♥Sin Medidas♥ (Joe & Tu)

Sin Medidas


Ella, Contrario a la estadística, ____ no vive presa de su talla, no es la flacucha despampanante debido a sus "huesos anchos", hace lo que le gusta y sus amigos darían su vida por ella, no puede pedir nada más, bueno tal vez sí, en un sueño perfecto muchos postres con extra chocolate y quizás algo más... Él Ha aceptado una apuesta estúpida con un plan para ganar, Joseph creyó que necesitaba proteger a la chica frente a él, nunca imaginó que tal vez el único que necesitara protección seria él mismo, Joe está a punto de descubrir que no hay moldes para el amor.

Apuesta:

Acuerdo al que llegan varias personas por medio del cual se compromete a pagar quien o quienes se equivoquen.


____ trató de no mirar pero le era casi imposible olvidar que estaban frente a ella, se mordió la mejilla tratando de controlarse pero fue inútil.
Es que eran perfectos, simples y sencillamente perfectos, y estaban justo ahí y no podía hacer otra cosa que caminar los dos pasos que la llevarían hasta la gloria.
Solo un movimiento más y seria suyo, alargaría la mano y lo tendría muy cerca de su boca, tan cerca que podría oler el delicioso aroma que desprendía.
Doble capa de chocolate.
Rodeó los ojos riendo de sí misma, la única ventaja de fantasear con panecillos recién horneados es que no había peligro de un corazón roto, ¿alguien tenía duda de por qué prefería a veces un buen postre?, se giró hacia la cafetera y sirvió los dos cafés que le pedía la chica que estaba apoyada en la barra.
La cafetería del campus estaba casi a reventar un día miércoles, pues aun había bastantes personas preocupadas por no desvelarse y pasar un rato con café en vez de alcohol. A diferencia de los viernes que regularmente era sus días con el trabajo ligero.
Llevaba trabajando en ahí casi un año, conocía a la mayoría de vista, no era que ellos la conocieran bien, pero aquello no importaba.
Su mamá decía que era del tipo discreto, ____ creía que era del tipo invisible, y a ella le fascinaba, podía hacer lo que quisiera sin que nadie estuviera al pendiente por un paso en falso, por ejemplo nadie se ponía histérico por que le encantará comprar cómics originales,
fuera al cine al menos una vez a la semana, pasara todos sus módulos con sobresaliente y ya estuviera trabajando en su tesis o que tomara clases de baile y mirará su talla 13 en un espejo.
La lista seguía y seguía pero ahora mismo no era el tiempo para pensar en ello, pues…
-Disculpa…-, llamó de nuevo "Barbie"
____ la miró sonriendo.
-Una Coca Cola de dieta-, pidió sin devolver el gesto
-Enseguida-, respondió ella girándose hacia el refrigerador y sacando una lata.
Barbie comenzó a hacer un sonido con sus uñas contra el cristal, señal inequívoca de que ____ estaba siendo muy lenta.
Ella sonrió y tomó un trapo mientras la miraba.
Comenzó a secar el exterior de la lata lentamente.
No es que tuviera algún problema con las rubias, ella misma tenía el cabello de un color similar, pero no le gustaba que Barbie la mirara de arriba a abajo casi sintiendo lastima por que jamás podría entrar en su pantalón cero.
¿Cómo podía existir una talla 0?
____ adoraba la comida y se cuidaba, hacia ejercicio por las mañanas además del baile, no era aficionada a la comida chatarra y en lo particular pasaba de los refrescos, sin embargo nunca había sido delgada y no quería serlo, había visto a demasiados personas sufrir por su peso como para acarrear aquel problema, su cuerpo venia en un molde un poquito más grande, a su mamá le gustaba decir que su familia era de huesos anchos, no se mentía pensando que ser un poco más delgada la haría más popular o más sexy.
Había aprendido a quererse a si misma y eso echaba en tierra cualquier mirada de Barbie.
-Disculpa…-, espectó de nuevo la muñequita y ____ le tendió la lata, basta de hacer mal su trabajo.
Barbie hizo una mueca desagradable, pagó y dio media vuelta.
-Algún día te meterás en problemas-, dijo Erik riendo.
____ lo miró de forma inocente antes de poner el trapo en la estantería detrás.
-¿Por qué?-, preguntó solo para hacerle reír aun más, él era un hombre alto de cabello negro y piel pálida con hermosos ojos grises, su novio estaba loco por aquellos ojos.
-Siempre sabes cómo sacar de quicio a las personas ególatras, mezquinas, idiotas…-, aseguró su compañero de trabajo mientras ella fruncía el ceño.
-Y yo que creía que le caiga bien a todo el mundo-, bromeó mientras el reía.
-A la mayoría-, concedió tratando de ponerse serio de nuevo.
____ le dedicó su sonrisa de diez y volvió a echar un vistazo a los panecillos, esa era su única debilidad, se mordió el labio y se acercó, podría tomar uno, solo uno.
-¿Tienes cerveza?-, oyó preguntar a alguien, ____ tardó un segundo en girar su cabeza, un rubio de sonrisa brillante y ojos tan azules como el cielo en una cabeza pegada a un cuerpo de infarto estaba frente a ella.
Todo el paquete era digno de admirar, y hubiera sido perfecto si ella no supiera que en el cielo se habían olvidado de ponerle algo de cerebro cuando lo hicieron, algún ángel había cometido un tremendo error, se llamaba Ben o algo así y era un miembro distinguido de la fraternidad más famosa de la comunidad Universitaria, casi nunca se le veía por la cafetería.
-No, no vendemos alcohol-, contestó ella con una sonrisa casi burlona.
El arqueó una ceja y como Barbie, la miró de arriba abajo, claramente reprobándola en el proceso.
-¿Algo más?-, preguntó ella riendo y acercándose un poco más, inclinando su cuerpo contra la barra, el se echó hacia tras casi al instante, lo que la hizo reír, parecía que estuviera despeinada y con verrugas en la cara, le enorgullecía decir que no había sufrido acné y adoraba sus ojos verdes.
-Nada que tú puedas dar-, lo oyó murmurar mientras ella sonreía.
-Genial-, aseguró, se giró y quito la jarra de café vacía.
Cuando terminó él seguía viéndola, con el ceño fruncido y la mirada otra vez recorriéndola entera.
Ella le devolvió la mirada y el gruñó alejándose hasta una mesa donde había cuatro hombres más.
Erik la miró con una ceja arqueada.
-Ni una sola palabra-, le dijo mientras ambos reían.
No todas las veces la minoría dejaba sin habla a los reyes del baile.
***
Joseph miró a Ben sentarse con un silencio poco característico de él, al parecer no había conseguido alcohol en la cafetería, una apuesta perdida, una apuesta estúpida pues en que cabeza cabía que habría en ese lugar al más fuerte que el café.
-¿Ni una cerveza?-, se burló ___
-Cristina siempre tenía una para mí-, gruñó Ben
-Cristina se fue hace seis meses-, aseguró Joseph, aquello evidenciaba lo poco que Ben frecuentaba la cafetería.
