Two pieces.

Lizie's Diary.

07 de mayo.
4:30 AM.

Querido diario, desde ahora todo será diferente.
Mi mamá decidió mudarse. Nos iremos de la ciudad y comenzaremos otra vez nuestras vidas. ¿No es genial?
La verdad estoy muy emocionada, y sinceramente estoy aliviada.
Voy a dejar atrás todo lo que me hizo daño, voy a poder alejarme de las personas que me querían lejos. Voy a poder tener una vida normal.
Bueno, casi.
Sólo quiero olvidarme de todo. Empezar como si no tuviera un pasado. Como si mi vida acá no hubiera existido.

¿El único problema? Tendré que pasar un mes en la casa de la amiga de mamá.

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¡Hola! esta es mi primera novela de Logan, he pensado muchísimo tiempo en cómo la haría, pero creo que ya estoy lista.
Eso del diario, no saldrá todos los capítulos, y tampoco consistirá sólo en ellos. Algunas veces Lizie escribirá en su diario. Pero sólo algunas veces.
Gracias a todas por leer<3.

Siguela! :D Hace rato queria leer una de mi hermoso Lerman, So....

Holu. kadjlk

Perra la dejas asi quiero leer

Hoy será mi último día en Santa Bárbara. Mañana a esta hora todo será sólo un mal recuerdo. Mañana a esta hora ya estaré en Los Ángeles.

Mamá ha estado empacando toda la semana, ya no hay nada en el living, y el comedor está vacío salvo por la mesa porque tuvimos que dejarla para comer. Charlie, el novio de mi mamá, la guardará hoy en la noche.

La verdad, irme del lugar donde nací debería ser un momento triste y melancólico, pero no. De hecho, no podría sentirme más feliz. Voy a dejar todo atrás, no volveré a ver a las personas que me hicieron daño, no volveré a escucharlos criticarme jamás. No quiero hablar de ellos nunca más con nadie, decidí que simplemente haré como si esa parte de mi vida jamás hubiera existido.

Mi mamá me dijo todo el día que fuera a despedirme de “mis amigos”, el problema es que yo ya no tengo amigos. Los amigos te apoyan, te entienden, te ayudan, te hacen feliz. No te critican, no hablan de ti a tus espaldas, no se juntan SÓLO a hablar de ti, no se hacen pasar por otra persona para hacerte ilusiones, no inventan que “no pueden” invitarte a la pijamada porque “no hay espacio”, no se burlan de lo que te pasó, no te recuerdan constantemente tus defectos. Esos no son amigos. Por eso yo no tengo amigos.

Charlie trató de hablar conmigo también, supongo que se preocupa por mí, pero no puede hacer nada. ¿Acaso creen que me humillaré aún más al despedirme de las personas que me humillaron durante meses? No, gracias.

Llevo la maleta a mi habitación y comienzo a empacar. No entra todo lo que necesito, pero no quiero llevar más de lo debido. Voy a dejar cosas del pasado acá, quizá la boten los nuevos propietarios, no sé. No quiero llevarlas conmigo, pero tampoco me siento preparada para botarlas.

Tomo mis libros y los guardo uno por uno; Crepúsculo, Harry Potter, Oscuros, Divergente, Percy Jackson, Cazadores de Sombras, Sherlock Holmes, Hermosas Criaturas… Sí, me gusta leer.

Otra de las razones por las que se burlaban de mí. «¿Cómo no te aburres de leer?». Decían. “¿Cómo no te aburres de respirar?”, pensaba.

Mi ropa está doblada a los pies de mi cama, así que sólo tengo que meterlas en la maleta. Una blusa, otra blusa, y otra, otra; una floreada, una cuadrillé, una con líneas, una con puntos, una lisa, de color morada, color mostaza, color verde, con cinturón, sin cinturón… La mayoría de la ropa que uso son blusas.

Otra de las razones por las que se burlaban de mí. «¿Acaso no tiene otra ropa que no sean blusas?» decían. “¿Acaso no tienes cerebro?”, yo pensaba.

Cinco pares de jeans, siete chalecos de lana, dos polerones y diez pares de zapatillas Converse terminaban mi poco-variado clóset.

Otra de las razones por las que se burlaban. «¿No tienes más ropa?» decían. “¿No tienes neuronas?”

Y eso era todo, todas las cosas que me llevaría al comenzar mi nueva vida. Abrí la puerta de mi habitación y dejé la maleta cerca de las escaleras. Volví a mi pieza y por primera vez me di cuenta de todos los momentos que viví ahí. Todas las noches que me asusté viendo alguna película, todas las veces que lloré con alguna historia de amor, las risas que compartí con las comedias, las desesperaciones al terminar un libro… Y, por sobre todo, me di cuenta que todo lo que hice ahí, lo hice sola. Sin una amiga que se asustara conmigo, que llorara, riera y se desesperaba conmigo. Nunca tuve una verdadera amiga. Incluso cuando yo creía que sí.

-¡Vamos, Lizie! –Grita mi mamá desde el salón -¡Vamos a perder el vuelo!

-¡Ya voy! –grito.

-¡Vamos, rápido!

-¡Ya voy, mamá! –insisto.

Me apoyo en el marco de la puerta y de pronto, por primera vez, pienso que quizá si extrañaré este lugar. Que quizá sí debí despedirme de las personas que decían ser mis amigas. ¿Por qué? Porque con ellas pasé un buen momento, hace meses, pero me reí con ellas muchas veces, y la risa es algo que debe agradecerse.

Como sea, ya es muy tarde. Mañana estaré en L.A, en una casa nueva, ciudad nueva, amigos nuevos y aventuras nuevas.

Tomo la maleta y bajo las escaleras con cuidado. Mi mamá y Charlie están en la puerta, subiendo las últimas cajas al auto. Rachel duerme en su coche y mi perrita, Canela, ya está en su jaula para el viaje en avión.

La casa se ve extremadamente grande sin ninguno de los adornos. Ahora que lo noto, siempre fue blanca. Supongo que después de unos años no te fijas en los detalles.

-¿Lista? –pregunta Charlie, quitándome la maleta de las manos para dejarla en el maletero.

-Sip –contesto con una sonrisa. Tomo la jaula de Canela y salgo al jardín.

Ya no está el columpio que mi papá me regaló para mi cumpleaños número siete. Espero que lo lleven, porque es uno de los mejores recuerdos que tengo de él. Tampoco está la casa de Canela, pero eso yo misma lo guardé, así que está asegurada.

Mamá ya está en el asiento delantero del auto, Rachel está en su silla de viaje y mira todo detenidamente, como si supiera que esta sería la última vez que ve la casa. Charlie sube al auto y mamá me mira como diciendo “¿qué esperas?”. Sonrío y entro al auto. Canela se acurruca en el piso de su jaula y la acaricio.

El auto comienza a andar.

-¡Dile adiós a la casa, Rachel! –dice mi mamá.

-¡Chao, casa! –grita mi hermana, diciendo adiós con la mano.

Comenzamos a andar y pronto doblamos, perdiendo de vista por completo el jardín.


Gracias por leer. El lunes subiré un nuevo capítulo<3.