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Paraíso oscuro: el diario de un chico solitario [Ziall]
O W N :: Archivos :: Novelas Abandonadas
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Paraíso oscuro: el diario de un chico solitario [Ziall]
Nombre
"Paraíso oscuro: el diario de un chico solitario"
Autor
Brirish Fakeness
Adaptación
No.
Inspirada por el libro Go Ask Alice por Beatrice Sparks.
Género
Drama principalmente.
Advertencias:
Muerte de un personaje,
depresión por parte del mismo
lenguaje algo subido de tono en ocasiones.
Sexo explícito.
Tardo en actualizar lo que tarde en llegar a las 5,000 palabras.
Niall pretende escribir un diario de vida, relatar sus hechos, pensamientos y acotaciones más relevantes para sí.
Adentrarse en su pequeño mundo es una cosa.
Comprenderlo, algo completamente distinto.
Parte 1:
Martes 23 de Agosto
No tengo idea alguna de como comenzar algo tan simple. Este cuaderno que llevaba guardado por tiempo en mi librero lo usaré a partir de hoy como diario. Claro que no fue idea mía, es algo que Michael me ha recomendado para alivianar el estrés. Ya te diré quién es Michael.
Bueno, amigo Diario, he de ponerte un nombre y creo que Mark es el adecuado, y es que los nombres con “M” suelen ser bonitos y fáciles de recordar. Tu escritor lleva por nombre Niall James Horan. No tengo sobrenombre, no soy lo suficientemente importante para alguien como para que me pusiera uno. Nací en Mullingar, Irlanda. Es un lugar simpático y bastante más cálido que el norte de Londres, debo decir. Hace un par de años nos mudamos; me estoy adaptando todavía.
“Me estoy adaptando todavía” es la escusa más recurrente para todo lo que me sucede. Creo que te darás cuenta de cómo soy y cómo pienso a medida que te vaya escribiendo, Mark, por tanto, no es necesario que te diga más. Por cierto, Michael es mi psicólogo o psiquiatra (aún no logro captar la diferencia), uno de los pocos que escuchan lo que tengo que decir ¡El resto es para ti, Mark!
Jueves 25 de Agosto
El examen de química diferenciada no estuvo tan mal, espero obtener al menos una C. Hoy uno de los maestros me ha preguntado por ya enésima vez qué diablos haré o estudiaré terminada la escuela ¿Cómo pretenden que un chico de 16 años tenga claro qué hará a futuro? Demasiado comprometedor para mí gusto. Me asquea en ocasiones el falso interés por saber cómo estoy, algo así como cuando fallece un familiar cercano y, todos de pronto van y son atentos contigo. Ojo, no es algo que me suceda… me acabo de dar cuenta de que solo algunos maestros intenta llevarse bien conmigo, el resto simplemente pasa de mí o me detesta, no lo dudo.
La gran mayoría piensa que a los hombres no les preocupa mucho el tema físico. Pues se equivocan, lo hacen y bastante (al menos en mi caso). Me acomplejo un montón, y hoy ha sido uno de esos días en los que un leve detalle perjudicó mi estado anímico. He de admitirlo, soy un puerco al momento de comer, no cierro la boca y por el contrario, la abro más a ver qué tanto me puedo engullir en cinco minutos. Por la mañana logré percatarme de que los usuales-pantalones-negros-de-casi-todos-los-días no me cerraban. Mi expresión tiene que haber sido épica. El lunes intentaré empezar con una dieta, si es que mi nula fuerza de voluntad me lo permite. Mi madre, después de meses insistiéndole, escuchó mis súplicas y me llevará al dentista para ver el tema de los brackets. Espero mis dientes queden como los de las revistas, o definitivamente me suicidaré.
Mark, lamento si la mayoría del tiempo sueno en exceso pesimista o muy melancólico ¡Pero es que así me diagnosticaron! Trastorno depresivo mayor, auspiciado por mi buen amigo DSM-IV.
Viernes 26 de Agosto
Desperté bastante tarde y, por tanto, me salté el desayuno: un punto a favor. Las sudaderas anchas me cubren todo el tiempo, y si bien para Michael no es algo bueno, simplemente no puedo dejarlas. Liam (mejor y único amigo que tengo) luego de su práctica de baloncesto me ofreció un cigarro. Le reprocho la mayoría del tiempo ¿Cómo es que practica un deporte y además es fumador? No adicto, pero si recurrente. Simplemente no le veo la gracia, hasta el humo me molesta aunque esté bien lejos el fumador de mí.
Siento que el término “trastorno depresivo mayor” da para alarmar. Pero Mark, debo aclararte que no es tan malo como suena. La palabra “mayor” le da un toque demasiado excéntrico, el cual no creo sea mi caso. Digamos que hay días en los que puedo sonreír con levedad (sin mostrar mis dientes torcidos, claro).
P.D: Ya llevo dos ramos reprobados. Uno más y otro año en esta mierda. Qué borde.
Sábado 27 de Agosto
No hay mucho que decir; solo algo breve y de mierda. Hoy a mi madre le tocaban las compras, así que me tocó acompañarla (obligación). Cogí el carrito más cercano al lugar donde estacionamos el auto (nada más hermoso que tener la licencia y no poder usarla, eh), seguí los pasos de mi madre y así me llevé un buen rato. Llevaba mi sudadera negra favorita. Trae una frase de una canción de los Sex Pistols, lo que logra distraer al mundo de mi rostro intentando leer la porquería. Una chica no pudo caer con eso, y es que mientras me distraía con cualquier objeto, la morena me miró de pies a cabeza y mostró su rostro de desaprobación, pena, algo, cualquier cosa. No recuerdo si susurró un par de sílabas o siguió su camino, pero pronto caí en cuenta de lo que había sucedido. Llevaba las mangas arremangadas hasta el antebrazo, algo que hice antes de salir de casa para lavarme las manos. No sé cómo es que no recapacité a bajarlas luego. Era obvio, la chica pudo notar las cicatrices que llevaba en ambas muñecas (¿Muñecas? Qué va, en casi todo el antebrazo). Me sentí realmente muy estúpido, MUY ESTÚPIDO. Ya no tengo suficiente con darme pena yo mismo y voy y les doy pena a los demás, es horrible.
P.D: Mamá cocinó un montón de ensaladas surtidas. Todo iba bien hasta que de sorpresa llega mi tío con mi debilidad personificada: bolsas llenas de comida de Nando’s. Por suerte queda poco para el lunes, Mark.
Martes 29 de Agosto
La he salvado con química diferenciada: una C. Mi estómago es una constante queja por comestibles, espero valga la pena lo poco que estoy comiendo en comparación a mi “cerdería diaria” (que es lo normal que un chico como yo debería comer).
Las clases de matemáticas fueron un poco dificultosas. Me vino el bajón, justo a medio día y en la hora en que más personas atienden a algo tan genérico como las matemáticas (me pregunto por los estudiantes que logran salvarse de esas tortuosas clases…). Un chico que no había visto antes se sentó junto a mí. Mark, lamento omitir detalles, pero estoy apresurado. Lo importante es que me desesperé, escondí mi rostro entre el mesón y mis brazos para poder sollozar unos minutos tranquilo, pero el chico a mi junto pareció asustado y me preguntó que si me encontraba bien, que me podía llevar a la enfermería o tomar aire. Muy amable de su parte, pero le rechacé. Bastante tonto, es probable. Debo de haber traumado al pobre y eso explica su comprensión, ya que simplemente no me cabe en la cabeza que alguien sea amable conmigo.
Viernes 2 de Septiembre
El chico nunca visto resultó ser nuevo. Mark, espero no te aburras, debido a que dedicaré estas líneas solo a escribir sobre él. Su nombre es Zayn Malik y es medio pakistaní, una de las cosas más curiosas de lo casi nulo que me contó sobre él. Es bastante misterioso y reservado, quizás tímido. No es muy diferente a mí que digamos, ya que a pesar de su introversión logró congeniar bien con un grupo escandaloso… no, cierto, recuerdo que dijo que uno de ellos era su amigo antes de entrar a esta escuela, el mismo que se la recomendó. Me pidió disculpas por lo importuno que fue el otro día al verme mal: Yo estaba como “No te preocupes, no es nada”. Sonrió, fue agradable.
Sus rasgos son notorios, y a la vez muy bellos sin dejar de lado la masculinidad. Tiene los ojos como almendras, bastante profundos. El día primero que le vi llevaba una barba de como dos días, pero se ha afeitado para entonces. No estoy seguro de si es más alto que yo, aunque siento que cualquiera puede serlo ¡Hasta una chica!
Oh, Mark. Hablando de eso, debo confesarte algo que probablemente ya hayas notado. Me gustan los chicos. Siéntete privilegiado, eres el primero en saber, ni Michael se da por enterado. Me cuesta hasta escribirlo, es una de las tantas cosas que he acarreado solo.
Por una extraña razón, no me siento tan deprimido como el común de los días. Rezo. No quisiera despertarme de esa ilusión.
Domingo 4 de Septiembre
Mierda. Creí que sería más fuerte, pero fallé. No alcancé siquiera a cumplir la semana, y todo lo que no me eché a la boca por seis días lo hice en menos de una hora. Me dejaron solo en casa hasta como por eso de las ocho y media. Me siento pésimo, culpable. Lloriqueé un rato, no sé si precisamente por
lo ocurrido.
Necesito morir un rato. Mark, lamento mojar tus hojas, no vale la pena. También lamento que hayan tenido que talar tantos árboles para que una basura como yo escriba sus estupideces.
Ni tocar guitarra puedo, le faltan dos cuerdas y no tengo ni un ápice de dinero en mis bolsillos.
A veces desearía estar con papá.
No, mejor solo con mi madre y sin Chris.
Retiro lo dicho: Que papá y mamá no hubieran tenido sexo y ya, se acabó el asunto.
Martes 6 de Septiembre
Intentar escribir estos días ha sido una verdadera tortura. He subido dos kilos, nada que no pueda soportar. La navaja lucía deliciosa esta mañana, así que la tomé de la mesita de noche y me encerré en el baño. Una vez dentro, observé mi reflejo por aproximadamente diez segundos. Me sentía como un completo desconocido, alguien que no cabía en mis recuerdos. Las ojeras que van más marcadas de lo usual hacían juego con un cabello rubio desteñido y andrajoso. Subí la manga de la playera que llevaba, dejé el filo a la luz de la habitación y, con apenas un suave movimiento, lo rocé con lentitud por mi muñeca. Una, dos, tres… siete veces. Era casi como un ritual.
Mark, estoy más deprimido que lo usual. Hoy decidí no ir a clases (a mi madre no le importa), ayer ni vi a Zayn, Liam tampoco me ha dado muchos ánimos. No son mis mejores días. Retomaré esto cuando me sienta lo suficientemente capaz de relatar algo relevante, si es que no muero antes.
Martes 13 de Septiembre
Ha pasado exactamente una semana desde que rayé las últimas palabras. Siento que hasta mi forma de narrar ha cambiado (o solo sea mi imaginación o el efecto del Prozac). Michael me recetó antidepresivos más fuertes, de nombres tan extraños que dudo recordar (por suerte la receta lo deja en claro). 76 kilos son, según varias personas, algo “recurrente” y “normal” para un adolescente “como yo” (considerando todo lo que ser “como yo” implica). La verdad es que no lo sé, de pesar 70 estaría más satisfecho. Chris se ha tomado sus vacaciones, eso significa mucho menos atención por parte de mi madre ¿Y es que acaso me la ha dado en algún momento? Como sea, Liam me prestó un poco de pasta y mi guitarra ya funciona como corresponde. Tocar “Let it be” es una medicina extraña para mi oído musical, y es que no sé cómo esa canción consigue relajarme en un 2%.
Voy a narrar lo más importante ocurrido el Jueves de la semana pasada.
Resulta que me topo en la gran mayoría de las clases con este chico, Zayn. Sus horarios son en un mayor porcentaje compatible con los míos, y eso es realmente formidable. Es un estudiante excelente ¡Con mucha energía dentro de sí! Todo lo contrario a mi persona. Practica baloncesto y da clases de inglés por las tardes, después dice ir al gimnasio y recién a las diez de la noche está en casa ¿Cómo es posible que tenga tantos ánimos para hacer todo eso, todos los días? Le pregunté que cuál era su secreto y solo se limitó a reír de manera nerviosa. Es una risa muy agradable a mí escuchar. Resultó que en las clases de Física dieron la última nota (la que me faltaba para pasar o reprobar el año). Adivina, Mark… ¡Saqué una puta F! Mi rostro se descompuso en su totalidad cuando revisé que los ejercicios estaban malísimos desde el principio. Zayn, quien se dedica a sentarse a mi junto siempre que puede, me observó con rostro compasivo y dijo “Hey, no te desanimes. Podrías charlar con el maestro para que te repita la prueba o te de un crédito extra por algún ensayo. Seguro te entenderá y te dará una segunda oportunidad”. Nunca creí que tuviera el poder de la palabra como para convencerme ¡Y RESULTO, JODER! El profesor-muy-mierda de Física me dio la oportunidad de rendir otro examen. Sabrás que, a pesar de tener esa posibilidad, no me serviría de nada sin saber la materia o el cómo aplicarla. Ahí es cuando Zayn salvaje aparece y susurra con una espléndida sonrisa “Yo puedo ayudarte. El Sábado te espero en la entrada de la escuela, de ahí vamos a mi casa, así no te pierdes ¿Te parece?”. El verdadero infierno fue la preocupación máxima de mi aspecto ese día. Hace un trillón de años que no me fijaba en qué usar o cómo lucir, mi misión era pasar lo más desapercibido posible todo el tiempo, y ocultar las partes de mi cuerpo que no me gustan. Fue realmente difícil escoger, y es que tampoco era común en mí alborotarme tanto por salir con alguien (ni siquiera era una cita, solo un plan de estudios), además la depresión reprimía casi en su totalidad mis deseos sexuales. Me puse una camisa a cuadros azules y blancos, la más amplia y larga que tenía, pero aún así mi abdomen sobresalía un poco (lo importante eran los cortes, nada que muchas pulseras de hilo no cubrieran). No sé cómo carajos, pero arreglé mi cabello de una manera no usual y dejé la gorra de lado ¡Aire puro para mi cabeza!
Llegué con media hora de retraso, pero a Zayn no le importó en lo absoluto. Cómo mierda conseguía ese chico lucir tan bien en lo que se pusiera, y esos pantalones… estoy divagando demasiado, discúlpame. “Qué buen perfume, raro. Jamás usas” fue el cordial saludo por su parte. Estoy seguro de que me puse rojo como tomate, pero intenté disimularlo con una estúpida sonrisa (creo que lo de los brackets quedará en el tintero por tiempo). No conversamos mucho durante el camino, no fue necesario de todas maneras, el silencio entre nosotros es agradable. El callejón por el que había que pasar no tenía la mejor de las famas, y luego había una eterna escalera hasta la puerta de su casa. Una adolescente un par de años menor que nosotros abrió la puerta antes de que Zayn alcanzara a sacar las llaves de su bolsillo. Su nombre es Waliyha, es una de las hermanas de Zayn y son prácticamente iguales. Oh, y es tan delgada ¡Toda su familia lo es! Me encanta ese detalle. Su casa es de lo más sencilla y tiene toques muy peculiares, propios de su descendencia, asocié. Pensé que estudiar sería horrible, aunque estuviera junto a Zayn, pero resultó mejor de lo que esperaba, y es que a este chico se le da muy bien esto de enseñarle materias sencillas a estúpidos que están a punto de repetir el año. Estuvimos fijo dos horas dándole vueltas y vueltas a mis enfermas neuronas para que algo de información almacenaran las pobres. Zayn reía constantemente ante mi torpeza, diciendo que era una persona adorable y tal. Zayn no sabe nada de mí, en absoluto. No es como que yo lo conozca en demasía, pero sé un poco más de lo que él debe saber sobre mí. No pregunta, jamás lo hace. Me ha visto “mal” dos o tres veces en las semanas que llevamos de charlar, y nada. Me encanta que respete mi silencio. Quizás con el tiempo, si nos convertimos en buenos amigos, pueda contarle y decirle todo lo que me guardo, hasta los detalles que ni Liam ni Michael ni tú, Mark, se dan por enterados.
Viernes 16 de Septiembre
Mark, había olvidado decirte que el martes pasado fue mi cumpleaños. No lo mencioné por el simple hecho de que a nadie le importa, ni siquiera a mí. Liam no ha ido a clases, está tan distante que ni sé de su existencia. Chris y mamá se largan casi todos los días a quién sabe dónde y me dejan a la deriva (nada nuevo). La única persona que me ha saludado con un gran abrazo ha sido Zayn, y no tengo ni puta idea de cómo recuerda mi fecha de nacimiento siendo que solo lo mencioné una vez cuando nos conocimos. “Te debo un regalo”, “No me debes nada, suficiente tengo con que me ayudaras en Física”, “Tonterías, algo haremos el viernes en la noche. Te pasaré a buscar a la entrada de la escuela. Lleva un buen abrigo”. Así quedamos, me alisto y voy.
Sábado 17 de Septiembre
Son las doce de la noche. Estoy vivo.
Mark, eres el único al que le puedo confiar estos detalles, el que no me juzgará y entenderá cada palabra que escribo. La noche de ayer fue lejos lo más loco que me ha tocado pasar. ¿Recuerdas que dije que Zayn tenía un amigo en la escuela antes de entrar? Es Harry Styles, un chico bien conocido por todos lados, incluso fuera del establecimiento educacional. Era su casa la anfitriona de una fiesta extravagante. No se celebraba precisamente mi cumpleaños, pero Zayn me invitó para aprovechar la ocasión. Medio mundo estaba presente, y a pesar de que nadie me conocía era saludado al estar junto a Zayn ¿Cómo es que un chico que lleva menos de un mes es tan popular?
El ambiente era perturbador para alguien como yo, pero Zayn trataba de que me integrara de alguna manera. “Bebe algo y te sentirás más a tono”, el problema eran las pastillas con las que me intoxico cada día para estar un poco más “feliz”, un detalle que mi compañero de fiesta no conocía. De un momento a otro, las luces se apagaron. Me asusté más que la mierda, aunque la música de los grandes equipos jamás se detuvo. “Tranquilo, sígueme”, susurró Zayn tomándome fuerte de la muñeca que justo llevaba cortes recientes. Solté un leve chillido de dolor, que para mi suerte Zayn interpretó como un agarre demasiado enérgico. Estaba realmente asustado, sentía muchos murmullos, risas escandalosas y gente caer de bruces al suelo. De pronto, me hallaba encerrado en un pequeño armario. Zayn profundizó su mirada en la mía. “¿Estás muy asustado?” apenas pude asentir, “Oh, entonces mejor no… te llevaré a una habitación del segundo piso. Ojalá no salgas de ahí hasta después de las cuatro de la mañana”. No entendía ni mierda, hasta me sentía borracho sin haber bebido gota de alcohol ¿Por qué prefirió llevarme a una habitación antes que con él? ¿Qué significa el “mejor no”? ¿Por qué no debía salir antes de las cuatro de la madrugada? El temor me hizo vulnerable, así que preferí obedecerle. Me quedé en una pieza sencilla, con una cama de plaza y media en el centro, unos pocos muebles y cajas apiladas. Por ahí me escondí, sacando mi teléfono cada dos por tres para ver la hora. Nada.
Eran la una con dieciséis minutos cuando la puerta se abrió de par en par. Dos personas que no pude identificar en un principio estaban muy agarradas de la cintura dándose besos apasionados, pensé “No vayan a…”. Eran dos chicos, uno se lanzó sobre el otro y luego a la cama, comenzando los toques. Enfoqué mejor mi vista, y Dios mío, se trataba de Harry Styles y el capitán del equipo de fútbol, Louis Tomlinson. De Louis me lo esperaba, muy a lo lejos podía notar sus preferencias, pero ¿Harry? Nunca se me pasó por la cabeza, aunque es tan alocado que tal vez sí. No tenía salida, no podía huir, pasar frente a ellos y que no tuvieran la furia de que contara su pequeño secreto. Estuvieron hasta como las tres y media entre mamadas y caricias enfermas que, por extraña morbosidad no podía dejar de ver. Luego, Louis estaba bajo Harry. Oh, era algo tan nuevo en mi cabeza. Si bien me gustan los chicos, nunca había visto semejante situación (ni en porno). A eso de las cuatro con diez minutos, se vistieron y se largaron, ni me notaron. Mark, estaba jodido. Me sentí como un voyerista, un contagiado; no lo pude evitar. Mi pantalón aprisionaba una erección notable a simple vista. Eché el cerrojo (no sé cómo mierda no se me ocurrió antes), me bajé los pantalones y me masturbé. A medida que lo hacía, empecé a avivar imágenes recientes, chicos atractivos que alguna vez divisé… hasta que mi mente dio con Zayn. Me imaginé a un Zayn de delgado físico acarreándome hasta la pared, follándome sin compasión. Me avergüenzo tanto de pensar en ese tipo de situaciones, pero esa última imagen mental logró que me corriera fácilmente. Cinco de la mañana, debía volver al primer piso.
Estaba amaneciendo, mucha gente estaba dispersa por el suelo, algunos yacían despiertos entre los sofás del salón principal, uno de ellos era Zayn Malik. Su mirada me trastornó, estaba perdida. “Voy a dejarte a casa”. Le dije que no se preocupara, que podía llegar solo y bla bla bla. La chaqueta de cuero que había traído si me sirvió de mucho, tal y como me había aconsejado.
Llegué a casa sano y salvo. No he vuelto a hablar con Zayn desde esa noche. Es todo tan confuso, el lunes conversaré con él. Mark, puedes creer que ni mi madre ha vuelto de su escapada con Chris, ni me ha llamado ¿nada? A veces olvido que es mi madre.
Lunes 19 de Septiembre
Zayn me pidió disculpas, muchas disculpas. Lamentaba haberme llevado a esa fiesta, y prometió nunca más llevarme a una. Ni me dieron las agallas para contarle que vi a Harry y Louis haciendo de las suyas en la habitación en la que me escondí, tal vez no fuese necesario. Me tocó dar la famosilla prueba de repechaje por la que visité a Zayn en su casa para estudiar. Creo que me fue bastante bien, lo suficiente como para aprobar y pasar el año.
