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Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
A Light In My Darkness {Liam Payne} OS.
O W N :: Fanfiction :: Fanfiction :: One Shot's
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A Light In My Darkness {Liam Payne} OS.
por Sky. Lun 16 Sep 2013, 8:06 pm
Nombre: A Light In My Darkness {Una luz en mi oscuridad}
Autor:YO.
Adaptación: Algo así, parte de la idea es tomada de una película animada {anime}.
Genero: Fantasía, Drama&Romance.
Advertencia: Ninguna.
Otras paginas: No. NO AL PLAGIO.
Autor:YO.
Adaptación: Algo así, parte de la idea es tomada de una película animada {anime}.
Genero: Fantasía, Drama&Romance.
Advertencia: Ninguna.
Otras paginas: No. NO AL PLAGIO.
A light in my Darkness
{ Primera Parte }
La luz del sol se colaba por las ventanas de cierta chica de cabellos rubios, cayendo delicadamente sobre sus hombros hasta llegar casi hasta su cintura.
Comenzó a dar unas cuantas vueltas en la cama para tratar de poder volver a conciliar el sueño, pero le fue imposible. Se incorporó en su cama y llevó sus manos hacia sus ojos para frotarlos un poco, suspiró y sonrió débilmente. Se quedó unos instantes observando su habitación, la cual dejaría en tan solo unas horas.
—Ya es hora, sino se hara tarde.—suspiró mientras se levantaba de su cama y se dirigía al baño.
Eleanor Harding, era una chica de exactamente veinte años, sus ojos eran de un color azul claro, los cuales raras veces podían ser confundidos con verdes o grisáceos los cuales venían acompañados de unas pestañas un tanto largas, haciendo que esta tuviera una mirada muy profunda y llamativa; su cabellera era rubia y un poco ondulada llegando un poco más arriba de su cintura, mientras que sus labios eran de un tono rosado y algo gruesos, pequeñas pecas cubrían una parte de su rostro haciéndola lucir tierna.
Después de un rato la rubia salió de su habitación ya arreglada, con una maleta en mano, y en su rostro estaba formada una amplia sonrisa.
Bajó rápidamente las escaleras para encontrarse con que sus padres ya estaban esperándola, en la sala de estar, no era que viviera con ellos, simplemente había decidido quedarse con ellos un tiempo.
—Tu desayuno esta listo Ely.—sonrió su madre, Marie Harding.
—Gracias mamá, tan pronto termine de desayunar me iré.—comentó Eleanor tomando asiento en la mesa del comedor.
—Yo te llevaré para que puedas tomar tu tren hija.—dijo ahora su padre, Tyler Harding, el cual se encontraba leyendo algo en el periódico.
—Esta bien, muchas gracias.—agradeció comiendo rápidamente.
La oji-verde terminó su desayuno en tan solo unos cuantos minutos, se levantó de su asiento y se dirigió a su padre.
—Estoy lista.—soltó sin más y su padre alzó la mirada para dedicarle una sonrisa.
—Entonces creo que es hora de irnos.—dijo el Señor Harding levantándose del sofá.
—Si, hasta luego mamá, te amo.— se despidió Eleanor dándole un cálido beso en la mejilla a su madre, la cual la abrazó fuertemente.
—Cuídate mucho linda, le mandas saludos a tu abuela de mi parte, te amo.
—Claro, igual cuídate mucho.—terminó de decir y abrió la puerta de la casa saliendo de esta seguida por su padre.
El camino hacia la estación de trenes fue algo tranquilo, platicaba de cosas normales con su padre, reían y escuchaban algo de música, realmente ellos dos tenían una muy buena relación a pesar de todo.
—¿Quieres que te ayude?—preguntó su padre al haber llegado a la estación.
—No, no te preocupes papá, cuídate, te quiero mucho.—respondió mientras bajaba su maleta y le daba un beso en la mejilla a su padre.
—Eso debería decirte yo a ti.— rió él —Saludas a la abuela de nuestra parte.
—¡De acuerdo, los extrañaré!—dijo y comenzó a caminar hacia la entrada de la estación.
—¡Nosotros a ti!—gritó Tyler para que su hija lo pudiese escuchar y suspiró al ver como esta entraba a aquel lugar para después perderse entre la gente.
“Al fin”
Era una de las únicas dos palabras que pasaban por la mente de la rubia, ya había entrado al tren hacía apenas unos minutos. Hacía tiempo que no viajaba para poder visitar a sus abuelos, a decir verdad, habían pasado exactamente cuatro años. Una sonrisa melancólica se formó en su rostro, no quería recordar el porqué, pero le era imposible, desde que era pequeña cada verano visitaba a sus abuelos con un gran entusiasmo, pero después… todo cambio.
—“¡NO!” —se gritó a si misma interiormente—“Todavía no es momento de pensar y recordar cosas tristes.”
Trató de despejar sus pensamientos; sacó su celular de su bolsa, al igual que sus audífonos, si, escuchar música era lo indicado en esos momentos.
