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Tenías que ser tú (James S. Potter, Albus S. Potter & Tú)
O W N :: Archivos :: Novelas Abandonadas
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Re: Tenías que ser tú (James S. Potter, Albus S. Potter & Tú)
El capitulo fue HERMOSO :love: y te digo que me dejaste enganchada y ahora no puedo parar de imaginarme todo lo que podría suceder. Porfis, ¿puedes seguirla?
BESOS. Javi
PD: ¿eres Team James o Team Albus?
:bye:
BESOS. Javi
PD: ¿eres Team James o Team Albus?
:bye:
alone_anormal
Re: Tenías que ser tú (James S. Potter, Albus S. Potter & Tú)
Saru Stark Weasley escribió:Me ha encantado el capitulo. Pobre Lucy, idiota que es James... Recordarle eso ha sido un golpe MUY bajo, ya que su padre también perdió a los suyos.
Siguela pronto
Besos marcianos de mi parte
¡Que bueno que te gusto!
James es un idiota, pero igual lo violaría, ¡es sexy!
Si, se pasó por muuuuuucho.
La sigo pronto, linda.
Besos.
tobias.
Re: Tenías que ser tú (James S. Potter, Albus S. Potter & Tú)
alone_anormal escribió:El capitulo fue HERMOSO :love: y te digo que me dejaste enganchada y ahora no puedo parar de imaginarme todo lo que podría suceder. Porfis, ¿puedes seguirla?
BESOS. Javi
PD: ¿eres Team James o Team Albus?
:bye:
¡Que bueno que te gusto!
Ah, te deje enganchada que genial soy :D okno.
La sigo mañana, lo prometo, casi acabo el cap, pero es largo :3
Ash no sé, personalmente me gusta más cómo es James, pero Albus no se queda atrás, a Lu no sé con quien le voy a poner :3, ¿tu?
Besos.
tobias.
Re: Tenías que ser tú (James S. Potter, Albus S. Potter & Tú)
Hola aqui vengo yo acosandote,
Siguela!! La ame.
Yo soy Team Albus, ya que su PB
Es Logan Lerman.. Ya viste mi avatar,
LO AMO!!
Invitado
Invitado
Re: Tenías que ser tú (James S. Potter, Albus S. Potter & Tú)
leila.hunter escribió:Hola aqui vengo yo acosandote,Siguela!! La ame.Yo soy Team Albus, ya que su PBEs Logan Lerman.. Ya viste mi avatar,LO AMO!!
¡Hola, fiel acosadora! Okno, igual te quiero<3
¡Que bueno que te gusto!
Yo no sé, pero le voy a James<3 es hermoso. Pero a Lu no sé cual ponerle :3
Ya vi tu avatar kjgdasakjdgs<3
Besos.
tobias.
Re: Tenías que ser tú (James S. Potter, Albus S. Potter & Tú)
Capitulo 2: Quidditch.
Lucille bajó a la sala común y se sentó en su butaca de siempre, se puso a observar el fuego que parecía nunca apagarse, se sentía miserable, terrible. Trataba de no llorar, pero le era imposible, de sus ojos volvían a salir lágrimas que limpiaba rápidamente con la manga de su suéter.
–¿Qué haces despierta tan temprano? –preguntó una voz a sus espaldas.
Ella no respondió y Ted se sentó junto a ella. Con el pulgar le limpió las lágrimas y la abrazó. Ella comenzó a sollozar en su hombro, Ted solo se limitaba a abrazarla aun más fuerte.
–Tranquila, Lu.
James estaba tirado en su cama, sabía que era el único en el dormitorio, sacó el Mapa del Merodeador y se puso a observar. ¿Ted y Lu en la sala común? Esta bien que sean muy amigos pero según el mapa están muy juntos, sus nombres aparecen casi pegados. Pensó en bajar a la sala común, pero solo ganaría que ella lo odiara más de lo que ya lo hace. Siguió observando el mapa esperando que Lucille subiera a su dormitorio, pero conforme pasaba el tiempo sabía que no lo haría, después de todo Ted era como su hermano… Él antes también lo era, solían discutir pero siempre fue como su hermana menor, ahora no lo era, la quería como algo más, pero Albus también y en estos momentos estaba seguro de que Albus tenía mucha más oportunidad que él. Ahora ella lo odiaba e iba a ser muy difícil hacerla volver a confiar, siempre fue muy desconfiada, hacía amigos rápidamente pero jamás les decía cosas importantes, en los únicos que confiaba de verdad era en Ted, Rose, Lily y Albus, probablemente antes de su pelea confiaba plenamente en James, pero él le había fallado.
…
Todos los alumnos estaban desayunando en el Gran Comedor como todas las mañanas, Lucille estaba muy callada al igual que James, pero trataba de sonreír y hacer como si no le hubiera importado, pero James sabía perfectamente que le había dolido mucho.–Vamos, Lu, no has comido casi nada, lo cual es raro en ti.
–No tengo hambre, Ted.
–¿Quieres que te abra la boca y te haga comer por la fuerza o qué?
–Quiero verte intentarlo –dijo la castaña burlona.
Ted tomó una tostada y se la metió en la boca, digamos que casi la ahoga pero consiguió hacerla comer una tostada.
–¿Quieres ahogarme o qué? –dijo la chica mientras tosía.
Ted rió y ella con él, James los miraba con envidia, estaba frente a ella y esta hacia como si no se hubiera percatado de su presencia, seguía hablando alegremente con Ted sin molestarse en decirle algún insulto o algo.
–Iré con Albus, nos vemos, Ted.
–Nos vemos, Lu.
Lucille se fue con su amigo de Slytherin y Ted y James se quedaron solos, solo faltaba que Ted lo ignorara y sería el peor año de su vida.