Martes 20 de Septiembre
Hoy me crucé en los pasillos con Harry y le hice parar de la nada. No sé para qué, pero le tuve que decir. Fue algo más o menos así “Te vi el día de la fiesta con… bueno, tu sabes. No te preocupes, no le diré a nadie”. Él tan solo se limitó a sonreír y se marchó diciendo un “Gracias” casi inaudible. Extraño.
Jueves 22 de Septiembre
No debí hablarle sobre Zayn a Michael. Él dice que probablemente esté sumergido en el mundo de las drogas. Realmente no lo creo ¿Podrá ser? Es que se ve tan buen chico, buen estudiante, buen amigo, bueno en todo…
Viernes 23 de Septiembre
No hay nada nuevo que contar.
Sábado 24 de Septiembre
Zayn nació en el 12 de Enero. Debería ir un año adelantado ¿Verdad?
Domingo 25 de Septiembre
Zayn me envió un mensaje tipo “Invítame a un buen viaje, pequeño bastardo” ¿Qué mierda?
Lunes 26 de Septiembre
Zayn dice que nunca mandó tal mensaje de texto, más si era su número de teléfono. “No lo recuerdo, quizás fue un error”. En fin.
Liam hoy pasó por mi lado y ni me saludó. Estoy dolido por ello, se supone que es mi amigo ¿no? (el único que tengo). Pensé en buscarlo y preguntarle de inmediato qué sucedía, pero quería interrumpir su horario ni su práctica de baloncesto. Baloncesto, al igual que Zayn… tal vez sepa algo.
Por la noche
Llamar a Zayn fue mala idea. Estaba furioso, no sé qué diablos pudo haberle pasado, pero dijo “no conocer a ese desgraciado”. Llamar a Liam no fue muy distinto, pero la respuesta que me dio si despertó mi curiosidad. “No me agrada ese tipo con el que te juntas. Es mala influencia, corren muchos malos rumores sobre él. Será mejor que te le alejes o no te volveré a hablar”. Me sorprendió bastante, Liam siempre ha destacado por su madurez, y que no me hablara del tema antes y solo decidiera alejarse, deja bastante que desear. He estado tan concentrado en pensar en Zayn que ni me he deprimido tanto. No sé si eso sea bueno o incluso peor.
Martes 4 de Octubre
Creo que es definitivo: Zayn me gusta. Ahora esa leve solución a no auto flagelarme se ha convertido en una razón más para hacerlo. Gran parte de mis cortes son por él: porque sé que JAMÁS se fijaría en mí de gustarle los hombres, porque soy bajo, feo, gordo, estúpido y no tengo futuro. El otro día Chris me lo gritó ¿Te imaginas, Mark? “Cállate de una vez y dedícate a tus estudios, que vas por un pésimo destino”. Claro, mi madre no estaba. Sé que soy como la mierda ¿Cuál es la puta necesidad de remarcármelo todo el tiempo? No soy bueno para nada, ni con la guitarra lograría sobrevivir, y mi voz está la mayor parte del tiempo apagada debido al estrés que cierra mis cuerdas vocales. Otra vez uno de los maestros insiste en que repita el año, que me ayudará a pensar, reflexionar sobre mi vida y escoger una carrera con mayor madurez. Tendré que soportar toda la mierda un año más ¿y pretende que sume otro? Ni de broma. Me siento mal, no creo poder seguir escribiendo.
Lunes 17 de Octubre
Nada mejora. Liam definitivamente me dejó de hablar. Le he dejado más de treinta mensajes de texto y veintitrés en su buzón de voz ¡Nada! Michael no para de darme pastillas que en vez de darme ánimos, me hacen sentir peor que antes. Las vacaciones de Chris acabaron, pero mi madre sigue igual de ausente. Extraño a Greg, quisiera que volviera a casa y me diera un fuerte abrazo, un beso en la frente y me convenciera de que todo estará bien. No puedo esperar a salir de la escuela para huir de aquí de una buena vez. Trabajaría en lo que fuera, todo sea por no estar bajo el mismo techo que esos individuos que tienen el descaro de llamarse mi familia. Mis heridas cicatrizan lento. La comida me tortura cada que baja por mi garganta, no paro de comer, estoy hecho una porquería. Zayn ya no me observa con el mismo (casi nulo) interés, siento que hasta le doy pena. Se supone que los amigos se preocupan, se interiorizan y cosas por el estilo, pero Zayn no hace nada. A veces quisiera que dejara de “respetar mi silencio” como tanto lo hace.
Viernes 21 de Septiembre
Hoy comí en Nando’s. Una chica se reía de mí. Yo también lo haría.
Miércoles 28 de Septiembre
Colapsé. Mi cuerpo, mente y alma no pudieron resistir más. Ahora mismo estoy en cama tomando una sopa caliente de espárragos y viendo mil maneras de morir.
Eran las 12:23 am y estaba en clases de Estadística. Zayn no se sentó a mi lado, estaba prácticamente solo al final del salón. Había estado comiendo bien (como cerdo), pero me sentía con una enorme fatiga. Mis manos temblaban, mi vista se nublaba a ratos y sentía nauseas, estaba del asco. Escondí mi cabeza entre mis brazos, el montón de hojas sobre la mesa y la capucha del buzo que llevaba puesto. Lloré. Lloré demasiado. Ni idea de si lo hice en silencio o si la clase hacía oídos sordos, porque absolutamente nadie notó lo que me sucedía (ni Zayn…)
Lo peor vino al término de la clase. Todos se habían largado menos él y yo. Me costó ponerme en pie, arreglar mis útiles y acercarme al umbral de la puerta para salir rápido en dirección al baño. No di ni diez pasos y mis piernas temblaban, amenazaba con caer. Pude divisar a Zayn dando la vuelta, en extremo preocupado (vaya), correr hacia mí y fin de la historia. Me desvanecí.
Había perdido el conocimiento. Cuando abrí mis ojos, ya estaba en mi casa, y una mirada invadía en la mía. Esos ojos almendrados, perdidos y extraños preguntaban por mi bienestar. “Estaba tan preocupado, me alegra que despertaras. Llamé a tu casa y tu madre vino enseguida, te trajimos hasta acá y te recostamos. Ella dijo que era normal, que no tenía de qué preocuparme, pero imposible. Yo le dije que…” ya después no tenía importancia. Cuando Malik se pone nervioso, habla un montón de barbaridades, y de forma tan aprisa que con suerte le entiendes. Además, su acento está muy marcado. Oh Mark, hace tiempo que no me daban estas crisis… por suerte ya no queda mucho para salir de clases. Por cierto, pasé de año.
Domingo 1 de Octubre
Durante el desayuno, usaba una playera que divisaba una infinidad de cortes en ambos brazos. Mi madre se percató de ello, se paralizó por un par de segundos y luego se largó a llorar. Fue lo más extraño que me ha tocado luego de mi crisis de estrés ¿Se preocupa? ¿Le importa? Porque la mayor parte del tiempo parece que no, y que venga ahora a llorar sobre la leche derramada es imbécil. Simplemente paso de ella.
Hoy Zayn me acarició la mejilla sin razón aparente. Eso me hizo sonreír ampliamente, me sentí bien durante un par de segundos. Es increíble.
Desearía saber sus preferencias, algo, no sé. Un indicio. Es contradictorio de mi parte saber que no tendría una oportunidad con él ni en un millón de años, y al mismo tiempo ilusionarme con que se pueda fijar en mí. Lo único que espero por ahora es pasar el examen físico del martes el cual, sin dudar, quedaré en último lugar (es un honor, Mark. Tenlo presente).
No tengo idea alguna de como comenzar algo tan simple. Este cuaderno que llevaba guardado por tiempo en mi librero lo usaré a partir de hoy como diario. Claro que no fue idea mía, es algo que Michael me ha recomendado para alivianar el estrés. Ya te diré quién es Michael.
Bueno, amigo Diario, he de ponerte un nombre y creo que Mark es el adecuado, y es que los nombres con “M” suelen ser bonitos y fáciles de recordar. Tu escritor lleva por nombre Niall James Horan. No tengo sobrenombre, no soy lo suficientemente importante para alguien como para que me pusiera uno. Nací en Mullingar, Irlanda. Es un lugar simpático y bastante más cálido que el norte de Londres, debo decir. Hace un par de años nos mudamos; me estoy adaptando todavía.
“Me estoy adaptando todavía” es la escusa más recurrente para todo lo que me sucede. Creo que te darás cuenta de cómo soy y cómo pienso a medida que te vaya escribiendo, Mark, por tanto, no es necesario que te diga más. Por cierto, Michael es mi psicólogo o psiquiatra (aún no logro captar la diferencia), uno de los pocos que escuchan lo que tengo que decir ¡El resto es para ti, Mark!
Jueves 25 de Agosto
El examen de química diferenciada no estuvo tan mal, espero obtener al menos una C. Hoy uno de los maestros me ha preguntado por ya enésima vez qué diablos haré o estudiaré terminada la escuela ¿Cómo pretenden que un chico de 16 años tenga claro qué hará a futuro? Demasiado comprometedor para mí gusto. Me asquea en ocasiones el falso interés por saber cómo estoy, algo así como cuando fallece un familiar cercano y, todos de pronto van y son atentos contigo. Ojo, no es algo que me suceda… me acabo de dar cuenta de que solo algunos maestros intenta llevarse bien conmigo, el resto simplemente pasa de mí o me detesta, no lo dudo.
La gran mayoría piensa que a los hombres no les preocupa mucho el tema físico. Pues se equivocan, lo hacen y bastante (al menos en mi caso). Me acomplejo un montón, y hoy ha sido uno de esos días en los que un leve detalle perjudicó mi estado anímico. He de admitirlo, soy un puerco al momento de comer, no cierro la boca y por el contrario, la abro más a ver qué tanto me puedo engullir en cinco minutos. Por la mañana logré percatarme de que los usuales-pantalones-negros-de-casi-todos-los-días no me cerraban. Mi expresión tiene que haber sido épica. El lunes intentaré empezar con una dieta, si es que mi nula fuerza de voluntad me lo permite. Mi madre, después de meses insistiéndole, escuchó mis súplicas y me llevará al dentista para ver el tema de los brackets. Espero mis dientes queden como los de las revistas, o definitivamente me suicidaré.
Mark, lamento si la mayoría del tiempo sueno en exceso pesimista o muy melancólico ¡Pero es que así me diagnosticaron! Trastorno depresivo mayor, auspiciado por mi buen amigo DSM-IV.
Viernes 26 de Agosto
Desperté bastante tarde y, por tanto, me salté el desayuno: un punto a favor. Las sudaderas anchas me cubren todo el tiempo, y si bien para Michael no es algo bueno, simplemente no puedo dejarlas. Liam (mejor y único amigo que tengo) luego de su práctica de baloncesto me ofreció un cigarro. Le reprocho la mayoría del tiempo ¿Cómo es que practica un deporte y además es fumador? No adicto, pero si recurrente. Simplemente no le veo la gracia, hasta el humo me molesta aunque esté bien lejos el fumador de mí.
Siento que el término “trastorno depresivo mayor” da para alarmar. Pero Mark, debo aclararte que no es tan malo como suena. La palabra “mayor” le da un toque demasiado excéntrico, el cual no creo sea mi caso. Digamos que hay días en los que puedo sonreír con levedad (sin mostrar mis dientes torcidos, claro).
P.D: Ya llevo dos ramos reprobados. Uno más y otro año en esta mierda. Qué borde.
Sábado 27 de Agosto
No hay mucho que decir; solo algo breve y de mierda. Hoy a mi madre le tocaban las compras, así que me tocó acompañarla (obligación). Cogí el carrito más cercano al lugar donde estacionamos el auto (nada más hermoso que tener la licencia y no poder usarla, eh), seguí los pasos de mi madre y así me llevé un buen rato. Llevaba mi sudadera negra favorita. Trae una frase de una canción de los Sex Pistols, lo que logra distraer al mundo de mi rostro intentando leer la porquería. Una chica no pudo caer con eso, y es que mientras me distraía con cualquier objeto, la morena me miró de pies a cabeza y mostró su rostro de desaprobación, pena, algo, cualquier cosa. No recuerdo si susurró un par de sílabas o siguió su camino, pero pronto caí en cuenta de lo que había sucedido. Llevaba las mangas arremangadas hasta el antebrazo, algo que hice antes de salir de casa para lavarme las manos. No sé cómo es que no recapacité a bajarlas luego. Era obvio, la chica pudo notar las cicatrices que llevaba en ambas muñecas (¿Muñecas? Qué va, en casi todo el antebrazo). Me sentí realmente muy estúpido, MUY ESTÚPIDO. Ya no tengo suficiente con darme pena yo mismo y voy y les doy pena a los demás, es horrible.
P.D: Mamá cocinó un montón de ensaladas surtidas. Todo iba bien hasta que de sorpresa llega mi tío con mi debilidad personificada: bolsas llenas de comida de Nando’s. Por suerte queda poco para el lunes, Mark.
Martes 29 de Agosto
La he salvado con química diferenciada: una C. Mi estómago es una constante queja por comestibles, espero valga la pena lo poco que estoy comiendo en comparación a mi “cerdería diaria” (que es lo normal que un chico como yo debería comer).
Las clases de matemáticas fueron un poco dificultosas. Me vino el bajón, justo a medio día y en la hora en que más personas atienden a algo tan genérico como las matemáticas (me pregunto por los estudiantes que logran salvarse de esas tortuosas clases…). Un chico que no había visto antes se sentó junto a mí. Mark, lamento omitir detalles, pero estoy apresurado. Lo importante es que me desesperé, escondí mi rostro entre el mesón y mis brazos para poder sollozar unos minutos tranquilo, pero el chico a mi junto pareció asustado y me preguntó que si me encontraba bien, que me podía llevar a la enfermería o tomar aire. Muy amable de su parte, pero le rechacé. Bastante tonto, es probable. Debo de haber traumado al pobre y eso explica su comprensión, ya que simplemente no me cabe en la cabeza que alguien sea amable conmigo.
Viernes 2 de Septiembre
El chico nunca visto resultó ser nuevo. Mark, espero no te aburras, debido a que dedicaré estas líneas solo a escribir sobre él. Su nombre es Zayn Malik y es medio pakistaní, una de las cosas más curiosas de lo casi nulo que me contó sobre él. Es bastante misterioso y reservado, quizás tímido. No es muy diferente a mí que digamos, ya que a pesar de su introversión logró congeniar bien con un grupo escandaloso… no, cierto, recuerdo que dijo que uno de ellos era su amigo antes de entrar a esta escuela, el mismo que se la recomendó. Me pidió disculpas por lo importuno que fue el otro día al verme mal: Yo estaba como “No te preocupes, no es nada”. Sonrió, fue agradable.
Sus rasgos son notorios, y a la vez muy bellos sin dejar de lado la masculinidad. Tiene los ojos como almendras, bastante profundos. El día primero que le vi llevaba una barba de como dos días, pero se ha afeitado para entonces. No estoy seguro de si es más alto que yo, aunque siento que cualquiera puede serlo ¡Hasta una chica!
Oh, Mark. Hablando de eso, debo confesarte algo que probablemente ya hayas notado. Me gustan los chicos. Siéntete privilegiado, eres el primero en saber, ni Michael se da por enterado. Me cuesta hasta escribirlo, es una de las tantas cosas que he acarreado solo.
Por una extraña razón, no me siento tan deprimido como el común de los días. Rezo. No quisiera despertarme de esa ilusión.
Domingo 4 de Septiembre
Mierda. Creí que sería más fuerte, pero fallé. No alcancé siquiera a cumplir la semana, y todo lo que no me eché a la boca por seis días lo hice en menos de una hora. Me dejaron solo en casa hasta como por eso de las ocho y media. Me siento pésimo, culpable. Lloriqueé un rato, no sé si precisamente por
lo ocurrido.
Necesito morir un rato. Mark, lamento mojar tus hojas, no vale la pena. También lamento que hayan tenido que talar tantos árboles para que una basura como yo escriba sus estupideces.
Ni tocar guitarra puedo, le faltan dos cuerdas y no tengo ni un ápice de dinero en mis bolsillos.
A veces desearía estar con papá.
No, mejor solo con mi madre y sin Chris.
Retiro lo dicho: Que papá y mamá no hubieran tenido sexo y ya, se acabó el asunto.
Martes 6 de Septiembre
Intentar escribir estos días ha sido una verdadera tortura. He subido dos kilos, nada que no pueda soportar. La navaja lucía deliciosa esta mañana, así que la tomé de la mesita de noche y me encerré en el baño. Una vez dentro, observé mi reflejo por aproximadamente diez segundos. Me sentía como un completo desconocido, alguien que no cabía en mis recuerdos. Las ojeras que van más marcadas de lo usual hacían juego con un cabello rubio desteñido y andrajoso. Subí la manga de la playera que llevaba, dejé el filo a la luz de la habitación y, con apenas un suave movimiento, lo rocé con lentitud por mi muñeca. Una, dos, tres… siete veces. Era casi como un ritual.
Mark, estoy más deprimido que lo usual. Hoy decidí no ir a clases (a mi madre no le importa), ayer ni vi a Zayn, Liam tampoco me ha dado muchos ánimos. No son mis mejores días. Retomaré esto cuando me sienta lo suficientemente capaz de relatar algo relevante, si es que no muero antes.
Martes 13 de Septiembre
Ha pasado exactamente una semana desde que rayé las últimas palabras. Siento que hasta mi forma de narrar ha cambiado (o solo sea mi imaginación o el efecto del Prozac). Michael me recetó antidepresivos más fuertes, de nombres tan extraños que dudo recordar (por suerte la receta lo deja en claro). 76 kilos son, según varias personas, algo “recurrente” y “normal” para un adolescente “como yo” (considerando todo lo que ser “como yo” implica). La verdad es que no lo sé, de pesar 70 estaría más satisfecho. Chris se ha tomado sus vacaciones, eso significa mucho menos atención por parte de mi madre ¿Y es que acaso me la ha dado en algún momento? Como sea, Liam me prestó un poco de pasta y mi guitarra ya funciona como corresponde. Tocar “Let it be” es una medicina extraña para mi oído musical, y es que no sé cómo esa canción consigue relajarme en un 2%.
Voy a narrar lo más importante ocurrido el Jueves de la semana pasada.
Resulta que me topo en la gran mayoría de las clases con este chico, Zayn. Sus horarios son en un mayor porcentaje compatible con los míos, y eso es realmente formidable. Es un estudiante excelente ¡Con mucha energía dentro de sí! Todo lo contrario a mi persona. Practica baloncesto y da clases de inglés por las tardes, después dice ir al gimnasio y recién a las diez de la noche está en casa ¿Cómo es posible que tenga tantos ánimos para hacer todo eso, todos los días? Le pregunté que cuál era su secreto y solo se limitó a reír de manera nerviosa. Es una risa muy agradable a mí escuchar. Resultó que en las clases de Física dieron la última nota (la que me faltaba para pasar o reprobar el año). Adivina, Mark… ¡Saqué una puta F! Mi rostro se descompuso en su totalidad cuando revisé que los ejercicios estaban malísimos desde el principio. Zayn, quien se dedica a sentarse a mi junto siempre que puede, me observó con rostro compasivo y dijo “Hey, no te desanimes. Podrías charlar con el maestro para que te repita la prueba o te de un crédito extra por algún ensayo. Seguro te entenderá y te dará una segunda oportunidad”. Nunca creí que tuviera el poder de la palabra como para convencerme ¡Y RESULTO, JODER! El profesor-muy-mierda de Física me dio la oportunidad de rendir otro examen. Sabrás que, a pesar de tener esa posibilidad, no me serviría de nada sin saber la materia o el cómo aplicarla. Ahí es cuando Zayn salvaje aparece y susurra con una espléndida sonrisa “Yo puedo ayudarte. El Sábado te espero en la entrada de la escuela, de ahí vamos a mi casa, así no te pierdes ¿Te parece?”. El verdadero infierno fue la preocupación máxima de mi aspecto ese día. Hace un trillón de años que no me fijaba en qué usar o cómo lucir, mi misión era pasar lo más desapercibido posible todo el tiempo, y ocultar las partes de mi cuerpo que no me gustan. Fue realmente difícil escoger, y es que tampoco era común en mí alborotarme tanto por salir con alguien (ni siquiera era una cita, solo un plan de estudios), además la depresión reprimía casi en su totalidad mis deseos sexuales. Me puse una camisa a cuadros azules y blancos, la más amplia y larga que tenía, pero aún así mi abdomen sobresalía un poco (lo importante eran los cortes, nada que muchas pulseras de hilo no cubrieran). No sé cómo carajos, pero arreglé mi cabello de una manera no usual y dejé la gorra de lado ¡Aire puro para mi cabeza!
Llegué con media hora de retraso, pero a Zayn no le importó en lo absoluto. Cómo mierda conseguía ese chico lucir tan bien en lo que se pusiera, y esos pantalones… estoy divagando demasiado, discúlpame. “Qué buen perfume, raro. Jamás usas” fue el cordial saludo por su parte. Estoy seguro de que me puse rojo como tomate, pero intenté disimularlo con una estúpida sonrisa (creo que lo de los brackets quedará en el tintero por tiempo). No conversamos mucho durante el camino, no fue necesario de todas maneras, el silencio entre nosotros es agradable. El callejón por el que había que pasar no tenía la mejor de las famas, y luego había una eterna escalera hasta la puerta de su casa. Una adolescente un par de años menor que nosotros abrió la puerta antes de que Zayn alcanzara a sacar las llaves de su bolsillo. Su nombre es Waliyha, es una de las hermanas de Zayn y son prácticamente iguales. Oh, y es tan delgada ¡Toda su familia lo es! Me encanta ese detalle. Su casa es de lo más sencilla y tiene toques muy peculiares, propios de su descendencia, asocié. Pensé que estudiar sería horrible, aunque estuviera junto a Zayn, pero resultó mejor de lo que esperaba, y es que a este chico se le da muy bien esto de enseñarle materias sencillas a estúpidos que están a punto de repetir el año. Estuvimos fijo dos horas dándole vueltas y vueltas a mis enfermas neuronas para que algo de información almacenaran las pobres. Zayn reía constantemente ante mi torpeza, diciendo que era una persona adorable y tal. Zayn no sabe nada de mí, en absoluto. No es como que yo lo conozca en demasía, pero sé un poco más de lo que él debe saber sobre mí. No pregunta, jamás lo hace. Me ha visto “mal” dos o tres veces en las semanas que llevamos de charlar, y nada. Me encanta que respete mi silencio. Quizás con el tiempo, si nos convertimos en buenos amigos, pueda contarle y decirle todo lo que me guardo, hasta los detalles que ni Liam ni Michael ni tú, Mark, se dan por enterados.