El paisaje era simplemente hermoso durante el viaje, decenas de árboles, alguno que otro lago, y pequeñas casas se podían observar a lo lejos.
La de ojos verdes agradecía porque le hubiera tocado aquel asiento junto a la ventana, le encantaba contemplar aquella vista.
Pasó un corto tiempo, para que después anunciaran que al fin habían llegado a su destino. Las personas comenzaron a pararse de sus asientos mientras ella sólo se quedaba ahí, pensativa, observando como todos bajaban, hasta que decidió hacer lo mismo.
Salió de la estación de trenes y se dirigió a pedir un taxi, la casa de sus abuelos aún quedaba algo lejos, pero ella no quería que su abuela se molestara en ver como podía llegar hasta su casa.
Logró conseguir un taxi rápidamente, cosa que le sorprendió pero al mismo tiempo agradeció aquello.
—Aquí estamos.—sonrió bajando del taxi ya habiéndole pagado y parándose en frente de aquella enorme casa.—Justo como la recuerdo.
La casa de sus abuelos se encontraba a fueras de la ciudad, era monstruosamente enorme, pero eso le agradaba a ella, ya que al estar a fueras de la ciudad, se encontraba cerca de un pequeño bosque en especial, y la tranquilidad ahí era perfecta.
Pasó el gran enrejado que se encontraba en la entrada, simplemente diciendo su nombre, había sido algo fácil. A lo lejos pudo divisar una silueta, sonrió aun más, ese día estaba más que feliz.
—¡Abuela!—gritó Eleanor corriendo hasta ella para poder darle un gran abrazo.
—¡Eleanor!—sonrió la anciana con una sonrisa —Mira, que grande estás, no puedo creerlo, a tu abuelo le encantaría poder verte en estos momentos.
—Lo sé.—dijo la rubia con un poco de tristeza, pero al instante cambió aquel tono.—¿cómo has estado?
—Muy bien hija, ¿y tú? Tienes muchas cosas que contarme.—rió su abuela y ambas comenzaron a caminar para poder entrar a la casa y dejar la maleta de la menor.
Ambas continuaron hablando por un largo rato, habían sido cuatro años sin verse, y ellas eran muy apegadas, por lo tanto no se habían aburrido en ningún momento.
—Bueno linda, dejare que descanses, me imagino que el viaje fue algo pesado.—dijo su abuela sonriendo.
—Gracias abuela, pero creo que iré a caminar un rato al bosque.—comentó Ely, desde pequeña eso se le había vuelto una costumbre, por una razón en especial.
—Está bien, pero no regreses muy tarde, sabes lo que dicen de aquel bosque.—rió la anciana soltando un suspiro, apenas eran las cinco de la tarde, su nieta tendría el tiempo suficiente.
—Si, no te preocupes, ¡te amo!—dijo y sin más salió de la casa para poder caminar un rato.
Logró salir al patio trasero, tenía que atravesarlo para poder llegar a aquel bosque, el cual le traía demasiados recuerdos.
Aquel bosque, “el bosque de Dios, en el cual los espíritus viven” , la rubia rió al pensar aquello, toda la gente le tenía un ligero miedo, ya que se rumoraba que si alguna persona llegaba a entrar, nunca podía volver a salir, algo extrañamente hacía que estos se perdieran.
“Pon un pie en ese bosque y perderás el camino y permanecerás perdida por siempre”
Camino un poco más hasta encontrarse con la entrada del dichoso bosque, un suspiró se escapo de sus labios. Era ahora o nunca, y ella decidió que era ahora el momento de volver a entrar en el.
Sus pasos fueron decididos, y comenzó a caminar sin rumbo alguno por aquel enorme lugar. Pasó un rato hasta que sus ojos se posaron en un lugar en especifico, y sonrió tristemente, se acercó hasta aquel árbol, y se sentó lentamente a espaldas de este.
Un suspiro de tristeza escapó de sus labios.
¿Para qué negarlo? Lo extrañaba y lo recordaba perfectamente. Cada momento, cada risa, todo lo que había pasado junto con él.
—Liam…—de sus labios salió aquel nombre y los recuerdos comenzaron a llegar a su mente. Se estaba dañando a si misma con ello, pero ya no podía mas.
Sus recuerdos estaban volviendo a aparecer, y se situaron unos años atrás, en ese mismo lugar…
Eleanor apenas tenía siete años de edad, la pequeña niña se encontraba llorando debajo de un gran árbol dentro de aquel bosque, se había perdido y no encontraba manera alguna de regresar a casa de sus abuelos, los cuales le habían advertido sobre ese lugar. Las lágrimas se acumulaban en sus ojos, se sentía completamente sola.
Un sonido llamó la atención de la pequeña haciéndola voltear, una extraña silueta se estaba asomando detrás de uno de los árboles, un pequeño grito se escucho entre los árboles.
—¡Hey, pequeña!
