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Whatever [Niall Horan] |Terminado|
O W N :: Fanfiction :: Fanfiction :: One Shot's
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Página 3 de 4. • 1, 2, 3, 4
Re: Whatever [Niall Horan] |Terminado|
Cami<3
ya te habia dicho que no habia comentado en ninguno de tus one shot, asi que ahora lo hago.
wn, enserio escribes tan hermoso, me encanta; todo.
no sé por que, siento que Niall se quedará con su hermana, y no me agrada. pero, tú tienes que seguirlo, o moriré, ah re-exagerada xD
no importa, besos Cami<33
ya te habia dicho que no habia comentado en ninguno de tus one shot, asi que ahora lo hago.
wn, enserio escribes tan hermoso, me encanta; todo.
no sé por que, siento que Niall se quedará con su hermana, y no me agrada. pero, tú tienes que seguirlo, o moriré, ah re-exagerada xD
no importa, besos Cami<33
Invitado
Invitado
Re: Whatever [Niall Horan] |Terminado|
¡Omg!
La ame.
Escribes tan Admsbnys...
Maldito Horan :(
¡Sigue!
La ame.
Escribes tan Admsbnys...
Maldito Horan :(
¡Sigue!
-Akina
Invitado
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Re: Whatever [Niall Horan] |Terminado|
matie escribió:Había pensado que no habías subido y se me ocurrió volver a la pagina anterior y, cuando vi que lo habías subido... ¡Casi grito!
Jajajajajaja de verdad
Te ruego y si quieres me arrodillo y te beso lo pies que subas pronto la próxima parte.
Gracias por subirlo, de verdad xoxo
Ahahaha sabía que algunas no lo iban a ver, pero se me hacía imposible pasar de página así que lo subí igualmente. No me ruegues, no me ruegues que ahora en un ratito subo. Gracias por comentar, querida♥
Cami
Re: Whatever [Niall Horan] |Terminado|
Crazy Mofo #Aliados escribió:siguela siguela nueva lectora siguela siguela!!1 me llamo adriana pero me puedes decria adri siguela siguela!!
Hola Adri(?) ¡En un ratito la sigo!
Cami
Re: Whatever [Niall Horan] |Terminado|
.LittleDreamer. escribió:New Reader *FIREWORKS*(?)
:aysi:
Ok,ame las primeras dos partes. *esta es mi cara cuando leia*
(?)
No suelo leer One Shoot's,pero hoy como no habian subido capitulos de las 52453245 novelas que leo,me puse a leerlos.
Bueno,eso...
GOODBYE. (?)
:corre:
¡Bienvenida, pues! Me alegro de que te hayan gustado las dos partes. Amo los comentarios con gif, así que ya estás dentro de mi lista de personas geniales(?) ah. ¡Gracias por leer! En un ratito subo
Cami
Re: Whatever [Niall Horan] |Terminado|
En un ratito lo hago hago hago hago hago(?)Crazy Mofo #Aliados escribió:siguela siguela siguela siguela siguela siguela siguela!!!
Cami
Re: Whatever [Niall Horan] |Terminado|
*Traspasándole amor a Juli*.Juli. escribió:Cami dame amor djksfhjksdf
Cami
Re: Whatever [Niall Horan] |Terminado|
Lizzie. escribió: Cami<3
ya te habia dicho que no habia comentado en ninguno de tus one shot, asi que ahora lo hago.
wn, enserio escribes tan hermoso, me encanta; todo.
no sé por que, siento que Niall se quedará con su hermana, y no me agrada. pero, tú tienes que seguirlo, o moriré, ah re-exagerada xD
no importa, besos Cami<33
¡Lizzie! Que bueno verte, entonces JAJAJAJA. Me alegro mucho de que te guste, en serio.
¿Quién sabe? Tal vez sí, tal vez no... Todo es depende de como vaya el rumbo de la historia (y no, no te voy a contar nada porque soy mala * inserte risa malévola aquí*). ¡No te me mueras! Ya dentro de un ratito, cuando lo termine, sigo. Gracias por tu comentario, besitos
Cami
Re: Whatever [Niall Horan] |Terminado|
alina_cg.horan escribió:¡Omg!
La ame.
