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His kiss -Zayn Malik y tu-ADAPTADA-TERMINADA.
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
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Re: His kiss -Zayn Malik y tu-ADAPTADA-TERMINADA.
Holiiii!!! Me encantaron los capitulos!!! No pudo creer hago de zorra Pero me da lo mismo!! Esta muy buena la nove Siguelaaa bss
CeciHoran*
Re: His kiss -Zayn Malik y tu-ADAPTADA-TERMINADA.
HOLAAA,PERDON POR DESAPARECER,PERO AQUI ESTOY!!!SIGUELAA
Ali Malik OneDream
Re: His kiss -Zayn Malik y tu-ADAPTADA-TERMINADA.
Hello lindas
,me pude conectar! Esta noche les subire maraton,nos leemos :3
,me pude conectar! Esta noche les subire maraton,nos leemos :3
Good Vibes.
Re: His kiss -Zayn Malik y tu-ADAPTADA-TERMINADA.
Siiiiiiiiiiiiiii :ilusion:
lo espero con ansias!
:bye:
Leils
Re: His kiss -Zayn Malik y tu-ADAPTADA-TERMINADA.
Hijo de su madre,alterando los nerviso eh?annabel1D escribió:
AHHH ME ENCANTOOOOO!!!!!!! saliiiiiiiiiii jajaja pobre de mi yo completamente enmorada de Zayn y el ni caso me hace jajaja
me encantó el beso dios si me gusto el del capitulo pasado este me ENAMORO es que como puede ser tan sexy!!!
siguela cuando puedas estuvo genial
muchos besos
Anna xx
Bueno,para eso teenemos las novelas,para soñar que son nuestros /o/
Good Vibes.
Re: His kiss -Zayn Malik y tu-ADAPTADA-TERMINADA.
Hola,volvi para seguirla! Besote <3Leils escribió:
Hola, me encantó!
Seguila pronto :)
Besitos :corre:
Good Vibes.
Re: His kiss -Zayn Malik y tu-ADAPTADA-TERMINADA.
jajaja,claro que no te dejo morir,voy a subir.BIENVENIDA!.Leirys escribió:NUEVA LECTORA!!!!!!
Me encanta, me encanta. Zayn es lo mas sexy que pueda existir en el mundo, yo tambien quiero besarlo :(
Me fascina esta increíble.
Síguela pronto por favor, no me dejes morir con la intriga.
Besos y abrazos
Todas queremos que nos bese,a mi si no me besa antes de morirme,puedo prometerte que no duermo en paz xd
Good Vibes.
Re: His kiss -Zayn Malik y tu-ADAPTADA-TERMINADA.
JAJAJAJJA SIIII,algo te iba a comentar sobre eso,recuerda que dije que los papeles eran medio secundarios,pero importantes,me imagine que pensarias eso :D pero no importa,Niall es tuyo de todas formas!CeciHoran* escribió:Holiiii!!! Me encantaron los capitulos!!! No pudo creer hago de zorra Pero me da lo mismo!! Esta muy buena la nove Siguelaaa bss
SIGOOO!
Good Vibes.
Re: His kiss -Zayn Malik y tu-ADAPTADA-TERMINADA.
WOOOO!! Ali,la fiel amiga de doña raya!Ali Malik OneDream escribió:HOLAAA,PERDON POR DESAPARECER,PERO AQUI ESTOY!!!SIGUELAA
Gracias por pasarte!
Ya sigooooo!
Good Vibes.
Re: His kiss -Zayn Malik y tu-ADAPTADA-TERMINADA.
Aqui voy amorshhh!Leils escribió:
Siiiiiiiiiiiiiii :ilusion:
lo espero con ansias!
:bye:
Good Vibes.
Re: His kiss -Zayn Malik y tu-ADAPTADA-TERMINADA.
Lindas,guess what?
MARATON PA' UTEDEEEE'
Como me fui por esos dias,les prometi maraton.
Es un poco muy tarde,son las 1:04 am aqui,no se por alla que horas seran,asi que como no se si este alguna despierta o pendendiente esperare algun comentario.Si no,entonces lo dejamos para mañana,cuando todas se puedan dar cuenta.
Perdon por el retrazo,pero hace poquito fue que llegue a mi casa
BESO Y AVISENME. :(L):
MARATON PA' UTEDEEEE'
Como me fui por esos dias,les prometi maraton.
Es un poco muy tarde,son las 1:04 am aqui,no se por alla que horas seran,asi que como no se si este alguna despierta o pendendiente esperare algun comentario.Si no,entonces lo dejamos para mañana,cuando todas se puedan dar cuenta.
Perdon por el retrazo,pero hace poquito fue que llegue a mi casa
BESO Y AVISENME. :(L):
Good Vibes.
Re: His kiss -Zayn Malik y tu-ADAPTADA-TERMINADA.
No te preocupes, sube cuando puedas, pero que te darás cuenta, yo estoy despierta, esperándote
Un beso y un abrazo
Un beso y un abrazo
Leirys
Re: His kiss -Zayn Malik y tu-ADAPTADA-TERMINADA.
Capitulo 7. MINI MARATON 1/3.
Lentamente, en la semana siguiente, las cosas parecían estar mejorando entre Niall y yo. Quiero decir, ya no peleábamos y él estaba siendo extrapendiente y dulce y me escribía poemas románticos, canciones de amor y esas cosas. Soy una completa enamoradiza, una tonta por esa clase de cosas.
Así que, estaba más que angustiada cuando llegué al colegio la mañana del lunes. Ali me había llevado ya que Niall tenía práctica de hockey antes de clase. Pero justo cuando entramos al edificio de la escuela, Anna agarró mi brazo luciendo completamente preocupada y ansiosa. Solo por su expresión, mi corazón estaba en mi garganta.
—Niall está a punto de conseguir que golpeen su cabeza —dijo ella.
Un violento temblor se apresuró por mi cuerpo cuando hizo un gesto hacia el pasillo. Había una gran multitud de estudiantes reunidos cerca al casillero de Niall, demasiados para que pudiera ver qué estaba pasando pero pude averiguarlo fácilmente. Uno de los compañeros de equipo de él, estaba a punto de llevar a cabo sus amenazas.Niall los molestó. Él era ruidoso y molesto, tratando de probar que era fuerte. Eso los enojó.
Mi corazón estaba latiendo muy fuerte. Me apresuré hacia la muchedumbre de curiosos, luego traté de pasar por la pelea hasta llegar a Niall. Llegué lo suficientemente cerca para ver que era Jake Edwards peleando con él, el enorme y malvado Jake Edwards.
—¡Deténganse! —grité—. ¡Déjalo en paz!
Traté de empujarme por el resto de la multitud para llegar hacia Niall y Jake. Mi plan desesperado era apartarlos y hacer que Jake dejara de golpear a Niall. Pero estaba justo ahí cuando alguien me agarró por la cintura, jalándome hacia atrás.
Era Zayn.
—No vayas ahí —gruñó mientras peleaba para liberarme de su agarre—. Grange, vas a terminar herida.
—¡No! Niall está siendo lastimado —chillé—. ¡Suéltame,Zayn! Tengo que detenerlo.
Zayn enarcó una ceja pero todavía sostenía mi muñeca. Me miró de arriba a abajo como si estuviera dejando en claro que era delgada.
—¿Cómo vas a detenerlo?
Tragué, a punto de tartamudear algo pero luego me di cuenta de que tenía razón. Resultaría masacrada si me acercaba a la lanza de puños salvaje y violenta. Tragué de nuevo, mirando a los ojos marrones de Zayn, rogando completamente, aunque sabía que era en vano. A Zayn no le gustaba Niall. En verdad, verdad no le gustaba. Sin embargo, tenía que intentarlo.
—¿Los detendrías? ¿Por favor?
—¿Yo? —Alzó sus cejas, mirándome como si le hubiera pedido lanzar una bote de basura de la cafetería en su cabeza, algo asqueroso y desagradable—. No. —Soltó mi brazo, dando un paso lejos de mí—. No. De ninguna manera. El chico lo tenía merecido.
—Zayn, por favor. Le están dando una paliza. ¡Por favor!
Él se estremeció mientras rogué.
—¿Por favor, Zayn? ¿Por favor, por favor?
Él miró al techo, apretando su mandíbula. Finalmente, me miró a los ojos, pareciendo estar considerando mi petición aunque luciendo visiblemente repelido por eso.
—¿Por favor?
Dejó escapar una exhalación, golpeando el casillero junto a él, luego se movió hacia la multitud y agarró el brazo de Jake como si fuera nada.
—La pelea se terminó —dijo Zayn.
—¿Qué? De ninguna manera. ¿Qué pasa contigo, hombre? —Jake trató de liberarse del agarre de Zayn pero él presionó su brazo contra su espalda.
—Se terminó.
Corrí hacia mi estúpido novio ensangrentado, demasiado preocupada y ansiosa por él para agradecerle a Zayn o incluso reconocer su ayuda.
Pero esa tarde en la clase de cocina hicimos unas gordas galletas de doble chocolate. Quiero decir, eran inmensas. Y cada quien pudo tomar dos. Así que puse una en una bolsa para Niall y otra en otra bolsa para Zayn. Iba a dársela justo después de clase, pero entonces no pude. Quiero decir, esperé en su casillero para dársela, pero cuando lo vi venir me acobardé y corrí lejos. Así que en vez de eso, toda la clase de francés trabajé en un poema de agradecimiento. También era lindo. Me gustó. Pero lo hice un poco vago y casi imposible de entender. Porque decidí que se lo iba a dejar de manera anónima. Nunca sabría que era de mi parte o por qué era. Solo sabría que hizo algo bueno y alguien lo apreciaba. Pensé que era un poco romántico.
Me fui de clase más temprano diciendo que necesitaba usar el baño, luego me apresuré y lo utilicé para que no fuera una mentira. Luego corrí al casillero de Zayn y metí mi poema por la pequeña abertura en la puerta y después, pegué la galleta, todavía en su bolsa afuera del casillero.
Luego ¡zas!, salí corriendo por el corredor muy rápidamente para que yo no estuviera cerca de él o de su casillero cuando descubriera la galleta y el poema.
***
Así que eso fue casi todo. Le agradecí a Zayn a mi propia manera retorcida y tímida. Luego, fui a trabajar olvidándome de él. Resultó siendo más difícil de lo que pensé que sería. Mucho más difícil.
La cosa era su beso. Me encontré pensándolo mucho tiempo. Como, constantemente. Mucho, mucho, mucho, demasiado. En la noche antes de dormirme, cuando estaba escribiendo una canción de amor o un poema, cuando me estaba cepillando los dientes o sacando la basura, todo el tiempo. Incluso cuando estaba besando a Niall.
¡No podía evitarlo! Pensamientos del beso de Zayn simplemente entraban en mí y volvían mi cerebro todo blando y limoso. Era malo. Y fue así por semanas. Semanas y semanas. Así que, cuando Niall y yo finalmente rompimos por primera vez estaba destrozada pero no devastada. Porque bueno, sus besos no me provocaban tanto como los de Zayn. Ya no.
Así que, cuando lo atrapé sentándose muy cerca a Cecilia en la biblioteca, no besándose pero prácticamente. Quiero decir, prácticamente estaban fundidos como si estuviera estudiando y él jugaba con un mechón de su cabello. ¡Jugaba con él! Como que lo enredaba alrededor de su dedo mientras la miraba como si fuera una diosa del amor desde el rink de hockey para hacer todas las fantasías de un chico realidad.
Ver eso fue como un golpe en el estómago. Por Niall. Y sus acciones. Y sus ojos, de la manera en que la miraba, como: «Te deseo».
Oh hombre.
Ver esa escena traumatizó mi corazón. Agarré mi estómago, liberándolo del dolor. En serio, casi morí por un corazón roto justo en ese momento. Pero en cambio, tomé una respiración temblorosa diciéndome que había sido suficiente. No podía soportar eso, no más. Quiero decir, a él le gustaba. Le gustaba. Podía notarlo por la manera en la que la estaba mirando, sonriéndole y babeando por ella. Era enfermizo. Me hacía enfermar. Comencé a temblar, sudar y prácticamente a doblarme por el dolor.
Él era mi novio. Pero por la manera como estaba actuando con ella, nunca lo sabrías. No en un millón de años. Era más como si estuvieran enamorados y fueran a comenzar a besarse en cualquier segundo, justo en la mesa de la biblioteca. Está bien, sabía que eso no pasaría. Sabía eso. Niall nunca me engañaría técnicamente, no técnicamente. Pero para mí en ese momento, me estaba engañando. Con sus ojos. Y corazón. Y dedos que enrollaban rizos.
Así que, en vez de ir a la biblioteca y hablar con Niall como se suponía y habíamos planeado, corrí a casa. Y lloré y lloré. Sentí como si un cuchillo hubiera sido clavado en mi pecho. Y en mi espalda. Por Niall.
Al día siguiente, rompí con él.
***
Las siguientes semanas fueron horribles, negras e involucraron un montón de mí hecha un ovillo llorando. La cosa era que estaba confundida. Y herida. Confundida por mis sentimientos. Herida porque mi tan llamado novio (o ahora ex) estaba loco por otra chica. Aunque Niall me enviaba mensajes y mensajes diciendo cosas como: Te extraño, _______ y Solo habla contigo,_______ y yo nunca le devolvía el mensaje. Estaba esperando (ilusionada) algo más grande. Algo que hiciera o me convenciera de que había cometido un error, algo que me asegurara que todavía estábamos el uno para el otro. Algo. Algo que me ayudara a sentirme segura en nuestra relación de nuevo y me ayudara a creer que todavía nos pertenecíamos. Necesitaba eso.
Estaba esperando pero nunca llegó.
Luego un lunes horrible giré en la esquina para dirigirme a Biología pero me detuve en seco. Ahí estaba Niall dirigiéndose a su casillero cogido de la mano con Fiona. Todo dentro de mí murió. No pude respirar ni moverme. Él debió haber sentido mis ojos en él porque me miró mientras estaba sonriendo y hablando. Sus ojos se llenaron de dolor y se estremeció, dejando caer la mano de ella como si estuviera en llamas. Cecilia lo notó. Cambió su atención de sus amigas para dirigirle a Niall una mirada de desconcierto. Luego sus ojos siguieron su mirada hacia mí de pie ahí en el pasillo viéndolos.
Viéndolos juntos, mi corazón se marchitó. Todo dentro de mí murió, justo ahí en el casillero de Niall. Todo. Dolió tanto. ¡Y luego como si yo fuera el problema ella me miró! ¡Me miró! Entrecerró sus ojos, luego pasó su brazo por el de Niall y se acurrucó junto a él. Niall lució tenso e incómodo mientras lo hacía, con sus ojos mirándome, pero no la apartó. Eso finalmente me hizo moverme. Corrí hacia el baño de las chicas y me quedé en un cubículo tratando de respirar y no llorar. Pero no funcionó. Me perdí la mayor parte del segundo periodo porque estaba sollozando mis ojos.
