Sweet Peacock ::Harry Styles::

Sin dejarme respirar, me agarro de la cintura delicada pero rápidamente y me tomo desprevenida un beso, yo me quede inmóvil al principio pero luego lentamente lo seguí, ‘¡mi primer beso fue robado!’. Sin dejar de besarme, lentamente se fue haciendo para atrás, logrando que ambos entráramos al apartamento, cambiamos posiciones y con el pie logro cerrar la puerta. ¡No dejaba de besarme! Aunque, vaya se sentía tan bien, había robado algo de mí, e inconsciente deje algo de mí en él. Segundos después se separó de mí, yo aún mantenía los ojos cerrados, pude sentir como se tensó y pude distinguir su respiración agitada, poco a poco fue retirando sus manos de mí y yo no pude evitar abrir los ojos ante la situación.

El aire se cortó de mis pulmones, mi cuerpo quedó inmóvil, no tenía control sobre nada en ese momento y la situación lo ameritaba, de verdad que esperaba ver un viejo gordo y feo, ‘¿qué besara extremadamente bien?’ sarcástica agrego mi conciencia, pero no lo esperaba a él. Nos mirábamos fijamente, en sus bellos ojos verdes pude saber lo que pensaba de mí, lo que ahora pensaba de mí, sabía que lo que estaba a punto de hacer estaba mal y que tendría consecuencias pero jamás pensé que Dios me castigara de esta forma, era mi primera falta grave, mi única falta grave. Avergonzada de ver lo que sentía ahora hacia mí, aparte mis ojos de él y me sentí como una estúpida, mi vista se empaño, iba a llorar, iba a caer en una red de arrepentimiento sin ni siquiera haber empezado el mal juego, mi cuerpo temblaba de la ira que sentía hacia mí misma, sus ojos todavía estaban estampados en mí, una lagrima callo sobre mi mejilla y sentí como algo se quebraba dentro de mí como miles de cristales, mi dignidad ¿tal vez?, cerré fuertemente mis ojos, me di la vuelta dándole la espalda y empecé a sollozar, con mis palmas cerradas cubrí mis ojos y me deje llevar, trate de olvidar todo lo que me rodeaba para poder calmarme, pero su intensa mirada puesta sobre mí no me dejaba ir.

¿Cómo un beso podía ser tan hermoso y doloroso al mismo tiempo? ¡¿Cómo?! ‘Te lo dije, te advertí que era una muy mala idea, pero a mí nadie me hace caso’ susurro mi conciencia divertida ‘Ahora lo único que puedes hacer es ser fuerte, así que deja de llorar o perderás tu empleo’. Odiaba aceptarlo pero tenía razón, poco a poco reuniendo toda la fuerza interior deje de llorar, limpie cualquier rastro de lágrimas de mi rostro, tape mi boca con la mano y susurre a mí misma “tú puedes”. Voltee, sonreí falsamente tratando de ocultar mi vergüenza y hable.

-Hola, mucho gusto, soy ___(apodo)—dije aparentando sentirme segura.

Miraba al piso arrepentido, como si estuviera pensando, en un movimiento rápido me abrazo fuertemente sorprendiéndome, no podía corresponder ese abrazo, aunque necesitara uno y el de él se sintiera correcto no podía, no ahora.

-Debes ser nueva en esto ¿no?—susurro en mi oído, tenía una muy bella voz ronca—No te preocupes, todo estará bien, no te hare daño, seré suave, solo no vuelvas a llorar frente a mí, me duele ver a una mujer llorando—dijo apretando el abrazo, yo sonreí débil y pose mis manos sobre su espalda ligeramente.

-Está bien—dije mientras una última lagrima se escapaba de mi ojos.

Se separó de mí y al ver la lagrima en mi mejilla la limpio con su pulgar, fue un gesto muy íntimo pero no me importo, después de todo me acostaría con él ¿no?

-Tengo una idea—dijo tomando mi mano llevándome a la cocina del apartamento— ¿Quieres un chocolate caliente? Ya sabes, para bajar la tensión.

-Claro—no tuve que pensarlo mucho, lo necesitaba.