–Me odia –admitió James con tristeza.
–No te odia, imbécil, odia lo que le dijiste, no se lo esperaba de ti.
–Le pedí perdón pero ella no me perdono.
–¿De verdad creías que con solo pedirle perdón iba a estar como antes? –preguntó Ted burlón-. Vamos tienes que hacer que ella vuelva a confiar en ti, con pedirle perdón no volverá a ser como antes. Que sea diferente no le quita que es chica, y al igual que todas es algo rencorosa, menos, pero lo es. Y yo que tu ve haciendo un plan porque Albus tiene las mismas intenciones que tu –dijo mientras miraba a la mesa de Slytherin.
Lucille y Albus charlaban alegremente, seguramente ella le estaba comentando sobre su “pelea” con James, ahora seguramente su hermano lo odiaba también.
–Es un idiota, iré a partirle su cara.
–Así solo ganaras que ella se enoje más, tienes que ignorarla y entonces tratara de acercarse a ti, no sé porque pero a las chicas siempre les llama la atención quien las ignora.
–Albus siempre estuvo al pendiente de ella y mira, seguro están planeando la boda.
Ted rió como loco y James solo lo miro raro.
–¿Lucille, la reina de decir que quiere ser libre de por vida casándose a los quince años? Vamos, James, eso es lo más estúpido que he oído en mi vida, Lu siempre que un chico se le declara dice que no porque su libertad se acaba. Creo que ella no saldría con alguien a menos de que este segura de que es el amor de su vida, así que considérate afortunado de haberla besado.
–¿Quién te lo dijo?
–Ambos andaban muy raros, lo deduje.
–Hasta que usas el cerebro.
Ted le lanzó una tostada en la cara y rió, después de unos segundos James le lanzó una a Ted y así se la pasaron todo el desayuno.
–¡Potter, Lupin, tienen castigo! –gritó la profesora Greengrass.
Ellos dejaron de arrojarse comida y se giraron a la profesora que estaba salpicada de comida por su culpa.
–Hoy a las nueve en mi despacho.
Cuando la profesora se fue James y Ted estallaron en carcajadas atrayendo la atención de varios alumnos.
Albus y Lucille charlaban alegremente, ella no le había comentado que pasó con James, sabía que él se enojaría mucho con James y no quería que eso pasara. Normalmente se lo hubiera dicho para que fastidiara a James, pero ahora no quería hacerlo, era algo cruel para él, tenía bastantes problemas con Rose para ahora agregar a Albus a la discusión, pero sabía que su amiga no tardaría en informarle la pelea de ellos.
–¿Qué clase tenemos ahora?
–Pociones.
–Bueno, esa la tomamos juntos por suerte.
–Pero el profesor Lodge es de lo peor, es muy desesperante –dijo Lucille con cierto remordimiento.
–A mi me agrada.
–Porque es el jefe de tu casa y te aprecia, a mi seguro me pone castigo.
Albus rió, pero ella hablaba muy en serio, el profesor siempre le ponía castigo y para su suerte juntaba a todos los alumnos, entonces siempre le tocaba con James y Ted, era bueno que Ted estuviera, pero James no tanto, era más desesperante en el castigo porque Ted y Lucille terminaban haciendo todo mientras él hablaba o hacia otra cosa.
–Vamos a clase.
Ambos chicos salieron del Gran Comedor charlando animadamente haciendo que James estuviera muriendo de celos.
–Es un idiota –afirmó.
–Es tu hermano.
–Igual es idiota.
Ted rió, pero James no lo hizo. Apretaba el tenedor con todas sus fuerzas, como si aquel cubierto fuera su hermano.
Albus y Lucille entraron al aula de Pociones, el profesor estaba sentado en su escritorio y observaba a todos los alumnos que ya estaban ahí, solo eran seis, pero igual los miraba con odio. Cuando todos llegaron y estuvieron sentados comenzó:
–Bienvenidos a otro nuevo curso, espero la hayan pasado bien en vacaciones. Este año como saben es el año de los TIMOS, así que espero que todos den lo mejor de sí en esta clase ya que yo no permitiré que ningún alumno que no tenga Supera las Expectativas siga en mi clase. Bien, les explicare en que consisten los TIMOS.
Todas las dos horas el profesor la pasó hablando de los TIMOS, no había otro tema de conversación que no fuera ese. Lucille miraba para todos lados buscando la manera de distraerse, podría ver las clases de vuelo de no ser porque en esa sala no había ventanas.
–¡Black! ¿Estas escuchándome?
La chica no había prestado ni la más mínima pizca de atención en toda la clase.
–Veo que no, me recuerdas a tu padre, era un gran idiota, el y toda su bola de amigos.
–Mi padre no era un idiota.
–No lo conociste, no puedes saberlo. Pero para que te des una idea es una copia del mayor de los hermanos Potter.
Eso de verdad le dolió, ¿cómo ese hombre podía comparar a su padre con un idiota como James? Su padre no se parecía ni un poco a ese chico, nada, eran completamente diferentes.
Lucille ya no respondió, solo se quedó callada, ¿qué le decía?, no había manera de ganarle a aquel profesor, el hombre además de loco estaba perturbado.
–A ver, Black, recuérdame de qué estaba hablando.
–De pociones, profesor.
–¡Diez puntos menos Gryffindor!
–¿Por qué? Esta hablando de Pociones si no me equivoco.
–Quince, ¿quiere además un castigo?
–Pero no…
–¡Tiene castigo!
Lucille se quedó callada y lo miro con odio, ese profesor jamás le había tenido mucha simpatía. Nunca le había dicho o hecho nada, pero al parecer su padre sí, le fascinaba criticarlo y humillarlo frente a todos los de la clase. Que falta de respeto a su memoria.