Escribes tan Admsbnys...
Maldito Horan :(
¡Sigue!-Akina
Me alegro de que te haya gustado, querida :3 ¡En un ratito la sigo!
Cami
Re: Whatever [Niall Horan] |Terminado|
.
Definitely
3/3
Odio a las estúpidas amigas de mi hermana. No solo me han obligado a asistir a la despedida de soltero de Horan, sino que también me han pedido un informe completo de sus movimientos a lo largo de la noche. Y si no se los doy, le contarán a papá que me he portado mal con Kate esta semana y le he llamado pechugona en su prueba de vestidos.
Así que estoy aquí, en un bar de mala muerte con un vestido negro sin mangas que apenas cubre mis muslos, y unos tacones de diez centímetros de alto; vestuario cortesía de Lady Maddie, mejor amiga de mi gemela malvada. Y Eric está a mi lado, todavía impresionado.
De más está decir que hace años que no me pongo un vestido, y que mis pies no han usado otra cosa que no sea zapatillas de entrenamiento delante de mis amigos. Eric, quien ha sido uno de mis grandes confidentes en mi adolescencia, ni siquiera me ha visto como una mujer hasta ahora. Su reacción es como la de muchos en la sala, y no me sorprende para nada. Me gustaría que se les pase el horror de una vez y dejen de mirar, puesto que resulta un poco incómodo.
No me he cruzado con Niall. Lo he visto unas cuantas veces a lo largo de la noche, pero cuando llegué él ya estaba borracho. Ahora se encuentra mil veces peor, y no creo que sea capaz de reconocer a nadie en esta condición. Mucho menos a una vieja mejor amiga, a la cual ha traicionado y dejado olvidada.
– ¿En qué piensas, Jane Doe*? – Patrick me pasa un vaso de vodka con jugo, y le da otro a Adam y Eric. Ha estado llamándome así desde que me ha visto entrar al bar, todo porque el ochenta por ciento de las personas dentro no me han reconocido –. Te he visto medio distraída esta noche, ¿Segura que no eres Kate?
Niego con la cabeza y le doy un trago a mi bebida. Sabe dulce y refrescante, pero a la vez quema como el diablo. Me pregunto cómo es posible encontrar dos sentimientos tan diferentes en un mismo objeto, y si esto también se aplica a las personas. Me encanta y lo odio al mismo tiempo, pero no puedo dejar de tomarlo. ¿Es, acaso, una especie de masoquismo?
Miro mi reloj: son las dos de la madrugada. Vuelvo hacia mi vaso, y termino vaciándolo por completo. Eric me pregunta si estoy bien, mientras que Patrick y Adam se desdoblan de la risa. Los dejo allí, puesto que ya me están exasperando.
Camino hacia la barra con el poco orgullo que me queda y le pido otro trago al barman, quien casualmente es Jason, uno de los chicos con el que suelo jugar al bascket. No nos llevamos de maravillas, pero sí lo suficientemente bien como para que no escupa en el brebaje que me está preparando.
Me pide que me siente en uno de los taburetes mientras termina, así que lo hago. Apoyo mis manos sobre la mesada pero los saco al sentir el líquido sobre mis hombros. ¿Qué acaso nadie limpia en este lugar?
– ¿Te diviertes? – Niall se sienta a mi lado. Tiene su camisa blanca desabrochada hasta la mitad y su cabello completamente alborotado. El color azul de sus ojos ha sido aplacado por las marcas rojizas que los bordean.
– Supongo.
No sé por qué decido responderle. Tal vez se debe a que ya voy por mi cuarta bebida en la noche, o porque realmente estoy cansada de todo esta mierda y he comenzado a aceptarlo. Sea como sea, me da igual.
– Pensé que te gustaba jugar a la zorra.
Estoy a punto de tirarle la bolsa de cubos de hielo que está a mi lado derecho, pero la ira en su rostro me hace retroceder. Hay algo mal en él, me doy cuenta al instante. Tantos años de amistad me han otorgado la facilidad de leerlo a la perfección. Y, en este momento, lo peor que puedo hacer es pegarle, lo sé.