-Bueno al diablo, me equivoqué-, gruñó de nuevo su mejor amigo mientras sacaba los dos billetes y pagaba a ___ y a Taylor la apuesta.
-¿Qué pasa hombre, tanto te duelen dos billetes?-, siguió ___
-Me desesperan las listillas-, aseguró mientras miraba de nuevo hacia la barra.
Joseph siguió su mirada, a diferencia de Cristina, una morena de cuerpo exuberante y cara angelical, la chica con un pastelillo en mano era de curvas redondeadas, con una cara linda pero no delgada, su cabello rubio combinaba con su cuerpo de las películas de los 50’s que no ameritaban una cintura que él podría rodear con sus manos.
-¿Qué pasó?-, preguntó Taylor mirando de la barra a Ben con ojos brillantes.
-Trato de burlarse de mí-, aseguró Ben
Joseph arqueó una ceja y suspiró, eso no iba a terminar bien, ellos habían sido amigos más allá de la Universidad, pero Ben cada día se perdía más entre las tonterías universitarias, ser parte de la fraternidad no había ayudado en nada, simplemente haría cualquier cosa por divertirse, por ganar dinero o por tener sexo, deducía que lo ultimo no entraría en lo que su amigo estaba a punto de decir.
-¿Listos para otra apuesta?-, preguntó
___ y Taylor casi asintieron como perritos.
-Quién logre salir tres veces con Peggy y consiga sus bragas se gana el dinero apostado y una noche como el rey de la piscina-, concretó sin dejar de mirar hacia la chica, Joseph rodeó los ojos.
-Ben esto es absurdo-, dijo en voz baja.
-Tranquilo Joey, ella quizás y sea lesbiana, no heriremos susceptibilidades, si alguno lo consigue, ella también gana-, aseguró sonriéndole.
Los tres hombres más en la mesa miraban hacia la empleada de la cafetería con distintas expresiones en el rostro.
-Es gorda-, dijo ___
-La piscina lo vale-, argumentó Taylor, refiriéndose a la noche en la que la fraternidad hacia una fiesta con toda clase de chicas y uno de los miembros era tratando como rey por cada una de ellas, Joseph aun se sorprendía de la forma en que las mujeres adoptaban sus papales.
-Tiene una linda sonrisa-, creyó oír a Nick que se había mantenido hasta ahora en silencio, haciéndolo fruncir el ceño.
-300-, comenzó Ben
-100-, siguió ___
-200-, continúo Taylor.
-100-, murmuró Nick casi con aburrimiento.
Ben giró su cabeza hacia él mientras Joseph enfocaba su vista en la chica, ella ahora estaba recargada en una estantería comiéndose con una sonrisa el panecillo y haciendo reír al otro chico detrás de la barra.
Parecía una mujer segura de si misma, sin ningún reproche contra la vida, algo poco característico en una universitaria, todas querían más dinero, una talla menos, un novio amoroso, un amante mayor o alguna cirugía, si alguno en la mesa ganaba la apuesta, aquella sonrisa que Nick consideraba linda se iría, todo porque había hecho no se qué cosa que ofendió el enorme y estúpido ego de Ben.
Estaban apostando que ella se rendiría a sus “caras bonitas”, una pizza a lo mucho y un polvo agrio, les demostraría que se equivocaban, el ganaría
-300-, dijo al fin mientras Ben reía.
***
____ terminó de levantar las sillas sobre las mesas de la cafetería y movió el cuello de un lado al otro para destensar los músculos.
Erik regresó de sacar la basura y checo la caja registradora antes de ir a por sus cosas.
-¿Quieres que te acompañé?-, preguntó
____ sonrió negando, eran pasadas las diez de la noche, aun habría unas cuantas personas en las pocas cuadras que tenía que caminar.
-No te preocupes, estoy más cerca que tú-, aseguró mientras él asentía, Erik vivía con su pareja, Simón tenía un pequeño departamento un poco lejos del campus.
____ salió y ayudó a Erik a cerrar despidiéndose mientras comenzaba a caminar.
Se colocó los audífonos y comenzó a tararear la nueva canción de reggae que un compañero de la clase de baile le había recomendado, se movía al ritmo de la música mientras avanzaba.
Después de cinco minutos, frunció el ceño y giró su cabeza hacia atrás, no había nadie, continuo a pesar de la extraña sensación de ser observada.
Trató de concentrarse en la música pero no le fue posible había dado veinte pasos cuando giró de nuevo, no vio a nadie, sin embargo estaba casi segura que la seguían, se obligó a calmarse, se cerró su chamarra y miró sus zapatos sin tacón, podría correr de ser necesario.
Después de diez pasos más dejó caer su mochila negra exclamó sorprendida medio agachándose para juntarla, sintió a alguien acercarse y actuó por puro instinto levantó en un solo movimiento la mochila y golpeó al hombre, una, dos hasta tres veces.
-¡Estas loca!-, gritó él mientras ____ respiraba de forma agitada, estaba a punto de correr.
-¿Por qué hiciste eso?-, siguió, ella frunció el ceño, sabía que debía echarse a correr pero no lo hizo.
-Regularmente eso puede sucederte si asustas a alguien de muerte-, aseguró ____.
-Yo solo querría hablar contigo-, replicó el
____ ya no entendía nada, no conocía al hombre frente a ella, la luz en la calle no ayudaba en absoluto, se acercó un paso tratando de verlo mejor.
-La gente normal inicia una conversación a la luz del día sin hacer una escena típica de una película de terror absurda-, replicó ella mientras fruncía el ceño al verlo mejor, era uno de los amigos del señor fraternidad, aunque no podía recordar si había escuchado su nombre, debía ser uno de sus buenos amigos, casi siempre estaban juntos.
-Si, acepto que te asuste, estuvo mal pero no fue a propósito, me llamo Joseph-, dijo él en voz modulada, su cabello llegaba hasta los hombros, era alto y más bien delgado, pero con aquella forma en que podías notar la fuerza contenida en un cuerpo masculino.
-No importa-, dijo ella mientras se colgaba de nuevo su mochila a un costado.
Se giró y comenzó a caminar de nuevo.
-¿Qué no escuchaste?, necesito hablar contigo-, aseguró él alcanzándola en tres pasos.
-Si, pero al parecer tu no me escuchaste a mí, luz del día, sin escenas-, dijo ella mientras le escuchaba reía casi a su pesar.
-En serio, es…importante-, dijo con voz grave.
____ llegó a la entrada de su edificio y lo miró.
-Te juro que no dormiré de la curiosidad pero te prometo que hablaremos mañana, si quieres-, le aseguró con la certeza de lo que fuera que él o sus amigos planearan, al día siguiente ya lo considerarían aburrido.
Dio media vuelta y caminó hacia la puerta de entrada frente a ella.
-Listilla-, lo oyó murmurar y ella giró su cabeza, él se pasó una mano por el cabello y la miró cruzándose de brazos.
-_____-, le corrigió sonriendo y entrando sin mirar atrás, lastima, el cielo debía haberse equivocado muchas veces, sus mejores moldes no parecían ser muy inteligentes, era como un pastelillo sin chocolate, para nada sabrosos, aunque olían bien…