–Como decía antes de que la señorita Black interrumpiera con su gran inteligencia –dijo con odio y causando risas de algunos de Slytherin–. Personalmente considero que la mayoría de mi clase no sabe ni usar un caldero así que daré tutoría por las tardes para que aprendan lo que verán en los TIMOS y no sean un fracaso en la vida. ¡BLACK! Dígame, ¿a qué quiere dedicarse?
–Auror.
–¿Cómo el ingenuo de su padre? Para eso necesita tener al menos un Supera las
Expectativas en Pociones y déjeme decirle que usted no llega ni al Insuficiente.
Los de Slytherin volvieron a reír y Lucille solo miraba al profesor con odio, quería que esa clase se acabara ya, no quería estar soportando las humillaciones constantes del profesor, era algo desesperante y molesto.
Por fin dieron las once y la clase terminó, Lucille fue la primera en salir, estaba feliz de hacerlo, aquel profesor alteraba sus nervios, era de lo más fastidioso.
–¿Primer día y tienes castigo, Black? –dijo Edward Zabini.
–¿Algún problema, Zabini? Por cierto, ¿cómo esta tu padre? ¿Aun sigue en Azkaban?
El chico se quedó callado, al parecer eso había bastado para hacerlo sentir mal y estar a punto de irse a llorar. Lucille sonrió satisfecha y este le lanzó una mirada de odio.
–Me vengaré, Black.
–Quiero verte –respondió burlona.
Albus la miraba preocupado, él conocía bien a Zabini y sabía que sus venganzas no eran para nada buenas ni siquiera justas, y además Lucille cruzó la raya al decirle eso.
–No deberías haberle dicho eso, Lu.
–Él comenzó, además no lo defiendas.
–Es Edward Zabini, cuando dice que se vengará lo hace y no es para nada bueno.
–Es un idiota, no le tengo miedo.
Albus se fue a clase de Historia de la Magia y Lucille a clases de vuelo, su favorita, ella era parte del equipo de Gryffindor, ella estaba como guardiana, golpeadoras eran Molly y Lucy, el buscador James y los tres cazadores eran Ted quien era el capitán del equipo, Fred y Lily. James se había opuesto a que su hermana jugara quidditch, pero al final accedió. Pero ni hablar de cuando Lucille fue a las pruebas, se puso histérico, decía que era un deporte muy rudo y podría lastimarse, al final ella no le hizo caso, además era muy buena jugando, paraba todas o al menos la gran mayoría.
Llegó a clases de vuelo que compartían con sexto año ya que si no serían muy pocos alumnos, la mayoría no eran buenos jugando quidditch y la profesora Bell solía decirles que se largaran cuando eran pésimos. De quinto solo había como seis alumnos, entre ellos Lucille y Lucy. De sexto eran ocho, James, Fred, Molly, muchos en realidad.
–¡Silencio! Potter capitán, Lucy capitana, escojan sus equipos, ¡rápido!
–Molly –dijo Lucy.
–Lucille.
La chica se fue con mucho pesar al equipo de James, este ni siquiera la miró, solo la escogió para poder ganar.
–Fred.
–Sam.
Y así hasta tener siete jugadores cada uno. Lucille estaba algo molesta con Lucy porque no la escogió con ella, pero sabía que había sido a propósito, seguramente quería que ella y James arreglaran las cosas, cosa que no iba a pasar.
–¡Hagan su jugada y cuando suene el silbato vienen al centro! –grito Katie Bell, su profesora.
–Bien, Black a los aros, Sam golpeadora junto con Longbottom. Abott, Macmillan y Smith cazadores. Yo buscador, fin.
Todos en el equipo eran hombres menos Lucille, todos la miraban embobados, en especial Sam, ellos no solían llevarse mucho pero a Sam igual le gustaba. En el otro equipo era más parejo, cuatro chicas y tres chicos; al parecer Potter era machista.
Sonó el silbato y todos fueron al centro como se los había indicado la profesora Bell.
–Espero hayan planeado bien, quiero una jugada limpia, nada de trampas –dijo mirando a ambos equipos.
Sonó el silbato y todos se elevaron a sus puestos. Lucille estaba en los aros como en todos los partidos, James se elevó y se quedó observando el campo, Sam y Longbottom golpeaban las bludgers arrojándolas a los jugadores del otro equipo y Abott, Macmillan y Smith se pasaban la quaffle entre ellos para meterla en los aros del otro equipo.
La quaffle llegó hasta la chica Black quien la detuvo con facilidad y se la pasó a Smith quien la atrapó y consiguió anotar.
Y así continuaron jugando, después de unos minutos James consiguió la snitch, pero cuando todos iban a bajar al suelo una bludger le dio a James en la cabeza haciendo que cayera de la escoba. Lucille era la única que seguía en el aire así que tuvo que atrapar al chico Potter. Llegó al suelo y este seguía inconsiente.
–Simth, llévelo a la enfermería, cuando lo haya dejado vuelve, la clase aun no termina.
Él chico asintió y se fue casi arrastrando a James hasta la enfermería.
Lucille no podía negar que estaba muy preocupada por él, una bludger lo golpeó en la cabeza y cayó desde unos siete metros, bueno ella lo detuvo, pero aun así no es una sensación agradable. Quería ir a verlo a la enfermería, pero perdería su orgullo según su punto de vista.
…
–James, ¿estas bien? –preguntó Ted.–Si, ¿qué pasó?
–Lu tuvo que salvarte, te caíste de la escoba.
–¿Ella me salvó?
–Claro, idiota.
–¿Dónde esta?
–Vino a verte, la pasó gran parte del día aquí, pero tu no despertabas y tuvo que irse a clase, se perdió el almuerzo por tu culpa.
