? &' ten por seguro qe
para mi seguira siendo sexy, asqeroso pero sexy(:
morí con lo de - Tú mantente lejos de ella o tendrás que enfrentarte a algo más serio que un ex novio resentido.
osea, me defendio cierto? ..para mi siempre a sido qe defendio :)
Enfin..Yo igual O D I O a Carmen!
nose la verdad si le deseo la muerte #oknot, esoniyomelocreo¬¬
pero le deseo tanta maldad como qe.. nose,
qe cuando vaya a comer cereal no tenga leche'
qe se le rompa una de sus uñas' :twisted:
seeeeeeeehhhhh!!!' I'm a badGirl! 8)
Enfin..SSIIGUEEELAAAA!!(:
uncool.
Re: "~Perfect Chemistry~" (Joe & Tú) |Terminada|
Asi que Carmen ademas de ser matona es una zorra
Genial ¬¬
Como puede ser tan puta como para ponerle los cuernos a JOE?!
Osea,mi vida, es JOE!
Jaja
Casi mas los agarra la poli O.O
Que culo que tuvieron
Hey,me parece a mi o defendio a la rayis de Carmen? :¬w¬:
Siguela!
Genial ¬¬
Como puede ser tan puta como para ponerle los cuernos a JOE?!
Osea,mi vida, es JOE!
Jaja
Casi mas los agarra la poli O.O
Que culo que tuvieron
Hey,me parece a mi o defendio a la rayis de Carmen? :¬w¬:
Siguela!
Lulajonatica
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