Amityville Institute. | NC. | Audiciones ce rra das.

 
Ash podría verse como cualquier chica común y corriente; la gente cree conocerla, pero no lo hacen. Ash no dejan que lo hagan. Se describe así misma como alguien completamente insegura de su persona. Reservada y callada; no es que no le guste socializar con los demás sino que no sabe cómo, el temor a las burlas y humillación la mantienen siempre en su caparazón.
Cariñosa y amable; cualquier allegado suya puede dar testimonio de esto. Pero el problema, es que Ash se llega a encariñar demasiado rápido con las personas; la decepción ha representado un gran papel en su vida. Todos se apartan de ella; siempre se pregunta el porqué. Sufre de estrés postraumático debido a que fue testigo de un crimen ocurrido en frente suyo. La culpa la embarga día a día. Se altera demasiado rápido; siempre siente como si alguien la siguiera. Siente temor, siente escalofríos todas las noches.
Es divertida y graciosa, si te tomas el tiempo de conocerla. Algunos la tachan de loca, pero ella sabe que no lo es; es diferente, uno jamás olvida los momentos más traumáticos de su vida. Ella solo siente que nadie la entiende, que no la comprenden, y que nadie quiere hacerlo.

 
El saber cómo llego a ser residente en este instituto no es algo difícil de adivinar. Sus padres jamás llegaron a tomarse en serio los problemas que presentaba Ash. Siempre tenía un comportamiento completamente alterado; nerviosa e hiperactiva, así se portaba casi todo el tiempo. A sus progenitores no les importaba y ahora mucho menos. La internaron ahí como método para “quitarse un peso de encima”, dejándola a la deriva y más sola que nunca. Se mudaron a otro pueblo y no fueron a ninguna de las visitas previamente programadas para la peli-negra. Ella no ha vuelto a saber de ellos, y por el momento, no quiero hacerlo.

Desde muy pequeña, Ash ha sido muy temerosa; tal vez el oír aquellas historias sobre la casa de Amytiville pudo causar aquello. Siempre ha pensado que los fantasmas y los entes espirituales no existen, sin embargo, muy en el fondo opina todo lo contrario. Su padre la ignoro como hija desde su nacimiento, ya que, lo que el más anhelaba era a un hijo varón; su madre se mantuvo para ella aun cuando su padre  propuso la idea de darla en adopción.
Teniendo tan solo dieciséis años, fue testigo del asesinato de su mejor amigo, Patrick; se ha sentido culpable desde entonces, creyendo que ella merecía eso y no el. Siente angustia e inseguridad en todo momento, como si alguien la asechara. Llegar a las instalaciones del instituto Amytiville no cruzó por su mente
Si antes sentía el miedo en algunos momentos, estando dentro del instituto lo siento mucho más. Los fantasmas existen… y Ash llegara a ser testigo de eso .

-Gustos: escribir; dibujar; leer; el sonido de la lluvia; la tranquilidad; los amaneceres.
-Disgustos: La soledad; el ruido; las burlas; la humillación; hipocresía; personas mentirosas.
-DATOS ESPECIALES: 
Guardaba en una caja un montón de cartas dirigidas a Patrick. Odia las pesadillas, siempre sueña con el día del asesinato de su mejor amigo. Confía en las personas tan rápido, que no llegan a diferenciar las falsas de las verdaderas. Sufre de estrés postraumático e insomnio .