–¿Ella vino? –preguntó impresionado.
–Claro, estúpido, aun le importas, que hayan peleado no quiere decir que te odie.
–Primero deja de insultarme, segundo ¿dónde esta?
–En clase, son las seis y media, sale dentro de una hora.
James asintió, quería verla, deseaba hacerlo, quería darle las gracias y más que nada pedirle perdón.
Lucille salió de clase, era el primer día y estaba llena de deberes. Fue a la enfermería ver cómo estaba James, la última vez que lo vio estaba inconsciente y no hablaba mucho. Llegó a la enfermería y estaba completamente vacía, salvo por James, que estaba en una camilla en el fondo. Llegó a donde estaba él y se sentó junto a su camilla, no podía ser que no hubiera despertado en todo el día.
–Gracias, Lu –dijo abriendo los ojos.
–No hay de qué –dijo ella sonriendo.
–¿Viniste a verme?
Ella se encogió de hombros, se había ganado varios castigos por estar pensando en él y se perdió la hora del almuerzo por estar con él, básicamente todo el día se la pasó o con él o pensando en él.
–Si, por tu culpa me perdí el almuerzo.
–¿Lo siento?
–Me debes algo de comer, tengo castigo, debo de irme.
–Pero son las ocho.
–Iré a cenar y después iré con el idiota de Lodge.
–¿Tan rápido y castigo?
–Cállate, idiota, estoy segura de que tu también tienes castigo.
–Digamos que a Binns no le gusta que me ponga a jugar ahorcado.
–Eres más idiota de lo que eras ayer, ahora me voy a cenar.
–¿Sigues molesta conmigo?
–Si estuviera molesta no te hubiera salvado.
–Lo siento, Lu, de verdad lo siento, soy un imbécil.
Ella pasó una mano por los cabellos de James, este la miraba atentamente. Se inclino para darle un beso en la mejilla, pero él se volteó y la besó en los labios. Lucille trató de alejarse, no es que no quisiera besar a James, pero esa mañana había sucedido algo extraño…
Flashback
–Vamos, Lu, llegaremos tarde –le advirtió Albus.–No quiero ir a Pociones, ve tu.
–Es el primer día, no puedes faltar.
Fue hacia su amiga y la levantó del suelo, cuando ambos estuvieron de pie quedaron cerca, muy cerca… La respiración de Lucille se aceleró cuando los labios del castaño rozaron los suyos. Otra vez un zoológico de mariposas en su estomago, estaba mal, todo lo que hacia estaba mal. No puede besar a James y luego a su hermano menor, era, era estúpido. Pero ¿cómo decidirse? Ambos le gustaban y sentía cosas por ambos.
Fin del flashback
Trató de alejarse de James pero este la atrajo más a él, cada segundo que pasaba besando a James se sentía peor, quería decirle que había besado a su hermano, pero no se lo tomaría bien, si cuando durmió en su hombro casi mata a su hermano. James tomó el rostro de la chica haciendo que esta tuviera que casi subirse sobre él.
–Basta, James, no esta bien.
–¿Por qué?
–Porque no lo está, tengo que irme.
Salió corriendo y se fue al Gran Comedor. Rose la miraba algo raro, pero Lucille trataba de parecer normal y seguía comiendo. Faltaban diez minutos para tener que ir a su castigo y Rose no dejaba de acosarla con preguntas extrañas.
–¿Por qué estas tan extraña?
–Porque tengo castigo.
–La verdad, Lu.
–Porque estaba muy feliz esta mañana y Albus me besó –Rose se atragantó y la miro con atención– y ahora voy a la enfermería y me besa James, mi vida es un asco.
–¿Qué piensas hacer?
–¿Honestamente? Ahogarme en el Lago Negro o irme a vivir al Bosque Prohibido.
–No hablo de eso, ¿a cuál escogerás?
–Con los dos siento algo, es difícil. Tengo castigo, nos vemos más tarde.
Se fue a su castigo con el profesor Lodge, no era para nada agradable, pero tenía que ir.
Última edición por AnaPaulaHoran el Sáb 17 Ago 2013, 8:42 pm, editado 1 vez
tobias.
Re: Tenías que ser tú (James S. Potter, Albus S. Potter & Tú)
TEAM ALBUS!!!
Me fascino siguela. Amo tu novela
Invitado
Invitado
Re: Tenías que ser tú (James S. Potter, Albus S. Potter & Tú)
¡Hola, hola!
Yo prefiero The Team James jaja ♥
Me sigue pareciendo muy dulce James, algo idiota y "Sirius", pero dulce xD
Albus es como Lily E. y Harry, es mas calmado y tierno.
Saludos marcianos, ¡ah! Y síguela pronto o te lanzaré un Avada Kedavra
roronoa.
Re: Tenías que ser tú (James S. Potter, Albus S. Potter & Tú)
HOLAAAAAAAA
Me llamo Lucia y me declaro FIEL LECTORA. Espero la sigas porque me desespero
(Sabes la chica de este gif es un amiga; y no miento)
Es decir, James al besa y es como que...
pero luego dice eso sobre sus padres y mi reacción es como...
Me dan ganas de sacarles los ojos y venderlos por Ebay. Luego se arreglan, pero ella se había besado con Albus y es como asdfghjklñ.
Me llamo Lucia y me declaro FIEL LECTORA. Espero la sigas porque me desespero
(Sabes la chica de este gif es un amiga; y no miento)
Es decir, James al besa y es como que...
pero luego dice eso sobre sus padres y mi reacción es como...
Me dan ganas de sacarles los ojos y venderlos por Ebay. Luego se arreglan, pero ella se había besado con Albus y es como asdfghjklñ.