El miedo comenzó a invadir su cuerpo, más cuando aquella silueta se volvió a esconder y segundos mas tarde volvió a aparecer, ambos se quedaron inmóviles.
—¿T-te has perdido?—susurró con algo de nerviosismo una voz masculina detrás del árbol.
—Si.—respondió mientras asentía con la cabeza la temerosa la niña de hermosos ojos verdes.
De un momento a otro, el joven que se encontraba detrás del árbol salió para poder ver a la niña, se veía de unos dieciocho años de edad. Llevaba una máscara algo extraña, por ello su rostro no podía ser visto, solo sus cabellos que eran de un color castaño oscuro, su ropa era un pantalón de color blanco y una camisa color azul cielo.
—Mi nombre es Liam.—dijo aquel chico aún sin removerse la mascara. La pequeña sonrió de sobremanera, ¡había encontrado a una persona!
—¡POR FIN!—gritó llorando y tratando de lanzarse en brazos del misterioso chico, pero aquello había sido un gran error, el castaño logró esquivarla haciendo que Ely cayera al suelo dándose un golpe en la cara.
—Oh, lo siento, no fue mi intención.—se disculpó al ver que ella comenzaba a llorar de nuevo—te ayudaré a encontrar de nuevo el camino fuera del bosque, pero no puedes tocarme, ¿está bien?
—Si…—dijo con algo de desconfianza la rubia y volviendo a tratar de abrazarlo unas cuantas veces, obteniendo la misma respuesta, siempre cayendo al pasto de nuevo y recibiendo un pequeño golpe en la cabeza de parte de Liam, el cual se lo daba con una pequeña rama de uno de los árboles.
—¿Cómo te llamas?—preguntó el chico caminando a un lado de ella, sosteniendo un extremo de la rama mientras que Ely sostenía el otro, después de que se hubiera calmado.
—Eleanor, vivo cerca de aquí, bueno, por el momento, solo estoy viviendo con mis abuelos por las vacaciones.—respondió sonriente.
—Ya veo…—dijo, y después de ello el silencio reinó entre los dos.
—¿Por qué no puedo tocarte?—preguntó inocentemente Eleanor volteando a ver al chico.
—Porque si lo haces, yo podría desaparecer pequeña, eres una niña humana, si un humano me llega a tocar, desapareceré.—respondió sin más, dejando a la pequeña con curiosidad, una sonrisa se mostró en su rostro tratando de volver a tocar al chico, recibiendo un golpe un poco mas fuerte de éste con la pequeña rama que se encontraban agarrando.
—¡Oye!—se quejó la pecosa.
—Te estoy diciendo que no puedes tocarme y es lo primero que intentas hacer.—suspiró cansado Liam.
—Lo siento…
—No te preocupes, entiendo tu curiosidad, pero ya no lo hagas, ¿está bien?—preguntó a lo que la niña asintió con una sonrisa.
—Si no te pueden tocar los humanos, entonces ¿qué eres?
—Soy... algo del bosque.—dijo secamente Liam, a lo cual la rubia se quedo callada.
Continuaron caminando, ya sin ningún intento por parte de la menor, platicaban de cosas normales, y sobre el porque él llevaba aquella máscara puesta, pero no obtuvo ninguna respuesta lógica.
—¿No… estas asustada?—preguntó el de cabellos color café.
—¿De qué?—sonrió la pequeña.
—Olvídalo…
—Esto es muy parecido a una cita.—soltó la rubia riendo.
—No una muy romántica a decir verdad.—suspiró Liam.
Se encontraba nuevamente en la entrada del bosque, gracias a que Liam la había guiado, la niña comenzó a dar pequeños saltos de felicidad, y le agradeció a este.
—Muchas gracias Liam.—sonrió la de ojos azules.
—No te preocupes.—respondió este algo indiferente—O-oye…
—¿Qué sucede?—preguntó la pequeña volteando a ver al castaño el cual lentamente se comenzaba a quitar la máscara.
—¿Podrías regresar mañana? No lo sé, podríamos tratar de jugar o platicar un rato.—preguntó Liam, sonriendo, su rostro ya se podía observar, sus ojos eran de un color café, muy lindos, y su tez era blanca.
—Si.—sonrió Ely, haciendo que él igual lo hiciera, fue ahí donde a su corta edad había comprendido algo tan facilmente. Liam se sentía solo, al igual que ella, pero, ¿qué rayos hacía él en el bosque?
La pequeña rubia se despidió de Liam con un ademán y corrió hacia la casa de sus abuelos, contenta de haber podido regresar a su casa sana y salva.
A la día siguiente Eleanor se levantó con una gran emoción, y desde la mañana pasó todo el día junto con Liam, el cual no llevaba puesta la máscara, hablando de diversas cosas, hasta llegar a un tema en especial.
—Oye Liam, ¿y tu dónde vives?—preguntó la pequeña sentándose en el pasto seguida por el.