 
Valenti es conocido comúnmente por ser un problemático de primera; jamás sigue las reglas, y no piensa hacerlo por más que se lo imploren. Es terco a la hora de pensar; nunca acepta que se llegue a equivocar, para él, son los otros lo que están mal; no podrás hacerlo cambiar de opinión cuando algo se adentra en su mente. Le gusta la paz, estar solo; tal vez esa sea la razón por la cual se aleja de la gente. Es tosco y cortante; por más que te conozca de años, jamás te hablara correctamente. Le gusta sentirse superior a los demás; le gusta humillar a las personas. Es algo violento, aunque ese aspecto solo sale cuando alguien logra irritarlo demasiado logrando sacarlo de sus casillas. Sabe cómo jugar sus cartas; siempre logra que los demás hagan lo que él quiera. Es arrogante y serio; reír no está entre sus gustos. Dueño de caras que te sacan el aire; la intimidación está en su ADN. Para él, solo existe él mismo; siempre hará lo que le convenga, por más que llegue a dañar a terceros. No tuvo presencia del amor en su vida; a pesar de eso, odia a las personas románticas, odia el amor y no cree en él. Algo tan inútil como eso no llega a servir de nada para él. Después de todo esto, se puede decir que si hay algo bueno en el castaño, es que es un gran confidente; solo gánate su cariño para saber de él… aunque eso no será nada fácil.

 
¿Cómo llegó a las instalaciones de Amytiville Institute? Por medio de la drogadicción. Valenti se sumó al mundo de las drogas desde hace un par de años. El consumo diario de esta sustancia llego a provocar serios problemas en su familia; su actitud se había vuelto demasiado violenta como para seguir soportándola. Tanto así que llego a parar al hospital debido a una fuerte pelea en la que se adentró. Siempre le gusto la adrenalina; sentir como su cuerpo se consumía por completo y que quedara esa sensación… de poder lograr todo lo que quisiera. Sus drogas desaparecieron desde el primer día en que piso el Instituto. Debido a eso, su actitud violenta ha salido más a flote que nunca. Siempre ha tenido en mente una frase: “traición con traición se paga”; su familia lo abandonó desde que lo instalaron ahí. ¿Perdonarlos? Por más que sean de su sangre, eso jamás llegara a pasar.

La vida de Valenti no ha sido ni tan Buena ni tan mala; a su punto de vista, así lo ve. Creció en el pueblo de Amytiville escuchando aquellas leyendas que todo ciudadano contaba sobre la casa con el nombre del pueblo. De pequeño, llego a crecerse todas esas historias, pero mientras pasaban los años, su mentalidad cambió… al igual que él.
Creció por él mismo; jamás necesito de los demás. Por mucho que sus padres trataban de entrar en su vida, Valenti los apartaba; para él sus padres no existían, no desde que lo alejaron de su hermana menor. Solo ella lo conoce por quién realmente es. Las cosas perdieron su rumbo en su vida; él mismo se llegó a perder. 
Sus padres no encontraron otra solución para su hostil comportamiento, por lo cual, lo internaron en el Instituto Amytiville; creyendo que haciendo, las cosas llegarían a cambiar. Grave error; si antes de eso, el castaño no podía ni verlos en pintura, ahora los detestaba por completo; no podía pensar en ello sin sentirse mal o asqueado.
Trata de poner de su parte estando en las instalaciones de su nuevo “hogar”, así como con sus compañeros y sus médicos en turno; sim embargo, todo le sale mal. El recuerdo de su hermana, y el anhelo de que algún día la volverá a ver, eso, eso es lo que lo mantiene luchando por mejoras; aunque no siempre este todo de su lado.
Creer en esas historias sobre la existencia de fantasmas dentro de esa casa no formaba parte de sus pensamientos, aunque estando ahí, puede que varias cosas comiencen a cambiar.

-Gustos: la soledad; drogarse; fumar; hacer bromas a los demás; burlarse de los otros; el sonido de la lluvia.
-Disgustos: que se entrometan en su vida; el ruido; las distracciones; la inmadurez; el amor.
-Su vida se deterioró desde el momento en que sus padres lo separaron de su hermana menor; jamás supo las razones de porque lo hicieron, más sin embargo, después de tanto tiempo dejo de interesarse en descubrirlo. Les guarda un infinito odio y rencor hacia sus progenitores. No ha tenido algún interés en relacionarse con otras personas. Entre menos conozca a alguien, mejor será; no quiere volver a vivir lo que paso después de la lejanía de su hermana. Todas las noches saca una foto de ella que tiene muy bien guardada, y trata de recordar los pocos, pero buenos momentos que paso estando con ella.