Maybe we can turn back in time {Niall Horan}

por **harrystyes** Lun 25 Feb 2013, 3:30 pm

Ficha:

Nombre: Maybe we can turn back in time.
Autor: Martina.
Adaptación: No.
Género: Drama y Romance.
Advertencias: Contiene vocabulario obsceno y alguna que otra escena fuerte. No será demasiado larga.
Otras páginas: De momento no.

Hola :-) Primero de todo me presento. Soy Martina y tengo 15 años. Puede que varias ya me conozcan por mi otra novela y que pronto acabaré. Pensé subir esta novela algo más tarde pero soy muy impulsiva y como ya tenía escrita la sinopsis y el prólogo pues no pude contenerme. Esta es la segunda novela que publico y que es toda mía. Espero realmente que disfrutéis con esta novela ♥

Maybe we can turn back in time

¿Podrías enamorarte de la persona errónea y nunca llegar a aceptarlo? ¿Te dejarías llevar por ese amor?
Madeleine nunca imaginó que el chico de sus sueños, del que solía decir que estaba enamorada, la llevaría a la miseria. Su vida era lo que se dice, perfecta, pero de un día para el otro esa familia, envidiada por muchos, se fue a lo más fondo de sus recuerdos. ¿Había un culpable en concreto? La verdad es que no, simplemente hizo lo que todos experimentan en algún momento de sus vidas: enamorarse. Pero, ¿ella imaginó que se enamoraría de su peor enemigo? Ella no lo creía hasta que sucedió.
Tiene que arrastrar sus problemas día tras días, sin dar media vuelta, tomando decisiones y sobre todo, intentando olvidar.
Nunca creyó que entre sus recuerdos habían esperanzas, y mucho menos que esas esperanzas se presentarían.
¿Madeleine podrá eliminar sus horribles errores, que le cobraron casi la vida, y buscar ayuda en otras personas, o más bien, en una persona en concreto?

Recuerda: Un error podría cobrarte la vida.

por **Tamara_Horan** Lun 25 Feb 2013, 3:31 pm

SOOY TU PRIMERAA LECTORAAAAAAA WIIIIIIIIIIII Maybe we can turn back in time {Niall Horan} 1606340316

por **harrystyes** Lun 25 Feb 2013, 3:43 pm

Tamara_Horan escribió:SOOY TU PRIMERAA LECTORAAAAAAA WIIIIIIIIIIII

HOOOOOOOOLA U'RE WELCOME BBY

por **Roochi.1D** Lun 25 Feb 2013, 4:41 pm

¿Segunda?
Aquí me tienes :3
Espero con ansías el prólogo ! :D

por **Jaeger.** Lun 25 Feb 2013, 9:00 pm

Nueva lectora :3 asdasfas Ame la sinopsis <3 Seguila bebe!

por **Wonderwall.** Mar 26 Feb 2013, 12:59 pm

NUEVA LECTORA HEREEEEE!
Me llamo Ángela (me dicen Angie) tengo 14 y soy de Spain.
Me encanta tu otra novela, soy así como un fantasma porque siempre leo novelas desde el celular u.u
Bueno, esta nove también tiene pinta de estar ¡buenísima! Te dejo, sube pronto, linda. Lots of love xx

por **harrystyes** Mar 26 Feb 2013, 1:44 pm

Roochi.1D escribió:¿Segunda?
Aquí me tienes :3
Espero con ansías el prólogo ! :D

Bienvenida aquí también :-D
Lo subiré hoy mismo Maybe we can turn back in time {Niall Horan} 2841648573

por **harrystyes** Mar 26 Feb 2013, 3:48 pm

Kande escribió:Nueva lectora :3 asdasfas Ame la sinopsis <3 Seguila bebe!