—Aquí.—respondió sonriendo.
—¿Cómo? ¿Y tus padres igual viven aquí en el bosque?—preguntó sorprendida, para tener siete años, era una niña muy preguntona e inteligente.
—Yo… no tengo padres, por así decirlo, fui criado en el bosque.—dijo algo serio, a lo que la niña entendió que no debía preguntar más acerca del tema.
Continuaron platicando, mientras jugaban o hacían alguna otra cosa, y Ely le explicaba que ella se encontraba ahí porque cada verano iba a visitar a sus abuelos, hasta que comenzó a oscurecer y el castaño volvió a conducir a la pequeña a la entrada del bosque.
Poco a poco se fue haciendo una pequeña costumbre entre los dos, se veían cada día, platicaban, jugaban, reían entre los dos, sin embargo, todo tenía su fin, y las vacaciones de Ely estaban por terminar. Faltaba solamente un día para que ella se fuera de casa de sus abuelos.
Se hacía algo tarde, y la pequeña rubia corría a todo lo que sus piernas le daban para poder llegar a la entrada del bosque, se quedo a la entrada al ver la silueta de Liam.
Sonrió y tristes lágrimas comenzaron a salir de sus ojos, ella ya le había comentado sobre su partida, y él había entendido. Habían decidido despedirse esa tarde, y ambos habían llegado puntualmente, Liam usando su extraña máscara.
—¿Por qué estás llorando?—preguntó éste mientras removía la máscara de su rostro y le sonreía tiernamente a Ely—Nos volveremos a ver.
—¿Cómo lo sabes?—respondió con otra pregunta la de ojos verdes.
—Solo lo sé, además, ¿no vienes cada verano a visitar a tus abuelos?—la pequeña asintió con la cabeza.
—Pero tú…—susurró mirando hacia el suelo— ¿no te vas a sentir solo?—ante tal pregunta el castaño abrió de golpe sus ojos y sonrió un poco triste inconcientemente.
—No te preocupes por mi, pequeña, estaré bien, y estaré esperando para que podamos volver a vernos, solo prométeme que te cuidarás.—dijo mientras agarraba la pequeña rama que siempre llevaba consigo y la depositaba lentamente en la cabeza de Ely, esta sonrió.
—Te lo prometo Liam, te quiero.—terminó de decir aún con unas cuantas lágrimas en sus ojos, mientras buscaba algo en un pequeño bolso que traía consigo. Del bolso saco un peluche, algo viejo pero bien cuidado y se lo extendió al castaño para que lo agarrara—Y-yo siempre duermo con él para no sentirme sola, pero creo que ahora tu lo necesitas mas que yo, y quiero que lo conserves.
—Muchas gracias.—respondió Liam después de unos segundos, ya que aquello lo había sorprendido aún mas, con cuidado agarro el peluche y escucho como la niña se terminaba de despedir de el.
—Hasta luego Liam.
Ely comenzó a correr hacía casa de sus abuelos, pero antes de llegar se volteó para darle una sonrisa a su amigo y lanzarle un pequeño beso con la inocencia de cualquier pequeña, mientras él sólo la observaba sonriente y una pequeña lágrima se deslizaba por sus ojos mientras sostenía con una de sus manos el pequeño oso de peluche, gracias a esa pequeña él había dejado de sentirse solo en aquel enorme bosque, aquella pequeña rubia se había convertido en una pequeña luz en su oscuridad.
Comenzó a dar unas cuantas vueltas en la cama para tratar de poder volver a conciliar el sueño, pero le fue imposible. Se incorporó en su cama y llevó sus manos hacia sus ojos para frotarlos un poco, suspiró y sonrió débilmente. Se quedó unos instantes observando su habitación, la cual dejaría en tan solo unas horas.
—Ya es hora, sino se hara tarde.—suspiró mientras se levantaba de su cama y se dirigía al baño.
Eleanor Harding, era una chica de exactamente veinte años, sus ojos eran de un color azul claro, los cuales raras veces podían ser confundidos con verdes o grisáceos los cuales venían acompañados de unas pestañas un tanto largas, haciendo que esta tuviera una mirada muy profunda y llamativa; su cabellera era rubia y un poco ondulada llegando un poco más arriba de su cintura, mientras que sus labios eran de un tono rosado y algo gruesos, pequeñas pecas cubrían una parte de su rostro haciéndola lucir tierna.
Después de un rato la rubia salió de su habitación ya arreglada, con una maleta en mano, y en su rostro estaba formada una amplia sonrisa.
Bajó rápidamente las escaleras para encontrarse con que sus padres ya estaban esperándola, en la sala de estar, no era que viviera con ellos, simplemente había decidido quedarse con ellos un tiempo.
—Tu desayuno esta listo Ely.—sonrió su madre, Marie Harding.
—Gracias mamá, tan pronto termine de desayunar me iré.—comentó Eleanor tomando asiento en la mesa del comedor.