Luego, cuando estaba en clase de francés tratando de escuchar a la Srta. Feefee y no pensar en mi novio actualmente siendo mi exnovio, me llegó un mensaje de Niall. Decía: Mira, ¿qué esperabas,_______? Ni siquiera me hablas.
No respondí su mensaje. En cambio, me encargué de mis ojos, limpiándolos una y otra vez. Seguían llenándose pero yo seguía alejando las lágrimas antes de que pudiera derramarse. Solo que no podía haber respondido el mensaje de Niall de todos modos, incluso si no estuviera ocupada tratando de bloquear mis emociones y no tratando de berrear de nuevo. No respondí
porque no había manera de que pudiera hacerlo. No sabía qué esperaba de él. No tenía idea. Solo seguía esperando que de alguna manera fuera a cortejarme de nuevo. Incluso ahora esperaba eso. Pero era tonta. Sabía que no quería un novio que estuviera enamorado de otra chica. Y él estaba así. Así que. Dolor. Achaques.
Pero lo confuso era que yo estaba como medio enamorada de otro chico. Casi.
Solo que no quería estarlo. En absoluto. Era tan tonta tener un enamoramiento por El Zayn. Estúpido. Bueno, Anna tenía un gran enamoramiento de él. Pero a ella le gustaban los chicos rudos. Él era su tipo. Casi. No realmente rudo. Ella en verdad no salía con alguien. Jamás. Solo los codiciaba desde lejos. Pero ella hablaba mucho, siempre diciendo cosas como: «Si alguna vez tuviera la oportunidad saltaría en El Zayn Master y besuquearía sus labios suaves como almohadas hasta que no pudiera respirar». Siempre decía cosas así. Era divertido, aunque tenía que admitir que aunque Zayn era todo rudo y matador en el rink de hockey, tan increíblemente rudo y asustador, sus labios eran hermosos y sedosos como almohadas abullonadas.
Y sus besos habían sido tan gentiles y dulces y mmmmm.
¡Ugh!
¡Ugh, ugh, ugh!
No quería pensar en los besos de Zayn.
No quería pensar en Zayn.
Era la total culpa de Niall que yo de repente fuera un charco por El Zayn. Completamente. Bastante. Si él no hubiera ido a esa armario con Cecilia, yo nunca, jamás, jamás hubiera entrado con él. Pero ahora, como era, yo era un desastre. Dolorida y deseando un chico que era equivocado para mí. Era patético, desesperado y me hacía sentir estúpida. Así que, intenté completamente alejarme de Zayn, aunque el plan apestó y dolió ya que tenía un gran enamoramiento por él y quería verlo cada minuto del día. Sin embargo, fue fácil evadirlo ya que no tenía ninguna clase con él. Pero lo veía en la escuela algunas veces, usualmente con una chica zorra o dos. Cuando me atrapaba mirándolo, me daba una lenta sonrisa como si encontrara mi enamoramiento en él entretenido, y cuando nos pasábamos en los pasillos de la escuela él me diría así, «Tres Minutos en el Cielo».
Poco sabía él que en verdad era mío. Solo que sí, está bien, probablemente lo sabía. La manera en la que me sonreía como si lo supiera. ¡Ugh! Pero de todos modos, traté de superarlo. Y superar a Niall. Decidí que me gustaría este otro chico, Milo, en cambio. Intenté. Parecía correcto para mí.
Estaba en muchas de mis clases de honores y un montón de comités escolares como yo. Parecía medio perfecto. Y seguro. Como si no pudiera romper mi corazón ya que en verdad no me gustaba realmente pero supuse que podría gustarme lo suficiente. Lo suficiente para ayudarme a superar mi corazón atormentado, superar mi ruptura y mis enamoramientos ridículos. Tal vez. Con suerte. En verdad verdad lo intenté. Quiero decir, él era agradable y parecía que le gustaba mucho y teníamos mucho en común.
Además, él estaba en la obra de la escuela y tenía una parte de canto y me gustaban los cantantes esos días ya que Zayn cantaba en su caliente banda. Así que medio le sonreí mucho a Milo y traté de actuar interesada en él cuando me hablaba, lo cual hacía mucho desde que Niall y yo rompimos. De todos modos, parecía un buen plan tenerlo como distracción, seguir adelante. Al menos así era cómo me sentía algunas veces. Por el resto de la semana, le sonreí como si mundo fuera brillante y soleado y como si él ayudara a hacerlo de esa manera. Sonreí, sonreí, sonreí mientras adentro estaba muriendo. Pero luego ese viernes de la semana siguiente durante la hora del almuerzo, Milo vino y se sentó en la cafetería con Anna,Ali y yo. Nunca había hecho eso antes y era como un gran paso, pasando de nosotros solo hablando juntos, semiflirteando entre clases a en verdad comer juntos.
Medio me encogí cuando se deslizó en el asiento junto a mí aunque tenía esta sonrisa dulce y un poco astuta, como: «Mírame, lo que me estoy atreviendo a hacer». Fue lindo. Solo que él estaba sentado en el lugar donde Niall solía sentarse y sin embargo, de cierto modo, fue un alivio tener a alguien sentándose ahí, tomando el lugar de Niall pero también me hizo sentir como si estómago estuviera lleno de piedras. Porque no era Niall en el lugar de Niall y no estaba muy segura de que estuviera lista para tener a alguien más tomándolo.
Era confuso. Tendría a mis amigas rascándose sus cabezas si lo supieran, ya que había deseado tener alguien que tomara el lugar de Niall como Cecilia parecía haber tomado el mío. Así que, estuve llena con intrincadas y revueltas emociones. Sin embargo, me senté tratando de actuar como si Milo se nos hubiera unido de manera inesperada. Porque toda la semana había estado enviándole al pobre chico señales, de manera confusa alentándolo como si estuviera lista para esto, que alguien tomara el lugar de Niall. Incapaz de comer mi almuerzo debido a las rocas en mi estómago, me senté congelada escuchando a Milo diciéndome sobre este concierto al que iba a ir el próximo viernes. Estaba bastante segura de que iba a invitarme así que actúe interesada en la banda aunque no lo estaba. Y me sentí ansiosa y enferma y no estaba segura de que fueron solo nervios porque no había salido con otro chico que no fuera Niall en dos años o si en verdad no quería ir al concierto con Milo, salir con él por una noche entera. El pensamiento me deprimió e
hizo doler mi corazón. Sin embargo, lo escuché o fingí hacerlo con una falsa sonrisa pegada a mi rostro, pero dentro estaba pensando: ¿Qué quiero?
No tenía idea. ¿Quería volver con Niall? ¿Quería terminar para siempre, así no había vuelta atrás? ¿En verdad quería seguir adelante, salir con otro chico incluso si en verdad no me gustaba?
¿Qué quiero?
Solo pasaba por mi mente una y otra vez ¿qué quiero?
¿Qué quiero?
¿Qué quiero?
Y luego él pasó.
Zayn.
Eso capturó mi atención por un segundo. Hizo que mi corazón se acelerara y mis palmas sudaran. Y pienso que pude haber gemido. Sé que Anna lo hizo. Pero yo podría haberlo hecho completamente. En cualquier caso, por un segundo él fue la única cosa en mi mente, la única cosa. El recuerdo de él y yo solos en el armario. No hubo nada más, nada en el mundo. Ninguna cafetería, ninguna ansiedad por lugares o citas. Solo las gentiles manos de él y su boca caliente y seductora. Me tuvo jadeando.
Pero luego, ¡jadeo! Zayn volteó hacia atrás, hacia nuestra mesa, como si pudiera sentir mis ojos en él.
¡Oh!
Mi corazón se revolvió en mi pecho y alejé mi mirada de él como si verlo me repudiara, aunque ya me había atrapado mirándolo de manera soñadora y hambrienta. Sin embargo, alejé la mirada y me rehusé a mirarlo de nuevo, solo que fue difícil porque ahora podía sentir sus ojos en mí. De todas maneras, traté de no mirarlo tanto al saber qué vería si observaba. La sonrisa asombrada de él. Así que no miré. En cambio, con mis orejas rojas y mejillas calientes y sonrojadas, comencé a hablarle a Milo a millón por minuto en una voz chillona, sin tener idea de qué estaba diciendo, solo esperando que Zayn pudiera verme para que así yo no fuera una tonta niña con un tonto enamoramiento escolar por él, sin siquiera saber que él existía, no tenía idea porque estaba completamente, completamente enamorada de la estrella de nuestra obra escolar. Totalmente.
Así que era cómo quería que pareciera.
Y supongo que así se vio.
Al menos para Niall. Lo sé porque me llegó un mensaje de texto de su parte. Abrí mi móvil preguntándome qué tenía que decir. Toda la semana había estado enviándome mensajes como: Hablemos, _________. Por favor. Cosas como esas. Pero cuando vi su mensaje, mi estómago cayó. Porque envió una foto. Una foto de mí, en este momento, en la cafetería sonriendo con el rostro sonrojado y feliz mirando a Milo. En la imagen, parecíamos una pareja cercana e íntima, enamorados y listos para comenzar a besarnos.
Bajo la foto, Niall había escrito: ¿En serio?
Eso era todo lo que decía.
Pero hizo que mi estómago cayera y que mi corazón doliera y se pusiera todo retorcido y frenético, más de lo que ya estaba. Tragué fuertemente, cerrando mi móvil mientras mi mirada de manera involuntaria escaneó la cafetería llena. Lo primero que noté fue que Zayn se había ido. Mi corazón tuvo una repentina puñalada de decepción. Solo que era tonto. ¿Qué estaba esperando? ¿Que estuviera ahí de pie, mirándome?
¡Estúpida!
Tampoco vi a Niall, en ninguna parte.
—¿Estás bien? —preguntó Milo—. ¿Eran malas noticias? —Hizo un movimiento con su cabeza hacia mi móvil—. Pareces un poco enferma.
—Um, sí —dije, toda sobrecogida e incapaz de concentrarme en Milo o en lo que estaba diciendo.
Mis ojos siguieron moviéndose por la cafetería, con las palabras «¿En serio?» saltando en mi cerebro.
—Um, sí, me siento enferma —dije, sin mentir en absoluto. Me levanté de la mesa, agarrando mi estómago—. Voy a ir a la oficina de la enfermera.
Anna y Ali estuvieron junto a mí en el segundo que me apresuré hacia la salida de la cafetería.
—¿Qué fue eso? —La voz de Ali era dulce, como si me estuviera regañando—. ¿Por qué dejaste a Milo de esa manera? Iba a invitarte a salir.
Respiré con un suspiro tembloroso, luego les mostré el mensaje de Niall.
Ali hizo un sonido de reproche, entrecerrando sus ojos.
—¿Qué clase de tonto juego está jugando? Solo déjalo ir, ______. Él estuvo en la fiesta del viernes de Shonda Livingtons con Cecilia. Se estaban besando.
Agarré mi estómago más fuertemente, sintiendo como si hubiera sido golpeada. Mi corazón se apretó con dolor. Apenas podía respirar, sin embargo tuve esta urgencia de gritarle a Ali. La miré, incapaz de decir algo por el miedo a llorar. Finalmente, dejé salir este pequeño sollozo.
—¿Por qué no me lo dijiste?
La mirada de Ali se dirigió hacia Anna, luego de vuelta a mí.
—Solo estábamos tratando de ahorrarte el drama. Al, él no lo vale, ya no. Solo déjalo y sigue adelante con Milo. Él está bien.
—Y es lindo —añadió Anna.
—Y le gustas definitivamente. —Ali hizo este sonido de duda que hace cuando va a dejar en claro que te desafía a negarlo—. Te estuvo mirando todo el almuerzo como si quisiera comerte. Y lo hiciste pensar que también te gustaba, admítelo,_____, toda la semana estuviste alentándolo, sonriéndole y flirteando, riéndose con sus patéticas bromas ensayadas.
Mordí mi labio. Sonaba patético, pero ella ya sabía. Quería que me gustara. ¡Guh! En verdad no me podía concentrar en esta conversación, o en los ojos confundidos y heridos de Milo viajando hacia mí a través de la cafetería, luciendo como todo: «¿Qué está pasando? ¿Por qué te fuiste cuando iba a invitarte a salir?» No me podía concentrar en eso. Tenía demasiado dolor, sintiendo como si un cuchillo estuviera en mi corazón. Estaba sangrando por el piso.
¿Niall había ido a una fiesta con Cecilia? ¿Estaban besándose? ¿Ya? De repente, estaba toda sudorosa, temblorosa y lista para vomitar. Sabía que era estúpido, que debería haber estado preparada para esta clase de noticias. Pero no lo estaba. Seriamente pensaba que volveríamos de alguna manera. Necesitaba escapar de mis amigas, los ojos de Milo y de Niall, donde fuera que estuviera. Necesitaba estar sola para que pudiera acurrucarme en una tensa y pequeña bola y llorar.
—Miren, regresen a donde Milo —balbuceé, todavía agarrando mi estómago.
Él parecía triste, sentado ahí solo pero tenía que irme. Me dirigí a la salida. Tenía que salir de aquí. Corrí fuera de la cafetería y hacia el baño más cercano. Era el mismo en el cual había llorado hace unas semanas. Me encerré en el mismo cubículo que antes y ahora mi sollozo natural.
Lentamente, en la semana siguiente, las cosas parecían estar mejorando entre Niall y yo. Quiero decir, ya no peleábamos y él estaba siendo extrapendiente y dulce y me escribía poemas románticos, canciones de amor y esas cosas. Soy una completa enamoradiza, una tonta por esa clase de cosas.
Así que, estaba más que angustiada cuando llegué al colegio la mañana del lunes. Ali me había llevado ya que Niall tenía práctica de hockey antes de clase. Pero justo cuando entramos al edificio de la escuela, Anna agarró mi brazo luciendo completamente preocupada y ansiosa. Solo por su expresión, mi corazón estaba en mi garganta.
—Niall está a punto de conseguir que golpeen su cabeza —dijo ella.
Un violento temblor se apresuró por mi cuerpo cuando hizo un gesto hacia el pasillo. Había una gran multitud de estudiantes reunidos cerca al casillero de Niall, demasiados para que pudiera ver qué estaba pasando pero pude averiguarlo fácilmente. Uno de los compañeros de equipo de él, estaba a punto de llevar a cabo sus amenazas.Niall los molestó. Él era ruidoso y molesto, tratando de probar que era fuerte. Eso los enojó.