Bienvenida! ahora mismo subo el prólogo <3

por **harrystyes** Mar 26 Feb 2013, 3:51 pm

Wonderwall. escribió:NUEVA LECTORA HEREEEEE!
Me llamo Ángela (me dicen Angie) tengo 14 y soy de Spain.
Me encanta tu otra novela, soy así como un fantasma porque siempre leo novelas desde el celular u.u
Bueno, esta nove también tiene pinta de estar ¡buenísima! Te dejo, sube pronto, linda. Lots of love xx

Bienvenida Angie :)
Yo también soy de España jaja
Me alegro mucho que te guste mi otra novela. Espero que esta también te guste <3
Enseguida subo el prólogo ;)

por **harrystyes** Mar 26 Feb 2013, 3:59 pm

Prólogo

Nunca me creí de ese tipo de personas y mira tú por donde que terminé siendo una de ellas. De una manera u otra había destruido todo lo que tenía. ¿Cómo? Muy simple, unas jodidas pastillas blancas con pequeñas inscripciones en ellas. O si me apetecía, fumaba una extraña hierba marrón —o eso me parecía— que al principio me había parecido lo peor del mundo pero después de la tercera o cuarta calada me había parecido la solución al cáncer.

Dicen que las personas que se consideran afortunadas no terminan en tal fraude. Se equivocan.

Soy Madeleine Parker y me consideraba afortunada. Se preguntaran como acabé de esta forma. Para ser sincera, creo que fue por cuenta propia. Eso si, no fue mi idea pero yo lo decidí. Yo seguí adelante con el plan. Muy en el fondo sabía que no era lo correcto pero ignoré todo pensamiento que se interpusiera en mi decisión.

La peor decisión nunca tomada en mis diecisiete cortos años.

Volviendo al tema de que me sentía afortunada, era totalmente cierto. Tenía una vida perfecta, todo a mi alrededor era perfecto. Mi familia era la típica familia ejemplar que se reunía todas las navidades y cocinaba a montones para satisfacer a los demás familiares que venían de diferentes partes del mundo. Seguimos siendo una familia numerosa pero ya ni la mitad nos dirige la palabra y todo por culpa mía. Sé que piensan lo peor de mí. Sé que le reprocharían todo a mis padres. Ellos no tienen culpa alguna. Fue todo cosa mía.

He alejado a la gente que quiero de mí, sí, excepto a mi mejor amigo Álex y tal vez un poco menos a mi hermano Lucas. Él sigue comportándose como siempre a pesar de que sabe qué hago.

Mi mejor amigo, Álex, es maravilloso. Siempre ha tenido un hueco para mí, siempre. Nunca me ha juzgado por lo que fui ni por lo que soy actualmente.

Siempre he tenido una leve sospecha de que él me considera algo más que una buena amiga pero yo nunca podría corresponderle. Es como un hermano. Bueno, no exactamente. Nos hemos besado un par de veces pero solo por saber como se sentía. Bien, eso es todo. Así que solo puedo considerarlo mi mejor amigo, mi confidente. Si voy yo, él también. Somos una especie de pack a pesar de que somos de sexos opuestos. Raras veces nos encontrarías separados.

No tengo muchos amigos. Ahora.

Todos se alejaron de mí. No eran realmente amigos. Todos querían algo de mí. Yo lo sabía pero lo pasé por alto porque me sentía segura con ellos. Más con unos que con otros. A la chica que consideré mi mejor amiga, Rachel, me dejó de lado cuando se dio cuenta de lo que había empezado a hacer. Nunca me olvidaré de ese día. Todos se habían dado cuenta de lo que hago.