Intento levantarme del taburete, pero su mano presionando sobre mi muslo me lo impide. El bar parece estar rodeado de desconocidos, caras que ni siquiera conozco o he visto alguna vez en el pueblo; nadie que pueda ayudarme a escapar.
– Lo siento.
Junta su cuerpo con el mío, colocando su cabeza contra el hueco de mi hombro. Sus manos se enroscan en mi cintura y me llevan aún más cerca, obligándome a pararme. Su aliento a alcohol vaga desde mi oreja hasta mis labios, y sé que si no lo detengo pronto hará algo de lo cual los dos nos arrepentiremos mañana por la mañana.
– Niall…
No me escucha. Está muy lejos de aquí, perdido dentro de una marea de sentimientos que no hacen más que apartarlo de la realidad. Ira, frustración, dolor y éxtasis cruzan por sus dos hoyos color azulado.
– No puedo decírtelo, Ams – se aleja de mí, poniendo distancia entre nuestros cuerpos.
Quiero preguntarle qué es lo que no debe decirme, pero ya no está a mi lado.
Me despierto con los gritos procedentes de la planta baja. Mi cabeza parece a punto de estallar, pero me las arreglo para levantarme de la cama y abrir la puerta que conduce al pasillo principal. Bajo las escaleras torpemente hasta los últimos peldaños, donde me siento a escuchar. Los ruidos parecen provenir de la cocina, a unos pocos metros de donde estoy.
– Kate, debes calmarte – papá. Reconozco su voz al instante –. Sabías que esto pasaría cuando decidiste mentirle. Tarde o temprano se enteraría. Ya todo está hecho.
–Mi estúpido novio está quien sabe dónde, ¿Y tú quieres que me calme? ¿Realmente, papá? ¡Esto es un desastre! Él no es un pequeño cachorrito extraviado, ¡Es mi puto novio!
– Técnicamente ya no lo es, querida.
Nunca he escuchado a Kate decir una blasfemia, pero eso no es lo que más me sorprende.
Me levanto y me dirijo hacia el lugar de encuentro, donde parece haberse desarrollado una tercera guerra mundial. Hay cucharas, sartenes y tazas sobre el piso de madera; y también algunas cuantas cosas rotas de cerámica.
– ¿Qué carajos…?
– No preguntes – me corta papá –. No te conviene preguntar, créeme.
– ¿Cuál es la diferencia entre que lo sepa ahora o después? ¡Todo el puto pueblo debe estar enterado ya! Soy el hazmerreír, la estúpida a la que dejan cinco horas antes de la boda con un ramo de flores y una carta que dice: «disculpa, siempre estuve enamorada de la otra. Tan solo fuiste una distracción para mí.»
– Él no pudo haberte dicho eso – me encuentro defendiéndolo, y la verdad es que no sé por qué lo hago. Supongo que una parte de mí aún cree en él –. Estamos hablando de Horan, por Dios.
– Él no le dijo eso.
– ¡Que sí!
– No, Kate, no lo hizo. Deja ya de exagerar, que las cosas no han sido así – sus ojos chocan con los míos. Noto que está extremadamente cansado, lo cual me lleva a preguntarme desde cuándo está despierto –. Solo ha escrito lo que ya se sabía, eso es todo.
Los dos cruzan miradas cómplices, haciéndome sospechar. Sé que hay algo que no me quieren contar, eso me ha quedado en claro desde el día en el que se anunció el casamiento. Pero ahora temo que sea algo grande, algún factor que involucre a más de dos personas en ello.
– ¿Qué está pasando?
Por primera vez en la vida, mi hermana guarda silencio.
Miro a papá, pero sé que no obtendré ninguna respuesta por parte de él. Siempre tuvimos un vínculo especial, incluso mucho mejor del que tengo con mi gemela, pero nunca traicionaría a su otra hija por mí. Se trata de un código especial de figuras paternas o algo por el estilo, supongo.
– Bien, entonces no me dejan otra opción.
Me encamino hacia mi habitación para cambiarme y así poder salir.
De chicos, cada vez que alguno de los dos tenía un problema nos dirigíamos al lago local para aclararlo. A veces hablábamos, y otras veces no. El punto estaba en dejarse llevar por la naturaleza, reflexionar sobre los errores con ella y encontrar la paz que tanto ansiábamos. Éramos pequeños, y nuestra maestra de kínder era una profesora de meditación retirada que se la pasaba diciendo estupideces; era normal para nosotros verla con admiración y creer cada cosa que nos decía.