—Yo te llevaré para que puedas tomar tu tren hija.—dijo ahora su padre, Tyler Harding, el cual se encontraba leyendo algo en el periódico.
—Esta bien, muchas gracias.—agradeció comiendo rápidamente.
La oji-verde terminó su desayuno en tan solo unos cuantos minutos, se levantó de su asiento y se dirigió a su padre.
—Estoy lista.—soltó sin más y su padre alzó la mirada para dedicarle una sonrisa.
—Entonces creo que es hora de irnos.—dijo el Señor Harding levantándose del sofá.
—Si, hasta luego mamá, te amo.— se despidió Eleanor dándole un cálido beso en la mejilla a su madre, la cual la abrazó fuertemente.
—Cuídate mucho linda, le mandas saludos a tu abuela de mi parte, te amo.
—Claro, igual cuídate mucho.—terminó de decir y abrió la puerta de la casa saliendo de esta seguida por su padre.
El camino hacia la estación de trenes fue algo tranquilo, platicaba de cosas normales con su padre, reían y escuchaban algo de música, realmente ellos dos tenían una muy buena relación a pesar de todo.
—¿Quieres que te ayude?—preguntó su padre al haber llegado a la estación.
—No, no te preocupes papá, cuídate, te quiero mucho.—respondió mientras bajaba su maleta y le daba un beso en la mejilla a su padre.
—Eso debería decirte yo a ti.— rió él —Saludas a la abuela de nuestra parte.
—¡De acuerdo, los extrañaré!—dijo y comenzó a caminar hacia la entrada de la estación.
—¡Nosotros a ti!—gritó Tyler para que su hija lo pudiese escuchar y suspiró al ver como esta entraba a aquel lugar para después perderse entre la gente.
“Al fin”
Era una de las únicas dos palabras que pasaban por la mente de la rubia, ya había entrado al tren hacía apenas unos minutos. Hacía tiempo que no viajaba para poder visitar a sus abuelos, a decir verdad, habían pasado exactamente cuatro años. Una sonrisa melancólica se formó en su rostro, no quería recordar el porqué, pero le era imposible, desde que era pequeña cada verano visitaba a sus abuelos con un gran entusiasmo, pero después… todo cambio.
—“¡NO!” —se gritó a si misma interiormente—“Todavía no es momento de pensar y recordar cosas tristes.”
Trató de despejar sus pensamientos; sacó su celular de su bolsa, al igual que sus audífonos, si, escuchar música era lo indicado en esos momentos.
El paisaje era simplemente hermoso durante el viaje, decenas de árboles, alguno que otro lago, y pequeñas casas se podían observar a lo lejos.
La de ojos verdes agradecía porque le hubiera tocado aquel asiento junto a la ventana, le encantaba contemplar aquella vista.
Pasó un corto tiempo, para que después anunciaran que al fin habían llegado a su destino. Las personas comenzaron a pararse de sus asientos mientras ella sólo se quedaba ahí, pensativa, observando como todos bajaban, hasta que decidió hacer lo mismo.
Salió de la estación de trenes y se dirigió a pedir un taxi, la casa de sus abuelos aún quedaba algo lejos, pero ella no quería que su abuela se molestara en ver como podía llegar hasta su casa.
Logró conseguir un taxi rápidamente, cosa que le sorprendió pero al mismo tiempo agradeció aquello.
—Aquí estamos.—sonrió bajando del taxi ya habiéndole pagado y parándose en frente de aquella enorme casa.—Justo como la recuerdo.
La casa de sus abuelos se encontraba a fueras de la ciudad, era monstruosamente enorme, pero eso le agradaba a ella, ya que al estar a fueras de la ciudad, se encontraba cerca de un pequeño bosque en especial, y la tranquilidad ahí era perfecta.
Pasó el gran enrejado que se encontraba en la entrada, simplemente diciendo su nombre, había sido algo fácil. A lo lejos pudo divisar una silueta, sonrió aun más, ese día estaba más que feliz.
—¡Abuela!—gritó Eleanor corriendo hasta ella para poder darle un gran abrazo.
—¡Eleanor!—sonrió la anciana con una sonrisa —Mira, que grande estás, no puedo creerlo, a tu abuelo le encantaría poder verte en estos momentos.
—Lo sé.—dijo la rubia con un poco de tristeza, pero al instante cambió aquel tono.—¿cómo has estado?
—Muy bien hija, ¿y tú? Tienes muchas cosas que contarme.—rió su abuela y ambas comenzaron a caminar para poder entrar a la casa y dejar la maleta de la menor.
Ambas continuaron hablando por un largo rato, habían sido cuatro años sin verse, y ellas eran muy apegadas, por lo tanto no se habían aburrido en ningún momento.
—Bueno linda, dejare que descanses, me imagino que el viaje fue algo pesado.—dijo su abuela sonriendo.
—Gracias abuela, pero creo que iré a caminar un rato al bosque.—comentó Ely, desde pequeña eso se le había vuelto una costumbre, por una razón en especial.