primera lectora
me encanta
siguela!!!

SEEEGUUNNDAAA LLLLEEECTOORAAAAA!!!
AAAII YA QUIEROOOO
LEEER EL QUE SIIGUEEEE
PORFIIISS

Heeeeey Juls!!
me reprto como nueva y fiel lectora!!
me encanto la metafora de los panecillos! xd hahaha siguela :D

BIENVENIDAS!!!!!
gracias por pasarse y comentar
espero q les guste tanto o mas que mi :D



Plan:
La intención y proyecto de hacer algo.


Joseph Jonas estaba tratando de escuchar la cátedra del profesor sobre la importancia de los medios de comunicación en el entorno social, de verdad trataba de que cada palabra viajara con todo y su significado hasta el fondo de su cerebro, pero sabía que todo sería inútil y que al final terminaría por pedir los apuntes a cualquiera que estuviera de verdad poniendo atención.

No debía ser tan difícil

Solo tenía que haberla encontrado ese día por la mañana, cuando saliera a su primera clase, pondría en marcha su plan y se sentiría en paz consigo mismo.

¡¿Quién diablos tomaba la clase de las 8 de la mañana?!

Por suerte para él, otra chica del mismo edificio había acabado contándole prácticamente todo el itinerario de _____ Winter, no era que él no hubiera sonreído lo suficiente para que ella se quedara fascinada e intrigada a partes iguales, su última pregunta no dejaba lugar a dudas de que amiga de la señorita lista no era.

“-¿Seguro que buscas a _____?”

Se pasó una mano por su cabello después de ver la hora, aun no eran pasadas de las tres, el esquema curricular de ___ aun tenía pendientes dos clases más después entraba a trabajar a la cafetería, Joseph aun tenía que decidir si regresar hasta su dormitorio y buscarla más tarde o vagar dos horas y plantarse fuera del condenado trabajo hasta que ella no pudiera mandarlo a volar.

Sonrió muy a su pesar.

Lograba imaginarse solo un poco el motivo por el cual Ben estaba tan dispuesto a darle una lección a la señorita Winter, a pesar de su aspecto ella tenía más carácter que cualquiera que hubiera conocido, aderezado con unos comentarios mordaces y una sonrisa inocente.

La clase terminó y él gimió en silencio, necesitaba solo hablar con ella luego podría dar vuelta a la página y _____ podría dañar el orgullo de cualquier otro sin que él se metiera.

Se consideraba una persona optimista, en dos horas y media podría ir a su dormitorio, dormir, jugar en su consola y conseguir los apuntes, en ese orden.


***

____ llegó a la cafetería ya con el sol casi desapareciendo en el cielo, no podía creer que estuviera tan atrasada con ese trabajo, su estancia en la biblioteca se había alargado bastante, agradecía que Erik siempre estuviera dispuesto a cubrirla en una que otra emergencia, claro está si ella le pagaba con cubrirlo en su preciados aniversarios al lado de Simón, uno por mes...

Entró en la cafetería por la puesta trasera, dejó su mochila y se puso el delantal negro sobre su falda beige y su blusa negra, se ajusto su coleta y caminó hacia la barra, Erik le dedicó una sonrisa mientras lo miraba servir dos cafés, lo saludó con la mano y miró a su alrededor había un numero moderado de mesas llenas lo que indicaba que no habría mucho trabajo.

Casi terminaba su escaneo por el lugar cuando abrió mucho los ojos y se quedo quieta, con la mente en blanco.

-¿____?-, oyó llamar a Erik y salió de su trance auto impuesto desviando sus ojos del amigo del odioso “Ben-Ken”

-¿Si?-, contestó ella.

-Pareces algo rara-, aseguró su amigo.

-No más de lo que era ayer-, le replicó y él sonrió mientras sus ojos se desviaban hacia sus pies, Erik padecía de un ligero trastorno fetichista que hubiera sido interesante de no ser porque todos sus zapatos quería fueran para él.

Ese día llevaba unas zapatillas planas con una flor delicada en un lado y listón para amarrar en sus tobillos, podían parecer infantiles pero a ella le encantaban.

-Odio no poder tener unos de esos-, aseguró entre dietes, eran los únicos momentos en los que Erik parecía tan gay como estaba segura que era.