Viernes 16 de Septiembre
Mark, había olvidado decirte que el martes pasado fue mi cumpleaños. No lo mencioné por el simple hecho de que a nadie le importa, ni siquiera a mí. Liam no ha ido a clases, está tan distante que ni sé de su existencia. Chris y mamá se largan casi todos los días a quién sabe dónde y me dejan a la deriva (nada nuevo). La única persona que me ha saludado con un gran abrazo ha sido Zayn, y no tengo ni puta idea de cómo recuerda mi fecha de nacimiento siendo que solo lo mencioné una vez cuando nos conocimos. “Te debo un regalo”, “No me debes nada, suficiente tengo con que me ayudaras en Física”, “Tonterías, algo haremos el viernes en la noche. Te pasaré a buscar a la entrada de la escuela. Lleva un buen abrigo”. Así quedamos, me alisto y voy.
Sábado 17 de Septiembre
Son las doce de la noche. Estoy vivo.
Mark, eres el único al que le puedo confiar estos detalles, el que no me juzgará y entenderá cada palabra que escribo. La noche de ayer fue lejos lo más loco que me ha tocado pasar. ¿Recuerdas que dije que Zayn tenía un amigo en la escuela antes de entrar? Es Harry Styles, un chico bien conocido por todos lados, incluso fuera del establecimiento educacional. Era su casa la anfitriona de una fiesta extravagante. No se celebraba precisamente mi cumpleaños, pero Zayn me invitó para aprovechar la ocasión. Medio mundo estaba presente, y a pesar de que nadie me conocía era saludado al estar junto a Zayn ¿Cómo es que un chico que lleva menos de un mes es tan popular?
El ambiente era perturbador para alguien como yo, pero Zayn trataba de que me integrara de alguna manera. “Bebe algo y te sentirás más a tono”, el problema eran las pastillas con las que me intoxico cada día para estar un poco más “feliz”, un detalle que mi compañero de fiesta no conocía. De un momento a otro, las luces se apagaron. Me asusté más que la mierda, aunque la música de los grandes equipos jamás se detuvo. “Tranquilo, sígueme”, susurró Zayn tomándome fuerte de la muñeca que justo llevaba cortes recientes. Solté un leve chillido de dolor, que para mi suerte Zayn interpretó como un agarre demasiado enérgico. Estaba realmente asustado, sentía muchos murmullos, risas escandalosas y gente caer de bruces al suelo. De pronto, me hallaba encerrado en un pequeño armario. Zayn profundizó su mirada en la mía. “¿Estás muy asustado?” apenas pude asentir, “Oh, entonces mejor no… te llevaré a una habitación del segundo piso. Ojalá no salgas de ahí hasta después de las cuatro de la mañana”. No entendía ni mierda, hasta me sentía borracho sin haber bebido gota de alcohol ¿Por qué prefirió llevarme a una habitación antes que con él? ¿Qué significa el “mejor no”? ¿Por qué no debía salir antes de las cuatro de la madrugada? El temor me hizo vulnerable, así que preferí obedecerle. Me quedé en una pieza sencilla, con una cama de plaza y media en el centro, unos pocos muebles y cajas apiladas. Por ahí me escondí, sacando mi teléfono cada dos por tres para ver la hora. Nada.
Eran la una con dieciséis minutos cuando la puerta se abrió de par en par. Dos personas que no pude identificar en un principio estaban muy agarradas de la cintura dándose besos apasionados, pensé “No vayan a…”. Eran dos chicos, uno se lanzó sobre el otro y luego a la cama, comenzando los toques. Enfoqué mejor mi vista, y Dios mío, se trataba de Harry Styles y el capitán del equipo de fútbol, Louis Tomlinson. De Louis me lo esperaba, muy a lo lejos podía notar sus preferencias, pero ¿Harry? Nunca se me pasó por la cabeza, aunque es tan alocado que tal vez sí. No tenía salida, no podía huir, pasar frente a ellos y que no tuvieran la furia de que contara su pequeño secreto. Estuvieron hasta como las tres y media entre mamadas y caricias enfermas que, por extraña morbosidad no podía dejar de ver. Luego, Louis estaba bajo Harry. Oh, era algo tan nuevo en mi cabeza. Si bien me gustan los chicos, nunca había visto semejante situación (ni en porno). A eso de las cuatro con diez minutos, se vistieron y se largaron, ni me notaron. Mark, estaba jodido. Me sentí como un voyerista, un contagiado; no lo pude evitar. Mi pantalón aprisionaba una erección notable a simple vista. Eché el cerrojo (no sé cómo mierda no se me ocurrió antes), me bajé los pantalones y me masturbé. A medida que lo hacía, empecé a avivar imágenes recientes, chicos atractivos que alguna vez divisé… hasta que mi mente dio con Zayn. Me imaginé a un Zayn de delgado físico acarreándome hasta la pared, follándome sin compasión. Me avergüenzo tanto de pensar en ese tipo de situaciones, pero esa última imagen mental logró que me corriera fácilmente. Cinco de la mañana, debía volver al primer piso.
Estaba amaneciendo, mucha gente estaba dispersa por el suelo, algunos yacían despiertos entre los sofás del salón principal, uno de ellos era Zayn Malik. Su mirada me trastornó, estaba perdida. “Voy a dejarte a casa”. Le dije que no se preocupara, que podía llegar solo y bla bla bla. La chaqueta de cuero que había traído si me sirvió de mucho, tal y como me había aconsejado.
Llegué a casa sano y salvo. No he vuelto a hablar con Zayn desde esa noche. Es todo tan confuso, el lunes conversaré con él. Mark, puedes creer que ni mi madre ha vuelto de su escapada con Chris, ni me ha llamado ¿nada? A veces olvido que es mi madre.
Lunes 19 de Septiembre
Zayn me pidió disculpas, muchas disculpas. Lamentaba haberme llevado a esa fiesta, y prometió nunca más llevarme a una. Ni me dieron las agallas para contarle que vi a Harry y Louis haciendo de las suyas en la habitación en la que me escondí, tal vez no fuese necesario. Me tocó dar la famosilla prueba de repechaje por la que visité a Zayn en su casa para estudiar. Creo que me fue bastante bien, lo suficiente como para aprobar y pasar el año.
Martes 20 de Septiembre
Hoy me crucé en los pasillos con Harry y le hice parar de la nada. No sé para qué, pero le tuve que decir. Fue algo más o menos así “Te vi el día de la fiesta con… bueno, tu sabes. No te preocupes, no le diré a nadie”. Él tan solo se limitó a sonreír y se marchó diciendo un “Gracias” casi inaudible. Extraño.
Jueves 22 de Septiembre
No debí hablarle sobre Zayn a Michael. Él dice que probablemente esté sumergido en el mundo de las drogas. Realmente no lo creo ¿Podrá ser? Es que se ve tan buen chico, buen estudiante, buen amigo, bueno en todo…
Viernes 23 de Septiembre
No hay nada nuevo que contar.
Sábado 24 de Septiembre
Zayn nació en el 12 de Enero. Debería ir un año adelantado ¿Verdad?
Domingo 25 de Septiembre
Zayn me envió un mensaje tipo “Invítame a un buen viaje, pequeño bastardo” ¿Qué mierda?
Lunes 26 de Septiembre
Zayn dice que nunca mandó tal mensaje de texto, más si era su número de teléfono. “No lo recuerdo, quizás fue un error”. En fin.
Liam hoy pasó por mi lado y ni me saludó. Estoy dolido por ello, se supone que es mi amigo ¿no? (el único que tengo). Pensé en buscarlo y preguntarle de inmediato qué sucedía, pero quería interrumpir su horario ni su práctica de baloncesto. Baloncesto, al igual que Zayn… tal vez sepa algo.
Por la noche
Llamar a Zayn fue mala idea. Estaba furioso, no sé qué diablos pudo haberle pasado, pero dijo “no conocer a ese desgraciado”. Llamar a Liam no fue muy distinto, pero la respuesta que me dio si despertó mi curiosidad. “No me agrada ese tipo con el que te juntas. Es mala influencia, corren muchos malos rumores sobre él. Será mejor que te le alejes o no te volveré a hablar”. Me sorprendió bastante, Liam siempre ha destacado por su madurez, y que no me hablara del tema antes y solo decidiera alejarse, deja bastante que desear. He estado tan concentrado en pensar en Zayn que ni me he deprimido tanto. No sé si eso sea bueno o incluso peor.
Martes 4 de Octubre
Creo que es definitivo: Zayn me gusta. Ahora esa leve solución a no auto flagelarme se ha convertido en una razón más para hacerlo. Gran parte de mis cortes son por él: porque sé que JAMÁS se fijaría en mí de gustarle los hombres, porque soy bajo, feo, gordo, estúpido y no tengo futuro. El otro día Chris me lo gritó ¿Te imaginas, Mark? “Cállate de una vez y dedícate a tus estudios, que vas por un pésimo destino”. Claro, mi madre no estaba. Sé que soy como la mierda ¿Cuál es la puta necesidad de remarcármelo todo el tiempo? No soy bueno para nada, ni con la guitarra lograría sobrevivir, y mi voz está la mayor parte del tiempo apagada debido al estrés que cierra mis cuerdas vocales. Otra vez uno de los maestros insiste en que repita el año, que me ayudará a pensar, reflexionar sobre mi vida y escoger una carrera con mayor madurez. Tendré que soportar toda la mierda un año más ¿y pretende que sume otro? Ni de broma. Me siento mal, no creo poder seguir escribiendo.
Lunes 17 de Octubre
Nada mejora. Liam definitivamente me dejó de hablar. Le he dejado más de treinta mensajes de texto y veintitrés en su buzón de voz ¡Nada! Michael no para de darme pastillas que en vez de darme ánimos, me hacen sentir peor que antes. Las vacaciones de Chris acabaron, pero mi madre sigue igual de ausente. Extraño a Greg, quisiera que volviera a casa y me diera un fuerte abrazo, un beso en la frente y me convenciera de que todo estará bien. No puedo esperar a salir de la escuela para huir de aquí de una buena vez. Trabajaría en lo que fuera, todo sea por no estar bajo el mismo techo que esos individuos que tienen el descaro de llamarse mi familia. Mis heridas cicatrizan lento. La comida me tortura cada que baja por mi garganta, no paro de comer, estoy hecho una porquería. Zayn ya no me observa con el mismo (casi nulo) interés, siento que hasta le doy pena. Se supone que los amigos se preocupan, se interiorizan y cosas por el estilo, pero Zayn no hace nada. A veces quisiera que dejara de “respetar mi silencio” como tanto lo hace.
Viernes 21 de Septiembre
Hoy comí en Nando’s. Una chica se reía de mí. Yo también lo haría.
Miércoles 28 de Septiembre
Colapsé. Mi cuerpo, mente y alma no pudieron resistir más. Ahora mismo estoy en cama tomando una sopa caliente de espárragos y viendo mil maneras de morir.
Eran las 12:23 am y estaba en clases de Estadística. Zayn no se sentó a mi lado, estaba prácticamente solo al final del salón. Había estado comiendo bien (como cerdo), pero me sentía con una enorme fatiga. Mis manos temblaban, mi vista se nublaba a ratos y sentía nauseas, estaba del asco. Escondí mi cabeza entre mis brazos, el montón de hojas sobre la mesa y la capucha del buzo que llevaba puesto. Lloré. Lloré demasiado. Ni idea de si lo hice en silencio o si la clase hacía oídos sordos, porque absolutamente nadie notó lo que me sucedía (ni Zayn…)
Lo peor vino al término de la clase. Todos se habían largado menos él y yo. Me costó ponerme en pie, arreglar mis útiles y acercarme al umbral de la puerta para salir rápido en dirección al baño. No di ni diez pasos y mis piernas temblaban, amenazaba con caer. Pude divisar a Zayn dando la vuelta, en extremo preocupado (vaya), correr hacia mí y fin de la historia. Me desvanecí.
Había perdido el conocimiento. Cuando abrí mis ojos, ya estaba en mi casa, y una mirada invadía en la mía. Esos ojos almendrados, perdidos y extraños preguntaban por mi bienestar. “Estaba tan preocupado, me alegra que despertaras. Llamé a tu casa y tu madre vino enseguida, te trajimos hasta acá y te recostamos. Ella dijo que era normal, que no tenía de qué preocuparme, pero imposible. Yo le dije que…” ya después no tenía importancia. Cuando Malik se pone nervioso, habla un montón de barbaridades, y de forma tan aprisa que con suerte le entiendes. Además, su acento está muy marcado. Oh Mark, hace tiempo que no me daban estas crisis… por suerte ya no queda mucho para salir de clases. Por cierto, pasé de año.
Domingo 1 de Octubre
Durante el desayuno, usaba una playera que divisaba una infinidad de cortes en ambos brazos. Mi madre se percató de ello, se paralizó por un par de segundos y luego se largó a llorar. Fue lo más extraño que me ha tocado luego de mi crisis de estrés ¿Se preocupa? ¿Le importa? Porque la mayor parte del tiempo parece que no, y que venga ahora a llorar sobre la leche derramada es imbécil. Simplemente paso de ella.
Hoy Zayn me acarició la mejilla sin razón aparente. Eso me hizo sonreír ampliamente, me sentí bien durante un par de segundos. Es increíble.
Desearía saber sus preferencias, algo, no sé. Un indicio. Es contradictorio de mi parte saber que no tendría una oportunidad con él ni en un millón de años, y al mismo tiempo ilusionarme con que se pueda fijar en mí. Lo único que espero por ahora es pasar el examen físico del martes el cual, sin dudar, quedaré en último lugar (es un honor, Mark. Tenlo presente).
Última edición por Brirish Fakeness el Dom 01 Dic 2013, 8:38 am, editado 1 vez
Invitado
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Re: Paraíso oscuro: el diario de un chico solitario [Ziall]
Hola:3
Me ah encantado la trama.
Niall se me hace como un pequeño muñeco
de trapo.
¿Y que con Liam? Quizas que paso entre el y Zayn :/
Me ah encantado la trama.
Niall se me hace como un pequeño muñeco
de trapo.
¿Y que con Liam? Quizas que paso entre el y Zayn :/
Amelie.
Re: Paraíso oscuro: el diario de un chico solitario [Ziall]
Hola!
Me ha encantado -Tu nove o es ¿One SHot?-
Pobre de mi Nialler se corta...
Liam ya no le habla al pequeño, Zayn casi no le hablaba y su madre... que no se preocupa por su hijo -Latigable- que esta sufriendo.
Bueno pero al menos Zayn acaricio la mejilla de Mi bebe y luego su madre vio sus cortes y se hecho a llorar
Bueno...
Bye y abrazos psicologicos :hug:
Hop.
Re: Paraíso oscuro: el diario de un chico solitario [Ziall]
Creo que si es un one shoot jeje siguela esta genial
Liam no le habla a ni, Zayn tampoco y su mama no se preocupa pobre ni YO SI TE AMO
siguela
sarilla123
Re: Paraíso oscuro: el diario de un chico solitario [Ziall]
¡Chicas! Les agradezco mucho sus mensajes de recibimiento a mi historia. No les respondí antes porque tenía intenciones de que fuera con la actualiación (no, no es un oneshot ¡Va a seguir! Con capítulos indefinidos)
Les prometo que actualizaré este fin de semana, tipo sábado en la noche. Estoy a final de año, últimos examenes y todo lo que eso implica ): pero luego tendré más tiempo y no duden de que seguiré con ésto y otras historias que vayan surgiendo
xxxxx
Invitado
Invitado
Re: Paraíso oscuro: el diario de un chico solitario [Ziall]
¡Perdón! El día de ayer se me fue de las manos y hoy tuve que hacer, pero peor es tarde que nunca. Disculpas si hay algo mal escrito, no me di el tiempo de revisarlo a fondo.
Parte dos
Martes 3 de Octubre “Pasar” es una palabra, que realmente sea una línea de acción, lo veía difícil. Tuve problemas en el examen físico, marchó peor de lo que esperaba. Tengo que tomar vitaminas (sin receta médica), ya que al parecer no basta con todas las mierdas que trago a diario. Lo curioso es que Zayn no se presentó al examen. Más bien, luego de la primera clase no lo volví a ver.
Vagar por los pasillos se ha convertido en una costumbre para mí, no me incomoda andar solo la mayor parte del tiempo (distinto es que me incomode a que me guste), es una situación que aprendí a aceptar.
Lejos lo más curioso sucedió cuando llegué a casa. Tuve una especie de pelea con mamá, en la cual ella decía que me cambiaría de escuela. En vez de alterarme, gritar o contradecirle, me reí, siempre he creído que es imposible que mi madre ejecute algo de lo que diga. Pero su convicción esta vez fue distinta, y a los minutos me asusté. No quería irme de allí, con lo que me cuesta adaptarme y pretende llevarme a otro lugar ¿Qué piensa? ¿Que el hecho de cambiarme a otro establecimiento hará que todos los problemas se solucionen? Mark, mátame ahora.
Sábado 7 de Octubre
Mark, esto está del terror. Michael me ha pedido el diario para poder profundizar más sus percepciones sobre mí ¡Jamás mencionó algo como eso! Además es poco ético, es por eso que los diarios de vida son privados ¿Me parece? Es realmente increíble lo que ese tal Michael pretende hacer (y no se lo permitiré). Hasta empiezo a dudar de la veracidad de ese psicólogo (ya pillé la diferencia), quién sabe si ha conseguido un título falso o algo así ¡Son situaciones que no solo pasan en las películas! Y es que mi “progreso” no se nota desde que me medico con él. Por un lado, le agradezco la idea de este diario, así voy recordando el por qué sigo con vida o el por qué muchas veces he querido quitármela. Ni de broma le permitiré que revise tus páginas, Mark ¡Sobre mi cadáver!
Miércoles 11 de Octubre
Quise escribir ayer, pero mi mano flaqueaba de un leve temblor y mis nervios estaban de punta. Realmente no sé qué mierda pensar todavía (siendo que todo pasó hace exactamente 24 horas). Me enteré de que Zayn ya no pertenece al equipo de baloncesto. Le pregunté, y no obtuve respuesta. Nadie quiere responder a mi pregunta, es una circunstancia que todos lamentan ya que, al parecer era un muy buen jugador. Fuera de eso, es la clase de Literatura la que quiero comentar.
Las mesas están juntas, pero los segmentos van de a dos personas. Lo que supone que mi segmento es compartido con Zayn. Juro que nadie, ni siquiera el más estudioso de la clase, tomaba en cuenta las palabras de la maestra que nos cultivaba con la estructura arquetípica del Don Quijote y mierdas varias.
Cada uno en su sitio hacía lo que le convenía; por mi parte, miraba hacia un punto imaginario en el pizarrón, casi creerías que prestaba atención. De un segundo a otro, una mano se colaba en mi espacio personal a la altura de la rodilla: la mano de Zayn. Era cálido, compasivo y piadoso, un simple gesto. Pero sus delgados dedos se abrían y cerraban en un suave movimiento, similar a un cariño. Lo único que atiné a hacer es sonreír casi diminutamente. Su extremidad fue subiendo poco a poco por mi muslo, era como una chica cualquiera emocionada porque su chico ideal le estaba tocando, la emoción era tan plena que ni podía reaccionar. Las cosas se salieron de control cuando la tela de mi pantalón se convirtió en el único impedimento para que la piel de la mano de Zayn tomara contacto con mi parte íntima. Me preguntaba en qué minuto Zayn se hallaba acariciando mi miembro, en qué planeta sucedía todo realmente, y lo más inquietante, cuáles eran sus intenciones. Mi mirada paralizada pudo rotar en noventa grados, localizando la contraria. Esos ojos perdidos, viajeros, rojos como la ira misma, presentes otra vez. Pareciera que hubiera llorado mucho, sus ojeras estaban marcadas, sus transcendencias hinchadas y sus pupilas sobresalían del tamaño usual. Zayn Malik no detenía su toqueteo, y yo no pude hacer nada para impedirlo.
Hoy tuve la intencionalidad de preguntarle qué había sido todo lo de ayer, pero se le veía tan bien… volvía a ser ese chico que me gustaba, el de siempre, el buen alumno, el linda sonrisa, todo eso.
Mark, tengo el presentimiento de que Zayn está tras algo tan complicado, pero suficiente tengo con mi vida como para meterme en la de él ¿Será que por eso no se inmuta siquiera al verme llorar?
Jueves 12 de Octubre
Ha fallecido un familiar, algo así como un primo en tercer grado. Mañana tendré que faltar a clase para ir al funeral y al entierro. No será para nada agradable.
Viernes 13 de Octubre
Sí, tengo a la mitad de mi familia en Mulligar y la otra mitad en Londres. Por diferentes adversidades del destino, varios de mi familia irlandesa se encontraban en el velorio.
El día partió muy agitado. Todo el mundo llamando a mamá, Chris afinando detalles monetarios y yo acarreando mierdas pesadas en el auto. Me regañaron más de lo usual, que por qué no me he bañado, que si comí algo, que si me tomé las pastillas, que por qué andaba tan mal vestido todavía ¡Cómo pretenden que les obedezca si estoy haciendo todo lo otro en ese minuto!
Mamá me manejó toda la vestimenta, procuró colocarme bien la camisa para que no pudieran notar las cicatrices de mis muñecas, colocar mi cabello de tal forma que no pareciera un pordiosero y, por sobretodo, verme lo más feliz y natural posible. Mi familia (si es que se le puede llamar con esa etiqueta) es por sobre todo una careta. Nadie comenta nada sobre los tíos, primos o hermanastros, cada quién por su lado.