Estaba tranquilamente —en todo sentido de la palabra— subiendo las escaleras de casa después de haber distraído a mi hermano mayor Lucas de que no estaba fumada o borracha. Entré en mi cuarto dando trompicones, hasta me dí con la pata de la cama. Maldije y me caí en la cama. De repente me calmé y comencé a reírme como una histérica. A los minutos volví a levantarme. Todo me daba vueltas pero no me importó. Tenía una misión: las pastillas de 5 Mg que estaban escondidas en el bote de pastillas para el dolor de cabeza. Sé muy bien por qué en una ocasión las escondí ahí. Abrí la puerta del espejo-compartimento que estaba colgado en mi baño y saqué el bote que llevaba una absurda etiqueta. Lo intenté abrir más de una vez pero nada. Me estaba desesperando hasta que por fin el bote se abrió. Rápidamente me puse unas dos o tres pastillas en la mano y con igual rapidez las tragué. Al principio no noté nada. Estaba igual que siempre, es decir, con vista borrosa y con varios tipos haciendo lucha libre en mi cabeza. Pocos minutos después mi vista se puso algo más que borrosa. No veía nada, literalmente. No era como si no me hubiese puesto mis lentes para leer, todo era como manchurrones de colores opacos. Lo rojo se había vuelto negro y lo negro ya ni parecía oscuro. Las piernas comenzaron a flaquearme. Noté como la camiseta se me estaba pegando al cuerpo y como las gotas de sudor resbalaban por mi frente hasta llegar a mi pecho. Me deshice de la camiseta en un acto de intentar terminar con el calor que sentía pero era imposible. Sudaba exageradamente. No podía pensar. Vagamente me había dado cuenta de que tenía el bote de pastillas en la mano y que no lo soltaba porque lo agarraba como si fuera mi flotador, el que me mantendría en pie. Todo lo demás que vi fue negro, negro y más negro. Había tenido una sobredosis. Lo único que recuerdo después de eso es que me desperté en una cama de hospital y a mis padres discutir y echándose la culpa el uno al otro de como no se habían percatado de mi situación. Mi hermano Lucas estaba ahí, en esa habitación, dormido en una silla que se veía incómoda y con la cabeza apoyada en una parte de mi cama. Una corriente de culpabilidad recorrió todo mi cuerpo. Poco después de que me despertase, entraron mis padres y detrás de ellos, Álex. Nunca lo había visto de tal manera. Irradiaba preocupación por todos los poros, preocupación por mí. Estuvo conmigo muchas horas. Todos los días.

Le dije en más de una ocasión que no era necesario pero él me ignoraba y seguía viniendo. En parte se lo agradecía. La mayoría del tiempo me encontraba cansada y durmiendo por los analgésicos que me obligaban a tomar. El otro tiempo restante la pasaba con Álex y con mi hermano.

Lo peor de todo era que tenía unas lagunas muy profundas de todo lo que había ocurrido. No recordaba nada de ese día, nada en absoluto.

Los médicos me contaron vebremente que habían encontrado en mi cuerpo y poco más. Habrán dado por sentado que mis padres me lo habían dicho. Solo podría preguntarle a una persona y esa persona era Álex. Estaba segura que él sabía donde me encontraba y con quienes. Así que eso hice, le pregunté.

Me observó de una manera que no supe descifrar.

—Tuviste una sobredosis —dijo después de lo que me pareció una eternidad. Sonaba lejano a sus palabras.

—Eso ya lo sé pero quiero más detalles. Los médicos poco me han dicho.

Suspiró y tomó mi pequeña mano entre las suyas. Le dio un leve apretón y yo se lo devolví.

—Rachel te encontró en el baño de tu habitación. Justo al lado tuyo había un bote de pastillas y dio por sentado lo que había pasado.

Fruncí un poco el ceño al escucharle mencionar a Rachel.

—Rachel me encontró... ¿Ha venido?

—Ella... ella te estaba buscando. Tu hermano le había dejado entrar con la escusa de que no sabía que te pasaba y que tal vez necesitabas estar con tu mejor amiga. Fue directa a tu cuarto y ahí es cuando te vio. Lo primero que hizo fue llamarme a mí. Lo segundo fue avisar a tu hermano ya que tus padres no se encontraban en casa. Después de eso sé que llegué a tu casa y te estaban llevando en una camilla, inconsciente.

Las palabras no encontraban la forma de salir. Sentía como se me hacía un nudo en la garganta.

—¿Ha estado aquí en lo que estuve inconsciente? —me costaba hablar.

El silencio que se hizo paso entre nosotros me respondió a todo.

—Oh —susurré porque no sabía que más decir.

—Los médicos le dijeron a tus padres que tuviste mucha suerte.

Su voz inundó el silencio que se había creado de nuevo. Levanté la vista hacia él y lo vi mirándome fijamente.

Cerré lo ojos e intenté controlar las lágrimas que amenazaban por salir. Yo era fuerte. Tenía que ser fuerte por muchas personas.

Sabía que tarde o temprano tendría que afrontar las consecuencias de todo eso. Oh, sí que lo sabía. Era seguro que después de esa mis padres me internarían en algún centro de rehabilitación. Y lo hicieron, no me quedaba otra. En el fondo sabía que era lo correcto pero la necesidad de abrir un bote de pastillas no me lo quitaba nadie.

Tengo que admitir que no fue tan mal como creí. Al principio sí pero ya después me acostumbré y cuando venía Álex o Lucas podía soportarlo perfectamente.