FagNovelas1D
Re: Tenías que ser tú (James S. Potter, Albus S. Potter & Tú)
leila.hunter escribió:TEAM ALBUS!!!Me fascino siguela. Amo tu novela
TEAM JAMES!!!
¡Que bueno que te guste! Me alegraste el día :D
La sigo pronto.
Besos.
tobias.
Re: Tenías que ser tú (James S. Potter, Albus S. Potter & Tú)
Saru Stark Weasley escribió:¡Hola, hola!Yo prefiero The Team James jaja ♥Me sigue pareciendo muy dulce James, algo idiota y "Sirius", pero dulce xDAlbus es como Lily E. y Harry, es mas calmado y tierno.Saludos marcianos, ¡ah! Y síguela pronto o te lanzaré un Avada Kedavra
¡Hola!
Ah, yo también, ¡es hermoso! Pero no sé quien demonios ponerle a Lu.
James es idiota, pero igual lo amo, me recuerda un poco a Sirius :3 que también es hermoso.
Y Albus es todo Lily Evans o Lupin, es todo lindo<3
La sigo pronto, no me gustan los Avada Kedavra :3
Besos.
tobias.
Re: Tenías que ser tú (James S. Potter, Albus S. Potter & Tú)
Tu usuario es #AvadaKedavra XD
Invitado
Invitado
Re: Tenías que ser tú (James S. Potter, Albus S. Potter & Tú)
FagNovelas1D escribió:HOLAAAAAAAA
Me llamo Lucia y me declaro FIEL LECTORA. Espero la sigas porque me desespero
(Sabes la chica de este gif es un amiga; y no miento)
Es decir, James al besa y es como que...
pero luego dice eso sobre sus padres y mi reacción es como...
Me dan ganas de sacarles los ojos y venderlos por Ebay. Luego se arreglan, pero ella se había besado con Albus y es como asdfghjklñ.
¡Hola! ¡Bienvenida, Lucy (¿Puedo decirte así?)!
Agdsaakjs, no te desesperes :3
Awwww James<3 es tierno aunque no lo admita, aunque es medio idiota...
Además su padre no tenía padres, esta imbécil, pero lo amo.
Hahaha, Albus ya había conquistado a Lu y James estaba como: WTF?!?!?
Morí con lo de Ebay hahaha.
La sigo pronto, linda.
Besos.
tobias.
Re: Tenías que ser tú (James S. Potter, Albus S. Potter & Tú)
leila.hunter escribió:Tu usuario es #AvadaKedavra XD
¡Oh shi! Es tan sensual :3
Besos.
tobias.
Re: Tenías que ser tú (James S. Potter, Albus S. Potter & Tú)
Capitulo 3: Sueños.
Después de dos horas de castigo por fin se terminó. Lucille había aprovechado el castigo para pensar, con los dos siente algo, pero ¿cómo elegir? James es James, mujeriego, atractivo, simpático, todo lo contrario a Albus, él es más tranquilo, comprensivo, amable, lo único que tienen en común es que son muy celosos, fuera de eso no hay nada.
Llegó a la sala común a las doce de la madrugada, tenía las manos cansadas de tanto escribir lo que le había pedido el profesor, “No debo hablar cuando no se me pide”, lo escribió hasta que terminó el castigo, ó sea tres horas. Subió a su dormitorio y se lavó las manos que seguían muy entumecidas a pesar de que se las lavó.
Se puso ropa más cómoda y se tiró en la cama. No tardó en dormirse, Rose ya estaba dormida y no tenía ni idea de dónde estaba Lucy, seguro estaba con Molly o algún chico, pero era preferible que estuviera con Molly.
–¿Quieres ser mi esposa? –me preguntó Albus algo nervioso.
–¡Si, claro que quiero ser tu esposa!
Me lancé a sus brazos y este me atrapó y me dio un gran abrazo. Jamás creí que esto fuera a pasar, que fuera a casarme y menos con Albus, bueno salimos hace tiempo, era de esperarse. Pero siempre fui muy rara para esos temas del amor, me costaba enamorarme, no porque no me gustara nadie, si no porque tenía miedo de que me hicieran daño o rompieran el corazón. Albus no lo hizo, jamás, es un chico lindo.
Pasaba el tiempo y en unas horas era la boda, estaba nerviosa a decir verdad, ¿qué digo? ¡Estaba más nerviosa que nunca en mi vida! Las piernas me tiemblan y no puedo sostener un vaso de agua sin que se me caiga.
Todo estaba perfecto, el lugar era lindo, había como cien o ciento cincuenta sillas perfectamente alineadas en hileras de siete. Todo estaba lleno de flores, eran rosas blancas, hermosas. Mi vestido era blanco, eso es lógico claro, me casaré. Era hasta antes de la rodilla, jamás fui de usar vestido largo, no me gustan. Tenía algunos brillos, pero no muchos, no tenía tirantes. Mi cabello iba recogido, tenía algunos cabellos sueltos y una flor blanca atada a mi cabello. Jamás creí estar así vestida, jamás creí casarme, bueno si me iba a casar, pero nunca lo pensé bien, jamás me imagine a mi con el vestido de novia y en el altar junto al chico que amo.
Se abrió la puerta de mi cuarto y entró James, se veía bien como siempre, atractivo… ¡Es el hermano de tu futuro esposo no puedes pensar así!, me regañé.
–¿Nerviosa?
–¿Tanto se nota? Si no estuviera sentada ya me hubiera caído.
Se sentó junto a mi y me observo detenidamente, después me abrazó, sus brazos eran cálidos, siempre lo habían sido.
Dejó de abrazarme y me miro con esos hermosos ojos que siempre envidié, se veía algo triste, pero aun así sonreía.