Ahora, el lago no es más que un montón de pastizal seco. Las continuas sequías y la falta de cuidado han producido su extinción. Tan solo queda un pequeño banco cerca de donde antes había agua, y ahí es adonde Niall está sentado en estos momentos. Porque seamos niños o no, este siempre será nuestro lugar.
– Horan.
Su espalda se alza, pero no se da vuelta. Supongo que, como mi hermana, tan solo está creando mecanismos para evadirme y así no tener que contarme la verdad. Algo bastante cobarde; aunque, ¿Quién soy yo para juzgar?
Doy unos cuantos pasos hasta llegar y me siento a su lado. Noto que lleva el mismo traje de la noche anterior.
– Horan, ¿Qué mierda está pasando?
– Te hemos mentido, Ams – su voz suena temblorosa, y descubro que ha estado llorando. Quiero abrazarlo y decirle que todo estará bien, que estaré para él porque eso es lo que hacen los mejores amigos; pero ya ni siquiera sé si tengo ese puesto en su vida o si me interesa tenerlo–. Lo hemos hecho en grande, ¿Sabes? Tu hermana y yo. Tu papá se encargó de guardar el secreto porque sintió lástima por Kate.
– ¿De qué…?
– Te fuiste al campamento de verano y yo estaba muy solo – me interrumpe –. Habían pasado dos semanas desde tu partida, los chicos habían empezado a preocuparse por mí y decidieron llevarme a una fiesta en la casa de Maddie. Fuimos, me pasé de bebidas y comencé a ligar con lo primero que me encontraba. Luego me topé con tu hermana y creí que eras tú. Estaba borracho y estúpido, y…
– No.
Coloco mis manos sobre mi cabeza, intentando detener la realidad que me agolpea como una avalancha. Sé que no ha sido solo un beso, y eso es lo que más me espanta: que todo el tiempo creyó que era yo con quien estaba.
– Tres semanas después me anunció que estaba embarazada, y que si no me casaba con ella le contaría a todo el mundo que la había violado – intento detenerlo, pero pone una mano sobre mi boca –. Ayer por la tarde vino a decirme que todo había sido una mentira; que en realidad no tenía un hijo mío dentro de su vientre, que todo lo había hecho por celos y que la continuación de la boda continuaría depende mi decisión. Añadió, también, que ya la había dicho la verdad a tu padre, y luego se marchó.
No sé qué decir, así que guardo silencio.
Aun no puedo creer que mi hermana le haya mentido de una manera tan cruel, pero sé que tiene sentido. Kate ha envidiado mi amistad con el rubio desde que tengo memoria. Ella nunca ha tenido una verdadera amiga, de esas que te acompañan en las buenas y en las malas y que te aceptan tal como eres, con tus defectos y virtudes.
También comprendo que no ha sido la misma desde que mamá se ha alejado de nosotras. Siempre supe que su abandono había creado una ruptura en ella; solo que, hasta ahora, no me había dado cuenta de cuán grande es la grieta. Ella siempre ha sido tan bonita, social e independiente que, a veces, muchos olvidamos que tiene una parte sensible dentro de su corazón. Tal vez, con papá, debimos poner más hincapié en su cuidado que en nuestros propios intereses. Él y yo tenemos una manera más silenciosa de cicatrizar, mientras que mi hermana necesita el apoyo ajeno para superarlo.
– Ya había decidido dejarla antes de la fiesta, así que por la noche hice lo que mejor me sale: emborracharme y mandarme una de las mías, solo que esta vez con la gemela correcta.
– ¿Gemela correcta?
– Sabes a lo que me refiero, Weasley.
Una sonrisa hace presencia en mis labios.
– Definitivamente, Horan.
Así que estoy aquí, en un bar de mala muerte con un vestido negro sin mangas que apenas cubre mis muslos, y unos tacones de diez centímetros de alto; vestuario cortesía de Lady Maddie, mejor amiga de mi gemela malvada. Y Eric está a mi lado, todavía impresionado.
