Secuestrada

Los rayos de sol entraban por mi ventana dándome directamente en los ojos. Los abrí lentamente acostumbrándome a la luz y me di cuenta de que mi lado estaba Zayn. Zayn era como mi “mejor amigo con derechos”. Siempre que salíamos de fiesta acabábamos teniendo sexo. Me levanté cuidadosamente para no marearme debido al fuerte dolor de cabeza. Cogí su camisa, me la puse ya que solo tenía la ropa interior y me dirigí al baño. Una vez allí me lavé la cara y me peiné. Aún así parecía un zombie. Tenía unas enormes ojeras que se podían ver a tres kilómetros de distancia. Suspiré, salí del baño cerrando la puerta lentamente y me acerqué a Zayn.
-Zayn, despierta...mi padre está a punto de llegar y ya sabes que pasará si te ve aquí.-solo hubo una vez en la que mi padre le pilló aquí en casa semi desnudo y desde ese día le amenazó con no volver a verlo por aquí si no quería estar muerto aunque el trabajo de mi padre le favorecía ya que trabaja todos los días en su empresa y solo tenía un día de descanso a la semana.-Zayn.-dije de nuevo al ver que no se despertaba. Lentamente fue abriendo los ojos.
-¿Que quieres?-dijo mientras se sentaba en la cama.
-Ya sabes que hoy es el día de descanso de mi padre y si te ve aquí te matará.-bufó y se levantó de golpe. Se puso sus jeans negros y su supras blancas. Buscó su camisa hasta que se dio cuenta de que la tenía yo puesta.
-Necesito mi camisa.-sonreí y me la quité lentamente mientras le miraba con ojos seductores. Se acercó y se sentó muy cerca de mí para acto seguido besarme desesperadamente. Me tumbó en la cama y terminó de quitarme la camisa.
-No vuelvas a hacer eso.-reí.-Mira lo que has provocado.-dijo señalando su enorme erección.
-Será mejor que te vayas ya.-dije riendo. Me miró, me besó de nuevo y se levantó de encima mío. Se puso la camisa y se fue por la ventana no sin antes despedirse de mí. Suspiré y busqué algo de ropa en mi closet. Me vestí y una vez lista bajé a la cocina. Allí me encontré con mi madre quien no sabía nada de que Zayn había dormido en mi casa ya que ella llegó mucho después de que nosotros llegásemos.
-Hola mamá.-le di un beso en la mejilla y me senté en una de las sillas que rodeaban la mesa.
-Hola Lily...¿qué tal has dormido?-dijo mientras me servía el desayuno.
-Bien...aunque me he levantado con dolor de cabeza.-dije mientras me ponía una mano en dicho lugar. Empecé a devorar, literalmente, mi desayuno. Tenía demasiada hambre.
-¿Te ha dicho tu padre lo de la cena?
-¿Que cena?-pregunté antes de darle un bocado a mi sándwich.
-¿Recuerdas esas cenas que hay todos los años de empresarios "importantes" a la que siempre va tu padre?-asentí.-Pues este año es aquí en Londres y quiere que tu vayas con él.
-¿Qué? ¡No! ¡Sabes que no me gustan esas cenas!
-A tu padre le haría ilusión que...-el sonido del timbre le interrumpió. Me levanté pesadamente y fui a abrir.
-Hola papá.-le salude con un beso en la mejilla y le miré a los ojos.
-Hola preciosa.-entró y se dirigió a la cocina seguido de mí. Se sentó y empezó a su desayuno ya que mi madre se lo preparaba antes de que llegase.
-¿No me tienes nada que decir papá?-me miró y negó con la cabeza.-¿Y lo de la cena?-dije sentándome en mi sitio.
-¡Ah, era eso! Si, este año se celebra aquí en Londres y me encantaría que vinieses conmigo para no ir solo.
-¡Pero si siempre vas solo! ¿Por qué este año no puedes ir igual?
-Porque no...quiero que vengas conmigo y vas a venir como que me llamo James.-bufé y le di el último bocado a mi sándwich. Una vez acabado me levanté y subí a mi habitación. Odiaba esas cenas, siempre estaban llenos de viejos millonarios casados con chicas veinte años menores que ellos solo por el dinero. No había ningún chico joven excepto Zayn, que por obligación todos los años iba con su padre...no entiendo como puede aguantar tanto.
Cerré la puerta de un portazo y me tiré en la cama. Por lo menos algo bueno sacaba de la cena ya que tendría que comprarme un vestido y unos zapatos nuevos. Bufé de nuevo pensando en algún tipo de vestido, me senté en la cama y cogí mi móvil. Le envié un mensaje a Zayn diciéndole que nos viéramos en el centro comercial. Si tendría que elegir vestido necesitaba su ayuda.