No sirvió de mucho. A los pocos meses volví a caer.

Y aquí estoy. Hundida en un pozo de miseria.

por **Roochi.1D** Mar 26 Feb 2013, 4:37 pm

Oh OH .
Que mal che ._______.
Me gustó el prologo :3
Espero el proximo ;)

por **harrystyes** Jue 28 Feb 2013, 11:07 am

Roochi.1D escribió:Oh OH .
Que mal che ._______.
Me gustó el prologo :3
Espero el proximo ;)

Uuhh me alegra que te haya gustado, es un alivio jajaja

por **harrystyes** Vie 01 Mar 2013, 4:02 pm

Capítulo 1

Camino perezosamente entre las calles de Seattle en busca de Adam. Horas atrás me había dado una dirección donde me dijo que me esperaría.

La primera impresión del barrio en el que me meto es muy poco agradable. Parece que las paredes se van a caer en cualquier momento. Está todo destrozado por todos lados.

Varias ratas salen de un escondrijo y caminan velozmente hacia un agujero al otro lado de la calle. Hago una mueca de asco y sigo caminando, mirando a mi alrededor.

A penas hay gente a estas horas, aunque ahora que veo todo pienso que no debe de haber demasiada gente ni de día.

Un grupo de unos cinco chicos salen de un callejón muy oscuro a unos diez metros de donde me encuentro. Hacen mucho ruido y no paran de reírse y de maldecir. Me paro bruscamente al reconocer a uno de ellos.

No sé si me ha leído el pensamiento o ha notado mi mirada en él, pero justo en ese momento levanta la mirada hacia mí y se me queda mirando con una expresión extraña. No está serio pero tampoco es que exprese alegría por verme. Frunzo el ceño al escucharle dirigirse hacia sus amigos y decirle "vuelvo en un minuto". Se aleja de sus amigos con las manos metidas en los bolsillos de sus vaqueros negros y camina hacia mi. Me dan ganas de salir corriendo porque hace muchísimo tiempo que no lo veo y no sé que esperar de él. Es cierto que me he vuelto un poco desconfiada.

Cuando está a unos tres metros de mí sonríe enseñando todos los dientes y me digo que no ha cambiado nada y que sigue siendo igual de bello.

—Madie.

Madie. Nadie me llama Madie.

—Jesse —lo saludo de la misma forma que hizo él.

Su mandíbula es lo que más destaca de toda su compostura física. Sus ojos son de un verde azulado y solía perderme en ellos por muchísimo tiempo. Es atractivo, muy atractivo, tanto que debería ser ilegal ir así por la calle.

Noto su mirada por todo mi cuerpo. Me recorre, como si fuera una extraña. Tal vez lo soy después de tanto tiempo.

No me doy cuenta hasta después de unos segundos que yo también lo estoy observando como él hace conmigo.

—Cuanto tiempo —susurra y curva hacia arriba un lado de su perfecta boca. Aparto la vista de su boca cuando me doy cuenta de que me he quedado mirándola.

Creo que él se da cuenta porque sonríe aún más.

—Demasiado —respondo sonriendo levemente.

—¿Qué haces por aquí? —mira a su alrededor como buscando algo que encaje conmigo, algo que yo estaría buscando en esta pocilga de calle.

—Creo que lo mismo que tú —se hace una pausa en la que nos miramos, evaluandonos —. Busco a Adam, ya sabes.

—¿Adam? —suena incrédulo —. Pensé que ya no estabas metida en esto después de...

De repente se calla. Después de que tuviste una sobredosis. Sé que quería decir eso.

—Pues aquí estoy. ¿Sabes dónde puedo encontrarle? Se supone que está por algún lado de esta calle.

—Está en el edificio Nº 34, a una manzana de aquí.

Hago un breve asentimiento con la cabeza.

—Gracias.

Doy media vuelta porque estoy algo resentida por su comentario no dicho y comienzo a caminar calle abajo. No hace falta que me recuerden lo que he hecho aunque en realidad a todo lado que vaya está escrito. En las paredes, en los suelos, en los bancos de los parques... Todo me recuerda a lo mismo.

Siento que algo me persigue, como una sombra.

—Espera Madeleine —Jesse me para en medio de la acera donde una pared llena de graffiti nos rodea.