–Siempre recuerda que te quiero.
De mis ojos brotó una lágrima y asentí, todavía no me había casado y ya estaba llorando, es un record. Normalmente en las bodas suelen llorar después de que se casan, no antes. Y menos tratándose de mi, no soy muy sentimental.
–Yo también te quiero, Potter.
Me limpió la lágrima y salió, me mire en el espejo, no me veía del todo mal, no se me había corrido el maquillaje ni nada por el estilo, estaba bien.
Faltaban minutos, mi respiración era muy agitada, como no tenía a mi padre para que me llevara hasta el altar Harry lo hizo, después de todo era algo cómo mi padre, suena raro, me estoy casando con su hijo y le digo padre. Bueno es alguien muy querido que cuidó de mi. Si él no me estuviera llevando hacia donde estaba Albus, que a decir verdad estaba muy guapo, me hubiera caído, las piernas no me servían, parecía que estaban hechas de gelatina.
Llegue a donde estaba Albus y él me tomó de la mano, estaba segura de que en cualquier momento caería al suelo y sería de lo más embarazoso.
La escena cambió, ya no tenía el vestido de novia, ya no estaba con Albus, no había flores, ni invitados, ahora estaba sola en un balcón a la luz de la luna. Llevaba el cabello suelto y me llegaba hasta casi la cintura, traía shorts de mezclilla rasgados como solía usarlos y una camisa blanca con botones.
Era extraño, todo esto. Miraba hacia las estrellas, el cielo parecía un estampado de lucecitas brillantes, que eran las estrellas. Recuerdo que cuando era pequeña mi padre me contaba una historia antes de dormir, era sobre la noche, las estrellas y la luna.
«Se dice que hace tiempo había un rey, el rey Alejandro, este amaba a una joven doncella llamada Amatis, era una chica extraña, de lo más hermosa. Alejandro como era de esperar era deseado por muchas chicas por ser el rey, pero no le importaban aquellas mujeres, la única que le gustaba era Amatis, pero ella no parecía tener ni el más mínimo interés en él. Lo ignoraba completamente, por más que la invitaba al palacio a cenar o a dar una vuelta por el pueblo la joven lo rechazaba.
Tiempo después los padres de Alejandro lo comprometieron con una chica, era hermosa, parecía una diosa, su prometida se llamaba Alana, pero Alejandro no dejaba de pensar en Amatis. Amatis era todo para él, su mundo, su sueño, su vida, era su amor platónico. Siempre se pregunto por qué ella no mostraba interés en él, era el rey, era rico y era hermoso. Pero Amatis jamás le llamó la atención, nunca amó a ningún hombre, para ella solo eran problemas.
Años más adelante Alejandro era grande, pronto su hija, Elizabeth tomaría el trono, se volvería la reina de todo el imperio. Alana había estado deprimida y decaída los últimos días, no hablaba con nadie y vivía encerrada en su habitación. Días después de eso murió y Alejandro comprendió por qué había estado tan deprimida, había una carta, una carta escrita por Amatis:
“Alejandro:
Sé que me amas y quieres estar conmigo, lo sé perfectamente, yo también te amo, pero jamás podré estar junto a ti, tu esposa Alana es… Mi hermana. Supongo que quieres una explicación y te la daré:
Mi hermana, Alana, siempre fue una diosa, admirada por todos, querida por todos. A ella le impresionaba que yo llamara tu atención, por eso pidió a tus padres comprometerse contigo. Como tu sabes ella y yo no tenemos dinero, somos simples chicas, bueno no tan simples, estamos malditas. Hace tiempo, cuando los dioses reinaban esta tierra tuvieron hijos, semidioses, Alana y yo somos parte de ellos, pero nuestro padre, Hades, era un hombre codicioso, quería que nosotras fuéramos diferentes a todos los demás semidioses, así que él nos cambió, nos maldijo sin siquiera estar enterado. Nos hizo inmortales.
Alana y yo llevamos en la tierra siglos, no puedes imaginarte todo lo que hemos vivido, ha sido muy impresionante, pero hay algo que ninguna de las dos vivimos: el amor.
Cuando ella se enteró que tu estabas enamorado de mi quiso hacer algo, siempre fue demasiado codiciosa, como mi padre, quería ser la única bella de la familia, la única de la que se enamoraran, así que hechizó a tus padres para que te obligaran a casarte con ella y me dio una carta que creí que había sido escrita por ti diciendo que no me querías y no querías volver a verme. Al principio lo creí, pero al verte todos los días observándome y que ignorabas a mi hermana supe que esa carta era una mentira hecha por ella.
Cuando vio que tu seguías enamorado de mi, fue a mi casa e intentó matarme. Pero según las leyes de los dioses no podemos matarnos entre nosotros, no sin quedar malditos, ella ignoró esto y trató de matarme. Se maldijo a sí misma, por eso estos últimos días la notaste tan extraña, cuando estaba encerrada en su habitación en realidad iba a verme.
Yo sabía que Alana quería matarme antes de morir, estaba segura de ello, por eso escribí esta carta antes de morir, quería explicarte todo. La última vez que fue a mi casa me mató, todo era horrible, sangre por todas partes.
Al matarme hizo que la maldijeran, ella no murió por causas naturales, se suicidó.
Por eso las noches son tan oscuras, ella es la oscuridad y yo la luna, a pesar de la oscuridad siempre habrá luz, yo soy esa luz. Todos debemos encontrar la luz en nosotros, pero ella no lo logró.
Ten por seguro que todas las noches te cuidaré, Alana no podrá ponerte ni un dedo encima. Pero recuerda, asegúrate de vivir en la luz, la oscuridad solo trae más oscuridad.
Amatis.”