De más está decir que hace años que no me pongo un vestido, y que mis pies no han usado otra cosa que no sea zapatillas de entrenamiento delante de mis amigos. Eric, quien ha sido uno de mis grandes confidentes en mi adolescencia, ni siquiera me ha visto como una mujer hasta ahora. Su reacción es como la de muchos en la sala, y no me sorprende para nada. Me gustaría que se les pase el horror de una vez y dejen de mirar, puesto que resulta un poco incómodo.
No me he cruzado con Niall. Lo he visto unas cuantas veces a lo largo de la noche, pero cuando llegué él ya estaba borracho. Ahora se encuentra mil veces peor, y no creo que sea capaz de reconocer a nadie en esta condición. Mucho menos a una vieja mejor amiga, a la cual ha traicionado y dejado olvidada.
– ¿En qué piensas, Jane Doe*? – Patrick me pasa un vaso de vodka con jugo, y le da otro a Adam y Eric. Ha estado llamándome así desde que me ha visto entrar al bar, todo porque el ochenta por ciento de las personas dentro no me han reconocido –. Te he visto medio distraída esta noche, ¿Segura que no eres Kate?
Niego con la cabeza y le doy un trago a mi bebida. Sabe dulce y refrescante, pero a la vez quema como el diablo. Me pregunto cómo es posible encontrar dos sentimientos tan diferentes en un mismo objeto, y si esto también se aplica a las personas. Me encanta y lo odio al mismo tiempo, pero no puedo dejar de tomarlo. ¿Es, acaso, una especie de masoquismo?
Miro mi reloj: son las dos de la madrugada. Vuelvo hacia mi vaso, y termino vaciándolo por completo. Eric me pregunta si estoy bien, mientras que Patrick y Adam se desdoblan de la risa. Los dejo allí, puesto que ya me están exasperando.
Camino hacia la barra con el poco orgullo que me queda y le pido otro trago al barman, quien casualmente es Jason, uno de los chicos con el que suelo jugar al bascket. No nos llevamos de maravillas, pero sí lo suficientemente bien como para que no escupa en el brebaje que me está preparando.
Me pide que me siente en uno de los taburetes mientras termina, así que lo hago. Apoyo mis manos sobre la mesada pero los saco al sentir el líquido sobre mis hombros. ¿Qué acaso nadie limpia en este lugar?
– ¿Te diviertes? – Niall se sienta a mi lado. Tiene su camisa blanca desabrochada hasta la mitad y su cabello completamente alborotado. El color azul de sus ojos ha sido aplacado por las marcas rojizas que los bordean.
– Supongo.
No sé por qué decido responderle. Tal vez se debe a que ya voy por mi cuarta bebida en la noche, o porque realmente estoy cansada de todo esta mierda y he comenzado a aceptarlo. Sea como sea, me da igual.
– Pensé que te gustaba jugar a la zorra.
Estoy a punto de tirarle la bolsa de cubos de hielo que está a mi lado derecho, pero la ira en su rostro me hace retroceder. Hay algo mal en él, me doy cuenta al instante. Tantos años de amistad me han otorgado la facilidad de leerlo a la perfección. Y, en este momento, lo peor que puedo hacer es pegarle, lo sé.
Intento levantarme del taburete, pero su mano presionando sobre mi muslo me lo impide. El bar parece estar rodeado de desconocidos, caras que ni siquiera conozco o he visto alguna vez en el pueblo; nadie que pueda ayudarme a escapar.
– Lo siento.
Junta su cuerpo con el mío, colocando su cabeza contra el hueco de mi hombro. Sus manos se enroscan en mi cintura y me llevan aún más cerca, obligándome a pararme. Su aliento a alcohol vaga desde mi oreja hasta mis labios, y sé que si no lo detengo pronto hará algo de lo cual los dos nos arrepentiremos mañana por la mañana.
– Niall…
No me escucha. Está muy lejos de aquí, perdido dentro de una marea de sentimientos que no hacen más que apartarlo de la realidad. Ira, frustración, dolor y éxtasis cruzan por sus dos hoyos color azulado.
– No puedo decírtelo, Ams – se aleja de mí, poniendo distancia entre nuestros cuerpos.