____ solo se rió y respiró más tranquila, casi había olvidado al pastelito sin chocolate frente a ella, durante unos minutos creyó que se levantaría hacia ella pero él continúo tomando tranquilamente su soda y hojeando un libro en sus manos.

Se mordió el labio y se giró, no sería ella la que fuera hacia él, si recordaba bien, él era quien quería hablar con ella y no al revés...

Pero te mueres de la curiosidad

-¿Hablas sola?-, preguntó Erik de nuevo mientras ella sonreía.

-Tienes razón tal vez estoy un poquito más rara, hoy no tomé mis medicinas-, le bromeó mientras él asentía, llevaba una bolsa de plástico negra que no había notado antes.

-Espero que esto te devuelva a la normalidad-, le dijo sonriente mientras le entregaba la bolsa, ella echó un vistazo curiosa, medio gritó, medio dio un chillido besando su mejilla, era un comic, el de la aparición de
Wolverine en el Increíble Hulk, lo había buscado demasiado tiempo, Erik sonrió mientras ella se alejaba y caminaba hasta el cuarto de almacén fuera de la vista de la cafetería, necesitaba algo de privacidad con su nuevo bebe.

Era el colmo, pensó Joseph mientras ella desaparecía de su vista después de aquélla muestra de emoción para el otro chico de la cafetería, ella apenas y le había dedicado una mirada al llegar, como si no llevara más de tres horas sentado en la maldita silla que había provocado que casi olvidara que había debajo de su cadera, reprimió un gruñido y se levantó palmeando su cajetilla de cigarrillos en sus vaqueros, necesitaba pensar, antes de ir y estrangularla, así se acabarían sus problemas.

Después de dos cigarrillos y dejar el fresco aire nocturno traspasara su piel, se encontraba lo suficientemente tranquilo como para esperarla recargado en uno de los árboles de los jardines frente a la cafetería, miró a varias personas salir antes de que finalmente cerraran por dentro, su teléfono móvil sonó y Joseph desvió la llamada entrante de Ben, iba a necesitar una buena historia para ese día y necesitaba que _____ corroborara su historia, daba la casualidad que aquello necesitaba una conversación previa.

Al cerrar la cafetería el chico salió primero y después ella, con un suéter negro, la falda hasta la rodilla que no terminaba de adelgazar su figura sino más bien marcaba sus caderas anchas y unos zapatos tan llamativos como adorables si aquello podía ser posible, todo el conjunto tenía algo discordante pero en ella parecía encajar a la perfección.

Los miró despedirse mientras ella abrazaba al hombre fugazmente y después se separaron comenzando a caminar en direcciones opuestas, la siguió cuidando que sus pisadas fueran lo suficientemente fuertes como para no tener otro encontronazo con su maldita mochila.

Para su frustración ella caminó veinte pasos más -él los contó- antes de girarse.

-No te parece que esto podría ser un Déjà vu-, inquirió.

-No si puedo evitar que vuelvas a pegarme-, aseguró Joseph y ella trató de no sonreír.

-Bien, solo quería asegurarme-, se encogió de hombros mientras se colgaba bien la mochila a un costado, él
caminó a su lado.

-Necesito hablar contigo-, comenzó.

-Me sigue pareciendo que ya viví esto-, se burló ella.

Él rodeó los ojos y evitó gruñir.

-Te aseguro que el argumento del sol no funcionara hoy, te he buscado todo el maldito día, además primero te amarro antes de que te escabullas de nuevo-, le advirtió provocándole ahora si una sonrisa pero no dijo ni una palabra.

-Antes que nada, tu compañero de la cafetería... ¿sales con él?-, preguntó mientras ella se detenía por completo, lo miró como si tuviera dos cabezas.

-No veo por qué tendría que contestar-, dijo recuperando el movimiento y el habla.

-Ayudaría saberlo-, le aseguró Joseph

-Podría mentir-, le replicó ella.

-Eso solo complicaría las cosas-, la miró fruncir el ceño antes de que negara con la cabeza.

-Erik andaría primero contigo-, dijo ella sonriendo ante su cara y caminando de nuevo.

¿Era demasiado pedir que ella tuviera una relación que echará abajo cualquier apuesta?, debía haberlo supuesto, aunque eso aun dejaba el misterio de aquel regalo poco usual, ¡En una bolsa de plástico!

La siguió por unos cuantos segundos antes de que pudiera romper el repentino nerviosismo que le asaltaba.

-Yo… yo hice una apuesta-, dijo al fin, ella lo miró con el signo de interrogación pegado a sus facciones.

-¿Felicidades?-, le dijo mientras Joseph rodeaba los ojos.

-Sobre ti-, terminó, ella se detuvo por completo finalmente.


***

____ estaba sorprendida, que ella recordará así no era el guión, no se suponía que debía de enterarse que el chico guapo ganaría algo a su costa después de haberla seducido, al parecer Joseph no veía muchos películas, no sabía nada sobre buenas historias, se cruzó de brazos mientras pensaba como hacerle ver su falta de respeto a los buenos melodramas y tratando de ignorar la ligera punzada en el pecho, ella había tenido razón, él quiera hablar con ella por estar metida en un lío con un muñeco egocéntrico, no por… nada más.

-¿Decirlo no te descalifica en automático?-, preguntó ella y él la miró fijamente casi como si esperara otra reacción que apenas se estuviera gestando, su cabello un poco más largo de lo normal, de un tono castaño se movía con el viento.

-No, si escuchas lo que tengo planeado-, aseguró.

____ consideraba seriamente dejarlo ahí y seguir hasta su edifico pero siempre le había picado la curiosidad, bien dicen que tal problema mató al gato.

-¿Y eso que sería?-, preguntó ella.

-Les haremos creer que he ganado-, contestó

Ella casi se ríe al escucharlo.

-¿Que ganaría exactamente y por qué me he convertido en blanco de tus amigos?-, preguntó mientras él desviaba la mirada.

-El ganador se lleva una bolsa acumulado de mil grandes y una estúpida noche de fiesta en la fraternidad, Ben estaba molesto por algo que dijiste-, se encogió de hombros muy sutilmente

-Yo no dije nada-, exclamó indignada

Él le dedicó una mirada que decía "lo dudo" en letras grandes.