Mi corazón estaba latiendo muy fuerte. Me apresuré hacia la muchedumbre de curiosos, luego traté de pasar por la pelea hasta llegar a Niall. Llegué lo suficientemente cerca para ver que era Jake Edwards peleando con él, el enorme y malvado Jake Edwards.
—¡Deténganse! —grité—. ¡Déjalo en paz!
Traté de empujarme por el resto de la multitud para llegar hacia Niall y Jake. Mi plan desesperado era apartarlos y hacer que Jake dejara de golpear a Niall. Pero estaba justo ahí cuando alguien me agarró por la cintura, jalándome hacia atrás.
Era Zayn.
—No vayas ahí —gruñó mientras peleaba para liberarme de su agarre—. Grange, vas a terminar herida.
—¡No! Niall está siendo lastimado —chillé—. ¡Suéltame,Zayn! Tengo que detenerlo.
Zayn enarcó una ceja pero todavía sostenía mi muñeca. Me miró de arriba a abajo como si estuviera dejando en claro que era delgada.
—¿Cómo vas a detenerlo?
Tragué, a punto de tartamudear algo pero luego me di cuenta de que tenía razón. Resultaría masacrada si me acercaba a la lanza de puños salvaje y violenta. Tragué de nuevo, mirando a los ojos marrones de Zayn, rogando completamente, aunque sabía que era en vano. A Zayn no le gustaba Niall. En verdad, verdad no le gustaba. Sin embargo, tenía que intentarlo.
—¿Los detendrías? ¿Por favor?
—¿Yo? —Alzó sus cejas, mirándome como si le hubiera pedido lanzar una bote de basura de la cafetería en su cabeza, algo asqueroso y desagradable—. No. —Soltó mi brazo, dando un paso lejos de mí—. No. De ninguna manera. El chico lo tenía merecido.
—Zayn, por favor. Le están dando una paliza. ¡Por favor!
Él se estremeció mientras rogué.
—¿Por favor, Zayn? ¿Por favor, por favor?
Él miró al techo, apretando su mandíbula. Finalmente, me miró a los ojos, pareciendo estar considerando mi petición aunque luciendo visiblemente repelido por eso.
—¿Por favor?
Dejó escapar una exhalación, golpeando el casillero junto a él, luego se movió hacia la multitud y agarró el brazo de Jake como si fuera nada.
—La pelea se terminó —dijo Zayn.
—¿Qué? De ninguna manera. ¿Qué pasa contigo, hombre? —Jake trató de liberarse del agarre de Zayn pero él presionó su brazo contra su espalda.
—Se terminó.
Corrí hacia mi estúpido novio ensangrentado, demasiado preocupada y ansiosa por él para agradecerle a Zayn o incluso reconocer su ayuda.
Pero esa tarde en la clase de cocina hicimos unas gordas galletas de doble chocolate. Quiero decir, eran inmensas. Y cada quien pudo tomar dos. Así que puse una en una bolsa para Niall y otra en otra bolsa para Zayn. Iba a dársela justo después de clase, pero entonces no pude. Quiero decir, esperé en su casillero para dársela, pero cuando lo vi venir me acobardé y corrí lejos. Así que en vez de eso, toda la clase de francés trabajé en un poema de agradecimiento. También era lindo. Me gustó. Pero lo hice un poco vago y casi imposible de entender. Porque decidí que se lo iba a dejar de manera anónima. Nunca sabría que era de mi parte o por qué era. Solo sabría que hizo algo bueno y alguien lo apreciaba. Pensé que era un poco romántico.
Me fui de clase más temprano diciendo que necesitaba usar el baño, luego me apresuré y lo utilicé para que no fuera una mentira. Luego corrí al casillero de Zayn y metí mi poema por la pequeña abertura en la puerta y después, pegué la galleta, todavía en su bolsa afuera del casillero.
Luego ¡zas!, salí corriendo por el corredor muy rápidamente para que yo no estuviera cerca de él o de su casillero cuando descubriera la galleta y el poema.
***
Así que eso fue casi todo. Le agradecí a Zayn a mi propia manera retorcida y tímida. Luego, fui a trabajar olvidándome de él. Resultó siendo más difícil de lo que pensé que sería. Mucho más difícil.
La cosa era su beso. Me encontré pensándolo mucho tiempo. Como, constantemente. Mucho, mucho, mucho, demasiado. En la noche antes de dormirme, cuando estaba escribiendo una canción de amor o un poema, cuando me estaba cepillando los dientes o sacando la basura, todo el tiempo. Incluso cuando estaba besando a Niall.
¡No podía evitarlo! Pensamientos del beso de Zayn simplemente entraban en mí y volvían mi cerebro todo blando y limoso. Era malo. Y fue así por semanas. Semanas y semanas. Así que, cuando Niall y yo finalmente rompimos por primera vez estaba destrozada pero no devastada. Porque bueno, sus besos no me provocaban tanto como los de Zayn. Ya no.
Así que, cuando lo atrapé sentándose muy cerca a Cecilia en la biblioteca, no besándose pero prácticamente. Quiero decir, prácticamente estaban fundidos como si estuviera estudiando y él jugaba con un mechón de su cabello. ¡Jugaba con él! Como que lo enredaba alrededor de su dedo mientras la miraba como si fuera una diosa del amor desde el rink de hockey para hacer todas las fantasías de un chico realidad.
Ver eso fue como un golpe en el estómago. Por Niall. Y sus acciones. Y sus ojos, de la manera en que la miraba, como: «Te deseo».
Oh hombre.
Ver esa escena traumatizó mi corazón. Agarré mi estómago, liberándolo del dolor. En serio, casi morí por un corazón roto justo en ese momento. Pero en cambio, tomé una respiración temblorosa diciéndome que había sido suficiente. No podía soportar eso, no más. Quiero decir, a él le gustaba. Le gustaba. Podía notarlo por la manera en la que la estaba mirando, sonriéndole y babeando por ella. Era enfermizo. Me hacía enfermar. Comencé a temblar, sudar y prácticamente a doblarme por el dolor.
Él era mi novio. Pero por la manera como estaba actuando con ella, nunca lo sabrías. No en un millón de años. Era más como si estuvieran enamorados y fueran a comenzar a besarse en cualquier segundo, justo en la mesa de la biblioteca. Está bien, sabía que eso no pasaría. Sabía eso. Niall nunca me engañaría técnicamente, no técnicamente. Pero para mí en ese momento, me estaba engañando. Con sus ojos. Y corazón. Y dedos que enrollaban rizos.
Así que, en vez de ir a la biblioteca y hablar con Niall como se suponía y habíamos planeado, corrí a casa. Y lloré y lloré. Sentí como si un cuchillo hubiera sido clavado en mi pecho. Y en mi espalda. Por Niall.
Al día siguiente, rompí con él.
***
Las siguientes semanas fueron horribles, negras e involucraron un montón de mí hecha un ovillo llorando. La cosa era que estaba confundida. Y herida. Confundida por mis sentimientos. Herida porque mi tan llamado novio (o ahora ex) estaba loco por otra chica. Aunque Niall me enviaba mensajes y mensajes diciendo cosas como: Te extraño, _______ y Solo habla contigo,_______ y yo nunca le devolvía el mensaje. Estaba esperando (ilusionada) algo más grande. Algo que hiciera o me convenciera de que había cometido un error, algo que me asegurara que todavía estábamos el uno para el otro. Algo. Algo que me ayudara a sentirme segura en nuestra relación de nuevo y me ayudara a creer que todavía nos pertenecíamos. Necesitaba eso.
Estaba esperando pero nunca llegó.
Luego un lunes horrible giré en la esquina para dirigirme a Biología pero me detuve en seco. Ahí estaba Niall dirigiéndose a su casillero cogido de la mano con Fiona. Todo dentro de mí murió. No pude respirar ni moverme. Él debió haber sentido mis ojos en él porque me miró mientras estaba sonriendo y hablando. Sus ojos se llenaron de dolor y se estremeció, dejando caer la mano de ella como si estuviera en llamas. Cecilia lo notó. Cambió su atención de sus amigas para dirigirle a Niall una mirada de desconcierto. Luego sus ojos siguieron su mirada hacia mí de pie ahí en el pasillo viéndolos.
Viéndolos juntos, mi corazón se marchitó. Todo dentro de mí murió, justo ahí en el casillero de Niall. Todo. Dolió tanto. ¡Y luego como si yo fuera el problema ella me miró! ¡Me miró! Entrecerró sus ojos, luego pasó su brazo por el de Niall y se acurrucó junto a él. Niall lució tenso e incómodo mientras lo hacía, con sus ojos mirándome, pero no la apartó. Eso finalmente me hizo moverme. Corrí hacia el baño de las chicas y me quedé en un cubículo tratando de respirar y no llorar. Pero no funcionó. Me perdí la mayor parte del segundo periodo porque estaba sollozando mis ojos.
Luego, cuando estaba en clase de francés tratando de escuchar a la Srta. Feefee y no pensar en mi novio actualmente siendo mi exnovio, me llegó un mensaje de Niall. Decía: Mira, ¿qué esperabas,_______? Ni siquiera me hablas.
No respondí su mensaje. En cambio, me encargué de mis ojos, limpiándolos una y otra vez. Seguían llenándose pero yo seguía alejando las lágrimas antes de que pudiera derramarse. Solo que no podía haber respondido el mensaje de Niall de todos modos, incluso si no estuviera ocupada tratando de bloquear mis emociones y no tratando de berrear de nuevo. No respondí
porque no había manera de que pudiera hacerlo. No sabía qué esperaba de él. No tenía idea. Solo seguía esperando que de alguna manera fuera a cortejarme de nuevo. Incluso ahora esperaba eso. Pero era tonta. Sabía que no quería un novio que estuviera enamorado de otra chica. Y él estaba así. Así que. Dolor. Achaques.
Pero lo confuso era que yo estaba como medio enamorada de otro chico. Casi.
Solo que no quería estarlo. En absoluto. Era tan tonta tener un enamoramiento por El Zayn. Estúpido. Bueno, Anna tenía un gran enamoramiento de él. Pero a ella le gustaban los chicos rudos. Él era su tipo. Casi. No realmente rudo. Ella en verdad no salía con alguien. Jamás. Solo los codiciaba desde lejos. Pero ella hablaba mucho, siempre diciendo cosas como: «Si alguna vez tuviera la oportunidad saltaría en El Zayn Master y besuquearía sus labios suaves como almohadas hasta que no pudiera respirar». Siempre decía cosas así. Era divertido, aunque tenía que admitir que aunque Zayn era todo rudo y matador en el rink de hockey, tan increíblemente rudo y asustador, sus labios eran hermosos y sedosos como almohadas abullonadas.
Y sus besos habían sido tan gentiles y dulces y mmmmm.
¡Ugh!
¡Ugh, ugh, ugh!
No quería pensar en los besos de Zayn.
No quería pensar en Zayn.
Era la total culpa de Niall que yo de repente fuera un charco por El Zayn. Completamente. Bastante. Si él no hubiera ido a esa armario con Cecilia, yo nunca, jamás, jamás hubiera entrado con él. Pero ahora, como era, yo era un desastre. Dolorida y deseando un chico que era equivocado para mí. Era patético, desesperado y me hacía sentir estúpida. Así que, intenté completamente alejarme de Zayn, aunque el plan apestó y dolió ya que tenía un gran enamoramiento por él y quería verlo cada minuto del día. Sin embargo, fue fácil evadirlo ya que no tenía ninguna clase con él. Pero lo veía en la escuela algunas veces, usualmente con una chica zorra o dos. Cuando me atrapaba mirándolo, me daba una lenta sonrisa como si encontrara mi enamoramiento en él entretenido, y cuando nos pasábamos en los pasillos de la escuela él me diría así, «Tres Minutos en el Cielo».
Poco sabía él que en verdad era mío. Solo que sí, está bien, probablemente lo sabía. La manera en la que me sonreía como si lo supiera. ¡Ugh! Pero de todos modos, traté de superarlo. Y superar a Niall. Decidí que me gustaría este otro chico, Milo, en cambio. Intenté. Parecía correcto para mí.
Estaba en muchas de mis clases de honores y un montón de comités escolares como yo. Parecía medio perfecto. Y seguro. Como si no pudiera romper mi corazón ya que en verdad no me gustaba realmente pero supuse que podría gustarme lo suficiente. Lo suficiente para ayudarme a superar mi corazón atormentado, superar mi ruptura y mis enamoramientos ridículos. Tal vez. Con suerte. En verdad verdad lo intenté. Quiero decir, él era agradable y parecía que le gustaba mucho y teníamos mucho en común.
Además, él estaba en la obra de la escuela y tenía una parte de canto y me gustaban los cantantes esos días ya que Zayn cantaba en su caliente banda. Así que medio le sonreí mucho a Milo y traté de actuar interesada en él cuando me hablaba, lo cual hacía mucho desde que Niall y yo rompimos. De todos modos, parecía un buen plan tenerlo como distracción, seguir adelante. Al menos así era cómo me sentía algunas veces. Por el resto de la semana, le sonreí como si mundo fuera brillante y soleado y como si él ayudara a hacerlo de esa manera. Sonreí, sonreí, sonreí mientras adentro estaba muriendo. Pero luego ese viernes de la semana siguiente durante la hora del almuerzo, Milo vino y se sentó en la cafetería con Anna,Ali y yo. Nunca había hecho eso antes y era como un gran paso, pasando de nosotros solo hablando juntos, semiflirteando entre clases a en verdad comer juntos.
Medio me encogí cuando se deslizó en el asiento junto a mí aunque tenía esta sonrisa dulce y un poco astuta, como: «Mírame, lo que me estoy atreviendo a hacer». Fue lindo. Solo que él estaba sentado en el lugar donde Niall solía sentarse y sin embargo, de cierto modo, fue un alivio tener a alguien sentándose ahí, tomando el lugar de Niall pero también me hizo sentir como si estómago estuviera lleno de piedras. Porque no era Niall en el lugar de Niall y no estaba muy segura de que estuviera lista para tener a alguien más tomándolo.