—Está bien, pero no regreses muy tarde, sabes lo que dicen de aquel bosque.—rió la anciana soltando un suspiro, apenas eran las cinco de la tarde, su nieta tendría el tiempo suficiente.
—Si, no te preocupes, ¡te amo!—dijo y sin más salió de la casa para poder caminar un rato.
Logró salir al patio trasero, tenía que atravesarlo para poder llegar a aquel bosque, el cual le traía demasiados recuerdos.
Aquel bosque, “el bosque de Dios, en el cual los espíritus viven” , la rubia rió al pensar aquello, toda la gente le tenía un ligero miedo, ya que se rumoraba que si alguna persona llegaba a entrar, nunca podía volver a salir, algo extrañamente hacía que estos se perdieran.
“Pon un pie en ese bosque y perderás el camino y permanecerás perdida por siempre”
Camino un poco más hasta encontrarse con la entrada del dichoso bosque, un suspiró se escapo de sus labios. Era ahora o nunca, y ella decidió que era ahora el momento de volver a entrar en el.
Sus pasos fueron decididos, y comenzó a caminar sin rumbo alguno por aquel enorme lugar. Pasó un rato hasta que sus ojos se posaron en un lugar en especifico, y sonrió tristemente, se acercó hasta aquel árbol, y se sentó lentamente a espaldas de este.
Un suspiro de tristeza escapó de sus labios.
¿Para qué negarlo? Lo extrañaba y lo recordaba perfectamente. Cada momento, cada risa, todo lo que había pasado junto con él.
—Liam…—de sus labios salió aquel nombre y los recuerdos comenzaron a llegar a su mente. Se estaba dañando a si misma con ello, pero ya no podía mas.
Sus recuerdos estaban volviendo a aparecer, y se situaron unos años atrás, en ese mismo lugar…
Eleanor apenas tenía siete años de edad, la pequeña niña se encontraba llorando debajo de un gran árbol dentro de aquel bosque, se había perdido y no encontraba manera alguna de regresar a casa de sus abuelos, los cuales le habían advertido sobre ese lugar. Las lágrimas se acumulaban en sus ojos, se sentía completamente sola.
Un sonido llamó la atención de la pequeña haciéndola voltear, una extraña silueta se estaba asomando detrás de uno de los árboles, un pequeño grito se escucho entre los árboles.
—¡Hey, pequeña!
El miedo comenzó a invadir su cuerpo, más cuando aquella silueta se volvió a esconder y segundos mas tarde volvió a aparecer, ambos se quedaron inmóviles.
—¿T-te has perdido?—susurró con algo de nerviosismo una voz masculina detrás del árbol.
—Si.—respondió mientras asentía con la cabeza la temerosa la niña de hermosos ojos verdes.
De un momento a otro, el joven que se encontraba detrás del árbol salió para poder ver a la niña, se veía de unos dieciocho años de edad. Llevaba una máscara algo extraña, por ello su rostro no podía ser visto, solo sus cabellos que eran de un color castaño oscuro, su ropa era un pantalón de color blanco y una camisa color azul cielo.
—Mi nombre es Liam.—dijo aquel chico aún sin removerse la mascara. La pequeña sonrió de sobremanera, ¡había encontrado a una persona!
—¡POR FIN!—gritó llorando y tratando de lanzarse en brazos del misterioso chico, pero aquello había sido un gran error, el castaño logró esquivarla haciendo que Ely cayera al suelo dándose un golpe en la cara.
—Oh, lo siento, no fue mi intención.—se disculpó al ver que ella comenzaba a llorar de nuevo—te ayudaré a encontrar de nuevo el camino fuera del bosque, pero no puedes tocarme, ¿está bien?
—Si…—dijo con algo de desconfianza la rubia y volviendo a tratar de abrazarlo unas cuantas veces, obteniendo la misma respuesta, siempre cayendo al pasto de nuevo y recibiendo un pequeño golpe en la cabeza de parte de Liam, el cual se lo daba con una pequeña rama de uno de los árboles.
—¿Cómo te llamas?—preguntó el chico caminando a un lado de ella, sosteniendo un extremo de la rama mientras que Ely sostenía el otro, después de que se hubiera calmado.
—Eleanor, vivo cerca de aquí, bueno, por el momento, solo estoy viviendo con mis abuelos por las vacaciones.—respondió sonriente.
—Ya veo…—dijo, y después de ello el silencio reinó entre los dos.
—¿Por qué no puedo tocarte?—preguntó inocentemente Eleanor volteando a ver al chico.
—Porque si lo haces, yo podría desaparecer pequeña, eres una niña humana, si un humano me llega a tocar, desapareceré.—respondió sin más, dejando a la pequeña con curiosidad, una sonrisa se mostró en su rostro tratando de volver a tocar al chico, recibiendo un golpe un poco mas fuerte de éste con la pequeña rama que se encontraban agarrando.
