Guerra de familias. | Muro interactivo y fichas.

Nombre completo: Hayley Elizabeth Scott.
Apodos: Beth o Hayley, a secas.
Fecha de nacimiento: Cinco de diciembre de mil novecientos noventa y cinco.
Edad: Dieciocho años.
Nacionalidad: Británica.
Orientación sexual: Heterosexual.
Nivel económico: Alto.
Ocupación: Estudiante universitaria, camarera en su tiempo libre.
Aspirante a pareja: Zayn Malik.

La belleza es algo tan subjetivo que la propia tarea de plasmarla en palabras se magnifica, ni con el más rico de los vocabularios se podría describir todo aquello que provoca ese extraño magnetismo que posee Hayley, traspasa los límites de lo que me es conocido, y aun así haré el esfuerzo de acercaros los secretos de este bonito envoltorio lleno de sorpresas. Ella no es una muñeca, no, ni tiene un rostro esculpido por los dioses, ni sus ojos despiden ese destello distintivo de un ángel... No, su atractivo reside en lo exótico de su rostro. Y es que ella podría ser una particular niñita. Con sus dieciocho años, encierra gran cantidad de secretos en esos ojos azulados, casi transparentes, aquellos que le proporcionan ese perfil de falsa inocencia. Envueltos por largas pestañas rizadas, éstos tienen la capacidad de iluminarse u oscurecerse según el estado de ánimo de Hayley, por eso, siendo una chica escasa de palabras, sus ojos la delatan, te cuentan todo aquello que ella prefiere guardar bajo candado en su interior y por eso, son su mayor atractivo. Eso sin olvidarnos de sus carnosos y rosados labios, gruesos. Con esa manía suya de humedecérselos con la lengua, logra hacerlos ver aún más brillantes y seductores. Te hacen preguntarte si aún siguen puros, si han tenido ya su primer beso o si ese color se debe a que saben a fresa o a cereza... O como algo tan encantador puede emitir palabras y frases tan viperinas como hirientes... También sorprende el ver tan escasas sonrisas sinceras siendo enmarcadas por esa boca. ¿Por qué tan seria? Pues porque ella no tiene razones para dedicarte una de sus sonrisas. Su rostro visiblemente anguloso se ve enmarcado por una melena que podría compararse con la de un león, rebelde, cada mechón decide su lugar y revolotea allá donde él decida, pero si algo llama la atención de su pelo es ese tono oscuro como la caoba que contrasta con la palidez de su piel.. Igual el aspecto que este pelo le confiere no es el más elegante, pero le da igual, es seductor y le ayuda a transmitir algo más de esa rebeldía innata que la destaca. Hayley ama llevar su melena al viento, suelta, ondeando a su alrededor y abrazando su cuerpo de mil y una formas. Aunque no es raro verla con un recogido, ella prefiere tener su pelo libre, cayendo cual cascada de chocolate sobre sus hombros. Y bueno... Que más... ¡Ah sí! ¿Cómo olvidarnos de su cuerpo? Y es que dieciocho años no explican como un cuerpo tan joven puede delimitar unas curvas tan pronunciadas y deliciosas. Ya puede decirse que sus genes han sido casi gloriosos por permitirle disfrutar de tan codiciada silueta, porque ella come, come como si no tuviera fondo y su figura permanece intacta. Buen metabolismo... Suertuda. Pero además de ser alta y esbelta, mantiene unas largas y torneadas piernas que bien podrían ser el quebradero de cabeza de más de uno. Esta chica tiene sus buenas armas, y las aprovecha, de eso no cabe duda. No precisa ni de maquillaje para realzar las facciones de su rostro ni ropa de marca o extremadamente sugerente para destacar sus atributos, su estilo es sencillo y aun así le sienta como anillo al dedo porque irradia confianza en sí misma. Eso no quiere decir que no se arregle, de hecho, cada vez le da más importancia a su fondo de armario y porque no decirlo, a su espejo, narcisista en potencia. Y se siente a gusto con su físico, eso se nota y se envidia.