-Bien supongamos que frustramos a todos los demás y hacemos que tu parezcas el vencedor, ¿Qué gano yo?-, preguntó ella casi tomándolo por sorpresa, se recuperó rápidamente pasándose una mano por el cabello.

-30 % del dinero-, le contestó.

Ella levantó la barbilla.

-60-, ____ miró como casi se le caía la mandíbula

-40-, ofreció.

-50-, negoció ella y el suspiró.

-Hecho-, murmuró al fin.

-¿Por qué presiento que debía decir esto primero... qué apostaron Joseph?-, preguntó ____ en voz baja llamándose tonta en los cinco idiomas en que sabía la palabra.

Ya no estaban en la secundaria donde las apuestas no eran más que atreverte a quitarle algo al niño que te gustaba o hablarle a ese que jamás te miraba.

Él permaneció en silencio.

-Joe-, llamó pasando una mano por su rostro, él frunció el ceño hacia el sobrenombre y la miró.

-Tres citas comprobables y tu ropa interior como prueba de una noche-, dijo, a ella le pareció como si solo hubiera soñado las palabras.

Ella no dijo nada por unos segundos solo se sintió idiota, defraudada y muy, muy enojada.

Así que ahora tendría a cinco tipos intentando meterse en sus bragas solo por una apuesta, su escala de autoestima bajó un punto, así que agarró la mochila y la estampó contra el costado del cuerpo de Joseph, su autoestima subió de nuevo.

-Recuérdame demandar al cielo por mi falta de sentido común... buenas noches-, dijo ella girándose con las piernas temblando. Gracias a Dios el edifico estaba a unos pasos.

Estaba a punto de llegar a la puerta cuando se giró, él seguía mirándola fijamente en su lugar.
Un tanto aturdido

-¡No son panecillos de chocolate, son viles galletas saladas!-, le gritó mientras entraba, era la mejor frase que se le había ocurrido, se sentía orgullosa de haber dicho la última palabra.

JJJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA
JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA
POBRE DE JOOOOOOOEEEEEE!!!!!!!
PERO ME APUNTO PARA DARTE UN MASAJEEEE!!!!!
JEJEJEJE
YYY AAII ESA ____!!!! ME ENCANTAAAAAAA!!!

Dios....deberásque cuanod dicen que lso chicos pueden ser estupidos,.....hablan en serio :x

Siguela julieta porfavor!!! y si..quiza sno fue la mejor frase..pero qu bueno que dijo la últimapalabra la rayis :P

Estrategia:

Técnica y conjunto de actividades destinadas a conseguir un objetivo





-¿Hola?-, contestó ____ el teléfono, ya había dado el segundo timbre cuando cerró la puerta de su departamento tras de si.

-Grita antes de morir-, bromeó la voz de su hermana al otro lado de la línea.

-Fanny por favor, ¿nadie te ha dicho que las mujeres, casadas y embarazadas deben comportarse con un mínimo de decoro?-, preguntó mientras entraba a su habitación dejaba su mochila al lado de la cama y se sentaba aun sintiendo su corazón martillar y su respiración agitada después de la última conversación con "Joe"

-Estúpida galleta salada-, murmuró por lo bajo

-¿_____ de que hablas?-, preguntó su hermana con un dejo de sonrisa en su voz

-De nada-, contestó ____ recostándose en su cama.

-Entonces por qué te oyes tan molesta, estoy segura que ahora mismo entrecierras los ojos-, aseguró Estefanía Prats

____ rodeó los ojos al darse cuenta que estaba haciendo justamente eso.

-Fui a ver una película horrible, una mezcla entre Propuesta Indecorosa y Una pareja de Idiotas-, contestó ____ mientras su hermana reía.

-Estás loca

-¿Todo bien?-, preguntó mirando el techo dejando pasar el último comentario

-Salvo el hecho que parezco crecer un kilo cada día...-, contestó su hermana mientras ____ reía.

-Yo culparía más a la comida que a mi futuro sobrino.

-Muy graciosa, yo culpo a Peter, todos los días trae algo a casa, pastel, flan, panecillos…-, contestó su hermana.

-De novios flores, después panecillos, el romanticismo aumenta-, aseguró ____ con sarcasmo.

-Si lo comes de su boca sí-, susurró su hermana mientras ella jadeaba riendo.

Sacudió la cabeza, su hermana tenía el cabello castaño pero en lo común se parecían bastante, era casi pervertido imaginarla en plan seductor con Pete, un hombre delgado y alto con lentes de montura que sonreía solo cuando su esposa le tomaba el pelo.

-Demasiada información-, cortó _____

-En serio ____ ahora todo es más...

-¡Estefanía!

-¿Quién eres la madre Teresa?-, bromeó su hermana

-Solo no quiero imágenes mentales antes de dormir, no me gustan las pesadillas.

-Recordare esto cuando estés casada y quieras presumir.

____ bufó sin creer que su tímida hermana le estuviera hablando de aquello por teléfono, definitivamente las hormonas volvían locas a las mujeres.

-Aun así estamos hablando de muchos años.

-Sabes que no me refiero al matrimonio sino a que te enamores y estés con un hombre que merezca la pena presumir.

____ estaba analizando si Peter era de los hombres que valía la pena presumir pero dado que él y su hermana se amaban -algo que se notaba al instante-, suponía que si valía la pena algo de presunción.

-Fanny no esta noche-, suplicó ____ mientras recordaba a Joseph, el tonto de "Ken" y su apuesta, definitivamente nada digno de presumir, que triste.

-Está bien hermanita, solo llamaba para saludar, duerme bien-, se despidió

-Gracias, tu... duerme bien también-, murmuró ____

-Oh, si-, dijo su hermana antes de colgar, causándole una sonrisa.

La clase del profesor Stelin era una de las más pesadas para ____, ya que a pesar de que los temas eran sumamente interesantes e importantes para su carrera, Stelin parecía más una

enciclopedia que un catedrático, era muy difícil entenderle algo sin perderse con alguna palabra rebuscada.

Miró como todos comenzaban a levantarse para caminar fuera del salón, ____ tomó su mochila y suspiró, le dolía la cabeza y aun así esta clase era batalla perdida, no había logrado entender ni la mitad.