—¡Oye!—se quejó la pecosa.
—Te estoy diciendo que no puedes tocarme y es lo primero que intentas hacer.—suspiró cansado Liam.
—Lo siento…
—No te preocupes, entiendo tu curiosidad, pero ya no lo hagas, ¿está bien?—preguntó a lo que la niña asintió con una sonrisa.
—Si no te pueden tocar los humanos, entonces ¿qué eres?
—Soy... algo del bosque.—dijo secamente Liam, a lo cual la rubia se quedo callada.
Continuaron caminando, ya sin ningún intento por parte de la menor, platicaban de cosas normales, y sobre el porque él llevaba aquella máscara puesta, pero no obtuvo ninguna respuesta lógica.
—¿No… estas asustada?—preguntó el de cabellos color café.
—¿De qué?—sonrió la pequeña.
—Olvídalo…
—Esto es muy parecido a una cita.—soltó la rubia riendo.
—No una muy romántica a decir verdad.—suspiró Liam.
Se encontraba nuevamente en la entrada del bosque, gracias a que Liam la había guiado, la niña comenzó a dar pequeños saltos de felicidad, y le agradeció a este.
—Muchas gracias Liam.—sonrió la de ojos azules.
—No te preocupes.—respondió este algo indiferente—O-oye…
—¿Qué sucede?—preguntó la pequeña volteando a ver al castaño el cual lentamente se comenzaba a quitar la máscara.
—¿Podrías regresar mañana? No lo sé, podríamos tratar de jugar o platicar un rato.—preguntó Liam, sonriendo, su rostro ya se podía observar, sus ojos eran de un color café, muy lindos, y su tez era blanca.
—Si.—sonrió Ely, haciendo que él igual lo hiciera, fue ahí donde a su corta edad había comprendido algo tan facilmente. Liam se sentía solo, al igual que ella, pero, ¿qué rayos hacía él en el bosque?
La pequeña rubia se despidió de Liam con un ademán y corrió hacia la casa de sus abuelos, contenta de haber podido regresar a su casa sana y salva.
A la día siguiente Eleanor se levantó con una gran emoción, y desde la mañana pasó todo el día junto con Liam, el cual no llevaba puesta la máscara, hablando de diversas cosas, hasta llegar a un tema en especial.
—Oye Liam, ¿y tu dónde vives?—preguntó la pequeña sentándose en el pasto seguida por el.
—Aquí.—respondió sonriendo.
—¿Cómo? ¿Y tus padres igual viven aquí en el bosque?—preguntó sorprendida, para tener siete años, era una niña muy preguntona e inteligente.
—Yo… no tengo padres, por así decirlo, fui criado en el bosque.—dijo algo serio, a lo que la niña entendió que no debía preguntar más acerca del tema.
Continuaron platicando, mientras jugaban o hacían alguna otra cosa, y Ely le explicaba que ella se encontraba ahí porque cada verano iba a visitar a sus abuelos, hasta que comenzó a oscurecer y el castaño volvió a conducir a la pequeña a la entrada del bosque.
Poco a poco se fue haciendo una pequeña costumbre entre los dos, se veían cada día, platicaban, jugaban, reían entre los dos, sin embargo, todo tenía su fin, y las vacaciones de Ely estaban por terminar. Faltaba solamente un día para que ella se fuera de casa de sus abuelos.
Se hacía algo tarde, y la pequeña rubia corría a todo lo que sus piernas le daban para poder llegar a la entrada del bosque, se quedo a la entrada al ver la silueta de Liam.
Sonrió y tristes lágrimas comenzaron a salir de sus ojos, ella ya le había comentado sobre su partida, y él había entendido. Habían decidido despedirse esa tarde, y ambos habían llegado puntualmente, Liam usando su extraña máscara.
—¿Por qué estás llorando?—preguntó éste mientras removía la máscara de su rostro y le sonreía tiernamente a Ely—Nos volveremos a ver.
—¿Cómo lo sabes?—respondió con otra pregunta la de ojos verdes.
—Solo lo sé, además, ¿no vienes cada verano a visitar a tus abuelos?—la pequeña asintió con la cabeza.
—Pero tú…—susurró mirando hacia el suelo— ¿no te vas a sentir solo?—ante tal pregunta el castaño abrió de golpe sus ojos y sonrió un poco triste inconcientemente.
—No te preocupes por mi, pequeña, estaré bien, y estaré esperando para que podamos volver a vernos, solo prométeme que te cuidarás.—dijo mientras agarraba la pequeña rama que siempre llevaba consigo y la depositaba lentamente en la cabeza de Ely, esta sonrió.
—Te lo prometo Liam, te quiero.—terminó de decir aún con unas cuantas lágrimas en sus ojos, mientras buscaba algo en un pequeño bolso que traía consigo. Del bolso saco un peluche, algo viejo pero bien cuidado y se lo extendió al castaño para que lo agarrara—Y-yo siempre duermo con él para no sentirme sola, pero creo que ahora tu lo necesitas mas que yo, y quiero que lo conserves.