Cosas como mi depresión no se saben, las tratan de manejar lo más oculto posible (por alguna razón mi familia no es la única que hace eso, y yo no entiendo por qué aparentar algo ante gente que es tu propia sangre es algo bien visto). Mientras intentaba aguantar la respiración para abrocharme los pantalones del traje (¡Qué novedad!), pensaba en lo horrible que podría ser encontrarme con medio mundo allá: las típicas preguntas de cómo voy en la escuela, que si tengo amigos, que si tengo novia, que si ya tuve sexo, que qué pienso estudiar, o si pretendo trabajar, y un montón de derivados. Comentarios como “¡Pero qué alto y guapo está tu hijo!”, siendo que no crezco desde los 13 y “guapo” no he sido nunca.
El camino en carretera fue lo de menos y yo no pude dejar de pensar en Zayn. En todo su ser y lo ocurrido el martes. De pronto mi mente se cruzó con Liam y me deprimí, casi al borde de un sollozo. Se me hace imposible creer que hace un mes y semanas, todo marchaba tan bien entre nosotros.
Llegar a la catedral fue sin duda lo más incómodo. Todas las vistas se fijaban en nosotros, se llevaban condolencias de un lado para otro y yo estaba tan a la deriva que no hallaba qué hacer para estar a tono. Se me ocurrió acercarme al ataúd y visualizar al difunto, y mi memoria reaccionó y pude reconocer a un chico con el que solía jugar en mis años de infante. Le interrogué a una abuela junto al candelabro si sabía de qué había fallecido, me pegó una furiosa flecha de desaprobación y se largó. Después de eso me di cuenta de que nadie hablaba del difunto, nadie preguntaba de qué murió o qué tan bueno fue durante su estadía en la tierra.
Lo curioso es que me preguntaron solo dos o tres veces cómo estaba, y con una falsa sonrisa les respondía que muy bien, que mis calificaciones mejoraban con creces y que pretendía estudiar Medicina. Tantas mentiras juntas me daban ganas de estar en el lugar del muerto.
Sin previo aviso, Chris me llama y me trata de recordar a Meleidane, una supuesta amiga de infancia y discurso barato. Yo la miraba y re miraba tratando de recordar, pero nada. Traía una corta melena castaña, muy frágil a simple vista, al igual que su figura y su sonrisa. Le dije que estaba atiborrado de tanta gente, y me invitó dar una vuelta por el jardín del recinto.
No fue necesario que intercambiáramos palabras para darnos cuenta de que estábamos pasando por situaciones similares. Ignoraba a sus padres tal y como le ignoraban, se desahogaba en sí misma y en lo tangible que le rodeara, y sonreía durante la tarde porque eso le dijeron que hiciera. Un brazalete rojo en su muñeca izquierda y lo supe: no había podido reconocer a Meleidane porque en su pasado tenía mucho más cuerpo que ahora. Ahí asocié que lo más probable es que tuviera un desorden alimenticio. No le quise preguntar, pero hasta me sentí egoísta de siempre estarme quejando de mi físico siendo que otros se la lían peor.
Durante el velorio y los minutos de reflexión, Meleidane me agarraba la mano y la apretaba con fuerza. Le devolvía el apretón y nos sentíamos el uno al otro.
Pensé muchas cosas. Una de ellas, es saber si al apretujar la mano de Zayn podría sentir su dolor, saber si realmente nos comprendemos de manera recíproca o al menos hay conexión.
Lo otro y creo yo, más importante, es lo que llamamos amor. No amaba a Meleidane, pero sentía un cariño especial al saber que podíamos ponernos en el lugar del otro. Mark, a veces pienso que si los padres trataran de hacer esto mismo con esos hijos que tanto dicen amar, no se tendrían que ocultar malas situaciones ni tendríamos que escribir diarios para que psicólogos sepan de verdad qué diablos está pasando por nuestras mentes.
P.D: Mi primo de tercer grado que apenas recordaba se había suicidado.
Lunes 16 de Octubre
He oído muchas veces que las probabilidades más altas de padecer un trastorno es que en el historial familiar se detecte uno o más casos. Sin saber la veracidad de este rumor, tuve la brillante idea de preguntarle a mamá sobre ello.
El fallecimiento de ese primo fue el talón de Aquiles para preguntarme tal cosa. Si alguien se suicida, es por una depresión previa ¿No es así?
Mi madre estaba atacada: “¿Cómo se te ocurre preguntar algo así? ¿Crees que porque somos tu familia tenemos que estar enfermos también?” Lo único que pude hacer en ese momento fue tomar mi maleta y largarme de allí (sin antes tener que tragarme toda la pena de que mi propia progenitora me tratara cual infectado.
Martes 17 de Octubre
Mark, a que no te enteras que ha pasado hoy. Y cómo mierda podrías enterarte si yo soy quién te escribe y te cuenta todo ¿eh? Definitivamente la locura está haciendo mi mente más retorcida, junto con las pastillas de felicidad asegurada que me receta el fracasado de Michael.
Estoy en algo así como… Dios, escribí de la hostia. Pertenezco a un mini-club durante clases que es de expresión oral y corporal. Sí, algo como teatro.
Es raro que con mi personalidad o forma de ser ante el mundo me vaya a meter en algo como eso, pero en realidad hay una sola gran razón para emocionarme, asentir y quedarme hasta que la escuela cierre si es necesario: Zayn. Él me ha invitado a que me una, algo a lo que sin chistar dije que sí.
Ahí es donde descubro que los profesores son más humanos cuando hacen talleres o actividades extra programáticas, y ver a una antigua profesora de Lenguaje en una nueva faceta suena hasta a antítesis.
Lo más clave del taller, además de presentarme ante un montón de ineptos y raros (sí, incluso más que yo), fue “la llave de la confianza”. En mi perra vida había oído hablar de una dinámica así, pero luego es cuando recuerdo que con suerte sabía jugar a los clásicos de la infancia como para conocer algo más. “La llave de la confianza” consistía en caminar una primera ronda con los ojos abiertos, y nunca dejar de mirar a la persona que se nos cruzara por el frente directo a los ojos. Cuando la profesora dijera “alto”, debíamos de compartir una pregunta simple sobre nuestras vidas. A la segunda ronda, los ojos debían estar cerrados. A la tercera, a ojo cerrado y solo podías susurrar. A la cuarta ya ni caminabas ¡Mark, como gusanos! Bueno, como bebés, gatear por todos lados, encontrar a alguien y decirle lo que quisieras. Todas las rondas eran cada vez más difíciles de captar, de desarrollar e inclusive, de tolerar. A medida que pasaba el tiempo, pude darme cuenta de que muchos se aburrieron, cogieron sus chaquetas y se fueron. No tenía ni idea de cuántas personas quedaban, hasta que me había dado una vuelta entera por todo el escenario y pude asegurarme de que solo había alguien más gateando, olfateando y compartiendo conmigo. Cuando nos tocó encontrarnos, yo ya estaba lo suficientemente desesperado como para irme en el acto.
“Cojan sus manos, conózcanse, háblense, siéntanse. Yo me iré, les dejaré en su reflexión”. Algo más o menos así. Tomamos nuestras manos; pude notar su nerviosismo y esa persona el mío. Tenía ganas de llorar, por el día de ayer, por el anterior a ese, y el mes pasado, y el año, y los últimos años, y mi vida entera. Incluso, por Zayn. Pretendía susurrar unas palabras en eso que me da un fuerte apretón. Su desesperación me recordó a Meleidane, y lo comprendí. La persona que tenía en frente era Zayn ¿Quién más si no?
Tenía que comprobarlo, así que comencé diciéndole cosas simples. Nada muy personal. Tampoco demasiado a la ligera. Su pura respiración era como un suave y constante asentir de su parte, así es como comprobaba que el contrario, Zayn a mi parecer, me escuchaba.
Llegó un minuto (sesenta segundos contados), en que la situación se forjó incómoda e inesperada. Lo único que puedo recordar eran frases al azar y sin sentido: “No te preocupes de eso, aguarda”, “Nada nos quitará lo que es nuestro, te lo prometo”, “Si hay algo que detesto más que este hogar, es tu presencia en ella”, “No te juraré nada, solo espérame hasta fin de mes”, “Ya se me acabaron las excusas para no hablarle”, “Tengo miedo de lo que pueda pasar”. Y la que me hizo estremecer: “Quiero decirle que estoy bien, pero me mentiría a mí mismo al igual que como él lo hace conmigo. Estoy asustado de su reacción, es frágil”.
Mark, tiene que quedarte claro de que la mayoría de las frases (por no decir todas), fueron escritas según lo que mi mente recuerda del día. La única frase que es un 98% igual a la original, es la que me llamó más la atención.
Al escuchar su voz pude comprobar mi incertidumbre ¡Realmente era Zayn! Pero ¿A quién diablos se refería con que no le miente, que teme su reacción y encima es frágil? No es por nada, Mark, no es que quiere subirme la fama o algo por el estilo, pero la mayoría de sus amigos (los que ve en la escuela y los que vi en la fiesta) no se ven para nada frágiles, ni agresivos, ni con ganas de mentirle a Zayn como para que no les confíe algo tan simple (asumiendo que lo es).
Me siento igual que Zayn. Quiero decirle que estoy bien, aunque me mienta a mí mismo, aunque él lo haga consigo. Estoy realmente, muy asustado. Creo ser incluso más frágil que él.
Miércoles 18 de Octubre
Como nunca, estoy molesto. De verdad molesto. Espero pase luego. Te escribiré el lunes, Mark.
Lunes 23 de Octubre – Martes 24 de Octubre
En ocasiones me pregunto si la gente puede ver mi tristeza. También me pregunto y me cuestiono si realmente soy como creo ser. Hoy ha sido el día más mierda y a la vez el mejor del mes.
Liam no me hablaba de hace un buen rato, pero a pesar de todo quedamos para realizar juntos un proyecto. El sábado debía de llegar a mi casa a eso de las tres de la tarde. Impuntual, algo extraño en su persona. No pudimos avanzar todo lo que tenía previsto, y es que con Payne la palabra “trabajo” no se me hace tan complicada. Se largó y me dijo “Mándame tu parte, que yo lo arreglo todo y te lo mando para que te lo aprendas”. Hasta ese punto, todo marchaba bien.
Llegó el día lunes, y me ha dicho que le faltan cosas, que me lo mandaría todo a eso de las siete. Liam nunca me había dado ese drama, para ser franco. Ya todo el cuadro no me calzaba. Dieron las ocho, las nueve, y así hasta las diez y media. El proyecto estaba desordenado, ningún párrafo encajaba con el siguiente, y a simple vista parecía que todo fue copiado y pegado de una página de internet. Estaba realmente molesto, y no por la calificación que pudiera obtener (eso es lo de menos), sino por su actitud tan inesperada ¿Desde cuándo Liam me hacía esa clase de jugarretas?
Hoy presentamos el proyecto, no nos fue muy bien. Lo peor vino después, cuando saqué agallas de no sé dónde y me dio por encarar a Liam: “¿Qué pretendes? ¿Por qué actúas de esa forma conmigo? Se supone que somos amigos”
Su mirada fue directa a mis pupilas, irradiaba un odio incalculable, algo jamás visto por su parte. Si alguna vez Liam Payne se había molestado conmigo, por muy mínimo que fuera, me lo decía y de manera muy apacible. Mi mundo se quebró cuando me dijo las siguientes palabras (las tengo grabadas y se repiten una y otra y otra vez…)
“Si bien es cierto que eres un fracasado, además le sumas a tu impotencia de resolver un conflicto. Siempre huyes, jamás asumes nada. Si me he juntado conmigo y te he tratado de buena manera, es porque me das pena, y mucha. Ni siquiera te merezco por ser un compañero, solo porque eres un ser humano, y ni a la persona más víbora como tú le podría hacer algo así”
El corazón se me detuvo, no podía creer ni una sola palabra que Liam pronunciaba, ni hilarlas entre sí para concordar una frase coherente. Titubeando le pregunté si toda esa palabrería tenía que ver con Zayn.
“¡Ah! Con respecto a ese imbécil. Te lo diré por lo mismo que te expliqué, ni alguien como tú merece que le hagan daño, así que escúchame bien. Zayn es una peor persona que tú, y dudo que puedas verlo, ya que entre malhechores se entienden. Intentará seducirte por todos los medios, así luego podrá utilizarte para sus traumas infantiles, y cuando se aburra de ti, buscará a alguien más. Te lo digo por experiencia propia: Zayn ya me ha cagado un par de veces, en el pasado. No permitas que te haga lo mismo”
Y luego de todo aquello, se marchó. No pude aguantar más, así que volví a casa, y tras de un par de horas de llantos, aquí me tienes, Mark. Siento que Liam se contradice, no estoy seguro siquiera de si esa persona que acabo de escuchar es realmente Liam. ¿Soy yo el que huye? Siendo que él me evitaba todo el tiempo que me veía junto a Zayn.
Me siento demasiado basura como para seguir, espero lo entiendas. Buenas noches, Mark. Y dulces sueños.
Miércoles 25 de Octubre
Liam me mensajeó: “Estás crucificado para mí. No intentes hablarme o acercarte, será mejor así. Ya no te sentarás en nuestra mesa”
“Nuestra mesa” es porque, a pesar de que Liam era mi único amigo, él sí tenía un grupo y compartíamos la hora de almuerzo. Yo apenas charlaba, se me da mejor el escuchar, aunque cuánto desearía que me escucharan… por suerte te tengo a ti, Mark.
Le pregunté a Zayn si podía almorzar mañana con él y no tuvo ningún problema. No cruzamos palabras, pero el ambiente es ameno estando a su lado. Ya ni sé si siento algo por él.
Jueves 26 de Octubre
El día estuvo tranquilo, sin contar los nuevos cortes en mi muñeca izquierda y los suministros de pastillas diarios. Almorzar con Zayn fue algo incómodo; jamás lo pensé así. Con suerte prueba bocado, quizás por eso es tan delgado.
Viernes 27 de Octubre
Me está entrando una desesperación terrible el analizar y asumir que con cada bocado que doy, subo de peso. Retrocedo en el tiempo y recuerdo a Meleidane, la pongo como ejemplo para no cometer más locuras de las que me gasto.
Sábado 28 de Octubre
Mamá me ha dicho que no me cambiará de escuela, que son trámites largos y dinero extra que no pretende pagar, así que optó por algo más sencillo y que, según ella y Michael, me ayudaría a distraerme: Vacaciones en Mulligar. Le recalqué varias veces que quedaba menos de un mes para terminar, que esperar a esa fecha sería mejor que interrumpir lo que me queda de año. Para variar, no escuchó mis sugerencias. El lunes partiremos.
Domingo 29 de Octubre
Asumir que Liam ya no forma parte de mi vida no ha sido tarea sencilla. El ha sido el único que ha estado a mi lado ante cualquier momento de debilidad. Mark, ya es hora de que te cuente sobre el Viernes Negro.
El Viernes Negro data al 3 de Marzo del año pasado. Mi trastorno (en ese entonces no le llamaba así, menos pensaba en asumir que padecía de algo “grave”) no estaba siendo medicado regularmente, y había dejado de ver a Michael. Falté más de una semana a clases, y cuando decidí volver, cometí intento de suicido al fondo del laboratorio. Me duele hasta escribirlo, con decir que no salgo vivo de ello ni de broma de no ser porque Liam justo entró al salón. Nunca había visto un rostro tan desesperado por mí, ni siquiera en mi madre.
El Viernes Negro me confirma que esa persona que dice odiarme, no es más que una falsa faceta ¿Por qué si odias a alguien le salvarías de la muerte? Claro, su argumento es “que ni alguien como yo se merece algo así”. Quizás esté equivocado.
Lunes 29 de Octubre
No he podido despedirme de Zayn, el saldo de mi teléfono celular se acabó, y durante el viaje no tendré internet. Absolutamente nadie sabe dónde estoy o qué estoy haciendo ¿A quién le importa, realmente? Vuelvo a pensar en Zayn, me lastima tanto saber que no le importo.
Dejaré de escribir en ello que duren mis vacaciones en Mulligar. Pensaba hacerlo antes, cuando viera a Greg, para contarte lo maravilloso que es y lo que me alegra verlo, pero Chris me advirtió que andaba fuera del país por una firma del trabajo ¿Te has preguntado cuándo fue la última vez que sonreí? El último día que pasé con Greg antes de que nos marcháramos a Londres, hace más de dos años…
Lunes 11 de Noviembre
Hace dos semanas no pensaría escribir algo como esto, Mark ¡Pero realmente estoy contento! Las vacaciones han marchado más que bien, mi familia en Mulligar me acogió como si despertara de una pesadilla, cocinaron un montón de platillos deliciosos (comí sin culpa alguna), y hasta me suspendieron las pastillas por unos días para que pudiera beber cerveza como el resto. No soy un gran aficionado de las bebidas alcohólicas, pero si todo el mundo lo hacía, lo disfrutaba mucho más que de hacerlo solo.
Me reí ¡Joder, estaba exhausto de tanto hacerlo! Aún no puedo creerlo. Hace tanto que no reía, que hasta mi propia risa era irreconocible a mis propios oídos. Luego de mucho tiempo, sentí
que mi madre me miraba con cariño al verme sonreír.
Un par de noches antes de partir vuelta a Londres, mamá me abrazó con dulzura. No supe cómo corresponderle, todo se me hizo muy repentino y fugaz. Me encantaría, no te imaginas cuánto, Mark, volver a ser el chico que era antes, para que mi madre me pudiera amar. Ese es el problema, para volver a ser el de antes, mi madre debería amarme.
Martes 12 de Noviembre
Creo que ha sido demasiado precipitado y cruel decir que mi madre no me ama. Uno asume que las madres aman a sus hijos, pero no pretende que amen más a sus parejas que a esos bichos que engendró en su vientre. Tal vez pueda decirte algo que a Michael no le he nombrado: siento celos de Chris. El se lleva la atención de mi madre todo el tiempo, atención que por parte podría dedicarme ¿No es así?
Volver a Londres es como volver a la soledad, a la amargura, a esa puta depresión. Es ahí donde recuerdo que el problema no comenzó en Londres, sino mucho antes. Echarle la culpa a una ciudad sería infantil.
Lo bueno de volver, fue divisar a Zayn a lo lejos, que él notara mi persona y corriera a abrazarme. Debo decir que sentir el abrazo de Zayn fue más reconfortante que el de mi propia madre. Quizás, hasta más genuino.
Miércoles 13 de Noviembre
Zayn me ha invitado a salir. Y no, no junto a sus amigotes, no en fiestas distorsionadas, hablamos de una cita de verdad. Mark, una puta cita. UNA CITA. Bueno, para él no será una cita, pero para mí, será mucho mejor que eso. El Jueves después de clases; de todas maneras la finalización de año (por no decir, asqueroso baile de graduación) es el sábado.
No puedo esperar, debo verme bien (o intentarlo).
Viernes 15 de Noviembre
El día de ayer fue estupendo, nada podrá en esta vida de mierda que tengo superar lo vivido el jueves.
Me desperté dos horas antes de lo usual, desayuné balanceado y me di el lujo de tardarme un montón en arreglarme. Chris lo notó justo antes de salir, diciendo a voz tenue “luces bien”.
Las clases se me hicieron eternas esperando a que llegar la tarde del día, solo para poder pasar lo que quedara de tiempo para estar a su lado. El reloj marcó las 4:55pm y corrí a la entrada. Zayn me esperaba con una de esas sonrisas que me encantan. Intenté hacer lo mismo, pero algo en mis expresiones faciales falló y no logré esbozar nada. Caminamos en silencio un par de cuadras, y por lo menos se trataba de un silencio agradable y que temía interrumpir.
La brisa del atardecer estremeció mis brazos, y Zayn me prestó su chaqueta de cuero para que se me pasara (aún no entiendo cómo tantos kilos que me gasto permiten que me de frío a pesar de todo). Llegamos a una cafetería algo costosa, la verdad es que no traía mucho efectivo conmigo y no creí que entraríamos a un lugar de ese calibre. Mi compañero de ojos almendrados pudo percibir mis pensares, y me dijo “No te preocupes por nada, yo voy a pagar todo”.
Merendamos como reyes, el lugar y cada platillo simulaba una once francesa, lo único que desentonaba en todo el ambiente éramos nosotros, tan británicos y apropiados a la época como cualquier adolescente.
A medida que la conversación fluía, me daba confianza para preguntarle cosas. Ahí es cuando partí por lo más importante (o situación que recordaba mejor), sobre por qué ya no practicaba con el equipo de baloncesto. En un principio me preguntó si no había oído rumores sobre él, y yo sinceramente le respondí que no. Dijo que le quitaba tiempo de todo lo que hacía. Claramente, yo le creí ¿podía mentir alguien tan atractivo y silencioso como Zayn Malik? Se me hace imposible de imaginar.
Dudé en mencionarlo, pero recordé la tarde en el “taller de teatro”, como le decíamos. Se echó para atrás, casi se le cayó el bocado de los labios y me miró con un deje de furia. Finalmente, se excusó: “Había tenido un problema en casa, por eso estaba tan atolondrado y dije mierdas sin sentido ¿Te quedó claro?”
Entre bromas (después de un eterna afonía), le pregunté que de dónde había sacado dinero para pagar semejante local, siendo que antes me ha pedido prestado dinero (y yo no he tenido problema en pasárselo, incluso sin cobrar de vuelta). Creo que fue lo más estúpido que se me ocurrió comentar, ya que se levantó de la silla, pagó la comida, me tomó del brazo y me sacó a la fuerza de allí.
Llegamos a un puente que tenía una vista increíble, de un cielo estrellado, con nubes rebeldes y un río de agua que corría cual novia siendo descubierta tras una infidelidad. Me hallaba tan perdido buscando metáforas para el paisaje, pensando en si alguna vez me casaré y si me serán infiel, que poco después pude sentir el pecado mismo sobre mis hombros. Zayn me abrazó, o más bien, me rodeó todo el cuerpo. Éramos como uno solo, sus piernas con las mías, sus brazos y mi tronco formando una silueta, y su barbilla apoyada cerca a mi clavícula. La mudez reinaba en la escena. Besó mi cuello una, dos, tres veces seguidas. Yo solo podía cerrar los ojos y suspirar. Dejó sus labios sobre mi piel por un largo rato, una eternidad. Nunca me han besado en los labios, pero no creo necesitar de eso. He comprobado que los besos en el cuello son la mejor píldora para este trastorno depresivo mayor. Al carajo con Michael, mi puta familia, los cortes en mis brazos y mi peso. Yo tan solo quiero (necesito) a Zayn Malik.