Era confuso. Tendría a mis amigas rascándose sus cabezas si lo supieran, ya que había deseado tener alguien que tomara el lugar de Niall como Cecilia parecía haber tomado el mío. Así que, estuve llena con intrincadas y revueltas emociones. Sin embargo, me senté tratando de actuar como si Milo se nos hubiera unido de manera inesperada. Porque toda la semana había estado enviándole al pobre chico señales, de manera confusa alentándolo como si estuviera lista para esto, que alguien tomara el lugar de Niall. Incapaz de comer mi almuerzo debido a las rocas en mi estómago, me senté congelada escuchando a Milo diciéndome sobre este concierto al que iba a ir el próximo viernes. Estaba bastante segura de que iba a invitarme así que actúe interesada en la banda aunque no lo estaba. Y me sentí ansiosa y enferma y no estaba segura de que fueron solo nervios porque no había salido con otro chico que no fuera Niall en dos años o si en verdad no quería ir al concierto con Milo, salir con él por una noche entera. El pensamiento me deprimió e
hizo doler mi corazón. Sin embargo, lo escuché o fingí hacerlo con una falsa sonrisa pegada a mi rostro, pero dentro estaba pensando: ¿Qué quiero?
No tenía idea. ¿Quería volver con Niall? ¿Quería terminar para siempre, así no había vuelta atrás? ¿En verdad quería seguir adelante, salir con otro chico incluso si en verdad no me gustaba?
¿Qué quiero?
Solo pasaba por mi mente una y otra vez ¿qué quiero?
¿Qué quiero?
¿Qué quiero?
Y luego él pasó.
Zayn.
Eso capturó mi atención por un segundo. Hizo que mi corazón se acelerara y mis palmas sudaran. Y pienso que pude haber gemido. Sé que Anna lo hizo. Pero yo podría haberlo hecho completamente. En cualquier caso, por un segundo él fue la única cosa en mi mente, la única cosa. El recuerdo de él y yo solos en el armario. No hubo nada más, nada en el mundo. Ninguna cafetería, ninguna ansiedad por lugares o citas. Solo las gentiles manos de él y su boca caliente y seductora. Me tuvo jadeando.
Pero luego, ¡jadeo! Zayn volteó hacia atrás, hacia nuestra mesa, como si pudiera sentir mis ojos en él.
¡Oh!
Mi corazón se revolvió en mi pecho y alejé mi mirada de él como si verlo me repudiara, aunque ya me había atrapado mirándolo de manera soñadora y hambrienta. Sin embargo, alejé la mirada y me rehusé a mirarlo de nuevo, solo que fue difícil porque ahora podía sentir sus ojos en mí. De todas maneras, traté de no mirarlo tanto al saber qué vería si observaba. La sonrisa asombrada de él. Así que no miré. En cambio, con mis orejas rojas y mejillas calientes y sonrojadas, comencé a hablarle a Milo a millón por minuto en una voz chillona, sin tener idea de qué estaba diciendo, solo esperando que Zayn pudiera verme para que así yo no fuera una tonta niña con un tonto enamoramiento escolar por él, sin siquiera saber que él existía, no tenía idea porque estaba completamente, completamente enamorada de la estrella de nuestra obra escolar. Totalmente.
Así que era cómo quería que pareciera.
Y supongo que así se vio.
Al menos para Niall. Lo sé porque me llegó un mensaje de texto de su parte. Abrí mi móvil preguntándome qué tenía que decir. Toda la semana había estado enviándome mensajes como: Hablemos, _________. Por favor. Cosas como esas. Pero cuando vi su mensaje, mi estómago cayó. Porque envió una foto. Una foto de mí, en este momento, en la cafetería sonriendo con el rostro sonrojado y feliz mirando a Milo. En la imagen, parecíamos una pareja cercana e íntima, enamorados y listos para comenzar a besarnos.
Bajo la foto, Niall había escrito: ¿En serio?
Eso era todo lo que decía.
Pero hizo que mi estómago cayera y que mi corazón doliera y se pusiera todo retorcido y frenético, más de lo que ya estaba. Tragué fuertemente, cerrando mi móvil mientras mi mirada de manera involuntaria escaneó la cafetería llena. Lo primero que noté fue que Zayn se había ido. Mi corazón tuvo una repentina puñalada de decepción. Solo que era tonto. ¿Qué estaba esperando? ¿Que estuviera ahí de pie, mirándome?
¡Estúpida!
Tampoco vi a Niall, en ninguna parte.
—¿Estás bien? —preguntó Milo—. ¿Eran malas noticias? —Hizo un movimiento con su cabeza hacia mi móvil—. Pareces un poco enferma.
—Um, sí —dije, toda sobrecogida e incapaz de concentrarme en Milo o en lo que estaba diciendo.
Mis ojos siguieron moviéndose por la cafetería, con las palabras «¿En serio?» saltando en mi cerebro.
—Um, sí, me siento enferma —dije, sin mentir en absoluto. Me levanté de la mesa, agarrando mi estómago—. Voy a ir a la oficina de la enfermera.
Anna y Ali estuvieron junto a mí en el segundo que me apresuré hacia la salida de la cafetería.
—¿Qué fue eso? —La voz de Ali era dulce, como si me estuviera regañando—. ¿Por qué dejaste a Milo de esa manera? Iba a invitarte a salir.
Respiré con un suspiro tembloroso, luego les mostré el mensaje de Niall.
Ali hizo un sonido de reproche, entrecerrando sus ojos.
—¿Qué clase de tonto juego está jugando? Solo déjalo ir, ______. Él estuvo en la fiesta del viernes de Shonda Livingtons con Cecilia. Se estaban besando.
Agarré mi estómago más fuertemente, sintiendo como si hubiera sido golpeada. Mi corazón se apretó con dolor. Apenas podía respirar, sin embargo tuve esta urgencia de gritarle a Ali. La miré, incapaz de decir algo por el miedo a llorar. Finalmente, dejé salir este pequeño sollozo.
—¿Por qué no me lo dijiste?
La mirada de Ali se dirigió hacia Anna, luego de vuelta a mí.
—Solo estábamos tratando de ahorrarte el drama. Al, él no lo vale, ya no. Solo déjalo y sigue adelante con Milo. Él está bien.
—Y es lindo —añadió Anna.
—Y le gustas definitivamente. —Ali hizo este sonido de duda que hace cuando va a dejar en claro que te desafía a negarlo—. Te estuvo mirando todo el almuerzo como si quisiera comerte. Y lo hiciste pensar que también te gustaba, admítelo,_____, toda la semana estuviste alentándolo, sonriéndole y flirteando, riéndose con sus patéticas bromas ensayadas.
Mordí mi labio. Sonaba patético, pero ella ya sabía. Quería que me gustara. ¡Guh! En verdad no me podía concentrar en esta conversación, o en los ojos confundidos y heridos de Milo viajando hacia mí a través de la cafetería, luciendo como todo: «¿Qué está pasando? ¿Por qué te fuiste cuando iba a invitarte a salir?» No me podía concentrar en eso. Tenía demasiado dolor, sintiendo como si un cuchillo estuviera en mi corazón. Estaba sangrando por el piso.
¿Niall había ido a una fiesta con Cecilia? ¿Estaban besándose? ¿Ya? De repente, estaba toda sudorosa, temblorosa y lista para vomitar. Sabía que era estúpido, que debería haber estado preparada para esta clase de noticias. Pero no lo estaba. Seriamente pensaba que volveríamos de alguna manera. Necesitaba escapar de mis amigas, los ojos de Milo y de Niall, donde fuera que estuviera. Necesitaba estar sola para que pudiera acurrucarme en una tensa y pequeña bola y llorar.
—Miren, regresen a donde Milo —balbuceé, todavía agarrando mi estómago.
Él parecía triste, sentado ahí solo pero tenía que irme. Me dirigí a la salida. Tenía que salir de aquí. Corrí fuera de la cafetería y hacia el baño más cercano. Era el mismo en el cual había llorado hace unas semanas. Me encerré en el mismo cubículo que antes y ahora mi sollozo natural.
Última edición por iohmyzayn el Sáb 14 Sep 2013, 8:03 pm, editado 1 vez
Good Vibes.
Re: His kiss -Zayn Malik y tu-ADAPTADA-TERMINADA.
Capitulo 8. MINI MARATON 2/3.
Al viernes siguiente fui al concierto con Milo. No fue horrible sino un poco incómodo. Antes de que aceptara ir con él, le expliqué que aunque Niall y yo habíamos terminado oficialmente no estaba lista para tener citas todavía. Así que fuimos al concierto como amigos. Sin embargó, él me besó en mis escaleras al final de la noche. No estaba esperando eso y fue incómodo. No terrible. Pero no bueno. No tenía idea de qué lo hizo pensar que debería hacer eso.
Pasé el resto de la semana escribiendo largos y triste pasajes en mi diario acerca de cuán terrible era terminar con alguien si sabías que se había terminado por completa y para lo mejor. Sin embargo, es difícil. Difícil ver como la otra persona sigue adelante. Porque habían estado juntos tanto tiempo y era cómodo y tratar de superar eso y encontrar a alguien más, apesta. Escribí poema trágico tras poema trágico. Luego una canción que me hizo llorar. Principalmente porque me hizo pensar en Niall y ese ensayo que había escrito antes de que en verdad lo conociera y como había escrito una canción sobre eso y después nos habíamos juntado y escribimos toneladas de canciones juntos. Toneladas. Justo como la que estaba escribiendo ahora, solo que ahora era doloroso escribirla porque estaba sola. Y parecía que siempre iba a estar sola, sin jamás encontrar un chico que le gustara escribir canciones. Supe que había sido afortunada al encontrar a Niall. Siempre supe eso.
Planeé pasar por la noche del domingo sollozando y escribiendo todo lo que había escrito en mi diario en mi computadora. (Escribo todo con lápiz en este cuaderno viejo y desgastado que llevo conmigo todo el tiempo, entonces si lo que escribo parece valer la pena, después de lo escribo en una carpeta. La llamé «Mi Vida». Es una carpeta bastante patética.) De todos modos, mis planes se dañaron cuando mi tía llamó a mi mamá a invitarla a un viaje a Belice esa noche. Mi tía había ganado ese viaje por un programa de juegos de la TV e iba a ir con su novio, pero él terminó echándose para atrás al última minuto porque era un tonto. Así que, aunque mi mamá normalmente no empacaría y se iría, de manera inesperada lo hizo. Porque mi tía estaba triste porque, tú sabes, su novio es un tonto. Así que mi mamá fue, porque hizo que mi prima Kendra viniera y se quedara conmigo, ya que su mamá (mi tía) iba a ir a Belice.
Mamá siguió diciendo que sería divertido tener a Kendra en casa. Pero sabía que no lo sería. Ella es de mi edad y va a mi escuela, pero no tenemos nada en común. Nada. No es como si nos odiáramos. No. Simplemente no tenemos nada que decirnos. Porque ella es toda una chica fiestera, aterradora y sale con gente como Hailey, no Hailey en sí, solo gente como ella. Tal vez incluso con Hailey. No lo sé. En verdad no sé mucho de mi prima. Pero de todos modos, ella fue a Página38
casa así que no pude sollozar mientras escribía cosas de oh-soy-yo en mi computadora. En cambio, fuimos al cine. El novio de Kendra, Seth, trabajaba en el cine local del centro comercial así que nos entró gratis lo cual era bueno porque mamá me dio cincuenta dólares antes de irse, quería guardarlos ya que estaba ahorrando para una guitarra. En verdad no sabía tocar una, no sabía nada sobre ellas pero quería una. Quería aprender a tocar. La cosa es que había querido tocar desde siempre. Desde la secundaria. Pero desde que vi a Zayn tocar su guitarra con su banda en el show de talentos de la escuela, de repente tuve un interés renovado. Ahora quería tocar y mucho.
Así que, de todos modos, estuve agradecida de no tener que usar los cincuenta dólares de mamá. Y estuve agradecida porque el novio de Kendra tuviera que trabajar porque así no pudo ver la película con nosotras, porque terminamos viendo esta película sobre estaba chica que se enamoraba y finalmente estuvieron juntos y felices por un antes y luego él comenzó a pelear todo el tiempo y la engañó y ella rompió con él y luego la película terminó. Así. Estaban enamorado, luego pelearon y terminaron, el fin. No fue una buena película. Pero me hizo sollozar. Fue vergonzoso. Especialmente porque Kendra no es alguien frente a quien quisiera sollozar, no es que quisiera hacerlo frente a alguien. Pero sin embargo. Cuando me vio chillando suavemente al final de la película, me miró como si estuviera loca. Así que le expliqué que Niall y yo habíamos terminado aunque ya no lo amaba más, estaba triste, herida y en confusa agonía.
—Esto es un trabajo para Cold Stone —dijo ella.
Me compró helado de torta de chocolate en un cono cubierto con chocolate blanco y me dijo sobre este perdedor con el que solía salir, Zack.
—Estaba tan enamorada de él —dijo—. Pero él seguía engañándome así que tuve que terminar con él, tuve que hacerlo. Pero fue tan duro y lloré todo el tiempo. Ahora estoy saliendo con Seth y estoy tannnn feliz. —Lamió su helado, luego continuó con una risa—. Ahora, por supuesto, Zack me llama todo el tiempo, queriendo que volvamos. Pero de ninguna manera. Él es un perro. Estoy tan bien sin él.
Fue casi confortante escucharla decir eso. Que la ruptura la había puesto triste, pero ahora, después del corazón roto, estaba feliz y mejor. Eso fue confortante.
Pero la cosa era que Niall no era un perro.
Y lo extrañaba.
Lo hacía.
Y no estaba segura de si estaba mejor sin él o no. Medio parecía que no.
***
La mañana siguiente me desperté sintiéndome optimista. No respecto a Niall. Eso parecía haber terminado, lo quisiera o no. Simplemente era como era. Así que decidí intentar estar bien con eso. Decidí intentar que me gustara más Milo. Después de todo, él en verdad era perfecto para mí. Era un chico agradable, yo le gustaba mucho y era lindo. Todos dijeron que seríamos la pareja perfecta. Así que estaba bien. Le daría más que una oportunidad, intentaría más fuertemente. Y en verdad me había divertido con él en el concierto. Me divertí. Más o menos. Es sólo que él no era Niall y me tendría que acostumbrar a otro chico. Un chico que no conocía tan bien y alguna veces no sabía que decirle.
Como dije, fue incómodo pero no horrible. Podía lidiar con eso.
Eso era lo que estaba pensando antes de la escuela. Pero luego algo malo sucedió.
Verás, Kendra me convenció de conducir el auto de mamá a la escuela porque bueno, mamá no estaba y ahí estaba su auto en el garaje, sin ser usado, y tendríamos que tomar el autobús a la escuela sino lo tomábamos.
Y bueno, mi mamá no dijo que no podía llevar su auto a la escuela. Nunca dijo eso. Nunca antes lo hice porque ella siempre lo necesitaba. Pero no contestó su móvil para preguntarle. Así que al final tomamos su auto y luego, como dije, algo malo sucedió.