Me pidió que tomara asiento en la barra de la cocina entretanto el preparaba la bebida, deje mi bolso en una silla alta al lado y preste atención a lo que hacía, se movía como si fuera un profesional haciendo chocolate caliente, conocía muy bien su cocina y pude notar, cuando abrió uno de los cajones altos de la cocina, que era bastante ordenado con las cosas. De improviso estornude, llamando su atención, eran las 12am y yo no llevaba ningún abrigo puesto, él lo noto y salió de la cocina desapareciendo por un momento, luego de varios segundos regreso con un abrigo en sus manos.

-Levanta los brazos—dijo detrás mío, sin plantear porque lo hice, después de todo era una de las reglas, y me puso el abrigo sin problemas, me sentía como una bebé, dio media vuelta a la silla y me inspecciono—te queda bien.

Mire como me quedaba por medio del reflejo de la ventana que tenía enfrente, mientras él seguía con las bebidas, me sentía pequeñita en comparación con su abrigo, era gigante, pero me calentaba así que no proteste, además olía increíble, a puro hombre, salvaje. Luego de haber preparado todo, coloco una tasa frente a mí y espero impaciente a que probara el contenido, sin desviar la mirada de él probé, sorprendida observe el contenido.

-Sabe delicioso—dije boquiabierta, él sonrió triunfante, se colocó frente a mí en la barra.

-Supongo que me recuerdas ¿no?—dijo viéndome, feliz, tomar el chocolate.

-Eres el del supermercado ¿verdad?—dije sonrojada, por lo que había sucedido ese día.

-En carne y hueso—dijo con una sonrisa divertida—habías estado mirándome por bastante tiempo ¿eh? Todo el rato no dejaba de sentirme vigilado.

-Y-yo no te estaba vigilando—dije rápidamente apenada—solo que…

-¿Qué?—dijo ansioso por mi respuesta.

-Me gusta tu cabello—mentí un poco desviando mi vista de él, aun sonrojada.

-Mmm—dijo pensativo—que extraño, recuerdo haber usado un gorro ese día—dijo viendo travieso a otro lado, ‘Idiota, no sabes mentir’ me reprocho la maldita conciencia.

-¿Por qué me sonreíste?—dije cambiando un poco mi situación incomoda.

-No lo sé, me sorprendiste supongo—dijo encogiéndose de hombros.

-¿Te sorprendí?—dije confundida.

-Sabes, no eres nada fea—dijo sonrojándose ligeramente, viéndose completamente tierno—en realidad, eres bastante hermosa.

Sentí mi cara completa enrojecer, ‘Piensa que eres hermosa y tú piensas que es guapo, no se tu pero ya sabes para que estamos aquí, aprovecha y desnúdalo nena’ dijo mi conciencia pervertida, haciendo sentirme más pequeña en ese momento.

-No sé porque dices esas cosas—dije viendo mi chocolate—apenas me conoces.

-No necesito conocerte para saber cuan inocente eres—dijo asomando una sonrisa—con solo tu forma de actuar sé que eres una chica tierna sin olvidar linda.

-T-tú no te quedas atrás—dije cortando los halagos dirigidos solo hacia mí, me sentía incomoda pero de una buena forma.

-¿A si?—dijo acercándose un poco más de frente a mí— ¿Piensas que soy lindo?

-Y-y-yo—dije nerviosa recordando el beso—sí.

-¿Si qué?—dijo con intensiones malvadas.

-S-si creo que eres li-lindo—dije muy nerviosa, ‘Aja, aja, ¿así que dando el primer paso hacia la habitación? ¿Será que me harás caso esta vez también?’ dijo mi conciencia, volviendo todo más incómodo haciéndome sentir como un tomate, escuche que soltó una risita burlona y me levanto el mentón.

-Hey, no te avergüences por decir eso—dijo acercando más nuestro rostros—creo que es tierna la forma en que te sonrojas.

Luego de eso cerro por completo la distancia entre nuestros labios, me beso con ansias, con deseo, cambio su mano de posición colocándola en mi mejilla volviendo tierno el beso, me sentía derretida, gracias al cielo estaba sentada porque si no fuera así no podría mantenerme de pie. Luego de unos segundos separo nuestros labios un poco y sentí su respiración pesada en mi rostro, olía a chocolate, mi segundo beso supo a chocolate, a uno muy dulce. Beso ligeramente mis labios y se separó por completo con una sonrisa enorme dejando a la luz sus hoyuelos, tomo lo que quedaba de chocolate rápidamente al igual que yo terminaba de beberme el mío, me quito la tasa y coloco las dos en la barra, dio la vuelta tomando mi mano y me llevo a la sala.