Invitado
Invitado
Re: Paraíso oscuro: el diario de un chico solitario [Ziall]
lo amo loamo porfavor siguela sii daleee
la
la
NikoHoran
Re: Paraíso oscuro: el diario de un chico solitario [Ziall]
Oh, lo ame.
Zayn es tan lindo con Niall, pero no se como Niall no noto que se
referia a él
cuando dijo lo de que era muy frágil. ¿Por que se refería a el no?
Bueno, síguela pronto,
Adiós<3
Zayn es tan lindo con Niall, pero no se como Niall no noto que se
referia a él
cuando dijo lo de que era muy frágil. ¿Por que se refería a el no?
Bueno, síguela pronto,
Adiós<3
Amelie.
Re: Paraíso oscuro: el diario de un chico solitario [Ziall]
Parte tres
Domingo 17 de Noviembre
Los “bailes” en Mulligar, o por lo menos en la escuela a la que solía asistir, eran la mierda más aburrida que no asistía ni la mitad de la generación. Organizaban su propia fiesta en la casa del más popular, se sacaban fotos dándose besos con desconocidos y capturaban a más de uno colocándole las bolas en el rostro al primero que cayera al suelo por los efectos del alcohol. Claro está que nunca asistí a ese tipo de cosas.
No tenía alguna razón de peso que me motivara a asistir, aunque fuera mi penúltimo año y, después de tantas desgracias, lograra pasar.
Mamá y Chris me molestaban constantemente para que fuera, que me comprara una linda camisa o una mejor corbata, y que conviviera con Liam. Si supieran…
Lo que sí logró cambiar mi parecer y de manera rotunda fue ¡adivina! Pues sí, se trata de Zayn. El día de ayer e mensajeó a último minuto para decirme que tenía ganas de ir solamente si contaba de mi presencia, ya que no consiguió ninguna pareja para aquel entonces. Evitando soltar un chillido de emoción, le mencioné que estaría allí a las seis (el baile comienza a las siete, pero siempre nos mandan a ajustar detalles de alguna tontería).
Mamá me prestó su tarjeta de crédito, asumiendo o suponiendo que no gastaré más de lo necesario. A estas alturas debería de saber que no soy un chico al que le interese gastar dinero en sandeces.
Todo fue a la velocidad de la luz, mi compra, mi cambio de ropa, mi llegada a la escuela. Tuve que morder mi labio inferior al visualizar a Zayn con su traje y… Dios, se veía increíble. Lamento ser tan adolescente en momentos así, logro descolocarme por completo.
Lo de la foto fue un lío, había un montón de chicas de mi clase sin pareja, y “pidieron prestado” a Zayn para fotografiarse ¡Por favor! Si aún no salimos de esta mierda, qué más da una fotografía de penúltimo grado. Sí, me puse celoso (de no estar en el lugar de las chicas).
La comida estuvo okey. Por segunda vez consecutiva en la semana, disfruto de la cena sin sentimiento de culpa. El arrepentimiento vendría después.
La música y el ambiente fue más divertido de lo que imaginé, y mis expectativas de por sí no eran muy altas debido a todas mis experiencias lastimosas en Mulligar. Siempre lo he dicho, si en Irlanda no hay cerveza, todo es tedioso.
Hubo un momento de la noche que fue sin duda el mejor: bailar con Zayn. Muy cerca el uno del otro. JESÚS.
Llevaba un buen rato sentado en la mesa que nos asignaron, tomando ponche y observando el ambiente. No estaba aburrido, pero (por supuesto, siempre hay un “pero”), apreciaba que todo podría ser un poco diferente. Zayn se acercó, sonrió y extendió su mano, “vamos a bailar, por algo insistí en que vinieras”. Al principio fueron simples movimientos, ninguno de los dos tenía muy marcado el ritmo o el baile en la sangre, pero hacíamos el intento por no desentonar ante el resto de nuestros compañeros de clase.
Me esperaba que una canción lenta apareciera para representar en la pista, sin más no creí que fuera tan pronto. No había vuelta atrás, y aunque los nervios me invadieran, cedí el puesto a que los delgados dedos de Malik se colaran por mi cintura. Justo en ese instante, eché una rápida mirada a los demás bailarines novatos que gozaban de la noche. Cada pareja estaba enfocada en sí misma, ninguna mirada se dirigía hacia nosotros. No es como que me importara, pero tuve curiosidad por saber. Me enfoqué en los vestidos que lucían las chicas, y cómo las manos de sus parejas encajaban tan bien en sus figuras, como si hubieran nacido para ser colocadas allí. En ocasiones siento que no nací para estar con una mujer, o que en el peor de los casos, debí de ser una, tal vez así Zayn se fijara en mí de otra manera…
Divagué demasiado, terminó por dolerme la cabeza. Las extremidades de Zayn seguían el compás de la música, y las manos continuaban afianzándome. Yo no estaba en ese espacio temporal y físico, me hallaba perdido en otra parte. Empecé a deprimirme (más de lo que es común), pensando en cómo los otros chicos disfrutaban de aferrarse a un cuerpo tan bello como el de las chicas, y Zayn debía de conformarse conmigo ¿No sentirá repulsión o algo por el estilo? ¿No le incomodará tener que estar tan junto hacia mí?
Esos tortuosos pensamientos fueron alejados de mi mente por dos razones: la canción ya había terminado, y Zayn me miró a los ojos. Sentí pena de haberme escapado, de no haber vivido la canción junto a él. Como si mi mente tuviera poderes, la canción siguiente era lenta también. Tenía una segunda oportunidad, y debía de aprovecharla.
Los ojos de Zayn continuaban mirándome fijo, estaba muy nervioso como para decirle algo, cuando prosiguió a acercar sus labios a mi oído y susurrar una frase que me vino como anillo al dedo: “Me encanta estar así, contigo. No te menosprecies.”
En el “así”, hizo del agarre algo todavía más firme, como si pudiera enterrar sus uñas en mi piel, atravesando todo el ropaje que llevaba puesto. Confirmé una pregunta que escribí días atrás, esa que decía si habrá alguien que pueda notar mi tristeza. Logró ver mi interioridad, y darse cuenta de lo perdido que me encontraba durante el primer lento. El segundo fue maravilloso, finalmente me sentía vivo en la escuela.
Terminada la velada, el baile o lo que sea, Zayn me acompañó hasta casa. Dijo que era de lo más sencillo llegar, y que lo más probable es que me visitara algún día de sorpresa.
Otro detalle importante es que no divisé a Liam en toda la noche. Adiós Mark, aprovecharé mi ocio viendo una película de terror.
Domingo 24 de Noviembre
Estoy aburridísimo. Ya no sé en qué gastar mi tiempo. Debería de conseguir un empleo.
Lunes 25 de Noviembre
Zayn desapareció del mapa ¡Y cuánto lo extraño! Necesito verle, o mínimo que responda cuando le llamo.
Martes 26 de Noviembre
Quiero besos en el cuello. Sus besos en mi cuello.
Miércoles 27 de Noviembre
¡Hoy ha sido el mejor día de todas las vacaciones! Y dudo de que algo pueda superarlo (las dos semanas en Mulligar no cuentan).
Estaba en mis peores ropas, sin mamá y sin Chris, cuando llaman a la puerta. A que no adivinas, Mark.
Se trataba de Greg ¡Joder, mi hermano! Al cual no veo hace años. Mi emoción fue tal, que le abracé muy fuerte, y no lograba parar de llorar. Greg me acariciaba el cabello y me decía “Tranquilo, tranquilo Nialler, que si continúas así me iré por donde me vine”. Con esa mierda logró que me calmara, dios. Era una combinación tan grata de tenerlo cerca, lo extrañaba tanto y me hacía tanta falta, que de solo tenerlo por un par de minutos me recobró la fuerza que había perdido y que Zayn me daba en cierta medida para (sobre)vivir.
Greg tiene un amplio sentido del humor y gran carisma. Por lo general, mi familia es así, y aunque no lo creas, Mark, en un pasado también lo era. Solía ser un joven gracioso, agradable al resto y adorable para muchos. Me reía constantemente de todo, y mi risa contagiaba a quien me escuchara. Solo en ocasiones me gustaría volver a ser así, para hacer reír a Zayn que, a pesar de todo, se ve que no es muy feliz. Después de todo lo vivido, he logrado darme cuenta.
Nos sentamos en uno de los sofás de la sala de estar, que con suerte Chris usa después del trabajo. Lo primero que destacó en mi fue algo como “Has engordado, Niall. Creo que te ves mejor así”. Era obvio que su comentario tenía una intencionalidad, una manera de rescatar algo bueno tras verme perdido en mis propios problemas. Sé que le deprimía, y demasiado, poder presenciar en carne propia lo que estaba viviendo. Greg es la única persona de mi familia que realmente me conoce y logra entender una porción de mí. Algo es algo.
Me dijo “Ve a bañarte y no tardes. Te invito a salir”. Dicho y hecho, salimos de casa hechos un rayo. Ninguno de los dos soportaba estar entre esas paredes, expresó que hasta podía percibir las malas vibras en la casa cual vidente.
Michael me ha dicho muchas veces que dar un paseo, recrear la vista o ejercitar las piernas dando vueltas por la manzana ayuda a distraer, refrescar la mente y perderme un rato. Que entre más encerrado me quede en mi mundo, es peor ¡Incluso! Que podía ir y escribir mi diario en otro ambiente, para tener nuevas ideas o pensamientos positivos. Ahora mismo no sé si ese imbécil sea o no un charlatán, lo importante es que lo que me ha sugerido es tremendamente cierto, sin embargo, nunca es tarde para partir.
Vagar por las calles con Greg fue lejos el mejor comienzo. Ahora sí, estoy dispuesto a cambiar. Me llené de vitalidad, por fin tengo la voluntad de seguir adelante. No voy a dejar que esto me siga consumiendo. Greg será mi pilar, aunque no esté presente en cuerpo.
Comimos unos hot-dogs y me contó sobre su vida. Le va estupendo, arrienda un departamento a medias con su actual novia, Keith. Por lo que me contó, es una chica muy dulce ¡Y bella! Me mostró al menos sesenta fotos de ellos juntos, se le ve más que felices.
Todo muy bien hasta que sus preguntas atacaron.
- ¿Y la escuela? (típico)
- Pasé. (muy típico)
- Es lo importante ¿Tus amigos? (extremadamente típico y mierda, qué decía)
- Creo tener un muy buen amigo.
- ¿Crees tener? ¿Las personas se poseen?
- No me refería a eso… escogí una mala palabra o, tal vez no sé cómo explicar.
- Podrías partir por su nombre.
- Zayn Malik.
- ¿Pakistaní? (Sin duda el gen inteligente no lo obtuve yo)
- Exacto.
- Ten cuidado, Niall. (Cuando me llama por mi nombre, quiere decir que es significativo).
- ¿A qué te refieres con ello?
- En mi trabajo he podido observar a un sinfín de personas diferentes. Compartí tratados en grupos pakistaníes y es complicado. Nunca sabes qué piensan hacer, o cuando cambiarán de parecer.
- Zayn no es al máximo porcentaje pakistaní. Su familia lleva años viviendo en Inglaterra.
- ¿Es aquello una justificación para tus raíces y cultura? Podrías llevar años viviendo en Inglaterra, pero tu sangre y forma seguirán siendo de Irlanda, Niall.
El resto no lo recuerdo del todo y carece de relevancia.
Al volver a casa, mamá y Chris lo recibieron con una cena. Claro, se dieron por enterados de que las maletas en la sala de estar no se trataban de una preparación a mi huída, y se esforzaron inútilmente por parecer interesados.
Degusté todo, pero no me apeteció demasiado, Greg se veía entusiasmado, pero no tanto a como lucía conversando conmigo. Planea estar una semana, y planea también darme el mayor tiempo a mí a la hora de compartir. Me prometió la playa y andar en bicicleta. Yo le creo, siempre le creo. Antes de dormir, me dio las buenas noches murmurando “No le digas a nadie, ni a tu diario. Eres mi persona favorita, el mejor hermano del mundo”. Sucedieron dos hechos insólitos: te estoy contando ahora, Mark. Y sonreí, genuino.
Miércoles 4 de Diciembre
Ganas de escribir tuve muchas veces, para relatar las bonitas experiencias junto a Greg y mucho más, pero gocé tanto la semana junto a él, que Mark, pasaste a segundo plano.
Nos tuvimos que despedir en el aeropuerto hace dos horas. Fue la mierda más mierda, en especial que no estará para las festividades como Navidad y Nuevo Año.
No lloré, nada más porque Greg no me lo permitió. “De ahora en adelante, llorarás cuando algo realmente esté roto. Nuestro lazo continúa, no lo olvides. Estaré en Irlanda siempre que me necesites, así que tranquilo. Usa la tecnología para algo bueno y llámame, no es tan difícil. Cuídate, duende”.
De lo único que me arrepiento con creces, es no haberle contado sobre mis sentimientos hacia Zayn.
Domingo 15 de Diciembre
Chris me ha conseguido un empleo ¡Enhorabuena! Algo que hiciera este pelmazo por mí. Es un pequeño local de pizza, tan independiente y desconocido, que ni el nombre vale la pena recordar. El jefe me ha dicho que por ser nuevo, debo comenzar limpiando los baños, recogiendo los platos de la mesa y actividades denigrantes (sin ofender a los que se ganan la vida haciendo esto). No tengo ni puta idea de qué le habrá mencionado Chris al jefe sobre mí, seguramente le di mucha pena y optó por dejarme. En fin, al menos tengo algo que hacer. Mañana comienzo con mi primer turno ¡Deséame suerte, Mark! Estoy seguro de que la necesitaré.
Lunes 16 de Diciembre
Mi primer día ha sido una PORQUERÍA con todas sus letras juntas, combinada, variadas, permutadas. Qué estoy diciendo, tanto cloro en mis narices me enloqueció. Mi jefe (maldito hijo de puta), es la PORQUERÍA más grande que he conocido de persona, y creí conocerlo todo en la vida. Me daré el lujo de escribir PORQUERÍA muchas veces y en mayúsculas, para que sientas la PORQUERÍA tanto como yo. El nombre de ese maricón es Giorgio Barbieri, un viejo gordo, gritón y típico italiano. Me trató mal la mayor parte del tiempo, me regañaba por cualquier cosa ¡Y eso que ni cometí tantos errores! Que los platos se retiran por la izquierda, que hay que esperar a la propina, que la propina ni de broma es mía, que debo usar un limpiador específico para cada cosa, que no sabía ni cómo caminar, que bla bla bla. ¿Cuánto aguantaré toda esta mierda? Quién sabe. No requiero el dinero, solo necesito ocupar mi tiempo. Para colmo, me tocó cerrar a mí, y el viejo de mierda dijo que si robaban o algo malo sucedía en la noche, la culpa sería mía y tendría que pagar. Estoy segurísimo de que lo que sea que rompa le dará más dinero que los clientes que tiene en un turno completo.
Martes 17 de Diciembre
Me di cuenta de que luego de escribir PORQUERÍA el día de ayer ¡no lo escribí más! Y la idea era que la página estuviera llena de esa palabra, así que… PORQUERÍA, PORQUERÍA, PORQUERÍA, TODO ESTO ES PORQUERÍA.
PORQUERIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA.
Listo, me desahogué.
El día de hoy no fue muy diferente al de ayer. Me cargaron más tareas, terminé muy agotado. Ahora mismo estoy por quedarme dormido mientras escribo… pero Mark, debo compensarte esa semana en la que estuve ausente por la visita de Greg.
Hay tres chicos más trabajando conmigo: Max, Darío y Gilbert. Son todos mayores que yo, veintitrés, diecinueve y veinticinco respectivamente. El menor de los tres, Darío, me ayuda con un par de quehaceres en la limpieza, pero apenas le ven en esa labor, lo mandan a tomar pedidos o a estar tras la caja registradora.
Lo peor que me han mandado a hacer hoy es descargar el camión. Había una infinidad de ingredientes, frutas, verduras, bebidas y mierdas que parecían ser de la casa de Giorgio, seguramente para remodelar el lugar. Claro, como yo soy el chico con más fuerza, me mandan a hacer la tarea pesada. Por eso hoy cerramos más tarde de lo normal, me encontraba COMPLETAMENTE SOLO acarreando todas las PORQUERÍAS del camión y a la bodega luego. Prefería mil veces limpiar el baño.
Viernes 20 de Diciembre
Por fin acaba la semana. Mamá me ha preguntado (interesada) en por qué llego tan tarde todos los días, ni que fuera la escuela. No tengo intención alguna de mencionarle lo mal que me tratan, de todas formas, es solo el jefe. El resto de mis compañeros hacen lo posible por hacerme el día agradable, hasta que ven que el jefe Giorgio merodea cerca y vuelven a lo suyo. Lo más incómodo de mi trabajo (sin contar la porquería de mi jefe), es tener que andar con los brazos descubiertos a la hora de limpiar. A último minuto cuando vuelvo a lo de las mesas, recuerdo que los cortes y cicatrices están a la vista, corro a mi locker (sí, tengo uno ¡hurra!) y voy por un buzo o algo para cubrirme. Me da miedo a que alguien los vea, me dan vergüenza.
Giorgio dijo que podíamos extender nuestros turnos hasta la Noche Buena y la Navidad, donde dice trabajará 24/7. Simplemente pasé de ello con un “No gracias, lo pasaré en familia”. Giorgio me miró sin ningún gesto, como si aprobara mi decisión o la sintiera correcta.
Lo más terrible de esa “decisión correcta”, es que es una fachada. No tengo intenciones de pasar una Navidad, mucho menos con mi familia, tan solo no quiero verle la cara de estúpido al jefe y tenerlo gritándome en el oído todo el día.
Sábado 21 de Diciembre
Ha pasado algo increíble, maravilloso. Jamás olvidaría a Zayn de mi mente, es algo que no podría permitirme a menos que ya no sienta absolutamente nada hacia su persona, ni siquiera respeto. Últimamente he estado tan concentrado en hacer bien mi trabajo de verano, que no he podido contactar a Zayn. Es despertar, comer, trabajar, trabajar, apenas comer otra vez, trabajar, llegar a casa, dormir. Así me la llevé toda la semana.
Zayn me llamó por teléfono, diciéndome que quiere pasar la Navidad junto a mí. Yo quedé tipo “Wow, ha de ser una broma”, y creo que lo susurré por el auricular, ya que me confirmó con un “¡Joder que no, no es una broma, Niall!”. Pretende que vayamos a un centro comercial poco conocido donde darán una obra de teatro que, probablemente me agrade. Obvio que le dije sí, sin siquiera preguntar a mi familia si podía no estar aquel día o si me iba antes, aún no concordamos la hora y esos asuntos.
Debo ver un regalo especial para él. Se lo merece, ya que luego de tanto, es el único que sigue a mi lado.
Lunes 23 de Diciembre
La conversación con mamá fluyó más o menos así.
- ¿Qué haremos para Noche Buena?
- Lo que se hace todos los años, Niall ¿Qué más podríamos hacer?
- ¿Cenaremos tipo diez de la noche?
- No me presiones, aunque tengo entendido que Chris tiene turno hasta tarde ese día, quizás cenemos después.
- Ah.
- ¿A qué se debe tanta pregunta?
- Tengo pensado salir ese día.
- ¿No pasarás la Noche Buena con nosotros?
- Dependerá de qué tan tarde cenemos.
- Será tarde.
- Entonces no. La pasaré con un amigo, me invitó a una obra de teatro.
- ¿Te van esas cosas?
- Algo.
- Okey. No llegues muy tarde.
Esa es la comunicación que adoro con la familia.
Martes 24 de Diciembre
¡Se viene Noche Buena, Mark! Y mañana Navidad. De pequeño me costaba ver la diferencia entre estos días, y también me perdía en el Año Nuevo.
Voy a arreglarme y a juntarme con Zayn. Nos veremos a eso de las diez con quince.
¡Adiós!
Miércoles 25 de Diciembre
The Rocky Horror Show: es el nombre de la obra, de nuestra primera obra.
A eso de las 10:16pm ya estaba en el sitio acordado, la puerta de entrada al pequeño y sencillo centro comercial. Lo más noble del lugar era sin duda los adornos, estaba todo muy navideño, quizás en extremo. Pero en ese momento, todo me parecía perfecto.
Zayn se veía más que atractivo al caminar, observando hacia todos lados con cierta desconfianza en su mirada, su cabello escondido tras un gorro de algodón, y su delgada figura acolchada por un abrigo marrón. Nos saludamos con un amplio abrazo, como si no nos viéramos de tiempo y… oh, es cierto, ya habían pasado unas semanas desde nuestro último encuentro.
A las 10:33pm la obra daba comienzo. Quedé estupefacto, era algo completamente nuevo para mí, y me agradó mucho desde un principio. Cada escena representaba una locura, y más de alguna coincidía con mis enfermos pensamientos. Hubo un instante en el cual me puse a pensar en los cortes de mis brazos, y en que el último que me hice databa hace dos días atrás, y ya ni recuerdo el motivo de por qué lo hice. La gente se cuestiona demasiado o demasiado poco las acciones antes de llevarlas a cabo. No sé qué clase de persona soy, solo sé que hago las mierdas que se me ocurren. Tal y como se me ocurrió reírme en una escena de la obra en la cual no debía. Zayn sonrió al ver que yo reía ¡Creo que nunca me había visto antes haciéndolo! Y seguro se moría de ganas por verme así de bien otra vez, tal y como yo moría. Lo más interesante fue sentirse partícipe de lo visto, vivirlo como testigo. Zayn no tenía idea de que el público respondía a varias escenas de la obra con elementos de utilería, él solo sabía el argumento principal y que era una comedia musical de culto que valía la pena ver. No se equivocaba.
Yo sentí que la obra duró más allá de las 12:00pm, y no me equivocaba. Cuando salimos del centro comercial, mi reloj apuntaba las 12:25pm. Dimos unas vueltas muy apegados el uno del otro. Llegamos a un parque de atracciones. No estábamos muy entusiasmados de entrar, pero a Zayn le fascinan los juegos de darle al blanco y ganar premios tontos si acierta. Estuvo en eso varios minutos, y yo no me aburría, era un verdadero horror show del cual disfrutaba como secuela. Al final de los aciertos, podía canjear un premio gordo, y optó por un tierno y adorable duende ¡Adivina quién tiene gemelo! Nos reímos mucho cuando me obsequió su premio.