Al terminar de leer la carta Alejandro quedó impactado, todo había sido una mentira, se sintió tan mal que se clavó una daga, murió esa misma noche, la misma noche que murieron, Amatis y Alana. Por eso hay tres elementos en la noche, Amatis, la luna, la luz. Alana, la oscuridad, el miedo. Y Alejandro, las estrellas, que están entre la Luz y la Oscuridad.»
Era una historia linda a mi parecer, algo cruel, pero siempre fue mi favorita. Mi madre me la contaba siempre, no podía dormir sin aquella historia. Pero cuando ella murió tuve que aprender a hacerlo.
Alguien me rodeó por atrás y me plantó un beso, quería golpearlo a quien quiera que fuera. No lo conocía si quiera, lo mire… James… Espera, ¿James? ¿Qué demonios hace el aquí? ¿Y por qué me besa?
–Hola, Lu, ¿qué haces afuera?
–Pensar, ¿tu qué haces?
–Buscarte.
–¿Para qué?
–No lo sé, para estar contigo, ¿es lo que hacen los novios, no?
¡¿NOVIOS?! ¿Desde cuándo? Siempre peleamos y ahora somos novios, esto, esto esta mal, no tiene sentido, ¿por qué sería la novia de James?... Un momento, ¡esto es un sueño! Ya creía que mi vida era muy extraña, pero ¿qué hacen James y Albus en mis sueños? Primero me voy a casar con Albus y ahora soy la novia de James, el mundo esta loco, mejor dicho mi mente lo esta.
–Si, supongo.
Sonrió y me besó. Sentí las mariposas volar, hasta en sueños es tan encantador. Puso mis manos en mis caderas y yo las mías en su cuello. Mi corazón latía a mil por hora, estaba muy agitada, pero lo deseaba, de verdad lo hacía… Bueno solo en el sueño, supongo que aquí cambió mucho mi forma de pensar. Ahora no siento remordimiento por Albus, parece como si James hubiera sido todo el tiempo, que solo él se hubiera enamorado de mi y yo de él. Me cargó y enredé mis piernas en su cuerpo, sentí sus manos en mi trasero, al principio me sobresalté, pero después me calme y seguí besándolo como si nada.
Me tiró sobre la cama y subió sobre mi para continuar besándome… ¿Lo vamos a hacer? No, no, no y no. Tengo veinte años no puedo tener sexo con él así como así. Esto se esta volviendo loco, primero que nada tengo quince y no veinte. Segundo no haré el amor con James, es… Raro, no es que no quiera, si no que no estoy lista. Pero, ¿qué puede pasar es solo un sueño?
Mientras yo seguía cuestionándome James ya había desabrochado mi blusa y continuaba con mi bracier. No, no quiero, al menos no aun.
Despertó. Todo había sido tan raro, había sido un sueño, solo eso o al menos eso esperaba, ojalá que no sea verdad… No, no puede ser verdad no es nada buena en Adivinación y no puede hacer el futuro a mi manera, eso no va a pasar. Tal vez ese sueño le mostró como sería su relación con cada uno… ¿De verdad lo hizo? Las dos eran lindas, le gustaría casarse con Albus pero también le gustaría hacerlo con James y las dos cosas no se pueden, sería muy malo que lo hiciera, más porque ellos son hermanos.
Se fijó en la hora la hora, no era para nada temprano, ocho treinta, ¡ahora debía estar desayunando! Se puso el uniforme lo más rápido posible y salió corriendo al Gran Comedor. Entró corriendo y se sentó junto a Ted que la miraba divertido.
–Deja de mirarme, ni que fuera aparador.
–Son las nueve menos quince, ¿dónde estabas?
–Me quedé dormida, además tuve un sueño de lo más extraño.
–¿Qué soñaste?
Se fijo que nadie escuchara, solo faltaba que Albus escuchara que se iba a casar con él y James escuchara que estuvo a punto de hacerlo con él, todo en un sueño, claro.
Se lo contó todo, cada detalle y momento que había pasado. Él me escuchaba con atención y cuando le dijo lo de James escupió todo el jugo en la cara de James quien acababa de llegar, al parecer no fue la única que se quedó dormida.
–¡¿Qué te pasa, imbécil?!
–Lo siento, ahora lo arreglo.
Dijo un hechizo y James volvió a estar como había llegado, perfecto. ¡No, no estaba perfecto!, gritó Lucille en su mente.
–¿Se puede saber por qué me escupiste todo el jugo?
–Es que Lu me contó algo muy gracioso.
–¿Qué?
Lucille miró de mala manera a Ted quien ahora trataba de ocultarse detrás del Profeta que pedía a diario, no lo pedía porque leyera, si no porque le gustaba que las chicas pensaran que era un chico inteligente y que leía.
–Le dije que se imaginara a Scorpius en tanga bailando provocativamente –dijo Lucille algo desconfiada.
James rió y se sentó frente a ambos amigos, faltaban cinco minutos para que empezaran las clases y James iba con mucha calma, parecía que no tenía ni idea de que hora era.
–Me voy a clase –dijo Lucille parándose.
–Todavía es temprano –dijo James mientras comía.
Lucille hizo una mueca de asco.
–Son las nueve, adiós.
Salió del Gran Comedor y se fue a Historia de la Magia, últimamente el profesor Binns era cada vez más exigente. No podías hacer lo mismo de antes de ponerte a jugar con el de al lado. Pero la clase seguía siendo completamente aburrida, Lucille pensaba en ponerse a jugar ahorcado o algo así en el pergamino. Lo malo es que Rose es demasiado exagerada para jugar eso en clase, probablemente se sentaría con Lucy.