-¿Sabes bailar?—dijo mientras colocaba un disco.

-¿Bailar?—pregunte impresionada— ¿Qué tipo de música?

En eso empezó a sonar “Isn’t she lovely” de Stevie Wonder, me sonrió y me tomo de la mano y la cintura, mientras se empezaba a mover al ritmo de la canción.

-¿Te gusta Stevie Wonder?—pregunte curiosa.

-Me encanta ¿y a ti?—dijo sonriente.

-Lo adoro—dije mientras me desplazaba hacia atrás dando una vuelta, sonriente me volví a colocar y pude notarlo sorprendido.

-Sabes moverte bastante bien—dijo riendo, yo me uní a su risa, pensé que sería diferente, pensé que me odiaría por lo que estaba haciendo, pensé muchas cosas malas que solo me asaltaron por un momento y ahora todo está bien.

-Cuando era pequeña solía bailar siempre con—me interrumpí, mi sonrisa se apagó, recordar a mis padres era difícil para mí, no podía evitar los sentimientos que me asaltaban.

-¿Con quién?—dijo sin captar mi tención, luego de mirarme a los ojos y captar que estaba a punto de llorar, se borró su sonrisa del rostro, me sentí muy mal conmigo misma, me estaba empezando a divertir y yo con mis estúpidas lagrimas lo había arruinado.

Apenas lo conocía pero me sentía extrañamente bien junto a él, sentía que todo volvía a ser como hace 10 meses atrás, con confianza y segura de mi misma escondí mi rostro en su cuello y me acerque más a su cuerpo, él poso su barbilla sobre mi cabeza y seguimos bailando la canción así, juntos los dos.

Casi al final de la canción se apartó un poco de mí, miro mis ojos sonriente y se acercó a mi oído.
-Si sigues llorando te castigare—susurro deseoso, yo solo me sonrojo y apreté mi agarre hacia él, se apartó un poco de mí y me guiño—después de todo estas aquí por mí, recuerda una de las reglas.
Rápidamente recordé “Si el cliente te ordena algo debes cumplirlo obligatoriamente”, no quería ni imaginarme el tal castigo y sabia a lo que se refería porque la mirada lo delataba.

-No volveré a llorar—dije limpiando las lágrimas silenciosas que había derramado ¿Cómo se habrá dado cuenta que yo…?—Lo prometo.

-Mmm—dijo divertido acercándose a mí—no tenía la intención de que pararas de llorar.

Sin dejarme responder me volvió a besar, ‘Si este chico sigue así, ¡uff!’. El beso se volvió apasionado, me apretó más contra su cuerpo, e introdujo su lengua en mí, yo era sumamente nueva en esto, así que solo fui memorizando la forma en que lo hacía, el beso se volvió profundo y me atrajo más hacia él, en ese momento sentí algo abultado contra mi entrepierna y lo entendí todo. Obviamente, como cualquier chica de 16 años, sabía lo que era una erección pero esta era gigante, ‘¿tú qué sabes que es gigante en este tema si es tu primera vez?’ pregunto mi conciencia, ignorándola coloque mis manos en su nuca atrayéndolo, me estaba gustando la sensación que se estaba creando dentro de mí, me empezaba a gustar como iba a ser esto.

-¡Dios! ___(apodo) me tienes loco—susurro luego de apartarse un poco de mis labios, mi respiración estaba agitada, ¡ese beso fue el mejor! Sin previo aviso me tomo de los muslos alzándome y me beso violentamente, me hizo rodear su cintura con las piernas y empezó a caminar, no sabía hacia donde nos dirigíamos hasta que sentí algo suave en mi espalda, me estaba recostando en la cama, pensé que al llegar este momento me sentiría incomoda y nerviosa pero no, en realidad me sentía… muy bien.

Hola! Auch disculpame por no comentar antes, el tiempo casi no me alcanza :/ pero acá estoy :)
En fin, me encanto el capítulo!
Jummm en serio, al menos le toco uno, muy, MUY sexy jaja
Y van bien! :D
Y bueno, vale con lo del nombre :)
Awww debes seguirla pronto, esta genial!