Compramos de esas brochetas baratas con mostaza y nos largamos a cualquier lugar. Yo seguía a Zayn, pretendiendo que me llegaba a un lugar concreto y que solo él conocía, pero estaba equivocado ¡Caminamos sin rumbo hasta las una de la mañana!
En el instante en que supe la hora, me alarmé un tanto. Y no, no es porque mi madre me haya dicho “no vuelvas muy tarde”, es porque no había andado jamás a esas horas de la noche por Londres, y menos acompañado de solo una persona que, a veces creo que con suerte se puede cuidar a sí misma. Estoy seguro de que Malik tiene un sexto sentido o algo, porque me cogió por la cintura, aferrándome hacia él y continuamos el paso diciéndome “No te preocupes. Si estás conmigo, no te sucederá nada. Lo juro”.
Luego de mucho recorrer, llegamos a una playa. Nos corrimos al sector más recóndito y peligroso (qué recurrente…), y ahí nos instalamos. Me recosté a mirar las estrellas por un momento, percatándome de que no había saludado a Zayn con el típico Feliz Navidad ¿Estaría de más? No sé, preferí callar hasta recordar el obsequio que tenía para él.
- Te traje algo
- ¿De veras? No debías
- Pero lo hice
No soy de esa clase de personas que se apasiona por lo material, pero si me gusta que si te regalan algo material, tenga un significado. Y eso es lo que hice. Busqué un elemento neutro que lo representara, le compré una cadena y lo hice accesorio. Lo saqué del bolsillo de mi saco, y con cautela rodeé su cuello con el regalo y le ajusté lo suficiente como para que al inclinarse, pudiera verlo. Su sonrisa al notarlo fue indescriptible, estaba sin palabras. Yo me emocioné un montón también.
Volví a mi posición anterior luego de un “Gracias”. Me perdí; logró traerme de vuelta.
- Yo también tengo algo para ti, Niall
No entendía ¿También tendría un dije como regalo? ¿Nos habíamos puesto de acuerdo? Mis ojos se perdían en los suyos, tratando de encontrar una respuesta coherente a ese manso silencio junto al mar. La noche pese a todo era cálida, todo aquello me ponía nervioso. Sonrió, el dorso de su mano se encontraba acariciando mi mejilla derecha, el contacto fue óptimo. El mundo se paralizó, éramos Zayn, yo y la brisa que se colaba por mis pantalones.
Uno, dos, tres, cuatro, cinco segundos, y nuestros labios ya estaban juntos. Sus ojos pardos ya se habían cerrado, mi impresión era tal que tardé un par de segundos más en hacer lo mismo. Creo que fueron treinta segundos exactos en donde ninguno de los dos se inmutó a hacer algo, hasta que una de las manos de Zayn se coló por mi nuca y enredó mis cabellos en sus dedos. Ahí presioné un poco, entreabrí la boca un tanto y el resto, ya es historia.
Puedo decir con seguridad y una alegría que no sentía desde la infancia, que mi primer beso fue el mejor. Luego de aquello, de todo lo dulce y tímido del contacto, nos separamos y seguimos disfrutando la noche. Llegué a mi casa a las cinco de la mañana; todos dormían, a nadie le importaba.
Nada puede sacarme de esta burbuja.
P.D: Chris me regaló un libro de título muy interesante. Mamá lo de siempre, ropa.
P.D. 2: Gracias Mark por escucharme.
Viernes 27 de Diciembre
No he hablado con Zayn desde ese día. Tengo miedo de que todo haya sido rollo del ambiente y tal. Tengo miedo, mucho miedo.
Es ahora cuando mi autoestima me falla. Siempre abajo, siempre.
Sábado 28 de Diciembre
Ya me acostumbré al pésimo trato y agitado ritmo de trabajar para Giorgio. Decidí tomar full-time los últimos días del año, incluyendo el primero de Enero. Es raro, este hombre nunca descansa. Ay, italianos…
Viernes 3 de Enero
No me encuentro bien.
Me he fijado que ocupo la palabra “no” demasiado en todo lo que escribo, al igual que la palabra demasiado, joder con ello. No quiero echarle la culpa a eso de “ya empezamos el año y las cosas van mal”, eso es de pendejos. Y si bien soy un pendejo depresivo y estúpido, no caeré tan bajo como para creer en algo así.
Había empezado a leer el libro que Chris me regaló, y me estaba distrayendo de lo mejor cuando siento que algo se rompe en la cocina. Husmeo desde mi recámara, y todo estaba allí, planteado, expectante frente a mis ojos, un verdadero horror show. Mi madre con sus dos brazos cubriendo su rostro, casi a punto de caer al piso, un vaso quebrado en miles de pedazos por el suelo, y un Chris con el rostro lleno de rabia y las manos empuñadas. Me quedé ahí, observando y sin hacer nada, preferí que así se diera. El mal rato pasó y cada uno volvió a lo suyo.
A veces no entiendo a mi madre, y mi madre no me entiende a mí. Tener tantos años de diferencia con todos es un verdadero problema. Estoy seguro de que no se imaginan lo solo que me debo sentir. Excepto Greg, él es mi gran excepción.
En estos últimos días he llegado tan cansado del trabajo donde Giorgio, que ni he necesitado de las píldoras para dormir, caigo rendido directamente a la cama.
No pensaré más, iré a dormir. Adiós Mark, dulces sueños.
Jueves 9 de Enero
Me descuidé, no lo vi venir. Fue muy incómodo, realmente incómodo. Mis brazos no llevaban más que cicatrices, mi piel estaba sanando rápidamente y eso era bueno. Pero la última semana volví a caer. Otra vez mi muñeca izquierda se llevó lo peor de los días, el mejor filo de la navaja. Tengo una marca muy profunda, lo peor que me he hecho, debo decir. Es fácil de ver a simple vista si no lo cubres bien, justamente lo que olvidé hacer.
Me hallaba en la bodega ordenando un par de cosas, Max me advirtió que probablemente me faltara poco para entrar al segundo nivel, estar tras la caja y tomar pedidos. Cruzaba los dedos para que aquello ocurriera pronto. Sorpresa, había vuelto del baño y no había bajado los puños de mi camisa, seguían recogidos más arriba del codo.
Entra en escena Gilbert, un rubio (natural, no como yo) alto y silencioso, ni lo percaté a mi lado hasta que uno de los tomates de una caja se cayó de su lugar directo al suelo.
- Hermano ¿Te encuentras bien?
No supe de qué hablaba, mi cara registraba un claro “¿Qué?” al momento de ordenar lo que se había caído. En ese instante recién pude percatarme de mis miembros y lo descubiertos que estaban. Estaba congelado, él no dijo nada.
Dejé la caja en donde debía estar (bastante lejos del centro en el cual nos encontrábamos), y aproveché de arreglarme las mangas de la camisa. Al volver, la mirada de Gilbert continuaba perdida. Es el mayor, pero lo hippie de su alma le hace representar menos. Sin duda, es bastante maduro y su manera de ver la vida es interesante. Más interesante se tornó todo cuando me dirigió la palabra otra vez.
- ¿Qué edad se supone que tienes?
Entendí la pregunta, pero no sus intenciones.
- Tengo diecisiete.
- Se supone que tienes diecisiete, pero lamento decirte que Lennon no piensa igual.
- ¿Hablas de John Lennon?
- No lo llames, deja que descanse en paz.
- Tú lo mencionaste primero…
- Te quedan demasiados años para que tu piel se estropee por cuenta propia. No te adelantes.
- ¿Y tú qué mierda sabes?
Y el secreto de Gilbert era también mío. Levantó su larga playera y descubrí su abdomen. Ahí comprendí a lo que se refería. En ese caso, Gilbert tiene más de veinticinco.
Le respondí tan mal, y de verdad no quise hacerlo.
Mark, me da miedo tener más de diecisiete.
Los “bailes” en Mulligar, o por lo menos en la escuela a la que solía asistir, eran la mierda más aburrida que no asistía ni la mitad de la generación. Organizaban su propia fiesta en la casa del más popular, se sacaban fotos dándose besos con desconocidos y capturaban a más de uno colocándole las bolas en el rostro al primero que cayera al suelo por los efectos del alcohol. Claro está que nunca asistí a ese tipo de cosas.
No tenía alguna razón de peso que me motivara a asistir, aunque fuera mi penúltimo año y, después de tantas desgracias, lograra pasar.
Mamá y Chris me molestaban constantemente para que fuera, que me comprara una linda camisa o una mejor corbata, y que conviviera con Liam. Si supieran…
Lo que sí logró cambiar mi parecer y de manera rotunda fue ¡adivina! Pues sí, se trata de Zayn. El día de ayer e mensajeó a último minuto para decirme que tenía ganas de ir solamente si contaba de mi presencia, ya que no consiguió ninguna pareja para aquel entonces. Evitando soltar un chillido de emoción, le mencioné que estaría allí a las seis (el baile comienza a las siete, pero siempre nos mandan a ajustar detalles de alguna tontería).
Mamá me prestó su tarjeta de crédito, asumiendo o suponiendo que no gastaré más de lo necesario. A estas alturas debería de saber que no soy un chico al que le interese gastar dinero en sandeces.
Todo fue a la velocidad de la luz, mi compra, mi cambio de ropa, mi llegada a la escuela. Tuve que morder mi labio inferior al visualizar a Zayn con su traje y… Dios, se veía increíble. Lamento ser tan adolescente en momentos así, logro descolocarme por completo.
Lo de la foto fue un lío, había un montón de chicas de mi clase sin pareja, y “pidieron prestado” a Zayn para fotografiarse ¡Por favor! Si aún no salimos de esta mierda, qué más da una fotografía de penúltimo grado. Sí, me puse celoso (de no estar en el lugar de las chicas).
La comida estuvo okey. Por segunda vez consecutiva en la semana, disfruto de la cena sin sentimiento de culpa. El arrepentimiento vendría después.
La música y el ambiente fue más divertido de lo que imaginé, y mis expectativas de por sí no eran muy altas debido a todas mis experiencias lastimosas en Mulligar. Siempre lo he dicho, si en Irlanda no hay cerveza, todo es tedioso.
Hubo un momento de la noche que fue sin duda el mejor: bailar con Zayn. Muy cerca el uno del otro. JESÚS.
Llevaba un buen rato sentado en la mesa que nos asignaron, tomando ponche y observando el ambiente. No estaba aburrido, pero (por supuesto, siempre hay un “pero”), apreciaba que todo podría ser un poco diferente. Zayn se acercó, sonrió y extendió su mano, “vamos a bailar, por algo insistí en que vinieras”. Al principio fueron simples movimientos, ninguno de los dos tenía muy marcado el ritmo o el baile en la sangre, pero hacíamos el intento por no desentonar ante el resto de nuestros compañeros de clase.
Me esperaba que una canción lenta apareciera para representar en la pista, sin más no creí que fuera tan pronto. No había vuelta atrás, y aunque los nervios me invadieran, cedí el puesto a que los delgados dedos de Malik se colaran por mi cintura. Justo en ese instante, eché una rápida mirada a los demás bailarines novatos que gozaban de la noche. Cada pareja estaba enfocada en sí misma, ninguna mirada se dirigía hacia nosotros. No es como que me importara, pero tuve curiosidad por saber. Me enfoqué en los vestidos que lucían las chicas, y cómo las manos de sus parejas encajaban tan bien en sus figuras, como si hubieran nacido para ser colocadas allí. En ocasiones siento que no nací para estar con una mujer, o que en el peor de los casos, debí de ser una, tal vez así Zayn se fijara en mí de otra manera…
Divagué demasiado, terminó por dolerme la cabeza. Las extremidades de Zayn seguían el compás de la música, y las manos continuaban afianzándome. Yo no estaba en ese espacio temporal y físico, me hallaba perdido en otra parte. Empecé a deprimirme (más de lo que es común), pensando en cómo los otros chicos disfrutaban de aferrarse a un cuerpo tan bello como el de las chicas, y Zayn debía de conformarse conmigo ¿No sentirá repulsión o algo por el estilo? ¿No le incomodará tener que estar tan junto hacia mí?
Esos tortuosos pensamientos fueron alejados de mi mente por dos razones: la canción ya había terminado, y Zayn me miró a los ojos. Sentí pena de haberme escapado, de no haber vivido la canción junto a él. Como si mi mente tuviera poderes, la canción siguiente era lenta también. Tenía una segunda oportunidad, y debía de aprovecharla.
Los ojos de Zayn continuaban mirándome fijo, estaba muy nervioso como para decirle algo, cuando prosiguió a acercar sus labios a mi oído y susurrar una frase que me vino como anillo al dedo: “Me encanta estar así, contigo. No te menosprecies.”
En el “así”, hizo del agarre algo todavía más firme, como si pudiera enterrar sus uñas en mi piel, atravesando todo el ropaje que llevaba puesto. Confirmé una pregunta que escribí días atrás, esa que decía si habrá alguien que pueda notar mi tristeza. Logró ver mi interioridad, y darse cuenta de lo perdido que me encontraba durante el primer lento. El segundo fue maravilloso, finalmente me sentía vivo en la escuela.
Terminada la velada, el baile o lo que sea, Zayn me acompañó hasta casa. Dijo que era de lo más sencillo llegar, y que lo más probable es que me visitara algún día de sorpresa.
Otro detalle importante es que no divisé a Liam en toda la noche. Adiós Mark, aprovecharé mi ocio viendo una película de terror.
Domingo 24 de Noviembre
Estoy aburridísimo. Ya no sé en qué gastar mi tiempo. Debería de conseguir un empleo.
Lunes 25 de Noviembre
Zayn desapareció del mapa ¡Y cuánto lo extraño! Necesito verle, o mínimo que responda cuando le llamo.
Martes 26 de Noviembre
Quiero besos en el cuello. Sus besos en mi cuello.
Miércoles 27 de Noviembre
¡Hoy ha sido el mejor día de todas las vacaciones! Y dudo de que algo pueda superarlo (las dos semanas en Mulligar no cuentan).
Estaba en mis peores ropas, sin mamá y sin Chris, cuando llaman a la puerta. A que no adivinas, Mark.
Se trataba de Greg ¡Joder, mi hermano! Al cual no veo hace años. Mi emoción fue tal, que le abracé muy fuerte, y no lograba parar de llorar. Greg me acariciaba el cabello y me decía “Tranquilo, tranquilo Nialler, que si continúas así me iré por donde me vine”. Con esa mierda logró que me calmara, dios. Era una combinación tan grata de tenerlo cerca, lo extrañaba tanto y me hacía tanta falta, que de solo tenerlo por un par de minutos me recobró la fuerza que había perdido y que Zayn me daba en cierta medida para (sobre)vivir.
Greg tiene un amplio sentido del humor y gran carisma. Por lo general, mi familia es así, y aunque no lo creas, Mark, en un pasado también lo era. Solía ser un joven gracioso, agradable al resto y adorable para muchos. Me reía constantemente de todo, y mi risa contagiaba a quien me escuchara. Solo en ocasiones me gustaría volver a ser así, para hacer reír a Zayn que, a pesar de todo, se ve que no es muy feliz. Después de todo lo vivido, he logrado darme cuenta.
Nos sentamos en uno de los sofás de la sala de estar, que con suerte Chris usa después del trabajo. Lo primero que destacó en mi fue algo como “Has engordado, Niall. Creo que te ves mejor así”. Era obvio que su comentario tenía una intencionalidad, una manera de rescatar algo bueno tras verme perdido en mis propios problemas. Sé que le deprimía, y demasiado, poder presenciar en carne propia lo que estaba viviendo. Greg es la única persona de mi familia que realmente me conoce y logra entender una porción de mí. Algo es algo.
Me dijo “Ve a bañarte y no tardes. Te invito a salir”. Dicho y hecho, salimos de casa hechos un rayo. Ninguno de los dos soportaba estar entre esas paredes, expresó que hasta podía percibir las malas vibras en la casa cual vidente.
Michael me ha dicho muchas veces que dar un paseo, recrear la vista o ejercitar las piernas dando vueltas por la manzana ayuda a distraer, refrescar la mente y perderme un rato. Que entre más encerrado me quede en mi mundo, es peor ¡Incluso! Que podía ir y escribir mi diario en otro ambiente, para tener nuevas ideas o pensamientos positivos. Ahora mismo no sé si ese imbécil sea o no un charlatán, lo importante es que lo que me ha sugerido es tremendamente cierto, sin embargo, nunca es tarde para partir.
Vagar por las calles con Greg fue lejos el mejor comienzo. Ahora sí, estoy dispuesto a cambiar. Me llené de vitalidad, por fin tengo la voluntad de seguir adelante. No voy a dejar que esto me siga consumiendo. Greg será mi pilar, aunque no esté presente en cuerpo.
Comimos unos hot-dogs y me contó sobre su vida. Le va estupendo, arrienda un departamento a medias con su actual novia, Keith. Por lo que me contó, es una chica muy dulce ¡Y bella! Me mostró al menos sesenta fotos de ellos juntos, se le ve más que felices.
Todo muy bien hasta que sus preguntas atacaron.
- ¿Y la escuela? (típico)
- Pasé. (muy típico)
- Es lo importante ¿Tus amigos? (extremadamente típico y mierda, qué decía)
- Creo tener un muy buen amigo.
- ¿Crees tener? ¿Las personas se poseen?
- No me refería a eso… escogí una mala palabra o, tal vez no sé cómo explicar.
- Podrías partir por su nombre.
- Zayn Malik.
- ¿Pakistaní? (Sin duda el gen inteligente no lo obtuve yo)
- Exacto.
- Ten cuidado, Niall. (Cuando me llama por mi nombre, quiere decir que es significativo).
- ¿A qué te refieres con ello?
- En mi trabajo he podido observar a un sinfín de personas diferentes. Compartí tratados en grupos pakistaníes y es complicado. Nunca sabes qué piensan hacer, o cuando cambiarán de parecer.
- Zayn no es al máximo porcentaje pakistaní. Su familia lleva años viviendo en Inglaterra.
- ¿Es aquello una justificación para tus raíces y cultura? Podrías llevar años viviendo en Inglaterra, pero tu sangre y forma seguirán siendo de Irlanda, Niall.
El resto no lo recuerdo del todo y carece de relevancia.
Al volver a casa, mamá y Chris lo recibieron con una cena. Claro, se dieron por enterados de que las maletas en la sala de estar no se trataban de una preparación a mi huída, y se esforzaron inútilmente por parecer interesados.
Degusté todo, pero no me apeteció demasiado, Greg se veía entusiasmado, pero no tanto a como lucía conversando conmigo. Planea estar una semana, y planea también darme el mayor tiempo a mí a la hora de compartir. Me prometió la playa y andar en bicicleta. Yo le creo, siempre le creo. Antes de dormir, me dio las buenas noches murmurando “No le digas a nadie, ni a tu diario. Eres mi persona favorita, el mejor hermano del mundo”. Sucedieron dos hechos insólitos: te estoy contando ahora, Mark. Y sonreí, genuino.
Miércoles 4 de Diciembre
Ganas de escribir tuve muchas veces, para relatar las bonitas experiencias junto a Greg y mucho más, pero gocé tanto la semana junto a él, que Mark, pasaste a segundo plano.
Nos tuvimos que despedir en el aeropuerto hace dos horas. Fue la mierda más mierda, en especial que no estará para las festividades como Navidad y Nuevo Año.
No lloré, nada más porque Greg no me lo permitió. “De ahora en adelante, llorarás cuando algo realmente esté roto. Nuestro lazo continúa, no lo olvides. Estaré en Irlanda siempre que me necesites, así que tranquilo. Usa la tecnología para algo bueno y llámame, no es tan difícil. Cuídate, duende”.
De lo único que me arrepiento con creces, es no haberle contado sobre mis sentimientos hacia Zayn.
Domingo 15 de Diciembre
Chris me ha conseguido un empleo ¡Enhorabuena! Algo que hiciera este pelmazo por mí. Es un pequeño local de pizza, tan independiente y desconocido, que ni el nombre vale la pena recordar. El jefe me ha dicho que por ser nuevo, debo comenzar limpiando los baños, recogiendo los platos de la mesa y actividades denigrantes (sin ofender a los que se ganan la vida haciendo esto). No tengo ni puta idea de qué le habrá mencionado Chris al jefe sobre mí, seguramente le di mucha pena y optó por dejarme. En fin, al menos tengo algo que hacer. Mañana comienzo con mi primer turno ¡Deséame suerte, Mark! Estoy seguro de que la necesitaré.
Lunes 16 de Diciembre
Mi primer día ha sido una PORQUERÍA con todas sus letras juntas, combinada, variadas, permutadas. Qué estoy diciendo, tanto cloro en mis narices me enloqueció. Mi jefe (maldito hijo de puta), es la PORQUERÍA más grande que he conocido de persona, y creí conocerlo todo en la vida. Me daré el lujo de escribir PORQUERÍA muchas veces y en mayúsculas, para que sientas la PORQUERÍA tanto como yo. El nombre de ese maricón es Giorgio Barbieri, un viejo gordo, gritón y típico italiano. Me trató mal la mayor parte del tiempo, me regañaba por cualquier cosa ¡Y eso que ni cometí tantos errores! Que los platos se retiran por la izquierda, que hay que esperar a la propina, que la propina ni de broma es mía, que debo usar un limpiador específico para cada cosa, que no sabía ni cómo caminar, que bla bla bla. ¿Cuánto aguantaré toda esta mierda? Quién sabe. No requiero el dinero, solo necesito ocupar mi tiempo. Para colmo, me tocó cerrar a mí, y el viejo de mierda dijo que si robaban o algo malo sucedía en la noche, la culpa sería mía y tendría que pagar. Estoy segurísimo de que lo que sea que rompa le dará más dinero que los clientes que tiene en un turno completo.
Martes 17 de Diciembre
Me di cuenta de que luego de escribir PORQUERÍA el día de ayer ¡no lo escribí más! Y la idea era que la página estuviera llena de esa palabra, así que… PORQUERÍA, PORQUERÍA, PORQUERÍA, TODO ESTO ES PORQUERÍA.
PORQUERIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA.
Listo, me desahogué.
El día de hoy no fue muy diferente al de ayer. Me cargaron más tareas, terminé muy agotado. Ahora mismo estoy por quedarme dormido mientras escribo… pero Mark, debo compensarte esa semana en la que estuve ausente por la visita de Greg.
Hay tres chicos más trabajando conmigo: Max, Darío y Gilbert. Son todos mayores que yo, veintitrés, diecinueve y veinticinco respectivamente. El menor de los tres, Darío, me ayuda con un par de quehaceres en la limpieza, pero apenas le ven en esa labor, lo mandan a tomar pedidos o a estar tras la caja registradora.
Lo peor que me han mandado a hacer hoy es descargar el camión. Había una infinidad de ingredientes, frutas, verduras, bebidas y mierdas que parecían ser de la casa de Giorgio, seguramente para remodelar el lugar. Claro, como yo soy el chico con más fuerza, me mandan a hacer la tarea pesada. Por eso hoy cerramos más tarde de lo normal, me encontraba COMPLETAMENTE SOLO acarreando todas las PORQUERÍAS del camión y a la bodega luego. Prefería mil veces limpiar el baño.
Viernes 20 de Diciembre
Por fin acaba la semana. Mamá me ha preguntado (interesada) en por qué llego tan tarde todos los días, ni que fuera la escuela. No tengo intención alguna de mencionarle lo mal que me tratan, de todas formas, es solo el jefe. El resto de mis compañeros hacen lo posible por hacerme el día agradable, hasta que ven que el jefe Giorgio merodea cerca y vuelven a lo suyo. Lo más incómodo de mi trabajo (sin contar la porquería de mi jefe), es tener que andar con los brazos descubiertos a la hora de limpiar. A último minuto cuando vuelvo a lo de las mesas, recuerdo que los cortes y cicatrices están a la vista, corro a mi locker (sí, tengo uno ¡hurra!) y voy por un buzo o algo para cubrirme. Me da miedo a que alguien los vea, me dan vergüenza.
Giorgio dijo que podíamos extender nuestros turnos hasta la Noche Buena y la Navidad, donde dice trabajará 24/7. Simplemente pasé de ello con un “No gracias, lo pasaré en familia”. Giorgio me miró sin ningún gesto, como si aprobara mi decisión o la sintiera correcta.
Lo más terrible de esa “decisión correcta”, es que es una fachada. No tengo intenciones de pasar una Navidad, mucho menos con mi familia, tan solo no quiero verle la cara de estúpido al jefe y tenerlo gritándome en el oído todo el día.
Sábado 21 de Diciembre
Ha pasado algo increíble, maravilloso. Jamás olvidaría a Zayn de mi mente, es algo que no podría permitirme a menos que ya no sienta absolutamente nada hacia su persona, ni siquiera respeto. Últimamente he estado tan concentrado en hacer bien mi trabajo de verano, que no he podido contactar a Zayn. Es despertar, comer, trabajar, trabajar, apenas comer otra vez, trabajar, llegar a casa, dormir. Así me la llevé toda la semana.
Zayn me llamó por teléfono, diciéndome que quiere pasar la Navidad junto a mí. Yo quedé tipo “Wow, ha de ser una broma”, y creo que lo susurré por el auricular, ya que me confirmó con un “¡Joder que no, no es una broma, Niall!”. Pretende que vayamos a un centro comercial poco conocido donde darán una obra de teatro que, probablemente me agrade. Obvio que le dije sí, sin siquiera preguntar a mi familia si podía no estar aquel día o si me iba antes, aún no concordamos la hora y esos asuntos.
Debo ver un regalo especial para él. Se lo merece, ya que luego de tanto, es el único que sigue a mi lado.
Lunes 23 de Diciembre
La conversación con mamá fluyó más o menos así.
- ¿Qué haremos para Noche Buena?
- Lo que se hace todos los años, Niall ¿Qué más podríamos hacer?
- ¿Cenaremos tipo diez de la noche?
- No me presiones, aunque tengo entendido que Chris tiene turno hasta tarde ese día, quizás cenemos después.
- Ah.
- ¿A qué se debe tanta pregunta?
- Tengo pensado salir ese día.
- ¿No pasarás la Noche Buena con nosotros?
- Dependerá de qué tan tarde cenemos.
- Será tarde.
- Entonces no. La pasaré con un amigo, me invitó a una obra de teatro.
- ¿Te van esas cosas?
- Algo.
- Okey. No llegues muy tarde.
Esa es la comunicación que adoro con la familia.
Martes 24 de Diciembre
¡Se viene Noche Buena, Mark! Y mañana Navidad. De pequeño me costaba ver la diferencia entre estos días, y también me perdía en el Año Nuevo.
Voy a arreglarme y a juntarme con Zayn. Nos veremos a eso de las diez con quince.
¡Adiós!
Miércoles 25 de Diciembre
The Rocky Horror Show: es el nombre de la obra, de nuestra primera obra.
A eso de las 10:16pm ya estaba en el sitio acordado, la puerta de entrada al pequeño y sencillo centro comercial. Lo más noble del lugar era sin duda los adornos, estaba todo muy navideño, quizás en extremo. Pero en ese momento, todo me parecía perfecto.
Zayn se veía más que atractivo al caminar, observando hacia todos lados con cierta desconfianza en su mirada, su cabello escondido tras un gorro de algodón, y su delgada figura acolchada por un abrigo marrón. Nos saludamos con un amplio abrazo, como si no nos viéramos de tiempo y… oh, es cierto, ya habían pasado unas semanas desde nuestro último encuentro.
A las 10:33pm la obra daba comienzo. Quedé estupefacto, era algo completamente nuevo para mí, y me agradó mucho desde un principio. Cada escena representaba una locura, y más de alguna coincidía con mis enfermos pensamientos. Hubo un instante en el cual me puse a pensar en los cortes de mis brazos, y en que el último que me hice databa hace dos días atrás, y ya ni recuerdo el motivo de por qué lo hice. La gente se cuestiona demasiado o demasiado poco las acciones antes de llevarlas a cabo. No sé qué clase de persona soy, solo sé que hago las mierdas que se me ocurren. Tal y como se me ocurrió reírme en una escena de la obra en la cual no debía. Zayn sonrió al ver que yo reía ¡Creo que nunca me había visto antes haciéndolo! Y seguro se moría de ganas por verme así de bien otra vez, tal y como yo moría. Lo más interesante fue sentirse partícipe de lo visto, vivirlo como testigo. Zayn no tenía idea de que el público respondía a varias escenas de la obra con elementos de utilería, él solo sabía el argumento principal y que era una comedia musical de culto que valía la pena ver. No se equivocaba.
Yo sentí que la obra duró más allá de las 12:00pm, y no me equivocaba. Cuando salimos del centro comercial, mi reloj apuntaba las 12:25pm. Dimos unas vueltas muy apegados el uno del otro. Llegamos a un parque de atracciones. No estábamos muy entusiasmados de entrar, pero a Zayn le fascinan los juegos de darle al blanco y ganar premios tontos si acierta. Estuvo en eso varios minutos, y yo no me aburría, era un verdadero horror show del cual disfrutaba como secuela. Al final de los aciertos, podía canjear un premio gordo, y optó por un tierno y adorable duende ¡Adivina quién tiene gemelo! Nos reímos mucho cuando me obsequió su premio.
Compramos de esas brochetas baratas con mostaza y nos largamos a cualquier lugar. Yo seguía a Zayn, pretendiendo que me llegaba a un lugar concreto y que solo él conocía, pero estaba equivocado ¡Caminamos sin rumbo hasta las una de la mañana!
En el instante en que supe la hora, me alarmé un tanto. Y no, no es porque mi madre me haya dicho “no vuelvas muy tarde”, es porque no había andado jamás a esas horas de la noche por Londres, y menos acompañado de solo una persona que, a veces creo que con suerte se puede cuidar a sí misma. Estoy seguro de que Malik tiene un sexto sentido o algo, porque me cogió por la cintura, aferrándome hacia él y continuamos el paso diciéndome “No te preocupes. Si estás conmigo, no te sucederá nada. Lo juro”.
Luego de mucho recorrer, llegamos a una playa. Nos corrimos al sector más recóndito y peligroso (qué recurrente…), y ahí nos instalamos. Me recosté a mirar las estrellas por un momento, percatándome de que no había saludado a Zayn con el típico Feliz Navidad ¿Estaría de más? No sé, preferí callar hasta recordar el obsequio que tenía para él.
- Te traje algo
- ¿De veras? No debías
- Pero lo hice
No soy de esa clase de personas que se apasiona por lo material, pero si me gusta que si te regalan algo material, tenga un significado. Y eso es lo que hice. Busqué un elemento neutro que lo representara, le compré una cadena y lo hice accesorio. Lo saqué del bolsillo de mi saco, y con cautela rodeé su cuello con el regalo y le ajusté lo suficiente como para que al inclinarse, pudiera verlo. Su sonrisa al notarlo fue indescriptible, estaba sin palabras. Yo me emocioné un montón también.
Volví a mi posición anterior luego de un “Gracias”. Me perdí; logró traerme de vuelta.
- Yo también tengo algo para ti, Niall
No entendía ¿También tendría un dije como regalo? ¿Nos habíamos puesto de acuerdo? Mis ojos se perdían en los suyos, tratando de encontrar una respuesta coherente a ese manso silencio junto al mar. La noche pese a todo era cálida, todo aquello me ponía nervioso. Sonrió, el dorso de su mano se encontraba acariciando mi mejilla derecha, el contacto fue óptimo. El mundo se paralizó, éramos Zayn, yo y la brisa que se colaba por mis pantalones.
Uno, dos, tres, cuatro, cinco segundos, y nuestros labios ya estaban juntos. Sus ojos pardos ya se habían cerrado, mi impresión era tal que tardé un par de segundos más en hacer lo mismo. Creo que fueron treinta segundos exactos en donde ninguno de los dos se inmutó a hacer algo, hasta que una de las manos de Zayn se coló por mi nuca y enredó mis cabellos en sus dedos. Ahí presioné un poco, entreabrí la boca un tanto y el resto, ya es historia.
Puedo decir con seguridad y una alegría que no sentía desde la infancia, que mi primer beso fue el mejor. Luego de aquello, de todo lo dulce y tímido del contacto, nos separamos y seguimos disfrutando la noche. Llegué a mi casa a las cinco de la mañana; todos dormían, a nadie le importaba.
Nada puede sacarme de esta burbuja.
P.D: Chris me regaló un libro de título muy interesante. Mamá lo de siempre, ropa.
P.D. 2: Gracias Mark por escucharme.
Viernes 27 de Diciembre
No he hablado con Zayn desde ese día. Tengo miedo de que todo haya sido rollo del ambiente y tal. Tengo miedo, mucho miedo.
Es ahora cuando mi autoestima me falla. Siempre abajo, siempre.
Sábado 28 de Diciembre
Ya me acostumbré al pésimo trato y agitado ritmo de trabajar para Giorgio. Decidí tomar full-time los últimos días del año, incluyendo el primero de Enero. Es raro, este hombre nunca descansa. Ay, italianos…
Viernes 3 de Enero
No me encuentro bien.
Me he fijado que ocupo la palabra “no” demasiado en todo lo que escribo, al igual que la palabra demasiado, joder con ello. No quiero echarle la culpa a eso de “ya empezamos el año y las cosas van mal”, eso es de pendejos. Y si bien soy un pendejo depresivo y estúpido, no caeré tan bajo como para creer en algo así.
Había empezado a leer el libro que Chris me regaló, y me estaba distrayendo de lo mejor cuando siento que algo se rompe en la cocina. Husmeo desde mi recámara, y todo estaba allí, planteado, expectante frente a mis ojos, un verdadero horror show. Mi madre con sus dos brazos cubriendo su rostro, casi a punto de caer al piso, un vaso quebrado en miles de pedazos por el suelo, y un Chris con el rostro lleno de rabia y las manos empuñadas. Me quedé ahí, observando y sin hacer nada, preferí que así se diera. El mal rato pasó y cada uno volvió a lo suyo.
A veces no entiendo a mi madre, y mi madre no me entiende a mí. Tener tantos años de diferencia con todos es un verdadero problema. Estoy seguro de que no se imaginan lo solo que me debo sentir. Excepto Greg, él es mi gran excepción.
En estos últimos días he llegado tan cansado del trabajo donde Giorgio, que ni he necesitado de las píldoras para dormir, caigo rendido directamente a la cama.
No pensaré más, iré a dormir. Adiós Mark, dulces sueños.
Jueves 9 de Enero
Me descuidé, no lo vi venir. Fue muy incómodo, realmente incómodo. Mis brazos no llevaban más que cicatrices, mi piel estaba sanando rápidamente y eso era bueno. Pero la última semana volví a caer. Otra vez mi muñeca izquierda se llevó lo peor de los días, el mejor filo de la navaja. Tengo una marca muy profunda, lo peor que me he hecho, debo decir. Es fácil de ver a simple vista si no lo cubres bien, justamente lo que olvidé hacer.
Me hallaba en la bodega ordenando un par de cosas, Max me advirtió que probablemente me faltara poco para entrar al segundo nivel, estar tras la caja y tomar pedidos. Cruzaba los dedos para que aquello ocurriera pronto. Sorpresa, había vuelto del baño y no había bajado los puños de mi camisa, seguían recogidos más arriba del codo.
Entra en escena Gilbert, un rubio (natural, no como yo) alto y silencioso, ni lo percaté a mi lado hasta que uno de los tomates de una caja se cayó de su lugar directo al suelo.
- Hermano ¿Te encuentras bien?
No supe de qué hablaba, mi cara registraba un claro “¿Qué?” al momento de ordenar lo que se había caído. En ese instante recién pude percatarme de mis miembros y lo descubiertos que estaban. Estaba congelado, él no dijo nada.
Dejé la caja en donde debía estar (bastante lejos del centro en el cual nos encontrábamos), y aproveché de arreglarme las mangas de la camisa. Al volver, la mirada de Gilbert continuaba perdida. Es el mayor, pero lo hippie de su alma le hace representar menos. Sin duda, es bastante maduro y su manera de ver la vida es interesante. Más interesante se tornó todo cuando me dirigió la palabra otra vez.
- ¿Qué edad se supone que tienes?
Entendí la pregunta, pero no sus intenciones.
- Tengo diecisiete.
- Se supone que tienes diecisiete, pero lamento decirte que Lennon no piensa igual.
- ¿Hablas de John Lennon?
- No lo llames, deja que descanse en paz.
- Tú lo mencionaste primero…
- Te quedan demasiados años para que tu piel se estropee por cuenta propia. No te adelantes.
- ¿Y tú qué mierda sabes?
Y el secreto de Gilbert era también mío. Levantó su larga playera y descubrí su abdomen. Ahí comprendí a lo que se refería. En ese caso, Gilbert tiene más de veinticinco.
Le respondí tan mal, y de verdad no quise hacerlo.
Mark, me da miedo tener más de diecisiete.
Invitado
Invitado
Re: Paraíso oscuro: el diario de un chico solitario [Ziall]
Wow escribes maravilloso y me ha encanto los capitulos
Zayn y Niall en navidad, el regalo de Zayn era el beso ¿verdad? esa fue mi parte mi favorita (desde el show hasta el beso)
Gilbert tambien se hace -hacia- eso? que mal
Siguela pronto
Hop.
Re: Paraíso oscuro: el diario de un chico solitario [Ziall]
Escribes Genial!
Encerio Escribes Muy Bn!
Me Encantó Siguela!
Chau!:bye:
Encerio Escribes Muy Bn!
Me Encantó Siguela!
Chau!:bye:
Desh1812
Re: Paraíso oscuro: el diario de un chico solitario [Ziall]
Lamento mucho haber tardado tanto. Hay partes de este capítulo que me gustan mucho, y otras no.
Estoy ansiosa porque el capítulo que viene las cosas se pondrán un poco más fuertes, hehé (:
Sin más, la cuarta parte
Viernes 10 de Enero
Giorgio fue en exceso amable conmigo por la mañana ¿Adivinas la razón? Despedido.
No, joder, que es broma. Me ascendieron para estar tras la caja. Tengo el presentimiento de que todo esto es obra de Gilbert. Insisto en que odio que se me den las cosas porque le doy pena a todo el mundo.
Lamento creer que hasta a Zayn le doy pena. Quisiera que al menos mi madre sintiera pena por mí, a ver si así me presta un poco de atención.
Lunes 13 de Enero
Esta mierda te la tengo que contar y muy rápido, ya que sigo de turno. Son tipo 3:45pm y me encerré en el baño para escribir tranquilo. Liam y su grupo ha venido a comer pizza ¡Habiendo tantos jodidos lugares a dónde ir! Y mejores que éste.
Estaba tras la caja, cargándome en el mesón cómodamente (eso es algo que no se está permitido, pero por suerte había un administrador a cargo y no el propio Giorgio). Estaba (estoy) muy agotado, casi ni atento a la puerta de entrada. Una voz me desconcertó y fijé mi vista al frente: chicos de la
facultad, y atrás se notaba Liam. Hacía muecas lejanas, se daba la vuelta y fingía no mirarme.
- Buenas tardes ¿Qué van a ordenar?
- No sé, dime tú que carajos tienes.
Eran groseros, muy groseros. Solo es posible una de dos opciones: Me tratan como el culo por medio de Liam, o me tratan como el culo porque en la escuela todos lo hacen. Prefiero creer que es por la primera.
Mi torpeza era visible, los nervios me consumían y nada, era mi segundo día tras la caja, no me sabía los códigos para registrar ni los precios.
- ¿Por qué te tardas tanto? Tenemos hambre
- Lo siento, es mi segundo día tras la caja. Estoy aprendiendo
- Puta excusa.
En fin. Estaban terminando de ordenar las bebidas cuando Liam tuvo que hablar para decir la suya. Juré escuchar una Coca-Cola normal. Como no había nadie más que me ayudara en el turno, me encargué de hacer las bebidas en la máquina.
Lista la orden, se las entregué lo más cordial que pude.
- ¿Disculpa?
Ese tono me lo sabía de memoria. Era Liam llamando mi atención. Nos quedamos viendo un par de segundos; bastante incómodo. Creí que me diría algo importante.
- Ésta no es la bebida que pedí.
Golpe bajo, bien bajo. Su actitud cambió a una prepotente.
- Te la cambio enseguida.
- Que no se vuelva a repetir.
- No te preocupes, no volverá a ocurrir.
Me dolió mucho. Greg me dijo que llorara cuando algo esté verdaderamente roto. Mi lazo con Liam lo está, así que mis lágrimas ahora son justificadas.
Por la noche
No sé si deba seguir trabajando. La paga es normal, el ambiente está tranquilo, con suerte y veo al hippie de Gilbert y el resto, cada quién a lo suyo. Me agoto demasiado, pienso que mi estado anímico no es el ideal para tanta presión y horas trabajadas. Quizás lo que pasó hoy con los amigos de Liam influya un poco, pero no lo suficiente como para decidir algo así. Por la casi nula salud mental que me queda, dejaré el empleo mañana.
Martes 14 de Enero
Fue bastante incómodo. Sin embargo, no lo suficiente como para no escribirlo. Gilbert me pidió mi perfil en alguna red social para que siguiéramos hablando. Ni idea de cómo negárselo, además, con suerte ocupo la computadora para sociabilizar.
El dinero lo he guardado, ya que no sé en qué gastarlo.
Me deprimo, más aún.
Jueves 30 de Enero
Soy un vegetal. Y como todo vegetal, llegará un momento en que me pudriré, y adiós Niall Horan.
Sábado 2 de Febrero
He subido de peso como no te imaginas. Me la paso todo el día comiendo, así lleno el vacío interior. El libro hace rato que lo terminé, y debo reconocer que me dejó con una pena bastante grande, que me duró sus dos o tres días. Ahora me conseguí otro que no fuera tan dramático, digo yo para que no me intente suicidar otra vez.
Mis brazos están hechos una mierda, nuevamente. No quiero alarmar a nadie, excepto a ti, Mark. Lamento mucho eso, en serio.
Martes 5 de Febrero
Zayn me hace dudar, me hace caer. Me hace bien y me hace mal. Prometió venir a verme de sorpresa, o contestar cuando le llamara, algo. Espero demasiado quizá. Le he dejado más de 138 mensajes en su correo de voz, sin contar el doble de esa cantidad entre llamadas perdidas y mensajes de texto.
Viernes 8 de Febrero
Lo interesante de hoy fue charlar con Gilbert. Parte él y así sigue.
- ¿Has viajado alguna vez?
- Vengo de Irlanda, tú qué crees.
- No me refiero a los viajes físicos.
- ¿Espirituales? ¿Tipo religiosos y eso? No me va.
- Viajes mentales, mucho más profundo que todo eso que me cuentas.
- No sé de qué mierda estás hablando, la verdad.
- ¿Has fumado yerba?
- Nunca.
- ¿No quieres hacerlo?
- No sé, no me interesa.
- Mientes.
- Puede ser, pero no me fío de ti. Disculpa.
No he podido dormir en días, me quedo viendo películas, series o cualquier cosa. Se me acabaron las pastillas, y aún no me toca pedir receta para comprar más.
Lunes 11 de Febrero
No sé qué pelotudez, pero mi mamá me pidió me arreglara temprano, que me iba a acompañar a lo de Michael y luego, otros asuntos. Esos “otros asuntos” siempre son mierdas que termino odiando, así que me preparé mentalmente para todo.
Luego de mi sesión con Michael, que fue bastante preocupante y me volvió a recetar un montón de pastillas, mi madre saltó apresurada a que saliéramos de allí. Compró la receta y luego a otro lado. Lo que me temía, el nutricionista.
La chica que me revisó era muy delgada y su mirada me daba miedo, sus palabras eran duras al contestar preguntas, y en los tratos tampoco fue muy delicada. Me dijo lo obvio (que estaba gordo, duh), pero que por lo demás, era todo producto de un trastorno alimenticio. Es joda ¿verdad? ¡Otra mierda más para agregar a las enfermedades o trastornos que me gasto! Me han puesto horario para todo y no me agrada. Lo mejor de estar de vacaciones es no tener la noción del tiempo, pero con esta mierda ahora será imposible.