Llegó y Rose ya estaba con Albus. Se fue con Lucy que aun no tenía pareja y se sentó con ella. Esta la saludó alegremente, tenía ojeras, seguramente no había dormido nada anoche.
La clase comenzó y Lucy y Lucille se pusieron a jugar en el pergamino, suerte que Binns pasó gran parte de la clase escribiendo algo en la pizarra. Pero cuando dijo que iba a hacer un examen sorpresa Lucy soltó un gritito ahogado, no se esperaban eso. Sus clases siempre eran una tortura, pero no tanto.
–¿Algún problema, señorita Weasley?
–No, ninguno.
–Me alegro. Señorita Black, estaba jugando muy divertida si no me equivoco, tiene castigo.
–Pero…
–Pero nada, la veo a las nueve en mi despacho.
Tercer día y castigo, ¿por qué a Lucy no se lo pusieron?, se preguntaba Lucille. Tal vez Binns tenga una clase de aprecio por la pelirroja. Bueno al menos se alejaría de James y Albus por unas horas, lo cual era bueno, mientras menos tiempo estuviera con ellos mejor, además tratarían de besarla o recordarle el beso. Suerte que son hombres y los hombres no necesariamente te besan porque estén enamorados, a veces solo es diversión. Pero Albus no le haría eso y James tampoco, ambos amenazaban a todos los chicos con los que llegaba a hablar o salir, medio Hogwarts estaba amenazado, Lucille no dudaba que en algún momento amenazaran a algún profesor por ponerle castigo o mirarla.
El día transcurría rápido y era hora de la cena. Lucille había evitado en todo momento a Albus y a James, no quería hablar. James seguramente la besaría como si fueran algo y Albus la invitaría a salir ya que él es más correcto. Se sentó donde siempre en la mesa de Gryffindor, estaba junto a Rose y frente a Ted y James. Llegaron las hermanas Molly y Lucy y ambas se sentaron junto a Lucille, genial, alguien con quien distraerse. Después Fred se sentó junto a James. Parecía una reunión familiar ya que después llegaron Victoire, Dominique, Albus, Lily, en realidad todos los Weasley. Eran la familia más grande que Lucille conocía.
Después de un rato tuvo que irse, no porque quisiera si no porque tenía castigo con Binns. Se fue al despacho de este y cuando llegó se percató de que James también tenía castigo, ¿cómo lo olvidó? Se lo dijo el día anterior, fantástico, ella por lo único que iba feliz al castigo era para olvidarse de ellos y también tiene castigo, el día va de mal en peor. Seguro ambos se habían dado cuenta que la chica había tratado de evitarlos todo el día. Ahora no podía ignorar al mayor de los Potter, seguramente se daría cuenta, es él único en el castigo junto con ella, seguramente se percataría de que lo esta ignorando.
Entraron al despacho de Binns, era amplio, había una mesa grande al frente llena de papeles y otras mesas más pequeñas en toda la sala que parecían ser para los alumnos castigados. El despacho de Binns era como un salón de clases. Cuando entraron este los miro con desagrado, a pesar de ser un fantasma era mucho más horrible que cualquier ser humano vivo, ni siquiera el profesor Lodge era tan horrible como Binns.
–Bueno, como ya saben están aquí por ser los peores alumnos de la clase. Limpiaran mi despacho, si me disculpan iré a cenar.
Se fue y Lucille lo miró extrañada.
–Es un fantasma no necesita nutrirse.
–¡Te escuche, diez puntos menos Gryffindor! –dijo la voz del profesor Binns que provenía del corredor.
–Viejo idiota –dijo de forma que solo James pudiera escuchar.
Rieron y comenzaron a limpiar el despacho. Sin magia era lo peor del mundo, ahora entendían lo que sufrían los muggles, ¿cómo podían limpiar su casa sin magia? Si hasta con magia daba algo de flojera sin magia es mil veces peor.
–Me pregunto cuando se largara Binns.
–Nunca, es un fantasma y esta muerto, así que dudo mucho que quiera largarse.
–Espero llegue su madre de la muerte y lo arrastre al infierno.
–Que amable eres, James.
–Nos puso a limpiar todo su despacho, creo que se lo merece, además ni que fuéramos elfos domésticos.
–Él cree eso de los que están vivos, pone a limpiar su desorden solo porque quiere hacernos la vida miserable.
–Lo más triste es que no puede morir.
Lucille pasaba un agradable momento con James, después de todo no había sido tan incomodo, pero aun creía que James le iba a comentar algo del beso, y así fue.
–¿Por qué dijiste que besarnos esta mal?
–Hazme un favor y no me preguntes.
James no volvió a insistir, siguieron limpiando cada quien por su lado. De vez en cuando se miraban pero al ver que se estaban mirando volteaban a otro lado al instante. Después de estar limpiando por varias horas la puerta se abrió y entró Binns.
–Creo que terminaron por hoy, los veo mañana a la misma hora.
Ambos asintieron y salieron del despacho. Iban en completo silencio, caminaban a la sala común. Lucille no dejaba de pensar, pensar y pensar. Ahora la que quería tomar la mano de James era ella, se sentía bien hacerlo, la hacia sentir completa al igual que cuando se besaban. No resistió más y tomó la mano del castaño que la miro curiosamente. Le parecía extraño que lo tomara de la mano como si nada. Ambos disfrutaban el momento, se fueron por el camino más largo para llegar a la sala común. No hablaban, solo caminaban tomados de la mano. Lucille sentía las mariposas revoloteando en su estomago, James se sentía bien, alegre.
Llegaron a la sala común pero no se soltaron las manos al instante, hasta que entraron completamente se soltaron. Lucille subió a su dormitorio y James al suyo.
Última edición por AnaPaulaHoran el Sáb 17 Ago 2013, 8:43 pm, editado 1 vez
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