¿Conoce alguien verdaderamente a Hayley? La respuesta es no, ella es enigmática, difícil de conocer e interpretar. Tiene varias facetas en su personalidad, algunas más buenas que otras. Desde pequeña siempre ha sido una niña rebelde, traviesa, sus padres siempre decían que era como un pequeño pájaro enjaulado que ansiaba ver más allá de lo que su vista le permitía y que por ello era capaz de cometer locuras que luego tenía sus graves consecuencias. Es una persona muy fuerte psicológicamente, no suele fiarse de la gente sin más, esto sobre todo fue fomentado por su madre, que le enseñó que, como dijo un hombre sabio: “Primero probamos, luego confiamos”. Extrovertida sería quedarse extremadamente corto, Hayley posee una lengua capaz de cortar el papel más grueso, dice siempre lo que piensa sin cuestionárselo dos veces y de la forma más brutal y aguda posible, si quiere hacerte sentir la persona más miserable y desgraciada de todas, lo conseguirá, cosa que siempre le ha llevado a tener más de un problema, aunque las opiniones de los demás le traen sin cuidado y nada de lo que hace le quita el sueño por las noches.
La discreción es un punto de su personalidad un tanto complicado, ya que si a ella le interesa tenerla en cierto tema la tendrá, pero si no es así olvida por completo lo que significa esa palabra. Es alguien que según lo que le interese de una persona lo consigue, sea de la forma que sea, tenga o no que hacer cualquier cosa que a ojos de otras personas más "sensibles y humanas" puede parecerles lo más bajo que puede caer una persona, a ella no le importa, se conoce muy bien, de hecho es la única que sabe realmente como es y si eso significa conseguir lo que uno quiere al precio que sea lo hará, pero siempre teniendo claro que la decisión la ha tomado ella. ¿Obligarla a algo? Nadie podrá, tiene una personalidad muy definida y se quiere mucho tal y como es. ¿Hacerla cambiar? Si alguien cree que lo ha conseguido mejor que baje de esa nube de algodones porque está soñando, ella puede hacerte creer lo que quieras creer, pero en el fondo hay una razón oculta frente a sus actos, por ello nunca sabes lo que pretende, lo que piensa y lo que quiere de ti. 
Rebelde, desinhibida y siempre con una idea muy concreta del mundo y de todos aquellos que viven en él. Sabe de sobra que la gente cruel existe, ella lo es cuando se lo propone. No se fía de las apariencias y siempre consigue de alguna manera ver a través de la gente, sabiendo como son en verdad aunque estos se molesten en ocultarlo. Para ella todas las personas tienen dos caras, una que muestran al mundo y otra que muestran en privado. Su intención es ver siempre la segunda, de esa forma sabrá cuál es el punto débil de cada uno por si llegara a necesitar utilizarlo. Le gusta sentirse completa en todos los sentidos, tanto profesional como personal y nunca dejaría que nadie alterase ese aspecto de sí misma. Está muy segura de sus capacidades. Cabezota y a veces testaruda, no le gusta admitir que se ha equivocado ya que eso implicaría rendirse ante alguien y quedar de cierta forma como alguien débil, cosa que no es. Además de ser una mujer segura de su inteligencia, también lo es de su físico. Ella sabe sacarse provecho y también sabe manejar muy bien el arte de la seducción, es coqueta, femenina y según el hombre que esté frente a ella y la atracción que pueda hacerle sentir, ella puede sacar ese lado salvaje que a primera vista parece no tener pero que domina. Perfeccionista hasta la médula, le gusta que todo salga como quiere, cuando quiere y donde quiere, ¿Caprichosa? No, simplemente le gusta tener un orden en sus prioridades y las cumple a raja tabla. Las personas que ella considera amigos son respetados, cuidados y amados por ella, con ellos es divertida e incluso en varias ocasiones la consideran una pervertida a buen modo, pero debido al orgullo, la desconfianza y otras muchas cosas más, sus amigos suelen contarse con los dedos de una sola mano y tal vez incluso le sobren dedos.
Tan solo hay una cosa que ella desconoce de sí misma, y es su comportamiento frente al amor. Nunca se ha enamorado, ni siquiera ha llegado a sentir algo más que afecto o deseo por un hombre, no es de esas personas que crea que el amor hace débiles a las personas, ella es de la opinión de que el que es débil lo es estando o no enamorado. ¿Un punto débil? Sí, puede ser, pero todos en el fondo tenemos uno o más de uno, de modo que esa teoría no le sirve. ¿Por qué una mujer como ella no ha encontrado el amor? Simple, porque no lo busca, porque no lo quiere, porque es muy exigente con las personas que están a su alrededor, y sobre todo... Porque ningún hombre ha conseguido que ella se sienta cien por cien ella a su lado, confianza, respeto, cariño, libertad, amor, pasión ¿De verdad hay alguien que sea capaz de dar todas esas cosas y más, por ella?

La madrugada del treinta de septiembre de mil novecientos noventa y cinco una mujer entraba por las puertas del hospital agarrada a la mano de su marido doblada y gritando de dolor, su quinto bebé venía en camino un mes antes de lo previsto. Tras horas de paritorio, sufrimiento, desesperación y preocupación por la salud de la bebé Hayley Elizabeth Scott llegaba al mundo, pesando dos kilos y midiendo unos escasos cuarenta y un centímetros. Tras tres semanas de ingreso en el hospital metida en una incubadora por fin la bebé conocía su hogar. Sus padres y la familia en general felices de la llegada del nuevo miembro de la familia y su tercera hija después de un varón era la guinda que faltaba al pastel para que todos quisieran tener la atención de la pequeña. Todos aparentaban armonía, bienestar, pero no fue hasta los dos meses ya cumplidos de Hayley cuando esa cortina de humo desapareció dejando ver la realidad por la que estaba pasando la familia, en concreto sus padres.
Aquellos problemas eran los vecinos, la familia Smith. Sus padres siempre mantuvieron una rivalidad muy profunda con ellos, ya podía ser por las luces a altas horas de la mañana o los gritos de ambos hogares, y ese odio también se pasó a sus hijas, que terminaron odiando a sus vecinos. Pero a Hayley le daba igual la familia Smith, ella sólo odiaba a un Smith. El insensible de Zayn, siempre tenía que ser el primero en todo por lo tanto, las personalidades de él y de Hayley chocaban. Y lo malo es que iban a la misma clase. A Zayn no le importaba pisar a los demás para demostrar que era el mejor, no le importaba si se echaban a llorar, no le importaban los demás, era él y sólo él. Y eso fue suficiente para ganarse el profundo odio de Hayley.
En los años de adolescencia tuvo sus momentos de locura, de rebeldía. Nadie la podía parar, siempre andaba metida en problemas que o bien los ocasionaba ella o sin beberlo ni comerlo se veía envuelta. Siempre fue una estudiante media, pero en lo que más destacaba era en las materias de idiomas y letras. 
Pero algo alteró todo su camino hacia la universidad, sus padres, que hasta el momento los había considerado eternamente rivales de la familia Smith, hicieron un trato con éstos. Mandando a todos sus hijos fuera de su vista, intentando que congeniaran. Pero Hayley está segura de que con ella no lo conseguirán, o eso cree.