Quiero preguntarle qué es lo que no debe decirme, pero ya no está a mi lado.
***
– Kate, debes calmarte – papá. Reconozco su voz al instante –. Sabías que esto pasaría cuando decidiste mentirle. Tarde o temprano se enteraría. Ya todo está hecho.
–Mi estúpido novio está quien sabe dónde, ¿Y tú quieres que me calme? ¿Realmente, papá? ¡Esto es un desastre! Él no es un pequeño cachorrito extraviado, ¡Es mi puto novio!
– Técnicamente ya no lo es, querida.
Nunca he escuchado a Kate decir una blasfemia, pero eso no es lo que más me sorprende.
Me levanto y me dirijo hacia el lugar de encuentro, donde parece haberse desarrollado una tercera guerra mundial. Hay cucharas, sartenes y tazas sobre el piso de madera; y también algunas cuantas cosas rotas de cerámica.
– ¿Qué carajos…?
– No preguntes – me corta papá –. No te conviene preguntar, créeme.
– ¿Cuál es la diferencia entre que lo sepa ahora o después? ¡Todo el puto pueblo debe estar enterado ya! Soy el hazmerreír, la estúpida a la que dejan cinco horas antes de la boda con un ramo de flores y una carta que dice: «disculpa, siempre estuve enamorada de la otra. Tan solo fuiste una distracción para mí.»
– Él no pudo haberte dicho eso – me encuentro defendiéndolo, y la verdad es que no sé por qué lo hago. Supongo que una parte de mí aún cree en él –. Estamos hablando de Horan, por Dios.
– Él no le dijo eso.
– ¡Que sí!
– No, Kate, no lo hizo. Deja ya de exagerar, que las cosas no han sido así – sus ojos chocan con los míos. Noto que está extremadamente cansado, lo cual me lleva a preguntarme desde cuándo está despierto –. Solo ha escrito lo que ya se sabía, eso es todo.
Los dos cruzan miradas cómplices, haciéndome sospechar. Sé que hay algo que no me quieren contar, eso me ha quedado en claro desde el día en el que se anunció el casamiento. Pero ahora temo que sea algo grande, algún factor que involucre a más de dos personas en ello.
– ¿Qué está pasando?
Por primera vez en la vida, mi hermana guarda silencio.
Miro a papá, pero sé que no obtendré ninguna respuesta por parte de él. Siempre tuvimos un vínculo especial, incluso mucho mejor del que tengo con mi gemela, pero nunca traicionaría a su otra hija por mí. Se trata de un código especial de figuras paternas o algo por el estilo, supongo.
– Bien, entonces no me dejan otra opción.
Me encamino hacia mi habitación para cambiarme y así poder salir.
***
Ahora, el lago no es más que un montón de pastizal seco. Las continuas sequías y la falta de cuidado han producido su extinción. Tan solo queda un pequeño banco cerca de donde antes había agua, y ahí es adonde Niall está sentado en estos momentos. Porque seamos niños o no, este siempre será nuestro lugar.
– Horan.
Su espalda se alza, pero no se da vuelta. Supongo que, como mi hermana, tan solo está creando mecanismos para evadirme y así no tener que contarme la verdad. Algo bastante cobarde; aunque, ¿Quién soy yo para juzgar?
Doy unos cuantos pasos hasta llegar y me siento a su lado. Noto que lleva el mismo traje de la noche anterior.
– Horan, ¿Qué mierda está pasando?
– Te hemos mentido, Ams – su voz suena temblorosa, y descubro que ha estado llorando. Quiero abrazarlo y decirle que todo estará bien, que estaré para él porque eso es lo que hacen los mejores amigos; pero ya ni siquiera sé si tengo ese puesto en su vida o si me interesa tenerlo–. Lo hemos hecho en grande, ¿Sabes? Tu hermana y yo. Tu papá se encargó de guardar el secreto porque sintió lástima por Kate.
– ¿De qué…?
– Te fuiste al campamento de verano y yo estaba muy solo – me interrumpe –. Habían pasado dos semanas desde tu partida, los chicos habían empezado a preocuparse por mí y decidieron llevarme a una fiesta en la casa de Maddie. Fuimos, me pasé de bebidas y comencé a ligar con lo primero que me encontraba. Luego me topé con tu hermana y creí que eras tú. Estaba borracho y estúpido, y…
– No.