Caminó hacia la puerta con aire desganado buscando en su mochila el reproductor de música.

-Stelin o Lifehouse-, murmuró segura de que la banda era mucho mejor que escuchar la voz desesperante del profesor.

-Lifehouse sin duda-, contestó alguien a sus espaldas.

Bien, lo iba a admitir, su mente solo visualizó a cierto hombre de cabello castaño rozando sus hombros.

Se giró para encontrar a otro chico, su cabello rubio y sus ojos casi del mismo color que los de ella la miraban de arriba a abajo, no del todo sutilmente, se parecía bastante a “Ben-Ken” pero sin ese aire arrebatador.

____ frunció el ceño y lo miró un poco más, no fue muy difícil recordarlo en la mesa de aquel día. Era uno de los de la apuesta

-Tonto 1-, susurró ____

-¿Qué?-, preguntó el medio sonriendo

-Nada-, dijo ella comenzando a caminar de nuevo.

-Tu trabajas en la cafetería ¿no?-, preguntó, ella rodeó los ojos.

-Aja-, murmuró sin dejar de caminar.

-No te había visto en esta clase-, aseguró él

-Ni yo a ti, mi coeficiente intelectual aun lo está procesando-, murmuró ____

-¿Qué?-, preguntó el de nuevo caminando a su lado con cara de póker perfecta

-Creía que la cátedra de Stelin era difícil-, terminó ella

-Como sea, me preguntaba si te gustaría tomar algo…o comer si quieres-, dijo rápidamente como si no quisiera pensarlo con detenimiento, sus ojos volvieron a recorrerla y ____ rodeó los ojos, tampoco era la tía bruja para que él se estremeciera solo con verla.

Su jeans y su camiseta negra junto a sus zapatos ahora con vistos rojos no eran tan malos.

-¿En donde "tomaríamos algo", en la cafetería?, ya entiendo, tu bebes, yo sirvo-, explicó ella girándose para mirarlo, él abrió y cerró la boca sin sonido alguno.

-Adiós-, sonrió ____ triunfal dejándolo ahí, y caminado un poco más rápido antes de que lograra alcanzarla.

____ llegó a la cafetería cerca de las 4 de la tarde, entró por la puerta trasera y se puso el delantal mientras se hacia un moño flojo en el cabello.

Saludó a Erik mientras este le sonreía, se giró para lavar algunos utensilios que estaban en la tarja mientras su compañero se acercaba.

-¿Es mi imaginación o te están esperando?-, preguntó él mientras miraba a una esquina de la cafetería, ____ siguió su mirada y encontró directamente los ojos de Joseph

Bufó de modo poco femenino

-¿El café caliente causa quemaduras de tercer grado?

Erik sonrió arqueando una ceja pero no dijo nada.

Algo dentro de ella estalló, se sentía indignada en ser parte de una apuesta, molesta por el tonto en la clase del profesor Stelin y confundida por Joseph y su confesión.

-Ven-, jaló a Erik hacia el cuarto del almacén olvidando que aun estaban trabajando, no cerró la puerta para escuchar si alguien lo llamaba.

-Me apostaron-, le dijo antes de que incluso le prestara toda su atención, él frunció el ceño y ella le contó todo, su amigo pasó del aturdimiento a la sorpresa, después a la diversión y finalmente a la indignación.

-A veces odio a mi genero... por eso trato de ser lo más diferente posible-, le guiñó el ojo en un gesto algo femenino y ella sonrió

-El hecho es que aun tendré que aguantar a cuatro idiotas-, murmuró ella con el ceño fruncido, de todo lo que le había contado hacia un momento a Erik, el plan de Joseph seguían en su cabeza dando vueltas sin parar

-¿Qué estas pensando ____?-, preguntó su amigo como si leyera sus pen____entos

-Aceptare bajo mis condiciones-, contestó mientras salía sin decir más, directa hacia la mesa de la esquina.

Joseph se consideraba a si mismo muy pocas veces idiota, esta debía ser una de ellas, había estado esperando _____, pensando en:

Convencerla

Disculparse

Decirle que era histérica

Aun no lo decidía del todo.

Estaba pensando en levantarse y salir de ahí después de que ella desapareciera con el otro chico, ¿le había mentido acerca de que era gay?, movió la cabeza decidiendo que no importaba, estaba dispuesto a levantarse cuando la vio avanzando hacia él, se había quitado el delantal.

Se sentó en la silla frente a él mientras su ceja se arqueaba.

-Hola-, saludó solo para hacer que ella rodeara los ojos haciéndolo reír.

-He estado pensando sobre...el proyecto-, comenzó ella.

Él estaba algo sorprendido pero aun así no dijo nada haciendo un ademán para que continuara.

-Si el proyecto tiene tres "etapas", se harán en un límite de un mes, de hacerlas todas en pocos días, sería un proyecto muy fácil ¿no crees?-, dijo ella con inocencia, _____ Winter era desesperante aun así se encontró riendo.

-Tres etapas, tres semanas-, negoció él

Ella frunció el ceño pero asintió.

-Sobre el... ensayo final-, inquirió él y ella le sonrió irónicamente por seguir su analogía

-Te daré las pruebas…NADA MAS-, le aseguró mientras él asentía.

-Así que tres semanas, pruebas y el 50%, ¿Estamos claros?-, preguntó Joseph ya sin poder reprimir una sonrisa de lo inverosímil del asunto.

Ella negó.

-Una cosa más-, aseguró mientras él esperaba, por la mirada de ___, Joseph se estremeció ligeramente.

-Quiero que les digas a todos que fue el mejor ensayo que has hecho-, sonrió triunfante

-¡Qué!-, exclamó él sorprendido.

-Si, si, imagínalo en tu cabecita, tu sabes exactamente como convencer al jurado, solo quiero que ellos estén seguros que es genial hacer equipo conmigo, para que todos los demás sepan lo que se perdieron-, explicó mientras recogía la lata vacía del refresco de Joseph

-Tengo que volver a trabajar-, anunció al ver que él no decía nada, Joseph trataba pero aun estaba sorprendido, muy, muy sorprendido.

-_____...-, llamó mientras ella lo mirada.