Kendra me hizo detenerme en 7-eleven por un batido antes de la escuela y estaba realmente, realmente nublado. Realmente nublado. Y luego estábamos dando marcha atrás para salir del estacionamiento cuando accidentalmente choqué un bote de basura. Y cuando quiero decir nosotras, en verdad fui yo. Porque estaba súper nublado. Y no lo vi. (Está bien, no soy la mejor conductora, lo admito.)
Así que, fue así de fatal.
Especialmente porque justo en ese momento, recibí un mensaje de texto de mamá diciendo que debía estar de regreso para esta tarde. (¡¡Esta tarde!!) El novio de mi tía terminó queriendo ir a Belice después de todo. ¡¡Idiota!! Pero Mamá dijo que estaba con un montón de trabajo así que estaba feliz de que las cosas resultaran de ese modo. ¡Pero yo no lo estaba! ¡Tenía que arreglar el auto ahora mismo! Estaba enloqueciendo.
Kendra miró el hundido en el parachoques y se encogió de hombros, como si no fuera la gran cosa pero no era ella quien iba a tener que pagarlo. O escuchar a mi mamá gritar por eso. (No que mamá fuera a gritar pero estaría molesta. Quiero decir, ni siquiera pregunté.)
—No está tan mal —dijo Kendra.
¿Tan mal? ¡No está tan mal! El parachoques estaba como de pérdida total. Está bien, tal vez no de pérdida total pero notablemente arruinado. Estaba toda temblorosa y sin saber qué hacer. Frenéticos y asustadizas preocupaciones corrieron por mi cerebro. Necesitaba arreglar ese auto y sólo tenía cincuenta dólares y dudaba que eso fuera suficiente. Sólo que ¿cuánto sería suficiente? No tenía idea de cuánto costaría. ¿Cientos? ¿Miles? ¿Más? ¿Mucho más? No tenía idea en absoluto. Y tenía un examen en la primera clase al cual no podía faltar y no sabía a donde llevar el auto para que lo arreglaran o cómo llegaría allí o cómo regresaría a la escuela cuando lo llevara a allí y ¡ugh! la lista seguía y seguía. Tenía mi cabeza corriendo.
Sin embargo, en verdad no dije nada en voz alta. Sólo miré el auto, mi pulso acelerado, mi cabeza ardiendo y mis ojos humedeciéndose. Pero supongo que Kendra podía notar que estaba enloqueciendo porque dijo—: Relájate, ______.
Como si estuviera gritando, haciendo un berrinche o algo así.
Ella fue al grano y me dijo que su ex novio Zack miraría el auto. Tenía mecánica automotriz en el primer periodo. Puede arreglarlo.
Lo dijo como: caso cerrado, no es un problema.
Dejé escapar un suspiro. Anoche había dicho que Zack era un perro. Sin embargo, no pude evitar ilusionarme un poco porque que me arreglaran el auto en terreno de la escuela mientras yo podía quedarme en la escuela y ser una chica buena, hacer mi examen e ir a las clases sería perfecto. Increíble incluso. Sólo que eso sonaba demasiado bueno para ser verdad. Demasiado bueno.
Mordí mi labio.
—¿Me ayudará?
Kendra evadió la pregunta.
—Me ayudará a mí. —Sonó como si no hubiera duda—. Puede ser un idiota y no tener idea de cómo tratar a una chica pero sabe de autos.
Troté de regreso al lado del conductor y me deslicé dentro. Esperaba que mi prima supiera de qué estaba hablando.
***
Todo el primer periodo me preocupé por mi auto, lo cual me hizo más difícil concentrarme en mi examen. Kendra había llevado mi auto al taller de nuestra escuela antes del primer periodo, dijo que necesitaba hablar de eso con Zack en privado. Estaba bien con eso. Lo que fuera que necesitara hacer con él en privado, bueno, no quería saberlo. Y sólo quería mi auto arreglado. Y esperaba, esperaba, esperaba que no me costara miles de dólares. Le envíe dos mensajes a Kendra durante la clase. Nunca me respondió el mensaje. Tenía mi estómago en nudos pero cuando salí de la clase de primer periodo ahí estaba ella, esperándome afuera de la puerta. Estaba toda sonriendo y luciendo hmm... No lo sé. ¿Pícara? La parte de la sonrisa me alivió. ¿La parte pícara? No tanto. Hizo que mi corazón se volviera frenético, sin saber qué hacer, si estar ansiosa o emocionada.
—Entonces, ¿qué sucedió? —pregunté—. ¿Zack dijo que arreglaría mi auto?
—Oh, Zack no vino hoy a la escuela.
—¿Quéééé?
Sentí como si hubiera sido golpeada en el estómago, especialmente porque lo dijo con una gran sonrisa, todavía luciendo maliciosa. Me molestó. Quiero decir, necesitaba ayuda. Mi mamá iba a enloquecer y nunca me dejaría usar su auto de nuevo, jamás. Y nunca podría comprar mi guitarra. Jamás. Iba a deberle dinero a mamá hasta la universidad. Tal vez hasta después de eso. Esto me hacía sudar y doler y la sonrisa de Kendra me quería hacer golpearla.
—¿Entonces por qué estás sonriendo? —espeté.
La sonrisa de Kendra creció.
—Porque, Zack no estaba pero había otro chico. —Su sonrisa se volvió más grande y más pícara—. Él dijo que lo haría. Sólo necesitas pagar por los materiales y —se rió—, tienes que besarlo.
Pestañeé.
—¿Qué?
Se rió de nuevo. Luego alzó sus manos como si tampoco pudiera creerlo.
—Eso fue lo que dijo.
Mi estómago de repente estaba girando extrañamente.
—¿Quién dijo eso? —Mi voz cayó mientras preguntaba, porque estaba bastante segura de quién había sido.
Lo ojos de Kendra bailaron, como si esto fuera muy cómico y no pudiera esperar a ver mi rostro cuando escuchara la respuesta.
—¿Conoces ese chico de hockey? ¿Zayn el Zayn Master? Él. —Sonrió embobada—. Yo lo haría. Tiene labios hermosos. ¿No crees que tiene labios hermosos?
Tragué.
Sí, pensaba que tenía labios hermoso. He fantaseado con esos labios de muñeco suyos noche tras noche. Sin parar. Por meses. Porque fueron asombrosos, gentiles, dulces y mmmm...
Así que, no. De ninguna manera. No podía besarlo de nuevo. No podía.
Me tomó demasiado superar ese beso, dejar de desearlo. (Está bien, no he dejado.) Pero me tomó hasta anoche decidirme de verdad concentrarme en volver con chicos agradables, chicos con los cuales podía salir de verdad y sostenerme de la mano por los pasillos de la escuela. Chicos como Milo. Milo, quien justo este mañana decidí que era con quien saldría. Porque Milo y yo juntos tiene sentido. Tenemos las mismas clases de honor y estamos en los mismos comités de la escuela. Somos adecuados.
Y Zayn estaba mal.
Mal, mal, mal.
Mal del todo.
Así que no, no podía besarlo de nuevo.
Simplemente no podía.
Kendra se rió, como si fuera muy divertido ver mi rostro enrojecerse como una remolacha. ¡Grrr!
Se puso brillo de labios y resumió su reunión con El Zayn.
—Dijo que lo haría gratis. Sólo tienes que pagar por las luces traseras y esas cosas. Dijo que valdría alrededor de cuarenta dólares.
¿Cuarenta dólares? Alcé mis cejas. ¡Tenía cuarenta dólares!
Prácticamente salté, está bien, realmente salté de arriba a abajo.
—¿En verdad? ¿Eso es todo? ¿En serio?
Rió.
—Eso y el beso.
Moví mi brazo como para hacer a un lado su comentario, como si fuera tonto.
—Sólo estaba molestando. No va a hacer hacerme eso.
Porque de repente supe que no lo haría. O, de todas maneras, estaba bastante segura de que no lo haría. Sólo le gustaba molestar a Niall y parecía que El Zayn encontraba divertido hacerlo con la pequeña boba ______ Grange que tenía un enamoramiento de fan por él. Era como si pudiera molestarme a mí y a Niall con un solo beso. Lo asombraba. Demasiado.
Pero no era como si Niall y yo estuviéramos realmente en el radar de Zayn. Quiero decir, no es como si estuviera pendiente de la relación de Niall y yo. No lo estaba. Probablemente no tenía idea de que habíamos roto. Estaba bastante segura de que el beso perdería toda su diversión si no era para enojar a Niall.
—Oh no lo sé, ______ —dijo Kendra—. Zayn parecía bastante serio al respecto. Quiero decir, el chico va a tener que perderse clases para trabajar en tu auto.
Por un momento, eso me tocó, profundamente. Pero luego mi cerebro gritó: ¡despierta, ______! Es de Zayn de quien estamos hablando. Rudo y salvaje Zayn. El Zayn. El Zayn Master. Él no hacía favores, hacía bromas. Y cosas malvadas. (Excepto cuando estaba haciendo cosas buenas como alejar al salvaje y malvado Jake de Niall cuando se lo pedí o ayudárme a llevar mis libros. Pero eso no sucedía muy a menudo.)
Hice una mueca, pero más para un show que algo más, porque en verdad, todavía me había tocado.
—¿El Zayn siquiera va a clases?
Kendra sonrió como si no hubiera pensando en eso.
—No lo sé. Probablemente no. Supongo que tienes un punto. —Abrió su móvil—. Así que se supone que debo enviarle un mensaje y dejarle saber si tenemos un trato. ¿Lo tenemos?
Mordí mi labio, luego asentí.
—Claro. —Tuve que aclarar mi garganta porque estaba toda seca—. Seguro. Tenemos un trato.
Al viernes siguiente fui al concierto con Milo. No fue horrible sino un poco incómodo. Antes de que aceptara ir con él, le expliqué que aunque Niall y yo habíamos terminado oficialmente no estaba lista para tener citas todavía. Así que fuimos al concierto como amigos. Sin embargó, él me besó en mis escaleras al final de la noche. No estaba esperando eso y fue incómodo. No terrible. Pero no bueno. No tenía idea de qué lo hizo pensar que debería hacer eso.
Pasé el resto de la semana escribiendo largos y triste pasajes en mi diario acerca de cuán terrible era terminar con alguien si sabías que se había terminado por completa y para lo mejor. Sin embargo, es difícil. Difícil ver como la otra persona sigue adelante. Porque habían estado juntos tanto tiempo y era cómodo y tratar de superar eso y encontrar a alguien más, apesta. Escribí poema trágico tras poema trágico. Luego una canción que me hizo llorar. Principalmente porque me hizo pensar en Niall y ese ensayo que había escrito antes de que en verdad lo conociera y como había escrito una canción sobre eso y después nos habíamos juntado y escribimos toneladas de canciones juntos. Toneladas. Justo como la que estaba escribiendo ahora, solo que ahora era doloroso escribirla porque estaba sola. Y parecía que siempre iba a estar sola, sin jamás encontrar un chico que le gustara escribir canciones. Supe que había sido afortunada al encontrar a Niall. Siempre supe eso.
Planeé pasar por la noche del domingo sollozando y escribiendo todo lo que había escrito en mi diario en mi computadora. (Escribo todo con lápiz en este cuaderno viejo y desgastado que llevo conmigo todo el tiempo, entonces si lo que escribo parece valer la pena, después de lo escribo en una carpeta. La llamé «Mi Vida». Es una carpeta bastante patética.) De todos modos, mis planes se dañaron cuando mi tía llamó a mi mamá a invitarla a un viaje a Belice esa noche. Mi tía había ganado ese viaje por un programa de juegos de la TV e iba a ir con su novio, pero él terminó echándose para atrás al última minuto porque era un tonto. Así que, aunque mi mamá normalmente no empacaría y se iría, de manera inesperada lo hizo. Porque mi tía estaba triste porque, tú sabes, su novio es un tonto. Así que mi mamá fue, porque hizo que mi prima Kendra viniera y se quedara conmigo, ya que su mamá (mi tía) iba a ir a Belice.
Mamá siguió diciendo que sería divertido tener a Kendra en casa. Pero sabía que no lo sería. Ella es de mi edad y va a mi escuela, pero no tenemos nada en común. Nada. No es como si nos odiáramos. No. Simplemente no tenemos nada que decirnos. Porque ella es toda una chica fiestera, aterradora y sale con gente como Hailey, no Hailey en sí, solo gente como ella. Tal vez incluso con Hailey. No lo sé. En verdad no sé mucho de mi prima. Pero de todos modos, ella fue a Página38
casa así que no pude sollozar mientras escribía cosas de oh-soy-yo en mi computadora. En cambio, fuimos al cine. El novio de Kendra, Seth, trabajaba en el cine local del centro comercial así que nos entró gratis lo cual era bueno porque mamá me dio cincuenta dólares antes de irse, quería guardarlos ya que estaba ahorrando para una guitarra. En verdad no sabía tocar una, no sabía nada sobre ellas pero quería una. Quería aprender a tocar. La cosa es que había querido tocar desde siempre. Desde la secundaria. Pero desde que vi a Zayn tocar su guitarra con su banda en el show de talentos de la escuela, de repente tuve un interés renovado. Ahora quería tocar y mucho.
Así que, de todos modos, estuve agradecida de no tener que usar los cincuenta dólares de mamá. Y estuve agradecida porque el novio de Kendra tuviera que trabajar porque así no pudo ver la película con nosotras, porque terminamos viendo esta película sobre estaba chica que se enamoraba y finalmente estuvieron juntos y felices por un antes y luego él comenzó a pelear todo el tiempo y la engañó y ella rompió con él y luego la película terminó. Así. Estaban enamorado, luego pelearon y terminaron, el fin. No fue una buena película. Pero me hizo sollozar. Fue vergonzoso. Especialmente porque Kendra no es alguien frente a quien quisiera sollozar, no es que quisiera hacerlo frente a alguien. Pero sin embargo. Cuando me vio chillando suavemente al final de la película, me miró como si estuviera loca. Así que le expliqué que Niall y yo habíamos terminado aunque ya no lo amaba más, estaba triste, herida y en confusa agonía.
—Esto es un trabajo para Cold Stone —dijo ella.
Me compró helado de torta de chocolate en un cono cubierto con chocolate blanco y me dijo sobre este perdedor con el que solía salir, Zack.
—Estaba tan enamorada de él —dijo—. Pero él seguía engañándome así que tuve que terminar con él, tuve que hacerlo. Pero fue tan duro y lloré todo el tiempo. Ahora estoy saliendo con Seth y estoy tannnn feliz. —Lamió su helado, luego continuó con una risa—. Ahora, por supuesto, Zack me llama todo el tiempo, queriendo que volvamos. Pero de ninguna manera. Él es un perro. Estoy tan bien sin él.