Coloco mis manos sobre mi cabeza, intentando detener la realidad que me agolpea como una avalancha. Sé que no ha sido solo un beso, y eso es lo que más me espanta: que todo el tiempo creyó que era yo con quien estaba.
– Tres semanas después me anunció que estaba embarazada, y que si no me casaba con ella le contaría a todo el mundo que la había violado – intento detenerlo, pero pone una mano sobre mi boca –. Ayer por la tarde vino a decirme que todo había sido una mentira; que en realidad no tenía un hijo mío dentro de su vientre, que todo lo había hecho por celos y que la continuación de la boda continuaría depende mi decisión. Añadió, también, que ya la había dicho la verdad a tu padre, y luego se marchó.
No sé qué decir, así que guardo silencio.
Aun no puedo creer que mi hermana le haya mentido de una manera tan cruel, pero sé que tiene sentido. Kate ha envidiado mi amistad con el rubio desde que tengo memoria. Ella nunca ha tenido una verdadera amiga, de esas que te acompañan en las buenas y en las malas y que te aceptan tal como eres, con tus defectos y virtudes.
También comprendo que no ha sido la misma desde que mamá se ha alejado de nosotras. Siempre supe que su abandono había creado una ruptura en ella; solo que, hasta ahora, no me había dado cuenta de cuán grande es la grieta. Ella siempre ha sido tan bonita, social e independiente que, a veces, muchos olvidamos que tiene una parte sensible dentro de su corazón. Tal vez, con papá, debimos poner más hincapié en su cuidado que en nuestros propios intereses. Él y yo tenemos una manera más silenciosa de cicatrizar, mientras que mi hermana necesita el apoyo ajeno para superarlo.
– Ya había decidido dejarla antes de la fiesta, así que por la noche hice lo que mejor me sale: emborracharme y mandarme una de las mías, solo que esta vez con la gemela correcta.
– ¿Gemela correcta?
– Sabes a lo que me refiero, Weasley.
Una sonrisa hace presencia en mis labios.
– Definitivamente, Horan.
* En los tribunales, se llama «Jane Doe» a aquellas personas de las cuales no se tiene su nombre.
Y aquí terminó el shot(?). Muchas gracias a todas las que lo siguieron hasta el final, y a aquellas que han comentado y me han dado el apoyo para terminarlo. Perdonen si no he subido antes, es que he estado un tanto ocupada y seca de inspiración. ¡Espero que les guste! Las adoro c':♥
Cami
Re: Whatever [Niall Horan] |Terminado|
Lo ame :')
Sabia que no podía casarse con la gemela mala! O/
Que hermoso :3
Muchas felicidades, que sigas teniendo tanto éxito, te deseo lo mejor.
Suerte♥
-Alina
Invitado
Invitado
Re: Whatever [Niall Horan] |Terminado|
Cami hay wn, LO AME, POR COMPLETO.
juro que pensé que no se quedarían juntos, pero qué va, ¡si se quedaron juntos!
well, nunca me cansare de decir que smo como escribes, es tan perfecto cc':
so, estuvo hermoso.
besos<3
juro que pensé que no se quedarían juntos, pero qué va, ¡si se quedaron juntos!
well, nunca me cansare de decir que smo como escribes, es tan perfecto cc':
so, estuvo hermoso.
besos<3
Invitado
Invitado
Re: Whatever [Niall Horan] |Terminado|
.Alina. escribió:
Lo ame :')
Sabia que no podía casarse con la gemela mala! O/
Que hermoso :3
Muchas felicidades, que sigas teniendo tanto éxito, te deseo lo mejor.
Suerte♥-Alina
Me alegro mucho de que te haya gustado, querida. En algún momento pensé en dejar todo trágico, pero hubiera sido demasiado dramático. En realidad es un final abierto. Si terminan juntos o no, depende de lo que ustedes deseen y creen en su imaginación. Nunca me gustaron los finales cerrados, puesto que los impone el autor y creo que se le debería dar un poco de libertad al lector sobre la obra.
Gracias, querida. ¡Suerte para ti también!♥
Cami
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