-____-, corrigió sonriente, él solo asintió.

No podía explicarlo pero había algo en ella que le incitaba a decir la última palabra

-¿Si?-, dijo ella con el ceño fruncido

-Nada, solo estaba pensando en tus talentos con los ensayos, ya se me ocurren uno o dos-, le dijo mirándola detenidamente, ella rodeó los ojos y él captó un leve sonrojo, gruñó y se fue.

Cierto, quizás _____ no tuviera el mejor cuerpo pero eso qué diablos importaba en los “ensayos”, siendo totalmente prácticos ella tenía todo lo que se necesitaba y quizás una o dos cosas más…, Joseph sonrió negando con la cabeza y miró a ____ una última vez antes de salir, ella agarraba una jarra de café con fuerza...

ESTE JOOOOOEEEEE!!!
YAA CAAAYOOOOOO!!!!!!
JEJEJEJEJEJE
AAII SIGUELA ME ENCANTA ESTA NOVE Y ESO QUE VAN POQUITOS CAAAAAPIISS

POOORRRRFIIIIIISS

Táctica:
Método que se emplea para conseguir un objetivo

Joseph se negaba a abandonar la cama, la noche anterior Ben había improvisado una fiesta y aunque él se logró zafar después de haber tenido una conversación interesante con la boca de una pelirroja juguetona –y todo sin siquiera hablar- relativamente temprano, igual no había dormido hasta mucho mas tarde.

La placentera sensación de saciedad que le habían dejado los labios de la chica se había desvanecido demasiado rápido, se estaba aburriendo de esos episodios, y no es que se fuera volver un santo, solo quería algo mas…

La guinda del pastel era la señorita ocupaciones, el día después a que ella aceptara “hacer equipo” con él, Joseph la había buscado y le había dicho que su plan era salir tres veces en la siguiente semana y el sábado o domingo intercambiar “las pruebas”, fácil, sencillo y rápido.

Se harían un poco más solventes de dinero, cada quien seguiría con su vida y él no volvería a apostar, nunca.

Sobra decir que _____ no aceptó.

-¿Tres citas en una semana?, eso solo me hará parecer desesperada-, había comenzado

-Los buenos proyectos llevan tiempo, ¿O tú solo realizas trabajos express, Joe?

Había estado a punto de ahorcarla esa noche, antes de que ella se despidiera con la mano y entrara a su edificio.

Ya había pasado una semana, estaba harto, la obligaría a salir con él aunque tuviera que utilizar los cordones de colores de los últimos zapatos que le había visto usar para atarla.

-¿Y la pelirroja?-, preguntó Ben desde el marco de la puerta, solo vestía unos bóxer y traía el cabello rubio húmedo.

Joseph cerró los ojos un momento, con gusto encerraría a _____ y a Ben en un cuarto y seguiría con su vida.

Pero separados, claro está. A muchos, muchos metros de distancia.

-No está aquí-, le contestó a su mejor amigo, para su desgracia Ben a veces no era el mejor para ese puesto.

-Fantástico podremos hablar de Peggy, ¿sabes lo ultimo?-, comenzó entrando a su habitación y sentándose en la orilla de la cama, Joseph bufó levantándose.

Ben se acomodó más y él comenzó a vestirse. Tardó varios segundos en darse cuenta que Ben hablaba de _____, ¿Peggy?, ¿podría ser mas infantil?

El hombre sobre el colchón no esperó que Joseph organizara sus pensamientos para contestar.

-Bateó a Sam, yo creo que se rindió, prefiere pagar a volver a ser despachado por la listilla-, aseguró su amigo.

Joseph sonrió brevemente, le hubiera encantado estará ahí para oírla poner en su lugar al pelmazo de Samuel, un idiota en su opinión, un perrito faldero de Ben.

-Si ya te despachó a ti, él debió haber sido fácil-, dijo antes de poder detenerse, miró como Ben se tensaba y lo miraba con una sonrisa casi falsa.

-Ella no me despachó, solo se creyó que podía ponerme en mi lugar-, replicó mientras Joseph rodeaba los ojos, se pasó las manos por la cabeza, se acomodo los cabellos para que no le estorbaran al correr.

-¿Tú has hecho algún movimiento?-, preguntó Ben con suspicacia, Joseph no lo miró mientras se concentraba en las agujetas.

“Si, me aseguré de que perdieras”

-No ninguno, he estado bastante ocupado-, respondió por fin mirándolo

-Cierto, metiendo tu pene en boquitas pelirrojas-, bromeó Ben mientras él le hacía mala cara al salir de la habitación, su amigo lo alcanzó en el pasillo.

-Sí, sí, recuerdo, nada de hablar de mujeres-, murmuró en tono apático y soso.

Joseph comenzó a bajar las escaleras antes de detenerse y girarse para mirar a Ben que se había recargado en la pared justo al inicio del pasillo.

-¿Y tú?-, preguntó, ninguno había perdido el hilo de la conversación.

-No, yo esperare, tengo una teoría.

Joseph estaba seguro que aquello no le iba a gustar.

-¿Qué teoría?-, preguntó

-Si te lo digo, seria ofrecerme al enemigo, ¿crees que soy imbécil?-, inquirió Ben.

-Si lo creo-, contestó Joseph con una media sonrisa y parte de él no estaba bromeando aunque su amigo ni siquiera se dio cuenta.

-¿Te acuerdas de aquel trabajo que hicimos en el instituto?, era sobre unos animales, no recuerdo el nombre o quizás lo soñé, da igual, la idea es que si la hembra pelea está interesada, ya sabes cuando están calientes y furiosas…

Algo debió notarse en su cara porque Ben rodeó los ojos y bajó los pocos escalones hasta alcanzarlo, le palmeó la espalda y comenzó a bajar de nuevo, sin esperarlo.

-Luchare con ella, y la tendré sudorosa cuando yo haya ganado, quizás hasta pierda unos kilos con el ejercicio.

Joseph se obligó a respirar y salir de aquella casa, definitivamente vería a _____ ese día, y utilizaría los zapatos, de ser necesario, sino mataría al chico que conocía desde cuando ni siquiera tenía vello o se volvería loco.