Fue casi confortante escucharla decir eso. Que la ruptura la había puesto triste, pero ahora, después del corazón roto, estaba feliz y mejor. Eso fue confortante.
Pero la cosa era que Niall no era un perro.
Y lo extrañaba.
Lo hacía.
Y no estaba segura de si estaba mejor sin él o no. Medio parecía que no.
***
La mañana siguiente me desperté sintiéndome optimista. No respecto a Niall. Eso parecía haber terminado, lo quisiera o no. Simplemente era como era. Así que decidí intentar estar bien con eso. Decidí intentar que me gustara más Milo. Después de todo, él en verdad era perfecto para mí. Era un chico agradable, yo le gustaba mucho y era lindo. Todos dijeron que seríamos la pareja perfecta. Así que estaba bien. Le daría más que una oportunidad, intentaría más fuertemente. Y en verdad me había divertido con él en el concierto. Me divertí. Más o menos. Es sólo que él no era Niall y me tendría que acostumbrar a otro chico. Un chico que no conocía tan bien y alguna veces no sabía que decirle.
Como dije, fue incómodo pero no horrible. Podía lidiar con eso.
Eso era lo que estaba pensando antes de la escuela. Pero luego algo malo sucedió.
Verás, Kendra me convenció de conducir el auto de mamá a la escuela porque bueno, mamá no estaba y ahí estaba su auto en el garaje, sin ser usado, y tendríamos que tomar el autobús a la escuela sino lo tomábamos.
Y bueno, mi mamá no dijo que no podía llevar su auto a la escuela. Nunca dijo eso. Nunca antes lo hice porque ella siempre lo necesitaba. Pero no contestó su móvil para preguntarle. Así que al final tomamos su auto y luego, como dije, algo malo sucedió.
Kendra me hizo detenerme en 7-eleven por un batido antes de la escuela y estaba realmente, realmente nublado. Realmente nublado. Y luego estábamos dando marcha atrás para salir del estacionamiento cuando accidentalmente choqué un bote de basura. Y cuando quiero decir nosotras, en verdad fui yo. Porque estaba súper nublado. Y no lo vi. (Está bien, no soy la mejor conductora, lo admito.)
Así que, fue así de fatal.
Especialmente porque justo en ese momento, recibí un mensaje de texto de mamá diciendo que debía estar de regreso para esta tarde. (¡¡Esta tarde!!) El novio de mi tía terminó queriendo ir a Belice después de todo. ¡¡Idiota!! Pero Mamá dijo que estaba con un montón de trabajo así que estaba feliz de que las cosas resultaran de ese modo. ¡Pero yo no lo estaba! ¡Tenía que arreglar el auto ahora mismo! Estaba enloqueciendo.
Kendra miró el hundido en el parachoques y se encogió de hombros, como si no fuera la gran cosa pero no era ella quien iba a tener que pagarlo. O escuchar a mi mamá gritar por eso. (No que mamá fuera a gritar pero estaría molesta. Quiero decir, ni siquiera pregunté.)
—No está tan mal —dijo Kendra.
¿Tan mal? ¡No está tan mal! El parachoques estaba como de pérdida total. Está bien, tal vez no de pérdida total pero notablemente arruinado. Estaba toda temblorosa y sin saber qué hacer. Frenéticos y asustadizas preocupaciones corrieron por mi cerebro. Necesitaba arreglar ese auto y sólo tenía cincuenta dólares y dudaba que eso fuera suficiente. Sólo que ¿cuánto sería suficiente? No tenía idea de cuánto costaría. ¿Cientos? ¿Miles? ¿Más? ¿Mucho más? No tenía idea en absoluto. Y tenía un examen en la primera clase al cual no podía faltar y no sabía a donde llevar el auto para que lo arreglaran o cómo llegaría allí o cómo regresaría a la escuela cuando lo llevara a allí y ¡ugh! la lista seguía y seguía. Tenía mi cabeza corriendo.
Sin embargo, en verdad no dije nada en voz alta. Sólo miré el auto, mi pulso acelerado, mi cabeza ardiendo y mis ojos humedeciéndose. Pero supongo que Kendra podía notar que estaba enloqueciendo porque dijo—: Relájate, ______.
Como si estuviera gritando, haciendo un berrinche o algo así.
Ella fue al grano y me dijo que su ex novio Zack miraría el auto. Tenía mecánica automotriz en el primer periodo. Puede arreglarlo.
Lo dijo como: caso cerrado, no es un problema.
Dejé escapar un suspiro. Anoche había dicho que Zack era un perro. Sin embargo, no pude evitar ilusionarme un poco porque que me arreglaran el auto en terreno de la escuela mientras yo podía quedarme en la escuela y ser una chica buena, hacer mi examen e ir a las clases sería perfecto. Increíble incluso. Sólo que eso sonaba demasiado bueno para ser verdad. Demasiado bueno.
Mordí mi labio.
—¿Me ayudará?
Kendra evadió la pregunta.
—Me ayudará a mí. —Sonó como si no hubiera duda—. Puede ser un idiota y no tener idea de cómo tratar a una chica pero sabe de autos.
Troté de regreso al lado del conductor y me deslicé dentro. Esperaba que mi prima supiera de qué estaba hablando.
***
Todo el primer periodo me preocupé por mi auto, lo cual me hizo más difícil concentrarme en mi examen. Kendra había llevado mi auto al taller de nuestra escuela antes del primer periodo, dijo que necesitaba hablar de eso con Zack en privado. Estaba bien con eso. Lo que fuera que necesitara hacer con él en privado, bueno, no quería saberlo. Y sólo quería mi auto arreglado. Y esperaba, esperaba, esperaba que no me costara miles de dólares. Le envíe dos mensajes a Kendra durante la clase. Nunca me respondió el mensaje. Tenía mi estómago en nudos pero cuando salí de la clase de primer periodo ahí estaba ella, esperándome afuera de la puerta. Estaba toda sonriendo y luciendo hmm... No lo sé. ¿Pícara? La parte de la sonrisa me alivió. ¿La parte pícara? No tanto. Hizo que mi corazón se volviera frenético, sin saber qué hacer, si estar ansiosa o emocionada.
—Entonces, ¿qué sucedió? —pregunté—. ¿Zack dijo que arreglaría mi auto?
—Oh, Zack no vino hoy a la escuela.
—¿Quéééé?
Sentí como si hubiera sido golpeada en el estómago, especialmente porque lo dijo con una gran sonrisa, todavía luciendo maliciosa. Me molestó. Quiero decir, necesitaba ayuda. Mi mamá iba a enloquecer y nunca me dejaría usar su auto de nuevo, jamás. Y nunca podría comprar mi guitarra. Jamás. Iba a deberle dinero a mamá hasta la universidad. Tal vez hasta después de eso. Esto me hacía sudar y doler y la sonrisa de Kendra me quería hacer golpearla.
—¿Entonces por qué estás sonriendo? —espeté.
La sonrisa de Kendra creció.
—Porque, Zack no estaba pero había otro chico. —Su sonrisa se volvió más grande y más pícara—. Él dijo que lo haría. Sólo necesitas pagar por los materiales y —se rió—, tienes que besarlo.
Pestañeé.
—¿Qué?
Se rió de nuevo. Luego alzó sus manos como si tampoco pudiera creerlo.
—Eso fue lo que dijo.
Mi estómago de repente estaba girando extrañamente.
—¿Quién dijo eso? —Mi voz cayó mientras preguntaba, porque estaba bastante segura de quién había sido.
Lo ojos de Kendra bailaron, como si esto fuera muy cómico y no pudiera esperar a ver mi rostro cuando escuchara la respuesta.
—¿Conoces ese chico de hockey? ¿Zayn el Zayn Master? Él. —Sonrió embobada—. Yo lo haría. Tiene labios hermosos. ¿No crees que tiene labios hermosos?
Tragué.
Sí, pensaba que tenía labios hermoso. He fantaseado con esos labios de muñeco suyos noche tras noche. Sin parar. Por meses. Porque fueron asombrosos, gentiles, dulces y mmmm...
Así que, no. De ninguna manera. No podía besarlo de nuevo. No podía.
Me tomó demasiado superar ese beso, dejar de desearlo. (Está bien, no he dejado.) Pero me tomó hasta anoche decidirme de verdad concentrarme en volver con chicos agradables, chicos con los cuales podía salir de verdad y sostenerme de la mano por los pasillos de la escuela. Chicos como Milo. Milo, quien justo este mañana decidí que era con quien saldría. Porque Milo y yo juntos tiene sentido. Tenemos las mismas clases de honor y estamos en los mismos comités de la escuela. Somos adecuados.
Y Zayn estaba mal.
Mal, mal, mal.
Mal del todo.
Así que no, no podía besarlo de nuevo.
Simplemente no podía.
Kendra se rió, como si fuera muy divertido ver mi rostro enrojecerse como una remolacha. ¡Grrr!
Se puso brillo de labios y resumió su reunión con El Zayn.
—Dijo que lo haría gratis. Sólo tienes que pagar por las luces traseras y esas cosas. Dijo que valdría alrededor de cuarenta dólares.
¿Cuarenta dólares? Alcé mis cejas. ¡Tenía cuarenta dólares!
Prácticamente salté, está bien, realmente salté de arriba a abajo.
—¿En verdad? ¿Eso es todo? ¿En serio?
Rió.
—Eso y el beso.
Moví mi brazo como para hacer a un lado su comentario, como si fuera tonto.
—Sólo estaba molestando. No va a hacer hacerme eso.
Porque de repente supe que no lo haría. O, de todas maneras, estaba bastante segura de que no lo haría. Sólo le gustaba molestar a Niall y parecía que El Zayn encontraba divertido hacerlo con la pequeña boba ______ Grange que tenía un enamoramiento de fan por él. Era como si pudiera molestarme a mí y a Niall con un solo beso. Lo asombraba. Demasiado.
Pero no era como si Niall y yo estuviéramos realmente en el radar de Zayn. Quiero decir, no es como si estuviera pendiente de la relación de Niall y yo. No lo estaba. Probablemente no tenía idea de que habíamos roto. Estaba bastante segura de que el beso perdería toda su diversión si no era para enojar a Niall.
—Oh no lo sé, ______ —dijo Kendra—. Zayn parecía bastante serio al respecto. Quiero decir, el chico va a tener que perderse clases para trabajar en tu auto.
Por un momento, eso me tocó, profundamente. Pero luego mi cerebro gritó: ¡despierta, ______! Es de Zayn de quien estamos hablando. Rudo y salvaje Zayn. El Zayn. El Zayn Master. Él no hacía favores, hacía bromas. Y cosas malvadas. (Excepto cuando estaba haciendo cosas buenas como alejar al salvaje y malvado Jake de Niall cuando se lo pedí o ayudárme a llevar mis libros. Pero eso no sucedía muy a menudo.)
Hice una mueca, pero más para un show que algo más, porque en verdad, todavía me había tocado.
—¿El Zayn siquiera va a clases?
Kendra sonrió como si no hubiera pensando en eso.
—No lo sé. Probablemente no. Supongo que tienes un punto. —Abrió su móvil—. Así que se supone que debo enviarle un mensaje y dejarle saber si tenemos un trato. ¿Lo tenemos?
Mordí mi labio, luego asentí.
—Claro. —Tuve que aclarar mi garganta porque estaba toda seca—. Seguro. Tenemos un trato.
Última edición por iohmyzayn el Sáb 14 Sep 2013, 8:04 pm, editado 1 vez
Good Vibes.
Re: His kiss -Zayn Malik y tu-ADAPTADA-TERMINADA.
Capitulo 9. MINI MARATON 3/3.
Así que mi cabeza no estaba en las clases mientras pasaba por ellas. Traté de escuchar a mis profesores pero todo lo que en verdad escuchaba era una pregunta persistente en la parte posterior de mi cabeza. ¿En verdad voy a volver a besar al Zayn? El pensamiento me volvió toda babosa y pegajosa por dentro. Tuvo mi corazón a un ritmo frenético y salvaje e hizo que las palmas de mi mano sudaran tanto que no pude sostener mi lapicero de manera apropiada.
Pero no.
Obviamente no iba a besarlo.
Por supuesto que no.
Por supuesto.
Todavía me estaba convenciendo de eso. Pero parecía bastante definitivo que no iba a hacerlo. Zayn sólo estaba molestando. Siempre estaba bromeando. No tenía algo por mí, no estaba deseando volverme a besar. Yo era una broma para él. Niall y yo. Éramos especie diferentes para él. En serio. Para él éramos aliens, criaturas diferentes y sorprendentes, divertidas para molestar. Podía notar que pensaba eso por la manera en que siempre me estaba sonriendo. Pensaba que yo era extraña. ¿Y yo teniendo que besarlo de nuevo? Era una broma para enervar a Niall de nuevo. Eso era. Tenía que serlo. Quiero decir, él era El Zayn, el Chico Malo/Héroe de la escuela. Deshacía personas en el rink de hockey y seducía chicas cuando cantaba en su caliente banda. Luego jugaba con los corazones de las chicas nunca dejándo que se acercaran a él. Si tenía una. Iba de chica mala en chica mala, nunca nada serio. Sólo pasando el rato.
Así que, definitivamente estaba segura de que no estaba deseando mi beso. No le importaba si lo obtenía o no. Sólo estaba jugando como siempre. Y enfrentemoslo, yo no era su tipo, en absoluto. Estaba tan lejos de serlo que era gracioso Tal vez por eso era que siempre sonreía cuando me veía venir, mi enamoramiento por él era una gran y enorme broma. Al igual que él queriendo que lo besara también era una broma. Parte de su humor perverso que seriamente no entendía. En absoluto.
¡Grrr!
Me llegó un mensaje de Kendra durante el quinto periodo. Envió: ¿Estás practicando tu fruncimiento de labios?
Luego escribió de nuevo después de eso: ¡He escuchado que El Zayn es un besador genial!
Me hundí en mi silla. Lo había escuchado bien pero no de mi parte. No le dije que antes había besado al Zayn. No le dije nada. De hecho, hasta este fin de semana no creía que hubiera tenido una conversación real con Kendra desde la primaria. Así que estaba reacia a compartir con ella algo tan grande como eso, porque, para mí, besarlo fue enorme. Gigantesco.
Respondí el mensaje: No va a hacer que lo bese. Sólo estaba bromeando.
Ahora estaba casi segura de eso. Entre más avanzaba el día, más segura me volvía. Sin embargo, estaba sudando, temblando y mi corazón latía como un martillo neumático cuando me permitía pensar en los suaves y sexis labios de Zayn o sus cálidas y suaves manos o en un armario.
Kendra respondió: Ya veremos, prima.