Le miro interrogante y me parece ver algo de ansiedad en su mirada.

—Lo siento, no pretendía...

—No pasa nada —le corto, abrazándome la cintura. De repente me ha dado frío.

Él me mira culpable por un segundo pero enseguida intenta ocultarlo.

—Me he estado preguntando que sería de ti. Quiero decir, después de lo que pasó entre nosotros me quedé un poco ofuscado y meses más tarde pasó lo que pasó y bueno... ya sabes.

—Te preguntabas si estaba viva —digo lo que él no se atreve a decir y en un tono hosco. La sensibilidad ahora no encuentra lugar.

—Pensé que yo había tenido algo que ver.

Me quedo mirándolo impasible.

Miro a mi alrededor, intentando aliviar la tensión que se ha creado entre los dos.

—Si no tienes nada más que decirme me gustaría buscar a Adam.

Me mira y no dice nada. Doy media vuelta y sigo caminando. No doy ni cuatro pasos que siento una mano en mi muñeca y que obliga a girarme, de nuevo.

—Oye... lo siento de nuevo.

Estoy por decirle que pare de hacer eso y me deje ir, pero no se lo digo y le miro.

—No hago nada más que cagarla —se frota la frente con la palma de la mano. Me doy cuenta de que es un gesto de nerviosismo—. Me ha sorprendido verte y realmente bien.

Parpadeo dos veces.

—Lo mismo puedo decir.

Jesse sonríe y saca del bolsillo de su chaqueta de cuero negra —como el pantalón— una tarjeta blanca con algo escrito en ella.

Me la tiende y yo la cojo algo titubeante.

Es una tarjeta con su número (supongo) y una dirección que no sabía que existía.

—¿Por qué me das esto? —pregunto por que no sé a donde quiere llegar.

—Porque quiero que me llames.

Entreabro la boca y frunzo el ceño.

—Simplemente llamarte.

—Eso es —vuelve a sonreír de lado y siento como una oleada de calor me recorre el cuerpo. No debería mirarle tanto tiempo—. Me alegra haberte encontrado. Tal vez me encontraste tú a mí, como sea, me ha gustado. Te ves realmente bien.

—Tú también te ves bien, muy bien de hecho.

Lo último lo añadí casi sin darme cuenta y cojo aire rápido.

Él se ríe y su risa es la llegada de la primavera.

—Ya te dejo ir —levanta ambas cejas, divertido—. Nos vemos, Madeleine.

—Sí —digo yo girándome y comenzando a caminar—. Nos vemos.

Sonrío porque sé que no puede verme y bajo por la calle hasta el edificio más pintoresco que he visto en mi vida.

En frente a mí tengo un edificio de unos veinte metros de altura. Creo que es el edificio más alto del lugar y el más ''elegante'' dentro de todo lo elegante que puede llegar a ser. Vagamente me pregunto por qué Adam tendrá su chiringuito aquí. Llama mucho la atención pero lo pienso mejor y llego a la conclusión tal vez es por eso que lo hizo ahí, porque llama mucho la atención.

Me planto en la entrada y busco cualquier manera de llamar a la puerta que no sea tocando. No suelen hacerlo tan fácil. Levanto la mirada y me encuentro con una cámara que en ese momento está grabándome y alguien al otro lado seguro está identificándome. De repente se abre una rendija en la gran puerta de metal y aparecen en mi vista unos ojos oscuros. Me sobresalto un poco pero mantengo la compostura.

—Nombre —me pide una voz de mujer ocho octavas más abajo de lo normal y que me resulta familiar.

—Madeleine Parker, busco a Adam.

Silencio, después:

—Todos buscan a Adam —creo que se está burlando de mí pero lo paso por alto.

—Él me dio esta dirección ayer.

—Estás en la lista. Entra —dice y con un chasquido como una castaña rompiéndose, se abre la puerta.

Entro sin titubear y a los pocos pasos me paro.

El tamaño es impresionante. No hay mueble alguno y las paredes están pintadas de un color gris oscuro. Una luz que proviene de una lampara ilumina todo el lugar. El lujo de afuera no tiene nada que ver con el de adentro.

Al fondo de la larga sala puedo ver otra puerta de madera y que está entreabierta.

