Battlefield.

Battlefield

El Chicago distópico se ha debilitado rápidamente; sus barreras más fuertes se han roto, derrumbándose ante la agonía que un mundo hostil le está presentando más allá de los campos de Cordialidad.

Después de las constantes guerras lideradas principalmente por los intrépidos y los eruditos; la sociedad había logrado encontrar un equilibrio colmado por la armonía, y falto del tan sombrío y quejumbroso aire que los pasados hechos les habían traído.

Después de la calma en el estrambótico Chicago que reinó por muchos años, líderes de cada facción desfallecieron en la guerra, y con ello; cada miembro se vio inundado por el desasosiego que la ausencia de ellos produjo. Los eruditos dejaron a un lado sus gafas y encajaron sus manos con los pocos abnegados leales que lograron derrumbar a todo ser vivo considerado traidor; intrépidos, ante la poca población de los mismos, adoptaron costumbres cordiales, al igual que los veraces, que sin explicación alguna, fue la facción con mayor número de individuos en pie cuando se hizo el exhaustivo recuento días después de haber culminado la guerra.  Sin embargo, lo único que la sociedad procuró extinguir por completo de la faz de la Tierra, fueron los Divergentes. Cada ser con capacidades extraordinarias a la hora de enfrentar una simulación, fue asesinado vil y fríamente, bajo la ordenanza de los mayores.

Y ahora, la sociedad se ha visto envuelta en una unificación forzada; con las fortalezas de cada facción, que por separado había quedado en el polvo, pero unidas son todo.

Los límites que las barreras pactaban fueron suprimidos, mas nadie nunca se atrevió a cruzar más allá de los mismos.

Fue entonces cuando ocurrió: un grupo de jóvenes abandonados, con virtudes y habilidades excepcionales, decidió cruzarlos. No sabían lo que los esperaba… aunque tampoco creían tener neurosis con capacidad suficiente para deducirlo por sí mismos.

Sus condiciones no fueron determinadas, después de todo, si naces como abandonado, creces como uno.