Cuando creí que el día no podía ser peor, una visita inesperada al odontólogo me hizo recuperar energías ¡Por fin usaré brackets! Mis dientes ya no serán un problema, no más. Espero que con Zayn no sea incómodo si es que nos besamos.
Martes 12 de Febrero
No pudo ser otro día. Podría haber estado vestido, arreglado, con el cabello limpio o algo, pero no. Zayn vino a visitarme.
Le dije que me diera una hora y que me ponía decente. Él solo soltó una carcajada y esperó por mí en el sofá.
Me senté a su junto pasado el tiempo acordado y nos pusimos a conversar (es increíble cómo se me da el desplante cuando estoy con él). Me contó que se fue de vacaciones con su familia, que se lanzó a un lago con ropa y todo y que su teléfono móvil pasó a mejor vida durante eso.
Le conté lo poco y nada que valía la pena contar, ahorrándome los detalles depres que pudiera soltar mientras narraba mis anécdotas. Se rió bastante de mi actitud. Sin querer, al menos con su presencia, afloraba mi sentido del humor para contar mi vida (si es que se le puede llamar así a lo que tengo).
Estaba sentado con las piernas colgando (es decir, de manera normal), cuando sin previo aviso, Zayn se cola sobre mí y empieza a besarme. No sabía cómo reaccionar, me quedé helado como por un minuto completo. Atiné a cerrar los ojos y estirar mis piernas por sobre el sofá, así podía estar más cómodo para corresponder a sus actos. Sus labios se hallaban desesperados saboreando los míos, y me encantaba. Adoraba esa sensación de sentirme tan querido, hace mucho no la experimentaba. Las manos de Zayn eran traviesas, e intentaban colarse por debajo de mi ropa, cosa que no logró ante tanta emoción de los besos.
En este tipo de situaciones, odiaba ser inexperto. Se notaba a leguas que Zayn sabía lo que hacía, cada toque, cada movimiento y cada mirada sobre mí, todo fríamente muy bien calculado. Encantado le correspondía, esperando a que estuviera al menos un poco más a su altura. Tenía la enorme suerte de encontrarme solo en casa.
Malik era muy, pero muy apasionado. Bastante alocado, podría decir. Poco menos y me embestía por sobre la ropa, sin más. Luego de pasearse por toda mi boca, fue bajando hasta el cuello (oh, mi punto débil, recuerdos de Navidad, Jesús). Se quedó allí mucho rato.
Las horas pasaron mientras no hacíamos nada. Luego de todo ese acto, se acomodó mejor a mi lado y yo me recosté sobre su pecho, como un infante sobre su padre. Me gusta. Como en toda historia, hay un enemigo latente que no desea permitir que las situaciones ejerzan como el destino las tenía previstas, y este “enemigo” vendrían siendo mis pensamientos depresivos, negativos y por sobre todo, pesimistas. Empecé a cuestionarme por qué Zayn luego de todo, no me había pedido que fuera su pareja de manera formal, por decirlo así. Que quizás no me quería, que solo estaba jugando, pero que de ser así no se daría la molestia de venir, pero que tal vez sea parte de su plan, y así un montón de idioteces. Llegué al punto de la descolocación, y mi cuerpo dio un salto como esos que te dan cuando estás en una etapa ligera de sueño. Zayn se preocupó y acercó mi rostro al suyo para que le mirara, preguntándome si estaba bien, creyendo que tal vez tenía un mal sueño (asumiendo que estaba durmiendo ante tan poca actividad de mi persona). Le dije que todo se encontraba perfectamente, que no se preocupara más. Sabía que mentía, pero no le apeteció seguir la línea de comunicación y la cortó con una adorable sonrisa y un beso sobre mi frente.
Se tuvo que ir justo antes de que mi madre llegara de no sé dónde. Me había saltado una hora de merienda, así que preferí aguantarme el hambre hasta que llegara la comida más próxima. Esto de la dieta es un horror. Apenas pase un tiempo y vuelva a estar más normal (dentro de mis propias paredes, mi versión de la habitación) dejaré todo eso. Ni al cabo con lo que mi madre quiera, pronto se le olvidará así como olvida que tiene un hijo. Hasta pronto, Mark.
Miércoles 20 de Febrero
Queda una semana y pico para volver a clases. A mi último año de clases ¡Y volveré con los brackets ya puestos! Algo que sea.
Hoy me volví a percatar luego de todas esas miradas al espejo, que mi cabello está hecho un desastre, así que ocupé el dinero que gané trabajando donde Giorgio para arreglarlo. Retomé el rubio desde raíz y me lo corte debidamente.
A veces me gustaría ser guapo, para no sé, saber qué se siente que todas las chicas fijen su atención en ti.
Domingo 24 de Febrero
Me ha dado otra puta crisis de qué bolas haré con mi vida. Soy un bueno para nada. No sé cómo pero le pregunté a Michael qué opinaba al respecto, y dijo que se me daba bien el analizar y el escribir. Que considerara periodismo, editorial o publicidad. Todas sus palabras se contradicen a mis opciones y pseudo habilidades, consideraré el suicidarme antes de tener que escoger.
P.D: Zayn me ha dicho por teléfono que no debería estresarme antes de tiempo, y que quiere que salgamos antes de las clases. Me pone feliz.
Jueves 28 de Febrero
“Dedos que se unen con otros, pequeños diablillos que deben de meternos en problemas, y pasamos la noche armando nuestro puzle. Nadie nos tiene que preguntar cómo pretendemos crear nuestra historia. Nadie nos tiene que obligar a creer en el futuro, paremos de escuchar.”
He despertado con esa idea en la cabeza y la escribí antes de olvidarla. Ni idea de qué carajos, quizás la soñé.
Viernes 1 de Marzo
El día de ayer fue… ni bueno ni malo, simplemente fue. Las últimas horas de vacaciones corrían, y las capturé a través de extraños momentos junto a Zayn. Vino por mí, a eso de las dos de la tarde. Había comido lo que tenía que comer, pero mi estómago pedía por más. Abracé a Zayn imposibilitando sus pulmones para respirar, y se repetía, pero con besos en la boca. Él solo reía, me susurraba que tranquilo, que no desesperara, que tenía todo el día a mi disposición.
Caminé a su lado en eso que me tomaba de la cintura, en un gesto muy dulce. Yo me acurrucaba en
su pecho; no quería soltarle.
El centro comercial principal de la zona sur de Londres es tan, pero tan grande, que más de una vez me he perdido estando en él. Le dije a Malik que no me soltara nunca, y el agarre de nuestras manos entrelazadas se hizo más fuerte y sin ningún problema.
Justo terminando las escaleras mecánicas al piso del patio de comidas, un tipo alto pasó por nuestro lado, miró feo y le dijo algo a Zayn, palabras que no alcancé a escuchar, pero que de seguro eran ofensivas. La mirada suya cambió, se volvió de una muy adorable hacia mí, a una muy dura hacia el extraño. Soltó mi mano, y decidido enfrentó a esa persona. Yo le miraba con susto, no me gustan las discusiones subidas de tono, ni las peleas, ni nada… suficiente tengo con Chris y mamá ¿no es así?
Para mi suerte, el caballero se arrepintió de las palabras dichas y se marchó. “¿Qué mierda ha pasado?” le mencioné con ojos temerosos. “No te preocupes, no pasa nada. Mientras estés conmigo, nunca te pasará nada. Te lo prometo” ¿Cómo no creerle? Insisto Mark, hay algo acá que no cuadra.
La cafetería que optamos tenía trabajando para ella a dos jóvenes chicas, de las cuales la rubia con coleta se nos acercó a hacernos los pedidos. Era entusiasta (quizás demasiado), y nos observaba como si fuésemos una especie de animales exóticos encerrados en jaulas. Zayn pidió por ambos una “copa de enamorados” (bastante sugerente el nombre), algo más para él que ahora mismo no recuerdo, y nada más para mí. Le insistí a Zayn que no podía abusar con las comidas extra, y menos si incluye manteca y saborizantes. Cuando la chica volvió con nuestros pedidos, surgió algo así.
- ¿Ustedes son pareja de a de veras? (emoción inexplicable)
- Pues… sí, si lo somos (respondió Zayn al momento que me abrazó por los hombros)
- ¡Vaya! Se ven realmente preciosos juntos, los felicito.
- Gracias, por dos. (Vale por comida y cumplido)
- ¡De nada! Ya me retiro.
Degusté el helado algo pensativo ¿Éramos con Zayn una pareja de verdad? ¿Estábamos juntos? Eso le dijo a la loca que nos atendió, pero ¿Me lo había dejado tan claro como lo hizo con ella? Esta vez sí que estoy seguro que no es por mi inseguridad (valga la redundancia). Zayn realmente está esquivando el compromiso. Y me lo hizo notar al final de la salida.
- En tu casa, en la mía, en la calle y en todos los lugares podemos estar cerca. En la escuela, no.
- ¿Cómo es eso de cerca? ¿Es que ahora no te podré ni hablar?
- ¡No! Me refiero a como pareja, besos, abrazos largos, esas cosas que hacemos.
- ¿Debido a qué?
- Es mejor dejarlo así. Espero no te molestes.
- Para nada, como quieras.
Claro, yo soy el mejor mintiendo en este tipo de cosas.
No entiendo para dónde va todo esto. No me siento bien.
Quizás solo soy un juego para él. Quizás no haya cómo decirlo, o decirme, hm.
Lunes 3 de Marzo
El fin de semana estuve pensando en eso de los “cumple mes” o “mesversario”, nombres raros que uno oye por ahí. No es como que me interese demasiado celebrar de llevar un mes más con alguien, el detalle ahora es que ese “alguien” es Zayn Malik, la persona que más me encanta en este puto universo. Y lo peor de todo, es que nada de eso se puede hacer o festejar debido a que no estamos en una relación. Digo, cómo mierda podría decirle “Feliz primer mes juntos, Zayn”, si ni siquiera me ha pedido que seamos novios, o algo. Lo único que me pidió de manera clara es que durante las horas en la escuela no actúe como tal.
Joder que ha sido difícil. Apenas y es el primer día y ya hemos tenido un pequeño drama.
Soy un chico de diecisiete años que sufre de depresión, que tiene un “novio” y no lo puede ni abrazar cuando más lo necesita. Mark, no es que quiera dar pena con ello (¡jamás!), pero me desespera y mucho. Justo el día de hoy me he despertado muy mal, incluso estando más pálido de lo normal y aguantándome el llanto. Llego a la primera clase y no me toca con Zayn. La segunda, tampoco. Y cuando por fin llega la tercera, en la cual compartimos y puedo siquiera verle, no se sienta a mi lado. Terminada la hora, me le acerqué y conversamos.
- Hey ¿por qué no te sentaste conmigo?
- ¿Es obligatorio que lo haga? Tengo otros amigos. (un golpe)
- No, no es obligatorio, pero yo estaba esperando. Es el único momento del día en el cual puedo compartir contigo, si el almuerzo lo tienes con tus amigos.
- Entonces ven y almuerza con nosotros. (otro golpe)
- Pero juntos, a solas, no con ellos. Por eso lo decía, Zayn… (a esa altura mi voz ya estaba media débil. Estoy seguro de que él no lo notó)
- Si vas a estar reclamando cada que hago algo, te ignoraré más ¿Me has oído? (Ya van tres. Me dolió bastante, sonó hasta como papá)
- Solo quería sentarme contigo. Quiero estar a tu lado… (me interrumpió)
- Mira, entiendo perfectamente que estés buscando cariño y lo quieras conseguir en mí, pero yo también quiero mi espacio, así que no me jodas más por hoy.
Tomó su mochila y se fue.
No hallaba qué hacer, me sentía destruido y muy dolido, peor a como me encontraba en la mañana. Y es que Zayn tiene razón, soy un pobre diablo que busca cariño, y él es el único que me lo da. Me molesta sentir que invado su espacio personal, no quiero buscarlo más, pero de verdad que lo necesito. Es la única persona que me hace sentir vivo o con ganas de seguir.
Tuve que irme sin compañía a casa, solo con los auriculares en mis oídos y un par de canciones tristes que fueran acorde al momento. Tenía hambre, pero antes de verificar si era una hora adecuada para comer la nada misma, subí hasta el baño y me posicioné sobre la báscula. Sentía que había bajado mucho de peso (esa era otra cosa que ni ha notado y ni le interesa), así que mandé el resto a la mierda y pedí una pizza por teléfono.
Olvidé mencionar que lo de mis brackets se tardó un poco, y que recién mañana me los pondrán. Espero no duela mucho. Creo que comer como lo hacía antes hizo que me bajara el sueño ¡Y sin necesidad de tabletas! Así que me acostaré. Buenas noches, querido Mark. Me encanta saber que al menos tú sí me escuchas.
Martes 4 de Marzo
¡Me duele muchísimo la mandíbula! Es un aparato que aprieta en demasía las muelas traseras y la poca costumbre de ello me dan ganas de chillar. Por suerte, este dolor físico disminuye el mental. Con suerte puedo comer líquidos, de nada me sirvió mandar a la mierda la dieta si ahora no puedo comer nada por el mismo hecho de los brackets.
Lo más curioso del día de hoy (sin contar los brackets) es que no vi a Zayn en todo el día, y a pesar de que estuve tentado a buscarlo, me abstuve de hacerlo. Es lo mejor que se me pudo ocurrir.
Miércoles 5 de Marzo
Con suerte llevo un par de días en mi nuevo y último año escolar, y ya voy mal con las materias. No entiendo una puta palabra de lo que mis profesores dictan y explican en sus clases.
No he visto a Zayn por ningún lado y eso comienza a preocuparme. Pensé en la posibilidad de que ese día en el cual discutimos, pudo haber tenido una especie de discusión en su casa o un problema personal, y no lo quiso contar. Razono ¿tanto será como para no aparecer estos días por mi camino?
Jueves 6 de Marzo
Me encontré con Gilbert en la parada de autobús. Me ofreció drogas, y le dije que no tenía intensiones de probar algo así. Se rió y me dijo que no me daría ni cuenta de cuando eso suceda. Oh, sí claro.
Viernes 7 de Marzo
Extraño a Zayn.
Lunes 10 de Marzo
Lo llamo a su nuevo teléfono móvil y no contesta, está desconectado. No aparece por las redes sociales, le dejé diversos mensajes y no he recibido respuesta, ni siquiera una verificación de que lo haya leído.
Tengo miedo de ir a su casa, quizás sea muy impertinente.
Miércoles 12 de Marzo
Supe que Zayn no ha asistido a clases desde el día de “la pelea” ¿Le habrá sucedido algo? ¿O será toda mi culpa? ¿Será que le harté y simplemente se fue para siempre sin dejar rastro? No, estoy actuando muy melodramático.
Estoy muy deprimido, sí, más que lo usual.
Jueves 13 de Marzo
Ir donde Michael me hizo peor. Hablar con él respecto de Zayn causó reacciones negativas por su parte, diciendo que su persona me hacía mal y que lo mejor es que me alejara ¡No, lo mejor será que busque otro psicólogo!
Viernes 14 de Marzo
He grabado su nombre en mis muñecas. Zayn en la izquierda y Malik en la derecha. El “Zayn” no ha quedado muy bonito que digamos. Mark, soy zurdo. No sé si lo comenté antes, es algo poco relevante para mi poca relevancia como ser humano. Me pudriré, y espero sea luego.
Martes 18 de Marzo
Me ha dado uno de esos ataques de mierda que son de ansiedad, o estrés, ya ni recuerdo el nombre ¡Que no soy experto! Yo solo tengo las enfermedades, no las entiendo. Hoy he faltado a clases por lo mismo. Mi madre se enfadó conmigo por eso, diciendo que cómo es posible que empiece el año y ya tenga que estar faltando por estupideces. La odio, juro que en estos momentos le odio y mucho.
Estábamos en clases de historia universal en la sala de proyecciones, oscura, con un olor de mierda y ocasional para cualquier momento romántico o sexual que alguien desee. No para mí, claro está.
No presté atención a la película desde el principio (adoro ser tan responsable), y eso aumentaba mis posibilidades de distraerme pensando basura y acordándome de Zayn. Todo en mi mente se mezcló, y comencé a desesperar. Lo típico, sollozos leves, aumento de ritmo cardiaco, manos sudorosas, detalles que valen una mierda.
Lo peor vino cuando terminó la clase, era el último en salir y caí de rodillas al suelo, ya no podía sostenerme de lo mal que me sentía. Una persona que se me hacía familiar dudó en si venir a mi ayuda o proseguir con su camino, pero optó por la primera opción, y trotó hacia donde estaba para sostenerme y ver mi rostro.
Esos ojos almendra y preocupados los había visto antes, y esta vez no se trataba de Zayn. Era Liam.
Le dije varias veces entre balbuceos que me dejara, que no importaba, pero el insistía en tomarme para llevarme a la enfermería. Y así lo hizo, como en los viejos tiempos. Mis recuerdos con Liam los he intentado suprimir tantas veces, al igual que todos los recuerdos que amargan mi existir, pero solo logro echarles tierra encima, para que cuando llueva emerjan nuevamente, y sigan igual de superficiales que siempre.
No me pidió perdón, con suerte me dirigió la palabra, supe que todo seguiría igual que siempre. Después de todo eso, no tengo muchos recuerdos ya que dormí mucho, me administraron miles de brebajes y sigo algo atontado, aunque sean las cuatro con veintinueve minutos de la tarde.
Miércoles 19 de Marzo
Zayn volvió, y sus ojos acres junto consigo. Me retuercen, me carcomen por dentro cada que los veo. No me gustan, y es curioso que luego de un periodo de tiempo en el cual no lo veo y está furioso, esos ojos vuelvan a aparecer. No le quiero preguntar, seguro es un tema que le afecta mucho, y no es como que yo le comente los míos como para que él haga lo mismo. La confianza ha de ser recíproca ¿no es así?
De todas maneras, el que se acercó esta vez fue él. Yo me hallaba sentado en mi pupitre, escribiendo un poco de materia que yacía rayada en la pizarra, cuando siento unos labios posicionarse en una de mis mejillas. Me asusté, di un salto y me quedé observándole con emoción. Estábamos solos en el aula, pero él prefirió ser precavido de todas maneras. “¿Dónde estabas?” solté sin pensar, “Eso no importa, ya estoy aquí” resopló con aquellos ojos perturbadores.
El resto del día marchó mejor de lo que esperaba, la personalidad de Zayn volvía a corresponder a la que conocía, a esa que tanto me hechizaba. De todas maneras, el almuerzo lo compartió cada quién por su lado. No me había percatado de que había una mesa menos en el comedor, por tanto, los que se sentaban conmigo (puros chicos solitarios) estaban dispersos. No quise interrumpir el ambiente de Malik, menos se me cruzó por la cabeza hacer lo mismo con Liam, hasta que divisé una mesa con dos rostros que se me hacían conocidos.
Se trataba de Harry y Louis, junto a dos chicos más que no pintaban en el cuadro. “¿Puedo sentarme con ustedes?”, y un agudo “¡Claro!” por parte del chico de azules ojos permitió que me colocara junto a ellos.
Lo que más me llamó la atención fue no ver a Louis con su equipo, que era lo más común dentro de la escuela. Fue importuno preguntar, pero las palabras salieron de mi boca como vómito verbal.
- ¿Por qué no te has sentado con los de tu equipo, Louis?
- Ya no pertenezco al equipo.
- ¡Eras el capitán! ¿Qué te hizo cambiar de parecer quedando solo un año para terminar la escuela?
- Tengo otra clase de prioridades ahora.
Y cuando Louis pronunció la última frase, Harry le observó directo a los ojos. Pude entender lo que trataba de decir. Solo un detalle causó que todo me diera vueltas por un buen rato. Recordé que el año pasado Zayn también era parte del equipo (de baloncesto), y decidió retirarse, mientras que los demás decían que fue porque le expulsaron. Ahora Louis, que encima era el capitán de su equipo de fútbol, algo que le apasiona desde que le conozco, lo haya dejado así nada más, me llena de inquietudes. Tampoco quiero preguntar si hay rumores de que lo hayan expulsado, eso haría aún más rara la situación, y dudo que alguien sea tan amable de dirigirme la palabra para algo como eso.
Al término del día, con Zayn salimos al parque a dar una vuelta y estar un rato juntos. Después de muchos días, pude sentir sus labios por sobre los míos, muy cálidos. La sonrisa volvió a mi rostro al igual que los colores. Le expliqué lo que me sucedió el otro día y se alarmó, pero pronto se le quitó al posicionar mi mano por sobre su rodilla y decirle que todo estaba bien. Los ojos de Zayn ya no estaban tan perdidos como en la mañana.
Zayn me produce sensaciones, muchas sensaciones, y me da un poco de susto y vergüenza imaginar que algo se haga notar cuando estemos en un lugar poco apropiado, como un parque. Zayn Malik es muy sensual (y sexual), todo lo que hace conmigo me lleva a pensar en las dobles intensiones.
Mark, dejaré de escribir por un tiempo e intentaré concentrarme en la escuela, y en Zayn. Me leerás luego, adiós.
Sábado 4 de Abril
Las cosas marchan bien (por lo general y dentro de lo que es posible). Aunque Zayn me ha dejado de lado o tal vez solo sea mi idea.
Miércoles 22 de Abril
Ya no puedo aguantar más sin escribirte. Mis calificaciones han mejorado un poco en comparación a como terminé el año anterior, es un progreso enorme. Zayn me ayuda en varias materias, es un verdadero genio (okey, exagero).
Sé que ha pasado muy poco tiempo como para que los brackets hayan hecho magia en mi dentadura, pero de verdad que veo mis dientes más derechos, y eso me alegra también.
El otro día (creo que fue un lunes), Zayn vino a mi casa. Le dije a mamá que estaríamos en la habitación, y dijo “bueno”. Solo eso. No pasó nada, pero sentía que Zayn quería que pasara. No sé, no hemos hablado de ese tema en particular. Llevamos ya tres meses de “salir”, y en dos días más serán cuatro.
Zayn me ha dicho que el 30 de Abril me invitará a una junta especial con sus amigos. Estoy ansioso por saber de qué se trata, en verdad ansioso.
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