Me giro buscando a la mujer de antes pero ya no está. Camino con paso tranquilo hacia la puerta y toco. Una voz que llega desde adentro de la habitación me sobresalta.

—Madeleine, te estaba esperando.

Es sin duda Adam.

Entro despacio a la habitación y lo primero que veo es a un chico alto, cabello rubio como el caramelo y unos ojos azules casi transparentes. Podría saber su secreto más oscuro a través de sus ojos.

—Siento haber llegado tarde pero es que no encontraba el edificio... —comienzo a excusarme con la voz un poco áspera pero él me corta con un movimiento de la mano.

—Estás aquí, eso es lo que importa —me mira levantando una ceja y aparece una leve sonrisa en su rostro—. Así que quieres trabajar para mí...

Se levanta de una silla que tiene detrás de un escritorio de madera oscura, casi negro y gira para quedar frente a mí. De cerca es aún más guapo.

—Así es —respondo sin dejar de mirarlo.

—Pareces un poco joven para estar metida en esto. ¿Sabes lo que conlleva, no?

—Por supuesto.

Adam me examina tranquilamente. De repente me siento muy expuesta y eso que estoy cubierta de arriba a abajo.

Yo también le miro pero más discretamente. Para ser sincera, me intimida. No sé si es porque mide casi sesenta centímetros más que yo o porque es uno de los chicos más atractivos que he visto en mi vida. Es aún más atractivo que Jesse y eso me asusta. Mi madre solía decirme que las caras bonitas eran solo eso, caras bonitas.

No creo que tenga más de veinticinco años, puede que tenga incluso menos.

—¿Te comprometes a hacerlo? Una vez que me hayas dicho que sí no podrás volver atrás. Nada de arrepentirse.

—¿Por algo estoy aquí, no? —me sale antes de que pueda pararlo. Ha sonado grosero pero él parece no darle importancia porque se ríe.

—Me gusta esa actitud —vuelve a dar la vuelta al escritorio y se sienta—. Está bien entonces.

Hace un gesto con la cabeza a una silla que hay en la otra punta de la habitación y yo voy a por ella. La pongo al frente del escritorio de modo que quedo cara a cara con él y me siento.

—Necesito saber que edad tienes. No puedo meter a niñas en esto —sé que está mofándose de mí pero aún así me siento ofendida.

—Tengo la edad suficiente para saber lo que hago —lo miro desafiante porque su comentario de antes me ha afectado.

—Eso me parecía —intenta ocultar una sonrisa con un tosido—. ¿Por qué estás aquí concretamente?

—Porque necesito el dinero —suelto sin más y suspiro.

Adam asiente con la cabeza y apoya ambas manos en el escritorio.

—Dentro de una semana nos viene una carga desde Canadá y necesito que vayas a recogerla. ¿Te comprometerías a hacerlo?

Siento una sacudida en el estómago y trago saliva.

—Por supuesto —dudo.

—No se te ve muy convencida... ya te he avisado.

—Estoy dispuesta a hacerlo. Dime un día y una hora y allí estaré.

Mi respiración se vuelve artificial. No puedo creerme lo que estoy diciendo.

—Muy bien. Tú misma lo has decidido —me mira por unos segundos—. Mañana te llamaré y te daré todo cuanto debas saber, por ahora puedes marcharte.

—De acuerdo.

Me pongo de pie y ya no sé que hacer.

Adam me mira en todo momento y siento que me sonrojo. Alarga una mano y yo se la miro algo insegura. Al final decido estrechársela.

—Encantado de conocerte, Madeleine. Espero que no me falles —a pesar de que suena muy educado puedo notar una nota breve de advertencia en su voz.

—Lo mismo digo. Y gracias —le envío una última mirada y doy media vuelta para salir.

Ya está hecho. Ya trabajo oficialmente en el lado más oscuro de mi mundo y en el que me he metido yo sola.

por **Roochi.1D** Vie 01 Mar 2013, 4:23 pm

A la mierdaaaaaaaa !
Que aparezca Niall pronto, y la saque de ahi !
Besosssssssssss :D

por **Wonderwall.** Dom 03 Mar 2013, 3:30 pm

AAAAAAAAH MADRE MÍA, ¿PERO ESTO QUÉ ES?
OMG creo que no morí más en toda mi vida. Síguela pronto, lots of love :) xx

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