El plan era que recogiera mi auto del taller mecánico de la escuela después de que sonara la última campana, con todas las clases terminadas y el edificio vacío. Ese era el plan. Kendra y Zayn lo habían hecho en la mañana antes de que la escuela comenzara.Zayn le había dicho a Kendra que le mandara un mensaje cuando yo estuviera de acuerdo con el trato. Lo cual hice. Estuve de acuerdo. Pero en verdad no planeaba besarlo. En serio, entre más lo pensaba, más me convencía de que a Zayn no le podía importar menos el besarme. Probablemente ni siquiera quería besarme. En lo más mínimo. Sólo quería verme sonrojar, chillar y todo eso. Me dejaría salir cuando escuchara que Niall y yo habíamos terminado. Mi beso ya no tendría valor de entretenimiento para él. Tan patético como era , mi beso ya no sería ninguna consecuencia para él. En absoluto. Lo cual no era exactamente un pensamiento animado, pero puso mi mente en paz. Después de todo, todavía estaba en la misión de superar a Zayn, besarlo de nuevo en serio no iba a ayudar con eso. Me pondría muy, muy, muy lejos de alcanzarlo. Muy lejos. Me tendría deseándolo hasta la graduación. Incluso más. Pasaría el resto de mi vida deseando su beso.
Así que, de ninguna manera. No iba a pasar por eso. Hice que Kendra me jurara que no me dejaría a solas con él.
Cuando las clases finalmente terminaron, troté hacia el edificio del taller en la parte trasera de nuestra escuela, arrastrando a Kendra. Para mí, el accidente del auto fue como que su culpa, nunca habría tomado el auto sino fuera por ella y definitivamente no me habría detenido en 7-eleven. Así que, era como si fuera su culpa. Luego me enteré de que el beso también lo había sido. Mientras caminamos, Kendra me dijo más sobre lo que sucedió esta mañana cuando fue a buscar a Zack en auto mecánica y se dio cuenta de que no había ido a la escuela. Dijo que Zayn
comenzó a mirar a mi auto y supo que era mío y quería saber por qué ella estaba conduciéndolo. Ella se rió.
—Le expliqué que eras demasiado tímida para estar alrededor de un montón de mecánicos engreídos.
Me paré en seco. ¡Eso no era lo que sucedió! No era demasiado tímida. Había dicho que quería preguntarle a Zack en privado. Y sí, está bien, lo admito, Zack es engreído y yo había estado increíblemente aliviada de no tener que estar alrededor cuando Kendra le pidiera un favor. Pero whoa, en verdad no había dicho en voz alta que él era un engreído. Nunca antes había usado la palabra engreído en mi vida.
Tragué, tratando de retener mi rabia.
—¿Le dijiste a Zayn que creo que es un mecánico engreído? —No podía creer que hubiera dicho eso.
Se rió tontamente.
—Bueno, ¿tú no? Pero no te preocupes, lo dije de forma juguetona.
Negué con mi cabeza, todavía tratando de contener mi rabia. Nunca antes le había mencionado Zayn a Kendra, jamás. Como dije, apenas le hablaba a ella. ¿Cómo pudo decidir que pensaba que era un engreído? Sin embargo, para el momento que llegamos al edificio, estaba menos enojada y más nerviosa. Pero Zayn sonrió cuando nos vio entrar, lo cual hizo que mi corazón se acelerara y mi cerebro se vaciara. Me mostró el auto de mi mamá y chillé con felicidad. Lucía como nuevo.
—¡Guau! No hay manera de que eso haya podido valer sólo cuarenta dólares. —Incluso yo sabía eso—. ¿Cuánto te debo?
Me miró por un momento, luego de regreso al auto.
—Obtuve las partes para reemplazar por un precio barato —dijo—. Conozco a este chico que me debía un favor. Son veinte dólares.
Pestañeé.
—¡Whoa! ¿En serio? ¿Sólo veinte dólares?
Sonrió.
—Y el asunto del que hablé con Kendra.
El beso.
Alzó sus cejas con consentimiento.
—El beso.
—Sobre eso. —Aclaré mi garganta—. Me estaba preguntando si en verdad teníamos que hacerlo. Quiero decir, ella dijo que yo pensaba que eras un mecánico engreído. No pienso eso. Quiero decir, puedo ver cómo eso te haría querer probar un punto o algo así. Pero no pienso eso.
Una pequeña y juguetona sonrisa se extendió en sus labios.
—Me alegra. —Se rió con una risa corta y seca, la sonrisa todavía creciendo—. Pero no lo requería para probar un punto.
—Oh.
Mordí mi labio. De repente, mariposas estaban bailando en mi estómago, desatando un caos.
—Um —dije vacilante, no tan segura de si quería mencionarlo pero sintiendo como si debiera, porque mi plan era no besarlo. Aclaré mi garganta de nuevo, no tan segura de que pudiera hablar porque sus ojos estaban en mí tan seductores e hipnóticos que apenas podía respirar. Finalmente, lo dejé salir.
—Niall y yo rompimos.
La sonrisa de Zayn aumentó.
—Lo sé.
Oh.
Estaba derritiéndome, seriamente lista para desmayarme.
Kendra puso sus ojos en blanco.
—¡Consíganse una habitación, chicos! Se ven como si fueran a saltar por encima del otro en cualquier segundo.
Eso me hizo sacar mi cabeza de mi embobamiento hormonal y recordar mi plan de superar a Zayn. La cosa número uno que hacer era no besarlo. Tragué, sonrojándome y le dirigí una mirada a ella que esperaba que dijera: ayúdame. Le había dicho una y otra vez que no quería besar al
Zayn. No le dije por qué, supongo que esa era la razón por la cual siguió y siguió todo el día enviándome mensajes sobre sus labios sexys y voluptuosos. Tentándome. Haciéndome fantasear constantemente, continuamente sobre armarios, manos, susurros y bocas. Ella no sabía mi plan para superarlo para que me pudiera gustar un chico normal y agradable. No El Maestro Zayn.
—Yo te besaré —dijo Kendra de repente.
Movió sus ojos hacia Zayn, medio juguetona, medio no. Y no estaba segura de si, de una forma bizarra, estaba tratando de ayudarme, o si sólo quería que su fantasía de Besar-Al-Zayn se hiciera realidad. De cualquier manera, ella era así, una gran flirteadora. Algunos la llamaban zorra. Pero yo no (porque era mi prima.)
Zayn inclinó su cabeza y Kendra continuó con una sonrisa engreída y astuta.
—Quiero decir, eso enojaría a Zack completamente.
Lo dijo como si eso explicara todo, pero obviamente no lo explicaba. Porque Zayn le enarcó una ceja, pareciendo intentar descifrar a donde iba ella.
—¿Por qué querría hacer enojara a Zack? —preguntó, luego sus labios se movieron, como si estuviera intentando retener una sonrisa—. Zack es mi amigo.
Kendra se sonrojó.
—Oh. Lo sé, ¿pero —Hizo un gesto hacia mí—, por qué querrías besarla? ______ dijo que sólo querías besarla para enojar a Niall y dado que rompieron y ella no va a decirle a Niall esto...
Dejó de hablar ya que él ya no la estaba mirando. Ahora me estaba mirando y ya no parecía interesado en lo que ella decía. Era como si ella ya no estuviera en la habitación. Dio un paso hacia mí, haciéndome dar un paso hacia atrás, lo cual lo hizo dar otro paso hacia mí. Sonrió cuando yo di otro paso hacia atrás, su mirada hipnótica. Miró el espacio que puse entre nosotros, luego dio otro paso hacia mí hasta que me tuvo contra una esquina.
—No hice esto para probar un punto o enojar a alguien —dijo, su voz suave y rasposa.
Acarició mi pelo tan suave y gentilmente que envío cosquilleos por mi cuerpo, haciéndome gemir, pero no lo hice, no en voz alta. Lo contuve, deseando más de su delicadeza, doliendo por esta, pero sabiendo que debía apartarlo.
En mi oído susurró—: Sólo quería tres minutos más en el Paraíso.
Sus palabras, la forma en que las dijo, tan suaves y seductoras, y su aliento caliente cosquilleando
mi cuello fueron demasiado para mi corazón. En serio no podía tomar tanta emoción. Estaba lista para caer. Morir completamente. O desmayarme. O algo así. Algo ultra dramático y vergonzoso. Los ojos de Zayn se quedaron en mí, en mis labios, luego volvió a mirar a Kendra. Nos estaba observando desde el otro lado como si fueramos los protagonistas de su telenovela favorita, actuando divinamente en su escena favorita.
—¿Puedes darnos un minuto? —dijo Zayn—. ¿A solas?
Los ojos de Kendra se desviaron a los míos. Le había dado instrucciones estrictas de que no nos dejara solos. Parecía estar sopesando mis instrucciones con la situación, negociandólas en su cabeza. Finalmente, dejó escapar un suspiro.
—Tú sabes, en verdad no puedo —dijo—. ________ es mi prima. Ella es como, completamente inocente. No besa a chicos como tú.
Los labios de Zayn se movieron en una sonrisa.
—¿No besa a chicos como yo?
Se río un poco con eso, porque bueno, había besado a un chico como él, él. Y me había gustado. Mucho. Y él sabía, lo sabía tan bien. Zayn parecía pensar que era comiquisimo que Kendra, mi prima, no tuviera idea de que nos habíamos besado, no una vez, sino dos. Sus ojos bailaron con asombro pero no me echó al agua. En cambio, me dirigió una mirada juguetona, como diciendo: ¿No estás llena de secretos? Pero después dijo—: Pensé que teníamos un trato.
Lo dijo muy bajo y cerca a mi oído y me tuvo lista para jadear: ¡Lo hicimos! ¡Seguro que lo hicimos! ¡Planta esos labios hermosos y suaves como almohada en mí, bebé!
Pero Kendra pareció haber escuchado a Zayn. Y ella fue la que le dijo que teníamos un trato, que lo besaría si arreglaba el auto. Y él mantuvo su parte del trato, arregló el auto así que Kendra suspiró.
—Mira, sé que todo el día trabajaste en el auto y planeaste algo sórdido. Así que, está bien, tienes exactamente tres minutos. Voy a estar esperando afuera de la puerta, justo afuera. Voy a escuchar a mi prima si grita, en serio.
Lo miró como diciendo: Así que mejor no intentes nada. Pero luego me miró como: Por supuesto que va a intentar hacer algo pero él es lindo y estuviste de acuerdo en besarlo así que yo me divertiría si estuviera en tus zapatos. Eso parecía ser lo que estaba diciendo.
Kendra sonrió medio sombría y luego dijo en voz alta—: Así que es como el juego “Tres minutos en el Cielo”.
Iba a seguir hablando, darnos su charla pero él la interrumpió, enarcando su ceja. Sus labios se torcieron en una sonrisa.
—¿Tres minutos en el Cielo?
Lo dijo como una pregunta, como si nunca hubiera escuchado el juego. Sólo que me miró mientras lo dijo, sus ojos brillando con travesura. Parecía disfrutar sólo decir el nombre, ya que así había sido como me había llamado en los últimos meses, sus “Tres minutos en el Cielo”.
Kendra inclinó su cabeza, como si se diera cuenta de que se estaba perdiendo de algo, pero luego continuó de todas formas.
—Sí, ”Tres minutos en el Cielo”. —Procedió a decirnos cómo jugar el juego, que teníamos exactamente tres minutos a solas y que luego iba a abrir la puerta—. Pero si escucho a mi prima gritar o chillar —dijo—, el juego se acabó justo en ese momento, ¿lo entiendes?
Zayn se rió un poco, sus ojos todavía en mí, mirando mi rostro volverse rojo aunque estaba segura de que ya estaba del color de un tomate.
—Lo entiendo —dijo.
Mi corazón estaba a punto de salirse de mi pecho. Estaba latiendo tan fuertemente que estaba segura de que él podía escucharlo. Kendra también, aunque dejó el taller diciendo—: Voy a estar justo afuera de la puerta.
Luego se había ido y estábamos solos, sólo Zayn y yo.
Sus ojos perdieron su mirada de provocación mientras sus enormes pero gentiles manos se deslizaban por los costados de mis brazos temblorosos. Sus labios rozaron mi oído.
—¿Estás bien?
Tragué y asentí, aunque estar tan cerca de él, sentir su cálida respiración en mi cuello, me hacía temblar y estremecerme y prácticamente desmayarme.
—No tienes que hacer eso —dijo él—. Sólo estaba molestando.
—Lo sé —murmuré, porque lo sabía.
Todo este tiempo supe que sólo estaba molestando. Todo fue una gran broma. Sólo que él había
arreglado mi auto y yo había hecho un trato, sería tonto retractarme, broma o no. Gran enamoramiento estúpido o no.
—Pero te lo ganaste —dije, tratando de sonar relajada, graciosa. Como si mi beso fuera un gran premio por el que los chicos se esforzaran por ganar.
Zayn pareció sorprendido, luego sonrió. Sin decir nada, ni siquiera una palabra, llevó sus labios como de muñeco hacia los míos, de inmediato seduciendo mi boca con sus calientes besos hambrientos, dándome otros tres minutos en el cielo.
Así que mi cabeza no estaba en las clases mientras pasaba por ellas. Traté de escuchar a mis profesores pero todo lo que en verdad escuchaba era una pregunta persistente en la parte posterior de mi cabeza. ¿En verdad voy a volver a besar al Zayn? El pensamiento me volvió toda babosa y pegajosa por dentro. Tuvo mi corazón a un ritmo frenético y salvaje e hizo que las palmas de mi mano sudaran tanto que no pude sostener mi lapicero de manera apropiada.
Pero no.
Obviamente no iba a besarlo.
Por supuesto que no.
Por supuesto.
Todavía me estaba convenciendo de eso. Pero parecía bastante definitivo que no iba a hacerlo. Zayn sólo estaba molestando. Siempre estaba bromeando. No tenía algo por mí, no estaba deseando volverme a besar. Yo era una broma para él. Niall y yo. Éramos especie diferentes para él. En serio. Para él éramos aliens, criaturas diferentes y sorprendentes, divertidas para molestar. Podía notar que pensaba eso por la manera en que siempre me estaba sonriendo. Pensaba que yo era extraña. ¿Y yo teniendo que besarlo de nuevo? Era una broma para enervar a Niall de nuevo. Eso era. Tenía que serlo. Quiero decir, él era El Zayn, el Chico Malo/Héroe de la escuela. Deshacía personas en el rink de hockey y seducía chicas cuando cantaba en su caliente banda. Luego jugaba con los corazones de las chicas nunca dejándo que se acercaran a él. Si tenía una. Iba de chica mala en chica mala, nunca nada serio. Sólo pasando el rato.