***

____ disfrutaba de su trabajo, salvo una sola cosa, tener que someterse a la elección de música de los clientes y no poder elegir su repertorio.

Una chica acababa de elegir en la consola de música la última de “Becky” Black, no estaba imaginándolo, ella misma no lo había creído posible, pero así era.

-Mátame, mátame, en serio solo pido que sea indoloro, ya he sufrido bastante -, le dijo entre susurros a Erik que secaba unos vasos.

-No seas cruel-, murmuró el conteniendo la risa.

-No lo soy, racionalmente comprendo que exista música para todos los niveles intelectuales pero…

No terminó ya que su compañero señaló un nuevo cliente en la barra.

-Deja de quejarte y trabaja-, le dijo divertido.

Dio solo dos pasos antes de parase en seco, solo un segundo, quizás dos, y siguió caminando pero mucho más lento.

Ya sabía ella que había tenido suerte en estos días pacíficos sin chicos apuesta.

El hombre frente a ella no la miraba directamente, fruncía el ceño hacia el lugar de donde provenía la música.

Bien, al menos estaba siendo torturado.

Lo ubicaba del equipo de Ben-Ken, sin embargo siempre había pensado incluso antes de la apuesta, cuando los veía juntos, que él era en extremo callado, casi como un ente aparte que viajaba en grupo porque era más sencillo.

Tenía el cabello negro corto y los ojos del mismo color, aunque siempre parecían más intensos que simplemente negros, la piel aceitunada y un inicio de barba que en otro que no fuera chico-apuesta hubiera sido genial.

-¿Puedo ayudarte?-, preguntó ____ forzando una sonrisa, no sería grosera, eran un cliente, un cliente, un cliente.

El tonto tiene que quedar bien, te dejara propina

-Quizás, ¿puedes desconectar la consola?-, preguntó con un gesto de dolor mientras ella arqueaba una ceja y se reprimió de una sonrisa, al menos no eran tan párvulo como el idiota de la clase de Stelin.

-Quisiera ser omnipresente, en serio.

-Todos queremos alguna vez, ¿no? Un café, por favor-, pidió con una media sonrisa.

____ asintió entre divertida y extrañada, tenía que admitir que quizás no necesitara la artillería pesada.

Sirvió el café y se lo llevó decidiendo cual era el curso más adecuado de acción.

Obviamente no podía decirle que se ahorrara el trabajo y que no saldría con él, no sin dejar entrever que sabía sobre la apuesta.

-Gracias-, murmuró él cuando estuvo frente a frente de nuevo, ____ sonrió y suspiró feliz cuando comenzó una canción de Lady Antebellun en la consola.

-Todo acabo, ahora estoy en el cielo-, suspiró en voz baja cerrando los ojos feliz, mientras se alejaba, lo cual le evitó que notara la sonrisa divertida e intrigada de Nick.

____ tenía que admitir que él tenía paciencia, llevaba su tercera taza de café y no habían pasado de comentarios chistosos entre los dos, no había mencionado nada fuera de lo “común”, se estaba comportando solo como otra persona a la cual atender.

Hasta que le pidió la cuenta.

Cuando ella le tendió el cambio, él no lo tomó al primer momento.

La miró con esos hermosos ojos negros, bien, quizás no hermosos pero si atrayentes.
-Si te pidiera que salieras conmigo, ¿Qué dirías?-, le preguntó tomando el cambio por fin, ____ reprimió un instante de desilusión, tendría que despacharlo.

-Diría que no, ¿notaste que no tuve que pensarlo?-, le contestó con una sonrisa, una que él le regresó haciendo que casi le pareciera un panecillo con chocolate dentro, chocolate derramándose.

-Chica lista-, aseguró antes de alzar una mano en señal de despedida y salir de la cafetería.

_____ se le quedo viendo, muy a su pesar, hasta que salió.


***

Joseph la siguió hasta su edificio a una distancia idéntica a la del primer día hasta que ella se sentó en la banca fuera de la puerta del complejo de departamentos.

-No me llamaste-, dijo él al sentarse.

-No encontré tu número-, argumentó ella.

-Te lo deje anotado en tu mano-, la miró Joseph comenzando a exasperarse.

-Quizás por eso, ya sabes el agua, el jabón, no creo que lo encuentre-, le contestó ella haciéndolo reír sin poder evitarlo.

-Tenemos que empezar esto de una vez por todas para que podamos terminarlo-, le explicó Joseph mientras ella asentía mirando al frente concentrada.

-Me encanta tu lógica, empezar luego acabar, es muy ¿lógica?-, terminó mientras él rodeaba los ojos.

-¿Dónde apago tu lado simpático?

____ sintió una pulsada en alguna parte de su estomago, Joseph la divertía pero también sentía de él cierta resistencia a disfrutar de sus conversaciones como si fueran una obligación, sin embargo él tonto no-tan-tonto de esa tarde en la cafetería, parecía genuinamente divertido y hasta intrigado.

-___-, le escuchó llamar y ella trató de centrarse.
-Tranquilo Joe, ya me has cortejado lo suficiente, estoy dispuesta a aceptar nuestra primera cita-, le dijo ella mientras Joseph gruñía.

¡Podría ahorcarla!

-Ya se ha donde me llevaras-, le dijo ella seria, él solo arqueó una ceja.

-Habrá una pequeña fiesta-reunión este sábado en mi tienda favorita-, siguió disfrutando el cambio lento de la expresión de Joseph, si le pudiera apartar ese mechón podría observarlo por completo.

-Dime que es algo tipo Car and Driver-, interrumpió él.

-No, pero te encantara seguro-, terminó mientras se levantaba.

-Alto ahí zapatos rojos-, dijo siguiéndola, ____ frunció el ceño y se miró sus zapatos, eran nuevos, iban con una camiseta roja con corazoncitos blancos, al menos así la presentaba el maniquí y se veía genial pero no había “camisetitas” de su talla, no sin que pareciera que se estaba asfixiando, ¡que incomodo!, su camiseta blanca parecía quedar igual de bien.

¿El lo habría notado?

¡CLARO QUE NO!

Expulsó el pensamiento y lo miró.

-¿Dónde ___?-, preguntó él y ella le sonrió.

-En una tienda de Comics.