—Muchas gracias.—respondió Liam después de unos segundos, ya que aquello lo había sorprendido aún mas, con cuidado agarro el peluche y escucho como la niña se terminaba de despedir de el.
—Hasta luego Liam.
Ely comenzó a correr hacía casa de sus abuelos, pero antes de llegar se volteó para darle una sonrisa a su amigo y lanzarle un pequeño beso con la inocencia de cualquier pequeña, mientras él sólo la observaba sonriente y una pequeña lágrima se deslizaba por sus ojos mientras sostenía con una de sus manos el pequeño oso de peluche, gracias a esa pequeña él había dejado de sentirse solo en aquel enorme bosque, aquella pequeña rubia se había convertido en una pequeña luz en su oscuridad.
“Te estaré esperando”
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Sky.
Re: A Light In My Darkness {Liam Payne} OS.
por zafiro7gray Lun 16 Sep 2013, 9:40 pm
mas perfecto este shot no podia ser!!! siguela, dios quiero saber porque liam usa esa mascara, por cierto soy zafiro, siguela por favor, necesito saber el porque... xxxx
zafiro7gray
Re: A Light In My Darkness {Liam Payne} OS.
por Kurisu Mar 17 Sep 2013, 7:44 pm
Sky!! 
Ame este shot demasiado, no puedo esperar a la siguiente parte, sin duda Eleanor es una chica que me cae demasiado bien, su personalidad es tan inocente y juguetona que adore su forma de ser, es algo sincero e infantil pero sencilla es genial :P
Liam me genera muchas intrigas :scratch: la mascara, el porque no lo pueden tocar, sin duda me genera muchas preguntas que deseo que me las respondas
no quier quedarme con la intriga, ya quiero saber que es lo que ese castaño sersi esconde asi que acosare este shot hasta que subas la segunda parte :eaea: sin duda me tendrás molestandote por aqui 
Escribes perfecto mujer Sky.
Saludos C:
Ame este shot demasiado, no puedo esperar a la siguiente parte, sin duda Eleanor es una chica que me cae demasiado bien, su personalidad es tan inocente y juguetona que adore su forma de ser, es algo sincero e infantil pero sencilla es genial :P
Liam me genera muchas intrigas :scratch: la mascara, el porque no lo pueden tocar, sin duda me genera muchas preguntas que deseo que me las respondas
no quier quedarme con la intriga, ya quiero saber que es lo que ese castaño sersi esconde asi que acosare este shot hasta que subas la segunda parte :eaea: sin duda me tendrás molestandote por aqui Escribes perfecto mujer Sky.Saludos C:
Kurisu
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Re: A Light In My Darkness {Liam Payne} OS.
por Sky. Mar 17 Sep 2013, 9:43 pm
Hola hermosa, pues te dire Zafi<3(?
klkjasljdsf, tratare de subir la siguiente parte lo más rapido que pueda.
Cuidate<33
klkjasljdsf, tratare de subir la siguiente parte lo más rapido que pueda.
Cuidate<33
zafiro7gray escribió:mas perfecto este shot no podia ser!!! siguela, dios quiero saber porque liam usa esa mascara, por cierto soy zafiro, siguela por favor, necesito saber el porque... xxxx
Sky.
Re: A Light In My Darkness {Liam Payne} OS.
por Sky. Mar 17 Sep 2013, 9:46 pm
Mi Bella Stefy<333
Eleanor si, es una chica demasiado inocente y tierna
Y ese Liam, si lo se, te intrigara demasiado en el shot, sera algo como askfjñlfkjef, ¿QUÉ? pero bueno, ese es el caso que sorprenda
Y tranquila aqui esta Sky para responder todas las preguntas que desees(?
dlkjskldjasdfj, la siguiente parte la subire pronto, eso espero, mañana empiezan mis examenes y estoy cansada, aburrida y con miedo
Te quiero Stefy<33
Eleanor si, es una chica demasiado inocente y tierna
Y ese Liam, si lo se, te intrigara demasiado en el shot, sera algo como askfjñlfkjef, ¿QUÉ? pero bueno, ese es el caso que sorprenda
Y tranquila aqui esta Sky para responder todas las preguntas que desees(?
dlkjskldjasdfj, la siguiente parte la subire pronto, eso espero, mañana empiezan mis examenes y estoy cansada, aburrida y con miedo
Te quiero Stefy<33
Stefanya escribió:Sky!!
Ame este shot demasiado, no puedo esperar a la siguiente parte, sin duda Eleanor es una chica que me cae demasiado bien, su personalidad es tan inocente y juguetona que adore su forma de ser, es algo sincero e infantil pero sencilla es genial :P
Liam me genera muchas intrigas :scratch: la mascara, el porque no lo pueden tocar, sin duda me genera muchas preguntas que deseo que me las respondas
Saludos C:
Sky.
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