Así que, definitivamente estaba segura de que no estaba deseando mi beso. No le importaba si lo obtenía o no. Sólo estaba jugando como siempre. Y enfrentemoslo, yo no era su tipo, en absoluto. Estaba tan lejos de serlo que era gracioso Tal vez por eso era que siempre sonreía cuando me veía venir, mi enamoramiento por él era una gran y enorme broma. Al igual que él queriendo que lo besara también era una broma. Parte de su humor perverso que seriamente no entendía. En absoluto.
¡Grrr!
Me llegó un mensaje de Kendra durante el quinto periodo. Envió: ¿Estás practicando tu fruncimiento de labios?
Luego escribió de nuevo después de eso: ¡He escuchado que El Zayn es un besador genial!
Me hundí en mi silla. Lo había escuchado bien pero no de mi parte. No le dije que antes había besado al Zayn. No le dije nada. De hecho, hasta este fin de semana no creía que hubiera tenido una conversación real con Kendra desde la primaria. Así que estaba reacia a compartir con ella algo tan grande como eso, porque, para mí, besarlo fue enorme. Gigantesco.
Respondí el mensaje: No va a hacer que lo bese. Sólo estaba bromeando.
Ahora estaba casi segura de eso. Entre más avanzaba el día, más segura me volvía. Sin embargo, estaba sudando, temblando y mi corazón latía como un martillo neumático cuando me permitía pensar en los suaves y sexis labios de Zayn o sus cálidas y suaves manos o en un armario.
Kendra respondió: Ya veremos, prima.
El plan era que recogiera mi auto del taller mecánico de la escuela después de que sonara la última campana, con todas las clases terminadas y el edificio vacío. Ese era el plan. Kendra y Zayn lo habían hecho en la mañana antes de que la escuela comenzara.Zayn le había dicho a Kendra que le mandara un mensaje cuando yo estuviera de acuerdo con el trato. Lo cual hice. Estuve de acuerdo. Pero en verdad no planeaba besarlo. En serio, entre más lo pensaba, más me convencía de que a Zayn no le podía importar menos el besarme. Probablemente ni siquiera quería besarme. En lo más mínimo. Sólo quería verme sonrojar, chillar y todo eso. Me dejaría salir cuando escuchara que Niall y yo habíamos terminado. Mi beso ya no tendría valor de entretenimiento para él. Tan patético como era , mi beso ya no sería ninguna consecuencia para él. En absoluto. Lo cual no era exactamente un pensamiento animado, pero puso mi mente en paz. Después de todo, todavía estaba en la misión de superar a Zayn, besarlo de nuevo en serio no iba a ayudar con eso. Me pondría muy, muy, muy lejos de alcanzarlo. Muy lejos. Me tendría deseándolo hasta la graduación. Incluso más. Pasaría el resto de mi vida deseando su beso.
Así que, de ninguna manera. No iba a pasar por eso. Hice que Kendra me jurara que no me dejaría a solas con él.
Cuando las clases finalmente terminaron, troté hacia el edificio del taller en la parte trasera de nuestra escuela, arrastrando a Kendra. Para mí, el accidente del auto fue como que su culpa, nunca habría tomado el auto sino fuera por ella y definitivamente no me habría detenido en 7-eleven. Así que, era como si fuera su culpa. Luego me enteré de que el beso también lo había sido. Mientras caminamos, Kendra me dijo más sobre lo que sucedió esta mañana cuando fue a buscar a Zack en auto mecánica y se dio cuenta de que no había ido a la escuela. Dijo que Zayn
comenzó a mirar a mi auto y supo que era mío y quería saber por qué ella estaba conduciéndolo. Ella se rió.
—Le expliqué que eras demasiado tímida para estar alrededor de un montón de mecánicos engreídos.
Me paré en seco. ¡Eso no era lo que sucedió! No era demasiado tímida. Había dicho que quería preguntarle a Zack en privado. Y sí, está bien, lo admito, Zack es engreído y yo había estado increíblemente aliviada de no tener que estar alrededor cuando Kendra le pidiera un favor. Pero whoa, en verdad no había dicho en voz alta que él era un engreído. Nunca antes había usado la palabra engreído en mi vida.
Tragué, tratando de retener mi rabia.
—¿Le dijiste a Zayn que creo que es un mecánico engreído? —No podía creer que hubiera dicho eso.
Se rió tontamente.
—Bueno, ¿tú no? Pero no te preocupes, lo dije de forma juguetona.
Negué con mi cabeza, todavía tratando de contener mi rabia. Nunca antes le había mencionado Zayn a Kendra, jamás. Como dije, apenas le hablaba a ella. ¿Cómo pudo decidir que pensaba que era un engreído? Sin embargo, para el momento que llegamos al edificio, estaba menos enojada y más nerviosa. Pero Zayn sonrió cuando nos vio entrar, lo cual hizo que mi corazón se acelerara y mi cerebro se vaciara. Me mostró el auto de mi mamá y chillé con felicidad. Lucía como nuevo.
—¡Guau! No hay manera de que eso haya podido valer sólo cuarenta dólares. —Incluso yo sabía eso—. ¿Cuánto te debo?
Me miró por un momento, luego de regreso al auto.
—Obtuve las partes para reemplazar por un precio barato —dijo—. Conozco a este chico que me debía un favor. Son veinte dólares.
Pestañeé.
—¡Whoa! ¿En serio? ¿Sólo veinte dólares?
Sonrió.
—Y el asunto del que hablé con Kendra.
El beso.
Alzó sus cejas con consentimiento.
—El beso.
—Sobre eso. —Aclaré mi garganta—. Me estaba preguntando si en verdad teníamos que hacerlo. Quiero decir, ella dijo que yo pensaba que eras un mecánico engreído. No pienso eso. Quiero decir, puedo ver cómo eso te haría querer probar un punto o algo así. Pero no pienso eso.
Una pequeña y juguetona sonrisa se extendió en sus labios.
—Me alegra. —Se rió con una risa corta y seca, la sonrisa todavía creciendo—. Pero no lo requería para probar un punto.
—Oh.
Mordí mi labio. De repente, mariposas estaban bailando en mi estómago, desatando un caos.
—Um —dije vacilante, no tan segura de si quería mencionarlo pero sintiendo como si debiera, porque mi plan era no besarlo. Aclaré mi garganta de nuevo, no tan segura de que pudiera hablar porque sus ojos estaban en mí tan seductores e hipnóticos que apenas podía respirar. Finalmente, lo dejé salir.
—Niall y yo rompimos.
La sonrisa de Zayn aumentó.
—Lo sé.
Oh.
Estaba derritiéndome, seriamente lista para desmayarme.
Kendra puso sus ojos en blanco.
—¡Consíganse una habitación, chicos! Se ven como si fueran a saltar por encima del otro en cualquier segundo.
Eso me hizo sacar mi cabeza de mi embobamiento hormonal y recordar mi plan de superar a Zayn. La cosa número uno que hacer era no besarlo. Tragué, sonrojándome y le dirigí una mirada a ella que esperaba que dijera: ayúdame. Le había dicho una y otra vez que no quería besar al
Zayn. No le dije por qué, supongo que esa era la razón por la cual siguió y siguió todo el día enviándome mensajes sobre sus labios sexys y voluptuosos. Tentándome. Haciéndome fantasear constantemente, continuamente sobre armarios, manos, susurros y bocas. Ella no sabía mi plan para superarlo para que me pudiera gustar un chico normal y agradable. No El Maestro Zayn.
—Yo te besaré —dijo Kendra de repente.
Movió sus ojos hacia Zayn, medio juguetona, medio no. Y no estaba segura de si, de una forma bizarra, estaba tratando de ayudarme, o si sólo quería que su fantasía de Besar-Al-Zayn se hiciera realidad. De cualquier manera, ella era así, una gran flirteadora. Algunos la llamaban zorra. Pero yo no (porque era mi prima.)
Zayn inclinó su cabeza y Kendra continuó con una sonrisa engreída y astuta.
—Quiero decir, eso enojaría a Zack completamente.
Lo dijo como si eso explicara todo, pero obviamente no lo explicaba. Porque Zayn le enarcó una ceja, pareciendo intentar descifrar a donde iba ella.
—¿Por qué querría hacer enojara a Zack? —preguntó, luego sus labios se movieron, como si estuviera intentando retener una sonrisa—. Zack es mi amigo.
Kendra se sonrojó.
—Oh. Lo sé, ¿pero —Hizo un gesto hacia mí—, por qué querrías besarla? ______ dijo que sólo querías besarla para enojar a Niall y dado que rompieron y ella no va a decirle a Niall esto...
Dejó de hablar ya que él ya no la estaba mirando. Ahora me estaba mirando y ya no parecía interesado en lo que ella decía. Era como si ella ya no estuviera en la habitación. Dio un paso hacia mí, haciéndome dar un paso hacia atrás, lo cual lo hizo dar otro paso hacia mí. Sonrió cuando yo di otro paso hacia atrás, su mirada hipnótica. Miró el espacio que puse entre nosotros, luego dio otro paso hacia mí hasta que me tuvo contra una esquina.
—No hice esto para probar un punto o enojar a alguien —dijo, su voz suave y rasposa.
Acarició mi pelo tan suave y gentilmente que envío cosquilleos por mi cuerpo, haciéndome gemir, pero no lo hice, no en voz alta. Lo contuve, deseando más de su delicadeza, doliendo por esta, pero sabiendo que debía apartarlo.
En mi oído susurró—: Sólo quería tres minutos más en el Paraíso.
Sus palabras, la forma en que las dijo, tan suaves y seductoras, y su aliento caliente cosquilleando
mi cuello fueron demasiado para mi corazón. En serio no podía tomar tanta emoción. Estaba lista para caer. Morir completamente. O desmayarme. O algo así. Algo ultra dramático y vergonzoso. Los ojos de Zayn se quedaron en mí, en mis labios, luego volvió a mirar a Kendra. Nos estaba observando desde el otro lado como si fueramos los protagonistas de su telenovela favorita, actuando divinamente en su escena favorita.
—¿Puedes darnos un minuto? —dijo Zayn—. ¿A solas?
Los ojos de Kendra se desviaron a los míos. Le había dado instrucciones estrictas de que no nos dejara solos. Parecía estar sopesando mis instrucciones con la situación, negociandólas en su cabeza. Finalmente, dejó escapar un suspiro.
—Tú sabes, en verdad no puedo —dijo—. ________ es mi prima. Ella es como, completamente inocente. No besa a chicos como tú.
Los labios de Zayn se movieron en una sonrisa.
—¿No besa a chicos como yo?
Se río un poco con eso, porque bueno, había besado a un chico como él, él. Y me había gustado. Mucho. Y él sabía, lo sabía tan bien. Zayn parecía pensar que era comiquisimo que Kendra, mi prima, no tuviera idea de que nos habíamos besado, no una vez, sino dos. Sus ojos bailaron con asombro pero no me echó al agua. En cambio, me dirigió una mirada juguetona, como diciendo: ¿No estás llena de secretos? Pero después dijo—: Pensé que teníamos un trato.
Lo dijo muy bajo y cerca a mi oído y me tuvo lista para jadear: ¡Lo hicimos! ¡Seguro que lo hicimos! ¡Planta esos labios hermosos y suaves como almohada en mí, bebé!
Pero Kendra pareció haber escuchado a Zayn. Y ella fue la que le dijo que teníamos un trato, que lo besaría si arreglaba el auto. Y él mantuvo su parte del trato, arregló el auto así que Kendra suspiró.
—Mira, sé que todo el día trabajaste en el auto y planeaste algo sórdido. Así que, está bien, tienes exactamente tres minutos. Voy a estar esperando afuera de la puerta, justo afuera. Voy a escuchar a mi prima si grita, en serio.
Lo miró como diciendo: Así que mejor no intentes nada. Pero luego me miró como: Por supuesto que va a intentar hacer algo pero él es lindo y estuviste de acuerdo en besarlo así que yo me divertiría si estuviera en tus zapatos. Eso parecía ser lo que estaba diciendo.
Kendra sonrió medio sombría y luego dijo en voz alta—: Así que es como el juego “Tres minutos en el Cielo”.
Iba a seguir hablando, darnos su charla pero él la interrumpió, enarcando su ceja. Sus labios se torcieron en una sonrisa.
—¿Tres minutos en el Cielo?
Lo dijo como una pregunta, como si nunca hubiera escuchado el juego. Sólo que me miró mientras lo dijo, sus ojos brillando con travesura. Parecía disfrutar sólo decir el nombre, ya que así había sido como me había llamado en los últimos meses, sus “Tres minutos en el Cielo”.
Kendra inclinó su cabeza, como si se diera cuenta de que se estaba perdiendo de algo, pero luego continuó de todas formas.
—Sí, ”Tres minutos en el Cielo”. —Procedió a decirnos cómo jugar el juego, que teníamos exactamente tres minutos a solas y que luego iba a abrir la puerta—. Pero si escucho a mi prima gritar o chillar —dijo—, el juego se acabó justo en ese momento, ¿lo entiendes?
Zayn se rió un poco, sus ojos todavía en mí, mirando mi rostro volverse rojo aunque estaba segura de que ya estaba del color de un tomate.
—Lo entiendo —dijo.
Mi corazón estaba a punto de salirse de mi pecho. Estaba latiendo tan fuertemente que estaba segura de que él podía escucharlo. Kendra también, aunque dejó el taller diciendo—: Voy a estar justo afuera de la puerta.
Luego se había ido y estábamos solos, sólo Zayn y yo.
Sus ojos perdieron su mirada de provocación mientras sus enormes pero gentiles manos se deslizaban por los costados de mis brazos temblorosos. Sus labios rozaron mi oído.
—¿Estás bien?
Tragué y asentí, aunque estar tan cerca de él, sentir su cálida respiración en mi cuello, me hacía temblar y estremecerme y prácticamente desmayarme.
—No tienes que hacer eso —dijo él—. Sólo estaba molestando.
—Lo sé —murmuré, porque lo sabía.
Todo este tiempo supe que sólo estaba molestando. Todo fue una gran broma. Sólo que él había
arreglado mi auto y yo había hecho un trato, sería tonto retractarme, broma o no. Gran enamoramiento estúpido o no.
—Pero te lo ganaste —dije, tratando de sonar relajada, graciosa. Como si mi beso fuera un gran premio por el que los chicos se esforzaran por ganar.
Zayn pareció sorprendido, luego sonrió. Sin decir nada, ni siquiera una palabra, llevó sus labios como de muñeco hacia los míos, de inmediato seduciendo mi boca con sus calientes besos hambrientos, dándome otros tres minutos en el cielo.
Good Vibes.
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